El Horizonte Bioético de Las Ciencias
El Horizonte Bioético de Las Ciencias
El Horizonte Bioético de Las Ciencias
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-e clitor-
El horizonte biotico
de las ciencias
El Horizonte
Biotico de las
Ciencias
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edicin
SEXTH
El horizonte biotico de las ciencias / Bertha Ospina de Dulce ... [et al.] ; Editor
Gilberto Cely Galindo, S.]. - Sa ed. - Bogot: CEJA y 3R Editores
Ltda., 2001.
496 p.
(Coleccin
ISBN: 958-683-087-X
1. BIOTICA
174.9 ed. 19
Catalogacin
Diseo
en la publicacin
Serna Jurado
S.J.
(EDITOR)
El Horizonte
Biotico de las
Ciencias
S f-x:
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Ci
edicin
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TIC
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J 11 !- I te.::>
Coordinacin Editorial:
Gilberto Cely Galindo, S.J.
gcely@j~~~l.javeriana.edu.co
I
Autoedicin:
Gloria Ins Rodrguez Bohrquez
...5E)l.Jq
----=,..),
Fotomecnica e impresin:
Fundacin Cultural Javeriana de Artes Grficas
-JAVEGRAF-
Contenido
l.
PREsENTACIN
GILBERTO
2.
CELY GALlNOO.
EcOLOGA-HUMANA:
11 ):
S.J.
PROPUESTA
TICA RECONCILIADORA DE
49
NATURALEZA Y CULTURA
GILBERTO
4.
CELY
GALlNOO.
S.J.
CELY
5. EUGENESIA:
BERIHA
GALlNDO.
6. Asrecros
7.
EN EL DESARROLLO
123
CELY GALlNDO.
S.J.
LA
PREGUNTA POR LA
161
LGICA DE LA VIDA
GILBERTO
8.
CELY GALINDO.
MEDICINA,
S.J.
175
TEMAS CRUCIALES
EDUARDO
105
DULC. PHD.
AGROPECUARIO
GILBERTO
89
S.J.
OSPINA DE
A.
RUEDA,
S.J.
3.
DE LA QUINTA EDlCIN
CELY GALlNOO.
Ir!.;
9.
189
11co ENRARECIDO
GILBERfO CELY GALlNDO,
10.
S.J.
20 1
11.
ANrROPOLOGA
239
253
EDUARDO
r.4\
S.J.
MARA
13. LAs
227
DE LA SEXUALIDAD
12. LAs
S.J.
Dtsz AMADo, MD
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EDUCATIVA DE LA BI011CA
LEONEL CARrAGENA
15.
'.
F.
305
DULC, PHD.
315
NUEVO MILENIO
HORACIO
283
MARrNEz, PHD.
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\~;:\~?)
:t118.
19.
32 7
S.J.
LEGISLACIN EN BI011CA
HILDA LoNDOO LoNDOO
359
S.J.
409
10
GILBERrO
CELY GALINDO,
Profersor-nvestgador
S. J.
de Biotica
Entrevista al Dr. Van Rensselaer Potter, realizada por SPINSATI, Sandro, "Botca
Global o sabidura para sobrevivir", en Cuadernos del Programa Regional de Biotica,
OPS, Santiago de Chile, diciembre 1998, p. 32
12
UNA MIRADA
BIOTICA
DESDE
LA CIENCIA
13
14
15
3' Jean-Francois
LYOTARD tiene el mrito histrico de introducir
el trmino
"Postmoderndad" y dotarlo de contenido, el cual abri una muy amplia discusin
internacional con su libro La condicin postmodema, ed. Ctedra, Madrid 1989.
Sugiero leer el captulo "Retos ticos de la Postmoderndad", en e1libro El Horizonte
Biotico de las Ciencias, CELY, Gilberto (ed.), CEJA, Santaf de Bogot, 4" edicin,
1999.
4
BECK, Ulrich, La sociedad del riesgo, Paids Ibrica, S.A., Barcelona, 1998.
16
transgnco.
Por otra parte, de la electricidad pasamos a la era de la
"aldea global" con la electrnica que pis el acelerador de la
histora y dispar el desarrollo de las telecomunicaciones, la
informtica y todas aquellas minucias tecnolgicas que han
venido penetrando hasta los tutanos la vida normal de la
cultura urbana y han incidido en la crisis de valores. Los
cambios cientficos iban corrindole el piso al discurso tico
y moral, pues el hombre y el mundo del cual se ocupaban las
polmicas de rancio origen medieval ya no eran los mismos y
el escenario histrico socio-econmico ya era otro. Como dice
P. Ricoeur, "los hijos de la Modernidad, llamados maestros
de la sospecha, se encargaron de desenmascarar la falsedad,
insuficiencia e invalidez de la Modernidad, desde varios
aspectos".
