Mi Primer Libro Gratuito
Mi Primer Libro Gratuito
Mi Primer Libro Gratuito
Mi primer
libro
gratuito
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mpmonstruo@hotmail.com
/edicionesdelmonstruo
Agradecimientos
Quiero agradecer especialmente a todas las personas que me
brindaron dinero a cambio de mi trabajo. A mi madre. A Guillermo de
Cadetera de la Baha. A Julin Simone. Al Pato Lliteras. A Jos
Barrutia y Mara Simonetti. A Ramiro Ferreri, especialmente. A Luis
Morandi y Patricia. A Eduardo el Chuter Iturra, me enseaste a
buscarme la vida. A Diego Genchi, con gran afecto. A la confitera Oasis.
A Diego Olivera. A Andrs Siliquini y su ex-socio Maxi. A Fernando
Bravo. A Johnatan Cabrera. A Daro Genchi. A Rodrigo de Mute. A Ariel
de 7Spirits, muchas gracias por invitarme a compartir tus vinos. A
Gastn Soubelet. A Cristian Palito. A las personas que me dieron
dinero a cambio de mis poesas impresas en las calles de Buenos Aires.
A todos los que compraron mis ejemplares de mi primer libro. Y a
todas las personas que me dieron propinas alguna vez por mi trabajo y
buena predisposicin.
Si alguna vez hubo un fallo o una discusin por dinero, fue culpa ma.
Todo se supera.
Tambin quiero agradecer a todos mis compaeros de trabajo de todos
estos aos. A Ral Ojeda. A Javier de Viedma. A Rodrigo Cisnero. A
Damin. A la Pitu. A Roxana, con afecto. A Luciana. A Javier de North
Western. A Oscar Carrizo, que siempre est. A Fiorella Gerardi. A
Gastn de Punta Alta. A Jorge Tillera. A Teche. A Cristian Marrn
Torres, soy tu pollo. A Laura. A Todo el personal de Cuk3, Luca, Walter,
Pablo, Quique, Julia, Juan A Gaby y Jose. A Paola. A Pepe. A Oscar del
correo, gracias por conseguirme esos aumentos.
Y a todos los que me dieron trabajo y los que trabajaron a mi lado que
me est olvidando en este momento; no por eso son menos
importantes en mi historia personal.
Para todos los trabajadores que se esfuerzan a diario y dejan de lado
sus aspiraciones para ganar dinero de la manera que les sea posible. Es
an mejor ganar dinero haciendo aquello que a uno le gusta.
Introduccin
III
Mi
primer
libro
gratuito
humanos que existen. Por lo mismo que he dicho antes, s muy bien
que a la vez que todos los seres humanos podemos ser iguales, tambin
debemos ser nicos; a ello debo sumarle una historia personal que me
acompaa en mi memoria y que me recuerda momentos de soledad
donde efectivamente yo he sido el nico ser humano que ha estado al
menos dentro de mi rango de visin; y no creo que ningn otro ser
adems de m haya estado alguna vez dentro de m, de mi cuerpo. En
cuanto a esto, me rememora a Thomas de Quincey; las Confesiones de
un opimano ingls me han resultado una lectura muy fructfera para
mi desarrollo intelectual, a pesar de estar su redaccin adscripta
fuertemente a la vida del hombre que fue Thomas. Mi redaccin
tambin est fuertemente circunscripta a mi vida y ello no puede
modificarse, sobre todo porque yo no lo deseo; es mi estilo propio, y
tengo derecho de decidir sobre l.
He pasado tanto tiempo en soledad y he permitido que tantas
personas me hablen mientras escuchaba sus palabras con claridad, que
hoy en da escucho voces en mi cabeza. Cuando me estoy en silencio, o
incluso cuando estoy en un lugar muy concurrido, escucho mi propia
voz hablndome en mi interior; y tambin escucho algunas veces voces
de otras personas, como las de mi abuelo dndome consejos, o las de
mi padre torturndome con sus crticas y quejas, o las de algunos
empleadores que tuve, dicindome que soy un intil; algunas noches,
escucho las voces de las mujeres que ya no estn a mi lado y no
puedo dormir. Si yo le contase a un psiclogo o un psiquiatra que
escucho voces si me obsesionase con ello-, entonces me
diagnosticaran un trastorno esquizofrnico y probablemente me
encerraran en una institucin mental que dicho as, suena mucho
menos terrible de lo que en realidad es-. Esto ocurre todo el tiempo; a
cada momento hay hombres y mujeres inteligentes de todas las edades
que son encerrados o puestos bajo un rgimen de medicacin
insoportable por no tener dinero ni poder, ponerse en evidencia y decir
que escuchan voces. El detonante del diagnstico es la falta de
expresin del paciente, que probablemente ha llegado a las instancias
profesionales de la salud mental porque ya no tiene manera de explicar
el gran conjunto de eventos desafortunados que le han quitado incluso
la coherencia a sus palabras. Por otro lado, el psiclogo se sentir
incapaz de tratar a una persona de mente profundamente trastornada,
mientras que lo derivar con un psiquiatra que seguir un simple
manual diagnstico; cuando el paciente mencione que escucha voces,
ya no habr mayor explicacin que valga, ser sntoma inequvoco de la
morbilidad antes citada Con todo esto, no quiero ser extremista ni
negativo, simplemente considero ser sincero, honesto, y mostrar la
II
El silencio coarta la esclavitud, cuando el artista entretiene al
esclavo para que se olvide de su condicin. Eso puede ser visto como
cruel desde cierta ptica. Ahora bien, Puede considerarse que el artista
es libre? O se lo debe considerar el ms servil de los esclavos, el
esclavo que sirve a sus semejantes? Porque, en esta ltima afirmacin,
podemos ver al artista como el guardia servidor del esclavista desde la
afirmacin de que entretiene a los esclavos para que ellos se mantengan
en su posicin servil-; sin embargo, si los esclavos se rebelasen, las
posibilidades de que su rebelin sea reprimida con fuerza es grande, y
por tanto, si ellos se entretienen con el arte, pues sus tareas se vuelven
mucho ms amenas. De todos modos, se ha considerado a travs de
mltiples estudios, que el arte es un mero divertimento de ricos y
poderosos; eso no explica las manas creativas de los ms oprimidos,
ciertamente.
Estas consideraciones son reflexiones del francs ganador del
Premio Nobel de Camus- antes que mas, pero que no dejan de
conmoverme y de estimular mi intelecto. Como dije, el mundo ya estaba
all antes de que yo naciera. Eso no puede ser absurdo. Como tampoco
lo es que contine las cavilaciones que otros han pretendido concluir o
han dejado inconclusas. Con seguridad, tiene mucho ms sentido
considerar que yo contine la obra de alguien que la haya dejado
inconclusa, o que la reversione simplemente (en caso de que fuese
ampliamente concluyente), y no afirmar que puedo crear algo nuevo que
jams ha existido.
El mundo ha sido injusto desde su comienzo. Y yo mismo soy
injusto, cuanto que emito un juicio de valor sobre l, cuando no he sido
testigo de su existencia. Lo que he visto y he ledo, aquellas personas
con las que he platicado, tienen que ser necesariamente muy poco en
comparacin con la totalidad del planeta. Mi pensamiento y mi paso por
la vida es tanto como un grano de arena en una playa; ms bien, en
todas las playas del mundo, porque as hago injusta mi afirmacin
cuanto que no conozco todas las playas-.
En mis reflexiones se mezclan las matemticas y el lenguaje
coloquial. Porque las matemticas tambin son un lenguaje; uno rgido
y estructurado. En esta expresin tambin soy injusto, porque es el
vocabulario y el abecedario tambin rgido, como tambin son
estructuradas las normas semnticas y ortogrficas. No soy injusto
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porque lo que yo diga sea falso, sino porque lo que estoy diciendo ni es
concluyente ni es definitivo; y porque no es justo que descalifique a las
matemticas en pos del lenguaje.
Previamente en la redaccin, he querido expresar que el artista, el
escritor (yo mismo, en este caso), es como un absurdo entertainer del
que vale la pena rerse a carcajadas como el ms desdichado bufn de
la corte. La lectura brinda entretenimiento; el conocimiento no vale
nada. No nos enriquece el conocimiento. Por otra parte, el hombre rico,
preocupado y receloso, no nos soltar un billete a cambio de ninguna
explicacin, si bien podremos quitrselo ms fcilmente de la mano
cuando logremos hacerlo rer y sus msculos se relajen. Todo esto
intenta expresar brevemente una idea muy compleja, que de seguro se
ir comprendiendo a medida que avance el libro y se conecten los
conceptos de escritura, educacin, mercado literario y entretenimiento.
Porque el artista tiene la capacidad de distraer a las personas de sus
actividades productivas y sus preocupaciones con su arte, y de sumirlas
durante al menos algunos instantes en la ms profunda estupefaccin y
admiracin. No voy a decir admiracin potica, pero simplemente
admiracin.
Toda la seriedad de mi discurso se revuelca en el barro
escandalosamente ante el primer sorbo de alcohol. Lo s y soy
consciente de ello, incluso luego del primer sorbo de alcohol. Incluso,
revolcndome en el barro demasiado ebrio de alcohol, soy consciente de
lo escandaloso de mi comportamiento. A veces las personas quieren ver
ms all de lo que tienen a simple vista, y lo hacen. Yo no digo que est
de ms conocer, pero deberan abstenerse si luego van a escandalizarse
por lo que vean. Los escndalos y yo, no solemos llevarnos bien.
No puedo permitirme retratar el mundo como un escenario de
dueos y esclavos, si no es cierto. No comprendo la rebelin de los
esclavos, ni la prepotencia de los dueos. Aparentemente yo he nacido
en algn punto intermedio entre esos dos extremos, que me brinda
cierta libertad. El absurdo del asunto es la libertad. En nombre de ella
se mata y se protesta, se sufre y se festeja. En nombre de la libertad, se
arrebata la libertad de vivir y se encierra a algunos, privndolos de la
libertad; la libertad es absurda. Los esclavos se rebelan porque anhelan
la libertad; los dueos la rechazan porque es el objeto de la rebelin de
sus esclavos sin embargo, aparentemente la poseen-. Al parecer, los
esclavos quieren la vida de sus dueos y los dueos no quieren la vida
de sus esclavos. La contradiccin, la paradoja, es el absurdo. El
absurdo sostiene el statu quo, es decir, el estado actual de las cosas; el
absurdo se perpeta en tanto no haya ningn cambio. Podemos
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III
Cuando Camus escribe que el dinero se presenta en nuestras vidas
como un medio de llegar a la felicidad, y que la felicidad es el fin, pero
luego se convierte el dinero en el fin, alejndonos de la felicidad, no es
del todo as. Sin embargo, yo seguramente lo he pensado miles de veces
as; pero l lo escribi, lo escribi y muri incluso antes de que yo
naciera Eso es impresionante!-. De todos modos no es justo que diga
que no es del todo as; me refiero a que yo no lo expresara as. Yo dira
que algunos se quedan en el medio. Jams llegan al fin. Abandonan la
carrera, se acobardan; renuncian a sus sueos y dejan de intentar tocar
el xito con sus manos.
Yo soaba con ser un escritor. Y ahora lo soy, pero me tropiezo con
el dinero. Me ha hecho feliz y me ha devuelto un sentimiento de
realizacin muy profundo la consolidacin de mi escritura. Ahora puedo
escribir a diario, todo lo que yo desee. Lo hago por simple gusto y
autodisciplina. Sin embargo, me quedo atascado en estos hechos que
relato. Qu ms voy a relatar sin dinero?
Ya no creo en la libertad ni tengo temor de sufrir. Hay maneras de
vivir. Muchas. Ninguna que garantice lograr los propios planes.
Ninguna garantiza una misin en la vida; ni coherencia, ni lgica.
Muchos escritores reniegan de su pobreza. Intentan mostrarse bien
pobres y condenados; tratan de apelar a la lstima de quienes pueden
ayudarles. Nadie es imprescindible. Ningn ser humano puede hacer
una diferencia. As me dicen.
El pobre Camus se quejaba, no tena dinero. Haba nacido en una
casa muy pobre. Viajaba siendo muy pobre. Deba buscar el hotel ms
barato y el restaurant ms simple. Le dieron el Premio Nobel y tuvo
dinero. Le dur unos tres aos su efmera felicidad y se estrell en su
auto contra un rbol. No tengo que emitir una sola reflexin al respecto;
los hechos se presentan y significan la historia que los relata. Eso es
justo.
Un ao despus de mi primer libro para ganar dinero, gan algn
dinero, pero poco. Escribo un libro gratuito, para ganar ms dinero.
Hace un ao me planteaba dos pginas diarias. Ahora estoy empezando
con cinco pginas diarias. Se me agotan los argumentos, eso de seguro.
Intento no dar vueltas alrededor de los mismos conceptos. Pero s que
se trata de escribir palabras. No van a tener un sentido especial. Ya he
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ledo lo suficiente como para saber que nadie tiene la historia infalible.
Las historias ficticias no me interesan casi nada. El realismo mgico
tiene poco que me atraiga ya, son demasiados agregados a la obra
realista para alejar la mente de las preocupaciones; yo busco soluciones
reales a travs de las palabras, no me interesan visiones que disfracen
los problemas de la realidad.
