Rojo Vivot
Rojo Vivot
Rojo Vivot
ELABORACIÓN DE
PROYECTOS
Condiciones culturales para el desarrollo sustentable
ISBN: 978-9974-98-276-5
Montevideo, Uruguay
Febrero, 2011.
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y actitudes en el sistema educativo formal y se ejerce o se degrada en la convi-
vencia colectiva que supone ser parte de una sociedad libremente organizada.
El ejercicio y la práctica diaria de los derechos civiles supone adquirir la
conciencia colectiva de respeto a la legalidad, el ejercicio de la tolerancia y la
valoración de la educación como valor en si mismo e instrumento de crecimien-
to personal y ascenso social.
La Asociación Ciudadana por los Derechos Civiles ha sido establecida con
el objetivo preciso de contribuir a la capacitación de la sociedad civil y de los
ciudadanos en particular, preparándolos para el ejercicio pleno de las respon-
sabilidades y deberes cívicos, así como la exigencia en el cumplimiento de los
derechos que son inherentes a su condición de tal.
En el marco del objetivo fundacional propuesto es un honor para quienes
integramos esta institución presentar esta valiosa publicación como parte fun-
damental del Seminario-Taller que Alejandro Rojo Vivot dictará en Uruguay en
las ciudades de Montevideo, Maldonado y Treinta y Tres.
Esta actividad de capacitación se realiza dentro del proyecto Extensionis-
mo Jurídico que la Asociación Ciudadana por los Derechos Civiles promueve
en Uruguay desde el año 2007 y que consiste en preparar ciudadanos dispuestos
a desarrollar en forma voluntaria tareas de divulgación legal, potenciando su
capacidad de incidencia en la comunidad
La destacada trayectoria del autor y su extensa actuación fundada en su
compromiso vocacional con temas inherentes a la ciudadanía desde prestigio-
sas instituciones internacionales, nos exime de presentaciones o comentarios
sobre la personalidad y vasta producción bibliográfica de Rojo Vivot.
Nuestro profundo agradecimiento a quienes han hecho posible esta capa-
citación y la publicación de este libro, a la Fundación AVINA siempre atenta
a los requerimientos de la sociedad civil, fomentando liderazgos y apoyando
emprendimientos constructivos en el continente, y a la empresa Cutcsa quien
consciente de la importancia de su rol social ha posibilitado esta publicación.
Estamos seguros que los ciudadanos lectores sabrán apreciar y multiplicar
las enseñanzas compartidas en forma generosa por Alejandro Rojo Vivot y re-
producir la buena energía de este emprendimiento en múltiples iniciativas de
bien público que promuevan la noble tarea de servir desde la sociedad civil al
progreso material, social y espiritual de nuestras comunidades.
La tradición libertaria y solidaria de nuestra sociedad, sumada a la capa-
citación para incidir en forma efectiva, en la planificación y contralor de las
políticas públicas, permitirá que el rico potencial de servicio de nuestra gente
optimice los resultados y concreciones de las organizaciones sociales.
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La motivación y confianza en el país que estamos construyendo entre to-
dos, desde nuestro imaginario colectivo y que se plasma cotidianamente me-
diante el pensamiento, el sentimiento y la acción, harán el resto.
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PRIMERA PARTE
“En cualquier tiempo dado, las personas racionales deciden entre unos pro-
yectos de acción, teniendo en cuenta su situación y sus opiniones, justamente
con sus más importantes deseos actuales y con los principios de elección racio-
nal. Así, elegimos entre deseos futuros a la luz de nuestros deseos presentes,
incluyendo entre éstos el deseo de actuar según principios racionales. Cuando
un individuo decide lo que ha de ser, a qué ocupación o profesión se dedicará,
por ejemplo, adopta un determinado proyecto de vida. Con el tiempo su elec-
ción le llevará a adquirir una pauta definida de deseos o aspiraciones (o la falta
de ellos), algunos de cuyos aspectos son exclusivos de él, mientas otros son
propios de la ocupación o del modo de vida que ha elegido”. 1
1 Rawls, Jhon. Teoría de la Justicia. Fondo de Cultura Económica. Segunda edición, segunda
reimpresión. Página 377. México, México. 2000.
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Introducción
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esfuerzos se irán licuando en los problemas sociales y políticos cada vez más
graves y, en el segundo caso, el letargo conceptual, por lo menos, los va con-
virtiendo en ritualista amparados en frases hechas que ni los mismos adeptos
creen.
Sintéticamente: la capacitación puede ser dispar tanto en sus contenidos
como en sus modalidades. Por un lado, la diversidad contribuye en mucho a
ampliar los horizontes y la especialización favorece a mejorar lo conocido. Los
miembros de las organizaciones deben procurar capacitarse como parte im-
portante de su cometido pues es una forma inteligente de desarrollarse. Esto
implica también una clara actitud de búsqueda de alternativas y, sobre todo,
de análisis crítico de la abundante oferta. Los encuentros presenciales entre
quienes llevan adelante propuestas innovadoras contribuyen en mucho a crear
condiciones para replicarlas, concertar acciones y fundar alianzas; la diversidad
puede, en muchos casos, ser fuente de energía compartida cuando se encuen-
tran las formas de acrecentar las respectivas fuerzas.
También se ha de procurar la generalización de la capacitación entre el
mayor número posible de componentes de las organizaciones, desalentando
cualquier tipo de concentración, fenómeno bastante asiduo y de negativas con-
secuencias.
Por otro lado, es importante recordar que la capacitación, en definitiva,
surge de una actitud personal de buscar instancias de superación; cuando esto
no está presente a lo máximo puede suceder una acumulación sin mucho sen-
tido de horas muy desaprovechadas. Si el aprendizaje no produce cambios no
es tal.
Este libro fue concebido con el objeto de contribuir a la capacitación indi-
vidual o grupal, asistida o autónoma, con el fin de generalizar una herramienta
de suma utilidad para el desarrollo sustentable. Cuando el interés sea muy es-
pecífico, en cada parte y sección se encontrará básicamente lo requerido. La
práctica será la gran aliada del entrenamiento.
Asimismo, el logro de los objetivos depende en gran medida de la capaci-
dad de gestión y ésta es el resultado casi directo de la capacitación.
Entonces, por caso, un muy buen indicador de desarrollo institucional es
la cantidad y calidad de acciones de capacitación gestionadas, por ejemplo, en
el último año. El otro parámetro, es sumar la cantidad de horas de capacitación
a las que accedió cada integrante de la organización y dividirlo por el número
total de miembros activos y así poder observar la dinámica interna.
También es oportuno individualizar los cambios, incrementos, iniciativas
originales, etcétera que se producen en cada organización como consecuencia
de alguna acción de capacitación, a los efectos de evaluar cualitativamente este
proceso.
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Por otro lado es bueno tener presente que es la innovación la que funda el
desarrollo y que, la mera repetición acumulada de acciones más bien engorda
que alimenta.
En síntesis, la capacitación debe ser una prioridad inteligentemente ejecu-
tada como una forma de incrementar la calidad de la gestión personal o institu-
cional y así aumentar el impacto positivo en el cumplimiento de los respectivos
objetivos. Indudablemente, hoy más que nunca, la capacitación permanente es
un imperativo impostergable. Quien no lo entienda así, muy posiblemente, irá
quedando a la vera del camino o, por lo menos, demorando a los que lo acom-
pañan y vienen detrás. La capacitación la debemos encarar en dos sentidos, la
específica a las tareas propias e inmediatas y la que nos amplía el horizonte que,
sin duda, también repercute en lo cotidiano.
El planeamiento es un instrumento de real valía para el desarrollo sus-
tentable tanto de las instituciones como de las ciudades, provincias o países.
Es más, es difícil concebir un desarrollo general armónico si no encontramos
en todas las instancias intermedias, si se nos permite el término, una cultura
equivalente.
El planeamiento es posible con distintos niveles de desarrollo y el mismo
tiene un correlato directo con la complejidad y magnitud de lo que se intenta
realizar. Por ejemplo, la disparidad es tan grande como lo que implica llevar a
un hombre a la Luna, ejecutar una política cultural, montar un espectáculo ar-
tístico, instrumentar un sistema de atención al público en una oficina de Rentas
municipal, etcétera.
Pero, trátese del nivel de complejidad que sea, el planificar el trabajo siem-
pre es de enorme utilidad y mejora la calidad de gestión tanto de una comisión
barrial como de una Biblioteca, partido político o de una fábrica automotriz.
Asimismo, planificar en forma participativa involucrando directamente a
los interesados de alguna manera contribuye en mucho a crear instancias sus-
tentables para la ejecución de proyectos. Esto implica, llegado el caso, que
especialistas en la materia, artistas, público en general, a través de técnicas
especificas, vayan construyendo propuestas culturales para su propio barrio, los
operarios, supervisores y profesionales de una fábrica estudien las posibilida-
des de desarrollo de un nuevo producto, los afiliados trabajen en la elaboración
de documentos, etcétera.
En tal sentido, Carlos Matus Romo (1931-1998), uno de los principales
colaborados del presidente Salvador Allende puntualizó: “El primer principio
de la planificación moderna es este: Nadie tiene el monopolio del cálculo sis-
temático sobre el futuro. Todos podemos planificar y todos hacemos algún tipo
de análisis sobre el mañana antes de tomar hoy una decisión. Yo planifico y
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tú planificas. Si no comprendemos esto no podremos no podremos rescatar la
planificación del mar de confusiones en que navega. (…)
Los procesos sociales, como procesos humanos ricos y complejos, están
muy lejos de poder ser precisados y explicados con variables numéricas. La
calidad y la cantidad se combinan para dar precisión a nuestras explicaciones
y diseños. En la jerarquía de las precisiones está primero la calidad y después
la cantidad como condición a veces necesaria de la precisión, pero nunca como
una condición suficiente. No podemos, por consiguiente, eliminar lo cualitativo
de nuestros planes y disociarlo de lo cuantitativo con el pretexto de lo que lo no
medible no influye. Debemos abordar la precisión mediante el uso riguroso de
variables lingüísticas. Nuestro vocabulario puede ser preciso y libre de ambi-
güedades para dar cuenta rigurosa de la realidad”: 2
Sintéticamente, un Proyecto es un documento escrito donde se detallan los
objetivos y las metas buscados, se determinan las acciones a realizar, los recur-
sos necesarios, en que orden y tiempos se ejecutarán como, también, el impacto
esperado, donde se localizará, el diagnóstico situacional, etcétera.
Quienes trabajan por proyectos obtienen una serie de beneficios como, por
ejemplo:
2 Matus, Carlos. Adiós, señor Presidente. Ediciones de la UNLa. Páginas 53 y 60. Remedios
de escalada, Lanús, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Diciembre de 2007.
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llegado el caso, es la forma más usual de presentar propuestas para acceder a
financiamiento.
Quienes trabajan por programas indudablemente necesitan elaborar pro-
yectos sectoriales.
Las comunidades democráticamente desarrolladas tienden a generalizar
los concursos de proyectos como forma principal de acceso al dinero disponi-
ble para el financiamiento de propuestas. De esta forma se eliminan gran parte
de los procesos que se basan en amiguismos u otros mecanismos injustamente
arbitrarios como los subsidios entregados por razones partidarias.
El establecer en cada comunidad que, el acceso a todos los recursos eco-
nómicos públicos destinados a financiar proyectos de desarrollo sea a través de
presentación de proyectos en concursos públicos y que se rijan con métodos
transparentes, contribuye en mucho también a optimizar las posibilidades de
empleo de esos fondos, a incrementar la cantidad de beneficiarios directos, a
diversificar los ejecutores de iniciativas, etcétera.
A veces sucede que hay quienes, de alguna manera, tienden a monopolizar
las alternativas de acceso a la aprobación de proyectos, ya sea por poseer al-
guna información específica y restringir su divulgación, buscar transformarse
en los únicos representativos de una actividad determinada, etcétera. Aquí, una
vez más los valores y actitudes democráticas juegan un papel principal.
De ahí la importancia que también los dirigentes comunitarios y todo in-
teresado en la transparencia pública exijan que se generalice la formulación de
proyectos; de lograrse eso el impacto será significativo e inmediato.
Por lo expuesto insistimos, la redacción de proyectos como una instan-
cia previa y excluyente para la tramitación del financiamiento contribuye, de
alguna manera, a transparentar el proceso de selección, evitar el clientelismo
sectorial y, llegado el caso, poder contrastar lo aprobado con lo realizado. Re-
cordemos que con bastante frecuencia se ha empleado el financiamiento de
emprendimientos como una artera y corrupta forma de desviar fondos para fi-
nes personales o como aportes para campañas electorales, sostenimiento de
activistas partidarios, etcétera.
La transparencia, en el sentido más amplio del concepto, incluye también
a las entidades como los grupos vecinalistas, clubes deportivos, nucleamientos
confesionales, entidades científicas, entidades culturales, sectores sindicales,
etcétera. En este sentido, el trabajar por proyectos contribuye en mucho al con-
trol y al mejoramiento de la eficiencia.
Que el mundo está cambiando no es ninguna novedad. Que asiduamente
las modificaciones suceden más allá de la voluntad de muchos, también es algo
bastante frecuente. En este sentido recordemos lo que escribió Spencer John-
son: “el cambio sólo le sorprende a uno si no lo espera ni cuenta con él. (...) Hay
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que permanecer atento para detectar cuándo empiezan los pequeños cambios y
estar así mejor preparado para el gran cambio que puede llegar a producirse”. 3
En nuestra vida, en el trabajo, en las actividades asociativas, en las ex-
presiones artísticas, etcétera continuamente estamos pujando, por un lado, en
repetirnos y, por el otro lado, en crecer innovando. Claramente coexisten dos
palpables y fuertes tendencias: la cómoda inmovilidad de lo conocido y el ries-
go del movimiento. La innovación de por sí es atrayente, la rutina nos enquista
aún cuando no nos demos cuenta.
Muchas personas, instituciones, organismos, empresas, etcétera tienen se-
rias dificultades de visualizar la importancia de las innovaciones beneficiosas,
aún las más sencillas y de bajo coste. La rutina innecesaria, los procesos obso-
letos, la innecesaria concentración de la información de utilidad general, etcé-
tera, muchas veces, son mantenidos y defendidos como si no existieran otras
alternativas. Esto repercute, entre otras, en una degradante forma de trabajo,
ineficiente solución a los problemas, demoras injustificables, bajo rendimiento,
hastío de los protagonistas, etcétera. Tengamos presente que, un músico que
todos los días debe ejecutar una misma partitura es casi seguro que, en cada jor-
nada, la interpretará particularmente como que el Sol sale siempre pero nunca
exactamente a la misma hora en el transcurso de un año.
También debemos incluir aquí lo que se denomina pensamiento único, es
decir que, muchas veces, se presentan las soluciones a los problemas como la
posibilidad excluyente de toda otra; por lo general hasta se descalifica de plano
cualquier otro intento que se aparte de lo predominante y se evita la discusión
como proceso de desarrollo de las ideas.
La cultura innovadora marca la división de aguas entre los que siempre
estarán más atrás con las carencias que eso implica y los que tendrán horizontes
más amplios y mayor disfrute de los bienes que el desarrollo humano va alcan-
zando a cada segundo. Llegar a un punto de inflexión también implica capaci-
dad para reconocerlo y la decisión para avanzar más allá del mismo, con todos
los riesgos que eso implica. La innovación tiene como componentes principales
la inteligencia y la valentía.
Alvin Toffler, estadounidense nacido en 1928, expresó hace décadas: “es
tan profundamente revolucionaria esta nueva civilización, que constituye un
reto a todo lo que hasta ahora dábamos por sentado. Las viejas formas de pen-
sar, las viejas fórmulas, dogmas e ideologías, por estimadas o útiles que nos
hayan sido en el pasado, no se adecuan ya a los hechos. El mundo que está
rápidamente emergiendo del choque de nuevos valores y tecnologías, nuevas
relaciones geopolíticas, nuevos estilos de vida y modos de comunicación, exige
3 Johnson, Spencer. ¿Quién se ha llevado mi queso? Ediciones Urano. Páginas 71 y 79. Bar-
celona, España. 2000.
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ideas y analogías, clasificaciones y conceptos completamente nuevos. No pode-
mos encerrar el mundo embrionario de mañana en los cubículos convenciona-
les de ayer. Y tampoco son apropiadas las actitudes o posturas ortodoxas”. 4
El ejercicio del análisis crítico es una muy buena herramienta para la vida
diaria, la actividad laboral, el accionar creativo, los emprendimientos cultura-
les, etcétera. Todos, en mayor o menor medida, tenemos enormes capacidades
desaprovechadas; más aún cuando caemos en la rutina. Aquí surge otro ele-
mento principal: el método de toma de decisiones producto de, por un lado, la
generación de ideas, confrontación de alternativas, fijación clara de los objeti-
vos, sostenimiento de lo acordado, etcétera y, por el otro, la participación de los
involucrados, el acceso a la información suficiente y en el tiempo adecuado, la
transparencia, etcétera. 5
Al trabajar por proyectos también nos permite tener elementos para eva-
luar los procedimientos, los resultados y el impacto que producimos al ejecutar
lo planeado. Podemos detectar en qué nos equivocamos y aprender de nuestros
errores. Las fortalezas y debilidades claramente identificadas siempre iluminan
el espacio en donde estamos y el camino posible de recorrer.
Muhammad Yunus, bengalí nacido en 1940, escribió “en el fondo de cada
uno de nosotros existen bastantes más posibilidades que las que hemos tenido
oportunidad de explorar hasta ahora. Si no creamos un entorno favorable para
el desarrollo de nuestro potencial, no sabremos nunca lo que se oculta en no-
sotros.(...)
Emprender algo, a fin de cuentas, sólo es utilizar el propio coraje y deses-
peración para que las cosas cambien”. 6
Desde luego que la metodología de proyectos no es la panacea que resuel-
ve todos los problemas pero, el no contar con esta útil herramienta sin duda la
cuesta será siempre más abrupto y, quizá, cuando estemos próximos al abismo
no seremos ni conscientes de la situación.
También es dable señalar que, el trabajar por proyectos, por lo menos en el
ámbito de los poderes públicos, permite disminuir la incidencia del amiguismo
como cuando algunas instituciones obtienen fondos estatales con sólo una con-
versación telefónica con alguna influyente autoridad.
