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Vision Critica de La Globalizacion

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Aportes

Benemrita Universidad Autnoma de Puebla


aportes@siu.buap.mx
ISSN (Versin impresa): 1665-1219
MXICO

2004
Jaime Ornelas Delgado
APROXIMACIN A UNA VISIN CRTICA DEL MUNDO DE LA GLOBALIZACIN
NEOLIBERAL
Aportes, enero-abril, ao/vol. VIII, nmero 025
Benemrita Universidad Autnoma de Puebla
Puebla, Mxico
pp. 61-81

Aportes: Revista de la FE-BUAP, Ao VIII, Nm. 25 Ene-Abril 04

Aproximacin a una visin crtica del mundo


de la globalizacin neoliberal

Jaime Ornelas Delgado

Resumen
Los cambios provocados por la globalizacin neoliberal, tienen que ver con aspectos que
van ms all de lo econmico. Esos cambios en la poltica, la cultura y la ideologa, tienen
que ver con un proyecto diseado e impulsado por identificables actores sociales y
organismos financieros. Uno de los aspectos sobre el que llama la atencin el artculo, es
la modificacin de las dimensiones poltica y econmica del mundo, ya que si bien durante
buena parte del siglo XX el Estado nacional correspondi a las necesidades de la
acumulacin del capital, en la globalizacin neoliberal la economa rebasa las fronteras
nacionales, lo cual plantea la posibilidad de un gobierno econmico supranacional.
Finalmente, se pone de relieve la dogmtica ideologa que se encuentra detrs de la
globalizacin neoliberal y, sin embargo, plantea el autor que un mundo diferente es posible.
Approach to a critical vision of the world of the neoliberal globalizacin
The changes caused by the neoliberal globalizacin, have to do with aspects that go
beyond the economic thing. Those changes in the policy, the culture and the ideology,
have to do with a project designed and impelled by identifiable social actors and financial
organisms. One of the aspects of the article that calls the attention, is the modification
of the political and economic dimensions of the world, although during good part of
century XX the national State corresponded to the necessities of the accumulation of the
capital, in the neoliberal globalization the economy exceeds the national borders, which
raises the possibility of a supranational economic government. Finally, the dogmatic
ideology is put of relief that is behind the neoliberal globalization and, nevertheless,
raises the author that a different world is possible.
[ 61 ]

JAIME ORNELAS DELGADO

62

El capitalismo no es el fin de la historia, ni


siquiera el horizonte insuperable de la visin del
futuro. Hasta podramos decir, antes bien, que es
un parntesis en la historia abierto alrededor del
ao 1500 y que hoy urge cerrar.
Samir Amin [2003: 259]

Presentacin
El presente trabajo, tiene como finalidad
presentar un conjunto de reflexiones sobre
los cambios ocurridos a partir de la dcada
de los setenta del siglo XX en el mundo y que
dieron lugar a formas de organizacin de la
economa capitalista muy distintas a las
prevalecientes hasta esos aos.
As, a partir de los acontecimientos recientes se revisa el concepto de globalizacin neoliberal y los principios ideolgicos
que lo sostienen, as como los nuevos significados polticos, econmicos y culturales
que el modelo neoliberal ha impuesto a la
sociedad y los riesgos que corre el Estado
nacional debido a la expansin del poder de
las corporaciones transnacionales.
Finalmente, a pesar de la aparente situacin adversa y el hostigamiento que sufren
las fuerzas democrticas, el trabajo ofrece
algunas consideraciones sobre el futuro de
la accin social y la seguridad de que es
posible un mundo diferente, donde se integren la libertad con la igualdad social.
Los cambios
La globalizacin, nuevo concepto para designar la expansin capitalista en la etapa
actual y que con sus pretensiones de homogeneizacin oculta las crecientes y profundas desigualdades del propio capitalismo,
ha impuesto no slo una nueva cultura

hegemnica sino que tambin ha modificado la accin del Estado que tiende a diluirse
en beneficio del mercado, al tiempo que lo
privado se expande confundindose con lo
pblico, mientras el eficientismo en la gestin pblica sustituye a la conduccin poltica, el gerente al gobernante y el cliente
consumidor al ciudadano.
Asimismo, la globalizacin neoliberal
en tanto tiende a hacer funcionar al mundo
como un mercado nico implica cambios en
la dimensin poltica, pues al rebasar la
economa las fronteras del Estado nacional
se comienza a plantear la necesidad de un
gobierno supranacional, lo que incluso pone
en riesgo su viabilidad histrica. Antes de
esto, el espacio de gestin econmica de la
acumulacin de capital coincida con la
dimensin poltica del Estado nacional que
proporcionaba al modelo la modernidad
necesaria para el desarrollo de las fuerzas
productivas del capitalismo.
La globalizacin neoliberal, en cambio,
tiende a acabar con la coincidencia de esos
espacios y si bien tras la Segunda Guerra
Mundial, siguiendo los pasos de las metrpolis que los haban subyugado, los pases
del Tercer Mundo reprodujeron el tipo de
Estado que el capital financiero requera
para sus necesidades de expansin y reproduccin, ahora en el capitalismo mundial
los centros de gravedad de las fuerzas eco-

EL MUNDO EN LA GLOBALIZACIN NEOLIBERAL

nmicas que gobiernan la acumulacin han


rebasado las fronteras nacionales tradicionales, aun y cuando ese proceso se de en
forma desigual y no exista todava, en el
mbito mundial, una estructura poltica que
de coherencia a la gestin econmica global
del sistema.1
Naturalmente, el propsito de mercantilizar totalmente la vida social ha trado
consigo resultados, en algunos casos, tan
catastrficos que el discurso neoliberal
empieza a perder impulso y legitimidad en
tanto se ha demostrado que el crecimiento
de la economa no es el producto natural del
libre funcionamiento del mercado y de las
estrategias emprendidas para lograr su expansin.
Tampoco, la distribucin de la riqueza y
el ingreso pueden resolverse con la mera
expansin del mercado y si bien la pobreza
resulta ser parte consustancial al capitalismo, bajo el esquema de la globalizacin
neoliberal se apresura su incremento y sus
nocivos efectos se intensifican colocando
cada vez ms lejos las posibilidades de
alcanzar las condiciones mnimas de bienestar para la mayor parte de la poblacin.
Finalmente, las realidades contradictorias del capitalismo no han desaparecido,
incluso algunas se han agudizado en la
1
Es muy probable, sin embargo, que la guerra
santa contra el terrorismo, iniciada el domingo 7 de
octubre de 2001 por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, como represalia a los atentados terroristas cometidos contra el Pentgono, en
Washington y el World Trade Center en Nueva York
el 11 de septiembre del mismo ao, tenga como
motivo fundamental, por supuesto no explcito, la
intencin de construir el marco poltico que permita
a Estados Unidos ejercer el poder poltico mundial
sustentado en su podero militar y el mercado.

