Letras Asesinas: Historia de La Literatura Policial Mexicana (1930-1960)
Letras Asesinas: Historia de La Literatura Policial Mexicana (1930-1960)
Letras Asesinas: Historia de La Literatura Policial Mexicana (1930-1960)
TESIS
Presenta
Director de tesis
A mi madre, Paula Cabrera Vzquez por su apoyo siempre sincero y cario constante.
A mi padre, Jorge Palafox Caballero quien estuvo presente en todo momento brindndome
un apoyo y cario totales, adems de toda su confianza durante esta aventura por tierras
potosinas.
A mis hermanos, Francisco y Patricia por su apoyo incondicional durante esta aventura por
San Luis Potos y a mi sobrina, la pequea Paola, cuya alegra por la vida se convirti en un
motor importante para llegar hasta ahora.
Al Dr. Juan Antonio Pascual Gay por sus consejos, paciencia, amistad y brillante asesora,
que llevaron a buen termino este trabajo de investigacin.
A los Dres. Sergio Alejandro Caedo Gamboa (El Colegio de San Luis) y Rogelio Castro
Rocha (Universidad de Guanajuato) por su lectura y atinadas observaciones.
Al Dr. Vicente Francisco Torres Medina por su confianza, su charla y ancdotas siempre
amenas y por el prstamo de material invaluable, sin el cual este trabajo no sera el mismo.
A Gabriela Njera, que desde el principio fue hospitalaria con este forastero o visitante y
cuya amistad y camaradera tanto en los momentos ms crticos como en los ms alegres no
tuvo lmites.
A David Ortiz Celestino, que a pesar de sus espordicas apariciones y convivencia fugaz, se
convirti en una pieza fundamental durante mi estancia en tierras potosinas. Para ti mi
admiracin y cario.
A Israel, por hacerme participe de sus dichas, soportar cuanta cosa pas por mi cabeza en
estos dos aos (y los que faltan) y por su invaluable amistad.
A Salvador, Karin, Fernando y Arturo, cuya compaa, aunque a distancia nunca ha dejado
de ser importante para m y a su manera se hicieron presentes antes, durante y al final de
este proceso.
A todas las personas que de alguna manera estn o estuvieron cerca de m y contribuyeron
con su apoyo, cario y confianza.
2
Y si alguien quiere decir que mis gustos
son vulgares, poco artsticos y
analfabetos, slo puedo responder que me
alegra ser tan vulgar como Poe, tan poco
artstico como Stevenson y tan analfabeto
como Andrew Lang.
Introduccin -------------------------------------------------------------------------------------------- 6
2. Mxico y sus elementos para una pesquisa literaria: Novelas, teatro y antologas del
relato policial. ---------------------------------------------------------------------------------------- 34
2.2.3. Crmenes con aroma a rosas: Autoras y pioneras del gnero. ------- 60
2.3. Los jueces calificadores: El relato policial en voz de los crticos. ------------- 65
4
3.2.1. La literatura policial se vuelve cosa seria: Selecciones Policiacas y de
Misterio. ----------------------------------------------------------------------------------------------- 89
5
Introduccin
gneros literarios ms populares y relegados del campo acadmico por mucho tiempo, me
refiero al policial y especficamente al que se gest en Mxico entre las dcadas de 1930 y
1960.
policial, luego por la poca atencin que se le ha brindado al periodo que estudio (reflejado
en algunos artculos y ensayos perifricos acerca del gnero en el pas) y finalmente, pero
no menos importante, por la urgente necesidad de rescatar material que hasta hace poco
policial y sus vertientes, est dedicado a ofrecer un panorama histrico breve del policial
hacia mediados y finales del siglo XIX, hasta la dcada de 1950 aproximadamente.
Tambin se hace mencin de los dos subgneros del policial ms importantes, resaltando
El segundo captulo se llama Mxico y sus elementos para una pesquisa literaria:
Novelas, teatro y antologas del relato policial. Tras un pequeo viaje por los presuntos
orgenes del relato policial en el pas, la mayor parte del capitulo se encargar de hacer un
repaso lo ms puntual posible, de los autores y obras pioneras del gnero, comentando
6
algunas caractersticas particulares de cada obra, as como algunas similitudes y diferencias
que pudieran tener entre ellas, sin dejar de lado la opinin de la crtica de la poca.
las revistas, hago un repaso por algunas de las publicaciones que se dedicaron a la difusin
del gnero en Mxico, proporcionando datos generales de cada una y comentando algunos
de los textos escritos por autores nacionales. Adems, comento algunos relatos de autores
importantes del gnero, como lo son Antonio Hel y Mara Elvira Bermdez, publicados en
Al final del trabajo se encontrar con un anexo, en que se incluirn algunas de las
narraciones comentadas en el tercer captulo que han sido consideradas para su rescate,
principal metodologa ser la de la historia literaria cuyo principal componente sern obras
los hechos, obras y autores [].2 O como dicen Wellek y Warren al considerar la historia
materiales lleva implcita algn juicio de valor y siempre existen intentos de calificacin y
valoracin.3 Como auxiliares en este intento de historiar, ser necesario dejar por sentado
1
Claudio Guilln, Entre lo uno y lo diverso. Introduccin a la literatura comparada (Ayer y hoy), Tusquets,
Barcelona, 2005, p. 348. Tambin seala que son los sistemas, cdigos, sucesos poticos y horizontes de
expectativas por parte de los lectores y crticos lo que compone un texto de esta naturaleza.
2
Mara Victoria Ayuso de Vicente, Consuelo Garca Gallarn y Sagrario Solano Santos, Diccionario de
trminos literarios, Akal, Madrid, 1997, p. 184.
3
Ren Wellek y Austin Warren, Teora literaria, tr. de Jos Ma. Gimeno, prl. de Dmaso Alonso, Gredos,
Madrid, 2009, pp. 52-56.
7
las caractersticas bsicas del gnero4 y sus subgneros ms importantes, que
trabajo. Tambin emplear textos de diversos investigadores que han abordado el estudio
de alguna o varias obras policiales, siendo mayormente los trabajos del investigador
Vicente Francisco Torres, los responsables de llenar algunos vacos en este paseo por la
Una de las limitaciones que he tenido para el desarrollo de este trabajo est en
bibliogrfico, pues, las bibliotecas les han negado el acceso y las libreras de viejo entre
4
Respecto al concepto de gnero, entindase este como la clase o tipo de discurso literario determinado
por la organizacin propia de sus elementos en estructuras a que puede pertenecer una obra. Mientras
los subgneros vendran siendo aquellos textos inscritos parcialmente en el gnero, cuyo grado de
originalidad ha transgredido las estructuras composicionales del mismo. Helena Beristan, Diccionario de
Retrica y Potica, Porra, Mxico, 2004, p. 231. En ocasiones habr de emplear la palabra estilo como
sinnimo de subgnero.
8
1. La novela policial y sus vertientes
Para muchos estudiosos, aquella obra en que exista un crimen o un indicio de investigacin
forma parte del gnero policial, sin embargo, las obras que se insertan en el mismo, ms
que tener como simple punto de partida el crimen y al detective o investigador, presentan
algunas caractersticas bsicas que son fundamentales para distinguir un relato policial del
resto de narraciones con un aspecto relacionado al gnero. Del conjunto de obras policiales,
busca burlar a la autoridad y del detective que apela a su inteligencia para desenmascarar a
su rival.
puede ser hombre de ciencia (de ah que el mtodo deductivo sea el preferido y el ms
usado por estos personajes, pues otorga cierta seriedad y rigor a la investigacin, evitando
5
Adems de estos subgneros, existen otros que en la mayora de los casos son de menor importancia en la
produccin, calidad de las obras, siendo incluso, derivadas de estos subgneros, como la novela de
espionaje (la serie de novelas en que el personaje es el multifactico y atractivo James Bond es el mejor
ejemplo), el relato criminolgico (textos en donde el protagonista es el delincuente y es muy cercana al
policial negro), aquellas narraciones donde se privilegia la visin de la victima o algunos textos hbridos, que
combinan un poco de policial negro con novela de espionaje o policial clsico.
6
Mempo Giardinelli, El gnero negro. Ensayos sobre literatura policial, UAM, Mxico, 1996, p. 15.
9
caer en errores y de paso se encarga de retirar a la ficcin lo que pudiera tener de
imaginario y por ende de azaroso.7), siendo todo ello, motivo suficiente para despreciar a
los profesionales de la ley y el orden con los que muchas veces tendr que verse las caras
y nunca saldrn bien librados de la agudeza del detective privado. Por lo general son de
clase media o alta, pueden tener un ayudante y usualmente todo lo resuelven mayormente
sin exponerse fsicamente desde su oficina o el lugar del crimen. Mientras, el segundo
elemento, es generalmente el espacio donde habita la clase media o alta, que aunque puede
parecer un acto de pedantera es, de acuerdo a Eugenia Revueltas, una muestra de que el
insospechables, aquellas que son la base de la sociedad [].8 Como el escenario de los
hechos narrados es en lugares muy bien acotados, el lenguaje que se utiliza en los
personajes es culto, libre de insultos, refinado y quiz, con una notoria marca de la poca.
estn muy cercanos al lugar de los hechos, ya sea por tener algn tipo de relacin afectiva
con la vctima (familiar, amigo, pareja) o laboral (mayordomo, servidumbre, socio, etc.) y
el mvil est relacionado con cuestiones econmicas o personales que pueden beneficiarlo
crimen resulta ser la persona menos sospechosa, siendo considerado un falso inocente
7
Thomas Narcejac, Una mquina de leer: la novela policiaca, FCE, Mxico, 1986, p. 27.
8
Eugenia Revueltas, La novela policiaca en Mxico y Cuba, Cuadernos Americanos (Mxico, D.F.), nm. 1,
1987, p. 107. Parntesis mo. Para reforzar esta idea cito a uno de los grandes autores de este estilo de
policial, Chesterton: Quin ha ledo alguna vez una novela policaca sobre gente pobre? Los pobres
cometen crmenes, pero no tienen secretos. Y como los orgullosos si los tienen, es necesario descubrirlos
[]. G. K. Chesterton, Cmo escribir relatos policacos, trad. de Miguel Temprano Garca, Acantilado,
Barcelona, 2011 (El Acantilado, 226), p. 64.
10
desde el inicio de la narracin. De ah su astucia y el que se considere al culpable como un
genio malvado que se enfrentar al genio benvolo del detective que se terminar
imponiendo.
manipulacin de la informacin, es decir, cada pista, indicio o elemento que pueda revelar
el misterioso crimen, se develar poco a poco, de manera que, al final del relato, es cuando
se soluciona el problema por el detective, quien paso a paso, como si fuese un cientfico,
una serie de textos en que el suspenso se complementa con mucha accin, pues a diferencia
de la vertiente clsica, esta busca ser realista, tanto en los personajes, como en los
escenarios y atmsferas. Debe tratarse de gente real en el mundo real. 10 Por lo tanto, el
los casos a travs deducciones, este ser un tipo renuente y poco sociable, inteligente y
suspicaz,11 que siempre muestra un rechazo a la sociedad, por lo cual siempre ser
9
Una definicin primaria, segn la RAE de suspenso o suspense es aquella expectacin impaciente o
ansiosa por el desarrollo de una accin o suceso, especialmente en una pelcula cinematogrfica, una obra
teatral o un relato. Real Academia Espaola, Diccionario de la lengua espaola. Disponible en:
http://lema.rae.es/drae/?val=suspenso Consultado: Martes 1 de octubre de 2013, 11:00 pm. La
definicin del diccionario no dista de lo que dicen los especialistas en novela policiaca.
10
Raymond Chandler, Los apuntes de Chandler sobre la novela de misterio (extractos), en Mempo
Giardinelli, op. cit., p. 110.
11
Iln Stavans, Antihroes. Mxico y su novela policial, Joaqun Mortiz, Mxico, 1993, p. 46.
11
antiheroicos.12 Es un ser marginal, un hombre de este mundo, crudo y agresivo que no
se limita a investigar distanciadamente (como el detective del policial clsico) las vidas de
vulnerabilidad).13
relacionado al asesinato, para este subgnero, el crimen sucede en las calles, siendo estos
desde homicidios, complots de todo tipo, trfico de diversas cosas, infidelidades, robos,
entre otras ms, y quienes perpetan estos delitos son ladrones, prostitutas, gansgters,
ilcitos. Sin embargo, y como un aporte importante al desarrollo del policial, se puede
honorables, involucradas de igual manera en negocios turbios y que mostrarn la otra cara
de las naciones que se llaman modernas, como Estados Unidos. Por desenvolverse en los
violento en todo sentido, pues no slo lo hace para cuidar sus espaldas, sino para poder
introducirse en ese submundo citadino, donde el habla es soez y toda clase de peligros
aguardan.15
12
Jos F. Colmeiro, La novela policiaca espaola: teora y crtica, prl. de Manuel Vzquez Montalbn,
Anthropos, Barcelona, 1994 (Biblioteca A, Artes-Literatura, 9), p. 70.
13
Ibid., p. 72. Parntesis mo.
14
Entindase por bajos fondos, todas aquellas zonas marginales de las grandes ciudades, es decir, las
zonas repletas de cabarets, bares, donde se toleran muchas actividades como la prostitucin, el trfico de
mercancas o drogas y muchas veces van ligados a los cinturones de pobreza que se encuentran ya sea en la
periferia o en barrios de mala fama.
15
La critica social que yace en las narraciones policiales negras y cuyo portavoz suele ser el detective, parte
de una desconfianza total en la sociedad y sus instituciones. Jos F. Colmeiro, op. cit., p. 62.
12
El xito inmediato de este estilo del policial se debe en buena medida al realismo 16
que se emplea en cada narracin (un elemento indispensable para el autor en esa bsqueda
de realismo es incluir narradores en primera persona que la mayora de las veces coincide
secundario, generalmente un amigo del detective que conoce muy bien al protagonista y
rara vez, el narrador es en tercera persona.), lo cual, suele atrapar fcilmente al lector,
llevndolo por una secuencia de accin y violencia progresiva, donde los dilogos y
sucesos son giles, las descripciones son breves y visuales, casi cinematogrficas (haciendo
desarrollan con base en un crimen que no necesariamente debe ser un asesinato y que puede
suceder y ser cometido por cualquier persona en cualquier lugar y cuyo mvil puede
obedecer a diversas razones, siendo las ms frecuentes la envidia, los celos, algn beneficio
econmico, venganza, complot de cualquier ndole, ajuste de cuentas, entre muchas otras.
descubrir al culpable, solo que existen dos formas de hacerlo, una de manera lgica o
cientfica con el mtodo deductivo y una ms en que el detective tiene que salir a la calle en
integridad constantemente. Es decir, para que una novela pueda ser incluida en el genero
16
No se confunda con el movimiento artstico y literario producido como reaccin al romanticismo en la
segunda mitad del siglo XIX y surge cuando los escritores deciden retratar la realidad, reflejarla
objetivamente [], basndose en la observacin y documentacin que les permite realizar descripciones
minuciosas y exactas de ambientes y personajes. Para muchos de los autores realistas, la novela debe
servir para reformar, cambiar la sociedad; el escritor adopta una actitud analtica y crtica ante la sociedad
burguesa. Mara Victoria, et. al., op. cit., pp. 317-318. El policial negro toma algunos elementos bsicos de
este movimiento (las descripciones, el lenguaje) y los incorpora a su ficcin, haciendo verosmil la narracin,
sin embargo, no son tan exhaustivos como los autores decimonnicos.
13
policial, no solo debe contar con un crimen (que puede o no resultar impune) y/o contar con
cada variable del gnero y ser estas parte importante de la historia, de lo contrario, no se
estara ante un relato policial, simplemente estaramos ante una novela de otro tipo.17
Cuando se habla del origen del policial, hay quienes se remontan a periodos muy antiguos,
sealando como antecedentes el Edipo Rey de Sfocles, Las mil y una noches, el folclore
celta, a Arqumedes, la Biblia o el caso del holands Robert Van Gulik (1910-1967) quien
hall unos textos chinos del siglo XVIII en que se relatan las investigaciones del juez Ti,
Castigo de Dostoievski, Los miserables de Vctor Hugo, entre muchos otros, a los
precursores del gnero, sin embargo, como menciono en el apartado anterior, el que un
necesariamente que se vincule con el policial, pues en muchos de estos ejemplos, este
aspecto primigenio del gnero, suele ser secundario, de menor importancia o derivado de
una accin principal. Sin negarles su merito del todo, pero sin caer en exageraciones, los
17
Para mayor informacin respecto a estos subgneros del policial, vase Juan Jos Galn Herrera, El canon
de la novela negra y policiaca, Tejuelo: Didctica de la Lengua y la Literatura. Educacin, no. 1, 2008, pp.
58-74.
18
Las referencias bibliogrficas mencionadas en este apartado son una mezcla de los aparecidos en el libro
de Thomas Narcejac, op. cit., Mempo Giardinelli, op. cit. y Fereydoun Hoveyda, Historia de la novela
policiaca, Alianza, Madrid, 1967.
14
anteriores textos, ms que ser parte de los orgenes del gnero, son guios o avisos previos
1829 sera el ao en que surge el primer cuerpo oficial de polica y con l la historia
de la literatura policial estara por tomar forma. Pasaran doce aos para que en abril de
Morgue, de Edgar Allan Poe.20 Con Poe (1809-1849) y su detective Auguste Dupin
personaje sumamente astuto, cuyas deducciones eran por dems certeras, marcando una
la corporacin policial.21 Con el autor de El cuervo inicia el cultivo del gnero en la que
fuera su primera etapa, es decir, aquella en que el detective suele ser alguien con una
William Wilkie Collins (1824-1889) se debe la primera novela policial, titulada La dama de
19
Ernest Mandel considera que el relato policial surge en buena medida de las historias de bandidos (Robin
Hood, por ejemplo) en que se tena un concepto positivo del ladrn, quien robaba al rico opresor (de quien
se tena una visin muy negativa), pero que a mediados del siglo XIX sucedi lo que llama un vuelco
dialctico: el hroe bandido de ayer se ha convertido en el villano de hoy, y el villano representante de la
autoridad de ayer, en el hroe de hoy. Ernest Mandel, Crimen delicioso. Historia social del relato policiaco,
UNAM, Mxico, 1986, p. 11. Ve en la forma de operar de los textos policiales a la inglesa, una forma de
legitimar y mostrar la confianza en los medios de control y seguridad impuestos por el estado.
20
Vicente Francisco Torres, El que la hace La paga? Cuentos policacos latinoamericanos, CERLALC, Lima,
2006, p. 9.
21
Mempo Giardinelli, op. cit., p. 56.
15
blanco (1859-60). Su novela de 1868, La piedra lunar22 tiene como protagonista al
sargento Cuff, personaje considerado como influencia del famoso detective Sherlock
Holmes de Sir Arthur Conan Doyle (1859-1930) que hara su primera aparicin en 1887 en
ampliamente conocido por su novela El hombre que fue jueves (1908), retoma la misma
frmula que implementaran Poe y Conan Doyle para crear en 1911 la novela El candor del
Padre Brown, en que este religioso catlico haciendo las funciones de detective y con un
entre el personaje y las narraciones de Chesterton respecto a las de sus dos antecesores es
sin duda el elemento religioso, ya sea para resaltar valores, como fuente de la intriga o
como agente salvador, pues en su calidad de religioso ms que resolver enigmas, rescataba
La narrativa policial tendra un cambio significativo con los textos del poeta,
publica The four just men, novela que deja de emplear los preceptos del policial clsico en
22
Ambas obras son consideradas pioneras de la novela policial en una variante muy cercana a esta, conocida
como sensation novel y cuyas historias se desarrollan principalmente en torno a sucesos criminales
(ficticios o reales) o biografas de criminales famosos.
16
sirviendo de pauta o transicin para la irrupcin del policial negro. Empero, los esfuerzos
de Wallace por hacer una novela policial distinta, el reinado del policial clsico, repleto de
es el elegante, snob y detective aficionado Philo Vance, personaje creado por S. S. Van
estilo inaugurado por Poe y Collins, y consolidado por Conan Doyle sera el que
predominara durante finales del siglo XIX y hasta el primer tercio del siglo XX (se
prolongara por ms tiempo, pero cada vez con menor calidad y popularidad). Una muestra
clara de esto se puede apreciar en las autoras, Agatha Christie (1890-1976) y Dorothy
Leigh Sayers (1893-1957). La primera, considerada como una escritora de menor calidad
literaria, pero de una produccin fecunda (79 novelas) es la responsable y creadora de dos
conservador inspector de polica Hrcules Poirot y por el otro a Miss Marple (quien aparece
por vez primera en el cuento de 1928, El club de los martes), dama de sociedad, cuya
apariencia serena ocultaba un gran poder analtico que por medio de conversaciones
aparentemente casuales, lograba realizar numerosas preguntas que de otra manera no podra
hacer, obteniendo as, la evidencia necesaria para resolver los enigmas. Sus obras
transcurren lentamente y prolongan el policial clsico hasta la primera mitad del siglo XX.