A los personajes que ya hemos mencionado de las ciencias
positivo-experimentales, agreguemos algunos de las ciencias
histrico-hermenuticas que influyeron con su pensamiento
divergente del statu quo: Hegel, Engels, Heidegger, Marx,
Freud, Husserl, Kierkegaard, Nietszche, Feuerbach, Gadamer
y toda la lnea de la filosofa existencialista,
vitalista y
personalista de postguerra. Las cosas llegaron a ser tan
diferentes que la Iglesia romana convoc el Concilio Vaticano
11para poner al da su presencia en el mundo. La coyuntura
de los cambios radicales fue generando el deseo de establecer
nuevas categoras ticas que respondieran a los postulados
de las ciencias positivo-experimentales y a los de las ciencias
histrico-hermenuticas.
Una nueva tica que se pusiera
del lado de la vida como instancia epistemolgica para
17
18
19
humanas,
las tecnociencias
entronizan
la "razn
nstrumental'" en la Modernidad e impulsan el desarrollo de
la cultura de la Sociedad del Conocimiento, pues resuelve de
manera pragmtica las aspiraciones de bienestar, de calidad
de vida y de parmetros existenciales, todo lo cual va mucho
ms all de haber satisfecho primeramente las necesidades
mnimas de supervivencia, aunque a veces se convierte en su
propia amenaza. Para que sto no ocurra, nuestro deber es
acompaar ticamente el desarrollo tecnocientfico con miras
a que no se desmadre, para que lo que sea tecnocientificamente
posible sea tambin ticamente razonable y deseable y para
que la "razn instrumental", que es de tipo meditico, no se
convierta en una especie de "imperativo moral tecnolgico"
que suplante los fines y enturbie la jerarqua de valores
orientadores
del proceso de humanizacin.
Hay que
mantenerse
ticamente
alerta,
en la Sociedad
del
Conocimiento, para no confundir el reino de los medios con
el reino de los fines.
Desde que Arqumedes dijo "dadme una palanca y un
punto de apoyo y os mover el mundo", la racionalidad
instrumental de la tecnociencia ha venido creciendo con su
fascinante saber-hacer que otorga poder de dominacin sobre
la naturaleza y autonoma al ser humano. Poder y autonoma
han sido y sern la gran ilusin mtica de los hombres de
todas las pocas, prefigurados en Prometeo, quien le roba el
fuego a los dioses para hacerse a su poder y ganar la libertad.
Esta misma intencin la propone Francis Bacon? con su
consigna que se ha convertido en el "imperativo tcnico" de
"hacer todo lo que es posible hacer", a sabiendas de que no se
puede vencer a la naturaleza ms que obedecindola. Esta
20
2.
CUATRO REVOLUCIONES
EL SIGW
XX
INCONCLUSAS
ENTREGA AL TERCER
QUE
MILENIO
21
22
23
24
25
26
27
GILBERTOCELYGALINDO,S,J,
28
11 GONZALEZ-CARVAJAL,Luis, "Educar
Selecciones
en un mundo
postmoderno",
en revista
29
ACERCA DE
LA BONDAD TECNOCIENTFICA
12 HOTfOIS.Gilbert. E1ParadigmaBiotico.
Barcelona. 1991.
13 "No cabe duda de que. hoy por hoy. la ciencia capaz de generar tecnologa y la
tecnologa capaz de generar ciencia estn en manos del gran capital, cuyas
30
GILBERfO
desarrollando
mejores
31
32
33
Madrid. 1983. p. 8
MONTOYA.Elado, "Botecnologa",
et de Morale,
34
18 Entiendo por acto reflejo especulativo la accin caracteristica principal del sistema
nervioso central de la especie humana, el cual, a partir de estimulos sensoriales
establece respuestas de "speculum", espejo, que van ms all de la reflexologa
bologsta pavloviana y del conductismo skineriano de tipo adaptativo, y se
constituyen en modos cognitivos-abstractos de interpretar y de autointerpretarse
el individuo humano, accediendo a nuevos gradientes de intencionalidad
orientadora de su propio accionar. La conciencia es el resultado articulado de
dicho proceso de conocer y de saber que conoce, y es el "espacio espiritual"
vinculante de las apetencias volitivas con las de eleccin entre posibilidades varias,
lo cual constituye la accin moral. La conciencia no es igual al pensamiento, como
tampoco es igual a conocimiento, sino que estos dos son elementos constitutivos
de la misma, adems de los sentimientos, de la emotividad y de la afectividad. En
la conciencia reposa la capacidad de hacer juicios y de enjuiciarse, en virtud de
apropiaciones de la realidad que se le dan como constructo s pslco-sociales de
profunda experiencia valorativa de la misma. La conciencia moral es, entonces,
un estar alerta para discernir las acciones humanas en funcin de lo que se va
descubriendo como bueno o como malo, como lo deseable, como lo conveniente,
como lo apropiado, como lo correcto, como lo justo, como lo bello ... : siendo todo
esto valores construidos por la experiencia individual y colectiva en la permanente
apropiacin de la realidad y simultnea autoapropiacin intencional, en la dinmica
de la inteligencia sentiente hacedora de historia y, en consecuencia, agente
responsable de su propia existencia. El crecimiento en esta intencionalidad es un
crecimiento en la libertad-relacionada y simultneamente un crecimiento en la
auto afirmacin de sujeto moral. En sintesis, es un acceder progresivo a la
autoconciencia donde anida la tica.
