Resumen Filosofia
Resumen Filosofia
Resumen Filosofia
completar
Conceptos centrales
Ingeniera de conceptos
Filosofa y ciencia
Preguntas filosficas
Utilidad de la filosofa
Preguntas guia
Por qu el filsofo es un ingeniero en conceptos?
En qu se diferencia la ciencia de la filosofa?
En qu consiste hacer ingeniera en conceptos?
De qu manera la reflexin influye en la prctica?
En qu sentido la reflexin puede ser peligrosa?
Blackburn Presenta a los filsofos como ingenieros de concepto ya que el filsofo estudia la
estructura del pensamiento. Comprender una estructura significa identificar cmo funciona
sus partes y cmo se relacionan entre s, tambin implica saber qu sucedera en caso de
que se introdujeran cambios. Nuestro conceptos o ideas constituyen el edificio mental en el
que vivimos.
La autorreflexin, la capacidad de reflexin sobre s mismo, acompaa siempre a los seres
humanos. Podemos empezar a dudar si de verdad sabemos lo que queremos decir.
podemos preguntarnos si lo que decimos es objetivamente cierto, o slo es el resultado de
la perspectiva que adoptamos. al pensar sobre estas cosas nos encontramos con
categoras tales como el conocimiento, la objetividad, la verdad.
Cmo se aprende filosofa? una forma ms adecuada de plantear la pregunta sera
decir Cmo se pueden adquirir nuevas tcnicas del pensamiento? en este caso se trata
de pensar acerca de las estructuras bsicas del pensamiento.
Nuestras ideas y conceptos se pueden comparar con las lentes a travs de las cuales
vemos el mundo. en filosofa, el objeto de estudio es la lente en s misma.
De qu nos sirve? me gustara realizar tres tipos de respuesta de distinto nivel de
abstraccin: alto, medio y bajo.
la respuesta de alto nivel es que deseamos comprendernos a nosotros mismos. es algo
que deseamos por s mismo.
la respuesta de nivel medio es que la reflexin es importante porque forma un continuo con
la prctica: lo que pensamos sobre las cosas que hacemos influye en nuestro modo de
hacerlas, o incluso en si las hacemos o no.
Respuesta de nivel bajo Es que la reflexin nos permite dar Un paso atrs y tal vez
reconocer cun ciega y desviada era nuestra anterior forma de ver las cosas, o descubrir
por lo menos si existen argumentos en favor de ella o si es simplemente subjetiva.
la reflexin Abre una ancha avenida hacia la crtica, y los senderos de la tradicin
acostumbran alejarse de ella.
tica y moral
Etimologa
Praxis
Dilemas ticos
Relativismo moral
Teoras ticas
Qu es la moral? Y la tica?
Por qu la tica es prescriptiva?
En qu se diferencian las proposiciones de los juicios de valor?
Por qu la tica es una praxis?
En qu consiste un dilema tico?
Qu se entiende por relativismo tico?
Qu teoras ticas puede mencionar? Qu sostienen estas teoras?
Todo sujeto que teorice acerca de un objeto cualquiera considera que lo conoce cuando
logra dar cuenta de l. Esto puede significar describirlo, explicarlo y/o comprenderlo. Las
oraciones con las que se describe un hecho son proposiciones, es decir, se puede predicar
de ellas verdad o falsedad, dependiendo de si se adecuan o no al objeto descrito. La moral,
por el contrario, prescribe normas o leyes. stas no son proposiciones, pues no son ni
verdaderas ni falsas. En efecto, no podemos atribuir al imperativo No matars ni verdad ni
falsedad. Sin embargo, esta norma lleva a que nosotros califiquemos a un acto de bueno o
malo, justo o injusto: la accin de asesinar es calificada de mala en funcin de esta norma.
Denominamos a este conjunto de principios, normas y valores como moral. La tica, por su
parte, es la disciplina filosfica que reflexiona sobre los problemas morales e intenta
proporcionar una justificacin a los cdigos y principios de la comunidad. As, mientras la
moral se pregunta qu debemos hacer, la tica se cuestiona acerca de por qu lo debemos
hacer.
accin. Con respecto a la relacin entre la tica y la moral, debemos aclarar que a veces
cdigos y normas morales similares pueden tener un fundamento diferente o, por el
contrario, cdigos y normas diferentes, apoyarse en principios similares. Por ejemplo, un
individuo puede rechazar el asesinato por considerar que nadie puede daar la obra del
creador, en tanto que otro puede tambin rechazarlo, pero porque estima que la vida es el
valor fundamental sobre el que se deben medir las dems cosas. Ambos tienen el mismo
cdigo tico, ambos juzgan como inmoral el asesinato, pero lo fundamentan en principios
ticos distintos.
Antes de continuar, sera til hacer una distincin terminolgica. Por una parte, nos
encontramos con la oposicin moral-inmoral, oposicin que presupone la existencia de un
cdigo de referencia; este sentido es claramente valorativo y seala que una conducta es
aprobada o reprobada. Por otra parte, tenemos la distincin moral-amoral, que seala el
alcance de la moralidad a la humanidad, en la medida en que se pueda considerar al
hombre como dueo de sus actos. As, una accin o una obra son amorales si estn
desprovistas de sentido moral.
Podemos decir que la tica cumple con tres funciones diferentes: (I) aclara el mbito
prctico de estudio, definiendo qu es la moral, qu son principios, normas, etc., (II)
fundamenta lo moral, es decir, proporciona una justificacin al cdigo utilizado, y (III) aplica
a los distintos mbitos los resultados de las dos consideraciones anteriores. Segn este
ltimo punto, la tica respondera frente a situaciones novedosas en las que no haya un
principio o norma establecido por una comunidad que nos permita determinar cmo actuar.
