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Sociología

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TRABAJO INVESTIGATIVO SOBRE MICHEL FOUCAULT Y JRGEN

HABERMAS

MARIA ALEJANDRA LEBRO - 20152140926

UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURDICAS Y POLTICAS
PROGRAMA DERECHO NOCTURNO
NEIVA

2016
TRABAJO INVESTIGATIVO SOBRE MICHEL FOUCAULT Y JRGEN
HABERMAS

MARIA ALEJANDRA LEBRO - 20152140926

Trabajo acadmico desarrollado para complementar las competencias requeridas


en el curso de Sociologa Jurdica.
EDWIN JOAN ARANGO IBAGON
DOCENTE SOCIOLOGA JURDICA UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA

UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURDICAS Y POLTICAS

PROGRAMA DERECHO NOCTURNO


NEIVA
2016
En este trabajo investigativo vamos a tratar a dos autores que trabajaron en los
aos 70 en el contexto de la crisis del estado de bienestar y la desestructuracin
de la sociedad salarial. Estos autores son Jrgen Habermas filsofo y socilogo
alemn y Michel Foucault historiador de ideas, psiclogo, terico social y filsofo
francs ambos autores son postmarxistas, se distancian de la tradicin marxista
en cuanto no reconocen una jerarqua de conflictos en el cual el conflicto
capital/trabajo fuera el conflicto fundamental. No estn de acuerdo con la idea
marxista de que superado este conflicto se pueda acceder a una sociedad libre de
relaciones de poder donde el Estado desaparecera.

Para poder comprender mejor vamos a conceptualizar acerca de cada autor sobre
la MODERNIDAD.
Para Habermas con su Teora Critica desarrolla una teora del lenguaje que abre
un camino hacia su aspiracin de universalidad. All el lenguaje est al servicio de
la coordinacin social, salvando las barreras culturales y las creencias individuales
o de grupos.
Al conectar el concepto de lenguaje con el de sociedad, y este con el de mundo de
la vida como su horizonte contextualizador, se abre la posibilidad de la teora del
lenguaje que concilie la accin con la interpretacin.
Habermas pretende que la nocin de racionalidad comunicativa esta contenida
implcitamente en la estructura del habla humana como tal y que significa el
estndar bsico de la racionalidad que comparten los hablantes competentes al
menos en las sociedades modernas.
Esto significa que aquel que comprende la relacin interna entre los requisitos de
validez y el compromiso respecto a dar y recibir argumentos se est comportando
racionalmente. Y no solamente en una dimensin de relaciones lgicas entre
proposiciones y acciones (coherencia) sino en una dimensin de relaciones
dialgicas entre diferentes hablantes.

Esto tambin implica que la racionalidad comunicativa es tambin una actitud


racional especfica que los individuos adoptan hacia otros y hacia s mismos como
una actitud de reconocimiento mutuo.
Este concepto de racionalidad comunicativa encierra connotaciones que, en su
esencia se fundan en la experiencia central del discurso argumentativo que
produce la unin sin coaccin y que crea el consenso, proceso en el cual los
diversos participantes logran dejar atrs sus creencias, primeramente solo
subjetivas y, gracias a la experiencia comn del convencimiento motivado
racionalmente adquiere la certeza, simultneamente, de la unidad del mundo
objetivo y de la intersubjetividad del contexto en que desarrollan sus vidas.
Con la teora de la accin comunicativa Habermas propone superar la crtica de la
razn emprendida por la escuela y fallida porque queda prisionera de las
condiciones de la filosofa del sujeto y no cuenta con las categoras conceptuales
suficientes para precisar en qu consiste la integridad del hombre y la sociedad
que destruye la racionalidad instrumental, por lo que para superar esta situacin
es necesario pasar de la filosofa de la conciencia a la racionalidad comunicativa,
con lo que, al pasar de la razn a la racionalidad, transforma lo sustancial en
relacional.
Habermas se encontrara los reconstructores-reformadores, en considerar que
estamos ante una sociedad defectuosa que debemos reformar. La razn moderna,
cuando seguimos el anlisis weberiano, se ha escindido en tres esferas
autnomas, la ciencia, la moral y el arte, que funcionan segn tres lgicas
distintas, la cognitivo-instrumental, la moral-prctica y la esttico-expresiva. Pero
para Habermas, el criterio unificador que nos haga superar esta situacin no
puede hallarse en elementos exteriores a la vida humana, sino que proceder de
nuestro anlisis de la esencia de la racionalidad dada en la praxis humana.
El pensamiento de Foucault explor los modelos cambiantes de poder dentro de la
sociedad y cmo el poder se relaciona con la persona. Investig las reglas
cambiantes que gobiernan las afirmaciones que pueden ser tomadas de forma
seria como verdaderas o falsas en distintos momentos de la historia. Estudi
tambin cmo las prcticas diarias permiten a la gente definir sus identidades y
sistematizar el conocimiento; los hechos pueden ser entendidos como productos
de la naturaleza, del esfuerzo humano o de Dios. Foucault afirmaba que la
concepcin de las cosas tiene sus ventajas y sus peligros. El pensamiento de
Foucault se desarroll en tres etapas. La primera, en Locura y civilizacin (1960),
que escribi mientras era lector en la Universidad de Uppsala, en Suecia, reflej
cmo en el mundo occidental la locura -que alguna vez se pens infundida por

