Critologia Pneumatica
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2.
Cf. M. Simonetti, Note di cristologia pneumatica, en Augustinianum 12 (1972) 201-232.
Este artculo ha avivado el fuego sagrado de la interpretacin binitarista y ha ejercido un
evidente influjo, determinante en el trabajo de L. P adovese, La Cristologia di Aurelio Clemente
Prudenzio, Roma 1980, y slo distorsionante en la tesis de L. L adaria , El Espritu Santo en
san Hilario de Poitiers, Madrid 1977.
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Dios9 que el agraciado recibe en s10 es el Espritu Santo {Le 11, 13 ; Heb 10,
29), la fuerza vivificante11 amor de Dios12 que nos justifica y salva13.
Tal gracia es en nosotros fuerza, justicia, santidad y gloria14. Dios Padre es
tambin el que dinamiza, justifica, santifica y glorifica15 tanto a Jess como a
otros hombres en l16.
En todos estos resultados lo primero que sorprende es que tal eficiencia de la
divinidad espritu sobre la humanidad carne, es triple segn un mero
anlisis gramatical y por tanto fundamenta tres relaciones interpersonales
distintas entre cada hombre y sendas personas divinas terna cristiana : el
Padre, el Hijo y el Parclito. Pues el espritu divino tanto cual Padre
engendr a la carne hija, como cual Hijo y Seor se la injerta a s y la
apropia, como en fin cual Husped y Don la penetra al modo de un fluido, una
fuerza una forma (cf. Rom 5, 5 ; 1 Cor 15, 43-48 ; 2 Cor 3, 18).
5. Uso personal de espritu
Estos tres distintos son los que aparecen en el NT unidos y distinguidos de
todo lo dems, actuando diversificadamente como acabamos de ver en
unidad de accin trinidad funcional (cf. 1 Cor 12, 4-11 ; Rom 8, 9-17 ; 1 Pe
1, 2), todas las obras de Dios trinidad econmica. Cada uno de ellos es el
nico Dios, la nica divinidad concreta espritu . De ah que ya en la
Escritura aparezca algn indicio de llamar a cada uno de ellos espritu ,
puesto que se los concibe como seres divinos (cf. lo 4, 24 ; 1 Cor 15, 44-46 ; 2
Cor 3, 17-18 ; lo 14, 16 ; 16, 13-15). Se dira que la Biblia misma introduce
tambin a la trinidad en clave pneumtica.
Pero por el mero hecho de ser nombre de persona, no es nombre propio sino
comn y esencial. Ciertamente, nunca significa lo caracterstico del Padre del
Hijo ni siquiera los designa directamente como tales personas, sino slo indi
rectamente a travs de su propia naturaleza concreta ( espritu , divinidad
viva y vitalizante) con la que estn identificados.
Otra cosa es cuando designa a la tercera persona de la terna, pues entonces
significa el soplo que, a modo de fluido vital y vitalizante, procede del Padre y
de Cristo y es recibido en las criaturas... En tal caso pasa de nombre esencial a
nombre personal propio, ya que designa directamente al tercero de la terna, el
Parclito, en lo que tiene de ms caracterstico. As lo vemos coordinado con,
9. Cf. Rom 5, 2.5.17 ; 1 Cor 1, 4 ; 2 Cor 9, 14 ; 1 Pe 5, 10.
10. Cf. Io 1, 14.16-17 ; Rom 12, 6 ; 16, 20.
11. Cf. Rom 6, 23 ; 1 Cor 15, 10 ; 2 Cor 1, 12 ; 12, 9 ; 2 Tm 2, 1 ; Heb 13, 9 ; 1 Pe 3, 7.
12. Cf. 2 Cor 13, 13 ; Eph 6, 24 ; 2 Pe 3, 18.
13. Cf. Rom 3, 24 ; 4, 4-6 ; Eph 2, 5.7-8 ; Tt 3, 7.
14. Cf. las concordancias neotestamentarias d e: Avapt, Aticaioavri, Ayiaap,
'Ayiotri, AyuocsvT], 'Ayveta, 'Ayvrri, Aija .