4 Toffler, Alvin. La tercera ola. Plaza y Janes. Quinta edición. Páginas 12 y 13. Barcelona,
España. Mayo de 1989.
5 Rojo Vivot, Alejandro. Como fijar las prioridades. Segundo Congreso Mundial de la Orga-
nización Mundial de Personas Impedidas. Bahamas. 18-22 de Septiembre de 1.985.
6 Yunus, Muhammad. Hacia un mundo sin pobreza. Editorial Andrés Bello. Octava Edición.
Páginas 13 y 165. Buenos aires, Argentina. Marzo de 2001.
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Por otro lado, la formulación de proyectos contribuye en mucho a con-
trastar, con transparencia y ecuanimidad, las distintas propuestas, por ejemplo,
presentadas como solicitudes de subsidios, préstamos blandos, etcétera.
Para provocar cambios, por ejemplo, en un sector determinado de un ente
gubernamental, en una asociación de Bien Público, en una comunidad aborigen,
en una entidad bancaria, en un barrio, en grupos de expresión artística, en una
fábrica, nucleamientos ambientalistas, un partido político, etcétera es conve-
niente involucrar a los directamente implicados en generar las modificaciones.
Desde luego que los niveles de participación son muy variados y es ingente la
cantidad de técnicas que existen para realizar las acciones con y no sólo para.
En los procesos dinámicos, muy particularmente, cada uno debe ser el
conductor o co conductor pues sino, los cambios tendrán difícil resolución y
muchos se licuarán por lo menos en sus efectos. A veces, las modificaciones
efectuadas sin la participación de sus propios protagonistas son útiles como
propaganda de poco sustento y para justificar la inversión realizada. En este
sentido Roberto Nul expresó: “en estos tiempos de incertidumbre el país nece-
sita herramientas que permitan sacar adelante a las organizaciones. (...)
El liderazgo es la clave del cambio en las empresas. A partir de la aplica-
ción de principios como proactividad, claridad en los objetivos perseguidos,
negociación y balance entre producción y capacidad productiva, el empleado
puede ser un líder, es decir, un agente movilizador de recursos dentro de una
organización (...)
Los empleados cada vez más tienden a manejar los asuntos importantes de
la compañía. El objetivo es lograr que todos los colaboradores sean moviliza-
dores de recursos. (...)
Casi todos tienen presente cuáles son los valores perseguidos, pero pocos
tienen en claro cuáles son los principios efectivos. Acá hacemos una combina-
ción de ambos para que la compañía y las personas que trabajan dentro de ella
salgan beneficiadas. (...)
Esto produce una sinergia entre el empleado y la empresa que es realmente
efectiva, donde dos más dos es más de cuatro”. 7
En síntesis, la formulación de proyectos es una buena herramienta para
favorecer la participación pues, de haberse previsto, puede ser el resultado de
una construcción colectiva y que, de ser necesario, es posible ir desarrollando
su complejidad desde los niveles más elementales.
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Y recordemos que, todo cambio está sustentado en una fuerza suficiente que,
en definitiva, haga posible las modificaciones necesarias o, como expresó Pascal,
“si las pasiones no nos atenazan, 8 días y cien años son la misma cosa”.8
Asimismo es dable señalar que, a lo largo del texto hemos incluido una se-
rie de citas con el fin de ampliar la perspectiva de la exposición y de coadyuvar
con la difusión de otros trabajos que, sin duda, mejoran y expanden la visión
sobre el desarrollo en general y en particular sobre la formulación de proyectos.
También señalamos claramente los conceptos claves, remarcamos algunas de
las ideas principales, agregamos varios ejemplos sucintos, incorporamos varios
cuadros y gráficos, etcétera con el fin de contribuir a la divulgación de lo deci-
sivo que es trabajar con método para favorecer el desarrollo sustentable, como
parte fundamental de las condiciones culturales generalizadas en toda la pobla-
ción, inclusive más allá de los intereses y situaciones específicas.
Cabe destacar que, en este libro nos referimos a veces a proyectos y otras
veces a proyectos de desarrollo, empleando este último concepto cuando la
planificación está focalizada en una área, institución, sector, etcétera con graves
problemas de desenvolvimiento autónomo, aunque sea en algunas cuestiones.
Y proyecto (sin adjetivación alguna) es la planificación focalizada en aspectos
específicos. Esta situación puede ser observada en la mayoría de los autores.
También consideramos oportuno aclarar que el concepto proyecto (o pro-
yecto de desarrollo) está indicando una muy precisa situación que, a veces, se
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denomina nicho y está acotado a un período relativamente corto. Programa está
indicando mayor amplitud y, por lo general, son plurianuales. Plan usualmente
es empleada para señalar los emprendimientos más macro como, por ejemplo,
la supresión del analfabetismo. Y campaña es otra estrategia con mayor grado
de diversidad como lo es un proceso electoral. Todas tienen en común varios
aspectos aunque cada una posee características específicas. Nótese que algunos
autores adhieren a otros criterios y hasta hay quienes emplean los antedichos
conceptos como si fueran términos sinónimos.
Elaborar un proyecto lo mayor acotado posible permite evitar, por un lado,
el voluntarismo que todo lo puede y, por el otro, desalentar las propuestas tan
amplias que es sumamente dificultoso evaluar sus impactos directos y que, fre-
cuentemente, conllevan frustraciones en los ejecutores y en los beneficiarios
directos. Recordemos que podemos preparar todos los proyectos que creamos
oportunos y que nunca algo sirve para todo.
En una organización como, una fábrica, un ministerio, un barrio, un centro
cultural, un partido político, etcétera, puede haber a un mismo tiempo varios
proyectos en desarrollo relacionados o no entre sí. Esto permitirá perspectivas
parciales e integrales, sin que sea necesario unificar todas las iniciativas en una
sola.
Un Proyecto es:
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seguramente o hasta donde les consta a los actores, servirán para concretar lo
que se desea. Para ordenar, jerarquizar y determinar secuencias de operación y
recursos necesarios a ser afectados, se recurre, entonces a metodologías y técni-
cas propias de la planificación, generalmente conocidas como proyectos”. 10
Por otro lado Ezequiel Ander-Egg y María José Aguilar Idáñez puntualiza-
ron, en este contexto, que un proyecto es “la ordenación de un conjunto de acti-
vidades que, combinando recursos humanos, materiales, financieros y técnicos,
se realizan con el propósito de conseguir un determinado objetivo o resultado.
Estas actividades se articulan, se interrelacionan y coordinan entre sí.
El propósito de todo proyecto es alcanzar un resultado (efecto concreto que
se logra con su realización) o un producto (elemento material o de servicio que
se genera para producir el efecto). Además, todo proyecto se realiza dentro de
los límites de un presupuesto y de un período dados”. 11
En las Conclusiones Finales del Proceso de Participación de los Pueblos
Indígenas de la Provincia del Neuquén podemos leer: “Las comunidades indí-
genas entendemos por proyecto de desarrollo al conjunto de acciones concretas
llevadas a cabo por las comunidades para satisfacer sus necesidades, aprove-
chando las posibilidades que nos ofrece el territorio indígena, procurando no
alterar el equilibrio que reina en él. Nos estamos refiriendo a aquellas acciones
orientadas a mejorar las condiciones de vida por medio de la producción de
bienes y servicios, para lo cual nos hace falta, infraestructura, equipamiento
y recursos económicos. Su carencia provoca que las comunidades indígenas,
tengamos que buscar afuera lo que hace falta para nuestro crecimiento y desa-
rrollo”.
En síntesis, un proyecto de desarrollo es la formulación sistematizada y
escrita de una serie de acciones que se desean llevar adelante con el fin de
establecer bases sólidas, por lo general en áreas deprimidas o en sectores de
población minoritarios (minorías), que permitan modificar situaciones que de
por sí, no tienen posibilidad de revertirse sin un impulso específico. También, la
formulación de proyectos nos permite presentar en forma ordenada la idea que
deseamos llevar adelante, por ejemplo, en una institución, grupo, barrio, etcé-
tera. Por caso, somos parte de una cooperativa y queremos ampliar los puestos
de comercialización, somos parte del personal de un municipio y nos propone-
mos modificar el sistema informático, intentamos incrementar la capacitación
interna de una empresa, como docentes buscamos efectuar innovaciones curri-
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culares, artesanos que desean tener su propio mercado para vender el produci-
do de su trabajo, como afiliados a un partido político procuramos difundir un
proyecto de ley, etcétera. Con mayor nivel de complejidad un proyecto puede
ser la base para una importante inversión comercial, fusionar varias empresas
informáticas, creación de una Universidad, desarrollo de un mega festival de
cine internacional, etcétera.
Y recordemos lo expresado por David Landes: “no es la necesidad de dine-
ro lo que detiene el desarrollo. El mayor impedimento es la falta de preparación
social, cultural y tecnológica, la necesidad de conocimiento y know-how. En
otras palabras, la necesidad de contar con la habilidad para usar el dinero”. 12
Por formulación sistematizada entendemos que, en la elaboración debe se-
guirse alguna metodología lo suficientemente clara y precisa que permita, a
quien lee el Proyecto, tener una idea acabada de lo que se está proponiendo y
que sirva como base documental para su monitoreo y evaluación. Hay diversas
metodologías muy complejas y muchas extremadamente simples, algunas son
cabalmente resueltas y otras adolecen en algunos aspectos; la elección será de
cada uno aunque a veces ya está decidida de antemano, pero siempre es nece-
sario trabajar con alguna.
Permítasenos una insistencia. Un proyecto es un documento escrito, com-
pleto en su elaboración, sus metas factibles de ser alcanzadas y que sus resulta-
dos deben poder ser comprobables.
En resumen:
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son acciones que se llevan adelante en un tiempo y una forma determinados,
con los recursos necesarios y con la intervención activa de quien corresponda.
Las fantasías las dejamos para el arte y los ensueños.
Todos los interrogantes que se plantean antes de encarar una acción deben
tener respuesta apropiada en el Proyecto, de otra manera, el mismo, será incom-
pleto o inadecuado.
También los proyectos deben ser coherentes. Por caso, todos los objetivos
tienen que estar desagregados en metas, todas las metas deben tener accio-
nes que se encaminen hacia ellas, los elementos necesarios tienen que tener el
financiamiento contemplado, cada tarea debe tener al menos un ejecutor, los
resultados deben ser comprobables, etcétera.
Por ejemplo, si en un Proyecto encontramos un objetivo que no tiene, al
menos una meta, será un claro indicador de que está de más o la formulación
está notoriamente incompleta.
Asimismo, es dable recordar que, por lo general, los lectores de estos pro-
yectos no conocen la región o la institución donde se desarrollarán y no son
-necesariamente- especialistas en la temática específica, por lo que deben ser
suficientemente explícitos. Erradamente dar por supuesto algo es, de alguna
manera, desmerecer a nuestro interlocutor pues no lo estamos apreciando ca-
balmente. También es válida esta última afirmación cuando los especialistas en
desarrollo no se comunican comprensiblemente con los que deben asistir.
Que quede claro. La asistencia técnica, por rigurosa que sea, si no es ase-
quible por los destinatarios no reúne los requisitos de tal. Es como buscar de
noche donde está iluminado aunque no sea esa la zona donde perdimos las
llaves.
Por otro lado, es importante destacar que los proyectos de desarrollo son
instrumentos idóneos para gestionar recursos financieros externos a la organi-
zación, tanto de agencias nacionales, como extranjeras e internacionales. Por
otro lado, cuando los miembros de una institución trabajan por proyectos con-
tribuye a la formulación, por ejemplo, de Presupuestos por Programas. Y, quizá
convenga reiterarlo todas las veces posibles: el elaborar proyectos nos facilita
clarificar nuestros propósitos y posibilidades pues, si se nos permite la expre-
sión, es un excelente ordenador de ideas.
Por todo lo expuesto hasta aquí afirmamos con profunda convicción que,
quienes logren capacitarse en la elaboración de proyectos obtendrán la capaci-
dad administrativa y técnica que les permitirá, con el empleo racional de sus
esfuerzos, el logro de sus objetivos.
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La alternativa como método
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lo consensuado, pocas veces se documenta lo establecido en las reuniones y
conversaciones telefónicas, tendencia al trabajo individual en desmedro de los
equipos, intenso verticalismo en vez de alentar la labor horizontal, etcétera
De ahí que se van sucediendo como olas las propuestas para las más diver-
sas situaciones. Por caso, a todos los desempleados les decimos que les con-
viene crear cooperativas, luego les afirmamos que mejor es que se conviertan
en micro empresarios y más adelante les hablamos del auto empleo. Si estamos
frente a mujeres las orientamos a las tareas que suponemos propias del género
como la elaboración de comida casera, talleres de costura, cuidadoras domici-
liarias, etcétera. A los jóvenes les sugerimos las artesanías, limpiar vidrios de
las viviendas u otras sofisticadas salidas laborales. Ante personas droga de-
pendientes o con discapacidad la solución son los invernaderos o, quizá, las
fábricas de cepillos.
El pensamiento único aparece a flor de piel. Pareciera que cada uno tiene
un destino que cumplir y el sólo intento de apartarse de la regla pre establecida
es síntoma de rebeldía y de no quererse ayudar a sí mismo; el fracaso los acom-
pañará siempre por no haber hecho caso.
En definitiva, lo que estamos proponiendo es que al disponerse a elaborar
un Proyecto como primera medida se deje volar la imaginación. Que se bus-
quen distintas alternativas y se las confronte unas con las otras, a los efectos de
ir configurando una propuesta que será la elegida al concluir el proceso.
Ese mismo mecanismo de toma de decisiones se realiza al desarrollar el
Proyecto como, por caso, se establecen distintas metas, diferentes cronogramas,
disímiles montos financieros, etcétera. Luego se cotejan las alternativas, anali-
zando las ventajas y desventajas de cada una, las posibilidades de concretarlas,
las oportunidades de llevarlas adelante según los contextos que nos toque ac-
tuar, las necesidades de los beneficiarios, las peculiaridades de las instituciones
involucradas, etcétera.
El producido de la búsqueda de alternativas, el por qué se desecharon al-
gunas posibilidades y los motivos de las elecciones que al final integran la pro-
puesta enriquecen en mucho si son incluidas en el Proyecto. Por un lado, por
que queda registro del valioso trabajo y, por el otro, permite seguir el proceso
de elaboración y comprender cabalmente la toma de decisión. En la Segunda
Parte de este trabajo incluimos algunos ejemplos y comentarios que comple-
mentan lo aquí expuesto.
En la mayoría de los proyectos no encontramos ningún indicio del por qué
de cada uno de sus componentes y las razones que se encontraron para desechar
otras alternativas. Quizá por que no hubo ese esfuerzo inteligente de optar por
lo mejor dentro de lo posible y tan sólo se resolvió la cuestión desdeñando una
vez más la riqueza ingente de la diversidad y sus infinitas combinaciones.
· 25 ·
Una actitud innovadora necesita de condiciones culturales para desarro-
llarse y, desde luego, de características personales de quienes se arriesgan en
tal sentido. La creatividad produce tensión, el caminar en otro sentido para
poder tener otra perspectiva significa, muy probablemente, un esfuerzo adicio-
nal y, siempre, el desarrollo implica el bienestar que genera el superarse o el
contribuir a que otros accedan a lo que antes les estaba vedado. Los proyectos
innovadores, aunque sean los menos, son los que, en definitiva, impactan con
efectos duraderos, los otros quizá resplandecen unos instantes como en las fo-
tos de algunas inauguraciones oficiales donde muchos sonríen a los efímeros
segundos de celebridad y todos están esperando el ágape que otros han trabaja-
do para prepararlo.
Prioridades
· 26 ·
Los grupos, las instituciones, etcétera también tienen acuerdos básicos que
los caracteriza e impulsa en el proceder. Por caso, un sindicato busca el resguar-
do y mejoramiento de las condiciones laborales de sus agremiados por lo que,
al fijar los criterios para determinar las prioridades de resolución de los proble-
mas deberá tener en cuenta esta cuestión, un grupo de arte contemporáneo tiene
un contexto específico donde accionar, etcétera.
También pueden primar criterios que respondan a la inmediatez como, por
ejemplo, aprobar primero los de más rápida resolución. Asimismo, el interés
manifiesto de los beneficiarios directos en muchas oportunidades señala la pri-
mera prioridad.
Por otro lado, la decisión se inclinará favorablemente por la alternativa que
insuma menor inversión o por la que tiene asegurada su financiación.
La toma de decisión puede ser individual o grupal, pero siempre, en última
instancia, cada uno decide por si mismo aunque la opinión se sume a otras y sea
el resultado de una votación o acuerdo por consenso. Permítasenos insistir, sea
la forma que sea, siempre somos responsables de nuestra decisión.
El fijar prioridades es el resultado de una toma de decisión; implica que
algo se hace primero y otros asuntos se resuelven después o, llegado el caso,
nunca. Es ordenar y, muy posiblemente, también decidir que cuestiones no se-
rán ni tratadas en el corto plazo.
Asimismo es dable señalar que, la falta de decisión precisa o el intento de
acceder a todas las demandas al mismo tiempo, como si la capacidad de acción
y los presupuestos fueran infinitos, es el mejor camino para crear falsas expec-
tativas y al fracaso en la conducción. Esta conducta es absolutamente mendaz y
contribuye a acrecentar la falta de credibilidad.
En otras palabras, la demagogia por un lado elude la fijación de prioridades
y por ende de la responsabilidad que eso implica y, por el otro lado, es absolu-
tamente errática ya que actúa según los impulsos que recibe de quienes tienen
más capacidad de influir. Además, como pareciera que responde a los intereses
de los que más logran manifestarse rara vez recibe la crítica general. Estas tres
características, entre otras, hacen de la demagogia una de las más perversas
formas de conducir y, por ende, de erradicar.
Entonces, es necesario tomar la decisión de ordenar los problemas según
van a ser encaradas las soluciones y en la forma que se hará. Todo al mismo
tiempo no es posible ya que la varita mágica se perdió hace años.
Supongamos por caso a un grupo vecinal que trabaja por el mejoramiento
de su sector. Seguramente los problemas son muchos, muy variados y de simi-
lar importancia. Además, los socios, por razones particulares u otras cuestiones,
pueden estar particularmente más interesados en unos aspectos que en otros.
