Pukara #14 PDF
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Pukara #14 PDF
Peridico mensual
7 de diciembre 2006
al 7 de enero
de 2007
Bolivia
Ao 2
Nmero 14
Precio Bs 3
Resurgimiento
del Movimiento
Pachakuti
Director:
Pedro Portugal Mollinedo
Comit de redaccin:
Nora Ramos Salazar
Daniel Sirpa Tambo
Joel Armando Quispe Chura
Colaboran en este nmero:
Liborio Uo A.
Jos Lus Saavedra
Pedro Hinojosa Prez
Jacha Uru
Ramiro Gutirrez Condori
Pepo
Foto Pukara
Liborio Uo Acebo1
y de la UPEA.
A mi maestro,
amigo y hermano,
Simn Yampara Huarachi
1. De la (e)xposicin de
motivos4
Es visible la insuficiencia terica y
poltica de la crtica al neoliberalismo
(p. 14). La crtica a la Reforma Educativa (RE) es tambin insuficiente, ideolo*
conoce el carcter
esencialmente modernizador y modernizante7 del conjunto del aparato escolar y, por tanto,
radicalmente contradictorio con el supuesto
potenciamiento de los
saberes... de las naciones indgenas. Todos
saben que los conocimientos, ciencia e inteligencia de los pueblos y
comunidades indgenas
discurren por cursos
que no tienen nada que
ver con algn tipo de
institucionalidad moderna, occidental y
eurocntrica como la
escuela, el colegio o la
universidad8.
Esta crtica no pretende negar la validez e importancia de la escuela o posicionarse en contra de ella (nada ms
alejado de nuestras tareas educativas),
sino situar, con la mayor precisin terica posible, tanto las caractersticas
fundamentales de los saberes y conocimientos propios de los pueblos y comunidades indgenas (cuya diferencialidad
con la modernidad eurocntrica es por
dems evidente), como la genealoga
(el origen y la constitucin) del principal
aparato ideolgico del Estado moderno:
la escuela!11. Por tanto, nuestro posicionamiento crtico no pretende la anulacin del proceso de escolarizacin,
sino ms bien poner de relieve la necesidad de un desarrollo terico conceptual ms preciso en torno al rol de
la escuela en el contexto de las comunidades indgenas.
Reiteramos entonces que el planteamiento de que uno de los fines de la
educacin boliviana es desarrollar la
intraculturalidad (num. 8) no es ms
que una ilusin. Ya hemos dicho que la
escuela en el contexto de los pueblos
y comunidades indgenas u originarias
no deja de ser una institucin eminentemente disruptiva en el conjunto de
los procesos, ciclos y (trans)cursos de
la vida comunaria andina y amaznica.
En consecuencia, y si bien el asunto
de la escuela es complejo (en s mismo), lo es ms todava en el contexto
de los pueblos indgenas. Obviamente,
no se trata de decir que la escuela sea
intrnsecamente mala o nociva, sino de
explicitar el carcter occidental, moderno y eurocntrico del aparato escolar y, como tal, ajeno a los procesos
educativos propios de las comunidades
indgenas. Entonces, hay que desescolarizar la educacin como propona
Illich12? No, simplemente se trata de
re-situar la funcin de la escuela, que
ha sido diseada para funcionalizar la
revolucin industrial y, en consecuencia, para la enseanza y el aprendizaje
de los cdigos de la modernidad. En
este contexto, el proceso de descolonizacin nos impulsa a re-crear las estrategias polticas y pedaggicas propias
de pueblos y comunidades indgenas.
