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Desarrollo y Desarrollo Rural

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DESARROLLO Y DESARROLLO RURAL

Enfoques Y reflexiones

MARCEL VALCRCEL
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DEL PER
NOVIEMBRE 2007

Presentacin
Es un gusto poner a disposicin de la comunidad acadmica y de los profesionales
interesados en el tema del desarrollo el documento elaborado por el Profesor
Marcel Valcrcel. Se trata de una sntesis crtica en la que se renen lecturas
diversas, as como ejemplos vinculados a su prctica profesional.
El documento consta de dos ensayos. En el primero el autor presenta las
principales teoras que sobre el desarrollo se construyeron despus de la segunda
guerra mundial hasta la actualidad. Constituye una exhaustiva y muy bien
documentada revisin, que ubica las principales corrientes y sus aportes en este
campo. Se propone en tal sentido, una historia de las ideas y prcticas, que, sin
caer en simplificaciones, logra que la persona no familiarizada con la temtica
comprenda los principales planteamientos tericos y prcticos de distintos
enfoques, teoras y escuelas.
En el segundo, el Desarrollo Rural es el tema motivo de reflexin y anlisis.
Siguiendo el esquema planteado en el primer ensayo, el autor resea las
principales concepciones del Desarrollo Rural a la luz de lo que fueron las
estrategias ms conspicuas desplegadas en Amrica Latina durante el ltimo
medio siglo.
El autor intenta, en ambos ensayos, dar cuenta no solamente de los presupuestos
tericos, sino de la realidad en que cada reflexin fue producida. Como se seala
desde el comienzo, los conceptos y categoras tienen siempre un anclaje histrico:
no es posible entender el enfoque de la modernizacin sin sus presupuestos
eurocntricos ni al posdesarrollo sin los grandes cambios ocurridos en los ltimos
30 aos.
De otra parte, nos son presentados algunos de los principales logros y
consecuencias de varios proyectos de desarrollo en distintos niveles: regional,
nacional, local. Con fracasos y aciertos, la historia del desarrollo no ha sido nunca
unilineal y continua, sino conflictiva y compleja. El ensayo del profesor Valcrcel
nos permite encontrar algunos de los aciertos y errores cometidos en este camino.
Creemos que con esta publicacin el Departamento de Ciencias Sociales cumple
con poner a disposicin de un pblico amplio los aportes que nuestros docentes
vienen haciendo desde la ctedra universitaria a la comprensin de los problemas
y alternativas de nuestra realidad.
Finalmente, nuestro agradecimiento al profesor Marcel Valcrcel por su valiosa
contribucin que, sin duda, expresa dedicacin y compromiso con el desarrollo de
nuestro pas.

Patricia Ruiz Bravo

Gnesis y Evolucin del Concepto y Enfoques sobre el desarrollo

ndice

1. Introduccin
4
2. Emergencia de un concepto
5
3. Enfoques fundamentales de la teora del desarrollo
7
3.1 El enfoque de la modernizacin (1945-1965)
3.1.1 El aporte econmico al enfoque de la modernizacin
3.1.2 El aporte sociolgico al enfoque de la modernizacin
3.2 El enfoque de la Dependencia (1965-1980)
3.2.1 Crisis y crtica del enfoque dependentista
4. Aproximaciones ambientalistas al desarrollo (1970-1990)
16
5. Los enfoques de las necesidades bsicas y el desarrollo a escala humana
(1975-1980).
19
6. El pensamiento tourainiano y el desarrollo
21
7. El enfoque Neoliberal y la Neomodernizacin: Ajuste estructural y Consenso de
Washington (1980-1990)
23
8. Mas all del Consenso de Washington (1990)
25
9. Enfoque de las capacidades y el Desarrollo Humano (1990-2000)
9.1 Sen y el enfoque de las capacidades
9.2 El Desarrollo Humano
10. Enfoque territorial
28
11. El Post-Desarrollo (1990-2000)
29
12. A manera de conclusin
32
13. Anexo
36
14. Bibliografa
38
NOTA: pgina 43 Principales enfoques

ENFOQUES DEL DESARROLLO


1. Introduccin
Los conceptos y categoras tienen un anclaje histrico, vale decir, un punto de partida, una
trayectoria y tambin un final. En este primer ensayo me ocupar de ilustrar el recorrido de uno
de los conceptos normativos ms trascendentes del siglo XX: el concepto de desarrollo, el cual
fue motivo o justificacin de las polticas nacionales en mltiples pases tras el fin de la
Segunda Guerra Mundial. No obstante, en los ltimos tiempos ha visto decaer su status y
prestigio inicial. As, para el destacado socilogo francs Alain Touraine (1995) la idea
desarrollo parece haber desaparecido de nuestras mentes y slo quedan frente a frente el
mercado y la religin. Para otros intelectuales ms escpticos o radicales, como el antroplogo
suizo Gilbert Ritz (2002), dicha idea est condenada inexorablemente a desaparecer, si es que
ya no entr en su rictus post mortem. Por el contrario para el economista brasileo Theotonio
Dos Santos (2004). el debate sobre el desarrollo vuelve a ocupar una posicin central en las
ciencias sociales y en la poltica latinoamericana, ubicndose hoy da en el marco de la
oposicin entre las polticas de desarrollo y el dominio del capital financiero asentado en una
ortodoxia monetarista bastante discutible por los efectos negativos que ha producido en la
regin.
A la par de la reconstruccin del itinerario del concepto me propongo tambin contribuir a una
suerte de balance crtico de los enfoques ms destacados sobre el desarrollo, elaborados en los
ltimos 50 aos por acadmicos de diversas disciplinas de las ciencias sociales o en dilogo con
ellas.
La iniciativa de realizar este trabajo surgi como una necesidad de darle un mejor orden a mis
conocimientos en torno al tema y facilitar su exposicin en las clases de los cursos de
Sociologa del Desarrollo y Sociologa Rural que dicto en la Facultad de Ciencias Sociales de la
Pontificia Universidad Catlica del Per. En el camino baraj la idea de publicarlo.
Este primer ensayo consta del balance propiamente dicho del desarrollo como concepto terico,
normativo y poltico; de un anexo (donde se muestran algunas de sus definiciones); y por
ltimo, de una bibliografa de los ensayos ms relevantes escritos en medio siglo de reflexin
sobre el desarrollo.
Persigue convertirse en un material de consulta de diversos pblicos, de un lado estudiantes
universitarios deseosos de iniciarse en el conocimiento de esta problemtica; de otro lado,
personas ligadas directamente a la prctica del desarrollo que trabajan en organismos estatales,
en organizaciones no gubernamentales, u otras instituciones que requieran vincular sus acciones
laborales cotidianas con los enfoques tericos prevalecientes y, por ltimo, para quienes sin
pertenecer a los dos grupos anteriores tienen inters en adentrarse en el conocimiento del mundo
de las ideas en torno al desarrollo y como alcanzarlo, sacando lecciones de reflexiones y
experiencias pasadas como de las presentes.

2. Emergencia de un concepto
El concepto desarrollo es heredero de la nocin occidental de progreso surgida en la Grecia
clsica y consolidada en Europa durante el perodo de la Ilustracin bajo el supuesto que la
razn permitira descubrir las leyes generales que organizan y regulan el orden social y as
poder transformarlo en beneficio de la gente. El socilogo estadounidense Robert Nisbet ha
efectuado un exhaustivo seguimiento histrico del significado de progreso para occidente desde
su cuna helnica hasta su ocaso frente a la realidad de los campos de concentracin nazi y la
hecatombe de Hiroshima y Nagasaki. As, en la introduccin a su obra Historia de la idea de
Progreso (1991) escribe:
Las idea de progreso sostiene que la humanidad ha avanzado en el pasado a partir
de una situacin inicial de primitivismo, barbarie o incluso nulidad- y que sigue y
seguir avanzando en el futuro. El paso de lo inferior a lo superior es entendido como
un hecho tan real y cierto como cualquier ley de la naturaleza. J.B. Bury en su libro
Idea of progress lo dice con una frase muy acertada: la idea de progreso es una sntesis
del pasado y una profeca del futuro. Es una idea inseparable de otra segn la cual el
tiempo fluye de forma unilineal (...) La abrumadora mayora de los ms grandes
pensadores de la historia occidental a lo largo de un poco ms de 2 mil aos se muestra
partidaria del dogma del progreso. (1980:19).
Pero la creencia en el progreso no siempre ha producido un impulso hacia adelante.
La fe en el progreso de la humanidad ha convivido y convive con otras creencias
repugnantes. Gobineau y Madison Grant crean que el progreso era posible pero que su
base radicaba en determinada raza. ( 1980:24).
Nisbet estaba convencido que la idea de progreso haba contribuido ms que cualquiera otra, a
lo largo de 25 siglos de historia de occidente, tanto a fomentar la creatividad en los ms diversos
campos como alimentar la esperanza y la confianza de la humanidad y de los individuos en la
posibilidad de cambiar y mejorar el mundo. No obstante, reconocera que todo hace pensar en
estos momentos que la fe occidental en el progreso se va marchitando rpidamente en todos los
niveles y todos los campos, a lo largo de la ltima parte del siglo XX. (1980:25).
Ahora bien, el concepto desarrollo fue antecedido por otros trminos adems de progreso,
como civilizacin, evolucin, riqueza y crecimiento. As, para Adam Smith (1776) y luego
para John Stuart Mill (1848), ambos economistas ingleses, la riqueza era indicadora de
prosperidad o decadencia de las naciones.
Durante algn tiempo se crey ver en Theorie der wirtschaftlichen Entwickllung (1911), del
destacado economista alemn Joseph Schumpeter, el fundamento del pensamiento moderno
sobre el desarrollo. Ello probablemente obedeci a que esta obra al ser traducida al ingls en
1934 llev como ttulo: The Theory of Economic Development. En la primera edicin
espaola, bautizada como Teora del Desenvolvimiento Econmico (1941) Schumpeter
escribe que el modo como aparecen las innovaciones y son absorbidas por el sistema
econmico, resulta suficiente para explicar las continuas revoluciones econmicas que son la
caracterstica principal de la historia econmica, subrayando con ello el papel clave de la
innovacin en el crecimiento econmico de los pases. En suma, Schumpeter no centra su
trabajo en definir una nueva disciplina o campo especfico de reflexin econmica alrededor
de las diversas causas de los avances o retrocesos entre naciones. A otros les corresponder
esta tarea.
De otra parte, es lugar comn afirmar que Wilfred Benson, funcionario de la Organizacin
Internacional del Trabajo, invent el trmino reas subdesarrolladas cuando escriba The

economic advancement of underdeveloped areas (1942); texto en el que sustenta cules


seran las bases econmicas para la paz una vez acabada la segunda contienda blica mundial.
Pero este trmino, como seala Gustavo Esteva (1996), no tuvo eco ni con el pblico ni con
los expertos. Tanto es as que dos aos ms tarde Paul Rosenstein-Rodan, uno de los
fundadores de la llamada Economa del Desarrollo, an continuaba hablando de reas
econmicamente atrasadas. Igualmente, Arthur Lewis, autor de La teora del crecimiento
econmico, a mitad de la dcada del cuarenta segua haciendo alusin a la brecha entre
naciones pobres y ricas, y no a naciones desarrolladas-subdesarrolladas.
A lo largo de la referida dcada, la expresin desarrollo ocasionalmente aparece en libros
tcnicos o documentos de la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU). Recin adquiere
una suerte de legitimidad universal en 1949, cuando el mandatario norteamericano Harry
Truman en el discurso de inauguracin de su mandato alude a vastas regiones del planeta
como mundo subdesarrollado y plantea luchar contra esta situacin en el marco del combate al
comunismo. En el punto cuarto de su discurso el presidente Truman dice a la letra:
Debemos embarcarnos en un nuevo programa para hacer que los beneficios de
nuestros avances cientficos y el progreso tcnico sirvan para la mejora y el
crecimiento de las reas subdesarrolladas. Creo que deberamos poner a disposicin
de los amantes de la paz los beneficios de nuestro almacn de conocimientos tcnicos,
para ayudarles a darse cuenta de sus aspiraciones para una mejor vida, y en
cooperacin con otras naciones deberamos fomentar la inversin de capital en reas
necesitadas de desarrollo. 1 (subrayado nuestro).
Al margen del conmovedor paternalismo trumaniano, a partir de aquel momento desarrollo y
subdesarrollo comenzaron a ser utilizados regularmente por los organismos internacionales
como trminos explicativos del acrecentamiento de las distancias y diferencias socioeconmicas entre los pases ricos del norte y los pases pobres del sur. As, Arthur Lewis y
Theodore Schultz (ambos futuros premios Nbel de Economa), en 1951 presentaron a la ONU
un informe titulado Measures for Economic Development.
La nueva configuracin de fuerzas resultante de la culminacin del ltimo gran conflicto blico
internacional elev a la condicin de grandes potencias a los Estados Unidos y a la Unin
Sovitica quienes en las dcadas venideras disputaran la hegemona del poder mundial. A pesar
de ello, como escribiera el economista Hans Singer 2 se abrigaban grandes esperanzas de
construir en la posguerra un mundo nuevo y feliz. Un elevado optimismo reinaba en cuanto a la
posibilidad que muchos pases incluyendo a los recin conformados, gracias a la
descolonizacin, pudieran marchar a paso firme hacia el mentado desarrollo. De ah se explica
la aparicin del novedoso trmino pases en vas de desarrollo el cual explicita el carcter
procesal que conlleva el significado acuado al joven concepto.

1
2

Citado en Esteva, Gustavo (1996).


Condiscpulo de Joseph Schumpeter y alumno de John M.Keynes.

3. Enfoques fundantes de la teora del desarrollo


Como concepto el desarrollo adquiere un significado relevante y especfico al interior de alguno
de los enfoques interpretativos de la realidad social surgidos a lo largo de las cinco ltimas
dcadas. Estos enfoques o paradigmas incorporan en buena medida los aportes de las ciencias
sociales y las experiencias occidentales de industrializacin y cambio social. Cabe subrayar la
importancia de la interaccin entre la evolucin de la teora del desarrollo y el cambio del
contexto histrico y geopoltico a escala mundial, sobre todo en momentos de crisis. La teora
evoluciona en respuesta a observaciones empricas y obedeciendo tambin a su dinmica
interna.
Para el perodo 1945-1980 podemos identificar bsicamente dos grandes enfoques del
desarrollo: Modernizacin y Dependencia sobre los cuales en un inicio se ciment la teora del
desarrollo.

3.1 El enfoque de la modernizacin (1945-1965)


El contexto histrico del nacimiento del enfoque de la modernizacin est marcado por el
surgimiento del conflicto Este-Oeste, socialismo-capitalismo, ms conocido como la guerra
fra. De ah que no fuese casual que este enfoque surgiera en aulas de las universidades
estadounidenses. Convergen en l las ciencias econmicas, polticas, sociolgicas y
psicolgicas. Algunos organismos internacionales como la ONU y el Banco Mundial, as como
La Alianza para el Progreso, lo hacen suyo y contribuyen a su rpida legitimacin,
divulgacin y aplicacin prctica en el Tercer Mundo 3 . A continuacin, presentamos el aporte
de la economa y luego la contribucin de la sociologa a este primer enfoque terico del
desarrollo.

3.1.1. El aporte de la ciencia econmica


Al comenzar los aos 50, varios conspicuos miembros de la naciente escuela de la economa del
desarrollo, como los norteamericanos Ragnar Nurske (1953), Arthur Lewis (1955) y Paul Baran
(1957), sostenan que la acumulacin de capitales era el eje central del desarrollo y que ste se
haba hecho realidad gracias a la ampliacin del sector moderno industrial de la sociedad. Para
Paul Rosenstein Rodan (1961) la manera de lograrlo era a travs de la inversin de capitales
fsicos, motor del big push, fundamento del crecimiento econmico expresado en el aumento
sostenido del producto bruto industrial y de la renta per cpita de la poblacin.
Asimismo, Arthur Lewis (1958), John Fei (1964) y Gustav Ranis (1971) consideraban que el
trabajo excedente generado por la agricultura (sector tradicional) en proceso de modernizacin
sera absorbido por completo por las emergentes y pujantes industrias urbanas (el sector
moderno de la sociedad).
3

La expresin Tercer Mundo (Tiers Monde) fue acuada por el demgrafo francs Alfred Sauvy en 1952
para referirse a las naciones jvenes de Asia y Africa que comenzaban a independizarse de las potencias
coloniales europeas culminada la Segunda Guerra Mundial. Sauvy vio en las aspiraciones de estos nuevos
pases algunas semejanzas con el Tercer Estado de la Francia revolucionaria. Luego de obtener la
independencia, varias de estas nuevas naciones africanas y asiticas asumieron una postura poltica
neutral frente al Primer Mundo, esto es los pases industrializados de economa de mercado y tambin
frente al Segundo Mundo, compuesto por las naciones socialistas. Posteriormente hay un
desplazamiento del concepto aplicndose a pases no caucsicos, incluyendo a los latinoamericanos. Para
algunos analistas en la actualidad este concepto ha perdido sentido, dados los cambios ocurridos en el
planeta a partir de la cada del muro de Berln y la desaparicin de los regmenes socialistas.

Por su parte, Walt Whitman Rostow, uno de los exponentes ms destacados del enfoque
econmico de la modernizacin, propugnaba un mayor desarrollo industrial, redistribucin del
ingreso en la poblacin y creacin de una nueva elite dominante en las regiones atrasadas. Para
l slo existan dos caminos para la modernizacin de los pases pobres del sur: el capitalismo y
la democracia o, el comunismo y la dictadura.
Este economista norteamericano, profesor del Instituto Tecnolgico de Massachussets, en su
ensayo The stage of economic growth. A non-comunist manifiest (1962), postula que ha
elaborado una alternativa a la teora de la historia moderna de Marx. As, habla de cinco etapas
del desarrollo por las que deben pasar todos los pases: la sociedad tradicional; las condiciones
previas para el impulso inicial; el despegue; la marcha hacia la madurez; y, la era del gran
consumo de masas. Dado el impacto que estas ideas tuvieron en su poca las explicitamos aqu.

Por sociedad tradicional (ST) Rostow entiende a aquella sociedad cuya estructura
opera dentro de una serie limitada de funciones de produccin, basadas en la ciencia, la
tcnica y una actitud prenewtoniana en relacin con el mundo fsico. El hecho
fundamental asociado con la ST arguye- es el tope del nivel de produccin per. cpita.
Estas sociedades, como expresin de su limitada productividad, dedican gran parte de
sus recursos a la agricultura. El sistema de valores imperante se asocia a un fatalismo a
largo plazo, donde las posibilidades abiertas para los nietos son iguales a las que tuvo
el abuelo.
Por condiciones previas al impulso inicial considera la etapa en que la idea del progreso
econmico se propaga y se forman nuevos tipos de hombres de empresa dispuestos a
movilizar ahorros y a correr riesgos en bsqueda de utilidades o de modernizacin. La
creacin de un Estado nacional centralizado y efectivo constituye aspecto decisivo en
esta etapa y condicin universal necesaria para el impulso inicial. La agricultura debe
desempear roles fundamentales: abastecer con ms productos alimenticios, convertirse
en un sector que demanda productos industriales y, por ltimo, proveer fondos
prestables tanto al gobierno como al sector moderno.
Por despegue (take off), Rostow asume la etapa donde se superan todos los viejos
obstculos y resistencias contrarios a un crecimiento permanente. El estmulo inmediato
es esencialmente de ndole tecnolgica. Nuevas industrias se expanden, se multiplica la
nueva clase de empresarios y se orientan las inversiones hacia el sector privado.
La marcha hacia la madurez la define como la etapa en que la economa pugna por
hacer extensiva la tecnologa moderna.
Finalmente, la etapa del alto consumo es aquella que los principales sectores
econmicos se mueven hacia la produccin de bienes y servicios duraderos de
consumo, como artculos elctricos y automviles, postulando que los gobiernos deben
en ese momento asignar grandes recursos para el bienestar y la seguridad social de la
poblacin.

