El Caso de La Señorita Amelia Anotado
El Caso de La Señorita Amelia Anotado
El Caso de La Señorita Amelia Anotado
Rubn Daro
2 Imagen 1 (https://www.flickr.com/photos/hen-
magonza/4165573769/in/photostream/) + el estilo rococ, se distingue por
el uso de la curva y de la contracurva asimtricas, por el empleo de una
ornamentacin naturalista, basada en los elementos de la rocalla, a la que se
sumaron motivos rsticos, chinescos, etc., por la suavidad de los colores y,
sobre todo por la ligereza ambiental. Se aplic a la arquitectura, pero su ms
autntico dominio fueron las artes del mueble, de la porcelana, etc. Pierre
Cabanne, Diccionario universal del Arte, vol. 4, argos-vergara, Barcelona, 1979,
p. 1336
3 Aqu, podemos contrapoer la figura del Dr. Z con la figura de Moiss como
dos profetas que pretenden llevar la revelacin de Dios a un pueblo incrdulo e
insalvable por sus pecados, sin embargo, los cuernos brindan una propuesta
diferente, pues las revelaciones del Dr. Z son de carcter prohibido pues
persigue el conocimiento del universo que fue vedado a la humanidad.
Oh, si el tiempo pudiera detenerse!
Doctor!
Creo contest con voz firme y serenaen Dios y su Iglesia. Creo en los
milagros. Creo en lo sobrenatural4.
En ese caso, voy a contaros algo que os har sonrer. Mi narracin espero que
os har pensar.
El doctor continu:
6 Ignoramos e ignoraremos.
Quin sabe con seguridad lo que es el espacio? Va la ciencia a tanteo,
caminando como una ciega, y juzga a veces que ha vencido cuando logra
advertir un vago reflejo de la luz verdadera. Nadie ha podido desprender de su
crculo uniforme la culebra simblica7. Desde el tres veces ms grande, el
Hermes8, hasta nuestros das, la mano humana ha podido apenas alzar una
lnea del manto que cubre a la eterna Isis 9. Nada ha logrado saberse con
absoluta seguridad en las tres grandes expresiones de la Naturaleza: hechos,
8 Dios griego que es una tradicin que deriva de una obra egipcia en
dieciocho tratados conocidos como como el Corpus hermeticum o Hermtica,
que data de los siglos II o III d.C. Texto filosfico mstico, honra al dios egipcio
Thoth, que se identifica con el griego Hermes bajo el nombre de Trismegisto
(tres veces el ms grande). La obra proclama una revelacin que invita a los
seguidores a arrepentirse de la ignorancia y malas acciones, a recibir la
iniciacin, aceptar instruccin personal en la sabidura y recto vivir, dedicarse a
la autodisciplina asctica, centrarse en la meditacin en silencio y finalmente
gozar de una visin de la Luz y Dios que concede renacimiento a un
sentimiento de profunda identidad con Dios y el mundo entero. Lleg a Europa
occidental en el siglo XV y se interpret que era pre-griego y precristiano, y
que preparaba el camino a Cristo. Fue as aceptado por algunos cristianos
como texto <<cristiano>> mstico y oculto, que se mezcl con ideas
neoplatnicas y de la Cbala cristiana. Cuando en 1614 la investigacin
demostr que que era postcristiano, su influencia se desvaneci en los crculos
cristianos, pero sigui siendo influyente en reas de Occidente en las que la
magia, ocultismo, alquimia, misticismo heterodoxo y el inters en el antiguo
Egipto segua siendo fuerte. Diccionario ESPASA de Religiones y creencias, p.
332.
9 Como madre de Horus, que estaba encarnado en el faran reinante, estaba asociada
en la ideologa real con la reina madre. Tambin se crea que Isis era una gran
hechicera, a la que Thoth ense sus poderes mgicos. Diccionario ESPASA de
Religiones y creencias, p. 386.2) Gran diosa de la magia, adquiri sus poderes
obligando a su padre Re a revelarle su nombre secreto. Su culto como divinidad
mistrica, tuvo gran aceptacin en el mundo romano, existiendo numerosos templos,
entre los que destaca por su conservacin el de Pompeya. Diccionario de magia en el
mundo antiguo, P. 225.
leyes, principios. Yo que he intentado profundizar en el inmenso campo del
misterio, he perdido casi todas mis ilusiones.