Hay temas que pueden darme un incentivo. Nombremos:
Economa, produccin, felicidad, dinero, contabilidad, msica,
matemticas, literatura, finanzas, intereses, poblacin, geografa,
sociedad, deporte, higiene, alimentos, organizacin Si abro un libro en
cualquiera de sus pginas y encuentro alguna de esas palabras, es
probable que siga leyendo un poco ms para saber la manera en que las
encadena con el resto.
Si busco dnde encontrar algo para escribir, en este momento
tengo algunos libros. Puedo abrirlos en cualquier pgina y escribir
sobre lo que sea que escriban all. Podra continuar su lectura. Podra
desistir de mi absurdo compromiso personal de escribir cinco pginas
diarias. Eso sera muy bueno. Podra dormir mejor. O tener horarios
ms normales.
Es degradante y frustrante permanecer con tu familia, comiendo
su comida, utilizando su vivienda, escribiendo durante la noche hasta
que casi sale el sol y dormir hasta pasado el medioda.
En la historia, los hombres han guerreado por comida, por
vivienda, por riquezas, por dinero, por mujeres, por territorios y por casi
todo lo que pueda existir. Cualquier motivo es bueno para guerrear
cuando todo se vuelve demasiado calmo y la frustracin es grande.
Luego de las guerras llegan las lamentaciones. Luego los ajustes de
cuentas. La esencia de la guerra tambin est en la discusin. Es un
conflicto de opiniones. Las visiones de los hombres contrastan y se
chocan. Para muchas personas es necesario que nadie se interponga
entre ellos y lo que desean, ni aunque sea intelectualmente; ello les
supone una molestia, un inconveniente, y consideran necesario
eliminarlo.
Para qu ignorarlo, hay tres o cuatro cosas que son bsicas en la
vida. Ahora el mundo es mucho ms complejo que antes de que
comience la historia escrita. O no. Comer, dormir, reproducirse Para
personas de mentalidades simples no existe mucho ms que eso en la
vida, con esos tres actos es suficiente para perpetuarla.
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IV
La inestabilidad emocional de las personas me lastima. Yo quiero
creer que mis emociones son estables, y que cuando se desequilibran es
por accin de los dems. Casi al final del segundo libro de La Repblica,
Platn diserta acerca del error y la mentira; finalizando su reflexin en
que nadie erra por placer ni por propia decisin, sino que es empujado
por el entorno a hacerlo. Platn me confunde un poco, porque tiene esa
lgica tpica de los filsofos, que va desde lo singular hacia lo general y
viceversa; digamos que es un extremista, en un instante une el
principio y el fin. A m suelen decirme as al menos; y cuando me dicen
as, por lo general es porque quieren negarme un pedido. Otras veces
me dicen que no s lo que quiero.
En el ltimo trabajo que fui empleado, el encargado del local me
habl despectivamente y lo invit a salir afuera a darnos de puos.
Luego me disculp y alegu que no me haban hecho contrato y que la
cantidad de horas exceda las de la ley. Entonces ellos me haban
negreado; y si me trataban como un negro, sera normal que
terminase por sentirme como tal y me comportase como tal. En la
charla que tuve luego del incidente con el encargado, l pas por todas
las emociones posibles como una calesita rusa en cuestin de una hora.
A muchas personas suele ocurrirle eso con el dinero.
El dinero es algo muy comn, est en manos de muchas personas.
Cuando uno piensa en dinero, no puede dejar de pensar en todas esas
personas. El trabajo y el dinero lo ponen a uno en contacto con todos
los intereses imaginables, tanto los ms altruistas como los ms
inmundos. Las personas pierden los estribos y los escrpulos por l.
Quin querra tener algo tan poderoso y tan terrible? Pues, Todo el
mundo!
El trabajo y el dinero son dos elementos que van de la mano
inconscientemente; quiero decir, que no media entre ellos la palabra
(eso me ha demostrado hasta aqu mi experiencia). Quienquiera puede
refutar esto de palabra, pero a menos que me pagase por ello,
seguiramos en la misma disyuntiva.
Aparentemente, la palabra distrae y desconcentra en el trabajo; es
que se trata de producir silenciosamente y con mucha atencin.
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est toda esa cuestin de los padres y la inocencia de los nios. Cada
padre es inocente de educar a sus nios como lo desee, y si hay quienes
no estn dispuestos a aceptar estas materias del mundo real para
compartirlas con otras personas ni con su familia, estn en todo su
derecho; no es mi deseo que las personas peleen ni discutan por nada
que pueda estar en mis palabras. Quiero que el hecho de que no haya
mencin directa sobre ninguna de estas materias en toda la extensin
de este libro sea una expresin de mi disciplina y que a travs de ella se
vea reflejado mi compromiso con el bienestar de las personas.
Imaginen que a Scrates lo condenaron a morir por la cicuta por
corromper a los jvenes; justamente por despreciar los mitos de sus
antepasados, por ejemplo. El deca que era cruel que se representara a
los dioses que deban ser perfectos y superiores, ejemplos de
ciudadana- con instintos malvados, como diseminadores de mentiras e
incitadores de peleas entre los hombres; no podan los dioses como
seres superiores entre los que poseen la anatoma humana, ser simples
humanos caprichosos, viciosos y corruptos. Era un razonamiento muy
adecuado y un buen punto de partida para desautorizar la injusticia y
no admitir la justificacin de los crmenes. Sin embargo, el padre de la
filosofa debi inmolarse.
Algo que siempre me pareci una verdadera ganga acerca de los
filsofos griegos (sobre todo Platn, Scrates y Aristteles por ser
ampliamente famosos), es que sus obras estn completamente en el
dominio pblico; es decir, no hay manera de que uno no encuentre a
estos tres filsofos para leer gratis en internet. Sin embargo, este hecho
es una situacin que puede crear cierto misticismo y desconfianza, ya
que no tendra nada de extrao que alguna persona escribiese una
historia adecuable a las que en las obras originales de estos hombres
existen y se la atribuyese. Por razones obvias, las obras primigenias de
estos hombres son casi inexistentes y no muy fciles de encontrar.
Busqu un Rimbaud que me refresque las ideas y me ayude a
continuar con la redaccin de este libro: La mano con pluma vale lo que
la mano con arado.
No quiere ello decir menos, y es el vivo retrato de una poca. Es la
misma poca en que Alberdi se indignaba: Galopar, sudar, asolearse,
mojarse, estropearse: hacer la guardia a las vacas, gobernar peones
imbciles, golpearse con todo bicho, mentir a todo trapo para ganar un
real en ventas de trapos, de cuernos, de cueros, de cerdas, esto s es de
la gran gente, altamente honrosa y brillante [].
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Estos hombres del Siglo XIX vivan terribles penas como creadores
intelectuales, porque de hecho en esos tiempos no haba plena
consciencia de los avances tecnolgicos. Ellos mismos daban estas
explicaciones y se ensalzaban en sendas expresiones porque era
necesario despertar a la poblacin respecto de la importancia
intelectual en el trabajo para el desarrollo tecnolgico y a travs de su
aplicacin el incremento consecuente en la produccin. Expresndose
conocedores de estas verdades, pretendan obtener el reconocimiento
necesario para ser empleados en puestos superiores de la cadena
productiva, siendo que sus manos seran mal empleadas en la tierra
cuando podan emplearlas en el papel. De todas maneras, esto no
significaba pereza de su parte ni mucho menos, sino expresamente lo
contrario, como luego prob el joven francs que no volvi a tocar el
papel y dedic su vida completa a un trabajo que no podemos calificar
de fcil ni leve.
Alberdi escribi las Bases que luego sentaran nuestra Constitucin
Nacional. Sarmiento que fuese Presidente ms luego, tambin expres
en momentos su disconformidad contra el mismo respecto. As lo hace
Lucio V. Mansilla y tambin Bartolom Mitre. Y yo tengo que escuchar
incontables veces injurias contra estos hombres que se estrellaron los
cuernos contra la pared para engrandecer este pas. Para que yo pueda
escribir en la casa de la playa de mis abuelos, soportando las
mascullaciones que me dirige cuando le contesto a sus quejas:
Parsito! Que te soporten tus padres, que lo nico que sabs es vivir de
los dems y ser un cerdo y un desagradable. Ya vas a ver, irrespetuoso!
Que yo nunca te he levantado la mano, pero No quiero que ests ms
en esta casa, A qu vienes ms que a incomodarme y faltarme el
respeto?
Yo a mi abuelo lo amo verdaderamente, aunque muchas de sus
creencias no tengan ni los ms nimios fundamentos, aunque muchas
veces sus argumentos estn desviados de todo mtodo racional e
incluso sea artfice de un especial sentido comn que le ha conferido su
experiencia de vida que de comn tiene muy poco. No necesito discutir
de cuestiones intelectuales con mi abuelo; l es una persona prctica, lo
admiro en gran manera; se ha empleado en ms producciones de las
que muchas personas podran imaginar, ha inventado dispositivos de
todo tipo, ha navegado las costas de toda la Argentina, ha buceado en
gran parte de ellas, ha pescado, cazado, enseado Por fuera de toda
admiracin que le tenga, siendo ntegro, tiene un gran corazn y ha
sufrido prdidas en la vida que no son para m imaginables. Y sus
explosiones de ira, si me afectan, simulo que no y hago mi mayor
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terminar mis pginas de hoy. Tal vez s. Podra haber usado otras, como
las que pirate de Escohotado, pero as se presenta el destino, la
providencia. Es el deseo del Gran Arquitecto y yo lo obedezco a mi
manera y por mi propio gusto. Adems, ya tengo con qu continuar, si
ya haba pensado argumentos que erogar con respecto a la piratera
digital y esos asuntos.
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V
Caminar por la noche, mirando las estrellas y la luna, disfrutando
la inmensa calma que reina junto al mar apacigua el espritu y atrae a
las ideas. Hay que oler la brisa marina y sentir la sal entrando por las
fosas nasales, cmo cura nuestros pulmones. La serenidad de la playa y
la de la persona se hacen uno.
Mientras camino, paso al lado de un hombre que me dice como al
pasar:
-Que ciudad careta, esta
- Yo lo miro, le sonro y sigo caminando.
-Y mir que yo soy careta contina, como intentando caerme en
gracia.
Entonces me doy cuenta que es un hombre que siente algo de
soledad y quiere charlar. Me detengo un poco e inicio una conversacin
con l. Nos saludamos con un apretn de manos y nos preguntamos
respectivamente nuestros nombres.
Le pregunto si es de Baha Blanca y me dice que no, que es de la
ciudad de al lado. Le pregunto si es de Punta Alta y me dice que
tampoco, que es de Villa Mitre.
Este hombre me cuenta que tuvo la suerte de compartir algunas
comidas y eventos ntimos con el Capitn Martnez. Trabaja en el polo
petroqumico.
Tiene una hija de mi edad que estudia Organizacin Industrial.
Ella est en la mitad del cuarto ao y ya casi termina la carrera. Y l
desea que mejor hubiese estudiado Letras o Filosofa.
-Organizacin Industrial, de qu? me dice con aplomo, excitado.
Cuando yo le cuento que escribo, l me dice que le gustara
escribir. Es cierto, tiene mucho que decir, es evidente. No logra
organizar sus ideas, y lo comprende.
-Yo hice la colimba, cuando era el gobierno de ese borracho
ignorante, inhumano; y el otro tambin me dice con amargura,
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inteligencia Todo el mundo puede ser una gran alcanca y cada uno
de nosotros personas-, las monedas y billetes que se aglutinan en su
interior. Hay versiones desautorizadas que sugieren que hay un cierto
nmero de lderes mundiales iluminados menor a la decena que
controlan toda la informacin que genera el mundo y dirigen a las
personas a travs de sus acciones; esto es posible, yo no le veo lo
descabellado; de hecho, yo he realizado una alegora en mi primer libro
que da cuenta descriptiva de cmo puede suceder un hecho de este
control indirecto; sin embargo, ello implica un conocimiento psicolgico
de cada persona individualmente que se relaciona directamente con la
falibilidad de las acciones dirigidas a controlar los actos de dicha
persona.
Nuestros sentidos dependen enteramente de las condiciones
atmosfricas. La presin, la humedad, la temperatura, modifican la
percepcin que realizamos del mundo exterior y de nuestro cuerpo. La
percepcin es un fenmeno completamente efmero. Comprendiendo
eso, es fcil suponer qu es lo que acomete a todas esas personas que
se nos muestran tan emocionalmente desequilibradas, que aparentan
vivir cada da como una vida diferente, un episodio aislado; en lugar de
vivir la vida como la continuidad de los das hacia la incertidumbre de
su muerte. Un amplio abanico de posibilidades se abre en estos casos y
puede ser tanto el temor mismo a la muerte o el desconocimiento del
legado que quedar tras de su muerte, o la obsesin por controlar dicho
legado, o la sensacin de proximidad de la muerte
Esta poca terrorista est marcada por los odios y las envidias
avalados por los argumentos ms diversos. Hay unas luchas entre los
jvenes y los ancianos, otras entre los hombres y las mujeres, otras
entre los farmacuticos y los naturistas; hay luchas entre los empleados
y los empleadores. Todos quieren marcar una diferencia y salir
beneficiados.