Su importancia radica no solo en haber sido una escritora prolfica, tambin en haber
creado a la primera detective de gnero femenino y desde luego, ser una de las pocas
mujeres que cultivaron este estilo con xito, siendo llamada como the Queen of crime (la
17
reina del crimen). La segunda, mayormente conocida por su trabajo como dramaturga,
de Lord Peter Wimsey, aristcrata ingls, sumamente culto, quien de manera amateur
resolva diversos enigmas, siempre acompaado por Bunter, su mayordomo. Este personaje
aparece por primera vez en su novela de 1923, Whose body? Y lo hara repetidamente y con
La serie de textos protagonizados por Ellery Queen (1929) fueron una creacin de
los norteamericanos Frederick Dannay y Manfred Bennington Lee, quienes idearon este
seudnimo para participar en un concurso de novela policial. Una vez dentro del gnero,
juego del gato y el ratn, pudiendo considerarse como un antecedente o transicin para lo
que inmediatamente vendra poco despus y cambiara el gnero por completo. No menos
importante result su labor como difusores del policial, pues gracias a ellos y su Ellery
Queens Mystery Magazine que se publicara a partir del otoo de 1941 (que a la fecha sigue
en circulacin) se dieron a conocer diversos autores, adems de ser una de las primeras
la dcada de 1920 cuando en Estados Unidos surgen diversas revistas o pulps magazines23
entre las que destaca Black Mask, responsable del surgimiento de la segunda etapa del
23
Pulp es una expresin popular norteamericana que refiere a aquellas publicaciones peridicas de gran
tiraje, pero cuyo papel (de color amarillento y elaborado con los desechos de la pulpa de madera) y
encuadernacin eran de muy mala calidad y baratos. Los pulps se caracterizaron por difundir escritos de
gneros altamente populares como el western, la ciencia ficcin, el relato ertico, el policial, el de horror,
entre muchos otros.
18
gnero, es decir, el policial negro, que se aleja de las formalidades y pulcritudes inglesas
Gardner (1889-1970) fue un autor muy prolfico, con alrededor de setecientos relatos, 127
novelas, la mayor parte de ellas protagonizadas por el abogado Perry Mason. En sus
narraciones, Gardner hace gala de sus conocimientos en leyes y criminologa y logra que su
ganando prcticamente cuanto caso cayera en sus manos, siempre y cuando la culpabilidad
del acusado estuviera en duda. Aunque sus textos no eran malos, la cantidad de obras
publicadas y la forma en que lo haca (empleaba secretarias para que escribieran sus libros
que personalmente dictaba o les dejaba en una grabadora) demostraban que ms que un arte
se trataba de una industria, de un negocio, hecho que emplearan muchos de los detractores
estilo. Quien fuera soldado durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, as como
investigador privado (de la famosa agencia Pinkerton), fue autor de numerosos cuentos y
algunas novelas, siendo Cosecha roja (1929) y La maldicin de los Dain (1929) no solo las
mejor logradas sino las que lo lanzaron a la fama. No obstante, fue en 1930 con El halcn
malts y su entraable detective Sam Spade, que pasara a la posteridad. El estilo de este
autor se caracteriza por ser muy impresionista y seco, reflejado muchas veces en personajes
24
Mempo Giardinelli seala puntualmente que el gnero negro es heredero de la literatura de cowbows y
de la que tom mucho del aspecto crtico que la caracteriza, pues estas segundas describan la brutalidad
del atropello de los blancos contra los indios, el exterminio en aras de una dudosa civilizacin. Ibd., p. 27.
19
poco expresivos, rudos y violentos, adems de que las historias se desarrollaban en lugares
diametralmente opuestos a los del estilo ingls, es decir, en lugar de los ambientes
aristocrticos, fueron los bajos fondos de las grandes urbes norteamericanas llenos de
delincuentes y los males de la sociedad moderna, el lugar propicio para el desarrollo de sus
historias.
El que inicialmente fuera hombre de negocios (dej de serlo cuando fue despedido,
durante la depresin econmica que afect a los Estados Unidos entre 1920 y 1930) y se
precursores de este estilo y que a pesar de figurar a una edad tarda (45 aos), sus
narraciones que pretendan ser una imitacin de Hammett, resultaron ser muy diferentes,
publicar diversos relatos en Black Mask entre 1933 y 1939, salta a la fama precisamente en
Sin embargo, Chandler no se limitara a escribir novelas, pues como un gran defensor y
que no tena por los crculos literarios ms prestigiados de su momento. Razn por la que
en diciembre de 1944 en The Atlantic Montly publica el ensayo titulado El simple arte de
matar, en que brinda una excelente reflexin acerca de este gnero, siendo considerado
como su primer terico (adems de una de las voces ms autorizadas en la materia), ya que
subgnero del policial, que la diferencian de la escuela inglesa o clsica. Para 1953 alcanza
20
la cumbre de su carrera con la publicacin de El largo adis, novela considerada por
James Mallahan Cain (1892-1977) es junto a Hammett y Chandler uno de los padres
fundadores del policial negro. De vida azarosa, pues de cantante de pera frustrado, pas al
periodismo y luego como guionista en Hollywood. Al igual que Chandler, Cain se dedica a
la literatura a una edad tarda, pues en 1934, a la edad de 42 aos, publica su primera y ms
exitosa novela: El cartero siempre llama dos veces. Tanto esta, como el resto de produccin
narrativa cuentan con una innovacin en el estilo negro y en el policial en general, pues si
al detective del ambiente aristocrtico a las calles inhspitas, Cain, fue ms all y en lugar
de darle el protagonismo al detective (de hecho en algunas de sus obras se carece de este),
se privilegia el punto de vista del criminal. Sus historias estn llenas de pasin, violencia y
traiciones en que usualmente un hombre cualquiera cae ante los encantos de una mujer,
(que aparece en 1929 en el cuento Pedro El Letn), quien a diferencia de otros personajes
sobrio (que no aristcrata como los ingleses) aunque no menos hbil para descubrir
enigmas. Acusado en Francia de manera injusta en 1945 por colaborar con los nazis y
obligado a un exilio temporal en los Estados Unidos, con el paso del tiempo ha sido
21
considerado como el padre de la moderna literatura policial francesa, adems de ser el autor
ms fecundo, es uno de los ms ledos y traducidos en todo el mundo. Sus textos policiales
siguen en mayor medida el modelo ingls del policial, es decir, el clsico, aunque Simenon
lleg a incluir escenas de rudeza en las acciones que lo acercaban ligeramente con el
prolfico escritor que bajo el seudnimo John Ross MacDonald (aunque siempre fue
conocido como Ross MacDonald), creador del detective Lew Archer (que hace su primera
considerado por numerosos estudiosos del gnero negro como el heredero y continuador de
pues as como fue el ltimo de los grandes autores de policial negro en utilizar un detective
como personaje central de sus obras, fue el primero en introducir una perspectiva
cara del american way of life, as como ciertos clichs comunes en California como
calificar de malos a los negros y chicanos, algo que sus contemporneos no consideraron
22
En la primera mitad del siglo XX, la novela policial se vio notablemente favorecida
por la llegada del cine, pues permiti que numerosas obras del gnero, especialmente del
Train, novela que llevara al cine de manera magistral Alfred Hitchcock en 1951 con guin
por Tom Ripley (El talento de Mr. Ripley (1955), Ripley bajo tierra (1970), El juego de
Ripley (1974), Tras los pasos de Ripley (1980) y Ripley en peligro (1991).), un estafador
hbil para suplantar a sus vctimas y obtener lo que desea, adems de ser asesino ocasional.
sometido a la moral convencional, creando adems, sus propios valores, pues nunca es
castigado o atrapado en sus fechoras, logrando de esa manera ascender en la escala social.
El personaje creado por Highsmith perfeccionara mucho los relatos que se enfocan en la
visin del delincuente que haba creado James M. Cain aos atrs.
norteamericana, es con Chester Himes (1909-1984) que, adems de contar con tramas
duras, con una frrea critica social, lucha contra el racismo, desarrollando la mayor parte de
sus obras en el barrio negro de Nueva York, siendo los detectives Atad Ed Johnson y
Sepulturero Jones, los protagonistas de una serie de novelas que comenzara en 1957 con
For love of Imabelle y concluyera en 1969 con Blind man with a pistol, siendo en total
comunidad afroamericana.
23
El ingles Ian Flemming (1908-1964) fue el responsable de darle una vuelta de tuerca
al gnero, cuando en 1953 publica Casino Royale, primera de muchas apariciones del
diferencia del policial negro y del ingls, los textos de Flemming mostraron a un personaje
internacional, adems de poseer una sobriedad y galanura muy inglesa. Aunque la serie de
novelas del sper agente 007 no es muy compleja, fue el cine quien se encarg de
inmortalizarlo en las diversas adaptaciones que se han realizado, siendo actores como Sean
Connery, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig, los encargados de
los autores apegados al policial clsico en un intento por competir con los norteamericanos
alcanzaba a muchos escritores, entre los que destacan Agatha Christie, Dorothy L. Sayers,
Morrison, entre otros. Aunque uno podra pensar que se trataba de ms de lo mismo, lo que
estos autores proponan era un juego literario por dems interesante: una novela policial
colectiva, que deba ser escrita por una docena de ellos, cada uno de los cuales redactara un
captulo [] adems [] cada uno, al redactar su propio texto, poda imaginar un final que
la obra era totalmente emprica y cada autor le planteaba al del siguiente captulo nuevos
24
enigmas.25 Como resultado de este juego sali la novela El almirante flotante (1931) que
si bien no es una gran novela, debido en gran parte a las diferentes plumas que intervenan
en ella, si marc un precedente en el gnero al ser escrita por varias plumas y proponer
un gran auge con la aparicin de nuevas tcnicas de impresin y del libro de bolsillo, lo que
ocasion un mayor alcance de estos textos al pblico masivo, aunque tambin provoc la
proliferacin de muchos autores del gnero que si bien publicaban mucho y en grandes
volmenes, ofreciendo al lector una amplia gama de textos policiacos, desde los
tradicionales al estilo ingls hasta novelas de espionaje (sin dejar de lado, novelas negras),
25
Ibid., p. 62.
25
1.2 De Buenos Aires a la Ciudad de Mxico. La narrativa del primer mundo en un tercer
mundo
de un texto policial, algunos estudiosos han considerado que arrib haca fines del siglo
XIX con textos de Poe. Sin embargo, la aparicin de estas traducciones y el desarrollo de
este tipo de narraciones no se dio por igual en todos los pases latinoamericanos (de hecho
su aparicin fue tarda), siendo Argentina el primero en recibir el relato policiaco y por
Siendo un pas muy europeizante, durante mucho tiempo fue el punto central del desarrollo
cultural de Sudamrica y en el caso del relato policial no fue la excepcin, lo que ocasion
que diversos escritores tanto de las provincias argentinas, como de pases vecinos como
Chile o Uruguay, se acercaran a Buenos Aires para acercarse a las novedades y dar a
conocer su obra.
Entre los pioneros del gnero destacan Ral Waleis (seudnimo del jurista
(1884) que en 1887 sera nuevamente publicado pero con el titulo de El candado de oro y
huesos (1896). Recin entrado el siglo XX, los uruguayos Horacio Quiroga (1878-1937) y
26
Vicente Rossi (1871-1945), publican en Buenos Aires los libros de cuentos, El crimen del
razones por las que los editores de esta clase de literatura, vieron una oportunidad
comercial enorme, que adems, generaba a los lectores una sensacin de justicia digna de
admirar de los anglosajones, que era difcil de encontrar en las instituciones y gobiernos
oblig a los primeros cultores del gnero a desarrollar sus historias en contextos
ambientados en Latinoamrica y menos escritos por autores locales. Esto ocasion que en
los crculos acadmicos se viera con muy malos ojos al policial y que, aquellos que se
considerndolos menores.
(que incluan cuentos o novelas), siendo las primeras, como menciona Diego Trelles Paz,
florecer despus de 1915 y tienen mucho xito entre 1918 y 1922. Estas revistas publicaban
27
los ttulos policiales de manera espordica y, en su mayora, seguan el molde de sus pares
Para 1929, el gnero estaba bien posicionado en el gusto del pblico, tanto, que
surgieron nuevas revistas, continuadoras del legado de sus antecesoras prximas, solo que
(publicacin quincenal que privilegiaba el relato policial y de aventuras). Para 1931, sac la
coleccin Misterio (que despus cambiara de nombre, por el de serie Wallace) que
introdujo de manera formal y masiva a diversos autores anglosajones del policial, tanto
Haca finales de la dcada de 1930, Argentina se ve invadida por una gran cantidad
de revistas o series de relatos policiales, como la Biblioteca Oro y su serie Amarilla, con
cuentos y novelas policiacos de autores consagrados como Agatha Christie, Ellery Queen o
26
Diego Trelles Paz, Novela policial alternativa hispanoamericana (1971-2005), Aisthesis (Santiago), nm.
40, 2006, p. 83. Parntesis mo. Todas estas revistas son argentinas, pues como menciono lneas arriba, el
policial tuvo su surgimiento y mayor desarrollo temprano en ese pas.
27
Vase nota 23.
28
Cabe aclarar que si bien esta serie, as como la propia editorial Molino son parte importante en los
comienzos del policial en Argentina, ambas se originaron en Barcelona, Espaa, a mediados de la dcada de
1930 y que fue, a raz de la Guerra Civil que asol al pas por la que tuvo que migrar a la nacin
sudamericana, permaneciendo hasta 1953 cuando regresa la casa editorial a Espaa y cuyo catalogo, segn
menciona Jos F. Colmeiro para 1954 era de 320 novelas ilustradas. Jos F. Colmeiro, op. cit., pp. 126-140.
28
la editorial Emec, Serie negra de editorial Bruguera, Serie Negra de Alianza Editorial
Si Chandler fue en los Estados Unidos un gran defensor del policial, en la dcada de
Borges (1899-1986), quiz para asombro de muchos, fue adems de aficionado a la lectura
del policial clsico, un gran entusiasta del mismo. Claro que, a diferencia del
norteamericano, el autor de Fervor de Buenos Aires, siempre tuvo mayor predileccin por
Adems de su brillante labor como reseista, critico y ensayista del gnero (tarea
que le convirti en referente obligado no solo para dignificar el policial, tambin para
acercarse a los grandes autores del mismo.), tuvo el acierto de practicarlo, como lo
cuentos titulado El jardn de los senderos que se bifurcan (1941) y La muerte y la brjula
incluido en Artificios (1944) y que poco despus aparecieron reunidos en Ficciones (1944).
Ms all de la calidad o genialidad de Borges para escribir, hecho que no se pone en tela de
juicio, est la capacidad inventiva que tuvo para llevar a alturas insospechadas el relato
policial a la inglesa. Aos despus, repetira con los cuentos Emma Zunz y Abenjacn el
Pero su cultivo del gnero no termina ah, pues en colaboracin con uno de sus
bajo el seudnimo de Honorio Bustos Domecq, Seis problemas para don Isidro Parodi
29
Eugenia Revueltas, art. cit., p. 108.
29
(1942), Dos fantasmas memorables (1946), Crnicas de Bustos Domecq (1967) y Nueve
cuentos de Bustos Domecq (1977). Aunque de menor relevancia, pero tambin dentro del
policial, solo que bajo el seudnimo de Benito Surez Lynch publicaron en 1946 el relato
publicaron sus celebres antologas del gnero, tituladas Los mejores cuentos policiales e
iran ms lejos, cuando en 1945 publican la novela de Nicholas Blake, La bestia debe
morir, que sera el primer nmero de la que, a la postre fuera una de las ms notables
colecciones de narrativa policial, llamada por sus autores como El Sptimo Crculo y
editada por Emec. Esta coleccin consta de 366 nmeros30 publicados entre 1945 y 1983,
que durante un tiempo estuvo cuidada por ambos escritores y en la que se publicaron textos
de autores consagrados, como John Dickson Carr, Charles Dickens, James M. Cain, Anton
Chejov, entre otros, sin dejar de lado a autores latinoamericanos, como Manuel Peyrou
(1902-1974) con El estruendo de las rosas (1948)31, Enrique Amorim (1900-1960) con El
asesino desvelado (1946), o al propio Bioy que junto a su esposa, la tambin escritora
Silvina Ocampo (1903-1993) publicaron en 1946, Los que aman, odian. La coleccin, de
grandes tirajes (entre 10,000 y 15,000 ejemplares32) fue un referente no solo para los
amantes del gnero en Argentina, tambin acerc de manera amplia el policial donde an
30
Aunque en el nmero 366 se anuncia la aparicin de un texto ms (Sangre fra, de Leo Bruce), esta nunca
fue publicada, siendo con el nmero antes mencionado, el fin de la coleccin. Para ms informacin,
respecto a los ttulos que integraron la coleccin, vase. http://mitiquisimo.blogspot.mx/2007/02/coleccin-
el-sptimo-crculo-de-emec.html
31
Anteriormente, en 1944 public el libro de cuentos policiales, La espada dormida.
32
Nestor Ponce, Manuel Peyrou y la nacionalizacin de un gnero, Orbis Tertius, nm. 7, ao IV, 2000.
Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.2833/pr.2833.pdf Consultado:
Sbado 1 de diciembre de 2012, 8:48 pm.
30
no haba ingresado o se encontraba en desarrollo, como Mxico, Colombia, Cuba, entre
otros.
siendo este pas el que mayor produccin de relatos de este gnero publicara, sin embargo,
poco a poco, pases como Chile, se integraran al cultivo de esta clase de narraciones.
Alberto Edwards Vives (1874-1932), quien fuera un notable poltico, historiador, adems
de un entusiasta de la narrativa policial y fantstica, crea en 1913, junto con Joaqun Daz
Garcs la revista mensual Pacifico Magazine, en la que publica los diecisiete cuentos (entre
1913 y 1921) que protagoniza el ingenioso, audaz y justiciero33 detective Romn Calvo
(conocido como el Sherlock Holmes chileno), bajo los parmetros establecidos por
escritores del policial clsico, como Poe y por supuesto, Conan Doyle.
de 1934 en el diario El Mercurio, cuando Luis Enrique Dlano Daz (1907-1985) publicara
temas diversos, llamada El Viaje, aparece el cuento de Alberto Arzola Vargas, titulado El
asesino, cuando el cultivo del gnero surge nuevamente entre los entusiastas del policial.
Posteriormente, en 1939, Dlano (quien firm buena parte de sus relatos policiales bajo los
33
Clemens A. Franken K., Alberto Edwards y su conservador detective Romn Calvo, Anales de literatura
chilena (Santiago), nm. 5, ao 5, diciembre 2004, p. 30.
31
detectives, editada por Zig Zag, sentando precedentes en la difusin del gnero en el pas
andino.
consolidacin, aunque, al igual que en Argentina, algunos de los autores que cultivaron el
ambientes europeos, pues, al ser considerada como una literatura inferior no era visto con
locales, entre los que destaca L. A. Isla que publica El crimen del parque forestal (1946) y
El indiferente (1947).34 En la dcada de 1950, adquiri los derechos en espaol del Ellery
Queens Mystery Magazine en el periodo 1950-1960.35 Pero su mayor logro fue la Revista
Intimidades y Sucesos Policiales, que entre 1950 y 1952,36 que se dedic a difundir
relacionados con la nota roja. Entre los autores ms significativos se encuentran Antonio
Acevedo Hernndez que public tres relatos en 1951, Egidio Poblete quien public 40
34
Aunque contemporneos a las publicaciones de la editorial Zig Zag, hubo otros escritores que ajenos a
esta editorial, dieron a conocer sus obras, como Eglantine Sover y su Crimen al anochecer (1948) y Armando
Mndez Carrasco con Juan Firula (1948), El carretn de la viuda (1951), El mundo herido (1955), La mala
intencin (1958) y Chicago chico (1962).
35
Diego Trelles Paz, art. cit., p. 83.
36
En el periodo comprendido entre 1950 y 1951 fue dirigida por el escritor y periodista Alfonso Reyes Messa
(1909.1967). Posterior a este personaje, se desconoce quien o quienes fueron los encargados de la
publicacin.
32
cuentos entre 1950 y 1952, y Ren Vergara que hizo lo propio al ver publicados 35 relatos
policiacos, de Jos Mara Navasal y algunos textos de Camilo Prez de Arce, como Un
crimen entre psiclogos (1950), El partido final (1950), El enigma de la cleptmana (?) y
produjera en este pas un texto no solo ambientado en el mismo, sino que apegado al estilo
37
Para mayor informacin respecto de los ttulos de cada uno de los cuentos, vase:
http://www.mauroyberra.cl/contenido/bibliografia/1.html
38
Este autor, que publicara bajo los seudnimos James Enhard o Guillermo Blanco, fue uno de los pocos que
public en Chile y Argentina, siendo Estocada y veneno (1951) y Cuarteto para instrumentos de muerte
(1952), los textos que publicara en el pas que estaba a la vanguardia en relacin al gnero.
33
2. Mxico y sus elementos para una pesquisa literaria: Novelas, teatro y antologas del
relato policial
En Mxico, cuando se buscan los orgenes de la literatura policial, algunos estudiosos han
considerado que obras de diversa manufactura o algunos sucesos histricos forman parte de
la prehistoria del gnero y aunque les concedo cierta razn en cuanto se pueden considerar
como influencias de los primeros relatos policiales, no considero que sea total ni mucho
menos definitiva, pues en muchos casos, se trata de cosas distintas, que quiz en esencia
hablen de lo mismo, aunque sean el origen o influencia de otra cosa, tal como veremos a
continuacin.
la narrativa policial
Ejemplo de ello es Iln Stavans, en el ya citado Antihroes quien considera que debido al
privado se dificulta porque la frontera entre el bien y el mal carece de concrecin y oscila
con el clima del momento.39 Para apoyar su argumento, realiza una breve descripcin del
surgimiento y desarrollo de los cuerpos policiales en el pas, 40 siendo dicho proceso, lento e
39
Iln Stavans, op. cit., p. 67.
40
Pongamos por ejemplo, la gendarmera que durante el periodo de Porfirio Daz fue instaurada, basada en
su homologa francesa, no solo fue poco eficaz (pues las tareas represivas y de control estuvieron en ms de
una vez bajo control del ejrcito), tambin mostr las deficiencias que se tenan en materia de seguridad y la
constante corrupcin a la que estaba sometida, estando lejos del modelo del que se haba partido
originalmente.
34
Revolucin, siendo la dcada de 1930 en que se consolid. Sin embargo, nunca estuvo
corrupcin (ejemplo de ello puede ser la mordida, que lamentablemente sigue hasta
generando gran desconfianza en buena parte de la poblacin civil a la que se supone deben
proteger.
