Negro
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Negro
I
Discutir los trminos relativos a la poesa encontrada en Hispanoamrica que
trata sobre el negro no podra ser objeto de un solo estudio, debido a su complejidad; por este motivo, en este artculo, se efectuar un abordaje sinttico sobre
los trminos relativos al negro, siendo los ms frecuentes: poesa negra, afroamericana, afrocaribea; negrismo, negritud.
Querer definir la poesa respecto al negro por el color de la piel sera redoblar la concepcin abstracta -concepto semejante al de la moneda- que adquirieron los colores blanco y negro; el primero, smbolo universal de riqueza,
poder poltico, belleza, bienestar social1 y, el segundo, smbolo de desposeimiento, impotencia poltica, fealdad fsica y moral.2
Situar el negro en Amrica como un caso aparte, al contrario de valorarlo y
exaltar sus cualidades morales como un ser humano comn, con imperfecciones
y cualidades, sera marginarlo. En este sentido, el poeta y ensayista haitiano,
Rene Depestre, analiz de manera precisa el elemento negro en Amrica:
Es el resultado etnohistrico de un doloroso proceso de mestizaje y de simbiosis
lo que ha trasformado, o aun trasmutado, con el rigor de un fenmeno de nutricin, los tipos sociales originales, las mltiples sustancias y aportes africanos, indios, europeos, para producir etnias y culturas absolutamente nuevas en la historia mundial de las civilizaciones.3
De esta forma, el trmino afroamericano estara aislando la poesa sobre el negro de un contexto histrico ms amplio y, de cierta manera, discriminando un
elemento importante en la formacin de la cultura y economa latinoamericanas.
Por extensin, el trmino afrocaribeo se adecuara a esta proposicin de Depestre y, adems, delimitara el espacio geogrfico, acentuando an ms el concepto de inferioridad que fue atribuido al negro, visto que se restringira el espacio ocupado por este elemento tnico a la regin del Caribe, cuando se sabe
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Rene Depestre, Saludo y despedida a la negritud, frica en Amrica Latina, Espaa: UNESCO;
Siglo XXI, 1987, pg. 343.
lbid.
lbid., pg. 340.
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(1893) con La rumba (1928). Esta obra fue la primera que transfiri la marcacin rtmica de este gnero musical para el lenguaje potico. El ritmo del poema
sobrepasa la pura descripcin y posibilita la percepcin de la msica como si
estuviera acompaada de instrumentos musicales. Las repeticiones de vocablos,
as como la de versos enteros, revelan la proximidad a la oralidad. El juego de
palabras (mueve una nalga, mueve la otra) y la gradacin de los movimientos descritos en la danza (agacha, camina) exaltan, a travs del lenguaje
corporal, la sensualidad de la negra y conceden plasticidad al poema. Las onomatopeyas, luego despus del caminar de la negra -Chaqui, chaqui, chaqui,
charaqui!-, permiten la asociacin del movimiento de las caderas de Tomasa al
sonido de las maracas, intensificando de esta manera el ritmo interno de la
composicin potica:
Las ancas potentes de nia Tomasa
en torno de un eje invisible
como un reguilete rotan con furor,
desafiando con rtmico, lbrico disloque
el salaz ataque de Che Encarnacin:
Mueco de cuerda que, rgido el cuerpo,
hacia atrs el busto, en arco hacia 'lante
abdomen y piernas, brazos encogidos,
a saltos iguales de la inquieta grupa
va en percusin.
Otro poeta cubano a cantar la mulata es Gustavo Snchez-Galarraga (18921934) que, en su composicin La Mulata, aborda el tema del color y expresa la
voz negra de una manera intimista y romntica:
No es atributo suyo la blancura
y su color moreno la delata;
mas, qu importa el color si la mulata
va derramando sal por la cintura?
Provocativa su mirada ardiente
con lumbre de lujuria centellea,
y su ertico cuerpo se cimbrea
con flexibilidades de serpiente.
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S, no;
no, s;
s, no;
no, s;
Repica por ti mi canto lo mismo que un atabal
(Rita Barranco, s; Rita Barranco, no),
Por ti repica mi canto lo mismo que un atabal!
La aliteracin de los fonemas /t/ y Ikl denota el sonido del atabal, que, asociada
al del fonema IrI, hace emerger del poema la figura de Rita Barranco, objeto
de deseo del yo lrico.
El movimiento del cuerpo de la mulata en la composicin potica de
Ballagas produce efectos plstico y fnico. En la cuarta estrofa, el ritmo dbil
del verso Peces de sueo navegan el mundo de las caderas evoluye para [...]
la noche voluptuosa que, con caderas de guitarra / ensea como una negra su
dentadura de estrellas. Esta comparacin valora el color del negro en oposicin
a su dentadura blanca {dentadura de estrellas):
rbitas de nalgas lentas, blandos torsos de caimito.
(Peces de sueo navegan el mundo de las caderas.)
Eclpticas encendidas de pereza cie el trpico,
y la noche voluptuosa con caderas de guitarra
ensea como una negra su dentadura de estrellas.
Sacramento Chave!... Ignacio la O!
Despus de la comparacin de la mulata con la noche, se verifican otros smiles,
como por ejemplo, entre la mata de aroma y Quitina Varona, las maracas
y los senos de mulata, el cuerpo y el flamboyant hasta llegar al calentamiento de la msica, cuando Se incendia un caaveral / de nervios[...]. El calor de la pasin est asociado al movimiento del caaveral, y ste, a su vez, es
metfora de dulzura. Al final, la sensualidad se intensifica direccionndose para
la sexualidad:
Por debajo de tus senos
el espasmo bate el blanco merengue de la sandunga...
Se va arrastrando el lamento elstico del bong.
Uno de los ms representativos de la poesa de voz negra y de denuncia de la
desigualdad social en Latinoamrica es, sin duda, el cubano Nicols Guillen
(1902-1990). Su obra potica puede ser dividida en cuatro temas: el primero, los
poemas mulatos y sociopolticos; el segundo, las elegas y el amor; el tercero,
los satricos, y el cuarto se compone de poemas para nios. La falta de espacio y
tiempo no permite el abordaje aqu de toda la obra de Guillen; as siendo, se eligieron dos poemas que tratan sobre el cuerpo, como por ejemplo, Mulata de
Motivos de son (1930) y Sudor y ltigo de El son entero (1947).
En Mulata, las repeticiones son frecuentes y a consecuencia el ritmo del poema es intenso:
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En esta composicin el cuerpo surge como ertico, objeto de deseo del yo lrico.Tambin el abordaje de la mulata y la negra, en un mismo poema, propicia la
discusin del emblanquecimiento del negro:
Ya yo me enter, mulata,
mulata, ya s que dise
que yo tengo la narise
como nudo de cobbata.
Y fjate bien que t
no ere tan adelanta,
poqque tu boca e bien grande,
y tu pasa, colora.
Si t supiera, mulata,
la vedd;
que yo con mi negra tengo,
y no te quiero pa na!
En Sudor y ltigo, la carencia social presentada por el negro descalzo y el
azote que dejaba el cuerpo del negro en llagas revelan ese cuerpo como social:
El sol despert temprano
y encontr al negro descalzo,
desnudo el cuerpo llagado,
sobre el campo.
El viento pas gritando:
-Qu flor negra en cada mano !
La sangre le dijo: Vamos!
l dijo a la sangre: Vamos !
Parti en su sangre, descalzo.
El caaveral, temblando,
le abri paso.
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