Para el colectivo de economistas norteamericanos citados, el desarrollo aparece a mitad del siglo
veinte en lo fundamental como un problema de crecimiento de la economa de mercado, de
ampliacin de la riqueza material expresada en un nico o sobredimensionado indicador
macroeconmico: el producto interno bruto. La industrializacin, la tecnificacin de la
agricultura y la elevacin de la productividad permitiran, justamente, generar dicho crecimiento
econmico. Los beneficios a lograrse seran distribuidos a la poblacin por el mercado a
semejanza de la marea cuando sube, todos los botes suben con ella.
Asimismo, recomendaron a los pases y gobiernos del Tercer Mundo modernizar la tecnologa
usada, impulsar la agricultura comercial, propiciar una rpida industrializacin y urbanizacin,
vale decir, crear o ampliar el sector moderno reduciendo progresivamente, por etapas, el sector
tradicional que descansa en una agricultura de subsistencia, de baja productividad y muy
pobremente articulada al mercado. En los hechos, los enunciados econmicos de la

modernizacin devinieron en doctrina. Por ejemplo, el pensamiento de Rostow al comenzar los


aos sesenta tuvo clara influencia en Amrica Latina a travs de la llamada "Alianza para el
Progreso" 4 de la que fue su asesor, lo mismo del presidente John Kennedy.
3.1.2

El aporte sociolgico al enfoque de la modernizacin

La perspectiva y conceptos sociolgicos de este enfoque provienen de la teora del cambio


social de la escuela funcionalista, heredera del pensamiento del socilogo francs Emile
Durkheim quien aspiraba modificar las estructuras tradicionales sin romper el equilibrio social.
A los partidarios de este enfoque les interesa no el modelo de modernizacin sino el anlisis del
proceso: hay que explicar cmo se manifiesta el cambio de la sociedad y de la cultura
tradicional a una moderna. Para este enfoque una sociedad moderna es aquella que presenta un
elevado sistema de diferenciacin social, con roles delimitados y claramente distinguibles
(familia, trabajo y ciudadana) y donde la personalidad de los sujetos sociales, como el sentir,
pensar y comportarse, ha sido modificada y adaptada a dicha diferenciacin. A la vez, se
subraya el papel innovador de las elites en este cambio.
En la construccin sociolgica de este enfoque destacan Talcott Parsons y Bert Hoselitz, ambos
estadounidenses. El primero de los socilogos, profesor de la Universidad de Harvard, en su
libro Estructura y proceso en las sociedades modernas (1966), intenta dar un diagnstico
general de las condiciones que se requieren para que el desarrollo econmico alcance un nivel
industrial. En dicho libro, seala las diferencias del papel del gobierno en las sociedades de
desarrollo original del industrialismo con respecto a las sociedades del siglo XX.
As, en las primeras el desarrollo no podra haber ocurrido sin que la empresa estuviera libre de
ciertos tipos de control poltico, mientras que, en las segundas la autoridad poltica es
generalmente un organismo necesario y que, bajo ciertas condiciones, lejos de obstaculizar, es
lo ms probable que facilite el proceso (...) Existe ya un sistema industrial pujante. Esto
significa dos cosas: en primer lugar, que la presencia de una economa industrial en ciertas
partes del mundo seala las condiciones bajo las cuales cualquier nacin debe en nuestros das
existir y desarrollarse, y en segundo lugar, presenta un modelo que otros pueden seguir.
(Parsons, 1966:124-25).
Con ello, deja traslucir tambin la pretensin universalista de su pensamiento modernizador.
As, de acuerdo con este socilogo, s bien las estructuras sociales varan en muchos aspectos en
las sociedades no industrializadas, existe sin embargo una estructura social bsica que permite el
anlisis de stas. En tal sentido escribe que:
El dominio del sistema de dos clases, con el grupo superior disfrutando prerrogativas
de poder poltico, y generalmente tambin de prestigio religioso, y el inferior,
compuesto principalmente por campesinos y algunos artesanos y pequeos
comerciantes. En tal situacin, con importantes excepciones, la produccin econmica
est controlada, pero no activamente dirigida por los grupos superiores
(1966:126.).
Cabe resaltar que Parsons coincide con Rostow cuando manifiesta la necesidad de apoyar a una
nueva elite y a las organizaciones burocrticas especializadas. As, explica que la finalidad
general de este desarrollo institucional ha de ser la creacin, bajo la sombrilla del gobierno, de
una clase fuerte bien educada y tcnicamente preparada cuyo status primordial social est
4

La ALPRO fue un programa a favor del desarrollo capitalista de Amrica Latina, ideado por la
administracin Kennedy a fin de contrarrestar los efectos polticos que la revolucin cubana generara en
el continente. Aprobado por la OEA el 17 de agosto de 1961, con el solitario voto en contra de Cuba,
prevea la inversin de 20 mil millones de dlares en un plazo de diez aos. Sus impactos reales fueron
sin embargo muy modestos en lo econmico y poltico.

unido a carreras ocupacionales al estilo moderno y, por tanto, est disociada en su sociedad de
cualquier grupo de elite tradicional.

De esta manera Parsons concluye que los obstculos principales al desarrollo industrial
hoy da son la resistencia a cambiar los valores y las normas institucionalizadas que
forman el marco estructural principal de la sociedad. De ah entonces que las polticas
modernizadoras debieran privilegiar la alfabetizacin para dejar atrs atavismos que
bloquean la va al desarrollo. Por ltimo, dicho autor resalta tambin el papel de la
familia como agente de cambio social.
Yo pienso que el papel histrico de la empresa familiar ha sido establecer la
independencia de la organizacin econmica de la poltica, aportando una
diferenciacin estructural entre estos dos importantes aspectos funcionales de la
sociedad (Ibd: 117).
Por su lado, Bert Hoselitz, economista, socilogo y profesor de la Universidad de Chicago,
autor de Aspectos sociolgicos del desarrollo econmico (1962), dir tambin que los valores
occidentales estn ausentes en civilizaciones no desarrolladas, lo cual da lugar a cierto tipo de
conducta econmica. Agrega que la escasez de capitales, la carencia de tipos determinados de
mano de obra y la ausencia de una economa externa son algunas de las razones que permiten
explicar el porqu de un subdesarrollo crnico en ciertas regiones del globo. Asimismo,
refrenda que no debemos olvidar que las naciones actualmente ms adelantadas, en pocas
pasadas tambin tuvieron que pasar por un periodo inicial de desarrollo.
En Amrica Latina la teora sociolgica de la modernizacin tuvo en Gino Germani su ms
preclaro representante, aunque menos ortodoxo que los anglosajones y hasta cierto punto crtico.
Este socilogo argentino, en su obra Poltica y sociedad en una poca de transicin. De la
sociedad tradicional a la sociedad de masas (1962), retomar las discusiones sobre el
problema de la definicin del desarrollo econmico. Sostendr que ste:
es concebido en trminos de trnsito de una sociedad tradicional a una sociedad
desarrollada. La primera se caracteriza sobre todo por una economa de subsistencia,
la segunda por una economa expansiva fundada en una creciente aplicacin de la
tcnica modernaesta dicotoma refleja claramente las clsicas formulaciones de
Tonnies, Durkheim, Becker, Redfield, y otros. Adems, cuando no se utiliza de manera
expresa ningn modelo construido, ninguna tipologa, como ocurre frecuentemente, es
el tipo emprico de los pases ms desarrollados el que asume el papel de trmino final
o tendencia de desarrollo. Es as como los factores sociales del proceso se perciben
como las condiciones necesarias y suficientes como para producir (o tender a producir)
un tipo de sociedad similar al modelo construido o emprico adoptado como punto
finalEsta tipologa dicotmica es desde luego el resultado de una simplificacin
extrema y en ella reside a la vez la limitacin y la utilidad de toda tipologa (1962:7071).
En otro texto titulado Sociologa de la modernizacin Germani profundizar sobre los
procesos de modernizacin, particularmente aquellos que definen la transicin a la sociedad
industrial. Al respecto, escribe que:
La complejidad del proceso y la variedad de formas que adopt en diferentes
condiciones histricas, culturales, sociales y econmicas exigen que el anlisis
discrimine entre los diversos procesos que en su conjunto componen la transicin
social. En este sentido distinguiremos aqu los tres procesos componentes ms
importantes: desarrollo econmico, modernizacin social y modernizacin poltica
(1969:17).

10

Cabe resaltar que este socilogo define al desarrollo econmico como la transformacin
estructural a travs de la cual los mecanismos funcionalmente requeridos para el crecimiento
auto sostenido se incorporan plenamente al mismo. As, la economa desarrollada en su tipo
ideal, presentara los siguientes rasgos:

Empleo de fuentes de energa de alto potencial y de tecnologa de alta eficiencia.


Mecanismos apropiados.
Adecuada diversificacin de la produccin.
Predominio de la produccin industrial sobre la primaria.
Apropiada mezcla de industrias de capital y de bienes de consumo.
Alta productividad per. cpita.
Predominio de actividades intensivas en capital sobre las intensivas en trabajo.
Mayor independencia del comercio exterior.
Distribucin ms igualitaria del Producto Bruto Nacional.

Germani concepta el proceso de desarrollo econmico como la transicin hacia una estructura
econmica emprica prxima al tipo ideal definido por las caractersticas antes mencionadas.
Asimismo, aclara que no siempre la expansin econmica conduce al desarrollo econmico. A
su vez, el desarrollo poltico lo caracteriza por:

La organizacin racional del Estado, incluyendo una alta eficiencia en el cumplimiento


de funciones estatales en expansin, diversificadas, especializadas y centralizadas.
La capacidad de originar y absorber cambios estructurales en las esferas econmica,
poltica y social manteniendo al menos un mnimo de integracin.
La participacin poltica de la poblacin adulta.

Ahora bien, el enfoque modernizador del desarrollo al lado de elementos econmicos y


sociolgicos presenta tambin otros de orden psicolgico y poltico. As, algunos psiclogos
sociales en aquellos aos sugeran que el proceso de desarrollo comenzaba con la difusin de
ciertas ideas, motivaciones, actividades o comportamientos. Es el caso de la obra del acadmico
norteamericano Everett Rodgers autor de Diffusion of innovations (1968).
Desde la teora poltica se subraya el papel de la libertad individual y de empresa y la relevancia
de la democracia parlamentaria para el desarrollo. Lucian Pye (1966) y Samuel Huntington
(1968) son politlogos exponentes de esta lnea de pensamiento. La perspectiva econmica no
obstante, constituy siempre el ncleo del enfoque de la modernizacin.
Resumiendo lo hasta aqu escrito, bajo la lupa del enfoque de la modernizacin se entenda por
desarrollo el proceso que debera emprenderse en Amrica Latina, frica, Asia y Oceana
dirigido a sentar las bases que permitiesen reproducir las condiciones que caracterizaban a las
naciones econmicamente ms avanzadas del mundo, como la industrializacin, la alta tasa de
urbanizacin y de educacin, la tecnificacin de la agricultura y la adopcin generalizada de los
valores y principios de la modernidad, incluyendo formas concretas de orden, racionalidad y
actitud individual.
En nuestra opinin en el Per, el Proyecto Vicos, implementado en los aos 50 en la comunidad
campesina andina del mismo nombre, por antroplogos de la Universidad de Cornell y del
Instituto Indigenista Peruano del Ministerio de Trabajo y Asuntos Indgenas, refleja muy bien el
temperamento modernizador de la poca. As, Allan Holmberg jefe del proyecto escribe:
Hablando en forma amplia, el propsito al embarcarse en esta experiencia tuvo una
doble finalidad: 1) en el lado terico se esperaba conducir una forma de investigacin
experimental sobre los procesos de modernizacin, los cuales se encuentran ahora en

11

marcha en muchas partes del mundo. 2) En el lado prctico se esperaba ayudar a esta
comunidad a cambiar de su posicin de relativa dependencia y sumisin en un mundo
altamente restringido y provinciano a una posicin de relativa independencia y
libertad dentro del marco de la vida nacional peruana (1966:16).
Esta iniciativa fue bien vista por algunos influyentes polticos norteamericanos. Es el caso de
Edward Kennedy, el menor de los integrantes del famoso clan, quien a mediados de los 50
visit esta comunidad campesina incrustada en plenos Andes centrales.
El enfoque de la modernizacin present cuatro caractersticas principales que el economista
belga Jean Philippe Peemans las resume con precisin 5 :

Universalismo. El esquema evolucionista que propone tiene validez universal. El


supuesto: existe un modelo nico de desarrollo. Lo que ha pasado en los pases
capitalistas da las pautas, la perspectiva a seguir a los pases subdesarrollados que
desean abandonar su condicin de tales.
Etnocentrismo. El desarrollo de occidente es el ms elevado y sus instituciones las ms
necesarias. Las sociedades del Tercer Mundo no son vistas como posibilidades diversas
e incomparables de modos de vida, sino colocadas en una nica va "progresista".
Dicotomismo. Existen dos sectores en la sociedad, uno moderno que cumple un rol
activo en la transformacin, y uno pasivo, el tradicional, que impide el desarrollo. Este
es igualado a crecimiento y lo moderno a lo industrial y occidental. Lo tradicional
constituye simplemente lo no moderno, deviniendo as en una categora residual.
Evolucionismo. La modernizacin implica una larga marcha que pasa por diversas
etapas, las que hay que atravesar inexorablemente para llegar al ansiado desarrollo.

A estas caractersticas habra que agregarle que el desarrollo fue concebido tambin como
direccional y acumulativo y con referencia permanente al Estado-Nacin (Servaes:1999).
La constatacin a comienzos de los aos 60 de la ampliacin de la brecha entre pases
desarrollados y pases subdesarrollados trajo una serie de crticas y cuestionamientos al enfoque
de la modernizacin. Se objetaba al modelo de desarrollo propugnado pues no se haban
cumplido las promesas de la modernizacin, contrariamente al asalaramiento industrial lo que
emerga en el Tercer Mundo era la terciarizacin de la fuerza de trabajo, el surgimiento de
barrios marginales en las ciudades y el aumento de la pobreza y desigualdad entre sus
pobladores.
Otra de las impugnaciones a este enfoque pionero del desarrollo fue sealar su carcter
ahistrico, por ejemplo omitan los fenmenos de la conquista y el colonialismo, con sus
secuelas de desestructuracin, dominacin y explotacin, para explicar el por qu del atraso y la
pobreza de los pases del Tercer Mundo. Keith Griffin, economista britnico, sostuvo: "Europa
no descubri los pases subdesarrollados, sino al revs, Europa los cre, (citado en Gianotten
y de Wit 1987). Recordemos Amrica Latina result el continente con ms permanencia, cerca
de tres siglos, bajo control de las metrpolis del viejo mundo y una fuente importante de la
acumulacin originaria del capitalismo. Y que frica, actualmente el continente ms pobre, fue
el ltimo en desprenderse a mitad del siglo veinte del yugo colonial europeo.

Caractersticas expuestas en los Cursos sobre Desarrollo dictados en la Universidad Catlica de Lovaina
durante los aos acadmicos de 1983 y 1984. Jean Philippe Peemans ha sido profesor y presidente del
Institut d'Etudes du Dveloppement - DVLP-Universit Catholique de Louvain. Es doctor en economa
por la universidad de Stanford.

12

La forma de enfocar y clasificar el desarrollo de manera evolutiva, por etapas, y con


pretensiones universalistas fue criticada por los tericos dependentistas. As, el brasileo
Fernando Henrique Cardoso y el chileno Enzo Faletto sostuvieron:
"... entre las economas desarrolladas y las subdesarrolladas no slo existe una
simple diferencia de etapa o de estado del sistema productivo, sino tambin de
funcin o posicin dentro una misma estructura econmica internacional de
produccin y distribucin" (1971:23).
Estos autores tambin juzgaban que metodolgicamente no era vlido suponer que en los pases
llamados en desarrollo se estuviese repitiendo la historia de los pases desarrollados.
De otro lado se ha criticado considerar los valores tradicionales como homogneos entre pases
y an entre regiones, y en relacin a los modernos no siempre son excluyentes, de ah que se
hable modernizaciones tradicionalistas como las acontecidas en Japn y actualmente en China.
Al comenzar los aos 80 el enfoque de la modernizacin mostraba signos de agotamiento.
Arthur Lewis al respecto declar en aquellos aos:
Como quiera que se defina, se dice que la economa del desarrollo anda de capa
cada, despus de un par de decenios vivaces (1980: 307).
Amarya Sen por su parte estimaba que el tiempo de enterrar a la economa del desarrollo an no
haba llegado.

3.2

El enfoque de la Dependencia (1965-1980)

El pensamiento dependentista emerge en Amrica Latina a mediados de los aos 60, en un


contexto radical, de apuesta por el cambio social y en franca ruptura intelectual con la teora de
la modernizacin. Se vive en el continente el auge de las guerrillas bajo la influencia del
modelo revolucionario cubano y las tesis guevaristas. Tambin es el momento del ascenso del
grupo de Pases No Alineados y de la realizacin de la Tricontinental 6 .
Desde el Sur se reflexiona a la luz de la historia sobre el desarrollo y subdesarrollo, sus causas y
consecuencias. Los partidarios del enfoque de la dependencia definen a sta como un tipo de
articulacin entre la economa mundial y las economas locales, entre la dominacin
internacional y la dominacin interna de clase. Precisan que la dependencia nacional difiere de
la dominacin colonial. La primera es consecuencia histrica de la divisin internacional del
trabajo que provoca que el desarrollo industrial se concentre en algunos pases resultando
restringido en otros, a los cuales se les delega la funcin de simples abastecedores de materias
primas.

El Movimiento de Pases No Alineados se origina en la Conferencia Afro-Asitica de Bandung, Indonesia, en 1955, la cual reuni
a 29 Jefes de Estado de la primera generacin postcolonial de lderes de los dos continentes en mencin, para identificar y evaluar
los problemas mundiales del momento, a fin de desarrollar polticas conjuntas en las relaciones internacionales. En esa
Conferencia se enunciaron los Diez Principios de Bandung. Dichos principios fueron adoptados posteriormente como los
principales fines y objetivos de la poltica de no alineamiento y los criterios centrales para la membresa del Movimiento. Seis
aos despus de Bandung, sobre una base geogrfica ms amplia, se estableci el Movimiento de Pases No Alineados en la
Primera Conferencia Cumbre de Belgrado, celebrada del 1 al 6 de septiembre de 1961. Asistieron a la Conferencia 25 pases,
principalmente nuevos Estados independientes. La Tricontinental se la llam as a la Reunin sostenida en La Habana en enero
de 1966 a la que asistieron 613 delegados representando a 83 grupos de Africa, Amrica Latina y Asia bajo la consigna de
impulsar la lucha armada de los pueblos oprimidos contra el imperialismo.

13

La metodologa empleada por los dependentistas en la interpretacin de la realidad: la dialctica


marxista y el anlisis concreto de las situaciones concretas. Fernando Henrique Cardoso, el ms
sobresaliente de los representantes de este enfoque, posteriormente presidente de Brasil, seala
que: la idea de dependencia se define en el campo terico de la teora marxista del capitalismo.
Las premisas tericas subyacentes provienen de dos vertientes:
i)

La primera, la reactivada teora del imperialismo. En 1957 Paul Baran recupera


algunas tesis de Rosa Luxemburgo y de Lenin, concretizando su planteamiento
neomarxista respecto que el subdesarrollo es la resultante natural del imperialismo.

ii) La segunda, el estructuralismo de la CEPAL liderado por el economista argentino


Ral Prebisch. De esta vertiente que propicia el crecimiento econmico de Amrica
Latina hacia adentro antes que continuar creciendo hacia fuera sobre la base de
exportaciones de materias primas, asumen el anlisis centro-periferia y la incidencia
del deterioro de los trminos de intercambio comercial en la acentuacin del
subdesarrollo.
A diferencia del nfasis dado por los partidarios de la modernizacin a lo tcnico-econmico, a
la baja productividad del aparato productivo tradicional as como elementos explicativos del
atraso de los pases, los dependentistas subrayan el carcter social y poltico del subdesarrollo,
el papel que cumplen en su configuracin las relaciones entre las clases sociales y la injusta
divisin internacional del trabajo. En palabras del economista chileno Osvaldo Sunkel uno de
los ms preclaros miembros de esta escuela: El desarrollo es un tema sociolgico porque lo que
est en desarrollo es una realidad humana, un conjunto de relaciones sociales, una estructura
social y un estilo de vida (1965).
Por su parte, el socilogo brasileo Fernando Henrique Cardoso y el historiador chileno Enzo
Faletto indican que el desarrollo: Es resultado de la interaccin de grupos y clases sociales que
tienen un modo de relacin que les es propio y por lo tanto intereses y valores distintos, cuya
oposicin, conciliacin o superacin da vida al sistema socio-econmico (1967:18).
Otro aspecto cardinal de este enfoque es haber rescatado la historia para la comprensin del
proceso del desarrollo. Los dependentistas concluyen que el subdesarrollo no es un momento
ni una etapa en la evolucin de una sociedad aislada y autnoma, sino parte del proceso
histrico global de desarrollo del capitalismo. Es decir, desarrollo y subdesarrollo son
estructuras parciales pero interdependientes que conforman un sistema nico, en el cual la
estructura desarrollada (centro) es dominante y la subdesarrollada (periferia) dependiente. Se
genera un intercambio econmico desigual que implica la transferencia de excedentes de la
periferia al centro.
Entre los tericos de la dependencia no hubo, por cierto, un planteamiento homogneo sobre las
posibilidades y formas que asumira el desarrollo en los pases perifricos. El socilogo
mexicano Pablo Gonzles Casanova y el germano norteamericano Andr Gunder Frank
relacionan desarrollo y subdesarrollo de manera inseparable, por lo que ellos niegan la
posibilidad del desarrollo capitalista, sin que ste vaya acompaado de un proceso de
subdesarrollo. El primero de dichos autores, en su ensayo Capitalismo y subdesarrollo en
Amrica Latina (1970), sostiene que el subdesarrollo es producto de la expansin del
capitalismo mundial y no acepta la idea de la sociedad dual, es decir una sociedad en la que
existieran independientes el uno del otro un segmento industrial y urbano y, un segmento rural.
Asimismo, las relaciones de explotacin se daran entre clases sociales y regiones.
Mientras el economista brasileo Theotonio Dos Santos (1970) argumenta que los pases
dependientes se encuentran incapacitados de modernizarse y de industrializarse, F.H.Cardoso
(1974) s considera posible un cierto desarrollo capitalista dependiente, reconociendo que la

14

heterogeneidad sigue marcando las estructuras dependientes. Contradiciendo a Gunder Frank,


que postula el desarrollo del subdesarrollo, Cardoso seala que puede haber simultneamente un
proceso de dependencia y desarrollo, agregando que en los pases perifricos la industrializacin
coexiste con formas anteriores a la relacin de dependencia.
Los partidarios de este enfoque propugnaron en general la necesidad de construir un nuevo
orden econmico internacional, al mismo tiempo que una de sus tendencias planteaba una
transicin hacia el socialismo como medio de salir del subdesarrollo. As, Theotonio Dos Santos
escribi Socialismo o Fascismo (1969) y Andr Gunder Frank Amrica Latina:
subdesarrollo o revolucin (1973).
Las posiciones dependentistas menos radicales, cercanas al estructuralismo de la CEPAL,
defendan el mayor protagonismo del Estado en la economa y la redistribucin de la riqueza a
travs de medidas como inversiones educativas y programas asistenciales para beneficiar al
conjunto de las poblaciones de menores recursos y la entrega de tierras a los campesinos pobres
por medio de reformas agrarias.
En resumen, podemos sealar que la teora de la dependencia dio nfasis al factor externo para
explicar la carencia de desarrollo en el Tercer Mundo y fundament que el desarrollo y el
subdesarrollo eran las dos caras de un mismo proceso: la expansin del capitalismo a escala
mundial desde el siglo XVI.