Paul Ricouer concibe la tica fundamentalmente vinculada a la decisin de los seres
humanos de vivir juntos; se trata, en efecto, de comprender que, con las decisiones que
tomamos con respecto al bien y al mal, estamos decidiendo qu comunidad formamos,
cmo es nuestro vnculo con los otros y cmo nos cuidamos mutuamente. Es decir que esta
visin de la tica aunque sencilla en su enunciacin supone una serie de cuestiones que
se vinculan necesariamente con la nocin de comunidad y de alteridad (el otro). la tica es
la decisin de vivir juntos.Por lo tanto, la concrecin personal (es decir, el propio bien,
aquello que nos realiza como personas), llevada a cabo en amistad, en una comunidad que
est mediada por y constituida en instituciones, son los tres elementos que conforman la
tica segn Ricoeur.
Michel Foucault, quien fue de gran influencia en la ltima parte del siglo XX. l concibe a la
tica como el uso reflexivo de la libertad.
Estos tres trminos que utiliza Foucault son imprescindibles para la tica; en principio la
palabra uso est asociada al trmino griego ethos, entendida comohbito, como
costumbre. Uso supone que aquello que se realiza se incorpora, se apropia y se sabe
tanto a nivel del concepto como de la accin. De este modo, se entiende que sea reflexivo,
pero no en el sentido de reflexionar sino en el de la gramtica. As como en gramtica se
habla del verbo reflexivo en aquellos casos en que la accin afecta al propio sujeto (por
ejemplo, en oraciones como Juan se peina), del mismo modo la tica, si bien se realiza
ante otros, recae sobre el que la realiza. Finalmente, no hay tica sin concebir la libertad.
Cmo se ha concebido en distintos autores y escuelas el problema de la libertad es una
cuestin central de la tica. Una planta, o un animal, no tienen dilemas ticos porque
carecen de libertad;
En la Grecia antigua el alma se defina en oposicin a los dioses. Era en su experiencia con
relacin a lo divino en funcin de la cual meda su condicin; mortales e inmortales eran
trminos que los griegos utilizaban habitualmente y todava hoy omos. Por qu nos
autodenominaramos mortales si no fuera por contraposicin a otros seres inmortales? Con
el correr del tiempo, esto fue reemplazado por una visin ms psicolgica de la conciencia.
La problemtica tica se desplaz a un terreno interno en el que el hombre se juzga a s
mismo y se mide con otras conciencias. Agregando un eslabn (probablemente no el ltimo)
en esta genealoga de la moral, debemos considerar la visin antomo-fsico-qumica que
presenta la ciencia en la actualidad.
una tica sin el factor humano de la decisin, es lo que opera en esta visin
contempornea, que revisa radicalmente la forma tradicional del ethos, que remite a la
libertad, la voluntad, las virtudes y para reducirla a circuitos cerebrales.
Milesios e itlicos.
Origen de la Filosofa
Milesios
Itlicos
Origen del universo
Materia primordial viviente
Quines fueron los filsofos presocrticos?, acerca de qu tipo de cuestiones
reflexionaban?
Qu respuesta proporcionaron para esa cuestin sobre la que reflexionaban Tales,
Anaxmenes, Anaximandro y Pitgoras?
De qu manera, segn Pitgoras, el alma poda retornar a su estado divino?
Por qu, de acuerdo con el autor, no es posible establecer una distincin tan tajante
entre mito y filosofa en el caso de los filsofos presocrticos?
Cul fue, segn el autor, la contribucin de los milesios a la Filosofa?
PARMNIDES. LO UNO-REALIDAD
Con Parmnides nos encontramos en un atmsfera intelectual totalmente distinta.
Desde el punto de vista geogrfico, pertenece a los itlicos, ya que era un distinguido
ciudadano de Elea, en el sur de Italia. Parmnides floreci alrededor del ao 475, por lo
que fue un joven contemporneo de Herclito. Lo ms notable en el modo de pensar
propio de Parmnides reside en el hecho de que es el primer filsofo griego que razona.
La lgica de Parmnides, por primitiva que pueda parecer, constituye el punto desde
donde comenz a desarrollarse la dialctica platnica, la lgica aristotlica y toda la
tradicin occidental en materia de razonamiento filosfico. Su proposicin fundamental es
la siguiente: "Lo que es es, y es imposible que no sea". "Lo que es" significa el conjunto
de la realidad de hecho existente y nada ms.
Todos los filsofos anteriores haban supuesto que nada poda salir de la nada y
que el mundo provena de un principio nico y eterno. En ese sentido, para ellos la
realidad era una. Parmnides hace la misma suposicin, pero como para l "es" significa
"existe acabada, real y completamente: es todo lo que se puede ser", su Uno primordial
permanece por siempre inalterado e inmutable. No puede disminuir, acrecentarse o
dividirse. Nada puede salir de l. Las elaboradas cosmologas de los antiguos mitos y de
los primeros filsofos son imposibilidades e ilusiones combatidas por la razn.
Parmnides establece, de una manera para l satisfactoria y mediante un proceso regular
de demostracin lgica, que su Uno-realidad no nace ni muere, no se mueve ni cambia,
que es homogneo y no puede dividirse y que es continuo e igualen todas sus partes; y
por ltimo, que est limitado y tiene la forma de una esfera que ocupa la totalidad del
espacio.
EMPDOCLES
Empdocles de Acragas (Agrigento) es una magnfica figura dentro de la rica
tradicin rfica de Italia y Sicilia. Fue a la vez filsofo, estadista y poeta, y los extensos
fragmentos conservados de los dos poemas en que expuso su cosmologa y su doctrina
del alma y su destino encierran una autntica poesa, muy distinta de los nada inspirados
versos que dej Parmnides.
