Diccionario de Psicoanálisis
Diccionario de Psicoanálisis
Diccionario de Psicoanálisis
fuente(1)
Pionera del movimiento psicoanaltico argentino, Arminda Aberastury
naci en Buenos Aires, en
el seno de una familia de comerciantes por el lado paterno, e
intelectuales por el lado materno.
Su to, Maximiliano Aberastury, era un mdico famoso, y su hermano
Federico estudi psiquiatra
teniendo como compaero a Enrique Pichn Rivire, cuyos padres se
instalaron en la Argentina
en 1911, e iba a convertirse en su ms querido amigo. Federico padeca
una psicosis y varias
veces sufri accesos delirantes. Melanclica desde su juventud,
Arminda era una mujer de gran
belleza. A travs de Federico conoci a Pichn-Rivire, con quien se
cas en 1937. Lo mismo
que l, quera ofrecerle al psicoanlisis una nueva tierra prometida,
para salvarlo del fascismo
que se haba desencadenado en Europa.
Se integr entonces al grupo formado en Buenos Aires por Arnaldo
Rascovsky, ngel Garma,
Marie Langer y Celes Crcamo. Cinco aos ms tarde recibi su
formacin didctica con Garma,
y se convirti en una de las principales figuras de la Asociacin
Psicoanaltica Argentina (APA).
En relacin directa con la enseanza de Melanie Klein (a quien ella
fue la primera en traducir al
castellano), e inspirndose en los mtodos de Sophie Morgenstern,
desarroll el psicoanlisis de
nios. Entre 1948 y 1952 dirigi, en el marco del Instituto de
Psicoanlisis de la APA, un seminario
sobre este tema. Form a una generacin de analistas de nios. En el
Congreso de la
Internacional Psychoanalytical Association (IPA) de 1957, en Pars,
present una notable
comunicacin sobre la sucesin de los "estadios" durante los primeros
aos de vida, definiendo
una "fase genital primitiva" anterior a la fase anal en el desarrollo
libidinal.
A la edad de 62 aos, afectada por una enfermedad de la piel que la
desfiguraba, Arminda
Aberastury decidi darse muerte. Su suicidio, como algunos otros en la
historia del psicoanlisis,
suscit relatos contradictorios, y fue considerado una "muerte
trgica" por la historiografa
oficial.
-Berln 1925).
Abraham Karl
fuente(2)
Trabaja con E. Bleuler en el Burghlzli, el hospital psiquitrico de
Zurich. Es all donde conoce a
C. Jung, quien lo inicia en las ideas de S. Freud. Funda en 1910 la
Asociacin Psicoanaltica de
Berln, primera rama de la Asociacin Psicoanaltica Internacional, de
la que se convierte en
presidente en 1925. Es uno de los que ms han aportado a la difusin
del psicoanlisis fuera de
Viena. Su contribucin personal es muy rica: introduccin de la nocin
de objeto parcial,
definicin de los procesos de introyeccin e incorporacin, estudio de
los estadios pregenitales.
Adems de su correspondencia con Freud, su produccin incluye
numerosas obras: Sueo y
mito (1909), Examen de la etapa ms precoz de la libido (1916).
Abraham Karl
fuente(3)
El nombre de Karl Abraham es indisociable de la historia de la gran
saga freudiana. Miembro de la
generacin de los discpulos de] padre fundador, desempe un papel
pionero en el desarrollo
del psicoanlisis en Berln. Implant la clnica freudiana en el
dominio de] saber psiquitrico,
transformando de tal modo el tratamiento de las psicosis
-esquizofrenia y psicosis
manaco-depresiva (melancola)-. Elabor tambin una teora de los
estadios de la organizacin
sexual en la que se inspir Melanie Klein, quien fue su discpula.
Form a numerosos analistas,
entre ellos Helene Deutsch, Edward Glover, Karen Horney, Sandor Rado,
Ernst Simmel.
Nacido en Bremen el 3 de mayo de 1877, en una familia de comerciantes
judos instalados en el
norte de Alemania desde el siglo XVIII, Abraham era un hombre afable,
clido, inventivo,
elocuente y polgloto (hablaba ocho idiomas). Durante toda su vida
sigui siendo un ortodoxo de
la doctrina psicoanaltica, una "pea de bronce" segn las palabras de
Sigmund Freud. Fue en la
Clnica del Burghlzli, donde era asistente de Eugen Bleuler junto con
Carl Gustav Jung, donde
comenz a familiarizarse con los textos vieneses. En 1906 se cas con
Hedwig Brgner. Tuvo
con ella dos hijos y analiz a la hija, Hilda Abraham (1906-1971),
describiendo su caso en un
artculo de 1913 titulado "La pequea Hilda, ensueos y sntomas en
una nia de 7 aos". Hilda
Abraham iba a convertirse en psicoanalista y redact una biografa
Abraham Nicolas
fuente(4)
De origen judo-hngaro, Nicolas Abraham naci en Kecskemet y emigr a
Pars en 1938.
Filsofo de formacin, marcado por la fenomenologa de Husserl,
hablaba varios idiomas.
Despus de un primer matrimonio en 1946, en el que tuvo dos hijos
varones, tom como
compaera a Mara Torok, tambin de origen hngaro. Analizado, igual
que ella, por Bela
Grunberger, en el redil de la Socit psychanalytique de Paris (SPP),
muy pronto qued
caracterizado como disidente, y su cura didctica no fue homologada.
Nunca se convirti en
miembro pleno de la SPP, y sigui como afiliado. En 1959 anud una
slida amistad con el filsofo
Jacques Derrida, sobre la base de su pasin por la filosofa y una
cierta manera de analizar los
textos freudianos.
Se hizo clebre en 1976, con la publicacin del Verbier de l'Homme aux
loups, redactado
conjuntamente con Maria Torok, y con prefacio de Derrida. Siguiendo a
Muriel Gardiner,
comentaba all el caso del Hombre de los Lobos, sealando el
poliglotismo inherente a toda esa
historia. A la lengua rusa (o lengua materna), la lengua alemana (o
lengua de la cura) y la lengua
inglesa (o lengua de la nodriza del paciente), los autores aadieron
una cuarta, la francesa, lo
cual les permiti subrayar que el yo clivado del paciente llevaba
consigo "una cripta", lugar de
todos sus secretos inconscientes. Esta teora de la cripta pona el
acento en el delirio del Hombre
de los Lobos y el carcter necesariamente delirante y polismico de la
teora clnica en s.
Abreaccin
Abreaccin
Abreaccin
s. f. (fr. abraction; ingl. abreaction; al. Abreagieren).
fuente(5)
Abreaccin
Abreaccin
Abreaccin
Al.:Abreagieren.
Fr.: abraction.
Ing.: abreaction.
It.: abreazione.
Por.: abreao.
fuente(6)
Descarga emocional, por medio de la cual un individuo se libera del
afecto ligado al recuerdo de
un acontecimiento traumtico, lo que evita que ste se convierta en
patgeno o siga sindolo. La
abreaccin puede ser provocada en el curso de la psicoterapia,
especialmente bajo hipnosis,
dando lugar a una catarais; pero tambin puede producirse de forma
espontnea, separada del
trauma Inicial por un Intervalo ms o menos prolongado.
El concepto de abreaccin slo puede comprenderse recurriendo a la
teora de Freud acerca de
la gnesis del sntoma histrico, tal como la expuso en El mecanismo
psquico de los fenmenos
histricos (ber den psychischen Mechanismus hysterischer Phnomene,
1893)(a). La
persistencia del afecto ligado a un recuerdo depende de varios
factores: el ms importante de
ellos es la forma como el sujeto reacciona frente a un determinado
acontecimiento. Esta reaccin
puede consistir en reflejos voluntarios o involuntarios, y abarcar
desde el llanto hasta la
venganza. Si tal reaccin es lo suficientemente intensa, gran parte
del afecto ligado al
acontecimiento desaparece. Si esta reaccin es reprimida
(unterdrckt), el afecto persiste ligado
al recuerdo.
As, pues, la abreaccin constituye el mecanismo normal que permite al
individuo reaccionar
frente a un acontecimiento y evitar que ste conserve un quantum de
afecto demasiado
importante. Con todo, para que esta reaccin posea un efecto
Abreaccin
Abreaccin
Alemn: Abreagieren.
Francs: Abraction.
Ingls: Abreaction.
fuente(7)
Trmino introducido por Sigmund Freud y Josef Breuer en 1893 para
definir un proceso de
descarga emocional que, al liberar el afecto ligado al recuerdo de un
trauma, anula sus efectos
patgenos.
El trmino abreaccin apareci por primera vez en la "Comunicacin
preliminar" de Josef Breuer
y Sigmund Freud dedicada al estudio del mecanismo psquico que opera
en los fenmenos
histricos.
En ese texto pionero, los autores anuncian desde el comienzo el
sentido de su trayecto:
partiendo de las formas que revestan los sntomas, se proponan
llegar a identificar el
acontecimiento que, inicialmente y a menudo lejos en el pasado, haba
provocado el fenmeno
histrico. El establecimiento de esa gnesis tropezaba con diversos
obstculos provenientes del
paciente, a los que ms tarde Freud denomin resistencias, y que slo
se podan superar
recurriendo a la hipnosis.
Lo ms frecuente es que un sujeto afectado por un acontecimiento
reaccione a l, en trminos
voluntarios o no, de modo reflejo: el afecto vinculado al
acontecimiento queda entonces
evacuado si dicha reaccin es suficientemente intensa. En los casos en
que la reaccin no se
produce o no es lo bastante fuerte, el afecto sigue ligado al recuerdo
del acontecimiento
traumtico, y lo que acta como agente de los trastornos histricos es
el recuerdo -y no el
acontecimiento en s-. Breuer y Freud son muy precisos al respecto:
"...la histrica sufre sobre
todo de reminiscencias". Se encuentra la misma precisin respecto de
la adecuacin de la
reaccin del sujeto: sea sta inmediata (voluntaria o no) o diferida y
provocada en el marco de
Abstinencia (regla
de la, principio de la)
Abstinencia (regla de la, principio de la)
Abstinencia
Ferenczi preconizaba en
ciertos casos medidas encaminadas a hostigar las satisfacciones
substitutivas halladas por el
paciente en la cura o aparte de sta. Freud, en su alocucin final al
Congreso de Budapest
(1918) aprob, en principio, estas medidas y dio una justificacin
terica de las mismas: Por
cruel que ello pueda parecer, hemos de procurar que el sufrimiento del
paciente no desaparezca
prematuramente en forma marcada. Cuando, por haberse disipado y
perdido su valor los
sntomas, se ha atenuado este sufrimiento estamos obligados a
recrearlo en otro punto en forma
de una privacin penosa.
Para esclarecer la discusin, siempre actual, en torno al concepto de
abstinencia, parece
interesante distinguir claramente entre, por una parte, la abstinencia
como principio y regla del
analista (simple consecuencia de su neutralidad) y, por otra, las
medidas activas por medio de
las cuales se pide al paciente que l mismo se mantenga en un cierto
estado de abstinencia.
Tales medidas abarcan desde las interpretaciones cuyo carcter
insistente puede equivaler a
una orden, hasta las prohibiciones formales. stas, si bien no se
dirigen a prohibir al paciente
toda relacin sexual, afectan por lo general a ciertas actividades
sexuales (perversiones) o a
ciertas actuaciones de carcter repetitivo que parecen paralizar la
labor analtica. Pero la mayor
parte de los analistas se muestran muy reservados en cuanto a recurrir
a tales medidas activas,
subrayando especialmente el hecho de que el analista corre entonces el
peligro de justificar su
asimilacin a una autoridad represora.
Abstinencia
fuente(9)
La regla de abstinencia prescribe al analista que incite al paciente a
vedarse las satisfacciones
sustitutivas posibles en el curso del tratamiento como paliativo de
sus frustraciones. La resea
histrica del tema ha sido presentada por Ferenczi en su artculo
Prolongaciones de la tcnica
activa en psicoanlisis (1920).
Al principio del texto alude Ferenczi a una sugerencia oral de Freud
(hacia 1918), a propsito de
la histeria de angustia. Los pacientes, a pesar de una observancia
rigurosa de la "regla
fundamental" y una visin profunda de sus complejos inconscientes, no
llegaban a superar
ciertos puntos muertos del anlisis hasta que se los incitaba a
atreverse a abandonar el retiro
seguro constituido por su fobia y exponerse, a ttulo de ensayo, a la
situacin de la que haban
huido con angustia en razn de su carcter penoso.
Abstinencia
(regla de)
Abstinencia
(regla de)
Accin especfica
Accin especfica
Accin especfica
Al.: Spezifische Aktion. Fr.: action spcifique. Ing.: specific action. It.: azione specifica. Por.: ao especfica.
fuente(12)
Trmino utilizado por Freud en algunos de sus primeros trabajos, para
designar el conjunto del
proceso necesario para la resolucin de la tensin Interna creada por
la necesidad: intervencin
externa adecuada y conjunto de reacciones preformadas del organismo
que permiten la
consumacin del acto.
Freud utiliza el concepto de accin especfica, sobre todo en su
Proyecto de psicologa
cientfica (Entwurf einer Psychologie, 1895): el principio de inercia,
del cual Freud postula que
regula el funcionamiento del aparato neuronal, se complica desde el
momento en que intervienen
las excitaciones endgenas. En efecto, el organismo no puede escapar a
ellas. Puede
descargarlas de dos modos:
a) de un modo inmediato, por medio de reacciones inespecficas
(manifestaciones emocionales,
gritos, etc.), que constituyen una respuesta inadecuada, y las
excitaciones continan afluyendo;
b) de forma especfica, que es la nica que permite una resolucin
duradera de la tensin. Freud
proporcion el esquema de este proceso, haciendo intervenir
especialmente la nocin de umbral,
en Sobre la justificacin de separar de la neurastenia cierto complejo
de sntomas
denominado neurosis de angustia (ber die Berechtingung, von der
Neurasthenie einen
bestimmten Syniptomenkoinplex als Angstneurose abzutrennen, 1895).
Para que se realice la accin especfica o adecuada, es indispensable
la presencia de un objeto
especfico y de una serie de condiciones externas (aporte de alimento
en el caso del hambre).
Para el lactante, debido a su desamparo original (vase: Desamparo),
la ayuda exterior se
convierte en la condicin previa indispensable para la satisfaccin de
la necesidad. Con el
nombre de accin especfica, Freud designa tanto el conjunto de los
actos reflejos mediante los
cuales se consuma el acto, como la intervencin exterior, e incluso
los dos tiempos.
Esta accin especfica se presupone en el caso de la experiencia de
satisfaccin.
La concepcin freudiana de la accin especfica podra interpretarse
como un esbozo de una
teora del instinto(13). Cmo armonizarla con la concepcin de la
pulsin sexual, tal como se
deduce de la obra de Freud? El planteamiento del problema evolucion
en el propio Freud durante
los aos 1895 a 1905:
1) En el Proyecto de psicologa cientfica, la sexualidad se clasifica
entre las grandes
necesidades; exige, al igual que el hambre, una accin especfica
(vase: Pulsiones de
autoconservacin).
2) Se observar que en 1895 Freud no haba descubierto todava la
sexualidad infantil. En esta
poca de la utilizacin del trmino accin especfica se deduce una
analoga entre el acto
sexual del adulto y la satisfaccin del hambre.
Acting-out
fuente(14)
s. m. Actuar que se da a descifrar a otro, especialmente al
psicoanalista, en una destinacin la
mayor parte de las veces inconciente. El acting-out debe ser
claramente distinguido del pasaje al
acto.
Para S. Freud, el trmino Agieren intentaba recubrir los actos de un
sujeto tanto fuera del anlisis
como en el anlisis. Este trmino deja naturalmente planeando una
ambigedad, puesto que
recubre dos significaciones: la de moverse, de actuar, de producir una
accin; y la de
reactualizar en la trasferencia una accin anterior. En este caso
preciso, para Freud, el Agieren
vendra en lugar de un acordarse: por lo tanto, ms bien actuar que
recordar, que poner en
palabras. El ingls to act out respeta esta ambigedad. En efecto,
Acting-out
fuente(15)
Trmino utilizado en psicoanlisis para designar acciones que
presentan casi siempre un
carcter Impulsivo relativamente aislable en el curso de sus
actividades, en contraste relativo
con los sistemas de motivacin habituales del Individuo, y que adoptan
a menudo una forma
auto- o heteroagresiva. En el surgimiento del acting out el
psicoanalista ve la seal de la
emergencia de lo reprimido. Cuando aparece en el curso de un anlisis
(ya sea durante la sesin
o fuera de ella), el acting out debe comprenderse en su conexin con
la transferencia y, a
menudo, como una tentativa de desconocer radicalmente sta.
El trmino ingls acting out ha sido adoptado por los psicoanalistas
de otras lenguas, lo que
plantea inmediatamente algunos problemas terminolgicos:
1. Dado que lo que Freud denomina agieren se traduce en ingls por to
act out (forma
substantiva: acting out) este trmino incluye toda la ambigedad de lo
que Freud designa de este
modo (vase: Actuar). As, el artculo acting out del Diccionario
general de trminos
psicolgicos y psicoanalticos de English y English da la siguiente
definicin: Manifestacin, en
una situacin nueva, de un comportamiento intencional apropiado a una
situacin ms antigua,
representando la primera simblicamente a la segunda. Cf. Transfert,
que es una forma de
acting out.
2. La anterior definicin se halla en contradiccin con la acepcin
generalmente admitida del
acting out, que diferencia e incluso contrapone el terreno de la
transferencia y el recurso al
acting out, viendo en este ltimo un intento de ruptura de la relacin
analtica.
