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Geología de Capelada-Ortegal

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COMPLEJO BSICO-ULTRABSICO

DE CAPELADA-CABO ORTEGAL
UN NUEVO GEOPARQUE PARA EL DESARROLLO
GEOTURSTICO Y CULTURAL DE GALICIA?

COMPLEJO BSICO-ULTRABSICO
DE CAPELADA-CABO ORTEGAL
UN NUEVO GEOPARQUE PARA EL DESARROLLO
GEOTURSTICO Y CULTURAL DE GALICIA?

LE INFORMAMOS QUE ESTE LIBRO EST DISPONIBLE


EN VERSIN PAPEL. SI EST INTERESADO EN
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http://www.meubook.com/pg/socialcommerce/cics2014/
read/112823/complejo-ultrabasico-de-capelada-cabo-ortegal

Santiago de Compostela, 2014

Los autores

Depsito legal: C 1087-2014


ISBN: 978-84-8408-771-7

No se permite la reproduccin total o parcial de este libro, ni su incorporacin a un sistema informtico,


ni su transmisin en cualquier forma o por cualquier medio, sea ste electrnico, mecnico, por fotocopia,
por grabacin u otros mtodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infraccin de los derechos
mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del
Cdigo Penal)
Dirjase a CEDRO (Centro Espaol de Derechos Reprogrcos) si necesita fotocopiar o escanear algn
fragmento de esta obra. Puede contactar con CEDRO a travs de la web www.conlicencia.com o por telfono en el 91 702 19 70 / 93 272 04 47

Andavira, en su deseo de mejorar sus publicaciones, agradecer cualquier sugerencia que los lectores hagan al departamento editorial por correo electrnico: andavira@andavira.es

Impreso en Espaa/Printed in Spain


Impresin: Trculo Comunicacin Grca, S. A.

Andavira Editora, S. L.
Va de dison, 33-35 (Polgono del Tambre)
15890 Santiago de Compostela (A Corua)
www.andavira.com

INDICE DE AUTORES:
Coordinacin:
FELIPE MACIAS VAZQUEZ

Con la colaboracin de:


ROSA CALVO DE ANTA
AUGUSTO PEREZ ALBERTI
XOSE LUIS OTERO PEREZ
CARLOTA GARCIA PAZ
ANTONIO MARTINEZ CORTIZAS
JOSE RAMON VERDE VILANOVA
CARMEN PEREZ LLAGUNO
CARMEN NIETO OLANO
FELIPE MACIAS GARCIA
ISABEL MACAS GARCA
MARIA TERESA GARCIA ARES
RUTH SAIZ RUBIO
DIEGO ARAN FERREIRO
ELENA DIEZ RODRIGUEZ
DAVID ROMERO CHOUZA
DARIO ROBERTO BOLAOS GUERRON

INDICE

CONTENIDO

Pg.

Complejo Bsico-Ultrabsico de Capelada-Cabo Ortegal. Un nuevo


Geoparque para el desarrollo geoturstico y cultural de Galicia?...............

Qu es un Geoparque auspiciado por la UNESCO?.................................

Oportunidad del Geoparque del Complejo Bsico-ultrabsico de


Ortegal-Capelada

El contexto geolgico del Complejo Bsico-Ultrabsico de Sierra de la


Capelada-Cabo Ortegal..

Hiptesis gentica sobre la gnesis del Complejo de Cabo Ortegal..

14

Litologa y Aprovechamientos...

16

Geomorfologa
1.- Los contrastes topogrficos..
2.- Los acantilados de San Andrs de Teixido y Vixa Herbeira..
2.1.- La gnesis de la estructura
2.2.- Los procesos de modelado...

24
25
26
26
27

Procesos de alteracin: Formacin de Saprolitas...

30

Los suelos...

39

Los recursos Agronmicos.

58

Flora
Inters ecolgico
Especies raras
Especies endmicas...
Edafsmos ultrabsicos..
Especies de reas reducidas...

64
68
69
69
71
72

CONTENIDO

Pg.

Fauna..
Franja costera.
Pinares...
Zonas hmedas de altura...
Pastizales...
Bosquetes residuales de ribera...
Eucaliptales

74
75
76
76
77
77
77

Los Hbitats
Breve descripcin de los hbitats presentes en la zona.

78
80

Cultural...
Las leyendas sobre San Xiao do Trebo y la Fonte da Moura.
Sobre el topnimo de Cario.
Tradiciones
La danza de arcos..
La romera de San Xiao do Trebo.

84
86
88
88
88
89

Suelos, Actividad humana y Arqueologa..

89

Bibliografa.

91

Referencias Web.

98

ii

GUA DE CAMPO. 6 CONGRESO IBRICO DE CIENCIA DEL SUELO

Complejo Bsico-Ultrabsico de Capelada-Cabo Ortegal. Un nuevo Geoparque


para el desarrollo geoturstico y cultural de Galicia?
Objetivos
La lnea argumental de la visita de campo que se realizar en el 6 Congreso
Ibrico de la Ciencia del Suelo es la de dar inicio a los trabajos para conseguir que
el Complejo Bsico-Ultrabsico de Capelada-Cabo Ortegal llegue a tener la
calificacin de Geoparque auspiciado por la UNESCO. Dentro de este objetivo se
pretende que los procesos de alteracin y formacin del suelo, la edafodiversidad y
los tipos de usos y aprovechamientos derivados intervengan de forma protagonista
en la elaboracin del Plan de desarrollo geoturstico y cultural del rea
seleccionada, junto con los valores geolgicos, culturales, tursticos, etc. Es, por
tanto, un primer acercamiento a algunos de los aspectos que deben desarrollarse
para, posteriormente, elaborar la documentacin que debe presentarse ante las
instituciones espaolas y europeas y, de ser aprobada, ante la UNESCO.
Qu es un Geoparque auspiciado por la UNESCO?
Un Geoparque es una figura reconocida por la UNESCO tras las
experiencias de promocin de los valores geolgicos generadas en Europa desde
principios de la dcada de 1990, siendo Espaa uno de los 4 pases pioneros en esta
iniciativa. En Junio del 2000 se cre la Red de Geoparques Europeos (European
Geoparks Network, EGN), como una organizacin voluntaria de cooperacin
mutua y con la financiacin de un programa europeo LEADER II C. Ms tarde, a
la vista del xito de la experiencia europea, la UNESCO auspici el programa
extendindolo a todo el mundo. Se cre de este modo la Red Mundial de
Geoparques (World Geoparks), asistida por UNESCO, como una actividad
complementaria del Programa Internacional de Geociencias, PICG (antes Programa
Internacional de Correlacin Geolgica). Esta iniciativa apoya el programa de
Parques Geolgicos como una nueva iniciativa para promover una red Mundial de
Parques Geolgicos con miras a la salvaguardia y la ordenacin de zonas que
presentan caractersticas geolgicas especiales. El objetivo es promover una Red
Mundial de Parques Geolgicos que preserve el patrimonio geolgico. La Red se
extiende a todas las regiones del mundo y se pretende que sirva para conseguir

modelos ptimos y establecer normativas para territorios que integren el


patrimonio geolgico en una estrategia de desarrollo econmico regional.
La declaracin de un Geoparque se basa en tres principios:
1) La existencia de un patrimonio geolgico que sirva de protagonista y eje
conductor.
2) La puesta en marcha de iniciativas de geoconservacin, educacin y
divulgacin,
3) La creacin de un proyecto de desarrollo socioeconmico y cultural a escala
local basado en el patrimonio geolgico, arqueolgico, cultural, paisajstico,
turstico, gastronmico, etc.
As que son tres los pilares que sustentan la creacin y funcionamiento de un
Geoparque: patrimonio geolgico, geoconservacin y desarrollo local. Por ello,
los Geoparques deben tener unos lmites claramente definidos y una extensin
adecuada para asegurar el desarrollo econmico de la zona, pudiendo incluir reas
terrestres, martimas o subterrneas. Se valora especialmente el desarrollo del
geoturismo, la conservacin del medio natural y la colaboracin entre miembros de
la Red.
Estas ideas son recogidas por el IGME que define los geoparques como un
territorio que presenta un patrimonio geolgico notable y que lleva a cabo un
proyecto de desarrollo basado en la educacin y en la promocin turstica.
En la actualidad hay unos 60 geoparques repartidos entre una veintena de pases.
En Espaa a finales del 2013 haba 8 geoparques reconocidos: Geoparque del
Maestrazgo (Teruel), Parque Natural de las Sierras Subbticas (Crdoba), Parque
Natural del Cabo de Gata (Almera), Parque de Sobrarbe (Huesca), Costa Vasca
(Guipzcoa), Sierra Norte de Sevilla, Villuercas-Ibores-Jara (Cceres) y Catalua
Central. En Portugal hay tres: Naturtejo, Arouca y Azores.
Un Geoparque no es un espacio natural protegido, pues no implica la proteccin
genrica del territorio ni una regulacin de usos. En algunos casos los Geoparques
coinciden o engloban espacios naturales protegidos, aunque no es un requisito
imprescindible. De hecho, a menudo la declaracin de un geoparque se utiliza
como estrategia de geoconservacin alternativa a los espacios protegidos que,
generalmente, limitan determinadas actividades y usos del suelo. De todas formas

en un Geoparque los lugares de inters geolgico reconocidos deben contar con


medidas de proteccin y de gestin.
A la hora de declarar Geoparques se valora muy positivamente la
existencia de otros recursos naturales y culturales, como arqueolgicos, histricos,
etc. Debido a que los Geoparques son iniciativas de desarrollo local basadas en un
turismo atrado por el patrimonio geolgico y otros recursos culturales y naturales,
deben llevarse a cabo en cooperacin con la poblacin local. Los sistemas de
gestin son mltiples: patronatos, comisiones, cargos dependientes de
mancomunidades, ayuntamientos, etc. Se exige que cada Geoparque posea un
organigrama con funciones y responsables bien definidos, que garantice
eficazmente la conservacin del patrimonio natural/cultural y promueva el
desarrollo sostenible, fruto de la gestin apropiada del medio geolgico. Para ello
se requiere la implicacin de todos los habitantes del territorio, fomentando la
iniciativa privada.

Fig. 1.- Geoparques europeos a 1 de enero de 2014.

Iniciativas relacionadas son las de Geoturismo de las que Espaa tiene una
amplia representacin en las provincias de: Alicante, Almera, Crdoba, Asturias,
Badajoz, Barcelona, Burgos, Cceres, Cdiz, Cantabria, Ciudad Real, Cuenca,
Guipuzcoa, Granada, Guadalajara, Huelva, Huesca, Ibiza, Jan, Las Palmas, La
Rioja, Len, Lrida, Madrid, Mlaga, Mallorca, Navarra, lava, Palencia,
Salamanca, Segovia, Sevilla, Soria, Tenerife, Teruel, Valencia, Valladolid,
Zaragoza.
OPORTUNIDAD DEL GEOPARQUE DEL
ULTRABASICO DE ORTEGAL-CAPELADA.

COMPLEJO

BASICO-

El Complejo bsico-ultrabsico de Ortegal-Sierra de la Capelada est considerado


como uno de los enclaves de mayor inters geolgico de la Pennsula Ibrica y de
Europa. En el pueden verse en superficie notables formaciones gneas y
metamrficas que nos hablan de las condiciones del interior de la corteza e incluso
del manto. Rocas, como las eclogitas que han soportado presiones de ms de
13.000 atmsferas, que suelen considerarse como el material prototipo del manto,
aparecen en superficie en lugares emblemticos como los miradores de Ortegal,
Miranda o Concepenido rodeadas de un conjunto bsico-ultrabsico en el que se
reconocen diversos tipos de rocas peridotticas, lherzolitas, serpentinitas,
granulitas, anfibolitas, gneises bsicos e incluso lavas almohadilladas (pillow
lavas), con una complejidad mineralgica y petrogrfica sin parangn, que permite
observar en superficie un complejo ofioltico completo. Estas rocas, han sido
alteradas, plegadas y tectonizadas a lo largo de los ltimos 500 millones de aos,
pudiendo encontrarse entre sus componentes circones cuya datacin nos lleva ms
all de los mil millones de aos.
El Complejo bsico-ultrabsico ha sido objeto de multitud de trabajos, desde los
pioneros de Isidro Parga Pondal, hasta los ms recientes realizados por gelogos,
como Ricardo Arenas de la Universidad de Madrid, Martnez Cataln de la
Universidad de Salamanca, Florentino Daz de la Universidad de Oviedo o Gil
Ibarguchi de la Universidad del Pas Vasco y otros muchos investigadores de
diferentes universidades, as como del IGME. Tambin se han formado sobre estas
rocas saprolitas, suelos y formaciones superficiales diversas que nos permiten
completar la flecha del tiempo de los materiales terrestres, desde los circones cuyas
determinacin de la edad alcanza valores en torno a 1000 millones de aos hasta
nuestros das, pudiendo apreciar su influencia en el desarrollo de una extraordinaria
biodiversidad en sus valles, bosques, acantilados y mares litorales, lo que explica la
intensa y antigua colonizacin humana de esta zona, demostrada por Federico
Macieira, y su riqueza en matices, paisajes, historia cultural y gastronoma. Es

decir, todos los valores que el concepto de Geoparque considera en la definicin de


esta figura relevante de reconocimiento de los valores naturales.
El complejo bsico-ultrabsico se extiende fundamentalmente por los municipios
de Cario, Ortigueira, Cedeira, Valdovio, Cerdido, Somozas, Moeche y San
Sadurnio. Lograr para esta zona de grandes valores geolgicos, litolgicos,
geomorfolgicos, mineralgicos, edafolgicos, de biodiversidad, agricultura,
silvicultura, pesca, marisqueo, turismo paisajstico, recreativo y cultural,
gastronoma, etc., la denominacin de Geoparque auspiciado por la Unesco puede
servir para poner a Galicia en un lugar relevante del conocimiento y del turismo
que complete sus numerosos y reconocidos valores.
En sntesis, el rea del Complejo Bsico-Ultrabsico de la Sierra de la CapeladaCabo Ortegal presenta en un grado elevado todos los requerimientos de este tipo de
figuras:
-

Patrimonio geolgico de extraordinario valor cientfico con amplia


representacin de rocas diferentes, en su mayor parte propias del manto y
de corteza ocenica que pueden ser observadas en superficie.
Probablemente uno de los lugares de Europa ms estudiados, con
numerossimas tesis doctorales de investigadores de Holanda, Francia,
Reino Unido, Espaa, Portugal, etc.
Formas de relieve sorprendentes. Acantilado ms alto de la Europa
continental con ms de 600 m en Herbeira con rocas ultrabsicas, relieves
eclogticos y granulticos. Rocas metamrficas caractersticas del manto y
corteza ocenica que han soportado presiones del orden de unas 10.000
atmsferas. Miradores de Miranda, Coucepenido, Ortegal, etc., Islotes dos
Aguillns, formas de microkarst serpentnico, pliegues, ensenadas, ras,
ros, terrenos montaosos, cataratas, evidencias periglaciares y glaciares
Alteraciones y suelos de gran importancia cientfica con manifestaciones
ferralticas de millones de aos, y suelos incipientes con carcter ndico
(Andosoles alundicos) sobre los mismos materiales (anfibolitas y otras
rocas metabsicas) y, tambin, suelos hipermagnsicos (Leptosoles
mllicos y Phaeozem lpticos saturados en Mg) que no se presentan
prcticamente en otros lugares de la Pennsula Ibrica.
Minerales de elevado inters cientfico: zaratitas, morenositas, cloritas
(kotchubeita,) y vermiculitas trioctadricas de origen hidrotermal con
modificaciones de intemperizacin y edafognesis, minerales del grupo de
la serpentina, anfboles fibrosos, talco, granates, palos,..