-Claramente dira una chica muy bonita y simptica que conoc
una vez. La fui a visitar cuando la internaron en una clnica
psiquitrica; incluso le escrib unas cuantas pginas que le le en la
clnica y a travs de las vivencias que tuve en parte con ella intent
comenzar la escritura de mi primer libro, que por supuesto no
trascendi. Y me la encontr afuera de una heladera de Villa Mitre
cuando sali de esa institucin. En mi primer libro elaboro un juicio
potico con respecto a las instituciones de recuperacin psiquitricas;
en realidad debera hacer una obra formal para tratar el tema, no es
algo para tomar a la ligera.
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VI
Hay un legado de poder que necesariamente supera el esfuerzo. La
necesidad se opone al poder. El poder nace en la fortaleza.
El legado gentico es una de las mayores fortalezas.
Los personajes sin nombre ni ascendencia herldica siempre son
ms dbiles que aquellos bien definidos; los que cargan con una
historia por detrs y una descripcin detallada de sus pasiones. Esos
son hombres hechos. Hay hombres por hacerse; si todos son factibles
de heredar el odio, la envidia, la intolerancia; pues es lgico que estos
hombres por hacerse sean objeto de desconfianza.
Hay que probarse a fuego para ser respetado. Es necesario
mostrarse valiente, tener nervios de acero; hay que ser osado, enfrentar
los temores, perseguir los sueos con la ms viva esperanza. Mantener
la posicin. Es vital mantener la posicin para mostrarse valiente y ser
respetado. Para ser respetado no es necesario ser temido, pero s
probarse libre de temor. Se puede ser temerario por tomar grandes
riesgos o emprender empresas peligrosas y salir airoso de ellas. Hay que
mantener la calma, no ceder ante la proximidad de la amenaza; hace
falta desconocer el peligro, no caer en la consideracin del fallo jams.
Un buen pgil debe saber, antes que golpear fuertemente, soportar los
golpes de pie y tener la entereza de una pared de roca. No habr pgil
que sea grande jams si no podr resistir un golpe y a la primer baja de
su defensa caer como caen los fuertes. La primer regla del pugilato es
jams perder el equilibrio; hay que mantenerse siempre en pie. La
segunda enseanza suprema del pugilato es levantarse cuando se haya
perdido pie. La tercera es no aceptar ayuda.
En algn momento comenc a considerar que en la vida hay que
hacerse fuerte, hay que soportarlo todo; sea lo que sea que se nos
presente, hay que enfrentarlo, no ya por una cuestin de orgullo, sino
para continuar con la vida.
Los aspectos sociales y polticos intento no analizarlos demasiado
en escritos como este. Cuando los afrento desde una posicin humana y
singular, siempre resultan absurdos a poco de comenzar su anlisis. No
hay anlisis social o poltico si no hay un inters que pretenda justificar
un comportamiento determinado a travs de dicho anlisis.
Cuando Trasmaco le asegura a Platn que la justicia es lo que le
conviene al ms fuerte, no se equivoca. Es verdad. Cada afirmacin que
pueda hacerse es verdad en las circunstancias singulares que llevan a
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VII
Visitar a un amigo luego de unos das sin comunicarse, es un gran
alivio. Regalarle un libro es un gesto que dice mucho. Dice todas las
palabras que hay en el libro. Tal vez algunas ms. Yo pude leer en
escasos dos o tres das todas las palabras del infierno de Rimbaud y s
que a mi amigo le tomar mucho tiempo ese libro en su posesin para
reconocer todo el conocimiento que encierra e integrar su contenido; sin
embargo, se lo he regalado porque ha sido suficiente para m con leerlo
una vez y he comprendido toda su fortuna, mientras que tambin
comprendo que le ser de gran provecho a mi amigo.
Si una sola persona puede tomar una frase de un libro y llevarla a
su vida para compartirla de su propia voz con otra persona, ese libro ya
es un tremendo xito.
Es parte intrnseca de la escritura la contradiccin. O es parte
intrnseca de la mente del escritor. En todas las obras escritas
encontramos la contradiccin. Tarde o temprano. Tal vez es condicin
indispensable para la vida, la contradiccin, una realidad inseparable
de la existencia humana. O es una absurda obstinacin que caracteriza
la dualidad occidental.
Dije antes que iba a tratar aqu especialmente la cuestin del
dinero, porque este es un libro gratuito, entonces el dinero debe de
interesar a quienes les interese este libro. Tambin dije, si no me
equivoco, que hay una gran diversidad de personas y de maneras de
pensar; en la actualidad conviven las ms variadas modalidades de
vida, incluso opuestas o encontradas.
Hablando a un amigo, le dije que en la Argentina hay cuarenta
millones de personas. Si de esos cuarenta millones, seleccionamos un
milln, eso sera el dos y medio por ciento. Si el dos y medio por ciento
de la poblacin de la Argentina colabora con un peso para que yo funde
una editorial, puedo juntar un milln de pesos. Cada una de esas
personas con un peso puede comprar cinco caramelos masticables en el
kiosco de la esquina de Costanera y Favaloro en Monte Hermoso. No se
me ocurren muchas cosas ms que puedan comprarse con un peso.
Considerando los porcentajes requeridos para aprobar un examen en
una institucin educativa, un dos y medio por ciento es prcticamente
nada. Nada puede aprobarse con el dos y medio por ciento. De hecho,
entre los estudiantes, un uno como calificacin de un examen es
equiparable a un cero, lo que es lo mismo que nada; y sin embargo,
veinticinco milsimas de unidad estn ms cerca del cero que del uno,
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ese trabajo, nica vez, una o dos veces al ao que lo realizaba. Con el
cobro de uno de esos trabajos, compr un micrfono Shure para grabar
algunos temas de Rap que yo haca; lo pagu doscientos cuarenta pesos
y hoy, ese mismo micrfono, por internet puede comprarse alrededor de
los mil pesos.
En el ao Dos Mil Ocho trabaj algunos meses para una
mensajera. Yo llevaba documentos, fotos, facturas, repuestos y otros
objetos en bicicleta entre diferentes puntos de la ciudad. Algunas veces
pedaleaba hasta diez kilmetros diarios o incluso ms. En algunas
ocasiones tuve discusiones con los clientes que queran aventajarme
trabajos realizados, es decir, pretendan no pagarme por mi trabajo o
pretendan que yo haba realizado menos viajes que los que haba hecho
en realidad; el trato con mi empleador era honesto. Cada viaje se
cobraba dos pesos con cincuenta y luego aumentaba la tarifa en
cincuenta centavos cada diez cuadras; el dinero se divida mitad para el
trabajador, mitad para el empleador, es decir, un peso con veinticinco
centavos de ganancia obtena yo por cada viaje de base. Trabajaba
cuatro horas diarias de Lunes a Sbado. Al final de la semana
acumulaba entre veinticinco a cincuenta pesos. En ese entonces yo
fumaba cigarrillos Marlboro y cada atado de veinte cigarrillos costaba
tres presos con cincuenta centavos.
A fines del ao Dos Mil Nueve trabajaba en una confitera cntrica
de Lunes a Sbado, de ocho de la tarde hasta el cierre
(aproximadamente las seis de la maana, la mayora de las veces).
Atenda la barra, dispensaba botellas, serva mezclas muy simples,
exprima jugos de naranjas, limpiaba vajilla, limpiaba los pisos algunas
veces, ordenaba las heladeras. Cobraba treinta pesos diarios y me
provean la cena. Un casco rebatible que me compr para mi moto me
cost cuatrocientos pesos. Mi moto que haba comprado ese ao
mayormente con dinero que me regalaron mis padres y mi madrina, me
haba costado siete mil novecientos pesos; una Yamaha XTZ de ciento
veinticinco centmetros cbicos de cilindrada; era usada, nueva costaba
nueve mil cuatrocientos pesos; a la semana de que yo la compr, en
Febrero de Dos Mil nueve, costaba diez mil ochocientos pesos cero
kilmetro. A la vez que trabajaba en la confitera durante la noche,
durante la tarde trabajaba en el taller mecnico del hermano de un
amigo; tenamos un trato excelente y an le tengo mucho aprecio. En el
taller mecnico trabajaba de Lunes a Viernes de tres de la tarde a siete
de la tarde y cobraba cincuenta pesos en un principio y luego de
algunos das comenc a cobrar sesenta pesos. En la confitera costara
unos diez o doce pesos una cerveza y unos quince a veinte pesos un
tostado.
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litro de nafta costara unos cinco a seis pesos. Una cubierta trasera de
la moto marca Metzeler unos trescientos a cuatrocientos pesos; un
juego de transmisin (corona-pin-cadena) entre doscientos quince y
trescientos pesos; una cmara unos treinta o treinta y cinco pesos.
Alquilar una cabaa en Sierra de la Ventana para semana santa me
cost ciento cuarenta pesos por da. Ese ao alquil un departamento
en el barrio universitario aqu en Baha Blanca por mil pesos
mensuales; contrato por dos aos desde Septiembre; a partir de
Septiembre de Dos Mil Doce, mil trescientos pesos, un aumento del
treinta por ciento despus de un ao; la boleta del gas era de treinta y
cinco pesos. En Diciembre de ese mismo ao, en Buenos Aires cobraba
ciento ochenta pesos diarios por trabajar de Bartender de Mircoles a
Sbado en un local de Las Caitas, de ocho de la tarde al cierre (las
cuatro o cinco o seis de la maana); tuve que discutir para cobrar y
hasta me bajaron el sueldo hasta llegar a ciento cuarenta pesos diarios.
En el ao Dos Mil Doce pagaba unos mil pesos de alquiler mensual
por una habitacin compartida en un hostel de Palermo, en la Capital
Federal. La cuota del instituto donde estudiaba Sommellerie costaba
setecientos pesos mensuales. Un paquete de fideos costaba unos siete
pesos, un sobre de cuarenta gramos de queso rallado entre cinco y diez
pesos; las naranjas llegaron a costar unos ocho pesos el kilo. El mismo
pasaje de tren que sala unos treinta y cinco pesos clase turista- en el
ao Dos Mil Diez, por ese entonces costaba unos cien pesos ya. El
boleto de colectivo costara un peso con diez centavos. La entrada a la
Feria de Vinos de Buenos Aires, unos doscientos pesos. Me contrataron
para hacer un evento por unos doscientos trescientos cincuenta pesos
como Sommelier y tambin trabaj en una exposicin de vinos cobrando
cuatrocientos pesos por ocho horas, es decir, cincuenta pesos la hora.
En Enero y Febrero de ese ao cobraba ciento cuarenta pesos la noche
por trabajar los Viernes en un boliche de Palermo. Poda salir a comer a
Palermo Hollywood y gastar ciento veinte pesos en una cena con vino y
entrada en Campobravo. Los precios del supermercado fluctuaban
mucho. Poda comprar tres alcauciles en la calle por diez pesos, o tres
paltas por quince pesos algunas veces. Una soga de saltar de cuero con
rulemanes me habr costado unos ochenta pesos y un par de pesas me
habrn costado unos veintisis pesos el kilo en una casa de deportes de
frente al Regimiento de Patricios.
En el ao Dos Mil Trece trabaj una semana en un taller mecnico
de motos de Palermo por unos cien a ciento cincuenta pesos diarios.
Compr una mquina de escribir por ochenta pesos y otra por ciento
veinticinco pesos. Viva con jvenes de Chile y Venezuela y el dinero que
cobraba diariamente se iba en un abrir y cerrar de ojos: Unos fideos,
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una salsa, jabn, detergente, una gaseosa, una cerveza, queso rallado,
carga de subte (que en ese entonces aument a dos pesos con cincuenta
centavos), algunas monedas para los nios que piden, un alfajor en un
kiosco Mis compaeros de vivienda provean casi todo. Los sueldos
que se ofertaban por trabajos estables no llegaban a los tres mil pesos.
En este Dos Mil Catorce me ofrecieron siete mil pesos por trabajar
todo Febrero en un restaurant de Monte Hermoso. Los nimos estaban
agitados, surgieron gastos imprevistos, se rompieron maquinarias del
restaurant, se crisparon los nervios, discut y me fui luego de cuatro
das por los que cobr mil pesos. Trabaj en un taller mecnico una
semana aqu en Baha Blanca y un solo da cobr cien pesos; el resto
trabaj ad-honorem.
El prrafo de las hormonas me hizo reflexionar profundamente
respecto del sexo como la diferenciacin sexual, la diferencia gentica,
de gnero. Tambin en las relaciones sexuales como todas las relaciones
sociales que se mantienen en la vida diaria, pero especialmente las
relaciones entre gneros. Aunque a veces lo considero, una parte de mi
interior se niega a reconocer que todo nuestro comportamiento y
nuestra vida est destinado a la reproduccin gentica.
Ment esta ltima cuestin desde la visin psicolgica y conclu
que toda la informacin de carcter psicolgico supone la inexistencia
de las emociones. Las emociones no pueden ser analizadas, porque son
arrebatos. Las emociones son las fuentes puras de las pasiones, no
pueden ser explicadas a la manera de las palabras. Las emociones no
pueden ser explicadas. A menudo, ignoramos nuestras propias
emociones o desapercibimos las ajenas.