3.2.1 Crisis y crtica del enfoque dependentista


A los dependentistas se les objetaba que tuvieran una visin demasiado voluntarista de la
historia y, por consiguiente, que sus recomendaciones para superar la pobreza no fuesen
concretas ni viables.
Comenzada la dcada de los 80 los cambios polticos y econmicos acontecidos en el planeta
influirn en la prdida de influencia y atractivo de este enfoque. Nos referimos, entre otros, a la
crisis en Amrica Latina del modelo de la CEPAL de Industrializacin por Sustitucin de
Importaciones (ISI) y a los serios e insalvables problemas de reproduccin del socialismo
realmente existente, que llevarn, de un lado a la cada del muro de Berln y, de otro, a la
revalorizacin por parte del Partido Comunista Chino del rol del mercado, de la inversin
extranjera, y el comercio internacional.
Desde las corrientes de pensamiento liberal se seala que el mundo marcha a una
interdependencia antes que a la perpetuacin de una supuesta relacin de dependencia,
habindose modificado en gran medida la antigua divisin del trabajo: de un lado, pases
industriales, de otro pases productores de materias primas.Asi mismo sostienen que algunas de
aquellas naciones consideradas en los aos 60 como dependientes y subdesarrolladas, para los
80 haban dejado de serlo, como sera el caso de los llamados tigres del Asia: Corea del Sur,
Taiwn, Singapur y Hong Kong.
Al respecto Vsquez Barquero citando a Castells (1996) escribe:
() la economa global es fuertemente asimtrica. A diferencia de lo que propugna el
viejo paradigma de Centro-Periferia, es policntrica y adems las categoras Norte y
Sur han perdido capacidad analtica, ya que los centros y las periferias en el nuevo
orden internacional no se sitan simtricamente a ambos lados de la hipottica lnea
divisoria entre el Norte y el Sur. Existen ciudades y regiones en el Sur articuladas a
la economa global y existen ciudades y regiones del Norte que no lo estn. Es ms, la
pobreza es una cuestin que no slo afecta al Sur sino que los bajos niveles de renta, la
baja capacidad tecnolgica y la injusta distribucin de la renta caracterizan, tambin, a

15

las ciudades y regiones del Norte, si bien los niveles de pobreza en el norte y en el sur
no son comparables (2006:3).
Frente a las crticas mencionadas algunos intelectuales dependentistas respondieron sealando
que en los aos ochenta asistimos a nuevas formas de dependencia, de apropiacin del
excedente de los pases pobres del Sur por los pases ricos del Norte, como es el cobro de de la
deuda externa; el mecanismo institucional: el mayor control del Fondo Monetario Internacional
y del Banco Mundial sobre las economas de las naciones tercermundistas; y, la obligacin de
stas bajo coaccin de adoptar internamente polticas neoliberales, como las reformas
privatizadoras de primera y segunda generacin.
As, Theotonio Dos Santos refirindose a Amrica Latina postula que:
Es evidente que la cada del crecimiento est conectada con el aumento de la deuda
externa registrado al final de los 70 y comienzos de los 80, como resultado de la
renegociacin de las deudas anteriores a altsimas tasas de inters internacionales.
Durante la dcada del 80 hemos enviado centenares de miles de millones por concepto
de pago de intereses. Para lograrlo, nos hemos sometido al llamado ajuste
estructural, que consista en el aumento de nuestro supervit comercial para pagar
estos intereses (2004:1).
De otro lado, los dependentistas precisan que el xito de los pases recientemente
industrializados en el Asia se debera al papel clave que jug el Estado desarrollista, y no
simplemente al mercado como sugieren los economistas ms liberales.

4. Aproximaciones ambientalistas al Desarrollo (1970-1990)


Las aproximaciones ambientalistas al Desarrollo surgen en un contexto en que en el mundo
afloran problemas de contaminacin de las aguas de ros, lagos y mares, polucin en las
ciudades, masiva y acelerada deforestacin, avance de la desertificacin, entre otros, resultado
en buena medida de modelos y estilos de desarrollo que consideran a los recursos naturales
como inagotables y el lucro el fin supremo de los agentes econmicos.
Entre 1970 y 1990 es notoria la aparicin y progresiva consolidacin de las aproximaciones
medioambientales en torno al desarrollo, como lo fueron escalonadamente: el ecodesarrollo, el
otro desarrollo, el desarrollo sostenido y el desarrollo sustentable. Punto de partida del conjunto
de estas aproximaciones fue la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano
llevada a cabo en Estocolmo en1972, llamada tambin Primera Cumbre de La Tierra 7 . El
artculo 8 de la Declaracin final establece que hay una ligazn profunda entre desarrollo
econmico, social y medio ambiente. Asimismo, en dicha conferencia se acord un Plan de
Accin para el Medio Humano. Su cuarta recomendacin dio inicio al Programa de Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) siendo elegido director ejecutivo Maurice Strong.
Este empresario canadiense en la reunin constitutiva del PNUMA en Ginebra en 1973 acua el
trmino de ecodesarrollo.
Sin embargo, la elaboracin conceptual y difusin internacional de dicho trmino recay en el
eco-socio-economista polaco Ignacy Sachs, quien lo explicita en 1974 en su libro Environment

Participaron en ella representantes de 110 gobiernos y constituy el primer esfuerzo por


enfrentar los problemas ambientales sobre una base global. Para conocer mejor los temas
tratados puede consultarse la compilacin de conferencias que efectu Maurice Strong y que
en 1975 fue publicada como libro con el ttulo: Quin defiende la Tierra?

16

et styles de dvelopement. Los partidarios del ecodesarrollo consideran que su propuesta busca
armonizar cinco dimensiones o criterios para hablar propiamente de desarrollo:
1. Pertinencia social y equidad de las soluciones: la finalidad del desarrollo es tica y
social;
2. Prudencia ecolgica;
3. Eficacia econmica: asegurar la eficacia a criterios macro sociales y no slo de
rentabilidad macroeconmica;
4. Dimensin cultural: perseguir soluciones aceptables; y,
5. Dimensin territorial: producir nuevos equilibrios espaciales.
Puede decirse entonces que histricamente el concepto de Ecodesarrollo fue la antesala del
desarrollo sostenido y sustentable. Por su parte, la Fundacin sueca Dag Hammarskjold en su
Informe de 1975, al que titula Qu Hacer: Otro Desarrollo, establece varios principios de lo
que denominan El Otro Desarrollo como son: 1) Es generado para la satisfaccin de
necesidades, comenzando con la erradicacin de la pobreza; 2) Es endgeno y autnomo; 3)
Est en armona con el medio ambiente; y, 4) Est basado en transformaciones estructurales.
El Otro Desarrollo surge a partir de la disconformidad de la poblacin con la sociedad de
consumo, la cual a menudo es calificada de sobredesarrollo e incluso mal desarrollo, as
como con la creciente desilusin con el enfoque de la modernizacin. Para los partidarios del
Otro Desarrollo no hay un patrn universal de desarrollo, ste difiere de una sociedad a otra.
El consultor suizo Marc Nerfin, en la introduccin al libro Hacia otro Desarrollo: enfoques y
estrategias (1978), dir que el Informe de la Fundacin Dag Hammarskjold intentaba
presentar, frente a un fondo general de mal desarrollo, un marco conceptual alternativo como
un todo consistente y de una forma clara y aceptable.
A inicios de los 80 la agudizacin del deterioro del medio ambiente era ya inocultable. El futuro
de la tierra entra en la agenda de los organismos internacionales. Empieza a utilizarse el
concepto de desarrollo sostenido. As en el documento "Estrategia mundial para la
conservacin" (1980), publicado por la Unin Internacional para la Conservacin de la
Naturaleza, el PNUMA y el World Wildlife Fund, se hace referencia a la necesidad de preservar
los recursos vivos para un desarrollo sostenido, entendindose por ste "el crecimiento
econmico que no vulnera los ecosistemas" y que tiene un carcter permanente y de largo
alcance. Aqu entonces la variable medio ambiente aparece consubstancial al desarrollo. No
puede haber desarrollo si no se preservan los recursos naturales. Este concepto de desarrollo
sostenido, asimismo, precede al concepto desarrollo sostenible.
En 1987 la Comisin Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, luego de cuatro aos de
trabajo de evaluacin del impacto del desarrollo sobre la naturaleza en el mbito planetario,
entreg al Secretario General de las Naciones Unidas, Javier Prez de Cuellar, el informe
"Nuestro futuro comn". Este es conocido tambin como el informe de la Comisin
Brundtland 8 , con l se dio nacimiento a un concepto mayor y ms complejo: el desarrollo
sostenible o durable.
En el captulo II del informe de la mencionada Comisin se define al desarrollo sostenible
como:
"Un desarrollo que satisface las necesidades de la generacin presente, sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras, para satisfacer sus propias
necesidades".
8

En homenaje a la Ministra noruega que la dirigi: Gro Harlem Brundtland.

17

Algunas de las principales ideas-fuerza del informe fueron:


"La satisfaccin de las necesidades y aspiraciones humanas es el principal objetivo del
desarrollo. Un mundo en que la pobreza y la desigualdad son endmicas estar siempre
propenso a crisis ecolgicas o de otra ndole. El desarrollo sostenible requiere la
satisfaccin de las necesidades bsicas de todos, y extiende a todos la oportunidad de
satisfacer sus aspiraciones a una vida mejor. Las necesidades conocidas estn
determinadas social y culturalmente, y el desarrollo sostenible requiere la promocin
de valores que alienten niveles de consumo que permanezcan dentro del lmite de lo que
ecolgicamente es posible y a los que todos puedan aspirar razonablemente".
"El desarrollo sostenible requiere que las sociedades satisfagan las necesidades
humanas aumentando el potencial productivo y asegurando la igualdad de
oportunidades para todos; se puede lograr el desarrollo sostenible nicamente si la
evolucin demogrfica est en armona con el cambiante potencial productivo de los
ecosistemas".
A diferencia de los ecologistas puros que parten de la naturaleza, el Informe Brundtland parte
del hombre, de sus necesidades, de su inventiva, de sus instituciones, para desde ah acercarse a
la naturaleza y no al revs. Enfatiza las necesidades humanas, en especial las necesidades de los
pobres a los que otorga atencin preponderante. Subraya los lmites fsicos que el medio
ambiente y los recursos naturales ponen al crecimiento econmico para satisfacer las
necesidades de la generacin presente y futura. Denota pues una preocupacin explcita por las
generaciones venideras, ausente en los anteriores enfoques y estrategias de desarrollo. En esta
definicin del desarrollo sostenible, pensar el planeta y sus recursos en funcin de las prximas
generaciones es un elemento nuevo y medular.
El mencionado Informe, sin asumir posiciones malthusianas, expresa inquietud frente al
aumento de la poblacin, sealando que sta no se debe ir ms all de la capacidad de soporte
de los ecosistemas. Dicha preocupacin se manifiesta en cuanto a la magnitud y velocidad de
crecimiento de poblacin en funcin a los cambios de la naturaleza y los cambios tecnolgicos.
No sugiere que la poblacin deje de crecer, sino que el crecimiento de la poblacin est en
funcin al carcter de la economa, la sociedad y la naturaleza.
El desarrollo sostenible tambin conlleva una postura tica, valores y un planteamiento
democrtico: la igualdad de oportunidades en la actividad econmica. Por ltimo, critica
duramente a la forma de desarrollo de los pases industrializados del norte, por su exceso de
consumo material mercantil y el consiguiente deterioro del medio ambiente. As, bajo esta
impugnacin, los pases desarrollados dejan de ser los faros ejemplares que iluminaban el
camino a seguir por los pases del Tercer Mundo a fin de abandonar la condicin del
subdesarrollo, como sugeran los partidarios de la modernizacin.
El argentino Leopoldo Mrmora (1992), analizado "Nuestro futuro comn", seala que el
concepto de desarrollo sostenible o sustentable tiene una alta dosis de utopa, como tal en
trminos prcticos es complejo y pretender aplicarlo requiere un gran esfuerzo cientfico y
tecnolgico. Vale preguntarse, estn los pases, en especial los tercermundistas, armados del
personal y las tcnicas para enfrentar los problemas de sostenibilidad de muchos de sus recursos
y de algunos procesos de agudo deterioro ambiental? Se podrn canalizar recursos propios y de
los pases industrializados para que las poblaciones pobres, los 800 millones de indigentes,
puedan llevar a cabo los planes de desarrollo y sostenibilidad sugeridos?
En la llamada Cumbre de la Tierra realizada en 1992 en la ciudad de Ro de Janeiro, a la que
concurrieron representantes de todos los gobiernos del planeta, se insiste en que el modelo de
industrializacin y desarrollo de occidente, el cual ha llevado al hiperconsumismo y a degradar
y poner en peligro los recursos naturales, no es un modelo viable para el resto de regiones y

18

naciones. Por lo tanto, una vez ms se recusa uno de los postulados centrales de la teora de la
modernizacin: el modelo de desarrollo de los pases occidentales debe ser imitado por las
naciones atrasadas.
La declaracin de Ro de Janeiro, firmada por representantes de 200 pases, dice:
"Los pases industrializados aportarn recursos financieros nuevos y adicionales a los
pases en desarrollo a fin de cubrir los gastos suplementarios ocasionados por las
medidas que hubiera que tomar para hacer frente a los problemas del medio ambiente y
para generar el desarrollo sustentable".
La Agenda 21, documento que constituye una suerte de Programa de Accin emanado de la
Cumbre de la Tierra, compromete a los pases desarrollados a proveer el 0.7% del PNB a la
asistencia nacional al desarrollo (AOD), lo que en la prctica no se cumple. El Fondo de
Recursos Financieros (FMAM), es un fondo de Naciones Unidas que garantiza la
implementacin de los instrumentos estipulados en la Agenda 21, para asegurar el acceso de
parte de los pases pobres a recursos adicionales para la proteccin del medio ambiente mundial
y fomento del desarrollo econmico sostenible y ambientalmente racional. Sin embargo, cada
vez ms los diversos programas creados para afrontar los desafos sobre el medio ambiente
estn sectorializados, consumiendo de manera creciente la financiacin dispuesta segn el
Consejo de Administracin del PNUMA.
Finalmente, otro elemento fundamental para que el desarrollo sostenible sea viable, radica en el
hecho de que en la realidad funcione lo que la misma Declaracin de Ro postula: La
denominada "alianza mundial nueva y equitativa". Cabe preguntarse tambin, en qu medida
es posible que pueda concretizarse y avanzar esta alianza si el mundo est dividido en ncleo,
semiperiferia y periferia, donde no hay una verdadera relacin de igualdad entre pases. Resulta
pues altamente improbable poner en marcha tal alianza mundial y que sta sea sostenible. Por
eso consideramos que existe mucho de retrica y de voluntarismo en esta propuesta.
En efecto cinco aos despus de Ro la Asamblea General de Naciones Unidas reconoci en su
resolucin del 28 de junio de 1997 que ...las tendencias con respecto al desarrollo sostenible
son hoy peores que en 1992...la implementacin integral de la Agenda 21 es de vital
importancia y ms urgente que nunca. Entrado el siglo XXI esta tendencia se mantiene.
Al margen de sus limitaciones de orden prctico, el concepto de Desarrollo sostenible ha
adquirido una impresionante difusin y legitimidad universal. Paralelamente el cambio
climtico y el calentamiento global de la tierra expresan el empeoramiento de las relaciones
entre sociedad y naturaleza, salvo excepciones de algunos pases donde se ha mejorado la
calidad del agua y del aire.
5. Los enfoques de las necesidades bsicas y el desarrollo a escala humana (1975-1980)
A mediados de los aos 70 emerge otro enfoque sobre el desarrollo denominado de las
Necesidades Bsicas. Su autor el economista estadounidense de origen viens Paul Streeten
postula que:
... el objetivo de los esfuerzos a favor del desarrollo es proporcionar a todos los seres
humanos la oportunidad de vivir una vida plena...la incumbencia fundamental del
desarrollo son los seres humanos y sus necesidades (1978:31:32).
La satisfaccin de necesidades est referida sobre todo a educacin y salud, ya que stas aportan
una contribucin de importancia para acrecentar la productividad laboral. Aspira a eliminar la
privacin en masa. Preocupacin que siempre ha sido parte sustantiva del desarrollo.

19

En 1976 La Conferencia de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) adopta el enfoque


de la satisfaccin de las Necesidades Bsicas. Sealando incluso un plazo, el ao 2000, para que
se lograra un adecuado cumplimiento de las necesidades bsicas.
Estas eran divididas en cuatro grupos: A. Los mnimos necesarios para el consumo familiar y
personal: alimento, vivienda, etc. B. El acceso a servicios esenciales: salud, transporte,
educacin o agua potable. C. Las referidas a un puesto de trabajo debidamente remunerado. D.
Necesidades cualitativas referidas a un entorno saludable y humano, participacin en las
decisiones, libertades individuales, etc.
Tiempo despus Paul Streeten y su equipo de trabajo escriben un ensayo bautizado: Lo
primero es lo primero (1989). Ah puntualizan que la satisfaccin de las necesidades humanas
bsicas constituye un objetivo moralmente ms importante que reducir la desigualdad. Mientras
que disminuir la desigualdad es un objetivo complejo y abstracto en grado sumo, abierto a
muchas interpretaciones diferentes y, por consiguiente, ambiguo desde el punto de vista
prctico. Como tal el enfoque de la satisfaccin de las necesidades bsicas dicen sus creadores
tiene el poder de movilizar apoyo a favor de polticas del cual carecen nociones ms abstractas.
Este enfoque como indica D.Hunt (1989:259) se expresa en al menos dos posturas. La primera,
ms radical, entiende que es necesario replantearse el modelo de desarrollo, la forma en que se
mide, y el tipo de crecimiento imperante, tomando como gua el cumplimiento de las
necesidades bsicas que ste es capaz de satisfacer. La segunda postura, por su parte, no
cuestiona el modelo de desarrollo, sino que, aceptndolo, entiende necesario intensificar las
polticas sociales y de disminucin de la pobreza.
Una de las crticas principales a este enfoque est centrada en la ausencia de indicadores
alternativos al Producto Interno Bruto, con los cuales se puedan fijar objetivos polticos o
conocer la situacin actual de satisfaccin de necesidades. Gutirrez (2000) resume los intentos
por superar dicha carencia:
Diversos autores han formulado diferentes propuestas: Grant (1978) toma como
indicadores centrales la esperanza de vida, la mortalidad infantil y la alfabetizacin,
Hicks y Streeten (1979) resaltan seis tipos de necesidades bsicas y sus
correspondientes indicadores; y Stewart (1985) propone como indicador nico la
esperanza de vida, por estar altamente correlacionada con el resto de factores.
Desde un punto de vista ideolgico, se cuestiona la propia definicin de necesidades y
su carcter incondicional. Para autores de la Nueva Derecha como Nozick, las
necesidades bsicas no son universales ni objetivas. Deben ser los propios individuos
quienes decidan qu necesitan y qu deben gastar en lo que consideran las necesidades
de los dems, siendo el mercado y no el Estado el mecanismo para satisfacerlas. La
visin marxista, en ocasiones, tambin habla de la relatividad de las necesidades, al
enmarcar stas en su contexto histrico y cultural (Doyal y Gough, 1954:35-38).

El Desarrollo a Escala Humana


Por otro lado, hacia mitad de los 80 el economista chileno Manfred Max Neef y un equipo
transdisciplinario, integrado por el socilogo Antonio Elizalde y el filsofo Martn Hopenhayn,
escriben: Desarrollo a Escala Humana: una nueva opcin para el futuro. En este trabajo
sugieren abandonar la modernizacin uniformizadora, el pensar en los valores de uso y en
apreciar la diversidad. Plantean distinguir entre necesidades y satisfactores. Las primeras no
son infinitas ni inescrutables.