3. Haremos algunas observaciones acerca del verbo ingls to act out:
a) To act, utilizado en su forma transitiva, est impregnado de
significaciones pertenecientes al
mbito teatral: to act a play = representar una obra; to act a part =
representar un papel, etc. Lo
mismo puede decirse del verbo transitivo to act out.
b) La palabra out situada detrs del verbo contiene dos matices:
exteriorizar, mostrar fuera lo
que se supone que se tiene dentro de s; y, tambin, realizar
rpidamente, hasta la terminacin
de la accin (matiz que se encuentra en expresiones tales como to
Acting out
Acting-out
fuente(17)
Cuando un sujeto no puede acordarse de un elemento reprimido, a veces
acta sin saber qu es
lo que de tal modo vuelve en forma de accin. Refirindose al tema en
1914, en Recordar,
repetir y reelaborar, Freud designa esta puesta en acto con el
trmino Agieren, que ha sido
traducido al ingls como acting out, expresin que subraya la
dimensin de juego teatral. En esa
oportunidad Freud introduce la compulsin a la repeticin y la asocia
con la transferencia, en
tanto sta sera la repeticin, en actos, del pasado imposible de
rememorar. Sea que haya tenido
lugar durante una sesin de anlisis o fuera de ella, un acting out
reproduce un clich o un guin
inconsciente, y tiene una dimensin transferencial. En su seminario
l'Angoisse, de 1963, Lacan
dice que es una transferencia salvaje, e insiste en el alcance
actual de lo que viene a
mostrarse en la escena.
Acting out
Acting-out
Alemn: Agieren.
Francs: Passage l'acte.
Ingls: Acting out.
fuente(18)
Nocin elaborada por los psicoanalistas de lengua inglesa, y despus
retomada con el mismo
nombre en francs, para traducir lo que Sigmund Freud llama "puesta en
acto", con el verbo
alemn agieren. La palabra remite a la tcnica psicoanaltica y
designa el modo en que un sujeto
pasa al acto inconscientemente, fuera o dentro del marco de la cura,
para evitar la verbalizacin
del recuerdo reprimido, y al mismo tiempo para sustraerse a la
transferencia.
Freud propuso la palabra Agieren (poco corriente en alemn) en 1914,
para designar el
mecanismo por el cual un sujeto acta pulsiones, fantasmas, deseos.
Por otra parte, hay que
relacionar esta nocin con la de abreaccin (Abreagieren). El
mecanismo est asociado a la
rememoracin, la repeticin y la elaboracin (o reelaboracin). El
paciente "traduce en actos" lo
que ha olvidado: "Tenemos que contar -dice Freud- con que l ceda al
automatismo de repeticin
que ha reemplazado el recuerdo por la compulsin, y esto no slo en
sus relaciones personales
con el mdico, sino tambin en todas sus otras ocupaciones y
relaciones actuales, y cuando,
por ejemplo, le sucede que en el curso del tratamiento se enamora".
Para responder a este mecanismo, Freud preconiza dos soluciones: 1)
Hacer prometer al
paciente que, mientras se desarrolla el tratamiento, no tomar ninguna
decisin importante
(matrimonio, eleccin de un amor definitivo, profesin) antes de estar
curado. 2) Reemplazar la
neurosis ordinaria por una neurosis de transferencia, de la que lo
curar el trabajo teraputico.
En 193 8, en el Esquema del psicoanlisis, Freud subraya que es
deseable que el paciente
manifieste sus reacciones en el interior de la transferencia.
Los psicoanalistas de lengua inglesa distinguen el acting in del
acting out propiamente dicho. El
acting in designa la sustitucin de la verbalizacin por un actuar en
el interior de la sesin
psicoanaltica (cambio de la posicin del cuerpo o aparicin de
emociones), mientras que el
acting out caracteriza el mismo fenmeno fuera de la sesin. Los
kleinianos insisten en el
Actividad - pasividad
Al.: Aktivitt Passivitt. Fr.: activit - passivit. Ing.: activity - passivity. It.: attivit - passivit. Por.: atividade - passividade.
fuente(19)
Uno de los pares de antitticos fundamentales en la vida psquica.
Especifica determinados tipos
de fines pulsionales. Desde un punto de vista gentico, la oposicin
activo-pasivo figurara en
primer lugar con respecto a oposiciones ulteriores en las cuales viene
a integrarse aqulla:
flico-castrado y masculino-femenino.
Si bien actividad y pasividad califican principalmente, segn Freud,
las modalidades de la vida
pulsional, ello no presupone que puedan oponerse pulsiones activas a
pulsiones pasivas. Por el
contrario, Freud subray, especialmente en su polmica con Adler
(vase: Pulsin agresiva),
que la pulsin es por definicin activa: [...] cada pulsin es un
fragmento de actividad; cuando
se habla en forma descuidada de pulsiones pasivas, slo puede
referirse a pulsiones con un fin
pasivo.
Esta pasividad del fin la observan los psicoanalistas en aquellos
ejemplos privilegiados en que el
individuo quiere ser maltratado (masoquismo) o visto (exhibicionismo).
Qu debe entenderse
aqu por pasividad? Es preciso distinguir dos niveles: por una parte,
el comportamiento
manifiesto; por otra, las fantasas subyacentes. En cuanto al
comportamiento, es cierto que el
masoquista', por ejemplo, responde a la exigencia pulsional mediante
una actividad encaminada a
situarlo en condiciones de satisfaccin. Pero la ltima fase de su
comportamiento slo se
alcanza si el individuo puede hallarse en una posicin que lo ponga a
merced del otro. A nivel de
las fantasas, es posible mostrar cmo toda posicin pasiva es
inseparable de su contraria; as,
en el masoquismo, [...] el yo pasivo se sita de nuevo en la
fantasa, en el lugar [...] qee es
ahora cedido al sujeto ajeno. En este sentido, se encontrara
siempre, a nivel de fantasa, la
presencia simultnea o alternativa de los dos trminos: actividad y
pasividad. Con todo,
tanto en la naturaleza de la satisfaccin buscada como en la posicin
fantasiosa, esta
complementariedad no debe hacernos perder de vista lo que puede haber
de irreductible en la
fijacin a un papel sexual activo o pasivo.
Por lo que respecta al desarrollo del sujeto, Freud atribuye un gran
papel a la oposicin
actividad-pasividad, que precede a los otros pares antitticos:
flico-castrado y
masculinidad-feminidad. Segn Freud, es en la fase anal cuando [...]
aparece claramente la
oposicin que se encuentra de un modo general en la vida sexual [...]
el elemento activo est
constituido por la pulsin de apoderamiento, la cual est ligada a la
musculatura; el rgano cuyo
fin sexual es pasivo ser representado por la mucosa intestinal
ergena. Esto no implica que,
en la fase oral, no coexistan actividad y pasividad, sino que stas
todava no se han erigido en
trminos antagonistas.
Ruth Mack Brunswick, describiendo La fase preedpica de la evolucin
de la libido (The
Preoedipal Phase of the Libido Development, 1940), dice: A lo largo
de todo el perodo de
Actividad - pasividad
Actividad - pasividad
fuente(20)
Al identificar los traumas infantiles como fuente de neurosis, Freud
los atribuye primero a los
abusos sexuales perpetrados por adultos o nios de ms edad, y
sufridos pasivamente, as
como a las acciones sexuales de carcter agresivo seguidas de
reproches. De modo que lo
primero sera una escena de seduccin, incluso si ella slo tiene
efecto a posterior . o
obstante, desde 1897, Freud relativiza esa concepcin, porque no toma
en cuenta como es
debido la dimensin fantasmtica. En adelante pondr ms bien el
acento en la actividad sexual
infantil y en las teoras que acompaan a las observaciones e
investigaciones sexuales de
nio, lo cual permite tener en cuenta su basamento pulsional.
En una nota aadida en 1915 a los Tres ensayos de teora sexual, Freud
dice que la pulsin es
siempre activa, incluso cuando se ha fijado una meta pasiva. El mismo
ao, en Pulsiones y
destino de pulsin, explora las modalidades de transformacin de una
forma activa de
satisfaccin y su inversin en meta pasiva. De tal modo, el pasaje de
mirar a ser mirado o
de atormentar a ser atormentado puede corresponder, en el idioma
de las perversiones, a la
inversin del voyeurismo en exhibicionismo o del sadismo en
masoquismo. Actividad y pasividad
estn constituidas en pares de opuestos, y se entiende que, al
principio, el yo-sujeto es pasivo
ante las excitaciones exteriores, y activo por el hecho de sus propias
pulsiones. Pero, como el
sujeto puede hacerse objeto, la pulsin es tambin articulable, segn
lo propuso Lacan en 1964,
en los cuatro conceptos fundamentales del psicoanlisis, en trminos
tales como hacerse ver
o hacerse pegar, lo que subraya la actividad que hay en juego
incluso en la versin pasiva.
La suerte de una mocin pulsional depende entonces de las ubicaciones
respectivas del sujeto y
el objeto. Es as como, cuando la actividad es atribuida al Otro, a
una instancia separada o a una
persona exterior, el sujeto puede encontrarse reducido al yo-objeto.
O, an ms, la posicin del
objeto determina que una pulsin de destruccin tome la forma de
pulsin de muerte vuelta
contra la propia persona, o de pulsin de dominio y agresin derivada
hacia el exterior.
Finalmente, el juego infantil le muestra a Freud que una impresin
que el nio experimenta
pasivamente hace nacer en l la tendencia a una reaccin activa.
Sobre la sexualidad
femenina (1931); la repeticin con inversin de la pasividad en
actividad constituye tambin una
bsqueda de lo nuevo.
Por otro lado, Freud no deja de preguntarse por qu la oposicin entre
actividad y pasividad
ocupa el lugar de la representacin de la diferencia de sexos, sin, no
obstante, permitir
elucidarla. Segn l, esta oposicin se establece en el curso de las
fases anal y flica, y en ella
activo y pasivo pasan a corresponder a flico y castrado. Desde ese
momento las metas
pasivas quedan asociadas en el varn a la angustia de castracin. En
cuanto a la actividad
sexual de la nia, ser de carcter flico y se prolongar en la
envidia del pene. Entonces lo
femenino aparece como enigma en su relacin con una libido llamada
masculina. Sigue siendo
cierto que actividad y receptividad no se excluyen y que, si el deseo
est ligado a la falta, es la
relacin con el goce lo que tal vez decide la identificacin con lo
masculino o lo femenino. De
modo que el debate sigue abierto en el psicoanlisis contemporneo.
Finalmente, algunos, Ferenczi entre ellos, han opuesto una tcnica
activa (que supone
prohibiciones o consuelos) a la prctica en la que el analista
permanece abstinente. Esto invita a
recordar que la posicin analtica supone la capacidad de pasar de un
estado a otro es decir, un
modo de actividad psquica qu acompaa la escucha y permite obtener
consecuencias tanto del
silencio como de la palabra, en la que el decir puede convertirse en
acontecimiento.
Acto
(pasaje al)
fuente(21)
Utilizada para designar ciertas formas impulsivas del actuar (Agieren
es el trmino empleado por
Freud), la nocin de pasaje al acto subraya en psiquiatra la
violencia o la brusquedad de
diversas conductas que crean cortocircuitos en la vida mental y
precipitan al sujeto en una
accin: agresin, suicidio, comportamiento perverso, delito, etctera.
Su empleo a menudo
peyorativo carece por lo tanto de especificidad psicoanaltica. No
obstante, Lacan ha tratado de
delimitarla mejor, identificndola con una salida de escena en la que,
como en una
defenestracin o un salto al vaco, el sujeto queda reducido a un
objeto excluido o rechazado.
Esto no excluye entonces que haya puesta en acto del deseo del Otro.
Pero aqu el acto no sera
algo que quiere decir, y correspondera a una ruptura del marco del
fantasma y a una
expulsin del sujeto.
Acto fallido
fuente(22)
(fr. acte manqu; ingl. bungled action, parapraxis; al. Fehlleistung).
Acto por el cual un sujeto
sustituye, a su pesar, un proyecto o una intencin, que l se ha
propuesto con deliberacin, por
una accin o una conducta totalmente imprevistas.
Mientras que la psicologa tradicional nunca prest una atencin
particular a los actos fallidos, S.
Freud los integra de pleno derecho al funcionamiento de la vida
psquica. Rene todos esos
fenmenos en apariencia dispares y sin lazos en un mismo cuerpo de
formaciones psquicas, de
los que da cuenta desde el punto de vista terico por medio de dos
principios fundamentales. En
primer lugar, los actos fallidos tienen un sentido; en segundo lugar,
son actos psquicos.
Postular que los actos fallidos son fenmenos psquicos significativos
conduce a suponer que
resultan de una intencin. Por eso deben ser considerados como actos
psquicos en sentido
estricto.
La intuicin nueva de Freud ser no slo identificar el origen del
acto fallido, sino adems tratar
de explicitar su sentido en el nivel del inconciente del sujeto. Si el
acto fallido le aparece al sujeto
como un fenmeno que atribuye de buen grado a un efecto del azar o de
la falta de atencin, es
porque el deseo que en l se manifiesta es inconciente y precisamente
le significa al sujeto
aquello de lo que no quiere saber nada. En tanto el acto fallido
realiza ese deseo es un autntico
acto psquico: acto que el sujeto ejecuta, sin embargo, sin saberlo.
Si hay que ver en el acto
fallido la expresin de un deseo inconciente del sujeto que se realiza
a pesar de l, la hiptesis
freudiana presupone entonces necesariamente la intervencin previa de
la represin. Es el
retorno del deseo reprimido lo que irrumpe en el acto fallido bajo la
forma de una tendencia
perturbadora que va en contra de la intencin conciente del sujeto. La
represin de un deseo
constituye por consiguiente la condicin indispensable para la
produccin de un acto fallido,
como lo precisa Freud: Una de las intenciones debe haber sufrido,
pues, cierta represin para
poder manifestarse por medio de la perturbacin de la otra. Debe estar
turbada ella misma antes
de llegar a ser perturbadora (Conferencias de introduccin al
psicoanlisis, 1916). El acto
fallido resulta entonces de la interferencia de dos intenciones
diferentes. El deseo inconciente
(reprimido) del sujeto intentar expresarse a pesar de su intencin
Acto fallido
Acto fallido
Al.: Fehlleistung. Fr.: acte manqu. Ing.: parapraxis. It.: atto mancato. Por.: ato falho o perturbado.
fuente(23)
Acto en el cual no se obtiene el resultado explcitamente perseguido,
sino que se encuentra
reemplazado por otro. Se habla de actos fallidos no para designar el
conjunto de los errores de
la palabra, de la memoria y de la accin, sino aludiendo a aquellas
conductas que el Individuo
habitualmente es capaz de realizar con xito, y cuyo fracaso tiende a
atribuir a la falta de
atencin o al azar. Freud demostr que los actos fallidos son, como
los sntomas, formaciones
de compromiso entre la intencin consciente del sujeto y lo reprimido.
Acerca de la teora del acto fallido, remitimos al lector a la
Psicopatologa de la vida cotidiana, de
Freud (Zur Psychopathologie des Alltagslebens, 1901), de la cual se
deduce que el acto
Acto fallido
Acto fallido
fuente(24)
Al estudiar la fuerza de las palabras en su fallo con relacin a la
intencin del locutor, en
Psicopatologa de la vida cotidiana (1901) y en Conferencias de
introduccin al psicoanlisis
(1916), Freud subraya que ellas se sitan siempre en un intercambio
entre por lo menos dos
personas: con palabras, un hombre puede hacer que su semejante sea
feliz o empujarlo a la
desesperacin, y es con las palabras que el maestro les transmite su
saber a los discpulos, que
un orador arrastra a quienes lo escuchan y determina sus juicios y
decisiones, escribe en las
Conferencias de introduccin al psicoanlisis. Esto supone que toda
palabra lleva en s una
intencin consciente; sin embargo, segn la expresin de Freud, puede
no dar en el blanco
(Cinco conferencias sobre psicoanlisis). Los actos fallidos se
presentan en forma de lapsus,
falsa lectura, falsa audicin, olvido, olvido de ejecutar un proyecto,
no encontrar un objeto,
prdidas, ciertos errores. Se trata en realidad de un acto en el que
est en juego el cuerpo en un
instante dado: un acto de habla o de escritura es reemplazado por
otro; esos actos, sustituidos,
desviados o invertidos, omitidos, tienen una doble funcin de
lenguaje: en primer lugar,
atestiguan la puesta de un deseo inconsciente; al mismo tiempo, dan
prueba de un inconsciente
Acto fallido
Acto fallido
Alemn:
Fehlleistung.
Francs:
Acte manqu.
Ingls:
Parapraxis.
fuente(25)
Acto mediante el cual un sujeto, a pesar suyo, reemplaza por una
accin o una conducta
imprevistas el proyecto al que apuntaba deliberadamente.
Lo mismo que con el lapsus, Sigmund Freud fue el primero en atribuir,
a partir de La
interpretacin de los sueos, una verdadera significacin al acto
fallido, mostrando que es
preciso relacionarlo con los motivos inconscientes de quien lo comete.
El acto fallido, o acto
accidental, se convierte en el equivalente de un sntoma, en la medida
en que es un compromiso
Acto psicoanaltico
Acto psicoanaltico
Acto psicoanaltico
fuente(26)
(fr. acte psychanalytique; ingl. psychoanalytical act). Intervencin
del analista en la cura, en
tanto ella constituye el marco del trabajo psicoanaltico y tiene un
efecto de franqueamiento.
Cmo evaluar los efectos, las consecuencias de un psicoanlisis? El
levantamiento del sntoma
quiz no baste aqu, en tanto que, de no haber modificacin de la
estructura psquica, puede
perfectamente reaparecer en otro punto. Ms decisivo sera que un
sujeto encontrara en un
psicoanlisis la ocasin de romper con lo que lo haca circular
siempre por los mismos carriles: si
la cura permite un franqueamiento, se reconocer que ha habido en ver
-dad un acto
psicoanaltico.
Es evidente que la definicin de este acto puede parecer problemtica.
