Ensayo Sobre El Amor Al Arte, de Bourdieu y Darbel
Ensayo Sobre El Amor Al Arte, de Bourdieu y Darbel
Ensayo Sobre El Amor Al Arte, de Bourdieu y Darbel
adquirida por el contacto precoz y directo con las obras (que es sabido que siempre es ms
frecuente a medida que nos elevamos en la jerarqua social (Bourdieu y Darbel, 2003: 41).
2. la prctica de los profesores y especialistas en arte es, a igual nivel, netamente superior
al de las otras categoras socio-profesionales; sin duda tambin, las mujeres de la clase
superior acuden con ms frecuencia a los museos que los hombres. Sin duda, para justificar
la escasa representacin de los agricultores (que tiene, en ltima instancia, significacin
estadstica a causa de la poca importancia que reviste esta categora de visitantes), hay que
invocar, adems del alejamiento espacial, la influencia poco propicia de la atmsfera
cultural perteneciente al medio rural (Bourdieu y Darbel, 2003: 44).
3. Aunque los visitantes estn de acuerdo, en su gran mayora, al considerar que los
precios de la entrada son muy baratos, podemos preguntarnos si la renta familiar no ejerce,
a pesar de todo, una influencia especfica sobre los ritmos de frecuentacin, ya que el coste
de una visita incluye otros desembolsos, al menos importantes, como son los gastos del
transporte o los gastos que comporta toda salida familiar, y si un impedimento financiero no
sigue actuando, incluso en la hiptesis de que las entradas sean gratuitas. () nada sera
ms ingenuo que confiar en que la sola bajada del precio de las entradas pudiera aumentar
la frecuentacin de las clases populares. Si la proporcin de los sujetos que acuden al
museo en domingo y eso incluso en los casos en que la entrada no sea gratuita ese da- en
familia, la mayora de las veces para acompaar a los hijos, disminuye regularmente a
medida en que nos elevamos en la jerarqua social, se debe, ante todo, a que el ocio de las
clases populares se encuentra ms estrechamente sometido a los ritmos colectivos
(Bourdieu y Darbel, 2003: 47).
4. las diferentes categoras de visitantes distinguidos segn el grado de instruccin son
homogneos en lo referente a la intensidad de su prctica, que vara como la tasa de
frecuentacin que las caracteriza, de modo que la prctica se intensifica a medida que el
nivel de instruccin se eleva (Bourdieu y Darbel, 2003: 51).
5. el turismo no puede ejercer ms que un efecto diferencial segn las categoras sociales,
puesto que, si se puede animar a los sujetos menos cultos a realizar una primera visita a un
museo, no puede, por s solo, determinar conversiones duraderas (Bourdieu y Darbel,
2003: 52). () La proporcin de los sujetos que visitan los museos gracias al turismo crece
a medida que nos elevamos la jerarqua social (Bourdieu y Darbel, 2003: 52).
6. las oportunidades para descubrir el museo gracias al turismo crecen a medida que
avanza la edad, es decir, a medida que disminuyen las oportunidades de descubrirlo. As,
aunque slo se tratara de proporcionar el estmulo inicial, el turismo no podra compensar
la ausencia de formacin artstica o intelectual (Bourdieu y Darbel, 2003: 52).
7. como muestra el hecho de que la proporcin de quienes recibieron de su familia una
iniciacin precoz crece muy fuertemente con el nivel de instruccin, lo que se percibe a
travs del nivel de instruccin no es otra cosa que la acumulacin de los efectos de la
formacin adquirida en el seno de la familia y los aprendizajes seculares que suponan esta
formacin (Bourdieu y Darbel, 2003: 58).
para los sujetos poco cultos, una primera visita tiene todas las posibilidades de carecer de
continuidad, pero sucede que, ms all de un determinado nmero de visitas, la familiaridad
que se deriva de la frecuentacin reiterada debe reforzar la disposicin a la frecuentacin
(Bourdieu y Darbel, 2003: 60).
8. una prctica determinada en su totalidad o en parte por la bsqueda de la distincin
que se designa comnmente con el nombre de esnobismo, es funcin de la importancia
numrica relativa del grupo o de la clase social que se entrega a ella y, sobre todo, de su
posicin en la estructura social, de modo que toda modificacin de una parte del sistema de
las relaciones entre los grupos concernidos comportara una modificacin de las
caractersticas del conjunto de los grupos (Bourdieu y Darbel, 2003: 63).
9. Dado que la aspiracin a la prctica cultural vara tanto como la prctica cultural y la
necesidad cultural se redobla a medida que se satisface, y que la ausencia de prctica
viene acompaada del sentimiento de esa ausencia, dado que tambin en esta materia la
intencin puede realizarse desde el mismo momento en que se da, es legtimo concluir que
slo existe si se realiza: lo raro son los objetos, sino la inclinacin a consumirlos, esa
necesidad cultural que, a diferencia de las necesidades primarias, es producto de la
educacin: de ello se deduce que las desigualdades ante las obras culturales son slo un
aspecto de las desigualdades ante la escuela que crea esa necesidad cultural al mismo
tiempo que proporciona el medio para satisfacerla (Bourdieu y Darbel, 2003: 75).
10. el tiempo medio consagrado efectivamente a la visita, que puede considerarse como
buen indicador del valor objetivamente concedido a las obras expuestas sea cual sea la
experiencia subjetiva correspondiente: placer esttico, buena voluntad cultural, sentimiento
de obligacin o una mezcla de todo ello-, se incrementa progresivamente segn la
instruccin recibida, pasando de veintids minutos para los visitantes de las clases medias,
y cuarenta y siete minutos, pasando de veintids minutos para los visitantes de clases
populares, a treinta y cinco minutos para los visitantes de clases medias, y cuarenta y siete
minutos para los visitantes de clases superiores (Bourdieu y Darbel, 2003: 76).
11. Aquellos para quienes las obras cultas hablan una lengua extraa se ven condenados a
importar en su percepcin y su apreciacin de la obra de arte categoras y valores
extrnsecos, los que organizan su percepcin cotidiana y orientan sus juicios prcticos
(Bourdieu y Darbel, 2003: 89).
12. Las dos terceras partes de los visitantes de las clases populares no pueden citar, al
trmino de su visita, el nombre de una obra o de un autor que les haya gustado como
tampoco extraen de su visita anterior saberes que podran ayudarles en su visita actual: as
se entiende que una visita, a menudo determinada por razones azarosas, no baste para
animarles o prepararles para emprender una nueva visita (Bourdieu y Darbel, 2003: 91).
13. Mientras que los miembros de las clases cultas rechazan las formas ms escolares de
ayuda, y prefieren al amigo competente antes que al cicerone y al cicerone antes que al
gua, de quien se burlan con discreta irona, los visitantes de las clases populares no temen
el aspecto evidentemente escolar de una escolta eventual (). A falta de poder definir los
medios para llenar las lagunas de su informacin, invocan, casi mgicamente, la
los datos cuantitativos tiene una dimensin cualitativa muy importante de ser analizada.
Como se expresa en la cita n.10 y la n. 12. En la primera se hace referencia al tiempo, y en
la otra a la cantidad de veces que los informantes pueden citar a artistas.
Lo anterior permite comprender tambin que un dato no es nicamente cuantitativo
o cualitativo por s mismo. Sino que la interpretacin tambin los hace: es una construir los
datos.