Sociedad Disciplinaria
Sociedad Disciplinaria
Sociedad Disciplinaria
Nota aclaratoria 1
Analizaremos en particular la cuarta conferencia de su libro: “La Verdad Y Las Formas Jurídicas”
que encontrarán en la unidad VI .2 del programa El método genealógico.
Nota 2: En la primer conferencia del mismo libro que estamos viendo MF aclara que el modo de su
análisis de las ideas de verdad, sujeto y discurso propias de la modernidad hasta el período que el
escribe no son las que él va a seguir, como tampoco la idea marxista de que a los usjetos se les
imponen estructuras inamovibles)
Cuarta conferencia (Michel Foucault) (versión on line desde la página 91 hasta la 116 inclusive)
En la cuarta conferencia Michel Foucault nos muestra cómo las ciencias sociales emergen en el
siglo XVIII ante la necesidad de instaurar conductas disciplinadas también llamadas normales.
Lo interesante de este autor es que para pensar el origen de las ciencias sociales tenemos que
hacerlo considerando prácticas sociales concretas, históricamente reales.
Las ciencias sociales no son la consecuencia de una cadena de conocimientos como lo describiera
Comte en el tercer estado del desarrollo de la inteligencia. Las ciencias sociales irrumpen en una
época en que la racionalidad productiva requiere de cuerpos disciplinados que funcionen en la
lógica del capitalismo de la incipiente revolución industrial.
Partamos de esta frase para ir hilando conceptos. “Las prácticas sociales producen y sostienen los
discursos que los sujetos de una época determinada consideran verdaderos”.
Los subrayados irán organizando el orden expositivo sobre el que focalizaremos la lectura.
Hablamos de prácticas sociales, esto ya nos alerta de una acción dinámica, nada es fijo para
pensar lo social. Las prácticas hacen referencia a la forma de administración de la justicia, a lo
pedagógico, a lo sanitario, a la locura, a lo sexual, a lo económico. Es decir, a las formas de vida.
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En tanto personas que somos nuestras formas de vida son expresiones de una “voluntad de
época”. Lo que hoy nos representa, en otra época no lo hacía. Tal vez se pueda coincidir en
tiempos históricos pero eso no implica que en todas partes todos nos comportemos de igual
manera y mucho menos implica tener que abordar el estudio de lo social con las mismas ideas
como pretende un reduccionismo aplicando un monismo metodológico.
En tanto este autor plantea la problemática del surgimiento de las ciencias sociales de una manera
distinta a la tradicional, su lenguaje deberá ser comprendido con otros términos.
Michel Foucault llama episteme a las condiciones de posibilidad de dichas prácticas sociales: ¿por
qué, por ejemplo, en nuestros días defender la integridad de las mujeres se expresa en libros,
manifestaciones ciudadanas, canciones y en otras épocas no se cuestionaba? Nuestra episteme
es distinta de épocas anteriores en las que la inferioridad de las mujeres se daba como natural. Y
fueron las denuncias, las luchas, las manifestaciones callejeras (que podemos llamarlas
“micropoderes”) las que cambiaron “el orden de las cosas”, es decir, cambiaron la episteme y con
este cambio la verdad sobre la inferioridad de las mujeres también ha cambiado.
Pensar en las condiciones de posibilidad nos lleva directamente a pensar el poder que está
presente en las prácticas sociales –no solo de manera macro sino también puede ser entendido
de manera micro. Concretamente respecto de esto último, Foucault habla de micro poderes,
acciones sociales que siendo “pequeñas” también demuestran poder (en el ejemplo recién
mencionado, las manifestaciones como “Ni Una Menos” serían lo “micro”. Estas expresiones de
micropoder muestran la posibilidad de cambio en las sociedades y la no quietud de las estructuras
sociales para Michel Foucault .
El poder no se posee, se ejerce y lo puede hacer con distintas estrategias: de manera sutil,
seductora, buscando convencer y también en las investigaciones científicas hay ejercicio de poder.
El poder impone verdad mediante discursos que se expresan en dispositivos es decir, en
instituciones educativas, sanitarias, medios de comunicación, lenguaje cotidiano.