El elemento pasivo se halla representado por las cuatro "races" o cuerpos
elementales: fuego, aire, tierra y agua, los cuatro elementos tpicos de las filosofa griega
posterior. Hay dos causas movientes, el principio unificador, Amor o Afrodita, y el principio
separativo, Discordia o Ares; el proceso csmico es un ciclo siempre repetido en el que
cada una de esas causas prevalece alternativamente. Este proceso comienza con el
"Esfero", en el que los cuatro elementos se encuentran perfectamente mezclados bajo el
dominio absoluto del Amor.
Con esta cosmologa, Empdocles combin la rica doctrina tradicional de los
rficos sobre el alma, su origen divino, cada, sucesivas reencarnaciones y retorno final a
la compaa de los dioses.
ANAXGORAS
Contrapesando a Empdocles en la otra mitad del mundo griego, se encuentra el
fro y despejado jonio Anaxgoras de Clazmenes, figura dominante en la vida intelectual
de la Atenas de Pericles y amigo de ste. En Anaxgoras reaparece el sentido comn como
actitud intelectual y la indiferencia religiosa propia de los milesios. La teora de
Anaxgoras acerca de los cuerpos elementales e inmutables que su causa moviente
anima dentro de un cosmos implica un interesante y heroico intento de resolver el
problema del cambio y la infinita diversidad de las cosas de un modo mucho ms
satisfactorio que el realizado por la teora de los cuatro elementos de Empdocles.
La causa moviente de anaxgoras resulta todava ms interesante que sus
cuerpos elementales. La llama (y es el primer filsofo griego en hacerlo) Nous, es decir
Mente o Inteligencia. Es quiz esencialmente mvil y no hay duda de que constituye el
origen del movimiento ordenado de todo lo dems. Este movimiento ordenado es
concebido como un proceso gradual de separacin y distincin a partir de una mezcla
original, merced al cual llega a la existencia el universo de las cosas particulares tal como
lo conocemos (y quiz tambin muchos otros universos). Al comienzo, los elementos, la
mayor parte de los cuales se hallan presentes en partes tan pequeas que resultan
indistinguibles, estn mezclados en un caos. Luego la Inteligencia inicia un "vrtice", un
movimiento de rotacin dentro del caos, que da comienzo al proceso de separacin
ordenada y que, por ltimo, conduce al universo conocido; en ste, incidentalmente, los
"cuatro elementos" (fuego, aire, tierra y agua) no son considerados como simples, sino
como compuestos y contenedores de una porcin de cada sustancia elemental, algunas
de las cuales, por ejemplo lo caliente y lo brillante en el fuego, son lo suficientemente
grandes para que se las pueda percibir .
lo que mat a Scrates fue la Atenas democrtica, la misma Atenas que haba sido antes y
sigui siendo despus un reducto de tolerancia y de participacin poltica
Aqu parece estar una de las claves del problema: el trabajo de Scrates no consista
tanto en afirmar como en poner en duda. Se haba propuesto mostrar a los atenienses que
sus opiniones y sus juicios estaban basados en la costumbre y no en la razn, de modo que
eran incapaces de defender con argumentos lo que tenan por bueno, por justo o por
verdadero
Los problemas haban empezado un siglo y medio atrs, cuando en las colonias de la
costa jonia -hoy Turqua- aparecieron los primeros filsofos. Esos nuevos intelectuales se
dedicaban a observar la naturaleza con ojos que no eran los de la religin ni los de las
tradiciones ancestrales
Atenas se haba visto progresivamente invadida por unos nuevos maestros de moral y de
retrica que se llamaban sofistas y que afirmaban la relatividad de todas las cosas
Todo esto podra haber quedado como una ms de las tantas modas intelectuales
que circulaban en Atenas, si no fuera porque las nuevas ideas atrajeron a mucha gente
culta y, en especial, a los hijos de los aristcratas. Eso cambi radicalmente las cosas,
porque esos jvenes constituan la generacin de recambio de la clase dirigente.
esos jvenes ricos y cultos empezaban a rerse de las creencias compartidas y adespreciar
a sus antecesores. Queran cortar con el pasado y abandonar las tradiciones
La segunda mitad del siglo V antes de Cristo fue uno de los perodos ms calamitosos de
la historia de Atenas. En el 431 se desat la Guerra del Peloponeso, ese largo conflicto
contra Esparta que termin en una derrota abrumadora. En un lapso de apenas cuatro aos
(entre el 430 y el 426) dos epidemias de peste cayeron sobre la ciudad y mataron a un
tercio de la poblacin. La peste se llev entre otros al propio Pericles, que no slo era el jefe
poltico y militar de la ciudad sino el smbolo viviente de su grandeza. En el 415 los
atenienses hicieron un ltimo intento por revertir la situacin militar y reunieron todas sus
fuerzas para conquistar Sicilia. Pero cuando los barcos acababan de dejar el puerto se
descubri la mutilacin de las estatuas sagradas y el terror se apoder de la ciudad: los
supuestos culpables fueron
perseguidos, expropiados o ejecutados tras juicios sumarsimos. Entre los sospechosos
figuraba Alcibades, un aristcrata joven y ambicioso que comandaba la flota de guerra.
Alcibades fue convocado a Atenas para ser sometido a juicio pero, en lugar de obedecer,
se escap a Esparta y empez a colaborar con el enemigo. La expedicin a Sicilia termin
en un desastre y en Atenas hubo un golpe de estado. La guerra dur todava unos aos
pero en el 405 se produjo la derrota definitiva. La ciudad se rindi y fue ocupada por las
fuerzas espartanas. Sus habitantes quedaron en manos de los Treinta Tiranos.
Esta sucesin de calamidades demandaba alguna explicacin y los ojos de muchos
atenienses empezaron a dirigirse hacia los nuevos intelectuales. Con su racionalismo a
ultranza y su relativismo moral, esos nuevos maestros haban trado los peores males
imaginables a la ciudad. La irreverencia y los sacrilegios de sus discpulos haban terminado
por desatar la furia de los dioses. La guerra, la peste, los golpes oligrquicos eran la
consecuencia inevitable del abandono de la vieja sabidura.