Fig. 2.- Dos minerales del Complejo Bsico-Ultrabsico recogidos por el Museo de
Historia Natural de Luis Iglesias. A) Zaratita es un mineral de la clase de los minerales
carbonatos y nitratos de nquel (Ni3CO3.(OH)4.4H2O. Fue descubierta en 1851 en
Teixedelo, siendo nombrada as en honor de Gil y Zrate, escritor, poltico y pedagogo
espaol. En algunos escritos se ha reflejado con el nombre de Teixedelita. B) Morenosita,
mineral cuya frmula qumica es NiSO4 7H2O. Debe su nombre al farmacutico y qumico
espaol Antonio Moreno Ruiz, de la Academia de Ciencias Naturales (1796-1852). Otros
nombre que recibe este mineral es epimillerita.

Fig. 3.- Desde el Cabo Ortegal, el punto ms occidental, pueden verse los acantilados en
rocas ultrabsicas del macizo del Limo y formas de litoral de costas basculadas y en
retroceso, en un paisaje en el que la niebla y la saturacin de humedad del aire es
prcticamente continua.

Mezcla de las aguas del Ocano Atlntico y del mar Cantbrico con una
fauna y flora de extraordinaria relevancia.
Aprovechamientos silvcolas, agronmicos, pesqueros, mineros, tursticos,
etc., integrados y sostenibles.
Hbitats y Biodiversidad marina, litoral y continental de extraordinaria
importancia con varias especies en riesgo de extincin o protegidas, tanto
de flora como de fauna. Zonas LIC, Zepas y Ramsar.
Patrimonio cultural extraordinario con multitud de yacimientos
arqueolgicos, patrimonio religioso y cultural, leyendas, y San Andrs
de Teixido como lugar obligado de peregrinacin para ponerse a la altura
de Santiago: Cala Andrs, irn a verte de morto todos os que non o
fixeran de vivo, e tern que ir arrastrndose.
Paisajes con miradores inigualables: Vixa Herbeira, Ortegal, Limo, Punta
Candelaria, Miranda, Espasante, Campo dos Carrs, Punta do Limo, ,
Gastronoma de extraordinaria calidad
Extraordinaria aula de la Naturaleza apta para la docencia e
investigacin de las Ciencias de la Tierra y del Ambiente a todos los
niveles educativos.

Adems:
-

Sera el primer Geoparque de Galicia


Sera la primera iniciativa de Geoturismo en Galicia.

EL
CONTEXTO
GEOLGICO
DEL
COMPLEJO
BSICOULTRABSICO DE SIERRA DE LA CAPELADA-CABO ORTEGAL.
Anthonioz y Ferragne (1978) consideran que el Complejo Bsico-Ultrabsico
forma parte de los complejos polimetamrficos alctonos del noroeste de la
Pennsula Ibrica junto a los de Ordenes, Laln, Bragana y Morais y el
denominado graben polimetamrfico (fig. 4).
Estos autores sealan que la litoestratigrafa definida a partir de los trabajos de Den
Tex (1961, 1965), Den Tex y Vogel (1962), Vogel (1965, 1967) y Engels (1972) se
compone de dos grupos:
-

Un grupo mesozonal, de anfibolitas montonas que reposa sobre el borde


occidental del complejo, y
un grupo catazonal (de facies granultica y eclogtica) de litologa ms
variada, que incluye
gneis con distena en la base, pyrigarnitas,
plagiopyrogarnitas con y sin hornblenda, eclogitas y meta-ultrabasitas con

una historia policclica polimetamrfica. El primer metamorfismo es


catazonal, mientras que el segundo es de tipo retrogrado.

Fig. 4.- Complejos alctonos polimetamrficos del NW de la Pennsula Ibrica (Anthonioz


y Ferragne, 1978).

Estudios posteriores han completado la visin del Complejo hasta llegar al mapa
presentado por Martnez Cataln et al (2010), elaborado a partir de diferentes
sntesis realizadas por autores como Vogel (1967), Arenas (1988) y Marcos et al.,
(1984). (fig. 5). Segn estos autores el Complejo est formado por tres grandes
tipos de unidades:
-

Unidades Superiores de Presin intermedia. Constituida por paragneises y


metabsicas en facies de las anfibolitas que se conocen como Gneises de
Cario.
Unidades Superiores de Alta Presin y Temperatura. Constituida por
paragneises con inclusiones de retroeclogita (Gneises Bandeados),
eclogitas, granulitas bsicas y anfibolitas (de la Formacin Bacariza) y

rocas ultramficas de los macizos de Limo, Uzal y Herbeira formando el


conjunto denominado Unidad de Capelada; paragneises con inclusiones
mficas en facies de las granulitas (Gneises de Chimparra), metagabros y
anfibolitas de alta temperatura, granulitas y metagabros coronticos de la
Formacin Candieira formando la Unidad de Cedeira y anfibolitas de la
Unidad de Pea Escrita.
Unidades Ofiolticas. Constituidas por las Unidades de Purrido (anfibolitas
masivas), Moeche (metabasitas en facies de esquistos verdes, filitas y
esquistos y serpentinitas), Unidad de Espasante (ortogneises flsicos,
esquistos, anfibolitas y retroeclogitas y unidad de Melange de Somozas con
materiales ofiolticos y sedimentarios.

Gil Ibarguchi y Giardou diferencian:


1.- Unidad basal o Alctono inferior: Unidad de Moeche. Comprende rocas
sedimentarias y restos de una unidad ofioltica recristalizada en condiciones de baja
temperatura y baja presin (facies de los esquistos verdes), junto con rocas
afectadas por metamorfismo de alta presin y temperatura (gneises y eclogitas). La
diversidad y el alto grado de deformacin de la mayor parte de estos materiales
sugiere que se trata de una zona de mezcla tectnica (Melange) originada durante
las fases de tectnica tangencial herciniana y constituida por varios grupos
litolgicos yuxtapuestos.
2.- Estructuralmente por encima de esta unidad se encuentran las rocas ms
extensivas y caractersticas del Complejo: Eclogitas, Granulitas y Peridotitas, y,
sobre ellas, un complejo ofioltico (fig. 5) con metamorfismo regional en facies de
las anfibolitas. Estos materiales aparecen en varias formaciones (Purrido, Pena
Escrita, Agudo y Candieira) donde es posible reconocer la presencia de antiguos
gabros, basaltos, diques de diabasa y plagiogranitos.
Los complejos ofiolticos (fig. 6) son conjuntos de rocas gneas, sobre todo
ultrabsicas y bsicas, que se encuentra emplazados tectnicamente en la corteza
continental y poseen una estructura estratoide caracterstica, con tectonitas
ultrabsicas en la parte basal, seguidas por materiales ultrabsicos, bsicos, gabros
y dioritas masivos. Cortando a estos materiales suele aparecer un complejo de
diques subverticales tableados, y encima lavas almohadilladas (aparecen en la
playa de Espasante en forma de brechas volcnicas metamorfizadas en la facies de
los esquistos verdes) y sedimentos pelgicos. Son, por tanto, conjuntos de
fragmentos laminares de corteza y manto ocenicos, emplazados durante la
convergencia de placas dentro de los cinturones orognicos.

Fig. 5.- Mapa geolgico del Complejo Bsico-Ultrabsico, elaborado por sntesis de los
trabajos de varios autores (Martnez Cataln et al., 2010).

10

Fig. 6.- Esquema de formacin de un complejo ofioltico.

La presencia de este complejo ofioltico sobre regiones autctonas o parautctonas


del continente Gondwana, sugiere la correspondencia de este complejo con un
ocano asociado a este margen (el Ocano Rheico) (Fig. 7). El metamorfismo
asociado al complejo ofioltico de la Capelada se ha datado en torno a 390 Ma, en
el Devnico Inferior (Martnez Cataln et al., 2010). Este metamorfismo estuvo
probablemente relacionado con el cierre del ocano Rheico, pero adems con
procesos de obduccin de material (macizos granulticos/eclogticos) que aparecen
hoy da superpuestos a la unidad ofioltica. As, en el alctono superior puede
distinguirse una unidad estructural formada por gneises migmatticos, con algunas

11

intercalaciones de metabasitas (gneises bandeados y gneises de Chimparra) y otra


que comprende gran cantidad de materiales bsicos y ultrabsicos (dominio de
Concepenido). Los materiales de esta unidad tendra una gran antigedad
(probablemente ms de 2000 millones de aos). La recristalizacin de los protolitos
bsicos origin rocas con granate y onfacita con o sin plagioclasa, esto es,
verdaderas eclogitas y rocas, que podramos llamar gneises con onfacita, mientras
que las rocas pelticas y cuarzofeldespticas fueron transformadas en gneises
migmticos.
3.- El alctono superior de la Capelada (dominio de Concepenido) est constituido
por granulitas con granate y clinopiroxeno, eclogitas y rocas ultramficas. Los
contactos entre eclogitas, granulitas y rocas ultramficas estn marcados por zonas
de intensa deformacin por cizalla. Existe una importante retrogradacin en facies
de las anfibolitas en estas zonas, as como en otras zonas de cizalla dispersas, ms
o menos paralelas a las anteriores. Este metamorfismo se relacionara con los
procesos de ascenso y emplazamiento del complejo en su posicin actual. Las
eclogitas aparecen en una banda de 15 km de largo por 0,1 a 2 km de ancho.
Constituye uno de los mayores afloramientos que se conocen de este tipo de rocas.
Las eclogitas forman a menudo relieves topogrficos prominentes, como el Pico
Concepenido, el alto de Miranda o los acantilados de la punta del Cabo Ortegal
(ver portada y figs. 25 y 26). La mayora de las eclogitas poseen una composicin
similar a la de los basaltos de la dorsal medio ocenica. El metamorfismo
eclogtico tiene una edad de al menos 480 millones de aos.
Las granulitas con granate y clinopiroxeno afloran en buena parte de la Serra da
Capelada y ocupan la mayor parte del alctono superior, con una composicin
heterognea, siendo abundantes los tipos litolgicos ricos en granate y plagioclasa.
Los estudios sugieren que su origen est relacionado con un arco volcnico
prximo a un margen continental, con una antigedad de 480-490 Ma. El
metamorfismo granultico alcanz condiciones de unos 800C y ms de 13,5 kBa,
lo que significa que las granulitas de este complejo, y probablemente tambin las
eclogitas, se formaron en condiciones de presin bastante ms elevada que la
mayora de las granulitas conocidas de otras partes del mundo, donde, a diferencia
de las de Cabo Ortegal, son frecuentes asociaciones de ms baja presin que
contienen ortopiroxeno.
Las rocas ultramficas del alctono superior forman extensos cuerpos laminares de
harzburguitas con espinela y piroxenitas. En menor proporcin aparecen dunitas.
Los dos cuerpos ms importantes son los de Limo y Herbeira, que originan
espectaculares acantilados a lo largo de la costa del Complejo. En el macizo de

12

Herbeira se distingue un fragmento excepcionalmente bien conservado de manto


superior. Se trata de una masa kilomtrica de harzburguitas con piroxenitas, que se
concentran en una lmina de 300 m de espesor por 3 km de largo. Dicha lmina
muestra una alternancia de rocas ultramficas, especialmente piroxenitas y dunitas,
sin ninguna ritmicidad aparente. La alternancia estara relacionada con la
cristalizacin de magmas que se intruyeron en forma de diques en las peridotitas.
Estas rocas ultramficas poseen una intensa deformacin, as como una fuerte
recristalizacin, anteriores al emplazamiento de las mismas en su posicin actual.