· 27 ·
Siguiendo con el ejemplo, puede estar haciendo falta agua corriente, ins-
talar una radio comunitaria de frecuencia modulada y baja potencia, lograr la
recolección de residuos, mejorar la iluminación en la vía pública, la mayoría de
los niños necesitan ayuda escolar, organizar un grupo de personas desocupadas
para que generen sus propios ingresos económicos, promover la alfabetización
entre los adultos que lo requieran, dos ancianos por no tener sillas de ruedas
están postrados en la cama ya que no se pueden movilizar de otra manera, tres
vecinos buscan asistencia legal pues fueron despedidos injustamente de sus
trabajo, etcétera. A esto podemos agregar algunas contingencias como que se
están inundando algunas calles por las prolongadas lluvias, el inesperado falle-
cimiento de un jefe de una familia numerosa, el cierre de una fábrica cercana,
ya no sirve el calefactor del centro vecinal, etcétera. Este análisis de la realidad
es lo que se denomina diagnóstico, que incluirá los problemas y los recursos
con que se cuenta como, por ejemplo: cinco vecinos dispuestos a trabajar a
partir de las 18 horas, tres personas desocupadas que están disponibles todos
los días, diez jóvenes estudiantes secundarios que ofrecen sus fines de sema-
na, las instalaciones del centro vecinal, etcétera. Más adelante ampliamos esta
cuestión.
A veces, al elaborar un diagnóstico algunas cuestiones quedan como des-
dibujadas, sobre todo cuando las enumeraciones son extensas y muy dispares.
Otra tendencia bastante frecuente es centrarse en los problemas no prestándole
la misma atención a los recursos del grupo, la comunidad, la institución, etcéte-
ra. Esto último es característico de los que solicitan fondos en la seguridad que
si uno muestra sobre todo lo mucho que adolece es más posible obtener finan-
ciamiento, olvidando que el evaluador conoce ese tipo de actitud y que, además
observará atentamente los recursos existentes como un indicador importante
antes de decidir la aprobación de un Proyecto. Asimismo, menoscabarse para
conseguir algo no es un rasgo ético ni inteligente.
Por lo tanto, para facilitar su elaboración como su comprensión es muy
conveniente incluir después del texto un cuadro resumen de las carencias y de
las posibilidades encontradas. Cabe agregar que hemos previsto que los cua-
dros que elaboramos metodológicamente están presentados en forma abierta o
incompleta con el fin de señalar que pueden ser más extensos y, en otros casos,
como un rudimentario ejercicio para quienes les sea de utilidad.
· 28 ·
Cuadro N° 1
CUADRO RESUMEN DEL DIAGNÓSTICO
CARENCIAS RECURSOS
Alumnos cursando el último
Analfabetismo, niños sin ayuda año del nivel medio y un vecino
escolar hogareña. con estudios universitarios
incompletos.
Madres que no pueden trabajar
por no tener quien les cuide a sus Diez personas jubiladas.
hijos.
Por otro lado, contribuye en mucho a clarificar este asunto referido a los
problemas y las prioridades aceptadas para resolverlos, el presentarlos según
el nivel que se le ha atribuido a cada uno. Esto permite, sin la menor duda,
visualizar lo resuelto ya que el sistema obliga a encolumnar a los problemas
sin posibilidad de empates. También facilita la tarea en el caso en que haya que
confrontar distintos proyectos.
Por ejemplo:
Cuadro N° 2
ORDENAMIENTO PRIORITARIO
PROBLEMA PRIORIDAD
Sector del barrio inundable 1
Ayuda escolar complementaria 2
Generación de ingresos para los vecinos
3
desempleados
Puesta en funcionamiento de una radio comunitaria
4
FM de baja potencia
· 29 ·
ficando los argumentos que fueron propuestos, cuales prevalecieron y cuales
fueron las razones sustentadas en cada caso. Debe quedar escrito el proceso de
toma de decisión especificando las razones de descarte de algunas alternativas
y en que se sustenta lo presentado en definitiva. Una evaluación inteligente
observa particularmente los procesos.
También es importante recordar que muchas de las agencias financiadoras
de proyectos tienen objetivos específicos como, por caso, alentar acciones que
propendan a la igualdad de género, mejoramiento de las condiciones laborales,
expansión del uso de la informática, aumento de la lectura entre los niños y
adolescentes, descenso de las tasas de desempleo, fomento del deporte comu-
nitario, fortalecimiento de la participación ciudadana, garantía de la transpa-
rencia del accionar de los poderes públicos, generalización de la formulación
de presupuestos en forma participativa, capacitación sindical, desarrollo de las
pequeñas y medianas empresas, mayor incidencia de los factores democráticos,
difusión del arte contemporáneo, etcétera. En otras palabras, es inteligente te-
ner presente esta cuestión al debatir las prioridades de un Proyecto en particu-
lar, sobre todo si tenemos la posibilidad de presentar la documentación a una
agencia financiadora específica aunque, muchas veces el camino recorrido es el
inverso, es decir, primero se fijan las prioridades, luego se redacta el Proyecto y
al final se busca el recurso económico. Nótese que no estamos abriendo juicio
de valor, pero sí indicando la disyuntiva y que este asunto debe ser incluido en
el debate.
Una vez más la plasticidad del accionar, sin que eso se transforme en una
conducta anómala, es un rasgo de perspicacia y que en mucho contribuye al
desarrollo de proyectos. Por caso, a un grupo le interesa el fomento de la escul-
tura de artistas locales y se contacta con una agencia cuyos objetivos se centran
únicamente en contribuir a iniciativas cuyas beneficiarias sean mujeres. ¿Qué
propuesta se podría plantear en esa situación? Además, nadie inhibirá al grupo
a presentar otros proyectos más generales a otros posibles financiadores.
Otra cuestión que, de alguna manera, debe ser tenida en cuenta en su justa
magnitud es el contexto y la oportunidad en que nos toca presentar y ejecu-
tar un Proyecto. Por caso, si trabajamos en una fábrica que está despidiendo
parte de su personal por una notoria y prolongada disminución en la demanda
de los elementos producidos, el proyecto a proponer deberá tener en cuenta la
situación vivida. La inversa: un proyecto de rehabilitación en zonas rurales será
observado con mayor interés si en la región, por ejemplo, acaba de concluir un
prolongado conflicto armado.
El contexto y los tiempos en que nos toca actuar también nos están indican-
do muchas prioridades y formas de trabajar en la ejecución de proyectos. Por
ejemplo incrementando la cantidad de beneficiarios directos, revisando cos-
· 30 ·
tumbres y hábitos, modificando algunos elementos, aumentando la confluencia
de esfuerzos compartidos, diseñando actividades para favorecer la diversidad
de los involucrados, etcétera. En otras palabras, los proyectos siempre están
enancados en un lugar y época determinados y están dirigidos a grupos especí-
ficos; inexcusablemente deben estar con los pies en la Tierra y la mirada en el
horizonte o más allá.
Desde luego que los contextos y tiempos no deseados o perjudiciales nos
debe impulsar a buscar también otros ámbitos de trabajo en la búsqueda de las
soluciones más integrales como, por ejemplo, los cambios estructurales en una
comunidad.
Al plantear todos estos asuntos, sin duda, habrá muchas discusiones entre
los presentes y cada uno íntimamente también se debatirá qué elegir. Pero, en
algún momento hay que optar, es decir, a qué le damos prioridad. El pensa-
miento único, las ideas que son presentadas como verdaderas descartando todas
las demás por irrelevantes, quienes se auto proclaman como los más objetivos
y que el resto es mal intencionado, etcétera son parte de los que construyen
el camino autoritario y el fracaso de cualquier proyecto de ayuda mutua, de
desarrollo sustentable, de vida comunitaria participativa, de democracia am-
pliamente pluralista, etcétera.
Hay problemas a que los denominamos estructurales como que las calles se
inunden o el tendido de la red de agua corriente domiciliaria. Otros son indivi-
duales como ayudar temporalmente a una reciente viuda con numerosos hijos.
Hay problemas que involucran a varias personas pero, en principio, necesitan
un apoyo inicial como el colaborar en la creación de un taller para beneficiar a
personas desempleadas, organizar un concierto de un coro juvenil que recién se
conforma, etcétera. Por otro lado están los urgentes como las sillas de ruedas
para quienes las precisan. Y así podríamos seguir agrupando los asuntos que se
nos presentan.
La coyuntura o las circunstancias también pueden influir cuando se plantea
la cuestión de las prioridades. Por caso, hay proyectos que pueden tener alto
impacto de difusión pública, abarcar un número considerable de beneficiarios y
ser de resolución en el corto plazo: muchas veces son los elegidos para motivar
a la población, por ejemplo después de una inundación y, también son los pre-
feridos durante las campañas electorales.
En este último caso donde la coyuntura es el elemento principal al fijar las
prioridades, rara vez es claramente puesto de manifiesto. Por lo menos hay que
estar atentos a esta cuestión aunque sea para no ser engañados.
En definitiva, a los problemas se los puede ordenar de muchas maneras,
por lo que primero se debe decidir el criterio con que se va a realizar la elec-
ción. Entonces volverán las discusiones pues habrá quien opine que se deben
· 31 ·
ocupar de los estructurales ya que afecta a todos, algunos afirmarán que hay
que comenzar por los más urgentes como la ayuda a la viuda reciente con nu-
merosos hijos y conseguir las sillas de ruedas, otros insistirán en los aspectos
culturales, etcétera.
También el debate se puede centrar en que la comisión barrial debe orga-
nizarse principalmente para influir en los poderes públicos con el fin que se
solucionen los problemas tanto los estructurales como las calles anegadas por
las lluvias, como los urgentes a los efectos de que los dos vecinos necesitados
obtengan sus respectivas sillas de ruedas. Entonces propondrán la instalación
de la radio comunitaria y la compra de un calefactor para el centro vecinal ya
que necesitan tener la sede en condiciones y un instrumento de difusión pública
para lograr un acuerdo con las autoridades locales.
Asimismo es posible que los padres con hijos en edad escolar insistan en la
importancia que los niños tengan ayuda para reforzar lo aprendido en la escuela
y que sus familias no se lo pueden brindar y los vecinos cuyas viviendas están
en la zona más inundables procuren que los esfuerzos comiencen por solucio-
nar ese problema.
A veces, en los debates surgen cuestiones relacionadas con los partidos
políticos y hasta haya acusaciones en el sentido que unos piensan de una ma-
nera por estar a favor o en contra de las autoridades locales. También puede
suceder que las discusiones se centren en estar de acuerdo o no con la opinión
de los miembros de la comisión directiva barrial. Esto se hace más notorio es
las épocas electorales.
Situaciones equivalentes pueden suceder en otros ámbitos como al discutir
las prioridades en un Ministerio, muy posiblemente, surgirán muchos criterios
distintos a los efectos de ordenar los problemas a solucionarse, es decir en el
proceso de toma de decisión para fijar las prioridades. Por caso, si se debe co-
menzar por el sector de atención al público o el depósito de expedientes, si se
compran máquinas nuevas o se mejora la iluminación, se organizan cursos de
informática o de derecho administrativo, etcétera.
Por caso también podría suceder que un organismo destinado al deporte o
a la cultura, en un debate sobre fijación de prioridades naturalmente las opinio-
nes se dividan según las especialidades o inclinaciones de cada uno; entonces
habrá que trabajar más buscando los criterios que coadyuven a encontrar una
definición.
Entonces, cuando se decide la formulación de un Proyecto, antes es muy
importante tener presente:
· 32 ·
• Cuáles son todos los problemas,
• Definir el criterio que se empleará para decidir
• Fijar el orden de prioridades
Desde luego que los acuerdos pueden arribarse con propuestas que inclu-
yan más de una alternativa como, por ejemplo:
• organizar una peña artística comunitaria para recaudar fondos para com-
prar dos sillas de ruedas.
· 33 ·
Desde luego que mucho de lo incluido en estas páginas también pueden ser
de utilidad, por ejemplo, para la redacción de una plataforma electoral, la pre-
paración de un documento para las reuniones donde se elabora el presupuesto
financiero anual, en la redacción de un plan de gobierno, en la confección de un
documento para la acción de un grupo o institución, etcétera.
Asimismo insistimos en que en todo proceso de toma de decisión debe in-
cluirse claramente la capacidad de gestión propia como la que podemos sumar,
pero nunca extralimitarnos ni aunque sea motivados por razones altruistas pues,
muy posiblemente, fracasemos en mucho si nos quedamos en el intento o a mi-
tad de camino. El voluntarismo como todo lo puedo, juntos somos invencibles,
es el resultado de un eslogan que siempre está vacío.
Otro de los errores bastantes frecuentes es no mantener lo decidido opor-
tunamente; en otras palabras, después del debate, por largo que éste sea, y de
fijar las prioridades, queda sólo llevar adelante lo resuelto. No confundamos la
profunda discusión a la irresolución prolongada; hasta para equivocarnos nos
tenemos que dar la oportunidad.
Además es importante recordar que el éxito en la ejecución de un Proyecto
es, muy posiblemente, la puerta principal que se nos abrirá para encarar otros
emprendimientos a los efectos de ir solucionando los demás problemas que no
fueron fijados como prioritarios y los otros muchos que habrán ido surgiendo.
También debemos tener siempre presente lo fundamental que es la adecua-
da y oportuna información. En el proceso de toma de decisión como, asimismo,
en todo sistema transparente, la información cumple un papel principal.
Por eso es necesario contar con datos precisos y completos y que los mis-
mos sean accesibles por todo quien los requiera.
Un Proyecto, de alguna manera, es pronosticar que, en determinadas cir-
cunstancias se provocará una modificación y un impacto. Entonces, pronosticar
es entrever el mañana pues, con datos del pasado y del presente, más las accio-
nes realizadas en consecuencia, proyecto el futuro. Si la información es inexis-
tente o inexacta en vez de un Proyecto es una adivinanza. Y recordemos que, la
información incompleta o a destiempo puede tener las mismas consecuencias
que la peor mentira.
Y, por último. La coherencia debe primar ante todo. Los proyectos deben
ser fiel reflejo de las peculiaridades de quienes y donde se realizan y ser las
consecuencias directas de las prioridades reconocidas como tales. De respetarse
básicamente estos criterios aumentan en mucho las posibilidades de sustenta-
bilidad.
La sustentabilidad de un proyecto de desarrollo, en definitiva, es el resulta-
do del accionar de los directamente beneficiarios.
· 34 ·
Recapitulando
15 Greene, Graham. Los comediantes. Sur. Página 238. Buenos Aires, Argentina. 10 de noviembre de
1966.
16 Kovadloff, Santiago. Faltan creatividad y propuestas. Entrevista de Ignacio Escribano. La Nación.
Página 18. Buenos Aires, Argentina. 3 de junio de 2001.
· 35 ·
en sus respectivos contextos, ya sea la protección del ambiente, la difusión
de las artes y la cultura en general, el fomento de la participación ciudadana,
el fortalecimiento de las entidades gremiales y partidarias, la transparencia de
todos los actos de los poderes públicos, la generalización de la administración
de la justicia ecuánime y eficiente, la expansión del acceso de toda la población
al disfrute de los derechos fundamentales como la alimentación, la vivienda, la
educación, la salud, la igualdad ante la ley, el elegir y ser elegido, de expresarse
libremente, etcétera.
Con alzar la vista o profundizar la atención en pequeños poblados, barrios
marginados y también, por ejemplo, en destacados grupos cívicos, encontra-
remos inteligentes y perseverantes planes de acción que buscan el desarrollo
sustentable de sus comunidades de pertenencia en los aspectos más variados. A
veces, esos emprendedores bregan aún a riesgo de sus propias vidas, perder los
trabajos, afrontar los embates de los poderosos, etcétera.
En este orden de ideas, Stephan Schmidheiny, Presidente de la Fundación
AVINA, expresó: “hacia finales de 2001, no quedaban dudas acerca de la serie-
dad de la situación en América latina, donde las condiciones llegaron a niveles
críticos en casi todos los países. A diferencia del año anterior, estas crisis tienen
como agravante su magnitud y alcance, ya que se ha extendido a todos los ám-
bitos: el social, el económico, el político y el ambiental.
Pero a pesar de las malas noticias globales del año 2001, hay muchos sig-
nos que indican que este síndrome destructivo está cambiando. (...)
Las alianzas y asociaciones ofrecen a los ciudadanos los mejores instru-
mentos para cambiar sus sociedades hacia formas más sostenibles de progreso
y lograr, al mismo tiempo, llamar la atención de sus gobiernos. Este es el mo-
tivo por el cual AVINA intenta consolidar una nueva alianza a gran escala”.
17
(14)
Si se lograra acrecentar la capacidad de gestión de tantos que, con gran es-
fuerzo y convicción, buscan afanosamente impactar con sus acciones y, muchas
veces, magros o insuficientes presupuestos, muy posiblemente tendríamos un
presente mucho más digno y mayores esperanzas de un futuro próximo susten-
table donde el ser humano sea la medida de las cosas.
Las herramientas deben estar al servicio de cada hombre y mujer, tienen
que estar adaptadas a cada necesidad en particular y diseñadas para que cada
uno las pueda empuñar según sus respectivas capacidades. Y constantemente
procurar la capacitación a través de la pedagogía de la libertad responsable y
solidaria.
17 Schmidheiny, Stephan. Informe 2001 Anual AVINA. Fundación AVINA. Páginas 8 y 9. 2001.
· 36 ·
La formulación de proyectos es un instrumento idóneo para el desenvolvi-
miento en el sentido más amplio del concepto, su generalización como método
de trabajo permitirá que muchos más beneficiarios accedan a los, casi siempre,
insuficientes recursos destinados a la innovación y desarrollo.
· 37 ·
SEGUNDA PARTE
Bhagavad-Gita 18
“El proyecto no encontró ninguna oposición por parte de los otros dos;
juraron que estaban dispuestos a ello, o a cualquier otra locura; en resumen,
a todo menos a rendirse”. 19
Esta es la parte central de este trabajo pues tiene como objeto contribuir
específicamente a la formulación de proyectos. A manera de una guía, los dis-
tintos apartados favorecen la reflexión y la redacción del documento.
A un Proyecto se lo construye paso a paso y, de alguna forma, termina sien-
do un reflejo de sus autores y de las circunstancias en que fue elaborado.
Estas páginas están encuadradas en la concepción que cada individuo o
cada grupo, por inexpertos que sean, pueden elaborar sus propias propuestas
buscando, cada vez que sea necesario, la colaboración específica.