Sera un error de nuestra parte mirar con suficiencia este tipo de temor. Los antiguos
griegos se expresaban de un modo arcaico, pero lo que estaban planteando al hablar de la
clera de los dioses era un problema muy real. Para decirlo en trminos contemporneos, la
pregunta que se estaban haciendo es cunta innovacin y cunta ruptura con el pasado
puede soportar una sociedad sin llegar a descomponerse como tal.
La cultura tradicional ateniense haba ingresado en una profunda crisis y esto
planteaba un problema de supervivencia en tanto sociedad. Los atenienses empezaron a
defenderse como podan de ese peligro y, como casi siempre ocurre cuando actuamos
crispados, en general lo hicieron mal.
A principios de la guerra con Esparta fue incorporado a la legislacin ateniense el
delito de impiedad, que poda aplicarse a todos quienes pusieran en duda la existencia de
los dioses. Por lo que sabemos, la norma fue propuesta por un tal Diopites hacia el ao 432
antes de Cristo, con el objeto de perseguir a quienes buscaban explicaciones naturales
para los fenmenos que hasta entonces haban sido considerados divinos. Pero el hecho
es que la nueva ley fue usada casi exclusivamente para atacar al crculo de intelectuales y
de artistas que rodeaba a Pericles, que eran los representantes ms visibles de la nueva
mentalidad.
Y por qu no incluir a Scrates entre estos hombres que empujaban la ciudad hacia la
desintegracin? Es verdad que l no era un sofista, como lo mostraba su propia condicin
de ateniense y el que se negara a cobrar por sus lecciones. Pero Scrates tambin criticaba
la moral tradicional y demola las antiguas ideas acerca de lo justo y de
lo bueno. Era adems un severo crtico de la democracia, a la que acusaba de poner en el
gobierno a hombres indignos de esa tarea. Nunca se le haba escuchado hablar en favor de
la tirana ni de los golpes
oligrquicos, pero si no haba hecho nada en contra de la democracia, tampoco haba
hecho gran cosa por ella. Ms bien haba mostrado una olmpica indiferencia hacia las
instituciones, hasta el punto de que jams haba tomado la palabra en la asamblea de
ciudadanos. Este hombre locuaz y entrometido, que hablaba en todas las plazas y esquinas
de Atenas, se haba callado justamente all donde ms consecuencias poda tener su voz.
Callarse, por supuesto, no era delito en Atenas. Pero era algo que llamaba mucho la
atencin, sobre todo si el silencio provena de Scrates. Porque si bien l mismo no poda
ser acusado de haber conspirado contra la democracia, entre sus discpulos se contaban
algunos de los hombres que ms dao le haban hecho a la ciudad.
"La presente acusacin y declaracin son juradas por Meleto, hijo de Meleto, del
demo de Pitthos, contra Scrates, hijo de Sofronisco, del demo de Alopece. Scrates es
culpable de no creer en los dioses en los que cree la ciudad y de introducir divinidades
nuevas. Tambin es culpable de corromper a los jvenes. El castigo propuesto es la
muerte.
Es por eso que la condena a muerte no puede ser vista como un simple error judicial
ni como un acto de venganza mezquina. Fue ms bien el resultado de un conflicto entre un
mundo que naca y un mundo que estaba muriendo.
Por qu, entonces, el juicio de Scrates termin tan mal como termin? La respuesta es
chocante pero no por eso menos clara: lo que lo perdi fue que l mismo llev las cosas del
peor modo posible, sin hacer el ms mnimo intento por escapar a la situacin. Lejos de
buscar salvarse, busc sistemticamente su propia perdicin.
Scrates no estaba dispuesto a conceder la menor legitimidad a la acusacin. Estaba
convencido de haber sido un buen ciudadano y de haber beneficiado a los atenienses con
su actividad de filsofo. Ya que el juicio sobre su conducta se haba convertido en un asunto
pblico, exiga que se recorriera ese camino hasta el final: si la ciudad deba pronunciarse
sobre sus actos, lo nico que poda hacer era reconocer los servicios que le haba
prestado a lo largo de toda su vida. Y si haba que decidir una pena, l peda que se le
diera el mismo trato que reciban los vencedores de los juegos olmpicos, es decir, que se
lo alojara de por vida en un edificio pblico y que fuera alimentado a costas de la ciudad
VIDA Y CARCTER
Su coraje moral y absoluta rectitud e integridad, el modo como invariablemente
deca y haca aquello que le pareca justo y verdadero, sin tener en cuenta las
consecuencias que ello pudiera acarrearle, se pusieron particularmente de manifiesto en
sus renuentes contactos con la vida poltica de la ciudad.
Hacia el final de su vida dedic todo su enorme y reconcentrado poder moral e
intelectual a la realizacin de lo que entenda era una misin divina. El orculo de Delfos
consultado por un admirador de Scrates, declar que ste era el hombre ms sabio de
Grecia. Herida su modestia por esta declaracin, Scrates procedi a examinar, como un
deber que le era impuesto por autoridad divina, a cuantos poda abordar que tuvieran
fama de sabios, a fin de descubrir qu haba querido significar el orculo. As lleg
finalmente a la famosa conclusin de que en realidad l era el ms sabio de todos ellos,
porque al menos saba que no saba nada, en tanto los otros eran ignorantes de su propia
ignorancia.
Acerca del proceso y muerte de Scrates, importa sin embargo, hacer notar dos
cosas. En primer lugar, los cargos formulados contra Scrates, de introducir en la ciudad
nuevas divinidades y corromper a los jvenes, fueron tan manifiestamente absurdos, que
no cabe ver en ellos sino un pretexto para otros cargos que no podan ser abiertamente
formulados. Luego estaba el resentimiento de prominentes figuras polticas, cuya
necedad haba sido eficazmente demostrada por los mtodos socrticos de indagacin.