20

Este tro de pensadores parte del diagnstico que en el mundo se vive una profunda crisis que no
sera slo econmica, social, cultural o poltica. Resultara de una convergencia de todas ellas
pero que en su agregacin produce una totalidad que es ms que la suma de sus partes.
En lo poltico, la crisis se ve agudizada por la ineficiencia de las instituciones polticas
representativas frente a la accin de las elites de poder financiero, por la internacionalizacin
creciente de las decisiones polticas y por la falta de control que la ciudadana tiene sobre las
burocracias pblicas. Contribuyen tambin a la configuracin de un universo poltico carente de
fundamento tico, la tecnificacin del control de la vida social, la carrera armamentista y la falta
de una cultura democrtica arraigada en las sociedades latinoamericanas.
En lo social, la creciente fragmentacin de identidades socio-culturales, la falta de integracin y
comunicacin entre movimientos sociales, la creciente exclusin social y poltica y el
empobrecimiento de grandes masas, han hecho inmanejables los conflictos en el seno de las
sociedades, a la vez que imposibilitan las respuestas constructivas a tales conflictos.
En lo econmico, el sistema de dominacin sufre actualmente cambios profundos, donde
inciden de manera sustancial la mundializacin de la economa, el auge del capital financiero
con su enorme poder concentrador, la crisis del Estado de Bienestar, la creciente participacin
del complejo militar en la vida econmica de los pases y los mltiples efectos de las sucesivas
oleadas tecnolgicas en los patrones de produccin y consumo.
Todo esto sorprende a los pases en desarrollo en condiciones de tremenda desventaja y los
obliga- con la complicidad de gobernantes y clases dominantes- a enormes sacrificios y costos
sociales para sanear sus sistemas financieros y pagar los mentados servicios de sus deudas
con los acreedores del mundo industrializado. Ante este panorama incierto, ms desolador que
halagador, las respuestas y bsquedas de alternativas al autoritarismo, al neoliberalismo, al
desarrollismo y al populismo, se empantanan en programas inmediatistas, y en balbuceos
reactivos o, se reducen a la reivindicacin y recuperacin de los niveles histricos (pg.9). Por
ltimo, el equipo de Max Neef considera que frente a la realidad de esta crisis hay tambin una
crisis de propuestas y utopas.
No obstante proponen como el mejor desarrollo al cual aspirar ms que cualquier indicador
convencional que sobre todo ha servido para acomplejarnos- el desarrollo de pases y culturas
capaces de ser coherentes consigo mismas. En este aspecto atisbamos fuertes coincidencias con
el enfoque llamado postdesarrollo que aparecer posteriormente.
Cabe indicar, por ltimo, que a diferencia del paradigma dependentista los enfoques de las
necesidades bsicas y el desarrollo a escala humana no suscitaron gran difusin ni entusiasmo
entre los jvenes de los claustros universitarios de Amrica Latina en parte porque el mundo
parece alejarse del dilema capitalismo o socialismo.

6. El pensamiento tourainiano y el desarrollo

En los aos 80 y 90 el socilogo Alain Touraine desde la academia europea es partidario de la


necesidad de limitar el empleo del concepto de desarrollo a un tipo particular de sociedad.
Argumenta que slo podemos hablar de desarrollo en las sociedades de produccin o
transformacin, sociedades en permanente cambio, para que este concepto tenga utilidad. El
occidente moderno habla poco de desarrollo refirindose a s mismo, porque la modernizacin
no es sino la aplicacin de los principios de la modernidad. Es el acto de la modernidad, vale

21

decir el trabajo de la razn que destruye los obstculos acumulados por las tradiciones, los
privilegios y las creencias.
El concepto de desarrollo puntualiza el socilogo galo- fue elaborado y aplicado para dar
cuenta de las transformaciones por mecanismos diferentes a aquellos de los pases de la
modernizacin endgena. Se debe entonces reemplazar la nocin de alcance general de
desarrollo por una categora socio-histrica bien delimitada: el desarrollo es la modernizacin
voluntarista de una sociedad por un Estado nacional o extranjero.
Una sociedad est en desarrollo en tanto es conducida por un Estado por el camino de la
modernidad, camino por el cual no es capaz de avanzar por s misma. Este desajuste entre el
Estado y la sociedad define el campo de empleo de la idea de desarrollo.
La misma naturaleza del desarrollo significa que el trnsito del voluntarismo estatal hacia la
formacin de los actores sociales autnomos constituye el momento decisivo y la dificultad
principal del proceso de desarrollo. La cuestin central del desarrollo descansa en la relacin
directa entre crecimiento econmico y transformaciones sociales y polticas.
Hablar de un pas en desarrollo y de polticas de desarrollo supone que la modernizacin no es
endgena. Desarrollo se opone a la inercia o a reproduccin, as como modernizacin se
relaciona con modernidad. El desarrollo est referido a la voluntad que tienen los actores
sociales, o mejor an polticos, de transformar su sociedad. La modernizacin constituye un
proceso, el desarrollo es una poltica. La idea del desarrollo ha sido siempre antiliberal.
Es preferible, concluye Touraine (1995), abandonar los estudios sobre las causas generales de
la modernizacin e insistir por el contrario en las mltiples combinaciones de fuerzas y de
proyectos sociales que definen diversos tipos de acceso a la modernidad.
Y sobre la vigencia actual de la nocin de desarrollo seala textualmente:
La propia nocin de desarrollo parece responder bien a los objetivos que se
proponen muchas sociedades hoy en da y que no corresponden a la idea de
progreso (que remite a una trayectoria delimitada, ni a la identidad. La idea de
desarrollo introduce antes que nada el tema de la capacidad de la sociedad de
actuar tanto sobre su financiamiento como sobre sus relaciones con el medio
social y natural. Cuando el derrumbe de las polticas desarrollistas y
nacionalistas parece no dejar ms que el cara a cara contra el liberalismo
salvaje y el integrismo activo cuando las distancias sociales entre las
sociedades al interior de la mayor parte de ellas aumentan. La idea de
desarrollo proporciona el instrumento de anlisis y el principio de accin que
necesitamos para el conjunto de los elementos del planeta forme un solo
mundo. El desarrollo es la creacin de la necesidad de la comunicacin en un
mundo de una complejidad creciente cuyos cambios se aceleran y cuyos riesgos
de integracin se agravan. (1995).
En ese sentido plantea la socialdemocracia como un medio para llegar a la modernidad, la
apertura internacional a la economa, la redistribucin del ingreso y la aplicacin de polticas
sociales de limitacin de desigualdades.

22

7. El enfoque Neoliberal y la Neomodernizacin: Ajuste estructural y Consenso de


Washington (1980-1990)

En la dcada de los ochenta, frente a los problemas generados por la crisis del Estado de
Bienestar en los pases del norte y el agotamiento del modelo de sustitucin de importaciones
en los pases del sur, corrientes principalmente neoclsicas en economa participan con nuevos
juicios sobre el desarrollo, al comps del avance de la llamada neomodernizacin liberal
transnacional. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial asumen con fuerza roles
directrices en el diseo de las polticas econmicas de los pases del Tercer Mundo, en cierta
forma como consecuencia del no pago de la deuda externa.
Surge la doctrina del Ajuste estructural que ejerce influencia sobre el pensamiento y las
prcticas del desarrollo, al lado de una cierta desideologizacin y pragmatismo en diversos
crculos institucionales y acadmicos. El trasfondo histrico de esta avanzada liberal est dado
por el fin de la guerra fra en 1989 con el derrumbe del Muro de Berln y de los regmenes
socialistas de Europa Oriental, y en contrapartida la hegemona norteamericana y del
capitalismo. El fin de la historia escribe en 1992 Francis Fukuyama, argumentando que a
partir de esa dcada el mundo entra a una nueva era de neoliberalismo global sin oposicin.
El crecimiento econmico vuelve a ser considerado como el motor del desarrollo y del progreso
social y presentado como el instrumento y la finalidad del desarrollo al cual hay que sacrificar,
si fuese necesario, las exigencias sociales de la poblacin. En el predominante discurso liberal
las demandas econmicas son imperativas y fundamentales.
La visin oficial de los organismos financieros internacionales sobre el desarrollo ms que
nunca lo identifica como el crecimiento econmico. Y ser caracterizado exclusivamente en el
cuadro de la actual mundializacin de la actividad econmica. La adaptacin continua de los
espacios nacionales a las exigencias y restricciones de esta globalizacin aparece como el vector
nico de una poltica de desarrollo posible y creble (Peemans: 1996).
En este discurso hegemnico un cierto nmero de indicadores monetarios, financieros y
econmicos, devienen en los nicos indicadores significativos en materia de desarrollo. Son
aquellos sobre los cuales coincidan y/o se pusieron de acuerdo los organismos financieros
internacionales, la administracin poltica norteamericana y la banca privada transnacional, y
enunciados en lo que se conoce como el Consenso de Washington. En los hechos estos
indicadores estn presentes en los Programas de Ajuste Estructural (PAE) 9 impuestos a partir de
los 80 en los pases del Sur, y despus en los 90 al conjunto de pases de Europa del Este.

Consenso de Washington
El economista estadounidense John Williamson acu la expresin Consenso de Washington
(CW). Este ex catedrtico de Princenton University, y exfuncionario del Banco Mundial, seala
que el CW data de 1989 cuando la prensa de los Estados Unidos comentaba la poca disposicin
de Amrica Latina para emprender las reformas para salir de la crisis de la deuda externa. En
palabras textuales:

Se definen los PAE como la combinacin de polticas de estabilizacin y de reformas institucionales,


cuyo objetivo es redefinir la participacin del Estado en la economa y promover un nuevo modelo de
crecimiento, basado en la economa de mercado como la principal institucin asignadora y
distribuidora de recursos.

23

A mi modo de ver esto era errneo y, de hecho, las posturas sobre la poltica
econmica estaban cambiando radicalmente. Para comprobarlo, el Instituto de
Economa Internacional decidi convocar una conferencia para que autores de
10 naciones latinoamericanas detallaran lo que haba estado sucediendo en sus
respectivos pases. Para asegurar que todos abordaran un conjunto de
cuestiones en comn, redact un documento de referencia donde enumer 10
reformas de poltica econmica que casi todos en Washington consideraban
necesario emprender en Amrica Latina en ese momento. A este programa de
reformas lo denomin Consenso de Washington 10 (Williamson:2003:10).
Las reformas consensuales eran:
Reduccin del dficit fiscal: equilibrar gastos e ingresos pblicos; un dficit operativo por
encima del 1 o 2% del PBI sera considerado un fracaso de poltica econmica. Cancelacin de
subsidios indiscriminados y reasignacin de gastos de subsidios hacia educacin y salud.
Inversin del gobierno dirigida casi exclusivamente a infraestructura pblica. Reforma
impositiva, expresada en una base impositiva amplia y a una tasa marginal moderada.
Eliminacin de las tasas de inters negativas dejando que el mercado decida. El tipo de cambio
monetario deba asegurar un nivel competitivo. Crecimiento de exportaciones (especialmente
las no tradicionales) constitua el propsito fundamental. Poltica comercial que suprima las
barreras no arancelarias como licencias de importacin, los impuestos a las exportaciones y
garantizar el acceso a las importaciones de insumos intermedios a precios internacionales
competitivos. La proteccin de la industria incipiente deba ser temporal como mecanismo para
diversificar la industria. Favorecer la inversin extranjera directa como forma de atraer el capital
y la tecnologa. Privatizacin de las empresas estatales. Desregulacin de los mercados, en
particular los mercados de trabajo. Garantizar los derechos de propiedad inseguros en Amrica
Latina.
Para el economista Roberto Frenkel y sus colegas (1993) este programa parta del diagnstico
que las races de los desequilibrios de la mayora de las naciones latinoamericanas, provenan
del modelo de desarrollo aplicado desde la posguerra, el cual asignaba un rol de liderazgo a la
estrategia de Industrializacin por Sustitucin de Importaciones (ISI), y consideraba al Estado
como el motor de crecimiento. Los desequilibrios de dichas economas en sus cuentas
corrientes y presupuestos de gobierno no eran coyunturales. El contexto de desequilibrio difera
del tradicional, por lo que se requera no slo de medidas de estabilizacin de corto plazo sino
tambin otras orientadas a la introduccin de cambios estructurales para asegurar el cierre de las
brechas mencionadas.
Por ltimo, Williamson explica que:
El Consenso de Washington contribuy a cubrir la necesidad de un marco de
poltica econmica que sustituyera a las desacreditadas estrategias de
planificacin centralizada y sustitucin de importaciones....A principios de los
aos noventa los gobiernos de Amrica Latina adoptaron el Consenso, y las
polticas aplicadas dieron algunos de los resultados que supuestamente deban:
presupuestos ms saludables, menos inflacin, menores coeficientes de deuda
externa y mayor crecimiento econmico. Pero en muchos pases el desempleo
aument, la pobreza sigui estando difundida y el nfasis en la apertura hizo
que los pases se tornaran vulnerables a los efectos secundarios de la
globalizacin, como los flujos de capitales privados a corto plazo que salen de
un pas con la misma rapidez con que entraron.
10

El Washington de Williamson no es otro que el de la sede de las oficinas de las instituciones de


Breton Woods (FMI y Banco Mundial), del BID y del Tesoro y la Reserva Federal de los Estados
Unidos de Norteamrica.

24

Entre 1994 y 1999, 10 pases en desarrollo de ingreso mediano experimentaron


crisis financieras que deterioraron los niveles de vida y en algunos casos
hicieron caer los gobiernos y empobrecieron a millones de personas. Los
responsables de las polticas enfrentaron un nuevo problema del contagio
financiero el riesgo de que la crisis se extienda de un pas a otro- y los
economistas cuestionaron el ritmo y la secuencia de la desregulacin y la
liberalizacin (2003:9).
As detrs de las recomendaciones de poltica que conforman el Consenso de Washington existe
un supuesto: la complementariedad fundamental entre ajuste y el crecimiento econmico. El
CW pronto se convirti en el modelo para todo el mundo en desarrollo.

8. Ms all del Consenso de Washington (1990)


Por otro lado, a mediados de los 90 se observa ya la emergencia de nuevas corrientes tericas
que buscan ir ms all de los postulados del Consenso de Washington, introduciendo el papel de
las instituciones y convenciones en el estudio de las sociedades subdesarrolladas.
El economista tunecino Ben Hammouda (1998) considera que el fracaso de los programas de
ajuste fue el origen del movimiento terico de oposicin al Consenso de Washington. Evala
de manera crtica las principales corrientes que al comenzar la dcada de los 90 dominan el
campo de anlisis de los problemas econmicos del desarrollo. Las clasifica en tres:

El retorno a los padres fundadores de la economa del desarrollo


Corriente que persigue renovar las teoras del crecimiento endgeno a travs de la vuelta a los
trabajos de los fundadores de la economa del desarrollo, a los ensayos pioneros sobre el
comercio internacional. El punto de partida de las nuevas teoras se funda en la crtica a las
teoras de las ventajas comparativas y de su incapacidad de hacer comprensible las relaciones
internacionales ( David Greenaway, 1987; Elhanan Helpman y Assaf Razin, 1991, y Paul
Krugman, 1990); asimismo se apoya en los ensayos sobre los rendimientos de escala. Los
primeros trabajos insistan en la importancia y rol de los rendimientos en la dinmica del
desarrollo. Paul Rosestein-Rodan en su teora del "Big Pusch" sostena que las economas de
escala a nivel microeconmico y la oferta de trabajo en los pases subdesarrollados seran la
causa de un fuerte crecimiento. Para Paul Krugman las economas de escala van a permitir a los
pases disponer de stock de capital y reforzarn sus ventajas iniciales.
La nueva economa institucional
Esta segunda corriente, se interesa particularmente en las imperfecciones del mercado y estudia
el rol y el peso de las instituciones en la regulacin y el funcionamiento de las economas
subdesarrolladas. Joseph Stiglitz y Douglass North, ambos galardonados con el Nobel de
Economa son dos de sus conspicuos representantes 11 .
11

Este ex-funcionario del Banco Mundial y ex asesor del presidente Clinton, recibi en el ao
2001 el premio Nbel de Economa. Actualmente es catedrtico de la Universidad de Stanford.
Douglass North, quien afirma que la enfermedad de Amrica Latina es su debilidad
institucional, recibi este premio en 1993.

25

La corriente institucional ha sido influida por el pensamiento neokeynesiano. Las ideas que
postula: las imperfecciones del mercado deben ser corregidas, y en ello las instituciones tienen
un peso y un rol que cumplir. En las economas latinoamericanas el Estado debe participar en
su regulacin y funcionamiento.
.
La renovacin de las corrientes estructuralistas
La tercera corriente, postkeynesiana, intenta sobre la base de una crtica de los fundamentos
ortodoxos de los modelos de estabilizacin, construir nuevas estrategias orientadas hacia el
relanzamiento de la demanda interna.
El punto de partida de estas corrientes neoestructuralistas es una doble crtica que toca los
fundamentos tericos y la eleccin del desarrollo de los programas de ajuste estructural. JM
Fontaine y MC Jacmart (1993) proponen una rehabilitacin de la demanda en tanto categora
analtica y en tanto que fundamento de nuevas polticas de desarrollo En Amrica Latina los
economistas de la CEPAL (los chilenos Osvaldo Sunkel y Osvaldo Rosales y el colombiano
Jos Ocampo) expresan esta nueva corriente de pensamiento, a la que han bautizado con el
nombre de el desarrollo desde dentro.
Ben Hammouda concluye que las diferentes corrientes de la economa del desarrollo del post
ajuste permiten poner en relieve la incapacidad de comprender y explicar las actuales
mutaciones y evoluciones en el Tercer Mundo. Estos lmites exigen una renovacin de las
teoras del desarrollo y la construccin de entradas capaces de analizar las dinmicas en curso
en la mayor parte de los pases subdesarrollados y de poner de manifiesto, ms all de las
propias especificidades, las transiciones globales que conocen las economas de Asia, Africa y
Amrica Latina.

9. Enfoque de las capacidades y el Desarrollo Humano (1990-2000)

9.1 Sen y el enfoque de las capacidades


En los 80 se abra paso en el mundo acadmico occidental el pensamiento del economista y
filsofo hind Amartya Sen, conocido tambin como el enfoque de las capacidades. Punto
inicial de su planteamiento, desplegado en su artculo Los Bienes y la Gente, es la premisa
siguiente:
...aunque los bienes y servicios son valiosos, no lo son por s mismos. Su valor radica
en lo que pueden hacer por la gente o ms bien, lo que la gente puede hacer con ellos
(1983:1116).
Para A.Sen el desarrollo no se reduce al aumento de la oferta de mercancas sino y centralmente
a acrecentar las capacidades de la gente. Lo primero resulta relevante nicamente de una forma
instrumental y contingente derivada de la importancia real de lo ltimo. Como parte medular del
argumento de su enfoque, Sen indica que constituye una cuestin vital el dominio que la gente
tiene sobre sus propias vidas para sustituir, parafraseando a Marx, el dominio de las
circunstancias y el azar sobre los individuos por el dominio de los individuos sobre el azar y las
circunstancias.

26

En este sentido el referente del desarrollo no es el crecimiento econmico, como decan los
tericos de la modernizacin, sino los seres humanos.
Si en ltima instancia consideramos al desarrollo como la ampliacin de la
capacidad de la poblacin para realizar actividades elegidas (libremente) y valoradas,
sera del todo inapropiado ensalzar a los seres humanos como instrumentos del
desarrollo econmico (Sen:1998:601).
Lo que pretende este enfoque de las capacidades es sostener una concepcin del desarrollo que
gire en torno a la razn y las libertades humanas (Op.cit:603).
En suma el desarrollo es visto como un proceso de expansin de capacidades humanas,
individuales y colectivas para efectuar actividades elegidas y valoradas libremente: a la vez que
la oferta y demanda de bienes y servicios es un aspecto complementario y de ningn modo la
meta principal. La importancia del enfoque de Sen radica en subrayar lo que la gente pueda
hacer y ser (functionings) y no en lo que ella puede tener. Dicha propuesta aparece asociada
a derechos (entitlements), los mismos que definen la realizacin material como espiritual de las
personas. El asumir lo anterior implicara un cambio en los patrones de comunicacin
interpersonal y en la percepcin sobre el desarrollo existente en nuestros pases.
En 1998 Amartya Sen recibe el premio Nbel de Economa. Al comenzar el milenio en curso,
en los organismos internacionales y el mundo acadmico la influencia del pensamiento de SEN
es ms que evidente. En el Per por ejemplo los economistas Iguiiz (1992), Gonzales de Olarte
(1995) y Vega-Centeno (2003), asumen explcitamente sus premisas tericas, aplicndolas al
anlisis de nuestra realidad.