Si, en efecto, se estima,
con Freud, que el analista debe mantenerse en una cierta neutralidad,
y no dirigir a su paciente
en el sentido que l juzgara bueno, mal se ve cmo podra decirse que
acta. No obstante, si no
dirige a su paciente, el analista dirige en cambio la cura. Debe, por
ejemplo, evitar que el sujeto
se atasque en la repeticin, que la resistencia neutralice el trabajo
que la cura hace cumplir.
Algunos autores han insistido en este punto. S. Ferenczi,
especialmente, haba derivado de ah la
idea de una tcnica activa. Para evitar que la energa psquica se
distrajera del trabajo
Actuar
Al.: Agieren. Fr.: mise en acte. Ing.: acting out. It.: agire. Por.: agir.
fuente(27)
Segn Freud, hecho en virtud del cual el sujeto, dominado por sus
deseos y fantasas
Acuerdo inconsciente
fuente(28)
Definicin
Problemticas conexas
Adler Alfred
fuente(29)
Alumno de S. Freud desde 1902, participa en el primer congreso de
psicoanlisis de Salzburgo
(1908). Se separa rpidamente (1910) del movimiento psicoanaltico,
pues no comparte la opinin
de Freud sobre el rol de la pulsin sexual, y piensa que se puede dar
cuenta de la vida psquica
del individuo a partir del sentimiento de inferioridad que resulta del
estado de dependencia que
cada uno experimenta en su infancia, as como de la inferioridad de
los rganos. Segn Adler, el
sentimiento de inferioridad es compensado por una voluntad de podero
que empuja al nio a
querer mostrarse superior a los otros. (Freud admite que el
sentimiento de inferioridad es un
sntoma frecuente, pero piensa que es una construccin que viene a
encubrir los motivos
inconcientes, que deben ser profundizados.) Adler funda su propio
grupo y denomina a su teora
psicologa individual. Sus principales obras son: El temperamento
Adler Alfred
una verdadera
implantacin. Adler comenz entonces a viajar de manera regular a ese
pas, donde permaneca
durante lapsos prolongados y daba conferencias.
En 1930 recibi el ttulo de ciudadano de Viena, pero cuatro aos ms
tarde, presintiendo que el
nazismo iba a desencadenarse en toda Europa, pens en emigrar a los
Estados Unidos. Durante
una gira de conferencias en Europa, mientras se encontraba en
Aberdeen, en Escocia, se
derrumb en la calle, vctima de una crisis cardaca. Muri en la
ambulancia que lo llevaba al
hospital, el 28 de mayo de 1937. Su cuerpo fue incinerado en el
cementerio de Warriston, en
Edimburgo, donde se celebr un servicio religioso.
(psicopatologa del)
Adolescente (psicopatologa del)
Adolescente
(psicopatologa del)
fuente(31)
La conquista de la subjetivacin se logra con la genitalizacin del
Edipo. Si bien al final del Edipo
infantil la pulsin puede investir de manera ambivalente un objeto que
ya no es a la imagen de s,
separarse del objeto simbitico y permitir la aparicin de una
distancia que posibilite la figuracin
del tercero, se sabe ahora que la estabilizacin de las instancias
psquicas slo se produce al
final del proceso puberal, el cual vuelve a poner en tela de juicio
las adquisiciones anteriores.
a la figura: el impulso
continuo hacia el objeto de satisfaccin. El sujeto no cesa de ser
accionado por los contenidos
de su inconsciente, contenidos arcaicos en los cuales encuentra su
origen la necesidad de
crear, y en tanto no se piensa a ese sujeto como capaz de un contacto
directo y activo con su
deseo, se trata menos de la diferencia entre figura y sntoma que del
momento y las condiciones
en los que bascula la puesta en sentido para el otro. No basta invocar
la definicin de un
principio de inteligibilidad, conviene comprender tambin las causas
de los obstculos que se
oponen a su puesta en obra,
El empleo del concepto de figura para dar cuenta de un momento
psquico exige algunos rodeos.
Puesto que ocupa el territorio de la fenomenologa, es un modelo
terico de validez
insospechable con respecto al psicoanlisis? Si se considera que puede
traducir movimientos
metapsicolgicos, no implica su uso el riesgo de quitarles relieve,
de hacerles perder sustancia,
a consecuencia de sus connotaciones visuales y representativas, en
detrimento de otros
contenidos? Si la figura es por definicin, geomtrica, esttica,
retrica, puede ser tambin
clnica y, en este caso, qu inters tiene para nuestros fines? Existe
el riesgo de desestimar lo
pulsional en beneficio de una teora de la representacin. Tambin el
peligro de caer en una
conceptualizacin rgano-dinamista: hacer de lo inconsciente un
depsito de imgenes, que
estructuras ms jerarquizadas haran accesibles bajo formas
especficas. se no es nuestro
punto de vista, y lo que intentamos cernir es el momento en que el
sujeto puede apropiarse de su
sntoma, es decir, admitir su existencia y su sentido. En otras
palabras, intentamos comprender
las condiciones en las cuales el yo no utiliza con pertinencia las
herramientas de que dispone
para mantener la homeostasis psquica, y recurre al sntoma para crear
lo esotrico, lo que se
presenta como indecible: estas condiciones parecen aprehensibles en la
declinacin de la
adolescencia.
Para concluir
Afnisis
Afnisis
Afnisis
fuente(32)
(del griego aphanisis: invisibilidad, desaparicin; fr. e ingl.:
aphanisis). Abolicin total y
permanente de la capacidad de gozar, cuyo temor, segn E. dones, se
encontrara en la base de
todas las neurosis; desaparicin del sujeto mismo, en su relacin con
los significantes, segn
Lacan.
La elaboracin del concepto de afanisis remite a la historia de las
teoras psicoanalticas
referidas a la diferencia de los sexos as como a la cuestin de la
femineidad. Freud,
efectivamente, haba afirmado que, aun antes de la pubertad, la
sexualidad no estaba constituida
solamente por pulsiones parciales pregenitales (orales, anales, etc.),
sino que conoca cierta
organizacin que tena por particularidad que, para los dos sexos,
un solo rgano sexual, el
rgano masculino, desempea un papel. Esta primaca del falo no
define solamente un
estadio flico: orienta la cuestin de la sexualidad para los dos
sexos y, en particular, le da una
importancia decisiva al complejo de castracin tanto para un sexo como
El deseo y su
interpretacin, Buenos Aires: Nueva Visin, 1970, versin tomada del
Bulletin de Psychologie]).
Es interesante notar que Lacan retomar, especialmente en el Seminario
M (Los cuatro
conceptos fundamentales del psicoanlisis), este trmino afanisis en
una acepcin totalmente
diferente, una acepcin estructural, vinculada a la relacin del
sujeto con los significantes.
Sabemos, en efecto, que, para Lacan, el sujeto puede encontrarse
representado, en tal o cual
momento, por algn significante bajo el cual se inscribe. Pero esta
representacin siempre se
hace en relacin con otros significantes, o al menos, con otro que se
opone, que lo acompaa o
que lo sigue. De ah que este segundo significante venga a decepcionar
la esperanza del sujeto
de tener por fin acceso a un trmino que significara su ser. En esta
prdida ligada a la existencia
del significante binario es donde Lacan situar finalmente lo que
produce la afanisis.
Afnisis
Afnisis
Al.: Aphanisis. Fr.: aphanisis. Ing.: aphanisis. It.: afanisi. Por.: afnise.
fuente(33)
Palabra introducida por E. Jones: desaparicin del deseo sexual. Segn
este autor, la afnisis
sera, en ambos sexos, objeto de un miedo an ms fundamental que el
miedo a la castracin.
Jones introdujo la palabra griega ajauisiz (acto de hacer
desaparecer, desaparicin) en
relacin con el problema del complejo de castracin. Segn l, incluso
en el hombre, la abolicin
de la sexualidad y la castracin no son conceptos superponibles (por
ejemplo, [...] muchos
hombres desean ser castrados por razones, entre otras, de tipo
ertico, de tal forma que su
sexualidad no desaparece ciertamente con la prdida del pene); si
ambos conceptos parecen
confundirse, ello es debido a que el miedo a la castracin es la forma
en que se presenta
concretamente (junto con las ideas de muerte) la idea ms general de
la afnisis.
En la mujer, el miedo a la afnisis puede detectarse en el miedo a la
separacin del objeto amado.
Jones introdujo el concepto de afnisis en el marco de sus
investigaciones acerca de la
sexualidad femenina. As como Freud centraba la evolucin sexual de la
nia, al igual que la del
nio, sobre el complejo de castracin y la primaca del falo, Jones
intenta describir la evolucin
de la nia en forma ms especfica, haciendo recaer el acento en una
sexualidad que, desde un
principio, tiene sus metas y su actividad propias.
El comn denominador de la sexualidad de la nia y del nio debera
buscarse ms ac del
Afnisis
Afnisis
fuente(34)
En sus artculos El desarrollo precoz de la sexualidad femenina
(1927) y El miedo, la
culpabilidad y el odio (1929) reproducidos en Papers on PsychoAnalysis, Ernest Jones
considera que el miedo a la castracin, especfico del hombre, tiene
como equivalente en la mujer
el miedo a la separacin o al abandono. Se tratara de manifestaciones
diferentes de una
angustia primaria comn a los dos sexos: el miedo a la afnisis
(desaparicin), abolicin de la
capacidad de experimentar un placer sexual o incluso de la posibilidad
de obtener esa
satisfaccin. Esta amenaza de una extincin de la sexualidad llevara
a tener que renunciar al
objeto deseado, o bien al propio sexo. Pero a los efectos de la
privacin se sumaran los de la
inhibicin cuando el miedo a desear conduce a una especie de afnisis
artificial.
Lacan ha visto en esto un paso en falso de Jones, quien habra
desestimado la primaca de la
castracin, e imaginado ese miedo a ver extinguirse el deseo. Tambin
ha propuesto situar la
afnisis en un nivel ms radical, el de un movimiento de fading, de
desvanecimiento, de eclipse
del sujeto: Slo hay surgimiento del sujeto en el nivel del sentido
por su afnisis en el lugar Otro,
que es el del inconsciente (1964, Los cuatro conceptos fundamentales
del psicoanlisis). En
otras palabras, toda vez que el sujeto est identificado con un
significante, desaparece en el
inconsciente; su alienacin consiste en esa divisin en la que se pone
en juego su prdida y en
la que no aparece en un lado sino por borrarse en el otro.
Afnisis
Afnisis
Francs: Aphanisis.
Ingls: Aphanisis.
fuente(35)
Trmino derivado del griego (aphanisis: hacer desaparecer),
introducido por Ernest Jones en
1927 para designar la desaparicin del deseo y el temor a esa
desaparicin, tanto en el hombre
como en la mujer.
En su artculo de 1927 sobre la sexualidad femenina presentado en el
Congreso de la
International Psychoanalytical Association (IPA), "La fase precoz del
desarrollo de la sexualidad
femenina", Ernest Jones explic que el miedo a la castracin en el
hombre toma en la mujer la
forma de un miedo a la separacin o el abandono. Llam entonces
afnisis a lo que tienen en
comn los dos sexos en cuanto a este miedo fundamental, que segn l
deriva de una angustia
ligada a la abolicin del deseo o de la capacidad de desear.
En 1963, Jacques Lacan critic esta concepcin, para situar la
abolicin del lado de un
Afecto
fuente(36)
s. m. (fr. affect; ingl. affect; al. Affekt). Expresin emocional,
eventualmente reprimida [rprime] o
desplazada, de los conflictos constitutivos del sujeto.
Esta presentacin descriptiva muestra la intricacin obligada de los
conceptos de afecto, de
pulsin y de angustia. La nocin de afecto es contempornea del
nacimiento mismo del
psicoanlisis, puesto que S. Freud construye su primera clasificacin
de las neurosis segn el
modo en que un sujeto se comporta con relacin a sus afectos. En 1894
le escribe a W. Fliess
(Los orgenes del psicoanlisis): Tengo ahora una visin de conjunto
y una concepcin general
de las neurosis. Conozco tres mecanismos: la conversin de los afectos
(histeria de
conversin); el desplazamiento del afecto (obsesiones), la
trasformacin del afecto (neurosis de
angustia, melancola). En esta primera demarcacin se comprueba que,
para Freud, la pulsin
sexual se manifiesta por medio de un afecto: la angustia. Esta
angustia se trasforma entonces
de tres maneras: en un sntoma histrico (parlisis, vrtigos) vivido
sin angustia pero como algo
de alcance orgnico; desplazndose sobre otro objeto (temor obsesivo a
la muerte de una
persona amada); convirtindose en una reaccin corporal inmediata y
catastrfica (crisis de
angustia, pesadillas). Esta primera descripcin clnica es
contempornea de la histeria y la
conduccin de su cura. Desde 1894, en Estudios sobre la histeria, la
cura se hace sea por la
hipnosis, sea por la palabra (la talking cure, as denominada por la
paciente Anna O.), y a
travs de la abreaccin o del retorno de lo reprimido, consistente en
volver a traer a la
conciencia las huellas mnmicas, los recuerdos y los afectos demasiado
violentos o
condenables para obtener el levantamiento del sntoma histrico.
Todos estos conceptos son retomados por Freud en 1915, en Trabajos
sobre metapsicologa.
As, en su artculo sobre Lo inconciente (1915), define el afecto de
esta manera: Los afectos y
los sentimientos corresponden a procesos de descarga cuyas
manifestaciones finales son
percibidas como sensaciones. Adems, hace responsable a la represin
de inhibir la
trasformacin de una mocin pulsional en afecto, dejando as al
sujeto prisionero de estos
elementos patolgicos inconcientes. Si el abordaje intuitivo del
afecto describe el estado actual
de nuestros sentimientos, Freud expone tambin su concepto de pulsin
por el mismo medio,
puesto que dice si la pulsin no apareciese bajo su forma de afecto,
Afecto
Afecto
Al.: Affekt. Ing.: affect. It.: affetto. Por.: afeto.
fuente(37)
Palabra tomada por el psicoanlisis de la terminologa psicolgica
alemana y que designa todo
estado afectivo, penoso o agradable, vago o preciso, ya se presente en
forma de una descarga
masiva, ya como una tonalidad general. Segn Freud, toda pulsin se
manifiesta en los dos
registros del afecto y de la representacin. El afecto es la expresin
cualitativa de la cantidad de
energa pulsional y de sus variaciones.
El concepto de afecto adquiere gran importancia desde los primeros
trabajos de Breuer y Freud
(Estudios sobre la histeria [Studien ber Hysterie, 1895]) acerca de
la psicoterapia de la
histeria y el descubrimiento del valor teraputico de la abreaccin.
El origen del sntoma histrico
se busca en un acontecimiento traumtico que no ha encontrado una
descarga adecuada
(afecto arrinconado).
La rememoracin slo resulta teraputicamente eficaz si el recuerdo
del acontecimiento implica la
reviviscencia del afecto que estuvo ligado a aqul en su origen.
Del estudio de la histeria se deduce, por consiguiente, segn Freud,
que el afecto no se halla
necesariamente ligado a la representacin; su separacin (afecto sin
representacin,
representacin sin afecto) permite que cada uno de ellos siga un
diferente destino. Freud seala
distintas posibilidades de transformacin del afecto: Conozco tres
mecanismos: 1., el de la
conversin de los afectos (histeria de conversin); 2., el del
desplazamiento del afecto
(obsesiones), y 3., el de la transformacin del afecto (neurosis de
angustia, melancola).
A partir de este perodo, el concepto de afecto se utiliza desde dos
puntos de vista: puede tener
un valor puramente descriptivo, designando la resonancia emocional de
una experiencia por lo
general intensa. Pero, con mayor frecuencia, tal concepto implica una
teora cuantitativa de las
catexis, que es la nica capaz de explicar la autonoma del afecto en
relacin con sus diversas
manifestaciones.
El problema fue sistemticamente tratado por Freud en sus trabajos
metapsicolgicos (La
represin [Die Verdrngung, 1915]; El inconsciente [Das Unbewusste,
1915]). En ellos, el afecto
se define como la traduccin subjetiva de la cantidad de energa
pulsional. Freud distingue aqu
claramente el aspecto subjetivo del afecto y los procesos energticos
que lo condicionan. Se
observar que, junto al trmino afecto, utiliza el de quantum de
afecto (Affektbetrg),
queriendo designar por l el aspecto propiamente econmico: el
quanturu de afecto [...]
corresponde a la pulsin en la medida en que ste se ha desprendido de
la representacin y
encuentra una expresin adecuada a su cantidad en procesos que
percibimos como
afectos(38).
Resulta difcil comprender que la palabra afecto tenga sentido sin una
referencia a la conciencia
de s mismo; Freud plantea la pregunta: Es lcito hablar de afecto
inconsciente?. Rehusa
establecer un paralelismo entre el afecto llamado inconsciente
(sentimiento de culpa
inconsciente, por ejemplo) y las representaciones inconscientes. Entre
la representacin
inconsciente y el sentimiento inconsciente existe una notable
diferencia: La representacin
inconsciente, una vez reprimida, permanece en el sistema Ics como una
formacin real, mientras
que el afecto inconsciente slo corresponde all a un rudimento que no
ha podido llegar a
desarrollarse (vase: Represin, Supresin).
Sealemos, en fin, que Freud formul una hiptesis gentica destinada
a explicar el aspecto
vvido del afecto. Los afectos seran reproducciones de
acontecimientos antiguos de
importancia vital y eventualmente preindividuales, comparables a los
[...] ataques histricos,
universales, tpicos e innatos.
Afecto
Afecto
fuente(39)
El desarrollo de concepto de afecto ilustra la fidelidad de Freud al
programa enunciado, desde
1905, en El chiste y su relacin con lo inconsciente, de tratar el
concepto de energa a la
manera de los filsofos.