La produccin escrita pierde la continuidad cuando hay que
atender asuntos variados y alojar preocupaciones en nuestra mente. La
memoria es una entidad maravillosa. No sabra cmo describirla para
no quitarle toda su virtud. Ocurre que las computadoras y la era
tecnolgica, el microchip, los bits, los bytes y La Matemtica como
siempre digo, le ha quitado toda la verdad al potencial espiritual
humano. No podemos medir una memoria humana; no la podemos
medir; no es matemtica.
Me preocupa la forma que ha tomado o que tome este libro.
Despus de las pginas escritas, es cierto que quien haya llegado hasta
aqu, lo leer hasta el final, pero es justamente eso lo que me aqueja.
Qu puedo decir que le sea de provecho al lector? Desde que llegu a
algn punto de mi vida, vivo en el absurdo ms profundo y el descrdito
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VIII
Cuando uno sabe lo que quiere, se conduce en su bsqueda con la
entereza de un magnate. Lo abraza todo, comprende que debe dominar
sobre sus pasiones y las de aquellos que estn entre lo que desea y s
mismo. Quienes se interponen a su paso, lo hacen cayendo en el
prejuicio y el temor les paraliza en cuanto son pronunciados los
argumentos sobre ellos. Son varios los niveles de poder del hombre de
conocimiento; el primero est en su fama, luego en su aspecto, luego en
su actitud, le sigue la palabra y finalmente le amparan la agilidad y la
fuerza; cuando no, le amparan los subterfugios de la trampa y el
engao.
Algunos hombres han sido educados de manera que comprendan
que el mundo debe ser necesariamente complicado, que se debe sufrir y
que la vida no tiene otra manera de ser que dolorosa. Eso puede
cambiar. Jvenes como yo pueden cambiarlo.
La pena de hacerse cargo uno mismo de lo que hay que hacer,
jams se va mientras uno se vale por s mismo; pero no tiene por qu
volverse frustracin. No hay razn para volcar baldes con perfume de
frustracin sobre los hermosos jvenes. A ellos hay que agraciarlos con
la belleza del xito.
El mayor incentivo para la escritura de un libro es que sea
interesante, que guste al pblico; que a uno lo reconozcan como su
autor y una persona intelectualmente interesante e inteligente. Es una
cuestin de ego en cierta manera, la escritura de un libro. Y por ello me
parece todava ms arriesgado y egosta, apuntar de antemano a un
determinado nmero de palabras, sean cien mil o doscientas mil o
quinientas mil (como saqu la cuenta que tiene aproximadamente El
pas de la nube blanca que estaba leyendo mi abuela).
Cuando yo creo que se puede escribir un libro completo en una
semana y que no hace falta de nada para escribir, es cuando ms me
equivoco y lo que yo proyectaba para cierto tiempo, se amplia a mucho
ms del doble; cinco o seis u ocho veces ms de lo que yo planeaba.
Para que el libro que yo planeo llegue verdaderamente a una franja
gruesa de personas, es importante que busque la opinin de todas esas
personas. Durante largos das he meditado cuestiones que hacen a la
integracin social y me han surgido ideas descabelladas, otras
socialmente aptas y tambin otras que resultaran evidentemente
personales.
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IX
Para un escritor, todos los das no son iguales de productivos ni la
productividad es la misma en cada momento; se puede decir que
cambia momento a momento. A ms palabras erogadas, mayor absurdo
recae sobre ellas. De repente, algunos das parecen haber sido
mentados para ser una completa prdida de tiempo; el conjunto de la
ciudad se mueve de manera extraa, las personas en la calle tienen
gestos imbciles; mengua el nimo, los sentidos parecen adormecidos;
todas las actividades que se realizan tienen resultados mediocres o
patticos; el sol ciega la vista, la presin atmosfrica parece afectar a los
sonidos de una manera singular; casi no se escuchan los vehculos
circulando por las calles...
Posiblemente, cada persona busca el cambio tanto como lo
rechaza. Las clases de la universidad me traen hace algunos das
incontables sensaciones de dja v es esta una expresin francesa que
alude a un fenmeno que es comnmente experimentado, pero que sin
embargo no s quin podra decir en carcter de autoridad calificada al
respecto, cmo se escribe correctamente con respecto a su ortografa-.
Entre tanto leer y repetir, escribir lo que ya fue escrito y transcribir
textos, la actual corriente del copy & paste, y tanto canibalismo literario,
parecera que nos estuvieran diciendo que es completamente absurdo y
una prdida de tiempo realizar cualquier tarea intelectual orientada a la
escritura. Para esta poca la informacin fluye de tal manera que
pareciera que est todo dicho, todo hecho; no hay manera de que
podamos crear, es todo repetir, consciente o inconscientemente. Para
m es una lstima que el entorno empuje a esta actitud, porque yo soy
amigo de la creacin; a m siempre me atrae grandemente lo nuevo y la
repeticin me produce un indiferente sinsabor.
Las personas buscan cualquier excusa para interactuar con las
personas que les interesan. Hay maneras de acercarse adecuadamente
a una persona y tambin hay maneras de atraer a las personas. Un
acercamiento brusco y un comentario atolondrado como si no tuviese
importancia, siempre tienen efectos de espanto para quien es objetivo
de estas atenciones. Si uno quiere obtener ciertos favores o
determinados bienes o lo que sea que le interese de otra persona,
siempre se obtendrn mejores resultados atrayendo a esa persona
mediante seducciones subrepticias que acercndose a ella aunque sea
de la manera ms suave y educada todo esto son observaciones que
pueden ser tanto propias sobre mi persona, como pueden serlo
observaciones de otras personas hechas a la distancia-. Cuando uno
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X
Cuando hablaba antes del proselitismo, tambin podra haber
regresado sobre la cuestin del dinero. Porque este es un libro gratuito
y su temtica gira en torno al dinero creo haberlo expresado
anteriormente en estas pginas-. Cuando paso tiempo en la universidad
escuchando las clases, se me figura que puede ser ms sobrellevable la
repeticin que lo que yo me imaginaba; aunque sufro bastante mientras
me estoy all sentado escuchando repeticin tras repeticin Aunque
est escribiendo, aunque est leyendo un libro; an as escucho y
retengo en mi memoria aquello que se dice. Y cuando la profesora
menciona a Durkheim, en seguida pienso en el libro de mi biblioteca
Educacin y sociedad; una seleccin con algo de Natorp y Dewey;
casualmente est sobre el tablero de mi habitacin como una de las
lecturas que tengo que realizar. En este momento debo estar leyendo a
la vez unos siete u ocho libros y adems debo tener unos treinta
pendientes de comenzar.
Me acuerdo patente cuando la mejor de mis profesoras de
literatura por lejos la mejor, la ms amante de los libros, de sus frases,
de sus suspiros y susurros- me explicaba que haba ms libros para
leer que los que ella pudiese leer durante su vida y que por ello no tena
por qu leer lo que le mandasen leer, sino lo que ella quisiera. Mi libro
es uno de esa inmensa mayora que no ley; no porque no quisiese o no
hubiese querido, sino porque mi libro lleg tarde, ms tarde que cuando
ella se fuese a volar con los pjaros. Eso me entristece, porque soy
humano. Soy humano, no soy una mquina de escribir palabras
organizadas Soy humano. Quiero ser feliz, pero mi destino es sufrir y
soportarlo todo a pesar de todo, con una sonrisa bien grande en el
rostro, porque soy humano.
Hay algunas personas que tienen la capacidad de leer, y leer como
si ello fuese algo muy importante, pero, por sobre todas las cosas, algo
muy bello. No importa qu sea lo que est escrito; es la capacidad de
leer de la persona, la que hace hermoso eso que est siendo ledo. Hay
que tener paciencia, ser muy pero muy paciente para leer en esa
manera tan hermosa. Hay que tener una calma muy bien lograda, tan
bien lograda que nadie consiga romperla ni ose desafiarla siquiera.
Ya est escrito con anterioridad en un libro, que un libro no se
escribe en una sola noche. Es una metfora, pero tambin es un deseo
de equilibrio, una expresin de contento y de bienestar.
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XI
Se me figura que si escribiese una novela de personajes, sera
mucho ms fcil lograr un determinado nmero de palabras, porque
entonces podra dejar que en mi mente los personajes hiciesen y dijesen
lo que les plazca, podra dar rienda suelta a mi mente (lo que es lo
mismo); y sin embargo, nada de todo eso estara relacionado conmigo
mismo, es decir que yo no debera responder por nada de lo que mis
personajes dijesen, porque seran ellos y no yo quienes dijesen tales
cosas e hiciesen los actos ms ridculos aunque todo ello fuese
imaginario. La ficcin tiene esa particularidad de eximir al escritor de
toda responsabilidad sobre lo que ha escrito; como si su expresin le
fuese ajena. Como ya escrib un libro y lo vend, s s que un escritor
debe responder por mucho de lo que escribe; no es tarea fcil y se hace
gratis.
Si todo es posible en el discurso, hablado o escrito, entonces
pueden decirse o escribirse mil sandeces y luego refutarlas; tambin es
posible hacer una obra y luego destruirla; pero no puede destruirse una
obra que no ha sido creada. No pueden destruirse las ideas, no puede
eliminarse el conocimiento de la mente de una persona a disposicin de
otra. Puede, sin embargo, destruirse una obra que no ha sido creada
por uno mismo, incluso anterior a la vida propia en su expresin
material, claro est-; pero ello implicar siempre cierta culpabilidad y
ocasionar descontentos.
Si yo no fuese muy original ni pragmtico Si escribiese este libro
completo sin incurrir en cuestiones personales Si las posibilidades
fuesen mayores... O fuesen menores
La vida es, ser, sera, fue, hubiese sido, lo que es.
Cada frase que simula una coda, cada frase que da tensin al
texto; el momento en que parece que va a terminar, pero no... El
escritor puede sentir cundo va a terminar un libro. Y el lector
necesariamente sentir lo que el escritor le comunique.
Para brindarle mayor complejidad a un texto, un relato, un ensayo
o un libro, luego de la simple redaccin se comienzan a usar estrategias
determinadas que le brindan cierta dificultad a la lectura pero que no la
hacen imposible (surgen los parntesis). Surgen los dilogos, que
comienzan con guiones como tambin, las aclaraciones en tono
diferenciado, entre guiones-. Ms luego aparecen las expresiones entre
corchetes (como una stravaganza [sic]) o las palabras resaltadas entre
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XII
Todo el da pienso en este libro, pienso en escribir, anoto en mi
mente frases para escribir y temas para desarrollar. Por ejemplo, las
redes sociales. Me refiero a las redes sociales de internet. Vayamos
primeramente al internet. El internet fue desarrollado en una
universidad; con fines educativos y comunicativos para la enseanza y
el aprendizaje. El internet es un medio de telecomunicacin; una
comunicacin a distancia. Su funcin es la de exacerbar la produccin,
es decir, efectivizar la produccin en el tiempo. Pensmoslo as: las
universidades se componen de edificios muy grandes; entonces se crea
este sistema en un principio para que las personas que trabajan en
diferentes sectores de la universidad puedan comunicarse sin tener que
caminar a travs de toda ella. Analicemos: Si el Decano del
Departamento de Filosofa necesita saber los horarios del Profesor
Adjunto de la ctedra de filosofa aplicada, y este ltimo se encuentra
en una oficina que est en el ala opuesta del edificio, puede
preguntrselo a travs de una computadora sin necesidad de cruzar
todo el edificio. Indaguemos ms profundo en el asunto: si el Decano del
Departamento de Filosofa recorriese los pasillos hasta el otro ala, se
vera obligado a ver una cantidad grande de alumnos o a algn profesor
que intentase comunicarse con l (o tal vez no); tal vez su importancia y
su grandeza que lo convirtieron en Decano del Departamento de
Filosofa, surge de su especial reserva que lo convierte en una persona
misteriosa lo que es una concepcin bastante oscurantista, bastante
universitaria, no puedo dejar de decirlo-.
El ideal educativo organizado en mi propia concepcin-, se
compone de un pilar central que es ideal tambin: Los hombres pueden
hacerse de un conjunto de conocimientos compartidos (comunes). Est
supuesto que compartir un conjunto de conocimientos es una
caracterstica que propicia el sentimiento de identificacin entre las
personas que lo comparten.
En mi opinin, la interrelacin que se hace entre los juegos de
palabras, que implica repetirlas con cierta mtrica entre sus slabas, la
consideracin del ordenamiento de las vocales, las conjugaciones de los
verbos, la transmutacin de los sustantivos Ello, como un todo, lleva
hacia la poesa la poesa en su concepcin ms matemtica, llevada a
la prctica desde su concepcin terica aplicada en un modo natural y
privilegiado-. Quiero decir, es mi opinin, pero no puede negarse la
supremaca de la poesa porque combina todos los factores estticos
que son la fuente de la admiracin humana.
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Las personas con las que nos relacionamos, los lugares a los que
asistimos, el tiempo que permanecemos en esos lugares o con esas
personas, incluso el tiempo que pasamos en soledad y las actividades
que desarrollamos en esos momentos de soledad, influyen en nuestra
conducta. Por ejemplo, desde que paso tiempo en la universidad,
escribo de una manera mucho ms cientfica esto no tiene nada que
ver con mis lecturas, sino con los monlogos de los profesores-; esta
expresin cientfica es elitista en tanto que llega a una cantidad menor
de personas, porque resulta que las palabras que encierra, los
argumentos que desarrolla y las cosas que dice son pesadas,
densas.