19 Traigamos al respecto las palabras de Grard Fourez: "Nocreo --o ms bien, ya no
creo- que el mundo nos haya sido dado enteramente hecho y que las ciencias slo
tengan que describir un universo totalmente estructurado por Dios o por la
naturaleza (una descripcin que, adems, veria al mundo desde el exterior como
/
UNA MIRADA BIOTICA DESDE LA CIENCIA
35
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4. YguEsBIOTICA?
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si no estuviramos en ll). Tampoco creo que la racionalidad nos haya sido dada
completamente hecha. Ms bien creo que -nacidos de un pasado que no
dominamos, presentes en una historia y en una tierra en la que nos insertamos
sin dominarla y pensando a travs de estructuras racionales no inmutables, pero
que nosotros hacemos firmes- estamos ante un porvenir y una convivencia
(entendiendo por tal, no el hecho de vivir juntos, sino el hacerlo en buena armonia
y sin que en la relacin primen los aspectos econmicos y productivos) posibles,
en cuya construccin participamos. Creo que, en contextos variados pero limitados,
las prcticas cientificas y tecnolgicas exploran nuestras posibilidades y las de la
Tierra; creo que ellos empiezan a verificarlas, pero que tambin las limitan: cada
vez que elegimos una estructura social, tcnica, o ecolgica, nos arriesgamos a
confiar en una determinada manera de acontecer la historia y excluimos otras.
Adems, desde ese punto de vista, cambia nuestra imagen de la razn. Ya no la
vemos como una protuberancia de la historia, exterior a las cosas, sino como
mediadora, comunicativa, negociadora, creativa y haciendo historia.
Hay quienes hoy da echan de menos el mundo esttico que se representaron los
siglos precedentes (sobre todo, ese mundo construido como un reloj de pared, tan
querido para el paradigma de la fisica). Pareca estable y slido, se dira que
exorczaba nuestra ansiedad. Sin embargo, me parece que es bueno, aceptando
nuestras races, avanzar juntos serenamente hacia un mundo ms complejo, que
an est en parte por hacer ... Espero que sea ms justo ..." FOUREZ, Grard, La
construccin del conocimiento cientfico, Narcea, S.A. de Ediciones, Madrid, 1994,
p.186.
20 Como ya hemos dicho, el bioqumico del cncer, Van Rensselaer Potter, de la
Universidad de Wisconsin, USA, es reconocido como el autor de la palabra Biotica.
Su primera publicacin fue un artculo titulado Biotica. la ciencia de la
supervivencia. En 1971, desarroll su intuicin anterior en el libro La Biotica; un
puente hacia eljuturo. Siete aos despus, reaccion el Dr. Potter ante la restrictiva
aplicacin que se le dio a la Biotica en las ciencias mdicas, a modo de tabla de
salvacin de una deontologa mdica en crisis; entonces escribi el libro Biotica
GlobaL con el propsito de recuperar la herencia intelectual del eclogoAldo Leopold
y reivindicar para la Biotica una pretensin de conocimiento holstico sapiencial,
interdisciplinario, de profunda raigambre ecolgica, orientador del quehacer de
los cientficos e iluminador de la opinin pblica. En recientes articulos, como el
publicado en el N" 7 de Cuadenws del Programa Regional de Biotica, en diciembre
de 1998, el Dr. Potter insiste en sus propuestas de "Biotica Puente, Biotica
Global y Biotica Profunda". A travs de todas sus publicaciones expresa y ratifica
36
GILBERfO
CELYGALINDO.
S.J.
las virtudes que para l han sido su modo de vida como cientfico: humildad.
responsabilidad. prudencia y splica permanente a Dios para que le d sabidura.
Adems del Dr. Potter. el Dr. Andr Hellegers introdujo el mismo trmino.
supuestamente indito. el Lde julio de 1971. al fundar el Instituto Joseph Rose
Kennedy para Estudio de la Reproduccin Humana y Botca, en la Universidad
George Town, en Washington. Hellegers restringi el trmino a una tica de las
ciencias de la vida. consideradas particularmente a nivel de lo humano (tica
biomdica).
UNA MIRADA
BIOTICA
DESDE
LA CIENCIA
37
38
generaciones.
5.
EXPWREMOS
WS TRMINOS
DESDE LA CIENCIA
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40
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S.J.
22
GEERTZ,
p.34.
Ediciones
Pads,
Barcelona,
1996,
41
Ediciones
Sgueme, Salamanca,
humana, Mexico,
1978, p.
1975, p.202-204.
42
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S,J,
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