Por otra parte, y si bien se nombra,
aunque sea una sola vez, el trmino
mujeres (num. 10), es evidente el carcter profundamente androcntrico
de este Ante-proyecto. De hecho, no
hay una visin de las relaciones de gnero, menos de los derechos de las mujeres; tampoco hay referencia alguna
a los desarrollos de la pedagoga emergente (contempornea)13, cuya atencin es cada vez ms diferenciada a
las diversas configuraciones (intersubjetivas) de la masculinidad y la
femeneidad14, expresadas, por ejemplo,
en las nociones de inteligencia emocional, inteligencias mltiples o incluso
pensamiento holstico y cuyas formulaciones ms interesantes estn siendo
manifestadas por la hoy llamada pedagoga de la ternura15.
Igualmente, hay problemas con la disociacin o segmentacin de los campos de educacin cientfica, humanstica, tcnica-tecnolgica, cultural, artstica y deportiva (num. 16). Aqu por
lo menos habra que tener en cuenta
los interesantes desarrollos didcticos
del pensamiento complejo u holstico
(incluso hay quienes hablan de la emergencia de la hiper-complejidad)16, que
contemporneamente ha provocado
una serie de profundas crisis en las tradicionales y decadentes divisiones y separaciones disciplinarias. Ms an, si
tomamos en cuenta que el pensamiento indgena y popular17 no procede
de manera disciplinar sino ms bien a
travs de una serie de procesos de
comprensin de las totalidades y realidades complejas e interactivas.
Por lo dems, hay un privilegio epistemolgico de un conjunto de dispositivos propios de la modernidad (occidental y eurocntrica) como, por ejemplo, la prerrogativa de la investigacin
cientfica (num. 12). No se trata de
desconocer la cientificidad del proceso
educativo, pero el mtodo cientfico (de
carcter moderno) no es el nico camino para producir saberes y conocimientos. De hecho, los pueblos indgenas (re)crean sentidos, saberes y experiencias desde y a partir de matrices
endgenas que no son ni modernas, ni
eurocntricas, sino ms bien propiamente andinas y amaznicas18.
La cientificidad (educacin cientfica, investigacin cientfica) y los
avances de la ciencia son propios
de la modernidad eurocntrica y como
tales no slo eficaces dispositivos del
desarrollo capitalista19 sino tambin generadores de una serie de tradicionales
subalternizaciones de los modos no-occidentales de conocer y de producir
conocimiento. Por tanto, la opcin alternativa no es plantear una ingenua
complementariedad sino ms bien
(pro)pugnar por la radical descolonizacin y, consecuente, re-constitucin
de los saberes y conocimientos (propios) indgenas u originarios.
de
la
1
Ante-proyecto de la Nueva Ley de la Educacin Boliviana Avelino Siani y Elizardo
Prez, Ministerio de Educacin y Culturas,
septiembre de 2006.
2
Agradezco los valiosos comentarios de Alvaro
Cano, Amalia Rodrguez y Heidi Urday.
3
Privilegiamos el anlisis crtico pedaggico
porque consideramos que el horizonte terico
poltico del Ante-proyecto y las consecuentes
determinaciones filosficas y epistemolgicas,
son las que posibilitan (o no) las construcciones
curriculares y la propia gestin de aula.
4
Aqu se intenta mostrar una visin global del
Ante-proyecto y en este marco se procura poner
de relieve slo las cuestiones ms importantes y
sustantivas del Ante-proyecto.
5
Cfr. CTEUB, La escuela para rescatar la
patria, Sucre, 2006.
6
En la Introduccin (p. 12) se intenta definir el trmino descolonizacin, pero se lo
hace en trminos descriptivos (fronteras tnicas e igualdad de oportunidades), acotados
al campo de las sociedades indgenas y sin
ninguna connotacin pedaggica.
7
Modernidad es bsicamente una forma peculiar de organizacin social que naci con la conquista de Amrica y se cristaliz inicialmente en
el norte de Europa occidental en el siglo XVIII.