Valente Quintana, apodado como El zorro o El Sherlock Holmes mexicano, que usaba
narrativa criminal en Mxico,44 considera que las causas clebres son un antecedente
directo del policial.45 Tras una bsqueda exhaustiva y consulta de diversos puntos de vista,
41
Ibd., p. 73.
42
Ibd., p. 79.
43
De acuerdo a Stavans, su caso ms clebre fue la frustracin del intento de asesinato al presidente Emilio
Portes Gil, durante la guerra cristera, en febrero de 1929. Ibd., pp. 79-80.
44
Enrique Flores, Causas clebres. Orgenes de la narrativa criminal en Mxico en Miguel G. Rodrguez
Lozano y Enrique Flores (eds.), Bang! Bang! Pesquisas sobre narrativa policiaca mexicana, UNAM, Mxico,
2005, pp. 13-38.
45
Aunque no hay una definicin del termino causa celebre, podemos considerar lo que dice el Diccionario
de Autoridades respecto a la causa: En lo forense significa el pleito contestado entre las partes ante el juez;
pero ms comnmente se entiende hoy por causa el proceso criminal, que se acta contra algn reo, por
delito cometido ya sea de oficio o instancia de parte. Diccionario de Autoridades, Gredos, Madrid, 1990, p.
236. Para comprender con ms detalle el surgimiento, desarrollo y popularidad de estos textos que fueron
desdeados por la critica de su tiempo, vase Literatura popular y criminologa en Julio Caro Baroja, Terror
y terrorismo, Plaza & Jans, Barcelona, 1989.
35
Muestra que la principal funcin de estos textos era satisfacer la curiosidad de un pblico
vido de lecturas cuyos hechos fueran reales, alimentando en buena medida el morbo,
curiosidad y como una forma de pasar el tiempo.46 Flores menciona que los autores de estos
textos eran mayormente personas cercanas a los cuerpos de justicia (jueces, juristas,
mdicos, policas, soldados, etc.) que por medio de algunos rudimentos narrativos, obtenan
textos que bien podan pasar por cuentos en los que se relataba el crimen cometido, la
muy estrechamente con las causas clebres, es lo que se puede hallar en la tradicin oral,
ltimo cuarto del siglo XIX, cuando se cantan las hazaas de algunos rebeldes al gobierno
porfirista [].48 Estos rebeldes forman parte de lo que Mendoza clasifica como valientes,
siendo aquellos perseguidos por su calidad de bandoleros los que nos interesan:
Los hubo romnticos como Valentn Mancera o Heraclio Bernal, que robaban a los ricos
para dar a los pobres [tal como Robin Hood]; y los haba profesionales y acreditados o de
simple oportunidad. Aparecan solos o formando parte de cuadrillas famosas, acosadas por
los resguardos, comisiones y acordadas, al frente de las que estaban hombres de igual
46
Un ejemplo del objeto que buscaban esta clase de textos sera el siguiente: Mucho se equivocara el que
al recorrer las pginas de esta obra, nueva en su gnero, creyese que abrigamos la intencin de erigir un
monumento al crimen, y de presentar como hroes a los que han sido azote y oprobio de la humanidad.
Nuestro objeto es ms noble y ms importante, pues la narracin de los hechos ms abominables
presentados bajo el punto de vista de su causa primitiva, de sus consecuencias y de su expiacin, envuelve
una muy til enseanza respecto a la influencia de las costumbres que exaltan o reprimen las pasiones, y
acerca de las mejoras que aconseja y reclama el estado de nuestra sociedad. Dramas judiciales: causas
clebres criminales y correccionales de todas las naciones del globo, Establecimiento Tipogrfico de D.
Ramn Rodrguez Rivera, Madrid, 1849.
47
Como resultado de este texto, el propio Flores, junto a Adriana Sandoval editaron en 2009, el libro, Un
sombrero negro salpicado de sangre. Narrativa criminal del siglo XIX, que de manera ms amplia trabaja el
tema tanto de las causas clebres como de otros textos basados en hechos violentos de la vida real
mexicana decimonnica.
48
Vicente T. Mendoza, El corrido mexicano, FCE, Mxico, 2003 (Coleccin popular, 139), p. XV.
36
audacia y valor, y los hubo en tiempos ms recientes que a la sombra de la Revolucin
cometieron toda suerte de depredaciones y atropellos. 49
las causas clebres, considero que existe una relacin estrecha entre ambos, pues
seguramente algunas de esas causas clebres circularon de manera oral, ya fuera en forma
de cuento, leyenda o quiz de cancin, siendo la forma ms eficaz de propagar esta clase de
literatura a la mayora de la poblacin o, incluso pudo haber servido como fuente para el
autor de las causas clebres, siendo quiz la nica diferencia entre los hechos relatados en
las causas clebres y los corridos de bandidos, es que estos ltimos se volvern con el paso
del tiempo y en algunos casos en verdaderas apologas del crimen, razn por la que muchos
Como menciono lneas arriba, es posible que narraciones como las causas clebres
hayan influido en algunos textos narrativos (por ejemplo, Las bandidos de Ro Fro, de
Manuel Payno que Enrique Flores relaciona con la causa clebre de Juan Yez.), sin
embargo, considero que el mayor aporte que poseen es de ser el antecedente ms cercano a
la nota roja que forma parte del periodismo amarillista en que se privilegia el mundo
criminal y las noticias srdidas que genera, pero busca, sobre todo, alimentar el morbo de
numerosos lectores a lo largo del pas que buscan algo ms que un relato de horror
puramente ficcional, pues como suele decirse, la realidad muchas veces supera la ficcin.
Algo que a veces suele rondar hasta en charlas de caf respecto al origen e
influencias del policial nacional y que no deja de relacionarse con lo hasta ahora
49
Ibd., pp. XXXVII-XXXVIII. Parntesis mo.
37
refiera algn hecho criminal. Por ejemplo, El Zarco (1869) de Ignacio Manuel Altamirano
Toms de Cuellar (1830-1894) e incluso La vida intil de Pito Prez (1938) de Jos Rubn
buena medida ciertas problemticas sociales del periodo, como el bandidaje, producto de
una poca en que el orden poltico-social se fracturaba con facilidad o las problemticas
estas narraciones buscaba mostrar constantemente los vicios (algunas veces se mostraba
con algo de humor, bajo el modelo del pcaro y en otras ms se recurra al tremendismo)
con la finalidad de que el lector los identificara y los evitara, para no caer en desgracia o
declive social como muchos de los personajes de cada uno de estos textos.
Sin embargo, como sugiero en el capitulo anterior, estos y otros textos escritos por
contemporneos suyos, a pesar de que algunos fueron elaborados entre la aparicin de los
relatos de Poe y Conan Doyle, no guardan relacin alguna con la construccin de los relatos
como lo concibieron sus creadores, hecho que demuestra dos cosas: que la llegada de las
llegado, posiblemente habr sido en ingls, lo cual, dificulta su difusin; debido a los
intereses que se tenan en el pas durante esa poca, el relato policial no se ajustaba a lo que
38
queran narrar los escritores, por lo tanto, no fue tomado en cuenta; por ltimo, y
reafirmando lo dicho en el capitulo anterior, el que un texto cuente con episodios de crimen
o delincuencia, e incluso, que sea uno de los temas centrales de la narracin, no la convierte
necesariamente en policial, pues el autor al mostrar estos temas busca una cosa distinta.
Aunque pueden existir varios elementos de nuestro pasado interno que pudieron ser
las semillas bajo las que creci el gnero, no fue sino hasta la dcada de 1930 y proveniente
2.2 De la intriga internacional a los complots internos: Pioneros del gnero en Mxico 50
despus entre las dcadas de 1940 y 1950 las diversas publicaciones de la editorial chilena
Zig Zag las que introdujeron por vez primera, las traducciones no solo de los grandes
latinoamericanos. A esto hay que sumarle los esfuerzos y narraciones que hicieron Borges y
50
Debido al notable descuido, falta de inters e ingratitud con el gnero, muchos de los textos referidos a
partir de este momento sern en muchas ocasiones a travs de lo que ha hallado principalmente Vicente
Francisco Torres, pues me fue imposible localizarlo en bibliotecas y libreras de viejo, esperando que en el
desarrollo de este trabajo salgan a la luz aquellos textos y quiz, nuevos hallazgos.
39
Con la entrada de estos textos, sera cuestin de unos aos para que surgiera el
nacional (tal como estudiosos de la talla de Iln Stavans o Donald Alfred Yates lo haban
hecho creer).
Una vez estallada la Guerra Civil en Espaa y sobre todo, despus de terminada, gran
cantidad de intelectuales y poblacin civil que simpatizaba con la Repblica tuvo que huir
inmediatamente del pas, refugindose en diversos pases del mundo, siendo Mxico uno de
Dentro de esos grupos se destaca la presencia del amante, critico y estudioso del arte
Para 1945, publica El caso de los Leventheris, novela enmarcada en el estilo clsico
del policial, ambientada en Inglaterra, y cuyos protagonistas, una familia acaudalada (los
Cannaban emplea de manera un tanto accidental los mismos presupuestos que sus
51
Tambin se destac como director de la revista Decoracin y mientras ocup el cargo de director del
museo de San Carlos, fue quien se encarg de organizar y revitalizar las diversas colecciones que lo
conformaban.
40
homlogos del policial clsico en que el enigma se resuelve a travs de simples
involucrados. Algo que llama la atencin de esta novela es que forma parte de una
Medianoche, siendo esta obra, como se seala en la nota editorial aquella que inaugura la
de lengua castellana que, sin rubor ni empacho, abordan la labor de proveer ttulos
literatura actual lo mismo que se han impuesto otros gustos que nuestro mundo ha
convertido en necesidad.53
estriba en que las obras mencionadas lneas arriba se desarrollan en Europa, siendo hasta
de Mxico (Toreo de Cuatro Caminos, un hotel del centro y los alrededores de Bucareli) sin
52
Enrique F. Gual, El caso de los Leventheris, Editorial Albatros, Mxico, 1945 (Coleccin medianoche), p. 12.
53
dem. Aunque no existen referencias en cuanto al origen y existencia tanto de la editorial como de la
coleccin, sabemos por Vicente Francisco Torres que posiblemente perteneci al escritor cataln (Muertos
de papel, p. 22), de ah que el surgimiento de la coleccin pudo haber sido su idea. Aunque otros estudiosos
como Pablo Piccato aseguran que la editorial y coleccin fueron idea de Antonio Hel (La era dorada de la
novela policiaca, Nexos. Disponible en: http://www.nexos.com.mx/?p=18399 Consultado el domingo 2 de
febrero de 2014, 4:15 pm). Como dato adicional, al final de la novela aparecen las narraciones publicadas en
esta y otras colecciones de la editorial (colecciones lienzo de plata, Atalaya y Orqudea), siendo para el
momento en que se public el texto de F. Gual, 11 las obras publicadas, entre las que destacan autores
como George Simenon, Edgar Wallace y Maurice Leblanc, adems de anunciar la preparacin de 3 ms. Otro
autor que public en esta coleccin fue Antonio Hel en 1946 y del que hablar ms adelante.
Desafortunadamente se desconoce si publicaron en la coleccin otros autores latinoamericanos o
espaoles.
41
asesinado con unas agujas con curare que le haban puesto en la empuadura del
estoque.54
resolver un enigma entre toreros y fabricantes de venenos, empero, hay un elemento muy
curioso, pues el detective aparece casado y feliz en el hogar que estableci con una
Aunque su valor literario puede ser modesto, siendo en el caso de sus tres primeras
novelas, meras imitaciones del modelo ingls, mismo que cultiv en las dos posteriores, es
necesario rescatarlo por ser uno de los primeros en introducir el gnero en Mxico, adems
de ser quien puso la pauta para que poco despus el policial se afianzara en el pas, como
veremos ms adelante.
Si bien, el cataln Enrique F. Gual fue quien public la primera novela policial en Mxico
(1942), para 1944, un ao antes de la segunda obra del espaol, apareci en el panorama
literario una obra muy particular, Ensayo de un crimen, del diplomtico, ensayista y
dramaturgo Rodolfo Usigli (1905-1979), obra considerada como unos de los grandes hitos
54
Vicente Francisco Torres, Muertos de papel. Un paseo por la narrativa policial mexicana, CONACULTA,
Mxico, 2003, pp. 21-22.
55
Ibd., p. 22.
56
dem. Parntesis mo.
42
del policial nacional o simplemente como una excelente obra narrativa, adems de ser la
acaudalada familia provinciana venida a menos, vive en la Ciudad de Mxico con los restos
de ese pasado glamoroso, es casado y adems, todo un dandy. Sin embargo, hay algo
extrao en l y que ser una constante a lo largo de las tres partes en que se divide la obra:
la intencin de cometer el crimen perfecto, un asesinato sin motivacin alguna (celos, robo,
etc.), pero si con una intencin esttica, rindiendo tributo a Thomas de Quincey y su
Patricia Terrazas, una mujer extravagante y frvola, empero, su plan falla cuando al llegar a
la casa de la vctima, esta ya haba sido asesinada. Para la segunda parte, Roberto vuelve a
disear un plan (de doce pasos) para asesinar al conde Schwartzemberg, hombre avaro,
persigue, pues un incendio azota el edificio donde vive la vctima, borrando toda evidencia.
Cervantes. Haba conseguido el crimen perfecto, o eso haba credo, pues cuando polica y
conclusin que se trat de un crimen pasional, pues ella le era infiel (l no lo saba),
coincidencia.
43
Adems de Roberto y los muertos conviven en la obra el ex inspector Valentn
Herrera, quien siempre est cerca del potencial y frustrado asesino, pareciendo que va tras
su captura, sin embargo, esas coincidencias se deben a que Herrera va tras el verdadero
narracin y es poco importante en casi toda la historia, salvo al final, cuando se descubre
que es el asesino del conde y Patricia Terrazas, solo que este era un criminal comn y
Aunque a simple vista se puede inferir que estamos ante un relato policial, existen
sin embargo, diversas opiniones encontradas, como la de Mara Elvira Bermdez que en
una entrevista que le hace Vicente Francisco Torres considera que es una obra estupenda,
investigacin, de misterio (que viene siendo la escuela inglesa, misma que cultiv y
la Cruz, quien es la mente maestra y aspirante a asesino en potencia, sin embargo, las
evidencias que se van dando a lo largo de la lectura y el posterior desenlace en que Herrera
ata cabos y devela a Luisito como el verdadero asesino de Patricia y el conde, la acercan
57
Ibd., p. 105-106. Parntesis mo. Para Bermdez, el relato criminolgico es aquel que se narra desde el
punto de vista del criminal, sin embargo, esta clase de relatos forman parte del subgnero negro y uno de
los que introdujo la perspectiva del criminal fue el norteamericano James M. Cain y que Patricia Highsmith
empleara magistralmente con el personaje de Mr. Ripley.
44
Otro caso es el de Eugenia Revueltas, quien considera que es la valoracin esttica
de la obra la que lo aleja del policial porque la trama no criminal, la de las interrelaciones
Si bien Usigli plantea de manera hbil lo mencionado por Revueltas, considero que
no es ajeno a la trama policial, pues cuando de la Cruz confiesa sus crmenes y el objetivo
que buscaba con ello, la polica no le cree y aunque no queda libre del todo, pues es
enviado a una institucin psiquitrica (de la que pronto saldr libre) no logra salirse con la
suya y como menciona Iln Stavans, nada puede ser cristalino, todo debe pervertirse,
no cumplimiento estricto de las reglas del gnero, siendo esta la mayor virtud de la novela
de Usigli, adems de formar parte de una intencin ldica que el autor establece con el
La intencin ldica que menciona Navarrete la relaciona con los juegos de azar y
como se transforma esta casualidad del juego. La casualidad que rige los movimientos del
protagonista quien no solo ve frustrados sus intentos por alcanzar el crimen estticamente
perfecto, sino que estos fueron simplemente crmenes vulgares en que el robo y abuso de
58
Eugenia Revueltas, art. cit., p. 115.
59
Iln Stavans, op. cit., p. 102.
60
Laura Navarrete Maya, Ensayo de un crimen, de Rodolfo Usigli, una propuesta ldica en Miguel G.
Rodrguez Lozano y Enrique Flores (eds.), op. cit., pp. 55-66.
45
confianza vendran siendo los motivos del verdadero asesino y, cuando logra su cometido,
este no es reconocido como tal, sino como un simple y burdo crimen pasional, cuando ni l
propio de las clases altas con lugares como las Lomas de Chapultepec, Reforma, as como
los numerosos cafs y bares que de moda estaban, sin dejar de lado el otro mundo, el
Garibaldi que sirve para mostrar diversos aspectos de la sociedad mexicana, tal como
menciona Revueltas.
Despus de esta novela pasaran dos aos para que un grupo de mexicanos
definitiva en las letras mexicanas. Me refiero a Rafael Bernal, Antonio Hel y Jos
Martnez de la Vega.
(1915-1972) publica en 1946 Tres novelas policiacas y Un muerto en la tumba, que seran
En el primer caso, tenemos tres novelas cortas que se encuentran muy apegadas al
policial clsico, de las cuales una (El extrao caso de Aloysius Hands) se desarrolla en
Estados Unidos y segn Vicente Francisco Torres aborda el recurrente tema del asesinato
considerado como una de las bellas artes, aunque con una ligera variante moral: el crimen,
adems de ser perfecto y refinado, debe justificarse por el castigo que representa, por los
46
males que evita o por la paz que proporciona.61 Las dos restantes (De muerte natural y
Batanes un sacerdote que emplea sinnimos en cada cosa que dice, heredero del Padre
A pesar de ser sus primeros guios dentro del gnero, estas narraciones de Bernal
son poco originales y carentes de valor expresivo. 62 Algo que ira perfeccionando y
Considerado como uno de los pioneros, el potosino de origen Libans Antonio Hel
(1900-1972), quien publicara a fines de la dcada de 1920 sus primeros cuentos, rene
segundo autor de habla hispana (y hasta donde se sabe, el ltimo) en haber publicado para
fue su inclusin en el Queens Quorum de Ellery Queen, que solo incluye los mejores
61
Vicente Francisco Torres, op. cit., p. 34.
62
dem.
63
Ante la inexistencia de esta edicin, emplear la de 1957 de Novaro, que se presume conserva el mismo
orden de la original.
47
Compuesta por siete narraciones y un estupendo prlogo de Xavier Villaurrutia, del
cual hablar ms adelante, los textos presentan diversas caractersticas que comentar a
continuacin:
concretamente en la capital del pas. Ejemplo de ello, son las menciones de diversos lugares
Bellas Artes (Un clavo saca otro clavo y El hombre de la otra acera), el YMCA (Las
tres bolas de billar) y la calle de los millones en la Colonia Roma (El fistol de la
la otra acera, pues se acota el tiempo a 1946 al decir POR AQU TRANSITARAN
diciembre.
presta agilidad en la accin y desde luego, en su lectura. Parte de ese lenguaje sencillo es la
incorporacin de algunas palabras o expresiones populares como jaletina (Un clavo saca
otro clavo), una calma chicha65 (Las tres bolas de billar) y la forma en que el
protagonista de casi todos los relatos, Mximo Roldn, en un proceso deductivo que a
primeras luces parece brillante, no es ms que una rebatinga de palabras que muchas veces
64
Antonio Hel, El hombre de la otra acera, La obligacin de asesinar, Novaro, Mxico, 1957 (Coleccin
Nova-Mex, serie Policiaca y de Misterio) p. 47.
65
Considerada como un momento de plena quietud en el ambiente.
48
solo comprende l, logrando as, enredar y hacer crebles sus argumentos a los dems
personajes.66 Como parte del discurso de Roldn, cabe destacar un pequeo guio de crtica
poltica aderezada con un toque humorstico como lo seala atinadamente Edith Negrin al
destacar el momento en que Roldn en Cuentas claras descubre el tipo de armas que
Otro ejemplo de estos comentarios poltico humorsticos se localiza en el cuento Las tres
que hace pensar inmediatamente en los treinta aos de paz que se atribuyen al machete de
Porfirio Daz.68 Aunque esta clase de comentarios no abundan en los relatos que
componen el libro de Hel, ser el siguiente autor en recurrir al chiste con tinte poltico.
presencia del detective que, en contraste con el personaje que crea Enrique F. Gual, este no
solo se halla inserto completamente en la cultura nacional, siendo por tanto, el primer
detective mexicano, sino que a diferencia del personaje creado por el cataln o de los
grandes clsicos como Sherlock Holmes o Auguste Dupin, el protagonista de casi todas las
66
Al respecto, Iln Stavans considera que es equiparable con Cantinflas [], pues ambos utilizan el lenguaje
para persuadir y confundir, para elaborar una realidad aparte, que obliga al prjimo a aceptar sus premisas.
Iln Stavans, op. cit., p. 92. Sin embargo, y coincidiendo con Edith Negrn, la comparacin con el comediante
es parcialmente vlida, pues en algunos relatos como Cuentas claras su discurso no carece de sentido.
67
Antonio Hel, Cuentas claras, op. cit., p. 91.
68
Ibd., p. 99.
49
narraciones del libro, Mximo Roldn, es un ladrn antes que detective, 69 por lo que se
encuentra en la lnea de Arsenio Lupin, personaje creado por Maurice Leblanc (1864-
1941).
