Desarrollo Emocional en La Primera Infancia y en El Contexto de Las Discapacidades
Desarrollo Emocional en La Primera Infancia y en El Contexto de Las Discapacidades
Desarrollo Emocional en La Primera Infancia y en El Contexto de Las Discapacidades
Autora: Nria Be
Ante todo quiero dar las gracias al Dr. Arizcun por haber pensado en mi para participar de nuevo
en estas Jornadas. Resumir un tema tan amplio es muy difcil, ms cuando para hacerlo
comprensible deber hacerlo como si la evolucin emocional tuviese diferentes apartados cuando
se trata de un todo, en que cada elemento influye, alimenta los otros. Pero de todos modos voy
a intentarlo, sabiendo que quedarn muchos aspectos importantes nicamente nombrados o
incluso fuera.
Ante todo: qu entiendo por desarrollo emocional? Considero que es la evolucin de las
capacidades innatas positivas del individuo para lograr la posibilidad de disfrute de la vida.
Entiendo que ello representa adquirir:
inters por el entorno, por la vida y por tanto capacidad de explorar y de aprendizaje
que abrir paso al desarrollo cognitivo.
Dicho de otra forma el desarrollo emocional del beb implica que ste desarrolle sus capacidades
constitucionales positivas (biolgicas) para convertirlas en recursos personales: cognitivos,
emocionales y sociales. Como se ve tomo desarrollo emocional en un sentido muy amplio, en
el sentido del desarrollo de todas las capacidades del individuo como persona.
En todo caso, deseo dejar claro que el desarrollo emocional es la base imprescindible para
el progreso de todas las dems capacidades del individuo, y en este caso quiero remarcar
que es la base para el aprendizaje (o sea de la evolucin motriz, del lenguaje y posteriormente
de la funcin simblica, la capacidad de abstraccin, etc.).
La mujer durante el embarazo, y sobre todo despus de de dar a luz, sufre una reorganizacin
hormonal y, sobre todo, emocional, que la llevan a sentir un inters mximo, por su beb. Desea
y siente que necesita estar con l, ocuparse de su confort. Es de todos conocido que una mujer
reconoce la voz de su beb que llora an estando entre muchos otros nios de la misma edad en
la nursery. Mientras escriba este trabajo he visitado a una compaera que acababa de dar a luz
a su primera hija y me deca no soporto orla llorar, es muy raro yo no me lo pensaba, solo
quiero estar con ella.
Otra cosa es que la sociedad que hemos creado desvalorice esta tendencia natural de la madre,
en parte biolgica, y desdee esta tendencia de la mujer a apegarse a su hijo recin nacido, que
en cambio es tan necesaria para la supervivencia de la especie. Omos a veces incluso ridiculizar
a las madres por no poder despegarse de sus bebs, cuando esto es lo ms natural. Sabemos
que muchos factores pueden contribuir a esto: 1) envidia de una relacin satisfactoria y
profunda entre una mujer y su beb cuando se es incapaz de ese tipo de relacin; 2)
incapacidad para una relacin profunda que significa algo placentero; 3) sentimientos de culpa
por no haber podido ofrecer algo as al propio hijo, etc. y seguro que otros factores.
No todas las mujeres tienden a vincularse de la misma manera con sus hijos. Ello depende, en
parte, de:
Tambin el haber ido interiorizando la conviccin de que sus necesidades sern atendidas
le permite cada vez ms mantener la tranquilidad ante algunas frustraciones como
tener que esperar para ser alimentado-, que, an en el mejor de los casos, siempre
existen; inicialmente puede mantener la calma durante un rato si ve a su madre, ms
tarde le es suficiente con or su voz, desorganizndose cada vez menos.
Del mismo modo, cuando la madre capta los estados emocionales del beb y responde a
stos con empata, favorece el desarrollo de la empata en el nio.
Y, en la medida que le habla de sus necesidades, de lo que hacen juntos, del estado
emocional que capta en el beb le ayuda a desarrollar lenguaje pues el beb, aunque
inicialmente no comprende las palabras, capta el tono de voz tranquilizador, o al revs
de enfado y nota que va dirigido a l, lo cual le coloca en situacin de inters y alerta
mximos.
Cada beb tiene su temperamento y por tanto necesitan respuestas distintas adaptadas a su
sensibilidad, fortaleza. Algunos requieren respuestas ms enrgicas, ms vivas,.. otros en
cambio se asustaran y necesitan que se les maneje de forma suave Para poder dar respuestas
adecuadas y bien moduladas al hijo la madre ha de conocerle bien, lo cual requiere tiempo y
disponibilidad para el hijo, a quien nunca se llega a conocer del todo pues con la maduracin y
el progreso tendr necesidades diferentes en cada etapa.
