José Flores escribe a su familia para contarles sobre su incorporación al cuartel. Describe su viaje agotador y su llegada al cuartel, donde les enseñaron las habitaciones y les dieron ropa. Empezaron la instrucción y prácticas de tiro, y la comida es abundante. La próxima semana irán a Pamplona para maniobras con helicópteros aunque tendrán que acampar. Aunque echa de menos a su familia, se siente realizado sirviendo a España.
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José Flores escribe a su familia para contarles sobre su incorporación al cuartel. Describe su viaje agotador y su llegada al cuartel, donde les enseñaron las habitaciones y les dieron ropa. Empezaron la instrucción y prácticas de tiro, y la comida es abundante. La próxima semana irán a Pamplona para maniobras con helicópteros aunque tendrán que acampar. Aunque echa de menos a su familia, se siente realizado sirviendo a España.
José Flores escribe a su familia para contarles sobre su incorporación al cuartel. Describe su viaje agotador y su llegada al cuartel, donde les enseñaron las habitaciones y les dieron ropa. Empezaron la instrucción y prácticas de tiro, y la comida es abundante. La próxima semana irán a Pamplona para maniobras con helicópteros aunque tendrán que acampar. Aunque echa de menos a su familia, se siente realizado sirviendo a España.
José Flores escribe a su familia para contarles sobre su incorporación al cuartel. Describe su viaje agotador y su llegada al cuartel, donde les enseñaron las habitaciones y les dieron ropa. Empezaron la instrucción y prácticas de tiro, y la comida es abundante. La próxima semana irán a Pamplona para maniobras con helicópteros aunque tendrán que acampar. Aunque echa de menos a su familia, se siente realizado sirviendo a España.
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Carta de un soldado que se incorpora al Cuartel
José Flores Sánchez Familia Flores
“Regimiento de Artillería Antiaérea 71” Avenida de la Paz nº 8 Madrid Sevilla
Hola viejos:
¿Cómo sus encontráis? Yo de abuten. El viaje se tardó ocho horas ma o meno, y
llegué a Madri con una tortículis del demonio por haber dormido muy malamente. Nomás bajar del tren me encontré con un colegui del mismo Cuarté. También estaba transtornado por el viaje y me dijo ¿sasqué?, como falta un rato para que nos vengan a buscar, te invito a tomar algo. Fuimos al restorán de la estación y pedí café con leche y crusant. El pedió café solo, y dijo que era fuertísimo. Nomás salir, nos estaba esperando una fregoneta para llevarnos al Cuarté. Cuando llegamos nos enseñaron las habitaciones y nos dieron una toballa para ir a la ducha. Dispués nos repartieron la ropa y nos dijeron que ya podíamos dentrar en el aula que iba a ver una clase tiórica. El Tiniente, que se llama Frederico, nos dijo que ahora éramos soldados y teníamos que ver la vida desde otra prespectiva y que mejor nos diéramos cuenta de esto. A la mañana siguiente tuvimos que pasar por la infermería para ponernos la indicion del tétanos. Me pusieron un poco de esparatrapo, porque me salía sangre. Dispués ya empezamos la instrución y las práticas de tiro hasta la hora del papeo. La comida es bonísima y no hay reestrinción. El primer día pusieron almóndigas, merluza con bayonesa y cocretas. Luego tenemos descanso y nos dejan ver un pograma de la tele o hechar una siesta, hasta las tres que volvemos al lio. Ha esta hora es un palo. Siempre me gustaba ser soldado, pero ahora lo veo diferiente. Me estoy dando de cuenta de que también es una vida de rutina. La semana que viene iremos a Plamplona a hacer maniobras con helicotero. Estoy contento porque siempre me gustó de ver mundo. El poblema es que tendremos que hacer campin. Pero yo no tengo perjuicios. Bueno viejos, aquí no estamos tan mal y la gente es muy sodilaria. Pero lo mejor de todo es que me siento muy rializado defindiendo España y haciéndome un hombre de pobrecho.