Respecto a las narraciones que integran el libro de Hel se puede observar una
relatos, Mximo Roldn, quien poda considerarse entre los hombres ms honorables que
coincidencia ser la responsable de un giro en su vida, pues de ser un cajero de banco, una
broma a la persona menos indicada (al administrador de bienes de doa Juana Fernndez de
Serrano) que result ser cierta, le llev por caminos inesperados, pues de verse en peligro
de muerte por el administrador, Roldn salva su vida a costa de la otra y en una decisin de
segundos, emprende la huida con veinte mil pesos en las bolsillos de sus ropas y pensando
en una fuga de la ciudad primero, del pas despus: Con veinte mil pesos poda ocultarse
perfectamente. Poda; poda, por ejemplo, tomar esa misma noche el nocturno para
Europa.71
camin por no poder sacar las monedas para pagar, as como tener un accidente y posterior
enfrentamiento con una vendedora de jaletinas que deriv en la detencin por parte de
dos agentes de polica, siendo inminente su ida a la crcel, sin embargo, Mximo Roldn
69
De hecho, segn Donald Alfred Yates, Roldn es un anagrama de ladrn, siendo as, Mximo Ladrn
apuntando ms en la condicin del personaje creado por Hel. Donald Alfred Yates, El cuento policial
latinoamericano, Ediciones de Andrea, Mxico, 1964, p. 12.
70
Antonio Hel, Un clavo saca otro clavo, op. cit., p. 25. Parntesis mo.
71
Ibd., p. 24.
50
empezaba, en ese momento, su vida de ladrn profesional. 72 As termina Un clavo saca
otro clavo, primer relato de La obligacin de asesinar y que, como menciono lneas arriba,
en que el ahora, ex empleado bancario, en compaa de los dos policas que lo arrestaron
Algo que ser una constante en los dems relatos que protagoniza Roldn es la
misterio se le ponga enfrente o en este caso, evitar la crcel, obteniendo, por tanto, un
beneficio. En esta narracin, Mximo Roldn con solo ver a un individuo que camina en
forma extraa, crea un enigma y hbilmente envuelve a los oficiales (que l siempre llama
solo que en el primer caso sacar provecho robndose unas alhajas que se encontraban en el
lugar del crimen, mientras en el segundo cuento, robar a los mismos ladrones el botn.
por obra de la casualidad el que ser su cmplice y amigo, Carlos Miranda. Al igual que en
ladrones de trenes, siendo Roldn quien despus de escuchar unas supuestas blasfemias
72
Ibd., p. 32.
51
contra la aritmtica ms elemental73 y lanzar algunas teoras, determina que son ladrones
patio, siendo una especie de Watson, aunque no superior ni tan gil como Roldn quien
presume su experiencia: Usted solo nunca ha logrado tanto con tan poco riesgo.
Entramos? Vea usted: yo me basto solo para hacerlo Yo solo he hecho cosas
Esta mancuerna dispar, pero eficaz vuelve a salir en Las tres bolas de billar, donde
Roldn quien presta atencin a detalles mnimos, resuelve los crmenes cometidos por el
es una alusin directa al lector poco despus del primer crimen, que sirve para explicar y
justificar el proceder de los personajes ante tal noticia y, aunque considero esto un tanto
nombre. A simple vista, pareciera que estamos, por la extensin (68 pginas), ante una
novela corta, pero despus de su lectura se puede apreciar que se trata de un cuento extenso
en que el protagonista es Carlos Miranda, quien pretenda robar una casa pero se ve
envuelto en una serie de crmenes entre un grupo de mdicos y sus esposas. Siendo
vctimas ms, resuelve el crimen. Si Roldn es ingenioso y astuto para crear y resolver
enigmas, Miranda es todo lo contrario, pues no solo requiere de mayor tiempo (como lo
dice el propio Hel en la introduccin del relato cuando fue publicada en la revista
73
Ibd., p. 85.
74
Ibd., p. 89.
52
Selecciones policiacas y de misterio a raz del cuestionamiento de Ellery Queen), tambin
es ms cmico y torpe. Al igual que en Las tres bolas de billar, el narrador alude al lector
a travs de un Intermedio que aparece cerca del final de la narracin y en que de manera
al lector a que deduzca quien fue el asesino en el relato, que se revela en las pginas
siguientes.
obedezca nicamente a que Hel trate de imitar al personaje de Maurice Leblanc, pues
hubiese sido no solo poco atractivo al lector nacional, tambin poco creble, derivado de la
relatos cortos y se divide en tres secciones: Las emocionantes aventuras de Peter Prez, el
As como Borges y Bioy Casares hicieron su parodia del gnero con Isidro Parodi,
Martnez de la Vega hace lo propio con Peter Prez que, como dice el poeta Leopoldo
75
Vicente Francisco Torres, op. cit., p. 47.
53
Ramos: desciende en apariencia de Sherlock Holmes; pero en rigor, es hijo de una seora
que, puesta en jarras, le dice tres frescas al lucero del alba; la malicia popular. Ms que
caricatura de un polica cientfico, Peter Prez es un escalpelo que se hunde en las llagas del
cuerpo social.76
Peralvillo, como no suele recibir ddivas econmicas ni ayuda oficial por sus servicios su
situacin es de extrema brujez, lo que en ocasiones le trae apurado pues no tiene para
comer o pagar el alquiler, preocupndole ms hacer el bien a esta sociedad sin clases en
que vive.77 Su gorra a cuadros, su barba postiza y una pipa que no enciende pues se marea,
son su sello caracterstico. Este inmenso detective (ms menso que in) 78 al igual que el
genial Sherlock Holmes se encerraba a inyectarse morfina, fumar tabaco fuerte y tocar el
violn; Peter, cuando tena algn problema mental que resolver, se encerraba a comer
por si, cmico, pues mientras el detective ingls es sinnimo de finura, grandeza,
inteligencia, modales refinados y el mal del fin de siglo, Peter Prez es simple, sencillo,
chistoso y todo un pcaro con las mujeres guapas a las que considera cajetas por dulces y
sabrosas.
76
Pepe Martnez de la Vega, Humorismo en camiseta (Aventuras de Peter Prez), Mxico, 1946, p. 5.
77
Ibd., p. 82.
78
Ibd., p. 12.
79
Ibd., p. 72. Acerca de la cancin T ya no soplas, por los tiempos en que fue publicado el libro y las
marcas constantes de poca que se encuentran en todas las narraciones, considero que se debe tratar del
tema compuesto por el veracruzano Lorenzo Barcelata (1889-1943) alrededor de 1936 y cuya letra se puede
entender como misgina (pues el tu ya no soplas, puede hacer referencia al desempeo sexual de la
mujer) o simplemente como la historia de un hombre que est cansado de su amante.
54
A lo anterior hay que agregarle algunos de los ttulos internos que dividen cada
relato y en que se exalta con cierta exageracin las resoluciones de los casos (la victoria de
Peter Prez, la prodigiosa explicacin de Peter Prez, Peter Prez sorprende a todos,
entre otros.) o sus deducciones apresuradas que dan pie a risas por el error que cometi,
As como este caso, hay varios en que se hace parodia de lo que vendran siendo los lugares
comunes de los relatos policiales clsicos, mostrando a su vez, el rostro humano del
mano con la parte cmica, es la crtica poltica y social de su poca. Un ejemplo claro se
puede ver en el sargento de detectives Juan Vlez, rival de Peter Prez y representante de la
polica oficial, que nunca ve con buenos ojos al detective de Peralvillo y siempre busca
80
Ibd., p. 113.
55
que el proceso de descrdito se le invierta a Vlez, pues siempre falla en sus conclusiones,
timbre elctrico para hacer lo que los lderes hacen con el obrero a la hora de cobrarle la
engullendo dos tacos de huevo con frijoles y salsita, porque tambin los personajes de
novela, al igual que los ciudadanos que no pertenecen al PRI, comen de vez en cuando.82
humorista.83 En cambio, Lauro Zavala sin abundar mucho en el caso, considera que estos
atisbos de crtica social son los mismos que caracterizan al gnero negro. 84
Aunque ambos crticos sealan con oportunidad dos caractersticas de los relatos de
Martnez de la Vega, considero que ignoran algo respecto a los comentarios polticos
insertos en las distintas narraciones del potosino, pues en el caso de lo que menciona
Zavala, si, el estilo negro est muy cargado de crtica social y poltica, pero nunca inserto
81
Ibd., p. 21.
82
Ibd., p. 9.
83
Vicente Francisco Torres, op. cit., p. 105.
84
Lauro Zavala, La minificcin bajo el microscopio, UNAM, Mxico, 2006, p. 96.
56
en chistes o situaciones cmicas, en el policial de ese tipo el comentario crtico es ms
serio, sobrio, duro y agresivo. Por otro lado, ya que estamos ante un autor que est
parodiando un gnero que para esos momentos estaba en formacin y proceso de arraigo, al
igual que Hel con su detective ladrn, saben que no pueden hacer un relato policial
clsico e introduzca el chiste poltico puede obedecer a diversas razones, una de ellas es
del policial clsico en nuestro pas, una de las mejores formas de introducir el gnero es por
medio de la parodia y por tanto, la otra razn consiste en que al ser textos cmicos, la
insercin de lo que llamo chistes polticos est ms que justificada, no solo por ser algo
que tiene cierta tradicin en las clases populares, tambin es una marca del autor, quien
adems de escritor y humorista, fue ensayista y periodista poltico con un amplio sentido
crtico, estando cerca del humorismo pero lejos del subgnero negro como tal.
mundo literario como Diego Caedo es un autor que a una edad tarda (51 aos) publica su
primer texto (El rferi cuenta nueve, 1943) y aunque prcticamente toda su produccin
literaria pertenece a la ciencia ficcin, siendo uno de los pioneros en este gnero, en 1948
publica El extrao caso de una litografa mexicana, cuento que a pesar de su marcada
influencia fantstica narra la experiencia en propia voz del protagonista, un viejo detective
atentamente la narracin del viejo, que en uno de sus muchos viajes a la Ciudad de Mxico
aconteci.
57
El detective narra como durante una de sus diligencias en la ciudad, resolvi un caso
por dems extrao, pues debido a que adquiri algunas litografas francesas y entre ellas,
vena una mexicana, cuya escena cambiaba mgicamente, no solo lo sumi en una gran
ansiedad y locura, lo hizo averiguar si la posible escena era parte de un estado de demencia
suceder pronto y que, para su fortuna o desgracia (pues aunque este hecho le trajo fama,
tambin le marc de por vida, por no haber podido evitar la muerte de una mujer) sucedi
en realidad.
lo sabemos porque el protagonista tendr una audiencia con el mismo Porfirio, adems de
nacional de la poca que son amigos del narrador protagonista: [] me refiero a los de la
francs de dos versos del poema Il pleure dans mon coeur (Llueve en mi corazn) de
Paul Verlaine: Il pleut dans mon coeur/Comme it pleut sur la ville. 86 Estos versos son
referidos por el narrador como una especie de nostalgia o ganas de estar en Pars,
85
Diego Caedo, El caso de una litografa mexicana, Stylo, Mxico, 1948, p. 10.
86
Ibd., p. 17. Su traduccin sera: Llueve en mi corazn/como llueve en la ciudad [] Paul Verlaine Llueve
en mi corazn, en Poesa simbolista francesa. Antologa, sel., intr., trad. y notas de Luis Antonio de Villena,
Gredos, Madrid, 2005 (Biblioteca Universal Gredos, 34), p. 54. Tambin existe una mencin de El cuervo
de Poe que hace el personaje en tono desesperado.
58
Para complementar esa visin romntica del narrador no poda faltar alguno de los
males de fin de siglo como el surmenage o fatiga (provocada por su obsesin a aquella
litografa mexicana) y por la que le recomiendan reposo y medicacin para que descanse.
convencional, lo que hara de este texto una especie de hibrido entre relato policial
una conclusin que al menos para mi, resulta inverosmil, pues de la litografa no se sabe
formular una hiptesis. Los xtasis, las almas en pena, las apariciones, admiten una
El espaol, radicado en Mxico, Juan Miguel de Mora (?) es el primer autor que se
aleja del policial clsico e introduce en sus textos un lenguaje directo, fuerte, acompaado
87
Ibd., p. 50.
88
Ibd., p. 25
59
fachada para otra clase de negocios turbios. En sus siguientes novelas, La muerte las
prefiere desnudas y Amarse y morir, ambas de 1960, los hechos sangrientos y sexuales son
la constante.
Con estos autores se inicia de manera ms formal el cultivo del gnero en Mxico,
regular, pues entre 1948 y 1960 se publicaron 12 textos entre los que destacan dos autoras:
As como en el canon del policial ingls siempre dominaron los hombres, hasta la irrupcin
de escritoras fecundas como Agatha Christie y Dorothy Sayers, en nuestro pas, el naciente
policiacas, considerndose no solo como una de los pioneras del gnero, tambin como una
de sus mayores defensoras (sobre todo del policial clsico ingls), entusiasta y quiz una de
60
Aunque Bermdez haba publicado para algunas revistas en la dcada de 1940, es
hasta 1953 cuando aparece su primera obra, la novela Diferentes razones tiene la muerte.89
desarrolla en una finca de Coyoacn en que se darn cita varias parejas para pasar un fin
de semana pero tienen lugar varios asesinatos y aparecen varios sospechosos. 90 Novela de
corte clsico en que Zozaya de manera lenta y progresiva va dando seguimiento a cada
pista y descartando a cada uno de los presuntos culpables, que dicho sea de paso y como
parte del esquema clsico del gnero, estn ntimamente relacionados entre si, sobre todo
por su pasado.
En 1955, Bermdez pasara a la historia del gnero al publicar Los mejores cuentos
policiacos mexicanos, primera antologa especializada del policial y que, de acuerdo a Frida
Rodrguez Gndara, se trata de una obra de divulgacin del gnero y cuya realizacin
Los relatos que comprenden la antologa son seis, de los cuales dos fueron
propuestos por la editora responsable del libro y corresponden a Antonio Castro Leal (El
prncipe Czerwinski) y Rubn Salazar Malln (El caso del usurero), que tanto Vicente
89
Tanto para Iln Stavans, como para Vicente Francisco Torres, la fecha de la aparicin de la novela no solo
es desconocida, sino que este ltimo asegura que apareci a finales de los cincuenta y contara con una
reedicin en 1987, sin embargo, en el Diccionario de escritores mexicanos, en la entrada dedicada a la
autora, se menciona el ao de 1953 as como la editora, que es Talleres Grficos de la Nacin. Ante la
imposibilidad de obtener una copia del ejemplar que demuestre lo obtenido en el diccionario o en su
defecto, lo dicho por Stavans y Torres, me quedo con la fecha proporcionada en el diccionario.
90
Vicente Francisco Torres, op. cit., p. 50.
91
Frida Rodrguez Gndara, La literatura policiaca mexicana. Una mirada desde las antologas de cuento
en Miguel G. Rodrguez Lozano (editor), Escena del crimen. Estudios sobre narrativa policiaca mexicana,
UNAM, Mxico, 2009, p. 168.
61
Francisco Torres como Frida Rodrguez coinciden en que son textos lentos, aburridos y
rompen con el esquema planteado por la autora, siendo el resto de los textos que conforman
esta breve antologa, de Antonio Hel (Las tres bolas de billar), Rafael Bernal (De
muerte natural), Pepe Martnez de la Vega (El muerto era un vivo) y la propia Bermdez
(La clave literaria) los que mejor se ajustan al modelo que ella quiere mostrar.
Por ser una gran defensora del subgnero clsico o ingls del policial, los textos que
integran la antologa se encuentran en ese estilo, adems de contar con los que hasta ese
momento eran las figuras indiscutibles del gnero en nuestro pas, lo cual, justifica que se
Margarita Reinbeck de Villanueva (1920) cuyos textos firm bajo los seudnimos
primera mujer en escribir una novela policial, 22 horas (1955).92 El texto, al igual que los
de Mara Elvira o los de sus dems contemporneos, pertenece al gnero clsico y nos
cuenta como el detective y recin ascendido a Comisario de la Oficina del Crimen, Jos
deudores), todos ellos con motivos para asesinarlo, pero tambin con coartadas plausibles.
Silvestre, quien en sus investigaciones se hace acompaar por Ortiz, su ayudante, un polica
simptico y gordito, pero desconfiado de todos, no ve pronta la solucin del caso, hasta que
92
Vicente Francisco Torres, op. cit., p. 48. Respecto a si es esta novela la primera o no, vase la nota 89.
62
estar dedicada de tiempo completo al caso, logra resolver el mismo. Hecho que Torres
destaca, por ser esta una forma original de resolver el enigma, adems de que est muy
bien escrita y, segn Mara Elvira Bermdez, esto se debe a que la autora estuvo asesorada
por Alfonso Reyes.93 El titulo de la novela obedece al tiempo en que transcurrieron los
hechos narrados.
visita, drama en tres actos que fue estrenada el 15 de junio de ese mismo ao en el Teatro
del Caracol.
La obra que puede ambientarse en la Ciudad de Mxico o en otra ciudad del mundo
desconfiado, Miguel Ortz, quienes esta vez se encargarn de descubrir quien fue el asesino
del empresario Joaqun Vlez, que fue hallado muerto en su biblioteca. Al igual que en 22
horas, la obra cuenta con varios sospechosos con motivos para haberlo matado, aunque al
momento de los interrogatorios, todos tienen coartadas que resultan crebles, al menos en
un primer momento. Las coartadas empiezan a caerse cuando es asesinado uno de los
sospechosos, estando solamente en el lugar del crimen (que es la casa de Joaqun), las
numerosas entrevistas con los implicados, teoras y las dudas de Ortz, Silvestre decide
poner una trampa esperando que cayera el asesino, quien resulta ser Ana, esposa de Joaqun
93
dem.
63
Del conjunto de obras comentadas94 se destaca la prominencia del narrador en
que tiene dos narradores: por un lado, uno en segunda persona y autodiegtico, que es el
protagonista y relata una ancdota propia a su sobrino, quien desde la primera persona y en
narracin.
Otra similitud que comparten es el tiempo lineal de la narracin, pues todos los
textos comienzan con alguna descripcin breve del entorno en que se desarrollar la
historia o del detective, para continuar con el advenimiento del crimen, la investigacin y la
resolucin del misterio, tal como en el subgnero clsico. Salvo el texto de Caedo que es
una analepsis (el relato de una historia pasada), el curso de la narracin es lineal. Algo que
Hel y Martnez de la Vega, son los dilogos entre personajes. Si bien, el protagonista es
una pieza fundamental en cada texto, el que dialogue con otros personajes, les otorga cierta
obras comentadas, tienen como espacio Mxico, especficamente, la capital del pas y
procuran dar aunque sea mnimas muestras de poca, ya fueran comercios, recintos
multitudinarios, calles, parques, entre otros, siendo este un claro aviso de que el gnero se
94
Me refiero nicamente a los textos que comento con amplitud, pues tuve forma de leerlos.
64
ha establecido de manera definitiva en el pas, poniendo a la Ciudad de Mxico a la altura
de otras grandes ciudades del mundo como Pars, Londres o Los ngeles.
Alfonso Reyes hace su primera reflexin del gnero en 1945, con su texto Sobre la
algunos de sus comentarios puede dar esa impresin, minimizndola, por ejemplo, cuando
explica por que lee esta clase de textos: leo novelas policiales porque me ayudan a
jornadas de trabajo [] y que comparadas con las que el llama novelas oficiales, estas
Si bien, al leer lo anterior uno podra pensar que Reyes en el fondo sigue la
tendencia discriminatoria con el policial, ms adelante, nos explica y defiende dos puntos
esenciales que sus mayores detractores han usado en contra del gnero, considerado como
95
Alfonso Reyes, sobre la novela policial, Obras Completas, t. IX, FCE, Mxico, 1996, p. 457.
96
Ibd., pp. 457-458.
65
una subliteratura o simplemente como la Cenicienta de la Novela: 1 los autores que a
ella se consagran son demasiado prolficos, 2 la novela policial se escribe con visible
Respecto al primer punto, considera que esto obedece a una gran demanda, lo que
puede ser abundante sin ser por eso mal escritor.98 Y pone como ejemplo, la obra de
Reyes recurre a dos ejemplos clsicos para desechar este argumento, al mencionar como la
muy especficos y que no las convierten en malas obras. Considera que la formula le va
muy bien a los textos policiacos, porque es parte del disfrute que ocasiona en quien los lee.
Lo nico que no hace Reyes tanto en este como en los siguientes textos que dedica
al gnero policial es mencionar la produccin nacional que si bien era poca ya empezaba a
dar sus primeros pasos en la literatura nacional y que bien pudo omitir o ignorar.
Pasaran catorce aos para que Alfonso Reyes le dedicara nuevamente sus letras a la
narrativa policial con un par de textos (Algo ms sobre la novela detectivesca y Un gran
97
Ibd., p. 459.
98
dem.
66
El primero es nuevamente una defensa del gnero que reclama ser atendido por
que en algunos aos podra ser incluida en los manuales de historia literaria. Tambin se
remonta a lo que podra ser la prehistoria del policial con Edipo Rey, haciendo una analoga
entre el desarrollo de la historia y algunas caractersticas bsicas del gnero, eso si, siempre
asegurando que es una aproximacin, pues en ningn momento afirma que su nacimiento se
remonta a la literatura clsica, dndole ese lugar a Poe en Amrica y Gaboriau en Francia.
El segundo texto resulta ser una explicacin de Franois Vidocq, un bandido que
pasa a ser polica, pero lo que destaca Reyes es como sirvi de influencia para algunos
elaborar el prlogo. Despus de realizar una breve mencin de su libro Dama de corazones,
diserta sobre lo que es el policial, su valor y su virtud, pues considera dedicarse a los relatos
narraciones, Villaurrutia considera que el lector busca en estos textos diversin e inters,
pero no es igual al de otro tipo de novelas, de hecho lo considera un inters sui gneris,
Mientras Alfonso Reyes toma la lectura de relatos policiales como una forma de
descanso, Villaurrutia considera que el lector debe ser intrigado, atrapado por la lectura,
crendole la necesidad de proseguir con la misma para adivinar o resolver el misterio. Para
99
Antonio Hel, op. cit., p. 9.
100
Ibd., p. 11.