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globalizacin y el capital en el mundo ha


retomado sus formas ms salvajes y agresivas de expansin, acentuado sus manifestaciones territoriales ms aberrantes como la
profundizacin del desarrollo desigual en
los mbitos urbano y regional, la creciente
exclusin social y una marcada segregacin
espacial, la agresiva pauperizacin de los
trabajadores de la ciudad y el campo, as
como la degradacin sin freno de sus condiciones materiales de vida, la brutal destruccin de los recursos naturales y el aumento
de la contaminacin ambiental, la violencia
exacerbada y concentrada en las grandes
urbes, las guerras coloniales y muchas otras
expresiones del nuevo capitalismo, que
tanto nos hace recordar al de antes. [Pradilla, 1996: 20]
Globalizacin2
Ya desde mediados del siglo XIX, Carlos
Marx y Federico Engels haban dado cuenta
en el Manifiesto del Partido Comunista
[1848/1966: 23] de la vocacin expansionista de la burguesa y el capitalismo:
Espoleada por la necesidad de dar cada vez
mayor salida a sus productos, la burguesa
recorre el mundo entero. Necesita anidar en
todas partes, establecerse en todas partes,
crear vnculos en todas partes.
Mediante la explotacin del mercado
mundial, la burguesa dio un carcter cosmopolita a la produccin y al consumo de
todos los pases. Con gran sentimiento de
2
Para aproximarse a las distintas concepciones
de la globalizacin, puede consultarse el libro de
Octavio Ianni [1997]. Una interpretacin y agrupamiento de las teoras sobre la globalizacin, puede
verse en Jos Fernndez Santilln [1999: 12/14].

JAIME ORNELAS DELGADO

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los reaccionarios, ha quitado a la industria


su base nacional. Las antiguas industrias
nacionales han sido destruidas y estn destruyndose continuamente.

Hoy, sin embargo, el debate sobre la


globalizacin se ha polarizado entre quienes la consideran un fenmeno estrictamente econmicofinanciero y quienes la conciben, adems, como un proceso que afecta
aunque de manera desigual apreciamos
nosotros al conjunto de las dimensiones
econmica, poltica, social y cultural de la
sociedad a escala mundial.3
La globalizacin, sin duda, comprende
la convergencia de procesos econmicos y
financieros y, al mismo tiempo, incluye
fenmenos como los de comunicacin, culturales y migratorios que se producen a una
escala global generando nuevas estructuras
de interconexin supranacional.
La globalizacin, segn Elmar Alvater
[2000: 12], hace referencia a un proceso
3
Incluso, algunos rechazan el concepto y prefieren hablar de globalidad, entendiendo con ello un
proceso completo cuyo resultado est aqu entre
nosotros y es, en consecuencia, inmodificable dato
de realidad. Sin embargo, la permanente transformacin de la sociedad mundial no deja claro cuando
se podr decir que lleg a un punto definitivo, o
cuando sea el momento que se complete, sobre todo
porque la esencia de ese proceso es, por su misma
naturaleza, diverso geogrfica e histricamente. En
otras palabras, la globalizacin opera de manera
diferente en los distintos campos de la actividad
humana y si bien, desde el punto de vista de la
tcnica, las comunicaciones y la economa la globalizacin puede considerarse como una tendencia
histrico natural, no ocurre lo mismo en la poltica,
donde los idelogos de la globalizacin consideran
que la democracia liberal es el estadio final del
desarrollo poltico de la sociedad. .

econmico, social y cultural de larga data en


el capitalismo y se ha significado por un
enorme e intenso dinamismo en los ltimos
aos del siglo XX. De acuerdo con este autor,
la globalizacin es, entonces:
El concepto que define las transformaciones econmicas, polticas y sociales ocurridas en todo el mundo a partir del xito de la
desregulacin a mitad de los aos setenta,
que posteriormente se intensificaron despus del colapso del socialismo real a finales de los aos ochenta.

As pues, como proceso econmico la


globalizacin hace que cada vez mas pases
intercambien una cantidad cada vez mayor
de bienes y servicios; y para que este intercambio sea ms intenso la lgica de la
globalizacin exige la supresin de aranceles aduaneros, tasas, leyes y reglamentos
proteccionistas, esto es, de todo lo que
pueda obstaculizar el intercambio comercial.
Esto, sin embargo, ocurre de manera
desigual y mientras en los pases desarrollados se hacen los discursos apologticos
sobre el libre mercado a los gobiernos de las
naciones subdesarrolladas se les obliga a
desmantelar sus aparatos proteccionistas,
que por su parte se mantienen intactos en las
economas que durante siglos han dominado la escena mundial y sometido a su dominio a decenas de pases que se mantienen en
el atraso.
Esto trae consigo en las naciones perifricas, el desmantelamiento del sector econmico controlado por el Estado entregndolo
al capital privado, con lo que se inicia una
nueva forma de accin estatal. El paso
abrupto del Estado de Bienestar e interven-

EL MUNDO EN LA GLOBALIZACIN NEOLIBERAL

tor al Estado subsidiario y promotor del


libre mercado, tiene como elementos fundamentales la destruccin del sector capitalista del Estado, la privatizacin de lo pblico (infraestructura, electricidad, telefona,
petrleo, ferrocarriles y autopistas, as como
los servicios sociales de educacin, salud,
agua y vivienda, entre otros), la extincin de
los procesos de regulacin estatal (planeacin econmica y territorial). Por eso, globalizacin rima con privatizacin, lo que
finalmente permite el surgimiento del nuevo
protagonismo econmico, social y cultural
del sector privado, de sus personeros e
idelogos.
Por otra parte, al suprimir las barreras
que regulan el comercio internacional, en
los pases dependientes se favorecen las
importaciones que entran en competencia
con la produccin local. Esto hace que con
el pretexto de la competitividad, los pases
perifricos desmantelen su legislacin social para abatir el costo de la fuerza trabajo
y lograr as, a costa de los trabajadores,
mantener el nivel de exportaciones de las
empresas ubicadas en su territorio, la mayor parte de ellas extranjeras.
En todo caso, la globalizacin neoliberal
defiende el mercado y combate al Estado.
Es una lucha sin cuartel encabezado por el
sector privado contra el sector pblico,
donde lo individual se confronta con lo
colectivo, el egosmo con la solidaridad y el
enriquecimiento personal se antepone al
bienestar social.
A su vez, la globalizacin y las instituciones que la promueven como el Fondo
Monetario Internacional (FMI), la Organizacin Mundial de Comercio (OMC) y el
Banco Mundial (BM), entre otras, se
empean en reducir la importancia del Esta-

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do proponiendo disminuir su presupuesto


para fines sociales y de desarrollo, alejndolo de toda actividad econmica de produccin, circulacin o distribucin.
Por su parte, la globalizacin como fenmeno financiero significa el desplazamiento del capital productivo por el de
prstamo.4 Incluso, en la primera etapa de la
globalizacin, lo que ms circula en el mundo, sin ningn tipo de trabas adems, es el
capital especulativo.
Pero la expansin del capitalismo en el
mundo bajo el comando del capital de prstamo, empieza a perder importancia en la
dcada de los noventa del siglo pasado en la
medida que el capital productivo retomaba
el comando de la acumulacin, lo cual significa el trnsito a una nueva etapa de la
expansin capitalista donde ahora el capital
busca y somete a su dominio territorios
funcionales y rentables para la acumulacin
a escala mundial; esto es, se traslada como
inversin productiva directa hacia los territorios que poseen recursos naturales estratgicos, tienen ventajas comparativas y crean
las competitivas, concentran externalidades o renen economas de aglomeracin.
4
En trminos genricos, al dinero destinado por
el capitalista industrial a la adquisicin y consumo
productivo, tanto de fuerza de trabajo como de
medios y objetos de trabajo para producir mercancas preadas de valor, se le denomina capital
productivo. Por su parte, el capital de prstamo es
aquel cuyo uso permite a su propietario obtener un
inters. De esta manera, cuando el propietario del
dinero quiere valorizarlo como capital de prstamo
y obtener con ello un ingreso, requiere enajenarlo a
un tercero que lo utilizar en el proceso productivo
para producir mercancas y apropiarse de la plusvala con la que, adems de obtener su propia ganancia, pueda pagar el inters por el capital obtenido en
prstamo.

