Cuatro Grabadores Chilenos
Cuatro Grabadores Chilenos
Cuatro Grabadores Chilenos
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e lly Richard.
Un poco desapercibido para gran parte del pblico y para cierto sector de los
mismos artistas, se vive en Chile un momento nico en la historia de sus artes
plsticas. En efecto, desde que el ejemplo de Matta abri a toda una nacien-
te generacin nuevos horizontes y desvaneci cualquier temor de usar un len-
guaje de acento internacional, la vitalidad juvenil, una vez desentraados los
secretos del oficio, volc, debido a una serie de circunstancias largas de ana-
lizar, lo mejor de sus inquietudes expresivas a travs de la imagen en blanco
y negro. As, a partir de los ltimos aos, esa novel potencia creadora ha
empezado a cuajar frutos de ca I idad inesperada.
Bosta comprobar en los numerosos exposiciones individuales o colectivas y en
los diversos certmenes ofrecidos durante los ltimos tiempos como grabado y
dibujo y, en general, lo manifestacin grfica consiguen una jerarqua que,
en raras oportunidades, es capaz de alcanzar lo pintura. Resulta por ello una
expectativa estimulante coda ocasin que se presento de ponderar sus virtudes.
Wa Idemar Sommer.
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N OTA SOBRE DOS MOMENTOS DEL GRABADO CHILENO.
u na revisin de lo que ocurre hoy en el arte gr fico de /\:-n ri ca no debera dejar de estu-
diar los caractersticas del grabado popular que ilustra la literatura de Cordel del Nordeste
de Brasil. Los pequeos folletos lerdos por sus autores en plazas, mercados, reuniones re-
ligiosas, se enriquecen con xilografas o linleos, casi siempre de gran calidad plstica.
Sus autores son modestos artesanos, ilustran sus propios poemas o los de sus colegas, y com-
plementon sus ingresos utilizando su habilidad, para grabar tocos que, impresos, sern e-
tiquetas de botellas, anuncios, tarjetas.
Si se buscan antecedentes a este tipo de manifestaciones, sera inevitable recordar a Jlose
Guadalupe Posada, el gran grabador mexicano. Pero muy poco conocido es, que en Chile ,
se di un desarrollo similar, que tuvo su auge entre los aos 1885 y 1905. La Biblioteca
Nacional y la de lo Universidad de Chile guardan dos colecciones de hojas sueltas con poe-
mas populares, en muchos casos ilustrados con xilografas especialmente realizadas para
ese fin y de ingenuo belleza. Refieren, como en el caso de Brasil, a eventos que conmue-
ven a los auditorios a los que est dirigida esa literatura: accidentes, crmenes, tradiciones,
hechos milagrosos, acontecimientos polticos.
, Curiosamente, en el posado reciente, mediados de los aos cincuenta, dos sucesos ocurren
con uno suerte de simetra en los dos pases. En Chile y Brasil, se establecen dos de los
talleres que mayor prestigio alcanzarn en el continente. En el caso de Bnsil, asociado
con el Museo de Arte Moderno de Rio, y en Chile, como resultado del esfuerzo de Neme-
sio Antunez, formado con J.W Hay ter, el gran grabador ingls, responsable en gran par-
te del florecimiento que el grabado ha tenido en estas ~imas tres dcadas. Pero a diferen-
cio qe muchos de los talleres que derivan del hacer de Hoy ter, donde la influencio del
maestro es ton condicionante, el Taller 99 vivi desde su comienzo, un clima de verdade-
ro libertad creativa.Vilches pasar del burilo la xilografa,posteriormente o laser.igra-
fa. Delia del Carril,tambin formada con Hay ter .. realizar planchas donde utiliza
muchos tcnicos aportados por su maestro, pero eJ'l .lcffor.mono convencional, que le es
ta n propio. Roser Bru hace all todo su grabado en meto 1, anterior o su dedicacin o
la serigrafa. Dinora dedico particular atencin al empleo del color. Pedro Millar ser
x i Igrafo y litgrafo. Para aque 11 os que conozcan lo obra de los artistas citados, torna-
dos como e jemplos dentro de los miembros de I ta Iler, ser evidente la libertad de que
hablamos y que hoce particularmente valioso el trabajo de Nemesio Antnez. En mu-
cho de lo que posa en e I grabado en Ch i le, como es e I coso de esta exposi cin, de-
ben buscarse races en el Taller 99.
E Iio ElIena.