(Tenemos la idea de que el poder se posee y lo relacionamos con la imagen de que alguien detenta
el poder, lo tiene y otro/s lo padecen, lo obedecen. Esta es una forma –vertical- que no ha perdido
vigencia pero no es la única forma de entender el poder según nos dice Foucault.
Pensémoslo así: cuando una multinacional nos quiere vender un producto como ser cerveza, a
pesar de saber que puede ser dañino para la salud, lo impone a través de propagandas, en
situaciones fílmicas, en momentos que son significativos para quien o quienes están tomando
cervezas. El poder económico de las multinacionales busca ganar dinero, no se interesa en salud
de los consumidores. Lo mismo sucede con las propagandas de autos, coca cola, etc. pero no
tanto con fumar cigarrillos porque nuestra voluntad de época lo ha entendido como perjudicial
para la salud. Eso no significa que no se venda pero se lo hace sutilmente.
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Las propagandas comerciales son un clarísimo ejemplo de cómo el poder se ejerce mediante la
seducción y mediante la fuerza. Se puede observar el ejercicio del poder también en lo científico.
Un científico buscará convencer de la importancia de sus investigaciones en sus publicaciones, en
sus clases, con sus pruebas metodológicas. Y así podemos seguir dando ejemplos.
Siguiendo con la cita inicial, al decir discursos nos estamos refiriendo a lo que se dice y a lo que se
calla, a las formas de organizar nuestro pensamiento, a cómo pensamos, cómo razonamos, cómo
“decimos” al mundo. Por ejemplo la palabra “ Episteme”, para los griegos y para la epistemología
en sentido estricto, hace referencia a la ciencia, al conocimiento universal, necesario. Para
Foucault vimos otra definición. Cambia la discursividad y con ello la imagen que tenemos del
mundo porque son otras las verdades que aparecen y otras las prácticas que facilitan, entorpecen,
sostienen o callan a esas verdades.
Otro ejemplo: Aristóteles definió al hombre como animal político, y si bien aún hoy tal definición
puede tener sentido ciertamente no lo tiene en el sentido en que Aristóteles lo presentó porque la
concepción de vida social es distinta. Ni mejor ni peor, distinta. Cada época expresa sus verdades
con sus propios dispositivos y su propia discursividad.
Michel Foucault nos muestra cómo en la sociedad disciplinaria del siglo XIX los sujetos estamos
sujetados a ciertas formas de vida que si bien no son inamovibles, son tensas. Esta nueva forma de
pensar lo social en el siglo XIX no es la única ni es eterna. Es propia de una sociedad que necesita
cuerpos productivos tan productivos como el poder mismo. Porque el poder es productivo, se
ejerce y necesita cuerpos dóciles, maleables, que produzcan según los fines que sus instituciones
le exijan. El obrero deberá ser eficaz y rápido, en su trabajo representado por la institución
fábrica; el estudiante en la institución escuela deberá aprobar sus exámenes; el médico deberá
sanar al enfermo y la institución hospital buscará su salud. En la institución familia se organizan
los tiempos (como en una fábrica): tiempo de comidas, de descanso, de trabajo y con un estricto
orden en la mesa, en la posibilidad de emitir palabra, de discutir.
El panóptico es una construcción arquitectónica que tenía una torre de control en el centro de una
edificio desde donde una persona controlaba que todos las personas estuvieran haciendo lo que
tenían que hacer en sus espacios . El “controlador” controlaba sin ser visto y todos los
“controlados” sabían que los estaban controlando.
Un forma más cercana de entenderlo es “El gran hermano” o bien todas las cámaras que nos
controlan sin que nosotros lo sepamos, o aun sabiéndolo.
El panóptico es una clara metáfora de lo que es el control social. Un control permanente, Una
vigilancia interminable y tan eficaz que hace que cada persona ante la posibilidad de ser castigada,
ser considerada “anormal” por no seguir la “norma” se autorregule y auto-controle. Tres aspectos
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del panoptismo —vigilancia, control y corrección— constituyen una dimensión fundamental y
característica de las relaciones de poder que existen en nuestra sociedad.