66

Pero la expansin del capitalismo hacia


esos territorios, impone una nueva dinmica a la apropiacin irracional de la naturaleza (deforestacin, desaparicin de especies animales y vegetales, sobrexplotacin
de los recursos no renovables, efecto invernadero y agujero en la capa de ozono) y la
contaminacin ambiental se generaliza en el
mundo.
Otros territorios y sus pobladores, ineficientes y poco competitivos desde el
punto de vista del capital, son mantenidos
como reservas estratgicas del proceso globalizador capitalista. Entonces, la globalizacin desigual aparece realmente como
formacin de bloques, como regionalizacin capitalista transnacionalizada, como
fragmentacin del territorio. [Pradilla,
1996: 16]
Este proceso acenta y profundiza la
desigualad estructural del desarrollo nacional y regional, al tiempo que diferencia y
fragmenta a la sociedad al excluir del bienestar a grandes sectores de la poblacin.
A su vez, la modernizacin tecnolgica
que acompaa a esta nueva etapa de la
globalizacin ha trado consigo la reduccin de la fuerza de trabajo necesaria al
capital y su aparato productivo. Esto provoca la modificacin de las relaciones entre
el capital y el trabajo asalariado para elevar
la tasa de ganancia capitalista, cuyos principales componentes son: la reduccin del
ingreso real de los trabajadores por la va de
la contencin salarial y de su parte indirecta
mediante la privatizacin de los servicios
pblicos; la eliminacin de los contratos
colectivos de trabajo en las partes que incluyen prestaciones como vivienda, educacin,
salud y recreacin, as como el debilitamiento, cuando no la destruccin, de los

JAIME ORNELAS DELGADO

sindicatos como instrumento de defensa y


solidaridad de los trabajadores.
En consecuencia, la generalizacin del
desempleo, la jornada parcial y la precarizacin del trabajo, el deterioro creciente de
la parte de la ciudad donde moran los trabajadores y una cada vez mayor individualizacin de los sujetos sociales, tanto como la
prdida de las relaciones humanas directas
y el debilitamiento de las formas de la
solidaridad social colectiva, se han convertido en el paisaje normal y homogneo del
mundo del trabajo y hace evidente la imposibilidad de una distribucin equitativa del
ingreso, que durante mucho tiempo se ha
proclamado como posibilidad real del capitalismo.
Adems, contra la idea impuesta en el
sentido de que la globalizacin comporta
una serie de oportunidades igualitarias, todo
indica que, por el contrario, el proceso
globalizador de ninguna manera acarrea
beneficios compartidos. En este sentido, el
economista egipcio Samir Amin [1999: 30],
al analizar la gestin econmica de la crisis
bajo el capitalismo, concluye lo siguiente:
La expansin capitalista no implica ningn resultado que pueda identificarse en
trminos de desarrollo. Por ejemplo, en
modo alguno implica pleno empleo, o un
grado predeterminado de igualdad en la
distribucin de la renta.
La razn de esto la encuentra Samir
Amin en el hecho de que la expansin
capitalista se gua por la bsqueda de la
mxima ganancia para las empresas sin
mayor preocupacin por las cuestiones relacionadas con la distribucin de la riqueza,
o la de ofrecer empleo en mayor cantidad y
calidad, o con las referidas al bienestar
social de la poblacin trabajadora. Sin duda,

EL MUNDO EN LA GLOBALIZACIN NEOLIBERAL

la expansin capitalista puede ser cualquier


cosa menos un proceso capaz de permitir
mejores niveles de bienestar para la poblacin.5
Ciertamente, las relaciones econmicas
internacionales bajo la globalizacin neoliberal han acentuado la desigualdad, es decir, si bien la economa mundial se ha vuelto
ms global se encuentra ms polarizada en
la medida que las diferencias de crecimiento
entre las metrpolis y las naciones dependientes ha aumentado la distancia econmica y de bienestar de la poblacin entre los
pases centrales y los perifricos. De esta
manera, autores como Samir Amin concluyen que la polarizacin es un rasgo permanente de la expansin mundial del capitalismo, que en la periferia produce ms inestabilidad que estabilidad.
La inestabilidad econmica y social ocasionada por la falta de restricciones y regulacin al funcionamiento del mercado, ha
renovado el inters y la discusin respecto a
la necesidad de aplicar algunas formas de
regulacin al funcionamiento del mercado,
particularmente al de capitales.6
En sntesis, la globalizacin sustentada
en el neoliberalismo como poltica clave y
5
En particular, respecto del deterioro de la
calidad de vida urbana, el investigador mexicano
Miguel ngel Vite [2001: 58], advierte: La globalizacin econmica ha influido en el deterioro de las
condiciones de vida de barrios y guetos, tanto de las
principales ciudades de los Estados Unidos como de
Amrica Latina, lo que data de la dcada del setenta
y ochenta, cuando el Estado dej de cumplir gran
parte de sus funciones sociales para buscar el equilibrio en sus finanzas.
6
Un desarrollo ms puntual de estas cuestiones
puede consultarse en: Jaime Ornelas Delgado
[2001:109/135].

67

paradigma ideolgico, se identifica con las


tendencias a la liberacin comercial y la
unificacin total del mercado mundial de
capitales, bienes, servicios e informacin,
es decir, integra insistimos, de manera
desigual a los territorios sometindolos a
la lgica del capital; debilita a los estados
nacin desdibujando sus fronteras, reduciendo la capacidad de conduccin poltica
y econmica de los gobiernos nacionales,
adems de hacer indiferente el despliegue y
la localizacin territorial de los capitales.
Desde esta posicin, ms all de la visin neoliberal que la concibe como un
fenmeno lineal y estrictamente econmico,
la globalizacin puede considerarse como
un proceso determinado por la concurrencia
de diversos factores vinculados entre s por
una relacin mltiple, compleja y contradictoria, donde alguno o algunos de ellos, en
distintos momentos, pueden tener un mayor
significado que los dems, sin llegar a ser el
determinante del proceso, su orientacin y
dinmica.
El neoliberalismo
La ms reciente reestructuracin emprendida por el capitalismo a escala mundial
ha sido dominada y dirigida por la ideologa neoliberal, convertida en especie de
sentido comn de nuestro tiempo que no
deja espacios para ninguna otra forma de
pensamiento.
Aunque mucho se dice de los avances del
neoliberalismo, la realidad es que su penetracin e importancia se distribuye de manera desigual en el mundo y si bien puede
observarse que la mayor parte de los dirigentes polticos y lderes empresariales han
asumido plenamente la ideologa neoliberal, la implantacin de la economa de mer-

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cado no ha sido tan expedita como ellos


mismos quisieran y proclaman. Particularmente, en buena parte de los pases dependientes el desarrollo de la economa de
mercado no ha sido tan intenso como el de
la ideologa en que se sustenta.
En efecto, como ocurra en el pasado
cuando los dictadores ms despticos y
autoritarios, en todo momento exaltaban el
valor de la democracia e insistan en asegurar que sus gobiernos eran expresin autntica de la democracia; en los aos recientes,
el discurso cambia y los gobernantes de la
mayor parte de las naciones del mundo
entraron en una tenaz competencia para ver
quien declaraba, con ms fuerza y frecuencia, su adhesin a los principios y valores
del libre mercado, convertido en paradigma
inamovible y proclamado como la nica va
de crecimiento de las economas, sin importar su nivel de desarrollo.
Pero antes, como ahora, esos discursos
tienen poco que ver con la realidad y en el
caso especfico de mercados funcionando
libremente su existencia concreta es excedida con creces por la retrica neoliberal
sobre sus bondades. Es decir, hay mucho
menos mercado libre de lo que se dice y los
gobernantes de las naciones desarrolladas
no parecen preocupados por la evidente
distancia entre su discurso neoliberal, con el
que aturden a los pases dependientes exigiendo la implantacin en ellos del mercado
(y, adems libre), con la intensidad y frecuencia de sus propias acciones encaminadas a permitir el libre funcionamiento de sus
economas, que en su mayor parte mantienen intacto el aparato proteccionista y siguen siendo intervenidas, subsidiadas, reguladas y protegidas.
En otras palabras, pese a las proclamas

