Lectura Critica
Lectura Critica
Lectura Critica
Cambiar nuestro punto de vista sobre un tema para evitar la confrontación y no por
convencimiento; hacer determinadas cosas para satisfacer las expectativas de los otros pasando
por alto lo que nosotros deseamos; buscar constantemente la confirmación de los demás acerca
de lo que hacemos; anteponer las necesidades de otras personas a las propias con el objetivo de
resultar agradable o simpático; comportarnos según lo que se supone que es correcto aún a pesar
de que no lo compartamos; dejar nuestra autoestima en función de la aprobación y valoración de
los demás…. Son solo algunas de las conductas que realizamos cuando tenemos miedo al qué
dirán; pero, realmente, ¿merece la pena?
Cómo siempre decirlo es más fácil que hacerlo, ya lo sé, pero también sé que no es imposible.
Empieza marcándote pequeños retos y objetivos, poco a poco irás recuperando la confianza y
seguridad en ti mismo; y si es algo que te genera excesiva ansiedad, no dudes en consultar con un
profesional para que te ayude a conseguirlo.
• No te dejes infravalorar, defiende tus derechos de forma asertiva, sólo con hacerlo ya
estarás ganando una batalla: el respeto por ti mismo.
La necesidad de aprobación no es algo que aparece de repente, sino que se va construyendo día a
día.
Es posible que sea fruto de una educación muy arraigada en los prejuicios morales y las normas
sociales; o quizás comenzó a forjarse a raíz de una mala experiencia donde aprendiste que era más
fácil cambiar de opinión, ceder y dar la razón para evitar enfrentarte a la desaprobación y el
rechazo.
Realmente da igual su origen; lo cierto es que creer que debes de gustar a todos te lleva
directamente a la insatisfacción; en ese intento por agradar siempre a los demás, nos olvidamos
de lo más importante que es gustarnos a nosotros mismos. La mayoría de nosotros deseamos
sentirnos aceptados y valorados por las personas de nuestro entorno más cercano; como seres
sociales que somos nos hace sentir bien y nos proporciona seguridad; pero en ocasiones, ese
deseo se transforma en una necesidad insana y aparece (entre otras cosas) el miedo al qué dirán.
La persona con miedo al qué dirán hace por adaptarse a cada situación sin tener en cuenta si
desea hacerlo o no; con tal de agradar y caer bien a todo el mundo, preferirá callarse y dar la razón
antes que dar su opinión y generar conflicto.
Todo lo piensa en función de lo que cree que opinarán los demás; lo que coarta claramente su
libertad. Siempre está en alerta; buscando esas señales de aceptación que le generan un gran
desgaste emocional; ya que constantemente está cuidando lo que dice y hace para no “meter la
pata”.
LUZ Y CAMINO
LUCIERNAGA
RUTINA
SUFRIMIENTO
ROSTRO
SONRISA
JUVENTUD
HUMILDAD
DISCUSION
MENTIRA