En lo social se caracteriza por la existencia de
instituciones como el estado-nacin y la burocratizacin de la vida cotidiana basada en el saber
especializado; en lo cultural se singulariza por
orientaciones como la creencia en el progreso
Contina en la pgina 11
La defensa cultural
y econmica de la
coca no debe
soslayar la
preocupacin por el
medio ambiente y la
diversificacin
agrcola
La implantacin de cultivos excedentarios e ilcitos de hoja de coca ha
generado en Bolivia impactos negativos
en el equilibrio ecolgico preexistente.
La mayora de los cultivos excedentarios se los realiz en las reas de colonizacin del Trpico de Cochabamba, en tierras frgiles y de difcil acceso.
Tambin se han detectado cultivos ilcitos de coca y pozas de maceracin
para la produccin de cocana en las
reas de reserva forestal de los Parques Nacionales del trpico de Cochabamba, por lo que su biodiversidad se
encuenta en serio peligro.
En el circuito cocacocana, la lgica
de produccin se encuentra orientada
a la maximizacin de beneficios en el
menor tiempo posible, generando practicas agrcolas depredadoras, expresadas en la tala indiscriminada de bosques tropicales y subtropicales, en la
quema de la cubierta vegetal con el
perjuicio ecolgico que acarrea, en la
destruccin del paisaje y de nichos ecolgicos, en la erosin y empobrecimiento de suelos agrarios, en la destruccin
de la fauna y flora. Adase a ello la
contaminacin del subsuelo y los ros
por el uso indiscriminado de agentes
qumicos y por la accin nociva de los
precursores, con el consiguiente impacto negativo en el medio ambiente.
De acuerdo a informes de la Oficina
contra la droga y el delito dependiente
de Naciones Unidas (juio 2005) se establece que si bien no se lleg todava
*
Antecedentes
El advenimiento de Evo Morales a
la presidencia de Bolivia marca la culminacin de un perodo importante en
la historia de Bolivia.
Este perodo empieza con la revolucin de 1952, cuando se trata de conformar un Estado nacional que logre
hacer viable el proyecto boliviano. Las
caractersticas de ese momento histrico sern la hegemona de los llamados partidos nacionalistas, tanto en sus
versiones de derecha como de izquierda. En lo cultural se tratar de absorber a la poblacin indgena, hacindola
desaparcer bajo un supuesto mestizaje. En lo econmico se tratar de que
el Estado controle las principales fuentes de riqueza, que son las extractivas
de minas y petrleo.
Este proyecto nacionalista fracasar estrepitosamente. El intento de hacer desaparecer a las naciones originarias culminar con la desaparicin del
instrumento creado para ese efecto, el
sindicalismo campesino, o por lo menos con su metamorfosis radical como
expresin de las naciones originarias.
Surgirn organizaciones nuevas como
la Central Indgena del Oriente Boliviano, CIDOB y la Organizacin de
Ayllus y Markas del Qullasuyu,
CONAMAQ, entre otras. Estas organizaciones enfocan la lucha de los indgenas del campo no bajo el molde clasista en el que se los quiso encerrar,
sino bajo parmetos que toman en
cuenta las reivindicaciones de tierra
con territorio, es decir de identidad nacional.
A nivel econmico el modelo de control estatal fue lentamente degenerando en la sumisin a los dictados de los
modelos neoliberales. Polticamente los
ideales y energa de este perido fueron agotndose hasta concluir con la
administracin decadente y lastimera
del ex presidente Carlos D. Mesa.
El elemento ms interesante de este
perodo es el nacimiento de oganizacio-
Durante el Congreso de refundacin que tuvo lugar el 14 de noviembre en el cine Mxico de la ciudad de La Paz, los delegados
venidos de los diferentes departamentos y provincias saludan a Felipe Quispe y los miembros de la direccin nacional. Foto Pukara
La tarea inconclusa
El gobierno de entonces no pudo ni
supo eliminar las causas de estos malestares. La visin hacia el indgena era
condescendiente, de una falsa superioridad. Cuando el entonces ministro y
actual senador de PODEMOS Wlter
Guiteras se refera a la prensa sobre
las negociaciones que llevaba adelante con la CSUTCB a la cabeza de Felipe
Quispe, al referirse a los temores campesinos de que el gobierno los engae
en las negociaciones, deca con sorna
e imitando el modo de hablar indio
apoyo creciente que comienza a recibir Felipe Quispe en su proyecto poltico de reconstitucin poltica.