JAIME ORNELAS DELGADO

en favor de la propuesta neoliberal los capitalismos desarrollados continan teniendo


gobiernos grandes, interventores, reguladores y protectores, que organizan el funcionamiento de los mercados, otorgan enormes
subsidios a los productores y aplican sutiles, cuando no burdas, formas de proteccionismo, conviviendo con enormes dficit fiscales provocados ms por los apoyos a la
reproduccin del capital que por los gastos
sociales requeridos para la reproduccin de
la fuerza de trabajo.
En todo caso, los pases del capitalismo
desarrollado son todo aquello que exigen
dejen de ser las naciones dependientes, la
mayor parte de ellas sus ex colonias, donde
los gobiernos nacionales pierden peso en la
direccin y conduccin del desarrollo de la
sociedad y la economa.
An ms, bajo la consideracin de que
el libre mercado genera bondadosos efectos sobre los precios y mejora la calidad
de los servicios, a los pases dependientes
se les imponen polticas tendientes a desregular totalmente la actividad econmica y abrirla sin restriccin alguna a las
mercancas, servicios y capitales extranjeros; adems de privatizar todas las empresas pblicas y convertir en un dogma
inamovible la reduccin del dficit fiscal
(todo dficit presupuestario, cualesquiera que sea la razn y el motivo, es condenable, excepto en el que incurre el gobierno estadunidense, que es enorme) con el
argumento de evitar las presiones inflacionarias, lo cual significa reducir los gastos
pblicos y alentar los instrumentos de seguridad privados (fundaciones y organismos
sin fines de lucro que van desde la ayuda
a los nios minusvlidos hasta el ofrecimiento de diversos canonjas a los adultos

EL MUNDO EN LA GLOBALIZACIN NEOLIBERAL

en plenitud), flexibilizar las relaciones laborales y, finalmente, evitar hablar de servicios pblicos ya que todos deben ser privados y mercantiles.
La experiencia de los pases reformados siguiendo las pautas establecidas por
el BM y el FMI, tal como es el caso de
Mxico, muestra que las propias contradicciones del capitalismo, sus crisis recurrentes y la creciente polarizacin social, han
obstaculizado la expansin del neoliberalismo econmico aunque no han impedido la
tozudez gubernamental por imponerlo y,
mucho menos, la constante difusin e imposicin ideolgica y cultural, especialmente
entre los sectores de los dirigentes polticos
e intelectuales, tanto de las sociedades capitalistas desarrolladas como de las dependientes.
De esta manera, se proclama que al
primer mundo slo puede llegarse en la
medida que se acepte llevar adelante las
polticas econmicas diseadas por los organismos financieros internacionales como
el FMI y el BM, cuyos resultados han
provocado en nuestras naciones la agudizacin de la pobreza y la polarizacin social,
as como la profundizacin de la dependencia econmica, cientfica y cultural.
En efecto, a los pases dependientes se
les sugiere (tal como se dice en el lenguaje
del BM y el FMI) aplicar la estrategia de
cambio estructural de orientacin al mercado que ha mostrado, hasta la saciedad y de
manera inequvoca, ser causante de por lo
menos tres graves cuestiones para nuestros
pueblos: Inestabilidad econmica, acompaada de bajas tasas de crecimiento; aumento
social y regional de la pobreza; y una mayor
dependencia y creciente prdida de soberana nacional a favor del gran capital.

69

Globalizacin neoliberal
Quienes asumen la promocin del mercado
como el eje rector de la economa y el
instrumento ms eficaz para la asignacin
de los recursos productivos, sostienen la
identidad entre la globalizacin, como proceso histriconatural del capitalismo contemporneo, con la universalizacin del libre mercado, que no es sino un proyecto
poltico diseado por distintos idelogos
desde los aos cuarenta del siglo XX e impuesto desde los aparatos de Estado de los
pases metropolitanos y los organismos financieros transnacionales creados por el
capital monoplico y puestos a su incondicional servicio.7
En esta propuesta, el mercado se convierte en el punto de convergencia entre la
globalizacin y el neoliberalismo. En todo
caso, la propuesta neoliberal de mercantilizacin total de la vida social ha sido alentada y difundida por el capital financiero
internacional a travs de sus aparatos para
acompaar en esta etapa al desarrollo capitalista caracterizada por el desplazamiento de las actividades humanas del cuadro
restringido del Estadonacin al teatro ms
vasto del planeta Tierra [...] Donde el mundo entero se convierte en una sola arena de
rivalidad. [Valaskakis, 2001: 5]
Sin duda, los idelogos del neoliberalismo lograron una importantsima victoria en
el terreno de la cultura y la ideologa al
convencer a muy amplios sectores de las
7

Entre los idelogos ms destacados, se puede


mencionar a Friedrich Hayek [1944], Milton Friedman [1980] y Francis Fukuyama [1989]. Entre los
organismos financieros internacionales, entre otros,
destacan el Fondo Monetario Internacional (FMI) y
el Banco Mundial (BM).

70

elites polticas e intelectuales no slo de los


pases del capitalismo, lo que podra considerarse normal, sino aun a las del socialismo real entonces existente de que no haba
alternativa poltica, econmica y cultural al
capitalismo y que ste alcanzaba su mxima
expresin bajo el modelo neoliberal.
Con esto, para muchos el mercado se ha
impuesto y celebran ya el nacimiento de la
vida eterna neoliberal. Sin embargo, en la
experiencia de los pases reformados segn los lineamientos de las transformaciones estructurales de orientacin al mercado
impuestas por el BM en Amrica Latina, los
pases del ex bloque socialista y los de la
desaparecida Unin Sovitica, se advierte
que el triunfo del neoliberalismo ha sido
ms ideolgico y cultural que econmico.
Ese triunfo se asienta sobre una derrota
es de esperar transitoria de las fuerzas
democrticas en todo el mundo y se expresa
en cuatro dimensiones, sin duda vinculadas
entre s:
a] La tendencia a mercantilizar los derechos conquistados en largas y dolorosas
batallas por la poblacin trabajadora.
b] La ruptura del equilibrio entre mercado y Estado, a favor del primero, lo
que ha significado el desplazamiento
de la razn poltica por la econmica,
reforzado por una fuerte y permanente
ofensiva en el terreno ideolgico que
desprecia todo aquello que proviene
del sector estatal mientras se exaltan
desmesuradamente las virtudes del
mercado.
c] El desarrollo de una especie de sentido comn neoliberal, expresin de
una nueva sensibilidad y una mentalidad que forman parte fundamental de
las creencias populares.