Vemos como a los pocos das de vida el beb abre los ojos y dirige la mirada hacia donde est su
madre que le habla. O como a las pocas semanas sonre de forma franca cuando oye su voz, con
mucha mayor facilidad que cuando percibe la de cualquier otra persona, pues su madre es
fuente de satisfaccin y por tanto de alegra. . Esto lleva a la madre que se siente reconocida a
tener todava ms deseos de estar con su beb, ahora ya s jugar con l, imitar sus balbuceos
El beb, as animado intenta imitar las vocalizaciones de su madre lo cual le llevar a ser capaz
de decir slabas unos meses ms tarde. .. Despus a reconocer el significado de algunas
expresiones, etc.. Desarrollando de esta forma su capacidad de habla.
E igual ocurre con el desarrollo motriz; el beb de pocos meses, interesado en su madre, gira la
cabeza y se arquea para seguir sus movimientos alrededor de la cuna, tiende los brazos al
objeto que ella le ensea y ms adelante trata de gatear para seguirla por la habitacin.
Haber tenido un vnculo emocional estable es la base de la capacidad de exploracin y del
aprendizaje pues permite tener suficiente fortaleza personal como para intentar una accin
nueva, desconocida, -como recorrer nuevos espacios o ponerse de pie y aguantar el equilibrio-
con la conviccin de que su madre no permitira que le ocurriera algo malo. Asimismo, sentir
suficiente seguridad y tranquilidad como para soportar la frustracin de no lograrlo la primera
vez y persistir en el intento hasta alcanzar el objetivo. Y, cuando se desanima, demasiado, puede
contar con su madre que le anima y con ello facilita que vuelva a intentarlo de nuevo.
Gerhard (2008) en su libro el amor maternal refiere de forma clara como en la relacin del
beb con su madre, cuando sta responde con sintona y empata a las necesidades del hijo
facilita el desarrollo de sinapsis y por tanto de la red neuronal que queda fijada y que influye en
su evolucin. Asimismo, se ha demostrado que los niveles altos de cortisol del nio que no ve
atendidas sus necesidades primarias, y por tanto sufre de stress y ansiedad, tiende a provocar
alteraciones de los neurotransmisores que pueden dar lugar a patologa variada de distintos
niveles de gravedad en la edad adulta.
Deseo sealar que cada individuo es diferente y que la propia constitucin, las competencias
o la vulnerabilidad de cada beb le llevarn a buscar la vinculacin con ms o menos fuerza y
se afecta ms o menos de las situaciones de sufrimiento, lo cual le llevar a un desarrollo
diferente. O sea, que evidentemente existe un factor biolgico propio, esencial en las
capacidades que cada persona desarrolla. Todos hemos visto nios nacidos en familias
desestructuradas que alcanzan un buen desarrollo emocional y logran ser personas adultas
competentes y con un buen equilibrio psicolgico. Y, en cambio, hijos de familias competentes,
cuidadosas y volcadas en ellos que presentan patologas psquicas.
Capacidad de relacin que como deca antes surge del dilogo con la madre, luego con el
padre y otras personas significativas.
Por esta misma razn el vnculo afectivo le permitir interesarse por su entorno,
explorarlo, reconocer las similitudes y las diferencias (capacidad de abstraccin), todas
ellas bases del aprendizaje.
Evidentemente muy pronto el padre tiene un papel muy importante en la relacin con el hijo.
No slo en el sostn a la madre, para lo cual es importantsimo desde el primer da, sino que le
aporta al nio la presencia del tercero, insubstituible, que a travs del trato con l- favorece
que el beb se abra a nuevas relaciones: hermanos y tambin abuelos, etc. Asimismo le ofrece
otra forma de relacionarse, otros juegos, que ayudan al beb a aumentar su registro de
posibilidades.
Progresivamente el beb podr irse relacionando con otras personas que tambin sern
referentes para l y ampliarn sus posibilidades de experiencia y le enriquecern (a parte de
padres, abuelos, hermanos, tal vez alguna baby-sitter y despus educadores, compaeros, etc.).
Pero el nio iniciar cada relacin con unas expectativas que sern la repeticin de lo
que ocurri en su primera relacin con la madre. Cuando sta fue inconstante y pudo
ofrecer poca seguridad, el nio podr confiar poco en los dems.
Hemos visto algunos bebs que nos consultan, que an no presentando ninguna patologa a
nivel orgnico, no pueden aprender a caminar porque no tienen suficiente confianza en s
mismos, no pueden soportar la sensacin de desequilibrio y el temor no les permite hacer
intentos de caminar. Sus padres suelen decirnos que sabe caminar, pero tiene miedo; si
caminara aferrado a un lpiz, pero creyendo que es el dedo del padre, podra. Nos preguntamos
qu tipo de relacin primaria estableci que dej esta gran inseguridad interna; como si el nio
no se fiara de la capacidad de los padres de sostenerlo y en consecuencia tampoco de las
suyas propias. Muchas veces los padres lo achacan a que en su intento de caminar se dio un
golpe, pero sabemos que todos los bebs se golpean alguna vez, pero la mayora persiste en su
intento de ganar autonoma.