15. Cf. las de : Evepyetv, Evpyaa, EvEpyfj, Aovat, Auvateiv, AuvapooSai, EvSuvapooGai, EvSuvapov, AticaioOv, 'Ayieiv, Aodeiv .
16. Sgase la pista en las concordancias de : "Ayto, 'Ayv, AiKaio, "Evoo; .
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Todo santo Padre que a travs de Cristo uno, verdadero Dios y verdadero
hombre completo, profesa la verdadera trinidad divina (Padre, Hijo y Espritu
Santo), no puede menos de ser ortodoxo en su cristologia. Por tanto ha de
suponrsele un uso acertado de la palabra espritu mientras no se demuestre
positiva y evidentemente lo contrario. Con poqusimas excepciones de monar
quianismo, y de binitarismo como las del Pastor de Hermas y Lactancio, creo
que ste es el caso de los escritores de la Iglesia cristiana a lo largo de los
siglos.
Pero como se ha tenido la audacia no s si debera decir ligereza de
tildar de hereja a la cristologia pneumtica de muchos Padres (por ej., se ha
afirmado el binitarismo de Hilario de Poitiers), pienso que podra ser de
utilidad un estudio particular y algo detallado, apologtico y en lo posible posi
tivamente demostrativo, en orden a probar que la cristologia de espritu en la
patristica es verdaderamente trinitaria, conciliable y ms menos conciliada
con la cristologia de logos, y por tanto ortodoxa en plenitud.
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Padres Apostlicos
Es en la cristologia (pneumtica) de composicin donde surgen las primeras
herejas : bien negando sencillamente la componente humana (docetismo) y
carnal (gnosticismo), negando a la componente espiritual su condicin
substantiva de persona (monarquianismo psilantrpico), bien por fin rompiendo
la ntima unin de ambas al hacerla extrnseca y temporal (adopcionismo
binitarista).
Un texto de Ignacio de Antioqua {Ad Eph. 7, 2) constituye una muestra
antolgica de cristologia ortodoxa :
U n m dico hay, hum ano (carnal) y divino (espiritual), criatura (yevviyt;) y D io s
(yvvriTo), hecho dios en hum anidad (v tropici), en muerte vida verdadera,
(procedente) de M ara y de D io s, prim ero pasib le y luego im pasible, Jesucristo
nuestro Seor .
1).
25. Cf. 1 Clem. 46, 6 ; 58, 2 ; Ignacio, A d Magn. 13, 1-2 ; Mart. Pol. 14, 3.
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Apol. 15, 1 (v nvspati ytp se usa para decir que baj en su divinidad ) y en Melitn, Hom
66, donde la componente espiritual es immortal y resucit a su humanidad.
27. Lo mismo ocurre en este texto con la palabra logos que, paralelamente a pneuma y
tambin como nombre esencial (sin artculo), se predica del Logos (con artculo, nombre
estrictamente personal) y del Padre.
28. Tambin, en ib. 15, se nos dice que Dios habita en el hombre por su Espritu como por un
legado suyo.
29. Lo mismo ocurre con logos , nombre esencial de Jesucristo en 1 Apol. 63, 10.
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D em 71, El Padre del gnero hum ano es el L ogos de D io s ... C undo, pues, ste
ha derram ado sobre el gnero hum ano la sem illa vital, es decir el Espritu de la
rem isin de los pecados por el que som os vivificados ? ... La sem illa del Padre de
tod o, es decir el Espritu de D io s ( = ser divino), por quien fueron hechas todas las
co sa s, se ha m ezclad o y unido con la carne, es decir la obra por l m odelada (c f lo 1,
3.14)
Haer.
IV, 31, 2.