Ahora bien, tenemos que pensar lo siguiente: las formas de vida que tenemos las construimos
nosotros mismos a partir de un poder que impone lo que es verdad y lo que no lo es, un poder
que establece qué es normal y qué es anormal. A esto se le llama “constructo social”.
Cuando Foucault se refiere de “lo diferente”, de “los diferentes”, de los “no - normales” lo hace
para mostrarnos cómo desde el poder se busca domesticarlos a ellos, los distintos, los diferentes,
los anormales y prevenir a la sociedad de lo que podría sucederle si no se comporta
“normalmente”.
Nosotros vivimos en una sociedad de control permanente sobre nuestros cuerpos y nuestra
sociedad. Vivimos dando examen en esta sociedad disciplinaría. Aprobar un examen universitario
es demostrar el saber sobre la disciplina que hayamos encarado en nuestros estudios. Tener
resultados adecuados en los análisis clínicos, nos muestran que “hicimos los deberes” y nos
alimentamos correctamente; comportarnos en las reuniones familiares, callar, no discutir, ir a
trabajar es cumplir con lo normado sobre el buen hijo, la buena esposa, el buen padre.
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Pero, Michel Foucault señaló que donde hay poder, hay resistencias. Lo cual nos anuncia que el
escenario social puede cambiar de forma en la medida que se generen resistencias a la tensión
impuesta por el poder.
Y son las resistencias las que muestran las fisuras del poder, de sus discursos, de sus instituciones,
de sus verdades. Porque paradójicamente, el poder es productivo: produce deseo, verdad, justicia
y en esa producción también entran las resistencias.
En la cuarta conferencia precisamente Michel Foucault analiza cómo fue cambiando la forma de
administrar la justicia y cómo se pasó de un modelo soberano, de dominio sobre los cuerpos
decidiendo sobre la muerte de las personas, a un dominio sobre la vida, previniendo
enfermedades, revueltas sociales, comportamientos improductivos.
Por esto no hay un “hombre” universal ni hay verdades necesarias y eternas en el análisis que
hace Foucault sobre el surgimiento de las ciencias sociales y su objeto de estudio. Hay sujetos en
cambio constante que en esos cambios formaran nuevas redes de tensión, nuevas subjetividades y
nuevas ciencias como en su momento fueron las ciencias sociales que surgieron para “normalizar a
los individuos”.
Foucault indagó en las prácticas sociales, los intereses, el deseo, las luchas de poder.
Hay muchos intereses que maneja el poder, intereses de conocimiento que se expresan en las
ciencia, en las artes, que se dicen en las leyes, en los distintos modelos pedagógicos, en la justicia.
Se empezó a estudiar sus conductas, sus deseos, sus intereses, sus conflictos, su rendimiento
social, con una nueva forma de abordaje: la evaluativa y no la clasificatoria. Así la piscología, la
sociología, las ciencias de la comunicación emergen en proximidad con saberes ya instalados como
la biología, la economía y la lingüística. La física y la matemática ya tenían su status ganado.
Las ciencias sociales son hijas de la modernidad y en particular de una modernidad capitalista,
industrial. Foucault analiza este cambio epistémico.
Pero dice Foucault, así como en un momento apareció la necesidad de pensar al hombre y dar
inicio a las ciencias sociales, este interés puede desaparecer. Las prácticas sociales formarán sus
necesidades, encauzarán sus deseos, administrarán sus saberes.
Las ciencias sociales lejos de someterse a los modelos positivistas tienen otra dinámica propia,
aunque tomando elementos de otros saberes buscan su propia status científico.
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Preguntas guía (no son para entregar)
1. En qué consiste el método genealógico con el que Michel Foucault analiza el surgimiento
de las ciencias sociales?
2. 2. ¿Cómo entiende el poder Michel Foucault?
3. ¿Por qué la problemática de lo social emerge en una sociedad disciplinada?
4. ¿Qué expresa el panóptico sobre nuestra sociedad?
5. ¿Qué se entiende por disciplinamiento social?