LAUREN (Un Amor Secreto)
LAUREN (Un Amor Secreto)
LAUREN (Un Amor Secreto)
Erika HAV
A la memoria de Maite
A Mabel
AGRADECIMIENTOS
A Nieves Guerra y Paco Melero (last but not least*), por su trabajo,
sugerencias y lo que he
aprendido de ellos.
S.
Me das un beso?
Pens que me iba a decir que no. Sin embargo, se acerc a m, se puso de
puntillas para alcanzar mi cara y me dio un beso carioso en la mejilla.
Sigues enfadada conmigo? pregunt rindome.
S.
Yo no le veo la gracia.
Por fin el semforo me dio paso. Baj de un salto la acera y avanc con
determinacin, pensando que quiz despus de comprar el peridico me
tomara un caf. De pronto, un intenso olor a goma quemada impregn el aire.
Cmo te llamas?
Camila, y t?
Captulo 2
Veo que el sentido del humor lo mantienes intacto dijo una voz. Ahora
ests un poco
magullada, pero pronto estars bien sonri.
De todas formas, lo mejor ser que vean al doctor Kling. Les est
esperando.
Una vez ms, me di cuenta de que tanto mi actitud como las miradas que le
diriga le incomodaban.
Desde luego que aquello no era mi intencin, y aunque nunca antes me haba
comportado as, no poda dejar de mirarla. El silencio que yo misma provoqu
se rompi cuando alc la mano para alcanzar mi ceja.
Me has cosido t?
S respondi expectante.
Tienes un espejo?
Para qu?
Para verme.
Perdona, no lo saba.
Asent siguindola con la mirada para ver su bata blanca desaparecer tras
la puerta. Cuando se cerr detrs de ella, su ausencia invadi la habitacin.
Estuve a punto de apretar el botn que acababa de mostrarme,
preguntndome si la necesidad de su compaa se hallara dentro de sus
tareas de trabajo.
Pens que te habas dormido dijo en voz baja, caminando hacia m. Deb
de sonrer como una tonta mientras la miraba, porque ella recompuso la
expresin de su rostro al reparar en el mo iluminado por su presencia.
Qu tal te encuentras?
Muy bien.
Entonces apreci el tacto de sus dedos sobre mi rostro. Me abri los ojos
con un delicado toque, acercndose ms a m. En ese instante, fue cuando
pude respirar la maravillosa fragancia que desprenda su piel. La contempl
embelesada cuando dobl la sabana que me cubra y sus dedos me abrieron
el camisn.
Te gusta Anastacia?
Al concierto de Anastacia.
No respondi sonrindose. Y t?
El tamborileo de unos dedos en la puerta nos hizo mirar a las dos en esa
direccin. Una melena morena asom, precediendo a una cara ovalada que
salud alegremente.
Hola respond.
Bien.
S, no te preocupes.
Me brind una sonrisa al tiempo que revisaba que todo estuviera en orden.
Hasta maana entonces.
A qu hora vienes? necesitaba saber.
Captulo 3
Empezaba a clarear cuando abr los ojos. Una mano me acariciaba el brazo
y mir, encontrndome con mi preocupada madre.
Luego se dirigi a m.
Un poco ment.
Gracias.
Pos suavemente su mano libre sobre mi bceps, por encima del algodn
que an sostena en la otra mano. Sus manos quedaron cruzadas sobre mi
brazo y levant de nuevo la vista, coincidiendo con la de ella, cuando percib
sus dedos a travs del ltex de los guantes, acaricindome la piel muy
despacio. Cerr los ojos. Las nuseas comenzaban a remitir y mis cinco
sentidos viajaron hasta la zona de piel que el calor de su mano me haba
revivido. Y all me qued, quieta y concentrada en el movimiento de sus
dedos. Dese que aquel momento no terminara jams. La sensacin era tan
placentera que casi rozaba el dolor. Nunca antes haba experimentado ese
tipo de deseo y mi piel no tard en reaccionar a su clido tacto.
No musit.
Tienes la piel de gallina.
Abr de nuevo los ojos, pero ignor sus palabras. Qu poda responder? No
era precisamente el fro lo que me haba puesto la piel de gallina. La encontr
mirando mi otro brazo. Si no hubiese sido porque al rato le vi alternar la
mirada entre ambos brazos hubiera credo que se haba quedado pensativa,
con la mirada perdida, como cuando uno mira y no ve. Pareca absorta. Sus
ojos volvieron a cambiar de brazo y ahora los paseaba desde la escayola de
mi mano hasta mi hombro. Continuaba acaricindome y mi piel segua
ponindome en evidencia. No obstante, ella pareca distrada y yo aprovech
para mirarla. Volv a su mano oculta bajo el guante sobre mi brazo y segu su
movimiento. Trat de imaginrmela sin el ltex
de por medio. Mis ojos viajaron ms arriba, admirando el leve movimiento que
se produca en su pecho cada vez que inhalaba y expulsaba aire. Era
perfecta. Creo que fue en ese momento cuando comprend la belleza de estar
vivo. Es curioso como todos respiramos instintivamente y ninguno de
nosotros le damos la ms mnima importancia a ese acto. Contemplando a
Lauren, me pareci maravilloso, sobrecogedor.
Me mir con tanta dulzura que me dio fuerzas para soportar el dolor que
vendra a continuacin. La observ depositar jabn lquido sobre su guante
de ltex, frotndolo para formar espuma. Acto seguido, sent su mano por
debajo de mi clavcula, pero cuando empez a descender por la separacin
de mi pecho apret los dientes para contrarrestar el dolor que me produca.
Lgicamente, haba evitado utilizar la esponja directamente sobre mi piel y
as no aadir ms sufrimiento a aquella tarea. Su mano pas prcticamente
inadvertida sobre mi pecho, despus sobre el otro. Me pareci casi una
caricia si no hubiese sido por el dolor que an padeca en el trax. Los
pinchazos volvieron a aparecer cuando su mano se desliz por mi estmago
hasta las caderas.
Har todo lo que est en mi mano para que te duela lo menos posible.
La mir a los ojos y le devolv la sonrisa para que supiera que poda
continuar con su labor. Perd su contacto visual tan pronto como comenz a
aplicarme la pomada sobre la piel. Aquello dola mucho ms que cuando me
estaba lavando. La espesura impeda que se deslizara con facilidad sobre mi
piel, por lo que perciba la presin de su mano con mucha ms intensidad que
antes. Reprim el dolor sin quejarme y sin gritar, aunque mis ojos no tardaron
en llenarse de lgrimas. No quise pestaear para evitar que una de ellas
rodar por mi rostro. Me mord el labio inferior y cerr los ojos con fuerza para
que las pestaas absorbieran la humedad de mis lgrimas. No lo consegu.
Pidi a Lorena que trajera ms agua caliente porque la que estaba all ya
se haba enfriado. Volvi a dirigirse a m cuando nos quedamos a solas.
Te duele menos?
Ya no me duele nada.
Era casi verdad. Aquel ungento haba empezado a hacer efecto y el dolor
del trax iba
desapareciendo. Me pidi una vez ms que separara los brazos. Saba que la
miraba mientras haca su trabajo, aunque su mirada no se desviara en ningn
momento de la piel que iba cubriendo cuidadosamente. Pareca impertrrita.
Me pregunt en qu estara pensando, si es que pensaba en algo. Su guante
de ltex se desliz por mi costado a la altura de las costillas y mi piel
reaccion involuntariamente.
Cosquillas?
Un poco ment.
Las dos se rieron a pesar de que mi tono de voz no fue divertido. Desde
luego que no pretend ser graciosa con el comentario. El maldito camisn era
horrible y no quera ponrmelo. Bastante humillacin haba pasado ya. Solo
quera que me dejaran sola. Saba que ambas me estaban observando aunque
lo disimularan. Cuando recogieron todo, pensando que ya se marchaban, solo
Lorena desapareci tras la puerta.
Si esta tarde te encuentras mejor igual puedes ver alguna pelcula o
algn concierto de Anastacia anunci Lauren caminando hasta el borde de
mi cama.
Es que ests sondada Camila, y hay que hacerlo con sumo cuidado, lo
entiendes?
Da igual, en serio. Peor de lo que lo he pasado hoy no creo que se pueda
pasar respond resignada.
Me sondaste t, verdad?
S.
Aquella maana conoc al doctor Kling. Creo que no eran ms de las diez
cuando apareci en la habitacin. Vesta tambin una bata blanca y llevaba
en la mano una carpeta con mi historial, que consultaba a menudo mientras
hablaba con mi madre. Efectivamente era alto y fuerte, como lo haba
descrito mi madre el da anterior. Se intua perfectamente su desarrollada
musculatura bajo aquella bata.
Se apreciaban las incipientes entradas en la frente, aunque an conservaba
un cabello fuerte y
estilosamente cortado. La verdad es que tena una cara agradable. A pesar de
tener aspecto de haber cumplido ya los cincuenta, su porte todava poda
resultar atractivo a muchas mujeres heterosexuales. Se me encogi el
estmago cuando me pregunt si Lauren sera una de esas mujeres. Kling
abandon por fin la habitacin y yo volv a quedarme a solas con mi madre.
Estaba impaciente por ver de nuevo a Lauren.
La espera comenz a hacerse demasiado larga, y aunque trataba de atender
a la conversacin que me daba mi madre, mi cabeza estaba en otra parte.
Con ella, ms concretamente. Qu estara haciendo? Tal vez estaba
atendiendo a otros pacientes y quiz prefera atenderlos antes que a m. Le
record a mi madre que Lauren haba dicho que si estaba mejor por la tarde
podra ver la tele o recibir visitas. Me corrigi enseguida. Las visitas seran
como pronto al da siguiente. Me confirm que haba hablado con Dinah y que
ella y Sal, otro amigo de clase, queran pasar a verme, pero que les haba
pedido que esperaran un da ms. Acept la decisin sin rechistar. Me
apeteca ver a Dinah, pero si con alguien deseaba pasar el tiempo era con
Lauren, y para verla no necesitaba horario de visitas ni encontrarme mejor o
peor. De
hecho, pareca tener ms posibilidades de hacerlo si mi estado empeoraba.
Lo que realmente necesitaba era que cruzara la puerta, que estaba
empezando a convertirse en un muro infranqueable que separaba
inevitablemente mi vida de la de ella. No recuerdo cuntas veces pude
preguntarle la hora a mi madre.
Solo recuerdo su cara de desesperacin cuando lo pregunt por ensima vez.
Me acord entonces de la letra de la cancin Hung Up de Madonna. El tiempo
pasa tan despacio para los que esperan Desde luego que pasaba despacio,
ms bien pareca que no pasaba en absoluto. Clav la vista en la esttica
puerta blanca y esper. Pasaba el tiempo y all no apareca nadie, as que
volv a atender a mi madre en su conversacin. De pronto, unos golpecitos
suaves en la puerta hicieron que mi corazn pegara un
vuelco. Cuando la puerta se abri, un enorme ramo de rosas rojas entr con
Alejandro.
De verdad te gustan?
S, supongo que s contest no sin pasar por alto el modo cauto en que
lo dijo.
S, gracias.
Y para ti?
Y las rosas.
Ahora fui yo quien sonri como una nia pequea. Por fin iba a ver a Lauren
otra vez.
Qu pomada? pregunt Alejandro.
Te duele menos?
Casi ni me duele.
Y las nuseas?
Y qu le ha pasado?
Sonre aturdida.
Bueno
Lo s. Y qu tal?
Bien. Tambin ha estado viendo mi pecho, aunque no estoy segura de que
haya reconocido el dibujo de su parachoques.
Pues debera.
No dije nada ms. Era obvio que a ella no le haca gracia el tema y que no
consideraba, como yo, que no haba mal que por bien no viniese. Si para
conocerla tena que pasar por ser arrollada por el coche de Kling, a m no me
supona el ms mnimo problema. Era capaz de volver a ponerme delante de
un coche si me garantizaban que as podra verla todos los das. Decid estar
callada y dejarle tranquila mientras haca su trabajo. Pero no pude evitar
sentirme dolida al ver que ella no le haba dado importancia al hecho de
haberme conocido.
Te hago dao?
Ms que un roble.
Es verdad, ms que un roble repet aceptando la puntualizacin.
De acuerdo, gracias.
Qu CI tienes?
El qu? pregunt rezando que no tuviera nada que ver con la otra
mitad de mi cuerpo.
Comer.
Si pudiera te acompaara.
Gracias.
Si me consigues una silla de ruedas podra ir contigo.
Me aburro.
Gracias.
En un par de horas.
Captulo 4
S. S le quiero.
Y l a ti?
Nunca me habas dicho eso Siempre pens que no quiso saber nada de
ti cuando te quedaste embarazada.
Apenas me has contado cosas de mi padre, y como las pocas veces que
yo te he preguntado vea el dolor en tu mirada siempre lo he dejado pasar.
No, no es horrible. Solo que te vea muy joven como para contrtela.
Y an me ves as?
Efectivamente.
Lo s.
S, es gay.
Lo s.
Ya deca yo
En realidad te la regal l.
Me parezco a l?
Muchsimo. La inteligencia, la tez morena, el cuerpo fuerte y atltico, la
estatura O es que crees que la estatura la has heredado de m?
Le di un beso en la mejilla.
Eso parece.
S, ya s que te gustara.
Bien, gracias, y t?
Yo tambin. Te duele?
Apenas, solo molestias, pero estoy bien respond. Pos una mirada
silenciosa en m durante unos instantes.
Sospech que fue porque son seca y distante. No tena ganas de hablar.
Una extraa mezcla de sentimientos se haba adueado de mi voluntad
durante la larga espera que me haba supuesto verla de nuevo aquella tarde
. Cuando quieras dije retirando con torpeza la sbana que me cubra.
Si t ya no lo quieres
Tengo tu ficha.
Y qu deca el tuyo?
Que iba a conocer a una chica que con tan solo diecisis aos ya
estudiaba en la Facultad de Medicina.
A m me parece admirable.
S.
Oncologa, creo.
Excelente eleccin.
Urgencias.
Todas son duras. Al final siempre ves dolor. En muchas ocasiones sers
capaz de aliviar ese dolor y en otras no me qued callada observndola,
porque el corazn se me hizo un nudo. No por lo que me dijo sino por cmo
me lo dijo. Volvi a alzar la cabeza para mirarme. Tranquila, gracias a Dios
nunca he perdido a ningn paciente sonri con aquella sonrisa que me
cortaba la respiracin.
De un infarto tampoco?
Sin decir nada, cubri mi cuerpo con una gasa y subi la sbana para
taparme.
Y qu tal?
Un asco?
Lo siento en el alma, pero s, me vas a tener que ver otra vez. Voy a
terminar convirtindome en tu peor pesadilla, ya lo vers.
Pues llmame.
Pues lo har.
Alejandro se puso en pie para recibirla. Era siempre tan atento Con mi
madre lo haca constantemente y conmigo tambin, aunque nunca le haba
ofrecido muchas posibilidades de mostrarme su buena educacin, porque
siempre encontraba una excusa para salir por la puerta por la que l acababa
de entrar. Yo tambin lo hubiera hecho si mi cuerpo me lo hubiese permitido.
Si alguien mereca ese recibimiento desde luego era Lauren, y no toda esa
gente de la realeza que estaba acostumbrada a ver en la televisin.
No, por favor dijo Lauren con amabilidad haciendo una seal para que
volviera a sentarse.
Solo vena a decir que ya han abierto el restaurante, por si les apeteca cenar.
Yo me quedo con Camila y as aprovecho para examinarla.
Y si no lo comparas?
Me impact su sinceridad.
No lo s.
Pues estoy como siempre, mucho mejor cuando te veo que cuando no te
veo.
Pero a m s.
Estoy bien.
Se gir de nuevo hacia m y desliz su mano bajo mis dedos para elevarlos
sobre el colchn,
observndolos un instante.
No, que va, las tienes muy bonitas dijo con una naturalidad asombrosa.