Por otro lado, s que hay literatura acerca de la cosificacin del
lenguaje. Cuando el lenguaje es tomado como un objeto, se permite
manipularlo aunque sea idealmente-, transformarlo, apretarlo,
recortarlo. Sin embargo en mi concepcin personal- yo considero que
la cosificacin del lenguaje ms extrema consiste en reducirlo a la
repeticin de una palabra central: En el argot ms universal, esa
palabra es, justamente cosa.
En el caso de la ltima palabra del prrafo anterior, por ejemplo,
he recurrido a las comillas como un elemento de mayor fuerza para
evidenciar el primer plano de esa palabra; me han parecido ms
efectivos esos smbolos (o caracteres) que las bastardillas, porque estas
ltimas son una deformacin de los caracteres estndar que conforman
la palabra, mientras que las primeras, agregan caracteres a la palabra,
hacindola sobresalir con respecto al resto del texto.
Quiero continuar firme en las mismas cuestiones que plante
anteriormente: Me opongo a tratar en este libro las cuestiones del sexo
y las sustancias alteradoras de la consciencia.
Para el cierre de la clase de psicologa I queda muy poca gente
sentada en el aula. En ese momento se desarrolla un debate
interesante. Los alumnos comienzan a hablar con sus propias voces; e
incluso se debaten entre ellos y no con el profesor. De cierta manera, el
profesor abandona su posicin central de elaborador de la palabra y
pasa a un plano secundario, de moderador de las palabras y los
nimos. De todas maneras, en esta clase de psicologa I, la profesora no
se desarrolla tan equilibradamente como moderadora: Los nimos se
turban.
La turbacin de una persona contagia a las dems. Yo aprend a
mantener la calma y autopersuadirme de no realizar accin hasta el
momento de proximidad ms lastimera del peligro. No s si llamarle
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XIII
Voy a desviarme de mis preocupaciones personales para brindar
alguna riqueza a las palabras de este libro.
Estuve reflexionando sobre el sistema penitenciario. Lo voy a
explicar desde el fondo; desde atrs, al revs A un mecnico le dije que
un libro se escribe al revs: Primero el libro y finalmente la
introduccin, porque as la introduccin ser ms clara, al tener bien
definido el contenido del libro, de modo que atraiga a un mayor nmero
de personas-. Voy a empezar desde el hombre condenado a cadena
perpetua que muere en la crcel. Entonces vayamos al fenmeno de la
crcel; una institucin similar a un convento, donde hay reglas
estrictas. Las personas encarceladas estn aisladas de la sociedad y
privadas de su libertad personal. Esas personas all encerradas han
sido rechazadas e incluso discriminadas por el resto de la sociedad. Se
las considera de probada peligrosidad para otras personas y para s
mismas su peligrosidad ha sido probada en juicio, para ello se ha
constituido el sistema judicial-. Si consideramos el pensamiento
absurdo de Camus, nos convenceremos de que el asunto ms profundo
que debe analizar la justicia, es decir la fuente del nacimiento de la
justicia, es el conflicto que surge de la muerte innatural es decir, el
suicidio; y el asesinato (con posicin preponderante) como evento
desencadenante de una serie de sucesos y sentimientos negativos-. Yo
afirmara que el sistema penitenciario es sumamente improductivo por
su concepcin. Es decir: El sistema penitenciario considera que la
violencia ejercida por el delincuente carcelario es contagiable al resto de
la sociedad y por eso el delincuente merece ser encarcelado a fin de
proteger a la sociedad de la pandemia de violencia. Sin embargo, el
sistema penitenciario no considera que la violencia ya sea pandmica y
que afecte al sistema penitenciario. De hecho, la violencia est
estrechamente relacionada al dolor. Las crceles generan dolor a los
encarcelados, al parecer. Desde el momento que conocemos que existe
ese dolor, estamos dispersando dolor al resto de la sociedad, creando
una pandemia de violencia. Efectivamente, es la sociedad que ejerce
violencia sobre el delincuente carcelario, y se lo asla en la unidad
penitenciaria para protegerlo de sus reacciones hacia esa violencia que
la sociedad le ejerce.
Me parece haber comenzado a abrir puertas a patadas
directamente. He comenzado a irrumpir espacios abruptamente y me
voy ganando la confianza en ellos con cautela y prudencia. As estoy
escribiendo; indagando en todos los asuntos sin permiso, sin vergenza
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El dilogo que tuve con mi amigo me hizo recordar que algo similar
ocurri unos das antes con una amiga de l, tambin de Chile, de la
ciudad de Iquique. El Veinticinco de Marzo, ella me pregunt:
-Qu es para ti la perspectiva?- Y esta pregunta me la hizo de
improviso, sin mediar ninguna introduccin previa.
-El abanico limitado de observacin que se abre desde el punto de
vista en el que se posiciona el observador. Quiero decir, el mundo visto
desde cierto lugar determinado.- Respond intentando ser breve y claro.
Hoy mismo es da de paro nacional. Aparentemente no hay
transporte pblico y no trabajan los empleados bancarios. Segn
comentaron en el grupo de Facebook de la licenciatura que estudio, el
paro es convocado por la CGT (la Confederacin General del Trabajo)
se me ocurre que lo mismo dara llamarle Congreso General de los
Trabajadores, o Congregacin General de Trabajo, o Consejo Gremial
del Trabajo-. Y me expongo a ser proclamado gran ignorante ante mi
desconocimiento de los hechos. Incluso a ser juzgado por emitir opinin
sin fundamentos suficientes. Qu puedo hacer? Al fin y al cabo soy un
gran ignorante
No me resulta agradable recaer en la actitud de circunspeccin que
implica emitir un gran nmero de palabras sin arribar a ninguna
reflexin integradora ni conclusin del asunto; sin embargo, los
enfoques que debo considerar son tan variados, que superan mi
capacidad de mantenerme despierto al menos Debe comprenderse que
no es posible mantener un enfoque exhaustivo cuando la vigilia debe
ser finita y una obra escrita exhaustiva debe de contener un gran
nmero de palabras para lograr su cometido-.
Tengo que decir que justo cuando comenzaba a pensar que no
tena nada para escribir, dej de escribir durante algn tiempo; y
durante ese tiempo me surgieron miles de ideas que escribir. Pero lo
cierto es que las apunto en mi mente y para cuando me siento a escribir
ya no estn al alcance del primer tiro de lazo. Siempre aparece algo
nuevo. El universo de mi mente se expande ms all de lo oscuro del
horizonte y lo inalcanzable; y todo el espacio est cubierto, todo l est
lleno de palabras y conocimientos, de conceptos e imgenes en
movimiento constante. Lo que yo pretenda escribir sigue estando all,
puedo verlo; pero no puedo escribirlo, porque en el espacio intermedio
surge algo y mis dedos siempre estn ms cerca de esto que de aquello;
no es que aquello carezca de importancia, sino que todo se relaciona, y
la jerarqua parece abarcarlo todo.
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XIV
Durante estos das me rondaron la cabeza las palabras que estn
escritas en una edicin de las Bases de J. B. Alberdi que poseo. Segn
lo escrito, Alberdi escribi las Bases en dos meses. Y de verdad que son
muchas palabras y deben de tener mucho contenido! Al lado de
semejante logro, no puedo menos que sentirme un ser inferior y un
escritor desdichado. Afirmaciones como esa me quitan las ganas de
escribir.
Me debato constantemente en mi interior Debo escribir en
funcin de universalidades o en funcin de mi visin particular y
personal? Como escritor, en primera persona, o de manera impersonal,
o interpelando al lector? Bueno, en cuanto a la interpelacin al lector,
s por parte de una compaera de cursada y por parte de mi odontloga
que a algunas mujeres particulares, les resulta algo difcil de leer, les
resulta molesto en cierta manera que el autor les interpele.
Llega un punto en que me muestro de lo ms insoportablemente
obsesionado por el lenguaje. Es algo de lo ms absurdo. A nadie le
interesa el lenguaje -seamos serios-. Hay muchas cosas ms
importantes para el comn de los mortales; como comer y jugar y tener
relaciones. Hay un poeta Bahiense llamado Mario Ortiz, que escribi
una serie de libros titulados Cuadernos de Lengua y Literatura; yo tuve
la oportunidad de hojear uno de ellos que obtuvo una ta de mi padre.
Le en l una cuestin acerca de las tipografas (fuentes o letras), que
mencionaba algo sobre la placa que est en la luna con mi
imprecisin, no quiero decir que me tomo a la ligera el trabajo de Mario
Ortiz, sino que simplemente no he tenido la oportunidad de dedicarme a
leer su trabajo-. A Mario Ortiz lo veo ocasionalmente conduciendo su
bicicleta, algunas veces por la maana hacia la Escuela de Agricultura y
Ganadera, pedaleando con fuerza detrs de sus gruesos anteojos.
Cuando le tal cuestin de las tipografas en su libro, me di cuenta de la
pura obsesin del lenguaje en l y comprend que para m eso era muy
interesante, pero Para cuntos ms puede resultar tan interesante?
A medida que uno pasa cierto tiempo con alguna persona, es
importante diversificar los intereses para tener temas de conversacin;
es de no menospreciar, que los datos que mayor capten la atencin del
interlocutor, debern ser necesariamente muy especficos, delimitados
dentro de cierta rea, no importa cul, para que sean nuevos y
atractivos. El conocimiento es atractivo. Cuando uno conoce personas
con las que no ha tenido ninguna clase de relacin con anterioridad, es,
al contrario del caso anterior, lo ms normal mantenerse neutral;
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estos padecimientos mentales; los ignora, los evita. No quiero decir que
sean o no sean graves; no escuchara la opinin de un profesional de la
salud mental, ellos son negociantes. De hecho, no creo que haya
manera alguna de hacer desaparecer estos malestares ni que puedan
ser tratados en otra manera que no sea personalmente para reducir su
impacto; y an as, su reduccin no ser efectiva.
Me impacta ciertamente escribir durante las clases universitarias.
Es absurdo tener que asistir a clases para escribir. He dejado aqu
escritos muchos prrafos acerca de la educacin formal institucional.
Me imagino que de alguna manera, cualquier profesor universitario que
lea algunas pginas de este libro, se sentir en cierta manera criticado o
puesto en evidencia. Esta no es la meta que yo persigo con este libro;
pero tal vez s un objetivo intermedio. Quiero decir, yo pertenezco a un
plano en el que tengo algn cmulo de conocimientos que comparto con
el resto de las personas; sin embargo yo lo hago de modo gratuito,
mientras que los profesores comparten sus conocimientos de manera
onerosa (ganan dinero por ello y lo hacen para ganar dinero a la vez). Yo
no puedo abstraerme de mi posicin y es necesario que muestre este
espacio social desde mi punto de vista joven. Repito: No quiero
denunciar, desautorizar, despreciar a los profesores, sino demostrar mi
posicin que tambin es merecedora de un sueldo acorde a las
circunstancias nacionales, en tanto mi labor es muy similar a la de
estos profesores que obtienen una ganancia por su labor.
Si existe verdaderamente un conjunto mayoritario normal de las
personas que conforman la sociedad y observan el orden establecido de
cierta manera, yo debo de representar un singular o un conjunto
reducido, anormal, que se inserta en la sociedad y la observa de
manera incierta. No dira que esta manera es, en definitiva, negadora o
negativa; dira que esta es una manera negada de observar la sociedad
y su orden establecido.
Es comn escuchar de los profesores de Historia que la sociedad
de la Edad Media, era una sociedad feudal. La caracterstica
determinante de la sociedad feudal es la de clases o castas sociales
inflexibles, que se interrelacionan verticalmente y con fines de
explotacin; no hay lugar para las emociones ni relaciones
concretamente humanas entre las diferentes clases sociales. Eso existe
hoy en da, al igual que existi en la Edad Media. De hecho no hay
escepticismo en esta posicin filosfica que planteo, sino que hay una
observacin objetiva y absoluta; porque el escepticismo implica el
desprecio de la observacin y la construccin de un plano ideal que se
superponga y reemplace a los hechos que suceden. Efectivamente, la
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XV
No voy a dejar de decirlo: Al final del da, todo se reduce a
nmeros; es la cantidad de das vividos, la cantidad de horas que
componen el da, el nmero de horas que dormiremos, el dinero con
nmeros impresos, los aos que cuenta el anciano y el respeto que se
merece por ello. Cuntas veces hemos repetido la misma actividad?
Cuntas veces hemos inhalado y exhalado en la respiracin desde
nuestro nacimiento? Todo es cuantificable y estimable por medios
matemticos y probabilsticos; hemos llegado hasta la computadora
matemticamente, mediante un sistema numerario muy simple de
combinaciones binarias el mayor exponente del mundo occidental, la
dualidad
[vivo/muerto,
prendido/apagado,
vaco/entero]-.