El otro factor que se convierte en
apoyo para el proyecto Pachakuti proviene de quienes esperaban de Evo Morales acciones ms claras y decididas
de transformacin social. Muchos no
entienden cmo teniendo el apoyo mayoritario de la poblacin, contando con
mayora en el Parlamento, con un gabinete por primera vez en muchos
aos de una sola corriente poltica y
con un apoyo internacional decidido y
atento, no solo de gobiernos como Cuba
y Venezuela, sino tambin de la social
democracia internacional, el actual gobierno pueda ser tan indeciso y vacilante.
Para estos sectores las reformas llevadas adelante por el MAS y las que
estn todava en carpeta, parecen a medias aguas y pueden provocar en el
futuro inmediato el retorno triunfante
de las fuerzas polticas que fueron expulsadas del poder. El hecho de que
Felipe Quispe haya sido un lider combativo, que estuvo en primera lnea en
momentos de enfrentamiento frontal y
que posee reconocida capacidad de
liderazgo de multitudes, hace que se
piense en l como la encarnacin de la
fuerza que puede radicalizar este proceso y sacarlo del impase en el que
muchos temen est entrampado.
Con estos antecedentes se efectu
el 14 de noviembre el congreso de refundacin del Movimiento Indgena
Pachakuti. Fue un congreso que concluy con lineamientos innovadores que
pueden proyectar a esta organizacin
a niveles espectables en cuanto a
protagonismo poltico.
La naturaleza de la
reconstitucin
Es importante recalcar que tuvo lugar un proceso de autocrtica importante. Se identificaron problemas que
explicaron el alertagamiento de esta
organizacin, luego de su brillante aunque breve protagnismo poltico. Entre
estos factores se pueden citar los que
corresponden al encierro de la poltica indgena en s misma.
La resistencia anticolonial y la dureza de los mecanismos de represin,
aculturacin forzada, discriminacin y
explotacin por parte de los colonizadores antiguos y actuales, hizo que el
movimiento indgena desconfiara de los
otros componentes de la actual sociedad boliviana. No supo distinguir amigos ni aliados, sean estos ocasionales
o no. Se desarroll una crtica global a
la sociedad boliviana que concluy en
la elaboracin de propuestas reducidas
al extremo a la poblacin indgena, lo
que llev a callejones sin salidas y a la
inviabilidad poltica. Esta situacin se
complement con un marco terico que
sobrevalor al extremo la identidad y
Ahora Movimiento
Pachakuti en el nuevo tiempo
La respuesta dada en este congreso
es la constitucin de un organismo poltico indgena abierto a todos los que
estn dispuesto a luchar en pos de un
objetivo comn: la descolonizacin, la
liberacin social y nacional de todos los
pueblos que habitan en este territorio.
En este proceso el indgena se propone como gua y hegemona poltica, no
solo por la importancia de la cantidad
numrica que tiene dentro de la poblacin de este pas, o por la legitimidad
de ser pueblo colonizado, sino porque
se siente la poblacin que puede representar y repercutir con mayor intensidad y claridad los objetivos de
construccin de un nuevo orden social,
orden nuevo que deber estar basado
en principios sociales y culturales originarios que se ponen al servicio de todos los habitantes que quieran luchar
por un ideal de bien comn.
As la cultura es una fuente de potencia transformadora y no un refugio
para consolar la identidad en riesgo.
Esa potencia deber nutrirse con todo
aporte nuevo para cumplir, justamente, su funcin revolucionaria.
