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Sarvise Empleo

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¿ En que momento una economía empieza a destruir empleo?

LECTURAS (en BB):

a) Cómo estabilizar el nivel de empleo durante la contracción de la actividad económica.


Un debate pendiente en América Latina.

b) Creación y destrucción de empleo: una panorámica con nuevos resultados para


España.

PREPARAR UN ARTÍCULO CON LOS ÍTEMS MÁS IMPORTANTES DE CADA


ARTÍCULO + REFLEXIÓN PERSONAL FINAL (mínimo 700 palabras)

a) Daniel Martínez comenta en su estudio que algunos países han aplicado políticas de
ahorro en épocas de crecimiento. Explica que este ahorro se guarda en un fondo de
estabilización destinado a financiar gasto público en épocas de crisis y baja tasa de
captación de ingresos fiscales. Normalmente son ayudas de protección social para que no
aumente la pobreza. Igualmente se destinan a proteger actividades sectoriales cuando se
produce una “caída del precio internacional de los productos generados en esos sectores
(commodities) o un alza del precio de productos importados que son utilizados como
insumos industriales (petróleo y celulosa básicamente)”. Son los Fondos de
Estabilización de precios.

Martínez presenta las diferentes modalidades de intervención para estabilizar el


nivel de empleo y/o asegurar un ingreso mínimo a las personas y se plantea la alternativa
de una nueva modalidad (los fondos de estabilización del empleo). En tiempos de crisis
lo primero que se ve afectado es el nivel de empleo y el aumento de la pobreza. Existe el
problema de que en algunos paíseses no existe seguro de desempleo y por tanto, muchas
personas optan por aceptar trabajos “en negro”, sin protección social y con salarios
extremadamente bajos.

Expone cómo intervienen los gobiernos y el sector privado para hacer frente a
esta situación ya que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó unos puntos de
desarrollo sostenible a alcanzar antes el año 2030. Uno de estos, “el número 8, es
promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y
productivo y el trabajo decente para todos. No obstante, en muchos países estas
propuestas no han alcanzado niveles muy significativos.

Una primera propuesta es la de “trabajo garantizado” (TG). Consiste en garantizar


que el Estado ofrezca un trabajo con salario fijo a cualquier persona que desee trabajar.
Para disponer de esos trabajos el gobierno tiene que mantener siempre una reserva de
puestos de trabajos disponibles. Otra propuesta de intervención es la de la renta básica
universal planteada en 1995. Esta propuesta tiene el objetivo de una justa distribución de
la riqueza y de una mayor equidad social.

Otra cuestión es la renta mínima de inserción o salario social. Se trata de una


ayuda a quienes están en situación de pobreza, o en riesgo de caer en ella, y que no
disponen de los ingresos mínimos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas.
Martínez también nos habla de seguros de desempleo, financiados con aportes tanto del
trabajador como del empleador. Por último nos explica la compensación por tiempo de
servicios (CTS) que se trata de un “beneficio de carácter económico a favor del
trabajador cuando este pierde o cesa en su trabajo, de manera que dicha compensación le
ayuda a atender sus necesidades y las de su familia durante el período de búsqueda de un
nuevo empleo”. De todos modos, señala que hay más medidas pero estas son las más
remarcables.

Manifiesta que existe una alternativa diferente a estas modalidades de


intervención que, según el, podría ser más eficaz al generar menos objecciones
ideológicas económicas y políticas que las citadas anteriormente. Argumenta que con el
fondo de estabilización del empleo los ricos contribuirían, a través de las empresas, a
mejorar la situación de los más pobres en momentos de mayor necesidad social y no a
“reproducir ningún tipo de casta burocrática de dudosa utilidad”. Además, plantea las
diferencias más remarcables entre el fondo de estabilización de empleo y las otras
medidas. Declara que el FEE solo operaría en el momento contractivo del ciclo
económico, pero la política de TG podría mantener siempre estable el nivel de empleo y
de precios. Por tanto, una política de TG sería más deseable pero es difícil financiarla en
la mayoría de países.

Pese a esta nueva medida que propone Martínez en su artículo, creo que lo más
eficaz para superar situaciones de destrucción de empleo, aumento del trabajo informal (y
por tanto de la economía sumergida), del desempleo y la caída del salario real medio, la
solución sería crear empleo de buena calidad. La mejor manera de incentivar a las
personas a la búsqueda de trabajo es generar empleos de calidad, de larga duración con
opción a contrato fijo, un salario adecuado al trabajo desempeñado y a cubrir realmente
las necesidades de las familias. Como bien señala Martínez, si no se genera suficiente
empleo y de buena calidad, las políticas de transferencias no bastan para reducir la
pobreza. El presenta el FEE como alternativa. No obstante, para que este funcione debe
utilizarse para generar empleo de calidad. De este modo, el nivel de empleo se mantendrá
estable sin efectos significativos sobre el consumo privado ni sobre el nivel de precios.
(inflación). Así, tampoco tendría efecto sobre el nivel de los salarios, salvo que el salario
pagado por los programas de generación de empleo financiados por el FEE sea superior
al salario de mercado. Pienso que el FEE puede tener un impacto positivo. Puede
mantener el nivel de empleo previo a la recesión económica, sobre el nivel de desempleo.
Como explica Martínez esto pasa al generar empleo para trabajadores cesantes y evitar el
aumento del desempleo. También tendría un efecto positivo al evitar que los trabajadores
se empleen de manera informal.

b) Los autores explican los resultados relativos a los flujos brutos de creación y
destrucción de puestos de trabajo en la economía española desde la perspectiva de la
OCDE. Para ello, analizan la relación entre el dinamismo en el mercado de trabajo y
varias dimensiones del mismo (tasa de paro, duracion, productividad, etc). Por último,
explican evidencias sobre el comportamiento de la tasa de recolocación según el tamaño
de la empresa. El fin de su trabajo es desmitificar que en España son las empresas
pequeñas las principales encargadas de generar empleo.