Veinte aos ms tarde (1927), aplicando una hiptesis de trabajo de
ese tipo al afecto de la
angustia, Inhibicin, sntoma y angustia, lo inscribe en la
perspectiva econmica de los
procesos; el quntum de afecto, relacionado con la situacin arcaica
de la urgencia vital, es
objeto de una inferencia caracterstica, ajuicio de Freud, de la
manera de los filsofos.
Se sucedieron tres etapas:
-en los trminos de la cura catrtica, la gnesis de afecto histrico
es relacionada con el
acontecimiento externo de la seduccin;
-cuando la realidad de la escena traumtica es desplazada por la
evidencia del fantasma del
deseo (fantasma de una seduccin irreal), el afecto y sus vicisitudes
van a relacionarse con la
energa interior de la que procede ese deseo, a saber, la pulsin;
-con la segunda tpica y la restitucin de su papel al yo, se produce
una renovacin; el yo
queda a cargo de declarar el alerta a la personaldad ante la
inminencia de una sumersin por un
Posicin de Breuer
La comparacin de este texto freudiano de 1894 con las consideraciones
desarrolladas por
Breuer en el comentario terico de los Estudios sobre la histeria
(1895) indica bien en qu punto
se basar el diferendo.
En lo concerniente a la defensa, Breuer limitaba el alcance de las
observaciones freudianas:
Qu forma toma entonces esa exclusin de la asociacin de ciertas
representaciones
cargadas de afecto? Nuestras observaciones nos han hecho conocer dos.
La primera es la
"defensa", la sofocacin voluntaria de representaciones penosas que
amenazan la alegra de
vivir o el amor propio del individuo. Freud, en "Las neuropsicosis de
defensa" y en los historiales
clnicos expuestos ms arriba, ha hablado de ese proceso, sin duda muy
importante desde el
punto de vista patolgico. Cuesta comprender de qu modo una
representacin puede ser
voluntariamente expulsada de la conciencia; conocemos bien el proceso
positivo
correspondiente -la concentracin de la atencin sobre una
representacin-, pero nos resulta
imposible decir cmo se efecta. As, las representaciones de las que
se extraa lo consciente,
en las cuales no se piensa, escapan al desgaste y conservan intacta su
carga afectiva.
Adems hemos descubierto otro tipo de representaciones que evitan el
desgaste resultante del
pensamiento, y ello no porque el sujeto no quiera recordarlas, sino
porque no puede. Ello se
debe a que surgieron originariamente acompaadas por afectos, en
ciertas circunstancias del
estado de vigilia por las cuales fueron sometidas a la amnesia, es
decir, surgieron en estados
hipnticos o emparentados con la hipnosis. Estos estados parecen tener
la mayor importancia
Referencia a la pulsin
Agalma
fuente(40)
Brillo flico del objeto a, donde lo deseable se define no como fin
del deseo sino como causa del
deseo. La palabra agalma, surgida de la poesa pica griega, se ha
convertido en uno de los
conceptos ms fecundos de la teorizacin lacaniana del deseo en la
trasferencia.
Este trmino fue destacado por Louis Gernet en su artculo La notion
mythique de la valeur en
Grce (Journal de Psychologie, oct.-dic. de 1948). Designa cierto
nmero de objetos muebles
preciosos y brillantes. Agalma viene de agallein, adornar y
honrar. Lacan lo compara con
las races de agaomai, admirar, y de agla, la brillante.
En ese proyecto de arqueologa de la nocin de valor, Louis Gernet
muestra que los aglmata
son objetos de intercambio y de trasmisin: trpode de los Siete
Sabios, collar de Erifila, vellocino
de oro, anillo de Polcrates. Su origen, siempre misterioso
una banda hecha del nico borde en el que se inscribe una sola falta,
la que sostiene el agalma.
Justamente sobre lo real de tal hiancia, con la idea y la experiencia
del pase, en la Escuela
Freudiana de Pars se intent plantear la cuestin de la formacin de
los psicoanalistas y de la
trasmisin del psicoanlisis sobre bases conceptuales que no
permitiesen el dominio [matrise]
perverso de la relacin del sujeto inconciente con el objeto que causa
su deseo.
galma
galma
galma
fuente(41)
Este trmino griego, que puede traducirse como ornamento, tesoro,
objeto de ofrenda a los
dioses o, de manera ms abstracta, valor, representa el punto pivotal
de la conceptualizacin
lacaniana del objeto causa del deseo, el objeto a.
Es en el seminario de 1960-1961, le Transfiert dans sa disparit
subjective, sa prtendue
situation, ses excursions techniques, donde Lacan, para hacernos
entrar en el gran enigma del
amor de transferencia, introduce este trmino y reformula la cuestin
de la relacin del sujeto
inconsciente con el objeto de su deseo. La observacin clnica del
amor de transferencia y las
consecuencias que se extraen de l para la conduccin de la cura
quebrarn el hbito de
pensar el objeto del deseo como ese objeto redondo y total que lo
colmara como un Bien, incluso
como un Bien soberano. El objeto a, en la teora lacaniana, no se
sita como un objeto cuyas
cualidades especficas colmaran con su presencia el deseo o lo
frustraran con su ausencia; su
funcin es ser causa del deseo, suscitarlo. Desde Freud, se sabe que
la confusin entre esa
funcin y la posibilidad de una satisfaccin se produce cuando slo se
toma en cuenta el
principio de placer y su correlato, el principio de realidad. Ahora
bien, la repeticin, en la que se
manifiesta la pulsin de muerte, vuelve discutible la pretendida
evidencia de los procesos de
satisfaccin, y postula la divisin del sujeto con relacin a su
deseo, de una manera tal que la
oposicin kleiniana entre el objeto bueno y el objeto malo resulta
insuficiente. La divisin del
sujeto implica que ste slo se relaciona con un objeto parcial, cuyo
resplandor fugitivo, el
galma, no ser jams ese relmpago heraclteo comentado por
Heidegger, que ilumina
totalizando un universo. Finalmente, el objeto del deseo, orientado
por nuestra demanda de amor
dirigida al Otro, slo podr aferrar un objeto parcial, pues nunca
ser otra cosa que el sustituto
de un objeto perdido, del cual slo conserva la huella de una aureola
mtica. Por qu est
tomado es descrita en el
comentario que Lacan hace del Banquete de Platn, a propsito de las
relaciones amorosas
entre Alcibades y Scrates. Como es sabido, Scrates se rehsa a
Alcibades y, con palabras
que tienen un valor de interpretacin, le muestra la naturaleza
transferencial de amor que
Alcibades tiene por l, designando a Agatn como el verdadero objeto
de su deseo y el
verdadero receptculo del galma. Conviene no desconocer que aqu
Scrates, justamente
porque sabe, sustituye una cosa por otra. No es la belleza, ni la
ascesis ni la identificacin con
Dios lo que desea Alcbades, sino ese objeto nico, ese algo que l
ha visto en Scrates, y de lo
cual Scrates lo aparta porque sabe que no lo tiene. Pero Alcibades
desea siempre lo mismo, y
lo que busca en Agatn, no lo duden, es ese mismo punto supremo en el
que el sujeto est
abolido en el fantasma, sus aglmata. (Leccin 11) El hecho de que
Platn, sin duda ms que
Scrates, oriente entonces esta dialctica como un ascenso hacia lo
Bello, introduce para Lacan
un desconocimiento de las leyes del deseo en su relacin con el
objeto; desconocimiento que
slo puede ser removido por la luz laica del psicoanlisis. Que el
galma sea en su origen una
nocin religiosa no implica que aquello que indica deba recobrar el
inters religioso.
En tal sentido, el psicoanalista no debe tomarse por un gran sacerdote
de lo inconsciente,
aunque su paciente, por amor al galma que percibe en l, le otorgue
todo poder y toda ciencia.
Es el hecho mismo de la transferencia el que inviste al psicoanalista
con la posicin del Gran
Otro y lo implica en el lugar de ser quien contiene el galma, objeto
fundamental en el que se
trata para el anlisis del sujeto en tanto atado, condicionado por esa
relacin de vacilacin que
caracterizamos como constitutiva del fantasma fundamental, como
instaurando el lugar en el que
el sujeto puede fijarse como deseo. (Leccin 13.) El analista no
posee ni esgrime el galma;
har de l un fetiche; estar ms bien del lado de Scrates, que dice
que no lo tiene pero que,
sin embargo, esa funcin del objeto del deseo, en su brillo, indica,
si no otro poseedor, por lo
menos la bsqueda renovada de un deseo vivo, es decir fundamentalmente
insatisfecho, porque
nunca se alcanza al otro sino a un objeto, parcial por ser objeto del
deseo del Otro, parcial por
estar tomado en una dialctica. El galma, en la teorizacin lacaniana
del objeto a tomado en la
dialctica de A, marca por lo tanto ese momento de resplandor fugaz
que punta en el objeto el
enigma de lo real que plantea un deseo que es siempre el deseo del
Otro.
Agresividad
Al.: Aggression, Aggressivitt. Fr.: agressivit. Ing.: aggressivity, aggressiveness. It.: aggressivit. Por.: agressividade.
fuente(42)
Tendencia o conjunto de tendencias que se actualizan en conductas
reales o fantasmticas,
dirigidas a daar a otro, a destruirlo, a contrariarlo, a humillarlo,
etc. La agresin puede adoptar
modalidades distintas de la accin motriz violenta y destructiva; no
hay conducta, tanto negativa
(rechazo de ayuda, por ejemplo) como positiva, tanto simblica (por
ejemplo, irona) como
efectivamente realizada, que no pueda funcionar como agresin. El
psicoanlisis ha concedido
una importancia cada vez mayor a la agresividad, sealando que acta
precozmente en el
desarrollo del sujeto y subrayando el complejo juego de su unin y
desunin con la sexualidad.
Esta evolucin de las ideas ha culminado en el intento de buscar para
la agresividad un
substrato pulsional nico y fundamental en el concepto de pulsin de
muerte.
Es corriente la opinin de que Freud reconoci con lentitud la
importancia de la agresividad. No
fue l mismo quien autoriz tal creencia: Por qu -pregunta- hemos
necesitado tanto tiempo
para decidirnos a reconocer la existencia de una pulsin agresiva?
Por qu dudbamos en
utilizar, para la teora, hechos que resultaban evidentes y familiares
a todo individuo?. De
hecho, las dos preguntas planteadas por Freud deben considerarse por
separado, puesto que,
si bien es perfectamente cierto que la hiptesis de una pulsin
agresiva autnoma, emitida por
Adler en 1908, fue durante mucho tiempo rechazada por Freud, sera,
por el contrario, inexacto
afirmar que la teora psicoanaltica, antes de la vuelta de 1920,
rehusara considerar las
conductas agresivas.
Fcilmente se puede demostrar esto a varios niveles. En primer lugar,
en la cura, en la que Freud
constata muy pronto la resistencia con su matiz agresivo: [...] el
paciente, hasta entonces tan
bueno y tan leal, se vuelve grosero, falso o rebelde, simulador, hasta
el momento en que yo se lo
digo y logro as doblegar su carcter. Es ms, Freud, a partir del
Caso Dora (Fragmento de un
anlisis de histeria [Bruchstck einer Hysterie-Analvse, 1905]),
considera la intervencin de la
agresividad como un rasgo particular del tratamiento psicoanaltico:
[...] el enfermo, en el curso
de otros tratamientos, evoca slo transferencias afectuosas y amicales
en favor de su curacin
[...]. Por el contrario, en el psicoanlisis [...] es preciso develar
y utilizar para el anlisis,
volvindolas conscientes, todas las nociones, incluidas las hostiles.
Al principio, la
Agresividad
Agresividad
fuente(44)
La hiptesis de una pulsin de agresin se origino en una
conferencia de Alfred Adler del 3 de
junio de 1908, en una de las sesiones de los mircoles (grupo de
discusin hebdomadario que
reuna en torno a Freud a sus primeros fieles). Estaban presentes,
entre otros, Federn,
Hitschmann, Rank, Stekel y Wittels. Inicialmente titulada El sadismo
en la vida y en la neurosis,
publicada en la revista Des Fortschritte der Medizin con el ttulo La
pulsin de agresin en la
vida y la neurosis, esta conferencia dar material, al ao siguiente,
para un resumen de
Abraham en su Informe sobre la literatura psicoanaltica austraca y
alemana aparecida hasta
1909 (Bericht ber die sterreichische und deutsche psychoanalytische
Literatur bis zum Jahre
1909).
Segn Adler -expresa Abraham-, cada pulsin se origina en la
sobre la histeria.
De hecho, el pensamiento de Adler debe ms a Nietzsche (cf., por
ejemplo, Genealoga de la
moral) que al psicoanlisis. Adems, al ao siguiente, poniendo de
manifiesto su inters por la
nocin adleriana de la intrincacin (Verschrnkung), Freud renov, a
propsito del anlisis de
Juanito, su crtica de principio. Por un proceso de intrincacin
-comienza escribiendo-, que
Adler ha denominado con mucha justicia "intrincacin de las
pulsiones", el placer que Juanito
encuentra en su propio rgano sexual se ala al voyeurismo en sus
componentes activo y
pasivo. Subsiste, no obstante, el problema de fondo.
En un trabajo muy sugerente -contina Freud-, Alfred Adler ha
expresado recientemente la idea
de que la angustia es engendrada por la represin de lo que l
denomina la "pulsin agresiva", y
ha atribuido a esta pulsin, gracias a una sntesis de gran alcance,
el rol principal en lo que le
sucede a los hombres, sea "en la vida o en la neurosis". La conclusin
a la que hemos llegado, y
segn la cual, en este caso de fobia, la angustia se explicara por la
represin de esas
tendencias agresivas (tendencias hostiles contra el padre y tendencias
sdicas contra la
madre), parece aportar una confirmacin brillante al punto de vista de
Adler. Sin embargo, nunca
he podido estar de acuerdo con esta manera de ver, y la considero una
generalizacin
engaosa. No puedo resolverme a admitir una pulsin especial de
agresin junto a las pulsiones
ya conocidas de conservacin y sexual, en el mismo nivel que ellas. Me
parece que Adler ha
puesto errneamente como hipstasis de una pulsin especial lo que es
un atributo universal e
indispensable de todas las pulsiones, justamente su carcter
"pulsional", impulsivo, lo que
podemos describir como la capacidad de poner en marcha la motricidad.
De las otras pulsiones
no quedara entonces nada ms que su referencia a una cierta meta,
puesto que sus relaciones
con los medios para alcanzarla habran sido sustradas por la "pulsin
agresiva". A pesar de
toda la incertidumbre y de toda la oscuridad de nuestra teora de las
pulsiones, prefiero atenerme
provisionalmente a nuestra concepcin actual, que deja a cada pulsin
su propia facultad de
convertirse en agresiva y, en las dos pulsiones reprimidas en Hans, me
inclino a reconocer los
componentes, desde hace mucho tiempo familiares, de la libido sexual.
La hiptesis de Adler conservar no obstante un valor heurstico. Bajo
la gida de Ms all del
principio de placer (1920), aparecer en primer lugar como complemento
de la teora general de
la libido, destinado a recubrir las vicisitudes de su componente
sdico. Al disponer en adelante
de la nocin de pulsin de muerte, Freud, en efecto, se valdr de ella
para describir los procesos
imputados en el modelo de Adler a la pulsin agresiva.
Aichorn August
Educador y psicoanalista austraco (Viena 1878 - id. 1949
fuente(45)
Tras una prctica profesional de educador en el campo de la
delincuencia, es admitido en 1922
en la Sociedad Psicoanaltica de Viena y es analizado por P. Federn.
Es uno de los pocos que
hace de la delincuencia un campo de aplicacin posible del
psicoanlisis. En el origen de la
inadaptacin a la vida social, que l aprehende con los mismos mtodos
de investigacin de las
neurosis, nota una perturbacin de las relaciones objetales precoces,
y recomienda al analista
situarse en el lugar del yo ideal del delincuente. Su obra principal,
escrita en 1925, es
Verwahrloste Jugend (La juventud desamparada).
Aichorn August
fuente(46)
Nacido en Viena, August Aichhorn era hijo de un banquero cristiano y
socialista. Realiz
estudios de construccin mecnica, que abandon para ser maestro de
escuela y despus
consagrarse a la pedagoga y a los problemas de la delincuencia
infantil y juvenil. En 1918 fue
nombrado director de la institucin de Ober-Hollabrunn, situada al
noroeste de Viena, y despus
de otra, en 1920, antes de trabajar con la municipalidad de la ciudad.
Analizado por Paul Federn,
adhiri a la Wiener Psychoanalytische Vereinigung (WPV) en 1922, y
form parte de un pequeo
crculo de estudio sobre la delincuencia con Siegfried Bernfeld y
Wilhelm (Ilamado Willi) Hoffer
(1897-1967).
Este hombre inconformista, corpulento, siempre vestido de negro y con
una boquilla en la boca,
tena tal respeto por Sigmund Freud que en las reuniones de la WPV no
se animaba a tomar la
palabra. Durante muchos aos nadie sospech que estaba perdidamente
enamorado de Anna
Freud, la hija del maestro. Slo en vsperas de su muerte le revel el
secreto a la propia Anna. En
todo caso, gracias a l, durante su juventud vienesa, ella descubri
el mundo de los marginales y
los excluidos.
En 1925 Aichhom public un libro pionero sobre los adolescentes,
Juventud descarriada, para el
cual Freud redact un prefacio en el cual podemos leer: "El nio se ha
convertido en objeto
principal de la investigacin psicoanaltica. De este modo ha relevado
al neurtico, primer objeto
de dicha investigacin." Aichhorn demostraba que el comportamiento
Aislamiento
fuente(47)
s. m. (fr. isolation; ingl. isolation, al. Isolierung). Mecanismo de
defensa, caracterstico de la
neurosis obsesiva, que consiste en aislar un pensamiento o un
comportamiento de tal modo que
la experiencia vivida se vea despojada de su afecto o de sus
asociaciones.