Y dirigindose a m:
Sabis cules son los principios del hombre? Grupa, jiba, linga, shakira,
kama, rupa, manas, buddhi, atma15, es decir: el cuerpo, la fuerza vital, el
cuerpo astral, el alma animal, el alma humana, la fuerza espiritual y la esencia
espiritual...
Hace veintitrs aos, conoc en Buenos Aires a la familia Revall, cuyo fundador,
un excelente caballero francs, ejerci un cargo consular en tiempo de Rosas 16.
15 Imagen 2 http://hermandadblanca.org/biblioteca/glosario-teosofico/#.VGP-
M_mG857
16 De mi work: Coinciden los historiadores en que Juan Manuel de Rosas es una figura
distorsionada por las fuentes que hacen el retrato de su figura. Destinado a ser por
siempre uno de esos malvados que ensangrientan la historia de su pas por la mera
perversidad de su ndole y por las inclinaciones infernales de su alma , es descrito en
sus equivalentes literarios como la peor creacin sobre la tierra, una mquina de
maldad que planea con calculada frialdad las estrategias ms humillantes y brutales
con las que doblega a sus enemigos. Sus retratos pictricos muestran las facciones y
posturas del tirano, la fisonoma de aquellos que se han tenido como los ms atroces
csares. Tena: los labios delgados juntados en una lnea inexpresiva, la nariz afilada,
la mirada agria, penetrante y solemne Del discurso que brinda al momento de
apoderarse del gobierno de Buenos Aires y de otros documentos firmados, por l as
como de las nuevas leyes y reformulaciones de las mismas, los historiadores han dicho
que el gobierno de Rosas se caracteriz por una poltica de obediencia a las nuevas
leyes instituidas, el horror a la anarqua, el apoyo a los programas de desarrollo
econmico, el soporte del campo, la integracin de las comunidades rurales y un
sistema de exclusiones. El sistema rosista de smbolos y exclusiones, se fue
extendiendo a todo el pas: obligatorio el uso de divisas, exclusin de los empleos a los
unitarios. Imaginmoslo pronunciando las palabras: << Odio eterno a los tumultos!
Amor al orden! Fidelidad a los juramentos! Obediencia a las autoridades
constituidas!>>
Nuestras casas eran vecinas, era yo joven y entusiasta, y las tres seoritas
Revall hubieran podido hacer competencia a las tres Gracias 17. De ms est
decir que muy pocas chispas fueron necesarias para encender una hoguera de
amor...
Por tal motivo, y por ser la chicuela de carcter travieso y jovial, tratbala yo
como nia que era, y entre las otras dos reparta mis miradas incendiarias, mis
suspiros, mis apretones de manos y hasta mis serias promesas de matrimonio,
en una, os lo confieso, atroz y culpable bigamia de pasin. Pero la chiquilla
Amelia!... Suceda que, cuando yo llegaba a la casa, era ella quien primero
corra a recibirme, llena de sonrisas y zalameras: Y mis bombones?. He
aqu la pregunta sacramental. Yo me sentaba regocijado, despus de mis
correctos saludos, y colmaba las manos de la nia de ricos caramelos de rosas
y de deliciosas grajeas de chocolate, las cuales, ella, a plena boca, saboreaba
con una sonora msica palatinal, lingual y dental. El porqu de mi apego a
aquella muchachita de vestido a media pierna y de ojos lindos, no os lo podr
explicar; pero es el caso que, cuando por causa de mis estudios tuve que dejar
Buenos Aires, fing alguna emocin al despedirme de Luz que me miraba con
anchos ojos doloridos y sentimentales; di un falso apretn de manos a Josefina,
que tena entre los dientes, por no llorar, un pauelo de batista 18, y en la frente
de Amelia incrust un beso, el ms puro y el ms encendido, el ms casto y el
26 El bosque tibetano.
Juro, seores, que lo que estoy refiriendo es de un absoluta verdad. El fin del
cuento?
Al entrar, fui recibido por un criado negro y viejo, que llev mi tarjeta, y me
hizo pasar a una sala donde todo tena un vago tinte de tristeza. En las
Y mis bombones?
Yo no hall qu decir.