La experiencia también ratifica que, cuando en los proyectos están invo-
lucrados los propios ejecutores poseen mayores posibilidades de desenvolvi-
miento y de sustentabilidad. Los proyectos, por cierto, deben tener en cuenta las
peculiaridades propias de los involucrados, debe hacerse carne de la carne.
En otro orden de ideas, cada vez se difunden más las normas que estipulan
que los presupuestos financieros anuales de los organismos públicos sean efec-
tuados a través de consultas con la población como, por ejemplo, los vecinos
de una ciudad con respecto a los fondos de su respectivo municipio. A esta
modalidad de democracia semi directa se la denomina Presupuesto Partici-
pativo. Quienes buscan impulsar la participación de la ciudadanía como parte
del aumento de la calidad de la democracia, es muy importante que favorez-
can la capacitación de los habitantes en la formulación de proyectos pues, de
esta manera, se incrementarán indudablemente los procesos de discusión de
las alternativas y la formulación de propuestas coherentes y alejadas del mero
voluntarismo.
19 Melville, Herman. Moby Dick. Biblioteca La Nación. Página 291. Buenos Aires, Argentina. 2000.
· 41 ·
Muy posiblemente, en algunos casos el acompañamiento técnico deba ser
mayor; quizá, primero haya que trabajar en otras cuestiones como la formación
del grupo, la capacidad de expresión, la definición de ideas, etcétera. Todo lo
que sea previo y necesario debe ser encarado para que sea una base firme de la
ejecución y sostenimiento del Proyecto.
Los dirigentes barriales, sindicales, partidarios, culturales, ambientalistas,
deportivos, etcétera deben tener muy en claro que, la improvisación algunas
veces puede resultar pero que la mayoría de las oportunidades conduce al fra-
caso.
Con respecto a la adecuada preparación recordemos que, Gandhi (1869-
1948), entre otros aspectos de su rica y prolífera vida, fue un gran organizador;
en ese sentido supo muy bien como generar recursos, difundir sus ideas, pla-
nificar los proyectos, acrecentar e involucrar a sus adeptos, etcétera. Su foco
de atención proselitista estuvo orientado a los grupos humanos más diversos,
como tal era la sociedad en que le tocó actuar, a los efectos de lograr la justicia
al máximo extremo, incluyendo la autodeterminación de los pueblos como base
para el desarrollo equitativo, teniendo en cuenta prioritariamente a los que más
necesitaban. Además estaba convencido que todos los cambios se podían pro-
ducir a través de las prácticas pacíficas, aún en las peores circunstancias como
el vivir en un país sumamente empobrecido y colonizado por el mayor imperio
de su época.
Gandhi dedicó varios capítulos de su Autobiografía a reseñar sus proyec-
tos y las formas cómo los llevó a cabo, aún en las condiciones más desfavo-
rables. En dicha obra escribió: “el deseo de servir no es un hongo que brota
espontáneamente. Presupone buena voluntad, en primer término, pero también
experiencia”. 20 Entendiendo por experiencia la capacitación, el trabajar con un
método y alguna constancia en la dedicación.
Asimismo es importante recordar que:
Todo Proyecto debe ser integral, esto significa que debe diseñarse en
forma completa y coherentemente, señalando todos los aspectos a tener en
cuenta como, por ejemplo, quienes serán los responsables y los beneficia-
rios, donde se realizará, con que será necesario contar, los aportes propios
y los externos necesarios, las modificaciones que se buscan efectuar y cómo
se evaluará lo ejecutado.
20 Gandhi, Mahatma. Autobiografía. CS Ediciones. Página 222. Buenos Aires, Argentina. 1991.
· 42 ·
También:
En síntesis,
· 43 ·
Asimismo, en algunas comunidades o sectores poblacionales es de gran
valor que los proyectos sean presentados con la técnica de entre pares o, en
otros casos. es conveniente involucrar primero a un miembro de la familia o
grupo más proclive a la innovación para que sea éste quien proponga la ini-
ciativa. De llevar adelante esta forma de trabajo es necesario, en primer lugar,
poseer un buen panorama de la dinámica del grupo y quienes pueden ser los
individuos claves. Frecuentemente, el empleo o no de esta técnica es definitiva
para el éxito o fracaso de una innovación sobre todo cuando también implica,
por caso, modificaciones de hábitos o conductas o cuando el grupo ha sufrido
graves problemas como tal o por situaciones externas al mismo.
Por otro lado, insistimos, hay que prever cómo lo creado o producido a tra-
vés de la ejecución de un Proyecto se mantiene ya sea por las ventas o por que
los beneficiarios gratuitos apuntalan el interés del financiador.
Cuando las ventas generan ganancias existe rentabilidad económica.
Cuando los beneficios son óptimos y acordes con el esfuerzo existe renta-
bilidad social.
Ambas situaciones deben ser evaluadas y sus resultados serán muy impor-
tantes para la toma de decisiones al respecto.
La comercialización de los productos o servicios es un aspecto central en
el éxito o fracaso de un Proyecto.
A veces, se supone erradamente que alcanza con que el servicio o el pro-
ducto sean excelentes y se dejan de lado los aspectos relacionados con cómo
llegar al cliente. Por caso, un emprendimiento de teatro callejero gratuito debe
incluir claramente cuestiones relacionadas con la difusión pública, la divul-
gación en centros claves como las asociaciones barriales, las previsiones ante
inclemencias meteorológicas, etcétera.
Al realizar el estudio de mercado de un Proyecto se debe analizar las carac-
terísticas de la competencia y, de alguna manera, contrastarlas con la iniciativa
que se desea llevar adelante. También nos hemos de preguntar el porqué de deter-
minadas características pues, muy probablemente, la respuesta nos esté, posible-
mente, describiendo el mercado. En este sentido y sucintamente, en el ámbito de
influencia, podemos encontrar con respecto al producto del Proyecto:
inexistente
insuficiente
similar
diferente
superior
compatible
· 44 ·
Veamos dos ejemplos. En una fábrica el delegado gremial y sus colabo-
radores se proponen abordar la cuestión de la capacitación y en ese sentido
realizan un rápido estudio de mercado para detectar fehacientemente las ca-
racterísticas de la competencia, entendiendo como tal otras iniciativas en ese
mismo ámbito.
Entonces pueden encontrar que no existe ninguna acción, que las mismas
son muy pocas o incompletas, que sólo focalizan la atención en los supervisores
o que no incluyen aspectos conceptuales. También pueden arribar a la conclu-
sión que la existente es mejor a la que se puede llegar a ofrecer o que se pueden
realizar al mismo tiempo sin que implique un despropósito.
Un grupo coral de una ciudad mediana está preparando un ciclo de presen-
taciones para un semestre. En ese sentido deberán estudiar las otras actividades
previstas que podrían ser para un mismo público alternativas de elección, si en
determinadas fechas podrían complementarse con otras iniciativas, otros casos
prever la posibilidad de competir en la atracción de los espectadores, etcétera.
Si se debe fijar un precio a las entradas también habrá que realizar el antedicho
estudio y, muy posiblemente, el coste para el interesado, en algunos casos, po-
drá ser un factor principal al momento de decidir.
Desde luego que, cuando el Proyecto busca generar productos o servicios
para la venta ha de tenerse en cuenta, al menos, los criterios apuntados y otros
como, la cercanía a los posibles clientes, la proximidad a otros centros de con-
currencia, la amplitud horaria, la presentación, etcétera.
Las prácticas desleales, el mercado informal, los mega proveedores, la in-
terferencia de algún factor de poder, etcétera pueden distorsionar el mercado
por lo que hay que también tener en cuenta a la hora de evaluar un Proyecto
aunque, muchas veces, es muy difícil contrarrestar su influencia.
Cabe agregar que el estudio de mercado debe estar dimensionado al Pro-
yecto, pero su inexistencia aún en una mínima expresión como una acotada
compulsa de interés puede contribuir en mucho al fracaso del emprendimiento
o, al menos, al incremento innecesario de los costes. De la misma manera un
desmedido trabajo anterior puede entorpecer en mucho la ejecución de los pro-
yectos. Esto último es frecuente en algunas propuestas con financiamiento es-
tatal que, al menos, encarecen innecesariamente la elaboración de la documen-
tación requerida a los efectos de la aprobación de las iniciativas o inhiben a los
grupos con menor capacidad de gestión de procurar contribuir al desarrollo.
También se a de considerar el tiempo que transcurrirá hasta que la opera-
toria del Proyecto permita recupera lo invertido; esta tasa de retorno será un
elemento de juicio más a la hora de tomar una decisión sobre la viabilidad de la
iniciativa ya que, por caso, habrá inversiones que precisan más plazo que otras
para también reintegrar el capital inicial o conformar otro destinada a financiar
· 45 ·
una inversión distinta. Los proyectos de carácter social tienen su tasa de retorno
aunque, muchas veces, es más difícil de medir con exactitud o es de tan largo
alcance que se entrecruzan con muchas otras circunstancias como, por ejemplo,
la inversión en educación que replica cuando se ejerce un oficio, se generan
ingresos económicos personales, se toman decisiones electorales, se desarrolla
la cultura, etcétera.
En este sentido es importante señalar que, a veces, el criterio de aprobar al-
gunos proyectos está referido al menor plazo de recupero de la inversión pues,
por ejemplo, el mismo integra un fondo rotatorio que financiará otros empren-
dimientos; en otros casos no se evalúa pues pareciera que se trabaja a fondo
perdido, es decir que ni se intenta reciclar el dinero puesto a disposición. Los
excesos y la frecuente desidia en la administración del patrimonio comunitario
la mayoría de las veces se han desperdiciado muy buenas oportunidades de
multiplicar el impacto del cada día más escasos recursos disponibles para el
desarrollo sustentable.
Debe tenerse en cuenta que no existe una sola forma de elaborar un proyec-
to; no hay fórmulas o recetas únicas, pero sí se debe seguir una metodología.
Que se siga un orden pre establecido no significa que el mismo no nos permitirá
ser innovadores, es decir buscar siempre crecer en el desarrollo del pensamien-
to. Si la estructura de la propuesta se aparta notablemente de las guías clásicas
habrá que tener en cuenta esa situación a los efectos de la clara comprensión
del documento por parte del evaluador. Además, recordemos que ser innovador
no significa necesariamente ser oscuro o desordenado en la presentación de las
ideas.
Desde luego que existe la inspiración inmediata, pero recordemos que la
mayoría de los procesos creativos son el resultado de muchos esfuerzos y, a
21 Wilde, Oscar. Ensayos y Diálogos. Hyspamérica. Página 38. Buenos Aires, Argentina.
1985.
· 46 ·
veces, de tediosos ensayos y de hacer rebalsar al papelero con borradores que
fueron desechados.
Asimismo, al menos, es dable tener presente que:
· 47 ·
mente, por ejemplo, solicitando expresamente las instrucciones pertinentes.
También el financiamiento de un Proyecto puede provenir del organismo en
el cual uno se desempeña. Valga por caso, el encargado de la Biblioteca puede
formular un Proyecto para informatizar el servicio, presentarlo a sus superiores
y éstos disponer que en el siguiente Presupuesto financiero se incluyan las co-
rrespondientes partidas.
De lo antedicho se desprende que también hay que tener siempre presente
que hay una etapa de estudio y aprobación del Proyecto y, a veces, de negocia-
ción. De una manera gráfica podemos decir que los que elaboran proyectos, fre-
cuentemente, deben estar atentos, por un lado, a los ejecutores y beneficiarios y,
por el otro, a quienes lo autorizan o financian cuando esto sucede.
En todos los casos es conveniente comenzar por un muy breve resumen
que incluya en una carilla, por ejemplo:
· 48 ·
negativa reiteraremos el esfuerzo en otra fuente de financiación hasta alcanzar
el cometido.
También es importante señalar que es conveniente obtener asesoramiento
técnico específico que, usualmente, es bastante sencillo de conseguir; muchas
veces las agencias de desarrollo lo brindan o financian esta etapa.
Pero volvamos a nuestro tema. Como se recordará expresamos que, un
proyecto de desarrollo deberá contener las respuestas adecuadas a las preguntas
que un evaluador seguramente se formulará para aprobarlo y recomendar que
se lo incluya dentro del presupuesto de una agencia u organismo, para su co-
rrespondiente financiamiento.
En el siguiente cuadro exponemos esas preguntas básicas que nos servirán
de estructura para la formulación de un proyecto de desarrollo.
Cuadro Nº3
Los Proyectos
· 49 ·
1. Los ejecutores
· 50 ·
menor, su ejecución más controlada en todas sus etapas, la contrapartida local
sea mayor, el asociarse a otro grupo, etcétera.
De ser posible, en caso de no tener antecedentes ni cualificación específica,
es conveniente estudiar la posibilidad de buscar asesoramiento en, por ejemplo,
conocimientos, elementos de gestión, etcétera.
Es más, el trabajar en red, es decir, intercomunicados con otros, es un me-
canismo altamente recomendable que contribuye en mucho a fortificar el desa-
rrollo comunitario, institucional, etcétera. Las alianzas generales y las alianzas
estratégicas focales potencializan los emprendimientos y contribuyen en mu-
cho a fortalecer la sociedad civil, además incrementan los respectivos impactos
de los proyectos individuales y los que se ejecuten en forma coordinada.
2. Objetivos
· 51 ·
Por ejemplo:
OBJETIVOS
Objetivo General: disminuir la tasa de desempleo.
Objetivo Específico: conformar un taller de producción.
Objetivo Asociado: capacitar para el desempeño laboral en la reparación
de circuitos integrados y armado de radios.
3. Metas
Por ejemplo:
META: equipar un taller integrado, que funcionará como cooperativa de
trabajo, para reparar circuitos integrados y armado de radios, en el que se des-
empeñarán 30 personas en tareas operativas, 5 como vendedores, 3 en funcio-
nes administrativas y 2 en labores de servicios generales.
· 52 ·
Un Proyecto es una serie de acciones acotadas que provocan un impacto
determinado y acotado, una revolución es otra cosa.
A veces, pareciera que prima la opinión que con un Proyecto no realiza-
mos todo; es verdad, es así. Pero lo concretado tiene un fin en si mismo y ha
provocado el cambio buscado. Es muy probable que un Proyecto no cambie la
sociedad, pero puede contribuir a modificar la historia de algunas personas.
Entonces, las metas formuladas deben ser las que podamos cumplir, ni más
ni menos.
Otra cuestión importante con respecto a las metas es que éstas tienen que
guardar relación con las posibilidades de mantenimiento del emprendimiento
pues, a veces, éstas son muy mayores a la capacidad de darles continuidad. Por
caso, podemos construir mil metros cuadrados de invernadero pero el grupo
no tendrá capacidad de mantenerlo productivo y sólo empleará una parte del
mismo desaprovechando el resto. También es posible lograr edificar un salón
de usos múltiples que casi nadie utilizará pues en esa comunidad es preferido
un centro cívico y polideportivo ya existente.
Es decir, las metas deben responder al diagnóstico que hemos efectuado,
a la capacidad de financiamiento y a las posibilidades de mantener activo el
emprendimiento. Cualquier distorsión, aunque no sea evidente, es por lo menos
una grave falencia ética sobre todo en contextos donde son muchas las necesi-
dades de muchos. 22
4. Localización
En este apartado corresponde efectuar una breve descripción del lugar, pue-
blo, ciudad o región donde se desarrollará el Proyecto. Puede ser una sección
de un Ministerio o un Municipio, un barrio, un servicio hospitalario, el Depar-
tamento escenografía en un teatro, en una de las sedes partidarias, etcétera. Si
es, por caso, un sector encuadrado dentro de una organización institucional más
abarcativa es oportuno también describir a grandes rasgos esa otra instancia.
En otras palabras, un Proyecto para mejora la Biblioteca de una escuela debe
incluir, de alguna manera, el contexto institucional donde se desarrollará.
Dicha descripción es conveniente que esté enmarcada dentro de una carac-
terización local, regional o provincial y una general que describa el país. Esto
último tendrá mayor relevancia cuando el Proyecto deba ser presentado a nivel
22 Rojo Vivot, Alejandro. Ética y personas con discapacidad. Revista del Centro de Investigación y Ac-
ción Social (CIAS). Año XXXIV, Nº345. Páginas 367 hasta 384. Buenos Aires, Argentina. Agosto de
1.985.
· 53 ·
nacional o internacional. Y siempre recordemos que “un hecho carente de im-
portancia intrínseca ha de adquirir mayor interés si ocurre en Singapur”. 23
Se debe elegir los mejores indicadores que sinteticen la situación local
como, por ejemplo, población, aspectos económicos, sociales, educacionales,
salud, culturales, infraestructura, etcétera.
Al efectuar la descripción se tendrá siempre presente el objetivo del Pro-
yecto, pues la misma debe guardar relación -de una manera o de otra- con el
tipo de proyecto que se presente y evitar los detalles que no agregan aspectos
relevantes. La coherencia entre las distintas partes de un Proyecto es un aspecto
principal para el éxito de las iniciativas y una cuestión que el evaluador justi-
preciará como uno de los asuntos determinantes.
Cuando no existan datos estadísticos o como complemento de los mismos
se puede incluir comentarios de informantes claves, por ejemplo, autoridades
comunales, asistentes sociales, docentes, vecinos calificados, antiguos asocia-
dos, etcétera. También se pueden recurrir a textos ya existentes inclusive los
publicados en diarios y revistas.
Recuérdese que el lector externo no tiene por qué conocer la localización
ni el país, por lo que, hasta para el más neófito, la descripción debe ser suficien-
temente ilustrativa, inclusive de las circunstancias particulares.
Asimismo téngase en cuenta que, por lo general, las agencias que brindan
financiamiento se encuentran en países altamente desarrollados con realidades
totalmente distintas a las de la Región y que les es dificultoso imaginarse algu-
nos aspectos particulares, característicos de la situación muchas veces suma-
mente contradictoria.
El último comentario, frecuentemente, también es especialmente válido
cuando el Proyecto se prevé para una zona remota a la capital de un país y se
solicita el financiamiento a un organismo nacional.
Cuando el Proyecto es presentado únicamente en forma interna, el énfasis
deberá focalizarse en cuestiones que se consideren atinentes en este aspecto.