No pude evitar sonrer. Era la primera vez que oa a Lauren decir que le
gustaba una parte de mi cuerpo. Aunque en realidad, no haba dicho que le
gustara. Solo haba mencionado que las tena bonitas.
Como siempre, escoga una cuidadosa forma de hablar que dejaba abiertas
muchas posibilidades, pero nada en concreto.
Va a ser mejor que me vaya me cost entenderla por el tono tan bajo
que haba empleado.
Trata de descansar.
S titube el timbre.
Tranquila, vete ya, estar bien.
Captulo 5
Siento haberte despertado, pero son casi las nueve y hay que darte la
pomada. Tendramos que habrtela dado a las ocho pero me daba pena
despertarte. Cierra los ojos aadi alejndose y abriendo las cortinas.
La luz del da me ceg unos instantes. La observ mientras ella miraba por
la ventana. Su pelo pareca ms claro bajo los rayos del sol. Llevaba una
camisa blanca y un pauelo rojo alrededor del cuello, que contrastaban
espectacularmente con su melena morena y el color de su piel. Me qued
hipnotizada por aquella espectacular belleza. Cuando sus ojos me miraron el
pulso se me aceler.
Tu madre ha ido a desayunar, subir en un rato.
Negu con la cabeza y apret con fuerza los dedos contra las escayolas en
un intento por controlar el temblor.
Asent una vez ms porque segua sin poder hablar. El pulso me lata
descontroladamente en el cuello, como jams me haba ocurrido antes.
Qu te ocurre?
Hay que baarte dijo en voz baja cuando esper a que me tranquilizara.
No.
Pues tienes que ir.
Aqu no puedo.
Quieres un laxante?
No, gracias.
An no puedes levantarte.
No.
Esto es increble exclam, en mi vida he conocido a alguien
parecido
La observ con aquella expresin de asombro reflejada en el rostro y los
brazos en jarra. Me encog de hombros y sonre.
A m no me hace gracia.
Su mirada se dulcific.
Ests cmoda?
S, gracias.
La altura tambin?
No.
Tal vez dijo incorporndose de nuevo. Pero eso no significa que est
enfadada.
Vendras conmigo?
Creo que con la que tienes que ir es con Lorena. Al fin y al cabo es ella
quien te ha invitado.
Pasaban muy pocos minutos de las doce de la maana cuando Dinah y Sal
aparecieron en la habitacin para mi sorpresa. Esperaba verlos aquella
misma tarde, especialmente a Dinah, pero cuando les vi de pie frente a m,
antes de lo previsto, agradec que hubieran decidido hacerlo y que mi madre
no hubiera puesto ningn obstculo al repentino cambio de planes.
Sal era el tercero en concordia. Era muy alto y delgado, con una nuez
prominente. Las patillas le llegaban siempre a la altura de los lbulos de las
orejas, ni un milmetro ms ni uno menos, siempre perfectamente recortadas.
l no lo haba pasado nada bien, especialmente en el primer curso de la
carrera. Sus ademanes afeminados y sus caminares saltarines haban
provocado desde un principio el menosprecio de muchos, ms ferozmente el
de nuestros compaeros masculinos heterosexuales. S, esos tan
socialmente respetables que no dudan un instante en pagar dinero a cambio
de sexo. Y si adems consiguen que la chica ms joven del local o de la calle
sea quien tenga que hacer de tripas corazn para saldar la deuda, mejor que
mejor. Esos de los que vivimos rodeados los carentes de respetabilidad
social. Sin embargo, repar en Sal desde el primer da en la facultad, cuando
un corrillo de estudiantes
se deshizo para cederle el paso en las escaleras que llevaban a las gradas
del aula. Todos le observamos mientras bajaba los escalones, y todos se
rieron cuando alcanz la primera fila, todos menos nosotras dos. Ese fue el
preciso instante en que Dinah y yo nos conocimos. Sus ojos me miraron
perplejos despus de observar la reaccin de aquellos que nos rodeaban.
Estuvimos los tres con mi madre durante un largo rato, hasta que ella
misma decidi concedernos un poco de intimidad para hablar de nuestras
cosas. En el momento en que se cerr la puerta, me apresur a hablar.
Tragu saliva.
Lauren Jauregui.
Lauren Jauregui repiti Sal. Y a qu direccin enviamos las flores
a Lauren Jauregui? pregunt reprimiendo una risita.
Eso no importa, solo os pido que lo hagis. Sin preguntas, por favor
supliqu.
Joder, Camila fue lo que o decir a Dinah cuando mis ojos descubrieron
el porqu de su
exclamacin.
Y vosotros le dejis?
Gracias murmur.
Es Lauren?
No, gracias.
No te gusta?
Seguro.
Sabes?, eres la persona con el umbral del dolor ms alto que conozco.
Y t con el de la belleza.
Por fin sonri. Empezaba a echar de menos su sonrisa.
S que es lo que crees, pero tampoco es as. Solo quera verme la cara,
era lo nico que me preocupaba.
Pero al darme cuenta de que el tamao del espejo dejaba verme el cuerpo
no he podido evitar mirarme el hematoma. Ha surgido sobre la marcha, no era
mi intencin inicial. De todas formas
No me vengas con el rollo de que es tu cuerpo y haces con l lo que te
da la gana me
interrumpi cortante.
Lo siento se disculp.
Me encog de hombros.
Gracias.
Levant la mirada hacia ella y la encontr inclinada sobre las rosas oliendo
su perfume.
El qu?
Le brillaban los ojos y segua manteniendo esa sonrisa que me volva loca.
No lo s. Rosas hay muchas y todas tienen espinas
Su mirada me observ detenidamente.
A m me han encantado.
La nota no vena firmada. Solo me deseaba Feliz Navidad, con una letra
muy bonita, por cierto.
Pens en Sal, tena una letra preciosa hasta en los apuntes que cogamos
a toda prisa.
Cre por un momento que haba colado, pero me rebati demasiado rpido el
motivo por el que no poda ser un pegalo de la clnica. Me estaba dejando sin
argumentos y saba que saba que haba sido yo.
Sonre al fin. Me haba venido abajo desde que me hablara como lo haba
hecho.
Porque tal vez es lo que prefieres murmur apartando la vista hacia la
ventana.
Lo que t prefieras.
Claro, no te preocupes.
Como quieras.
Vete a casa, ya llevas muchas horas aqu respond sin sentir lo que
deca.
Camila suspir.
Su bata abierta me roz de nuevo los dedos y agarr el botn como lo haba
hecho antes. Se sonri cuando lo hice. Volvi a mirarme mientras cerraba el
tubo y desechaba los guantes de ltex.
En serio, muchas gracias por las rosas, son preciosas, me han encantado
dijo rozndome el perfil de la oreja.
S?
Captulo 6
Me despert muy pronto aquella maana. El cielo segua tan oscuro como
lo estaba cuando Lauren sali de la habitacin la noche anterior. Ni siquiera
se apreciaba en l un atisbo de luz que me diera un indicio de que el
amanecer estaba a punto de llegar. No saba qu hora era. Lo nico que saba
era que me mora de ganas por que dieran las ocho en el reloj para poder
verla cruzar aquella puerta. Ese anhelo fue lo que me mantuvo en vilo sin
permitirme que volviera a coger el sueo. Mir a la derecha en busca de mi
madre y comprob que segua durmiendo plcidamente. No poda quitarme a
Lauren de la cabeza. El recuerdo de su rostro, su sonrisa y sus manos, no
dejaban de latir en mi mente. Gir levemente la cabeza para poder tener una
mejor perspectiva de la puerta. Y all me qued expectante, hasta que la luz
del da fue iluminando la habitacin, haciendo que mi madre se despertara.
Cuando Lauren entr en la
habitacin lo hizo acompaada de Lorena. Iba vestida completamente de
blanco. Era la primera vez que la vea vestida con el uniforme de mdico,
incluyendo los graciosos zuecos. Nuestras miradas se cruzaron y me gui un
ojo a modo de saludo antes de que ambas se detuvieran ante mi madre. La
observ mientras formaban un corrillo. Afortunadamente, Lauren haba
quedado frente a m, lo que me permita admirarla sin ningn tipo de disimulo.
Sus labios no tardaron en sonrer brevemente cuando se percat de mi
insistente mirada.
Mov la mano enyesada para poder tocar la suya, que acababa de apoyar
sobre el colchn. Clav sus ojos en los mos cuando acarici suavemente el
dorso de su mano. Nadie poda vernos. Ella haba quedado de espaldas a mi
madre y Lorena, que continuaban charlando en la entrada de la habitacin.
Tena muchas ganas de verte susurr dejando mi mano sobre la suya,
pero esta vez sin
acariciarla.
Hoy te voy a quitar la sonda habl otra vez. Has ido al bao?
Va en serio.
Qu ocurre? No me crees?
Qu prcticas?
Parkour.
No te gusta?
Lo haces en la calle?
A veces.
O sea, s sonri.
Es prima de Lorena.
En serio?
Te gustara conocerla?
Bueno
Eso qu significa? S o no? Es una chica muy guapa.
La mir molesta.
Asent y mir de nuevo en direccin sur para ver cmo de ridculo yaca mi
cuerpo en aquella
situacin. Vi que me haba cerrado la chaqueta del pijama, pero sin abotonar,
lo que me dejaba la piel del estmago en adelante a la vista.
Lo s.
No ment.
Senta la piel tirante y por primera vez era consciente del peso de mi
propio pecho. Deseaba
levantarme de aquella cama y sobre todo quera evitar una situacin que
cada da vea ms inevitable. No me gustaba la idea de que los cuidados de
Lauren incluyeran mis necesidades fisiolgicas. No iba a permitirlo bajo
ningn concepto.
Cmo te sientes?
An senta sus manos sobre mis brazos cuando me encontr frente a ella.
Nos habamos quedado muy cerca y su proximidad me aceler una vez ms
los latidos del corazn.
Y t qu guapa eres.
Lo digo en serio. Ya me pareca que eras alta pero no s si tanto. Ser
que al cambiarme la perspectiva
Es posible. Yo tambin desde esta perspectiva te encuentro an ms
guapa si cabe.
Y yo que tena esperanzas de que eso cambiara una vez te levantaras de
la cama
Baj la vista tratando de camuflar la desilusin que me ocasion aquel
apunte, pero pronto advert que quiso compensarme con el modo afectuoso
con que rode mi cuerpo mientras me ayudaba a caminar hasta el cuarto de
bao. Cuando entramos me pareci el paraso. Era muy grande y tan blanco
como lo era la habitacin. Haba barras de sujecin por todas partes. Estaba
encantada. Iba a poder cuidar de m misma sin necesidad de mucha ayuda
extra. Me par ante el espejo que Sal haba descolgado el da anterior bajo
mi peticin.
No, en absoluto.
Ech una ojeada rpida a mis pechos, que tenan una apariencia nada
recomendable, y la volv a buscar en el espejo. Encontr a Lauren con la
mirada posada en el mismo lugar que yo misma acababa de abandonar y me
sent ridcula por el aspecto magullado de mi cuerpo. Cerr el pijama con un
gesto abrupto que me doli.
Me acarici el brazo.
Necesito ir al bao.
Asent aunque no lo tuviera nada claro. No saba si iba a ser tarea fcil con
las dos manos
escayoladas, pero desde luego que no me haba levantado de la cama para
que tuviera que ser ella la que sujetara por m aquel recipiente.
Captulo 7
Mejor, y t?
Echarte de menos.
Camila
Era broma me burl. Me he ledo todos los peridicos que me trajiste
y tambin las revistas de mi madre, todo eso para tratar de no pensar en ti
aad tras una pausa, llevndome una vez ms la mano a la ceja.
Quedamos tan cerca que sent su aliento sobre mi piel cuando habl.
Tienes idea de cuntos aos tengo? susurr otra vez sin cambiar de
posicin.
No me importa.
Pero no lo eres.
No me importa.
Treinta y nueve.
A muchas.
Eso crees?
No, no te levantes susurr con una sonrisa. Feliz Ao, Camila! sus
ojos me miraron profundamente, asegurndose de que comprenda que de
verdad senta lo que deca.
S asent.
Se encogi de hombros.
Por Dios!, eso s que no est demostrado. De todos modos, ese jams
ser tu caso.
Eso no me importa.
Cules?
Me re con ella.
Si crees que puedo, lo intento habl con la voz ronca y baj la vista.
Pensaba que esta noche no te iba a volver a ver pas nuevamente mis
dedos por su rostro.
Maana no vengo.
Y el sbado tampoco?
No me mir y termin de cubrir mi trax con una gasa. Se quit los guantes
dndoles la vuelta y los dej a un lado de la cama. Deslic una vez ms mi
mano por un lateral de su rostro y para mi sorpresa se apoy durante un
instante sobre ella. Otro instante fugaz, ya que al momento me rode el yeso
y retir mi mano de su cara.
En serio, no podemos seguir as.
Me puedes dar algo para el dolor, por favor? Me ha venido la regla dije
tratando de
levantarme de la cama.
Al bao.
Iba a hacerle caso en esta ocasin, pero al separar las piernas para volver
a acostarme me fij en la mancha oscura que haba en mi entrepierna. Mir la
sbana y descubr que tambin la haba manchado.
Un poco.
Con lo que t aguantas el dolor, me temo que es ms que un poco.
Siempre te duele tanto?
El da nueve.
A los once.
Su mirada se dulcific y volvi a acariciar con una ligera presin mi tripa.
Demasiado joven suspir.
Me alegro.
A qu?
No te preocupes, yo me encargo.
No, t no susurr.
Cmo es que eres tan vergonzosa para unas cosas y tan poco para
otras?
No es lo mismo.
Lauren, no.
Pdeme otra cosa. Hasta que te deje en paz de una vez, pero esto no por
favor supliqu.
Cuando quiera eso lo har, mientras tanto solo quiero que me dejes
cuidar de ti.
En nada.
Se acerc ms a m.
Por qu te cuesta tanto creer que me gusta cuidar de ti? me susurr
al odo.
No lo s murmur.
Captulo 8
Las dos semanas siguientes transcurrieron con demasiada normalidad,
para sorpresa de Lauren. En repetidas ocasiones me haba preguntado si
estaba bien, y aunque no lo estaba siempre afirmaba que s.
Me haba propuesto dejar de revelar mis sentimientos, a pesar de que mi
corazn se desbocara cada vez que apareca frente a m y mi cabeza no
dejara de pensar en ella, cada noche, en el turno de Lorena. Tan solo una vez
no pude evitar decirle que tena una sonrisa preciosa. Ese extrao
distanciamiento que yo misma me haba impuesto me estaba deprimiendo. No
saba cmo iba a ser capaz de vivir cuando saliera de all y ya no pudiera
verla todos los das. A mediados de enero mi madre regres a su trabajo a
tiempo parcial. Sola marcharse por las maanas y regresaba para la hora de
comer. Entonces fue cuando Lauren comenz a visitarme. No estaba segura
de s lo haca porque mi madre se lo haba pedido o porque ella
quera hacerlo. Jams se lo pregunt. Tema que la respuesta tuviera que ver
ms con mi madre que con su propia voluntad. Nunca ms volv a cruzar la
lnea manifestndole lo que senta por ella o incomodndola con mis halagos.