EL PAISAJE: Los paisajes anclados de AI- no, ni vagabundo; la aceleracin de los
tamirano estn compuestos por paneles, pasos, su direccin, indican la existen-
tabiques o telones , elementos todos mon- cia de una meta como posible trmino
tables y desmontables,amovibles.Dichos a su marcha. Anteriormente, la apari-
paisa jes e std n sujetos por medio de ama- cin de los personajes proyectados en
rra s y cue rdas visibles, que los tensan y los te lones, responda a su citacin co-
los ata n . En su calidad de armables y mo testigos, a su convocacin como acu-
deso rmab les, de convertibles, los paisajes sados o defensores. Su actual disolucin
de A ltam irano no configuran un escena- en el cuerpo social, su transcurso obliga-
rio permanente ni definitivo, sino transi- do por conductos regulados, su encierre
torio. La eventualidad de su sbito des- en reas circunscritas, niegan presente-
plazamiento, impide la radicacin del mente e I derecho a intervencin.
hombre dentro del rea temporalmente o- Las construcciones, generalmente confor-
cupada. Lo precario de las construccio- man pasillos, galer as y calles, vas por
nes cuyo soporte es slo virtual, cuyo le- donde ci rculan los peatones. El paso de
vantamiento es slo provi sorio, mantiene los t ranse ntes por la ciudad est sea-
a I hombre en alerta. lizado: flechas inscritas en la pared, pa-
Al flujo espontneo del paisaje natural, so de zebra marcando e I cruce de las
el paisaje urbano opone su distribucin calles. El recorrido as designado est
regulada. Lo urbano, en Al tamirano, es sin embargo expuesto a ser alterado o
gris del gris contaminado y asfixiado del desv iado por medio de barreras u obst-
concreto y del asfalto. No interrumpido culos de otro tipo,que obstruyen el paso.
por el color-agresin de los letreros pu- Ocas ionalmente interrumpido, tambin,
bl icitarios, ni por el color-restriccin de por a ccidente s de trnsito u otros,pre-
los semforos.Lo urbano, en Altamirano, senciados por grupos acordonados.Esca-
no pasa por el color pop del objeto in- lera s y entrada s subterrneas ofrecen al-
dustria 1, ni por el bri 110 hyper-rea lista terna tivas de so 1ida, escape y fuga en
de las vitrinas y las mecnicas.Pasa por medio de l pa isaje armado.
la evocacin de la ciudad laboriosa(agi-
tacina la entrada y salida de las ofi-
cinas, trmites administrativos,organizacin
de los' trabajos en las vas pblicas),
la ciudad transitada(vas, sealizaciones), -----------------------------------
la ciudad accidentada (escenario donde ------- - ---------------------------
acontece el "fait divers").
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EL HOMBRE Y SU RECORRIDO: En las
obra s anterio res, la a paricin del hombre -----------------------------------
mantena re lacin con la presencia de me-
sas, estradas , podiums y micrfonos, ele- -----------------------------------
mentos refe rentes a luso pbl i co de la -----------------------------------
po labra. -----------------------------------
Aquel los elementos , junto con la ropa y
la postura, designan la identidad sin es-' -----------------------------------
pe sor (hombre-te In, hombre-marioneta,
hombre-figu ra de pape 1) convertida en -----------------------------------
es tere otipo. Luego, el hombre integra la ------- ----------------------------
mu ltitud, di luyendo su individualidad en ------- ----------------------------
lo colectivo. EI hombre es de ropa y pa- -----------------------------------
so uniformi zados , de conducta estndari-
zada, de prese ncia annima,! Incorpora -----------------------------------
grupos, gene ra Ime nte en marcha.E I hom-
bre circul ando, transitando, pero errante
EL POSITIVO/NEGATIVO: El blanco y negro posee en Altamirano, una doble conno-
tacin: marca, primero, el carcter de lo impreso (reportajes, propagandas, prospec-
tos, ). Marca tambin el carcter de lo fotogrfico, ya aludido por la ocupacin
del teln y por la proyeccin, en l, de los personajes; lo marca en el positivo y ne-
gativo, en e I efecto de clis, de instant nea que detiene e I paso de los peatones en
el transcurso de su recorrido. El blanco y negro, el positivo y negativo, remiten, en
Altamirano, a lo editado, a lo publicado. A travs de los fenmenos de edicin y
publicacin, remiten al destino colectivo de circulacin del documento.
Inicialmente un rectngulo negro aplicado sobre la cara de los personajes, dificulta-
ba su identificacin; luego, la franja negra se extiende y borra todas las caras de los
personajes. La funcin que cumple el rectngulo negro es ambigua: a la vez, preser-
va, puesto que protege a la vctima del reconocimiento pblico ocultando los ojos
como principales agentes expresivos, y acusa, puesto que designa pblicamente el
personaje como vctima, subrayando su condicin. La marca visible de la censura a-
parece siempre ligada a la ilustracin del IIfait divers ll , a su comunicacin o a su
transmisin por la prensa u otros medios. Ligada, por lo tanto, al pasaje de lo priva-
do a lo pblico. Lo que censura fundamentalmente el rectrgulo negro, no es el suce-
.
so mencionado, sino la condicin de su entrega pblica, la condicin de su divulga-
,
clon.
Junto con el negro, el blanco tambin designa, individualmente o colectivamente:
como franja que borra las caras (a la vez teln, venda y haz luminoso del proyector-
acusacin), como rea vaciada de su contenido (el accidente mismo). El negro, en
funcin de manchar y ocultar, denuncia y censura. El blanco, en funcin de borrar
y vaciar, preserva y defiende. Las reas blancas que interrumpen la continuidad del
relato, marcan su reserva, su suspenso. Al sustraer el motivo, desvan la atencin,
habitualmente aplicada a lo relatado, hacia el modo mismo de relacin. El blanco
interfiere el orden de la representacin, mediante la negacin del acto, su despla-
zamiento o su postergacin. Conjuntamente, difiere el conocimiento del suceso, su
noticia; distrae dicha noticia de su vocacin pblica.