Sin entrar en detalles, pues habrá que analizarlos en cada caso en par-
ticular, pongamos el ejemplo de la Biblioteca: por lo menos la ubicaremos
espacialmente (planos) y algún otro indicador que le permita claramente al
evaluador tener datos de dónde se realizará el Proyecto. Este apartado está
estrechamente relacionado con las demás preguntas, entonces es convenien-
te incluir datos que serán utilizados o confrontados al evaluar su desarrollo
y su pertinente impacto.
23 Masterman, J.C. Tragedia en Oxford. EMECÉ. Página 84. Buenos Aires, Argentina. 1954.
· 54 ·
Si el Proyecto consiste en construir una Sala de Usos Múltiples (SUM),
es pertinente indicar los espacios similares que podrían existir en la misma
localidad.
Nuestra experiencia, luego de haber evaluado distintos proyectos de desa-
rrollo, nos indica que hay una tendencia generalizada a extenderse en demasía
al redactar la descripción de la localización.
Muchas veces la abundancia de datos confunde más de lo que informa.
Casi siempre alcanza y sobra para completar esta cuestión cuatro o cinco
carillas bien escritas y uno o dos cuadros estadísticos completos y uno que
otro mapa. A veces se puede agregar alguna foto o incluir más información en
soporte magnético como en un disco compacto. Siempre habrá que tener en
cuenta las posibilidades del grupo que impulsa la iniciativa y los costes que
conlleva cualquier agregado o complemento.
Si se presenta así de por seguro que el evaluador se los agradecerá y ello es
un muy buen paso en el camino para la obtención de la aprobación.
En el caso en que la agencia o funcionario considere necesario mayores
datos, los solicitará oportunamente. Esto último es mejor que presentar un pro-
yecto de dificultosa lectura o de innecesario coste.
También recuérdese que siempre queda el recurso de adicionar informa-
ción al Proyecto, pero se la incluirá como ANEXO.
En síntesis, en este apartado debe lograrse presentar un buen conjunto de
fotografías y no intentar proyectar una extensa película costumbrista que ya en
la mitad no se recuerda como comenzó.
5. Diagnóstico y Justificación
· 55 ·
Asimismo se pueden indicar experiencias de gestión por proyectos, em-
prendimientos cívicos, políticas públicas, etcétera.
Otro ejemplo. En una ciudad de 35.000 habitantes se proyecta crear un se-
gundo coro de adultos cuyo repertorio será exclusivamente folclórico universal.
Entonces habrá que especificar aspectos culturales, relación con otras localida-
des, tradiciones propias, existencia de docentes especializados en la enseñanza
de la música, institutos educativos de todos los niveles, antecedentes en la ma-
teria, política atinente de las autoridades municipales, comercios e industrias
con interés de financiar el desarrollo cultural, grupos de servicios que podrían
gestionar el financiamiento permanente, etcétera.
En otras palabras, del diagnóstico deben surgir los problemas y las capa-
cidades instaladas; desde luego que ambas referidas, de alguna manera, a las
características del Proyecto.
Por ejemplo, si el Proyecto está referido a la puesta en funcionamiento de
una panadería para generar algunos puestos de trabajo para los recientemente
desempleados, habrá que incluir cuestiones como cantidad de turistas, estacio-
nalidad o no de la actividad, la existencia o no en la localidad de otras panade-
rías, las características del comercio, la proximidad o no de otras poblaciones
que podrían ser abastecidas, etcétera.
Si el Proyecto es un curso sobre elementos básicos de administración y
contabilidad para pequeños comerciantes de un pueblo rural de 1.000 habi-
tantes, será interesante describir por un lado, el perfil poblacional en aspectos
como, cantidad por grupos de edad (niños, jóvenes, adultos, ancianos), nivel de
estudios alcanzados de los que trabajan en el comercio y, por el otro, espacios
adecuados para desarrollar las actividades, dificultades detectadas por falta de
capacitación, etcétera.
Las posibilidades de recolección de los datos son muy amplias y dispares;
en algunos casos pueden existir censos, estadísticas educativas, registros de
usuarios de bibliotecas, etcétera y, en otros habrá que elaborarlos como, por
ejemplo a través de entrevistas, realizando una encuesta, etcétera.
Cada vez que sea posible es conveniente, por lo menos, hacer referencias al
tipo de expectativas, a la capacidad ociosa y al potencial existente. Por ejemplo,
la mayoría de los comerciantes consultados expresaron espontáneamente su
interés por capacitarse en cuestiones de aplicación inmediata, el centro vecinal
cuenta con un salón de usos múltiples que los fines de semana nadie emplea,
en el pueblo vive un profesional contable jubilado dispuesto a dictar cursos y la
escuela certificará la aprobación de los exámenes.
Desde luego que del diagnóstico pueden surgir varios problemas, casi
siempre de distinta magnitud y entidad. De suceder lo antedicho es oportuno
· 56 ·
encontrar la manera de señalar la prioridad de los mismos, la capacidad de re-
solverlos, si existen otras iniciativas de desarrollo, etcétera.
En este apartado también se expondrán las razones del Proyecto.
Se puede emplear como técnica lo que, en definitiva, será una fundamenta-
ción directa del Proyecto, por ejemplo:
y se anotan los pro y contras de cada una, se las compara y luego se las va
desechando con su correspondiente fundamentación hasta optar por la variante
final que será la que conformará el proyecto.
Por ejemplo:
Cuadro N° 4
Análisis de alternativas
Saturación del
Armado de sombrillas Tecnología mercado. Alta
y paraguas. simplificada. competencia
internacional.
· 57 ·
Mano de obra Menor valor
Fábrica de bloques intensiva. Emplea agregado y mayor
para la construcción. recursos naturales incidencia del coste
locales. del flete.
Entonces, por caso, al primer grupo se les podría proponer asociarse, reunir
los fondos recibidos por los despidos e involucrarse en un proyecto de ensam-
blado de acumuladores eléctricos y al segundo grupo se les podría alentar a
formular un proyecto para la obtención del capital suficiente para acondicionar
un galpón sin uso y la compra de los elementos para la construcción de los en-
cofrados y de los primeros insumos.
Desde luego que para los objetivos asociados se empleará un mecanismo
similar, donde se señalarán las ventajas y desventajas de cada uno a los efectos
de contrastarlos cuando se tome la decisión definitiva.
Recuérdese que los comentarios aquí vertidos son sólo a título de ejemplo
y que las disyuntivas frecuentemente son más complejas por la cantidad de ele-
mentos que intervienen y las consecuencias que pueden significar el favorecer
una alternativa sobre la otra. Pero también es oportuno insistir en que el método
· 58 ·
de confrontar distintas propuestas nos permite, por lo menos, contar con mayo-
res fundamentos al tomar la decisión.
Por otro lado es conveniente dejar expresamente establecido que, si una
vez puesto en funcionamiento el Proyecto éste tendrá la posibilidad de generar
recursos suficientes para mantenerse por si solo y -si es posible- que servirá de
base para posteriores extensiones como, por ejemplo, creando nuevas fuentes
de trabajo.
Si es un proyecto deficitario deberá aclararse de donde surgirán los fondos
necesarios para su mantenimiento.
En cualquiera de los dos casos los detalles se incluirán en el apartado Fac-
tibilidad.
Asimismo es importante poner especial énfasis en destacar, cuando co-
rresponda, si el Proyecto coadyuvará a consolidar un Programa más amplio,
cambios comunitarios, modificaciones institucionales, etcétera.
A nuestro entender este apartado es quizá uno de los aspectos más impor-
tantes de un proyecto pues, de ser correcta la justificación (es decir convincen-
te), lo demás es como la añadidura y puede mejorarse.
Pero, entiéndase bien que, no basta con que el redactor del proyecto crea
que es lo mejor y más necesario; es importante que el evaluador comparta ese
criterio, por lo que la presentación debe estar desarrollada en ese sentido.
Muchas veces, al elaborar la justificación se apela más a argumentos emo-
tivos u originados en la voluntad de hacer sin tener en cuenta la practicidad o
la oportunidad.
Para nada desdeñamos lo emotivo y aún más, a nuestro entender debe in-
cluirse una fundamentación ética (por ejemplo el derecho a la vida indepen-
diente, al trabajo, al acceso a las manifestaciones culturales, etcétera). Pero es
fundamental que la justificación se estructure con argumentos objetivos como,
por ejemplo: demanda no satisfecha en el mercado del producto que se desea
fabricar, conveniencia de la operatoria por los costes finales, factibilidad de
comercialización, ventajas de una biblioteca eficiente, etcétera.
Entiéndase bien, no estamos afirmando que un grupo de argumentos son
más válidos que los otros, sino que la fuerza del racionamiento radica en el
justo equilibrio de ambos y siempre, siempre, recordando quienes serán los
posibles evaluadores.
En síntesis, se deberá justificar la viabilidad del proyecto, por un lado:
justipreciando las reales posibilidades de, por ejemplo, los recursos humanos,
costes, comercialización, etcétera y, por otro lado, explicitando la fundamenta-
ción ética, ideológica, etcétera que, sin duda, debe ser el motor de todo nuestro
accionar.
· 59 ·
Recuérdese que estamos tratando de obtener, de una agencia especializada,
de un superior jerárquico, etcétera, importantes recursos financieros para un
proyecto de desarrollo y no organizando una colecta pública apelando a la con-
miseración o explicando una iniciativa a los que concuerdan con la misma.
Quizá llame la atención la reiteración y el énfasis de lo antedicho, pero he-
mos tenido oportunidad de observar, en distintos países, a instituciones emplear
importantes sumas de dinero en proyectos que, desde el punto de vista de racio-
nalidad de la inversión no resistían el menor análisis. Esto es particularmente
notorio en épocas pre electorales donde se publicitan y ejecutan programas de
ayuda financiera que luego nadie evalúa.
Esto último es un claro ejemplo del por qué los líderes deben capacitarse
en estos aspectos técnicos para conducir a las agrupaciones al logro de sus
objetivos a través de sendas más racionales, empleando estrategias científica-
mente estructuradas, evitando a toda costa la priorización de su plan de acción
de forma incoherente con su situación local y la limitada obtención de recursos
humanos y financieros.
6. Beneficiarios
· 60 ·
Al dimensionar un Proyecto hay que tener en cuenta tanto a los beneficia-
rios directos como a los indirectos; el coste de inversión dividido la cantidad de
beneficiarios es un buen indicador del impacto del Proyecto y de lo que el mis-
mo significa. Por ejemplo, para la construcción de un galpón y la adquisición
de las maquinarias y herramientas necesarias hace falta U$S 5.000 y la inicia-
tiva beneficiará a 10 personas desempleadas; entonces una primera conclusión
aproximada es que cada solución laboral necesita U$S 500 por única vez. Si
podemos evaluar el ahorro u otros beneficios que lograrán los clientes del taller
obtendremos una más acertada medida de la relación coste/beneficio.
Insistimos, en muchas circunstancias, la comparación de las diversas al-
ternativas según sus respectivos resultados de la relación coste/beneficio es un
método principal para la toma de decisión.
Cabe agregar que, por lo general, este tipo de cálculos se desarrolla en el
apartado Evaluación Económica. En esta oportunidad lo incluimos como parte
de la explicación de la incidencia del número de beneficiarios directos y su
relación con la inversión total.
A manera de ejemplo presentamos el siguiente ordenamiento.
Cuadro N°5
Ensamblado de
acumuladores U$S 50.000 16 3.125 3
eléctricos.
Armado de
sombrillas y U$S 11.000 8 1.375 2
paraguas.
Fábrica de
bloques para la U$S 10.000 12 769 1
construcción.
· 61 ·
En este cuadro logramos visualizar lo relativo de la cantidad de beneficia-
rios según la inversión que significa llevar adelante cada uno de los proyectos.
Insistimos, este es uno de los criterios que se emplea para evaluar y que es muy
importante pero no el único ni el que siempre prevalece.
En algunas oportunidades se busca aumentar la cantidad de beneficiarios a
los efectos de hacer descender la relación coste/beneficio logrando, sobre todo,
distorsionar el Proyecto. En ese sentido tengamos presente que, por caso, la
cantidad de beneficiarios directos surge, entre otras de la capacidad de produc-
ción y las posibilidades de las pertinentes ventas. En el Cuadro que presenta-
mos a continuación se puede observar claramente que, a veces, debe adecuarse
la cantidad de beneficiarios directos a la capacidad efectiva de comercialización
de la producción pues, el continuo incremento de productos en depósito, por no
tener capacidad suficiente de venta, es un muy buen camino para el fracaso.
Cuadro N°6
PRODUCCIÓN VENTAS
ALTERNATIVAS MENSUAL POR BENEFICIARIOS PRODUCCIÓN PROMEDIO
BENEFICIARIO MENSUALES
Ensamblado de
acumuladores 260 16 4.160 3.700
eléctricos.
Armado de
sombrillas y 430 8 3.440 3.400
paraguas.
Fábrica de
bloques para la 520 12 6.240 6.235
construcción.
· 62 ·
cuentemente se empleaban para asistir a los damnificados por las crecidas del
río se utilizarán en la construcción de una sala de primeros auxilios para todos
los habitantes.
Otro aspecto importante que, con cierta asiduidad es soslayado, es el refe-
rido a la elección de los beneficiarios.
Básicamente existen varias posibilidades:
• Únicamente se explicita el perfil.
• Son los mismos que elaboran el Proyecto.
Las dos opciones son válidas pero, muchas veces, cuando es la segunda
se busca disimular u ocultar la situación. Por caso, elaborar un proyecto para
lograr el auto empleo es muy válido como lo es también uno que favorecerá la
generación de recursos económicos al impulsor y su familia o a veinte vecinos.
La cuestión está en que lo antedicho esté claramente mencionado y no, por
caso, escondido en solamente argumentos generales sobre la desocupación y
sus alternativas de solución.
A veces, en la evaluación es posible engañar una vez, la segunda es mucho
más difícil; a la comunidad de pertenencia es casi imposible mentirle y sostener
la falsedad. También existen las posturas triunfalistas que se asientan en conti-
nuos triunfos aún en los que lejos están de serlos. Al respecto, el genial Premio
Nobel de Literatura (1998), José Saramago, apuntó: “En las tres horas y media
que duró la caminata, y a pesar de algunos breves descansos, avanzaron más
de diecisiete kilómetros. Éste fue el número finalmente apuntado por el coman-
dante del pelotón después de un vivo intercambio de palabras con el cornaca
subhro, que consideraba que no habían sido tantos y que no merecía la pena en-
gañarse a uno mismo. El comandante pensaba que sí, que era estimulante para
los hombres, Qué importancia tiene que hayamos andado sólo catorce, los tres
que faltan los recorreremos mañana y al final verás que todo se acaba ajustando.
El cornaca desistió de convencerlo, era lo mejor que podía hacer, pensó, aunque
sus cuentas falsas prevalezcan, eso no alterará la realidad de los kilómetros que
realmente hayamos recorrido, no discutas con quien manda, subhro, aprende a
vivir”. 24
24 Saramago, José. El viaje del elefante. Alfaguara. Páginas 51 y 52. Buenos aires, Argentina.
Noviembre de 2008.
· 63 ·
7. El proyecto
· 64 ·
extensionista, promotor de la comunidad o, por ejemplo, alguien dedicado a
las relaciones públicas. Si se presenta una oportunidad de este tipo se puede
aclarar las misiones y funciones, el radio de acción, etcétera. Un Proyecto, por
ejemplo, cuyos objetivos están relacionados con algún aspecto del proceso de
rehabilitación de la drogadependencia tendrá, muy posiblemente, ciertas cues-
tiones que hasta podrán modificarse sustancialmente según la evolución de los
involucrados; entonces habrá que buscar un diseño específico en tal sentido y
fundamentarlo debidamente. Esto es muy distinto a la improvisación.
Hay proyectos que se realizan a fondo perdido, pues son actividades que
se realizan gratuitamente y que no se busca un recupero aunque el mismo
podría ser posible. Por caso, en saneamiento de una laguna urbana altamente
contaminada que se lleva adelante a través de un grupo de voluntarios con la
conducción de un especialista contratado. En estos casos es conveniente, al me-
nos valorizar el trabajo voluntario y su coste incluirlo como un aporte propio.
Por lo menos en los proyectos de producción o servicios, también es nece-
sario detallar los costes operativos una vez que el emprendimiento fue puesto
en marcha. Por caso, los costes operativos de una panificadora serán, por lo
menos:
Entonces, hay que calcular cuánto de los insumos son necesarios y el tiem-
po que demanda el producir un kilo de pan y cual es su coste. A ese valor hay
que sumarle proporcionalmente los otros gastos ya indicados y los originados
de la comercialización como pueden ser el envoltorio, la refrigeración, la dis-
tribución, etcétera. En algunos casos, habrá que incluir desechos, posibilidades
de reciclaje, etcétera. Así tendremos una aproximación bastante certera de los
costes.
En resumen, necesitamos información sobre el valor unitario de cada com-
ponente y en que proporción se integra en cada producto.
En muchos casos es conveniente confeccionar una planilla a los efectos de
visualizar claramente la información obtenida y que no falte o se repita algún
dato. Por ejemplo.
· 65 ·
Cuadro N° 7
Unidad de Coste
Rubros Cantidad Coste Total
medida unitario
Insumos
Harina
Sal
Levadura
Personal
Sueldos
Aportes
Seguro
Horas extras
Servicios
Electricidad
Agua
Gas
Gastos Fijos
Alquiler
Tasas
· 66 ·
El precio resultante debe ser analizado bajo la perspectiva ¿lo podremos
vender a ese valor? ¿cuántas personas podrán comprarlo? ¿a cuánto es vendido
en otras panaderías?
Después hay que señalar la capacidad de producción y la capacidad de
venta. Y, desde luego, determinar el nivel de rentabilidad.
Otra cuestión primordial en la operatoria de un Proyecto, como en cual-
quier trabajo, es el control de calidad. El mismo debe ser sistemático y oportuno
a los efectos de corregir cualquier anomalía.
El sostener el nivel de calidad debe ser una prioridad pues es fundamental
para mantener a los clientes y captar nuevos. Además, la constante o creciente
calidad del servicio también es un excelente indicador para quienes financian
proyectos de este tipo pues está señalando, entre otras, que están dadas las con-
diciones técnicas y culturales para el desarrollo sustentable. La improvisación a
veces resulta en lo inmediato, pero siempre es nefasta a mediano plazo.
Con los elementos antedichos podemos formular un plan de negocios y
estimar si el Proyecto de Inversión tiene sentido.
