Nieremberg - Epistolario
Nieremberg - Epistolario
Nieremberg - Epistolario
in 2013
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Nieremt
LS
NGT154e,
CLASICOS CASTELLANOS
3
NLEREMBERG
EPISTOLARIO
MADRID
EDICIONES DE LA LECTURA:
1915
\
PRLOGO
Aunque generalmente se ha hecho justicia al
tica de Quevedo.
El padre Nieremberg fu muy fecundo. De
sus obras castellanas y latinas no pocas se pu-
blicaron despus de su muerte, y alguna qued
indita (i).
*
* *
Cartagena de Indias.
Comenz sus estudios mayores en Alcal,
cuando ya haba dado muestras patentes de sus
2
i8 PRLOGO
Por entonces
instituy la fiesta del Patrocinio.
recibi elnombramiento de Rector de la casa de
probacin de Madrid y Maestro de novicios de
la misma, cargos que, como otros que se le con-
*
* *
torbo 1
"Hijuela de bendicin
me llaman madres de la arte."
(Quevedo : Letrilla Toda bolsa que me ve.)
EPISTOLARIO 3i
3
34 NIEREMBERG
dro: "
Ninguno de vosotros padezca como un
homicida o ladrn. Pero si como cristiano, no
se empache, y glorifique a Dios en este nom-
bre. Padezca como cristiano con paciencia y
''
4
5o NIEREMBERG
ms de Villanueva, que di jo as :
" El que no
favorece a sus ovejas con su hacienda ni las
socorre con sus rentas eclesisticas en sus ne-
cesidades, cmo dar por ellas su vida ? Digan
otros lo que quisieren, yo lo dudo ser verdad
cierta, que nos ha de pedir Dios estrecha cuenta,
y muy estrecha, de la hacienda de la Iglesia,
como de encomendada, para que distribuyamos
como de hurtado a su dueo si
entre pobres, y
en otra cosa que en socorrerlos se empleare; y
si a m, seores, me hallredes al tiempo de mi
5
66 NIEREMBERG
I.)
6
EPISTOLA XI
A UN LIMOSNERO DE MALA CONDICIN. ENCO-
MINDASE LA PACIENCIA COMO PARTE DE LA
CARIDAD
descanso V.)
8 Hoy la palabra resabios se emplea solamente en su
acepcin de vicio o mala costumbre. Antes, sin embargo,
tena la que en estas palabras del padre Nieremberg, de
u
acuerdo con lo que dice Covarrubias Resabio, cuando
:
n
la cosa tiene algn sabor extraordinario; de re y sapor-is.
ii Contra lo que hoy suele hacerse, en esta frase se
suprima casi siempre el artculo: "El mdico tambin, ante
todas cosas, conosce la complexin del enfermo..." (Melchor
Cano: Tratado de la victoria de s mismo, cap. II.)
EPISTOLARIO 85
laico Espaol. "De los que con hechos y obras son des-
abridos.") El pronombre se por tanto, viene a resultar re-
J
flexivo y no impersonal.
EPISTOLARIO 99
dar mucho ;
porque ms dar no recibiendo que
s diera toda su hacienda, El magistrado que
de ninguno recibe, dar a todos justicia. Por
eso los tebanos las estatuas que levantaban a
los jueces las ponan sin manos, porque, no
tenindolas para recibir, daban a todos su de-
recho; mas admitiendo en ellas ddivas, se las
8
ii 4 NIEREMBERG
de La
Perfecta casada, y los documentos pru-
dentes del obispo de la Puebla, escritor muy
discreto. Entre tanto reciba v. md. estos avi-
sos, sacados de tan buenas fuentes.
Aunque el marido tenga spera la_ condicin,
no ha de apurar su paciencia la buena casada,
considerando que no hay cuerpo tan violento
ni corrompido que no sufra a su cabeza por
Marco Bruto.)
17 Como el de los adverbios de negacin, era muy
frecuente el uso pleonstico de las conjunciones adver-
sativas: "Aunque en su raz son necesarias, pero la
divina gracia las hace voluntarias, convirtiendo la ne-
cesidad en materia de virtud." (P. Lapuente La per- :
16 V. la nota anterior.
9
1 3o NIEREMBERG
18 Es
la forma, tan frecuente en castellano, del in-
finitivo, como' equivalente del subjuntivo con la con-
juncin que. "Que as como no es posible mezclarse dos
aguas olorosas mientras estn en sus redomas cada una,
as en tanto que la mujer cierra el nimo con la en-
cubierta del fingimiento, y con la postura y afeites asconde
el rostro, entre su marido y ella no se puede mezclar
amor verdadero." (Fray Luis de Len: La perfecta ca-
sada, XII.)