Fig. 7.- Esquema de la evolucin en el tiempo de las unidades alctonas superiores del
Complejo Bsico-Ultrabsico de Sierra de la Capelada Capelada-Cabo Ortegal. (segn
Barreiro et al. (2007); basado en Winchester et al., (2002)

13

Martnez Cataln et al., (2010) presentan la evolucin de los materiales alctonos


a lo largo del tiempo, desde el Cambro-Ordovcico al Carbonfero, en relacin con
la posicin de los materiales constituyentes del cinturn Varisco Europeo y las
placas continentales existentes. A partir de los trabajos de Gmez Barreiro et al.
(2007) y Winchester et al. (2002) consideran que de un material localizado en la
parte superior del gran continente de Gondwana la apertura y posterior cierre del
ocano Rheico lleva los materiales que constituyen las unidades alctonas
superiores hacia el norte, hasta confluir en el Silrico medio con Avalonia y
quedar integrado en un supercontinente Pangea en el Carbonfero inferior. (fig. 7).
HIPTESIS GENTICA
La primera teora sobre la gnesis del Complejo de Cabo Ortegal fue establecida
por van Calsteren (1977, 1979) en base a la teora denominada del manto pluma
y sostiene que el Complejo de Ortegal es un complejo subautctono, formado a
partir de intrusiones del magma en la corteza continental inferior. Un manto
pluma est compuesto por rocas del manto localizadas en un punto ms caliente
de lo normal con un extremo en forma de hongo de centenares de kilmetros de
dimetro unido a un conducto largo y estrecho (fig. 8).
Cuando el extremo de la pluma se aproxima a la base de la litosfera fra, se
expande hacia los lados. La fusin por descompresin en el interior del extremo de
la pluma genera grandes volmenes de magma basltico que asciende y provoca el
volcanismo en superficie. El resultado es una regin volcnica, siendo que las
plumas suelen concentrarse debajo de los supercontinentes, de forma que algunos
investigadores han sugerido que los manto plumas han desempeado un papel
significativo en el desarrollo de los rifts continentales. En esta hiptesis las
eclogitas y las granulitas representaran la parte inferior de la corteza continental de
origen precmbrico, intruida por una pluma de peridotitos. (fig. 8).
De acuerdo con los ltimos estudios petrolgicos, geoqumicos y radiolgicos se
considera que el Complejo de Cabo Ortegal es un complejo alctono, originado
fundamentalmente en un entorno ocenico o de arco de islas, que fue
posteriormente sometido a metamorfismo de alta presin y temperatura hace ms
de 490-420 millones de aos. Segn esta hiptesis el complejo surgi a finales del
Paleozoico, como consecuencia de la Orogenia Hercnica, dando lugar al
continente de Pangea. En particular, las formaciones rocosas y montaosas de este
complejo tendran su origen en la colisin entre los dos supercontinentes
Gondwana y Laurentia, coincidiendo con el cierre del Ocano Rheico. Esta
colisin dio lugar a la cordillera Varisca de la que forma parte el Complejo

14

alctono de Ortegal y varios Complejos ofiolticos. Posteriormente la cordillera


Varisca fue arrasada por la erosin dando lugar a una penillanura, que est
representado en esta zona por el Monte de Limo.

Fig. 8.- Esquema, segn Den Tex (1980), de la hiptesis del manto pluma para el complejo
bsico-ultrabsico de Sierra de la Capelada-Cabo de Ortegal.

De esta forma, las unidades superiores, ms antiguas, estn situadas sobre unidades
ms recientes en la escala del tiempo, por lo que se deduce que el Complejo de
Cabo Ortegal puede explicarse por la apertura y posterior cierre del Ocano
Rheico, habiendo restos de este que afloran a travs de suturas en los choques de
los mrgenes continentales de los continentes Laurentia y Gondwana, para originar
Pangea.

15

LITOLOGIA Y APROVECHAMIENTOS
El Complejo bsico-ultrabsico de Sierra de la Capelada- Cabo Ortegal est
constituido por un gran nmero de materiales gneos y metamrficos. Los
principales elementos de este complejo son rocas ultramficas (peridotitas y
dunitas serpentinizadas), rocas mficas (metagabros toleticos: eclogitas, granulitas
y anfibolitas) y metasedimentos cuarzo-feldespticos (gneises granate-biotita,
esquistos verdes y rocas calcosilicatadas). Todas las rocas han sufrido
metamorfismo de alto grado, culminando en las facies de granulitas (hasta 800C,
con frecuente presencia de procesos de migmatizacin) y eclogitas (ms 10.000
atmsferas de presin) seguidas por fases de retrodegradacin.
Las rocas ms abundantes en el complejo son las anfibolitas y granulitas con
enclaves ms localizados de serpentinitas, eclogitas y gneises bsicos de diferentes
composiciones. Los componentes dominantes en las anfibolitas son anfboles y
plagioclasas, presentando tambin con frecuencia un apreciable contenido de
granates. Hay algunas canteras de estos materiales utilizados para ridos de
construccin. (fig. 9).

Fig. 9.- Detalle de roca anfiblica


y metabsica de la zona de
Moeche y afloramientos de las
anfibolitas de Purrido con
vegetacin pionera tpica de
roquedos.

16

Fig. 10 y 11.- Anfibolitas de Punta Candieira. Aspecto de una formacin de tojal-brezal


pastoreada por ganado cabro.

17

Las granulitas contienen como minerales dominantes granates, piroxenos, anfboles


y plagioclasas.

Fig. 12.- Rocas granulticas en el mirador del Campo dos Carrs y su entorno. Fotos David
Vilario.

18

Fig. 13.- Los muros de la iglesia y casas de de San Andrs de Teixido contienen un
muestrario de la gran variedad de rocas granulticas ms o menos migmatizadas.

Como consecuencia de procesos de migmatizacin las granulitas de la Capelada


presentan con mucha frecuencia bandas leucocrticas con abundante cuarzo y
algn feldespato. No suelen ser explotadas, excepto como material de construccin
de muros y viviendas. (fig. 13).

Fig. 14.- Al igual que las eclogitas muchas zonas de granulita destacan en el paisaje y
permiten su utilizacin como miradores.

19

Las eclogitas estn constituidas por piroxenos (onfacita) y granates, si bien debido
a procesos de retrometamorfismo no es rara la presencia de anfboles entre los
componentes mayoritarios. Se han explotado en las canteras de Monte Castrilln y
Punta de Aguillns fundamentalmente como material para la construccin del
muelle de Cario, donde pueden apreciarse una buena muestra de su variabilidad
en composicin y tamao de los cristales. Su extrema dureza y abrasibilidad, junto
con la elevada fracturacin tectnica de la zona, dificulta su uso como roca
ornamental, que podra realizarse dado su rareza y colorido, si bien se han
intentado pequeos aprovechamientos artesanales, como piedra semipreciosa,
como los de los farrumecos y pequeas esculturas (Surez Lago, 1981).

Fig. 15.- Cantera y afloramientos de eclogitas en la Sierra de la Capelada-Cabo Ortegal.


Es una de las escasas canteras de este tipo de materiales que se considera constituyen el
manto y las capas profundas de la corteza.

Las rocas ultrabsicas serpentinizadas corresponden en su mayora a peridotitas y


lherzolitas con espinela-pargasita con un grado de serpentinizacin variable. Hay
tres grandes zonas de rocas ultrabsicas denominadas por los trminos de Uzal,
Herbeira y Limo. Inicialmente estn constituidas casi exclusivamente por olivinos

20

con proporciones menores de piroxenos. La serpentinizacin que puede llegar a ser


total, afectando a toda la masa rocosa origina minerales como crisotilo, antigorita,
bastita, clorita, vermiculita, talco y diferentes espinelas (fundamentalmente
magnetita y cromita). Presentan altos niveles de Ni y Mn y a veces de Cr, Cu y Co.
La explotacin y comercializacin de estos materiales se realiza como dunita.

Fig. 16.- Cantera abandonada de dunitas. Pueden encontrarse minerales clorticos y


vermiculticos trioctaedricos.

Segn el IGME (1975) estos materiales tienen importantes aplicaciones debido a


las siguientes caractersticas:
-

aportan magnesio al lecho de fusin de los materiales frreos en la


industria siderrgica, dando escorias fcilmente eliminables
no decrepitan frente al choque trmico, lo que impide o reduce la
formacin de finos.
no experimentan procesos de hinchamiento y contraccin.
Tienen una dureza de 6.5 a 7.0.

21

Tienen un intervalo de fusin plstico muy corto, ofreciendo mayor


continuidad en la permeabilidad de cargas.
Mejoran la inyeccin de fuel
Tiene alta resistencia mecnica (igual o mayor que la de los minerales de
Fe).
Tienen un bajo punto de fusin (1500C), lo que facilita la formacin de
escorias primarias.
Tienen un carcter neutro permanente, lo que permite variar el volumen de
escoria sin que se presenten desajustes en el ndice de basicidad.
Estn exentas de carbonatos, lo que reduce el consumo de coque
Aumentan el volumen til el horno y por tanto la productividad.
Adems son materiales escasos, sealando el IGME su importancia
econmica en las proximidades de Moeche y Cario y en la Serrana de
Ronda.

En la Capelada hay tres permisos de explotacin, con canteras abandonadas, que


deben ser restauradas o valorizadas y canteras activas. (Fig. 16).
Otros materiales de extensin relevante son los gneises y esquistos bsicos, a
menudo con retrometamorfismo y con frecuentes pliegues (Figs. 17 y 18). Se
localizan en el borde occidental de la ra de Ortigueira, como en la Pennsula del
Masanteo y el entorno del estuario de Sismundi.
La comparacin de la composicin qumica de los grupos principales de rocas se
encuentra en la Tabla 1 pudiendo deducir las importantes consecuencias que tiene
esta composicin sobre la composicin, propiedades y fertilidad de los suelos.
Tabla 1.- Valores medios e intervalos de composicin qumica de algunas rocas del
Complejo Bsico-Ultrabsico de la Sierra de la Capelada-Cabo Ortegal.

Roca

SiO2

Al2O3

Fe2O3

CaO

MgO

K2O

Na2O

Ultrabsicas
Serpentinizadas

35,6-38
36,4

0,2-0,9
0,4

8,4-11.1
10,4

0,6-3,6
1,6

37,5-41,5
38,7

<0.01
<0,01

<0.01
<0.01

Anfibolitas

44-64
50

12,6-20,2
15,6

6,7-16,9
10,2

5,6-14,3
7,3

4,0-10,7
2,9

1,8-4,9
0,4

0,1-1,5
0,4

Metabsicas

47-54
49,6

14,3-18,5
17,3

6,8-14,9
10,5

6,6-12,8
10,5

7,2-11,7
8,8

0-0,3
0,1

1,7-3,1
2,5

Eclogitas
Granulitas

49,962,8
55,3

14-16,2
15,6

8,2-13,4
10,3

4,5-10,7
7,8

3,1-7,9
5,5

0,2-0,8
0,3

1,4-4,8
3,0

22

Fig. 17.- En la pennsula del Masanteo los materiales originales son de naturaleza
gnesica. En las zonas costeras sobre estos materiales es frecuente encontrar ejemplares de
gran tamao de Crasosstrea gigas (colores ms claros)

23

Fig. 18.- Pliegues en paragnesises con retrometamorfismo camino del cabo Ortegal. Otro
similar fue destruido en el muelle de Cario.

GEOMORFOLOGIA (A. Prez Alberti)


Situada en el Noroeste de Galicia, entre las ras de Ortigueira, al norte y Cedeira, al
sur, se encuentra la Serra da Capelada, que tiene en el Cabo Ortegal su lmite ms
septentrional (Fig. 19). Se trata de un espacio diferenciado respecto a su entorno
hecho que lo convierte en uno de de los lugares ms interesantes de Galicia tanto
por su constitucin geolgica, como por su configuracin geomorfolgica y su
paisaje.

Fig. 19.- Situacin de la Serra da Capelada.

24

1.-Los contrastes topogrficos


El relieve se descompone en una serie de superficies aplanadas, basculadas hacia el
este, a favor de un juego de discontinuidades de direccin este-este. Entre ellas
sobresale la que se alarga desde Teixidela, al oeste, a Mera, al este. Desde los ms
de 600 metros de Vixa Herbeira, hasta los 200 del Ro das Mestas, la sierra
desciende suavemente. Por el contrario, la lnea de costa, se caracteriza por altos
acantilados con pendientes superiores a los 80 en algunos lugares.

Fig. 20.- Mapa de pendientes.

En la figura 20 se pueden ver con claridad los contrastes topogrficos. En buen


aparte del territorio dominan pendientes inferiores a los 8 que se corresponden
con los restos de antiguas superficies de aplanamiento. El encajamiento de la red
fluvial que desciende hacia el este, la Ra de Ortigueira, viene marcado por
pendientes de entre 8 y 16 , asociadas con los bordes superiores de los valles.
Pendientes superiores a 16 e, incluso, a 32 sealan los lugares de mayor
encajamiento de la red fluvial y los lmites de bloques levantados de forma
diferencial. Pendientes mayores a los 32, 64 e incluso 80 se encuentran e el
frente costero, en donde dominan altos acantilados que pueden alcanzar los 600
metros en Vixa Herbeira y los 400 en Candieira.

25

2.- Los acantilados de San Andrs de Teixido y Vixa Herbeira


El sector ms singular se alarga entre el Cabo Ortegal, al norte, y Punta Candieira
(Figuras 19 y 21). Los acantilados modelados sobre rocas bsicas y ultrabsicas
forman un muralln continuo interrumpido por vaguadas en forma de media
naranja. En las de mayor extensin se emplazan las localidades de Teixidela y San
Andrs de Teixido.

Fig. 21.- Esquema geomorfolgico del sector de San Andrs de Teixido.

Es posible, pues diferenciar, por una parte, altos acantilados y por otra vaguadas
perpendicuares a la costa. Su origen y evolucin ha estado marcado por varias
fases.
2.1.- La gnesis de la estructura.
La construccin del entramado estructural de la Serra da Capelada, se encuentra
asociada a la reactivacin tectnica que se produjo en el noroeste pennsular
durante el Negeno. Un amplio juego de bloques dio lugar a un basculamiento

26

diferencial de oeste a este, diferenciando el sector Herbeira, al norte, el de


Candieira, al sur y el de la cabecera del Ro da Braxe, en el centro.
Asociado a esta reactivacin tectnica se produjo el gran deslizamiento de TeixidoTeixidela. El mapa de pendientes del sector marca el escalonamiento de fracturas
de cizalla norte sur y este-oeste (Fig. 22) con cifras que superan los 64.

Fig. 22.- Mapa de pendientes del sector de San Andrs de Teixido.