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por l. En esta ltima (c. 45-47), el espritu que con soma sarx forma a
Cristo, se refiere alguna vez a la divinidad comn (v TtvEpcm, v capici) pero
las ms de las veces se concretiza en la persona del Logos que decide
encarnarse :
ya que el espritu divino era inaccesible ... l m ism o (ax) contrayndose a s
m ism o ha venido
tanto espritu como logos (ambos sin artculo) son predicados nominales
y significan la ( las) esencia(s)40 (divina /y racional, respectivamente) que
tiene el Seor que es el Logos (con articulo, nombre proprio). La segunda men
cin de espritu (tambin sin artculo) referida ciertamente al Logos, no es
sin embargo nombre personal proprio sino nombre esencial de persona41,
pues significa divinidad encarnada un ser divino hecho hombre.
37. Cf. tambin c. 1 donde se atribuyen al espritu divino caracteristicas y nombres del
Logos, como ser engendrado antes de la aurora y capitn general .
38. Adems de Apol. 21, 13 (De spiritu spiritus et de deo deus), cf. el texto de la nota 34.
39. Adv. Herrn. 3 , 2 : Deus substantiae ipsius nomen est, id est, divinitatis .
40. Qu es Dios ? Dios es ... espritu. Espritu es propiamente una esencia incorporea ...
Fragm 39.
41. Idntico uso de pneuma y logos (ambos sin artculo), como predicados nominales
nombres esenciales de el Logos , se da en C. Noel. (4 : ... pues era logos, era pneuma, era
fuerza...; 16: ...pues qu era lo nacido de l sino pneuma, es decir el L ogos?).
Compresele tambin el parecido texto de Taciano antes aludido (Adv. Gr. 7 : Y, en efecto, el
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El libro de Orgenes Contra Celsum nos muestra este famoso pagano como
testigo de la importancia del trmino rrvepa en la cristologia de la Iglesia del
siglo il Las respuestas del gran alejandrino, por otra parte, nos informan de
cmo entenda l, en pleno siglo ni, la verdadera cristologia pneumtica de la
Iglesia.
Esta coincidiendo con la tradicin anteriormente examinada no puede
menos de ser una cristologia de composicin, en la que espritu significa la
naturaleza divina en contraposicin a los cuerpos :
Y es as que n o es cuerpo lo que n osotros entendem os por espritu, co m o tam poco
lo es el fuego que se dice ser D io s en este texto : N uestro D io s es fuego consum idor.
T odo sto se dice figuradam ente para representar, por los nom bres corrientes y
corp reos, la naturaleza inteligible VI, 7 0 cf. 72.
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manece una sola prolacin personal en Dios, la que da origen a la persona del
Hijo que es Verbo por su forma y Espritu por su substrato divino44 uno con el
del Padre.
Consiguientemente su uso de spiritus es slo en parte idntico al de los
autores precedentes :
a) el fundamental de naturaleza divina como substrato comn de las
personas :
U n a utrique ( = Patri et F ilio) m ens, unus spiritus, una substantia est : sed Ule quasi
exuberans fons est, h ic tanquam defluens ex eo rivus, Ole tanquam sol, hic quasi
radius ex sole porrectus, qui quoniam sum m o patri et fidelis et carus est, non
separatur sicut nec rivus a fonte nec radius a so le ; quia et aqua fo n d s in rivo est et
so lis lum en in radio D iv. Inst. IV, 29, 4-5.
Pero el tercer uso como nombre propio caracterstico de una persona divina
unida y contrapuesta a las del Padre y el Hijo, falta en absoluto en este autor45
por su binitarismo con el que ya desde antiguo fue notado46.
En Victorino de Pettau puede tambin probarse para spiritus el
significado de componente divina Cristo preexistente. As aparece
contrapuesto a caro en contexto de encarnacin :
coron a patruum significai secundum carnem nativitatem ex quibus erat spiritus
carnem sumpturus In Apc. 12, l 47.
Sin embargo, que algunos textos de este autor eran cuando menos ambiguos
de difcil interpretacin ortodoxa, puede colegirse de los mismos retoques
complementos que sufrieron a manos de S. Jernimo. As se sustituye
tranquilamente spiritus por Christus, cf. PLS, I, 135. Otro botn de
muestra es In Apc. 6, 4 :
44. Cf. A. Orbe, Hacia la primera teologia de la procesin del Verbo, Roma 1958,
p. 540-554.