inspiracin divina- lleg a ser considerada como enfermedad mental. En esta obra
intent exponer la fuerza creativa de la locura que haba sido reprimida
tradicionalmente por las sociedades occidentales. En su segunda etapa escribi
Las palabras y las cosas (1966), una de sus obras ms importantes. La ltima
etapa de Foucault empez con la publicacin de Vigilar y castigar, en 1975. Se
preguntaba en este ensayo si el encarcelamiento es un castigo ms humano que
la tortura, pero se ocupa ms de la forma en que la sociedad ordena y controla a
los individuos adiestrando sus cuerpos; por ejemplo, un entrenamiento bsico
puede disciplinar y preparar a una persona para ser un soldado. Los ltimos tres
libros de Foucault Historia de la sexualidad, Volumen I: Introduccin (1976), El uso
del placer (1984) y La preocupacin de s mismo (1984), son parte de una
truncada historia de la sexualidad. En estos libros, Foucault rastrea las etapas por
las que la gente ha llegado a comprenderse a s misma en las sociedades
occidentales como seres sexuales, y relaciona el concepto sexual que cada uno
tiene de s mismo con la vida moral y tica del individuo. En todos los libros de
este ltimo periodo, Foucault intenta mostrar que la sociedad occidental ha
desarrollado un nuevo tipo de poder, al que llam bio-poder, es decir, un nuevo
sistema de control que los conceptos tradicionales de autoridad son incapaces de
entender y criticar. En vez de ser represivo, este nuevo poder realza la vida.
Foucault anima a la gente a resistir ante el Estado del bienestar desarrollando una
tica individual en la que cada uno lleve su vida de tal forma que los dems
puedan respetarla y admirarla.
Foucault estudia hondamente el poder, rompiendo con las concepciones clsicas
de este trmino. Para l, el poder no puede ser localizado en una institucin, o en
el Estado, est determinado por el juego de saberes que respaldan la dominacin
de unos individuos sobre otros al interior de estas estructuras. El poder no es
considerado como algo que el individuo cede al soberano (concepcin contractual
jurdico-poltica), sino que es una relacin de fuerzas, una situacin estratgica en
una sociedad determinada. Por lo tanto, el poder, al ser relacin, est en todas
partes, el sujeto est atravesado por relaciones de poder, no puede ser
considerado independientemente de ellas. El poder, segn dice, no slo reprime,
sino que tambin, produce efectos de verdad y produce saber.
Destaca el surgimiento de un biopoder que absorbe el antiguo derecho de vida y
muerte que el soberano detentaba y que pretende convertir la vida en objeto
administrable por parte del poder. En este sentido, la vida regulada debe ser
protegida, diversificada y expandida. Su reverso, y en cierto sentido su efecto, es
que para tales efectos es necesario justamente contar con la muerte, ya sea en la
forma de la pena capital, la represin poltica, la eugenesia, el genocidio, etc,
como una posibilidad que se ejerce sobre la vida por parte del poder que se