Como su maestro Scrates, Platn est persuadido de que el verdadero saber no puede
referirse a lo que cambia, sino a algo permanente; no a lo mltiple, sino a lo uno.
Ese algo invariable y uno lo haba encontrado Scrates en los conceptos: lo universal y uno
frente a la singularidad y multiplicidad de los casos particulares. Pero -y aqu comienza la
crtica de Platn- Scrates, por una parte, no se preocup por aclarar convenientemente la
naturaleza del concepto, su status ontolgco; y, por otra parte, limit su examen al campo
de los conceptos morales -piedad, justicia, virtud, valenta, etc.-, de modo que no lleg a
encarar el problema en toda su universalidad. Platn se propondr: precisar, el modo de ser
de los conceptos -que llamar "ideas"-, e investigar, de otro lado, todo su dominio: no slo'
los conceptos ticos, sino tambin los matemticos, los metafsicos, etc.
Hay un saber que lleva impropiamente este nombre, y es el que se alcanza por medio de
los sentidos, el llamado conocimiento sensible; en realidad, no debiramos llamarlo
"conocimiento", sino meramente opinin, porque es siempre vacilante, confuso,
contradictorio. Si nuestro saber se edificase sobre las cosas sensibles, la consecuencia
entonces sera el relativismo, consecuencia que justamente sac Protgoras: "el hombre es
la medida de todas las cosas".
La ciencia, pues, el verdadero conocimiento, habr de referirse a lo que realmente es
(segn haba sostenido Parmnides respecto del ente y Scrates respecto de los
conceptos).
Precisamente, Scrates lo convenci de que hay conocimiento objetivo, vlido para todos:
el conocimiento que nos dan los conceptos, las definiciones, las esencias. Frente al cambio
y a lo relativo, tras de lo cambiante y aparente, Platn busca lo inmutable y absoluto, lo
verdaderamente real, nica manera, a su juicio, de hacer posible la ciencia y la moral.
4. El conocimiento a priori
Segn Platn hay dos modos principales de conocimiento, la doxa u opinin, y la episteme
el conocimiento propiamente dicho o "ciencia".
A diferencia de Parmnides, para Platn el mundo sensible no es pura nada, sino que tiene
un ser intermedio, imperfecto; pero, de todos modos, algo de ser; no es el verdadero ser,
inmutable, permanente, que corresponde a las ideas, sino que se trata de una mezcla de
ser y no-ser, y por eso todo all es imperfecto y est sometido al devenir; y lo que tiene de"
ser, lo tiene en la medida en que copia o imita -siempre imperfectamente- a las ideas.
nicas (una sola idea de belleza, una Mltiples (muchas cosas bellas, etc.)
sola idea de igualdad, etc.)
intemporales temporales
participadas participantes
independientes dependientes
realidades fenmenos
Perfectas imperfectas
7. El mundo de la dxa
El segmento AB corresponde a los entes cuyo ser es el ms dbil posible por as decirlo
(porque ms abajo de ellos no hay sino puro no-ser): entes como las sombras, las imgenes
que se proyectan en los espejos o en cualquier otra superficie parecida, los sueos.
El segmento BC se refiere a las cosas sensibles propiamente dichas, como las casas, los
caballos, las montaas; el estado del espritu mediante el cual las captamos se llama pstis,
"creencia". En el campo tico, la pstis consiste en creencias morales correctas acerca de lo
que debe hacerse, pero que no estn acompaadas de conocimiento y, en tal sentido, son
"ciegas", aunque suficientes para la accin.
8. El mundo inteligible
9. La dialctica
La dialctica es entonces el "viaje" desde el devenir hacia el ser desde lo mltiple hacia la
suprema unidad, de las apariencias hacia la verdadera realidad, hasta llegar a algo
absolutamente firmen superando las hiptesis o supuestos en que se apoya la dinoia.
Puede decirse tambin que la dialctica representa un trnsito desde lo fragmentario hacia
esa totalidad orgnica articulada que es el mundo de las ideas presidido por el Bien. Y tal
"viaje" es el que realiza el amor en tanto impulso o aspiracin hacia lo ideal y lo perfecto a
partir de lo parcial, deficiente e imperfecto, de lo que no se basta a s mismo; porque el
amor es justamente el deseo de remediar una carencia.
La Idea del Bien es la idea suprema, la "Idea de las ideas"; Platn se refiere a ella como
muy difcil de alcanzarla. Lo que hace el Bien: es lo que otorga inteligibilidad a las ideas (las
hace aptas para ser captadas). En esta perspectiva, el Bien es fundamento gnoseolgico.
Adems el Bien hace ser a las ideas. Por este lado, entonces, el Bien es fundamento
ontolgico. Y en cuanto que es origen o principio del ser, el Bien est ms all del ser
mismo.
Pero entonces, adems del sentido ontolgico y del gnoseolgico, hay otro significado ms
en la Idea del Bien. Se dice que algo es "bueno" cuando es til "para" algo, cuando es apto
"para" algo, y en este caso se piensa en un fin u objetivo hacia lo cual algo tiende o aspira.
Pues bien, en tanto idea suprema, el Bien es en esta perspectiva el fin ltimo, aquello hacia
lo cual todo se dirige, la meta suprema. El Bien resulta entonces fundamento teleolgico.
Todo ente tiene como una direccin, algo hacia lo que se orienta o aspira, su propio "fin",
que, en definitiva, es el Bien.
Las ideas, segn sabemos, tienen carcter metafsico, porque representan la realidad
perfecta, verdadera, autntica, el puro ser y valor. En segundo lugar, son esencias, es decir,
lo que hace que los entes sean lo que son, aquello que hace ser a los entes, la cosa misma
en su ser ms propio. En tercer lugar, son la causa, el fundamento de las cosas sensibles.