A veces, me sorprenda contemplndola desde el silencio, pero tan pronto
como me descubra apartaba mi vista y regresaba a mi lectura. La noche
antes de que me dieran el alta mi madre y Alejandro invitaron a Lauren y a
Lorena, ante mi estupefaccin, a comer en casa como agradecimiento por
sus maravillosos cuidados. Pens que me iba a morir de vergenza cuando
ella se adelant a Lorena y declin en nombre de las dos la invitacin. No
quera que pensara que haba sido idea ma. Por una vez no conoca, ni
siquiera sospechaba, las intenciones de mi madre. La maana del
lunes 1 de febrero me senta ms triste que nunca. El doctor Kling haba
aparecido a primera hora de la maana, con todos los informes en orden para
entregar a mi madre. Tambin nos proporcion varios tubos de la pomada,
que deba seguir aplicndome hasta la total desaparicin del hematoma. El
color negro haba comenzado a disiparse, pero an mantena diversas
tonalidades de morado en el trax. Le acompaamos hasta su despacho, que
se encontraba un par de plantas ms abajo. All me retir la escayola de la
mano derecha. Todava tena que llevar cuatro semanas ms la de la izquierda
y ocho ms la de la pierna. En mi camino hacia su despacho busqu a Lauren,
pero no la vi. Y tampoco lo hice en el camino de vuelta a la habitacin. Me
sent en el sof mientras mi madre terminaba de recoger todas
nuestras pertenencias. Despus de treinta y siete das viviendo en aquella
habitacin, habamos conseguido acumular bastantes cosas, especialmente
mi madre. Ech un ltimo vistazo a la habitacin y despus mir hacia la
izquierda, para observar detenidamente la cama donde haba yacido tantas
horas. Se me llenaron los ojos de lgrimas. En aquella cama articulada haba
comenzado todo. Todo lo que me haba hecho feliz y, en otras ocasiones,
como en aquel mismo momento, infeliz. Me sobresalt al percatarme de una
figura bajo el marco de la puerta.
No, est perfecto, mira dije abriendo y cerrando la mano al tiempo que
mi madre me avisaba que bajaba a guardar cosas en el coche.
A m no me lo parece.
Solo pretenda que lo supieras, eso es todo. No quera que pensaras que
haba utilizado a mi madre de excusa para poder verte otra vez.
Me alegro por ti, pensaba que no te iba a volver a ver le confes tras
hacer una pausa.
Estudiar, supongo.
De acuerdo.
Te viene bien sobre las cuatro y cuarto?, y veinte? Hoy no salgo hasta
las cuatro.
Asent efusivamente.
Te doy la direccin.
La tengo, s dnde vives.
No me dio tiempo a dar un paso atrs para dejarle espacio y nos quedamos
muy cerca.
No viene en tu ficha?
No, no viene.
Problema solucionado.
Aquella tarde iba a pasarse por el estudio, le dije que yo probablemente iba
a salir tambin. Me sent mal al pronunciar el nombre de Dinah en lugar del de
Lauren cuando me pregunt por lo que iba a hacer. Era la primera vez que le
menta. Supongo que hasta entonces nunca haba tenido la necesidad de
hacerlo.
Siempre deca la verdad en todo, ni siquiera trat de disimular en ningn
momento mi orientacin sexual. Me di cuenta de que en mi vida no haba
habido nada, hasta entonces, susceptible de ocultar. Las palabras de Lauren
sobre nuestra diferencia de edad me vinieron a la cabeza. Mi manera de
comportarme sugera lo mismo que ella haba dicho alto y claro. No me senta
bien mintiendo, pero no hubiera soportado que me alejaran de Lauren. No
tena eleccin.
Volv a mirar la hora en mi reloj y descubr que en ese momento daban las
cuatro y cuarto. Sent que se me aceleraba el pulso al pensar que estaba a
punto de llegar. Asom ms la cabeza por encima de la verja cuando el rumor
de un motor se oy no tan lejos como el de los otros. Fij la vista en un coche
grande y blanco que avanzaba hacia m. Una sonrisa enorme se dibuj en mi
cara al reconocerla a travs del parabrisas. Estacion frente a la verja y baj
la ventanilla del copiloto, dejando que se oyera la msica que sonaba dentro.
Hola salud con una sonrisa que le marcaban unos preciosos hoyuelos
a cada lado de la cara.
Observ que poda distinguirle los ojos a travs de las gafas de piloto. De
cerca, los cristales no eran tan espejados como me haban parecido.
Dej que me ayudara con la verja y enseguida carg ella con la mochila.
Gracias, pero no hace falta que la lleves.
Uno.
Seguro?, cul?
Luego te lo enseo.
Por eso lo digo, las casas que no se ven desde fuera son las ms bonitas.
Ya lo creo.
Qu tal tu da?
Aburrido suspir.
S sonri.
De qu te res?
De nada.
No, no es eso.
Entonces qu es?
Pues dmela.
Te gusta?
Me ayud a salir del coche a pesar de mis intentos por valerme por m
misma. Subimos por una rampa en lugar de por los escalones de madera.
Cuando entramos una mujer muy alta nos mir fijamente desde el otro lado
de la barra. Sus labios no tardaron en sonrer y camin apresuradamente
hacia nosotras, abrazando a Lauren. La voz son grave cuando habl. No pude
evitar fijarme en su prominente nuez en el instante en que sus ojos me
buscaron, esperando que nos presentaran.
Ella es Camila.
Me alegro.
Camin detrs de ellas entre las mesas y sillas perfectamente alineadas,
preparadas para la hora de la cena. Las paredes estaban forradas de madera
y los grandes ventanales ofrecan una vista nica sobre el mar. Cuando
llegamos al fondo, Blyth abri una puerta corredera que daba paso a otro
ambiente. Aquel lugar era enorme. Los sofs y butacas formaban cuadrados y
rectngulos alrededor de mesitas que sostenan los vasos y tazas de las
diferentes consumiciones. Aquella zona estaba prcticamente llena de gente.
Haba un acceso al exterior donde se divisaba una terraza para quien deseara
tomar algo al aire libre. Repar en la pared de espejo cuando, al doblar la
esquina, Blyth presion sobre l. Una parte del espejo se abri dejando ver un
teclado numrico. La observ tecleando la contrasea. Tena las manos
grandes, pero muy cuidadas y con unos largos y finos dedos. Llevaba las uas
pintadas de rojo. Una puerta que se esconda, disimulada por aquel espejo, se
abri y entramos en un singular estudio. Era una especie de oficina, pero en
versin confortable, rectangular y de generosas dimensiones. La propia
puerta
de entrada divida la estancia. Frente a nosotras se hallaba la cristalera que
dejaba admirar la preciosa vista sobre la playa, a la izquierda se encontraba
un escritorio enorme con varias sillas a su alrededor y un ordenador, detrs,
las estanteras blancas repletas de archivadores formaban un ngulo recto. A
la derecha, sin embargo, haba un par de sofs color arena y una butaca con
su correspondiente reposapis, que conformaban un saloncito frente a un
televisor. Me fij en que aquella parte de la pared era cristal y dejaba ver el
otro lado del local.
Un caf con leche, por favor ped absorta, con la mirada fija en aquel
cristal.
Me encantan.
La tienes aqu?
Gracias, no pasa nada me sonri, pero not que el brillo de sus ojos se
haba apagado
ligeramente.
Blyth viene con los cafs habl cuando la vi caminar desde el fondo
sosteniendo la bandeja con una sola mano.
Levant la cabeza y observ a travs del cristal que dejaba ver lo que
ocurra al otro lado. Despus me mir fijamente a los ojos sin cambiar de
posicin. La mir tambin, aunque no estuviera segura de lo que significaba
aquella intensidad en su mirada.
Voy a abrir.
Me temo que para ti soy muy joven para todo dije ofrecindole la
taza.
Gracias.
No me lo vas a decir?
Termin el poco caf que me quedaba en la taza, ella bebi del suyo
mientras me observaba.
Permanec indecisa porque no me gustaba hablar de aquello, pero luego me
decid.
Es extraordinario! exclam.
Cmo cul?
La ms importante, la emocional.
Ya te lo dir en un tiempo.
Qu significa eso?
Debes de ser la nica chica de diecisis aos que opina eso. El resto o
me llaman seora o me tratan de usted.
No.
Entonces, olvdate de la edad que tengo por favor. Para charlar un rato
no creo que haya que estar todo el tiempo recordando nuestra diferencia de
edad.
Aquel lugar era precioso. Las vistas sobre la playa eran espectaculares,
ofreciendo una maravillosa sensacin de paz y tranquilidad. La terraza se
extenda grande. Colindaba por el lado de la derecha con la parte destinada al
uso pblico. A pesar de orse a la gente al otro lado no se poda ver nada y
dispona de total privacidad. Repar en las escaleras que haba a la izquierda
y camin hasta ellas. Al menos sumaba unos veinte escalones de madera,
que llevaban a una puerta que delimitaba el comienzo de la playa. El resto del
terreno lo marcaba una valla alta, tambin de madera oscura. Desvi la vista
hacia el horizonte, donde el sol se iba aproximando, y me concentr en el
rumor de las olas rompiendo contra la orilla.
Apenas habl unos minutos con Dinah supo que tena a Lauren al lado.
Despus de comentarme un par de detalles sobre las prcticas en el hospital
quedamos en que me pasara a buscar en coche a la maana siguiente, para
ir a la facultad.
S.
Te apetece?
No.
Vaya, gracias.
Te importa si fumo?
T no fumars, no?
No, tranquila, pero mi madre fuma de vez en cuando tambin.
Sent que se levantaba y mir hacia atrs al or sus pasos sobre la madera.
Cuando regres traa un cenicero en la mano.
S, claro.
Se sent a mi derecha, muy cerca. Haba sitio suficiente como para que se
sentaran cuatro personas y me gust que buscara mi proximidad.
No, creo que uno tiene que hacer lo que le haga feliz. Era as cuando lo
compraste?
Estaba lo del cristal de la poli? Qu va, eso fue idea de Blyth, que lee
demasiadas novelas policiacas.
Ahog la risa al tiempo que el humo de su ltima calada sala de entre sus
labios.
Te vas a resfriar.
Extend el brazo a pesar de sus negativas y pas la manta por sus hombros
para protegerla del viento, que cada vez era ms fro.
Tampoco.
Prefiero no saberlo.
La tienes helada.
Desliz sus manos para cubrirla, dejndola atrapada entre las suyas para
darme calor. Tampoco las tena especialmente calientes aunque su tacto
resultara clido y suave. El corazn se me desboc en aquel instante y
respir hondo tratando de mitigar mis incontrolables latidos.
Mejor as?
S, gracias.
Qu tema?
Mir nuestras manos unidas cuando lo hizo ella. El cielo estaba cada vez
ms oscuro y ya no se vea con excesiva claridad. Me fij en algo que
asomaba por el puo de su chaqueta de piel y deslic la mano hasta su
mueca para tocarlo.
Te gusta?
Me encanta, es preciosa.
Me mir de nuevo con aquella intensa mirada que ya haba visto en otras
ocasiones.
De nada, a ti por la compaa.
Me sonri irnica.
Gracias.
Ests bien?
Seguro?
El qu?
Eres hipermtrope?
No.
Y qu dice tu oculista?
Por qu?
Para acompaarte y preguntar por lo que t no preguntas.
Solt una risotada antes de hacerse con un abrecartas y abrir uno de los
sobres que Blyth le haba indicado que tena sobre la mesa.
La observ mientras lea con sus gafas el papel que acababa de extraer.
Regres a mi libro cuando supe que la conversacin sobre su vista cansada
ya le haba cansado. No tard en desviar la mirada hacia la pulsera de cuero
rojo que me haba regalado. Era preciosa. La estudi detenidamente
aprovechando en esta ocasin la luz que me haba faltado cuando me la
coloc alrededor de la mueca. La gir suavemente y de pronto repar en las
dos pequeas muescas que luca el cierre.
Entonces qudatela.
Muchas gracias.
Asinti desde el otro lado de la mesa. Despus continu abriendo el correo.
Lauren!
Necesitas dinero?
Me alegro.
Asinti complaciente.
Puedes escribir?
Con la derecha.
Eres ambidiestra?
Ms o menos.
Aline los folios y comprob la punta de los lpices. Me decid por el que
pareca que le acababan de sacar punta. Mir a Lauren, que se haba girado
ligeramente hacia la pantalla de su ordenador, y comenc con trazos suaves
a dibujar su rostro. Descubr que no era tan fcil dibujar con la derecha como
lo haca con la izquierda, cambi el lpiz de mano para probar si era capaz de
hacerlo a pesar de la escayola. Afortunadamente poda sujetarlo con firmeza
y solo encontraba problemas cuando necesitaba tomar un ngulo ms
inclinado, porque la escayola no me permita alcanzarlo. Fui cambiando de
mano para dar forma a su rostro sobre el papel y me ayud de los dedos para
suavizar los trazos y las sombras.
S.
Ah, s? Pues no me lo parece dijo girndose hacia m.
Qu tienes ah?
Nada.
No me lo vas a ensear?
Me ests dibujando?
S.
En serio?
En serio. Te importa?
No dud al responder, solo que es la primera vez que alguien me
dibuja. Y qu tengo que hacer?
Puedo verlo?
Quiero decir que me reconozco, que no hay duda de que soy yo. Dnde
aprendiste a dibujar tan bien?
En la escuela de arte.
Ya no vas?
Lo dej en Navidad.
Qu arrugas?
Eso no son arrugas pas las yemas de los dedos suavemente para que
dejara de forzar la piel
. Son ligeras lneas de expresin y a m me vuelven loca.
Solo?
La mir y asent.
Es impresionante, Camila.
Te gusta?
Por fin lo cogi entre sus manos. Continu estudindolo un buen rato antes
de rodear la mesa para dirigirse hacia donde yo estaba sentada.
No pones la fecha?
Muchas gracias.
No.
Qu poco romntica.
Y para qu quieres que perdure algo que las dos sabemos que en
realidad no te importa?
Volv a mirarla. Son sincera y aquello hizo que sintiera cierto alivio tras la
punzada de dolor.
Y ella de ti?
No sonri abiertamente.
Sostuve su mano con una ligera presin y le acarici los dedos con el
pulgar.
Dime la verdad.
Te la estoy diciendo, no s por qu no me crees.
Pero lo ha habido?
No.
Captulo 9
S.
No suspir.
No lo s ment. No se lo he preguntado.
No ha pasado nada.
Pues pasar.
El qu?
S, pero ir en autobs.
Con la escayola?
Dnde te dejo?
En casa.
Llam a mi madre para mentirle una vez ms. Me atendi desde el coche,
activando el manos libres del telfono. Se encontraba de camino a casa y
haba invitado a cenar a Alejandro. Le dije que no me esperara, que
seguramente comiera en casa de Dinah y que si no era as yo misma me
preparara algo cuando llegara. Me asegur mi plato de comida ante la duda,
aunque creo que pens que me quedara a cenar con Dinah, debido a que
Alejandro iba a casa aquella noche. Pobre, por una vez no era su novio el
culpable de mi absentismo.
Era yo la que no poda vivir sin ella y tema que aquel sentimiento no era
recproco. Guard de nuevo los apuntes en la mochila y me abrac a ella para
que me diera calor. No saba qu hacer. Todava me senta con fuerzas para
aguantar el fro de la intemperie, sin embargo me derrumbara como un
castillo de naipes si reciba el fro rechazo de Lauren al verme all, ante su
casa, sin previo aviso. Y si volva a casa
acompaada? Pegu un respingo al pensarlo. Volv a sobresaltarme cuando
me di cuenta de que un coche blanco se haba detenido frente a m. Reconoc
las ruedas al instante, por sus llantas de aleacin, y levant la vista para
encontrarme con Lauren. Tena la ventanilla del copiloto bajada y me miraba
fijamente. Estaba tan absorta en mis pensamientos, pasaban tantos coches
en la oscuridad de la noche, que no me fij en el nico que me importaba. No
s por qu motivo haba pensado que accedera a su casa desde la otra
direccin en lugar de por mi izquierda, como se hallaba en aquel momento.
Probablemente fue eso lo que hizo que no le prestara excesiva atencin.
Pensaba que eras el cobrador del fisc me pas la mano por el brazo.
Crea que venas a pedirme el dinero que te han levantado por las rosas
brome. Has cenado ya?
No.
Donde t prefieras.
Dura.
Ya s que me ves como a una cra, pero t no eres ningn capricho para
m volv a hablar ms de la cuenta, no poda evitarlo.
Gir sobre s misma en el amplio hall y me cogi los dedos, que asomaban
por la escayola,
atrayndome hacia ella para que entrara.
No importa.
Me encog de hombros.