Al presentar en Inhibicin, sntoma y angustia (1926) las diversas
defensas con que el sujeto
se protege de las representaciones que no puede aceptar, S. Freud da
una descripcin de un
mecanismo tpico de la neurosis obsesiva, que llama aislamiento.
Este procedimiento consiste
en principio en intercalar, tras un acontecimiento desagradable o tras
una actividad del sujeto
dotada de una significacin para la neurosis, una pausa durante la
cual no deber pasar
nada, ninguna percepcin se producir, ninguna accin se cumplir.
Este procedimiento, de
efecto en un todo comparable al de la represin, es favorecido por el
proceso de la
concentracin, proceso normal, al menos en apariencia, pero que
tiende a mantener alejado
todo lo que parece incongruente o contradictorio.
El aislamiento, que Freud asimila, como la anulacin retroactiva, al
pensamiento mgico, remite sin
duda a una fobia de contacto. Esta, por otro lado, constituye un
obstculo tanto ms sensible
para la cura cuanto que traba la labor asociativa: un sujeto puede
renegar perfectamente de
toda articulacin entre dos ideas, que l asla una de otra, desde el
momento en que esta
articulacin puede traerle consecuencias insoportables.
Aislamiento
Aislamiento
Al.: Isolieren o Isolierung. Fr.: isolation. Ing.: isolation. It.: isolamento. Por.: isolamento.
fuente(48)
Mecanismo de defensa, tpico sobre todo de la neurosis obsesiva, y que
consiste en aislar un
pensamiento o un comportamiento de tal forma que se rompan sus
conexiones con otros
pensamientos o con el resto de la existencia del sujeto. Entre los
procedimientos de aislamiento
podemos citar las pausas en el curso del pensamiento, frmulas,
rituales y, de un modo general,
todas las medidas que permiten establecer un hiato en la sucesin
temporal de pensamientos o
de actos.
El texto ms explcito de Freud sobre el aislamiento se encuentra en
Inhibicin, sntoma y
angustia (Hemmung, Symptom und Angst, 1926), donde se describe como
una tcnica especial
de la neurosis obsesiva.
Algunos pacientes se defienden contra una idea, una impresin, una
accin, aislndolas del
contexto por una pausa durante la cual [...] ya nada tiene derecho a
producirse, nada se
percibe, ninguna accin se realiza. Esta tcnica activa, motriz, la
califica Freud de mgica; la
relaciona con el procedimiento normal de concentracin en el sujeto
que se esfuerza en impedir
que su pensamiento se desve de su objeto actual.
El aislamiento se manifiesta en diversos sntomas obsesivos; se ve
actuar especialmente en la
cura, donde se pone en evidencia por la consigna de la libre
asociacin, que se opone a aqul
(sujetos que separan radicalmente su anlisis de su vida, una
determinada sucesin de ideas del
conjunto de la sesin, cierta representacin de su contexto ideoafectivo).
En ltimo anlisis, Freud refiere la tendencia al aislamiento a un
modo arcaico de defensa contra
la pulsin: la prohibicin de tocar, [...] siendo el contacto
corporal la meta inmediata de la catexis
de objeto, tanto agresiva como amorosa.
Bajo esta perspectiva, el aislamiento aparece como [...] una
eliminacin de la posibilidad de
contacto, un medio de substraer una cosa al tacto; de igual modo
cuando el neurtico asla una
impresin o una actividad por medio de una pausa, nos da a entender
simblicamente que no
permitir que los pensamientos relativos a ellas entren en contacto
asociativo con otros
pensamientos.
Conviene hacer observar que, en este pasaje de Inhibicin, sntoma y
angustia, el aislamiento
no se reduce a un tipo deteriribiado de sntomas, sino que adquiere un
alcance ms general. Se
establece su paralelismo con la represin en el histrico: si la
experiencia traumtica no ha sido
reprimida en el inconsciente, ha sido [...] privada de su afecto, y
Aislamiento
Aislamiento
fuente(49)
Identificado por Freud en el pensamiento compulsivo (u obsesivo), el
aislamiento como
mecanismo de defensa aparece expuesto en Inhibicin, sntoma y
angustia. Comparte con la
represin el rasgo de que consiste en hacer a un lado una
representacin o un pensamiento,
pero se distingue de aqulla en que no implica el olvido, la
inaccesibilidad a la conciencia.
Corresponde a una pausa despus de un acontecimiento, tiempo de
suspensin en el que no
hay percepcin ni accin. Constituye una garanta que asegura una
solucin de continuidad en el
Alemania
fuente(50)
Sin la llegada del nazismo, que la vaci de casi la totalidad de sus
intelectuales y cientficos,
Alemania habra seguido siendo en Europa el pas de la implantacin
ms vigorosa del
psicoanlisis. Por si fuera necesario, lo atestiguan los nombres de
sus prestigiosos fundadores,
convertidos en norteamericanos cuando no murieron antes de poder
emigrar: Karl Abraham, Max
Eitingon, Otto Fenichel, Ernst Simmel, Otto Gross, Georg Groddeck,
Wilhelm Reich, Erich Fromm,
Karen Horney.
Como en casi todos los pases del mundo, las tesis freudianas fueron
consideradas en Alemania
un pansexualismo, una "cochinada sexual", una "epidemia psquica".
Tratado de "psiquiatra de
comadres" por los ambientes de la medicina acadmica, el psicoanlisis
fue mal recibido por los
grandes nombres del saber psiquitrico, sobre todo por Emil Kraepelin.
Se le reprochaba su
estilo literario y su metapsicologa, aunque Freud haba asimilado en
sus trabajos una parte
importante de la nosologa kraepeliniana. Sin embargo, fue en el
terreno del saber psiquitrico
donde termin por ser reconocido, gracias a la accin de algunos
pioneros. A principios del siglo
XX, stos comenzaron a des-' cubrir la obra freudiana, practicando la
hipnosis o interesndose
por la sexologa: entre ellos se cont Arthur Muthmann (1875-1957).
Alentado por Sigmund
Freud y Carl Gustav Jung a desarrollar actividades psicoanalticas, no
se distanci del mtodo
Ernst Freud
acondicion dos locales en la Potsdame Strasse y el famoso Policlnico
abri sus puertas el 14
de febrero de 1920, al mismo tiempo que el Berliner Psychoanalytisches
Institut (BPI).
Este instituto no slo permiti poner a punto los principios del
anlisis didctico y formar a la
mayora de los grandes terapeutas del movimiento freudiano, sino que
tambin sirvi de modelo
para todos los institutos creados por la IPA en el mundo. En cuanto al
Policlnico, fue un
verdadero laboratorio para la elaboracin de nuevas tcnicas de
tratamiento. En 1930, en su
"Informe inicial sobre los diez aos de actividad del BPF', Eitingon
propuso un balance de la
experiencia expresado en cifras: 94 terapeutas en actividad, 1955
consultas, 721 tratamientos
psicoanalticos, entre ellos 363 terminados, con 111 casos curados,
205 mejorados, y slo 47
fracasos. A este xito se sumaban las actividades de Wilhelm Reich y
Georg Groddeck, que
tambin contribuyeron a la difusin del freudismo en Alemania.
Punto central de la irradiacin clnica, Berln sigui encabezando un
cierto conservadurismo
poltico y doctrinario. El lugar de la reflexin intelectual fue
Francfort; all surgi la corriente de la
"izquierda freudiana", bajo la influencia de Otto Fenichel, y se cre
el Frankfurter
Psychoanalytisches Institut.
Creado en 1929 por Karl Landauer y Heinrich Meng, este instituto se
distingua del berlins por
su intensa colaboracin con el Institut fr Sozialforschung, en cuyos
locales estaba instalado, y
en el que trabajaban de modo destacado Erich Fromm, Herbert Marcuse,
Theodor Adorno
(1903-1969) y Max Horkheimer (1895-1973). Ncleo fundador de la futura
Escuela de Francfort,
este instituto de investigaciones sociales, fundado en 1923, dio
origen a la elaboracin de la
teora crtica, doctrina sociolgica y filosfica que se basaba a la
vez en el psicoanlisis, la
fenomenologa y el marxismo, para reflexionar sobre las condiciones de
produccin de la cultura
en el seno de una sociedad dominada por la racionalidad tecnolgica.
En 1942, en una carta brillante a Leo Lowenthal, Horkheimer explic
claramente la deuda de la
Escuela de Francfort con la teora freudiana: "Su pensamiento [el
pensamiento de Freud] es una
de las Bildungsmchte [piedras angulares] sin las cuales nuestra
propia filosofa no sera lo que
es. En , estas ltimas semanas he tomado de nuevo conciencia de su
grandeza. Se ha dicho
mucho, como usted recuerda, que su mtodo original corresponda
esencialmente a la naturaleza
de la burguesa muy refinada de Viena en la poca en que fue
concebido. Por supuesto, esto es
totalmente falso en conjunto, pero en el fondo tendra un grano de
verdad que no invalida en
nada la obra de Freud. Cuanto ms grande es una obra, ms est
enraizada en una situacin
histrica concreta."
de la antigua capital, el
psicoanlisis pudo renacer en la Repblica Federal, mientras que en la
Alemania del Este era
condenado como "ciencia burguesa".
Fue por lo tanto la ciudad de Francfort la que se puso a la vanguardia
del movimiento
psicoanaltico alemn durante la segunda mitad del siglo. Al volver a
dar vida a su escuela,
Adorno y Horkheimer desempearon un gran papel junto a Mitscherlich en
este desarrollo, del
que surgi una nueva reflexin clnica y poltica sobre la sociedad
alemana posterior al nazismo,
as como trabajos eruditos: los de Ilse Grubrich-Simitis, por ejemplo,
la mejor especialista en los
manuscritos de Freud. Con doce institutos de formacin distribuidos en
las principales ciudades
(Hamburgo, Friburgo, Tubinga, Colonia, etctera) y unos ochocientos
miembros, la DPV es hoy
en da una poderosa organizacin freudiana.
No obstante, desde 1970, como en todos lados, el florecimiento de
mltiples escuelas de
psicoterapia contribuy a deteriorar las posiciones del psicoanlisis.
Adems, ahogado por un
sistema mdico que permita a las obras sociales reembolsar los
tratamientos con la condicin de
un "peritaje" previo de los casos, el psicoanlisis se trivializ y
convirti en una prctica entre
otras, pragmtica, esclerosada, rutinaria y enfeudada a un ideal
tcnico de curacin rpida. En
esa fecha, Mitscherlich pensaba que el psicoanlisis estaba
desapareciendo de Alemania.
Unos aos ms tarde, la obra de Lacan, impregnada de hegelianismo y
heideggerianismo, hizo
su entrada en la escena universitaria alemana, esencialmente en los
departamentos de filosofa.
En el plano clnico, nunca el lacanismo pudo implantarse ms que en
pequeos grupos
marginales, compuestos por no-mdicos y sin relacin con los grandes
institutos de la IPA.
Alexander Franz
Alexander Franz
fuente(52)
De origen hngaro, Franz Alexander emigr a Berln en 1920, cuando el
rgimen del almirante
Horthy oblig a la mayor parte de los psicoanalistas a abandonar el
pas. Conoca bien Alemania,
donde se haba iniciado en la filosofa siguiendo la enseanza de
Husserl. Estudi medicina en
Budapest, y efectu su anlisis didctico con Hanns Sachs, llegado de
Viena; fue el primer
alumno del prestigioso Instituto Psicoanaltico de Berln (Berliner
Psychoanalytisches Institut).
Convertido en docente, form despus, como didacta o controlador, a
numerosos
representantes de la historia del freudismo, entre ellos Charles
Odier, Raymond de Saussure,
Marianne Kris. A principio de la dcada del treinta fue tambin el
analista de Oliver Freud, el hijo
de Sigmund Freud.
Acept de inmediato la segunda tpica, as como la nocin de pulsin
de muerte, y siempre puso
de manifiesto un gran inters por la criminologa. Tena el arte de
escenificar los conceptos
freudianos, como lo atestigua su comunicacin de 1924 en el Congreso
de la International
Psychoanalytical Association (IPA) de Salzburgo, donde explic el
problema de la neurosis en
trminos de "frontera". Compar la represin de la pulsin proveniente
del ello con una
mercadera prohibida que se rechaza en la frontera de un Estado: el
pas del yo. El supery
apareca con los rasgos' de un aduanero obtuso y corruptible, y el
sntoma neurtico era
asimilado a un contrabandista que le pagaba al aduanero para pasar de
modo fraudulento.
libertad."
Alianza
fuente(53)
Definicin
Problemticas conexas
Podemos pensar la alianza desde la misma perspectiva que aos atrs?
El cambio en la
posicin social de la mujer y la consecuente variacin en la
valorizacin de la maternidad, junto
con la desarticulacin entre reproduccin y sexualidad, han ocasionado
un trastocamiento en la
ordenada ideologa burguesa acerca del matrimonio.
Si sumamos las tcnicas de fertilizacin asistida que ponen en jaque
la idea de la mujer como
producto escaso en relacin a la capacidad de procreacin, la
inseminacin artificial en parejas
lesbianas, la posibilidad de adopcin en parejas homosexuales y -ya
casi en el lmite de la
ciencia-ficcin-, la clonacin, resulta inevitable replantearse cada
uno de los conceptos
fundacionales en relacin a la alianza.
Adems, asistimos a vertiginosos cambios en el imaginario social
alrededor del matrimonio. La
bsqueda de variedad y novedad en los encuentros, la priorizacin de
objetivos y
satisfacciones individuales, y el prestigio creciente de la soledad,
avanzan en detrimento de las
seguridades ofrecidas por la estabilidad, la permanencia, y los
brillos de la parentalidad.
Es saludable recordar que los parmetros definitorios de la alianza
fueron pensados desde
nuestra especificidad poca y cultural. Frente a la multitud de
cambios en curso, ser necesario
replantear el propio imaginario, para poder formular este concepto
reconociendo la dimensin
ideolgica en su produccin.
Alienacin
(separacin, falta)
Alienacin (separacin, falta)
Alienacin
(separacin, falta)
fuente(54)
El tema de la alienacin, o lo que Lacan llama el VEL de la
alienacin, implica una lgica, la lgica
de la eleccin forzada que Lacan articula reiteradas veces en diversos
seminarios, segn
modalidades (de la conectiva o) destinadas a definir las formas de
conjuncin-disyuncin de
la relacin del Sujeto con el Otro.
En este proceso, en el que se juega la dependencia del Sujeto respecto
del Otro, importa
distinguir en primer lugar el nivel imaginario en el que Lacan
considera que la significacin de la
AB
A B
Esquema 2
El complemento de la interseccin de los conjuntos A y B es igual a la
unin de sus
complementos, o, empleando la raya de la negacion:
AB = AB
AB =
El esquema 4 muestra que la eleccin de un yo no pienso no implica,
como podra esperarse,
la emergencia de un yo soy, sino de un ello. Asimismo, la eleccin
del yo no soy hace
surgir, no un yo pienso, sino una representacin de cosa en la que
el funcionamiento literal
marcado por el sello del sinsentido no se debe a la afirmacin de un
sujeto sino a la exclusin de
un significante. Dicho de otro modo, el yo soy que implica esta
negacin es un yo pienso.
Pero ella implica tambin otra va, la de un yo no soy (B), donde
reside el pensamiento
inconsciente. Para Lacan se trata de unir lo que en Freud sigue en
estado de separacin, es
decir, los trminos ello e inconsciente, y mostrar de qu modo y
en qu medida el objeto
libidinal puede deducirse del sinsentido del significante. De all la
necesidad de componer lo que,
de un lado, sita al significante en la operacin alienante y, del
otro, al objeto A en la operacin
llamada de separacin.
B
Esquema 4 bis
Esto hace que nos volvamos hacia lo que para el psicoanlisis es el
punto de partida, a saber: el
lenguaje, y el lenguaje en tanto se lo considera a partir de la cadena
significante reducida al
mnimo SI ___> S2; esta matriz parece proceder tambin de una lgica
de la mutilacin segn un
VEL anlogo al de la bolsa o la vida.
Esquema 5
En efecto, este esquema indica un tercer trmino (el conjunto vaco),
con el cual el sujeto se
encuentra al negarse a ceder su bolsa. Adems demuestra de qu modo la
experiencia analtica
puede oscilar entre la eleccin del sentido (S2) y del sinsentido
(S1).
Evidentemente, la eleccin de S, implica la petrificacin del sujeto,
puesto que S, no representa
ya al sujeto para otro significante (esquema 6).
// S2
Esquema 6
Se comprende entonces por qu la tarea del anlisis consiste en primer
lugar en obtener una
alienacin del sujeto en la que la eleccin no sea tomar la va de la
petrificacin, sino la del
sentido, en la que todo hace sentido, en la que se puede esperar que
el sentido acabar con el
sinsentido.