En ltimo lugar, representan su trmino, su fin, la meta de todo lo que es, su sentido; lo cual
implica una especie de tendencia o apetencia hacia la idea.
La lectura ms inmediata de Platn sugiere que ideas y cosas sensibles constituyen dos
mundos aislados, y as interpret la cuestin Aristteles, quien vio entre ambos mundos una
profunda separacin. Pero que estn separados no significa, en modo alguno, que no haya
relaciones entre uno y otro; hemos dicho, precisamente, que las cosas sensibles tienen su
sentido, su explicacin, su razn de ser y existir, en la idea; entre ambos mundos se da,
pues, cierta correspondencia. El mundo inteligible representa el modelo (paradigma) del
sensible.
https://auladefilosofia.net/2010/02/22/platon-republica-libro-vi/
LIBRO SEXTO:
En este libro se indaga sobre el concepto de filsofo y otras cuestiones referentes a la
filosofa en cuanto tal.
Como ya se ha dicho antes el alma del filsofo est siempre dispuesta a conocer, debe ser
mansa y moderada, no debe sucumbir ante los placeres corporales, adems, es valiente
puesto que conoce el valor de la vida y no teme a nada. Si observamos el alma del filsofo,
vemos que es una persona justa. La memoria y la capacidad para aprender son los pilares
del conocimiento.
Se da, dice Platn un concepto errneo de la filosofa debido en gran medida a filsofos
corrompidos que se han vuelto amantes de la opinin, pues o no han alimentado
correctamente sus virtudes, b se han dejado arrastrar por la fama o han sido corrompidos
por el dinero. Estos filsofos dan una falsa imagen de la filosofa ya que la gente en ella el
arte para ayudar al poltico y `engaar' al pueblo.
Sin embargo los verdaderos filsofos son los que saben mantener su alma sana y justa y
deberan dirigirse al pblico para explicar que la verdadera filosofa no es la practicada por
los amantes de la opinin, sino que la autntica filosofa slo difunde la verdad y deberan
dar a entender tambin que si los gobernantes fuesen filsofos en lugar de corruptos
polticos, el estado mejorara.
El bien es otro tema a tratar en este captulo de la obra La Repblica, y es un concepto que
deben tener siempre presente los guardianes, pues sin el ninguna de sus enseanzas
servira apenas de nada. Se define el bien como la luz que ilumina las verdades y si se
carece de la idea de bien, entonces solamente se tendr opinin sobre las dems ideas que
conforman nuestro pensamiento. De ah parte el smil de la lnea Platn utiliza para
encasillar a todos los objetos y esencias. En la parte izquierda de la lnea podemos
encontrar imgenes o copias de ideas, mientras que ala derecha encontraremos todo
aquello que es realmente una idea, el mundo sensible queda supeditado a la parte
izquierda. En la zona de la derecha encontramos primeramente los objetos geomtricos y
en la zona ms a la derecha podremos encontrar ya realmente el mundo de las ideas.
SPTIMO LIBRO:
Llegados a este punto, el autor nos ilustra con el mito de la caverna el smil de la lnea. En
el mito se cuenta como un hombre que ha vivido siempre encadenado y sin poder girar ni
una sola vez la cabeza, viendo mientras viva en el fondo de la caverna nicamente
sombras, es despojado de sus ataduras y obligado a andar. Pasar primeramente por otra
sala en la que se encuentra una hoguera adems de varia gente caminando con objetos
sobre si mismos, que eran las sombras que el consegua ver desde donde anteriormente se
encontraba. Pasada esta sala debe emprender un largo y escarpado camino hacia la luz y
una vez alcanza la superficie, sus ojos no pueden ver, cegados por tanta claridad, luz que
desprende la idea de bien y a travs de la cual ya puede observar y conocer todas las
dems verdades olvidndose finalmente de la opinin. Si el ser humano liberado quisiese
volver a entrar y contarles a sus compaeros lo ha vivido estos lo mataran tomndolo por
loco.
Con esto nos muestra los diferentes grados de la lnea, el fondo de la caverna donde se
encontraba al principio del relato que sera el mundo de supersticiones, sombras y reflejos
(eikasia), la segunda sala donde se encontr una hoguera y varios humanos transportando
cosas se identifica con la opinin y las creencias (pistis), el escarpado camino que lo llevar
a la luz no es otro el espacio que corresponde a los objetos geomtricos (dianoia) y
finalmente el exterior de la caverna donde ya consigue ver por fin la luz es el mundo ideal
en el que alcanza por fin la verdad (noesis). Por todo esto es fcil entender que solo es apto
para gobernar aquel que haya salido de la caverna y por tanto conocedor de verdad. Platn
explica que los dos tipos de conocimientos del mundo sensible, conjetura y creencia, estn
englobados por la opinin, pues de ellos es lo nico que podemos tener. De la misma
manera, la inteligencia englobar a los conocimientos del mundo de las ideas, pensamiento
discursivo y ciencia.
Se trata tambin el tema de la educacin del filsofo que deber practicar gimnasia y
estudiar msica cmo si de cualquier guardin se tratase. Los filsofos y guardianes
tambin debern entender en otras disciplinas, estas sern aritmtica, geometra plana,
estereometra, astronoma, armona y como plato fuerte la dialctica. Como dialctica
podramos entender el estudio supremo, sin ella nunca llegaramos a conocer el bien y por
lo tanto, por vasto que fuera nuestro conocimiento en otras materias, sin el bien estos seran
falsos. De las dems diremos que Platn pensaba que no se deben aprender mediante la
interpretacin de los sentidos; sino que ser a travs de la razn que debemos llegar a la
esencia de las cosas. El aprendizaje de todas estas materias, salvando la dialctica, tienen
un fin militar.