67
el poeta es una especie de intoxicacin que una vez resuelto el misterio deviene en una
Considera incluso, que las narraciones policiales al tener tan calculados sus efectos, estos
superan a los del teatro, idea que se puede considerar demasiado halagadora, sin embargo,
los ejemplos que pone al mencionar a Chesterton y Borges confirman que puede haber
cuentos y novelas del gnero con un esquema complejo y por tanto, dista un poco del
El resto del prlogo de Xavier consiste en mencionar a Antonio Hel como uno de
Dos aos despus del prlogo de Xavier Villaurrutia se encuentra el Ensayo sobre
comparacin de los esbozos anteriores, se puede considerar como el primer texto serio que
habla del policial, pues en el largo ensayo, Bermdez comenta la enorme popularidad del
para el final los antecedentes clsicos del gnero y un comentario de las que ella considera
101
dem.
68
La diferencia que existe entre Bermdez, Villaurrutia y Reyes radica en que la
primera busca darle mayor seriedad e importancia al policial, pues no solo lo defiende, sino
que proporciona un panorama amplio del gnero, sus diferencias y cercanas con otros, e
incluso la antigedad de los temas que trata la literatura de este tipo, y aunque mucho de lo
que comenta ha perdido frescura, se puede considerar como la primera terica y critica
seria del gnero. En tanto, Villaurrutia y Reyes, son mayormente defensores del mismo,
69
3. Muerte por entregas. La literatura policial y las revistas
Como he venido mencionando en los captulos anteriores, es muy probable que la literatura
acceder a dichos materiales resulta complicado, siendo las libreras de viejo, el nico
repositorio donde an se pueden hallar algunos de estos textos. Empero, el caso mexicano
es ms crtico, pues todo lo referente a las revistas literarias (adems de algunas obras de
los pioneros del gnero) que abordaron o se especializaron en la difusin del policial es un
y segundo, porque cada vez son ms inasequibles, por lo que parecen condenadas al olvido.
principalmente) y desde luego, los Estados Unidos con la Ellery Queens Mystery
70
Magazine. Sin embargo, en julio de 1934 la editorial Sayrols saca a la venta la que hasta el
mensual que lo mismo publicaba casos reales en forma de reportajes, crnicas o ancdotas
como Agatha Christie, Maurice Leblanc, Chesterton, Wilkie Collins, Dorothy Sayers, S. S.
van Dine y Conan Doyle; hasta algunos que quiz hoy nos dicen poco o nada y no son
necesariamente autores de policial: Theodora du Bois, Gerald Verner, Hector Hawton, Ray
Cummings, Roy Vickens, Alfred Sutro, Richard Essex, A. E. W. Mason, Georges Le Faure,
etctera.
Misterio. Ese es el nombre que hemos dado a esta publicacin que con el nmero pasado
inici su vida, porque cuadra a nuestros propsitos de presentar en ella las tragedias
intensamente pasionales que se han desarrollado y se desarrollen as en nuestro pas, como
ms all de las fronteras; narraciones novelescas donde lo desconocido ejerce un poder
omnmodo e incontenible; material aquel y ste tan gustado por el pblico. Ilustraciones
artsticas y fotos admirables dan relieve y belleza a las pginas de esta revista, llamada a
figurar en primera lnea entre todas las de su ndole no solamente nacionales sino
extranjeras, tendiendo nosotros a que alcance a ser positivamente continental.102
A lo largo de sus casi 200 pginas a tres columnas, cada nmero (cuyo formato
podra considerarse como tabloide: 19.7 x 29.2 cm.) vena acompaado de una breve pgina
102
Editorial, Misterio (Mxico, D.F.), nm. 2, ao 1, agosto 1934, p. 3.
71
pequeas reflexiones, algunas ms eran textos en verso o prosa de autor annimo o autores
ingeniero Elas L. Torres. Este ltimo, particip en la revista con la publicacin de algunas
ancdotas o relatos curiosos de carcter histrico, adems de haber sido quien en 1920
movimiento revolucionario.
Como menciono al comienzo de este apartado, Misterio se destac por dar espacio
tanto a textos literarios como a otros de carcter periodstico o anecdtico, entre muchas
otras curiosidades. El grueso de los textos literarios que integraban cada nmero era del
gnero policial (mayormente del subgnero clsico o ingls) y en menor medida, los eran
de aventuras o ciencia ficcin. Aunque la mayora de los textos eran cuentos, cada ejemplar
contaba con una novela corta que al menos en los ejemplares consultados eran policiales y
estaban anunciados desde la portada. Como la mayora de los textos publicados eran de
nombres de los traductores, empero, se desconoce, pues se omite ese dato en cada nmero,
salvo en contados textos en que si se da crdito al traductor, aunque su rastro sea difcil de
seguir por la ausencia de datos o referencias de estas personas. Ejemplo de ello se aprecia
en el relato No es una cuestin de suerte, 104 traducido por A. D. B. y cuyo autor original
no se incluye por error; o las traducciones de Humberto Gonzlez Ruiz o Nina Muoz Peza,
de quienes desconozco si tienen alguna otra traduccin o trabajo literario. Al igual que los
103
No confundir con el poeta Amado Nervo (1870-1919) que adopt el pseudnimo del cuento Rip-Rip, el
aparecido de Manuel Gutirrez Njera (1859-1895). El autor de los editoriales de la revista Misterio con el
pseudnimo R.I.P-R.I.P. es Rafael Martnez Gmez (1881-1949), periodista y critico del rgimen porfirista,
adems de poltico y colaborador de Francisco I. Madero.
104
Misterio (Mxico, D.F.), nm. 3, ao 1, septiembre 1934.
72
traductores, en la revista no se menciona a ningn otro colaborador (redactores, editores o
que valdra la pena rastrear para asegurarse si se trata de traducciones o textos de autores
nacionales que ya fuera por peticin expresa de los mismos o simplemente un error del
consejo editorial que olvid incluir los nombres. Cabe sealar que la lectura del contenido
de cada ejemplar rara vez era lineal, siendo el carcter fragmentario de cada narracin o
artculo un sello caracterstico de esta publicacin, es decir, en lugar de presentar cada texto
siguiente relato o articulo, pasando para las pginas centrales o finales la conclusin de los
cuentos, artculos y la novela incluidas en cada nmero. Parte de este peculiar modo de
primeros 12 nmeros y aunque no puedo asegurar con precisin en que nmero se incluye
el primer ndice, para 1937 cada ejemplar cuenta con l, distinguiendo los cuentos, la
novela y los artculos.105 Como parte de la publicidad de la revista, que mayormente haca
105
Dentro de las curiosidades que inclua cada nmero podemos numerar los chistes ilustrados que en
ocasiones tomaban de la revista Paqun (de la misma editorial), algunos ms que eran tomados y adaptados
de la prensa norteamericana y muchos ms de carcter annimo que sugieren una autora local. Tambin
coexistan diversas notas con datos curiosos acerca de lugares o culturas ajenas a la nacional (mayormente
de medio oriente y Asia) y algunos ms, promocionando otras publicaciones de la editorial, como Ases y
estrellas, el magazine dedicado al mundo del cine hollywoodense y en general. Como adicin a los
entremeses insertos en cada ejemplar de Misterio, el lector poda contar con un Misteriograma en que
tras leer un enigma policial, en la pgina siguiente tena que resolver una especie de crucigrama con las
pistas que obtuvo de su lectura, as como de algunas adicionales que se le proporcionaban justo en el
espacio del crucigrama. Respecto a las ilustraciones, la mayora de las portadas consultadas tienen la firma
de su dibujante, siendo todos mexicanos (Arturo Vilchis, F. Rendn, A. Tirado, J. Casillas, Helguera), mientras
las imgenes del interior no poseen firma alguna o su propietaria es alguna agencia periodstica
norteamericana anunciada debajo de la misma. Aunque no descarto algn caso de apropiacin (licita o no)
de alguna imagen o portada de alguna revista extranjera.
73
mencin de otras de sus publicaciones, llama la atencin la coleccin de Sexton Blake 106
que mencionaba cerca de 300 nmeros divididos en siete series (Serie intriga, de horror,
promete el editorial de su segundo nmero, sta se volvi espacio para algunos autores
narraciones y artculos.
En el segundo nmero de Misterio aparece el cuento Los seis crmenes y la lucha libre. El
joven de economa holgada que por aficin al peligro y a la resolucin de enigmas, adopta
el pseudnimo Sam Shik y funge como detective privado, quien en este caso (que de
vinculadas con la lucha libre que tras diversas indagaciones y testimonios, resultaba ser un
ser desconocido, un monstruo enorme y rojo, que finalmente se trataba de Rayo Rojo, un
luchador resentido con cada uno de los muertos. El autor de este cuento es Luis G. Otero,
un personaje desconocido para las letras mexicanas, pues no se tienen datos sobre su
persona u obra y que a falta de datos que comprueben la publicacin de los primeros
106
Sexton Blake es el nombre de un detective ingls protagonista de ms de 3000 cuentos desde su
aparicin en 1893 hasta la dcada de 1970 y cuya autora fue tanto de autor annimo como de cerca de 100
autores distintos, la mayora desconocidos actualmente.
74
cuentos de Antonio Hel (que se presume fue a finales de la dcada de 1920), considero es
el primer texto policial publicado por un mexicano al menos, en una revista dedicada al
gnero.
detective aficionado y aristcrata, Sam Shik regresan con la novela corta El escorpin
asesino (que igualmente podra tratarse de la primera novela publicada en una revista,
detectan armas homicidas o heridas que pongan en evidencia los crmenes, hacindose
pasar por muertes naturales. Sin embargo, Shik escptico de lo aparentemente sencillo de
las muertes, emprende la investigacin para descubrir que eran asesinados por un piquete
de escorpin que astutamente haba empleado un mdico para no verse involucrado en los
encontrndose en grave peligro al ser sometido por el mdico y es la esposa del acaudalado
investigador aficionado quien con tal de querer ser participe de los casos de su marido (an
cuando l se lo prohbe) lo salva de ser asesinado por los escorpiones del galeno.
Con el pseudnimo Nick Carter107 este autor annimo publica en los nmeros dos y
tres un par de textos policiales. En el primer caso (Alberto Nicolat, el celebre ladrn
107
El pseudnimo fue tomado del nombre con que bautizara a su detective, el ingls John Coryell en 1886.
Fue personaje de numerosas narraciones escritas tanto por Coryell como por muchos ms autores,
destacando Frederick Marnaduke Van Rensselaer (1862-1922)
75
revolucionario, sus modos de operar, su detencin, posterior reclusin y muerte en un
aspectos del delincuente y lugares donde cometi sus fechoras. En el segundo (El crimen
misterioso de la calle del Cacahuatal) se narra como la naciente polica reservada resuelve
un caso aparentemente de rutina que le lleva al protagonista del relato, el jefe de este
escuadrn, Miguel Cabrera seguir una pista falsa que le hace perder mucho tiempo, para
que finalmente descubriese que el asesinato de una mujer de vida disipada fue un crimen
pasional, pero no con el sospechoso que pareca ms obvio (su amante), sino con un
acaudalado individuo que fue despreciado numerosas veces por aquella mujer. Esta ltima
narracin bien puede considerarse tanto una ancdota como un cuento policial clsico
(sobre todo porque no hall datos que demuestren que el hecho sucedi realmente) cuyo
ritmo si bien es rpido, es en su historia un tanto torpe, aunque quiz refleje muy bien las
formas de actuar de la polica mexicana de las primeras dcadas del siglo XX.
Alberto Huisner con El bho del mal cuenta la historia de Fernando Meroo, un
individuo adinerado y con una creencia absurda y obsesiva de que las fuerzas del mal lo
azoraban siempre, tras un tiempo en desdicha decide formar una familia y se casa con una
tapata. Justo a los dos meses de casados e instalados en una casa de campo, la pareja antes
de dormir escuch numerosos graznidos de bho que impedan su sueo. Meroo, resuelto
muerta con tres rasguos de bho, alimentando as su malsana creencia. Tiempo despus
mismo hecho, a lo que el supersticioso esposo decide esconderse tras las cortinas de la
habitacin para ver que suceda y su sorpresa es grande al descubrir que todo era un
76
montaje de la sirvienta quien, enamorada de su patrn, buscaba eliminar a su segunda
acusacin del lodo en que Lomborn, un abogado obeso y bajo de estatura es llamado por
la novia de uno de los inculpados para resolver el caso de asesinato de Robert Smith, un
por sus mtodos y constante sarcasmo, motivo de burlas de Lomborn. Como en los relatos
policiales clsicos, el abogado detective es quien resuelve en caso tras fijarse en detalles
mnimos, insignificantes para la polica que est ansiosa por encarcelar a alguien, dejndose
llevar por pistas y deducciones rpidas, siendo el asesino otro de los empleados que haba
Ral G. Berlanga y su cuento Mahari que est ambientado en Londres, relata las
misteriosas muertes de dos hombres provenientes de la India que tras ser envenenados y
balbucear algunas palabras que parecan carentes de sentido, puso a la polica a investigar a
fondo, resultando la familia del inspector de polica el nuevo blanco de esos asesinos
desconocidos que tras una serie de investigaciones y al descifrar los extraos mensajes de
extorsionadores hindes que tras ir persiguiendo a tres comerciantes a Inglaterra (los dos
muertos y uno ms que escap) para sacarles ms dinero, al no obtenerlo, vieron en el rapto
77
de la hija del inspector de polica la ocasin perfecta para obtener el dinero que hubiesen
del asesinato de un rico empresario que fue liquidado en su casa y que para la polica
resultaba ser un simple suicidio producto de una fuerte prdida de dinero a causa de su
aficin a las apuestas. Sin embargo, este detective al que siempre avisan de los hechos antes
que a la polica, tras una serie de dudas e investigaciones descubre que el asesino se trataba
del secretario particular, que haba estafado a su patrn con una considerable cantidad de
Elvira Bermdez llama criminolgico, es decir, la narracin est siempre desde el punto de
vista del criminal, que en este caso se trata de Mario Antonio Torres, un ladrn de cierta
fama que cuenta como fue manejado hbilmente por Lucy Armand para frustrar un robo
que tena planeado con sus colegas y hacerse ella del botn. Lo que pareca ser simplemente
fondo, pues el doctor Zabala, dueo de las joyas que buscaba Torres, haba preparado todo,
primero asegurando las valiosas piezas y despus, al hacer un trato con La Belga, ella
sustraera las prendas, cobrando el doctor el seguro y despus de pagar la cantidad acordada
policial en que un hombre muere envenenado por causas desconocidas, hecho que obliga a
78
su hijo a indagar quien fue el responsable de su repentina muerte. Tras averiguar los
ltimos movimientos de su padre, descubre que el asesino fue su primo quien ansiaba
conocan.
titulada Dos asesinos en que el protagonista, el agente Samuel Paredes tiene a su cargo la
del pas como en Torren y Matamoros, Coahuila, poblaciones a las que se dirige el agente
pues las pistas obtenidas le llevaron a la casa donde viva una hermana del occiso que
relacin sentimental con un hombre de dudosa reputacin. Despus de una serie de viajes a
la comarca lagunera y descubrir que el cadver y la vivienda haban sido penetradas en dos
ocasiones, se descubri que en una de las irrupciones fue cuando dieron muerte al Sr.
Canales y en la otra, el motivo era el robo y aunque el asaltante golpe la cabeza del
cadver, este haba muerto horas antes. Finalmente, Paredes descubre que el hermano del
prometido de la hermana de Canales haba planeado todo, desde provocar la relacin entre
ellos, hasta el asesinato del seor Canales que heredara sus cuarenta mil pesos a su
hermana, para despus asesinarla y quedarse con todo el dinero. La narracin es gil, con
chueco que hace referencia a quien compra cosas de manera ilegal. Otra caracterstica
importante del relato es como se describe a s y a la polica en general como individuos que
79
no lo saben todo, anunciando que sus relatos (pues parece que este es el primero de una
serie de cuentos que protagoniza el agente, aunque desconozco si existen ms.) no sern del
tipo detectivesco segn la concepcin antigua, a base de lupa, colillas de cigarros y otras
minucias el que llega a la meta, sino el del hombre de percepcin, que analizando cada
detalle y aplicando la lgica y un por qu dentro del orden que le son conocidas y
conocimiento de la verdad.108 Aunque promete lo que cumple y se aleja del modelo ingls
del policial, tampoco est lo suficientemente cerca del patrn norteamericano, por lo que
podramos estar ante un texto de transicin que culminara en el panorama nacional con
considerando que estos se deben ms a los soplones que a la propia investigacin, nos
Don Alfredo y su sobrino Luis, quienes desde su laboratorio, al estilo de las novelas de
espionaje o las modernas series policiacas de televisin, proporcionan al agente los detalles
ms particulares del caso y es, junto a los soplones, el mayor soporte para sus
investigaciones.
artculo de opinin (El abuso de los seores caseros algo ignorado-) que se aleja por
108
Ricardo Trigo C., Dos asesinos, Misterio (Mxico D.F.), nm. 11, ao 1, mayo 1935, p. 25.
80
completo de temtica propuesta por la revista al hacer una critica de las personas que rentan
una casa o cuarto; y en el nmero cuatro, un cuento fantstico (El tesoro) en que la autora
pone a consideracin del lector si lo narrado es leyenda y que tanto de ella puede ser real o
no, recurso muy utilizado en las narraciones fantsticas o de tradicin oral para darle
verosimilitud a lo narrado. Guillermo Daz Barreiro que escribe una novelita corta titulada
El hombre de la noche y narra el misterio que encierra un viejo extranjero que radica en
la Ciudad de Mxico y nicamente sale de noche. Rodolfo Chvez, que en el nmero dos
fantstica titulada La ciudad perdida. R. Zamora es otro de los autores que en el nmero
tres publica su relato de horror con tintes de leyenda, La casa maldita. El abogado y
Destino, texto que parte de un crimen cometido a dos prominentes familias del sureste de
Mxico y Guatemala y la posterior venganza del hijo de uno de los asesinados que termina
familia cuyo padre tambin fue asesinado, siendo el crimen un pretexto o motor para el
breve artculo En una comisaria de antao, que de una manera breve y hasta
sera, junto al artculo de Enriqueta de Parodi, el segundo texto que se aleja de los temas
sobre infidelidad; Rafael Mrquez Gallinar que cultiva la narrativa de la revolucin con su
81
relato Como muri un traidor a la patria; Jos Carrillo Gaitn que en el cuarto nmero
publica Chantaje, cuento que se aleja de la temtica policial al menos en lo que a crimen
e investigacin se refiere, recurre al tema del chantaje en que un hombre sin escrpulos
abus de la amistad que tena con una mujer casada para obtener un beneficio econmico al
amenazarla con contarle a su marido que tenan una relacin amorosa. La dama, molesta y
asustada por el truco sucio de su amigo, accede a su demanda y tras un encuentro en que
ella entrega el dinero a cambio de unas cartas y su silencio sucede un altercado violento que
termina mal para aquel hombre quien muere victima de un infarto; desde luego el Ingeniero
Elias L. Torres que colabora en los nmeros cinco y siete con textos de carcter histrico
Cata (1885-1940) public el cuento El gato; El abogado y telogo catlico espaol Jaime
explicado, pues lo que se presuma era una aparicin fantasmal o demonaca, result ser un
gato negro; Eduardo Arana con su relato La domadora de hombres fatales o una conquista
de primavera en que se narra la habilidad que tiene una mujer para estafar a los hombres al
contarles una historia falsa, conmoverlos y obtener de ellos una cena gratis y algo de
dinero, sin revelarles siquiera su nombre o lugar donde vive; en el nmero 45, el profesor J.
mdico, cercano a la psicologa en que explica con los conocimientos de la poca, las
82
diversas maneras en que uno se puede enfermar de miedo y sus consecuencias; Ral Alves
verdad, que se trata de una comedia romntica; Jorge Ainslie con su narracin titulada El
sombrero que tras ser en apariencia un texto fantstico en que un hombre adquiere un
casa, no era ms que un truco publicitario de la compaa que fabric el sombrero para
incitar la compra del mismo. Finalmente, en el mismo nmero 46, public la autora
Misterio fueron probablemente, escritores aficionados, quedando abierto un caso que quiz
Meses antes del tercer aniversario de Misterio, el 26 de abril de 1937 una nueva revista se
diferencia de la publicacin dirigida por Francisco Sayrols que era mensual, esta fue
semanal, adems de ser en formato de bolsillo (14 x 18.4 cm), dedicndose de manera ms
limitada a todo lo referente a la temtica policial, incluyendo en las casi 200 pginas a
doble columna muchas narraciones policiales, reportajes acerca de crmenes famosos (la
83
seccin crmenes famosos es prueba de ello) o en los que se mostraban ancdotas o
luego los jueves, al igual que su homologa de Sayrols es dificil de conseguir y de ella solo
existe una mencin breve de Vicente Francisco Torres en su libro Muertos de papel. Un
paseo por la narrativa policial mexicana, que comprueba su existencia, aunque nos sigue
dejando en la incgnita pues no menciona la duracin que tuvo (algo que se antoja difcil,
tomando en cuenta que solo algunos vestigios se han de conservar, perdidos unos, en
colecciones privadas otros.) o por lo menos mencionar algunos de los nmeros que haya
consultado o posea.
un ndice general que adems de incluir titulo, autor y ubicacin, contaba con un pequeo
indicador que mostraba el tiempo de lectura estimado para cada texto, algo que a mi parecer
resulta curioso, pues de todas las revistas que comentar en este capitulo, ninguna dispona
de tan particular herramienta para el lector, permitiendo que ste programara sus lecturas o
las evadiera si las consideraba muy largas. Al igual que su contempornea de editorial
109
Aunque Misterio en sus primeros dos nmeros no maneja tarifas por suscripcin (que ser de $ 6 a partir
del tercer nmero), Detectives y Bandidos si lo hace desde el principio, teniendo el ejemplar a 20 centavos, y
las suscripciones de 3, 6 y 12 meses ($ 2.50, $ 5 y $ 10 respectivamente). Lo que no tiene es tarifa para el
extranjero, razn que hace suponer su estricta circulacin nacional, emparentndola momentneamente
con el magazine de editorial Sayrols, pues esta empieza a manejar tarifas para el extranjero
aproximadamente en 1937 (2.50 dlares por suscripcin).