No hace falta que contestes. Era una pregunta retrica aclar con
rapidez en cuanto interpret mi mirada. No iba a hacerlo me re.
Camila
Me desprend de la mochila y le entregu mi abrigo cuando me hizo una
seal para que me lo quitara.
Sal del cuarto de bao y vi la luz de la cocina encendida. Avanc hacia all,
detenindome en el umbral de la puerta. La visin de Lauren en su propia
casa me haba vuelto a cortar la respiracin. La observ en silencio. Apoyada
en el fregadero frente al grifo abierto, pareca ausente adems de cansada.
Se llev una pastilla a la boca y bebi un largo trago de agua, del que la haba
visto servirse en un vaso directamente del cao.
Me fij en la piel oscurecida bajo sus ojos. La luz de la cocina era blanca e
intensa, permitindome verla con nitidez por primera vez aquella noche.
Dnde me llevas?
Lo es? insist.
Era de mi madre.
Tocaba el piano?
S, era pianista.
Esas cosas pasan. Pero tiene fcil solucin, puedes aprender ahora.
Ahora?
Pero que estoy bien! protest. Cmo voy a dejar que prepares t la
cena?
Por supuesto.
Camin hasta l todo lo rpido que la escayola me permiti y lo admir
detenidamente.
Es precioso.
Levant la vista un instante y la mir desde el otro extremo del saln. Volv
al Steinway y lo rode para apreciarlo desde todos los ngulos. Lauren
continuaba tumbada en el sof, pero se haba acostado de lado para
seguirme con la mirada.
Mira.
Por fin tuve el valor de mirarle a los ojos desde que m sentara a su lado.
Qu cosas?
Y qu ms?
Tus manos.
Y el pecho?
La cuestin es que creo que no deberas estar yendo a clase todava. Que
te den el alta no significa que ests recuperada del todo.
Por qu no?
Ya sabes el motivo.
No, no lo s. Dmelo.
A m s repliqu.
Escuch sus pasos hasta que dejaron de orse tras una puerta y al rato
volv a orlos de vuelta al saln. Me gir cuando entr.
Segu sus pasos hasta la cocina, donde la encontr con la puerta del
frigorfico abierta.
Me ayudas por favor? cambi de opinin tan rpido como supe que le
haba molestado mi negativa.
Di media vuelta de inmediato y sal por donde haba entrado para dirigirme
al cuarto de bao.
Estaba claro que era su habitacin. No es que hubiera muchas dudas, pero
aquello lo confirmaba. Me quit el jersey y me desabroch los botones de la
camiseta hasta que se abri por completo, dejando ver la venda que cubra mi
trax. Luego, me deshice tambin de la camiseta.
Buen vendaje, es tuyo?
No.
No me mientas.
Un poco.
Estoy bien.
Suspir.
Porque quera verte respond sin levantar la vista del suelo de madera
de abedul.
Apoy los codos en las rodillas y hund la cabeza entre las manos. No saba
qu contestar ms que la verdad que ella misma conoca de sobra. Pero eso
prefera no hacerlo en aquel momento.
Me lo prometes?
Espero que no se manche el edredn habl otra vez, cuando sus dedos
resbalaban ahora por encima de mi pecho.
Tienes una habitacin muy bonita y la cama mola mucho me tens tan
pronto termin de pronunciar estas palabras. No quera que pensara en una
connotacin sexual cuando le mencion su cama.
Mola? sonri.
No lo s, no me llevo sencillamente.
El suave beso sobre mi piel me haba erizado el vello. Gir la cabeza para
seguirla con la mirada hasta que entr en el cuarto de bao. O correr el
agua. Tena la mirada fija en el marco blanco de la puerta y me encontr con
la suya cuando apareci de nuevo en mi campo de visin, secndose las
manos con una toalla. Apoy el hombro en el marco sin dejar de mirarme.
Y tambin pienso que por qu demonios no tengo veinte aos menos
Lo saba. No pude quitarme aquella frase de la cabeza durante toda la
noche, tampoco pude olvidar la sensualidad que contena su beso
acariciando mi piel desnuda.
Captulo 10
Supongo que no hace falta que te diga que no abras la puerta a nadie.
Sea quien sea, te cuenten lo que te cuenten.
Sali corriendo cuando supo que tena poco ms de diez minutos para
llegar a la clnica. La observ mientras se montaba en el coche y abra la
puerta automtica. Cuando su coche gir a la derecha esper a que la puerta
volviera a cerrarse antes de que yo cerrara la de casa. Cuando lo hice, sent
de golpe el vaco que dejaba con su marcha.
S, solo quera darte las gracias otra vez por dejar que me quede aqu.
Camila.
Dime.
De nada sonre.
Muy bien, y t?
Bien, en el descanso, por eso te llamo.
Qu hora es?
Pensaba que s. Estaras sin nadie que te diga lo que tienes que hacer,
cundo lo tienes que hacer, tendras la casa para ti sola...
Te gusta provocarme.
Es posible.
Y por qu?
Por qu no pruebas?
Su voz son tan sensual como el beso que me dio en el hombro desnudo
provocando un escalofro que me recorri la piel.
Quiz o te gusta?
S.
S?
T s.
Not que estaba un poco tensa. Evitaba el contacto visual siempre que
poda. Aun as, su voz y sus formas eran amables e incluso cariosas. Tom
asiento como me dijo. No quera llevarle la contraria. Le haba prometido que
hara cuanto me dijera, y creo que pensaba que el hecho de haberme metido
en la cocina a preparar unos simples espaguetis con verduras no era la mejor
forma de descansar.
Tiene muy buena pinta. Muchas gracias me dijo cuando regres con el
bol de espaguetis.
Yo que t los probara primero. Es muy posible que luego no ests tan
agradecida
Seguro que s.
Son los primeros espaguetis que preparo en mi vida prefer advertirla.
Mentirosa me re.
No.
Toma, prubalos.
Me llev un tenedor a la boca con bastante menos cantidad que con la que
se haba atrevido ella. Me encog de hombros despus de saborearlos.
Gracias.
Derecha.
Te gusta, verdad?
Me encanta, muchas gracias.
Por fin haba vuelto a mirarme a la cara otra vez. Desde que nos furamos a
su habitacin para que me hiciera la cura haba estado esquivndome. Ni
siquiera nos dirigimos la palabra, a excepcin de cuando le di las gracias una
vez hubo finalizado.
Qu te gustara ver?
Esta est bien y hace ya tiempo que la vi. No me importa volver a verla.
Adems, trabaja Demi Moore y sale muy guapa.
Tambin te gusta Demi Moore? la volv a mirar un instante, pero no
habl. No estaba segura de qu quera decir con aquel tambin. Te
gusta igual porque estaba casada con un hombre bastante ms joven que
ella? bebi de su caf.
S, por supuesto que lo es. Una mujer multimillonaria como ella no puede
permitirse una demanda por falso estupro, aunque existan millones de
adolescentes locos por estar con ella me escudri con la mirada. No es
eso lo que queras or? me levant del sof cuando detect displicencia en
su mirada.
Pon En la tiniebla. Vamos a ver lo guapa que est Demi Moore dej la
taza de caf en la mesa y se tumb.
Tambin hay unos paisajes de mar muy bonitos, por eso lo deca puse
el canal donde la iban a emitir y le dej el mando en la mesa.
Lauren, s la imit.
No sonri.
No.
Hubiera jurado que pareci sorprenderse cuando di, muy a mi pesar, por
finalizado nuestro abrazo y me sent una vez ms en el otro sof.
Peg la espalda al respaldo del sof para hacerme sitio. Me acost de lado
para poder ver la televisin y as fingir que la pelcula me interesaba ms que
la mujer que se encontraba tumbada detrs de m. No dur mucho
pretendiendo ignorarla y busqu su brazo para que me rodeara la cintura.
Respir aliviada cuando no solo no rechaz mi gesto, sino que se acerc ms
a m, reposando parte del peso de su
cuerpo sobre el mo. Arrastr entonces su mano, dejndola aprisionada
contra mi pecho. Quera que supiera que estaba receptiva a sus muestras de
cario, por si la pasividad que haba mostrado antes, le haba dejado alguna
duda sobre si me gustaba o no sentirla cerca. Haca rato que ya anocheca y
el saln iba oscurecindose por momentos dejando a la televisin como
nica fuente de iluminacin. Cerr los ojos y comenc a tomar conciencia de
su cuerpo, que se haba amoldado al mo a la perfeccin. Hundi el rostro en
mi pelo y me bes suavemente. No me mov, aunque hubiera deseado darme
la vuelta y que el siguiente beso aterrizara en mis labios. En su lugar le
devolv su beso en la mano, a la que haba convertido en mi rehn. Sonri
sonoramente y volvi a besarme donde ya lo hizo antes, pero con ms fuerza.
Me re y una vez ms imit su carioso gesto e intensidad. El siguiente beso
se torn sensual, ponindome la piel de gallina. Su proximidad empezaba a
hacerse latente en mis cinco sentidos y bes sus dedos cuando pasaron
imperceptiblemente sobre mis labios. Liber su mano cuando la desplaz,
abrigando con su calor el hombro que me dejaba al aire la camiseta de
tirantes. Su caricia
resbal por mi brazo desnudo hasta el codo, pasando por el yeso para
alcanzar mis dedos.
Un no murmur.
S?
Captulo 11
Contigo.
Eso es un no?
S?
De nada, boba.
Supe que se alejaba cuando escuch sus pisadas sobre el csped. Despus,
sus pasos se perdieron dentro de la casa y dej de orla.
S que puedo.
Pues ven.
Pero t no queras, no te acuerdas?
He cambiado de opinin.
El qu?
Ahora s.
Me bes cariosamente la cabeza y apret su mano contra mi pecho como
respuesta.
Abr los ojos, y al encontrar el rostro de Lauren tan prximo al mo, se me
desboc el corazn. Me pareci que se sonrojaba levemente cuando la
descubr contemplndome en el silencio.
Por qu no?
Yo no.
Sonri ms abiertamente.
No tiene por qu ser un pasado lejano. Puede ser reciente sus labios
continuaban sonriendo.
Me temo que de las dos la nica con pasado aqu eres t afirm, pero
mis labios ya no sonrieron.
La verdad.
Entonces es un s murmur.
Captulo 12
Pero eso fue hace mil aos, era una cra, ya no me acuerdo.
S, claro.
Ah, s?
Me sent en el extremo del sof con el libro sobre las piernas y me empez
a entrar sueo inmediatamente. Haba comido mucho y eso no ayudaba, la
culpa la tena Lauren por cocinar tan bien. La oa merodear por la casa y me
pregunt cundo dejara de hacer cosas para sentarse conmigo. En cuanto
pasaba un rato sin verla me pona fatal, bastante me costaba ya despedirme
de ella cada tarde, tener que esperar hasta el da siguiente para poder contar
con su compaa. Tard un largo rato en aparecer otra vez por el saln,
cuando al fin lo hizo traa consigo un libro. La mir de reojo al sentarse en el
extremo
opuesto del sof que haba ocupado yo.
Nooo! protest.
No quera que dejara aquel juego y mucho menos perder su contacto. Mov
mi dedo sobre su mano para que me lo atrapara de nuevo, pero esta vez
permaneci impasible a mi provocacin. Le rasqu la palma de la mano, sin
embargo ella sigui ignorndome.
Se ech a rer sin levantar la vista del libro. No estaba segura de lo que le
hizo tanta gracia. Quiz tena que ver ms con algo que acababa de leer que
con mi splica.
Captulo 13
Aquel sbado qued con Lauren por la tarde, aunque ech de menos no
haberla visto desde primera hora de la maana, cosa a la que me tena
acostumbrada durante los das que pas con ella en su casa.
Muchos sbados los pasaba con mi madre hasta medioda, en que comamos
juntas. Era el rato que dedicbamos para vernos los fines de semana.
Despus, cada una haca su vida, ella sala con Alejandro o sus amigas y yo
haca lo mismo por mi cuenta. Pero eso ocurra antes de que apareciera
Lauren. Ahora deseaba estar con ella cada segundo del da, y cualquier otro
plan que interfiriera en retrasar el momento de verla ya no era de mi agrado.
De todas formas, fue ella misma quien propuso que nos viramos a ltima
hora de la tarde. Podra haber cambiado mi habitual rutina con mi madre,
cosa que ya haba hecho
en mltiples ocasiones si algo me surga, pero esta vez ni siquiera hizo falta.
No quise quejarme cuando sugiri la hora el da anterior, aunque fuera
bastante ms tarde de lo que yo esperaba y deseaba. Despus de todo me iba
a llevar a BouAzzer y era la primera vez que saldra con ella por la noche. An
faltaban veinte minutos para verla, pero ya no aguantaba ms en casa y
decid encaminarme hasta la avenida principal, donde habamos quedado. Me
apresur cuando vi su coche aparcado en la esquina con las
luces de emergencia encendidas. Como siempre, los latidos del corazn se
aceleraron. Me asom por la ventanilla del copiloto pero descubr que no
estaba dentro. Mir a mi alrededor en su bsqueda y no la encontr entre la
gente que paseaba arriba y abajo en la acera, ni entre las que se agolpaban
frente a los escaparates de las tiendas. Apoy el brazo sobre la barra
embellecedora del techo de su coche y dirig la mirada a la acera de enfrente,
por si la vea. Baj la vista cuando o el caracterstico ruido que hacan las
puertas al abrirse con el mando a distancia.
A ti me di la vuelta.
Tropec con sus ojos, que me observaban sonrientes. Como cada da, no
pude evitar sentir aquel flechazo que me atravesaba cuando la vea por
primera vez. Incluso me pasaba cuando llevaba horas con ella y de pronto la
miraba.
Llegas pronto.
Mi respiracin se agit cuando su cara acarici la ma. Roc con los labios
su cuello antes de besarlo y me dej llevar por su aroma. En esta ocasin no
se retir. Ahog un gemido cuando mis besos se tornaron hmedos,
recorrindole la piel. Me perd en su ardiente acogida y mi propia excitacin
me llev en busca de sus labios. Me detuve antes de alcanzarlos al or la risa
de una mujer. El leve jadeo de su aliento sobre mi boca me abras la piel,
pero di un paso atrs, separndome de ella tras escuchar que se
acercaban. Nos miramos en silencio, con la respiracin acelerada. An
apreciaba el pecho de Lauren ascender y descender por la falta de aire
cuando la pareja pas junto a nosotras. Clav enfurecida la mirada en sus
espaldas mientras se alejaban.
Ests bien?
Lo siento me re yo tambin.
Camin hacia la proa y ella me sigui de cerca. Quera que viera el mar
cuando zarpramos. La gente se nos haba adelantado y no quedaba hueco ni
en la barandilla ni en los distintos asientos distribuidos por la zona. Me dirig
a uno de los solitarios laterales y encontr con rapidez un pequeo hueco
entre dos jardineras. Me sent y la arrastr conmigo para que se sentara
sobre m.
Qu ocurre?
Nada asegur bajando la vista al suelo del pasillo que divida las
mesas a uno y otro lado del comedor.
Me encog de hombros.
Gir de golpe la cabeza y choqu con los ojos claros del chico moreno que
me miraban desde el otro lado del pasillo. Observ que se ruborizaba al verse
descubierto y rehuy mi mirada dirigiendo la suya hacia la mesa. Apart la
vista yo tambin, porque me record a m misma cuando contemplaba a
Lauren sin que ella lo supiera.
Pase mis ojos por su rostro, intrigada por si lo haba dicho en serio o tan
solo era su sutil manera de suavizar su comentario anterior, a sabiendas de lo
que me haba fastidiado. Pero me qued igual que estaba porque no consegu
hallar la respuesta en sus brillantes ojos color verde. Desvi la vista hacia el
camarero cuando apareci con nuestra comida, aunque percibiera que
Lauren no dejaba de observarme al ignorar su cumplido.
Te ha molestado lo que te he dicho? me pregunt suavemente cuando
desapareci el camarero.
Nunca.
Gracias musit.