EPISTOLARIO H5
deseare referir las virtudes heroicas desta santa
viuda, ms lejos estoy de poder ponderarlas co-
mo merecen? Y
no piense nadie que he dicho
esto por sola informacin o noticia, o que he re-
ferido lo ms primoroso de la vida de esta santa,
que fu templo vivo del Espritu Santo, porque
slo digo lo que vi por mis ojos y toc la ex-
periencia." Todo esto dice Paladio. A que se
aade que obraba cosas tan grandes estando
con muchas enfermedades. Ultimamente, esta
santa viuda sufri con admirable paciencia
muchas calumnias prdida de hacienda y des-
,
"Squeles un alguacil
arrastrando del pescuezo,
que mal de muchos es gozo
y duelos con pan son menos,"
(Rojas Villandrando Viaje entretenido, libro I.)
:
5 /. Thi. 6. (N.)
13 No
hay maldad... que los hombres... no la intenten.
V. pg. 49, nota 5.
EPISTOLARIO i65
mundo.
se en su tribulacin, l ms se llegaba a l, y
jur de no dejarle en vida ni en muerte. As
deben hacer los seores, que aunque en su
grandeza hallen algn estorbo para seguir la
humildad de la imitacin de Cristo, ms se han
de esforzar a ser sus discpulos; aunque es-
torben las riquezas, por eso mismo han de
procurar ser ms pobres de espritu; aunque
estorbe el respeto y estimacin comn, han
12
i
78 N1EREMBERG
de Dios ;
por lo cual dijo el Espritu Santo que
este temor era el principio de la sabidura, y
Aristteles juzg por necesario requisito de la
prudencia (aunque es virtud intelectual) una
buena voluntad, para la cual, y para la verda-
dera prudencia, ninguna cosa ayuda ms que la
doctrina de Cristo. Y as, cuando naci este
Seor, celebraron los ngeles esta buena vo-
luntad en los hombres, prometindoles a los
que la tenan la paz que les traa su Salvador
con su santa doctrina, la cual es madre de
toda buena prudencia y da sabidura a los
rudos y entendimiento a los pequeuelos; y
as, entre los inmensos beneficios de la Reclemp-
cin, debemos grandemente estimar ste de la
doctrina de Cristo, y como agradecemos la
Encarnacin, la Pasin y la institucin del
Santsimo Sacramento, le debemos dar gracias
muy entraables por su divina enseanza, y
aun se haba de celebrar con particular solem-
nidad pero faltamos a su agradecimiento, por-
;
I
EPISTOLA XXXIV
A UNO QUE NO SE CONTENTABA DE NADA, Y ERA
MAL SUFRIDO. DCESE CMO LA VIRTUD PUE-
DE DAR CONTENTO ENTRE ADVERSIDADES
Arte de prudencia.)
20 Viador. La criatura racional que est en esta vida
y aspira y camina a la eterna: "Porque de los dos ca-
minos eligiesen el primerio en esta vida, que ste es el
de los viadores, y dejasen el segundo hasta la eterna,
que es ya el de los comprehensores." (Palafox Excelen- :
'4
210 NIEREMBERG
A
un pesebre viene a parar el Rey del Cie-
lo,porque no hay quien le reciba en la tierra.
Procure v. md. recogerle en su casa, y haga a
su alma casa real, porque es Rey, y casa de
oracin, porque es Dios. Consgrele su corazn
en templo sagrado, limpio y puro. Haya en l
continuo sacrificio por la mortificacin, y con-
tinua oracin por la presencia de Dios. Ls-
tima es que siendo el alma del cristiano tem-
plo de Dios, le profanen tanto. Unos la hacen
cueva de ladrones ;
otros, casa de negociacin,
y otros, casa pblica, como dijo Hugo Foi-
lletano. La envidia y la soberbia suelen conver-
tir al alma de templo de Dios, en cueva de la~
de un total retiro.
EPISTOLA LII
i5
226 NEREMBER
Compasin tengo a
v. md. que nunca halle
16
242 NIEREMBERG
dir vanidad?
Gran insolencia es querer que Dios sea ter-
cero de sus vicios, y modo de desesperacin
esno quererle por auxiliador de la enmienda.
La mala conciencia de sus pocos mritos hace
a muchos pretendientes ms diligentes, ayu-
dndose la ambicin de la misma indignidad;
pero que llegue este atrevimiento a solicitar cor-
que no guar-
y previene el modo de vivir bien, el
da las leyes por el miedo, sino las sigue y venera
por amor de lo justo principalmente, aquel que
juzga que esto es lo ms conveniente y saludable
finalmente, aquel que nada dice, nada hace, nada
piensa, si no es libremente y con voluntad or-
17
258 NIEREMBERG
[8
274 NIEREMBERG
nuestras oraciones ;
pero bien declarada tiene
su voluntad, que quiere que le pidamos, para
que en esto tambin merezcamos, que es nueva
merced. Bien sabe Dios nuestras necesidades,
y las oraciones que nos pide para remedio de-
llas no demos a entender,
es para que se las
sino para aumentar nuestro mrito. Por esto
dijo San Pablo: "Con accin de gracias sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios."
