Comunidades Sefardies Americalatina Turquia
Comunidades Sefardies Americalatina Turquia
Comunidades Sefardies Americalatina Turquia
Lateinamerika-Institut
HS 33551: Races tnicas y modernidades en Amrica Latina
SS 2008
Dozent: Walter Alejandro Imilan
Dilara Aksoy
Turkologie/ Altamerikanistik
Email: didiful@msn.com
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Introduccin
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privada a la Shoa y la solidaridad con otros judos. Dems, Israel sirve de una fuente
importante de identificain politica, social y religiosa, y sobre todo de identidad local.
La afiliacin al Estado de Israel se mostra por una organisacin sefard sionistica
separada FESELA (Federacin de Etnicidades Sefardes de Amrica Latina), no
obstante contactos con sociedades israeles como con otras sociedades de la dispora
generalmente son limitados a grupos sefardes, que estn marcados por tres
identidades individuales respecto del territorio latinoamericano: argentino-sefard-
judo, damasquino-mexicano-judo.
La historia de los judos de la dispora, es formada por la influencia de los sociedades
anfitriones o por Amrica Latina, como uno de los centros ms importantes de la
dispora sefard y como la heredera de las comunidades que haban existo en el
territorio del Imperio Otomano.
Aclimatados al nuevo medio social, los grupos judos empezaron a sentirse
perteneciente a su nacionalidad respectiva, pero al mismo tiempo, se hallaron ms
diferentes que parecidos, como lo define Simon Herman: Identidad significa tanto la
igualdad como la singularidad...miembros de minoras - ms que los de mayoras -
estn conscientes de su demarcacin de ciertos otros. ( Simon N. Herman, Israelis
and jews: The Community of an Identity (New York: Random House, 1970), 14)
En oposicin de las comunidades asquenazes, que es el grupo judo ms dominante
de Europa del Este en Amrica Latina, las comunidades sefardes de all componen
una minora. Estas comunidades de habla ladino estn dispersadas en todo el
continente, las ms grandes en Buenos Aires, Santiago de Chile, de lo cual voy a
ampliar detallamente luego, So Paulo, Rio de Janeiro, Ciudad de Mxico,
Montevideo, Lima y practicalmente en cada metrpoli como en las grandes ciudades
provinciales.
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Caribe. Los primeros son judos portugueses, los primeros judos modernos de
Amrica, que fueron tambin los primeros en asimilarse.
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cerrado, dentro del cual poda desarrollarse la vida de la comunidad alepina: La
exacerbada religiosidad, la especializacin econmica, la fuerza de las redes de
parentesco y el alto grado de endogamia, actuaron como elementos cohesivos que
delimitaron las fronteras culturales del grupo en relacin con otros grupos (Hamui,
1997, 308). En su trabajo A Globall Community: The Jews from Aleppo, Syria,
Walter Zenner analiza la particularidad de este grupo tnico, cuyos oficios que se
extienden desde el Japn hasta la Argentina, comparten los mismos modelos
econmicos, sociales y culturales. As, se puede observar el caso de los alepinos como
modelo a nivel global.
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Venezuela 15,700 7,000
Panama 5,000 4,000
Colombia 3,400 1,000
Per 2,500 800
Costa Rica 2,500 750
Otros en Centroamrica 4,600 1,300
Otros en Sudamrica 2,500 1,000
En total 401,100 104,150
La identidad tnica de cada una de las piezas que componen el mosaico sefard fue
transmitida de generacin a generacin gracias a la estructura comunitaria separada de
cada grupo.