Roc con los labios el contorno de su oreja antes de separarme para volver
sobre su espalda y calentarla con mi aliento.
Me tendras a todas horas. Lo nico que quiero es estar cada segundo del
da contigo.
Deslic mis dedos entre su pelo, al tiempo que se me erizaba el vello del
cuerpo al sentir sus labios besndome el cuello.
Pero tengo que ir, esta noche van las chicas, Blyth me llam anoche. Le
dije que ira.
A m me gusta.
Se gir hacia m.
Qu lleva eso?
1.398.087 respond.
Lauren!
Te ense tu madre?
No, aprend sola, con las revistas de mi madre. Creo que siempre he
sabido leer respond al tiempo que me daba cuenta de lo raro que sonaba
aquello.
No quiero un contrato.
Entonces, qu quieres?
Que me quieras murmur ponindome en pie sin mirarla.
Lorena me recibi con un abrazo y tan extraada de verme all que busqu a
Lauren antes de contestar, pero se haba quedado rezagada saludando a un
grupo de personas, dejndome sola ante el peligro.
Pero lo hubo?
No negu. Nunca ha habido nada.
S.
En tercero.
Tal vez sea porque lo que no quiero es que vea cmo lo aporreo.
La segu sin saber dnde bamos. Entramos por una de las puertas de
acceso exclusivo para el personal, y tras caminar por un pasillo con ms
puertas aparecimos detrs del escenario. Vi que todo estaba dispuesto para
la actuacin de las chicas. La batera, los teclados, la guitarra elctrica, el
bajo y hasta una trompeta esperaban en la oscuridad. Blyth encendi dos
focos y se sent frente a un piano digital situado contra una de las paredes.
Genial, la conoces.
S confirm.
Lo intentamos juntas?
Y t.
Ms rpido afirm.
Blyth y yo nos giramos a la vez. Saba que era Lauren, aunque su voz
sonara ms grave y profunda de lo habitual. Estaba apoyada en la pared de la
entrada con un vaso de tubo entre las manos.
No, gracias.
Es Coca-Cola, te la traa a ti.
Se ech a rer.
Me decid por una pieza del compositor Greg Maroney. Lo haba descubierto
en YouTube y haba aprendido a tocarla de odo.
Gracias.
Te juro que no, se llaman as. Creo que es Laia, pero espera.
Vi que me haca una mueca cuando me volv para confirmarlo con Lauren,
pero no le hice caso.
Es Laia me confirm.
No soy yo la interesada.
Seguro?
Casi ni repar en los tres chicos que saludaron al grupo hasta que la
mirada de Sal y la ma se cruzaron. Percib un brillo especial en sus ojos y
mir al rubio de pelo muy corto con el que estaba hablando. Me di cuenta de
que le gustaba. Dirig la mirada a Dinah para saber qu era de ella, y la
encontr haciendo rer a Laia. Cuando quera era muy divertida, me pregunt
qu ancdota le estara contando. Mis ojos tropezaron sin querer con los de
Ruth, pero desvi la vista tropezndome ahora con los de Lauren, que me
miraban. Levant la mirada frente a m, cuando una mano de mujer se pos,
por detrs del sof, en su hombro y se desliz hasta alcanzarle el rostro,
obligndole a echar la cabeza hacia
atrs. Apenas pude ver su cara antes de que se agachara y la besara
cariosamente en la mejilla. Su pelo, aunque ms claro, se confundi
enseguida con el de ella cuando sus cabezas se juntaron. La observ al
incorporarse para saludar a Blyth. Pareca ms mayor que Lauren, aunque
posiblemente tendra la misma edad. Lauren no aparentaba su edad ni de
broma, y perfectamente poda sostener que tena treinta sin que nadie lo
hubiera dudado jams. Posea una piel magnfica, sin arrugas, por ms que
ella pensara lo
contrario. Mir sus ojos cristalinos como el agua y le devolv el escueto
saludo que me dirigi educadamente. Supe al instante que era su ex, pero si
an albergaba alguna duda en mi interior, Lauren la disip cuando rehuy mi
mirada y se puso en pie, alejando a la mujer de donde nos hallbamos
sentadas.
La segu con la mirada mientras bordeaba el sof para reunirse con ella.
Cuando la alcanz, me fij en que Lauren era un poco ms alta. Baj la vista
a su cintura en el instante que la mujer la rode, al tiempo que se alejaban
an ms entre la gente. Regres a mi conversacin con Blyth, tratando de
ignorar aquella mano que rodeaba a Lauren de un modo que me dola.
No, no lo hay aclar con rapidez ante el temor de que pensara que
Lauren y yo habamos ido ms all. No me importaba lo que los dems
pudieran pensar de m, pero no estaba dispuesta a tolerar que alguien
pensara de Lauren lo que no era.
Jams en mi vida haba visto a Lauren tan feliz como la veo ltimamente.
Mir sus ojos azules detenidamente y sent que sus palabras haban sido
sinceras.
Gracias.
Por fin! Ests aqu! Llevo un rato buscndote dijo caminando hacia
m.
No dije nada y pas de largo sin mirarla cuando llegu a su altura, pero su
mano agarr la ma, obligndome a darme la vuelta.
Me encog de hombros.
Si es por eso, a ella tambin la abrazas y dices que tan solo es una
amiga. Entonces?, qu soy yo? al fin la mir.
Por qu no deberas?
Porque t tendras que estar con alguien de tu edad, como tus amigos.
Quiz tambin sera mejor estar con alguien del sexo opuesto dije
deshaciendo nuestro abrazo.
Porque si no te gustan los chicos, no tienes por qu salir con ellos. Hoy
en da uno puede elegir con quin quiere estar.
Captulo 14
Te invito yo.
Estir el brazo izquierdo, por fin liberado desde el lunes del yeso, hasta
alcanzar su pelo.
Apreci la humedad de su melena entre mis dedos y le retir un mechn,
colocndoselo detrs de la oreja para poder ver mejor su cara. Volv a su
oreja y acarici el contorno, bajando despus por la suave piel de su cuello.
Se tens ligeramente cuando mis caricias se tornaron sensuales, pero
continu con ellas.
Me acerqu a ella.
Tard en conseguir una reaccin por su parte. Gir al fin la mano sobre la
palanca y entrelaz sus dedos con los mos. La apret con fuerza e hice
resbalar despus mi pulgar por su palma. Volv a besar su rostro antes de
separarme de ella. Cuando lo hice arrastr su mano conmigo y la coloqu
sobre mi regazo. Parece que era todo lo que me quedaba en aquel momento.
Al menos, que le cogiera la mano era algo que an no le pareca mal y col
los dedos bajo su jersey de lana para acariciarle la mueca.
No, a la competencia.
Lo cierto era que necesitaba saber si ella deseaba el contacto tanto como
lo deseaba yo. Lauren saba que si se acercaba yo jams me separaba, que
siempre era bienvenida cuando invada mi espacio personal. Sin embargo, no
siempre reciba la misma bienvenida cuando era yo quien invada el suyo.
Prest atencin a sus maniobras y a la direccin que tomaba. Dejamos atrs
la salida hacia BouAzzer y continu por la autopista un par de kilmetros
ms. Aparc en una carretera estrecha que conservaba arena en el asfalto y
sal del coche antes de darle tiempo a que me ayudara. Observ el
restaurante de camino hacia l. Recordaba al de Lauren en la madera y las
grandes cristaleras, pero ni era tan grande ni pareca tan nuevo.
Aqu mismo est bien seal una mesa vaca rodeada de otras mesas
abarrotadas de gente.
All por favor corrigi Lauren, sealando a su vez una mesa al fondo
junto a la cristalera sobre la playa.
Si quisiera hijos los habra tenido yo! espet de pronto, al tiempo que
examinaba el men.
Lo s Lauren, para ti soy muy joven como para saber aun lo que quiero y
lo que no dije sin levantar la vista de aquella cartulina plastificada. La mir
cuando se rio y dirig la vista una vez ms hacia aquellos nios hiperactivos
de caras pegajosas. No querra un hijo ni tenindolo contigo.
Solo iba a decir que ests muy guapa con gafas. Siempre me ha
encantado como te quedan.
A m tambin me gusta.
La conoces?, ltimamente no dejo de orla.
De quin es?
Venga, vamos.
Prueba.
Abri el portn de madera y pas al otro lado delante de ella. La playa era
extensa y estaba prcticamente desierta a excepcin de algunos ancianos
que se divisaban a lo lejos, paseando junto a la orilla.
En absoluto. Dime, qu me pediras?
Tena la mirada felina. El color verde de sus ojos era intenso y profundo y
por unos instantes me perd en ellos.
Ignor mis palabras y continu dndome soporte en cada paso que daba.
Sus labios sonrieron cuando la mir ante su persistente actitud. Me hizo
gracia, pero gir la cara para que no me viera. Tena razn, caminar por la
arena con la escayola era agotador. Me haca ilusin acompaarla porque
saba que le encantaba la playa, pero estaba claro que no iba a poder pasear
por ella en aquel estado. Hice un esfuerzo ms y avanc todo lo que pude
hasta que me rend.
Eso no es verdad.
S, s lo es. Buscaras en otra lo que yo ya no te pudiera ofrecer. Ni
siquiera te lo puedo ofrecer hoy en da
Y segn t qu es lo que no me puedes ofrecer?
A la igualdad de condiciones.
Captulo 15
Deshice mis planes habituales con Dinah y Sal tan pronto supe que
Lauren no se encontraba bien y no ira al Havet aquella noche de sbado.
Como no quise que sospecharan cuando llegaran all y vieran que tampoco
ella apareca, les dije que Alejandro nos llevaba a cenar a mi madre y a m
muy cerca del local, asegurando as la credibilidad de mi pequea mentira
para que no relacionaran mi ausencia a la de Lauren.
Incluso les insinu que tuvieran cuidado con lo que hacan por si
coincidamos.
Treinta y ocho.
Qu ests tomando?
Un antigripal.
Has vomitado?
No sacudi la cabeza.
De nada.
A casa.
No te apetece salir?
No.
S de una que le va a dar algo cuando vea que no apareces. Saba que
se estaba refiriendo a Ruth, pero no dije nada. Est loca por ti habl otra
vez.
Me re sin ganas.
Yo no he dicho eso.
Por supuesto que no, t nunca dices nada not que su rostro se
ensombreca. No es un reproche confirm. Aunque no lo creas, entiendo
tu dilema conmigo, pero solo te pido que no me busques rollos absurdos. No
estoy buscando un polvo, si quisiera eso ya me lo habra echado. No me han
faltado candidatas aunque suene asquerosamente pretencioso. Y no hablo
precisamente de Ruth.
No te vayas susurr.
Sent que se me llenaban los ojos de lgrimas y di media vuelta para salir
de all. Lo ltimo que quera es que me viera llorar.
Puedo pasar?
T nunca sobras.
Qu ests haciendo?
Para m?
No puedo?
Vete a la cama.
Tanto te ha molestado que te diga que le gustas a Ruth?
Eso no es verdad.
S que lo es. Hace semanas que me he dado cuenta. Otra cosa es que no
diga nada. Me has visto cara de idiota?
No, tienes una cara preciosa sonri y alz la mano con intencin de
tocarme.
Que nunca hables del tema me hace pensar que ahora que os veis con
ms frecuencia, podra surgir algo y quiz ya no le diras que no esta vez.
Y la ma se rio.
Sus ojos buscaron los mos durante unos segundos y volvi a desviar la
vista sin decir nada. Me qued de pie donde estaba, contemplndola unos
instantes por si decida abandonar aquel mutismo y hablar.
Lo mismo digo yo con tu ex. Ella s que intent besarte. Te aseguro que
Ruth no se acerc tanto, tampoco le hubiera dejado que lo hiciera afirm
con una punzada de dolor al revivir la imagen en mi cabeza.
Estaba acurrucada contra mi cuerpo y mantena la cabeza bajo mi barbilla.
Me bes la base del cuello cuando supo que las haba visto.
De nada.
Baj la vista para verle la cara. Tena los ojos cerrados y sus dedos
formaban un puo que le tapaban los labios.
Supongo murmur.
Pues tampoco es para tanto. Mrame a m, t llevas casi tres meses
dicindome que no y aqu sigo.
Se ech a rer.
Creo que Lauren tambin estaba encantada con que nos tomramos una
noche libre fuera del Havet.
Aunque no lo expresara abiertamente con palabras, su rostro se ilumin tan
pronto se lo comuniqu. Me pareci adems, que se encontraba cansada por
ms que ya se hubiera recuperado de la gripe. Yo solo deseaba cenar con ella
a solas y despus tumbarnos para ver una pelcula. Por fin, iba a tenerla para
m sola una noche de viernes.
Lauren, puedo hacerte una pregunta personal? haca rato que haba
abandonado el saln y la echaba de menos. Se hallaba en la cocina
preparando la cena y levant la vista con aprensin.
Tranquila me re desde el marco de la puerta, no es sobre tu vida
sentimental. No me interesa en absoluto ella enarc una ceja y me
mantuvo la mirada. En serio insist avanzando hacia ella me pongo del
hgado cuando te imagino haciendo el amor con otra persona, que no sea yo
obviamente, as que no quiero saber nada de ninguna de tus amantes y
mucho menos de tus relaciones sexuales con ellas. Sent como la tensin
congelaba su rostro y la mirada se le agrietaba. Me qued petrificada. Baj la
vista y volvi a alzarla. Se produjo un silencio tan intenso que pareca que se
acababa el mundo. Sus ojos volvieron a recorrerme hasta que al fin habl.
No vuelvas a decirme una cosa as en tu vida.
No tuve noticias de ella en lo que qued del da, y lo que fue peor, tampoco
las tuve durante el fin de semana. Apenas dorm y apenas com durante lo
que fue el fin de semana ms largo de mi vida. Ni siquiera se haba molestado
en enviarme un msero mensaje al mvil. Tanto le haba ofendido mi
comentario? Al parecer s.
Tuve que mentir a Dinah y Sal. Utilic una vez ms el nombre de mi madre
y el de Alejandro como excusa para no vernos el sbado. No tena ganas de
ver a nadie y tampoco de hablar, no me apeteca compartir lo que haba
sucedido. No quera consuelo ni que me recordaran que yo misma lo haba
jodido todo. Solo deseaba saber de una nica persona en todo el mundo, de la
que no llamaba.
El lunes amanec tan triste y gris como el da. Haba vuelto a pasar la
mayor parte de la noche llorando. En esta ocasin, el silbido del viento y la
gruesa lluvia me haban acompaado, azotando mi ventana. Pareca que al fin
haba llegado el invierno. Anunci a mi madre que no ira a clase, que no me
encontraba bien. No lo dud en cuanto me vio la cara y se asegur
rpidamente de que no tuviera fiebre. Consegu que se fuera a trabajar, no sin
antes mantener una discusin que lograra agotarme del todo. No tena
fuerzas para discusiones estpidas y me encerr en el bao. Pas el resto de
la semana atrincherada en mi habitacin. No quera salir, no poda comer y
apenas consegua dormir. El rostro de mi madre se iba desencajando ms
cada da, al tiempo que mi dolor se incrementaba con cada noche que no
saba nada de Lauren. El viernes por la tarde vino Alejandro y por primera vez,
desde que sala con mi madre, se qued a dormir en casa durante todo el fin
de semana. Saba que mi madre lo haba hecho a propsito despus de
nuestra ltima discusin. Prcticamente le haba echado de mi habitacin
cuando me hizo llorar una vez ms, preguntndome por lo que ocurra. No
quera contrselo a nadie y menos a ella, por mucho que pensara e insistiera
que poda hacerlo. Ninguna madre estaba preparada para or que su hija de
diecisis aos estaba enamorada de una mujer que tena incluso ms aos
que ella, y que haba pasado casi dos meses vindola a diario y en secreto.