fundamenta en su cuidado. Distingue dos tcnicas de biopoder que surgen en los


siglos XVII y XVIII. Esta anatomopoltica se caracteriza por ser una tecnologa
individualizante del poder, basada en el escrutar en los individuos, sus
comportamientos y su cuerpo con el fin de anatomizarlos, es decir, producir
cuerpos dciles y fragmentados. Est basada en la disciplina como instrumento de
control del cuerpo social penetrando en l hasta llegar hasta sus tomos; los
individuos particulares. Vigilancia, control, intensificacin del rendimiento,
multiplicacin de capacidades, emplazamiento, utilidad, etc. Todas estas
categoras aplicadas al individuo concreto constituyen una disciplina nueva.
Tiene como objeto a poblaciones humanas, grupos de seres vivos regidos por
procesos y leyes biolgicas. Esta entidad biolgica posee tasas conmensurables
de natalidad, mortalidad, morbilidad, movilidad en los territorios, etc, que pueden
usarse para controlarla en la direccin que se desee. De este modo, segn la
perspectiva foucaultiana, el poder se torna materialista y menos jurdico, ya que
ahora debe tratar respectivamente, a travs de las tcnicas sealadas, con el
cuerpo y la vida, el individuo y la especie.
Ahora veremos el desarrollo que cada autor tiene sobre sus teoras y diferencias
entre ellos.
En el caso de Foucault desarroll una teora del discurso, que utiliz para
problematizar instituciones como hospitales, manicomios, prisiones y escuelas. Su
anlisis no se centra nicamente en el aparato coercitivo y en su funcionamiento,
sino en los discursos, es decir, el lenguaje de las disciplinas que definen qu es un
ser humano. Se trata de los lenguajes de la burocracia, de la administracin, de la
medicina o del psicoanlisis; en definitiva, los lenguajes del poder los cuales no
son descriptivos sino normativos, puesto que definen y disponen tienen el poder
de excluir al individuo del cielo de la sociedad y de determinar las condiciones de
su admisin en ella: capacidad jurdica, conciencia moral, formacin, o disciplina.
Su postura respecto a los enunciados es radical. No slo elimina cuestiones sobre
verdad, sino inclusive cuestiones de significado. En lugar de buscar el origen del
significado en algn sujeto trascendental o en relacin con las prcticas
aceptadas, Foucault niega que el significado tenga importancia alguna en su
trabajo. Su estrategia es describir en detalle cmo surgen las afirmaciones de
verdad, qu fue lo que de hecho se dijo y escribi, y cmo esto encaja en la
formacin de los discursos. Quiere evitar toda interpretacin y alejarse de los
objetivos de la hermenutica. Esta postura permite que Foucault se aleje del punto
de vista antropolgico y se enfoque en el papel de las prcticas discursivas.
Renunciar al significado pareciera acercar a Foucault al estructuralismo. Sin
embargo, l se rehsa a examinar a las oraciones fuera de su papel en la
formacin discursiva y tambin se rehsa a examinar posibles oraciones que