Pero esta va (operacin) no es sin efecto sobre el sujeto, puesto que
revela que el progreso en
el sentido hace ms aguda la incidencia del sinsentido. Por eso, a
pesar de la eleccin del
sentido, Lacan regula la experiencia analtica sobre el sinsentido,
cuya emergencia implica la
captacin de un t eres eso, con lo cual el sujeto no es all sino
bajo el modo de una prdida
de ser. Hay un momento (necesario?) en el que el sujeto objeta, con
su afirmacin de ser, al
Otro del significante. Tenemos en este caso una relacin del sujeto
con el Otro, que ya no
procede del esquema 5, sino de un esquema en el cual la interseccin
del sujeto en tanto que
conjunto vaco y el Otro como tesoro del significante implica un lugar
vaco, el del objeto, un
objeto que surge en lugar del sinsentido. Esto no se pliega fcilmente
al lenguaje de los conjuntos
invocado en la poca. Es necesaria una cierta torsin que se puede
esquematizar como sigue:
Esquema 7
Explicitemos. Sera necesario que el sujeto del significante que, como
tal, est vaco, fuera, a
partir de ese vaco, falta en el Otro. Esto supone que para hacerse
ser este sujeto pueda
hacerse falta en el Otro. Es all, en ese lugar de interseccin, que
no encierra nada sino la
superposicin de dos faltas (la del sujeto del inconsciente y la del
conjunto vaco incluido en el
Otro), donde viene a inscribirse la pregunta del sujeto (es que yo
falto all dentro?... es que
yo le falto?) y, por esta inscripcin, la posibilidad de su prdida
de ser. Pero es tambin a partir
de esto que Lacan justifica la implicacin de la operacin denominada
separacin que, a su vez,
es slo una cuestin de ser. Si en la alienacin el sujeto slo emerge
como vaco con la
condicin de haber realizado ya la eleccin, la separacin, por su
parte, comienza con la
confrontacin de ese sujeto con el campo del Otro, salvo que su
interseccin $ A = es el
conjunto vaco. Se trata desde entonces de saber cmo el sujeto puede
encontrarse en la falta
del Otro, de fomentarse un ser, un yo soy que le faltara al Otro.
En ese lugar de la falta,
Lacan llegar a inscribir el sitio del goce, donde le incumbira a la
pulsin restaurar en el sujeto su
prdida de ser. La dimensin pulsional instituye as un corte con el
Otro del significante y del
sentido, pero instaura un lazo con el deseo del Otro, faltante, -A,
donde los objetos parciales se
encarnan como soportes del deseo. Al respecto puede decirse que si,
para la histrica, ninguna
articulacin significante puede procurar el objeto a, el obsesivo, por
su parte, se esfuerza en
fijarse una alienacin en la cual la actividad de enumeracin y conteo
viene a sellar su vano
anhelo de reducir el objeto a un significante en el Otro.
Dnde estamos entonces? Hemos visto que la eleccin del sentido se
paga con una prdida de
ser, con un efecto de sinsentido que, por as decirlo, hara de lmite
al sentido absoluto, al saber
absoluto. Esto es adems lo que implica la escritura: S1 ---> S2, de
donde es posible plantearse
la cuestin de la totalizacin del saber en el Otro como tesoro del
significante. En efecto, si S2
constituye el significante del Otro, se plantea entonces: (S1---> S2)
~ S2. Reemplazando S2 por
su valor y reiterndolo se tendr:
(S1-->S2) = S1-->(S1-->)=S1-->(S1-->(S1-->S2))...,
escritura donde aparece el inacabamiento radical de la totalizacin
del saber y se muestra que,
por ms lejos que se vaya en el despliegue del sentido, ste supone
siempre una parte de
sinsentido que no es eliminable y que justifica la implicacin de la
operacin de separacin. sta
concierne, no al saber del Otro, sino al deseo del Otro en tanto que
implica un Qu me
quiere?, planteado como equivalente de la falta de significante en el
Otro. Por cierto, esta
equivalencia no es arbitraria; la justifica en primer lugar el hecho
Alienacin
Alienacin
Alienacin
fuente(55)
Definicin
Con este trmino Piera Aulagnier define un destino del
actividad de pensar cuya meta
es tender a un estado aconflictivo "...de este modo se
abolicin de todo conflicto entre
el Yo, sus deseos y los deseos de los otros investidos
estado de alienacin
representa el lmite extremo al que el yo puede llegar
muerte efectiva del
pensamiento, o sea la del sujeto.
Yo y de la
espera la
por l". Este
antes de la
Problemticas conexas
asimetra
pasin
enamoramiento
relacin con el objeto nico
narcisismo
diferencia con alienacin en Lacan.
Slo comentar algunas de ellas. Como decamos, todo aquel que quiera
reinstalar una relacin
con un objeto originario del que se depende, se est a merced,
restablece la asimetra del
comienzo de la vida en la que la madre es todo para el infans, aunque
el infans no sea todo para
la madre. Esta asimetra saludable e inevitable del inicio, es cara si
se vuelve a constituir a lo
largo de la vida. Toda vez que alguien se ubique en el lugar de objeto
que colina a otro corre el
riesgo de perder su posibilidad de pensar y pensarse. Nadie ocupa el
lugar de objeto si no
cumple un deseo y no est enganchado en el deseo del otro.
La situacin extrema de esta asimetra es el vinculo pasional. En la
relacin pasional un yo se ha
convertido en fuente exclusiva de todo placer y de todo sufrimiento
para otro yo. "Ante los ojos
del apasionado un objeto de placer se categoriza como necesario, nico
objeto capaz de
satisfacer todas las demandas"'. El apasionado concibe al objeto de su
amor como fuente de
placer pero no de sufrimiento.
En el enamoramiento cada uno es al mismo tiempo objeto y sujeto
deseante, pero se va
delineando poco a poco los acuerdos bsicos que sostendrn el vnculo.
El objeto que elige el
amante, Freud ya lo dice, ocupa el lugar del Ideal del Yo. Por este
movimiento el sujeto se vive
tanto descentrado como desvalorizado, factores que son cara y
contracara de esta experiencia
que llamamos bifronte. Se anulan tiempo y distancia; hay una ilusin
de posesin del objeto que
intenta velar las faltas. "Con la distancia se cae bruscamente en la
nocin de tiempo y de
prdida, el enamorado la manipula en un "te pienso" que es ms bien un
"te alucino", que intenta
conjurar el dolor".
Allendy Ren
(1889-1942) Mdico y psicoanalista francs
Allendy Ren (1889-1942) Mdico y psicoanalista francs
Allendy Ren
Aloerotismo
Al.: Alloerotismus.
Fr.: allo-rotisme.
Ing.: allo-erotism.
It.: allo-erotismo.
Por.: alo-erotismo.
fuente(57)
Trmino utilizado algunas veces, en oposicin a autoerotismo:
actividad sexual que encuentra su
satisfaccin gracias a un objeto exterior.
Cuando Freud emplea por vez primera, en 1899, la palabra
autoerotismo (vase este trmino),
la contrapone a la de alocrotismo, que a su vez se subdivide en
homoerotismo (satisfaccin
hallada gracias a un objeto del mismo sexo: homosexualidad) y
heterocrotismo (satisfaccin
hallada gracias a un objeto del otro sexo: heterosexualidad). Esta
palabra, poco utilizada, ha sido
recogida especialmente por E. Jones.
Alteracin del Yo
Alteracin del Yo
Alteracin del Yo
Al.: Ichvernderung. Fr.: altration du moi. Ing.: alteration of the ego. It.: modificazizone dell'io. Por.: alterao do ego.
fuente(58)
Conjunto de limitaciones y actitudes anacrnicas adquiridas por el yo
durante las etapas M
conflicto defensivo, y que repercuten desfavorablemente sobre sus
posibilidades de adaptacin.
El trmino alteracin del yo se encuentra al principio y al final de
la obra de Freud, en dos
contextos bastante distintos.
En las Nuevas observaciones sobre las psiconeurosis de defensa
(Weitere Bernerkungen
ber die Abivehr-Neuropsychosen, 1896), Freud, a propsito de la
paranoia, distingue del delirio
como retorno de lo reprimido, un delirio secundario, el delirio de
interpretacin, llamado tambin
delirio combinatorio y delirio de asimilacin. ste sera el signo
de una adaptacin del yo a la
idea delirante: el paranoico terminara convirtindose en un ser
falso, en su intento de atenuar
las contradicciones entre la idea delirante primaria y el
funcionamiento lgico del pensamiento.
En Anlisis terminable e interminable (Die endliche und die unendliche
Analyse, 1937) Freud
trata, en forma relativamente sistemtica, de [...] lo que de un modo
tan impreciso se designa
con el trmino "alteracin del yo". Continuando en cierto modo la
obra, a la sazn recin
publicada, de Anna Freud sobre los mecanismos de defensa (1936),
muestra cmo stos,
originariamente constituidos para hacer frente a peligros internos
determinados, pueden terminar
por fijarse en el yo, constituir [...]pautas reaccionales regulares
del carcter que el individuo
va repitiendo a lo largo de toda su vida, utilizndolas como
instituciones anacrnicas cuando ya
la primera amenaza ha desaparecido. El arraigo de tales hbitos
defensivos conduce a
distorsiones (Verrenkungen) y limitaciones (Einschrnkungen). Se
ponen de manifiesto
especialmente durante la labor teraputica, durante la cual una
verdadera resistencia se opone a
que sean desveladas las resistencias mismas.
La alteracin del yo debera relacionarse ms bien con un dispositivo
de comportamiento que,
como ha mostrado la escuela etolgica basndose en los comportamientos
instintivos, puede
funcionar en vaco, es decir, crear artificialmente situaciones
motivantes: el yo [...]se ve
impulsado a buscar en la realidad las situaciones capaces de
reemplazar aproximadamente el
peligro originario. Lo que Freud considera aqu es algo distinto de
la repercusin directa del
conflicto defensivo sobre el yo (el sntoma mismo puede considerarse
como una modificacin del
yo, un cuerpo extrao dentro de ste; as, la formacin reactiva
modifica tambin el yo).
Estos dos textos, en los que Freud habla de las alteraciones del yo,
tienen varios puntos
comunes. En ambos casos la alteracin del yo se concibe como
secundaria, a distancia del
conflicto y de lo que lleva la marca del inconsciente. En este
sentido, ofrecera una especial
dificultad para la curacin, por cuanto el esclarecimiento del
conflicto tendra escaso efecto
sobre las modificaciones inscritas en el yo en forma irreversible,
hasta el punto de que se han
llegado a comparar a los trastornos lesionales del organismo. Por
otra parte, la alusin a la
psicosis, que ocupa un lugar central en el primer trabajo, se halla
tambin presente en el
segundo: el yo de todo ser humano [...] se asemeja al del psictico
en alguna de sus partes, en
mayor o menor proporcin.
Ambivalencia
Al.: Ambivalenz. Fr.: ambivalence. Ing.: ambivalence. It.: ambivalenza. Por.: ambivalncia.
fuente(59)
Presencia simultnea, en la relacin con un mismo objeto, de
tendencias, actitudes y
sentimientos opuestos, especialmente amor y odio.
La palabra ambivalencia fue tomada por Freud de Bleuler, que fue
quien la cre. Bleuler
consider la ambivalencia en tres terrenos. Volitivo (Ambitendenz):
por ejemplo, el individuo
quiere al mismo tiempo comer y no comer. Intelectual: el individuo
enuncia simultneamente una
proposicin y su contraria. Afectivo: ama y odia en un mismo
movimiento a la misma persona.
Bleuler considera la ambivalencia como uno de los sntomas cardinales
de la esquizofrenia, pero
reconoce la existencia de una ambivalencia normal.
La originalidad del concepto de ambivalencia, en relacin con lo
descrito hasta entonces como
complejidad de sentimientos o fluctuaciones de actitudes, estriba, por
una parte, en el
mantenimiento de una oposicin del tipo s-no, en que la afirmacin y
la negacin son simultneas
e inseparables; y por otra, en el hecho de que esta oposicin
fundamental puede encontrarse en
distintos sectores de la vida psquica. Bleuler termina por
privilegiar a la ambivalencia afectiva, y
en este sentido se orienta el empleo freudiano del trmino.
Esta palabra aparece por vez primera en Freud en La dinmica de la
transferencia (Zur
Dynarnik der bertragung, 1912), para explicar el fenmeno de la
transferencia negativa: [... ]
se la descubre a menudo juntamente con la transferencia positiva, al
mismo tiempo y teniendo
por objeto una sola y misma persona [...] es la ambivalencia de las
tendencias afectivas
[GeffihIsrichtungen] la que nos permite comprender mejor la aptitud de
los neurticos para poner
su transferencia al servicio de la resistencia. Pero ya antes se
encuentra la idea de una
conjuncin del amor y el odio, por ejemplo en el anlisis del Pequeo
Hans y de Un caso de
neurosis obsesiva: Una batalla se libraba, en el interior de nuestro
enamorado, entre el amor y
el odio dirigidos hacia la misma persona.
En Las pulsiones y sus destinos (Triebe und Triebschicksale, 1915),
Freud habla de
ambivalencia refirindose al par antittico actividad-pasividad:
[...] la mocin pulsional activa
coexiste con la mocin pulsional pasiva. Esta utilizacin tan amplia
del trmino ambivalencia
es rara. En este mismo texto, donde se aprecia con ms nitidez la
ambivalencia es en la
oposicin material amor-odio, que se dirige a un mismo y nico
objeto.
La ambivalencia se descubre, sobre todo, en determinadas enfermedades
(psicosis, neurosis
obsesiva), as como en ciertos estados (celos, duelo); y caracteriza
algunas fases de la
evolucin de la libido, en las que coexisten amor y destruccin del
objeto (fases sdico-oral y
sdico-anal).
En este sentido, la ambivalencia se convierte para Abraham en una
categora gentica, que
permite definir la relacin de objeto propia de cada fase. La fase
oral primaria se califica de
preambivalente: [La succin] es ciertamente una incorporacin, pero
que no pone fin a la
existencia del objeto. Para este autor, la ambivalencia slo aparece
con la oralidad sdica,
canibalstica, que implica una hostilidad hacia el objeto; luego el
individuo aprende a manejar su
objeto, a preservarlo de la destruccin. Finalmente, la ambivalencia
puede superarse en la fase
genital (postambivalente). En las obras de Melanie Klein, que guardan
una relacin de filiacin
Ambivalencia
Ambivalencia
fuente(60)
s. f. (fr. ambivalence; ingl. ambivalence; al. Ambivalenz).
Disposicin psquica de un sujeto que
experimenta o manifiesta simultneamente dos sentimientos, dos
actitudes opuestas hacia un
mismo objeto, hacia una misma situacin. (Por ejemplo, amor y odio,
deseo y temor, afirmacin y
negacin.)
La nocin de ambivalencia fue introducida por E. Bleuler en 1910 con
ocasin de sus trabajos
sobre la esquizofrenia, en la que esta tendencia paradjica se le
presentaba en sus formas ms
caractersticas. Despus, S. Freud recurri a esta nocin, cuya
importancia en los diferentes
registros del funcionamiento psquico no dej de subrayar, tanto para
dar cuenta de conflictos
intrapsquicos como para caracterizar ciertas etapas de la evolucin
libidinal, y hasta el aspecto
fundamentalmente dualista de la dinmica de las pulsiones.
La coexistencia, en un sujeto, de tendencias afectivas opuestas hacia
un mismo objeto inducira
la organizacin de ciertos conflictos psquicos que le imponen al
sujeto actitudes perfectamente
contradictorias. En este mismo sentido, M. Klein menciona la actitud
fundamentalmente
ambivalente del sujeto en su relacin con el objeto, que le aparece
cualitativamente clivado en un
objeto bueno y un objeto malo.
El amor y el odio constituyen a este respecto una de las oposiciones
ms decisivas en el
advenimiento de tales conflictos. La ambivalencia aparecera tambin
como un factor
constitutivamente ligado a ciertos estadios de la evolucin libidinal
del sujeto, en los que
coexisten al mismo tiempo mociones pulsionales contradictorias. Como,
por ejemplo, la oposicin
amor -destruccin del estadio sdico-oral, o actividad-pasividad del
estadio sdico-anal. En este
sentido, la ambivalencia est entonces directamente articulada con la
dinmica pulsional.
La idea de una ambivalencia intrnsecamente ligada al dinamismo de las
pulsiones se vera
reforzada, adems, por el carcter oposicional de las pulsiones
mismas: pulsiones de
autoconservacin -pulsiones sexuales, y ms ntidamente an en el
dualismo pulsiones de vida pulsiones de muerte.
Ambivalencia
Ambivalencia
fuente(61)
Elaborado por Bleuler en una perspectiva clnica, retornado por
Abraham desde el punto de vista
Ambivalente,
preambivalente, postambivalente
Ambivalente, preambivalente, postambivalente
fuente(63)
Fundada por Ernest Jones en 1911, la American Psychoanalytic
Association (APsaA) es la nica
asociacin regional (regional association) de la International
Psychoanalytical Association (IPA).
Agrupa a las sociedades psicoanalticas llamadas "afiliadas"
(affiliate societies) de las cuales
Amnesia
fuente(64)
Por su dependencia de la teora traumtica de la represin histrica,
la amnesia tom inicialmente
un valor de sntoma. Como lo atestigua la carta a Fliess del 6 de
diciembre de 1896, ella adquiri
no obstante los ttulos de una categora operatoria esencial en la
economa de conjunto del
pensamiento freudiano con la emergencia de una concepcin nueva de la
memoria, fundada en
el registro de las huellas. Desde este punto de vista, el fenmeno de
la amnesia aparece, en
efecto, como corolario de la incapacidad de una huella registrada en
una capa del psiquismo
para ser traspuesta a otra capa. La persistencia de este modelo a
travs de las vicisitudes del
desarrollo del psicoanlisis es por otra parte confirmada en 1925 por
el artculo Nota sobre la
"pizarra mgica", donde la superposicin de esas capas es comparada a
la del montaje de ese
pequeo dispositivo que permite imprimir o borrar por desprendimiento
una impresin dejada
sobre un material blando y al principio visible por transparencia.
Amnesia infantil
Al.: Infantile Amnesie. Fr.: amnsie infantile. Ing.: infantile allmesia. It.: amnesia infantile. Por.: amnsia infantil.
fuente(65)
Amnesia que abarca generalmente los hechos ocurridos durante los
primeros aos de la vida.
En ella ve Freud algo distinto al efecto de una incapacidad
funciona que tendra el nio pequeo
para registrar sus impresiones; aqu es el resultado de la represin
que afecta a la sexualidad
infantil y se extiende a la casi totalidad de los acontecimientos de
la infancia. El campo cubierto
por la amnesia infantil tendra su lmite temporal en la declinacin
del complejo de Edipo y la
entrada en el perodo de latencia.