No dice sean conocidas vuestras necesidades,
porque El ya las sabe, sino vuestras peticiones,
siendo tales que merezcan ser tenidas de Dios
por oraciones, porque no todas lo son, como
las que son meramente de cosas temporales,
superfluas y vanas; mas las que son de la sal-
vacin, stas son peticiones conocidas de Dios
por buenas oraciones. Esto dice que sea con
accin de gracias, las cuales se suelen dar en
la recepcin del beneficio alcanzado, no antece-
dentemente en la peticin del : pero porque la
y pidamos
ella, lo que tanto nos importa, imi-
tando tambin la confianza con que la Cana-
nea lleg a pedir a Cristo, pues habindola des-
echado este Seor, tratndola como a un pe-
rro, con todo eso ella porfi en su demanda, y
habiendo dicho el Salvador que no se haba
de dar el pan de los hijos a los perros, ella re-
cap. II.)
7 Omitida la preposicin a. V. pg. 66, nota 14.
EPISTOLARIO 295
23 Comidindose. De comedir:
"Quando lo oy myo Qi el buen Campeador,
vna grand ora pens e comidi."
(Poema del Cid, v. 1931-32.)
3o 2 NIEREMBERG
20
EPISTOLA LXXV
lo dice de veras, me
holgar de lisonjearle, y
si de burlas, no se me dar nada de picarle.
Qu es el mundo sino una casa de locos?
Qu son sus bienes sino vislumbre de oropel
y colores de vidrio triangular? Qu son los
mundanos, sino locos voluntarios? Cada vicio
es un delirio diferente, ridiculo y desdichado.
EPISTOLARIO 307
corrupto.
Destas definiciones dar un breve comento.
Llamo al mundo casa de locos, porque todos los
mundanos no se guan por razn, sino por
aprehensin, fantasa, tema e mpetu; llmola 20
abrasarse ;
para herir a otro, l se lastima como
quien tira a otro con escopeta muy cargada,
que revienta, llevndole la mano al tirador y
3)0 NTEREMBERG
Prlogo^. 7
Epstola I. A uno desengaado del mundo. Decl-
rase su vanidad y cmo se ha de vencer 27
Epstola II. A uno que privaron de su oficio. Pro-
pnense tres suertes de padecer, y prefirese el
padecer sin haber dado causa para ello 45
Epstola IV. A un seor de ttulo, amigo de su
gusto. Pondrase el dao que hace esta pasin. 51
Epstola V. A un prebendado mozo. Declrase c-
mo muchas dichas son para gran desdicha 58
Epstola VII. Aun religioso descalzo que quera
pasarse a otra religin. Ntase cmo por huir la
mortificacin interior abrazan algunos la exterior. 65
Epstola X. A un caballero desafiado. Reprubase
la ley del duelo 69
Epstola XI. A un limosnero de mala condicin.
Encomindase la paciencia como parte de la ca-
ridad! 82
Epstola XII. A
uno que pretendi ser obispo. Pon-
drase la alteza deste estado ..<... 88
Epstola XV.
A una madre descuidada de sus hi-
jas por hacer devociones. Encrgase el cumpli-
miento de las obligaciones como la primera de-
vocin. . 102
Epstola XVI. A un Juez. Encomindase la lim-
pieza de manos y el desinters 107-
Epstola XVII.
A una casada, que pretenda di-
vorcio. Ntase cmo el dao de nuestras culpas
3i6 NDICE
PAGS.
PGS.
EL DA VIII DE SEPTIEMBRE
DEL AO MCMXV
CLASICOS CASTELLANOS
22 de la Bibl.)
QUEVEDO. Vida del Buscn. Prlogo y notas por don
Amrico Castro. (Vol. 5. de la Bibl.)
TORRES VILLARROEL. Vida. Prlogo y notas por don
Federico de Ons. (Vol. 7. de la Bibl.)
DUQUE DE RIVAS. Romances. Prlogo y notas por
D. Cipriano Rivas Cherif. (Vols. 9. y 12 de la Bibl)
B. JUAN DE AVILA. Epistolario espiritual. Prlogo
y notas por D. Vicente Garca de Diego. (Vol. de n
la Bibl.)
ARCIPRESTE DE HITA. Libro de Buen Amor. Prlo-
go y notas de D. Julio Ccjador. (Vols. 14 y 17 de la Bibl.)
GUILLEN DE CASTRO. Las Mocedades del Cid. Pr-
logo y notas por D. Vctor Said Armesto. (Vol 15 de
la Bibl.)
MARQUES DE SAN TI LLANA Canciones y decires.
:
EDICIONES DE LA LECTURA
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University of Toronto
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