En relacin a la reactivacin tectnica, hay que poner tambin el encajamiento


progresivo de la red fluvial hacia el este. Se trata de procesos de antecedencia por
los que las corrientes de agua se han visto favorecidas en su labor de erosin.
2.2.- Los procesos de modelado
Sobre un relieve controlado por la estructura tectnica, ha actuado la accin fluvial,
un hecho relevante, el hielo y la accin marina.
Las aguas continentales han colaborado en el modelado de amplios sectores del
interior de la Serra da Capelada y del frente costero. En muchos sectores de los

27

acantilados, es posible observar como pequeos cauces de agua intermitentes se


han ido encajando progresivamente removilizando gran cantidad de sedimentos.
Se trata de corrientes de agua episdicas, de alta energa, que funcionan en
momentos de alta intensidad de lluvia.
Pese a su altitud, la Serra da Capelada, ha sido escenario de la presencia de
pequeas lenguas de hielo instaladas durante el Pleistoceno reciente. Este hecho,
sealado hace aos (Prez Alberti y Blanco Chao, 1995), despus de un exhaustivo
trabajo de campo y mediante el uso de fotografas areas, se ve reforzado con el
uso de modelos digitales de alta resolucin (1m). La presencia de formas que no se
pueden asociar al viejo deslizamiento ratifican las primeras hiptesis elaboradas
hace veinte aos. En la figura 21 aparece cartografiada la cubierta de sedimentos
de origen glaciar (till) as como las principales crestas morrnicas. En las figura 23
y 24 se pueden ver las morrenas existentes en el sector de Teixidela.

A)

B)

Fig. 23 y 24.- Sistemas morrnicos de Teixidela: A) frontal; B) lateral.

28

Tanto si se sigue el trazado del perfil de la figura 23, como por debajo de l, se
pueden ver los arcos morrnicos de una de las terminaciones glaciares. En la figura
24 se ve con claridad un detalle.
En relacin a la presencia de hielo y nieve hay que situar la existencia de
numerosos flujos de derrubios (debris flow) que surcan algunos sectores del frente
marino. Se caracterizan por un canal central bordeado por crestas laterales
generadas en los momento de mayor dinamismo de los flujos de derrubios (Fig.
25).
La accin marina ha estado condicionada tanto por los aportes sedimentarios
generados en los momentos fros (glaciar y flujo de derrubios) como por los de los
cauces fluviales que funcionan en la actualidad. Este hecho explica la diversidad
de formas de detalle existentes en la fachada costera.

Fig. 25.- Flujos de derrubios existentes en el entorno de San Andrs de Teixido.

En los lugares en los que existan depsitos morrnicos la accin marina ha


construido estrechas planicies (peiraos en el lenguaje local) caracterizados por la

29

existencia de bloques heteromtricos desde pocos cm hasta ms de 2m en su eje


mayor. Son de destacar los de Teixidela y San Andrs de Teixido.

PROCESOS DE ALTERACION: FORMACION DE SAPROLITAS.


En busca del equilibrio termodinmico los materiales expuestos a la intemperie son
modificados qumica, mineralgica y estructuralmente. La composicin de los
materiales iniciales influye de forma decisiva en el producto resultante, siendo el
contenido de Fe el que tienen mayor influencia en la conservacin de la estructura
original a lo largo de las modificaciones qumicas inducidas por el drenaje (motor
de la alteracin) y las diferencias de movilidad geoqumica entre los diferentes
elementos. Cuando el contenido de Fe es alto, como ocurre en las rocas del
complejo bsico-ultrabsico, se obtienen fcilmente formaciones de alteritas, cuya
composicin ha variado fuertemente pero que conservan la estructura original. Son
las denominadas saprolitas, cuya importancia a efectos ambientales es
considerable, formando junto con el suelo la denominada zona o capa crtica o
zona en la que los procesos de contaminacin pueden afectar de modo significativo
a la calidad de las aguas freticas y superficiales, de ah la definicin de suelo que
se considera en los estudios de contaminacin que hace llegar el suelo hasta la roca
consolidada o hasta el fretico. Las saprolitas, aunque conservan la estructura de la
roca original, tienen una composicin qumica y mineralgica y unas propiedades
muy diferentes, destacando entre estas ltimas su mayor capacidad de
almacenamiento de agua.
El estudio de las alteritas, no ha sido tan intenso como el de las rocas o los suelos,
hasta el punto de que autores como Melfi llegaron a demandar su estudio
saprolito terra de ningun, tanto por la influencia que ejercen en la composicin
y propiedades de los suelos como por su importancia en el comportamiento de la
cobertura superficial, aguas y biota.
La velocidad de la alteracin depende de factores climticos (T y P) y del drenaje,
pero tambin influyen otros factores como la composicin inicial de la roca, es
decir la alterabilidad intrnseca de los minerales que la componen y el grado de
fracturacin o tectonizacin o la presin a la que ha sido sometida la roca, factores
que, en ltimo trmino, van a decidir la mayor o menor facilidad de penetracin de
los fluidos de alteracin. En el Complejo Bsico-Ultrabsico la mayor parte de las
alteraciones se han producido en condiciones de sistemas abiertos y sustractivos.
Esto es condiciones en las que el agua circula y es eliminada rpidamente
produciendo una diferenciacin en la composicin de los materiales iniciales. El

30

orden de movilidad observado es Ca, Na> Mg> K> Si> Fe, Al en condiciones de
buen drenaje, mientras que cuando aumenta el tiempo de residencia de las
disoluciones en el sistema se incrementa la movilidad del Fe hasta hacerse prxima
a la del Mg o K y se reduce la movilidad del Si. As, los sistemas de menor tiempo
de residencia tienden a la neoformacin de gibbsita y oxihidrxidos de Fe
(gibbsita, goethita o hematita), mientras que los de menor drenaje tienden a la
formacin de arcillas 2:1 (smectitas) y las intermedias lo hacen hacia los minerales
de composicin caolintica. Se obtienen as los sistemas de alteracin alitizante
(ferraltico), fermonosialtico y ferbisialtico segn el tipo de minerales finales
en equilibrio. Obviamente, adems del tipo de alteracin interesa el tiempo de
actuacin, pues resulta clave para permitir o no que se alcance la destruccin
completa de todos los minerales lbiles o que esta situacin no se haya alcanzado y
coexistan minerales en equilibrio con fases iniciales o intermedias de la evolucin.
Por ello, en los sistemas de alteracin interesa conocer no slo el tipo de alteracin,
es decir hacia qu minerales del sistema residual tiende el sistema, sino el conjunto
de minerales existente en un momento dado (la facies de alteracin) que permite
establecer la intensidad o grado de alteracin producida. El complejo bsicoultrabsico, por el elevado contenido en Fe de sus materiales, permite conservar
alteritas antiguas, pero tambin los procesos de rejuvenecimiento superficial, tanto
por influencias tectnicas como erosivas, pone de nuevo en superficie fases
iniciales, con lo que pueden estudiarse todas las etapas del proceso de alteracin.
La observacin de las alteritas que se han formado en el complejo bsicoultrabsico permite diferenciar dos grandes tipos de alteracin: la de las rocas
bsicas y la de las rocas ultrabsicas serpentinizadas. En las primeras se observan
todas las fases de alteracin, desde las incipientes hasta las que ya han alcanzado el
equilibrio y prcticamente todos los minerales primarios lbiles han desaparecido.
En las segundas, la mayor resistencia de sus minerales constituyentes y la mayor
frecuencia con que se producen situaciones erosivas slo permiten observar
situaciones de alteracin incipiente o de evolucin intermedia. Esto puede seguirse
por ejemplo a travs de la diferenciacin qumica producida ente los materiales
iniciales (rocas) y los ms evolucionados (arcillas) por medio de diagramas
geoqumicos, como el ndice de Paker, que muestra el grado de eliminacin de los
elementos mviles que se ha producido) (fig. 26), el diagrama de Chesworth, que
recoge la evolucin de los elementos mayoritarios hacia el sistema residual (fig.
27) o un diagrama ternario que muestre la evolucin de los componentes del
sistema residual (fig.28). Con fines comparativos se ha introducido el
comportamiento de los materiales granticos segn las observaciones y estudios
realizados por diferentes autores (Calvo et al. ; Garca Paz, Lpez et al. ; Macas et
al.,.).

31

Fig. 26.- Comparacin de la evolucin del ndice de Parker en la secuencia de alteracin


de diferentes materiales de Galicia. Las serpentinitas muestran la menor prdida de
cationes bsicos, incluso menos que los granitos, mientras que las rocas metabsicas los
han perdido prcticamente todos y mantienen la estructura de roca.

Fig. 27.- En un diagrama de Chesworth de nuevo las serpentinitas son los materiales que
menor evolucin presentan hacia el sistema residual.

32

Fig. 28.- En el diagrama del sistema residual se aprecia el diferente comportamiento de la


alteracin de las serpentinitas respecto a rocas bsicas y granitos. Estas llegan en sus
estadios ms avanzados (arcillas de suelos) a extremos ferralticos. Las serpentinitas
parecen como si se acabase el Aluminio del sistema y las formas ms evolucionadas tienen
composicin dominantemente ferruginosa.

Mineralgicamente el estudio de las secuencias de alteracin de las rocas bsicas


permite identificar diferentes estadios:
1.- Minerales primarios
2.- Minerales primarios + gibbsita
3.- Minerales primarios + gibbsita + goethita + filosilicatos 1.1 de bajo grado de
orden
4.- Minerales primarios transformados (vermiculitas e intergrados) + goethita +
gibbsita + halloisita
5.- Goethita + Caolinita (asociacin de equilibrio)

33

La gibbsita es un mineral de formacin muy rpida, se encuentra en las


alteraciones incipientes, incluso con conservacin de la estructura de roca y
presencia de minerales primarios muy lbiles, siendo frecuente encontrar
plagioclasas parcialmente meteorizadas a gibbsita ms o menos seudomrfica. En
cambio, en las alteraciones ms avanzadas no suele encontrarse, probablemente
porque la gibbsita inicial se forma por razones cinticas, pero el sistema
termodinmico conduce a la estabilidad de la caolinita. Coexiste en las alteraciones
con formas de bajo grado de orden de filosilicatos 1:1, como las halloisitas, pero no
es tan frecuente o desaparece cuando hay caolinita bien cristalizada, que se vuelve
dominante en las alteraciones de mayor intensidad, prcticamente biminerales
(caolinita + goethita). Esta asociacin mineral se considera que pertenece a
alteraciones de tipo ferraltico, si bien en realidad debe considerarse un proceso
fermonosialtico y no una ferralitizacin verdadera, proceso que no se observa en la
zona quizs porque las alteraciones existentes (al menos las observada hasta ahora)
no han tenido el tiempo necesario para ello. Esto tambin est ligado al hecho de
que los Ferralsoles observados no tienen una evolucin avanzada y no se ha
observado hasta ahora ningn suelo de este tipo con caractersticas cricas, ni
gricas y todos ellos contienen todava pequeas cantidades de elementos mviles.
Es decir, seran Ferralsoles incipientes, de ah la observacin realizada por Pedro, a
partir de los datos de Macas y Calvo de Anta (1992), que lo llev a modificar su
mapa de la alteracin mundial incluyendo a Galicia como una interfaz entre las
alteraciones tropicales (monosialticas y ferralticas) y las propias de los sistemas
templados (bisialticas). Quizs el factor que mejor explique esta aparente anomala
de la presencia de alteraciones tropicales en Galicia (incluso las alteraciones
incipientes tienden a formar goethita y gibbsita ms minerales del grupo de la
caolinita como minerales en equilibrio) sea el bajo tiempo de residencia de las
disoluciones de alteracin con la interaccin de precipitaciones elevadas y
excelentes condiciones de drenaje (altas pendientes y buena jerarquizacin de la
red fluvial).
Un ejemplo de estadio final de alteracin es el manto saproltico existente en la
alteracin de las rocas de tipo anfiboltico y otras metabasitas en zonas de
pendiente suavizada (menor de 3), de buena estabilidad y condiciones de biostaxia,
que, en su mayor parte, deben corresponder a alteraciones que llevan
producindose en la zona al menos desde las fases medias del Terciario. (Fig. 29 y
30). As, el estudio de los paleosuelos de la mina Puentes ha permitido comprobar
que las formaciones oligocenas y miocenas estn dominadas por la caolinita y que
paleosoles rojos, con caolinita y goethita aparecen bajo capas de carbn datadas en
19 millones de aos (Macas-Garca, 2007 et al.), de ah que para este tipo de
alteraciones tan intensas se estima, al menos, una edad similar.

34

Fig. 29.- Saprolitas y suelos ferrlicos en el Complejo bsico-ultrabsico de la Capelada.


La intensidad de la alteracin de las anfibolitas ha dado origen a mantos de alteracin
discontinuos que pueden alcanzar decenas de metros de espesor.

Fig. 30.- La alteracin alcanza el estadio ferraltico manteniendo la estructura de la roca.

35

Tabla 2.-Algunos datos de la alteracin de rocas anfiblicas (cantera) en diferentes


estadios de intemperizacin (saprolitas)
Estadio alteracin
Inicipiente
Saprolita
Saprolita muy alterada

pH H2O
9.65
5,84
4.99

pH KCl
9.55
5.22
4.09

pH abrasin
9.80
6.09
5.13

Tabla 3.-Variacin de la concentracin de algunos elementos en una alteracin de


anfibolitas (cantera). (Datos en %).
Estadio
Incipiente
Saprolita
S. muy alterada

Ca
2.9
0.8
0.05

Mg
14.4
13.6
0.4

Na
0.1
0.1
0.05

K
0.04
0.03
0.02

Al
3.0
6.6
9.4

Fe
3.1
9.2
12.8

Mn
0.06
0.1
0.1

Fig. 31.- Discontinuidad de


la alteracin. La zonas de
mayor alteracin son de
tipo fermonosialtico sin que
se identifiquen minerales
primarios lbiles, pero
conservando la estructura.
La erosin ha producido la
eliminacin de la alteracin
ferraltica y el afloramiento
del material fresco en
superficie.

36

En eclogitas y granulitas es ms difcil encontrar estos estadios de alteracin tan


avanzados, quizs por su menor porosidad, al ser materiales que han estado
sometidos a altsimas presiones, lo que explicara la evidente erosin diferencial
que convierte a las eclogitas en los puntos culminantes del relieve (figs. 32 y 33 y
portada).
Tambin puede ser producida esta diferenciacin de la intensidad de la alteracin
entre las anfibolitas y metabasitas y las granulitas y eclogitas por razones de
rejuvenecimiento, pues estos materiales aparecen fundamentalmente en las zonas
del complejo de carcter ms montaoso, definidas por sus fuertes pendientes
(Clase 4 a 6).