La amnesia infantil no es un descubrimiento del psicoanlisis. Pero
Freud, ante la evidencia
aparente del fenmeno, no se content con una explicacin basada en la
inmadurez funcional,
sino que dio de ella una interpretacin especfica. De igual modo que
la amnesia histrica, la
amnesia infantil puede ser levantada: no constituye una abolicin o
una falta de fijacin de los
recuerdos, sino el efecto de una represin. Por lo dems, Freud ve en
la amnesia infantil la
condicin para las represiones ulteriores y, especialmente, para la
amnesia histrica. (Sobre el
Amo
(discurso del)
fuente(66)
Si el discurso del Amo -en el sentido del de objetivo, en la
acepcin del de magistro- ha
sido llamado a desempear un papel directivo en la sistemtica que dio
Lacan de los Cuatro
discursos, ello se debe en primer lugar a padrinazgos ilustres: Platn
(formacin para el saber
de esclavo del Menn), Aristteles (competencia tcnica del esclavo y
goce del Amo en la
Poltica), Hegel (Amo y Esclavo, conciencia de s, trabajo y goce),
Marx (dominacin y
produccin de la plusvala). Tambin se debe a la fecha de los
seminarios donde fue formulado,
en el perodo de agitacin de mayo de 1968; 1968-1969 para el
seminario D'un Autre l'autre,
1969-1970 para El reverso del psicoanlisis.
Adems habr que recordar con Lacan los ttulos propiamente
psicoanalticos que ese discurso
extrae de la distribucin de los roles en la gnesis del chiste, en
particular de la posicin del
Tercero, que gratuitamente obtiene goce de su elaboracin.
En cuanto a la estructura de un discurso que se refiere al amo, ella
se caracterizar (por la
misma razn que los discursos de la histrica, la universidad y el
analista) por las condiciones
especficas en las cuales se produce el anclaje de los momentos
constitutivos de la cadena
significante de la palabra -sujeto $, significante amo S1, batera
significante o Saber, S2, resto o
goce de ms (a)- en los sitios principales de una fraseologa
colectiva: verdad, semblante o
agente (es decir, duplicatura de la verdad), otro y producto. En este
caso, el lugar de la verdad
es ocupado por el sujeto dividido; el lugar del agente, por el
significante amo; en la posicin del
otro est el saber debajo del cual est, en tanto que producto, el
plus-de-gozar.
El pivote del discurso es la posicin del significante amo. Falta an
definirlo. Al principio,
seguramente, no lo hay. Todos los significantes son equivalentes de
alguna manera, por no jugar
ms que con la diferencia de cada uno con respecto a todos los otros,
por no ser los otros
significantes. Pero tambin por ello cada uno es capaz de ocupar la
posicin de
significante-amo, muy precisamente en cuanto que es su funcin
eventual representar un sujeto
para cualquier otro significante. Es as como lo he definido siempre.
Slo que el sujeto que l
representa no es unvoco. Est representado, sin duda, pero tambin no
est representado. En
este nivel, algo permanece oculto en relacin con este mismo
significante. En torno a ello se
Amor
fuente(67)
s. m. (fr. amour; ingl. love; al. Liebe). Sentimiento de
apego de un ser por otro, a menudo profundo, incluso violento, pero
que el anlisis muestra que
puede estar marcado de ambivalencia y, sobre todo, que no excluye el
narcisismo.
A partir del momento en que introduce la hiptesis de las pulsiones de
muerte, Freud se sirve
generosamente del trmino griego eros para designar al conjunto de las
pulsiones de vida (que
comprenden las pulsiones sexuales y las pulsiones de autoconservacin)
que se oponen a las
primeras. Este uso podra ser engaoso. Eros, en efecto, no es otro
que el dios griego del Amor.
Sera acaso en el amor donde habra que buscar la fuerza que conduce
al mundo, la nica
capaz de oponerse a Tnatos, la muerte?
Tal concepcin sera, en la ptica freudiana, totalmente criticable.
Equivaldra en efecto a nublar
el papel determinante de lo que es ms especficamente sexual en la
existencia humana. Por eso
ms bien hay que prestar atencin a lo que distingue amor de deseo.
Freud destaca por ejemplo
el hecho bien conocido de que muchos hombres no pueden desear a la
mujer que aman, ni amar
a la mujer que desean. Sucede sin duda que la mujer amada -y
respetada-, al estar demasiado
prxima en cierta manera a la madre, se encuentra por ello prohibida.
Se entiende, a partir de all, que las cuestiones del amor y de la
sexualidad sean tratadas
paralelamente, si no separadamente. Este es en especial el caso de un
artculo como Pulsiones
y destinos de pulsin (1915). Freud estudia all largamente la suerte
de las pulsiones sexuales
(inversin de la actividad en pasividad, vuelta contra la propia
persona, represin, sublimacin);
y slo despus de todo este trayecto hace valer la singularidad del
amor: nicamente el amor
puede ser invertido en cuanto al contenido, de ah que no sea raro que
se trasforme en odio.
El sujeto puede llegar con bastante frecuencia a odiar al ser que
amaba; puede tambin tener
sentimientos mezclados, sentimientos que unen un profundo amor con un
odio no menos
poderoso hacia la misma persona: este es el sentido ms estricto que
se pueda dar a la nocin
de ambivalencia. Esta ambivalencia se explica en virtud de la
alienacin que puede haber en el
amor: se entiende que, para quien ha abdicado de toda voluntad propia
en la dependencia
amorosa, el odio pueda acompaar al apego pasional, al
enamoramiento. Pero falta
precisamente dar cuenta de esta alienacin.
Amor y narcisismo. Para hacerlo, es necesario abordar lo que el
psicoanlisis pudo averiguar
sobre el papel del narcisismo para el sujeto humano. En un artculo de
1914, Introduccin del
narcisismo, Freud recuerda que ciertos hombres, como los perversos y
los homosexuales, no
eligen su objeto de amor ulterior segn el modelo de la madre, sino
ms bien segn el de su
propia persona. Con toda evidencia, se buscan a s mismos como
objetos de amor,
presentando el tipo de eleccin de objeto que se puede denominar
narcisista. Ms a menudo
todava, segn Freud, las mujeres aman de acuerdo con el tipo
narcisista (y no de acuerdo
con el tipo por apuntalamiento, en el que el amor se apoya en la
satisfaccin de las pulsiones
de autoconservacin, donde quiere a la mujer que alimenta o al
hombre que protege). Dice
Freud: Tales mujeres no se aman, estrictamente hablando, sino a s
mismas, aproximadamente
con la misma intensidad con que las ama el hombre. Su necesidad no las
hace tender a amar,
sino a ser amadas, y les gusta el hombre que llena esta condicin.
Se puede, por cierto, discutir la importancia que Freud da al
narcisismo, y eventualmente la
diferencia que establece en este punto entre mujeres y hombres. Pero
lo importante est en otro
lado; en que no se puede negar que con frecuencia el amor aparente por
otro disimula un amor
mucho ms real a la propia persona. Cmo dejar de ver que muy a
menudo el sujeto ama al otro
en tanto le devuelve de s mismo una imagen favorable?
Este tipo de anlisis ha sido largamente desarrollado por Lacan. Para
Lacan, en efecto, el yo
[moi] no es esa instancia reguladora que establecera un equilibrio
entre las exigencias del
supery y las del ello en funcin de la realidad. Por su misma
constitucin (vase espejo [estadio
del]), est hecho de aquella imagen en la que el sujeto ha podido
conformarse como totalidad
acabada, en la que ha podido reconocerse, en la que ha podido amarse.
All se encuentra la
dimensin en la que se enraza lo que hay de fundamentalmente
narcisista en el amor humano, si
es verdad que siempre se trata del sujeto en lo que puede amar en el
otro. Notemos que es en
este nivel donde puede situarse lo que constituye el principal
obstculo en la trasferencia, lo que
desva al sujeto del trabajo asociativo, lo que lo empuja a buscar una
satisfaccin ms rpida en
el amor que exige de su analista, y luego a experimentar un
sentimiento de frustracin,
eventualmente de agresividad, cuando queda decepcionado.
La falta y el padre. Sin embargo, no se podra reducir el amor a esta
dimensin. Ms ntidamente
todava que para el deseo, cuyo objeto faltante puede siempre
proyectarse sobre una pantalla
(como por ejemplo en el fetichismo o en otra perversin), el amor,
est bien claro, no apunta a
ningn objeto concreto, a ningn objeto material. Esto es bastante
evidente, por ejemplo, en el
nio, cuyas demandas incesantes no tienen como objetivo obtener los
objetos que reclama,
salvo a ttulo de simple signo, el signo del amor que el don viene a
recordar. En este sentido,
como lo dice Lacan, amar es dar lo que no se tiene. Como tambin es
visible que el amante
que alaba a su bienamada quejndose solamente de alguna insatisfaccin
la ama sobre todo por
lo que le falta: nica manera de asegurarse de que esta no venga a
taponar, con una respuesta
demasiado ajustada, el deseo que puede tener de ella.
Es as como se anudan en la demanda el deseo y el amor. No siendo el
hombre reductible a un
ser de necesidad, su demanda abre la puerta a la insatisfaccin: la
demanda pasa por el
lenguaje y as anula la particularidad de todo lo que puede ser
concedido trasmutndolo en
prueba de amor. Por ello, hay (...) necesidad de que la
particularidad as abolida reaparezca
ms all de la demanda: en el deseo, en tanto tiene valor de condicin
absoluta (J. Lacan, La
significacin del falo, 1958, en Escritos, 1966).
Amor
Amor
(68)
fuente(69) |
El paciente se ve compelido a renunciar a sus resistencias por amor a
nosotros. Nuestros
tratamientos son tratamientos por el amor, declara Freud en una
reunin de los mircoles, el
30 de enero de 1907. Al poner el amor en el centro de la experiencia
psicoanaltica, Freud aporta
una nueva tica, de la que dar testimonio en El malestar en la
cultura: El hombre trata de
satisfacer su necesidad de agresin a expensas del prjimo, de
explotar su trabajo sin
compensarlo, de usarlo sexualmente sin su consentimiento, de
desposeerlo de sus bienes, de
humillarlo, de infligirle sufrimientos, de martirizarlo y matarlo.
Qu significa entonces, en la
buena suerte de un buen encuentro, la respuesta del amor si, por
querer la felicidad del
semejante, hay que afrontar un goce del prjimo nocivo, maligno, que
se propone como el
verdadero problema de ese amor?
Amor y enamoramiento
El engao amoroso
La representacin mtica platnica dice que, en el amor, el ser vivo
Amor y deseo
El amor al prjimo
mismo ermenos.
El analista, al final de la cura, no est en la posicin de Scrates
al final de El banquete. No
obstante, es posible decir que al final de la transferencia, uno de
los puntos puestos en juego en
el analizante consiste en abandonar la identificacin idealizante y
volver posible un actuar
pulsional en relacin con la demanda. En varias oportunidades, Lacan
retorna el tema platnico
del milagro puro, del milagro completo del amor, para poner el acento
en la creacin ex nihilo
producida por la sustitucin significante, para subrayar el hecho de
que el anlisis no es la
aceptacin del destino, finalmente revelado, y que si bien hay una
repeticin del pasado que
posibilita una simbolizacin, hay creacin al final del recorrido, de
un actuar nuevo. As, con las
palabras que Platn pone en boca de Alcibades al final de El
banquete, Lacan muestra que la
transferencia,es una metfora del amor suscitada en su punto de
partida por el deseo del
analista. El analista ocupa la abertura, la hiancia (bance) que es el
deseo del Otro, en su
anterioridad misma. Esa hiancia, que es la de la incompletud de lo
simblico, hace del deseo del
analista el motor de la transferencia. Y a ese motor de la
transferencia Lacan lo denominar
Sujeto Supuesto Saber.
El odiamoramiento
Anacltica
(depresin)
Anacltica (depresin)
Anacltica (depresin)
fuente(70)
(fr. dpression anaclitique; ingl. anaclitic depression; al.
anaklittische Depression). Sndrome
depresivo de la primera infancia.
A partir de 1945, R. Spitz describe bajo el nombre de depresin
anacltica un sndrome
sobrevenido en el curso del primer ao del nio, consecutivo al
alejamiento brutal y ms o menos
prolongado de la madre tras haber tenido el nio una relacin normal
con ella. Su cuadro clnico
es el siguiente: prdida de la expresin mmica, de la sonrisa;
mutismo: anorexia; insomnio;
prdida de peso; retardo psicomotor global. La depresin anacltica,
que resulta de una carencia
afectiva parcial, es reversible. A menudo cesa muy rpidamente desde
que la madre (o el
sustituto materno) es restituida al nio. Se opone al hospitalismo,
igualmente descrito por Spitz,
donde la separacin madre-hijo, total y durable, puede engendrar
estragos irreversibles. La
depresin anacltica sigue siendo, sin embargo, en su proceso
dinmico, fundamentalmente
diferente de la depresin en el adulto.
Anacltica (depresin)
Anacltica (depresin)
Alemn: Anlehnungsdepression.
Francs: Dpression anaclitique.
Ingls: Anaclitic depression.
fuente(71)
Trmino creado por Ren Spitz en 1945 para designar un sndrome
depresivo que sobreviene en
el nio privado de su madre despus de haber tenido con ella una
relacin normal durante los
primeros meses de vida.
La depresin anacltica se distingue del hospitalismo, otro trmino
forjado por Spitz para designar
la separacin duradera de la madre y el nio, provocada por una estada
prolongada de este
ltimo en un medio hospitalario, y que entraa trastornos profundos, a
veces irreversibles o de
naturaleza psictica. La depresin anacltica puede desaparecer cuando
el nio vuelve a
encontrar a la madre.
En la literatura psicoanaltica inglesa y norteamericana, "anaclisis",
voz de la que deriva el
adjetivo "anacltico", es el equivalente de "apuntalamiento".
Anacltico
Anacltico
Anacltico
fuente(72)
ca adj. (fr. anaclitique; ingl. anaclitic, al. Anlehnungs-). Designa
una funcin de apoyo, de
apuntalamiento [tayage], en la traduccin de ciertos textos de Freud,
en especial los referidos a
su teora de las pulsiones y de la eleccin de objeto (vase eleccin
de objeto en apoyo).
El adjetivo anacltico ha sido introducido en algunas traducciones
francesas (y espaolas] de
Freud, que se inspiraron as en el empleo del trmino anaclitic,
utilizado en la bibliografa
psicoanaltica de lengua inglesa. Es preferible la expresin en
apoyo [o por apuntalamiento],
en especial cuando se trata de la eleccin de objeto, por tener el
trmino apuntalamiento la
ventaja de ser ms comn, lo mismo que el trmino alemn que traduce,
y por marcar mejor que
la cuestin de la eleccin de objeto se vincula de manera muy clara
con la teora general de las
pulsiones.
Anacltico (adj.)
Anacltico (adj.)
Anacltico
(adj)
Al.: Anlehnungs-. Fr.: anaclitique. Ing.: anaclitie, attachment. It.: anaclitico o per appoggio. Por.: anacltico.
fuente(73)
Vase: Apoyo y Eleccin objetal anacltica o por apoyo.
1) El adjetivo anacltico (del griego auahliuw, acostarse sobre,
apoyarse en) fue introducido
en la literatura psicoanaltica de lengua inglesa y recogido por los
traductores franceses y
espaoles para traducir el genitivo Anlehnungs- en expresiones tales
como Anlehnungstypus
der Objektwahl (traducido generalmente por tipo anacltico de
eleccin objetal). Pero lo que
forzosamente escapa al lector de las obras de Freud en sus
traducciones es el hecho de que el
concepto Anlehnung constituye una pieza fundamental de la primera
teora freudiana de las
pulsiones; Freud se refiere a ella en muchas otras ocasiones, aparte
de aquellas en que trata de
la eleccin objetal anacltica: con gran frecuencia se encuentra, ya
la forma substantiva
Anlehnung, ya formas verbales como sich an (etwas) anlehnen. Pero
estas formas se han
traducido de diversos modos(74), por lo cual el concepto Anlehnung no
ha podido ser captado
con claridad por los lectores de Freud.
Actualmente se plantea, pues, un problema terminolgico. La palabra
anacltico forma parte ya
del vocabulario internacional del psicoanlisis y no es posible
suprimirla. Pero el substantivo
anaclisis, que traducira Anlehnung, no se acepta(75). Por lo dems,
las palabras anaclisis y
anacltico presentan el inconveniente de ser palabras cultas,
creadas artificialmente, mientras
que Anlehnung forma parte del lenguaje corriente. Por ello proponemos
como equivalente la
palabra apoyo (tayage), que ya ha sido utilizada por algunos
traductores (especialmente por B.
Reverchon-Jouve en su traduccin de Tres ensayos sobre la teora de la
sexualidad [Drei
Abhandlungen zur Sexualtheorie, 1905]), que tiene la ventaja de
encontrarse tambin, como
Anlehnung, en su forma verbal: apoyarse en. Incluso la expresin ya
consagrada por el uso de
eleccin objetal de tipo anacltico debera substituirse por
eleccin objetal por apoyo.
2) La palabra anacltico se utiliza en ocasiones en un sentido ms
laxo, que no guarda relacin
directa con la utilizacin de este concepto en la teora freudiana,
por ejemplo en la expresin
depresin anacltica (anaclitic depression).
Anaggica
(interpretacin)
Anaggica (interpretacin)
Anaggica
(interpretacin)
fuente(76)
Introducida por Silberer en 1914 en sus Probleme der Mystik und ihrer
Symbolik, la nocin de
interpretacin anaggica es comentada por Freud en una nota del
Complemento
metapsicolgico a la doctrina de los sueos para designar la
presencia -en el sueo- de
smbolos que dan figuracin a experiencias espirituales y pensamientos
abstractos cuya
figurabilidad representa una exigencia que trasciende el
funcionamiento natural del aparato
psquico; con el desarrollo de la segunda tpica, un nuevo anlisis
del proceso descrito por
Silberer se inspirar en el rol reconocido al supery o al ideal del
yo en la gnesis de estos
smbolos.