JAIME ORNELAS DELGADO

d] Finalmente, el neoliberalismo logr


su mayor victoria en el terreno de la
cultura y la ideologa al convencer a
buena parte de los trabajadores y a
la casi totalidad de sus elites polticas de que no existe otra alternativa
para el desarrollo que el rgimen de
libre mercado.
Mercantilizacin
de los derechos y los servicios pblicos
El neoliberalismo comenz a imponerse en
el mundo a partir de una avasalladora crtica a la intervencin del Estado en la economa y, en los hechos, desde el poder se
mercantilizaban los derechos sociales de los
trabajadores.
El brutal ataque contra el Estado de
Bienestar emprendido por los idelogos
neoliberales en las dcadas de los setenta y
ochenta, tuvo que ver con la conversin de
los derechos sociales en servicios mercantiles y la conviccin de que slo pueden ser
producidos por el sector privado y adquiridos en el mercado a los precios fijados por
la oferta y la demanda.
Al afecto, desde el poder mismo se fortaleci la idea de que el Estado resulta
ineficiente para producir bienes y servicios
por lo que nicamente el sector privado
garantiza no slo su produccin eficiente
sino tambin la cantidad y calidad que los
consumidores demandan.
Ms all de que este proceso, como
prevean distintos sectores sociales opuestos a la privatizacin, trajera consigo formas crecientes de exclusin social, elevara
los niveles de pobreza social y regional,
adems de agudizar la polarizacin en sociedades ya de por s polarizadas, los servicios pblicos como la salud, la educacin, la

EL MUNDO EN LA GLOBALIZACIN NEOLIBERAL

vivienda, la energa elctrica y todos los


referidos a la seguridad social, al dejar de
ser bienes y servicios pblicos se perdan
como parte de los componentes inalienables
de los derechos ciudadanos y se convertan
en mercancas intercambiadas entre proveedores privados y clientesconsumidores
actuando en el mercado al margen de cualquier consideracin respecto de la responsabilidad gubernamental de atender las necesidades colectivas de la poblacin.
Declarado el Estado innecesario e ineficiente, a las vctimas de la iniquidad inherente al capitalismo se les acus de incompetentes e incapaces de aprovechar las oportunidades que el mercado ofrece a todos
aquellos que saben leer correctamente y
aprovechar sus seales, para lo cual se
requiere el conocimiento de sus reglas y
adquirir las habilidades y competencias que
permitan su adecuado diagnstico y manejo. Esa se convierte en la nica posibilidad
de lograr triunfar en una sociedad donde se
exige al gobierno dejar de asumir actitudes
paternalistas y populistas que slo inhiben la iniciativa individual.8
Imposicin de la razn
econmica y el sentido comn neoliberal
En el proceso de imposicin del neolibera8
Para la enseanza de carcter pblico, este
criterio resulta de fundamental importancia en los
regmenes neoliberales pues se impone a las escuelas de todos los niveles la obligacin de dotar a los
estudiantes de las habilidades y competencias exigidas por el mercado laboral. En particular, en el
nivel superior las universidades pblicas se conciben como productoras de capital humano, con lo
cual los empresarios empleadores se convierten en
los determinantes de ltima instancia de los planes
y programas de estudio.

71

lismo se produce el desplazamiento del equilibrio entre mercado y Estado en favor del
primero, lo que se ha reforzado con una
pertinaz ofensiva en el terreno ideolgico
que, por un lado, sataniza al Estado y, por
el otro, exalta las supuestas virtudes del
mercado y su libre funcionamiento.
A partir de esto, lo econmico predomina sobre lo poltico, es decir, se afirma que
siendo el mercado el instrumento ms eficiente para asignar los recursos productivos
y satisfacer la demanda de consumidores y
productores, el Estado nada tiene que hacer
dentro de la economa; asimismo, se dice
que a la economa slo le compete lograr los
equilibrios macroeconmicos, sin considerar los resultados sociales de ese proceso.
En este caso, la pobreza, por ejemplo, resulta un problema social no econmico y, por
lo tanto, a la economa no compete su
solucin sino a la sociedad, en todo caso a
los organismos privados pertenecientes a la
sociedad civil.
Por su parte, el sentido comn neoliberal
sostiene que siempre ser preferible sacrificar la democracia por el bienestar econmico (el pueblo quiere comer y luego ser
libre), haciendo ambas situaciones excluyentes, e imposible de lograr simultneamente, aunque nunca se expongan las razones de tal afirmacin como no sean las
respuestas simplistas que conciben a la
economa exclusivamente como una actividad que procura el equilibrio de las variables macroeconmicas mientras a la democracia es tarea poltica, sin que economa o
poltica tengan puntos de contacto.
Simultneamente, se forjaron y desarrollaron otras verdades incuestionables carentes de reflexin y, por tanto, ms cercanas a la creencia y la ideologa que pasaron

JAIME ORNELAS DELGADO

72

a formar parte del sentido comn neoliberal


y que han enraizado profundamente en el
suelo de las creencias populares y el conocimiento convencional a partir de una sistemtica ingeniera de consensos que fortalece al pensamiento nico.
Surgido de los prejuicios y los valores de
la clase dominante, el sentido comn neoliberal es infalible, no falla ni se equivoca
cuando enjuicia y concluye enseando al
conjunto de los miembros de esa sociedad
como deben conducirse racional y moralmente; lo que deben pensar y hasta donde
deben pensarlo. Incluso, cualquier tentativa
de discutir las verdades que forman el
sentido comn neoliberal, ha enfrentado
prejuicios e intereses culturales y polticos
fuertemente arraigados entre los sectores hegemnicos de la sociedad, a los cuales por
ejemplo se les condicion y luego estos condicionaron al resto de la sociedad a identificar
todo lo estatal con lo malo e ineficiente y al
mercado con lo bueno y eficiente.
El sentido comn neoliberal, parte de lo
que considera axiomas fundamentales como
el siguiente: Lo que es bueno para m es
bueno para todos, por eso sus juicios finales siempre son acertados y sensatos pues
derivan de valores universales y eternos,
es decir, vlidos ayer, hoy y maana. El
sentido comn, o sensatez socialmente
aceptada, parte entonces de considerar al
modelo neoliberal como el nico racional,
fuera de l no hay, ni pude haber, nada.
El racionalismo, asumido por el neoliberalismo como aquello que lo legitima, segn
Morn [1984: 293], supone:
Primero. Una visin del mundo que afirma
el acuerdo perfecto entre lo racional (coherencia) y la realidad del universo; excluye,

pues, de lo real lo irracional y lo arracional.


Segundo. Una tica que afirma que las
acciones humanas pueden y deben ser racionales en su principio, su conducta su
finalidad.

De esta manera, si lo racional en el


modelo neoliberal es orientar toda accin
humana a la obtencin de beneficios personales resulta irracional la conducta que
no persiga ese fin, y quien sea capaz de
criticar una sociedad de ese tipo y plantear otra posible, es sencillamente arracional, est fuera del sistema, carece de
racionalidad.
Los principios detrs del sentido comn
neoliberal, son la creencia en verdades
absolutas y la validez del pensamiento
nico. Ambos, forman parte del sustento
ideolgico neoliberal, que dispone de un
catlogo muy amplio de esas verdades,
pero en economa hay un principio bsico
que el sentido comn acepta en nombre del
realismo y el pragmatismo: la sociedad
moderna slo puede sustentarse en el libre
funcionamiento de las fuerzas que intervienen en el mercado. Con esto, lo econmico
se convierte en el nico factor mediante el
cual se explican de manera racional todas
las cosas de la sociedad. [Morn, 1984: 294]
Las verdades del pensamiento nico
Los avances ideolgicos del neoliberalismo, adems de tender a provocar el conformismo social, se expresan en el terreno ms
elaborado de las teoras econmicas y sociales, ahora influidas por el pensamiento
nico, que excluye toda teora o interpretacin si no se sostiene en los valores del
mercado, la ganancia y el capital.
Esta limitacin excluyente e intolerante,