Esta nueva actitud est simbolizada
por el nombre que se adopt para este
renacimiento: Movimiento Pachakuti.
Se elimina as de su sigla el trmino
indgena pues en significado era reiterativo con el mensaje que trasmite el
concepto pachakuti, dando lugar a
desviaciones que eran interpretadas
por algunos como racismo o culturalismo.
El Manifiesto firmado al finalizar este
congreso prefigura los lineamientos
tcticos que en este perodo este movimiento poltico est encargado de
desarrollar. Se seala la insureccin del
ao 2000 como el inicio del proceso de
autodeterminacin (Pachakuti) del cual
el actual gobierno es una de sus consecuencias. Se alerta sobre el hecho
de que la descolonizacin slo puede
culminar si se es radical con los procesos de transformacin. En lo econmico eso significa deshacer los cimientos de los poderes feudales, oligarcas
y neoliberales que aun perduran en
Bolivia.
En el exterior se
explota el carcter
indgena de nuestro
Presidente, pero no
se deja bien
parado el valor del
proceso que
encabeza
Esta entrevista se la hizo al hermano
Flix Willca Fernndez, asesor en asuntos Indgenas del Canciller de Bolivia
David Choquehuanca, en oportunidad
del Foro Internacional de Globalizacin,
realizado en New York, EE.UU, el 18 de
Noviembre del 2006, en el auditorio The
Coopper Center.
Durante el Foro Internacional de Globalizacin, a la derecha el representante del gobierno de Bolivia Flix Willca Fernndez, a su lado Mnica
Surez y Elmer Herrera de Jacha Uru Indigenous Organization.
Foto: Jacha Uru
Por: Pepo
Aparentemente el gobierno
del MAS quiere amarrarse bien los
pantalones. Ese parece ser el
mensaje de lo ocurrido en ocasin
de la aprobacin de las modificaciones a la Ley INRA. Lo que se
amarre bien en el Parlamento,
que no se desamarre en la Asamblea Constituyente.
10
El ncleo escolar
como dinamizador educativo
Ramiro Gutirrez Condori*
Estos instrumentos o
herramientas de gestin
educativa debern ser
construidos de manera
participativa y difundidos a todos los ncleos
del rea rural del pas,
como parte de la polticas de reestructuracin2 y cambio pedaggico, a diferencia de
los proyectos de ncleo
del Programa de Reforma Educativa, los nuevos proyectos debern
ser implantados de
manera permanente y
con una base de principios ideolgicos que
sern definidos con
base a los principios ya
vigente en las comunidades originarias y/o
Una reforma educativa correcta para los pueblos indgenas slo puede ser una poltica educativa
barrios, las demandas
descolonizadora.
Ilustracin, fuente: www.pachakuti.org
locales y los lineamientos de los niveles
nacional y regional
Ayllu de Warisata? Por qu no se tom tcnicas referidas a aspectos organiza- (macro-tnico, municipal y deparen cuenta la experiencia de gestin tivos y de planificacin educativa, tamental), al ser recomendable que los
educativa de Warisata? Con qu ob- tomando como base la experiencia de proyectos sean permanentes, es necejetivos reales se disearon y ejecu- la escuela Ayllu de Warisata.
sario estudiar los lineamientos que
taron los proyectos educativos en
En este marco, es necesario definir a permitirn gestionar el currculo en el
Bolivia?
los ncleos como instancias de organi- mbito de ncleo y la composicin de
Las respuestas a estas interrogantes zacin, gestin y administracin educa- los equipos docentes y los concejos
son obvias, a ninguna autoridad ni a tiva, asimismo definir la base ideolgica educativos.