Si un guardin recoge en s todas las caractersticas del nio filsofo deber seguir las
pautas que marca el autor, que sern las siguientes:
Hasta los veinte aos aprender las disciplinas anteriormente comentadas salvo la
dialctica, que la aprender a partir de la edad mencionada arriba cuando ya prescinda de
la gimnasia obligatoria, adems deber aprender las cosas de una manera agradable para
l, puesto que los castigos y obligaciones son para los esclavos. A los treinta aos se
volver a seleccionar a los mejores y se les ensear a prescindir de los sentidos y a usar
slo la razn. Cinco aos ms tarde debern volver a la caverna y participar en lo militar y
en cosas para formar a los jvenes, adquiriendo as vasta experiencia. Luego, si a los
quince aos han sido justos y firmes, podrn acceder al cargo de gobernante. Y as,
siempre que sea su turno, podrn gobernar el resto de sus vidas.
tica eudaimonista
Estamentos y virtudes de la polis
Partes y virtudes del alma
Justicia: armona
Cules son los distintos estamentos y cules las virtudes de cada uno en la polis ideal
que propone Platn? Cul es el requisito que debe cumplirse para que la ciudad sea justa?
Cules son las partes del alma del individuo y cules la virtudes de cada una? Cmo
deben relacionarse entre s para que el individuo sea justo?
En qu difiere la concepcin platnica de felicidad de la que normalmente tenemos en la
actualidad?
Personalidad
Aristteles es el discpulo de Platn por excelencia, y como todo gran discpulo, no se limit
a repetir a su maestro, sino que cre un sistema de filosofa nuevo. Naci en el ao 384
a.C., y muri en el 322 a.C. Es autor de, una obra muy vasta, que abarca no solamente
todas las ramas de la filosofa, sino tambin prcticamente todos los sectores de la ciencia
y, en general, del saber humano; sus escritos cubren el territorio de la fsica, la biologa, la
psicologa, la sociologa, la poltica, la potica, etc.
El pensamiento aristotlico est asimilado de manera muy viva al filosofar occidental y, en
especial, al contemporneo, dada la gran extensin de la escuela tomista en nuestro
mundo.
Platn representa al idealista, al hombre que tiene su pensamiento dirigido a otro mundo,
que no es este mundo sensible, sino un mundo perfecto, de idealidades eternas y
absolutamente excelentes y bellas. Aristteles, en cambio, representa el "realismo", porque
para l el verdadero ser no se halla en aquel trasmundo de las ideas platnicas, sino en
este mundo concreto en que vivimos y nos movemos todos los das.
Aristteles tambin afirma la "idea" -para emplear el trmino platnico-, lo universal; afirma
lo racional y sostiene que el nico objeto posible del conocimiento verdadero es la esencia,
el ente inmutable que slo nuestra razn capta. Pero lo que no comparte con Platn es la
supuesta necesidad de establecer dos mundos separados: segregar las ideas o esencias
("formas", las va a llamar Aristteles) de las cosas sensibles, convertirlas en realidades
independientes, es lo que no admite del platonismo.
Platn en lugar de resolver el problema metafsico -determinar el fundamento
de todos los entes-, lo complica; puesto que en vez de explicar un mundo,
habr que explicar dos, con el resultado entonces de que el nmero de cosas
por explicar se habr multiplicado, a juicio de Aristteles, innecesariamente.
La segunda crtica se refiere a la manera cmo Platn intenta explicar la
relacin entre los dos mundos. Dice que las cosas sensibles participan o son
copias de una idea, que es como su modelo. Segn Aristteles, expresiones
como "participacin", "copia", "modelo", etc., no son en realidad verdaderas
explicaciones; Platn no hace sino valerse de metforas, y en lugar de
aclarar conceptualmente la cuestin, como debiera hacer la filosofa, se
refugia en imgenes literarias; habra quedado atado al mundo de los mitos,
es decir, a un mundo anterior a la aparicin del pensamiento racional y
cientfico.
En tercer lugar, Aristteles observa que no se ve cmo ni por qu, dadas las
ideas -que son estticas, inmutables-, tenga que haber cosas sensibles -que
son esencialmente cambiantes.
Una cuarta crtica se conoce bajo el nombre de "argumento del tercer
hombre". De acuerdo con Platn, la semejanza entre dos cosas se explica
porque ambas participan de la misma idea. Para Aristteles esto nos
embarca en una serie infinita de semejanzas con la que nada se explica,
puesto que con tal procedimiento no se hace ms que postergar la
explicacin, de tal modo que el problema queda siempre abierto.
Las categoras
La substancia sensible esta constituida por dos principios que Aristteles llama materia y
forma. La materia es aquello "de qu", dice Aristteles; esto es, aquello de lo cual algo est
hecho, su "material". Para saber cul es la materia de una cosa, entonces, hay que
preguntar: de qu est hecha? La materia es lo indeterminado, lo pasivo, el contenido o
material de algo, aquello "de que" este algo est constituido; y su determinacin no la tiene
de por s, sino que la recibe de la forma. Porque la forma es el "qu" de la cosa, y por ello,
para saber cul es la forma de algo, hay que preguntar: qu es esto? Forma, entonces, no
significa la "figura" de algo, sino que "forma" equivale a "esencia", y corresponde a la "idea"
platnica. La forma, pues, es lo determinante, lo activo, lo que da "carcter", por as decirlo,
a la cosa. (A la forma tambin la llama Aristteles "substancia segunda", para diferenciarla
de la cosa individual o "substancia primera").
As como Platn haba enseado que la verdadera realidad, y lo propiamente cognoscible,
se encuentra en las ideas, Aristteles seala que lo determinante, en definitiva, lo que la
cosa es, lo real, reside en la forma; y es sta, no la materia, lo propiamente cognoscible en
la cosa: se conoce algo cuando se capta su forma, operacin que no realizan los sentidos,
sino el intelecto. Pero en tanto que Platn colocaba las ideas en un mundo suprasensible,
trascendente, para Aristteles las formas son inmanentes a las cosas sensibles; materia y
forma coexisten en este mundo sensible como dos aspectos inseparables de una sola
realidad.