La unidad bsica de estas comunidades, tal como el cal sefard tradicional, era
formada por un conjunto cerrado de instituciones, la sinagoga, talmud tor,
organizaciones benficas y el cementerio, para el uso exclusivo de los oriundos de la
misma ciudad o de la misma regin. Muchas de estas organizaciones, incluso de los
nativos de Siria, empleaban la palabra sefard en su nombre. Sin embargo, no
exista un concepto abarcador de sefardismo religioso o social: cada grupo mantena
su rito, sus costumbres y su liderazgo. Slo bajo la influencia del movimiento sionista
empez a crearse un concepto sefard comn. Comparando entre los nativos de
Rodas, Sidn, Edirne, Estambul, Esmirna, Alepo, Damasco y Jerusaln se puede
observar que las diferencias entre los diversos grupos se manifestan principalmente a
nivel de intensidad religiosa. Los distintos modelos de religiosidad estn relacionados
con las diferencias histricas entre las ciudades de origen y (estn) vinculadas a
los procesos de modernizacin y secularizacin en vsperas de la emigracin. Las
comunidades damasquinas que son consideradas ms abiertas hacia otras corrientes
judas y principalmente hacia el sionismo, estn por el centralismo de las funciones
religiosas. Sobre eso, dan mucha importancia a la educacin juda, realizada en las
grandes instituciones escolares que instruyen en enseanza primaria y secundaria.
Con el mejorimiento de su situacin econmica, su nivel de vida aumento de manera
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que pudieran permetirse vivir en barrios lujosos, en los que trasladaron sus sinagogas,
escuelas y otros edificios comunitarios. De esta forma, se producieron dos tipos de
movilidad: la movilidad econmica y la movilidad del espacio comunitario.
Compartiendo el centralismo religioso con las judas de orgen damasquino las
comunidades alepinos no obstante eran consideradas el grupo ms ortodoxo y se
distinguan por la fuerte autoridad rabnica que impeda la penetracin de la influencia
secular. En ello, la fuerza de coercin de las normas ortodoxas depende de la
autoridad de los rabinos y del respaldo que reciben del liderazgo laico de su
comunidad. En el caso de Panam, la autoridad de los rabinos de las comunidades
puede trascendir la vida religiosa de sus miembros. No obstante, en muchas
comunidades los rabinos dependen de las directivas comunitarias, que pueden limitar
su jurisdiccin religiosa y obtienen la aceptacin tcita de ciertas conversiones.
Un grupo completamente contrario a las ltimas son las comunidades de los pases
balcnicos que se destacaban por un sionismo ardiente junto a una regresin pasiva de
la religin. Adems, la identificacin entre la identidad religiosa y la tradicin
particular del grupo tnico es menos evidente entre ellos que los de habla rabe. Junto
con los oriundos de Turqua, fundaron sus primeros ncleos institucionales,
principalmente las sinagogas, en base a su ciudad de origen, pero no coartaron los
marcos comunitarios, como el cementerio, las instituciones benficas y las escuelas,
que estaban abiertos para sectores ms amplias, en general para todos hablantes del
judeo-espaol y incluso recibieron a los oriundos de origen italiano y otros sefardes
europeos que llegaron durante la Shoa; la mayora de ellos no hablaba ladino, pero se
identificaba como sefard. Aunque los ladino-parlantes se consideraban los
representantes autnticos de la tradicin sefard, permitan una cierta franqueza y
flexibilidad del espacio comunitario; es decir al nivel privado se sentan libres de
decidirse por la prctica religiosa, sin cuestionar la legitimidad de los mandamientos
de la religin. Por este motivo, muchos sefardes se alejaron de las instituciones
religiosas representativas de su grupo tnico para optar marcos ms adecuados para
sus tendencias personales, adhiriendose tanto a sinagogas del actitud ms abierta y
tolerante como a las del movimiento conservador. El desarrollo hacia el alejamiento
de las instituciones comunitarias no es directamente inherente a la prdida de
identidad sefard, sino est vinculado a distintos campos caractersticos sefardes: La
comunidad sefard de Estambul, por ejemplo, ltimamente est experimentando un
renacimiento del ladino, a pesar de dos generaciones de olvido. Karen Gerson Sarhon,
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la directora del Centro Sefard de Estambul, anunci que son los investigadores que
apoyan al mantenimiento del idioma ladino. El CIDICSEF (Centro de Investigacin y
Difusin de la Cultura Sefard) cuya sede se encuentra en Buenos Aires, funciona
desde el 1975 para estudiar y difundir la cultura sefard en toda la sociedad, en el
mundo acadmico y entre los sefards mismos. Adems, los colaboradores exigen la
devolucin de la riqueza musical, estudian la historia y la literatura y difunden la
lengua judeo-espaol. La identidad sefard en s misma que sostiene dichas activdades
es bsicamente secular y est padecido a procesos de diferenciacin: uno es el
surgimiento de bnei anusim personas que se identifican con un pasado cripto-
judo, creando una nueva identidad catlica-sefard. Un otro ejemplo por este
fenmeno es el neo-sefardismo, una corriente literaria de autores asquenazes, que
por un lado vinculan el sefardismo a la identidad juda latinoamericana, pero por el
otro privan a los sefardes de su rol de transmisores slos de la herencia judeo-ibrica.