podran surgir de tal formacin. De aqu surge su identidad como historiador, pues
slo le interesa describir oraciones que, de hecho, ocurrieron en la Historia. Todo
el sistema y sus reglas discursivas determinan la identidad de la oracin; por lo
tanto, no tiene sentido distinguir las oraciones posibles de las ocurridas. Slo las
oraciones que de hecho ocurren son las que pueden ocurrir en un sistema
discursivo. As que uno debe meramente describir sistemas especficos que
determinan qu tipos de oraciones pueden surgir.
Foucault comienza su propio discurso afirmando que siente inquietud hacia lo que
es el discurso en tanto que realidad material, que siente en exceso la
responsabilidad de ser autor de un discurso, pero que tambin siente cmo la
Institucin acude en su ayuda ritualizando el inicio del discurso, y consiguiendo
as que el poder que pueda tener el discurso ser de la propia Institucin de
donde ste lo obtenga. Con este inicio, Foucault plantea las lneas generales de la
leccin: el hecho de que la nocin de 'discurso' ha de ser peligrosa si las formas
institucionales tienen tanto inters en determinar todo el proceso de su creacin.
As pues, Foucault se plantea seguir arqueolgicamente todo el rastro que ha
llevado hasta nocin de discurso.
En el caso de Habermas desarrolla su teora de la accin comunicativa: aborda la
teora de la accin y su fundamento racional, a partir de tres pretensiones
fundamentales: desarrollar un concepto de racionalidad ms all de los postulados
subjetivistas e individualistas de la filosofa y teora social moderna, elaborar una
nueva concepcin de la sociedad en dos niveles integrando los paradigmas de
sistemas y mundo de la vida, y por ltimo, desarrollar una teora crtica de la
modernidad buscando las respuestas necesarias para retomar su proyecto
original.
Para Habermas la accin comunicativa tiene que ver con una determinada
concepcin de lenguaje y entendimiento: el concepto de accin comunicativa
desarrolla la intuicin de que al lenguaje le es inmanente el telos del
entendimiento.
Por ello, se propone articularlos como un aspecto central en los aspectos prcticoformales de la teora de la accin comunicativa con la pretensin de desarrollar
una teora del significado: En el lenguaje, la dimensin del significado y la
dimensin de la validez estn internamente unidas la una con la otra. Es decir,
una teora que permitiera identificar grados de acuerdo segn el reconocimiento
intersubjetivo de validez de una emisin susceptible de crtica.
El autor seala que las cuestiones de significado no pueden separarse del todo de
las cuestiones de validez. A travs de este supuesto seala que lo bsico de la
teora del significado es saber qu es lo que se quiere decir o, en otras palabras,

cmo entender el significado de una expresin lingstica y bajo cules contextos


esa expresin puede ser aceptada como vlida. Esto es relevante en el sentido de
entender el significado de una expresin lingstica en trminos de su uso. Bajo
esta perspectiva es posible sealar que existe en las emisiones lingsticas una
orientacin de validez, la cual pertenece a las condiciones pragmticas, ya no slo
al entendimiento, sino que a la propia comprensin del lenguaje. En este sentido,
en el lenguaje posee una dimensin del significado y una dimensin de la validez
que estn ntimamente unidas unas con otras.
Habermas introduce a la semntica veritativa para ratificar la idea sobre la oracin
asertrica que es cuando la oracin es verdadera. Segn esta teora la
problemtica de la validez se sita exclusivamente en la relacin del lenguaje con
el mundo como totalidad de hechos. Entonces como validez se equipara a la
verdad de los enunciados, la conexin entre significado y validez de las
exposiciones lingsticas slo se establece en el habla constatadora de los hechos
(siendo la funcin expositiva slo una de las tres funciones co-originarias del
lenguaje).
Hay tres planteamientos de la teora de la comunicacin que parten de una de las
tres dimensiones del significado, estn la semntica internacionalista, la semntica
formal y la pragmtica, inaugurada por Wittgenstein y que se refiere en ltima
instancia todo los plexos de interaccin en que se ha crecido, en los que las
expresiones lingsticas cumplen funciones prcticas, explorando el significado
desde su uso en las interacciones. Habermas cree que la determinacin
unidimensional de validez que exploran cada uno de estos tres planteamientos,
como cumplimiento de condiciones de verdad proposicional, quedara an la teora
del significado prisionera del cognitivismo de la semntica veritativa. Y dice, es
este punto el que hay que subsanar porque todas las funciones del lenguaje y no
tan slo la expositiva llevan consigo las pretensiones de validez.
Entre estos autores se presentan crticas a sus teoras por ejemplo de Foucault a
Habermas: critica el componente de universalidad en la teora de Habermas, la
idea de que las acciones comunicativas y las pretensiones de validez son
universales a todo acto de habla, a toda situacin de entendimiento. Foucault va a
decir que esto lo lleva a un discurso de trascendencia utpica que va a terminar
siendo una forma de defender una determinada forma de poder, y bajo el concepto
de accin comunicativa y de pretensin de validez universal legtima lo que critica,
la ideologa de hacer pasar un particular como universal.
El discurso de trascendencia utpica en Habermas lo vemos en su postulacin de
una comunidad ideal de comunicacin que apunta a un consenso universal en un
auditorio ilimitado. Esta comunidad no solo abarca a todos los habitantes actuales