Fig. 32.- Las eclogitas constituyen los resaltes del paisaje y, por su resistencia al
intemperismo, se han utilizado en la construccin del dique del muelle de Cario.

Las alteraciones de las rocas serpentinizadas son mucho menos evolucionadas tanto
en espesor (mientras que en rocas metabsicas se han encontrado alteritas de ms
de 10 m en las serpentinitas el manto alterado rara vez supera el metro) como en el

37

grado y tipo de alteracin. No se han observado situaciones de tipo


fermonosialtico avanzado y la composicin global se corresponde mejor con
sistemas de alteracin bisialtica. Aunque el tipo de alteracin conduce como
minerales en equilibrio a la misma asociacin: caolinita + goethita, hay diferencias
esenciales en las modificaciones qumicas y mineralgicas. As, el lavado de los
cationes bsicos es mucho menor. Slo la fraccin arcilla alcanza en algunos casos
(muy pocos) el sistema residual y el lavado del silicio es mucho menor.
Mineralgicamente se encuentra en todos los casos una facies claramente en
condiciones de no equilibrio con una mezcla de minerales primarios de origen
metasomtico (minerales del grupo de la serpentina, talco, cloritas y vermiculitas
trioctadricas) con otros que evidencian procesos de transformacin (cloritavermiculita e intergrados vermiculita-esmectita) y formas incipientes de minerales
caolinticos y oxihidrxidos de Fe. No se identifican cantidades significativas de
gibbsita y es frecuente encontrar formas opalinas, lo que pone de manifiesto la
escasez de aluminio en el sistema de alteracin, lo que tambin se manifiesta en la
composicin del sistema residual de las arcillas ms evolucionadas del sistema que
tienden hacia el vrtice del Fe. (Fig.28).

Fig. 33.- La resistencia de las eclogitas da origen a resaltes y formas que destacan en el
paisaje montaoso y en los acantilados marinos e islotes.

38

LOS SUELOS
La diferenciacin de los suelos sigue pautas muy similares a las de las rocas en vas
de alteracin con una clara diferencia entre las rocas bsicas y las ultrabsicas y
diferencias menores, pero significativas entre las rocas anfiboltica y metabsicas
por un lado y las granulitas y eclogitas. En las anfibolitas, metagabros y gneises
bsicos la secuencia de evolucin sigue la secuencia: Leptosol ltico-Leptosol
Leptosol ndico-Andosol alundico- Umbrisol andico-Umbrisol cmbicoUmbrisol ferrrlico-Ferralsol dstrico, encontrndose ejemplos de todas las
situaciones, desde las incipientes con predominio de los suelos con propiedades
ndicas, relacionadas con la presencia de complejos organoalumnicos de elevada
actividad y alta capacidad de fijacin aninica a suelos ms evolucionados
caracterizados por el dominio de arcillas de baja actividad y propiedades ferrlicas.
Los primeros aparecen en situaciones en que se ha producido un rejuvenecimiento
con aparicin de material rocoso fresco en superficie, bien de origen coluvial o
bien tras un proceso de erosin con exhumacin de la roca subyacente. Es decir, se
forman tras un perodo de resistaxia relativamente reciente (Holoceno). Los
segundos aparecen sobre superficies estables, en las que los procesos de biostaxia
se han mantenido durante largo tiempo (Pleistoceno a Terciario).

Fig. 34.- La capacidad de cambio en los suelos ndicos y Andosoles es variable con el pH,
especialmente en los horizontes ricos en materia orgnica

39

Los suelos ndicos son suelos cidos y desaturados, de textura franca y estructura
estable migajosa, pero con un contenido de arcilla mucho ms bajo que el potencial
del material original. La materia orgnica es elevada (horizonte flvico, raras veces
melnico) y con un elevado porcentaje de C recalcitrante, sin duda
metaestabilizado por influencia de las formas reactivas de Al. La mineraloga de
las arcillas pone de manifiesto la existencia de fases de bajo grado de orden, con
presencia de gibbsita y minerales de tipo haloistico o ms desordenados a los que
suelen acompaar integrados de tipo illita-vermiculita. La carga elctrica es
variable (Fig. 34), con ligero predominio de las cargas negativas al pH del suelo,
pero tambin con una importante capacidad de reacciones superficiales con los
aniones, a lo que tambin contribuyen de modo decisivo los complejos
organoalumnicos y de ah el carcter alu-andico.

Fig. 35.- Leptosol ndico y Andosol sobre rocas metabsicas

40

Fig. 36.- En el ciclo de edafognesis reciente los Andosoles y suelos ndicos slo alcanzan
el estadio de un horizonte B cmbico de alteracin y espesor moderado

Los suelos ferrlicos (figs. 37 y 38) son tambin suelos cidos y desaturados,
tienen texturas francas a franco-arcillosas y mayor contenido de arcilla pero
tambin lejos del mximo posible por el tipo de material original. Son suelos
profundos, de buena estructura y buen drenaje, con presencia de seudoarenas de
composicin similar al resto de la matriz que est constituida casi exclusivamente
por caolinita y goethita. Lgicamente la capacidad de cambio es baja en los
horizontes Bws y algo mayor en superficie donde aparece un horizonte A de
pequeo espesor que suele presentar evidencias de rejuvenecimiento y, con
frecuencia, propiedades ndicas, lo que se relaciona con un carcter policclico que
puede estar ms o menos claro (Macas y Calvo de Anta, 2001) (fig. 39). Los
suelos ferralticos son suelos profundos y muy evolucionados formados a travs de

41

un largo proceso de intemperizacin y edafognesis en condiciones de estabilidad


de las superficies geomorfolgicas. Previamente a su formacin desaparecen las
propiedades ndicas, al tiempo que se produce un avance de la intensidad de la
alteracin en el horizonte cmbico hasta llegar a la definicin del ferrlico o
quedarse en un estadio anterior con propiedades ferrlicas (paso de Bw a Bws).

Fig. 37 y 38.- Los suelos ferrlicos tienen pH cido en torno a 5.0 y capacidad de cambio
muy baja (del orden de 5 cmol (+)/Kg. Estn formados prcticamente por caolinita y
goethita, con esencia frecuente de pirolusita en las zonas de fractura de la saprolita.

42

Fig. 39.- Gnesis policclica ndica sobre ferrlica en rocas metabsicas (Mera).

Fig. 40.- Suelos ndicos y ferrlicos sobre los mismos materiales metabsicos son los
extremos de la evolucin edfica posible en estos materiales.

43

En sntesis, las rocas bsicas permiten la formacin de suelos actuales, con


alteracin muy rpida en presencia de materia orgnica que conduce a procesos de
andosolizacin, mientras que las edafognesis antiguas, de mucha mayor duracin
temporal, conducen a la formacin de suelos ferrlicos.
Tanto en eclogitas como en granulitas aunque las tendencias evolutivas son las
mismas el grado evolutivo suele ser menor que el observado en las rocas de tipo
anfiblico y en las otras metabsicas, pero esto puede explicarse, como ya se ha
dicho, por las diferencias en la velocidad de meteorizacin y en la estabilidad de
las superficies.
En las rocas serpentinizadas no se produce la formacin de suelos con propiedades
ndicas. Predominan los suelos de escaso espesor y grado evolutivo, dentro de
paisajes de apariencia ruiniforme, con abundante presencia de afloramientos
rocosos en los que se aprecia la formacin de rasgos similares a los originados por
los procesos krsticos, pero con menor intensidad (de ah el trmino de microkarst
serpentnico) (figs. 41-45).

Fig. 41.- Paisaje de rocas serpentinizadas en el Limo.

44

Fig. 42.- Suelos lpticos y afloramientos rocosos son extensivos en las zonas
serpentncolas. Aspecto de la zona de Herbeira.

Fig. 43.- Detalle de la disolucin congruente de diferentes zonas de las serpentinitas.


Microkarst serpentnico.(foto Natalia Herrero).

45

En los estadios iniciales el pH es prximo a la neutralidad y las disoluciones del


suelo tienen una clara tendencia alcalina con muy alta concentracin de Mg en
disolucin (en las estaciones de baja precipitacin pueden alcanzarse valores de pH
superiores a 8.0). La secuencia evolutiva es mucho menos diferenciada con:
Leptosoles lticos Leptosoles mllicos - Phaeozems lpticos Umbrisoles
cmbicos estando regulada por el avance del lavado de cationes y, muy
especialmente, por el del Mg. En su mayor parte se trata de suelos
hipermagnsicos, con elevado desequilibrio Ca/Mg (< 0.5) y pobreza de P y K, lo
que dificulta el crecimiento vegetativo y favorece la tendencia erosiva que es
acelerada por el tipo de uso (pastoreo libre) y la frecuencia con que se utiliza el
fuego para favorecer el rebrote de matorral tierno y ms palatable. De los metales
pesados, con altos contenidos en la roca, slo parece estar disponible con
concentraciones significativas el Ni y el Mn, si bien las plantas ms agresivas,
como los brezos, presentan niveles altos de estos elementos y, en ocasiones, de Cu
y Co.

Fig. 44.- Microkarst serpentnico y suelos de elevada rocosidad y pedregosidad interna


son dos caracterstica de los paisajes serpentnicos.

En sntesis, en las mismas condiciones climticas hay una gran diferencia de los
tipos de suelos de las serpentinitas y las rocas bsicas. (fig. 45) que condiciona los
tipos de usos potenciales.

46

Rocas bsicas y metabsicas: Suelos ndicos y Andosoles. Elevada acidez, con


Al controlado por la M.O. Alta retencin de fosfatos. Carga variable. Forestal.

Rocas serpentinizadas: Suelos lticos hipermagnsicos (Leptosoles y Phaeozem).


Ca/mg < 0.5. Deficiencia de K y P. Niveles altos de Ni asimilable, Cr, Cu, Mn, y
Co en minerales primarios. Sndrome serpentnico.
Fig. 45.- Diferencia entre los usos y propiedades de los suelos en el contacto de
ultrabasitas y rocas metabsicas.

47

SUELOS SERPENTNICOS (R. Calvo de Anta)

48

49

50

Pequeos enclaves pueden presentar suelos hidromorfos (Gleysoles e Histosoles)


con alta acumulacin de materia orgnica, pero que resulta muy lbil frente a
condiciones que modifiquen el drenaje o la fertilizacin utilizada para cambiar el
uso de matorral a pradera poliftica (figs. 46 y 47).

Fig. 46.- Detalle de suelos hidromorfos (Histosoles) en Herbeira. Actualmente estas


formaciones han sido fuertemente perturbadas para su transformacin en praderas.

Fig. 47.- Gleysol hmico sobre granulitas.

51

En los estuarios se identifican diferentes tipos de Fluvisoles (tinico, slico y


calcreo) y Arenosoles. En los Fluvisoles tinicos se produce el proceso de
sulfidizacin, con formacin de horizontes fuertemente reducidos y procesos de
piritizacin, siendo posible identificar tanto fases incipientes, con sulfuros no
cristalinos de tipo AVS como verdaderas piritas fromboidales y materiales biticos
con epignesis sulfidizante (Otero et al.).
Las condiciones hidrulicas regulan el paso de estos Fluvisoles reducidos a los bien
drenados y a los Arenosoles y sedimentos arenosos, con una importante asociacin
de las condiciones Eh-pH y la presencia de diferentes comunidades faunsticas (de
fauna de poliquetos a diferentes moluscos con inters econmico) (fig. 48 y 49).

Fig. 48.- Mariscando en los Fluvisoles de Sismundi.

52

Fig. 49.- Influencia de las


condiciones Eh-pH en la
distribucin de diferenes
organismos propios de
estuarios.

1)
Fig. 50.- (1) Asociacin de Fluvisoles
tinicos y slicos con Arenosoles en la
ensenada de Sismundi. Al fondo contraste
entre el relieve de las eclogitas (cima de
Miranda) y los gneises bsicos (taludes de
fuertes pendientes demostrando la fuerte
alteracin y erosin diferencial existente
entre estos materiales). (2.a y 2.b) Abajo
detalle de los Fluvioles tinicos con canales
de poliquetos.
2. a)

2.b)

53

Suelos de Marisma. Ra de Ortigueira

Fig. 51 y 52. - En la ra de Ortigueira abundan los hbitats protegidos por la Red Natura,
como los estuarios. Diferentes tipos de Fluvisoles se asocian dependiendo de las
condiciones hidrulicas.

54

UNIDADES VEGETALES
Scirpus maritimus

Spartina maritima /Juncus


maritimus

Spartina maritima

Halimione portulacoides

Fig. 53.- En los ecosistemas marismeos hay una gran diversidad de condiciones con
pequeas variaciones de las condiciones hidrulicas que influyen en la distribucin de las
comunidades vegetales.

55

Fig. 54.- Distintas formaciones de piritas biognicas. Neoformacin de piritas


fromboidales y reemplazamiento epigentico (Otero et al. 1997, 1998, 2000, ).

56

Sulfidizacin
- fuentes de Fe y SO4
- Eh muy negativo
- fase de reduccin

- bacterias reductoras de SO4


(desulfovibrio spp.)
- fuente de energa (MO)
- mecanismo para eliminar HCO3-

Materia orgnica

cidos grasos
alcoholes
Agua de mar

-e-

HCO3FeS

Desulfovibrio/Desulfomonas

SO42-

xidos frricos

Fe3+

+e+e-

amorfo

FeS2
pirita

HSFe2+

Fe9S8tinico Fe3S4
Fluvisol
amorfo
mackinawita

Fig. 55.- El proceso de reduccin se cataliza por accin de arqueobacterias sulfatoreductoras.

LOS VALORES DE LAS MARISMAS


1) Movimientos
migratorios de aves

3) Reproduccin de peces

2) Sumideros de contaminantes

4) Uso ldico e investigacin

57

5) Proteccin de la erosin marina

LOS RECURSOS AGRONOMICOS


Los diferentes tipos de suelos y sus limitaciones y aptitudes condicionan los usos
agrcolas, dentro de que la Capelada es un rea de clara vocacin forestal y
ganadera. Pinares y eucaliptales se extienden tanto en suelos profundos como
someros, pero los primeros estn fundamentalmente asociados a las granulitas,
mientras que los eucaliptales alcanzan su mxima importancia en los suelos
derivados de las anfibolitas. Por su importancia econmica en la zona son muy
cuidados y vigilados contra el fuego.