Con el proceso de asimilacion y secularizacin de su identidad, las sefardes de origen
turco-balcnico se incorporaron tanto a las sociedades de las culturas del medio
ambiente como a su propia cultura juda-sefard. No obstante, esta mutua asimilacin
amenaza su identidad religiosa, formulando por la halaja, la ley religiosa juda, en
forma muy categrica los lmites de la identidad religiosa. Sus organizaciones
comunitarias con frecuencia carecen de liderazgo religioso propio, por lo que los
rabinos contratados no comparten ni las costumbres de dichas comunidades de origen,
ni su tolerancia tradicional. Un desarrallo hacia un sionismo rgido se puede observar
en las comunidades de origen sirio y alepino en Buenos Aires, Mxico, y So Paulo,
en las que surgen corrientes ultra ortodoxas, cuyos puntos extremos se encuentran
fuera de los lmites de las instituciones centrales.
Un factor muy importante para comprender la problemtica aspecfica de cada
comunidad es la diferencia entre los marcos polticos y sociales en los distintos
pases. Muchas veces, cuando existen lmites muy claros entre la minora juda y la
sociedad mayoritaria, las divisiones entre los distintos grupos tnicos dentro de la
colectividad juda son ms marcadas. En comparacin del caso Mxico, donde las
diferencias dentro de la comunidad juda son grandes debido al hecho de que los
sefardes no podan concebirse como uno de los componentes tnicos de la nacin, en
Brasil, con una sociedad multi-racial y pluralista, las barreras entre los comunidades
sefardes son menos visibles y la movilidad entre estas diversas comunidades es
mayor.
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Un otro ejemplo especfico por la existencia sefard es Chile, marcado por tres olas
migratorias sefardes en los aos 1880 a 1930: los primeros llegaron directamente de
Sefarad - es decir Espaa o Pennsula Ibrica siguiendo el movimiento energtico
expansionista del Imperio Espaol, en su gran mayora compuesto de Marranos y
Conversos, absorbidos y establecidos en la sociedad chilena.
El segundo grupo que no se esforzo en generar algn tipo de institucin o vida juda,
establecieron matrimonios mixtos cuyos descendientes confesaron al cristianismo
catlico, pero mantuvieron una conciencia plena de sus ancestros judos.
El tercer grupo, el de mayor importancia, forma el grupo relacionado directamente
con la expulsin de 1492. Ms, est asociado a la parte de la poblacin que se nego a
convertirse y mantuvo su fe profunda, finalmente fue acogido por el Sultan de la
Sublime Puerta. Gracias a l, los sefardes pudieron expandirse y desarrollarse a lo
largo y ancho del Gran Imperio Otomano, floreciendo en diferentes aspectos y
dominios, aunque llevaron una vida econmicamente precaria. Pero con la aspiracin
a la liberacin de los pueblos dominados, la tranquilidad con el Imperio Otomano
comenz a devenir destruida, y con esto comenz el retroceso de la Sublime Puerta.
Segn las cifras oficiales en poder del Ministerio del Interior, Departamento de
Extranjera y Migracin, las estadsticas presentadas por Najum Levy Lusquer sobre
el grupo tnico slo corresponden a los judos de origen Sefard. Lamentablemente las
estadsticas oficiales y documentadas por el gobierno corresponden a partir de 1900,
aunque inmigrantes sefardes se hicieron presente a lo largo de Chile y su historia, y
particularmente en las ciudades de mayor recepcin, Temuco y Santiago, donde la
presencia sefard en su gran mayora es perteneciente primeramente al Imperio
Otomano, y posteriormente a los paises independizados de la Sublime Puerta.