La
combinacin puede ser una expresin teolgica que abrace la eternidad,
como la agregacin que engrandece a las especies a travs de la
reproduccin, por ejemplo. Nuestro conocimiento binario y
computacional ha incluso estimado la memoria de manera virtual y sta
ahora puede ser cuantificada como un conjunto de caracteres, o de
representaciones combinadas de
dualidades (unos y ceros
[elctricamente
cargado/descargado]),
nombrados
como
bits,
organizados en bytes y sus expresiones exponenciales (Kilo-, Mega-,
Giga-, Tera-); sin embargo, no existe manera alguna de cuantificar la
memoria como la verdadera capacidad mental que podemos identificar a
modo de una herramienta intelectual especfica que se ocupa de
almacenar conocimientos. Lo cierto es que desde la supremaca de la
Escuela Pitagrica (segn nos han educado), ya no podemos separar
nuestra existencia de las matemticas. La computacin ha generado
concepciones ridculas de las capacidades mentales y sus velocidades
inherentes, como el proceso de datos, el almacenamiento o la
aceleracin grfica.
Puede que el desarrollo de un intelecto agudizado sea una
herramienta muy valorable para la supervivencia, la obtencin de
resultados y la satisfaccin de los deseos en la sociedad. Sin embargo,
el desarrollo fsico no es de menos valor y tal vez est aparejado al
intelecto o no. Es evidente que al cuerpo lo manipula la mente y no al
contrario.
A pesar de padecer algunos malestares digestivos, asisto de todas
maneras a la universidad; y an escribo. Hace mucho tiempo que
padezco malestares estomacales y en cierta manera creo que son
sntomas somticos de estados de ansiedad profunda. Me preocupan los
exmenes universitarios; me preocupa el dinero; me preocupa no tener
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XVI
Una vez ms, estoy escribiendo en clase. Me imagino que un lector
vido, a travs de la lectura de este libro, asistir a la crisis de escritura
de un autor. Porque puedo u otro puede- decir de m que estoy
atravesando una crisis de escritura. Esto puede ser definido
brevemente: Lo escrito comienza un ciclo de repeticin de
preocupaciones alrededor de la imposibilidad de escritura, los focos de
inters disminuyen drsticamente
Viaj durante el fin de semana al cerro Tres Picos y lo escal hasta
su cima. Me acompaaron tres amigos, pero ninguno de ellos lleg
hasta la cima. Volviendo del viaje, le dije a mi amigo que manejaba su
vehculo, que haba juntado en mi mente mucho material para escribir
durante el breve perodo que pasamos en las montaas; l me pregunt
si era algo en especial para este libro, pero le dije que no, que este libro
lo escribo sobre la marcha, no tengo que pensarlo.
En algn momento del viaje, uno de mis amigos mencion lo difcil
que le pareca viajar a otra ciudad y trabajar en ella, encontrarse el
sustento y aplicarse a la vida disciplinada de caminar por la calle en
soledad y enfrentar los peligros que se presentan. Me hizo recordar a
mis andanzas por la ciudad de Buenos Aires; sent melancola por los
das pasados y me sent halagado por su afirmacin. De todas maneras,
a muchos de los que me hayan conocido en la Capital Federal por
aquellos tiempos, no les parecer mucho lo que viv all ni sorprendente
nada de lo que yo hice. Y a mis amigos tampoco les parece tanto la
mayora del tiempo. Tal vez el comentario de mi amigo slo fue un
aliciente momentneo acertado para hacerme sentir bien a pesar del
cansancio.
De repente, detengo mi mente mientras comienza a llenarse el
saln de actos de la universidad durante el cambio de materia y me doy
cuenta cmo me posiciono fuera del tumulto y observo al grueso de las
personas como si se tratase de una masa informe, furibunda y falta de
perspectiva. Mis palabras no valen gran cosa Pedagoga es una clase
concurridsima. Pienso: -Esta mujer [la profesora] debe de ganar una
fortuna-. Seguro no me equivoco, o tal vez s en mi juicio. Los
estudiantes hacen una valoracin superficial y pretenciosa de la
educacin y la evaluacin de conocimientos adquiridos; est esa
cuestin del estudio de memoria, la comprensin y la autora o la
autoridad de las ideas. En realidad, ms bien, yo comprendera la
autora quam modo expresiones de determinadas ideas y no como la
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XVII
Llevo algo ms de dos meses escribiendo este libro y apenas he
sobrepasado la mitad de la cantidad de palabras que yo estimo
necesarias para su conclusin. Lo cierto es que cada vez que tengo algo
de tiempo libre, prefiero utilizarlo para hacer deporte, levantar pesas y
salir a correr o saltar la soga y pegarle a la bolsa de boxeo que colgu en
el patio de la casa de mis padres. Entre ejercicios, es necesario cierto
tiempo de recuperacin que resulta ocioso, porque el momentneo
agotamiento lo nico que permite es sentarse con la vista fija en el
vaco, oyendo escasos pensamientos en la mente y meditando
profundamente.
En el plazo que yo estimaba escribir el libro entero, he escrito
solamente la mitad; esto es producto en gran parte de la universidad.
En ningn momento me divierte ni me asombra en nada la universidad;
me resulta absurda y la rechazo. Antes de entrar a ella, realic mi
hiptesis; ahora estoy desarrollando mi tesis. Estoy utilizando la
universidad como objeto de estudio: Lo que an me tiene en la duda es
cul ser la reaccin de la universidad ante este estudio. Por ahora, su
reaccin espontnea es interesante; se presenta curiosa de cierta
manera. El alumnado me desconcierta y me asombra; los comentarios
son escasamente inteligentes, pero sin embargo se demuestran
intereses muy vidos; la mayora de las personas que lo conforman son
inocentes e infantiles. La supremaca de las mujeres me resulta sin
precedentes.
Estuve discutiendo con mi pareja las ltimas noches acerca de mi
desinters por las palabras. Estoy perdiendo la fe en el lenguaje. Ayer
hice abdominales hasta llorar y llen mis manos de moretones
golpeando la bolsa de boxeo sin vendas ni guantes; cuando desist, una
de mis manos estaba muy hinchada y tuve temor de haberme quebrado
un nudillo. De todos modos, sumerg mis manos en agua caliente con
sal gruesa y presion la zona hinchada con los cristales de sal; este es
un remedio maravilloso y de muy rpida accin; un da despus, slo el
enrojecimiento y una leve hinchazn en la mano ms lastimada delatan
lo sufrido. Mientras golpeaba la bolsa de boxeo y senta el dolor,
pensaba que as me preparo para golpear hombres los rostros tienen
huesos, que son ms duros que la viruta de goma que llena mi bolsa de
boxeo-; pensaba en historias de personas sufridas y en mi propia
historia de sufrimiento personal para alimentar mi furia a la vez que
golpeaba ese saco inanimado con la intencin de fortalecerme para el
futuro lastimndome ahora.
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XVIII
Me siento en el comedor de casa de mis padres a escribir mientras
tomo un vino: Pecado, un vino del Norte del pas; con algo de cuerpo,
concentrado; un Cabernet Sauvignon del Dos Mil Diez, sin aroma a
piracina pero con cierta nota picante en boca que le delata, de aroma y
sabor cocidos, medianamente concentrado. Escribo en la netbook Acer
que me entregaron mis padres mientras resida en la Capital Federal el
ao pasado; la mquina est encima de un inmenso atlas. Algunos
libros que me interesaron en el momento a mi costado: La revolucin
industrial, Los orgenes de la antropologa, La gente de Seldwyla, el
segundo tomo de las obras completas de Camus y Ciudad y utopa;
todas ediciones del C.E.A.L., menos el de Camus que es una edicin
mucho menos econmica de Editorial Aguilar.
Vuelvo a practicar la descripcin objetiva; esto siempre es
renovador para la escritura y trae nuevas temticas sobre las que
escribir.
Tom un gran pster cartogrfico del mundo y lo pegu en la pared
de mi pieza. La Geografa es mi materia pendiente, siempre. Hace algn
rato pas ante el pster y vislumbr La ciudad de Ho-Chi-Mihn
(Saigon); queda en Vietnam. El libro de la vida real de Salgari ha sido
muy revelador; l estuvo en Malasia, muy cerca de all. Resulta que
hace poco, el poeta Marcelo Daz, de mi ciudad, hizo un reconocimiento
a un cierto editor, Mangieri, que pude escuchar en un documental
hablar acerca de la impresin de poemas del tal Ho-Chi-Mihn con su
Editorial La Rosa Blindada Al parecer era un grandioso poeta
adems de revolucionario Son algunas de esas coincidencias que
hacen tan especial la vida desde mi propia perspectiva.
Puede que todo conduzca a un mismo sitio, no lo s. Si estoy ebrio,
no lo s. Mi claridad mental es tanta o ms como la que siempre tengo
antes de que aparezcan otras personas a interponerse entre mis planes
y su realizacin. Por qu tiene el vino que afectar especialmente mi
mente de manera que todo lo que yo percibo cuando lo he bebido sean
representaciones ideales y espejismos? Yo creo que estas son malas
asociaciones realizadas con poca seriedad. No puedo decir tampoco que
sea algo contemporneo porque ya en los filsofos griegos se encuentra
esta relacin entre ebriedad y bebidas alcohlicas.
Mi abuela tiene un terreno que perteneca a su padre, bastante
alejado de la ciudad. Yo necesito una casa propia; tambin necesito un
vehculo, pero eso puedo solucionarlo, puedo pedirle a un amigo que me
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XIX
Un da detrs de otro, se repite la misma rutina. Deporte, deporte,
deporte. Cada algn tiempo, desarrollo algn ejercicio nuevo para
tonificar msculos que an no he trabajado; me exaspera tener que
dividir todo por partes. Quisiera hacer todo junto, todo en uno. Escribo
y leo. Escribo mayormente este libro y leo mayormente los libros que no
he terminado de leer. Le dedico tiempo a Camus y su propio absurdo se
vuelve contra m. Pienso y discuto conmigo mismo qu aplicacin podr
darle a toda esa filosofa: Las afirmaciones filosficas son ciertas, pero
no hacen ms que dar vueltas alrededor del mismo concepto y siempre
estn impregnadas de mesianismo y de divinidad, de una bsqueda de
Dios inspida y una exaltacin de deidad interior egocntrica. La
filosofa causa una gran atraccin, sin embargo su contenido es tan
nulo como universal. Algo muy parecido ocurre con la ciencia; lo
universal carece de valor individual. Como las personas somos
individuos, indefectiblemente, la filosofa carece totalmente de valor
para las personas.
Leer no me trae grandes satisfacciones; tampoco escribir; tampoco
el deporte. Todo lo hago tras de una aparente bsqueda de aceptacin,
bajo un fin de consagracin. En ms de una ocasin me he encontrado
haciendo en contra de mis filosofas; es decir, he traicionado mis
palabras con mis actos. Y todo a cambio de una aparente retribucin...
De satisfaccin? De qu ms, sino.
Yo siempre he sido potencialmente un excelente jugador de ftbol
Vaya humor!-. Porque a las palabras las uso a manera de pelota y las
pateo en todas las direcciones; las aplasto bajo mis pies, las paseo por
la cancha de la hoja y las emboco en los arcos del idealismo.
Algunas veces me asusta perderme demasiado en el plano de lo
filosfico, a merced del apercibimiento de que mis lectores encuentren
la vergenza entre mis palabras y la usen en mi contra. Es muy
probable que la mayor influencia en m del pensamiento negativo sea
fruto de mi labor nocturna y de la reticencia a renunciar a la compaa
de mi familia y amigos durante el da para dedicarme de lleno a la
escritura, en especial por las maanas, que se convierten en mi tiempo
de sueo.
Se me ocurre que entre mi actividad intelectual y mi actividad
fsica, tengo ciertas deficiencias dietarias que me propongo cubrir con el
consumo de algunos suplementos alimenticios sin hacer ninguna
consulta al mdico que me resulta, sin piedad, indiferente-. La nica
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XX
Me aferro a cualquier excusa para no escribir; trato de desviar mi
atencin. Siento la escritura como una responsabilidad y eso no me
beneficia en lo absoluto.
Hoy me atac la belicosidad; estuve buscando trabajo en los
concursos de personal no docente de la Universidad Nacional del Sur.
Luego me puse a pensar que es todo por dinero. No hay reglas, no hay
palabras que valgan, es todo por arreglos polticos entre las personas.
Yo soy poco poltico porque soy bastante belicoso; porque cuando
conozco personas nuevas soy propenso a sentirme ridiculizado en mis
palabras que son la nica herramienta poltica que poseo; luego los
puos. Aunque no recuerdo con facilidad cundo fue la ltima vez que
los utilic contra una persona y seguro que fue en mi infancia o en la
adolescencia, a lo sumo.
Le digo a mi pareja que tengo un plan, que estoy haciendo ejercicio
y comiendo todo lo que puedo para ponerme grandote y musculoso y as
tomar a un intendente o el gerente de un banco o alguien que tenga
plata y decirle que me ayude a tener un trabajo y tener plata y sino
tomarlo por el cuello y levantarlo en el aire; tengo que estar lo
suficientemente grande y fuerte como para que no puedan apresarme
entre cinco policas juntos. Es un plan osado y muy cruel, muy cnico;
es un plan reprochable, violento, vergonzoso; pero yo no considero
ninguno de esos vicios. Por dentro, pienso que para el momento que
tenga suficiente fortaleza, que est bien grande y temerario, debera de
armar una revuelta, una revolucin, un golpe armado decir esto,
equivale a firmar mi certificado de defuncin (me hace temer)-. Aunque
esto es en contra de mi pensamiento; yo me considero un hombre de
honor, a m me gustara combatir con los puos, con la espada si es
necesario pero no, no quiero que sea necesario-. Yo no era as, no nac
as; yo fui siempre un ser sensible, generoso, un hombre delicado,
observador, pensante; pero todo eso, la injusticia y la corrupcin de la
sociedad y los hechos que he debido enfrentar con mi adultez lo han
convertido en fuente de brutalidad y rencor; toda la admiracin esttica,
la sensibilidad y la delicadeza que yo tena la han ido apagando como
un fuego a baldazos, para dejar negros carbones con los que pintarse la
cara para salir a la guerra.