9.2 El Desarrollo Humano


De manera paralela al iniciar la dcada de los 90 Naciones Unidas presenta una propuesta
relativamente renovada del desarrollo, a la que titula Desarrollo Humano, e ir amplindola y
mejorndola en los aos siguientes. El aporte de Amartya Sen, Paul Streeten, Mahbud al Haq,
Keith Griffin, John Williamson, y otros acadmicos provenientes de diversas canteras de la
economa est detrs.
El Primer Informe del Desarrollo Humano seala que:
El desarrollo humano es un proceso mediante el cual se amplan las oportunidades de
los individuos, las ms importantes de las cuales son una vida prolongada y saludable,
el acceso a la educacin y el disfrute de un nivel de vida decente. Otras oportunidades
incluyen la libertad poltica, la garanta de los derechos humanos y el respeto a s
mismo (1990:33).
Precisa que las oportunidades pueden ser infinitas, cambiar con el tiempo y variar en funcin de
pases, sociedades y contextos histricos diversos.
El Desarrollo Humano propone el mejoramiento de la calidad de vida de las personas; valora
la vida humana en s misma. Este enfoque postula que el tema del desarrollo debe ser abordado
de una manera integral y universal. El fin del desarrollo es el bienestar de los seres humanos, el
crecimiento econmico es slo un medio para alcanzarlo. Como uno puede deducir varias
afirmaciones y propuestas en discusin en los aos 70 y 80 fueron retomadas por funcionarios
de Naciones Unidas de otros enfoques como la ampliacin de la esperanza de vida de la
corriente de las Necesidades Bsicas.

27

Los informes de 1992 y 1993 introducen en la definicin del desarrollo humano las dimensiones
de sostenibilidad y participacin. Para los seguidores de este enfoque los actores involucrados
en el proceso de desarrollo, son: el Estado (a travs de impuestos e inversin), el mercado como
promotor de la competencia y eficiencia, y los sujetos sociales en la necesidad de capacitarse y
calificarse para potenciarse como capital humano. Las metas globales que proponen giran
principalmente en torno a la ampliacin de la cobertura de los servicios bsicos de educacin y
salud.
En breve, para los defensores de este paradigma la generacin de oportunidades iguales y la
ampliacin de capacidades y derechos de las personas constituyen la esencia del Desarrollo
Humano. Igualmente consideran que ste es un resultado que se puede alcanzar dentro de los
distintos modelos econmicos si se utilizan de la mejor manera posible las potencialidades
humanas y colectivas.
El Desarrollo Humano es tambin una prctica real que tiene avances y retrocesos en la historia.
Para medir ello Naciones Unidas ha generado lo que denominan Indice de Desarrollo Humano
(IDH). Este indicador integra la dimensin del acceso a los recursos que el PBI per cpita
puede representar, con indicadores que miden las otras manifestaciones del desarrollo humano
la calidad y duracin de la vida, evaluada a travs de la esperanza de vida al nacer y el logro
educativo de la poblacin de un pas estimado a travs de la matrcula y el alfabetismo de las
personas de 15 o ms aos.
A manera de crtica el nfasis de este enfoque est colocado en el bienestar individual, con lo
que se diluye la dimensin del desarrollo como proceso social. Percibimos poco esfuerzo por
explicar el papel o la importancia de la sociedad dentro de la necesidad de pensar el desarrollo.
Coincidimos con Alain Touraine cuando escribe que el desarrollo consiste, en ltima instancia,
en elegir opciones en una sociedad que est viva, que hace saber cules son sus puntos de vista,
que reacciona, y que sabe cmo valorar y evaluar.
De otro lado, los aos noventa se muestran ricos en nuevas reflexiones y enfoques. A las
sealados se agregan otros ms como el enfoque territorial y el postdesarrollo. Al respecto
Bernard Kliksberg 12 escribe:
La crisis de la reflexin convencional sobre el desarrollo en marcha est abriendo
entre otras, la oportunidad de cruzar activamente capital social, cultura y
desarrollo. Hasta hace poco, la corriente principal de trabajo sobre desarrollo
prestaba limitada atencin a lo que suceda en dichos campos. A su vez en ellos,
muchas indagaciones se realizaban al margen de posibles conexiones con el
proceso de desarrollo" (Kliksberg: 2000: 28).

10. Enfoque territorial

Robert Chambers 13 presenta novedosos juicios desde el punto de investigacin de una nueva
integracin del desarrollo, del medio ambiente y de la poblacin a travs de la aproximacin
territorial. Segn Peemans:

12

Economista argentino asesor de la ONU, BID, OIT, UNESCO, UNICEF y otros organismos
internacionales.

28

"El desarrollo es visto como ligado intrnsecamente a la capacidad de consolidar los


lazos sociales al interior de colectividades que tienen una base territorial definida. Est
relacionado tambin a la capacidad de las poblaciones de administrar su ambiente
natural de una manera viable, a travs de la construccin de un cuadro institucional
apropiado y de una identidad cultural que tiene su base material en la construccin
misma del territorio dado. El desarrollo se enriquece por la diversidad (texto indito,
p.8. traduccin propia).
En Amrica Latina el economista Alexander Shejtman y el doctor en ciencias sociales Julio
Berdegu comparten este enfoque, al cual abordan desde el ngulo del desarrollo rural. Definen
al Desarrollo Territorial Rural (DTR) como un proceso de transformacin productiva e
institucional desde un espacio rural determinado, cuyo fin es reducir la pobreza rural (2003).
En otro documento define el territorio como un conjunto de lazos establecidos por la interaccin
social en un determinado espacio (Hasbaert,2004, Schejtman y Berdegu, 2004).
Igualmente los economistas Alain de Janvry y Elisabeth Sadoulet docentes de la Universidad
de California se encuentran en esta lnea de pensamiento. Ver al respecto su artculo. Un
enfoque territorial del desarrollo rural (2004). Ah definen el enfoque territorial del desarrollo
rural aquel cuya finalidad es: (1) proyectar a su mximo potencial el valor agregado de los
recursos locales subutilizados, 2) integrar las actividades rurales y urbanas en una sola
dimensin territorial, centrada en proyectos econmicos regionales y 3) incorporar a la
poblacin rural pobre a las oportunidades de empleo e inversin generadas por el crecimiento
local.
Existen experiencias de aplicacin de este enfoque en Brasil, Mxico, Chile y Argentina.
Algunos organismos internacionales apoyan la ejecucin de proyectos bajo este enfoque as
como evaluaciones de resultados, como es el caso de IDRC de Canad quien recientemente
financi un seminario latinoamericano realizado en el mes de mayo del 2006 en Chile bajo el
nombre de Movimientos sociales, gobernanza y desarrollo territorial.

11. El Post-Desarrollo (1990-2000)

Finalmente tambin en los aos 90, en pleno contexto de la globalizacin y de exacerbacin de


conflictos culturales, destaca un nuevo enfoque o corriente conocida como del PostDesarrollo. Esta aglutina a una gama de autores de diversas nacionalidades cuyo comn
denominador es su postura radicalmente contraria a todo lo que es considerado Desarrollo. Se
complementan en cuanto al cuestionamiento de las diferentes versiones de la modernizacin.
En cierta forma el posdesarrollo es heredero de algunos postulados de la corriente El otro
desarrollo surgida en los aos 70, aunque con un nivel ms radical de crtica. Pero tambin se
inscribe en la reflexin filosfica post moderna en lo que a postura de combate a la
modernizacin y modernidad se refiere. Destacan en el Sur: el colombiano Arturo Escobar, el
mexicano Gustavo Esteva, el iran Majid Rahnema, y en el Norte: el sueco Bjrn Hettne, el
suizo Gilbert Ritz, el alemn Wolfgang Sachs, entre otros. Varios de ellos proceden del mundo
universitario sobre todo de las canteras de la antropologa.
13

Fue becario del Institute of Development Studies en Sussex University. Inglaterra. Posee el ttulo de
maestra en historia por la Cambridge University y un doctorado en administracin pblica por la
Manchester University. Ha participado en diversos proyectos de desarrollo en Africa y Asia.

29

Cul es la idea central de este dismil grupo de pensadores? Pues bien, el desarrollo es
concebido como un discurso del poder, de control social de los pueblos. Este despoja de
identidad histrica a las gentes, al presentarles una imagen negativa e insoportable de ellos
mismos en trminos de retardo o inadaptacin frente a la situacin que viven los pueblos ms
industrializados.
El modelo de felicidad de occidente -dicen estos autores- no puede ser generalizado ni ser
viable a todos los pases, existen muchos otros modelos. El ttulo de la obra de uno de ellos El
desarrollo, historia de una creencia occidental (Ritz:1996) refleja bien este criterio de
relativizar el desarrollo, y no aceptar que ste se circunscribe a lo que ha ocurrido y viene
ocurriendo en Estados Unidos o Europa.
Ritz 14 argumenta:
como proceso que se caracteriza por tener como objetivo el crecimiento
econmico y la elevacin constante del nivel de vida, el desarrollo est
ntimamente ligado a los valores de la cultura occidental (racionalidad,
utilitarismo, productivismo, libertad, igualdad, etc.) y a las prcticas que la
caracterizan (ampliacin del sistema de mercado, industrializacin, etc.). En
efecto, ninguna otra sociedad se construy en torno a un proyecto semejante,
privilegiando la acumulacin en todas sus formas, mediante el dominio de la
naturaleza y la transformacin de las poblaciones en ejrcitos de asalariados.
Por lo tanto, la afirmacin de la dimensin cultural del desarrollo debera
llevarnos simplemente a reconocer que ste naci en una cultura especfica y
que es difcil desprenderlo de ella. A partir de all, se podra abrir un debate
acerca de compatibilidad del desarrollo con otras construcciones sociales u
otras culturas, que no se basan en los mismos supuestos, porque sus sistemas
sociales son jerrquicos y no igualitarios, porque la reciprocidad es
considerada como ms segura que el intercambio mercantil, porque la
acumulacin no puede ser sino provisoria, en espera de la oportunidad de
redistribucin, porque el logro individual es sospechoso y produce envidia
(los malos ojos) o desorden social, porque las relaciones familiares estn por
encima de las obligaciones contractuales, etc... se prefiere hacer creer que el
desarrollo se trata de un fenmeno neutro sin ningn origen particular,
universalmente deseado y deseable, capaz de adquirir dimensiones culturales
mltiples, de las que se puede hacer entrega a quien las quiere tomar. Y para
coronar esto se inventa por fin la nocin de desarrollo cultural....
(2000:135).

Se rechaza el desarrollo definido bajo criterios universalistas y exteriores a la herencia de la


comunidad local y se critica que bajo el nombre de desarrollo occidente durante los ltimos 50
aos ha perpetuado su dominio. La ayuda al desarrollo no sera ms que un instrumento de
alienacin y sumisin.

As el antroplogo colombiano Arturo Escobar 15 escribe:


14

Profesor del Instituto Universitario de Estudios del Desarrollo de Ginebra, exdirector del Centro
Europa-Tercer Mundo y colaborador de la Universidad de Naciones Unidas.

30

Permtasenos definir el desarrollo, de momento, tal y como se entenda


inmediatamente despus de la segunda guerra mundial: el proceso dirigido a
preparar el terreno para reproducir en la mayor parte de Asia, Africa y
Amrica Latina las condiciones que se suponan que caracterizaban a las
naciones econmicamente ms avanzadas del mundo. Industrializacin, alta
tasa de urbanizacin y de educacin, tecnificacin de la agricultura y
adopcin generalizada de los valores y principios de la modernidad incluyendo
formas concretas de orden y racionalidad y de actitud individual. Definido de
este modo, el desarrollo conlleva simultneamente el reconocimiento y la
negacin de la diferencia, mientras que los habitantes del Tercer Mundo se les
considera diferentes, el desarrollo es presentado como el mecanismo a travs
del cual esta diferencia debe ser eliminada.
Los partidarios de este enfoque objetan el desarrollo por euro centrismo y por ser ingeniera
autoritaria. Declaran que la era del Desarrollo acab. Seran posiciones radicales de extremo
escepticismo de los 90. Empero qu proponen alternativamente los post-desarrollistas?
Reivindican justamente el derecho a la diferencia. Apuntan a lo local como base de la
reconstruccin de la moral y la poltica de las sociedades actuales. Es a nivel del terruo y de la
comunidad que se puede recomponer los lazos sociales fundados sobre la confianza mutua y la
reciprocidad. All se encontrara el sentido de las cosas del mundo. Las prcticas locales de
desarrollo puestas en marcha por los actores de base revisten una importancia particular.

En el Per, sin ser propiamente postdesarrollista el diplomtico Oswaldo de Rivero en su libro


El Mito del Desarrollo (1998) expresa bien el escepticismo frente al desarrollo, sobre la base
de considerar inviable la consolidacin del Estado nacional en el marco de la globalizacin en
curso. Su argumentacin se sostiene en que:
...conforme aumenta la globalizacin de los mercados disminuye la
fiscalizacin democrtica nacional de la economa y con ello el sentimiento de
pertenecer a una nacin o comunidad. Nace as una resignacin y anomia
social pero tambin frustraciones y violencia (:64).

El grupo Proyecto Andino de Tecnologas Campesinas PRATEC que opera en Bolivia, Ecuador
y Per dedicados a la formacin, investigacin y difusin de la sabidura de los pueblos
autctonos, rescatando sus tecnologas tradicionales, expresaran la aplicacin prctica de este
enfoque.
Finalmente, coincidimos con Peemans (2002) cuando sostiene que habra que tomar al
postdesarrollo, antes que como punto de llegada, como punto de partida en el debate sobre el
desarrollo.

15

Actualmente es Catedrtico Adjunto de Antropologa de la Universidad de Massachusetts, en Amherst,


MA 01003, USA.

31

12. A manera de conclusin


Los aos 50 y 60 del siglo pasado estuvieron marcados por el nacimiento y hegemona del
pensamiento modernizador surgido en las aulas de las principales universidades anglosajonas.
Siendo considerado el crecimiento econmico sobre la base de la industrializacin el corazn
del desarrollo, y los pases ricos del hemisferio norte el faro a seguir por los pases denominados
desde ese momento subdesarrollados o en vas de desarrollo.
En estas reflexiones tericas iniciales en torno al llamado desarrollo en plena guerra fra, las
sociedades del tercer mundo no fueron vistas como posibilidades diversas de desarrollo,
vinculadas a sus modos de vida, sino que eran colocadas en un solo camino, el seguido por el
occidente industrializado.
Los partidarios del paradigma de la dependencia que surge con fuerza a principios de los aos
70 en Amrica Latina, en respuesta al predominio del enfoque modernizador, si bien aportaron
sustantivamente al debate recuperando la historia y la dinmica de las clases sociales al anlisis
concreto de la explicacin del subdesarrollo y su contraparte el desarrollo, no prestaron atencin
al medio ambiente ni a la cultura. Entre las explicaciones plausibles de ello est de un lado la
ausencia de antroplogos en dicha escuela de pensamiento (en aquellos aos ms preocupados
por entender las sociedades campesinas) y el poco desarrollo de la ecologa social.
Tanto los dependentistas, como los partidarios de la modernizacin en sus reflexiones no se
salieron del terreno del debate de la modernidad occidental a pesar del mrito de los primeros de
abogar por un desarrollo en los marcos nacionales en trminos autnomos de los pases
centrales. La cultura del otro, del subdesarrollado sigui estando ajena en la comprensin ms
integral de la temtica del desarrollo. Tardar un tiempo para que ocupe un sitial en el debate
sobre el desarrollo.
La dcada del 80 destaca por la preocupacin en explicar las interrelaciones entre modelos y
estilos de desarrollo y el creciente e imparable deterioro del medioambiente. As se coloca el
desarrollo y el devenir de la tierra en el centro del debate de los foros de los organismos
internacionales. La debilidad de las propuestas ambientalistas radica en la falta de alternativas
concretas en el mbito societal, de un modelo econmico y de actores polticos decididos a
poner en marcha las reformas requeridas.
Una mayor conciencia de la imperativa necesidad de preservar la naturaleza de la accin
antrpica antes que sea demasiado tarde, no slo para la actual generacin sino para las futuras,
es probablemente el principal legado de los enfoques ambientalistas de los 80. Ms all de los
acuerdos firmados en las reuniones internacionales que se cumplen tarde mal y nunca, como
aconteci con los emanados de la reunin de Ro de 1992, vale mencionar que en paralelo a
estas reuniones, organizaciones de la sociedad civil mundial buscan convertirse en un
instrumento real de presin de sus gobiernos para que ejecuten las medidas de proteccin
ambiental y cumplan lo acordado en los foros mundiales.
De otra parte, de 1990 a inicios del siglo XXI las posturas neoliberales y un cierto pragmatismo
parecen marcar las reflexiones y orientaciones sobre el desarrollo en el entorno de las agencias
financieras internacionales y de los gobiernos de los pases ricos occidentales. El Consenso de
Washington y su columna vertebral, el ajuste estructural, son colocados como las palancas de
desarrollo de los pases pobres y endeudados del sur del planeta y del Este europeo.

32

En buena medida se vuelve a algunos elementos dominantes del paradigma modernizador de


los 50, donde el crecimiento econmico es la finalidad fundamental o nica del desarrollo. En
otras palabras nuevamente se ignora o no valora la heterogeneidad cultural de los pases y sus
diversas historias.
En el entorno acadmico y de algunas instituciones nacionales e internacionales los
planteamientos del Desarrollo Humano, tributarios hasta cierto punto de los enfoques de las
necesidades bsicas y el desarrollo a escala humana, adquieren legitimidad y difusin. Algo
similar ocurre con las nuevas interpretaciones tericas desde la economa institucional y
neoestructural. Por su parte, las ideas del economista y filsofo hind Amartya Sen sobre el
desarrollo son aceptadas y asimiladas en las aulas universitarias, organismos no
gubernamentales vinculados a proyectos de desarrollo y gobiernos de diversas partes del
planeta. Por ltimo, el llamado Postdesarrollo en los albores del milenio en curso comienza a
hacerse or e interesar a intelectuales y minoras radicales de la sociedad civil del Norte y del
Sur.
Si bien el concepto de desarrollo sigue mayormente asociado a la economa y al crecimiento, es
evidente que a lo largo de poco ms de medio siglo de su existencia ha ido incorporando, con un
peso relevante, a los sujetos sociales. Asimismo, aunque la productividad y la eficiencia
continan siendo reconocidos como importantes indicadores en la definicin de desarrollo, hoy
da resultan fundamentales nuevos aspectos como la equidad de gneros, la satisfaccin de las
necesidades bsicas de las personas, el respeto a las minoras tnicas, la democracia, la
sustentabilidad ambiental y ms reciente la valoracin del territorio y las localidades. Las
habilidades y capacidades de las personas son consideradas componentes esenciales en el
enfoque del desarrollo, por lo tanto los indicadores para saber si un pas ha avanzado o no al
desarrollo son en la actualidad otros distintos a los que prevalecieron hasta hace unas dcadas.
Todo ello como consecuencia de los avances logrados por los movimientos reivindicatorios de
la mujer, las minoras culturales y sexuales, los defensores del medio ambiente, los cuales
reclaman, en el mbito de las ideas y las actividades diarias, ms derechos y participacin.
Encontramos en los variados enfoques aqu presentados distintas densidades tericas y manejo
de los niveles y dimensiones del anlisis cientfico. Algunos enfoques son ms
interdisciplinarios, integradores y trabajan con mayor rigor metodolgico. Capital social y
cultura fueron dimensiones postergadas en los enfoques del desarrollo. Es recin en los ltimos
aos que emergen en el debate. La dimensin tica en la reflexin en torno al desarrollo
aparece tambin tardamente. Las evidencias de los escandalosos y graves casos de corrupcin
en el manejo de los fondos pblicos y en la vida poltica partidaria no slo en Amrica Latina
sino en diversas partes del mundo lo hicieron posible. Empero hay tambin otra dimensin
dejada de lado: la subjetividad de los pueblos (sus sueos, deseos e ilusiones sobre el presente y
el futuro inmediato) como bien lo recordaba Norbert Lechner en un excelente ensayo titulado
Desafos de un desarrollo Humano: Individualizacin y Capital Social (1999).
Una conclusin deducible de este balance es que no hay un patrn universal de desarrollo, ste
difiere de una sociedad a otra. La cultura de los pueblos y sus historias tiene un sitial importante
en ello. La experiencia de los pases asiticos desde Japn hasta la actual China Popular as lo
viene demostrando.
Creemos que siempre habr tensin entre lo que es y lo que debera ser el desarrollo. El debate
entre las distintas versiones sobre el proceso del desarrollo, lo qu es, a quin beneficia y a
dnde conduce, por supuesto no est zanjado ni tendra por que serlo pues el desarrollo, como
todo concepto, es necesariamente relativo e histrico. El paradigma neoliberal ortodoxo de los
90 est debilitado, de ah que no nos sorprenda que en los prximos aos nuevos enfoques sobre
el desarrollo se ubiquen en medio del conflicto y la disputa ideolgica y la prctica cotidiana de
la gente y las naciones.