Cuando el Proyecto es netamente social, por caso, apoyo escolar a niños
de muy bajos recursos económicos, realización de actividades de expresión cul-
tural con jóvenes desempleados, etcétera también pueden hacerse los cálculos
antedichos a los efectos de una más acabada elaboración y evaluación.
Otra cuestión principal de todo Proyecto es quienes serán los beneficiarios
directos, es decir, los individuos que recibirán primordialmente el impacto de
las acciones. Por ejemplo, la puesta en funcionamiento de una tintorería indus-
trial en primer lugar beneficiará a quienes consigan generar ingresos gracias a
esta iniciativa.
Los criterios de selección de los beneficiarios directos son muy variados y
dispares como, por caso:
• Estén ya capacitados.
• Sean miembros de un grupo determinado.
• Sean desempleados.
• Pertenezcan a una minoría social.
• Tengan capacidad de hacer un aporte de capital inicial.
Los criterios y sus variaciones pueden ser casi infinitos: mujeres jóvenes
desempleadas y habitantes del Barrio “La Floresta” o adultos desempleados y
que asistan regularmente a unos oficios religiosos determinados, adolescentes
en proceso de rehabilitación de la drogadependencia, empleados de un sector de
un municipio, población afectada por la contaminación de una laguna que les
proveía el agua para el consumo humano, etcétera.
· 67 ·
A nuestro entender los criterios deben ser explícitos y formar parte del Pro-
yecto a los efectos de lograr la mayor transparencia posible en este aspecto.
De la misma manera que hemos señalado que, en algunas oportunidades, se
realizan prácticas corruptas, desleales, arbitrarias, etcétera para aprobar proyec-
tos, sobre todo cuando es con dineros públicos, también son bastantes asiduos
los mismos mecanismos para la designación de los beneficiarios directos. Con
sólo revisar la nómina de beneficiarios, a veces, podemos encontrar parientes
y amigos de quienes prepararon el Proyecto para “el bien de la comunidad”
y parientes y amigos de quienes intervinieron en la aprobación del Proyecto
financiado con recursos administrados por el Estado, para “el bien de la comu-
nidad”.
Dicho de otra manera, lamentablemente, cuando priman las conductas
clientelistas es más alta la corrupción en la selección arbitraria de los beneficia-
rios directos que en el otorgamiento de los fondos.
Otra cuestión. Todo Proyecto en sí debe tender a modificar, aunque sea
parcialmente, lo indicado en el diagnóstico y debe ser coherente con el objetivo
y los principios sustentados en la justificación.
Esto último, que aparentemente es una perogrullada, es uno de los errores
más comunes en muchos de los proyectos de desarrollo que hemos evaluado.
Esta situación se denomina inconsistencia interna y es producto, en general,
de la falta de claridad de quien ha redactado el documento por el cual solicita
el financiamiento.
A veces se confunde un proyecto de desarrollo con la adición de sus dis-
tintos componentes sin cuidar su lógica correspondencia o en ciertas oportuni-
dades, son distintas las personas que elaboran cada parte del Proyecto sin nin-
guna comunicación entre ellas y nadie asume la responsabilidad de su lectura
integral.
Además es conveniente, al concluir la tarea de redacción, dar a leer el do-
cumento a algún especialista externo al grupo elaborador para obtener así un
análisis técnico desde una perspectiva distinta pues, por lo general, somos poco
críticos de nuestra propia producción.
También debe tenerse muy en cuenta el dimensionamiento del Proyecto.
Nuestra experiencia nos indica que es frecuente el sobredimensionamiento,
pues es común no plantearnos aspectos como por ejemplo: el mantenimiento
de las instalaciones, la relación entre la producción y la demanda de un deter-
minado bien, el coste del servicio y la capacidad de la población para afrontar
los aranceles que se establecerán, etcétera.
Afirmamos esto último alarmados por los muchos centros de producción
o servicios que funcionan con una tasa de subempleo superior o igual al 50%,
· 68 ·
con la lógica consecuencia de incremento en los costes por la incidencia de los
gastos fijos desproporcionadamente distribuidos.
Los elefantes blancos son productos de inadecuadas planificaciones o de
los que irracionalmente encaran acciones, motivados únicamente por la volun-
tad de hacer, sin medir las consecuencias de su, aparentemente, bien intencio-
nada iniciativa.
Estas situaciones las hemos observado en muchos países latinoamericanos,
que son precisamente las regiones que más necesitan mejorar las condiciones
generales y señalamos que esas instalaciones no fueron siempre concretadas
por funcionarios demagogos sino que, muchas veces, son el resultado del ac-
cionar de dirigentes comunitarios, profesionales, etcétera.
En otras oportunidades, al elaborar el Proyecto se reducen las acciones
necesarias o se bajan los costes (valores unitarios), por temor a no obtener el
financiamiento total.
Con respecto a lo recién mencionado sugerimos no efectuar recortes an-
tes de recibir esa recomendación por parte del posible agente financiero, pues
podemos estar proyectando de manera incompleta algo que podríamos haber
previsto en forma acabada: además, es muy cierto que para recortar siempre
hay tiempo.
Recuérdese que la descripción del Proyecto es el meollo del documento
por el cual es factible acceder a un subsidio que nos permita romper el círculo
vicioso de no poder hacer por no tener.
Reiteramos que, esta parte del Proyecto debe estar elaborada de tal manera
que el lector externo, aún siendo un neófito, por ejemplo en talleres electróni-
cos, comprenda cabalmente la razón de cada acción y su relación con el Pro-
yecto en forma global. La claridad es la mitad del camino entre la solicitud y
el otorgamiento.
8. Los cronogramas
· 69 ·
Algunos proyectos prevén el acopio, es decir la adquisición anticipada de
parte o todos los materiales. Los argumentos a favor de esta estrategia son, por
caso, lograr mejores condiciones de compra, abaratar el flete, reducir los cos-
tes de transferencias y administrativos propios del financiamiento fraccionado,
obtener la garantía que los elementos estarán localmente disponibles en el mo-
mento necesario, etcétera y algunas de las razones en contra son: gastos de al-
macenaje, pago de seguros o riesgo de pérdida o deterioro antes de emplearlos,
inversión inicial desproporcionada a la ejecución sobre todo cuando el Proyecto
no se ejecuta totalmente, etcétera.
El nivel de desagregación, tanto del período (por día, semana, mes, et-
cétera) como de las acciones, varía según los diversos requerimientos que se
puedan plantear al respecto.
Nuestra sugerencia es que se presente discriminado por mes y por grandes
rubros de inversión (equipamiento, obras, recursos humanos, etcétera). Si el
Proyecto es muy corto se emplearán los días o semanas para ordenar las acti-
vidades.
Si se prevé que algunas de las tareas serán financiadas con aporte de la
organización peticionante u otros fondos distintos a los requeridos, es conve-
niente especificarlo de alguna manera en el cronograma con el fin de demostrar
como se realizó la previsión que garantizará la ejecución total del Proyecto.
Para resolver esta cuestión, básicamente, se puede presentar dos tipos de
cronogramas:
· 70 ·
Cuadro Nº 8
REFACCIÓN xxxxxxx
9. Presupuesto
· 71 ·
tera. En otras palabras, es todo lo necesario financiar para que el Proyecto se
pueda ejecutar.
En otros casos habrá un recurso existente como, por ejemplo, un grupo
de actores busca el financiamiento para una puesta en escena de un trabajo de
creación colectiva, en un teatro que fuera construido por esfuerzo propio hace
varios años.
A este rubro es conveniente calcularle las respectivas vida útil pues, en
algún momento habrá que reponerlos, repararlos, actualizarlos, etcétera. La de-
preciación debe ser incluida en el cálculo de rentabilidad pues, sino la depre-
ciación económica de las actividades presentará una significativa falencia que,
por lo menos en el mediano plazo, podrá significar la pérdida del capital de tra-
bajo por no haber tomado oportunamente las previsiones del caso. Y siempre,
todos los elementos perdurables adquiridos deben ser inventariados y los que
se consumen al utilizarlos por lo menos registrado su uso. Esto contribuye a la
adecuada administración y a la transparencia del accionar.
· 72 ·
Estas consideraciones tienen especial gravitación sobre todo para países
con altas tasas de inflación o economías con importantes niveles de imprevi-
sión. Al respecto, en varios países hemos conocido proyectos que fracasaban
por inadecuados manejos financieros ante bruscas fluctuaciones cambiarias,
cuando las expectativas comerciales eran buenas.
Al efectuar el presupuesto en moneda extranjera deberán tenerse en cuenta
algunos detalles que, por lo general, son olvidados:
· 73 ·
Asimismo, en este apartado, se efectuará también un detalle de los tiempos
en que se empleará el dinero (cronograma de inversión), de acuerdo con lo que
se haya especificado en el cronograma de acciones. Más adelante incluimos un
ejemplo en tal sentido.
Nuestra experiencia nos indica que, usualmente, se tiende a bajar los cos-
tes eliminando algunos aspectos importantes o subcosteando las acciones, con
el objeto de cerrar el Proyecto en una cifra que se supone obtenible, olvidando
que esos recortes pueden hacer peligrar la adecuada ejecución, una vez logra-
dos los fondos.
Es evidente que es mucho más conveniente presentar un Proyecto de alcan-
ce reducido pero completo (integral) que uno amplio e incompleto. Cabe desta-
car que por incompleto entendemos que, una vez finalizado el financiamiento,
el Proyecto no estará en condiciones de aplicarse.
Ejemplificamos estos últimos comentarios para lograr una mayor claridad
en la exposición.
Supongamos que ambos proyectos tienen los mismos costes, salvo que el
primero no requiere de nuevos fondos para comenzar la ejecución de las tareas
propias del taller y el segundo necesita el concurso de otro financiamiento para
concluir la etapa previa a la producción.
Con respecto a lo que denominamos aporte local valen las mismas con-
sideraciones referidas al recorte de los costes. A veces se emplea ese recurso
ficticio como variable de ajuste sin poseer la certeza de obtener esos fondos y
eso es un claro rasgo de irresponsabilidad.
Aquí apelamos una vez más a la responsabilidad y sagacidad de los que
elaboran proyectos y desde luego, a la de los que los evalúan.
· 74 ·
Cuadro Nº 9
Administración
Insumos 3.200
Viáticos 1.120
Servicios 7.890
Gastos generales 1.540
Subtotal 13.750
Imprevistos (10%) 1.375
Total 15.125 4.321,43
Recursos Humanos
245.000
Sueldos
13.200
Seguros contra accidentes
Subtotal 258.200
Imprevistos (5%) 12.910
Total 271.110 77.460,00
Equipamiento
6.000
Herramientas
14.000
Maquinarias
Subtotal 20.000
Imprevistos (1%) 200
Total 20.200 5.771,43
Obras
600.000
Ampliación
200.000
Refacción
Subtotal 800.000
Imprevistos (10%) 80.000
Total 880.000 251.428,57
· 75 ·
Subtotal general 1.186.435 338.981,43
Escalamiento
TOTAL
Cuadro Nº 10
Cronograma de inversión (EN U$S)
EQUIPAMIENTO
OBRA
NUEVA
REFACCIÓN
TOTAL
· 76 ·
El estar en capacidad de rendir cuentas en forma fehaciente debe ser un valor
cultural predominante.
En algunos casos se puede recurrir a un control externo de las inversiones
y gastos como una medida adicional a lo estipulado básicamente. Los grupos
institucionalmente organizados, por lo general, cuentan con un revisor de cuen-
tas y deben lograr un balance efectuado por un profesional con matrícula habi-
litado a tal efecto. Cuando son fondos públicos el Estado estipula sus propios
requisitos. En todos los casos deben averiguarse previamente todos los proce-
dimientos y documentos que se deben cumplir para completar una adecuada
rendición de cuentas.
Asimismo, cada vez que sea necesario, es muy oportuno que se incluya con
la contribución financiera la asistencia técnica en administración y rendición
de los fondos y, llegado el caso, se prevea el financiamiento de quién será el
responsable de esta cuestión.
A veces, las agencias financiadoras estipulan la devolución de los fondos
asignados. Los reembolsos son pactados previamente lo mismo si se incluye
alguna tasa de interés. En este sentido, antes de aceptar el financiamiento debe
estudiarse atentamente la capacidad de devolución en tiempo y forma. En caso
contrario habrá que seguir buscando otras alternativas.
En algunas oportunidades se exigen garantías sobre los fondos otorgados;
esta cuestión generalmente se resuelve efectuando una prenda o hipoteca sobre
los elementos adquiridos a favor de quien entregó los recursos económicos.
En ese caso también habrá que incluir el coste de la prenda o hipoteca en el
coste total del Proyecto y tenerla muy en cuenta para el análisis de rentabilidad.
Cuando el financiador es una entidad crediticia habrá que evaluar muy deteni-
damente la tasa a pactarse, sobre todo si es variable, dada la imprevisibilidad
generalizada en la Región.
En definitiva, de lo que se trata es de lograr la mayor transparencia en el
empleo de los recursos y que quede claramente especificado la racionalidad de
su uso. Es decir, que cada centavo será como un millón.
En este sentido, el lograr aportes de recursos debe significar el redoblar la
responsabilidad de la administración, velando con el mayor rigor posible para
que el resultado tenga el más cualificado impacto pues por caso, de lo que se
trata en definitiva, es de recibir un apoyo externo a través de un Proyecto para
disminuir la brecha entre la necesidad y las posibilidades de afrontar el propio
desarrollo sustentable; el malgastar una oportunidad refuerza el círculo de hie-
rro de la dependencia.
Robert Louis Stevenson en su novela “La isla del tesoro” (1883) describe
una situación de un grupo de piratas que, después de sufrir un largo período de
carencias de todo tipo logran algunos recursos que deberían haber administrado
· 77 ·
sabiendo que serían los únicos por mucho tiempo: “En la hoguera que encen-
dieron, habríase podido asar cómodamente un buey, por lo que su calor impedía
acercarse a ella, como no fuera a favor del viento y, aún así, era preciso hacerlo
con cautela. Lo mismo que la leña, habían despilfarrado los víveres, pues ha-
bían preparado tres veces más de lo que nos hubiéramos podido comer y, uno
de los piratas, riendo estúpidamente, arrojó al fuego lo que sobraba, quizá para
distraerse, siendo que las llamas crecían al caer en los leños la grasa. No he vis-
to nunca hombres que miraran con tanta despreocupación el porvenir; ‘vivir al
día’ era el único propósito que cumplían con exactitud. Su imprevisión respecto
a los víveres y el plácido sueño con que acortaban la guardia los centinelas, me
hizo ver que, eran inútiles para todo lo que se pareciera a una campaña larga y
que exigiera disciplina”. 25
Como lo hemos expresado en varias oportunidades, es muy importante
alentar el esfuerzo compartido, es decir, desaparece la figura de quién da y de
quien recibe surgiendo el concepto de socios. En otras palabras, a las partes les
interesa mancomunar los recursos. A veces, los aportes pueden ser desiguales,
por ejemplo, uno de los involucrados contribuye con el 70% de lo necesario y
el resto con el 30%. En otras oportunidades, cada uno vuelca al proyecto lo que
puede, por caso unos los recursos financieros y los otros el trabajo personal.
Aunque alguno sólo aporte el 1% es muy importante pues, sin el mismo no
se llegará al 100%. Todos contribuyen, todos ganan, todos son fundamentales.
El desarrollo sustentable se basa en esos principios en forma inexcusable.
Frecuentemente no se evalúa el aporte de los grupos y pocas veces se rea-
lizan cálculos económicos para medir con precisión cuál es la contribución en
ese sentido. Es más, cuando priman políticas paternalistas se busca minimizar
los esfuerzos de los individuos con el fin de resaltar la estructura que tiende a
mantener la dependencia.
Nótese que, con demasiada asiduidad los propios involucrados restan im-
portancia a sus aportes y difícilmente valorizan sus cuotas partes, quedando en
evidencia el menoscabo, quizá arrastrado por generaciones, de vivir a los extra-
muros del desarrollo. Cada hoja de cada árbol conforma el bosque.
Por lo antedicho es muy importante incluir en los proyectos los cálculos
pertinentes a los aportes que efectúan quienes se asocian para su ejecución.
Desde luego que hay encontrar parámetros que permitan integrar las distintas
contribuciones ya sean horas hombre de trabajo, especies como semillas, com-
bustibles, etcétera o en bienes muebles o inmuebles.
A continuación transcribimos algunos criterios para justipreciar el aporte
local, sobre todo en grupos auto gestionado y en los que la contribución per-
25 Stevenson, Robert Louis. La isla del tesoro. Edicomunicación. Página 195. Barcelona, Es-
paña. 1999.
· 78 ·
sonal tiene alta relevancia y, muchas veces, es subvalorado como de menor
importancia o impacto.
A los efectos de determinar el aporte, se debe valorizar todo lo realizado en
forma directa o indirecta con relación al Proyecto. En este sentido, a de traba-
jarse específicamente para encontrar valores monetarios inclusive al trabajo vo-
luntario; el trabajo siempre vale aunque, a veces, no se reciba nada a cambio.
Entonces, por lo menos se deberá averiguar lo que a continuación está
detallado.
En un mes de trabajo
Personal
· 79 ·
A la remuneración de un mes hay que multiplicarla por 13 y dividirla por
doce; a esta cifra si la dividimos por 20 nos dará, aproximadamente, el valor de
un día hombre con respecto al salario.
A este último valor lo podemos aplicar para cada uno de los voluntarios,
teniendo en cuenta la cantidad de horas que trabajen por día.
GASTOS GENERALES
Alquiler
Gas
Electricidad
Agua
Teléfono
Tasas e impuestos
Correo
Elementos de oficina
Viáticos
Combustible
Capacitación
Elementos de limpieza
Otros
GASTOS ESPECÍFICOS
Alimentos
Útiles escolares
Ropa
Otros
INFRAESTRUCTURA
Metros cuadrados disponibles para las actividades. En el caso que se em-
pleen los mismos espacios para distintas actividades, debe especificarse y cal-
cular cuántas horas le corresponden para acción; por ejemplo, 3 horas todos los
días para apoyo escolar, 4 horas para el comedor comunitario, 2 horas diarias
para apoyo escolar y 1 hora diaria para tareas de administración.
Valor aproximado de mercado de las instalaciones, por ejemplo de un al-
quiler.
Dividir el monto total estimado por las instalaciones por las horas mes de-
dicadas a cada actividad, resultando así el aporte local en este rubro.
