Resumen Del Libro Hay Alternativas
Resumen Del Libro Hay Alternativas
Resumen Del Libro Hay Alternativas
http://resumante.wordpress.com/2012/03/04/hay-alternativas/
El Banco de Espaa, la CEOE y otros actores han inundado los medios con el
paradigma de que para crear empleo hay que moderar los salarios. Pero no hay
evidencia emprica de tal aserto.
Defienden, por tanto, que hay que flexibilizar el mercado, e identifican como rigideces:
los sindicatos, las normas laborales, el salario mnimo, el subsidio para los
desempleados, las cotizaciones sociales, los convenios colectivos. Todos estos factores
de rigidez deberan ser eliminados para que el mercado funcionara con flexibilidad.
Aunque ahora se presenten con mucho aparato matemtico, estas ideas son de finales
del siglo XIX. TRiunfan entre los gobiernos, que hacen de la competitividad un objetivo
bsico, para producir a menos coste, aunque no aclaran a quines van a poder vender lo
producido.
Se crea empleo con la receta liberal?
Hay que distinguir entre la tasa de paro y el crecimiento del paro. La tasa de paro
(proporcin de la poblacin que est en edad de trabajar y no encuentra empleo) es
siempre alta en Espaa. En ello influye el escaso desarrollo del empleo y los servicios
pblicos, muy por debajo de la media de la Europa de los 15; y ese bajo sector pblico
se corresponde con una baja presin fiscal que pivota sobre los trabajadores. Por tanto,
la alta tasa de empleo en Espaa es un problema poltico, dada la extremada fuerza
poltica y meditica que tienen los grupos poderosos en Espaa.
De 2000 a 2008 la situacin mejor, pero sigui mantenindose muy por debajo de la
media. Para disminiur la tasa de paro en Espaa hay que aumentar el secor pblico,
mediante una reforma fiscal, reduciendo el dficit social de Espaa.
Adems de una alta tasa de paro, con la crisis Espaa ha experimentado un fuerte
crecimiento del desempleo. Tambin lo han hecho Irlanda y Estados Unidos, dos pases
con los mercados de trabajo especialmente flexibles. La supuesta rigidez del mercado de
trabajo en Espaa no ha impedido despidos masivos. La flexiseguridad danesa slo ha
funcionado en momentos de expansin.
El anlisis de los casos reales muestra: la liberalizacin del mercado de trabajo y las
relaciones laborales no genera ms empleo; si hay normativas que protegen a los
trabajadores y pueden suponer cierta rigidez en el mercado, no son determinantes en el
nivel de empleo, que depende mucho ms de las decisiones macroeconmicas; las
reformas laborales han producido disminucin del coste, relajacin de normas laborales,
precarizacin, inseguridad, insatisfaccin y discriminacin; la generacin de empleo
depende fuertemente de polticas macroeconmicas, ms all del crecimiento del PIB, y
las ltimas que se han venido tomando operan en contra del empleo (privilegio de las
rentas financieras sobre la actividad productiva, escasez de financiacin para la
economa real, disminucin constante de la demanda interna, reduccin del gasto social
y de los servicios de bienestar, aumento del poder de las grandes empresas sobre el
mercado); creacin y destruccin de empleo tienen una fuerte relacin con la jornada de
trabajo y con el reparto de la productividad; y tambin con la pauta de distribucin de
rentas, que es una decisin de tipo poltico, ms que econmico.
Salarios y competitividad
Por eso las crisis arrancan un crculo vicioso: unas quiebras suponen ms paro, ms paro
dispara otras quiebras, hasta que se produce una reactivacin, por la intervencin del
Estado o fenmenos como las guerras. En la depresin de los aos 30, se lleg a
entender esto, y se realizaron planes de estmulo pblico de la economa, que generaron
empleo y salarios; tambin se actu en su cuanta, mediante salarios mnimos y
prestaciones por desempleo, que mitigaban las cadas del consumo.
Por otro lado, reducir costes no slo puede hacerse bajando salarios, sino tambin por
otra va que no lleva al empobrecimiento generalizado y a la depresin: incrementar la
productividad.Ahora bien, esto es ms complejo e implica dar una cierta participacin a
los trabajadores en las decisiones de estrategia empresarial. La productividad depende
de la motivacin, pero tambin de la tecnologa, la formacin, los medios informticos.
Eso supone que se precisa un fuerte esfuerzo en educacin, y bien planificado, en
investigacin y desarrollo, en transporte; tambin supone mejoras en las condiciones
laborales. Y, claro, una poltica fiscal ms potente.
Salarios y cuotas de mercado
Los salarios reales, no los nominales, llevan cayendo diez aos, sin que ello haya
supuesto mejoras en la competitividad: de 1994 a 2006, el poder adquisitivo ha cado un
594%, y la participacin salarial en la renta nacional un 798%. Y no ha aumentado la
competitividad.
De 1980 a 2007, los CLU de la zona euro han aumentado, pero no por los salarios, sino
por incrementos en los precios. Aunque fuera cierto, como dicen los neoliberales, que
los CLU determinan la competitividad y sta el nivel de empleo, no es cierto que slo se
pueda disminuirlos mediante ajuste salarial, sino que se pued eintervenir en el
componente precios. Y stos dependen sobre todo del poder de las empresas en el
mercado. Si la zona euro pierde competitividad no es porque suban los salarios (que de
hecho estn bajando), sino porque los mercados estn dominados por grandes empresas
que tienen el poder suficiente para subir los precios o mantenerlos cuando bajan los
costes, al margen de las reglas de la competencia.
Con Grecia y Portugal, Espaa tiene los salarios ms bajos (en euros estandarizados
segn la capacidad adquisitiva) de la UE-15. Adems, en Espaa hay una gran distancia
entre los ms altos y los ms bajos: entre el decil superior y el inferior, la ratio es de
346 (Suecia 228, Francia 291, Alemania 335). Tambin es muy alto el diferencial
entre el decil superior y el salario medio.
Los pases nrdicos, los de salarios ms altos y menores diferencias salariales son
tambin los ms eficientes econmicamente, y los pases de salarios mnimos ms bajos
(Grecia, Portugal y Espaa) son los de mayor desempleo.
La viabilidad de la propuesta
Los economistas neoliberales, los organismos internacionales en sus manos (FMI,
OCDE), los banqueros y los dirigentes de la patronal argumentan que el crecimiento
econmico lo producen las empresas, por lo que hay que bajar los salarios para que
tengan ms beneficios y puedan invertir. Otros economistas subrayas que el crecimiento
no depende slo de la inversin, sino del consumo, el gasto pblico y el saldo de
comercio exterior. Los estudios tcnicos demuestran que cul de estas estrategias sea
mejor depende de la configuracin de la economa, pero que en la economa europea, y
especficamente tambin en la espaola, la mejor tctica para aumentar el crecimiento
es incrementar los salarios (Bhaduri y Marglin, 1990).