33

Por ltimo dos preguntas nos surgen al cerrar este apretado balance. No pretendemos darles
respuestas en este documento. Eso s adelantamos algunas opiniones de tericos y crticos del
desarrollo a manera de incentivar a bsqueda de respuestas convincentes.
La primera Es todava til el pensamiento tradicional del desarrollo?
Al comenzar los 80 Albert Hirschman 16 consideraba que ya no era vlida la idea original de los
fundadores de la economa del desarrollo que sta sera de crucial importancia por s sola para
abatir el dragn del atraso. Por otro lado, el socilogo francs Alain Touraine seala en los 90
que la idea de desarrollo, triunfante en el momento de la descolonizacin y de la gran alianza
entre los regmenes socialistas y los movimientos de liberacin nacional, se encuentra medio
siglo ms tarde, debilitada y descompuesta, mientras triunfan el modelo liberal y la idea de
modernizacin, por un lado, y enfrentndolos directamente, el nacionalismo cultural ms
extremo, del otro. No obstante es optimista con respecto al desarrollo como concepto y
posibilidad real de transformacin siempre y cuando sea capaz de explicar y dirigirse a
situaciones especficas.
Contrariamente para Gustavo Esteva el desarrollo constituye una palabra sobrecargada y
condenada a la extincin. Para su colega Gilbert Ritz el desarrollo slo sobrevive como un
residuo para justificar el proceso de mundializacin (2000:18).
La crisis de la reflexin convencional sobre el desarrollo est abriendo, entre otras cosas, la
oportunidad de cruzar activamente capital social, cultura y desarrollo. Hasta hace poco, la
corriente principal de trabajo sobre desarrollo prestaba limitada atencin a lo que suceda en
dichos campos. A su vez, en ellos, muchas indagaciones se realizaban al margen de posibles
conexiones con el proceso de desarrollo. La crisis que busca ampliar el marco de comprensin
para poder superar la estrechez evidenciada por el marco usual, crea un vasto espacio para
vencer aislamientos como sostiene Bernard Kliksberg.
Para las Naciones Unidas (2002) los viejos paradigmas del desarrollo han perdido vigencia, al
ser incapaces de resolver los problemas actuales. Los nuevos an en construccin- vienen
siempre acompaados de incertidumbres culturales. Estos se enfrentan al reto de la exclusin
social que el neoliberalismo no es capaz de resolver. Para otros pensadores el Desarrollo no
fracas sino nicamente las polticas puestas en marcha, argumentando que en Amrica Latina
no estamos haciendo lo que se debe por lo que continuamos en la senda del subdesarrollo
sostenible.
Al margen de lo mencionado el desarrollo sigue siendo una aspiracin de los pueblos que
pugnan por superar las restricciones de la vida diaria. Y a, principios del siglo XXI, quizs
como nunca antes en la historia humana, el mundo dispone de las fuerzas productivas para
hacerlo realidad.
La segunda pregunta Qu ocurri en la prctica el mundo avanz o no al soado desarrollo
durante los 50 aos de reflexin terica sobre esta temtica?
La respuesta a este interrogante excede igualmente a los fines de este trabajo, sin embargo
mostramos algunas opiniones y cifras al respecto.
Manejando una postura moderada el destacado economista ingls Hans Singer sostena hace un
buen tiempo que: La historia del desarrollo es a todas luces una mezcla de cosas buenas y
16

Economista liberal nacido en Alemania y profesor durante varios aos de las universidades de Harvard,
Columbia y Yale.

34

malas, de avances y retrocesos, de xitos y fracasos (1989:600). El ao 2002 intelectuales de


las Naciones Unidas concuerdan con Singer y repiten que el desarrollo humano es tambin
una prctica real, que tiene avances y retrocesos en la historia y que en el Per de las ltimas
dcadas se ha observado que ste se produce de materia persistente, aunque lenta y desigual
(2002: xi).
No menos cierto es tambin que durante los primeros cuatro aos de gobierno de Toledo las
exportaciones se duplicaron y la economa creci en un 25%. Sin embargo en ese mismo
perodo la pobreza disminuy tan slo en un 2.7% (Kahhat: 2005).
En Amrica Latina, Per incluido, la desigualdad social y la exclusin social presenta niveles
cada vez ms altos como lo confirman las estadsticas oficiales, y lo rubrica Fernando Henrique
Cardoso en un reciente artculo (2006).

35

13. Anexo

13.1 Definiciones de desarrollo


Segn el diccionario de la Real Academia de la lengua espaola por desarrollo debe entenderse
la accin y efecto de desarrollar y desarrollarse. Y por desarrollar entiende el aumentar,
perfeccionar y mejorar algo o alguien. En tal sentido el concepto engloba una dimensin
cuantitativa (aumentar) y una cualitativa (perfeccionar).
Constituye un concepto con mltiples aristas y puede ser caracterizado como un modelo, una
poltica, un objetivo, un proceso, un resultado o meta. Con frecuencia el concepto de desarrollo
ha sido usado por los gobiernos y lderes polticos para sealar una meta de
perfeccionamiento de la accin social en general.
Coincidimos con Osvaldo Sunkel cuando, refirindose al desarrollo, escribe que:
...se trata de un concepto amplio y complejo, con numerosas y sutiles implicaciones,
que sera ingenuo y peligroso tratar de encajar en el zapato chino de una definicin
precisa y rigurosa. (1976:22).
Agrega no obstante que la idea de desarrollo se centra en el proceso permanente y acumulativo
de cambio y transformacin de la estructura econmica y social.
En ciencias sociales el concepto de desarrollo por lo general se le ha empleado como proceso
global de transformacin de una realidad histricamente determinada. Involucra de manera
intencionada el incremento sostenible de las capacidades productivas, el aumento y la mejor
distribucin de la riqueza, la atencin a las necesidades bsicas de la poblacin y la ampliacin
de las opciones y capacidades de las personas para el desenvolvimiento de su vida.
Estamos pues frente a un concepto pluridimensional que requiere ser abordado
multidisciplinaria mente; slo por razones metodolgicas vale hablar de un desarrollo
econmico, cultural, poltico y social.
De all la existencia de varios conceptos y enfoques de desarrollo, los cuales han ido
modificndose a lo largo de medio siglo de acuerdo a los retos que plantea la economa, los
procesos sociales y polticos del mundo y la propia reflexin intelectual sobre este fenmeno
social.
Implica, como proceso y fin ltimo la toma de decisiones entre un conjunto de opciones acerca
de lo que debera de ser y cmo alcanzar una determinada sociedad.
Para el economista Celso Furtado (1970) la idea de desarrollo posee por lo menos tres
dimensiones: La del incremento de la eficacia del sistema social de produccin; 2. La de la
satisfaccin de necesidades elementales de la poblacin, y 3. La de consecucin de objetivos a
los que aspiran grupos dominantes de una sociedad y que compiten en la utilizacin de recursos
escasos.
Para el socilogo belga F. Debuyst (1996:8):
Le dveloppement est une dynamique de formation et dutilisation dun surplus
matriel et social, rpondant une certaine logique socitable et devant permettre la

36

ralisation dun systme de besoins . Le dveloppement est dfini dans le cadre de


chaque logique socitale et que chaque socit est dote dun certain degr
dautonomie. Par surplus social, il entend se dmarquer dune approche purement
conomiste et y inclut aussi bien les surplus conomiques que des aspects non
directement materils (le savoir faire, les systmes de solidarits, la conscience
collective par exemple) et par systme de besoins il se rfre au mode darticulation de
hirarchisation et de modration entre les besoins-necessits de la societ .
La formulacin de Bjrn Hattne sobre el otro desarrollo o desarrollo alternativo es aquel
desarrollo:
-

Orient vers les besoins de base (materiel et no materiel).


Endogne (cest dire provenant du cur de chaque societ qui dfinit en toute
souveranit ses valeurs et la vision de son futur).
Independant (implique que chaque societs dpende dabord de sa propre force
ainsi que des ses ressources humaines et enviromentales.
Ecologique. Utiliser de faon rationelle les ressources.
Bas sur une transformation structurelle (de manire raliser les conditions
dautogestion et la participations aux prises de dcisions afin que les quatre
principes prcedents puissent tre reliss) . (citado por Debuyst op, cit).

Nos quedamos con el concepto Desarrollo Humano (DH) como la definicin actual ms
interesante y prometedora para orientar las reflexiones y derechos de las personas, dentro de un
marco de oportunidades iguales y con plena libertad. En esta ptica, la persona es el medio y el
fin del desarrollo, es actor y beneficiario del proceso.
Bajo esta perspectiva el crecimiento econmico es una condicin importante para el Desarrollo
Humano, a condicin de que genere oportunidades iguales para todos y si no las genera, que
existan los mecanismos institucionales a travs de la accin del Estado, para lograr las
igualaciones y las libertades que hacen el desarrollo (Gonzles de Olarte 2003:13-18).

37

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42

PRINCIPALES ENFOQUES Y PRCTICAS DEL DESARROLLO RURAL


Tabla de contenidos
1. Introduccin
2. El Desarrollo Comunal
3. La Revolucin Verde (RV)
4. Reformas agrarias
5. El Banco Mundial y los Programas de Desarrollo Rural
Integral (DRI)
6. El Desarrollo agro exportador
7. El Instituto de Ciencias Agrcolas (IICA) y El Desarrollo
Micro regional
8. El Instituto de Ciencias Agrcolas (IICA) y el Desarrollo
Rural Sostenible (DRS)-Enfoque Territorial
9. Desarrollo Territorial Rural (DTR)
10. El BID y el Desarrollo Rural
Bibliografa

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46
48
50
54
57
59
61
63
66
69

43

_______________________________________________________________
1. Introduccin
_______________________________________________________________
En este segundo ensayo me ocupar de exponer los significados del concepto
desarrollo rural y sus principales estrategias implementadas en los ltimos
cincuenta aos sobre todo en Amrica Latina. En este sentido, abordaremos
aqu el Desarrollo Comunal, la Revolucin Verde, las Reformas Agrarias, el
Desarrollo Rural Integral, el Desarrollo Rural Micro Regional, el Desarrollo
Rural Sostenible y el Desarrollo Rural Territorial, analizando sus orgenes,
causas y efectos, aunque de manera sintetizada en lo fundamental por razones
de espacio.
Cabe indicar que el concepto y entendimiento del desarrollo rural no se
desprenden de manera automtica de los enfoques y propuestas de las teoras
ms generales del desarrollo pero, en su nacimiento y evolucin,
innegablemente se ha apoyado en las diferentes disciplinas de las ciencias
sociales y naturales.
Es probable la antropologa sea la disciplina que ms ha contribuido en la
comprensin del mundo rural y del cmo transformarlo de acuerdo a los
procesos de modernizacin; pero tambin ha sido una de las ms incisivas y
crticas del desarrollo, de ah que el acadmico colombiano Arturo Escobar se
refiera a una antropologa del desarrollo y a una antropologa para el desarrollo.
El desarrollo rural como teora y prctica fue construido y puesto en marcha
bajo la influencia y presin de organismos internacionales como el Banco
Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), El Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), La Organizacin para la Agricultura y la Alimentacin
(FAO), La Comisin Econmica para la Amrica Latina (CEPAL), el Instituto
Interamericano de Ciencias Agrcolas (IICA), centros de investigacin y de
enseanza, as como de los gobiernos nacionales. Los resultados alcanzados
en la ejecucin, de infinidad de proyectos denominados de desarrollo rural,
aportaron su cuota. As, la misma cambiante realidad obligaba a sus idelogos
y tericos a redefinir ideas y propuestas.
Se puede decir que el desarrollo rural parte implcitamente de la premisa que
hay un rea prspera en la sociedad que se encuentra atrasada y desfasada
frente a otra de tipo urbano y, por lo tanto, hay que apoyarla para que supere
las causas que originan dicho desfase.
Al igual que el concepto desarrollo, ha habido diferentes modos de concebir el
desarrollo rural. El diccionario de la real academia espaola, lo entiende como
el crecimiento econmico, social, cultural del mbito rural y de sus poblaciones.
Otra manera de hacerlo, de considerarlo es como un proceso social,
econmico y poltico de transformacin de las sociedades rurales, donde el
conjunto de polticas, programas y proyectos son nicamente instrumentos
para impulsar y direccional el proceso de cambio.

44

Para Felisa Cea en sentido amplio al desarrollo rural se entiende hoy como:
un proceso de mejora del nivel del bienestar de la poblacin rural y de la
contribucin que el medio rural hace de forma ms general al bienestar de la
poblacin en su conjunto... (1993:29). Citada por Edelmira Prez (2002: 15).
Una concepcin ms elaborada la identifica con los programas y proyectos que
buscan modificar algunas de las condiciones estructurales que afectan a los
campesinos: pobreza, marginalidad, reducida participacin en los distintos
mbitos de la vida social y poltica, y otros. IICA (1993:16).
En fin, podramos continuar sealando diversas definiciones, siendo de inters
ms bien establecer cmo se articulan en reflexiones y prcticas mayores y los
resultados alcanzados con referencia a las poblaciones a las que han buscado
beneficiar. Por consiguiente, en las lneas siguientes presentaremos los
principales enfoques y prcticas de desarrollo rural, siguiendo un hilo
cronolgico, pero dejando en claro que los nuevos enfoques son, en parte,
herederos de las miradas y praxis tradicionales, en parte visiones redefinidas
o, simplemente, superadas por la cambiante transformacin de la realidad y de
sus representaciones.
El orden de la secuencia histrica del desarrollo rural aqu propuesto no debe
ser asumido linealmente y vlido strictu sensu para todos los pases de
Amrica Latina y la periferia ya que ha habido momentos en que unos
precedieron a otros o se han yuxtapuesto distintos enfoques y prcticas de
desarrollo rural. Veamos.

45

2. El Desarrollo Comunal
Esta estrategia fundacional de desarrollo rural, surgida en los aos 50 del
siglo pasado, refleja muy bien el temperamento modernizador de la poca
posterior a la segunda guerra mundial y de inicios de los procesos de
descolonizacin en frica, Asia y Oceana.
Los preceptos bsicos de la naciente teora del desarrollo econmico, como
vimos en el ensayo anterior, partan de una visin dual de la sociedad: la
existencia de un sector tradicional, el campo; y, un sector moderno, el urbano
industrial motor del crecimiento econmico global.
En el primero, vivan las multitudes campesinas en condiciones de pobreza,
ignorancia, atraso tecnolgico y aislamiento geogrfico y cultural, a las que
segn esta estrategia era preciso atender hacindolas partcipes de proyectos
o programas de desarrollo comunal.
Naciones Unidas defina en aquellos aos al desarrollo comunal como el
proceso a travs del cual se juntan los esfuerzos de la propia gente con los de
las autoridades gubernamentales para mejorar las condiciones econmicas,
sociales y culturales de las comunidades, para integrarlas en la vida de la
nacin y permitirles contribuir plenamente al progreso nacional.
Se conceba a la comunidad como una realidad uniforme, sin conflictos ni
contradicciones internas donde la vida se llevaba en total armona.
Para el socilogo Peter Worsley el desarrollo de la comunidad se basaba en
una versin despolitizada del populismo del medio-oeste de los Estados Unidos
de Norteamrica, mezclado con una psicologa norteamericana vulgarizada, en
la que toda nocin de la teora del conflicto ha sido evadida. La nocin terica
central giraba en torno a que los problemas de los agricultores eran sobre
todo problemas de conocimientos, ignorancia y comunicacin. (En Vera
Gianotten y Ton de Wit (1987: 131).
Esta propuesta, postulaba que deban consiguientemente realizarse
transformaciones en la tecnologa campesina, en sus condiciones de vida y sus
valores mediante programas de capacitacin tcnica y educacin.
Se recurra a la captacin de lderes naturales, para que mediante su
autoridad social y la demostracin prctica de resultados obtenidos en sus
parcelas, influyeran en el resto de compaeros para que acepten las
propuestas y conocimientos ofrecidos por los agentes de cambio (Plaza;
2002:35).
Ciertamente, se trataba de una relacin asimtrica donde no hubo un dilogo
intercultural ni mucho menos. Su concepcin vena de fuera con mtodos y
objetivos ya definidos dentro de una visin occidental de lo que debera ser el
mundo.

46

En Amrica Latina, en diversos pases se aplic esta estrategia. En el Per, el


proyecto de cambio cultural de la Universidad de Cornell, llevado a cabo entre
1954 y 1966 en la comunidad indgena andina de Vicos, constituy un claro
ejemplo de la aplicacin de esta primera concepcin y estrategia de desarrollo
rural. Una visin crtica de dicho proyecto puede verse en William Stein
Vicisitudes del Desarrollo. Una etnografa sobre la modernidad del proyecto
Vicos.

47

3. La Revolucin Verde (RV)


En crculos internacionales se bautiz con el nombre de Revolucin Verde a
la propuesta modernizadora del agro tercermundista basada en lo central, en el
cambio en la produccin agrcola por medio del uso de semillas de arroz, maz
y trigo mejoradas de alto rendimiento, acompaada de todo un paquete
tecnolgico compuesto por fertilizantes agroqumicos, sistemas de riego
sofisticados y extensin agrcola.
La importancia de esta propuesta, en el momento que surga, radic en que
mostraba perspectivas muy optimistas con respecto a la erradicacin del
hambre y la desnutricin en los pases subdesarrollados.
Punto de partida de la Revolucin Verde fueron los resultados obtenidos por el
genetista de la Fundacin Rockefeller, el estadounidense Norman Bourlag,
quien desde 1944 dirigi el Centro Internacional de mejoramiento de maz y
trigo (CIMMYT) en Mxico. Las primeras semillas mejoradas producidas en
dicho centro fueron de trigo con espigas grandes y con un grano de mayor
peso, las cuales se doblaban con facilidad, comprometiendo la produccin. Las
investigaciones posteriores lograron obtener variedades de trigo enanas con
una caa resistente. Las nuevas semillas y tcnicas progresivamente se fueron
incorporando a otros pases del Tercer Mundo, en particular la India (1965), al
tiempo que se diversific su aplicacin a otros cultivos como el maz.
Adems de la Fundacin Rockefeller, otra institucin que impuls la Revolucin
Verde fue la Fundacin Ford a travs del International Rice Research Institute
(IRRI) ubicado en Filipinas. Las investigaciones ah efectuadas permitieron
obtener nuevas variedades de arroz.
En trminos de logros la Revolucin Verde no slo implic la mejora de la
calidad de las semillas, la divulgacin del paquete tecnolgico por las
corporaciones transnacionales comprometa el uso de fertilizantes y pesticidas
qumicos. Con el aumento de la produccin se logr la reduccin de los precios
de los granos y, de esta manera, se benefici a la poblacin urbana y a un
sector de productores agrarios.
En cuanto al incremento de la productividad, para algunos analistas los logros
fueron espectaculares. Citan el caso de Mxico, tomando como ejemplo al
trigo; su produccin pas de un rendimiento de 750 Kg. por hectrea en 1950,
a 3.200 Kg. en la misma superficie en 1970. Nuevas variedades de maz se
introdujeron tambin en ese pas, el denominado Plan Puebla en 1967 lleg a
cubrir unas 100 mil hectreas con estas variedades mejoradas. Sin embargo,
los resultados distaron a lo esperado; Las dificultades de adopcin de las
nuevas semillas se debieron a que en el valle de Puebla la mayora de los
agricultores tenan pequeas propiedades y carecan de capital para innovar
sus explotaciones, al parecer se limitaron a prestar o arrendar sus tierras para
los experimentos del CIMMYT.

48

Los aspectos negativos no tardaron en emerger, tales como el excesivo costo


de las semillas, de la tecnologa complementaria y la aparicin de nuevas
plagas. Por ello, la Revolucin Verde fue criticada desde diversos puntos de
vista que van desde el ecolgico al socio-econmico, pasando por el cultural,
poltico e incluso nutricional.
En el plano social se le objet el profundizar la diferenciacin campesina, pues
no todos los campesinos podan acceder a los crditos para la compra de las
semillas mejoradas y, principalmente, a los insumos derivados del petrleo. De
igual forma, pocos disponan de agua de regado. Los llamados campesinos
ricos y medianos agricultores fueron los que pudieron aprovechar las bondades
de esta estrategia, distancindose de los pobres del campo.
El trasfondo poltico de esta estrategia de desarrollo rural persegua no alterar
las estructuras de dominacin y explotacin en el campo, evitando con ello la
reforma agraria y los movimientos de protesta. Fue la anttesis de la revolucin
roja, donde las mayoras campesinas en alianza con otros grupos sociales,
ejerciendo la violencia revolucionaria, haban capturado el poder como en
China (1948), Vietnam (1954), Cuba (1959), accediendo de esta manera a la
tierra.
Por ltimo, merece reproducirse aqu el primer prrafo de la obra Economa
Poltica del Cambio Agrario. Un ensayo sobre la Revolucin Verde del
economista ingls Keith Griffin:
La Historia de la revolucin verde es la historia de una revolucin fracasada. El
mundo subdesarrollado en su conjunto no ha experimentado una aceleracin
de la tendencia de la tasa de crecimiento de la produccin alimenticia o
agrcola; an el trigo ha experimentado una aceleracin marcada slo en Asia,
mientras que la tendencia del arroz ha declinado desde que se desarrollaron
las nuevas variedades a mediados de los aos sesenta. Por supuesto, se han
introducido numerosas innovaciones tcnicas -esto es lo que debiera esperarse
en una economa siempre cambiante-, y estos cambios tcnicos han agravado
en muchos casos la desigualdad y han coincidido con el empobrecimiento de
los grupos de menores ingresos (1979:9).