· 80 ·
EQUIPAMIENTO
Efectuar un listado de todo el equipamiento disponible, identificándolo por
actividad. En el caso que un mismo equipamiento sea utilizado para más de una
actividad se deberá calcular aproximadamente su uso específico. Por ejemplo,
los mesones y bancos son empleados tanto para el comedor comunitario como
para la ayuda escolar.
Valorizar los distintos elementos que componen el equipamiento.
Calcular la inversión por única vez según el empleo que se haga del mismo.
Se puede además calcular la vida útil del equipamiento y el coste de reposición,
por ejemplo, a los diez años de uso.
· 81 ·
Otros
¿Los beneficiarios directos aportan algún tipo de especies o pagan una cuo-
ta?
Cuánto es lo recaudado en efectivo
Valorizar las especies (alimentos, cubiertos, etcétera).
10. Impacto
· 82 ·
Gráfico Nº 1
Impacto
País
Sociedad
Comunidad servida
· 83 ·
Cabe destacar que es posible mensurar económicamente el impacto de un
proyecto de desarrollo, aunque a veces los procedimientos técnicos para cum-
plimentar tal aspecto presentan ciertas dificultades metodológicas en algunos
de los objetivos a lograr.
Por nuestra experiencia no es imprescindible, por lo menos en una primera
presentación, efectuar el esfuerzo adicional que significa cubrir satisfactoria-
mente los requerimientos científicos propios de una justipreciación económica
del impacto, a menos que la agencia financiera así lo requiera. En ese caso,
se deberán incluir también los tópicos denominados individuales (auto estima,
etcétera) y los sociales (integración, etcétera) aún cuando sean de muy difícil
ponderación.
Las propuestas relacionadas con la rehabilitación de la drogadependencia,
alcoholismo, etcétera posiblemente incluirán sus propios aspectos específicos
con el fin de poder evaluar el impacto de los respectivos proyectos. En otras
palabras, no necesariamente serán siempre los mismos parámetros, siempre y
cuando se incluyan los pertinentes.
Afirmamos esto último pues los proyectos de desarrollo tendientes a
coadyuvar al mejoramiento de la calidad de vida de las personas poseen un
efecto muy importante en los ante dichos aspectos individuales y sociales y
que, usualmente, no son tenidos en cuenta para el análisis del impacto (por in-
capacidad metodológica), por lo que generalmente los resultados indican bajos
niveles de rentabilidad cuando en realidad -si han sido estructurados racional-
mente- seguramente los índices de eficiencia económica serán positivos ya que
la relación coste / beneficio social e individual es muy significativa. 26
Si a lo anterior le agregamos las cuestiones íntimamente relacionadas con
los principios éticos sustentados por la comunidad, indudablemente que un pro-
yecto de desarrollo como el de nuestro ejemplo posee altas posibilidades de
elegibilidad.
Pero también debemos recordar que los cambios pueden ser superficiales
o que calen profundamente. Por lo primeros entendemos a aquellas modifica-
ciones que duran un tiempo o que poco influyen en el aumento de la calidad en
general sea de un servicio, el saneamiento de un barrio, la cualificación laboral,
etcétera. Los segundos son los que perduran e influyen en otras cuestiones y, a
veces, impactan en el contexto más amplio, como generar genuinos puestos de
trabajo, incremento de la eficiencia en la producción, aumento de lectores en
una Biblioteca, diversificación de las manifestaciones culturales, etcétera.
En algunas oportunidades, se llevan a cabo proyectos que, al menos, los
podemos calificar de insustanciales, es decir de poco contenido y sin ningún
26 Amado, Carlos Héctor. Elaboración de proyectos de desarrollo. Instituto Interamericano del
Niño (OEA). EIP-16, Montevideo, Uruguay. 1.985.
· 84 ·
efecto; son los que parecieran que se ejecutan con el sólo sentido de figurar. En
este sentido, el pensador inglés Herbert Spencer en 1884 ya señalaba su crítica
a lo que hoy podríamos denominar cambios cosméticos que, además frecuen-
temente son ideológicamente contradictorios. “Entrando ahora en la cuestión
especial que nos ocupa, podemos ya comprender el género de confusión en
que el liberalismo se ha perdido, así como el origen de esas clasificaciones que
obedecen, como veremos, á caracteres externos muy salientes y no á la natu-
raleza intrínseca de las cosas. ¿Cuál era, en efecto, para el pueblo y aun para
los mismos que los realizaban, el fin de los cambios operados por los liberales
en tiempos anteriores? La cesación de injusticias sufridas por el pueblo ó parte
de él: este distintivo común de todas las reformas fue el rasgo que más pode-
rosamente quedó impreso en los espíritus. Se extinguían los males que, directa
ó indirectamente, afectaban á gran número de ciudadanos, ora como causa de
miseria, ora como obstáculo á su felicidad; y como, en concepto de muchos, un
mal que se evita equivale á un bien que se logra, se llegó á considerar las medi-
das reformadoras como otros tantos beneficios positivos, por tal manera, que el
bienestar de los más fue bien pronto, á los ojos de los liberales, el único objetivo
del partido. De aquí la confusión. Siendo el carácter externo dominante de las
reformas cumplidas la obtención de un bien popular –obtención conseguida en
todos los casos, aboliendo alguna restricción, - ha sucedido que los liberales
han mirado el bien del pueblo, no como un fin indirecto, resultante de la su-
presión de trabas, sino como un fin que debe ser directamente perseguido. Y
en su afán de alcanzarlo directamente, han empleado métodos intrínsecamente
opuestos á los que en un principio usaran”. 27
Desde luego que, con toda seguridad, las críticas de Spencer también las
podríamos efectuar a las demás corrientes políticas, sobre todo si no caemos en
la frecuente tentación de considerar a los que no coinciden con nuestro pensa-
miento como que están inspirados en malignas intenciones.
Ensayemos algunas explicaciones preliminares.
27 Spencer, Herbert. El individuo contra el Estado. Imprenta y Litografía de José María Ariza.
Páginas 21 y 22. Sevilla, España. 1885.
· 85 ·
siempre, siempre, por lo menos es una gran irresponsabilidad; otras veces es
una gran mentira o la envoltura de la corrupción.
Recordemos que la mentira o la corrupción también la podemos encontrar
en la tergiversación de los fines de los fondos como, por ejemplo, los dispuestos
para emergencias sociales emplearlos para financiar carreras de motociclismo,
construcción de edificios privados, etcétera.
Reconocemos que esta discusión es difícil pues, lamentablemente, está
muy arraigada la concepción que, de alguna manera, mengua los desvíos aun-
que, en definitiva, provoque que los fondos dispuestos para los que más nece-
sitan lleguen sólo a los que tienen más capacidad de gestión y, muy probable-
mente, otras posibilidades para generar recursos que financien sus respectivos
proyectos.
Asimismo insistimos, lo estrechamente relacionado que están las cuestio-
nes éticas con las del desarrollo; y otra vez concluimos que: las condiciones
culturales prevalecientes en una comunidad son determinantes para su calidad
de vida en general y de cada uno de sus miembros en particular.
11. Factibilidad
· 86 ·
les de subutilización con relación a los medios existentes (adquiridos con el
Proyecto). Por ejemplo, centros de rehabilitación que atienden en un solo turno
por incapacidad económica para el pago de honorarios profesionales de tiempo
completo, aún cuando la demanda de servicios es muy alta, salas teatrales sin
fondos para su mantenimiento, centros vecinalistas sin voluntarios suficientes,
etcétera.
En síntesis, se debe poner mayor empeño en el crecimiento modular (eta-
pas) y desechar las grandes inversiones iniciales de capitales fijos (edificios)
que luego en la práctica son imposibles de mantener o de explotar en su justa
dimensión.
A continuación transcribimos unas palabras expresadas por el destacado
sociólogo Dr. José Luis de Imaz, en relación con los fracasos de proyectos de
desarrollo financiados por una de las agencias que más fondos ha invertido en
Latinoamérica, durante varias décadas. 28
“Experiencias de este tipo son las que recogió la Inter- American Foun-
dation, organismo dependiente del Congreso de los Estados Unidos, tal como
aparece en su ‘Ellos saben como‘ (edición en español, Washington, 1976).’ Al
revisar los noventa y dos proyectos financiados total o parcialmente por la Insti-
tución en América Latina, la fundación señala que sesenta y cuatro tuvieron que
ser enmendados total o parcialmente. Sobre ese total de enmendados:
• el 46% fue debido a cambios en el presupuesto (se calcularon mal los cos-
tes, o se vieron afectados por la inflación).
• el 21% de los proyectos tuvieron que ser enmendados en todas o en algu-
nas de las condiciones que los gravaban.
• y un 13% necesitó de prórrogas en los plazos y refinanciación.
· 87 ·
impuestos, servicios (agua, luz, etcétera), fondo de reserva, etcétera. Esa es la
factibilidad de nuestro Proyecto de desarrollo.
En el caso de los proyectos deficitarios o dependientes de financiamiento
permanente, habrá que señalar claramente las fuentes económicas que lo sos-
tendrán o, llegado el caso, como finalizarán sus acciones. Si en este apartado
del Proyecto no se puede arribar a una situación similar a la recién descrita, es
señal de que deberá revisarse lo planificado.
Nuestra experiencia nos indica que la cuestión de la factibilidad es una de
las menos tenidas en cuenta y de más graves consecuencias. A lo largo de varias
décadas observando Proyectos podemos afirmar que, muchas veces, prima el
voluntarismo, es decir, el deseo o la necesidad de llevar adelante emprendi-
mientos como algo totalmente disociado de la capacidad de gestión.
Vayamos al caso, quiebra una fábrica y 800 operarios quedan sin trabajo y
con muy pocas posibilidades de acceder a otro. Entonces, surge la quimera de
las microempresas, en el supuesto mágico que, de la noche a la mañana y por
estar desocupados como único argumento, los ex empleados de toda la vida se
convertirán en patrones y, por necesidad, habrán instantáneamente adquirido
el perfil de empresarios. Ojalá que la cuestión fuera tan fácil pues, entre otras,
tendrían razón quienes creen que “no es rico quien no quiere”.
Uno de los frecuentes ejemplos de fracasos de microempresarios volunta-
ristas es la falta de capacitación y experiencia específica que, muchas veces, son
los caminos al abismo. Hemos conocido a micro emprendedores que confun-
dieron su capital de giro inicial o el total de la facturación con los dividendos y,
entonces, poco a poco se fueron comiendo festivamente sus propias entrañas.
Otra situación, equivalente, es la creación de bibliotecas y áreas de docu-
mentación institucionales que casi nadie consulta o si lo hace pronto se des-
alienta. Cada emprendimiento, sea productivo, cultural, social, ambientalista,
etcétera debe estar fundado con criterios racionales y, desde luego, el impulso
innovador y persistente de sus promotores.
En síntesis, las excelentes ideas y recursos iniciales no siempre son sufi-
cientes para el buen desarrollo de un Proyecto.
Demostrar la factibilidad de un Proyecto de desarrollo es haber recorrido la
segunda mitad del camino entre la solicitud de los fondos y su otorgamiento.
Asimismo deberá tenerse en cuenta que cuanto más desfavorable sea el
diagnóstico al que se aplicará el Proyecto, más difíciles son las posibilidades de
un impacto completamente positivo y por consiguiente, posiblemente, su nivel
de factibilidad será escaso.
Con un ejemplo clarificaremos ese panorama aparentemente imposible de
contrarrestar.
· 88 ·
Si ideamos la producción de un programa televisivo semanal en cualquier
región de América Latina, cuyo objetivo sea la concienciación de la población
en general de la necesidad de lograr la integración plena de las minorías socia-
les, al evaluar el posible impacto y la factibilidad efectiva del Proyecto según el
plan de acción propuesto, seguramente surgirán indicadores altamente negati-
vos -a raíz de los prejuicios (barreras estructurales)- que aparecerán claramente
en el diagnóstico. Por otro lado, si prestamos atención a las metas fijadas y a
los mecanismos específicos destinados a medir el cumplimiento de las mismas
podremos apreciar el avance aunque las modificaciones sean muy pocas.
Los proyectos de desarrollo que se proponen cambiar actitudes y hábi-
tos culturales en una población dispersa y heterogénea requieren metodologías
acordes a esa situación. Es más, en principio, esos objetivos son más propios de
programas de largo alcance.
En estos casos de difícil cuantificación, las metas deberán fijarse como ten-
dencias a lograr y no como objetivos a superar totalmente, también se deberán
incluir en la planificación sistemas de retroalimentación constante que permitan
evaluar sistemáticamente el impacto producido y suministrar información con
el fin de modificar o no el rumbo seguido.
En una palabra, este tipo de proyectos deben tener una cuota elevada de
dinámica interna (como consecuencia de lo externo), por lo cual, al programar,
se debe evitar seguir esquemas rígidos que luego no permitan las muy posibles
variaciones o que éstas parezcan producto de la imprevisión y no de una antici-
pada planificación. La planificación debe estar al servicio del Proyecto y no a la
inversa, como en ciertas oportunidades sucede por una inadecuada perspectiva
técnica.
En síntesis
“Pero trabajar es probarse, luchar por algo, es, al menos, respirar hondo.
(…)
-No hay que dejarse caer.
Talvez era gramaticalmente poco correcta, pero esto no disminuía su segu-
ridad de que encerraba un imperativo. Si la gente se abandonase en ese lugar,
todo estaría perdido, porque descender allí, sería tocar fondo en el límite de
la animalidad. Pero el ser humano no es una bestia y puede y desea conservar
su dignidad en medio de las condiciones más desfavorables, resistiendo a ese
destino que a todos los ha arrinconado como si tuviese la voluntad de hundirlos.
· 89 ·
Hay que resistir, hacer pie. Aguantar, entonces, es la posibilidad del contragol-
pe, de salvarse”. 30
30 Verbitsky, Bernardo. Villa Miseria también es América. Paidós. Páginas 15, 34 y 35. Buenos Aires,
Argentina. 5 de diciembre de 1967.
31 Rousseau, Jean Jacques. El contrato social. Bureau Editor. Página 45. Buenos Aires, Argentina. Se-
tiembre de 1999.
· 90 ·
Fijando pequeños objetivos conseguibles. Y, especialmente, marcando el ca-
mino –el proceso- para conseguirlo. Este proceso, en animación sociocultural,
significa organizarse. Más. Significa capacidad para auto organizarse: fijar el
objetivo, definir prioridades, repartir responsabilidades, asumirlas, dinamizar
las situaciones, coordinarse...
Iniciativa. Es, tal vez, la palabra clave. Cuando algo no funciona en lo per-
sonal y lo colectivo, hay personas y comunidades que se quedan con el lamento.
En el victimismo. En la pasividad. Y hay personas y colectivos que se ponen en
marcha. Que intentan resolverlo. No se quedan parados contemplando su fatal
y cruel destino: Hacen saltar la chispa de la iniciativa. Se apuntan a la acción. A
lo más sencillo cuando algo no funciona: intentar resolverlo a partir de poner en
práctica una idea que nos solucione lo que no está bien. Lo que nos disgusta. Lo
que hace sentirnos incómodos. Tener iniciativa, estar dispuestos a no quedarnos
parados, es tal vez, una de las actitudes que la animación sociocultural intenta
facilitar a las personas. E intenta que sea un estilo de vivir en comunidad.
No estamos solos. Lo que le pasa a uno, a menudo le acontece a otro. Por
eso la animación sociocultural trabaja en grupos. Pone, pues, en contacto a las
personas que tienen los mismos deseos, necesidades y problemas para que, sean
cuales sean, se conozcan, los planteen y fijen maneras para resolverlos y satis-
facerlos. El grupo, el pequeño grupo en acción y la conexión y coordinación de
grupos similares o diferentes, forma la unidad de trabajo básica en animación
sociocultural. Pequeños grupos de iniciativas concretas que van salpicando de
proyectos los barrios, los pueblos y las ciudades de nuestro país, hasta conver-
tirlos en tejido sociocultural viviente. Cualitativo. Lleno de propuestas, progra-
mas y proyectos.
Necesitamos propuestas, pues, y programas y proyectos que facilitan so-
luciones imaginativas y posibles a la falta de espacios de ocio, abren plazos
nuevos en el entramado urbano, posibilitan que el barrio disponga de un centro
de deportes o un centro de planificación familiar, ofrecen espacios para hacer
música, teatro o danza, estructuran lugares de encuentro multigeneracionales,
posibilitan aprendizajes en idiomas, la salud o las artes... Es igual. Lo que cada
uno desee y necesite. Lo que cada uno y los grupos quieran. Y así un pueblo,
una ciudad, una comarca y un país progresa. Avanza. Por que cada día ofrece
más posibilidades desde la sociedad organizada, a todos. Y es un pueblo, una
ciudad y un país agradable. Vivible. En progreso”. 32
· 91 ·
Que quede claro, entre otras, a los efectos de lograr un desarrollo sustenta-
ble generalizado en una población determinada deben darse principalmente las
condiciones culturales necesarias en tal sentido. La iniciativa, la perseverancia,
la perspicacia, el trabajo mancomunado, la labor metódica, la transparencia,
etcétera son cuestiones ineludibles para el desenvolvimiento de un individuo,
grupo o sociedad.
Los valores culturales predominantes influyen muy particularmente tanto
en la intensidad como en la dirección del desarrollo; muchas de las veces que
fracasamos se debe no tanto al esfuerzo realizado como a la orientación del
mismo.
Por caso, cuando la nieve comienza a derretirse en la alta montaña las pri-
meras gotas van formando un pequeño chorrillo que inicia su descenso buscan-
do la mejor de las alternativas en ese contexto, a veces, aumentando el caudal a
los efectos de salvar un obstáculo y en otras oportunidades corrigiendo en algo
el curso original con el fin de encontrar una mejor posibilidad. Probablemen-
te, a veces, se formen meandros donde la velocidad disminuya hasta hallar el
espacio libre para la aceleración. En algún momento se unirá a otros arroyos y
fuentes surgentes hasta conformar una superficie mayor o irse diluyendo una
vez cumplido el cometido de irrigar una superficie. Y cada año se iniciarán
nuevos procesos, que nunca serán iguales, aunque sí mucho dependerá de su
desarrollo.