45. Aun en el caso (slo probable) de que Lactancio considere al Espritu Santo
contradistinto del Hijo, que es Verbo y Espritu, como uno de los espritus silenciosos que salie
ron de la nariz y no de la boca de Dios ; pues en tal caso sera nombre propio personal, pero no
de una persona divina.
46. Cf. Jrnimo, Ep. 84, 7.
47. Cf. tambin Fab. mund. 9.
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... significabat spiritum sanctum h oc e sse facturum , id est quod passu s est semel
factum e st
PLS,
I, 135.
A dv. A rium
14
III,
48. El ltimo spiritus va en singular en plural ? Sera lo mismo, pero ambas interpreta
ciones son posibles, pues en la teologia de este autor si bien no hay tres dioses Dios es
triplex , cf. tambin II, 4 : ideo dictum est, de una substantia tres subsistentias esse, ut ipsum
quod est esse subsistt tripliciter, ipse Deux, et Christus, id est logos, et Spiritus Sanctus .
49. Cf. Simonetti, a.c. en su nota 36.
50. Ib. p. 216 a la mitad.
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... D eu s a D e o , spiritus a spiritu ... confidenter ait (Jesus) : Pater in m e et ego in
Patre : quia ut spiritus Pater ita et F iliu s spiritus ; ut D eu s Pater ita et F ilius D eus
Trin. 3, 4 (77 B12).
Este ser compuesto de carne y espritu, este hombre espiritual y celeste, tiene
su gnesis en un doble origen, en la carne de una virgen65 y en el espritu de
Dios :
sed om nis cau sa nascendi invecta per Spiritum, tenuit in hom inis nativitate quod
matris est ; cum tarnen haberet in originis virtute quod D eu s e s t Trin. 10, 1566,
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Pero sern tambin por el Espritu el nacimiento eterno y las otras dos
fases del nacimiento temporal Hilario excluye que sea uncin el nacimiento
del Cristo preexistente quien, por ser espritu divino, no necesita espiritualiza
cin alguna77. Y ya que slo la humanidad asumida por Cristo poda y
necesitaba ser ungida por el espritu78, ? sern uncin y habr que entenderlas
igualmente a la luz de Ps 44, 8 los otros dos momentos de la filiacin temporal
de Jess : encarnacin y resurreccin ? Nunca les llama explcitamente
uncin. A la encarnacin ni siquiera poda llamarla as para ser fiel al texto
bblico que escogi como base (Ps 44, 8 : Dilexisti justitiam et odisti
iniquitatem, propterea unxit te Deus, Deus tuus, oleo exsultationis prae participibus tuis) ; ya que tratndose en l de una uncin merecida y salvadora de los
hombres, no encajaba bien con el primer instante del hombre-Dios79.
Sin embargo, gusta de unir encarnacin y resurreccin bajo el comn influjo
vivificador que el espritu ejerce sobre la humanidad de Jess y la proyeccin
de esta filiacin a los dems hombres sus hermanos que la participan. El
problema de nuestra unin y parecido con Jess en su filiacin divina,
planteado por Hilario tambin segn Ps 44, 8 (cf. Trin. 11, 10) se resuelve ms
adelante (cf. ib. 15) apelando a la encarnacin y a la resurreccin, es decir a la
filacin divina de Jess segn la humanidad forma de siervo, no segn la
forma de Dios. As lo relaciona con el hombre paciente del salmo proftico de
la pasin, 21, que llahia hermanos a los dems hombres (v. 23) y que ms que
hombre es un gusano (v. 7). Segn la creencia de la poca, ser Jess un gusano
significaba nacer directamente de la tierra y sin comercio carnal, es decir nacer
como hijo de Dios en la encarnacin y la resurreccin :
Narrabo nom en tuum fratribus m eis. Et haec verm is, vel non ex conceptu
com m unium originum viverts, vel e profundis terrae vivus em ergens, ad significationem assum ptae et vivificatae per se etiam ex inferno carnis, professus est Trin. 11,
15
estando ambas, por tanto, indirectamente referidas a la uncin del espritu que
nos asimila con la filiacin de Jess. Ambas constituyen en el Tractatus
mysteriorum (1, 2-5) la exgesis alegrica de la creacin de Adn (encarnacin)
76. Cf. Trin. 8, 25 (254 B2) ; 11, 18 (412 B13) ; In Ps 2, 29 (59, 11), con la constante citacin
de Sal 2, 7 completo segn la variante occidental de Le 3, 22.