En el extremo del ejemplo anterior hemos visto algn beb que no intenta desplazarse de
ninguna forma porque necesitan estar enganchados fsicamente a sus madres; no soportan que
les dejen en el suelo. Suelen ser bebs que han establecido un vnculo no suficientemente
seguro y que por tanto no pueden tolerar la distancia fsica de su figura de apego.
Un tercer estadio de clera, ansiedad y tristeza. Los padres pueden sentirse culpables y
responsables de la malformacin relacionndolo con algn comportamiento suyo (fumar,
trabajar demasiado, etc.). Tambin pueden tener un profundo sentimiento de injusticia.
No es excepcional que este proceso fracase y se produzcan situaciones como separacin de los
padres, etc.
Si bien no en todos los padres se puede describir esta evolucin, es evidente que todos ellos
deben llevar a cabo este trabajo de duelo por el hijo que esperaban tener. Ello es imprescindible
para que puedan vincularse al hijo real que tienen; para que puedan acercarse, observar,
entender y hallar formas de relacin y de intercambio con l que generen una vinculacin cada
vez ms estable, promotora de evolucin en el hijo.
La vinculacin del beb discapacitado con su madre depender en gran manera de cmo ella
(ellos) realicen este proceso de duelo. En este camino sern muy importantes:
las capacidades personales de padre y madre,
Otras veces hallamos la situacin contraria, una relacin intrusiva, de estar encima del
beb del nio- en busca de su respuesta forzndole para que responda a las demandas
de los padres.
En ambos casos se hace evidente el rechazo por la discapacidad inesperada del pequeo que se
hace insoportable, llevando a los padres a evitar el trato con l o a querer corregir la
discapacidad intolerable.
El difcil proceso emocional de asumir la discapacidad del hijo puede manifestarse a travs de la
conducta de los padres en situaciones tales como:
La no aceptacin de las dificultades del hijo que puede llevar a los padres a realizar un
continuum de consultas a diferentes profesionales buscando que alguien certifique que a
su hijo no le ocurre nada o bien que ofrezca el tratamiento mgico y se resuelva sus
dificultades, permitindole realizar un desarrollo dentro de la normalidad. A menudo
vemos a padres que llevan a sus hijos a diversos tratamientos, algunos incluso
claramente dudosos en cuanto a su utilidad cuando no claramente contraproducentes,
buscando la curacin imposible. En algunos foros profesionales hemos coincidido en
que esta situacin incluso de multitratamiento se da hoy en da con ms frecuencia que
antes. Tal vez llevados de una intolerancia de nuestra sociedad a la frustracin?
Otras veces, la negacin de las dificultades de los hijos mueve a los padres a no aceptar
un tratamiento que el nio necesita con la idea de que con el tiempo el nio progresar
por si mismo.
Igualmente, y ligado a el punto anterior, los sentimientos de culpa pueden ser negados y
disociados, colocndolos en los profesionales a quienes se acusa de no haber realizado
un buen control de la gestacin, no haber solicitado determinado anlisis, no haberse
dado cuenta de la discapacidad del hijo antes del nacimiento, no haberlo diagnosticado a
tiempo, o bien atribuirlos a algn tratamiento que el nio recibi.
El primer cumpleaos del hijo es siempre un momento difcil para los padres por el
significado de la fecha; lo haban imaginado como una fiesta, celebrando que el nio ya
camina o est a punto y en su realidad su hijo puede estar an lejos de este momento
evolutivo.
La entrada al primer centro escolar, donde el contacto con otros nios vuelve a resaltar
las dificultades del hijo.
Otra circunstancia difcil para los padres es la decisin de tener un segundo hijo pues la
posibilidad aunque mdicamente se considere muy remota- de que puedan tener otro
hijo con una discapacidad eleva al mximo su angustia hasta tomar la decisin y durante
todo el embarazo. Luego viven la ilusin de ver a su segundo hijo progresar rpidamente
pero a la vez esto reactiva su inquietud al darse cuenta de forma directa y viva de la
diferente evolucin que hizo su hijo mayor. Igualmente necesitan acompaamiento y
apoyo para ir aceptando que el segundo hijo supere al primero, realice adquisiciones que
el primer hijo no ha alcanzado; ello es necesario para que no transmitan una prohibicin
inconsciente al hijo menor de pasar delante del primero.