FUENTE J.SHATZKY COMITE Calculo ELNECA MOSHE NES M.MATUS G. CALCULO INE
JUDIO INE VE
AO
2.500 2.000 2.800 8.000 3.600 3.000 3.800
CIFRAS
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Las cifras presentadas no deben, o bien, no pueden representar con exactitud el total
de la poblacin sefard en Chile, a pesar de que por lo menos el 50 % de total, no
participa activamente de la vida comunitaria y no quiere continuar con las antiguas
tradiciones.
SANTIAGO 50%
TEMUCO 15%
VALPARAISO 5%
LA SERENA 2%
VALDIVIA 2%
SAN FELIPE 2%
RANCAGUA 2%
PUERTO MONTT 2%
OSORNO,OVALLE,ANTOFAGASTA,LOS
ANDES,IQUIQUE,COPIAPO,SAN
FERNANDO,ANCUD,CACHAPOAL,
CADA UNO CON 1 %
TOCOPILLA,COQUIMBO,ARICA, RESPECTATIVAMENTE
VICTORIA,TALCA,MELIPILLA,
CONCEPCIN,SAN ANTONIO,
LLOLLEO,TRAIGUEN,
PUNTA ARENAS
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Las tres primeras ciudades de la tabla con el mayor porcentaje muestran
peculiaridades especiales: Santiago, como capital del pas ofrece las mejores
posibilidades econmicas, sociales y culturales. Marcado por la primera sinagoga y la
primera colectividad juda propiamente tal en Chile, Temuco debe representar la
localidad en que se concentraron los marranos y conversos durante la conquista y
posterior colonizacin de la regin. Y finalmente Valparaso, como tercera ciudad
chilena ms grande en cuanto a la poblacin sefard, presentaba buenas opciones de
asentimiento para familias sefardes llegadas desde el Imperio Turco por su puerta
entrada martima al pas.
En comparacin con otros pases latinoamericanos, Chile presenta un caso particular
con respecto a la actitud de la poblacin frente a los judos: A pesar de que presenta
un pas profundamente catlico y tiene una alta sociedad donde la influencia del
catolicismo es muy grande, existen en las mismas clases enfrentamientos y debates
febriles sobre el origen judo de algunas de sus familias ms destacadas. Con ello,
Chile forma una excepcin en cuanto a los otros pases americanos. En Brasil, por
ejemplo, donde existieron grandes comunidades judas en el norte del pas, la
tradicin del origen judo no obstante es mucho ms dbil all que en Chile, donde no
encontramos una comunidad comparable.
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judas antes la conquista de Constantinopla en 1453: los inmigrantes judos ms
antiguos eran los romaniotes - judos de origen griego, que geograficamente eran
asentados a pueblos y ciudades situados a orillas de rutas vinculadas a mercados
importantes. Estas comunidades romaniotas, tambin llamados kal kados romania
(La sacra sinagoga romana), que estaban descendidas en ciudades de Europa del
Sureste y de Asia menor como Constantinopla (Estambul), Tesalnica (Salnca),
Adrianopla (Edirne), Uskub (Skopje), Sofa, Monastir (Bitola), Drac, Valona, Corf,
Sarajevo, Ragusa (Dubrovnik), Smyrna (Izmir), forman la base de asentamientos
posteriores del prximo grupo, los asquenazes, judos procedentes de Centroeuropa
como Alemania, Hungra, Polonia etc. A partir de la segunda mitad del siglo 14.
Judos de Hungara (1376), Francia (1394) y Espaa (1392) inmigraron al Imperio
Turco, en lo cual los judos sefardes formaron la tercer gran ola migratoria de la
Pennsula Ibrica, a quienes en la mitad del siglo 16. se unieron los marranos
portugueses - judos expulsados de la inquisicin espaola. Esta segunda ola
migratoria sefard fue mucho ms fragmentada y numricamente menor que la
primera. Adems de la Sublime Puerta, una parte de los marranos se asentaron
tambin en regiones de Europa del Norte como Holanda. Con la conquista de la
Media Luna Frtil y la expansin de su imperio sobre frica del Norte, el Imperio
Otomano finalmente asimismo gan un gran grupo de poblacin de judos de habla
arabe. Estos judos arabizados fueron los Mustarabim y Mizrahiyyim en Irak, los
Megoraschim y Toschavim en Tnez y los Maraviyyim en Aleppo, damasco y Cairo.