tcnicos nacionales que cocinaron que regir en los ncleos educativos del
Se debe tratar de disear los proyecla propuesta segn los requerimientos rea rural; se debe considerar que los tos como instancias donde se generarn
y fines de los organismos internacio- proyectos educativos de ncleo (PEN) son cambios que beneficiarn no slo al
nales, les interes implantar una poltica temporales y slo sirven para atender aprendizaje de los alumnos y alumnas,
descolonizadora que tenga como fin la algunos problemas de aula de manera sino al desarrollo global de la comuniliberacin del indgena y la implantacin aislada y para construir escuelas o dotar dad, en un marco de respeto y consde un modelo de gestin educativa que mobiliario y no para instaurar verdaderos truccin colectiva; en este sentido, la
iba contra los principales objetivos de procesos de reestructuracin y cambio; gestin por proyectos, plantea el desala Reforma Educativa; ms al contra- si bien este tipo de proyectos son posi- fo de instaurar en las unidades educario, lo que se busc en el fondo fue tivos para las escuelas, es necesario pen- tivas de los ncleos la colaboracin y
mayor alienacin y alineacin, en la sar desde adentro en la implementa- el trabajo cooperativo de manera permisma lnea de las escuelas fundamen- cin de proyectos permanentes que ge- manente y crear instancias organizatitales del MNR, slo que ahora con un neren compromiso y difundan entre sus vas que articulen el trabajo de los dodiscurso supuestamente intercultural. miembros principios y valores que den centes con la comunidad y garanticen
Esta poltica educativa ha implemen- identidad al ncleo, haciendo que los ac- una gestin saludable. En este sentido
tado en ms de mil ncleos y redes edu- tores sientan compromiso, adscripcin y es prioritario promover valores como
cativas del pas, una estrategia de pro- lealtad a la institucionalidad del ncleo y parte de los procesos de socializacin
yectos que no permite generar proce- la comunidad, como sucedi en Warisata institucional y construccin de la idensos de reestructuracin de manera per- y otras escuelas donde se implant una tidad del ncleo y desarrollar procesos
manente ni articular la escuela con la filosofa que consideraba a la escuela la de investigacin y reflexin que institucomunidad, por lo que es imperioso taqe jaqe utapa (la casa es de todos) cionalicen procesos auto formativos y
considerar en la definicin de las nue- generando sentimientos de inclusin, de de aprendizaje organizativo.
vas polticas educativas, orientaciones pertenencia y de responsabilidad social.
11
Viene de la pgina 4
continuo, la racionalizacin de la cultura y los
principios de individualizacin y universalizacin. En lo econmico se particulariza por sus
vnculos con diversas formas del capitalismo,
comprendiendo tambin al socialismo de Estado
como una forma de la modernidad.
8
Est demostrado que la escuela es una institucin disruptiva en la dinmica propia e interna de las comunidades indgenas. Cfr. Don Isidro
Huamani, El mito de la Escuela, en: Arinsana.
No. 2/3, julio 1986, pp. 177-179.
9
El pedagogismo ingenuo remite, en ltima
instancia, a las decadentes ideas burguesas de
Rousseau. Cfr. ROUSSEAU , Juan Jacobo. Emilio
o de la educacin. Mxico, Porra, 1989.
10
Cfr. FOUCAULT, Michel, Vigilar y castigar,
Mxico, Siglo XXI, 1994 (original en francs,
Gallimard, Paris, 1975).
11
Aqu la nocin de poder disciplinario
teorizado por M.Foucault resulta absolutamente
crucial. Cfr. FOUCAULT , Michel, Verdad y
poder, en: Microfsica del Poder, Madrid, La
Piqueta, 1992, p. 181.
12
El austriaco Ivn Illich, hizo una severa
crtica a la escuela, acusndola de tener como
nico fin legitimar y reproducir la sociedad de
consumo. Cfr. ILLICH, Ivn, La sociedad desescolarizada, Barcelona, Barral, 1974.
13
Cfr., por ejemplo, GIROUX , Henry A.,
Estudios culturales, pedagoga crtica y
democracia radical, Madrid, Popular, 2005.