Los conceptos de potencia y acto permiten llegar a la solucin del viejo problema que se
haban planteado los primeros filsofos griegos sin lograr solucionarlo: el problema del
cambio.
Aristteles observa que el cambio consiste efectivamente en el pasaje del no-ser al ser,
pero que no se trata ahora del no-ser y el ser absolutos, sino del ser en potencia y del ser
en acto. El movimiento es precisamente este pasaje de la potencia al acto.
El trmino "movimiento" tiene en Aristteles sentido ms amplio que en nuestro lenguaje y
es sinnimo de cambio en general. As distingue en particular cuatro tipos de cambio:
cambio o movimiento substancial, por el cual una substancia viene al ser,
aparece, nace; o, por el contrario, se destruye, corrompe o muere: generacin y
corrupcin.
cambio accidental
o El cambio cuantitativo: aumento o disminucin
o El cambio cualitativo, o alteracin
o El cambio local o de lugar movimiento
Para explicar ms a fondo el cambio, Aristteles desarrolla la teora de las cuatro causas.
Todo cambio tiene una causa; de otro modo sera ininteligible. Pues segn Aristteles el
conocimiento (cientfico o filosfico) es siempre conocimiento por las causas; se conoce
algo cuando se conoce su "porqu" o razn: "no creemos conocer nada antes de haber
captado en cada caso el porqu, es decir, la primera causa".
Aristteles distingue cuatro causas: la formal, la material, la eficiente y la final.
La causa formal es la forma. La forma es causa de algo en tanto que determina
ese algo y lo hace ser lo que es.
La causa final es entonces la perfeccin a que la cosa tiende.
La causa eficiente es el motor o estmulo que desencadena el proceso de
desarrollo.
La causa material es la materia, condicin pasiva, segn sabemos, pero de todos
modos necesaria como substrato que recibe la forma y se mantiene a travs del
cambio.
La escala de la naturaleza
Aristteles va a disponer los entes en una serie de grados o escalones entre los extremos
de la pura materia y del acto puro.
El primer peldao de la realidad no puede estar constituido por la materia pura, sino ya por
un cierto grado de actualidad -el menor posible, pero algo. Y aqu se encuentran los cuatro
elementos sublunares: tierra, agua, aire y fuego.
El segundo grado est constituido por las substancias homeomricas, es decir, aquellas
cuyas partes son homogneas, como los minerales o los tejidos.
El tercer grado lo constituyen los cuerpos anomeomricos, a saber, los rganos, como, por
ejemplo, el corazn. Son entonces entidades ms complejas que las del estrato anterior, y
cuya materia prxima la constituyen los tejidos, y su forma la funcin que el rgano cumple.
En cuarto lugar se encuentran las plantas, el reino vegetal.
El quinto estadio lo constituye el reino animal. La materia prxima es la vida vegetativa. La
forma la constituye el alma o vida sensitiva, cuyas funciones son la capacidad de tener
percepciones, y, en consecuencia, la facultad de sentir placer y dolor, y la facultad de
desear. Cada uno de los sentidos tiene su sensible (objeto) propio: la vista, los colores; el
odo, los sonidos, etc. De las huellas que dejan las sensaciones nacen las imgenes
(aunque no en todos los animales), que se ligan segn las conocidas leyes de asociacin,
que Aristteles enuncia por primera vez (asociacin por semejanza, contraste y
contigidad).
Por ltimo, el sexto grado est constituido por el hombre. Su materia prxima es la vida
sensitiva, y su forma es el alma racional, la razn. La razn es la capacidad de conocer las
formas; stas estn en las cosas, como constituyendo su esencia; pero para nuestro
conocimiento sensible lo estn slo implcitamente, en potencia de modo que es preciso
extraerlas mediante un acto de abstraccin, esto es, "separndolas", en el pensamiento, de
la cosa individual. El entendimiento humano tiene la potencia -en este sentido es intelecto
pasivo de captar la forma -por ejemplo, la forma "caballo" que se encuentra en el caballo
individual, y del que tenemos una imagen. El problema consiste en saber cmo el intelecto
capta la forma. Para que esa mera capacidad de pensarla -por lo cual se lo llama "intelecto
pasivo"- se realice, es necesaria la accin del intelecto activo (o agente), el cual, segn dice
Aristteles, obra "como la luz", esto es, "ilumina" la forma, o sea permite que el intelecto
pasivo la reciba, es decir, que la piense.
Dios
Aristteles se plantea el problema de si por encima del hombre no hay todava alguna forma
de ser superior. Puede preguntarse si en el otro extremo de la escala, ms all de la
naturaleza, que es el reino del devenir, no habr un ente que sea puro acto, sin nada de
potencia, algo que sea plenamente, de manera perfecta.
Y lo que est en acto siempre y perfectamente, es acto puro; ser, pues, un ente sin residuo
ninguno de materia o potencialidad, es decir, al que no le faltar nada para ser, sino que
todo lo que sea lo ser plenamente y de una vez y para siempre. Este absoluto extremo
respecto de la (inexistente) materia pura, es algo eminentemente real e inteligible y bueno,
y, en una palabra, es Dios.
Debe quedar claro, por lo dems, que este Dios impersonal, no creador (porque segn
Aristteles el mundo es eterno), indiferente respecto del curso del mundo, tiene muy poco
que ver con el Dios cristiano.
Teoria hilemorfista: que los entes individuales estn compuestos por materia y forma. Son
distinciones metafisicas, no son partes reales.
La forma est en las cosas sensibles, en el mundo concreto y real en el que vivimos.
Se conoce algo cuando se capta su forma, mediante la razn.