Si se consideran los grupos insignificantes numricamente menores en las regiones
lejanas, se agregan los judos de habla kurdo y arameo. Despus de que sltan
Mehmed II (1451-81) orden los desplazamientos de diferentes grupos de poblacin a
las gran ciudades del Imperio, all se organizaron los romaniotas, luego los sefardes
segn la ciudad o regin de su origen en los denominados Kehalim (comunidades
religiosas). El gran aumento de poblacin juda producido por el desplazamiento, del
cual la mayora eran sefardes, muestran datos del siglo 16 y 17 : Mientras que la
Tesalnica de 1529 tena 2,645 hogares judos, en 1613 el nmero de los hogares
aument a 2,933. All resulto una hispanizacin muy rpida por parte de los judos
romaniotas y asquenazes: hasta 1680 all existan tres sinagogas con tres
comunidades diferentes, o sea las de los romaniotas, asquenazes y sefardes. Pero
desde la segunda mitad del siglo 17 las comunidades romaniotas y asquenazes
contravenieron a las comunidades sefardes, representando las comunidades
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relativamente ms grandes, culturalmente ms dominantes y econmicamente ms
potentes.
Los judos sefardes, como segunda ola migratoria, gozaban de un gran prestigio
cultural en todo el mundo judo, dado que se optaron voluntariamente por abandonar
su pas en lugar de convertirse al cristianismo. Sin embargo, al contrario de los judos
griegos, estuvieron ms perjudicados: En comparacin con los romaniotas, los judos
de la Pennsula Ibrica no slo tuvieron que acostumbrarse a un ambiete y
emperadores completamente nuevos, sino tambin a los judos nativos.
Los sefardes del Imperio Turco tienen tres identidades:
1. Fueron judos con un fondo espaol
2. Su idioma fue un castellano conservador y anticuado que llevaron junto a su
escritura, el ladino desde la Pennsula Ibrica.
3. Una encuadernacin relativamente rpida y exitosa a la sociedad otomana
gracias a sus conocimientos especiales en el campo de la medicina, herrera,
Imprenta etc.
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cada vez menos porque ya no es la lengua que se habla en las casas, as que, si un
joven sefard quiere aprender ladino debe apuntarse a un curso, explica Karen
Gerson Sarhon. Para ella, existen varios factores por los que se fue abandonando
el ladino entre los que destacan la influencia del francs durante el siglo XIX, el
abandono del alfabeto Rashi por el latino y la implantacin de la educacin
nacional turca tras la instauracin de la Repblica por parte de Mustaf Kemal
Atatrk. Adems aade que con la fundacin de la Repblica de Turqua, tuvo
lugar un cambio en la filosofa de la comunidad sefard y sus dirigentes decidieron
que la comunidad se abriese y se integrase en la sociedad turca. Este abandono se
produjo tambin por una cada del prestigio de la lengua ladina -agravada por la
marcha de muchos sefardes a Israel donde el hebreo pudo con el judeoespaol-,
que perdur hasta los aos noventa. No obstante, es destacable que recientemente
hay investigadores de diferentes campos que se preocupan por la preservacin de
la cultura sefard. El Instituto Cervantes de Estambul, por ejemplo, en
colaboracin con la comunidad sefard residente en la ciudad, imparte cursos de
judeoespaol de manera regular. La comunidad mantiene una escuela primaria
para 300 alumnos y una escuela secundaria para 250 estudiantes en Estambul, y
una escuela primaria para 140 nios en Izmir. Turco es la idioma de instruccin, y
ensean al Hebreo 35 horas por semana. Adems, la comunidad sefard en
Estambul misma es muy activa, poseyendo su propio peridico (Shalom), centros
culturales, festivales, organizaciones, etc. Si considera el tamao total presente de
la Comunidad Juda, se llega a alrededor 26000 personas, de los cuales la gran
mayora vive en Estambul, con una comunidad de aproximadamente 2500 en
Izmir y otros grupos ms pequeos localizados en Adana, Ankara, Bursa,
Canakkale, Iskenderun, Kirklareli etc. Los Sefardis arreglan el 96 % de la
Comunidad, con explicar de Ashkenazis el resto. Con respecto a las sinagogas que
son clasificadas como fundaciones religiosas (Vakifs) , existen 16 sinagogas hoy
en Estambul, con tres con servicios activos durante vacaciones y algunas muy
viejas, como la Sinagoga de Ahrida en el rea Balat, que pasa de moda a partir del
medio siglo 15. Los cementerios Haskoy y Kuzguncuk, del siglo 15 y el 16 en
Estambul, estn todava vigente.