Captulo 16
Me encontraba fatal, peor que nunca. No haba pegado ojo en toda la noche
pensando en la
posibilidad de coincidir con Lauren aquella maana, en la que iban a
retirarme la escayola de la pierna izquierda. Me tranquilizaba pensar que ella
no tendra ganas de verme y que hara todo lo posible por evitarme. Me haba
fijado en todos los coches estacionados, cuando buscbamos un sitio donde
aparcar y no haba visto el suyo. Ya eran las ocho y veinte, as que
posiblemente se hubiera cogido el da libre, sabiendo que aquel lunes yo
tena cita con el doctor Kling.
Os habis peleado?
No.
Efectivamente, porque si soy muy joven para una cosa, lo soy par todo.
Camin detrs de ella por el largo pasillo. Levant la vista por encima de
su cabeza para asegurarme de que Lauren no estuviera al fondo, hacia donde
nos dirigamos. Tuve que mirar detenidamente porque haba demasiada gente
en el pasillo aquella maana. Pero ella no estaba, la hubiera reconocido a la
legua. Hallamos un par de asientos libres frente a la consulta de Kling. Tena
la puerta cerrada y le la reluciente placa con su nombre. Me pregunt cunta
de esa gente, que ya espera all cuando llegamos, tendra cita con l tambin.
Seguro que nos atenda con retraso. Mi madre detuvo el nervioso movimiento
de mi pierna.
Baj la vista a su mano, que la haba dejado reposada sobre ella. Agradec
el reconfortante calor que me daba y la cubr con la ma. Me mir con cierto
aire de sorpresa cuando lo hice.
Qu? protest.
Gir la cabeza y me dio un vuelco el corazn cuando mis ojos chocaron con
los de Lauren, que me miraban desde el fondo del pasillo. Haca diez das que
no la vea y su visin me encogi el alma. Sonri, dejando ver su preciosa
dentadura. Senta los latidos del corazn en mis propios odos, ensordeciendo
todo lo que me rodeaba. El sudor impregn mis manos y resbal sobre la
muleta. Vena vestida de calle, como si acabara de llegar. Cuando se abri
paso entre la gente reconoc la chaqueta de piel color camel. El taconeo de
sus andares me hizo mirar hacia el suelo.
Los v queros desga t dos contrastaban con las botas de piel natural con las
que le haba conocido. No se las haba vuelto a ver desde entonces. Observ
su belleza y su figura mientras se aproximaba, y no pude evitar que los ojos
se me llenasen de lgrimas. Baj la vista y los cerr con fuerza antes de que
me viera. Cmo pretenda que la olvidara si volva a aparecer en mi vida?
Era obvio que haba sabido aprovechar la oportunidad que yo misma le puse
en bandeja el da que me march de su casa. Se lo haba puesto demasiado
fcil con mi espantada. No le obligu siquiera a pensar en cmo decirme que
tena que olvidarme de ella, que lo nuestro era imposible. Ni siquiera tuvo que
buscar el momento ms apropiado, ya lo haba hecho yo por ella. Se agarr a
aquella estpida confesin que le hice como a un clavo ardiendo. Quiz mi
comentario fue atrevido, pero an le daba vueltas a la cabeza buscando
dnde se encontraba la ofensa. V olv a levantar la vista cuando sus pasos
sonaron ms cercanos y su silueta se volvi ntida frente a m.
Hola me tembl la voz. Sent la humedad en mis ojos y rec para que
ella no la advirtiera.
Era incapaz de mirarle a los ojos ms que en instantes muy precisos. Poda
oler su aroma y record las veces que haba estado abrazada a ella, sintiendo
su calor y su cuerpo contra el mo. Cmo iba a ser capaz de olvidarme de
aquello?
No tendras que estar hoy aqu le reproch ante la rabia que senta por
no haber conseguido retenerlas.
Quera verte.
T s.
Alz mi cara y al fin la mir. Tena las pupilas dilatadas. Su pierna se hizo
sitio inesperadamente entre mis muslos cuando se acerc ms a m. Sus ojos
recorrieron mi rostro y se detuvieron en mis labios cuando apoy su frente
contra la ma. Mi respiracin son ms fuerte cuando respir la suya en la
proximidad. Me ardi la piel cuando sus labios rozaron imperceptiblemente
los mos.
Qu te ocurre?
Cmo dices?
Baj la vista por su cuerpo. Llevaba un jersey fino de cuello alto color azul
marino y unos pantalones safari, del mismo color. Calzaba botas de montaa.
Repar enseguida en sus uas pintadas de aquel rojo oscuro que haba visto
en Lauren haca un rato.
Qu haces?
Dnde est?
Saba que aquella mujer frente a m no era quien deca, el tacto de su mano
sobre mi piel lo confirm.
T no eres Lauren.
Cmo?
Dime alguno.
Nada.
Cmo has sabido que no era yo? Eres la primera persona que se da
cuenta sobre la marcha me dijo dentro del coche.
Me encog de hombros.
No lo s.
Qu?
Ah no s qu estaba diciendo.
Seguiras igual de me la record ella.
Sus ojos brillaron otra vez y desliz la mano por el lateral de mi rostro
acercndome a ella. Me mir fijamente a los ojos. No s si esperaba una
reaccin por mi parte o estaba pensndose dos veces lo que iba a hacer. A
m, desde luego, me abandon el valor para besarla, aunque no hubiera nada
que deseara ms.
Me di una ducha.
No el que ests pensando. Joder, Lauren, eso djalo para los hijos de
puta que violan y abusan de las nias que luego tiene que atender tu
hermana, a las mafias y chulos que trafican con ellas y a los pedfilos del
mundo.
Yo tampoco voy a comer. Trigame una copa de vino tinto, por favor.
Quieres beber algo o tampoco? volvi a mirarme.
Otra copa de vino, por favor. T quieres otra? seal con el dedo mi
bebida, que
prcticamente se encontraba intacta.
No, gracias.
No he ido a clase.
Ya he llorado yo suficiente por las dos estos das, as que no llores t, por
favor confes
besndole la sien.
Te aseguro que no tienes motivos por los que llorar habl en voz baja.
Yo creo que s.
Se ech a rer.
Creo que puedo yo sola contigo, mi amor
Claro que poda conmigo ella sola, y ms si volva a llamarme aquello que
me haba derretido.
Notaba el calor del alcohol en mi cuerpo y la agradable sensacin de relajo
que conllevaba. Creo que fue la primera vez, despus de tanto tiempo, que
consegua estar con ella sin que se me disparara el corazn ni me temblara el
pulso. Pedimos mucha comida, demasiada tal vez. Lauren se haba empeado
en que probara varias especialidades de aquel restaurante portugus.
Insisto, es tuyo.
Gracias.
Lo ests?
Agach la cabeza y me cubr los ojos con la mano que tena libre. Asent
mientras me secaba las lgrimas, impidiendo que se derramaran.
Camila, no llores por favor, no soporto verte llorar advert que sus
labios se humedecan
cuando me besaron cariosamente.
Captulo 17
Estoy loca por ti gimi entre mis labios, mientras las ltimas oleadas
de placer caliente manaban recorriendo de nuevo mi entrepierna.
Casi no poda creer que fuera Lauren la que yaciera all sobre m, que fuera
ella con quien hubiera
compartido lo que acababa de suceder. Me pareca un sueo.
Not bajo mis dedos el pulso que lata en su cuello y descend por l hasta
la clavcula. Al
adentrarme lentamente en su boca en busca de su lengua, me excit de
nuevo y una punzada de placer lati
otra vez entre mis piernas. Volv a descender lentamente por su escote hasta
que el botn de la camisa me
impidi el paso. La abr ligeramente y acarici con mi mejilla la piel donde se
dibujaba su pecho.
Despus lo hicieron mis labios. La agitada respiracin haca ascender y
descender su pecho contra mi
rostro y el perfume maravilloso que desprenda revivi todos mis sentidos. La
bes mientras mis dedos
desabrochaban aquel primer botn. No pude apartar mis ojos de la piel
dorada, que contrastaba con el
encaje blanco del sujetador. Suspir ante aquella visin antes de hacer rodar
mis labios por ella,
deseando el contacto con aquella parte de su cuerpo, que por primera vez
expuesta, me llev a besar la
tierna piel donde naca su pecho. Cuando volv a besarla, acaricindola con la
lengua en esta ocasin, se
separ de m aunque sus labios buscaran los mos.
No jade con los ojos cerrados en un leve susurro.
Lo siento me disculp.
No, Camila neg con dulzura y tom mi rostro entre sus manos,
volvindome a besar.
De verdad?
Descubr en ese momento que no llevaba ropa interior bajo el fino pantaln,
suave y liviano como la
seda. Su boca aceler el movimiento con un gemido, reclamando mayor
profundidad sobre mi lengua. Un
grito ronco de placer sali de mi garganta y mi mano descendi por el perfil
de su muslo. Baj
ligeramente sus pantalones, descubrindole la cadera, y toqu la trmula piel
sin nada de por medio.
Deseaba hacer el amor con ella, pero no me atreva a decrselo ni a ir ms
all con mis caricias. Me
sobraba la ropa con cada oleada de calor que emanaba su boca, me
molestaba especialmente la suya, que
se interpona constantemente en el contacto directo entre nuestra piel. La
habitacin me daba vueltas
mientras su boca me besaba con apremio y su cuerpo responda con claros
signos de excitacin a mis
caricias. Me tumb boca arriba y la arrastr conmigo, para que quedara de
nuevo sobre m. Ya no
soportaba su ligero contoneo y me deslic en busca de ms. Gem cuando
nos rozamos y vi que se
estremeca en el momento en que empuj sus caderas, haciendo que su sexo
cubriera el mo por completo.
Se separ jadeante y perd el calor de su boca. Levant la cabeza en busca
de sus labios otra vez.
Bsame rogu.
Tom mi rostro entre sus manos y sus labios me besaron con pasin. Me
apret contra su sexo y mi
cuerpo se curv al sentirlo latir sobre el mo, percibiendo su caliente
humedad a travs del finsimo
pantaln. Le temblaban los dedos cuando desabroch los botones de mi
chaqueta del pijama. Me
Quiero hacer el amor contigo jade bajo su boca. Quera que supiera
que yo lo deseaba ms
que ella, que me mora por que continuara deshacindose de mi ropa.
Ven, olvida lo que he dicho susurr sin aire, rodendola con los brazos
y apoyndola sobre m.
Captulo 18
altura y mis ojos chocaron de frente con una mujer morena, vestida de
blanco. Baj la vista al suelo,
asegurndome de no resbalar sobre la goma, por si alguien hubiera
derramado alguna bebida, y volv a
mirar al frente. Sent su mirada clavada en m y no pude evitar desviar la ma
hacia ella, que continuaba
observndome detenidamente. Calcul las posibilidades de mi trayectoria
para llegar al escenario, pero
aquella mujer se situaba en el nico lugar que poda dar acceso a mi destino,
si es que no quera dar la
vuelta y rodear todo el mirador. Al volver a mirarla, un breve gesto se dibuj
en sus labios, como si
acabara de adivinar mis intenciones para esquivarla. Su mirada recorri mi
cuerpo con el mismo sosiego
de antes, pareca estar memorizndome. Levant la vista hacia las luces de
color ail, que se iluminaron
en ese preciso momento sobre el escenario, permitindome leer el rtulo que
daba nombre al local desde
donde me encontraba, Havet. Mis ojos volvieron a aquella mujer mientras me
aproximaba y enseguida
estudi a sus acompaantes, eran todas mujeres. Las cuatro charlaban
ajenas a su amiga y a las miradas
que me dedicaba. La rehu otra vez. Cuando me acerqu an ms alc la vista
lo suficiente para ver sus
piernas descruzarse, ponindose en pie frente a m.
Hola respond.
Cuntos tienes t?
Hola dijo posando sus ojos en la mujer frente a m con tanta rapidez
que apenas coincidieron
nuestras miradas. Te espero all aadi sealando con su dedo ndice el
escenario, no sin antes
dirigirme otra breve mirada.
Te gustara serlo?
Al menos pinsatelo.
La mir cuando se inclin sobre su bolso para sacar una tarjeta de visita,
que luego me extendi. La
le para m delante de ella: Face It. Agencia de Publicidad. Greta Gray.
Directora General. No pude
evitar leer su nombre dos veces y busqu con la mirada a
No la mir con descaro, hasta que sus ojos volvieron a los mos.
Vi a Lauren tan pronto me abr paso entre dos mujeres que charlaban de
pie. Me esperaba con la
cadera apoyada en el respaldo de un sof. Su visin me cort una vez ms la
respiracin. No pude
apartar la vista de ella mientras caminaba a su encuentro. Me detuve tan
cerca que le obligu a alzar la
mano para detener mi trayectoria. Creo que pens que le iba a besar all
mismo, en mitad del local.
Efectivamente, no se equivocaba, solo cuando advert su mano en mi
clavcula reaccion dndome cuenta
de en dnde me encontraba. La observ de cerca, tena el gesto serio y la
mirada penetrante.
De verdad piensas que soy tan estpida como para aceptar drogas?
estudi su rostro cuando
me mir fijamente. Parece que s admit molesta.
No leo una mierda sin gafas protest. Para qu? Para que la
llames cuando tengas un rato
libre?
Gem ante aquella sensacin, que tanto haba echado de menos durante
aquellos das sin verla. Su
beso se torn ansioso con rapidez, salvaje incluso, cuando busc mi lengua
encajando su sexo sobre mi
muslo. Se apret contra m en un gemido y su lengua entr hasta el fondo de
mi boca. Me sujet por las
caderas cuando me tambale por el placer. Tom mi lengua entre sus labios y
la chup con voracidad, al
tiempo que retiraba mi mano de su cintura, guindola inesperadamente hasta
cubrir su entrepierna.
Gemimos a la vez cuando frot su sexo hmedo y caliente contra mi mano.
Sent de inmediato una
respuesta de su propio placer en mi cltoris. No estaba segura de cunto
aguantara sin alcanzar el clmax
antes que ella. Me agarr por las solapas de la chaqueta y me gir sin dejar
de besarme. Quedamos al
revs. Lauren apoyada contra la puerta y yo frente a ella.
Te quiero jade.
No fue una buena idea besarla para ahuyentar mis lgrimas. La emocin
an ahogaba mi garganta,
luchaba contra el dolor agudo que me asfixiaba en el intento por devolverle
sus besos y la atencin que
S jade.
El hall se desvaneci bajo mis pies cuando apoy los hombros contra la
puerta, invitndome a que
fuera yo quien tomara el control. Retom el enloquecido comps, recorriendo
la lubricada vagina en toda
su profundidad.
No puedo sonri. No puedo caminar aadi con una risa floja que
me contagi.
De dnde?, de la puerta?
En la cama.
Deshice el mnimo espacio que haba quedado entre nuestras bocas y tom
su labio superior entre los
mos, otra vez. Lo acarici con la lengua en toda su superficie, despus hice
lo mismo con el inferior. Me
abr paso en su boca entreabierta y volv a rozar su suave lengua. Me
abrasaba con cada pausada caricia
que me devolva. El placer me recorri la piel desde la nuca hasta la punta de
los pies. Captur la punta
de su hmeda lengua y la cubr con mis labios. La chup despacio,
mantenindome en la superficie, y
sent que la vagina de Lauren se volva tan resbaladiza como la ma.
Empezaba a dejarme llevar por la
pasin, quise ms.
No tienes ni idea del esfuerzo sobrehumano que tengo que hacer para no
perder el control.
Cuntos aos vas a necesitar que tenga para que consideres tico
hacer el amor conmigo?, veinte
quiz? pregunt porque necesitaba saberlo.
A qu hora tienes que volver a casa? pregunt ella con una sonrisa
desoyendo mi proposicin.
