Este documento describe la primera experiencia de la autora en la selva boliviana de Amboro. Acompañó a unos biólogos extremeños que estudiaban la selva como parte de sus tesis. La autora describe sentirse abrumada por la inmensidad de la naturaleza cuando se encontró sola en la selva, lo que le hizo sentirse pequeña pero también parte de algo más grande. La experiencia le enseñó humildad y la hizo entender qué es la felicidad.
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Este documento describe la primera experiencia de la autora en la selva boliviana de Amboro. Acompañó a unos biólogos extremeños que estudiaban la selva como parte de sus tesis. La autora describe sentirse abrumada por la inmensidad de la naturaleza cuando se encontró sola en la selva, lo que le hizo sentirse pequeña pero también parte de algo más grande. La experiencia le enseñó humildad y la hizo entender qué es la felicidad.
Este documento describe la primera experiencia de la autora en la selva boliviana de Amboro. Acompañó a unos biólogos extremeños que estudiaban la selva como parte de sus tesis. La autora describe sentirse abrumada por la inmensidad de la naturaleza cuando se encontró sola en la selva, lo que le hizo sentirse pequeña pero también parte de algo más grande. La experiencia le enseñó humildad y la hizo entender qué es la felicidad.
Este documento describe la primera experiencia de la autora en la selva boliviana de Amboro. Acompañó a unos biólogos extremeños que estudiaban la selva como parte de sus tesis. La autora describe sentirse abrumada por la inmensidad de la naturaleza cuando se encontró sola en la selva, lo que le hizo sentirse pequeña pero también parte de algo más grande. La experiencia le enseñó humildad y la hizo entender qué es la felicidad.
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El Llamado de la Selva
Las casualidades no existen. Acabo de enterarme de
este concurso y se junta mi ilusin de tantos aos por conocer China y la emocin que me produce el recordar esta parte de un viaje que voy a relatar.
Fue mi primera vez que entre en la selva.
Aquel ao de 1.989 realizaba un viaje con mis dos amigas por todo Latinoamrica. Fue nuestro Mster de andar por la vida (palabras de la historiadora Micaela Portilla) claro en aquella poca no usbamos internet y mucho menos mviles ni wasap para comunicarnos as que era muy valiente de nuestra parte con nuestros 23 aos realizar este viaje que cambi nuestras vidas. Sin embargo, pronto supimos que el mundo en realidad es muy pequeo y que siempre vamos a encontrar a un amigo, o conocido de conocidos en cualquier lugar y que todo est interrelacionado.
As fue como las casualidades hicieron que nos
presentaran a unos extremeos que realizaban su tesis de biologa y tenan permiso para entrar en uno de los parques nacionales protegidos de la selva boliviana Amboro. Cerca de Santa Cruz de la Sierra Y felizmente, nos invitaron a ir con ellos a esa inolvidable semana en la selva de Amboro.
Recuerdo como mi corazn lata en cada momento,
subidas en un jeep, grandes rboles se aproximaban, era el comienzo de la selva. Yo Iba tranquila, expectante, confiada porque ellos ya haban estado ms veces y saban lo que podamos encontrar. Hicimos base en una cueva formada entre las rocas no estaba muy alta lo suficiente para no estar al alcance de las posibles visitas de animales salvajes al ro que pasaba al lado. Ador esa cueva. No era nada grande, un pequeo espacio donde poder acurrucarnos y pasar las noches amenizadas por los relatos de Luis queriendo inculcarnos el amor que l tena por los seres, segn l, ms inteligentes del planeta: los murcilagos, a quien dirigi su tesis. La inmensidad de estrellas en el pedazo de cielo y los diferentes sonidos desconocidos como msica hacan esas noches elocuentes. Por el da emprendamos grandes caminatas, Juanma dedic su tesis a la variedad de pjaros de esa zona. El reconoca a los pjaros por los sonidos de sus cantos y saba por dnde se movan. Perciba cundo alguno se mova y nos avisaba para que los viramos. Qu nivel tena. El era otro apasionado de la selva y de esos seres tan bellos de colores con sus movimientos rpidos tan elegantes y sutiles. Generalmente seguamos el sendero del ro aunque nos introdujramos por el interior. Fue en una de las maravillosas caminatas la experiencia que siempre llevo conmigo. bamos por la vera del rio y De repente me encontr sola, no vea a nadie de mis compaeros, ni a los que iban adelante ni a los de detrs. Sola en la inmensidad de la naturaleza, sus colores, sonidos y esos rboles altos sin medida y que a penas dejaban ver el cielo. Me sent como una hormiga entre tanta Naturaleza. Casi me ahogo con tanta inmensidad. Qu pequea e insignificante me senta!!! Sent su poder, su grandeza mezclado con el miedo de lo desconocido, mis lgrimas resbalaron por mis mejillas. Y con la humildad que esos momentos me ense, me sent integrada y pude entender que es la Felicidad.