EL MUNDO EN LA GLOBALIZACIN NEOLIBERAL

se traduce en la ausencia de cualquier debate poltico, social o econmico, que tiende a


ser sustituido por apologas orientadas a
exaltar el rostro humano del capitalismo,
fortalecer ideolgicamente a ese sistema
basado en la explotacin del trabajo y en la
mxima ganancia como fin ltimo de la
accin econmica personal y social.
Una de las verdades que con mayor
fuerza se ha impuesto y se difunde, al grado
que entre amplios sectores de la izquierda
polticamente correcta se parte de ella para
disear su estrategia poltica, consiste en difundir y hacer creer que la sociedad ser
siempre capitalista y la democracia liberal.
Uno de los promotores iniciales de esta
propuesta, Francis Fukuyama [1994: 83],
escribe al respecto de manera enftica:
En tiempos de nuestros abuelos, muchas
personas razonables podan prever un futuro socialista radiante, en el cual haban de
ser abolidos la propiedad privada y el capitalista, y en el que se habra sobrepasado, en
cierto modo la poltica. Hoy, en cambio, nos
cuesta imaginar un mundo que sea radicalmente mejor que el nuestro, o un futuro que
no sea esencialmente democrtico y capitalista.

La construccin de este imaginario, particularmente correspondiente a las clases


medias con pretensiones econmicas e intelectuales que no rebasan los lmites del
consumidor, de ninguna manera ha sido
obra del azar sino resultado de un proyecto
tendiente a manufacturar el consenso, al
cual se le han destinado multimillonarios
recursos encaminados a manipular los medios masivos de comunicacin con el propsito de producir un duradero lavado de

73

cerebro que permita la imposicin, sin oposicin consistente, de polticas promovidas


para alentar los valores mercantiles y en
beneficio slo de la hegemona del capital,
aunque parezcan preocupadas y orientadas
por el bien comn, del que por cierto dice
William Blake: Es la aspiracin del hipcrita y del bribn. [Glockner, 2002: 28]
Adems, el pensamiento nico peculiar
del neoliberalismo, dice Stefana [2002:
49], se sostiene, entre otras, en verdades
como las siguientes: La economa social de
mercado, forma parte del pasado y sus
defensores son dinosaurios ideolgicos;
El liberalismo econmico lleva inexcusablemente a la democracia; [O bien] Hay
que adoptar el modelo neoliberal, que se
impone en todo el mundo! 9
Tambin forman parte del credo neoliberal, algunos postulados como estos:
El mercado lo resuelve todo del mejor
modo posible [...] Siempre hubo y habr
corrupcin, pero en el liberalismo es
marginal y en el estatismo estructural
[...] La desigualdad social no es consustancial al capitalismo, sino parte de la
naturaleza humana, por eso no se puede
acabar con ella [...] El nacionalismo y la
soberana econmica son expresiones
retrogradas que deben desaparecer en
aras de la eficiencia y la insercin a la
globalizacin [...] Primero hay hacer crecer la riqueza y, despus, distribuirla [...]

La razn de mayor peso esgrimida en Mxico


por los promotores de la privatizacin del sector
energtico, es que es el nico pas donde no se
admite al capital privado en la generacin de energa, lo cual puede ser absolutamente cierto, pero no
razn suficiente para privatizarlo.

JAIME ORNELAS DELGADO

74

Las privatizaciones son la panacea para


la economa nacional. [Stefana, 2002:
49]

Una verdad ms, impuesta sta tanto por


el BM como por el FMI, es aquella que
proclama la entrega de los recursos naturales al capital extranjero como la nica solucin posible al atraso de las economas
emergentes y a su uso racional y eficiente.
La creencia absoluta en estos postulados, hace que lo necio, intil y premoderno
sea investigar y discutir acerca de las contradicciones del capitalismo y, peor an,
reflexionar sobre las posibilidades de que
estas contradicciones pudieran llegar a ser
de tal magnitud que significaran la posibilidad de su transformacin revolucionaria; en
el mismo sentido, bajo el neoliberalismo se
prohbe dudar sobre la validez de su propuesta civilizatoria sustentada en valores
econmicos y de mercado, donde lo social
resulta ser una especie de resabio pattico,
cuyo peso sera causa de regresin y crisis.
[Stefana, 2000: 50]
Ms recientemente se ha difundido hasta
la saciedad por los medios masivos de comunicacin que apelan ms a la creencia
que a la reflexin, la idea de que el podero
militar estadunidense es la punta del iceberg que prolonga la superioridad de ese
pas en todos los dominios, incluido el econmico pero tambin el poltico y cultural.
Debido a ello, el sentido comn neoliberal
concluye que la sumisin a la hegemona
norteamericana es inevitable y que, adems,
toda resistencia a la expansin econmica,
poltica y cultural estadunidense es tarea
intil; en consecuencia, ese mismo sentido
comn propone que ms vale asimilarse
rpidamente a la hegemona norteamerica-

na para recibir as los beneficios de la


modernidad capitalista que combatirla.10
Los nuevos significados
En apenas dos dcadas, el consenso neoliberal ha impuesto su programa poltico y
cultural siguiendo dos ejes: en lo poltico, la
certeza de que democracia representativa
liberal es el peor sistema poltico excepto
todos los dems; en lo cultural, se han
impuesto valores como el lucro y el apoliticismo.
Pero adems, el neoliberalismo cambi,
en su provecho, el sentido de las palabras.
Es el caso del vocablo reforma, que antes
de la era neoliberal tena una connotacin
positiva y progresista que remita a transformaciones sociales, polticas y econmicas orientadas a la consecucin de una
sociedad igualitaria, democrtica y donde
lo social fuera el centro de todas las actividades pblicas y privadas, fue apropiado
por los idelogos del neoliberalismo y convertido en un significante que alude a proce10

Con motivo de la decisin unilateral norteamericana de invadir Irak, en Mxico y en Chile, el


sector empresarial y algunos intelectuales convocaron a sus respectivos gobiernos a emprender una
poltica realista y pragmtica que propona intercambiar un voto en el Consejo de Seguridad de la
ONU en apoyo a la invasin estadunidense a Irak a
cambio de inciertos beneficios econmicos. En Chile, el sector empresarial conden la renuencia del
presidente Ricardo Lagos a ofrecer el apoyo a Estados Unidos en su vesania blica, pues consideraban
que esa posicin de principios no traa ningn
beneficio al pas y s pona en riesgo la firma del
tratado de libre comercio, que por entonces estaba
en el orden del da en la agenda de ambos pases. En
Mxico los reclamos tuvieron el mismo tono y
sentido, adems de pedirle al gobierno de Vicente
Fox que aprendiera a negociar el voto.