Todo el ejercicio que estoy haciendo est sostenido por la dieta
insuflada de suplementos dietarios que mantengo. Ahora mismo tengo
unos cuantos suplementos y voy asistiendo al espectculo de ver cmo
se endurece mi fsico mientras deseo tener algunos suplementos ms y
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XXI
Es normal que los humores varen en las personas y que algunos
das sientan que se encuentran ms animosos, mientras que otros das
sienten que su existencia no tiene sentido o que la fatiga los agobia.
A medida que avanza y veo la consumacin del objetivo de este
libro cada vez ms cerca, comprendo que cada vez se parece ms a mi
primer libro. Algunas temticas se repiten; los momentos se repiten; los
asuntos con respecto a las fechas del ao prcticamente se repiten, a la
vez que se repite tambin el clima en mi ciudad natal y algunas
situaciones psicolgicas de las personas que conozco.
Ayer retir la impresin de mi plan para dictar un taller literario y
arm cuatro folletos. Era una impresin a color tamao plano en
formato internacional A0. Me cost ciento noventa pesos y, por
supuesto, lo pag mi madre porque yo no tengo dinero. Cort la
impresin en cuatro tiras y cada una la dobl tres veces para obtener
un folleto extensible de tamao A4 en su presentacin.
Hoy me siento vencido y descompuesto, tengo dolores. Ayer hice
tantas repeticiones de ejercicios de levantamiento de pesas que por la
noche dorm muy mal; me retorc entre las sbanas muchas veces, los
msculos me latan y senta punzadas por todo el cuerpo;
probablemente tenga algn problema digestivo, tambin.
No puedo escribir; estoy mal, me siento mal; me cuesta escribir.
Tengo prejuicios adquiridos. Los agentes, los editores, los publicistas o
lo que sea que lleven por ttulo aquellos que se dedican al mercado
editorial dicen que no es publicable un escritor que vuelca en el papel
sus conflictos. Esto es cierto; pero no. Los conflictos que yo vuelco en el
papel son los conflictos de la realidad. Esto es filosofa pura, es realismo
puro. Esto que hago yo es una prosa de una fuerza incalculable;
mientras escribo, veo la realidad alrededor mo transformarse; a cada
tecla que presiono en la computadora, algo que iba a ser, ya no es.
Tengo una discusin con mi abuelo. l dice que los radicales
fundieron el pas mientras ve un programa de televisin donde estn
hablando algunas personalidades polticas. Yo le pregunto cuntos
gobiernos radicales tuvimos. Mi abuelo es peronista. l me responde
que al fundador del partido radical le hacan un diario exclusivo. Yo le
pregunto si se refiere a Irigoyen; me dice que s. Entonces le digo que
tuvimos dos gobiernos radicales despus de Irigoyen, el de Alfonsn y el
de De la Rua; ninguno de los dos tuvo mayora partidaria en el
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XXII
Luego de ver en el muro de Facebook de mi amigo Felipe de Mxico
una noticia que anuncia alguna represin policial, segn puedo
observar a simple vista, entablo una conversacin con l que quiero
transcribir aqu a continuacin:
-Est interesante para hacer un anlisis de la economa y el plano
social mundial y general con respecto a los ltimos 50 aos. Esto que
est pasando en Amrica Latina se parece al hippismo de los '60 ms el
proceso militar de los '70 y la cada econmica de los '90. Sin embargo
est habiendo un proceso de re-nacionalizacin de las empresas
concesionadas. Podr ser que los latinoamericanos estamos en un
proceso de industrializacin como fue el de Inglaterra a principios del
siglo pasado? Qu nos hace falta como ciudadanos para construir una
economa firme y una industria nacional organizada? Tenemos la
capacidad de producir nuestras propias materias primas e
industrializarlas tal como hacen los Estados Unidos? Puede ser esa
nuestra capacidad competitiva frente a los pases europeos? A ver,
dame un poco de palabra, Pipe.
-Creo que habra que moderar al sistema capitalista con una
reestructuracin de los medios de comunicacin, la educacin, la
planeacin familiar y nuestra visin hacia el futuro. Estamos en un
gran momento en donde la humanidad se esta dando cuenta de los
sucios movimientos de nuestros gobiernos, los cuales ocurran por
debajo del agua y muchos tambin frente a nuestros ojos; esto desat
problemas entre los cuales se encuentran: la corrupcin, las guerras, la
pobreza, el hambre, contaminacin, produccin masiva y alteracin
gentica de alimentos, nuestra dependencia a frmacos y sistemas de
salud intiles, suicidios, trafico, sobrepoblacin y sobre todo la psima
distribucin de los bienes nacionales. No s si la competitividad sea la
lnea que tengamos que seguir porque a fin de cuentas competiramos
contra la mierda. Creo que tenemos que replantear de qu manera
moderar el consumo de bienes a nivel mundial, una necesidad creada
por el sistema capitalista contemporneo, una necesidad innecesaria
para nuestro desarrollo como humanidad, pero necesaria para
enriquecer a un 7% de la poblacin mundial. En resumen, todo el
planteamiento sistemtico del humano es errneo y estuvo bien durante
100 aos de la era industrial, fue un buen experimento; qu padre que
se la pasaron bien los narcos ms buscados con sus prostitutas
secuestradas, qu chingn que despilfarraron dinero en edificios del
tamao de montaas, qu lindo que apostaron todo y ganaron 10
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XXIII
Durante los ltimos das estuve ocupado en pasar tiempo con mis
amigos y mi pareja. Viaj con ella hasta el dique Paso de las piedras y
se la present a algunos de mis amigos. El dique se vea con bastante
agua. Nos fuimos cuando cay la noche y me par a mitad del paredn;
apagu el motor del auto; poda escucharse el agua golpeando contra el
hormign en medio de la calma Simplemente hermoso.
Ahora estoy en casa de mi abuela. Cuando escribo aqu, tengo dja
vs del tiempo en que escriba mi primer monstruo. Yo lo s bien; los
estados de nimo, las situaciones, los comentarios, las reacciones, se
repiten. Vengo repitindolo todo a lo largo de este libro.
Mi abuela es Doctora en Qumica y le est dando clases para el
curso de ingreso a la Universidad Nacional del Sur a mi pareja. Yo tengo
un examen parcial de Pedagoga en menos de una hora y es mi plan
rendirlo sin seguir el enunciado. Estoy leyendo El juego de los abalorios
de Hermann Hesse; hace tiempo que estoy leyendo este libro; es un
libro de buena extensin. No tengo la menor idea, la verdad, de qu es
lo que voy a escribir en mi examen para que las mujeres que deban
evaluarla lo hagan adecuadamente y me aprueben. En realidad,
seguramente cuando est all, mi mente se organizar y escribir todo lo
que haga falta; a medida que las palabras vayan surgiendo, todo se
organizar. Llevo todo el da pensando en los argumentos que expondr
en el examen; desde la semana pasada que estoy gestando la idea del
examen. La manera en que escribo est gravemente condicionada por
las personas a las que est dirigida mi escritura en cada pieza
particular. Me asusta el destino que pueda tener todo el cuerpo de mis
escritos; mis escritos son documentos, pero no s qu fin van a cumplir
en la historia futura, no s quin va a requerirlos o utilizarlos. No tengo
la menor idea de qu trascendencia podrn tener.
El da despus del examen siento una liberacin estupenda.
Escrib cerca de tres pginas completas tamao A4 rayadas en letra
de imprenta. Durante la noche tuve una suerte de sueo premonitorio;
en mi sueo, yo renda un examen o participaba de una suerte de
seminario en un edificio de una institucin educativa que tena toda la
investidura de conocimiento y gravedad que es de esperar; luego de ello,
me encontraba rodeado de gente y bajaba a la calle, donde un
muchacho me preguntaba si yo era Matas y si haba escrito un ensayo
(me preguntaba el nombre del ensayo); luego el muchacho se marchaba
y yo tena la sensacin de que l tena cierto contacto con las
autoridades de esa institucin; ms tarde, volva el muchacho con
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XXIV
Cuando yo viva en Buenos Aires, el primer tiempo, viva con un
medio pariente, el Chuter; el Chuter tambin era el Chute. Chuter viene
de Shooter [Yuter] o Shoteador [Yoteador], que es una de esas
deformaciones del lenguaje por adaptacin que ocurren cuando se
naturalizan expresiones extranjeras, provenientes de otros idiomas,
como sucede en el ftbol [football] con el laiman [lineman (juez de lnea)]
o con el orsai [offside (posicin adelantada)]. El Chuter (o cualquiera de
sus otras acepciones y deformaciones) es evidentemente el delantero de
un equipo de ftbol, el pichero como le diramos-, o el que patea al arco
para hacer un gol [goal (meta)]. Al parecer, el Chuter era un buen
jugador de ftbol antes de que yo viviese con l, antes de que tuviese
setenta aos y antes de que su sobrepeso le astillara las cabezas de los
fmures y le tuviesen que operar para insertarle prtesis plsticas en su
reemplazo. Yo me siento en grave deuda con l por todo el apoyo que me
dio y todo lo que me ense durante el tiempo que viv con l, por todo
lo que me brind y por todo lo que comparti conmigo. Tengo la fe de
poder escribir su historia completa un da. l me trat con rudeza, no
tuvo remilgos; me insult y me denigr un milln de veces, y sin
embargo, an as le tengo un aprecio muy grande; porque fue sincero
conmigo, jams se mostr como algo que no fuera, desde el comienzo
me ense su verdadera personalidad.
Para muchas personas, los das son repetitivos y la rutina marca
sus vidas Da tras da trabajan en las mismas producciones, de la
misma manera, sin buscar una manera diferente, sin analizar, sin
buscar un sistema, una tcnica. Mis desarrollos sobre la tcnica
corresponden a otro cuerpo de escritos y por eso no los incluyo aqu. Yo
confo en que la tcnica es una gran herramienta de trabajo que se
integra a la persona y no ocupa ningn espacio, por lo que resulta
sumamente prctica.
El ayudante de la ctedra de Problemas de la filosofa est
explicando las Categoras de Aristteles; no parece que el tema tenga
una importancia vital para l mismo ni para ninguno de los alumnos de
la clase. El ayudante de ctedra parece un tipo bastante inteligente y de
un humor filoso; me asombran sus comentarios y aclaraciones.
Los bancos de la universidad me resultan asombrosos; me detengo
un momento a observarlos con detenimiento. Hay muchos diferentes,
pero algunos se parecen entre s; algunos tienen apariencia de haber
permanecido en este edificio por muchos aos; ninguno est intacto,
pero s todos ostentan un estado de conservacin ms que aceptable.
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XXV
Cada da siento que lo que hago no es suficiente. Escribo un libro.
Le digo cosas bellas a mi pareja, voy a visitarla cada momento que
puedo, la lleno de besos y abrazos. Pinto un cuadro. Escribo un libro
diferente. Hago una traduccin de un libro. Asisto a una clase de la
universidad. Levanto pesas. No es suficiente! No es suficiente, nunca es
suficiente Ojal fuera suficiente. Yo quiero que sea suficiente, pero no
es suficiente.
Lo de las bibliografas selectas en la universidad me irrita de una
manera que no puedo comprender. No es que yo quiera irritarme; de
hecho, no lo quiero; yo quiero ser til, no sirve irritarse para ser til; no
es til irritarse. No s qu pasa conmigo, no me encuentro, no
comprendo quin soy ni cmo debo comportarme; estoy abrumado por
la cuestin del bien y del mal, tanto que andarme midiendo cada accin
que realizo me paraliza cada vez ms. De verdad quiero escribir algo
que a las personas les sea de provecho, pero no encuentro qu; porque
no encuentro nada escrito que a m me sea de provecho. Siempre tengo
tema de conversacin, siempre encuentro algo interesante que escuchar
y me surgen no s de dnde cosas interesantes que decir. Hablo con
tantas personas diferentes que no recuerdo bien qu es lo que le digo a
cada cual. Me cuesta horrores controlar mi memoria, porque el banco
de proceso de mi mente es muy activo.
Este libro es gratuito y por ello, trata sobre el dinero. En las
ltimas pginas no he sido consecuente con este hecho, he sucumbido
ante otros asuntos que me alejaron de escribir sobre el dinero. En gran
parte, mi alejamiento de las cuestiones monetarias se ha debido a
prejuicios mentales; ciertamente el dinero tiene fama de morboso, de
corruptor; aparentemente el dinero tiene la facultad de sacar a la
superficie las pulsiones ms oscuras y la naturaleza ms amarga y
codiciosa de las personas.
Ahora que es poca de exmenes, todos los profesores toman
actitud de seriedad, defendiendo los conceptos que exponen como si
ahora s fuesen verdaderamente importantes. Esto tiene una explicacin
lgica; tienen cierto temor, estn asustados por las evaluaciones.