Tena l corazn tan acelerado como la respiracin, solo era consciente del
tacto de su mano, que me
recorra quemndome la piel. Baj por mi pierna y se desliz suavemente
entre mis muslos. Advert que
se humedeca ms mi entrepierna aunque sus caricias no terminaran de
alcanzar mi sexo. Me excit an
Sus ojos bajaron por mi torso desnudo cuando dej que este cayera al
suelo. Su mirada se volvi
abrasadora y record aquel da que vi en ella la misma intensidad
contemplando la desnudez de mi
cuerpo. Haba pasado mucho tiempo desde aquello, y yo haba empleado
mucho tiempo pensando en
aquello. Me acerqu ms, an sujetaba mi rostro entre sus manos, aunque no
tard en ceder, respondiendo
con apremio a la profundidad de mi beso. El calor de su boca y el contacto
con su lengua me estaban
volviendo loca. Cada vez me excitada ms, cada vez quera ms. Solo
deseaba que me tocara, pero Lauren
no lo haca. Rode sus muecas y gui sus manos, deslizndolas por mi piel.
Gem cuando me cubri con
ellas los pechos y las yemas de sus pulgares acariciaron imperceptiblemente
mis pezones. Aplast mis
pechos contra sus manos para sentirla mejor.
No, mi amor sus manos resbalaron hasta mi cintura.
Me qued paralizada ante su ruego. Haba sonado tan sincero que no supe
qu hacer. Me senta
ridcula, pero no quera volver a irme de su casa. Saba que me dolera ms
esa decisin que aceptar su
constante negativa sobre aquel tema. Me di a vuelta y la mir.
Gracias murmur sin mirarla cuando dej lo que le haba pedido junto a
m en el sof.
Bsame gem.
Captulo 19
La luz del da hizo que me despertara. Cuando abr los ojos encontr el
bello rostro de Lauren junto al
mo y el corazn, como siempre que la vea, me dio un vuelco. Me sent ms
feliz que nunca. Era la
primera vez que pasaba la noche entera con ella. An dorma profundamente,
por lo que no me mov para
no despertarla, solo me dediqu a contemplarla en la proximidad, sabiendo
que nadie, ni siquiera ella,
interrumpira aquel momento durante un largo rato. Pareca una nia, casi tan
cra como yo.
Volv a sentir sus labios recorriendo mi espalda lentamente, pero esta vez
sin el fino tejido de por
medio. Baj la mano hasta la parte de atrs de mis muslos, deslizando los
dedos entre ellos. No pude
pensar en otra cosa que en aquel movimiento entre mis piernas, que a cada
caricia iba acercndose
peligrosamente a mi sexo. Sus labios se dirigieron a mi cintura y su brazo me
rode las piernas,
acaricindome ahora los muslos por delante.
Esta vez fui yo quien sonri al ver que rehua sonrojada mi mirada y mis
palabras.
En el bao.
Me gusta este.
La o rerse.
Te falta mucho?
Voy a ducharme.
Puedo entrar?
Estoy desnuda.
Y cul es el problema? No sera la primera vez que te veo desnuda, mi
amor
Enseguida salgo.
Me pareci que al fin se alejaba y abr el grifo otra vez para lavarme la
cara, pero ni el agua helada
consegua que mi llanto cesara. Estaba tan fra que me dolan las manos bajo
el chorro. Necesit otro
largo rato para que mis lgrimas dejaran de caer. Me lav la cara tantas
veces que se me irrit la piel,
pero al menos logr que la hinchazn de mis ojos disminuyera ligeramente. El
agua haba empapado los
puos de la chaqueta del pijama y trat de secarlos con una toalla. Respir
hondo y alborot mi pelo para
cubrir mi rostro en la mayor medida. Cuando sal del bao di gracias de no
coincidir con Lauren en el
pasillo. Me encamin hacia su habitacin tomando aire y haciendo un
esfuerzo por apartar aquella
cicatriz de mi cabeza. Necesitaba aparentar que estaba bien cuando la viera.
Su voz son tan dulce que no consegu evitar que mis ojos se llenaran de
lgrimas otra vez.
Nada sonre a duras penas, rehuyendo su mirada.
Nada, de verdad.
Pas el resto del da abrazada a su cintura y sin dejar de llorar. Cada vez
que me calmaba un poco
negaba todas las posibles opciones que Lauren iba preguntndome para
averiguar el origen de mi
desconsolado llanto. Me sorprendi cuando nuestro apasionado sexo contra
la puerta de su casa sali a
relucir. Le jur hasta la saciedad que me haba vuelto loca, que me haba
encantado, aunque ella pensara
que tal vez se haba excedido. Supuse que pens aquello al considerar que
haba sido mi primera vez. Si
hubiese tenido treinta aos estoy segura de que jams hubiera dudado de lo
mucho que me gust. Me
pregunt por la mujer del Havet y le cont nuestra conversacin, para que se
quedara tranquila. Mi
empeo en no revelar que haba visto su cicatriz provoc que su mente se
disparara, preguntndome por
todo tipo de terribles situaciones que, por desgracia, demasiada gente
contaba en su haber. Me sent mal
cuando sus preguntas fueron tomando un cariz tan serio. Estuve a punto de
confesarle la verdad cuando
lleg a dudar de si me haba acostado con alguien, atribuyendo el hipottico
suceso al nico propsito de
facilitarle una relacin sexual conmigo. Me di cuenta de que mi estpida
pregunta de la noche anterior
haba calado en ella de un modo que no esperaba. Me ech a llorar otra vez
cuando vi el dolor en su
mirada. Un dolor que no era necesario y que provoqu por comportarme como
una cra. No dej de
negarlo, ni tampoco dej de decirle que la quera, que estaba loca por ella,
mientras la besaba. Lo hice
sin descanso durante tanto tiempo que nos olvidamos de todo, dejndonos
llevar por el deseo. Ni siquiera
Captulo 20
Hablaba con Lauren cada noche, y aunque me haca feliz escuchar su voz a
falta de verla, an tena que
hacer esfuerzos por no echarme a llorar por telfono. Cuando lleg el viernes,
ya no aguantaba ms.
Llevaba toda la semana sin poder verla, porque al parecer deba ocuparse de
unos asuntos. Me ofrec
voluntaria a ayudarla con lo que fuera un milln de veces, pero siempre me
deca que no, alegando que
me dedicara a estudiar.
Ests sola? pregunt con la mirada nublada por el deseo, sin siquiera
responder a su saludo,
cuando abri la puerta sorprendida al verme all, frente a ella, antes de lo
previsto.
Aquello me encantaba, pero solo poda hacerlo cuando era Lauren la que
reposaba sobre m.
Dnde est?
En mi mochila.
Traas mochila?
No quise decirle que tena tantas ganas de verla y de estar con ella, que
me molestaba cualquier cosa
que se interpusiera entre las dos cuando me abriera la puerta. Tambin haba
dejado el casco fuera para
tener las manos libres y poder abrazarla.
Las ojeras me han salido por otro motivo coment con una sonrisa,
desviando la conversacin.
Lo s, pero no hablo de eso.
Cmo quieres que no est triste si llevo cinco das sin verte?
Entonces a quin?
Pude leer en sus ojos el esfuerzo que realizaba su mente buscando algo,
una prueba que confirmara la
posibilidad de que yo supiera lo que ella, hasta el momento, se haba
propuesto ocultarme.
No lo s dud.
No tengo ni idea.
Lo s, pero es para ti. No es que quede muy elegante que digamos, pero
quera que te llegara tal y
como lo he recibido yo. No quera tocar nada.
Es un mineral?
Saba que lo descubriras en cuanto lo vieras, pero la pregunta es
cul?
Una cobaltocalcita?
La has conseguido en eBay? Pero para comprar en eBay no hay que ser
mayor de edad?
Ment me re.
Yo tengo cuenta en eBay, solo que hace mucho que no la uso. Te la doy y
entras con mi lave, as
podrs comprar todo lo que quieras.
No.
Por qu no?
Y no lo hago?
Abandon su boca y baj por la piel de su cuello, para seguir por su escote
hasta que el botn de la
camisa me impidi continuar. Se tens bajo mis manos cuando lo desabroch,
abrindole un poco ms la
camisa. Ignor la rigidez de su cuerpo y me desplac lentamente hasta la
curva donde comenzaba su
pecho para besarlo. Recorr la piel que el sujetador no le cubra con mis
labios, despus hice lo mismo
con mi lengua. Apoy la frente sobre su pecho deteniendo mis caricias
cuando sus manos se aferraron con
fuerza al edredn.
Tard un poco en conseguir que se relajara, que entrelazara sus dedos con
los mos. Me arrepent de
haber hablado. Solo quera que supiera que no iba a quitarle la camisa y
mucho menos el sujetador,
dejando su pecho al descubierto. Aun as, tendra que haberme callado y
haber evitado aquella situacin.
En realidad yo tena bastante con acariciar y besar aquella parte de piel
donde se insinuaba su pecho,
pero ella no tena por qu saberlo. Mi excitacin solo indicaba que mi
siguiente movimiento sera
desnudarla. Por si no haba sembrado suficiente inquietud en ella durante
nuestra conversacin anterior,
mi intento por tranquilizarla no dejaba la menor de duda de que yo era
consciente de que algo ocurra. No
quise levantar la vista por si me encontraba con sus ojos. Saba que ya no
sera capaz de fingir si los
miraba y segua desendola tanto que tampoco quera que se rompiera aquel
momento. V olv a besar la
piel entre sus pechos y continu bajando hasta alcanzar su estmago. Tembl
cuando levant el tejido
para sentirla directamente con mis labios. Tena la piel caliente y suave como
la seda. Su respiracin se
agit an ms, junto a la ma, cuando comenc a cubrirla de besos.
Desabroch los botones del final de su
camisa cuando la tela se tens al quedar atrapada bajo su espalda,
impidindome llegar a sus costillas.
Me volvi loca el aroma que desprenda, el ligero contoneo de su cuerpo en
respuesta a mis caricias.
Descend y mis labios se toparon con la cinturilla de su pantaln, solt el
botn y baj la cremallera en el
siguiente movimiento.
Camila jade cuando mis manos tiraron ligeramente para abrrselo y
mi boca rod, besando
la piel hasta el comienzo del pubis.
Pretend no haberla odo, y aunque detuve mis labios, recorr con las
manos sus piernas hasta la cara
interna de los muslos. Vi que vibraba cuando en la siguiente caricia roc su
sexo. Esper un instante y
volv obre l cubrindolo con mi mano. Sus caderas se estremecieron cuando
dej la mano reposando
sobre el calor hmedo que era capaz de apreciar a travs del algodn.
Contempl la piel que haba
quedado expuesta entre la abertura del pantaln, que dejaba vislumbrar el
vello del pubis, retomando su
tacto con una ligera presin. Enloquec al descubrir que no llevaba ropa
interior y me cost una
barbaridad no desprenderme de sus pantalones, sumergir mi boca en aquel
calor, aquella humedad, aquel
sexo. En medio de un gemido sus piernas se abrieron involuntariamente, al
tiempo que se apretaba
imperceptiblemente contra mi pulso. Intu que i mi boca no se hubiera
encontrado tan cerca del vrtice de
sus piernas, hubiera buscado una mayor presin contra mi palma. Aquel
pequeo detalle me excit mucho
ms, lo que me hizo tirar de sus pantalones, impulso que reactiv al instante
mi boca, haciendo que mis
labios descendieran sobre su monte de Venus.
una de sus rodillas contra mi cadera, al tiempo que utilizaba parte del peso
del resto de su cuerpo para
limitar mis movimientos.
Vas a algn sitio, querida? su voz son tan seductora que me recorri
un escalofro por toda la
piel, erizndome el vello.
Bes la piel entre sus pechos y le desabroch los dos botones que faltaban
para que se abriera
totalmente su camisa. Retir la tela, que cay por detrs de su espalda y baj
la vista por su cuerpo.
Contempl la curva de su cintura hasta su cadera desnuda, la llanura de su
vientre, que mora en el
comienzo de un vello pbico perfectamente dibujado, a medio ocultar bajo la
pierna que flexionaba sobre
m.
Puedo saber por qu? neg sutilmente con la cabeza mientras segua
besndome. No
encuentro ms motivo que el hecho de tener diecisis aos dije
respondindome a m misma.
Me ardi la piel con sus palabras, con la humedad que me ofrecan sus
besos. Me coloqu frente a
ella dispuesta a abrazarla, en esta ocasin su rodilla me liber permitiendo
que lo hiciera, rodendome
por la cintura con la pierna cuando quedamos de lado. Gimi apretndose
contra mi cuerpo al sentir mis
caricias abandonando su espalda para bajar por sus glteos desnudos. Tir
de mi camiseta, apartando el
tirante del sujetador hasta descubrirme el hombro, volviendo a cubrirlo, esta
vez de besos. Deslic mi
mano entre nuestros cuerpos, estremecindome cuando sus piernas se
separaron ms dndome la
bienvenida. Estaba tan hmeda y excitada, que me sent mal que no me
permitiera llevarle al orgasmo
con mi boca. Ni siquiera trat de disimular mi disconformidad y cuando dej
escapar un suspiro de
resignacin, sus labios recorrieron de vuelta el camino hasta los mos.
Te quiero jade.
No pude ignorar la camisa abierta, que dejaba ver el sujetador negro que
capturaba sus pechos
agitados por la excitacin. Descend por el resto de su piel desnuda, tanta la
separacin de sus piernas
flexionadas como su sexo oculto bajo mi mano, demandaban con urgencia
que le diera placer. Me qued
maravillada ante aquella visin. Cuando sus labios me besaron, dej de
admirar la belleza de su cuerpo,
fascinada por el modo en que se me ofreca y nerviosa ante la incertidumbre
de si sera capaz de
satisfacer sus necesidades. Enseguida me perd en el calor abrasador de su
boca, su lengua lama la ma
con tal voluptuosidad, que me hizo sollozar volvindome salvaje. Levant los
brazos sorprendida cuando
sus manos me ayudaron a quitarme la camiseta, de la que pretend
desprenderme aunque no le fuera a
parecer bien. La diferencia d sentir el calor de su piel directamente contra la
ma me pareci el paraso.
Me estremec cuando apret su pecho contra el mo, cuando sus manos
estudiaron cada centmetro de mi
espalda desnuda. Baj los tirantes de mi sujetador y recorri la piel hasta uno
de mis hombros, despus
lo hizo hasta alcanzar el otro. Aquella humedad descendi hasta la curva de
mi pecho, que se balanceaba
ligeramente sobre su rostro debido a mi excitada respiracin, a la falta de
sujecin que haba perdido con
los tirantes, que ahora cados, tan solo rodeaban mis brazos. Durante unos
instantes solo fui consciente de
su boca sobre aquella zona de piel, que se acercaba ms a mis pezones,
claramente endurecidos bajo el
tejido del sujetador. Deslic mi mano hasta que los dedos se me
humedecieron al resbalar en una caricia
sobre su sexo. Cuando me detuve sobre la entrada de su vagina, gimi y sus
piernas se separaron ms,
invitndome a que entrara.
Ignor mi peticin, pero hundi la cara entre mis pechos y sus caderas se
desbocaron empujando
contra mis dedos. G m sin parar, con lo que aceler el ritmo y la fuerza de mi
penetracin. La humedad
de su vagina me facilitaba estimularla por completo y el movimiento se torn
increblemente acompasado
entre la dos. Era mi perfecta pareja de baile. Apoy la base de la mano sobre
su cltoris para que pudiera
frotarse cada vez que conquistaba el fondo de su vagina. Sus labios
abandonaron mi pecho y subieron en
busca de los mos. Se abraz a mis hombros con fuerza y pronto descubr que
buscaba apoyo. Sus
caderas incrementaron an ms aquel frentico movimiento y yo la segu. Me
susurr algo al odo que no
pude entender. No estaba segura de s se trataba de palabras inconexas,
derivadas del placer, o intentaba
decirme algo entre gemidos.
al cabecero de la cama.
Yo tambin te quiero apenas tuve tiempo de responder cuando grit
con la misma fuerza con
que se contraa alrededor de mis dedos, expulsndome prcticamente fuera
de ella.