EL MUNDO EN LA GLOBALIZACIN NEOLIBERAL

sos y transformaciones sociales de claro


signo mercantil, involutivo y, muchas veces, profundamente antidemocrtico.
Es el caso de Amrica Latina las reformas econmicas estructurales de orientacin al mercado, puestas en marcha durante
las dcadas de los setenta y los ochenta del
siglo XX, terminaron aumentando la desigualdad econmica y social, vaciando de
todo contenido poltico a las instituciones
democrticas y al gobierno mismo, convertido ahora con descaro en un mero administrador de los negocios colectivos de la
burguesa.11
Por otra parte, para los dueos del capital y los abogados del neoliberalismo los
pases y los estados son simplemente mercados, los ciudadanos consumidores y la globalizacin neoliberal la nica va posible de
modernizacin, en tanto tiene la virtud de
eliminar las barreras nacionales que impiden
el libre flujo de mercancas y capitales, aunque no de personas. As, ha dejado de existir,
por ejemplo, la inversin extranjera, que ahora tiene trato de nacional, para ser slo inversin productiva; asimismo, la diferenciacin
entre mercado interno y externo ha desaparecido y hoy se habla slo de mercado.
Incluso, el concepto de ciudadana con la
que la burguesa igual a todos los mayores
de edad (un ciudadano un voto), ha perdido
importancia frente a la nocin de consumidor universal: aquel que en Asa o en Amrica, en frica o Europa consume el mismo
producto producido por la misma empresa
trasnacional.
11

Quin con mayor enjundia asumi estas propuestas fue Vicente Fox, quien defini al suyo:
como un gobierno de empresarios para empresarios.

75

Al mismo tiempo, los pases de grado o


por fuerza empiezan a formar regiones donde se diluye la identidad nacional, lo que
provoca el jbilo de quienes sostienen que la
cultura ha de ser cosmopolita o no ser y, por
lo tanto, no reconocen valor alguno a las
otras culturas y les niegan toda validez
como no sea subordinadas a la cultura
nacional hegemnica.
Precisamente, el debilitamiento de los
estados nacionales debido, por un lado, a la
extincin prctica de la idea de nacin,
supuestamente subsumida bajo la corriente
civilizatoria de la globalizacin; y por
otro, gracias a la imposicin de polticas
orientadas hacia el mercado y a la expansin de la esfera de actividades econmicas
ms all de las fronteras de las naciones, es
que se degrada el concepto de nacin para
reducirlo al de mercado.
Se debilita el Estado Nacional
Los estados nacionales, especialmente los
ubicados en la periferia capitalista, han
sido consciente y pertinazmente debilitados, cuando no brutalmente desangrados
por las polticas neoliberales con el fin de
favorecer el predominio, sin contrapesos,
de los intereses de las corporaciones transnacionales.
Aquel Estado que actuaba para corregir
las disfunciones del mercado y alcanzar la
estabilidad econmica, particularmente en
la poca de crisis, parece no existir ms, el
desplazamiento de la razn poltica por la
econmica ha dejado sin responsabilidades
al Estado en los aspectos de produccin y
distribucin de bienes y servicios antes considerados pblicos.
La reduccin de la pobreza y la superacin de la marginacin; la proteccin de las

76

personas frente a las incertidumbres econmicosociales; y la garanta de derechos


bsicos de los ciudadanos, que en algn
momento fueron los pilares fundamentales
del Estado de Bienestar, han sido cancelados por el Estado mnimo que slo ofrece
oportunidades individuales a quien sea capaz de aprovecharlas y alienta al sector
privado para que produzca los que antes se
consideraban servicios pblicos, convertidos ahora en objeto de lucro en beneficio del
los capitalistas privados.
Actualmente, en la mayor parte de los
pases del mundo han desaparecido o tienden a desaparecer las que tradicionalmente se han considerado responsabilidades estatales, tales como la educacin
en todos sus niveles, la salud universal, la
vivienda digna, la alimentacin, el empleo bien remunerado, el respeto a las
diferencias; o la seguridad de un ingreso
an si se ha perdido el empleo capaz
de garantizar la satisfaccin de las necesidades elementales del trabajador y su
familia; as como la proteccin social
universal contra los riesgos de la vida, sin
discriminaciones o exclusiones; el diseo
y puesta en marcha de polticas de distribucin del ingreso; tanto como velar por
la consolidacin de un sistema democrtico que evite la dictadura del mercado y
fortalezca la actividad pblica de produccin y distribucin de bienes y servicios bsicos.
Todo esto ha vulnerado la validez y
vigencia del Estado Nacional, al que se le
cantan ya los responsos como entidad soberana y se saluda su creciente participacin
en la globalizacin como gestor de los intereses del capital privado y, particularmente,
de las corporaciones trasnacionales.

JAIME ORNELAS DELGADO

Crece la fuerza de las megacorporaciones


En estos momentos, en el mundo se generaliza la idea de que los gobiernos nacionales
slo tienen alguna oportunidad de existir si
son capaces de producir las condiciones
generales de la produccin indispensables a
la expansin del capital y generar las ventajas competitivas necesarias para atraer a la
inversin privada.
En la globalizacin neoliberal, las empresas transnacionales acentan su posicin como la fuerza motriz de la economa
mundial, son las principales inversionistas
de capital productivo en todo el mundo, as
como de las inversiones financieras y comerciales. En particular, dice Petras [2003],
las megacorporaciones de origen estadunidense tienen una gran relevancia pues de las
500 mayores empresas en el mundo:
El valor de las compaas estadunidense excede el valor combinado de todas las
dems regiones. La valuacin de las trasnacionales estadunidense es de 7 billones 445
mil millones de dlares, contra 5 billones
141 mil millones de dlares de las restantes
de todas las nacionalidades.
Ante este enorme poder, los gobiernos de
las naciones emergentes, especficamente
de Amrica Latina, parecen resultar incapaces de regular el comportamiento de las
megacorporaciones que actan slo considerando sus afanes de ganancia sin importar las necesidades e intereses de las naciones
donde se asientan para explotar sus recursos
naturales y su fuerza de trabajo, al grado
que para seguir siendo funcionales al gran
capital terminan ponindose a su servicio
incondicional.
An ms, la capacidad de negociacin
de los gobiernos nacionales con las megacorporaciones se ha visto sistemticamente

EL MUNDO EN LA GLOBALIZACIN NEOLIBERAL

disminuida a lo largo de las ltimas dcadas


y as, mientras en los pases dependientes
los estados se achican y debilitan al ritmo
impuesto por los ajustes neoliberales a partir de los aos setenta, el rango y el volumen
de operaciones de las grandes compaas
transnacionales y su valor se acrecentaban
de manera extraordinaria y sin limite alguno, particularmente de aquellas cuyo capital de origen es norteamericano. De esta
manera:
Las trasnacionales estadunidenses dominan la lista de las 500 principales empresas
del mundo [...] Casi la mitad de las mayores
trasnacionales (48 por ciento) son de propiedad y direccin estadunidense, casi el
doble del competidor regional ms prximo, Europa, con 28 por ciento [...] La
concentracin del podero econmico es
an mayor si nos fijamos en las principales
50 trasnacionales, de las cuales 60 por
ciento son de propiedad estadunidense, y es
todava ms evidente al examinar las 20
mejor situadas, de las cuales ms de 70 por
ciento son de ese pas. De las primeras 10,
Estados Unidos controla 80 por ciento.
[Petras, 2003]

Esta situacin se acompaa del sentido


comn, mediante el cual se destaca y afirma
que para los gobiernos nacionales resulta
muy limitada la probabilidad de ejercer un
control efectivo sobre las megacorporaciones.
En este caso, para muchos intelectuales
y polticos realistas, pragmticos y neoliberales, esto es absolutamente cierto y plantean: Cules son los instrumentos con que
puede contar un gobierno democrtico, por
ejemplo en Guatemala, para negociar con

