Ciudad Como Texto - Butor
Ciudad Como Texto - Butor
Ciudad Como Texto - Butor
Michel Butor
l. El testo de la ciudad
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Traducci6n: Florenc::e OUvier
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El texto manifiesto es perpetuamente despertado por la lectura, pero el texto profundo, aqul que duerme entre las hojas
de un libro an no abierto, en los subterrneos de las reservas,
ese texto durmiente no tiene menos importancia, como
sabemos. Resulta esencial que pueda consultarse algn da.
Nada marcha si est perdido: ya no pueden aplicarse las leyes.
La funcin de la ciudad como acumulador de texto es tan
importante que podemos preguntarnos si no es sta su raz
principal. Las investigaciones arqueolgicas nos ensean que,
en todas partes en el planeta, las primeras grandes ciudades
son contemporneas de la invencin de la escritura en el sentido propio del trmino, cualquiera que sea su mundo. As, tal
vez no sea porque hay mucha gente en Iln lugar que el texto
se acumula ah, si no a la inversa. Sera porque en este lugar se repliega el texto que ah se instala la gente para servirlo
de alguna manera. La sede de la autoridad, no es tanto la del
gobierno, del jefe militar, del sacerdote, sino la de los archivos.
.e
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111 al men ,
ciones, sus nudos. su variedad. Desde el siglo
la novela moderna es fundamentalmente no ela de la ciudad,
descripcin de la ciudad que se difunde
cla en Olra
ciudad, o en relacin con ella.
oo.
a la edificacin de esos muros tabernculo. La ciudad es reconocida como ley, autoridad, centro, valor; sin ella, el campo
considera ya que no podra sobrevivir, que se deshara sin ese
nudo, ese lastre, esa reserva.
Oponindose lo escrito a lo oral, lo sagrado a lo profano, la
ciudad libro es antes que nada templo. El templo es en efecto
la primera forma de acumulacin del texto, es estela. Se
convierte en ciudad al desarrollar las contradicciones de su
servicio.
Oponiendo lo visible a lo difuso, lo claro a lo obscuro, las
impresionantes murallas son la expresin misma de esta diferenciacin. Hay que ver la ciudad de lejos, incluso hay que
orla, de ah las altas pagodas; las campanas, la enormidad
de nue tras catedrales.
La Roma cristiana nos depara una ilustracin fehaciente de
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