84
Al igual que Misterio, este semanario policiaco incluye numerosos textos de autores
Los autores que destacan en los nmeros consultados son Rudyard Kipling, Pierre Boileau,
Jack London, Erle S. Gardner y Ellery Queen. Tambin cuenta con una larga lista de
autores que al igual que su competidora de Editorial Sayrols hoy resultan desconocidos
(Fletcher Pratt, Margie Harris, Francis C. Preston, Jean Bazal, L. J. Beeston, Pol Prille,
nombres ingleses o franceses que no pude localizar, sean, como lo fue para algunos
Aunque resulte evidente que las traducciones de los textos originales incluidas tanto
en esta como en las dems revistas trabajadas debieron de haber provenido de alguna parte,
portada como el relato principal (que es el anunciado en la misma) son, salvo por la
traduccin, una copia de una pulp fiction norteamericana llamada The Spider.110 Se trata de
la novela corta Death reign of the vampire king que fue traducida como El rey de los
vampiros y como podrn observar en las siguientes imgenes (ver anexo), el parecido es
sorprendente. Este hecho hace suponer que en ms nmeros del semanario mexicano se
pudieron haber tomado otros textos y portadas de esta o muchas otras revistas
110
Revista norteamericana que se public de 1934 a 1939 y dio espacio a muchos autores poco famosos,
destacando narraciones policiales clsicas, negras y artculos con temtica policial. Para mayor informacin
de la revista, vase, Chris Kalb, A brief history of The Spider, http://spiderreturns.com/legend/
history1.html Consultado: Martes 10 de septiembre de 2013, 12:05 am.
85
norteamericanas con o sin autorizacin, pues antes no existan tantos cuidados con los
ejemplares sea mayor que la de Misterio, sin embargo, por el material consultado puedo
cuento ambientado en Marsella, Otro hampn asesino en que un albail asesina al que
crea era amante de su ex esposa y adems era uno de los ms temidos mafiosos de la
ambientado en la ciudad francesa de Niza, que cuenta la desaparicin de Renata Arbel, una
Egender, quien al tener fuertes deudas de dinero y sabiendo que la seora Arbel tena el
apresado, l joven que tena mltiples coartadas lo neg todo. Lo que no saba era que el
dinero de Renata no podra tenerlo, pues fue reclamado por conocidos de la difunta en
Pars, firmando as, su sentencia de muerte a manos de las personas con quienes tena la
deuda.
86
En el nmero 31, que corresponde al 25 de noviembre de 1937, Armando Salinas
nos ambienta en los alrededores del pueblo de Tacuba, en la Ciudad de Mxico, con su
relato El crimen del panten alemn que narra las investigaciones que se llevaron a cabo
para determinar quien fue el asesino del seor Pablo Navarro, administrador del panten
alemn y residente del mismo, junto a tres hermanos que eran los jardineros, un ciudadano
teutn con problemas mentales y un primo de los jardineros que tena una aparente
coartada. A pesar de que la historia es accidentada, resulta de lectura rpida y muestra a una
polica oficial con algunas deficiencias en el proceso de la investigacin, hecho que para la
realidad mexicana de ese entonces, no resultaba extrao, lo cual, daba al cuento ese toque
de realidad que, sin ser un policial clsico y menos uno de negro, si resulta verosmil. Al
final, despus de tres das de interrogatorios a los sospechosos (los tres hermanos) y la
aparicin del primo cuyas pruebas le incriminaban junto a uno de los hermanos, terminan
confesando su crimen, cuyo mvil fue la ira provocada en el jardinero y su primo por parte
del seor Navarro, que inicialmente no quera dejar entrar al cementerio al primo por ser
muy tarde, sin embargo, lo deja entrar y, una vez dentro, Navarro le insult, provocando la
produccin literaria es sin duda el autor detrs del pseudnimo Nick Carter. Pues as como
faltar, pues en los nmeros 10 (28 de junio de 1937) y 15 (5 de agosto de 1937) public las
caso, el narrador que es un polica describiendo sus memorias, nos cuenta su ltimo caso en
respectivamente. Lo que pareca un caso ordinario de una desaparicin causada por una
disparo en el corazn y con una nota que comprobaba el atentado contra su vida. Sin
la occisa, as como un segundo disparo que desechaba la idea del suicidio pusieron en la
mira de la polica a Paco, pareja sentimental de Cant y cuya violencia haca ella era
constante. Aunque ignoraban su paradero, despus de unos das fue sorprendido al intentar
acepta su crimen. El cuento es ameno y gil, considero que es un texto intermedio entre el
policial clsico y negro, con un lenguaje cuidado, no sin ello mostrar alguna palabra ajena
al vocabulario de hoy y quiz comn para el individuo de la poca, como pechereada que
segn el propio narrador significa dormir unas dos o tres horas en el escritorio.111 Incluso
lanza un comentario critico a revistas como esta que, adems de relatos, publicaban textos
de autnticos policas: [] lea asuntos policacos, extranjeros, sin base, escritos por
mediocridades que se suponan policas pero que, en los Estados Unidos se lean
mucho.112 En tanto, su segundo texto, es narrado por un periodista que tal como en el
relato anterior, recurre al modelo de las memorias para contar la historia de Jos
Hernndez, apodado El Matarratas, personaje cuya habilidad y rudeza para acabar con los
ladrones lo llevaron a ser uno de los matones al servicio de Victoriano Huerta, hecho que
111
Nick Carter, Suicida? No, asesinada!, Detectives y Bandidos. Semanario policiaco (Mxico, D.F.), nm.
X, 28 de junio de 1937, p. 76.
112
Op. cit., p. 74.
88
cuando la revolucin derroc a Huerta, lo condujo a la muerte, pues tras ser buscado por
pero, por miedo a las armas, un da antes de su ejecucin, se suicida tomando un veneno.
Es con este breve y parcial vistazo por Misterio y Detectives y Bandidos que damos
temporalmente por cerrado el caso de las primeras revistas dedicadas a las letras policiales
en Mxico, mismas que urge sean rescatadas y comentadas antes de que se pierdan en el
olvido.
Aunque desconozco la duracin total de Misterio y Detectives y Bandidos por las razones
expuestas en los apartados anteriores, existieron en Mxico dos revistas cuya importancia
no se entendera sin la colaboracin de una persona: Antonio Hel. Personaje que ocupa un
lugar muy alto en las letras policiales nacionales con el magazine Selecciones Policiacas y
y mensual la mayor parte del tiempo del tambin pionero, gran entusiasta y defensor del
113
Es muy curioso como la tipografa empleada para escribir una palabra del titulo (Selecciones) tenga un
entero parecido con la revista de variedades norteamericana Selecciones de Readers Digest, que ya
circulaba en el pas desde 1940. Es ms, hasta el formato de ambas era similar (publicacin de bolsillo con
89
gnero en Mxico, Antonio Hel, que tras 159 nmeros114 (dividida en una serie de cuentos
y otra de novelas cortas, con dos en cada nmero) fue el portavoz oficial de la Ellery
material mexicano.115
es la ms seria, no solo por tener contacto directo y un convenio con la famosa revista
norteamericana y sus creadores (Frederick Dannay y Manfred Bennington Lee, los nombres
detrs de Ellery Queen), tambin por preocuparse de detalles que Misterio o Detectives y
Bandidos pasaron por alto, como dar crdito a los traductores, pues al ser una reproduccin
rara vez se omite, en la mayora, el crdito lo tienen Ernesto Monato, Armando Villagrn,
Adalberto Elas Gonzlez y Jos M. Cod, entre muchos que traducen algn relato como el
propio Rafael Bernal que en el nmero tres (1 de diciembre de 1946) traduce un cuento de
aproximadamente 100 pginas a dos columnas). Quiz solo sea coincidencia o una hbil estrategia de
mercado para conseguir mayores ventas o darle mayor prestigio y hacer creer al comprador que haba
respaldo de esa revista.
114
Segn Vicente Francisco Torres, la revista vivi de 1946 a 1953 (Muertos de papel, p. 68.), empero, por
obra del destino lleg a mis manos el que segn Mara Elvira Bermdez, en entrevista con Torres fue el
nmero 159 y ltimo de la revista que debido a circunstancias ajenas a su voluntad, Hel tuvo que
suspender [] (Muertos de papel, p. 103). Respecto a este ltimo nmero, en la pgina editorial se advierte
que corresponde a la 1ra quincena de febrero de 1958, durando entonces cinco aos ms de lo anunciado
por Torres.
115
Carlos Monsivis, Prologo a Antonio Hel, La obligacin de asesinar, Miguel ngel Porra, Mxico,
1998, p. 15.
116
Selecciones Policiacas y de Misterio (Mxico, D. F.), nm. 151, ao XII, 2. Quincena de enero de 1957, p.
3.
90
Dashiell Hammett. As como dio crdito a los traductores, la revista incluye, aunque sea de
manera parcial, parte del consejo editorial (administrador y jefe de redaccin), faltando en
todo caso el nombre de Hel, quien seguramente no quiso aparecer o solo apareci en
algunos nmeros. Otro elemento que prescindi la publicacin, fueron las ilustraciones,
As como figuraron en sus pginas, Agatha Christie, Donald Yates, Rex Stout,
ventajosamente con los autores de habla inglesa: La muerte potica por Rafael
publicados, Mara Elvira Bermdez, Pepe Martnez de la Vega y el mismo Hel, quienes
tiempo despus se veran reunidos en la Antologa del gnero que prepar Bermdez en
117
Si Misterio tena como propsito llegar a ser referente a nivel continental, hecho que al menos entre
1934 y 1936 no se puede asegurar con certeza pues no proporcionan datos que demuestren su distribucin
fuera del pas; Selecciones, gracias a un pequeo e insignificante detalle como son los costos por ejemplar y
las cuotas de suscripcin ($ 2 y $ 20 o 3 dlares, respectivamente) que se puede asegurar la circulacin
internacional de la revista de Hel desde su primer nmero. Cabe mencionar que para 1937 Misterio cuyas
tarifas solo eran por ejemplar adquirido en la capital, 50 cts., en provincia, 60 cts. y suscripcin, $ 6, ya
inclua una tarifa para el extranjero (2.50 dlares por suscripcin), lo que hace suponer una difusin
internacional tarda de la publicacin de editorial Sayrols.
118
Selecciones Policiacas y de Misterio (Mxico, D. F.), nm. 4, ao I, 15 de diciembre de 1946.
91
Pero no todo qued en estos autores, que sin lugar a dudas son los mximos
representantes del policial en Mxico, tambin publicaron algunos ms que sin haber
(La vivienda nmero 18), 105 (En un automvil), 125 (El abanico de Sndalo) y 135
(Los insectos del profesor) en que Torres aprecia cierto aprendizaje, un grado creciente
tampoco se propuso el trabajo del idioma con fines artsticos.120 El autor de La otra
literatura mexicana, considera que los primeros tres cuentos de Cruzpin estn tan
embebidos por las enigmas de cuarto cerrado, las historias de asesinatos que aparentan ser
suicidios, los falsos culpables y un proceso de explicacin o revelacin del misterio que
requiere de la reunin de todos los involucrados, que carecen de valor narrativo. En tanto,
Los insectos del profesor es para l, su mejor texto por los conocimientos entomolgicos
119
Selecciones, al igual que sus antecesoras o contemporneas, son prcticamente inasequibles, aunque
cabe mencionar que la revista de Antonio Hel es la nica que, al menos parcialmente, y con un evidente
estado de descuido, ha encontrado un espacio caritativo en los estantes de la Hemeroteca Nacional (que
forma parte de la Biblioteca Nacional y estn bajo resguardo de la UNAM). Sin embargo, para el comentario
de los autores mexicanos que en ella aparecen, tendr que recurrir a los comentarios de Vicente Francisco
Torres, quien al parecer tiene noticia si no de todos, si de una buena parte de las plumas nacionales que
publicaron ah, pues los ejemplares disponibles en biblioteca adems de tener errores en su ordenacin,
presentan pginas faltantes y coincidentemente en la mayora de los mismos solo hay traducciones. Lo nico
que prometo es enriquecer un poco lo comentado por Torres con lecturas de los pocos textos que pude
consultar o tengo bajo mi resguardo.
120
Vicente Francisco Torres, Muertos de papel. Un paseo por la narrativa policial mexicana, CONACULTA,
Mxico, 2003, p. 68-69.
92
que pone en juego y por los preparativos sutiles que disfrazan un suicidio como asesinato;
todo porque el profesor haba gastado sus magros emolumentos en libros y bichos que no le
Otro de esos autores desconocidos para nosotros y que nunca se present en las dos
oficinas que tuvo la revista (Uruguay 17, despacho 209 y Uruguay 35, despacho 303), pero
si envi sus relatos solicitando ante todo benevolencia y claro, la publicacin, fue
Raymundo Quiroz Mendoza, quien vio publicados un cuento y dos novelas cortas. El
Ciudad de Mxico, apuesta por el seguimiento de pistas y falsas coartadas.122 Sus textos
ms largos aparecieron en los tomos 91 (Voto a bros) y 116 (Sin novedad en Berln)
siendo relatos de carcter histrico policiales que involucran a personajes importantes del
pasado, por ejemplo, en Voto a bros, que se desarrolla en Pars durante la matanza de
San Bartolom (24 de agosto de 1572) tiene como personajes centrales a Enrique de
alimentando ratones y ensayando sus inclinaciones pictricas en las que nunca destac.
Todo para narrar el hipottico asesinato del Fhrer por envenenamiento.124 Aunque no lo
121
Ibd., p. 69.
122
dem.
123
dem.
124
dem.
93
comenta, Torres menciona la existencia de otro cuento de Quiroz Mendoza, titulado El
amor es veneno que compila en su libro de 1982, El cuento policial mexicano, solo que en
ninguno de sus dos libros ofrece el nmero de Selecciones en que aparece. El cuento de
apenas cuatro pginas es el mejor, pues mantiene al lector en tensin de principio a fin,
tensin que comienza con el narrador protagonista (del que solo al final sabremos se llama
Mac OHara) y su esposa (June) sentados en el comedor mirndose entre si y concluye con
el propio OHara a punto de recibir su sentencia de muerte en la silla elctrica, por haber
fraude de Mac. Estamos ante un relato criminolgico que a pesar de ser ambientado en
cualquier ciudad de Estados Unidos y con personajes cuyos nombres son en ingls, est
El siguiente autor, si bien como escritor no fue muy prolfico, si lo fue como
cineasta, me refiero al director que filmara cintas como Ah est del detalle (1940) y
Cuando los hijos se van (1941), Juan Bustillo Oro (1904-1989) que en el nmero 92 (1951)
firma de su to para hacerse un cheque con el que pagara sus deudas de juego y seguira
apostando por un buen rato, inculpando de todo ello a su primo. Sin embargo, falla en su
intento de asesinato, pues el to haba muerto antes. Lo que resulta interesante ya que, sin
ser realmente ms que culpable de fraude, las pruebas y conjeturas de la polica determinan
que realmente lo asesin y forz al difunto a que le hiciera el cheque y sea encarcelado por
125
Raymundo Quiroz Mendoza, El amor es veneno en Vicente Francisco Torres, El cuento policial
mexicano, prl. y sel. del autor, Digenes, Mxico, 1982, pp. 63-66.
94
asesinato en vez de fraude. Las comparaciones que hace el narrador entre los
procedimientos criminales que lleva a cabo y los juegos de azar son de llamar la atencin,
pues hacen ver al protagonista como un obseso del juego y las apuestas, aunque nunca
gane. Por otra parte, la participacin del viejo zorro del criado es fundamental para la
resolucin del caso, algo que es contrario a las narraciones policiacas clsicas que siempre
suelen hacer culpables a los sirvientes. En el nmero 123 (1954) public El asesino de los
gatos, texto en que repite el mismo esquema narrativo del anterior, pues coloca al narrador
protagonista, un viejo y cobarde elevadorista que tiene que lidiar con el gero Rico, su
prepotente y tonto jefe. Sometido a las vergenzas que le hace pasar su jefe, el empleado
busca refugio en dar alimento a unos gatos que llegaron al stano del edificio donde
trabajaba. Al darse cuenta de esto, Rico emprendi una cacera brutal en contra de los gatos
que alimentaba su subordinado, misma que se extendi por ms tiempo, volvindose algo
as como una aficin, una perversa aficin que le excitaba tanto como al pobre elevadorista
le llenaba de asco y temor. El empleado trata de hacer justicia al encarar a Rico, pero solo
recibe un par de puetazos que lo dejan ms impotente y resignado a no poder hacer nada,
gero Rico le ocurrira algo malo por andar matando a tantos gatos sin razn. Y finalmente
pas, una extraa y temprana llamada solicitando el ascensor, una falla en el mecanismo
que deja el piso del elevador justo a una cabeza del piso del vestbulo, la inusual apertura de
las puertas, el paso en ese justo momento del gero Rico y la brillante idea de meter la
cabeza justo en el hueco que haba entre ascensor y piso, fue el momento del desquite, del
asesinato o accidente, como fue calificado, pues justo en ese momento volvi a operar el
95
nos cuenta como se dieron los hechos y sus impresiones de lo que l si considera fue un
asesinato y por ende, el responsable), es quiz, de todos los textos ledos hasta el momento,
el ms sangriento y siniestro. Aunque el crimen est ah, bien podra tratarse de un relato
sobrenatural, pues el tratamiento que da el narrador a los gatos es, desde el comienzo del
y sesos de gato por todos lados, siendo quiz la muerte del gero Rico, la menos aparatosa,
traductores, Adalberto Elas Gonzlez con Una orqudea en la arena (nmero 46), Ernesto
Monato y su Semana santa trgica (nmero 42) y Jos M. Cod con El caso de la
sonatina (nmero 87). En el primer caso, nos encontramos con una novela breve, del que
Selecciones, adems de ser una publicacin post mortem pues en la introduccin se nos da
cuenta de que Elas Gonzlez, quien tena un par de meses en Los ngeles recin haba
asesinato del novillero Paco de la Rosa (a quien un da antes haba visto en la Plaza Mxico
oficial que comandaba el coronel Gmez, jefe de la secreta y quien siempre se burlara de
126
Afortunadamente para Bustillo, estos y otros diez cuentos suyos (los nicos que public) han pasado a
engrosar la nmina de autores y textos rescatados por el Instituto de Investigaciones Filolgicas de la UNAM
como parte de la coleccin Deuda Saldada que dirige Lourdes Franco Bagnouls. El titulo de la compilacin
es La penumbra inquieta y otros relatos (2009), mismo que es una delicia y deja ver a un narrador que pudo
hacer mucho ms en el mundo literario, aunque lo que hizo, como los textos comentados aqu, son
suficientes para revalorarlo.
96
Benavente por su aficin al detectivismo. Sin embargo, las investigaciones del aficionado
dieron frutos a 48 horas de iniciadas las investigaciones, mostrando la ineptitud del coronel
como El Tapato y que fueron planeados por Matilde Proales, hermana de Maritoa quien
era la nica heredera de la fortuna de su padre y por temor a perder las ddivas de su
hermana, busc asesinar a ambos toreros, de los que Maritoa haba quedado prendada.
Aunque el relato de Elas Gonzlez no supone una gran revelacin, est bien contado y nos
da una muestra de lo que era el ambiente taurino y de las clases altas, adems de mostrarnos
un poco del ambiente de poca al mencionar lugares emblemticos como Lady Baltimore,
la misma Plaza Mxico y los bares de toreros que eran comunes en la poca.
procesin de hombres envueltos en hbitos negros que llevaban capiruchos cnicos dotados
de un faldilla que cubra sus rostros.127 Torres ve como el principal defecto del texto de
Monato consiste en los constantes halagos que lejos de ayudar, constituyen un lastre para
Cod, quien Torres cree es espaol (al igual que Ernesto Monato), El caso de la sonatina
se trata de un relato criminolgico en que Edith Villalba, protagonista del cuento, slo
Ensayo de un crimen es notoria, la diferencia que existe entre la obra del dramaturgo y el
relato de Cod es que a la mitad del mismo ya se sabe cmo asesinar a su esposo, restando
intensidad en la trama.
127
Vicente Francisco Torres, Muertos de papel. Un paseo por la narrativa policial mexicana, p. 71.
128
dem.
97
En el nmero 19, Eduardo Pen A. entrega Sin ortografa, una adivinanza de seis
cuartillas pues un moribundo denuncia a su agresor anotando los nmeros que unas
159 y que a la postre fuera el ltimo de Selecciones, una probadita de su libro Crmenes
ejemplares, bajo el titulo Nuevos crmenes ejemplares que en tan solo cuatro pginas,
lado humano, pero tambin sombro y hasta humorstico de quien comete un crimen: Era
bizco y yo cre que me miraba feo. Y me miraba feo! Aqu a cualquier desgraciado
Al igual que con uno de los cuentos de Quiroz Mendoza, Torres en su antologa, El
cuento policial mexicano, informa del texto de Vicente Fe lvarez, Los dientes delatores,
matrimonio que tras aos de monotona y lejos de los aos dorados, se pasa a la
edad, as como su falta de apetito sexual, son algunos de los ejemplos que el narrador
protagonista da del asco que le da Irene, su esposa) que al menos, para el protagonista del
129
Ibd., p. 72.
130
Max Aub, Nuevos crmenes ejemplares, Selecciones Policiacas y de Misterio (Mxico, D.F.), nm. 159,
ao XII, 1ra. Quincena de febrero de 1958, p. 95.