77

una corporacin como la General Motors,


cuya cifra de ventas anuales es veintisis
veces superior a la del producto interno
guatemalteco? Cmo podran someter a
las grandes empresas los pases del frica
Subsahariana si su producto interno sumado es apenas similar a las ventas anuales de
la General Motors y la Exxon?
Para el sentido comn neoliberal, la
respuesta y conclusin es sencilla: no existe
otra opcin ms que rendirse e integrarse de
manera individual y subordinada a los pases hegemnicos, o como stos quieran y
acepten. En este sentido, la bsqueda de
opciones distintas como la integracin de
naciones en el libre ejercicio de su soberana
e independencia al margen de las grandes
economas, resulta trabajo intil.
El mundo unipolar
En el proyecto neoliberal, el capitalismo no
tiene vas alternas y, mucho menos, propuestas revolucionarias Para qu si la historia lleg a su fin? An ms, para muchos
intelectuales modernos y modernizantes, la
desproporcin existente entre los estados de
los pases dependientes y los metropolitanos
no constituye una amenaza al futuro de la
democracia, sino un reto y una oportunidad
que se resuelven en la medida que los pases
pobres se integren de manera subordinada a
las economas desarrolladas.
Sobre todo ahora despus de Afganistn
e Irak, es decir, posterior a las decisiones
unilaterales de Estados Unidos para emprender guerras preventivas, la existencia de las naciones emergentes incluida la
democracia que elijan, slo es tolerada
por el poder imperial si se ajusta a los
cnones establecidos por los centros financieros metropolitanos y sus gobiernos son

78

capaces de servir fiel y dcilmente a los


intereses del gran capital.
De otra forma, si esos pases no se
someten pacficamente, o sus gobiernos no
aceptan rendirse incondicionalmente y lo
mismo da si aceptan, segn se pudo constatar con la invasin a Irak, pueden pasar a
engrosar la lista del Eje del mal cuyos
requisitos de ingreso nadie conoce, aunque
al parecer la prioridad la tienen los pases
que disponen de petrleo en su territorio
y colocarse en situacin de ser invadidos
militarmente para establecer en ellos la democracia occidental sostenida por los ejrcitos de ocupacin.
La realidad es que nuestros pases hoy
son mucho ms dependientes que antes,
debido en mucho a los agobios provocados
tanto por una deuda externa que no cesa de
crecer como por una comunidad financiera
internacional que pretende convertir la
soberana en parte de los desechos provenientes del atraso polticosocial y el desvaro nacionalista.
A lo anterior puede agregarse que la
dependencia intelectual (incluida la cientfica y tecnolgica), tambin se acenta y a
pesar de reconocerse que nuestros pases son
hoy ms dependientes de lo que lo eran en los
aos sesenta, por una de esas paradojas del
sentido comn neoliberal impuesto incluso a
los intelectuales de izquierda, las teorizaciones sobre la dependencia o el imperialismo
son desestimadas porque se las considera
anacronismos tericos, precisamente ahora
cuando ambas categoras adquieren misma
relevancia e importancia que tuvieron en el
tiempo de su aparicin Por eso, hoy es
preciso reivindicar el estudio de la globalizacin como la expresin actual del Imperialismo en lo econmico y lo poltico.

JAIME ORNELAS DELGADO

Incluso, de alguna manera podemos decir que si hay algo positivo en el derrumbe
del socialismo real es la liberacin del marxismo encadenado, cuyo resultado finalmente ha sido habernos devuelto a Marx,
cuya teora es indispensable reivindicar como
parte del instrumental cientfico necesario
para comprender el movimiento real del
capitalismo contemporneo y con mucho la
nueva realidad de la regin bajo la globalizacin.
Consideraciones finales:
otro mundo es posible
Tanto en los pases del capitalismo desarrollado como en los dependientes, la reestructuracin neoliberal se ha hecho a expensas
de los pobres y de las clases explotadas; las
desigualdades econmicas y sociales se han
acentuado y la prosperidad no alcanz a
derramarse hacia abajo, como aseguraba la
reconfortante teora del derrame, que plantea primero crear la riqueza para luego
distribuirla, lo cual en los hechos significa
posponer al infinito el bienestar social a
cambio de impulsar el crecimiento de la
economa en beneficio de la ganancia del
capital.
Por decirlo de manera breve y concreta:
las sociedades que el neoliberalismo construy en las tres ltimas dcadas son peores
que sus precedentes, ms divididas, polarizadas e injustas. Los hombres y mujeres
viven hoy bajo renovadas amenazas blicas, econmicas, laborales, sociales y ecolgicas. De hecho, la humanidad sobrevive
hoy en un mundo lleno de temores, zozobra
y desesperanza.
Finalmente, aun de las vicisitudes histricas de la imposicin del neoliberalismo
como ideologa hegemnica en la mayor

EL MUNDO EN LA GLOBALIZACIN NEOLIBERAL

parte del planeta es posible extraer algunas


experiencias para los sectores democrticos. Sin duda alguna, las fuerzas sociales de
izquierda, sus intelectuales orgnicos, las
masas que se expresan contra de la globalizacin y las que de nuevo aspiran al socialismo como opcin histrica, existen y crecen a contracorriente del consenso poltico
de la era neoliberal que ve al socialismo
como una utopa, por lo menos, ingenua.
An ms, el saber convencional trata a los
portadores de la propuesta socialista como
excntricos, o romnticos incurables y fuera de lugar en la sociedad actual.
Con este hostigamiento, se pretende someter a la izquierda a las reglas de la disputa
por el poder impuestas por quienes usufructan el poder mismo. Sin embargo, empieza
a surgir una izquierda que reconoce la existencia de opciones al neoliberalismo y sabe
que la globalizacin neoliberal no es la
nica posibilidad de existencia para nuestros pueblos; una izquierda que construye
ya un pensamiento vivo lleno de dudas y
deseos de resolverlas, opuesto a las certezas
y verdades absolutas del pensamiento nico
y que, finalmente, sabe que es el tiempo de
develar los mitos del libre mercado.
Esta nueva corriente de la izquierda
mexicana y latinoamericana, sabe que es
falsa la disyuntiva de todo al Estado o todo
al mercado y que mientras los grandes
estados se han convertido en vasallos de las
empresas trasnacionales, el miniestado
concebido a imagen y semejanza de las
empresas es un Estado donde caben pocos,
poltica y socialmente excluyente e incapaz
de actuar para lograr el bienestar de la
poblacin.
La Historia ha demostrado que lo que
pareca una locura en los aos cincuenta,

79

por ejemplo la creacin de millones de desocupados, reconcentrar ingresos, desmantelar programas sociales, privatizar el petrleo, el agua y la electricidad, la educacin, la salud y hasta las crceles, pudo ser
posible con un bajsimo costo poltico para
los gobiernos neoliberales que se empearon en lograrlo a partir de su victoria
ideolgica. De esta manera, aquella utopa
prohijada por los neoliberales en los aos de
la posguerra se hizo realidad hasta los setenta.
Esto debe alentar la seguridad de que es
posible un proyecto no capitalista pensado
de cara al siglo XXI, que empiece por rechazar como inmutable a la sociedad capitalista y sus instituciones y que con el tiempo
puedan transformarse.
Alguna vez, Max Weber escribi: En
este mundo no se consigue nunca lo posible
si no se intenta lo imposible una y otra vez.
Al mismo tiempo, exhortaba a soportar con
audacia y lucidez la destruccin de todas las
esperanzas porque, de lo contrario, seramos incapaces de realizar incluso lo que hoy
es posible.
Estas palabras sugieren una actitud fundamental, que no deberan abandonar quienes no se resignan ante un orden social
intrnsecamente injusto, como el capitalismo y que pese al hostigamiento intelectual,
la exclusin, la incomprensin y la persecucin, siguen creyendo todava que una sociedad diferente es posible.

JAIME ORNELAS DELGADO

80
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