14
Cfr. SUREZ, Liliana y R. Ada Fernndez
(eds.), Descolonizando el feminismo. Teoras y
prcticas desde los mrgenes, Universidad de
Valencia, 2006.
15
Prestigiosos investigadores abordan la Pedagoga de la Ternura como una tendencia bsica
de la educacin contempornea, que centra su
atencin en un proceso dirigido a estimular el
desarrollo integral de la personalidad de los estudiantes. Cfr. L.TURNER Mart, B . Pita C .,
Pedagoga de la Ternura, La Habana, Pueblo y
Educacin, 2002; CUSSIANOVICH , Alejandro,
Pedagoga de la Ternura y la Transformacin,
en: Propuestas para una educacin liberadora.
Seminario Internacional. Instituto de Pedagoga
Popular. Lima, agosto, 2004, pg.1530; COSSIO
M., Rosmery, La pedagoga de la ternura una
alternativa para educar, en: Kimsa Pacha (La
Paz) Edicin de 5 oct 2006, etc.
16
Asistimos a la emergencia del paradigma de
la complejidad en el hacer, pensar y sentir, que
est transformando profundamente los patrones
clsicos del aprendizaje en el sentido que la
realidad no es algo fuera del sujeto (crisis del
mito de la objetividad) y que la accin de conocer
tambin modifica a quien est conociendo. As,
y en oposicin al modo de pensar tradicional (de
carcter reduccionista), que divide el campo de
los conocimientos en disciplinas y desintegra la
complejidad de lo real, el pensamiento complejo
o multidimensional reintroduce la posibilidad de
pensar (al mismo tiempo) varias relaciones,
interacciones y constelaciones.
17
Cfr. KUSH , Rodolfo, El pensamiento indgena y popular en Amrica. Buenos Aires,
Hachette, 3ra. edi., 1977, 268 pp.
18
Simn Yampara es uno de los intelectuales y
pensadores aymaras/qullanas con ms y mejor
production terica al respecto. Vase, por
ejemplo, Matrices civilizatorias y culturales:
interculturalidad o dilogo de civilizaciones?,
La Paz, 2005, indito, y Pedagoga desde el
ayllu, La Paz, 2006, indito.
19
Michel Foucault seala que el poder est
ntimamente unido al saber. Es el poder de las
lites dominantes el que produce las certezas,
porque en definitiva dice quin tiene razn. Para
Foucault, la verdad depende de quienes ostentan
el poder. Es ms, hay un saber que nace o se
desprende de las prcticas sociales de control y
vigilancia; Foucault, asumiendo a Nietzsche,
asegura que en un momento mentiroso y
arrogante de la historia, los hombres inventaron
el conocimiento cientfico. Cfr. FOUCAULT , M .,
La verdad y las formas jurdicas, Mxico,
Editorial Gedisa, 1986.
20
No slo se trata de la microfsica, que hablara
de las relaciones individuales y los espacios
donde el poder se vuelve tcnica, sino tambin
de una fsica global del poder, ya que las
instituciones y la institucionalizacin son de las
principales formas de disciplina y de
normalizacin. Cfr. FOUCAULT, Michel, Verdad
y Poder, en: Estrategias de poder. Obras
Esenciales Vol. II. Barcelona: Paids. 2000, p.
45.
21
Cfr. ALAPERRINE-BOUYER, Monique, Las
estrategias de una educacin al servicio del poder
colonial, en: Dorbigny. Miradas cruzadas de
Europa y Amrica latina, No. 2, diciembre 2005,
pp. 41-48.
22
Cfr. YAMPARA H ., Descolonizacin y reconstitucin de las estructuras y el pensamiento
andinos, La Paz, 2006, indito.
23
Cfr. SAAVEDRA, Jos Luis, Aproximaciones
a un pedagoga andina, Cochabamba, UMSS,
Tesis de Licenciatura, 1989.
12
La coyuntura
poltica