del planeta con posibilidad de dialogo comunicativo, sino incluso a los que an no
han nacido. Foucault dice que se debe transformar pero sin dar recetas
universales
cuestionando
lo
existente,
abriendo
nuevos
campos.
Lugar emancipatorio dado a la racionalidad comunicativa. La razn no puede
sustraernos del problema del poder ya que este es siempre singular y material. Y
menos cuando esa posibilidad de nos la ofrezca la ciencia o la filosofa. Foucault
en esto se parece a adorno que toma a la razn como un sistema de exclusin. La
razn separa (hombre/ mujer hombre/naturaleza) Es a travs de la razn es que
se construye la lgica de la identidad que expulsa lo diferente.
Por otro lado Habermas critica a Foucault de neoconservador y normativista.
Neoconservador porque dice que justifica el statu quo: al ver relaciones de poder
en todo y al no haber jerarquas en las que se puedan delinear modelos de accin,
todo queda relativizado. Si todo es poder, entonces, nada es poder.
Normativista porque promueve una manera de ser y de hacer las cosas.
Es una teora elitista, la genealoga como procedimiento no est al alcance de
cualquiera, queda limitada al investigador social.
Foucault a diferencia de Habermas no le confa ninguna prioridad a lo que
respecta a la racionalidad o pretensiones de validez, por otro lado Foucault no
cree en un sistema terico a partir del cual se va a llegar a la emancipacin,
porque cualquier sistema universal ya va a ser una manera de ejercer poder y
dominacin, el investigador tiene que cuestionar la realidad y proponer modelos
alternativos y a diferencia de Habermas no hay una nica alternativa, Habermas
sostiene que a la accin comunicativa como la que va a traer la emancipacin,
para Foucault cada alternativa se va a tener que analizar en cada situacin
especfica. Idea de lo mltiple en Foucault, y la idea de universalidad en
Habermas. Para Foucault no hay una base objetiva, no hay algo universal, la
objetividad es una construccin.
De todo lo anterior podemos concluir que Habermas enfatiza como eje central de
la accin en el `mundo de la vidala comunicacin basada en el lenguaje, algo
intrnseco al propio ser humano. Sin embargo, da la sensacin de que, ms all de
todas sus complicadas disquisiciones, permanece como elemento sustentante la
`intuicin de que el ser humano, fuera de sus relaciones instrumentales y
estratgicas, tiende naturalmente al entendimiento, con lo que, aunque pueda ser
cierto, no se deja de escoger una de las posibilidades humanas como la ms
deseable y fundante. Pero no vemos aqu el mayor problema, sino que, si
pensamos en la urgente necesidad de transformacin en un mundo
profundamente injusto, puede resultar excesivamente alambicado que la ltima
justificacin para el cambio social provenga de la necesidad de establecer
condiciones igualitarias para el dilogo. Tampoco nos parece plenamente