49

4. Reformas agrarias
En Amrica Latina, desde los primeros aos de la llegada de Coln a Amrica,
el control y el dominio sobre la tierra pasaron a manos de los peninsulares, lo
que conllev la concentracin de riqueza y poder. A las extensas posesiones
de tierras agrcolas otorgadas por la metrpoli colonial a conquistadores,
rdenes religiosas y funcionarios de la Corona, se les sum la entrega de
poblaciones aborgenes con fines de trabajo gratuito y tributacin. El despojo
de buena parte de sus tierras fue paralelo a su sometimiento a encomenderos,
hacendados e instituciones coloniales.
Posteriormente, con el nacimiento de las jvenes repblicas, las tierras fueron
dadas como recompensa a oficiales y soldados de los ejrcitos vencedores de
las guerras de independencia. Ms tarde, las vicisitudes de la accidentada vida
poltica de los distintos pases dieron origen a nuevos grupos de poder y a la
aparicin de otros terratenientes.
Entre 1910 y 1917 la revolucin mexicana de base agrarista, liderada por
Emiliano Zapata y Pancho Villa, encauz las reclamaciones campesinas de
tierras y dio inicio a una reforma agraria que fue ratificada por la Constitucin
de 1917. Luego que el presidente Lzaro Crdenas ascendiera al gobierno
(1934-1940), emergiendo una estructura agraria basada, en lo fundamental, en
los Ejidos 17 .
Como sealan Vera Gianotten y Ton de Wit:
Aunque la entrega de tierras a los campesinos durante el Gobierno de
Crdenas fue superior a todas las entregas juntas de sus antecesores,
Gutelman considera que la creacin masiva de Ejidos bajo Crdenas (era una
medida de controlar el descontento campesino. El perodo despus de
Crdenas baj la atencin preferencial hacia el Ejido hasta nuevamente ser
priorizado entre 1958 y 1970 (1987: 141).
Alrededor de la primera mitad del siglo XX, en la mayora de los pases de
Amrica Latina an predominaba en las zonas rurales el sistema de la gran
propiedad con rezagos feudales y sus medianeros, aparceros o arrendatarios;
al margen de los latifundios se encontraban archipilagos de minifundios en
manos de familias campesinas
y medianas propiedades familiares de
produccin comercial, variando el peso de cada una de ellas segn el pas y la
regin.
Luego, en el marco de los procesos revolucionarios o reformistas, surgieron
otras reformas agrarias: En Guatemala y Bolivia en 1953, en Cuba en 1959;
en el Per en 1970; y, en Nicaragua en 1979. Cabe recordar que el gobierno
norteamericano se haba opuesto rotundamente, bajo presin de la empresa
United Fruit, a la reforma agraria del presidente Jacobo Arbenz en Guatemala,
17

Conjunto de bienes territoriales que recibe, a travs del reparto agrario, un ncleo o grupo de
poblacin a travs de un proceso legal denominado dotacin.

50

por lo cual organiz y financi un golpe de Estado conducido por el coronel


Castillo Armas.
Cuba a poco tiempo de la toma del poder por Fidel Castro emprendi
transformaciones agrarias de corte ms bien radical en la isla, nacionalizando
las grandes plantaciones azucareras, confiscando tierras y entregndolas en
parte la los guajiros bajo el modelo de cooperativas, y a empresas del Estado
recin constituidas.
No fue sino hasta la dcada siguiente cuando diversas leyes de reforma agraria
fueron promulgadas en toda la regin. En Venezuela, tras el derrocamiento de
la dictadura militar de Prez Jimnez, que haba durado diez aos, se decret
en 1960 la ley de reforma agraria.
A partir de 1961, en casi todos los pases de Amrica Latina las legislaciones
fueron encaminadas en ese sentido gracias a la legitimidad alcanzada por las
reformas agrarias y al impulso dado a stas por la Conferencia Interamericana
de Punta del Este (1961), contando con el apoyo poltico y econmico del
Gobierno de los Estados Unidos en el marco del programa Alianza para el
Progreso conducido por la administracin Kennedy.
En efecto, en la mencionada Conferencia en el balneario uruguayo de Punta
del Este Estados Unidos da luz verde a las reformas agrarias en Amrica
Latina desde una perspectiva modernizadora a la manera sugerida por Rostow.
As varios pases pusieron en marcha reformas agrarias de diverso calibre.
Chile con Frei y Per con Belaunde optaron en los aos 60 ms bien por
reformas agrarias moderadas. En los aos 70, Allende y Velasco
respectivamente, alentarn programas ms ambiciosos de distribucin de la
tierra pero subordinados a modelos de crecimiento urbano-industrial que
limitaron sus efectos positivos en el campo. En Chile, en 1973, un golpe militar
termin con el gobierno de Allende y sus reformas que deberan llevar
progresivamente al socialismo como salida al subdesarrollo. Las tierras
afectadas en parte fueron devueltas a sus anteriores propietarios.
Solo Argentina estuvo totalmente ausente de reforma agraria. Cristbal Kay
(2002) considera que la singularidad de este caso se explica, en parte, por la
relativa importancia de las granjas capitalistas familiares y medianas, as como
por el alto grado relativo de urbanizacin. Cabe sealar, no obstante, que en
dicho pas en los aos 40 hubo un intento de planificar la tenencia de la tierra y
redimensionar su tamao con el propsito de aumentar el nmero de
explotaciones agropecuarias y hacerlas de base familiar, esto a travs del CAN
(Consejo Agrario Nacional): el General Pern era de la opinin que el Consejo
no cumpli con sus objetivos (Silvana Babbitt, comunicacin personal).
En cuanto a Uruguay y Paraguay organizaron programas de colonizacin pero
no implementaron reformas agrarias que trascendieran por sus efectos
redistributivos.

51

La puesta en ejecucin de reformas agrarias por diversos pases en Amrica


Latina persegua, adems de modernizar sus agriculturas y hacerlas
funcionales al desarrollo industrial capitalista, mantener el orden interno y la
paz social que los movimientos campesinos y las guerrillas de inspiracin
castrista haban puesto en cuestin.
La sola distribucin de la tierra no trajo los resultados econmicos esperados
en casi todos los pases donde fueron aplicadas, persistiendo en ellos el atraso
y la pobreza. Empero, liquidaron a las viejas clases terratenientes y abrieron los
canales para la construccin de democracia, ciudadana e institucionalidad all
donde slo hubo sujetos sometidos a sobrevivientes formas feudales de
explotacin y dominacin.
En julio de 1979, la Organizacin para la Agricultura y la Alimentacin (FAO)
integrante de las Naciones Unidas patrocin la Conferencia Mundial sobre
Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CMRADR). En aquel momento la mayor
parte de las reformas agrarias de los aos 70 haban perdido su impulso inicial
o haban dejado de aplicarse. Como seala Ral Alegrett quien fuera Ministro
de Agricultura de Venezuela:
en algunos casos se haba vuelto incluso a la situacin imperante antes de
la reforma. La CMRADR reafirm la importancia de los cambios en la estructura
de la tenencia de la tierra, y destac la necesidad de fortalecer o incorporar en
las polticas agrarias de los pases, segn sus condiciones especficas
respectivas, otros programas como la organizacin de la poblacin. Tambin
hizo hincapi en la integracin de la mujer tanto en la legislacin como en los
procesos de reforma: en el acceso a los insumos, a los mercados y a los
servicios, en el fomento de actividades productivas no agrcolas; y en la
educacin, adiestramiento y actividades de extensin (2007:5).
Los movimientos de mujeres y las conferencias mundiales organizadas por
ellas 18 dejaron al descubierto como las reformas agrarias las haban dejado
en condicin de excluidas del acceso a la propiedad de la tierra 19 , ms an si
provena de los segmentos campesinos ms pobres e indgenas.
An en el siglo XXI, hay regiones en nuestro continente donde la reforma
agraria sigue siendo una permanente y lgida reivindicacin, pensemos en
Brasil y la situacin y reclamos de los Campesinos sin tierra, o Colombia
donde la concentracin de la tierra se ha agravado dada la especulacin
generada por los recursos del narcotrfico y los 40 aos de intentos estatales
de distribuir la tierra (Rojas 2002).

18

Es el caso de Copenhague 1980, Nairobi 1995, Ginebra 1992, Beijin 1995 y Roma el mismo ao,
ciudad donde se llev a cabo la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural cuyas
conclusiones demandaban a los gobiernos integrar a la mujer en el Desarrollo Rural.
19
Al respecto se puede consultar el libro de Carmen Diana Deere y Magdalena Len: Gnero,
propiedad y empoderamiento en Amrica Latina.

52

Coincidimos con el socilogo peruano Fernando Eguren cuando recientemente


escribe:
La concentracin de la tierra y el minifundio continan siendo temas no
resueltos para muchos pases andinos. Su resolucin requiere de reformas
agrarias de algn tipo: redistribucin de tierras, derechos nativos a territorios,
perfeccionamiento de las polticas y normas vinculadas a la propiedad comunal
de tierras y de recursos naturales, titulacin de derechos de propiedad,
etctera. La experiencia indica, sin embargo, que las reformas agrarias pueden
ser una condicin necesaria pero no suficiente para enfrentar otros problemas
que asolan el campo latinoamericano: la extensin y profundidad de la pobreza,
la persistencia de la violencia, el deterioro de los recursos naturales, el atraso
tecnolgico, la escasa presencia del Estado, la baja calidad de los bienes
pblicos, la emigracin masiva y los riesgos de la apertura comercial
internacional. El desarrollo rural viene a ser finalmente la superacin de este
conjunto de desafos, que deberan convertirse en las bases de una agenda
rural andina. (2006:10).
Dicho de manera directa las reformas agrarias son todava, en no pocas
localidades de nuestro continente necesarias pero insuficientes para alcanzar
crecimiento, justicia social y equidad en la sociedad rural.

53

5. El Banco Mundial y los Programas de Desarrollo Rural Integral


(DRI)
Un punto de inflexin en las concepciones y prcticas del desarrollo rural es la
comunicacin al cuerpo de Gobernadores del Banco Mundial presentada en
Nairobi, Kenya en septiembre de 1973, por su presidente en aquel entonces
Robert McNamara. All de manera explcita seala que el objetivo de la
Comunicacin era examinar la naturaleza del problema de la pobreza,
particularmente en las zonas rurales concluyendo: El progreso hacia la
solucin de la pobreza rural absoluta debe ser incrementar la productividad de
la pequea agricultura.
Mc Namara revisa el plan quinquenal del Banco Mundial del perodo 1969-73
sealando que se triplic acciones en el sector educacin y cuadriplic en lo
agrcola, as como se increment el personal tcnico.
En aquella reunin hace referencia al campesino como productor de alimentos
y de bienes de exportacin y expresa el temor al potencial revolucionario del
campesino del Tercer Mundo. 20 De este modo, propone un segundo Plan
quinquenal en el que se diagnostica tres problemas relacionados entre s y que
impiden a las naciones pobres salir del subdesarrollo:
i)
ii)
iii)

Un volumen de ingresos insuficiente de divisas por concepto de


comercio exterior;
Una corriente inadecuada de ayuda oficial para el desarrollo; y,
Una carga cada vez mayor de endeudamiento externo. Lo que lo
lleva a plantear un mayor plan de asistencia tcnica y econmica a
pases en desarrollo nunca emprendida por un solo organismo. (No
explica sin embargo el origen de la deuda ni las corresponsabilidades
en ello entre pases pobres y ricos).

Asimismo, propicia una nueva estrategia de desarrollo rural y el esbozo de un


plan de accin en su apoyo. De esta manera el Banco Mundial, a travs del
Banco Interamericano de Reconstruccin y Fomento (BIRF), entre 1974 y 1978
destin la suma de 3,100 millones de dlares para asistir esta estrategia de
desarrollo en el campo, a la que se empez a denominar Desarrollo Rural
Integral (DRI).
La estrategia de los DRI consista en trabajar en zonas especficas, a travs
de asistencia tcnica, apoyo, insumos e infraestructura a lo largo de un periodo

20

La experiencia de Vietnam, un pas campesino que derrot en el campo de batalla al


poderoso ejrcito norteamericano, estaba demasiado viva para quien haba sido Secretario de
Defensa de los Estados Unidos durante el sangriento conflicto armado en Asia oriental.

54

determinado, con el objeto de impulsar masivamente y desde distintos sectores


del Estado una mejora en las condiciones de produccin y de vida 21 .

Colombia fue uno de los pases donde se llevaron a cabo algunos programas
de DRI bajo el auspicio y financiamiento del Banco Mundial, como el programa
Garca Rovira ubicado la provincia del mismo nombre del Departamento de
Santander del Sur. El trabajo de Alain de Janvry The Agrarian Question and
Reformisme in Latin America (1981) ilustra al respecto.
En Mxico, se puso en marcha el Programa Integral para el Desarrollo (PIDER)
y en Brasil los DRIN (Proyecto de Desenvolvimiento Rural Integrado no
Nordeste) en reas de pobreza campesina.
En Venezuela, los PIRA (Proyectos Integrales de Reforma Agraria) y los PRIDA
(Programa Integral de Desarrollo Agrcola) fueron las versiones nacionales del
DRI.
En el Per, los Proyectos integrales de Asentamiento Rural (PIR) y los Planes
integrales de desarrollo (PID) han sido considerados como exponentes de esta
concepcin integrada del desarrollo rural.
Siguiendo a Guisti los proyectos del IICA y el Fondo Simn Bolvar con los
Ministerios de Agricultura de varios pases alentaron DRI, como por ejemplo el
Proyecto DRI Queniac Peripe de Ecuador.
Hoy, todava operan varios programas de Desarrollo Rural bajo la membresa
de DRI, como en Ecuador con el Proyecto DRI Cotacachi (1998-2004) que
contempla el desarrollo integral de la provincia de Imbabura a un costo
estimado de $ 4,700 millones, de los cuales $3525 millones (el 75%)
corresponden a la Cooperacin Espaola (AECI) y la suma restante a la
contraparte nacional.
En algunos lugares de Colombia sigue vigente esta estrategia de desarrollo
rural con la Fase III del DRI. Aunque cada vez menos instituciones defienden la
idea de enfrentar la pobreza con slo elevar la productividad.
Cabe preguntarse cmo podra servirle a un pequeo productor rural elevar
su productividad si no tiene un mercado asegurado al cual venderle? De qu
le valdra incrementar la productividad en la campaa agrcola en donde el
ingeniero responsable de darle asistencia tcnica lo ayud si a penas concluya
el proyecto volver a cultivar de la misma manera como siempre lo ha hecho?
De qu le servira incrementar su productividad si no cuenta con un ambiente
acondicionado para almacenar los excedentes o lo que no logra vender? De
qu podra servirle al pequeo productor incrementar la productividad si
desconoce de comercializacin, no sabe como vender, ni negociar? aumentar
la productividad puede ser una manera de elevar los niveles de vida pero no de
21

Jorge Guisti, en su obra Los programas PRI y el proceso de capitalizacin del agro en
Amrica Latina publicada en Estudios Rurales Latinoamericanos Volumen 7. N 1 Enero-Abril.
Colombia 1984, caracteriza el sentido de esta estrategia de desarrollo rural.

55

una manera aislada. Si el productor no tiene acceso a un mercado, si lo


aprendido no es difundido si no puede an hablar de comercializacin, etc., se
habr logrado el incremento en la productividad de una o dos campaas lo
que, sin lugar a dudas, no trae como consecuencia el Desarrollo, menos su
sostenibilidad.
Una evaluacin muy crtica de los programas DRI es la sostenida por el
socilogo Orlando Plaza cuando afirma que:
El enfoque estuvo orientado a coordinar y potenciar, en espacios delimitados,
las actividades ejecutadas por los distintos sectores del Estado, -agricultura,
educacin, salud- con el propsito de potenciar recursos y obtener mejores
resultados. Promova la coordinacin de actividades entre los diferentes
sectores del Estado, pero no estableca los mecanismos adecuados de
articulacin con las organizaciones de base y las autoridades locales, y no
contaba con un adecuado manejo terico y emprico sobre las caractersticas y
el funcionamiento de las sociedades rurales. En la prctica los proyectos
inspirados en este enfoque , carentes de estrategias e instrumentos de accin
para invertir a nivel de sociedad y mercados rurales se limitaron a demarcar
una zona geogrfica, siguiendo usualmente la demarcacin poltica territorial, y
dentro de sta a seleccionar a las agrupaciones de pequeos productores y
campesinas beneficiarias de las actividades multisectoriales, es decirse
continu trabajando de forma dispersa con las comunidades locales y las
familias campesinas y de pequeos productores ( 2002 :38).
Otra apreciacin en la misma lnea crtica, esta vez del economista espaol
Jos Mara Sumpsi, seala:
Los DRI fracasaron por la complejidad de su administracin y gestin, por
dificultades de coordinacin de numerosas dependencias pblicas y
ministerios, por su centralismo y por funcionamiento del enfoque de arriba a
bajo.
En los aos 80, durante la llamada dcada perdida, prim una cierta inercia y
desinters con respecto al desarrollo en general y al desarrollo rural en
particular. Ello en la medida que el mercado fue desplazando al Estado como
principal regulador y distribuidor de los recursos en la sociedad. Luego vendrn
el ajuste y las reformas estructurales que ponen por delante un nuevo modelo
de crecimiento hacia fuera, sustentado en exportaciones sobre todo las
denominadas no tradicionales.

56

6. El Desarrollo agro exportador


Como propuesta de desarrollo rural las instituciones internacionales no la
presentan ni promocionan con este nombre, empero ya se ha hecho sentido
comn igualar crecimiento de las exportaciones con desarrollo como resultado
del permanente bombardeo del discurso ideolgico liberal.
En trminos tericos puede decirse que esta propuesta se inspira en las
premisas ricardianas sobre el comercio internacional y las ventajas
comparativas de cada pas, para luego evolucionar ms recientemente a las
denominadas ventajas competitivas formuladas por el economista
estadounidense Michael Porter.
Su legitimidad emana del denominado Consenso de Washington, el cual
sealaba que los pases tercermundistas deberan alentar su produccin
interna hacia los mercados internacionales para aumentar sus divisas y poder
enfrentar el pago de la deuda externa. Para ello deberan fomentar y apoyar las
exportaciones en general, pero sobre todo las no tradicionales agrarias,
incentivando las inversiones privadas nacionales y extranjeras.
Esta propuesta agro exportadora emerge entre los aos 80 y 90 dependiendo
del pas. Su origen se entiende en el marco de la dinmica econmica por la
recomposicin de la agricultura a nivel mundial, por los cambios habidos en los
pases ricos del norte, en tanto la demanda alimenticia no crece de manera
significativa debido a que se acab la transicin demogrfica y, ms bien, los
consumidores exigen una mayor diversidad y calidad de los productos
alimenticios, entre ellos las frutas, las hortalizas y bebidas exticas. As, se ha
impuesto en el mundo un sistema alimentario a escala planetaria. Al interior de
este sistema, mayormente controlado por las transnacionales, viene
desarrollndose un sistema alimentario de alcance global apodado en fresco.
Es conocido que hasta final de la Segunda Guerra Mundial la produccin y
consumo de productos frescos poda calificarse de local o nacional.
A manera de ilustracin, el comercio mundial hortofrutcola en fresco en el
perodo 1989 y 1993 alcanz la suma de 44.4 mil millones de dlares
amplindose a sesenta mil, al incluir frutas y hortalizas procesadas (Maran,
1997:1-3). En los Estados Unidos, la venta de alimentos naturales creci a
tasas de dos dgitos en los 80, representando a mediados de la siguiente
dcada un mercado 6 mil millones de dlares. La proporcin de vegetarianos
en aquel pas se situaba en alrededor de 15% Pero tambin los habitantes de
Japn, Canad y Europa entran en esta lgica de consumo de alimentos
frescos.
Es lo que se conoce como el auge de la dieta postmoderna caracterizada por
alimentos frescos, abundantes en fibra vegetal, con poco o nulo contenido
graso y colesterol, mnima o ninguna presencia de colorantes qumicos. Las
hortalizas son precisamente parte de ese grupo de alimentos. Dentro de ellas,

57

se incluyen aqullas producidas bajo el sistema de biocultivo, sin fertilizantes


qumicos ni pesticidas, igualmente las hortalizas de tamao diminuto.
Desde el lado de la oferta hortofrutcola su incremento a escala planetaria se
explica por la movilidad del capital internacional hacia los pases perifricos a
fin de colocar las agroindustrias cerca de las zonas productivas o aliarse con
los propietarios nativos de las ya existentes para aprovechar las ventajas que
aquellos ofrecen en cuanto a manejo de privilegiadas condiciones ambientales,
acceso preferencial a los mercados de consumo del mundo rico occidental,
menores costos tributarios y salariales.
Amrica Latina participa con tomate (Mxico), mango (Per), uvas (Chile),
bananas (Ecuador), manzanas (Chile), esprrago (Mxico, Per), entre otras
frutas y hortalizas en este floreciente mercado, adems de flores (Ecuador y
Colombia) y productos oleaginosos como la soja (Argentina, Bolivia, Paraguay,
Brasil) entre otros.
Parte de los efectos de este desarrollo hacia fuera, ha sido el aumento de las
divisas de los pases agro exportadores, mejorando sus balanzas comerciales,
aumentando el empleo agrcola sobre todo femenino, aunque es un trabajo
precario y no siempre rene las condiciones que la Organizacin Internacional
del Trabajo (OIT) exige para calificarlo como decente. Empero, paralelamente
se increment la importacin de bienes e insumos agropecuarios (Valcrcel:
2003).