Anal
(estadio)
fuente(77)
(fr. stade anal; ingl. anal stage; al. anale Stufe). Estadio
pregenital de la organizacin libidinal que
S. Freud sita entre los estadios oral y flico (entre 2 y 4 aos).
El estadio anal est caracterizado por el predominio de las pulsiones
sdica y ertico-anal y por
la oposicin actividad-pasividad, siendo la actividad la manifestacin
de la pulsin de
aprehensin, y la pasividad, la del erotismo anal propiamente dicho,
cuya fuente es la mucosa
anal ergena. Segn S. Freud, en el estadio anal, como en el estadio
genital, la organizacin de
las pulsiones sexuales permitira una relacin con el objeto exterior.
Sin embargo, despus de la
instauracin definitiva de la organizacin genital, las mociones
pulsionales del erotismo anal
continan manifestndose en las producciones del inconciente (ideas,
fantasmas y sntomas).
En el inconciente, escribe Freud (1917), los conceptos de excremento
(dinero, regalo), de hijo y
de pene se separan mal y se intercambian fcilmente entre ellos. Del
mismo modo, seala que,
en los sujetos que sufren de neurosis obsesiva, los fantasmas
concebidos primitivamente a la
manera genital se trasforman en fantasmas de naturaleza anal. Al
hablar (1917) del primer
regalo (el excremento) del lactante a la persona amada, Freud destaca
que el nio se encuentra
por primera vez ante la siguiente eleccin: o bien cede el excremento
y lo sacrifica al amor, o
bien lo retiene para la satisfaccin autoertica y, despus, para la
afirmacin de su propia
voluntad. Esta ltima eleccin prefigura uno de los aspectos del
carcter anal: la obstinacin.
Analizante
fuente(78)
s. (fr. analysant, e). Sujeto que est en anlisis.
El trmino analizante, empleado a partir de Lacan en lugar del trmino
analizado, o del trmino
paciente, indica con bastante nitidez que el sujeto no se dirige al
analista para hacerse
analizar. Es l quien tiene a su cargo la tarea de hablar, de
asociar, de seguir la regla
fundamental. Lo que no suprime en nada la responsabilidad particular
del analista en la
conduccin de la cura.
Anlisis de control o
supervisado
Anlisis de control o supervisado
Anlisis de control
o supervisado
Al.: Kontrollanalyse. Fr.: psychanalyse controle o sous controle. Ing.: control o supervisory o supervised analysis. It.: analisi di controllo o sotto controllo. Por.: anlise sob contrle, o supervio.
fuente(79)
Psicoanlisis llevado a cabo por un analista en perodo de formacin y
del cual da cuenta,
peridicamente, a un analista experimentado que le gua en la
comprensin y la direccin de la
cura y le ayuda a tomar conciencia de su contratransferencia. Este
tipo de formacin est
especialmente destinado a permitir al alumno captar en qu consiste la
intervencin propiamente
psicoanaltica, en comparacin con otras formas de actuacin
psicoterpica (sugestin,
consejos, orientaciones, esclarecimientos, apoyo, etc.).
La prctica del anlisis de control se instaur alrededor de 1920,
para convertirse
progresivamente en un elemento fundamental de la formacin tcnica del
psicoanalista y
condicin previa de su habilitacin para la prctica. Hoy en da, en
las diversas Sociedades de
Psicoanlisis, se admite que el candidato no puede ser autorizado a
emprender un anlisis de
control (generalmente se prev la prctica de, por lo menos, dos)
hasta que su propio anlisis
didctico se halle suficientemente avanzado(80).
Anlisis didctico
Anlisis didctico
Anlisis didctico
Al.: Lehranalyse, didaktische Analyse. Fr.: analyse didactique. Ing.: training analysis. It.: analisi didattica. Por.: anlise didtica.
fuente(81)
Psicoanlisis a que se somete el que quiere dedicarse al ejercicio de
la profesin de
psicoanalista y que constituye la pieza fundamental de su formacin.
El descubrimiento del psicoanlisis se halla ntimamente mezclado con
la exploracin personal
que Freud hizo de s mismo (vase: Autoanlisis). Desde un principio
comprendi que slo poda
llegarse a la prctica del anlisis mediante el conocimiento de su
propio inconsciente. En el
Congreso de Nuremberg, en 1910, Freud consider un Selbstanalyse
(literalmente: anlisis de s
mismo) como condicin a exigir para que [...] el mdico pueda
reconocer en s y dominar la
contratransferencia. Alude Freud aqu al autoanlisis o a un
psicoanlisis dirigido por un
tercero? El trmino Selbstanalyse no permite aclararlo. Segn el
contexto, puede pensarse que
se trata ms bien de un autoanlisis, pero juzgando por la resea que
hizo Otto Rank del
Congreso, Freud tena presente tambin la institucin del anlisis
didctico. Sea como fuere,
parece que, en su opinin, por aquellas fechas todava no estaba
firmemente establecido el valor
insubstituible del anlisis didctico en comparacin con el
autoanlisis.
El valor formativo del anlisis personal se reconoce ms claramente en
los Consejos al mdico
en el tratamiento analtico (Ratschlge fr den Arzt bei der
psychoanalytischen Behandlung,
1912); aqul se relaciona con la teora segn la cual el analista
[...] debe volver hacia el
inconsciente del enfermo, emisor, su propio inconsciente como rgano
receptor. Para hacerlo,
el analista debe ser capaz de comunicar -ms libremente con su propio
inconsciente (vase:
Atencin flotante), ,y esto es precisamente lo que ha de conseguir, en
principio, mediante el
anlisis didctico; Freud elogia a la escuela de Zurich por haber
[...] exigido que todo aquel que
desee practicar anlisis en otros, ha de someterse, previamente, a un
anlisis por alguien
experimentado.
En 1922, en el Congreso de la Asociacin Psicoanaltica Internacional,
dos aos despus de la
fundacin del Instituto de Psicoanlisis de Berln, se establece la
exigencia del anlisis didctico
para todo candidato a analista.
Anlisis didctico
Anlisis didctico
Alemn: Lehranalyse o didaktische Analyse.
Francs: Analyse didactique.
Ingls: Training analysis.
fuente(84)
Expresin empleada a partir de 1922, y adoptada en 1925 por la
International Psychoanalytical
Association (IPA), para designar el psicoanlisis de quienes se forman
para la profesin de
psicoanalistas. Se trata de una formacin obligatoria.
Carl Gustav Jung, trabajando con Eugen Bleuler en la Clnica del
Burghlzli, fue quien tuvo
primero la idea de "tratar a los estudiantes como pacientes", y fue
tambin l, como subray
Anlisis directo
Anlisis directo
Anlisis directo
AI.: Direkte Analyse. Fr.: analyse directe. Ing.: direct analysis. It.: analisi diretta. Por.: anlise direta.
fuente(85)
Mtodo de psicoterapia analtica de las psicosis preconizado por J. N.
Rosen. Su nombre
proviene de la utilizacin de interpretaciones directas dadas a los
pacientes, y que pueden
definirse del siguiente modo:
a) se refieren a contenidos inconscientes que el sujeto expresa,
verbalmente o no (mmica,
postura, gestos, conducta);
b) no exigen un anlisis de las resistencias;
c) no utilizan necesariamente la mediacin de las cadenas asociativas.
Anlisis directo
Anlisis directo
Alemn: Direkte Analyse.
Francs: Analyse directe.
Ingls: Direct analysis.
fuente(86)
Mtodo de psicoterapia de inspiracin kleiniana creado por el
psiquiatra norteamericano John
Rosen para el tratamiento de las psicosis.
Fue en el marco de la evolucin de la tcnica psicoanaltica, y a
continuacin de las grandes
innovaciones propuestas por los diferentes discpulos de Sigmund
Freud, donde y cuando se
cre este mtodo "activo", mediante el cual el analista interviene de
manera directa, y a veces
violenta, para dar interpretaciones al paciente, ocupando en la
transferencia la posicin de una
madre idealizada o de una "madre buena". Se trata de compensar el yo
dbil del sujeto mediante
un ambiente lenguajero que remite a la situacin prenatal, a fin de
superar las deficiencias y
carencias de la relacin arcaica con la madre.
Anlisis existencial
(daseinanalyse)
Anlisis existencial (daseinanalyse)
Anlisis existencial
(daseinanalyse)
fuente(87)
Trmino forjado en lengua alemana en 1924 por el psiquiatra Jakob
Wyrsch para designar el
mtodo teraputico propuesto por Ludwig Binswanger. Este mtodo
combina el psicoanlisis
freudiano con la fenomenologa heideggeriana, y toma como objeto la
existencia del sujeto en la
triple dimensin del tiempo, el espacio y su relacin con el mundo.
Por extensin, el anlisis
existencial termin abarcando a todas las corrientes fenomenolgicas
de psicoterapia.
En Francia, Suiza y Austria se desarroll una escuela de psicoterapia
marcada por la doble
corriente filosfica de la fenomenologa y el existencialismo. Con
ella se relacionaron dos formas
de prctica: la psicoterapia existencial y el Daseinanalyse (Dasein:
ser-ah, existencia) o
anlisis existencial. La primera, derivada d Soren Kierkegaard (18131855) y de la antigua cura
de almas cara a los pastores protestantes, considera la neurosis como
un "mundo inautntico",
del cual el enfermo debe tomar conciencia mediante el encuentro con un
terapeuta. La segunda,
creada por Ludwig Binswanger a partir de las tesis de Edmund Husserl
(1859-1938) y Martin
Heidegger (1889-1976), toma como objeto la estructura de la existencia
individual en la neurosis
y la psicosis, a fin de estudiar el devenir del tiempo, del espacio y
de la representacin en cada
sujeto.
Entre los partidarios franceses del anlisis existencial encontramos a
Eugne Minkowski, a
Jean-Paul Sartre de El ser y la nada y al joven Michel Foucault (hasta
1954). En cuanto a
Jacques Lacan, si bien l no adopt el anlisis existencial, pas sin
duda por la fenomenologa
de entreguerras antes de refundar filosficamente la obra freudiana
sobre otros postulados.
En Austria es la teora personalista de Igor Caruso, basada en la idea
de una "psicologa de las
profundidades", la que mejor representa la corriente de la
psicoterapia existencial. A ella se
suma la logoterapia (terapia por la voluntad de sentido) del
psiquiatra austraco Viktor Frankl,
quien rechaza la doctrina freudiana de la pulsin y del ello, para
privilegiar un inconsciente
espiritual o existencial, es decir, la parte llamada "noble" del
psiquismo (el yo, el consciente). En
Gran Bretaa encontramos la temtica existencial esencialmente en
Ronald Laing.
Anlisis profano
Anlisis profano
Anlisis profano
Alemn: Laienanalyse.
Francs: Analyse profane.
Ingls: Lay-analysis.
fuente(88)
Se llama anlisis profano o lego, o psicoanlisis profano o lego, al
psicoanlisis practicado por
no-mdicos. Los dos adjetivos (lego y profano) significan tambin que
el psicoanlisis, en la
ptica freudiana, es una disciplina claramente distinta de todas las
curas de alma y de todas las
formas de confesin teraputica ligadas a las diversas religiones. En
consecuencia, tiene que
construir sus propios criterios de formacin profesional, sin
enfeudarse a la medicina (de la cual
forma parte la psiquiatra), ni a una Iglesia (sea sta protestante,
catlica, juda, islmica o
budista), ni tampoco a las religiones animistas o a las sectas.
En este sentido, la nica formacin aceptable para un psicoanalista,
sean cuales fueren sus
estudios universitarios y su religin, consiste en someterse a un
anlisis didctico, y despus a
un anlisis de control, segn las reglas promulgadas por la
International Psychoanalytical
Association (IPA) a partir de 1925. Por otra parte, estas normas han
sido admitidas, con
variantes, por la totalidad de los psicoanalistas practicantes que se
proclaman freudianos
(vase freudismo) en el mundo, sean o no miembros de la IPA,
pertenezcan o no a sus diversas
corrientes (lacanismo, Self Psychology, etctera).
Como el psicoanlisis est inscrito en la historia de la medicina,
puesto que es uno de los
grandes componentes de la psiquiatra dinmica, en la mayora de los
pases se implant a travs
de la medicina y la psiquiatra. En consecuencia, desde su origen ha
sido esencialmente
practicado por hombres y mujeres con formacin mdica o psiquiatrica,
segn las reglas de la
transmisin del saber propias de cada pas. Por otra parte, esto es lo
que, paradjicamente, le ha
asegurado su laicismo, puesto que la medicina toma partido por la
ciencia ms bien que por la
religin. En los pases donde la psiquiatra no se ha desarrollado y
la locura es considerada un
fenmeno de origen divino y demonaco, el psicoanlisis no se ha
implantado.
No obstante, existe una contradiccin entre la autonoma necesaria del
psicoanlisis y los
criterios de su prctica profesional cuando sta depende de la
profesin de psiquiatra o mdico.
sa es la tensin que est en el origen del gran conflicto
desencadenado en 1926 por el propio
Sigmund Freud con la publicacin de Pueden los legos ejercer el
anlisis?.
Partidario acrrimo del anlisis profano y de la prctica del
psicoanlisis por los no mdicos,
Freud fue combatido muy duramente por sus propios discpulos, sobre
todo por Abraham Arden
Brill y los miembros de la muy poderosa American Psychoanalytic
Association (APsaA), quienes
pretendan reservar la prctica del psicoanlisis para los mdicos.
Debido a la emigracin masiva de los psicoanalistas europeos a los
Estados Unidos consecutiva
al nazismo, Freud y sus partidarios perdieron la batalla del anlisis
profano en el perodo de
entreguerras. En Europa, en esa poca, fue en Holanda donde los
conflictos entre los partidarios
y los adversarios del anlisis profano tomaron un cariz dramtico,
teido de antisemitismo y
xenofobia.
A partir de 1945, con el desarrollo considerable de la psicologa y de
su enseanza universitaria
en los grandes pases democrticos, la cuestin del anlisis profano
se plante en trminos
nuevos. En efecto, el psicoanlisis era entonces practicado
masivamente, no slo por mdicos o
psiquiatras, sino tambin por psicoterapeutas con formacin de
psiclogos, recibida por lo
general en la universidad. Despus de haber sido absorbido por la
psiquiatra, el psicoanlisis
corra el riesgo de que lo engullera la psicologa y de que se lo
confundiera con las diversas
psicoterapias. En consecuencia, los psicoanalistas reafirmaron con
fuerza la existencia de sus
propias instituciones, las nicas capaces de definir los criterios de
la formacin psicoanaltica: el
anlisis directo y el control (o supervisin).
Anlisis
transaccional
Anlisis transaccional
Anlisis transaccional
Alemn: Vermittelnd Analyse.
Francs: Analyse transactionnelle.
Ingls: Transactional analysis.
fuente(89)
Mtodo de psicoterapia creado por el psicoanalista norteamericano Eric
Berne (1910-1970),
centrado en el anlisis del yo en sus relaciones con los otros.
Eric Berne, que naci en Montreal y emigr a los Estados Unidos, se
distanci del freudismo
clsico al instalarse en San Francisco despus de la Segunda Guerra
Mundial. All puso a punto
el mtodo que lo hizo clebre. Cercano a la terapia familiar, consiste
en restablecer la
comunicacin o "transaccin" entre los miembros de una familia o de un
grupo social dado, a
partir de un anlisis de las relaciones del yo con su entorno.
Analista
(discurso del)
fuente(90)
En la presentacin que hace del discurso del analista en su
seminario de 1969-1970, El
reverso del psicoanlisis, Lacan tiene el cuidado de descartar desde
el principio toda confusin
entre el discurso analtico y el discurso del paciente. El
discurso del analista sera
entonces el que despliega el analista en la cura? Ciertamente no,
puesto que Lacan insiste en el
carcter esencialmente social de dicho discurso. Se tratara del
discurso que el analista
despliega a causa de su situacin en la sociedad? En este caso no
podra darse otro objeto que
el analista que l es en su prctica; su discurso apuntara entonces a
restituir esa realizacin.
En otros trminos, tanto en este caso como en todos los otros
discursos, la determinacin debe
entenderse en el sentido del genitivo objetivo: en el sentido del de
Magistro.
Tratndose aqu del discurso de el analista (sobre el analista),
tendr por caracterstica
tomar como dominante -es decir, situar en la posicin del semblante o
agente (la del psicoanalista
mismo)- el plus de gozar, a, la causa del deseo. En torno de esta
posicin central se
distribuyen: en posicin de verdad, el saber (inconsciente) S2,
desplazado de la posicin que
ocupa en el discurso de la histrica, en tanto que produccin; en
el lugar del otro donde se
realiza el trabajo del discurso, el sujeto, metonimia de la causa del
deseo a; en la posicin de la
produccin, el significante Amo.
Andersson Ola
(1919-1990) Psicoanalista sueco
fuente(91)
Pionero de la historiografa experta, Ola Andersson tuvo un curioso
destino en el movimiento
freudiano. El nico libro que escribi, y que apareci en 196~ con el
ttulo de Studies in the
Prehistory of Psychoanalysis. The Etiology of Psychoneuroses (18861896), fue completamente
ignorado en Suecia por el ambiente psicoanaltico, aunque el autor se
desempeaba en
funciones acadmicas importantes y era responsable de la traduccin al
sueco de las obras de
Sigmund Freud.
Nacido en el norte del pas, en Lulea, Ola Andersson provena de una
familia de terratenientes
protestantes y puritanos que llevaron una vida
www.elortiba.org/dicpsi/a.html