Fig. 56.- Pinares y eucaliptales constituyen el principal aprovechamiento forestal.

58

Fig. 57.- Elevada extensin de eucaliptales con buena productividad en las zonas de
gneises bsicos del talud hacia la ra de Ortigueira.

Fig. 58.- Aprovechamientos forestales en el entorno del estuario de Sismundi y la


pennsula del Masanteo.

59

Fig. 59.- Brezales y tojales son los constituyentes del monte bajo pastoreados con ganado
caballar y, en menor medida, caprino.

Fig. 60.- Las praderas polifticas, sembradas y fuertemente fertilizadas, permiten un


incremento de la rentabilidad de la ganadera vacuna que viene a sustituir parcialmente al
tradicional aprovechamiento del ganado mostrenco en libertad.

60

61

62

63

FLORA
Si por algo se caracteriza la Sierra de A Capelada y su entorno es por presentar una
gran variabilidad de condiciones que propician la aparicin de distintos hbitats y
en consecuencia una amplia variedad de flora y fauna asociada a ellos. Aunque la
mayor parte de la superficie presenta una cubierta vegetal constituida
fundamentalmente por especies que han sido introducidas por el hombre, en
algunos enclaves de la sierra todava se pueden apreciar reas en las que se
mantiene la vegetacin natural, en mayor o menor grado deterioro.

Fig. 61.- Leucanthemum corunnensis en los acantilados de A Capelada.

Los fuertes vientos y la composicin qumica de los suelos (con rocas ultrabsicas
y bsicas, con muy elevado contenido en magnesio, hierro y metales pesados como
el cromo y el nquel y sobre todo la pobreza en P y K en las rocas y suelos
derivados de las rocas serpentinizadas dificultan el desarrollo de las plantas por lo
que esta zona es rica en especies poco comunes o nicas como los endemismos

64

locales Centaurea borjae, Rumex scutatus subsp gallaecicus, Leucanthemum


corunnense o Dryopteris guanchica los cuales se comentaran ms adelante.
Dentro de la vegetacin autctona se pueden diferenciar, de forma clara, una serie
de comunidades de acuerdo con sus caracteres ecolgicos y composicin florstica.
De estas comunidades la que cubre mayor extensin es la del brezal, influenciada
por las rocas ultrabsicas y del mar, de peculiar fisionoma y fcilmente
reconocible por la densidad y abundancia de Erica mackaiana y Erica vagans
acompaados de Ulex gallii y Daboecia cantbrica.

Fig. 62.- Los brezales y tojales son las formaciones ms extensivas, altenando con
vegetacin arbrea y praderas sembradas.

En las reas de mayor hidromorfa hay mezcla de brezal hidromorfo y praderajuncal, siendo frecuentemente difciles de reconocer los lmites entre ambas
formaciones. En la pradera-juncal se pueden encontrar especies como: Pinguicula
lusitnica, Arnica montana subsp. Atlntica, Drosera rotundifolia y Drosera
intermedia.
En vaguadas de San Andrs de Teixido y Ameneira an se pueden observar
pequeas formaciones de bosque caducifolio autctono (fragas). Son especies
frecuentes Quercus robur (roble), Betula pubescens subsp. Celtibrica (abedul),
Castanea sativa (castao) y Corylus avellana (avellano).

65

En las orillas de los diferentes ros que atraviesan la zona se desarrollan los sotos
ribereos o alisedas. Son escasos los lugares donde la ecologa y composicin de
las alisedas son adecuadas, frecuentemente se observa una superposicin de las
especies de las comunidades adyacentes con la aliseda.

Fig. 63.- Drosera rotundifolia y Drosera intermedia.

Dentro de la vegetacin y la banda litoral se puede hacer una distincin entre


aquella que es propia de los acantilados y roquedos martimos, de la de las praderas
salinas y la de las playas.

Fig. 64.- Armeria pubigera (conocida popularmente como herba de namorar o herba
namoreira).

66

En las partes bajas de los acantilados y en los roquedos martimos slo pueden
desarrollarse comunidades constituidas por especies capaces de soportar la
salinidad debida a las salpicaduras del oleaje. Son especies frecuentes: Crithmum
maritimum, Cochlearia dnica, Armeria pubigera, Spergularia rupcola y
Plantago maritima. En las partes altas de los acantilados que ya no se ven
afectados directamente por las salpicaduras del mar, se instalan especies propias de
la vegetacin circundante, en especial el brezal.

Fig. 65.- Juncales salinos en las marismas de la ra de Ortigueira.

Las praderas salinas se sitan en las desembocaduras de los ros, en ellas el factor
diferencial de mayor influencia sobre la composicin en este marjal salino presenta
ciertas afinidades florstico-ecolgicas con los roquedos martimos y posee como
especies caractersticas Armeria martima, Juncus maritumus, Festuca rubra,
Sagina martima y Parapholis incurva, entre otras.

67

En el estuario del ro Condomia, la primera franja de vegetacin en contacto con


las aguas salobres, est constituida por caaverales muy empobrecidos
florsticamente. Son aqu especies a destacar: Scirpus lacustris, Scirpus triqueter y
Phragmites communis.
En las zonas de trnsito entre la marisma y la tierra firme, la accin antropozoica se
pone en manifiesto, dando lugar a una vegetacin halo-nitrfila.
Los nicos arenales costeros presentes en la zona son las playas de Cedeira y
Cario, pobres en vegetacin debido en gran medida a la influencia humana, ya
que son asiduamente visitadas durante el perodo estival. Las plantas que aqu
tienen su hbitat han tenido que adaptarse a cuatro factores fundamentales: medio
arenoso, sustrato rico en sales, sequedad edfica y sustrato rico en sustancias
nitrogenadas ya que la presencia humana supone un gran aporte de residuos
orgnicos.
Estas comunidades de playa son especies frecuentes: Ammophila arenaria,
Pancratium maritimum, Convolvulus soldanella, Matthiola sinuata, Otanthus
maritimus y Agropyrum jumceum.
En la actualidad adems de estas comunidades vegetales naturales, grandes
extensiones de la sierra han sido objeto de repoblacin forestal implantndose
Eucaliptus globulus, Pinus pinaster, Pinus radiata y en menor proporcin Pinus
sylvestris. Tambin hay que destacar la transformacin de reas de brezal en
praderas artificiales, as como los cultivos que fundamentalmente son de maz,
patatas y coles.

INTERS ECOLGICO
Este apartado pretende llamar la atencin sobre determinadas especies que an en
reducido nmero, ofrecen notable inters por tratarse de endemismos, especies
raras o de distribucin reducida o altamente especializadas en relacin a algn
factor ambiental.

68

Especies raras

Fig. 66.- Angelica pachycarpa

Angelica pachycarpa: que aunque tambin est presente en otras localidades


gallegas, es una especie considerada como rara, tanto a nivel europeo como
mundial.
Especies endmicas
Cytisus commutatus: endemismo espaol distribuido por el Noroeste gallego
y el Pas Vasco

Fig. 67.- Cytisus commutatus: endemismo espaol distribuido por el Noroeste gallego y el
Pas Vasco.

69

Fig. 68.- Thymelaea coridifolia: endemismo espaol, cuya rea de distribucin est
restringida a Galicia y Asturias.

Fig. 69.- Leucanthemum vulgare subsp crassifolium: endemismo Iberoatlntico de los


acantilados costeros.

70

Edafismos ultrabsicos:
Centaurea borjae: Este endemismo vive en la parte superior de acantilados en
ambientes muy venteados y con escasa vegetacin, sobre suelos o grietas de
afloramientos rocosos de carcter ultrabsico.

Fig. 70.- Centaurea borgeae.

Rumex scutatus subsp gallaecicus: Habita en gleras y acantilados martimos de A


Capelada, sobre materiales ultrabsicos serpentinizados o eclogitas

Fig. 71.- Rumex scutatus subsp gallaecicus.

71

Especies de reas reducidas:


Erica mackaiana: es uno de los brezos europeos con rea de distribucin ms
reducida, que comprende es Oeste de Irlanda y el Noroeste de Espaa. En la sierra
de A Capelada y en otras sierras prximas es donde las matas aparecen mejor
desarrolladas, alcanzando alturas de hasta 2 metros, mientras que en Irlanda no
sobrepasan los 90 centmetros. Adems ejemplares con flores blancas slo se han
observado en Galicia, algunos de los cuales crecen en esta sierra.

Fig. 72.- Erica makaiana.

Especies vulnerables:
Consideradas especies vulnerables en toda el rea da Capelada cabe sealar:
Sphagnum pylaesii, Dryopteris aemula, Rhinolophus ferrumequinum y
Rhinolophus hipposideros.

72

73

FAUNA
La fauna ms visible de A Capelada es el ganado: vacas y caballos, algunos de pura
raza gallega, que pacen en libertad controlada por los montes y pastos de la sierra.
Tambin es fcil ver rebaos de cabras, con impresionantes cornamentas, que son
descendientes de los grandes rebaos domsticos que hace dcadas pastoreaban por
la sierra.

Fig. 73.- Ganado vacuno en la Capelada.

La distribucin y presencia de la fauna silvestre en A Capelada est marcada


principalmente por cuatro factores: litologa, relieve, clima y la influencia
antrpica. Desde el punto de vista faunstico, dependiendo de las unidades
biogeogrficas podemos encontrar una fauna especfica dependiendo de las
caractersticas de cada zona. Cabe sealar que durante los ltimos aos se ha
podido detectar la presencia, en asentamientos no reproductores, de buitre leonado
(Gyps fulvus) y buitre negro (Aegypius monachus); sin olvidar que Capelada es
zona de cra del lgano (Carduelis spinus). Se distinguen las siguientes unidades:

74

1.
Franja Costera
Los fuertes escarpes que caracterizan el litoral N y O de A Capelada, con
rocas altamente alteradas y fragmentadas, dificultan el asentamiento de
colonias de aves marinas. Las colonias presentes se encuentran en los
islotes, principalmente en A Gabeira prxima a San Andrs de Teixido y el
grupo de Os Aguillns, en el Cabo Ortegal. Predominan tres especies
nidificantes: Cormorn moudo (Phalacrocorax aristotelis), Gaviota
argntea (Larus argentatus) y Arao Comn (Uria aalgae ibericus). La
especie ms abundante es la Gaviota argntea, mientras la menos
abundante es el Arao Comn, que se encuentra en peligro de extincin.
Casi la totalidad de especies de aves marinas europeas que viajan hacia el
sur a finales del verano, pasan frente a la costa del cabo Ortegal. Se puede
observar la migracin de alcatraces, pardelas, paos, charranes, pgalos y
otras muchas aves.
En la costa E, correspondiente a
la ra de Sta. Marta de Ortigueira,
encontramos numerosas especies
de aves limcolas, especialmente
Zarapitos (Numenius arquata y N.
Phaeopus) , Aguj as ( Li mosa
limosa y L. lapponica) y Ostreros
(Haematopus ostralegus ).
Tambin podemos encontrar
varias especies de patos,
especialmente el Anade real Fig. 74.- Cormorn moudo.
(Anas platyrhynchos). Excepto
esta ltima, las anteriores no nidifican en la zona, si no que se encuentran
como migradoras invernales. Destaca por su inters la regular presencia del
zampulln cuelirrojo (Podiceps auritus), as como de las tres especies
europeas de colimbos, que registran en la ensenada exterior del puerto de
Cario una de sus poblaciones ms relevantes en Espaa. Tampoco
podemos olvidar la presencia anual de algn pato marino nrdico, como el
eder, el negrn especulado o el porrn bastardo.
Adems podemos encontrar en los cantiles del Cabo Ortegal halcones
comunes (Falco peregrinus).

75

2.
Pinares
La presencia de formaciones de
pinar es relativamente reciente en
esta zona (unos 80 a os de
antigedad). Proporcionan una
cobertura densa y protectora que
tuvo una afeccin significativa
sobre la fauna. As podemos
encontrar especies ligadas al
bosque como desmn ibrico
( G ale m ys py re nai cu s ), gat o
monts (Felis Sylvestris), marta
(Martes martes), jineta (Genetta
genetta) y ardilla (Sciurus
Fig. 75.- Corzo.
vulgaris). Tambin podemos
encontrar el zorro (Vulpes vulpes)
que encuentra en este entorno desde pequeos mamferos a los colepteros
que forman parte de su dieta. Una especie que alterna los espacios abiertos
con el pinar es el jabal (Sus scrofa) y el corzo (Capreolus capreolus),
especie de inters naturista y cinegtico.
El pinar es hbitat de invernada moderada de chorlito dorado (Pluvialis
apricaria) y escribano nival (Plectrophenax nivalis). Adems destaca la
presencia de paseriformes en sus desplazamientos migratorios en otoo y
primavera. Algunos pridos (Parus spp.) nidifican en el pinar, as como
verdern serrano (Serinus citrinella). Estas especies sirven de alimento a
rapaces como el Gaviln (Accipiter nissus) y el Azor (Accipiter gentilis).
3.
Zonas hmedas de altura
Se entiende como tal, las zonas de monte o prado
inundadas de forma permanente durante la poca de
precipitaciones abundantes. En estas zonas
encontramos una fauna asociada a las especiales
caractersticas edficas. Los encharcamientos
favorecen la presencia de anfibios y reptiles, como la
Culebra de agua (Natrix natrix) y la Vbora de
Seoane (Vipera seoanei). Dentro de las aves son
caractersticas las Agachadizas comn y chica Fig. 76.- Avefra.
(Gallinago gallinago y Lymnocriptes minimus), muy
buscadas por los cazadores. Tambin la Avefra