77. Cf. Trin. 11, 18.19.
78. Trin-il, 18 (412 A : Unctio enim illa cf. Ps 44, 8 ...profecit... corporis sacramento
et sanctification! hominis assumpti ). 19 (414 A13 : id in Deo necesse est ungatur, quod
posterius sit in dispensatione qua Deus e s t ... id ungitur quidquid ab eo Verbo in mysterio
carnis servile susceptum est ).
79. Ib. (413 B2 : Consequens et posterior causa nunquam refertur ut prior sit: quia
meruisse aliquid, posterius est, quam esse qui possit mereri ).
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niai con la humanidad la asemeja a s con poder. La eleccin entre ambas posi
bilidades ha de hacerse fundamentalmente a la luz de los verbos se immiscere y praesumere .
Miscere , sus compuestos y derivados, significan mezcla unin entre dos
formando sociedad ; de ah que aparezcan usados por el latn cristiano en la
esfera matrimonial y en cristologia incarnatoria. El afijo per connota la idea
de confusin (cf. Trin.6, 19). En cambio ad refuerza la idea de asociacin
( societas admixtionis Triti. 2, 24) con interaccin de las partes, concreta
mente de una de las partes en la otra. As en Triti. 10, 44 nos encontramos con
un texto similar ( Altissimi virtus virtutem corporis, quod ex conceptione
spiritus virgo gignebat, admiscuit ), en el que una de las partes ( virtus
Altissimi espritu) robustece unindose con ella ( admiscuit ) a la otra
parte ( virtutem corporis ). De modo semejante se immiscuit significara,
en el texto a estudio, que la naturaleza divina como esposo santific las
entraas de la Virgen y, penetrndolas cual un soplo, se uni como con esposa
a la naturaleza humana.
Por otro lado, praesumere que no es adsumere83 apoyara esta
interpretacin al indicar la accin dominadora del esposo ( spiritus ), que
adems es descrita a continuacin como robustecedora ( confirmans
infirmitatem ) y fecundadora de la esposa ( ad sementivam efficaciam ) al
penetrarla ( obumbravit , per umbram circunfusam , inumbratio ,
ineuntis spiritus ) y ajustarse a ella ( temperarci ). Se tratara, por tanto, del
efecto de la poderosa divinidad sobre la carne, y no de sta sobre la divinidad.
7. Funcin de las personas divinas en la espiritualizacin de la carne
El espritu que es la naturaleza divina de los tres : Padre, Hijo y Espritu
Santo, acta sobre la carne de Cristo y de los cristianos. Pero, como spiritus
Dei supone por los tres, en muchos textos bajo la palabra spiritus se
ocultan sin precisar la accin de ellos y sus caractersticas personales.
Fijmonos, en cambio, en aquellos otros en que bajo la palabra spiritus se
encierra una funcin caracterstica de una persona como, por ej., engendrar a
Jess, vencer a los demonios profetizar :
... Spiritual D o m in i super se esse D om in u s Jesus C hristus professus sit, propter
quod eum ungat, et m ittat ad evangelizandum ... N o n enim vel ipse super se esse, vel
sibi de caelis adesse, vel ipsum se cogn om in asse sibi filium intelligendus e s t ... Et
Patrem quidem in D e i Spiritu ita sign ifican repertum est.
F ilium vero hoc m od o dem onstratum intelligim u s, cum dicit : Q uod si in Spiritu D ei
ego ejicio daem ones, utique appropiavit in vobis regnum D e i (M i 18, 2 8 ) : se,
83.