98
relato, lo motiv al asesinato de su mujer, sabiendo quiz, que sera ms rpido, efectivo y
ventajoso (por los $17,000 que tena ahorrados ella) que el divorcio, aunque esa dentadura
Rafael Bernal, como he mencionado lneas atrs, fue el primer autor de habla
espaola en ser publicado por Selecciones, con La muerte potica (nmero 5), seguido,
Tedulo Batanes, con solo escuchar lo que le cont un dudoso, temeroso y con resaca,
Enrique Lagos respecto al aparente asesinato de su to, don Eulalio Robleda y Lagos y ver
antes de huir despavorido), pudo deducir que fue el jardinero quien plane todo e inculp a
Eduardo quien ya tena antecedentes, olvidando cambiar la fecha del misal (pues el seor
iba diariamente a misa por las maanas), siendo eso lo que lo delat. Finalmente, su
Ramrez quien recin acaba de enviudar y sospecha que su esposo (Fidel Gmez) no
falleci de causas naturales sino asesinado por su sobrino, Agustn Gmez, que resulta ser
nico heredero de la fortuna de su esposo. Lo que interes al periodista fue que el sobrino
lo buscara por la misma razn, solo que el responsabilizaba al mdico y amigo de Fidel,
Atanasio Rivera. Tras una serie de investigaciones e interrogatorios a los tres, los sirvientes,
99
as como verificar las coartadas del sobrino y la esposa (quien dicho sea de paso, se llevaba
muy mal con su marido y su sobrino) y aunque su plan resultaba impecable, Zozaya
descubri que el asesino fue el sobrino, quien envuelto en mltiples deudas derivadas por
su aficin al juego, adems de temer que fuera desheredado, tena planeado el asesinato de
relato, Armando quien por trabajo se hallaba en el Puerto de Veracruz, encuentra por
casualidad a Carmela y Germana Ruiz, hermanas que conoci durante su estancia laboral
en Puebla y cuyo recuerdo de Carmela no solo le era muy grato, tambin algo triste, pues
tena inclinaciones amorosas haca ella y lo termin cambiando por otro, que con el tiempo,
la cambi por su hermana. El Casanova en cuestin era Rafael Dorantes. Tras conversar un
detective aficionado hacer un viaje en barco de Veracruz a Tampico, mismo que tras pensar
un poco, acept. Lo que pareca ser un viaje sin novedad, se torn en un misterio con el
repentino asesinato del rompecorazones, Rafael Dorantes. Lo complicado era que todos los
que estaban ms cercanos al personaje tenan motivos para asesinarlo, desde la esposa
tmida que cansada del descaro de su marido, se decidera por fin a matarlo, hasta el seor
vio cegado por la ira y lo mat, sin dejar de lado a Mr. White, un norteamericano que fue
estafado vilmente por el occiso y desde luego, Carmela, que al saber la clase de persona que
era Rafael, se vio en la necesidad de matarlo para que no siguiera haciendo ms dao a su
hermana y a otras mujeres. Tras un ir y venir de sospechosos y pruebas, Zozaya dio con el
asesino y fue Carmela, quien al saber el descubrimiento en voz del propio periodista
100
Tengo entendido que an hay ms autores que publicaron sus textos en Selecciones
material que documente esas suposiciones hace difcil su comprobacin, esperando que en
otra de esas bsquedas por los pasillos repletos de libros y revistas olvidadas surjan los
Aventura y Misterio que, a pesar de su paso efmero por las letras policiales, su importancia
es tal que no por nada la considero como la segunda ms importante del gnero en Mxico.
Inglaterra y Francia, tuvo la brillante idea de organizar concursos de cuentos para la misma
coleccin, pero al superar las expectativas de los editores en cantidad y calidad, decidieron
albergara textos originales y una pequea cuota de cuentos clsicos, con una intencin
131
Iln Stavans en su Antihroes, afirma que Hel particip como colaborador para editorial Novaro, en la
serie Policiaca y de Misterio, perteneciente a la coleccin Nova-Mex, quien recomend textos de
numerosos autores clsicos, adems de ver publicada en el nmero 79 de la serie, La obligacin de asesinar.
Aunque no se menciona, es muy probable que ante el final de Selecciones, haya pasado a formar parte del
equipo de Aventura y Misterio, ya fuera como asesor o parte del jurado calificador.
101
Como incentivo a los creadores, la revista cuyo concurso era permanente, ofreci en
una primera etapa (esta comprende de los nmeros 1 al 9), un premio de mil pesos, otro de
quinientos pesos y cien pesos para el resto de textos inditos, mientras, en la segunda etapa
(del nmero 10 al 14), un premio de mil pesos, otro de setecientos cincuenta pesos, uno
ms de quinientos y cien pesos para los dems textos inditos. As como los premios
cambiaron, las bases del concurso, si bien nunca dejaron de ser flexibles en la extensin de
la calidad lo ameritaba, sin atender el tamao, estos podan ser considerados no solo para
aventuras y algunos pocos de tema fantstico o amorosos (cuya trama contaba con guios
del policial), para la segunda etapa, los editores decidieron ampliar los gneros, dejando en
libertad al escritor para escoger el que a su buen entender sea el ms propio a su estilo y
tcnica [].132 Este hecho que si bien resulta loable, disminuye considerablemente la
muy lejano cada vez de su propio titulo, despojando a los lectores y autores, de una mayor
produccin del gnero. Razn por la que seguramente, no hubo un nmero 15 o de haber
pesos y dlares ($ 2 o 0.20 dlares por ejemplar y $ 24 o 2.50 dlares por suscripcin
132
Aventura y Misterio (Originales en Castellano) (Mxico, D.F.), nm. 9, julio 1957.
102
anual), hecho que, al igual que Selecciones, pone de manifiesto su distribucin continental
y aunque cont solamente de 14 nmeros entre noviembre de 1956 y enero de 1958 public
148 textos, pertenecientes a 124 autores que he dividido en cuatro grandes grupos:
Autores clsicos: Manuel Jos Othn, Horacio Quiroga, Jorge Luis Borges, Manuel
Gutirrez Njera, Ricardo Palma, Carlos Prez Ruiz, Rodolfo J. Walsh, Rafael Delgado y
Autores extranjeros: Espaa, Cuba, Argentina, Colombia, Ecuador, Panam y Per son los
destacan Mara Elvira Bermdez, Antonio Hel, Margos de Villanueva, Juan Bustillo Oro y
Sera adems de excesivo y extenso, hasta innecesario el comentar cada una de las
133
Entindase por autores oficiales, aquellos escritores reconocidos o del canon que no se consideran parte
de los autores dedicados al gnero por completo. Tambin incluyo en este campo, a personas reconocidas
fuera del mbito literario, ya sea por algn cargo pblico o su labor en otras disciplinas humansticas.
103
3.2.2.1 Autores mexicanos en Aventura y Misterio
(en cuya gestin se concluye la construccin de Ciudad Universitaria), Luis Garrido (1898-
protagonizado por el medico y detective aficionado Harry Carey que se encarga de resolver
lleva a colaborar con el inspector de polica, Byrne. El oficial que trabaja gustoso con l,
marca una diferencia de la mayora de textos similares en que el polica est contra la
participacin de personas ajenas que carecen de las tcnicas o preparacin policial. Tras
una serie de pistas, Carey descubre que el asesino fue un pintor de cuerpos desnudos, que
para retratar a Lady Chater, inyect un narctico en una manzana que la dormira, pero la
periodista, Armando H. Zozaya que tras recibir una nota en que lo retan a descubrir quien
ser el asesino del ministro Mario Ballesteros durante una transmisin televisiva, se logra
introducir cual periodista que es, en el lugar en que ser emitida la conferencia del ministro,
viendo ante sus ojos como caa muerto sin aparente explicacin. El relato que involucra a
pistas mnimas que llevan a Zozaya a descubrir al asesino, que fue Negrete, quien, al ser
muy cercano a Ballesteros y resentido por su falta de atenciones, recurri a las alergias que
104
tena para causarle un desmayo (con esencia de clavo) y posteriormente, ya inconsciente,
apualarlo.
Mndez Armendriz que en los nmeros dos y cuatro publica La suicida invisible y El
Misterio de estos mismos textos bajo el titulo Vida y milagros de Pancho Reyes, cuyo autor
revista advierte puntualmente a los autores que deseen colaborar que toda similitud con
responsabilidad.134 Quiero suponer que este suceso no es tan extrao como parece, pues
gracias al descredito que tuvo el gnero en aquella poca, seguramente el autor de estos y
otros relatos protagonizados por Pancho Reyes, en su publicacin individual hallan sido
annimos, para evitar as, una incomodidad a su persona y que, al aparecer Aventura y
tambin una invencin suya), consiguiendo as cierta fama momentnea, como autor de
relatos policiales. Las narraciones, se enmarcan dentro del policial clsico al estilo de
Conan Doyle, es decir, con multitud de pistas y deducciones que siempre llevan al feliz
Reyes, el narrador que es el rico hacendado Carlos Montero, amigo cercano, ayudante y
confidente del que fuera llamado hroe policiaco nacional o simplemente El Tejn
Reyes, cuenta a modo de retrospectiva los sucesos que le dieron fama en las primeras
134
Aventura y Misterio (Originales en Castellano) (Mxico, D.F.), nm. 1, noviembre 1956, p. 2.
105
dcadas del siglo XX, siendo este, el primero y el que diera fama prematura al entonces
muchacho preparatoriano y que hasta ese momento era ampliamente conocido por su
infalible sistema de ayuda para exmenes llamado Cbula y Rbula, que no era otra cosa
ms que un acorden para hacer trampa, adems de contar siempre con su eterno cigarro
(negro o blanco, Chorritos o Mascota, segn quien se lo hubiera dado, pues l nunca
compraba, por sistema, segn deca) []. 135 Despus de los recuerdos y alabanzas que
hizo Montero a su amigo y que duran las tres primeras partes del relato, nos detalla los
sucesos que introdujeron a Pancho Reyes a la fama. Clara, hija del empresario don Alberto
es hallada muerta en su casa de campo en Tlalpan (esa es una marca de poca y confirma,
suicidio, por una nota hallada en el lugar de los hechos. Como en los relatos ms
convencionales del policial clsico, el Tejn, quien no cree que fuera un suicidio, observa a
detalle el lugar de los hechos y tras verificar motivos y coartadas de los posibles
implicados, concluye que fue Eduardo, hermano de Clara y conocido de Montero quien
cometi el asesinato (hacindolo pasar por suicidio), pero no de su hermana, sino de Luisa,
doncella de ella, con la intencin de reclamar una herencia. El hecho, que confundi a don
Alberto, pues segn l, su hija deba estar en un convento en Europa, pagando la deshonra
que caus a la familia y encubierta en un falso suicidio (es decir, sin cadver), falso porque
el padre mancillado en su honor crey que al hacer pasar a su hija como suicida, nadie se
enterara del error que ella haba cometido. En el segundo relato (El tres de espadas),
ambientado de igual manera en las primeras dcadas del siglo, pero en Sonora, refiere las
135
Santiago Mndez Armendriz, La suicida invisible en Aventura y Misterio (Originales en Castellano)
(Mxico, D.F.), nm. 2, diciembre 1956, p. 35.
106
rebelin yaqui) del ejercito. Reyes, quien al recibir una carta pidiendo su apoyo, as como
unas llamadas extraas en casa de su amigo Carlos Montero, no est seguro de tomar la
investigacin. Empero, al recibir otra carta en que le piden no lo haga, decide, junto a
Montero, tomar el caso. Al igual que en relato anterior, Reyes descubre que los asesinatos
fueron encubiertos por otros soldados con la finalidad de no ser descubiertos y evitar el
cuenta como Alfredo Zulueta un afamado locutor de radio, cuyo ritmo de vida era
incosteable con su sueldo y por tanto, ambicionaba ms dinero, razn por la que plane el
asesinato de su jefe y dueo de la emisora, don Rafael Sols, para as apoderarse de poco
cargo del comandante Carrizales y su amigo, el periodista Roberto Balmis, siendo ste, el
que desech la coartada de Zulueta quien durante el asesinato de don Rafael, asegur que
nunca sali de la cabina radiofnica y menos an, se quit los audfonos, pues el periodista
descubri que durante la transmisin original, justo a los ocho minutos de iniciado su
programa hubo una interrupcin de seis minutos (por eso el titulo del cuento) ocasionados
por una falla en el suministro elctrico, as como unas cenizas correspondientes a unos
cheques que sustrajo con el dinero el da del asesinato, fueron las pruebas que llevaron al
Al igual que Bermdez, otro infaltable en las pginas de Aventura y Misterio fue
Antonio Hel, que en el tercer nmero colabor con la narracin Un da antes de morir
107
en que el autor de La obligacin de asesinar, recurre al relato de tipo criminolgico, pues el
ejecutado por el asesinato de dos personas (Fernando Romero y Jos Luis Obregn), cuenta
como fueron los hechos, desde el planificado intento de asesinato de Romero (empresario
exitoso que das antes le arrebat un negocio importante y con quien estaba resentido por su
asesinato como tal, sino en la forma en que fue ejecutado, pues era muy similar al plan
elaborado por l; hasta la muerte de Obregn (socio de Romero, otrora del narrador) a
manos de l, en defensa propia. Lo que no saba el ahora condenado a muerte era que
Obregn y la esposa de Romero eran amantes y haban planeado todo, de manera que fuera
inculpado el narrador y ellos pudieran huir juntos. Aunque explic todo ello a la polica,
Guanajuato, Armando Olivares Carrillo (1910-1962) public el relato Iguales eran los
rostros, cuento policial clsico ambientado en Estados Unidos, involucrando al mundo del
periodista de arte Allen Kerry resuelve tras examinar cuidadosamente las pinturas,
obteniendo como resultado el que solo una es autntica y el resto una falsificacin de
William Barrot (el que las descubri) que alude y delata el asesinato de Birts, un pintor que
108
En Aprendiz de asesino, Blanca Edwiges de Ramos recurre al relato
protagonista, llamado Ricardo que busca asesinar a su odiosa amante, Magda, el plan de
colocar una pastilla para dormir envenenada en su frasco, no funcion, pues antes de ver
consumado su plan, alguien ms la mat a balazos, siendo para la polica, el nico culpable
de ese crimen pasional, aunque ni siquiera haba sabido de ella en varios meses (pues parte
cuarto nmero de Aventura y Misterio, es un texto criminolgico que muestra la mente del
segunda guerra mundial, que tras una serie de asesinatos cometidos en Los ngeles (tres
nias en dos meses), decide emigrar a la Ciudad de Mxico en busca de cierta calma y
probar su suerte. Mora cuida mucho el revelarnos que el gringo es autor de esos crmenes e
incluso de que sea poseedor de esa filia, sin embargo, cuando una noche cualquiera,
caminando por la calle se cruza con Martita Keller, una nia rubia de 12 aos que tras salir
de su clase de ballet y olvidar tomar el camin que la llevara a su casa decide caminar y al
encontrarse ste ltimo con la nia, decide seguirla, reaccionando de la siguiente manera:
Los pensamientos del hombre estaban paralizados. La mirada recorra las piernas y el
cuerpo de la nia. La lengua reseca sala a unos labios tambin resecos.137 En ese
momento, se nos revela al perturbado individuo como el mismo depredador sexual que
136
Adems de este relato, public Llamada sin nombre (nmero 8, junio 1957).
137
Juan Miguel de Mora, Estar de suerte en Aventura y Misterio (Originales en Castellano) (Mxico, D.F.),
nm. 4, febrero 1957, p. 32.
109
tom poca importancia a que el gringo caminara tras ella, al pasar las calles y ver que este
le siguiera los pasos, comenz a ponerse nerviosa y justo cuando pasaban por una obra en
construccin, el acosador de Martita es detenido por dos sujetos que lo apualan y roban,
muriendo al instante y la nia que momentos antes de llegar a su casa no volvi a ver al
Narracin policial clsica en que dos policas (el coronel Mijares y Luis ngel) intervienen
en el asesinato del licenciado Villalpando a manos de tres sujetos (los hermanos Jos
Antonio, Jos Manuel y Jos Juan Montero) que aseguraban cada uno ser el asesino del que
en vida los estafara con los bienes que administraba de su padre. Aunque los tres
comprobaron que haban apualado al licenciado, ninguno fue, pues Luis ngel que prest
atencin a las declaraciones de los hermanos, se percat que el afortunado para quitar la
espadas, que ninguno obtuvo, pero fingieron tener (de ah la confusin), cubriendo as al
verdadero asesino que fue Margarita Hurtado, madre de los jvenes, quien al verse
descubierta se suicid en presencia de sus hijos y la polica, quienes no pudieron hacer nada
texto ms apegado al relato policial clsico convencional, en que hay una muerte
(Mercedes Rojas), llevan al detective (Lechuga), contratado por la bella dama inculpada a
investigar lo que a todas luces pareca obvio y que finalmente no lo era, pues uno de sus
138
Adems de los textos comentados, Lechuga public Obsesin de venganza (nmero 2, diciembre 1956).
110
sobrinos (Fernando) inyect un veneno en un huevo que segn l, sera destinado a su
hermano (Guillermo), teniendo para si, toda la herencia de su to, sin embargo, no contaba
que la nica persona que consuma huevos era su to, muriendo este, en lugar de su
hermano. Tras ser descubierto por el detective, este ingiere el veneno, muriendo
instantneamente.
El relato Sin error de clculo, escrito por Rafael Lizardi Durn y merecedor del
segundo premio, es una narracin de tipo criminolgico que cuenta la historia de Ernesto
Montao, un empresario cuyos celos constantes por su esposa (Raquel) le llevaron a creer
que mantena relaciones con uno de sus socios (Felipe Torres). Aprovechando un viaje de
trama un plan para asesinarla. La idea era simple: mientras todos en el hotel crean que
noche de fiesta. El plan era perfecto y ejecutarlo fue muy fcil, sin embargo, el destino le
tena preparada una sorpresa, cuando l regresaba al hotel, justo en el lobby, su socio,
este ltimo un gesto de terror por lo que haba pensado era un crimen perfecto.
representantes de la ley, en este caso no es as, pues si bien existe el desafo (Adolfo
111
Garivn, un joven investigador aficionado reta al inspector Joseph Brandon de los servicios
con dinero suficiente para pagar la apuesta y para l, adems de confesarle que l mat de
inspector y acepta su derrota, pero este ltimo, se burla de l, rechazando el cheque por
considerarlo de hule y explicndole que la muerte de Torre Bermeja fue natural (un sincope
cardiaco) y el supuesto disparo que lo haca ver como suicidio o asesinato, no fue ms que
En el nmero seis, Rogelio Gmez Daz colabora con Crimen legal. Ambientada
en Estados Unidos, es una narracin que muestra como la ley y las autoridades que la hacen
lo que le sucede a Charles Cook quien permanece preso durante diez aos por el crimen de
su socio y amigo, Robert Baum, que en realidad fingi su muerte. Al salir de prisin, Cook
decide ir a Mxico pero, al llegar a San Diego, California, se encontr con Baum, quien
ante la sorpresa, le pregunta que ha sido de su vida y ste, molesto por la injusticia y ms
por ver vivo a quien se supona muerto, lo mata y sigue su camino a Mxico, desquitando
112
En el mismo nmero, Salvador Fernndez de Alba publica Redentor de bandidos,
relato en que un par de ladrones novatos ingresan a una oficina para asaltarla. Todo est
bien, salvo una cosa, en el interior se encuentran dos personas ms de las que se supona
deban estar en ese momento, sin embargo, deciden llevar a cabo su robo, no sin antes
someterse a una charla con aquellas personas, siendo disuadidos por esos desconocidos que
interrogatorios e investigaciones, los policas concluyen que el asesino fue el velador, quien
necesitaba dinero e hizo todo un montaje para hacerlo pasar por un robo con violencia.
guio de lo que ser la narco literatura, pues se trata de la historia de Gonzalo Crdenas, un
lanchero que, sin saberlo, se volvi en el transporte de unos traficantes de hierba. Aunque l
nunca se consider parte de la organizacin, poco a poco, casi sin darse cuenta, fue
salirse, hasta que la polica descubri la operacin y fue capturando a cada uno de los
involucrados, excepto a Crdenas, quien tras ser vctima de una trampa que le pusiera uno
de los hombres para los que trabajaba, trat de escapar, siendo capturado y trasladado a las
Islas Maras.
139
Alberto Cervera Espejo, La huida en Aventura y Misterio (Originales en Castellano) (Mxico, D.F.), nm.
7, mayo 1957, p. 117.
113
El relato de Juan E. Closas titulado Crimen en la facultad de medicina y que fue
deseo y las bajas pasiones, con los celos, la mala fama y desde luego, un crimen. El deseo
intenso es representado por el muertero, un individuo que vela por el buen estado de los
cadveres que se usan en la facultad, cuida por las noches las instalaciones y en su silencio
(pues es mudo), le comen las ansias por poseer a Gabriela, una joven y atractiva estudiante
de medicina, cuya fama de mujer fcil le precede y por la que el viejo y mudo empleado, se
muere de celos ante la cantidad de hombres que la acompaan. Una maana, a temprana
hora, Gabriela y el hijo del director de la facultad, que comienzan una relacin, ingresan a
la escuela y trabajan con un cadver. Tras un momento en que el nuevo novio sale del
siendo sospechosos los tres. Tras mltiples interrogatorios, result ser la joven estudiante la
asesina o al menos eso confirm ella, sin embargo, fue el mudo empleado universitario
quien mat realmente a aquel joven que ella solamente haba dejado herido. Ante la
publicado en el nmero 12, es un cuento que bien podra pasar por algn episodio de
(Jim Carson) quien nunca dej de ser sospechoso de la polica en varios asesinatos de
mujeres (siendo entonces, un asesino serial), no obstante, la autoridad nunca haba podido
su inocencia y otorgando pistas falsas a los detectives que estudiaban los casos (el jefe Kerr
114
y William Crawford) que los llevaron a capturar otros delincuentes (como el gnster Rusty
Mass, quien fue sealado por Carson como el verdadero asesino de mujeres) no
relacionados con el caso. Habindose salido casi con la suya, en las puertas de la jefatura de
acompaante, una mujer rubia con la que haba sido visto en otras ocasiones.
pueblo, llamndole el viejo Gus, as como la llegada de otro que curiosamente coincidi
con una serie de muertes por incendio. Cuando el pueblo furioso, decide encarar al extrao
visitante, este se hace llamar Eric Von Wernaugh, de profesin psiquiatra y cual detective,
analiza los crmenes y encuentra un patrn comn, que cada vctima fue vista en posesin
de un automvil de la marca Chrysler y tras tender una trampa para ver si caa el pirmano,
finalmente cay, resultando ser el viejo Gus. Lo ms curioso del relato es que el supuesto
psiquiatra no era ms que un enfermo mental que recin haba escapado del sanatorio donde
Fernndez es quien publica uno de los mejores relatos de toda la revista, pues su cuento,
texto policial en forma, ofrece al lector una aventura sin limites en que un simple empleado,
cuya vida es rutinaria, recibe por la noche una llamada extraa de alguien a quien no
recuerda haber conocido e insiste verlo esa misma noche. El empleado accede a la inusual
115
invitacin y mientras espera la llegada de aquel individuo, duerme un poco y en su sueo se
recrea lo que podra ser el encuentro con esa persona. Tras despertar y volver a su realidad,
este se da cuenta que dentro de l habita una personalidad suicida y, ms seguro de si ante
aventura desconocida.