76

(Vanellus vanellus) cuando sube a la sierra frecuenta estas zonas. Los


paseriformes utilizan las charcas como bebederos y algunos granvoros
buscan las semillas de gramneas. Especies de anfibios, reptiles y
mamferos a destacar son la rana bermeja (Rana temporaria), lagartija
serrana (Iberolacerta montcola), lagartija de turbera (Zootoca vivpara) y
Turn (Putorius putorius).
4.
Pastizales
La parte alta y media de La Capelada
presenta abundantes superficies de
pastizal fruto de las campaas de
conversin de monte bajo a pastizal
por el IRYDA. La extensin de los
pastos artificiales ha condicionado la
presencia de especies animales.
Algunas desaparecieron al eliminarse
los campos de cereal de los que se Fig. 77.- Tejn.
alimentaban, como es el caso de la
liebre y la perdiz. Sin embargo otras han encontrado una oferta trfica casi
permanente en estos prados, este es el caso del corzo, el tejn (Mele meles)
y conejos introducidos por asociaciones de cazadores a partir de 1981.
Entre las aves, es frecuente encontrar paseriformes granvoros como el
pardillo (Acantis cannabina), jilguero (Carduelis carduelis), crvidos
como la corneja negra (Corvus corone) y rapaces como el halcn comn
(Falco paregrinus) que se desplazan desde los acantilados para cazar.
5.
Bosquetes residuales y de ribera
Los valles de los ros de A Capelada albergan una vegetacin vestigial de
especies caducifolias, como abedulares (Betula celtibrica) y robledales
(Quercus robur); que permanecen en laderas cuya pronunciada pendiente
impide introducir especies forestales de repoblacin. La mayora son
especies higrfilas. Aunque la extensin de este biotopo es reducida, es un
medio interesante para numerosas especies de mamferos y aves, sobre
todo insectvoros.
6.
Eucaliptales
Encontramos estas formaciones en las estribaciones de la Capelada,
prximas a los ncleos habitados. Estos bosques parecen reducir la
diversidad de fauna que habita en ellos respecto a otros tipos de bosque, al

77

reducir la oferta alimentaria. Los censos en A Capelada confirman que las


escasas especies de vertebrados que se observan en los eucaliptales estn
nicamente de paso.
HBITATS
En la Sierra de la Capelada, adems del inters de la geologa, la geomorfologa y
el paisaje entre otros valores se encuentran los hbitats. Se entiende por hbitat a
un espacio dentro de un ecosistema que rene las condiciones ambientales idneas
u ptimas para el establecimiento y el desarrollo de una poblacin animal o
vegetal. En los ayuntamientos que pertenecen al complejo ultrabsico alctono de
la Capelada se presentan numerosas zonas de especial proteccin de los valores
naturales (ZEPVN) que se encuentran dentro de la Red Natura 2000 (Fig.78).
Dentro de estas cuatro reas (Ortigueira-Mera; Xubia-Castro; Estaca de Bares, y
Costa rtabra) se encuentran numerosos hbitats muchos de ellos de especial
proteccin, lo que otorgan a la zona un mayor valor ambiental.

Fig. 78.- Localizacin de las Zonas de Especial Proteccin de los Valores Naturales del
rea de estudio.

78

En la siguiente tabla se puede observar los hbitats que engloban las ZEPVN
sealadas en el mapa anterior (Tabla 4).

Tabla 4.- Hbitats presentes en las zonas pertenecientes a la Red Natura 2000.
Informacin recopilada de los formularios normalizados de datos de Natura 2000.
http://natura2000.eea.europa.eu/#
Cod. Hbitat
1130
1140
1150*
1160
1210
1230
1310
1320
1330
1420
2110
2120
2130
2230
2260
3110
3150
3160
3170
4020
4030
4040
4090
6420
6430
7110
7140
7230
8220
91E0
9230
9260

Ortigueira-Mera

Xubia-Castro

Estaca de Bares
x

x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x

x
x

x
x
x

x
x

x
x
x
x
x

x
x
x
x

x
x
x
x

x
x
x
x

79

x
x
x

Costa rtabra
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
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Breve descripcin de los hbitats presentes en la zona:


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1130: Estuarios. Son sistemas fluvio-marinos sometidos a la influencia de las


mareas y caracterizados por una entrada y una mezcla de agua marina y continental
que son variables en el espacio y en el tiempo (Ibez et al., 1997).
1140: Llanos fangosos o arenosos que no estn cubiertos de agua cuando hay
marea baja. Son fondos costeros dominados por la marea, con carcter
intermareal y pendiente suave, de naturaleza fango-arenosa, desprovistos de plantas
vasculares y colonizados habitualmente por algas azules y diatomeas o tapizados
por formaciones anfibias de Nanozostera noltii.
1150*: Lagunas costeras. Son cuerpos de agua prximos al mar, separado
aparentemente del mar por una barra arenosa o de cantos cuya formacin (carcter
gentico) est unida, o relacionada, con procesos de dinmica litoral, actuales o
subactuales.
1160: Grandes calas y bahas poco profundas. Son grandes entrantes de la lnea
de costa en que, a diferencia de los estuarios, la influencia del agua dulce es
mnima. Son hbitat que suelen presentar elevada biodiversidad.
1210: Vegetacin anual sobre desechos marinos acumulados. Formaciones de
especies anuales o especies representativas anuales o perennes que ocupan parte de
las acumulaciones de materiales procedentes de la deriva costera y acumulaciones
de materia orgnica rica en nitratos (Cakiletea maritimae p.).
1230: Acantilados con vegetacin de las costas atlnticas y blticas. La
vegetacin que vive en este medio es una formacin rupcola abierta dominada casi
siempre por el hinojo de mar (Crithmum maritimum) o por gramneas como la
Festuca rubra subsp. pruinosa, a las que suelen acompaar otras especies como
Plantago maritima, Inula crithmoides, Daucus carota subsp. gummifer, etc.,
adems de otros endemismos o especies muy adaptadas a estos medios como Silene
uniflora, S. obtusifolia, Angelica pachycarpa, Trifolium occidentale, Armeria
maritima, o Spergularia rupicola.
1310: Vegetacin anual pionera con Salicornia y otras especies de zonas
fangosas o arenosas. Formaciones compuestas principalmente por especies
anuales, en particular quenopodiceas del gnero Salicornia o plantas herbceas,
que colonizan lodos y arenas peridicamente inundadas de marismas mareales o
interiores.
1320: Pastizales de Spartina (Spartinion maritimi). Formaciones de hierbas
perennes rizomatosas pioneras que colonizan sedimentos salinos limo-arcillosos de
la zona intermareal en estuarios y marismas de la costa atlntica, principalmente.
Est compuesta por poblaciones casi monoespecficas de la especie nativa Spartina
maritima, as como de las especies invasoras Spartina densiflora (costas atlnticas
de clima mediterrneo), Spartina alterniflora y Spartina patens (costas atlnticas

80

de clima atlntico) junto con posibles hbridos entre las especies invasoras y
Spartina martima.
1330: Pastizales salinos atlnticos (Glauco-Puccinellietalia maritimae).
Comunidades vegetales que abarcan desde zonas con influencia mareal, que
limitan con las formaciones de Spartina spp., hasta las reas ms elevadas con
importantes aportes de aguas no salinas de estuarios o marismas. Se asientan sobre
sustratos formados por depsitos sedimentarios recientes, de arcillas o arenas, con
fuertes aportes continentales, pudiendo estar asociados a cauces fluviales, que
originan condiciones de salinidad variables. La vegetacin predominante son los
juncales (Juncus maritimus, Juncus gerardi, Carex spp. y Eleocharis spp.) que se
encuentran acompaados por gramneas y especies tolerantes a la salinidad como
Plantago maritima, Frankenia laevis, Lytrum salicaria, Artemisia maritima,
Triglochim maritima, y Aster tripolium.
1420: Matorrales halfilos mediterrneos y termoatlnticos (Sarcocornetea
fruticosi). Son formaciones que, en marismas y bahas, reciben ligeramente la
inundacin de la pleamar o quedan fuera de ella, viviendo sobre suelos hmedos o
muy hmedos y marcadamente salinos, sin mezcla de agua dulce. En el interior
ocupan bordes de lagunas salobres, charcas endorreicas, etc., recibiendo
inundacin en invierno, pero con fuerte desecacin estival.
2110: Dunas mviles embrionarias. Formaciones costeras que representan los
primeros estadios de construccin dunar, formados por ripples (pequeas
ondulaciones arenosas) o por superficies arenosas elevadas en la zona alta de la
playa, o por una orla arenosa a barlovento de las primeras dunas altas.
2120: Dunas mviles de litoral con Ammophila arenaria (dunas blancas). Son
el primer relieve arenoso continuo de importancia en los litorales, formado por
grandes montculos mviles de arena que pueden alcanzar gran altura y en los que
el sustrato sigue siendo inestable por la influencia del viento. Las dunas blancas
carecen de un suelo estructurado ya que la acumulacin de materia orgnica es
incipiente. La especie dominante es la Ammophila arenaria, aunque aparece
acompaada de otras especies como Pancratium maritimum, Otanthus maritimus,
Medicago marina, Eryngium maritimum, entre otras especies.
2130*: Dunas costeras fijas con vegetacin herbcea (dunas grises). Se trata de
la tercera banda del gradiente dunar de las costas atlnticas. Son dunas fijas,
estabilizadas y colonizadas por cspedes ms o menos densos de perennes y
abundantes coberteras de lquenes y musgos. Se incluyen entra las asociaciones
ms importantes de este hbitat la Euphorbio- Helichrysion y la Crucianellionmaritimae.
2230: Dunas con cspedes del Malcomietalia. Asociaciones con plantas anuales y
de floracin primaveral efmera, con Malcolmia lacera, M. ramosissima, Evax

81

astericiflora, E. lusitanica, Anthyllis hamosa o Linaria pedunculata en depresiones


secas interdunares de los arenales costeros.
2260: Dunas con vegetacin esclerfila del Cisto-Lavanduletalia. Se trata de
matorrales de talla variable, florsticamente muy diversos. La especie ms
caracterstica es Corema album, acompaada por especies como Ulex europaeus o
Halimium halimifolium y H. calycinum. Adems estn presentes otras especies
como Stauracanthus genistoides, Lavandula stoechas subsp. lusitanica, Ulex
australis, Armeria velutina, Thymus tomentosus, y T. camphoratus.
3110: Aguas oligotrficas con un contenido de minerales muy bajo de las
llanuras arenosas (Littorelletalia uniflorae). Masas de agua someras de dbil
mineralizacin y pobres en bases, con vegetacin acutica o anfibia baja perenne
perteneciente al orden Littorelletalia uniflorae, que se localizan sobre sustratos
oligotrficos de las orillas de lagos y lagunas (en ocasiones sobre suelos turbosos).
Su vegetacin consiste en una o ms zonas, dominadas por Littorella, Lobelia
dortmanna o Isoetes.
3160: Lagos y estanques distrficos naturales. Lagunas y charcas naturales con
aguas de color pardo-amarillento debido a la presencia de materiales turbosos y de
cidos hmicos, generalmente situados sobre suelos turbosos o raas, con
evolucin natural hacia la colmatacin y formacin de zonas pantanosas. El pH de
sus aguas es generalmente cido, entre 3 y 6. La comunidad vegetal est dominada
por plantas del orden Utricularietalia.
4020*: Brezales hmedos atlnticos de zonas templadas de Erica ciliaris y
Erica tetralix. Brezales higrfilos, propios de reas con un clima ocenico
templado, sobre suelos semi-turbosos, suelos turbosos con minerales en superficie
(hidromores) y turberas en proceso de drenaje, incluidos en los sintaxones
Genistion micrantho-anglicae y Ulicion minoris: Ulici minoris -Ericetum ciliaris,
Ulici gallii- Ericetum mackaianae, Ulici minoris-Ericetum tetralicis, Cirsio
filipenduli-Ericetum ciliaris.
4030: Brezales secos europeos. Formaciones arbustivas, a menudo densas, de talla
media a baja con Calluna vulgaris, Erica spp., Ulex spp., Cistus spp. y Halimium
spp., como especies dominantes. Se encuentran sobre suelos cidos o
descarbonatados de textura arenosa o franco-arenosa.
4040*: Brezales secos atlnticos costeros de Erica vagans. Brezales costeros de
zonas temperadas con Erica vagans y Ulex europaeus sobre suelos bien drenados,
claramente distinguibles de otras formaciones costeras almohadilladas.
6420: Prados hmedos mediterrneos de hierbas altas del MolinionHoloschoenion. Comunidades mediterrneas de juncos (Scirpus y Juncus) y
grandes hierbas, ambos de carcter higrfilo (agua dulce o con escasa salinidad).
7110*: Turberas altas activas. Turberas cidas, ombrotrficas, pobres en
nutrientes minerales, alimentadas por agua de lluvia con un nivel de agua en

82

general ms elevado que el de la capa fretica del entorno, con vegetacin perenne
dominada por vistosos montculos de esfagnos que permiten el crecimiento de la
turbera (Erico-Sphagnetalia magellanici, Scheuchzerietalia palustris p.,
Utricularietalia intermedio-minoris p., Caricetalia fuscae p.).
7140: Mires de transicin. Comunidades formadoras de turba en la superficie
de aguas oligotrficas a mesotrficas, con caractersticas intermedias entre tipos
solgenos y ombrgenos. Presentan un amplio y diverso rango de comunidades
vegetales. Las comunidades ms prominentes son praderas de herbceas, fases
flotantes o tremedales formados por ciperceas de tamao medio o pequeo,
asociadas con esfagnos o musgos pardos.
7230: Turberas bajas alcalinas. Humedales cubiertos por pequeos crices y
musgos pardos o rojos productores de turba o de toba calcrea, desarrollados sobre
suelos permanentemente saturados en agua, con aporte de agua solgena o
topgena, rica en bases, frecuentemente calcrea, y con el nivel fretico situado en
o ligeramente por encima o por debajo de la superficie del sustrato. Pequeos
crices calcfilos y otras Ciperceas dominan generalmente las comunidades de la
turbera, pertenecientes al Caricion davallianae, que se caracterizan por poseer un
tapiz generalmente prominente de musgos pardos o rojos formado por
Campylium stellatum, Drepanocladus intermedius, D. revolvens, Cratoneuron
commutatum, entre otros.
8220: Pendientes rocosas silceas con vegetacin casmoftica. Se trata de laderas
y salientes rocosos cuya riqueza y composicin florstica es elevada como
consecuencia de las variaciones ecolgicas locales y las circunstancias
biogeogrficas. Las especies habituales de este tipo de hbitat son Alchemilla,
Murbeckiella, Antirrhinum, Bufonia, Dianthus, Draba, Digitalis, Jasione,
Saxifraga, Sedum, Silene, etc. Adems destacan la abundancia de helechos, como
Asplenium, Cystopteris, Cheilanthes, Anogramma, Cosentinia, Notholaena,
Polypodium, etc.
91E0 * Bosques aluviales de Alnus glutinosa y Fraxinus excelsior (AlnoPadion, Alnion incanae, Salicion albae). Bosques aluviales arbreos y
arborescentes de cursos generalmente altos y medios, dominados o codominados
por alisos (Alnus glutinosa), fresnos de montaa (Fraxinus excelsior), abedules
(Betula alba o B. pendula), avellanos (Corylus avellana) o lamos negros (Populus
nigra).
9230: Robledales galaico-portugueses con Quercus robur y Quercus pirenaica.
Son bosques dominados principalmente por Quercus pyrenaica (Quercion roboripyrenaicae).
9260: Bosques de Castanea sativa. Bosques dominados por castaos (Castanea
sativa), supra-mediterrneos y submediterrneos, as como antiguas plantaciones
con sotobosque semi-natural.