Tambin necesitan ayuda para que pueden apoyar al hijo sano de forma que pueda
superar los sentimientos de culpa que existen siempre en estos casos. Es difcil para el
hermano menor identificarse con el hermano mayor discapacitado; normalmente debera
querer parecerse a l, intentar emularle, algo que es imposible en esta situacin.
Adems, de forma ms o menos consciente, puede temer parecerse a l o desarrollar la
discapacidad en el futuro.
Cuando el hijo afecto de una discapacidad es el menor, los padres a menudo necesitan
ayuda para hallar la forma de explicar de forma comprensible y adecuada a la edad qu
es lo que ocurre con su hermanito, cuando el nio mayor se sorprende de ver a los
hermanos de sus amigos que ya caminan, hablan, etc. y su propio hermano, en cambio,
no es capaz de aprenderlo. Es lgico que a los padres les cueste encontrar la forma de
dar esta explicacin cuando ellos mismos no logran entender ni asumir las dificultades
de su hijo y no saben responderse a s mismos porque ocurri.
Otro momento siempre difcil para los padres es la despedida del Centro de Atencin
Precoz.
Algunas veces, el profesional que atiende a los padres instaura con ellos otro tipo de relacin
que no favorece la recuperacin de las capacidades de los padres. Puedecompetir con
ellos, o bien colocarlos en una situacin de dependencia. En ninguno de los dos casos los
padres pueden aprovechar la relacin con el terapeuta del hijo para irse volviendo ellos cada vez
ms competentes y tiles para la evolucin del nio.
Grupo de padres
Una forma muy til de ayudar a los padres que consultan en un Centro de Atencin Temprana es
a travs de los grupos teraputicos de padres. El Grupo ofrece a los padres un espacio donde
puedan intercambiar experiencias y sentimientos con el objetivo de que se den cuenta de que no
son los nicos de sentir como ellos lo hacen, lo cual les hace sentirse acompaados,
contenidos, comprendidos, etc. Esto permite que los sentimientos progresivamente se
transformen en ms tolerables y tiles para contactar con el nio. sta puede ser la primera
ocasin en que se encuentran con otros padres en circunstancias similares a las suyas con
quienes compartir abiertamente lo que sienten y aportase puntos de vista, que enriquecen el
dilogo y permiten profundizar ms que en las entrevistas individuales con un terapeuta. A
menudo sienten que los profesionales les ayudamos, pero que no podemos entenderles de la
misma manera que otros padres en una situacin semejante. A veces nos sienten como tcnicos
que hemos estudiado su problema pero que no lo hemos vivido y no sabemos qu es, cosa por
otro lado generalmente cierta.
En el intercambio con otros padres en una situacin semejante a la suya se abordan desde
vivencias y sentimientos hasta cuestiones prcticas de colegios, alimentacin, etc. Esto permite
que los padres puedan sentirse ms capaces como padres de este hijo. Se trata, en resumen, de
rescatar todo lo posible de la vida del nio, de la de los padres y de la de los hermanos si los
hay.
En los grupos de padres hay temas que suelen aparecer siempre. Tras las presentaciones del
inicio del Grupo los padres suelen comenzar a hablar de qu les ha llevado al Grupo y, si se
sienten cmodos, pronto abordan el tema del diagnstico de su hijo; cmo les fue comunicado y
sus emociones al respecto. Poco a poco comentan la evolucin, la relacin con el hijo, con los
profesionales, el presente, la escuela, sus temores acerca del futuro, la relacin con sus propios
padres en relacin a lo que ocurre al nio discapacitado, la relacin con sus amigos, etc.
Como ejemplo, en un grupo una madre deca refirindose a la relacin con sus amigos tras el
descubrimiento de la discapacidad en su hijo: Y adems los amigos te dejan porque tienen hijos
hermoso y temen que si vienen a verte con sus hijos te harn sufrir y al final t les tienes que
decir que vengan, que de esto modo an te hacen sufrir ms. Que s, que ver a sus hijos tan
bien te hace sentir mal los cinco primeros minutos, pero que todava es peor tener que renunciar
a ellos como amigos, que ya haces suficientes renuncias porque tienes un hijo que no seguir el
ritmo de los dems.
Referencias bibliogrfcas
Brazelton T.B. Infants and Mothers.- Delta Ed. New York 1983
Gehrard, Sue. El amor maternal. Editorial Albesa, 2008
Rygaard, N. P. El nio abandonado.- Gedisa, Barcelona 2008
Stern, D. El mundo interpersonal del infante. Ed. Paids. Buenos Aires 1991
Tarrag, R. Atencin a los padres desde un equipo de atencin precoz en Reeducacin
psicomotriz, psicoterapia y atencin precoz.- Cuadernos de Paidopsiquiatra num. 9. Editorial
Alertes.
Torras de Be, Eullia. La mejor guardera, tu casa. Barcelona, 2010. Plataforma editorial.