Detuve mi movimiento y disfrut extasiada del clido fluido que verta sobre
mi mano, en violentas
convulsiones. Sal de ella con suavidad tan pronto las siguientes
contracciones me lo permitieron,
cubriendo su sexo con mi mano. Acarici su cltoris con ligeras presiones
arriba y abajo, y un nuevo
gemido sali de su garganta al tiempo que otra oleada de lquido caliente se
derramaba empapndome de
nuevo la mano.
Captulo 21
La otra noche te esfumaste como el humo. Es uno de los mejores trucos
de magia que he
presenciado dijo una voz a mi espalda, mientras esperaba a que cualquiera
de las atareadas camareras
del Havet me atendiera de una vez.
Haba llegado antes de tiempo, como siempre que quedaba con Lauren,
pero ni ella, Dinah, Sal o
las Ls haban aparecido an.
Me llamo Camila.
Veo que te cuidas, eso est muy bien. Yo tambin debera hacerlo ms a
menudo, pero me cuesta
salir una noche y no tomarme algo menos aburrido. Ya tengo suficiente
cotidianidad a lo largo de toda
la semana. Y t? me pregunt cundo la camarera se retir de la barra
para preparar nuestras
bebidas.
Estudio.
Medicina.
En qu curso ests?
En tercero.
Nada, en serio.
An queda una semana ms para que puedas darle una segunda vuelta.
No es difcil de hacer y
tampoco tendrs que hablar, solo ponerte unos vaqueros y entra y salir de la
pera.
Muchas gracias.
A ti, me alegra que te guste.
Todo esto es por Lauren? Le has dicho que ests loca por ella y te ha
dicho que no?
Deberas usarla para darle celos, creo que funcionara bebi un trago
de mi bebida.
Nos unimos a los chicos, y como ya era habitual, pretend que pareciera
que me encontraba con Lauren
por primera vez aquel da.
Tena tantas ganas de verte otra vez! le dije tan pronto tuve
oportunidad de hablar sin que
nadie me oyera.
Por contrmelo.
No negu desconcertada.
Cmo te lo pregunt?
Captulo 22
toda t.
Apoy la frente sobre la suya, y al ver que segua sin mirarme, busqu sus
manos, que acariciaban mis
muslos y me mantenan excitantemente abierta y entregada al placer sobre
su pubis. Me mir cuando las
retir, llevndomelas a los labios para besarle los nudillos y deteniendo as el
placentero balanceo que
me apretaba una y otra vez contra su sexo.
Por qu?, no quieres? su voz son un tanto desilusionada.
No ment.
No puedes o no quieres?
No puedo.
Por qu no?
No.
Por qu? Crea que siempre habas querido conocer Nueva York.
Supuse que aquel cuidado con el que me haba informado, aquella mirada,
se deba al temor de mi
reaccin. Efectivamente, no se equivocaba. Pero no exterioric el dolor fsico
que ya era capaz de sentir
por su marcha, aunque an estuviera a escasos centmetros de m.
No s usarlo.
No tengo ni idea.
Ya lo habas planeado?
Le devolv el dulce beso que me dio, pero Lauren quera ms. Aquel beso se
hizo ms intenso, se
volvi ms ntimo. Su apasionada forma de besar hizo que el dolor que haba
tratado de enterrar me
estrangulara la garganta.
A qu te refieres exactamente?
A nada, djalo.
libertad que me invada con la prctica del Parkour volvi a mi cabeza, casi la
haba olvidado. Aceler
el ritmo y corr como un rayo mientras sorteaba a la gente y las vallas de las
aceras. La descarga de
adrenalina ahuyent mis lgrimas, al menos, momentneamente.
Me serv un vaso de agua con hielo de una de las jarras de cristal que
haba sobre la mesa y me lo
beb casi de golpe. Mir impaciente la hora en el mvil, cuando me pareci
que ya haba pasado
suficiente tiempo como para que Lauren hubiera aparecido. Esperaba que no
estuviese enfadada conmigo
por salir corriendo de su coche, decidiendo no venir a cenar.
Volvi a rerse y yo con ella. Cuando apart la vista de los intensos ojos
azules de Blyth top con los
de Lauren, que me miraban a la vez que caminaba por la terraza en nuestra
direccin. La observ mientras
saludaba con un beso a cada uno de nosotros y tambin me puse en pie para
recibirla cuando lleg hasta
donde me encontraba sentada.
Aunque supe desde el primer instante en que la conoc que haba nacido
hombre, siempre la haba
visto como mujer. Su melena, sus cuidadas manos, la carencia de vello en su
rostro, su cintura, su modo
de caminar y sus gestos eran de mujer. Exceptuando la prominente nuez, una
estatura por encima de la
media nacional y una voz un tanto grave, se poda considerar que no quedaba
nada de lo que fue un varn.
Y eso si valoraba que aquellas tres caractersticas se pudieran adjudicar
exclusivamente al sexo
masculino. Haba conocido fminas tan grandes o ms que ella, con una nuez
destacable en ocasiones y
con una voz muchsimo ms ronca que la que posea Blyth. Imagin que
habra pasado aos
hormonndose para adquirir aquel aspecto, pero fue su pecho lo que
realmente haba llamado mi
atencin.
Mi mente regres a la tarde anterior.
Tena la tez morena, el pelo negro y una barba de cuatro o cinco das donde
se asomaban algunas
canas. Era alto y de complexin atltica. Me sacaba ms de media cabeza y
vesta una cazadora de cuero
que pareca de motorista, cosa que constat al fijarme en el casco integral
que llevaba en la mano. Not
que se azoraba bajo mis escrutadores ojos antes de inclinar la cabeza
ligeramente, a modo de despedida,
y continuar con su camino. Me qued paralizada. Una tormenta de imgenes y
emociones estallaron en mi
cabeza y me gir para mira le. Ni siquiera me preocup cuando l tambin
volvi la cabeza hacia m,
siendo el primero en retirar la vista tras ese momento. Le observ de
espaldas, junto al hombre que le
acompaaba.
Camila, ests bien? o que me preguntaba Sal a lo lejos.
Mir a Lorena, cuando baj la vista al plato de spaghetti alle vongole que le
acababan de servir y que
yo tambin haba pedido, aunque mi racin an no haba llegado.
Quieres otra?
Levant la vista hacia Ruth al darme cuenta de que la pregunta iba dirigida
a m. Su dedo ndice
apuntaba en direccin al vaso de Coca-Cola que acababa de vaciar con el
ltimo trago.
S, gracias.
De nada me respondi amablemente, apresurndose a llamar al
camarero.
Me fui con Lauren porque me pidi que le acompaara en cuanto
terminamos con los postres. La segu
y baj tras ella los cinco escalones de piedra que llevaban a la oscura playa.
S.
Entonces?
Sonri ms abiertamente.
Mi padre le confirm.
S, no te preocupes.
l te conoce, verdad?
Me encog de hombros.
Desvi la vista hacia el mar cuando le dije aquello, pero volvi a mirarme
para saber una cosa ms.
Te supone un problema que sea gay?
Probablemente s.
Probablemente no le correg.
Las dos sabemos que so no suele ocurrir entre los heteros. Mi madre no
quera que tuviera un padre
gay y mira t por dnde, ahora no solo el padre de su hija es gay sino que
tambin su hija. Espero que
tenga ms suerte con su prximo hijo.
No te enfades.
Por qu?
Lo siento.
No, yo no voy a ir. Te espero en mi casa mientras te tomas algo con Blyth
y cuando termines, si
quieres, me pasas a buscar.
Le devolv el beso. Me hizo gracia que me llamara as. Las ltimas veces
que haba odo aquel
piropo sali de los labios de Lauren.
Descubr que Blyth tena otros planes y que tampoco ira al Havet cuando
me desped de ella. Camin
en silencio al lado de Lauren hasta el parking al aire libre del restaurante,
donde haba estacionado su
coche.
Ahora ya no era solo un mes sino que se haba abierto la posibilidad de que
an fuera ms tiempo. De
pronto, la opcin de su operacin se desvaneci por completo en mi cabeza y
me pregunt si realmente
iba a hacer ese viaje, si el motivo era separarse de m el tiempo suficiente
como para dar por terminada
nuestra relacin cuando volviera. Quiz pensara que un mes sin verla
bastara para olvidarme de ella.
Para mi desgracia, iba a necesitar muchos meses para hacerlo. No saba que
al menos una vida entera,
sino dos, era lo que yo iba a necesitar para lograr borrarla de mi cabeza y de
mi corazn.
Vmonos a tu casa.
Su mirada vag por mi rostro y una sensual sonrisa se asom a sus labios.
S.
No jade.
No, mi amor, no quiero eso me dijo tomndome la cara, ahora con las
dos manos.
Te quiero susurr.
Solt una de mis manos y baj hasta acariciar mi rostro, besndome con
dulzura.
Eres preciosa jade con una sensual sonrisa cuando pas los dedos
por su barbilla, secndole la piel.
Trat de tumbarme sobre ella pero no me dej. Haba comprendido con
demasiada rapidez mis verdaderas intenciones y me qued claro que no iba a
permitirme que le correspondiera con sexo oral.
Me pareci ridculo por lo evidente de su enorme excitacin, pero esta vez no
protest. La arrastr sobre m en su lugar, y gimi cuando hice que nuestras
vulvas se unieran. Si no me iba a dejar sentirla en mi boca, quera sentirla
entonces sobre mi sexo. Me haba parecido la cosa ms maravillosa del
mundo despus de su espectacular cunnilingus. Me agit cuando empuj y
me fund en su resbaladiza carne.
Detuvo el ligero movimiento de sus caderas y dej que fuera yo quien se
moviera. Me encant que quisiera que yo tomara el control y comenc a
frotarme suavemente contra su sexo.
Me ha encantado le confes.
Alz mi rostro y me mir a los ojos antes de que sus labios me besaran. Su
beso fue lento pero apasionado, enseguida sus manos comenzaron a recorrer
mi cuerpo desnudo, y yo me perd una vez ms en sus caricias.
Captulo 23
Nunca la Semana Santa haba tardado tanto en llegar, ni cado tan tarde en
el mes de abril. La ltima semana de clase, antes de las esperadas
vacaciones, me mantuvo separada de Lauren. No porque yo quisiera, sino
porque ella segua ocupada con asuntos varios, al parecer. Curiosamente,
desde que nuestra relacin se haba vuelto ms ntima menor era el tiempo
que pasaba con ella. Ahora nos habamos convertido en amantes de fin de
semana. Supongo que tendra que haberme conformado con aquello, pero yo
siempre quera ms. Desde el mismo instante en que la conoc, Lauren se
haba convertido en mi adiccin y ahora que haba probado la droga, el
sndrome de abstinencia no me dejaba vivir sin ella. Y lo peor de todo era el
constante runrn de mi cabeza, que me deca que algo no encajaba, que algo
ocurra. El jueves por la tarde acompa a Dinah, despus de que
terminramos las prcticas en el hospital, a comprar un regalo para Laia. Iba
a ser su cumpleaos y quera ir a una tienda de instrumentos musicales que
se encontraba al norte de la ciudad. La segu en moto y me detuve detrs de
ella cuando se nos cerr un semforo. Tena la vista fija en la luz roja que
colgaba por encima del casco de Dinah cuando un color azul, que se hallaba
en mi campo de visin, me sac de mi ensimismamiento. Desvi la vista y me
top con aquellas luces de nen que iluminaban unas letras que me
resultaron familiares. Clnica Romo, le sin poder evitar que me diera un
vuelco el corazn. Rod despacio en el momento que brill la luz verde.
Quera absorber cada mnimo detalle de aquel edificio blanco con enormes
cristaleras al tiempo que circulaba por delante. Casi estaba llegando al final
de la manzana donde terminaba el parking propiedad de la clnica, cuando
mis ojos detectaron la trasera de un coche blanco entre los muchos que
haba all aparcados. Era el coche de Lauren. Se me desboc el corazn y
aceler vacilante la moto para no perder a Dinah. De regreso a casa volvimos
a pasar por delante de la clnica y a pesar de que la perspectiva desde
enfrente me dificultaba la visin, pude distinguir que su coche permaneca
all estacionado. Me desped de Dinah en la esquina donde siempre lo haca y
continu en direccin a mi casa para no levantar sospechas. Tan pronto
avanc por la calle, asegurndome de que ya se haba marchado, di la vuelta
y deshice el camino de nuevo hasta la clnica.
Ya no sonre.
Alz la mano y me retuvo contra ella cuando busc mis labios para
besarlos. Gem con el roce de su lengua y sus dedos se tensaron sobre mi
nuca, acercndome ms a su boca.
Era una lujosa villa privada de dos habitaciones, dividida por un saln y una
cocina integrada en el mismo. Tenamos piscina para nosotras solas y la
enorme terraza donde nos encontrbamos daba acceso a la playa.
Por qu?
Camila Me re.
Vamos a la playa?
Qu moto?
Estir el cuello para dar alcance a sus labios y ella me rode, besndome
abrasadoramente. Protest cuando abri mi mano y me entreg la llave. No
quera la moto, quera hacer el amor con ella. Estaba terriblemente excitada y
ella tambin, aunque lo disimulara cuando me ech de la habitacin. Sal a
regaadientes y escuch su risa mientras me alejaba. Descubr que aquella
parte de la playa era de uso exclusivo para la villa que ocupbamos. Al menos
haba cincuenta metros de distancia hasta nuestras vecinas, que en aquel
momento jugaban en el agua. Me pregunt si seran pareja, pero enseguida
desvi los ojos a la cubierta de proa color azul oscuro metalizado de la
Yamaha que flotaba en la orilla, amarrada a un poste de madera. V olv a
mirarlas cuando me sorprendi la buena temperatura que tena el agua.
Pensaba que iba a estar ms fra a pesar de los cuatrocientos kilmetros que
habamos recorrido en direccin sur. Supuse que la ola de calor que haban
anunciado para Semana Santa, y que ya se haca notar, tena mucho que ver
con aquello. Adems, Tlys era la ltima isla que conformaba el archipilago
donde vivamos y la ms austral de todas. Colgu el chaleco salvavidas del
manillar de la moto y me zambull en el agua cristalina mientras esperaba a
Lauren. No tard en aparecer con una sonrisa pcara dibujada en sus labios y
supe que an se estaba riendo de m, por haberme dejado en el estado de
excitacin en que me dej. Sal del agua para recibirla y le salpiqu
suavemente la cara, en respuesta a aquella traviesa sonrisa.
Enrojec y apart la vista, como si eso evitara que ella no pudiera verme. La
mir de soslayo cuando me fij en que sonrea por mi reaccin. Me di la
vuelta con rapidez y me dirig a la moto.
Llevaba enrollada una toalla que le cubra hasta la mitad de los muslos, su
melena oscurecida por la humedad del agua caa cubriendo uno de sus
hombros desnudos.
Pensar en ti.
Por ir a despedirte.
Qu te ocurre, Camila?
No te vas a Colombia.
An no lo s.
Tampoco.
Ponerte un implante? Eres mdico. Sabes mejor que nadie que eso
aumenta el riesgo de que se desarrolle un nuevo tumor se me quebr la voz
y presion mis sienes con fuerza para evitar ponerme a llorar.
Creme, todos tenemos grasa rio con una carcajada. La mir tan
perpleja como me qued.
Cmo poda rerse tan alegremente de aquello? Me doli tanto su risotada
que casi me enfad con ella. Imagin que aquella era su forma de enfrentarse
al cncer, pero a m se me hel la sangre en las venas.
Del abdomen su voz recuper un tono ms serio cuando repar en lo
conmocionada que me haba dejado su risa, como si de un vulgar chiste se
tratara.
Sacudi la cabeza.
Qu cabos?
Es por m, de verdad.
Djame estar contigo, por favor. No me eches de tu vida le rogu de
nuevo . Quiero acompaarte a cada prueba y quiero estar a tu lado hasta
que entres en quirfano y cuando salgas de l, quiero que me dejes cuidar de
ti hasta que te hayas recuperado del todo. Apoy la frente en mis labios y
cabece agarrada a mi camiseta.
No, mi amor, no hay nadie ms que t. Cmo puedes pensar una cosa
as?
FIN