58

7. El Instituto de Ciencias Agrcolas (IICA)


regional

y El Desarrollo Micro

A comienzos de los 90, el IICA edita varios documentos alrededor del


desarrollo micro regional. A partir de este enfoque se entiende que hay
desarrollo rural cuando se han conseguido niveles aceptables de produccin y
productividad de la agricultura campesina, adems de un cierto bienestar de la
poblacin rural.
Sus partidarios definen al desarrollo rural como un tema complejo que incluye
distintas dimensiones y niveles de anlisis, mltiples polticas, propuestas y
experiencias, as como una estructura internacional vinculada por medio de
diversas instancias internacionales con los Estados, entidades financieras,
organismos no gubernamentales y los productores agrarios.
En la nueva acepcin del desarrollo rural afirma el economista chileno Sergio
Seplveda- se agregan los procesos siguientes: el fortalecimiento de la
sociedad civil, la democracia en el campo; la equidad entre gneros y grupos
de edad, la creacin y perfeccionamiento de los sistemas polticos locales, la
creacin de un mayor nmero de polos de acumulacin en el territorio con la
finalidad de construir un mercado interno slido y diversificado; el desarrollo
regional y local 22 .
Por su parte, los socilogos Manuel Chiriboga y Orlando Plaza (1993),
subrayan como componentes ineludibles de esta propuesta: la distribucin ms
equilibrada de la poblacin en el territorio; la conservacin de los recursos
naturales, un manejo adecuado de la ecologa y el respeto a la diversidad
cultural.
Se considera la voluntad manifiesta de actuar en la dinmica socioeconmica
de un pas o parte de l, a partir de una propuesta que puede estar fundada en
el conocimiento y diagnstico de la realidad que se busca modificar.
La propuesta supone conocimiento y estrategias, es decir, dos lgicas: i) la
conceptual; y, ii) la de formulacin de polticas. Es importante mencionar,
sealan los autores, que no tomar en cuenta las dinmicas social y poltica
convierte las formulaciones para el desarrollo rural en un ejercicio tcnico que
busca resolver un problema complejo a partir de la manipulacin de muy pocas
variables y cuyo resultado puede ser medido en funcin de sus logros
econmicos. As, el desarrollo rural es un proceso socioeconmico y no el
conjunto de polticas, programas y proyectos los cuales son instrumentos para
impulsar y orientar el proceso.
Las polticas diferenciadas para el Desarrollo Rural Micro Regional deben partir
de la dinmica social y la poltica, de una elaboracin especfica que fusione
conocimientos y estrategia de instrumentos para alcanzar los objetivos, y de
22

Texto
Desarrollo
Rural
Sostenible-Enfoque
ww.gobernabilidad.cl/modules.php. name=New File=article.

Territorial,

tomado

de

59

una propuesta global. Tambin est comprometida a definir social y


polticamente el problema y proponer soluciones.
Se sugiere prestar atencin a procesos que habitualmente son dejados de lado
y que resultan centrales para el anlisis, la formulacin y aplicacin de
polticas, entre ellos se incluye:
-

El tejido social (sociedad global y rural).


La dinmica del poder y las formas de dominio existentes.
El grado de desarrollo del Estado.
La diversidad cultural y tnica de la sociedad.
La lgica y fuentes de acumulacin.

Para el xito de la propuesta sta requiere ser: participativa, democrtica,


transformadora y basarse en la dinmica social. En tal sentido la formulacin
de polticas diferenciadas para el desarrollo rural implica considerar el punto de
vista de los campesinos y de sus organizaciones.

60

8. El Instituto de Ciencias Agrcolas (IICA) y el Desarrollo Rural


Sostenible (DRS)-Enfoque Territorial
Como vimos tambin en el primer ensayo, la preocupacin ambientalista
relacionada al desarrollo arranca en los aos 70 pero adquiere fuerza a partir
de los 80 con el hoy famoso Informe de la Comisin Brundtland dado los
inocultables y crecientes problemas ambientales. El nacimiento en dicho
informe del concepto y enfoque sostenible va influir definitivamente en las
posteriores reflexiones alrededor del desarrollo incluyendo por supuesto el
rural.
Sergio Seplveda en su ensayo Desarrollo Rural Sostenible-Enfoque Territorial,
seala que el punto de partida para abordar lo que es el desarrollo es el
anlisis dinmico e integral de las dimensiones econmica, sociocultural,
ambiental y poltico institucional. El objetivo es promover el bienestar de la
sociedad rural, potenciando su contribucin estratgica al desarrollo general de
la sociedad. Para lo cual es clave la formulacin de estrategias e instrumentos
de poltica que conduzcan al desarrollo territorial en regiones principalmente
rurales, sobre todo en aqullas que buscan corregir desequilibrios de ingresos,
tasas sesgadas de crecimiento de produccin y patrones inadecuados de
transporte y movimiento de bienes, as como de uso insostenible de los
recursos naturales (Subrayado nuestro).
El desarrollo rural se consolida por medio de dos propsitos superiores: (i) la
cohesin social, como expresin de sociedades nacionales en las que
prevalecen la equidad el respeto a la diversidad, la solidaridad, la justicia social,
la pertenencia y la adscripcin; y (ii) la cohesin territorial, como expresin de
espacios, recursos, sociedades e instituciones inmersos en regiones, naciones
y mbitos supranacionales, que los definen como entidades integradas cultural,
poltica, econmica y socialmente.
El enfoque territorial, seala este funcionario del IICA, pone de manifiesto: (a)
el carcter polifactico de los territorios rurales; (b) la necesidad de formular
polticas con objetivos mltiples e integrales; (c) la necesidad de superar el
marco institucional tradicional y las inversiones sesgadas hacia lo econmico; y
(d) la urgencia de establecer mecanismos institucionales que promuevan un
sistema participativo y abierto para formular soluciones desde la base. Todos
estos aspectos inciden, directamente, en la definicin y ejecucin de las
polticas pblicas.
En efecto, desde el punto de vista de la gestin de las polticas pblicas, el
enfoque territorial subraya al menos cuatro elementos: (i) la relevancia de que
el territorio se constituya en el objeto de las polticas; (ii) la necesidad de
desarrollar polticas pblicas contextualizadas; (iii) la cooperacin entre agentes
pblicos y privados, nacionales y locales, como elemento fundamental para la
gestin de las polticas; y (iv) la importancia de redefinir el papel del Estado,
especialmente en lo relativo a la provisin de bienes pblicos, la direccin y la
regulacin de la economa, y la construccin de la democracia y la
institucionalidad rural.

61

Nuestra impresin del Desarrollo Rural Sostenible con Enfoque Territorial nos
lleva a afirmar que ms que una estrategia aplicada de manera generalizada en
las zonas rurales, se trata de una reflexin que persigue contribuir al debate, lo
cual no significa que algunas de sus premisas no hayan orientado proyectos y
programas de desarrollo rural puestos en prctica en determinados pases del
continente.

62

9. Desarrollo Territorial Rural (DTR)


Al comenzar el milenio un nuevo enfoque del desarrollo rural comienza a tomar
fuerza y a legitimarse tanto en el mundo de los organismos internacionales
como en la academia. Nos referimos al denominado Desarrollo Territorial Rural.
En efecto, en octubre del 2000 la FAO, la Universidad Politcnica de Madrid y
el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacin de Espaa, organizaron un
encuentro de expertos de Amrica Latina y Europa para discutir sobre polticas,
instrumentos y experiencias de desarrollo rural en ambos continentes. Dos
aos despus hubo un segundo encuentro donde se constat la existencia de
un notable consenso sobre el nuevo enfoque del desarrollo rural.
Un nuevo Taller, esta vez organizado por FIDA-FAO-BID titulado: La
Importancia del Enfoque Territorial en el Desarrollo Rural de Amrica Latina y
el Caribe", realizado en Miln en marzo del 2003, fue otra expresin de la
creciente relevancia del enfoque territorial para la elaboracin de polticas de
desarrollo rural. Dicho Taller cont con la participacin de los miembros del
grupo Interagencial de Desarrollo Rural en Amrica Latina y el Caribe, que
participaban en la Asamblea Anual de Gobernadores del BID. Los resultados
ms relevantes fueron: la evidente importancia del desarrollo territorial en la
localidad como ente articulador de polticas y de fondos de desarrollo; la
necesidad de generar una visin comn de desarrollo territorial entre las
agencias; y el reconocimiento del territorio como la unidad central en la cual se
deben ejecutar y coordinar los fondos y los proyectos.
En este evento, Alejandro Schejtman y Julio Berdegu, presentaron un
documento titulado precisamente Desarrollo Territorial Rural donde plantean
el enfoque del mismo nombre. En primer lugar, lo definen como un proceso de
transformacin productiva e institucional en un espacio rural determinado, cuyo
fin es reducir la pobreza rural. La transformacin productiva tiene el propsito
de articular competitiva y sustentablemente a la economa territorial a
mercados dinmicos. El desarrollo institucional tiene los propsitos de estimular
y facilitar la interaccin y la concertacin de los actores locales entre s y entre
ellos y los agentes externos relevantes as como incrementar las oportunidades
para que la poblacin pobre participe del proceso y de sus beneficios.
Postulan que el ordenamiento territorial del desarrollo rural rompe con la
identidad ruralidad igual produccin silvo agropecuaria. Su definicin de
territorio es la de una construccin social y no la de un espacio fsico
objetivamente existente. Finalmente, escriben que el DTR debe formularse y
establecerse con horizontes de mediano y largo plazo para permitir la
maduracin de procesos sustantivos de desarrollo, progreso que segn los
autores necesita ms de una dcada.
Asimismo, Schejtman y Berdegu sealan a manera de recomendacin una
serie de tpicos que requieren investigacin para que puedan implementarse
los programas de DTR con mayor xito. Concluyen que es necesario hacer un

63

esfuerzo adicional para documentar, sistematizar y analizar las experiencias


existentes en la regin las cuales constituyen un potencial a ser incorporadas
en el diseo de los programas de DTR.
Por su parte, los economistas Alain de Janvry y Elisabeth Sadoulet, en su
artculo Un enfoque territorial del desarrollo rural (2004), definen el enfoque
territorial del desarrollo rural como aqul cuya finalidad es:
1. Proyectar a su mximo potencial el valor agregado de los recursos
locales subutilizados. Integrar las actividades rurales y urbanas en una
sola dimensin territorial, centrada en proyectos econmicos regionales,
y
2. Incorporar a la poblacin rural pobre a las oportunidades de empleo e
inversin generadas por el crecimiento local.
En los ltimos aos, el debate sobre el enfoque territorial del desarrollo rural ha
madurado y se ha incorporado a las Estrategias de Desarrollo Rural del Banco
Mundial (BM 2003) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID 2005),
Nuevos trabajos han aparecido como la publicacin del BID Desarrollo
Territorial Rural en Amrica Latina (Echeverra 2003), o la del BM Beyond the
City: The Rural Contribution to Development (Ferranti, Perry, Foster, Lederman
y Valds, 2005).
Los enfoques de Desarrollo Rural estn orientados no nicamente a temas
agronmicos sino a la gestin del conjunto de recursos y actores del territorio;
entre ellos, el rol de los gobiernos locales se identifica como central.
De acuerdo al economista Jos Mara Sumpsi, algunos pases
latinoamericanos han trasladado el pensamiento y propuestas de desarrollo
rural a estrategias nacionales, como Costa Rica, Bolivia, Per, Ecuador,
Honduras y Nicaragua, e incluso algunos pases, los menos, han llevado el
enfoque territorial del desarrollo a polticas nacionales, como Mxico y Chile, o
a polticas subnacionales como Brasil y Argentina 23 . Brasil es el nico pas que
muestra experiencias recientes y exitosas relacionadas con enfoques
territoriales.
Otro anlisis de experiencias de desarrollo territorial en Amrica Latina y el
Caribe lo brinda el trabajo de Sumpsi titulado justamente: Experiencias de
DTR en Amrica Latina y el Caribe.

23

Sealando como ejemplo La Ley de Desarrollo Sustentable y Ley de Microregiones de


Mxico, Programa Chile Emprende y Programas de Desarrollo Local Rural en los Estados del
Nordeste de Brasil y en las provincias del Norte de Argentina.

64

En Europa algunas experiencias del Programa LEADER 24 de la Comisin


Europea y Candian Partership han ido en esta lnea, mostrando sus propias
particularidades. Este Programa, se encuentra actualmente en su tercer
momento. El objetivo genrico de LEADER +, es incitar y ayudar a los agentes
del mundo rural a reflexionar sobre el potencial de su territorio en una
perspectiva a ms largo plazo. Sus objetivos adicionales son la
experimentacin de nuevas formas de valoracin del patrimonio natural y
cultural, la mejora del entorno econmico a fin de contribuir a la creacin de
empleo y, la mejora de la capacidad de organizacin de las respectivas
comunidades rurales.
Por su parte, LEADER III (2000-2006), mantiene su funcin de laboratorio para
el descubrimiento y experimentacin de nuevos enfoques de desarrollo
integrados y sostenibles que influyan en la poltica de desarrollo rural de la
Unin Europea. No quiere ser una mera continuacin de la iniciativa Leader II,
sino que est destinada a fomentar y apoyar estrategias integradas y de gran
calidad para el desarrollo rural a escala local. Debe poner un nfasis especial
en el desarrollo de los cuatro aspectos o temas aglutinadores (utilizacin de
nuevos conocimientos y tecnologas, mejora de la calidad de vida, valorizacin
de los productos locales y valorizacin de los recursos naturales y culturales),
el carcter piloto, los partenariados (asociaciones) de calidad y en los
proyectos interterritoriales y transnacionales. Est previsto que LEADER +
cuente en Espaa con un total de 145 grupos, siendo el GAL 25 la nica frmula
de organizacin de los programas comarcales.
En nuestro pas se han puesto en marcha algunos proyectos bajo esta
perspectiva, tal como lo testimonia una reciente publicacin del Centro Ideas
titulada Nueva Ruralidad y Competitividad Territorial. (2007), donde se
examinan dos experiencias: una en Cajamarca y otra en un valle cercano a
Lima.

24

Es el nombre con el que se conoce las sucesivas iniciativas comunitarias de desarrollo rural
de la Unin Europea. Corresponde a las siglas, en francs, "Liaisons entre activits de
Developement de L'Economie Rural" "Relaciones entre Actividades de Desarrollo de la
Economa Rural".LEADER +, ltima de las tres iniciativas comunitarias de desarrollo rural que
se han desarrollado, se present mediante Comunicacin de la Comisin C/139/C a los
Estados Miembros de 14 de abril de 2000. Tiene como finalidad el fomento de las estrategias
originales de desarrollo sostenible y de calidad, destinada a la experimentacin de nuevas
formas de valorizacin de patrimonio natural y cultural, de mejora de empleo y de la mejora de
la calidad de organizacin de las respectivas comunidades rurales.

25

Los Grupos de Accin Local (GAL) son los beneficiarios de la ayuda financiera de Leader +.
Son los promotores de la estrategia de desarrollo de su localidad.

65

10. El BID y el Desarrollo Rural


El ao 2003 este Banco parte de considerar que Amrica Latina y el Caribe
enfrentan tres grandes desafos: i) consolidar el crecimiento econmico; ii)
lograr una mayor equidad; y, iii) reducir la pobreza. Los elementos esenciales
en dichos desafos, son las transformaciones productivas del sector
agroalimentario (para generar crecimiento y lograr una mejor insercin de la
regin en la economa mundial) y las acciones directas para reducir la pobreza
rural. Por su potencialidad el mbito rural como territorio es estratgico en el
desarrollo armnico de los pases de la regin.
El desarrollo rural para el BID abarca los sectores productivos, como los
aspectos ambientales y sociales. Dicha entidad, sostiene que el sector primario
contina siendo uno de los motores fundamentales de la economa rural en
tanto su desarrollo posibilita:
i)
ii)

iii)

iv)
v)

Satisfacer las crecientes necesidades de alimentacin a nivel


mundial;
Reducir los precios reales de los alimentos (beneficiando
especialmente a los consumidores ms pobres, urbanos y rurales,
los que gastan la mayor parte de su ingreso en alimentacin);
Generar vnculos econmicos relevantes en las cadenas productivas,
tanto hacia atrs (industrias productoras de semillas, fertilizantes,
maquinaria) como hacia adelante (procesamiento, mercadeo y
transporte de productos);
Incrementar el empleo y el ingreso (con el consecuente impacto en la
disminucin de pobreza); y
A travs de aumentos en productividad (si ocurren de una manera
sostenible), disminuir la presin sobre el uso de tierra, especialmente
en zonas marginales, con un efecto potencial positivo sobre el medio
ambiente.

El BID, como hemos visto lneas atrs, hace suya tambin la propuesta de
desarrollo territorial rural, entendindolo como un proceso simultneo de
transformacin productiva, institucional y social en un determinado territorio
rural, con el fin de reducir la pobreza (BID 2006).
En tal confluencia de ideas, este organismo internacional a travs de su
cooperacin tcnica regional, impuls el Proyecto EXPIDER como un
laboratorio de desarrollo rural en varios pases del continente. Este proyecto,
financiado por el Fondo Espaol y ejecutado por el BID, puso en marcha en
noviembre del 2003 tres experiencias pilotos de desarrollo rural local con
enfoque territorial en zonas rurales de Bolivia, Ecuador y Honduras. Para
ampliar informacin y consultar las lecciones aprendidas de EXPIDER ver
Sumpsi, 2006.

66

A manera de reflexiones finales


Los viejos enfoques de Desarrollo Rural se muestran hoy mayormente
obsoletos frente a la magnitud de los cambios en las sociedades rurales y la
supervivencia de agudos problemas.
En poco ms de medio siglo transcurrido, los avances logrados en el terreno
social del desarrollo rural en el Tercer Mundo no han sido acompaados de una
clara reduccin ni de la pobreza ni de la desigualdad en los ingresos. En
Amrica Latina, Brasil constituye el nico pas en el que recientemente se
manifiesta un descenso significativo de la pobreza rural.
De esta manera, estamos frente a la paradoja que durante ms de cinco
dcadas persista un discurso sobre desarrollo rural a pesar que ste no se
cumpliera de manera sostenible en el tiempo, en una dimensin econmica,
demogrfica y geogrfica relevante. En el grueso de los pases de la regin
latinoamericana, salvo casos ms bien excepcionales, los espacios rurales
mayoritariamente ocupados por campesinos y pequeos agricultores se
conservan pobres, atrasados y, por lo general, con limitada influencia poltica y
social. Las brechas sociales entre la ciudad y el campo se han mantenido y en
algunos pases se han ampliado.
Las dcadas vividas de reflexin y aplicacin de estrategias de desarrollo rural
si bien presentan magros resultados en trminos de superacin de la pobreza
en el campo, deben servir para identificar errores, sugerir rumbos y mejorar las
polticas y programas vigentes en la actualidad.
Definitivamente, quedan fuera aquellos aspectos de las estrategias con sesgo
econmico que no valoraban los recursos naturales tomndolos como
inagotables, no contables en el momento de la valorizacin del producto final.
Tambin quedan excluidas aquellas premisas en que el productor agrario
aparece como un ser homogneo en todo lugar, sin diferencias culturales ni
tnicas ni de recursos.
La participacin de la poblacin en mltiples planos, en particular en aquellos
donde se toman las decisiones ms cruciales en la vida y gobierno de la
localidad y territorio, se vuelve un axioma de cierta garanta de xito de los
programas y proyectos de desarrollo rural superando de esta manera la visin
convencional de la participacin. Se requiere tambin reflexionar sobre el
desarrollo regional territorial con un enfoque de gnero, donde la mujer sea
vista como real o potencial actor social, pleno de derechos.
La bsqueda de coherencia entre los objetivos de las polticas locales,
regionales y nacionales de tal manera que produzcan sinergias. Sin proyecto
claro de pas que se quiere y del papel que le compete a la sociedad rural, se
est ante un andar sin brjula.
Promocin y consolidacin de la ciudadana, pero tambin modernizacin y
descentralizacin del Estado, expansin del mercado (interno y externo sin

67

exclusiones) se convierten en las columnas de cualquier enfoque y estrategia


seria de desarrollo del campo y sus pobladores.
En suma, se trata de dar nuevas respuestas consensuadas que superen la
incapacidad de los enfoques y prcticas anteriores para lograr equidad, reducir
la pobreza, y el atraso rural. Las soluciones son complejas y no pasan hoy
nicamente por la va agrcola, tareas que las actuales y prximas
generaciones deben enfrentar.
Concordamos con Jos Antonio Ocampo Secretario ejecutivo de la CEPAL
cuando con optimismo escribe:
nuevos desarrollos en los frentes de la democracia, en especial la
descentralizacin y la participacin ciudadana, el cambio en las concepciones
de la vida local que aqullas implican, e iniciativas an dispersas de apoyo al
desarrollo de los pequeos productores rurales, han abierto puertas
promisorias sobre las cuales es posible construir una nueva poltica de
desarrollo rural en la regin. (2001:1).
Por ltimo, en este rpido repaso de lo que han sido los enfoques y estrategias
de Desarrollo Rural hemos observado un giro desde los enfoques ms
sectoriales (agricultura) y unidimensionales (economa), centrados en la
modernizacin, productividad y crecimiento econmico, a percepciones y
propuestas cada vez ms holsticas que incorporan, de un lado, las variables
sociales y culturales, y de otro propuestas multisectoriales (agricultura, energa,
industria, medio ambiente, pero tambin turismo y artesana) todas centradas
en las capacidades de .las personas ( no slo varones) y en el respeto al otro,
al diferente.

68

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