Evaluar implica que haya personas desaprobadas; es decir, tienen que
quitar personas del sistema, porque as cargado no puede continuar su
curso, porque todas estas personas que estn aqu presentes son
demasiadas para alcanzar el punto ms alto: el del profesor. Si dentro
de cinco aos las doscientas personas que estn aqu se recibieran de
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XXVI
Hoy estuve hablando en la estacin sud con el responsable cultural
y ya acordamos un horario para que yo pueda dictar mi taller literario.
Por el momento tengo que hacerlo sin retribucin monetaria, no me
preocupa. Voy a afrontarlo todo, que mi familia me diga que soy un
zngano, que me tomen el pelo por no tener dinero, que me miren con
desprecio en la calle, que mis palabras sean tomadas por las de un
necio ignorante, que se me desprecie como al ms indeseable de los
vstagos infernales; ese soy yo, el rechazado, el calumniado, el
condenado, el indeseable, el detestable, el impertinente, el inoportuno
ese soy yo! Voy a gritarlo alto y tal vez me destierren una vez ms, tal
vez me lastimen una vez ms, tal vez me rechacen una vez ms; de
seguro me critiquen, seguramente encuentren un error en m, tengo la
certeza de que me van a reprobar. Y sin embargo, no lo voy a dejar de
intentar. Voy a dejar mi nombre escrito en cada rincn, voy a conseguir
que cada quien lo repita, que todos sepan que yo fui el hijo indeseado
de un dios indeseado y vano. Que me loen pstumamente y se generen
un negocio con mis obras, que se roben arte en mi nombre y no
perdonen a ninguno ni escatimen en un castigo porque yo lo he dicho,
porque el hombre lo ha querido. As contina la historia y es tan
natural y tiene la formalidad ms esperable. Que los hombres sigan
siendo perversos, que todo contine su curso degenerado y febril,
porque yo no soy quin para cambiarles ni criticarles, yo no soy ni el
elegido ni el oportuno; ni el esperado, ni el laureado ni el reconocido.
Escribir siempre deforma las palabras. El acto de escritura siempre
nace con un rapto egosta de conciencia; es la fuerza del absurdo hecha
acto; es la realidad, el entorno, hecho con las manos y la perspectiva
fundada propia. Toda la informacin que pueda ser interpretada
personalmente siempre va a ser la obra en contra de la humanidad, de
su conjunto ms homogneo.
Leer. Esa es la solucin para la ignorancia. Leer y leer. Y leer toda
la vida, toda la literatura, toda; en todas sus variantes, en todos sus
aspectos, con todas sus corrientes filosficas y tericas y cientficas y
romnticas y reconocidas e ignoradas y aberrantes. Hay que leer lo
hiriente y lo sarcstico, lo onrico, lo epistolar, lo epistemolgico, lo
delirante y lo morboso; hay que leer lo cnico y lo incierto, hay que leer
preguntas y afirmaciones innegables; hay que leer los mitos, las
poesas, las teogonas, hay que leer la biblia, los diccionarios, las
enciclopedias, hay que leer las pintadas en las calles, los carteles, los
diarios, los folletines, las revistas Siempre hay que leer y nunca
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por supuesto que los artistas callejeros que las reciben, siempre ganan
sumas considerables en poco tiempo, si se les pregunta-. Para dinero,
est el banco y estn las fuentes en las que se arrojan monedas
aunque en la fuente de la Plaza Rivadavia de mi ciudad, nadie arroja
monedas muy seguido-. Para dinero, est el trabajo en negro y estn las
agencias de recaudacin del Estado; estn los organismos no
gubernamentales; para dinero estn las tasas municipales y estn los
impuestos. Para dinero, existen la riqueza y la pobreza, se divide a la
sociedad en diferentes clases y se les asocia con diferentes
comportamientos y actividades segn su capacidad econmica. Para
dinero, estn los economistas, que hablan de nmeros muy grandes
con los que es difcil hacer operaciones matemticas complejas y
elaboran planillas de presupuestos que son plausibles de ser
rectificadas, revisadas y rehechas cientos de veces, y en las que errores
mnimos representan sumas exorbitantes, porque los faltantes generan
problemas, pero los excedentes engordan los bolsillos. Para dinero,
estn las gentes malhumoradas y las personas que pelean; los
empleados que gritan y blasfeman y los jefes que miran con rencor y
recelo. Para dinero, hace falta tener el corazn endurecido, enrudecido;
los valores flaquitos y las manos grandes, grandes, bien grandes,
dispuestas a golpear y arrebatar. Para dinero, muchos pasan fro en
invierno, y otros tienen hambre, las instalaciones elctricas antiguas de
la Capital Federal se funden con caloventores de dos mil watts y
algunos habitantes de villas se hacen altos guisos con quince pes.
Para dinero, existen los automviles de alta gama, las velocidades de
doscientos y pico de kilmetros, las tecnologas de ltima generacin,
las pantallas planas de televisin de cincuentiquince pulgadas, las
consolas de videojuegos realistas, la telefona celular inteligente, las
tintoreras de lavado en seco, las ropas de seda y las pieles exticas, los
jets privados, los helicpteros, los contratos a comisin, las acciones y
los bonos del Estado, las licitaciones pblicas, las herramientas de
precisin, los talleres especializados, los implementos de seguridad, las
modificaciones, los catlogos, los cromados, las pinturas especiales, las
paletas de colores, los frenos a disco y los vidrios blindados.
Escribir en papel, en este tiempo est muy caro. El precio dde las
hojas es considerable. Recuerdo que en el Apogeo y decadencia de
Csar Birotteau, el gran Honor de Balzac proclama el papel como una
inversin de bolsa y por cierto, debe de ser bastante rentable con el
aumento que ha tenido en los ltimos 10 aos-.
En la universidad se consume mucho papel, que seguramente
mueve un negocio de plano muy lucrativo; al menos dinamiza el
consumo de este commoditie tan verstil.
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XXVII
Ayer tuve una reflexin de considerable envergadura mientras mi
pareja encenda el televisor y apareca en la pantalla Nufrago, la
pelcula protagonizada por Tom Hanks: El consumo del hombre es
insostenible. Con esto, quiero decir que el ser humano est condenado
a agotar los recursos naturales para el desarrollo de su vida; en la
pelcula, segn me parece, el personaje agota las cortezas de los rboles
para elaborar cuerdas. As sucede de comn, y se me figura el Ensayo
sobre el principio de la poblacin de Malthus, que no he ledo, pero
segn pude haber odo, expresa que la poblacin, en su crecimiento
exponencial, supera el crecimiento aritmtico de la produccin de
alimentos. Esto lo o as en el secundario y es probable que el profesor
que lo dijo, tampoco haya ledo la obra en cuestin, sino que solo la
conozca de relato, tal como estoy haciendo yo. Es una costumbre muy
comn entre los profesionales universitarios, esa de nombrar obras que
slo conocen de relato y que jams han ledo. Es una costumbre que no
crea gran riqueza en realidad.
Durante los ltimos das tuve una idea recurrente acerca del
planeta como clula; cuando miro el mapamundi que pegu en la pared
de mi cuarto y me asombra la posicin de China por debajo de Rusia, a
la vez que la proximidad de esta ltima con los Estados Unidos de
Amrica- y pienso en la teora pangica, a la vez que en esa otra que
estipula que hasta cierta poca estaban la Norteamrica y la
Sudamrica separadas hasta el Mesozoico, aventurara sin estar
seguro, debido a mi desconocimiento-, hasta que surgi el istmo central
de debajo del mar. Mi idea consiste en el mismo enunciado que siempre
desarrollo, sobre el latido, es decir ese movimiento de compresin e
hinchazn sobre el centro concntrico del planeta; pero aumentando a
cada vez su dimetro por la deposicin de polvo estelar sobre su
superficie. As tambin, los ltimos das no dejaron de abordarme
imgenes mentales sobre los movimientos que el planeta pueda realizar
alrededor del sol; me gustara construir una maqueta motora para
demostrar estas visiones de mi imaginacin.
Llega un momento en que se hace indispensable volver sobre lo
escrito, sobre todo porque el fin del libro se acerca y es necesario
redondear, dar una forma ms definida y concreta a la obra. Hay que
soportar los embistes de las expresiones de futuro incorrectas, que el
tiempo nos ha demostrado que no se materializaron textualmente. Hay
que flexibilizarse un poco por un lado, y ser rgido y crtico por otro;
ciertas cuestiones deben dejarse fuera, en funcin del pblico al que
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XXVIII
Pasaron los das y la revisin se extendi muchsimo. Viaj en
medio a la ciudad de Bariloche, para visitar a mi pareja y conocer a su
familia. Ella desaprob la materia que poda cursar como no-correlativa
al ingreso que deba dar con posterioridad en la carrera de Geologa en
la Universidad Nacional del Sur. El fracaso la aplast. Su madre
comenz a increparla con respecto al dinero y as decidi quedarse en
Bariloche con su familia y no volver a Baha Blanca. No la culpo. Me
culpo a m mismo por no tener dinero. Me culpo por no poder
desarrollar un negocio independiente, por no ser profesional y no tener
una trayectoria inigualable que me abra cofres de dinero donde quiera
que yo vaya. Me culpo porque no tengo lo necesario para retenerla, para
mantenerme junto a ella sin importar sus caprichos, sus quejas o sus
malos humores.
Con dinero todo es ms fcil, no hay que dar tantas explicaciones.
El dinero permite obtener todo lo que uno desea con poco o casi nada
de esfuerzo, pero sobre todo, el dinero es una herramienta de gobierno.
Qu pena de no tener mucho dinero!
Por eso es que decid hacer este libro gratuito y ahora que ya est
terminado, antes de escribir sus ltimas palabras, decido distribuirlo
por internet. Se trata de publicidad, se trata de negocios, se trata de
dinero. Por ser gratuito, resulta invaluable.
El dinero, seguramente es una fuente de libertad y de orden;
brinda la posibilidad de llevar una vida planeada. Cuando no se tiene
dinero y uno proyecta en papel una estructura, all se queda; porque los
materiales para la construccin real de ese diseo se consiguen con
dinero. Pero hay un sistema paralelo
Hay un sistema que nadie sabe si es real o una pompa de la
imaginacin. Seguramente es incierto, eso no se puede negar. Hay un
sistema en el que personas con mentes lo suficientemente capaces
crean proyectos para s mismos o para el comn de las personas;
incluso para determinadas personas especficas. Esas personas
suficientemente capaces crean pequeas maquetaciones de sus
proyectos, para hacerlos comunicables. Cuando los hechos que
proyectan salen de sus mentes y se transforman en pequeas maquetas
a escala, tienen la fuerza del diseo que les han dado. Entonces buscan
inversores; personas que tengan dinero y que estn esperando que
llegue alguien con suficiente seguridad como para decirles qu hacer
con su dinero. Pero esas personas no entregarn su dinero (el dinero
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Eplogo
Voy a utilizar este eplogo para agradecerte con todo mi corazn,
especialmente a vos Sasha. Porque siento necesario que te sientas una
parte esencial de una obra que me llev tanto esfuerzo; porque
compartiste muchos momentos conmigo mientras yo me avocaba a la
escritura de este libro e hiciste que me sintiese bien conmigo y me
diste fuerzas para poder terminarlo; y porque me preguntaste si iba a
incluirte en los agradecimientos. Te doy este lugar especial en este
libro que para m es tan importante. Espero que encuentres en sus
pginas aquellas cosas que para m son verdaderamente importantes y
que te sea grato compartirlas.
-Sasha: Guardo hermosos recuerdos en mi mente de los momentos que
pas con vos; sobre todo de pequeas situaciones, comentarios
desinteresados y momentos de compaa en que me iluminaste el
mundo con tu gracia. Te estoy completamente agradecido por haberme
presentado a tu familia y porque hayas compartido con mi familia.
Agradezco haber podido sentarme a la mesa con cada uno de tus
familiares y sobre todo con vos. Todas esas son cosas por las que no
puedo y jams podr pagar.
Gracias, Sasha.
ndice
Captulo I...Pg. 1
Captulo II..Pg. 8
Captulo III.Pg. 13
Captulo IV....Pg. 18
Captulo V.....Pg. 25
Captulo VI....Pg. 33
Captulo VII...Pg. 38
Captulo VIII.........Pg. 51
Captulo IX.Pg. 60
Captulo X.....Pg. 67
Captulo XI.Pg. 68
Captulo XII...Pg. 72
Captulo XIII..Pg. 77
Captulo XIV..Pg. 81
Captulo XV...Pg. 85
Captulo XVI..Pg. 87
Captulo XVII.Pg. 91
Captulo XVIII...Pg. 93
Captulo XIX..Pg. 95
Captulo XXPg. 98
Captulo XXI..Pg. 100
Captulo XXII Pg. 102
Captulo XXIIIPg. 104
Captulo XXIVPg. 106
Captulo XXV....Pg. 109
Captulo XXVIPg. 112
Captulo XXVII..Pg. 115
Captulo XXVIII Pg. 119
ndice temtico
Amor: Captulos V, IX, XXVII, XXVIII.
C.E.A.L.: Captulo V.
Quincey: Captulo I.
Reflexin: Captulos I, II, III, IV, VII, XIII,
XXVI, XXVII.
Entretenimiento:
XXVIII.
Captulos
II,
IV,
XII,
XI, XII,