Argumentan que la tasa de recolocación de puestos de trabajo varía entre los


paises de la OCDE. Se preguntan si ello puede explicar las diferencias que existen entre
las tasas de paro y de empleo entre ellos. Pero aseguran que para abordar esta cuestión
deben de tener en consideración la movilidad total de trabajadores. En algunos países,
como Estados Unidos y Dinamarca, el porcentaje es superior al 40%, mientras que en el
resto se sitúa entre el 20% y el 30%. La economía española está en torno al 30%. Por
tanto concluyen que España no es un país atípico en lo que a este tema respecta.
Comentan que España es una de las economías que presentan bajas tasas de recolocación
por expansión y contracción. Hay una relación entre la tasa de paro y la tasa de
recolocación. En el caso de Estados Unidos, existe una correlación positiva entre creación
y salidas del desempleo y de destrucción y entradas en el desempleo. Sin embargo, estas
correlaciones no se dan en otros países como Canadá y Dinamarca.

En el caso español a la hora de analizar se debe de tener en cuenta la distinción


entre el empleo fijo y el empleo temporal. En el texto declaran que uno de cada tres
asalariados tenía un contrato de duración determinada. Los autores esclarecen que estas
circunstancias se dan porque en España la “recolocación (creación y destrucción) de
puestos de trabajo se encuentra vinculada a la utilización de contratos de duración
determinada. Por otra parte, a pesar de ello, la mayor parte de la movilidad de
trabajadores con empleo temporal se debe a la rotación en empleos existentes”. Por tanto,
hay demasiada rotación en un mercado con un alto grado de segmentación.

“El argumento que se suele utilizar para explicar el comportamiento cíclico de los
flujos de puestos de trabajo es la protección del empleo. Mientras los costes de crear
empleo son similares (selección, formación, etc.), los costes de destruir difieren: cabe
esperar que la destrucción sea mas variable en los países con costes de despido
inferiores”. Los autores observan que los países con mayor grado de protección son
aquellos para los que la tasa de recolocación no muestra correlación con el ciclo.

En el texto también explican cómo actúa el mercado laboral y la recolocación de


empleo. Aclaran que una mayor recolocación genera un mayor crecimiento de la
productividad. Pero, una mayor productividad puede afectar a la recolocación. Del mismo
modo, una mayor productividad provoca incentivos a las empresas para mantener a sus
empleados y rentabilizar las nuevas tecnologías con trabajadores ya formados en la
empresa. Por ende, concluyen que, en su análisis, la "creación destructiva" no afecta a la
relación entre la tasa de recolocación y el crecimiento de la productividad.

Explican la relación entre la tasa de recolocación y la importancia de los costes


del despido. Si aumentan, se producirá menor creación y destrucción de puestos. En
España debido al factor de la temporalidad en el empleo que, implica menores
indemnizaciones por despido, da lugar a una relación positiva. También existe una
correlación negativa entre la duración del subsidio de paro y tasa de recolocación.

Según los datos recogidos en el caso de España y tomando el valor de 500


trabajadores como la frontera de distinción entre empresas pequeñas y grandes, los
autores determinan que el 90% del empleo creado entre el año 1 y el año 2 corresponde a
las empresas pequeñas y solo ell otro 10% restante a las grandes. Pero también es la única
empresa pequeña estudiada la que destruye empleo, y todo el empleo creado es por las
empresas grandes.

Como conclusión del estudio aprendemos que en el caso español son las empresas
de entre 100 y 500 trabajadores las que más empleo neto crean, aunque también son las
que más empleos destruyen (cercanas al 4%). Por tanto, si tomamos en cuenta las
evidencias de los autores no son las empresas pequeñas (entre 1 y 50 trabajadores) los
motores de creación de empleo.

Igualmente hemos logrado esclarecer que la mayor parte de la movilidad de


trabajadores en España con empleo temporal se debe a la rotación en empleos existentes.

Para solucionar el problema de una mayor estabilidad se conseguirá una menor


tasa de recolocación, especialmente entre los trabajadores con contratos temporales. Si no
se generan puestos de trabajo de calidad y de larga duración, no será posible solucionar el
problema del desempleo en nuestro país. Pienso que para fomentar la creación de empleo
en España se deberían apoyar a las empresas en su orientación al exterior, y en particular,
el mercado asiático. Fomentar la creación de empresas con mayor tamaño ya que como
hemos visto son las que más empleo generan, hacer una reforma laboral en profundidad y
mejorar las condiciones de los trabajadores, garantizar el acceso a un adecuado capital
humano y mejorar la actividad innovadora. Sin embargo, alguna medida como la de
reforma laboral podría generar conflicto social.
.

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