satisfactoria la separacin que establece entre `sistema y `mundo de la vida si


bien resulta cierto que permite superar el reproduccionismo estructuralista, se trata
de un dualismo que, como tal, no recoge bien la complejidad de la realidad y no
integra las dos dimensiones sociales bsicas en un plano superior de
entendimiento (por ms que esto sea difcil de realizar de forma general): no
existen sujetos sin estructuras, ni estructuras sin sujetos. Otra limitacin, aunque
quiz en este caso a una teora de carcter filosfico-general, viene dada por su
escasa referencia a la realidad concreta en la que han de desarrollarse sus
propuestas, escasas referencias que pueden trasladar a segundo plano la dura
realidad y operar sobre sta `filosficamente en el peor de los sentidos: tapando
mediante la discusin ideolgica las condiciones reales o actuando sin tenerlas en
cuenta (`dilogo entre desiguales, aunque esto sea en principio incompatible con
su teora).
Pero hemos de decir tambin que Habermas, tanto en sus desarrollos anteriores
de la `teora crtica (especialmente del inters y saber emancipatorio), como en
algunos aspectos de la `teora de la accin comunicativa, resulta un referente
fundamental en el conocimiento con finalidades transformdoras: por su
fundamentacin del conocimiento racional intersubjetivo (carcter dialgico del
conocimiento) y anti-fundamentalista; por su defensa de las finalidades
emancipatorias del conocimiento; por su opcin igualitaria; por su sostenimiento
de posibilidades alternativas y de la viabilidad de las acciones humanas-sociales
de carcter transformador.
Foucault es de una gran ambigedad. Por un lado, realiza una crtica que puede
ser aprovechable para un conocimiento transformador, al poner en cuestin los
discursos del poder que se presentan como naturales, como no construidos o, en
todo caso, como racionales. Tambin se ha sealado que, al cuestionar los
discursos dominantes, ha facilitado la libre expresin y potenciacin de las
`minoras sin discurso. Sin embargo, Foucault, con su ataque al progresismo, a la
utopa, a las alternativas no puede ser considerado transformador. Su
pensamiento vale quiz para la crtica, y a condicin de no encasquillarse en el
anlisis por el anlisis. Pero, tal como l lo plantea, conduce a una cierta parlisis,
al menos a nivel social: no hace referencias a la posibilidad de la accin social, o
del conocimiento liberador compartido. No propone ningn tipo de alternativa de
accin social, de ningn tipo: no hay esperanza ni propuestas. Cuando parece
apuntar alguna alternativa, resulta ser de corte individual y tampoco la desarrolla,
pues quiz se encontrara con la vuelta del `sujeto, despus de denostarlo: slo
queda el nihilismo o la erudicin. O la erudicin nihilista. Es posible hacer lecturas
crtico-transformadoras del conocimiento a partir de ciertas aportaciones de

Foucault, pero creemos que no desde el sentido global que l daba a su


pensamiento ni desde sus propias declaraciones.

Finalmente se pude concluir diciendo que Habermas en su teora de la accin


comunicativa, presenta los fundamentos de una teora comprehensiva para
explicar a la sociedad en sus dinmicas de interaccin, sosteniendo que dicha
accin tiene como componente esencial aquellas las normas de accin definidas
recprocamente entre los sujetos sobre su conducta, por lo que deben ser
reconocidas y comprendidas intersubjetivamente. Sin embargo, dentro de las
orientaciones de la accin del sujeto, es posible encontrar funciones implcitas
necesarias para la sociedad que devienen en sistemas, los cuales constituyen una
dinmica externa al sujeto. Este trabajo ha intentado explicar los principales
tpicos desarrollados por este autor en la obra que lleva este nombre. A
continuacin se presentan dos conclusiones en torno a lo revisado:
1) La accin comunicativa es una parte de la accin social, lo que la vuelve como
un factor determinante en el proceso de socializacin. Actualmente, esto es
esencial para entender la relevancia que tienen los medios de comunicacin de
masas en la formacin de imgenes de mundo de los sujetos. La dinmica
comunicativa define la recepcin y reproduccin cultural, la integracin social y el
desarrollo de la personalidad y de la identidad personal.
2) La accin comunicativa est mediada por smbolos y responde a la idea de
reconocimiento compartido. Este es un tema relevante para entender el concepto
de deliberacin en la accin poltica, como un medio de reconocimiento e
integracin de las personas en las decisiones de carcter pblico.
Foucault pretende es entender la mecnica del poder. Como unos son dominados
y otros dominan. El poder y la elite vigilan y castigan para imponer normas y
manera de pensar de los dems.
Aplica el pragmatismo al extremo, analizando la transformacin de persona en
bien de cambio donde el poder es una abstraccin que no radica en personas ni
organizaciones y analizando algunos antecedentes, concluye (entre otras cosas)
que el poder no poda ser conquistado al estilo del medioevo dada su naturaleza.

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