A propsito de nuestro texto y sin aportar prueba alguna, hace a los dos perfectamente
equivalentes R.J. Kinnavey, cf. o.c., p. 187. Desde luego que praesumere es a veces empleado
para la obra de la encarnacin ; pero que no es sinnimo de assumere mucho menos
cuando ste se refiere a lo caracterstico del Verbo resulta evidente comparando el respectivo
uso hilariano de ambos verbos. Finalmente, que spiritus no supone por la segunda persona se
confirma por la cita de lo 3, 8 pasaje en que parece distinguirse de Jess y que Hilario en otro
lugar (cf. Trin. 12, 56) aplica evidentemente al tercero de la terna.
80
scilicet, id est, naturae suae potestate daem ones ejicere dem onstrans, qui non nisi
D ei Spiritu ejici possint.
Est autem et in Spiritu D ei Spiritus paracleti significad o ... cum dicitur : Sed hoc est
quod dictum e s t ... (Joel 3, 1 en Acta 2, 16,17). Et consum m atum h oc totum fuisse in
A p ostolis docetur, cum m isso Spiritu san cto om nes lin guis gentium sunt locu ti
Triti.
8, 25.
B8-13)85.
84. Esa virtus Patris - cf. vigor spiritalis siguiendo a Le 1, 35 significa en nuestro
autor spiritus Dei .
85. El que unge es distinto de los ungidos (cf. Triti A, 35) y de la uncin. El ramillete de citas
es selecto : Ps 44, 8 ; Acta 4, 27 ; 10, 38.
81
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Ita cum dicit : D om inus Spiritus est, naturam infmitatis eius ostendit ; cum vero
adjecit : U bi Spiritus D om ini ibi libertas est, eum qui eius est significat Trin. 2, 32.
Et quaero nunc in Spiritu D ei utrum naturam, an rem naturae significatam
existim es. N o n idem est enim natura, q u o d naturae res ... et secundum h oc non idem
est D eus et quod D ei est Trin. 8, 2 2 .
9. Conclusin
La cristologia de espritu en Hilario de Poitiers se inserta, como ocurre en el
Nuevo Testamento, en una cristologia de composicin de dos naturalezas : la
divina y la humana. Esta unin se concibe como matrimonial, y en ella se va
logrando y manifestando la asimilacin de la humanidad a la divinidad por la
accin de sta ltima. En tal espritu divino y su accin espiritualizadora sobre
87. Trin. 2, 30 : Manere autem hie quosdam in ignorantia atque ambiguitate existimo,
quod hoc tertium, id est quod nominatur Spiritus Sanctus, videant pro Ptre et Filio frequenter
intelligi .
88. Trin. 4, 6 (99 C 10-11 : N ovit in Spiritu Deum Spiritum),
89. Trin. 8, 22 ; 12, 55.
90. In M t 13, 6 : Ad fidei sacramentum, id est, ad Patris, Filii et Spiritus sancti unitatem .
83
91. Tal es el aspecto verdadero de la tesis de Harnack que Tunnel, bajo el pseudnimo de
Coulanges, formul en Rev. d'Hist. Litt. Rei. 8 (1922) 169-214 diciendo que Hilario se mueve
en la esfera de la naturaleza genrica . Ciertamente no es otro su fundamental y ms frecuente
uso de spiritus .
92. Handbuch der Dogmengeschichte, Tubinga4, 1909-1910, p. 256 nota 3.
93. Hilarius von Poitiers, Realenzyclopedie fr protestantische Theologie 8, Leipzig p. 57-67,
y en especial 59-60.
94. Casi el mismo juicio para bien pero igualmente para mal me merece la tesis de
L. Ladaria, citada en n. 2. Tambin sobre ella planean los ltimos girones de niebla de la
negra nube binitarista, anterior a Smulders, que le llegan a travs del a.c. de Simonetti. Puede, si
place, consultarse mis apostillas a la obra en Rev. Et. Aug. 26 (1980) 170-175.
95. Testigo de ello es el mismo M. Simonetti en el primer prrafo de su a.c., quien sin
embargo defiende en lo fundamental la tesis de binitarismo.
84
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