83

CULTURAL
La colonizacin de esta zona se ha producido desde antiguo y con una elevada
densidad, como lo de muestran los numerosos yacimientos estudiados por Federico
Macieira. (fig. 79) y los numerosos restos identificados y catalogados.

Fig. 79.- Evidencias arqueolgicas en el entorno de la Capelada (municipios de Cario y


Cedeira).

De la Edad de Hierro, en Galicia Cultura Castrexa, se conservan los restos de seis


castros catalogados. A este perodo pertenecen as mismo dos importantes
hallazgos: un pual de antenas y un hacha votiva. Adems, diversos investigadores
relacionan el Cabo Ortegal y los Aguillns con los topnimos Trileuco y

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Lapatiancorum promontorium, lo que mostrara la importancia de esos accidentes


geogrficos en la navegacin antigua.
Como vestigios de la poca romana y altomedieval se identifican restos
localizados en los alrededores de la ermita de San Xiao do Trevo, en cuyos muros
se reemplearon tgulas y fragmentos de cermica romana. A la poca medieval
pertenece la Pena do Castelo -en la parroquia de A Pedra-, una escarpada elevacin
rocosa en la cual se aprecian restos de muros de cachotera y materiales cermicos
en superficie y de ah son las primeras referencias escritas de Cario encontradas
en un documento del Monasterio de San Martio de Xubia, datado en el ao 1101,
en el cual se efecta una permuta de posesiones entre nobles, entre las que se
incluyen tierras "in Villa de Carino et alia in Sancto Juliano de Trebula".
En la Edad Moderna Cario es un pequeo puerto pesquero natural en el que
viven unos 200 habitantes hacia el ao 1580. Aunque el marqus de Astorga instala
una herrera en Fes en el siglo XVII, el hecho socioeconmico ms relevante fue
el establecimiento en la villa, a finales del siglo XVIII, de industriales catalanes
dedicados a la conserva. Este suceso marca el inicio del proceso de
industrializacin conservera que tendr sus momentos lgidos en los siglos XIX y
XX. Tambin en el siglo XVIII, en respuesta a las incursiones piratas, se
construyen garitas de vigilancia como las situadas en O Limo y Herbeira, en el
actual lmite entre los ayuntamientos de Cario y Cedeira.
A lo largo de la historia y hasta la segregacin, las cinco parroquias del actual
ayuntamiento estuvieron siempre bajo la administracin del Condado y
Ayuntamiento de Ortigueira, excepto un breve perodo comprendido entre los aos
1823 y 1849, en el que formaron parte del Ayuntamiento de Veiga. En trminos
eclesisticos, el pueblo de Cario perteneci a la parroquia de Sta. Mara de A
Pedra hasta el ao 1896, en el que se crea la parroquia de San Bartolom.
La pesca y la industria conservera provocan un notable incremento demogrfico
en los siglos XIX y XX. A finales del siglo XIX, el censo era de unos 1.000
habitantes en la parroquia de Cario y la suma de las cinco parroquias del actual
Ayuntamiento alcanzaba la cifra de 3.653 habitantes.
La memoria colectiva de los carieses est marcada por las constantes
reivindicaciones segregacionistas. Los deseos de independencia y rebelda se
documentan ya en el siglo XVI, pero ser en el siglo XX cuando afloren con
fuerza. En el ao 1918 se crea una Junta de Defensa con aspiraciones
segregacionistas, que edita catorce nmeros del peridico El Pueblo de Cario

85

(1919). Las emergentes inquietudes de independencia municipal se rompen en


1936 con la Guerra Civil. Con la llegada de la transicin democrtica aparecen
nuevas iniciativas vecinales, como la publicacin de la reivindicativa revista
Nordeste, y se producen sonadas movilizaciones, como las destinadas a reclamar la
construccin de un instituto de bachillerato en la parroquia de Mera. El liderato del
movimiento segregacionista corresponde a la Asociacin de Vecinos, que inicia en
1982 un proceso de separacin que durar seis aos, hasta que el 21 de enero de
1988 se aprueba la creacin del Ayuntamiento de Cario, en lo que fue,
entonces, la primera segregacin municipal producida en Galicia.
Leyendas sobre San Xiao do Trebo y la Fonte da Moura
San Xiao era un humilde cazador y pescador casado con una hermosa joven. Una
maana invernal parti de caza, y en su ausencia llegaron a su hogar sus padres,
empapados por la lluvia. La mujer de Xiao fue amable con ellos, y les dio cobijo en
la mejor habitacin de la casa, la habitacin matrimonial, mientras les secaba la
ropa en el fuego. Parti la mujer a buscar a Xiao para advertirle de la visita, pero al
mismo tiempo este regresaba por un camino opuesto. Cuando lleg a casa y vio a
una pareja en su lecho, pens que su mujer lo estaba engaando, por lo que herido
por la ira dispar a ambos, consumando el parricidio. Al or los disparos, la mujer
de Xiao volvi, pero ya no haba solucin. Tales fueron la pena, el dolor y el
arrepentimiento que sufri el bueno de Xiao que acab por convertirse en un santo.
Otra tradicin asegura que la actual figura de San Xiao que descansa en la ermita
llego por mar hasta aqu, en tiempos de los piratas, que saqueaban todas las costas
por las que solan pasar. Al acercarse a Cario, los profanos asaltantes decidieron
tirar al mar la pequea y coqueta figura del santo, amarrndole una enorme piedra
al cuello para hundirla. Pero el santo obr un milagro, liberndose de las ataduras y
llegando a la costa cariesa a nado. Una vez all, lo recogieron los marineros de la
zona, que subieron la figura por el acantilado para construirle, all mismo, una
hermosa capilla que todava perdura hoy en da.
En las proximidades del Faroleiro, en la abrupta costa entre Vacariza y Ortegal, se
encuentra la roca de Fonte da Moura, donde la leyenda habla de moros y tesoros.
Cuentan que en las proximidades del lugar han desaparecido cabras de manera
misteriosa, y que de cuando en cuando se escucha el canto de un gallo en el interior
de la roca. Al lado de sta nace la fuente Fonte da Moura, que esconde infinitos
tesoros en su interior, aunque inaccesibles ya que aquellos que intentan apoderarse
de ellos quedan atrapados en el interior de la fuente.

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Fig. 80.- Fotografa de la figura policromada de San Xiao do Trebo.

Sobre el topnimo Cario


Es bien sabido que Cario fue alzado en las cercanas de la Punta do Castro, donde
existi un asentamiento de castros. Cuenta una leyenda que en ese castro habitaba
el Seor do Castro, a quien le falleci la ms hermosa y rubia de sus hijas, y que
fue enterrada en una mmoa en la cumbre de la vecina sierra de A Capelada. Un
buen da tiempo despus, pas navegando frente a Ortegal una expedicin marina.
Era Ith, el hijo del rey celta Breogn, quien iba acompaado de otros cuarenta y
nueve jefes celtas en busca de las tierras de Irlanda. El Seor do Castro y sus hijos
se unieron a Ith y, mientras marchaban por la bocana de la ra, miraron hacia la
sierra para decir: "Adis, cario!". Y de ah viene el nombre de la villa.
TRADICIONES
La danza de arcos
Vinculada desde siempre a los marineros, la danza de arcos acompaa
inexorablemente los festejos que se celebran en la villa.

87

Fig. 81.- Fotografa de la tradicional danza de arcos de Cario.

No se sabe con certeza su antigedad, ni su procedencia, si bien los pasos del baile
fueron transmitindose a lo largo de los aos de manera inalterada de padres a
hijos. El da ms lgido del ao para la danza de arcos es el 16 de julio, festividad
de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros.
La romera de San Xiao do Trebo
Cada ao, el ltimo sbado de enero, se repite la tradicin de honrar al santo Xiao
do Trebo, en la pequea capilla prxima a Ortegal, construida sobre un antiguo
emplazamiento romano. Ya desde muy temprano, los vecinos recorren por el
camino viejo los dos kilmetros que separan Cario de la hermita, para disfrutar en
los alrededores de la misma de una jornada de fiesta, como se est haciendo desde
hace muchos aos. Desde muy antiguo, el da de San Xiao supuso el inicio de las
mscaras para los vecinos de Cario, que viven de manera especial el carnaval. Al
llegar a casa de vuelta de la romera, muchos carieses degustan por primera vez en
el ao las tpicas chaolas, postre caris nico propio del carnaval.

88

SUELOS, ACTIVIDAD HUMANA Y ARQUEOLOGA


A Martnez Cortizas, C. Ferro-Vzquez, R. Talln Armada, M. Costa Casis, W.
Chesworth.
Los suelos son la fina capa de materiales transformados que cubren la superficie
terrestre y sobre la cual tiene lugar la mayor parte de las actividades humanas.
Nuestra percepcin sobre los mismos ha cambiado radicalmente en los ltimos
siglos, desde las aproximaciones basadas en los conceptos desarrollados por las
culturas clsicas (greco-romana y musulmana), pasando por la revolucin
conceptual de las escuelas genticas, hasta las concepciones ms actuales sobre la
complejidad emergente de la evolucin edfica. Una de las ideas que ms fuerza ha
cobrado es la del reconocimiento de las funciones ambientales que desempean los
sistemas edficos. Habitualmente se citan seis funciones esenciales: 1) produccin
de alimentos y biomasa, 2) reactor biogeoqumico, 3) reservorio de biodiversidad,
4) fuente de materiales, 5) patrimonio natural y cultural, y 6) soporte fsico de
estructuras humanas. Ests funciones ambientales se encuentran en la misma base
de la compleja interaccin entre los humanos y los suelos, desde pocas
prehistricas.
Es muy probable que los humanos del Paleoltico concibiesen los suelos como
fuente de aprovisionamiento de alimentos (funcin 1) y materiales (funcin 4) y
como soporte fsico (funcin 6) de sus actividades. Pero, sin duda, el
descubrimiento y expansin de la agricultura, la revolucin Neoltica, debi
implicar el nacimiento de otra visin incluso ms utilitarista (reforzamiento de la
funcin 1) que se ira consolidando con el paso del tiempo. La revolucin neoltica
represent pues un salto substancial en el impacto de las actividades humanas sobre
los suelos. En palabras de Chesworth (2002) "a las fuerzas geolgicas habituales
se uni otra inmensamente significativa, nunca antes vista en el planeta, y una sin
la cual la civilizacin no habra existido: la agricultura". Con ella se aceleraron la
erosin, la acidificacin, la contaminacin, la degradacin fsica o la prdida de
materia orgnica. Pero tambin la creacin de nuevos suelos o la intensa
modificacin de suelos preexistentes (caso del Plaggen, la Terra Preta do Indio, los
suelos de bancal y aterrazamientos, etc.).
Esta ntima relacin entre suelos, evolucin del paisaje y actividad humana, hace
que los suelos sean autnticos archivos histricos. Las propiedades edficas
actuales derivan de los procesos de cambio, que a su vez estn relacionados con las
condiciones ambientales preponderantes en cada momento. Por lo tanto, las
propiedades pueden considerarse como proxies y su estudio nos facilitar un

89

registro ms o menos detallado de los cambios ambientales y las actividades


humanas -debidamente contextualizado cronolgicamente. Asumiendo que se
puede discernir entre procesos edficos y diagenticos, tanto las seales visibles
(p.e. rasgos morfolgicos) como las invisibles (p.e. las propiedades fsicas y
qumicas) tienen un enorme potencial para la reconstruccin los cambios
ambientales. Las secuencias edficas complejas, de suelos policclicos, y aquellos
suelos en los que los procesos de acrecin son muy marcados (como en las
turberas, los suelos coluviales, los suelos de naturaleza flvica, etc) son de
particular ayuda. Adems, los suelos contienen restos materiales de las culturas (los
artefactos) y restos de animales y plantas (los ecofactos), por lo que deben
considerarse como parte integrante de nuestro patrimonio natural y cultural
(funcin 5).
Esto hace que la Edafologa sea una disciplina de apoyo en las investigaciones
arqueolgicas. As, desde mediados del siglo pasado, el nmero de investigaciones
que resaltan la importancia de los suelos en la arqueologa ha aumentado
significativamente, hasta el punto que algunos autores han propuesto el trmino
"Pedoarqueologa" para definir la rama de la Geoarqueologa que se dedica al
estudio de los suelos en contextos arqueolgicos (Walkington 2010). En muchas
reas del planeta, la configuracin actual del paisaje no puede entenderse sin
conocer la historia de las actividades humanas; lo que se presenta hoy ante nuestros
ojos es un "paisaje cultural", construido mediante modificaciones intencionales y
no intencionales tanto de los suelos como de la cobertura vegetal. En retorno,
algunos contextos arqueolgicos preservan suelos que ya no existen hoy en la
superficie del terreno, por lo que la estrecha colaboracin entre Arqueologa y
Edafologa puede ayudar tambin a reconstruir la diversidad edfica en algunas
reas.

90

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