Pancho, comete un desfalco mientras l no est, para poder complacer a Bertha, su novia.
medicina. Lo que no saba y al final ech a perder su plan, consista en que el cultivo que
tom no era mortal, por lo que no hizo efecto en su to, a quien tendra que encarar.
En el mismo nmero, E. Varona colabor con el relato Una noche (ganador del
tercer premio). Susana Rivera, una empleada cuyo da no fue el mejor, emprenda el viaje
de regreso a la casa de huspedes donde viva, en medio de una noche lluviosa y un apagn
pues uno de ellos enfatizaba acerca de la facilidad con que podra cometerse un asesinato
en una noche como esa, pues la falta de electricidad facilitaba las cosas. El susto de Susana
era tal, que al bajar olvid su bolso y uno de los individuos que charlaba lo not, camin
tras ella para devolverle su bolso y Rivera, al verlo detrs entr en pnico, razn por la que
no atendi los llamados de aquel hombre y huy hasta llegar a su domicilio que pareca
deshabitado, pues sin luz no haba muestras de nadie. Un encuentro con el seor Marn
116
(otro de los huspedes) que casi la mata del susto, la extraa ausencia de la seora Esther y
su marido (dueos de la casa), as como Pipo, la mascota de la seora Benavides que tras
haber emprendido un viaje, dej al perro y contrario a sus costumbres, no le dio de comer,
son las cosas que ella encuentra al llegar a casa. Susana, quien se queda con Pipo, nota raro
el plato del perrito lleno de comida y el rosario que bajo ninguna circunstancia deja la
seora, por parte de los dueos de la casa que al verla la capturan, provocando en ella un
desmayo. Cuando vuelve en s, el seor Marn, le explica que la seora Benavides fue
asesinada por doa Esther y su marido, al darse cuenta la primera, de los constantes robos a
su propiedad decide encarar a la duea de la casa y amenazarla con denunciarla. Ante esas
amenazas el matrimonio decide matarla y hacer creer que se haba ido de viaje, robndole
(ya comentado), que no cambia respecto de la primera publicacin. Lo mismo sucede con el
que fuera uno de los pioneros de la narrativa de ciencia ficcin en Mxico, Diego Caedo,
que publica nuevamente sus narraciones El misterio de las gafas verdes (nmero 1), El
117
Para terminar esta breve revisin he dejado a propsito un texto que seguramente a
muchos har pensar en cambiar las letras por las balas. Me refiero a Un cheque al
portador, relato de Antonio Fernndez Bouzas, que aparece en el nmero 13 y narra como
peridico que le pareca una burla (AA. Al primero que llegue: Se vende automvil
solo el anuncio era real, sino que haba sido el primer afortunado en aceptar la misin que
El sencillo profesor universitario tena un mes para ejecutar su acto y tras breves momentos
de duda y miedo, decidi continuar con el crimen, despus de todo, el dinero pagado era
tiros mat al ministro que se encontraba por dar un discurso al aire libre.
puede ofrecer no solo Aventura y Misterio, sino todas las revistas del gnero comentadas
hasta ahora, si representa quiz, un esfuerzo ms, por recuperar material que hasta entonces
140
Antonio Fernndez Bouzas, Un cheque al portador en Aventura y Misterio (Originales en Castellano)
(Mxico, D.F.), nm. 13, noviembre 1958, p. 96.
141
Ibd., p. 98.
118
3.3 Letras escurridizas: Otras revistas y publicaciones dispersas
las publicaciones referidas durante este capitulo, existieron algunos autores que, buscando
espacios para sus textos, lo hallaron tambin en revistas o peridicos muchas veces
La siempre defensora del policial clsico, critica y terica del gnero en Mxico,
Mara Elvira Bermdez, es quiz, quien mayor espacio tuvo en otros medios, no solo con
sus textos serios (que no eran ms que relatos de carcter fantstico, dramas romnticos o
judiciales en que se maneja un poco la psicologa del protagonista, as como una notoria
critica al sistema judicial que muchas veces no es tan justo o imparcial como se quiere
muestra como Teodoro Escobedo planea y ejecuta (al menos as cree durante todo el relato)
el asesinato de su primo Alejandro, todo ello encubierto por los disfraces de carnaval, el
gento y una coartada que pareca perfecta. Sin embargo, poco despus ve a su primo con
vida y al enfrentarlo, Alejandro le demuestra el error que cometi, pues asesin a otra
pero con fecha del 24 de septiembre de 1951, publica Precisamente ante sus ojos. En este
texto, la narradora, aficionada para resolver misterios y protagonista del relato, Mara
Elena, le cuenta a su marido, el diputado federal por Coahuila, Bruno Morn, el misterio
119
que se suscit alrededor de un manuscrito religioso muy revelador para la historia
mexicana y que pocas horas despus de anunciada su lectura a los familiares y a un amigo
del descubridor (el to Mateo) desapareci sin saber donde, quien y como fue sustrado.
Tras revisar debidamente las habitaciones y analizar a los sospechosos, dedujo que fue el
amigo de su to Mateo, quien por celos profesionales (ambos son historiadores) sustrajo el
enigma de cuarto cerrado y con una reminiscencia al famoso cuento de Poe La carta
robada, no solo por el correr de la accin y misterio, sino por mencin de la narradora
protagonista en la que afirma que la persona que lo rob [el manuscrito] haba ledo
seguramente La Carta Robada de Edgard Allan Poe [sic], y saba que el mejor lugar para
ocultar una cosa es siempre el ms visible.142 Y ms adelante, confirma la razn del titulo
del cuento: Todo el mundo piensa que una cosa debe esconderse lejos de la mirada
humana, e instintivamente busca debajo, detrs y dentro de los objetos; jams se imagina
que lo que ha perdido est precisamente ante sus ojos.143 Lo destacable de la narracin de
Bermdez es el hecho de que sea una mujer quien asuma el papel de detective, hecho que
para la poca signific un logro importante. Finalmente, en el suplemento con fecha del 3
criminolgico, que por medio de una narracin epistolar (pues se trata de una carta a su
abogado, que le haba notificado su pronta liberacin), el delincuente narra todo lo que lo
empleado del juzgado, hombre comn y corriente, cuya vida se volvi un lastre por tener
142
Mara Elvira Bermdez, Precisamente ante sus ojos en Revista Mexicana de Cultura, supl. cult. de El
Nacional (Mxico, D.F.), nm. 234, 24 de septiembre de 1951, p. 9. Parntesis mo.
143
dem.
120
una familia comprensible, una madre exigente, un trabajo que odia y unas ansias de libertad
decidido pisar el reclusorio, no obstante, a pesar de haber estudiado las leyes y todas las
posibilidades para pisar el penal, sus planes no funcionan. Finalmente, uno de sus intentos
rutina, result no ser culpable, hecho que le molest bastante, pues l insiste en seguir tras
las rejas, ya que solo ah podr seguir sus sueos en libertad, lejos de todo lo que le impeda
sistema judicial y la sociedad que permite ciertos actos ilegales (la corrupcin) o juzga
acontecimientos segn sean vistos por los dems (como el intento de robo a la casa del
adems, el privilegio de ser el nico autor mexicano y el primero en habla espaola que
tuvo una participacin en la famosa Ellery Queens Mystery Magazine con dos de sus
traductor y tambin escritor de policial, Anthony Boucher. El texto seleccionado fue The
144
Los cuentos incluidos en la revista norteamericana, as como en la edicin de 1998 de La obligacin de
asesinar, presentan algunas diferencias, respecto a los incluidos en la edicin de 1957 de La obligacin. En el
relato El fistol, lo que cambia respecto a la edicin de 1957 es el titulo, siendo El fistol de la corbata.
Mientras que Debut profesional es la unin de las narraciones, Un clavo saca a otro clavo y El hombre
de la otra acera, sin ninguna variante en el contenido y que Hel, al parecer, separa en un primer momento
(para la primera y segunda edicin de La obligacin de asesinar, 1946 y 1957, respectivamente) y
posteriormente vuelve a juntar en la versin que aparece en la edicin de 1998.
121
stickpin (El fistol), tomado de la Ellery Queens y comparte las pginas con relatos de
Chandler, Hammett, Ellery Queen, Poe, el propio Boucher, entre otros. En la breve
introduccin que aparece justo antes del relato de Hel, Boucher hace nfasis al mencionar
aparecer en ingls: Meet the first Latin American detective to appear in English:
the first and only (with the exception of his friend and collaborator CARLOS MIRANDA)
Mexican detective even in Spanish; and in all Latin America I know of only two others:
DON ISIDRO PARODI and BERNAL CHESTE, both of whom function adroitly in
Buenos Aires.146
Prensa, entre 1948 y 1949,147 que cada domingo narraban las aventuras del periodista de
nota roja e investigador aficionado Chucho Crdenas que, para no modificar el estereotipo,
le soluciona los problemas al inepto inspector Cifuentes.148 Los textos, firmados por Leo
DOlmo (que segn Mara Elvira Bermdez, era un pseudnimo) y aunque Torres no
muestra ejemplos del tipo de narraciones que son, si dice que su mayor caracterstica es la
145
Antonio Hel, The Stickpin en Anthony Boucher, Great American Detective Stories, ed., intr. y sel. del
autor, The World Publishing Company, Cleveland, 1945, p. 262.
146
dem.
147
Respecto a los aos en que se publicaron los textos de DOlmo, Pablo Piccato asegura que existieron
entre 1949 y 1955, adems de tener contabilizados 320 ttulos, dato que complementa y amplia
sustancialmente lo aportado por Torres. Pablo Piccato, La era dorada de la novela policiaca, Nexos.
Disponible en: http://www.nexos.com.mx/?p=18399 Consultado: Domingo 2 de febrero de 2014, 4:15 pm.
148
Vicente Francisco Torres, Muertos de papel. Un paseo por la narrativa policial mexicana, p. 74.
Recientemente el investigador Pablo Piccato, en su artculo , comenta que la serie de textos de Leo
DOlmo
122
sencillez narrativa que lejos de explotar los ambientes o complicar los enigmas, privilegia
la accin y las situaciones que en algunos casos considera adelantadas para su poca: al
imaginar a una mujer que convive en un departamento con su marido y con tres huspedes,
o una joven lesbiana que mata a su hermano homosexual quien, como odiaba a las mujeres,
As como las revistas comentadas en los apartados anteriores, existieron otras que,
similares a todas ellas, se conocen poco o casi nada y me refiero a las revistas Emocin,
Mexicanos en espacio peridico, indica que la revista, publicada por Editorial Emocin y
cuya periodicidad fue quincenal en sus primeros cuatro nmeros y semanal, a partir del
quinto, apareci por primera vez en octubre de 1934. La publicacin, similar a Misterio en
su estructura y los temas que privilegiaba (literatura policial, aventuras y ciencia ficcin),
destac por haber contado con un par de concursos de cuento policial corto (mil palabras
mximo) y aunque menciona al ganador (el mexicano O. F. Iglesias, con su cuento titulado
duracin, segn el mismo Fernndez, fue hasta el nmero 76 (mayo 1936). Aunque la
149
Ibd., p. 75.
150
Miguel ngel Fernndez, Mexicanos en el espacio peridico, Ciencia Ficcin Mexicana. Disponible en:
http://www.ciencia-ficcion.com.mx/?cve=12:06 Consultado: Mircoles 9 de enero de 2013, 12:51 am.
123
Como se puede apreciar, los inicios de la literatura policial en Mxico an tienen
vacios que esperan ser llenados, negndose a perderse en el olvido y es labor fundamental
de todos los que por un placer innegable a esta literatura nos dedicamos a su estudio,
rescate y conservacin, seguir hurgando en bsqueda de esos trozos de papel y tinta que
literatura misma.
124
Conclusin
El repaso por el gnero que se cultiv en Europa y Estados Unidos, como hemos visto,
propici el modelo adoptado en Mxico. Dentro del pas, el patrn que tuvo presencia fue
Antonio Hel y Pepe Martnez de la Vega se trat de parodias que emplearon el esquema
ninguno de los detectives creados por ellos era de la polica. Es cierto que autores como
Mara Elvira Bermdez, Enrique F. Gual, Rafael Bernal o Margos de Villanueva siguieron
menos meritoria, pues es una seal de la diversidad de opciones disponibles que haba al
casualidad.
Aunque los autores cannicos de la literatura policial mexicana son los que
publicaron durante las dcadas de 1940 a 1960 (Bernal, Hel, Bermdez, Martnez de la
Vega), es importante sealar que para poder comprender ese periodo dorado del gnero en
Mxico, es necesario mirar un poco atrs, a la dcada de 1930, momento en que comienza
la literatura policiaca propiamente, teniendo una serie de plataformas de difusin que son
puede dar cuenta del aprecio a la narrativa policial, del inters por difundirla, leerla e
imitarla. Otro elemento importante que aportan las revistas es sin lugar a dudas, la fijacin
del cuento como la forma preferida por los cultivadores del gnero, pues salvo algunos
125
intentos de novela corta (que considero ms cuento largo que novela), las narraciones
breves sern las que permearn el ambiente policial durante estas tres dcadas.
en textos traducidos como en relatos elaborados por autores nacionales, el estilo negro, con
los detectives lgicos, razn que pone en evidencia el conocimiento y puesta en accin, al
menos de a poco, el subgnero que Chandler y Hammett lideran. Tampoco hay que dejar de
lado aquellos textos intermedios entre el subgnero clsico y el negro, que si bien son
Probablemente las personas que estuvieron detrs de cada una de las revistas fueron
considero que el resto de los involucrados en cada publicacin era distinto (tomando en
cuenta que no se da razn alguna de las personas que intervinieron en cada revista, salvo
Selecciones que menciona a un par de ellas), razn por la estoy seguro de la vitalidad en el
gnero, es decir, que haba mucha gente interesada en difundir y publicar textos de este
tipo, eso si, quiz compartiendo los mismos tipos de relatos (policial clsico, de aventuras o
ciencia ficcin) y autores, aunque no necesariamente los mismos textos. Desde luego, esta
vitalidad no sera nada si no existiera un pblico lector vido de estas lecturas y tampoco
sin aquellas plumas desconocidas que se aventuraron primero que muchos a escribir
narraciones policiales y buscaron asentar con ligera sutileza en el pas este gnero
importado, algunas veces con xito otras como simples imitaciones del modelo original,
126
pero todas con un gran valor histrico y documental para las letras nacionales y policiacas
en especial.
rescate y aportacin que he hecho con la inclusin del magazine Misterio, revista ignorada,
desconocida y que insisto, debe ser rescatada con urgencia, evaluada y estudiada a
profundidad, pues se trata del registro ms antiguo (junto a Detectives y Bandidos y quiz la
revista Emocin) y de los que marcan realmente el origen y crecimiento del policial en
Mxico, cuya consolidacin llegara en la dcada de 1940 con los autores que marcaran el
127
ANEXOS
Annimo, The Spider y Detectives y Bandidos, circa, Estados Unidos. Imagen tomada de
http://spider returns .com/reprints/media/DyB_comp_binding.jpg Consultada: mircoles 28 de
agosto de 2013, 1:15 am.
Annimo, The Spider y Detectives y Bandidos, circa, Estados Unidos. Imagen tomada de
http://spiderreturns.com/reprints/media/DyB_comp_covers.jpg Consultada: mircoles 28 de agosto
de 2013, 1:18 am.
128
Annimo, Death Reign Of The Vampire King, circa, Estados Unidos. Imagen tomada de
http://spiderreturns.com/reprints/media/DyB_comp_open.jpg Consultada: mircoles 28 de agosto
de 2013, 1:22 am.
Ayuso de Vicente, Mara Victoria, Consuelo Garca Gallarn y Sagrario Solano Santos.
Diccionario de trminos literarios, Akal, Madrid, 1997.
----------. Ensayo sobre la literatura policiaca, Revista Mexicana de Cultura, supl. cult. de
El Nacional (Mxico, D.F.), nm. 46, 15 de febrero de 1946, p. 13.
----------. Precisamente ante sus ojos, Revista Mexicana de Cultura, supl. cult. de El
Nacional (Mxico, D.F.), nm. 234, 24 de septiembre de 1951, pp. 8-9.
Boucher, Anthony. Great American Detective Stories, ed., intr. y sel. del autor, The World
Publishing Company, Cleveland, 1945.
Caro Baroja, Julio. Terror y terrorismo, Plaza & Jans, Barcelona, 1989.
188
Carter, Nick. El crimen misterioso de la calle del Cacahuatal, Misterio (Mxico, D.F.),
nm. 3, ao 1, septiembre 1934, pp. 17-18.
Chesterton, Gilbert Keith. Cmo escribir relatos policacos, trad. de Miguel Temprano
Garca, Acantilado, Barcelona, 2011 (El Acantilado, 226).
Colmeiro, Jos F. La novela policiaca espaola: teora e historia crtica, prl. de Manuel
Vzquez Montalbn, Anthropos, Barcelona, 1994 (Biblioteca A, artes y literatura, 9).
Dramas judiciales: causas clebres criminales y correccionales de todas las naciones del
globo, Establecimiento Tipogrfico de D. Ramn Rodrguez Rivera, Madrid, 1849.
F. Gual, Enrique. El caso de los Leventheris, Editorial Albatros, Mxico, 1945 (Coleccin
medianoche).
189
Franken K, Clemens A. Alberto Edwards y su conservador detective Romn Calvo,
Anales de literatura chilena (Santiago), nm. 5, ao 5, diciembre 2004, pp. 29-44.
Galn Herrera, Juan Jos. El canon de la novela negra y policiaca, Tejuelo: Didctica de
la Lengua y la Literatura. Educacin, no. 1, 2008, pp. 58-74.
Giardinelli, Mempo. El gnero negro. Ensayos sobre literatura policial, UAM, Mxico,
1996.
Huisner, Alberto. El bho del mal, Misterio (Mxico, D.F.), nm. 4, ao 1, octubre 1934,
pp. 40-43.
190
Macas, V. Loco?, eso es cuestin de gustos, Aventura y Misterio (Originales en
Castellano) (Mxico, D.F.), nm. 12, octubre 1957, pp. 105-116.
Mandel, Ernest. Crimen delicioso. Historia social del relato policiaco, UNAM, Mxico,
1986.
Mendoza, Vicente T. El corrido mexicano, FCE, Mxico, 2003 (Coleccin popular, 139).
Mora, Juan Miguel de. Estar de suerte, Aventura y Misterio (Originales en Castellano)
(Mxico, D.F.), nm.4, febrero 1957, pp. 29-34.
Narcejac, Thomas. Una mquina de leer: la novela policiaca, FCE, Mxico, 1986.
Ocampo, Aurora M. (dir.). Diccionario de escritores mexicanos. Siglo XX. Desde las
generaciones del Ateneo y novelistas de la Revolucin hasta nuestros das, 9 ts., UNAM,
Mxico, 1988.
Olivares Carrillo, Armando. Iguales eran los rostros, Aventura y Misterio (Originales en
Castellano) (Mxico, D.F.), nm.3, enero 1957, pp. 99-105.
Otero, Luis G. Los seis crmenes y la lucha libre. El asesino rojo de la Av. Uruguay,
Misterio (Mxico, D.F.), nm. 2, ao 1, agosto 1934, pp. 4-7 y 130.
----------. El escorpin asesino, Misterio (Mxico, D.F.), nm. 10, ao 1, abril 1935, pp.
4-7 y 89-97.
Poesa simbolista francesa. Antologa, sel., intr., trad. y notas de Luis Antonio de Villena,
Gredos, Madrid, 2005 (Biblioteca Universal Gredos, 34).
Rodrguez Lozano, Miguel G. y Enrique Flores (eds.). Bang! Bang! Pesquisas sobre
narrativa policiaca mexicana, UNAM, Mxico, 2005.
Rodrguez Lozano, Miguel G. (ed.). Escena del crimen. Estudios sobre narrativa policiaca
mexicana, UNAM, Mxico, 2009.
Stavans, Iln. Antihroes. Mxico y su novela policial, Joaqun Mortiz, Mxico, 1993.
Torres, Vicente Francisco. El cuento policial mexicano, prl. y sel. del autor, Digenes,
Mxico, 1982.
Trigo C., Ricardo. Dos asesinos, Misterio (Mxico, D.F.), nm. 11, ao 1, mayo 1935,
pp. 24-34 y 83.
192
Villanueva, Margos de. 22 horas, Obregn, Mxico, 1955 (Coleccin Ahuizote).
Wellek, Ren y Austin Warren. Teora literaria, tr. de Jos Ma. Gimeno, prl. de Dmaso
Alonso, Gredos, Madrid, 2009
193