3.- Cmo justifico Ud. lo carencia de color, y el slo uso de blanco y negro?
ALTAMIRANO
Mayo/ 1977.
Luz Donoso.
1.- Porqu la tcnica del grabado como medio expresivo especfico, preferencial-
mente a otras tcnicas?
Me interesan los que van al borde del abismo. Me sostiene la valenta y vitalidad
de su pensamiento. El surrealismo, antes de ser absorbido y sobrepasado por la rea-
lidad. El Dada, los Minimal, el Pop que rescatan lo que me interesa: el hombre
comn, la gran masa de hoy. Sin embargo, tambin la tradicin de todo el arte
del siglo dieciseis hacia atrs; los Egipcios alrededor de la Muerte, el Talisman,
el Emblema y la violencia del lenguaje plstico de la Magia.
. - De donde proviene la fuerza que domina su obra ?
' o fuerza que domina mi obra proviene de mi desadaptacin. Nunca integrada, retenida
hasta la desesperacin, someto la obra a una intensa presin. Hay otras motivaciones que
proceden de I exterior, que por su gravedad se aseme jan a I peso de la atmsfera Todo
esto se manifiesta en la repugnancia que siento por lo que no puedo controlar, y convierte
sntesis en el deseo esencial. Proceso a veces de terrible evolucin, que tiende a la
desaparicin de la obra
Enrique Lihn.
1.- Que alcance posee, para Usted, la posibilidad de serializacin ofrecida por las
tcnicas de grabado?
2.- Qu opina Usted acerca del uso del fotograbado en la grfica contempornea?
No hay ninguna reserva poro utilizcrr todos los recursos formales y tcnicos de la
fotografo en la elaboracin de la imagen grfica. Al aludir a lo real, slo lo foto-
grafa es ca~z de una transcripcin con el carcter de evidencia. Los lmites al
uso ms amplio de las tcnicas fotomecnicas estn determinados por el costo del
proceso. Por una cierta inercia, por el hecho de que los tall eres en las escuelas
de artes estn modestamente equipados.
La idea de que los originales de una obra pudieran ser mltiples. Y el hecho
de que ex istiera el to lIer 99 en que esta posibil idad se materia I izaba. Cua 1-
qu ier artista poda ingresar a eso comun idad y traba jar libremente. Ex ista
all un clima de fervor que dificilmente se dar en otro lugar. Existi en un
tiempo en que el grabado no era nadie en Chile. Gener un movimiento reno-
vador en torno a este medio de expresin, y lo h izo popular.
Transmitir una tcnica. La displicina de trabajo que esa tcnica determina .Que
la idea, la imagen sea el producto de una experiencia, al nivel del estudiante,
a nivel de su vivencia personal. No separar como continente y contenido, ima-
gen y recurso tcnico. El medio tcnico no acepta cualquier imgen.Genera re-
sistencia si no est formando parte de la sustancia de esa imagen.
Emilio Ellena .
1.- Qu fenmeno le despierta mayor inters dentro de la grfica contempornea?
1.- Incidente, 1977, 100 x 68 cm, xilogra- 11.- Corazn, 1975/76, 25 x 30 cm (aprox.)
fa. litografa.
2.- Incidente (corregido), 1976/77, 110 x 12.- Mano, 1975/76, 25 x 30 cm (aprox.),
77 cm, xilografa. litografa.
3.- Elevacin/Escape, 1977, 110 x 77 cm, 13.- Pan, 1975/76, 25 x 30 cm (aprox.),
xilografa. litografa.
4.- Elevacin/Sujecin, 1977, 110 x 77 cm, 14.- Figura, 1975/76, 25 x 30 cm (aprox.),
xilografa. litografa.
15.- Homemaje a Posada, 1975/76, 25 x 30
~UZ DONOSO/ cm (aprox.), litografa.
16.- Objeto, 1975/76, 25 x 30 cm (aprox.),
5 ..~ Cuerpo Estrecho, 1976, 77x 55 cm, litografa.
.
sengra f;la.
0
6.- 2 Aire. Cuerpo Parlante, 1976, 77 x EDUARDO VILCHES/
55 cm, serigrafa.
7. - Cuerpo Humeante, 1976, 77 x 55 cm, 17. - 15 de Abri I de 1970, 1970, 110 x 75
. f;la.
sengra cm, serigrafa.
8.- El Ojo, 1970, 77 x 55 cm, serigrafa. 18.- 14 de Abril de 1970, 1970, 110 x 75
9.- La Boca, 1970, 77 x 55 cm, serigrafa. cm, serigrafa.
10.- Calados de Sealizaciones, 1977, 77 x 19. - 17 de Abri I de 1970, 1970, 110 x 75
55 cm, serigrafa. .
cm, sengra f;la.
20. - 7 de Abr I de 1970, 1970, 110 x 75 cm,
serigrafa.
21.- 12 de Abril 1970, 1970, 110 x 75 cm,
serigrafa.