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sefardes sobre ambos continentes. Tanto las comunidades en Latinoamrica como las
en Turqua se organizaban segn las gran ciudades. Hay diferentes motivos por esta
disposicin puesto que en el caso de Turqua dependen de la poltica de
desplazamiento del Imperio Otomano. No fueron los sefardes mismos que optan
voluntariamente por esta distribucin, sino el Sultn que les oblig la organizacin
segn las gran ciudades. Las comunidades latinoamricanas, en contra, se decidieron
voluntariamente a favor de esta organizacin en razn de las condiciones mejores
econmicas como en el campo del mercado mercantil. Por lo tanto en los dos casos,
para los sefardies la existencia en las metrplis fue inherente a ventajas. Pudieron
movilizar sus conocimientos especializados en diferentes dichos ramos. Adems, las
generaciones mayores en las comunidades daban y siguen dando gran importancia a
sus costumbres religiosas. En las dos partes del mundo, los descendientes no se
dedican a los cargos religiosas, sino se identifican con su ciudad o regin de origen,
integrando las particularidades de la vecindad. Con respecto a la identidad sefard, se
seala diferentes desarrollos en funcin del tamao de las comunidades judas
presentes en el pas de llegada. Se sealan dos desarrollos distintos: A la llegada al
Imperio Otomano, los judos sefardes se encontraron con comunidades romaniotas y
asquenazes que eran menores en tamao que vuestras comunidades, de manera que
pudieran desarrollarse como grupo judo ms dominante y las otras comunidades se
subordinaron y integraron a la comunidad sefard. Los sefardes en Latinoamrica,
como grupo minoritaria de judos, por otro lado fueron confrontados con
comunidades judas de diferentes pases de origen mayores en cantidad. All, los
asquenazes son el grupo judo ms dominante. Se agrega ms la composicin de la
poblacin en los respectivos pases, de la cual depende la intensidad religiosa de los
sefardes. En el caso de Turqua y Brasil, como pases multi-culturales y pluralistas, la
movilidad entre las diversas comunidades es grande y los judos pueden concebirse
como uno de los elementos tnicos de la nacin.
Si se mira los diferentes niveles de intensidad religiosa dentro las comunidades
sefardes, se constata que en el caso de los sefardes en Amrica Latina, donde hay
grupos sefardes de diferente origen, los sefardes de habla arabe, el grupo ms
ortodoxo, se desarroll en la comunidad ms dominante respecto a la parte de la
poblacin sefard, imponiendo sus conceptos religiosos a los sefardes ms tolerantes,
como los de Turqua, Espaa y de los pases balcnicos. En comparacin a esto, no
existe una gran variedad dentro los grupos sefardes, dado que en Turqua
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principalmente viven los sefardes con origen espaol. Si se considera todo territorio
del Impero Otomano, se aaden los grupos de habla arabe, kurdo y ms, pero que
tienen sus propias comunidades cerradas, de manera que no surge rivalidad entre los
diferentes grupos sefardes.
Bibliografa:
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Wirtschaftsttigkeit der Juden im Osmanischen Reich vom 15. Bis zum 18. Jahrhundert. (Europische
Hochschulschriften: Reihe 3, Geschichte und ihre Hilfswissenschaften. Bd. 752). Frankfurt a.M. 1997
http://cronicaotomana.wordpress.com/2005/03/31/sefarad-la-comunidad-judeo-espanola-en-estambul/
http://www.birseyogren.com/hakkinda/trkiye-yahudileri/
http://www.webislam.com/?idt=482
http://sefard.tripod.com/
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