El elaborar proyectos es, de alguna manera, entrever metódicamente lo que
se desea realizar; es la iniciativa inteligentemente presentada para tener desde
un principio mayores posibilidades de éxito.
En Proyecto es como un mapa donde señalamos el camino que unirá a la
iniciativa para superar un problema y la solución del mismo.
Una vez elaborado un Proyecto, por difícil que haya parecido, tan solo
contamos con una adecuada herramienta para la obtención de los recursos y su
ejecución.
Si logramos transformar un problema en una iniciativa gran parte de la
cuestión estará planteada. Si la iniciativa es volcada a un Proyecto la perspec-
tiva de éxito es mucho mayor.
La constante ejecución de las iniciativas es lo que produce la dinámica de
un individuo, grupo o comunidad; la inmovilidad circunscripta a la indiferencia
o al lamento ritualista poco cambio producirá además de haberse desaprovecha-
do las oportunidades que eran posibles de desarrollar.
Unirse a otros, favorecer la participación de los involucrados, transparen-
tar todos los actos son principios fundamentales para la consolidación de las
condiciones culturales para el desarrollo sustentable y una fuente de energía
creciente que es capaz de sostener aún los emprendimientos más difíciles. Las
· 92 ·
iniciativas sólidas son fuerzas fundamentales para construir sociedades capaces
de darse respuestas a sí mismas.
Los autoritarios y demagogos saben muy bien del valor del involucramien-
to de la población, de ahí que buscan insistentemente que se transiten los cami-
nos que conducen a la dependencia más elemental. La democracia es todo lo
contrario y mucho más.
La opción está en cada uno.
· 93 ·
TERCERA PARTE
“La lógica favorecía el proyecto de Tunipah. Pero, como todos los servi-
cios públicos sabían por experiencia, la lógica no gobierna, ni tampoco el inte-
rés público, si un puñado de opositores resueltos, por aviesas e incompetentes
que sean sus opiniones, deciden decir no. Merced al uso de procedimientos
tácticos, aplicados con despiadada habilidad, un proyecto como el de Tunipah
podría ser demorado tanto que en realidad resultaría frustrado. Aquellos que se
oponían sin cejar a toda expansión de un servicio público, ponían en práctica la
tercera ley de Parkinson: Retardar es la forma más mortal de negar”. 33
33 Hailey, Arthur. El apagón. Círculo de Lectores. Página 47. Bogotá, Colombia. 1979.
· 95 ·
Introducción
· 97 ·
dablemente, de quienes tienen poder y a veces no lo pueden ni disfrutar en
público por la ira de la población, la alentadora puja por surgir de nuevos o,
al menos, menos desgastados dirigentes, la influencia en expansión de los
medios de comunicación social, Internet como casi fabulosa herramienta de
difusión y diálogo inmediato de ingente alcance individual y comunitario
cada vez más generalizado, innovadoras formas de expresión cultural, et-
cétera
El economista peruano Hernando de Soto refiriéndose a Lima, aunque ex-
tensible a, por lo menos, toda nuestra Región, escribió en 1987: “han surgido al
mismo tiempo nuevas organizaciones que intentan recomponer o establecer a
otro nivel algunos de los valores y afectos que se estaban perdiendo. Los clubes
departamentales, parroquiales y deportivos, los comités vecinales, las asocia-
ciones de ambulantes (...).
Estas organizaciones han empezado también a adquirir un papel prepon-
derante frente al Estado, a medida que las actividades económicas a las que se
encuentran ligadas han crecido. De esa manera, la provisión de infraestructura
básica –calles, agua, desagüe y electricidad-, la construcción de mercados, la
prestación del servicio de transporte y aun la administración de justicia y el
mantenimiento del orden público, en mayor o menor medida, han dejado de
ser exclusivamente atendidos por el Estado para serlo también por estas nuevas
organizaciones.
Al retroceso del estado ha venido aparejado el retroceso de la sociedad tra-
dicional. Conforme ha ido aumentando el papel de las nuevas organizaciones,
los gremios han ido perdiendo poder y la población sindicalizada privada ha
decrecido persistentemente a tal extremo que hoy en día constituye sólo el 4,8
% de la población económicamente activa.
Lo preocupante es que el espacio abandonado por el Estado en su repliegue
ha sido ocupado sólo en parte por esas nuevas organizaciones. Al parecer, el
restante ha sido ganado por la violencia”. 36
En más o en menos, pero no mucho, el desarrollo comunitario se encuentra
en esta situación. La elaboración de proyectos, la inteligente asistencia técnica,
el perspicaz y transparente financiamiento y la evaluación que contribuya a la
calidad del desenvolvimiento de los directamente involucrados pueden signifi-
car un aporte que trascenderá sus propios alcances pues, es ingente el rédito co-
munitario e individual cuando las acciones son llevadas a cabo por los propios
beneficiarios como agentes del cambio.
El inmovilismo social de la Edad Media es, hoy en día, muy apetecido
por los autoritarios y demagogos por lo que, alientan políticas de consoli-
36 Soto, Hernando de. El otro sendero. Editorial Sudamericana. Cuarta edición. Páginas 4 y 5.
Buenos Aires, Argentina. Julio de 1992.
· 98 ·
dación de relaciones dependientes entre los que menos tienen y los que se
erigen en distribuidores a cuenta gotas de los escasos bienes para la sub-
sistencia. Recordemos que los subsidios a los desempleados, a veces, se los
contabiliza como creación de empleos, la población que recibe bolsas de
alimentos se incrementa año a año, aún en los períodos definidos como de
crecimiento económico, etcétera.
El inmovilismo social de los autoritarios y demagogos desalienta las alian-
zas estratégicas, prefiere el amiguismo a la transparencia y elige la dádiva a la
elaboración de proyectos de desarrollo.
Es verdad que quienes más necesitan, por lo general, recurren a estrate-
gias comunitarias que en otras situaciones son infrecuentes aunque, a veces el
desaliento prima como parte de actitudes derrotistas ratificadas por los cons-
tantes problemas sin resolución y lo precario de todo adelanto sobre todo ante
contingencias externas y las propias de la vida diaria. En este sentido Danilo
Martuccelli y Maristella Svampa apuntaron: “la situación de pobreza hace sin
embargo que ninguna lógica clara se imponga, que lo que predomine sean acti-
tudes contrarias, de solidaridad y a la vez de crisis, de ayuda mutua y de recelo,
de autonomía y de dependencia. El carácter episódico o urgente de las activi-
dades colectivas prima sobre acciones más durables e institucionales; es así
como ha podido señalarse en ciertos períodos una relación entre el menor nivel
de infraestructura y la mayor participación colectiva o más aún, a pesar del dé-
bil nivel de participación son los más pobres los que parecen presentar mayor
potencial participativo. Por lo demás, es difícil hablar de acción colectiva: a
tal punto la vida oscila (sobre todo en los barrios populares más consolidados)
no sólo entre períodos de organización puntuales (como la ola de ‘vecinazos’ a
comienzos de los ochenta) y fases de apatía y desmovilización, sino que en el
seno mismo de las experiencias sociales es posible observar al mismo tiempo
voluntades de organización y actitudes de apatía. Aquí, aun más que en otras lu-
chas urbanas de los años ochenta, pero como en ellas, las capacidades de acción
son escasas y débiles, los márgenes reales de autonomía precarios, a tal punto
que es inexacto interpretar los mecanismos político –clientelares como el solo
resultado de una voluntad de integración controlada de los sectores populares
contra toda posible autoorganización de los mismos. De ahí, los excesos de los
que han creído posible afirmar el tránsito entre una cultura popular dinámica y
la emergencia de un actor popular capaz de desbordar las estructuras del esta-
do o de todos aquellos que han concluido a partir de la situación de exclusión
social de los marginales en sus posibilidades de convertirse en agentes de una
· 99 ·
transformación social violenta. Por el contrario, las situaciones prolongadas de
exclusión social tienden a producir actitudes de apatía y de resignación”. 37
Evaluación
“Aunque se supone que los dioses saben todos nuestros planes y conocen
sus finales antes de sus principios, los dioses son traviesos y se deleitan en
incomodar a los hombres en sus planes. Ellos prefieren con frecuencia com-
plicar esos planes como pudieran enredar las redes de los cazadores, o frus-
trarlos de tal manera que los planes nunca lleguen a resultar. Muy rara vez
los dioses intervienen para un propósito mejor, pero creo que en esa ocasión
al ver mi plan se dijeron entre ellos: ‘Este oscuro proyecto con el que está
contribuyendo Nube Oscura, es tan irónicamente bueno que vamos a hacerlo
irónicamente mucho mejor’. 38
· 100 ·
• Objetiva: basada en datos verificables.
• Oportuna: en el corto plazo y antes de encarar nuevas acciones similares
o relacionadas.
• Comprensible: tanto el lenguaje empleado como los datos elaborados de-
ben estar presentados tal como lo requieran las peculiaridades de los desti-
natarios directos. Aquí incluimos también la importancia de la síntesis.
• Útil: además de señalar las fortalezas y debilidades, es muy oportuno in-
cluir propuestas y sugerencias atinentes.
• Acorde: a medida del Proyecto y al uso que se va a dar de la misma.
Los que elaboren el Proyecto y, llegado el caso, los ejecutores, deben in-
cluir una evaluación y que ésta reúna mínimamente las características mencio-
nadas. Puede parecer una perogrullada pero es oportuno señalar que, para una
adecuada comunicación hay que hablar el mismo idioma.
Cada vez que sea pertinente también se tendrán en cuenta a los factores
externos de riesgo que influyen en el desarrollo de los proyectos y de los cuales
los ejecutores no tienen control. Por ejemplo, una junta vecinal organizó un
trabajo comunitario de recolección de basura en la vía pública y durante toda
la semana las lluvias anegaron las calles del barrio o el estreno de una obra de
teatro coincide con una prolongada huelga general.
Hay algunos factores externos que pueden ser neutralizados o minimizados,
sobre todo cuando son detectados con antelación y se actúa en consecuencia.
Por caso, un grupo ambientalista prepara un proyecto que, de alguna manera,
podrá afectar intereses económicos locales es inteligente incluir como actividad
una serie de acciones alertando esa situación a través de los medios de comu-
nicación social para que, en caso de suceder, la población pueda comprender el
contexto desde donde actúan los detractores de la iniciativa.
Tan sólo, a manera de ejemplo enumeramos a continuación algunos asun-
tos que pueden convertirse en elementos perturbadores de un Proyecto. En el
cuadro, como ejercicio dejamos abierta la posibilidad de análisis de posibles
acciones que, al menos busquen contrarrestar sus consecuencias.
· 101 ·
Cuadro N° 11
· 102 ·
son controlables con mayor facilidad, sobre todo cuando hay capacidad de ges-
tión.
Desde luego que alentamos también las evaluaciones de mayor envergadu-
ra y profundidad como asimismo sabemos que, en algunos ámbitos es frecuente
el empleo de cuestiones técnicas, metodologías específicas, etcétera, de alto
valor científico y académico. Cada uno se pondrá el sayo que le quepa.
Además, transmitir con precisión los resultados de una evaluación a grupos
que demandan particulares formas de comunicación para nada debe implicar
una subvaloración científica o cuestión similar. El no respetar las características
de nuestros interlocutores sí es un menoscabo a la condición humana.
La economista Prue Hyman expresó que “al analizar los costes y beneficios
de un determinado programa para la sociedad, es preciso tener en cuenta, en
ambos casos, el aspecto de las inversiones. Cuando un programa de formación
es rentable, es decir, cuando produce en cifras netas ganancias comparables al
producto de otras inversiones en otros sectores de la economía, puede justificar-
se aunque más no sea desde el punto de vista económico, independientemente
de su interés en el plano social”. 39
Por lo menos en la Región, frecuentemente todo lo relacionado con la eva-
luación posee algunos aditamentos muy peculiares como, por ejemplo, provoca
infundado temor, se la considera como una intromisión o persecución, etcétera.
Otras veces se fundamenta que el único evaluador es uno mismo o que debe
ser hecha sobre el conjunto sin, ni siquiera, individualizar a los distintos in-
tegrantes. En este sentido, recordamos que en la Facultad de Psicología de la
Universidad Nacional de Buenos Aires, durante 1973, 1974 y 1975, en algunas
cátedras, los profesores no intervenían en la calificación de los alumnos pues
eran éstos los únicos que definían su aprobación o no de la materia. (Sin duda el
nivel académico fue muy alto en esa época pues no hubo casos de alumnos que
hayan reprobado las asignaturas, aunque con posterioridad les costó obtener
trabajo pues en las convocatorias públicas laborales se incluyó taxativamente,
como condición excluyente, que los postulantes no se hubieran graduado en el
antedicho período).
En casi todo el sistema de la administración pública, salvo en la docencia
y alguna que otra repartición, no existen sistemas de evaluación del desempe-
ño laboral, por lo que los ingresos, ascensos, cambios de destino, etcétera son
producto de la antigüedad, decisiones arbitrarias de quienes tienen el poder de
hacerlo, clientelismo partidario, etcétera. En este sentido es dable señalar que,
39 Centro de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social y las Cuestiones Humanitarias. Economía y
Minusvalía. Instituto Nacional de Servicios Sociales. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Pági-
nas 195 y 196. Madrid, España. 1.982.
· 103 ·
más allá de que algunas pocas excepciones, en general los sindicatos ni los em-
pleados han tratado de influir para que se anule esa práctica aberrante.
También es infrecuente en el sector público, aunque sí en algunas empresas
y organismos con mayor nivel de desarrollo organizacional, manuales de proce-
dimientos que permiten evaluar el trabajo realizado y los resultados obtenidos.
Es más, casi no existe una cultura de trabajo que incluya la evaluación ni en
su más elemental configuración. Durante cuatro años que realizamos tareas de
conducción elevamos sendos informes anuales a los distintos superiores que tu-
vimos en ese período; nunca recibimos respuesta o comentario alguno y, desde
luego, las propuestas incluidas tampoco ameritaron ningún comentario.
Asimismo es cierto que muchos de los proyectos no son evaluados ni por
los directamente involucrados ni por quienes, por ejemplo, los han financiado.
A veces, lo único que se efectúa es un control de las inversiones realizadas pero,
sobre todo en sus aspectos formales, patrimoniales y contables.
La falta de evaluación de proyectos, llegado el caso, por ejemplo en la
Argentina, contribuye a ocultar actos de corrupción como muchos de los finan-
ciados con las denominadas Ayudas del Tesoro Nacional (ATN) o por que de-
mostraría que las metas no se cumplieron ni mínimamente como los planes de
entrenamiento laboral, huertas comunitarias, microemprendimientos, etcétera,
aunque las inversiones multimillonarias se prolongaron durante décadas.
Desde luego que, también hay frecuentes y muy alentadores ejemplos de
proyectos evaluados acabadamente como, asimismo es justo reconocerlo que,
aún en programas donde la corrupción fue la constante, hubo quienes desarro-
llaron sus respectivas propuestas con transparencia y sus metas fueron cumpli-
das cabalmente.
En síntesis, quienes trabajan por proyectos debe incluir a la evaluación
como una etapa sustancial de su desarrollo.
Las posibilidades de evaluación son muy diversas y cada una responde
a un objetivo específico y, por lo general, necesitan recursos distintos. Por lo
expuesto es conveniente incluir en la propuesta de financiamiento los costes
referidos a la evaluación, a los efectos de contar con los fondos necesarios a tal
efecto en la seguridad que es una parte importante del Proyecto.
En esta oportunidad describimos algunas cuestiones generales dado que
existe suficiente bibliografía específica para los casos de requerirse mayor es-
pecificidad o complejidad.
Pero debe tenerse muy en cuenta que, la evaluación también debe guardar
relación con el tipo y la magnitud de cada proyecto y las circunstancias contex-
tuales del mismo pues, si la demanda es desproporcionada a lo antedicho puede
hacer fracasar la iniciativa o desalentar a los promotores.
· 104 ·
Por todo lo expuesto, es conveniente que el evaluador sea externo al Pro-
yecto y capacitado para tal fin, pues eso permitirá alcanzar un mejor análisis del
mismo. Que el evaluador no esté directamente comprometido con el Proyecto
y con el contexto donde se desarrolla no significa que no sea capaz de realizar
su cometido. La calidad de externa de la evaluación no implica que, en algunas
etapas de esta tarea, no se consulte a los ejecutores y a los beneficiarios directos
de las acciones.
También es dable mencionar que la evaluación, en definitiva, debe ser es-
crita y que es altamente recomendable que exista lo que se denomina devolu-
ción, es decir, que sea conocida por todos los involucrados de alguna manera.
Cuando los grupos ejecutores, beneficiarios y, llegado el caso, los financia-
dores, presenten algunas dificultades referidas a los documentos escritos, es
conveniente prever una etapa expositiva oral pues, en definitiva, lo que se está
buscando es que todos accedan a la información pertinente.
Recordemos que un Proyecto, básicamente, es una serie sistematizada de
acciones que se ejecutan de acuerdo a una planificación expresa con el objeto
de producir un cambio al que frecuentemente se lo denomina desarrollo. De
ahí la importancia de contar con la mayor cantidad y calidad de datos referidos
a la situación previa al inicio del proyecto; frecuentemente lo aquí referido es
incluido en un apartado que se lo denomina diagnóstico.
Pero tengamos presente que los diagnósticos han de ser acotados y dimen-
sionados a los respectivos proyectos, recordando que a muchos se les va la vida
haciendo diagnósticos y nunca son capaces de ejecutar ningún proyecto. Por
lo menos en los proyectos de reducida magnitud los datos deben ser fácilmente
recolectados por los que los elaboran, pero deben ser lo suficientemente preci-
sos para contribuir a la evaluación.
Esquemáticamente podemos considerar dos tipos de dimensiones a evaluar:
• interna,
• externa.
· 105 ·
teriales necesarios permitirán anotar taxativamente como se desarrolló el pro-
yecto en sus aspectos principales, etcétera. También es muy interesante evaluar
el comportamiento de las distintas instancias que confluyeron como podrían ser
diversos financiadores, prestadores de asistencia técnica, aportes simultáneos y
concatenados de organismos de diferentes naturaleza, resultados de acuerdos
previos como, por caso, trámites, autorizaciones, etcétera.
Asimismo podemos analizar el grado en que se involucraron los ejecutores
tal lo consensuado oportunamente.
Para el segundo caso, el haber precisado cuantitativamente las metas al
finalizar el proyecto podremos saber con precisión si, por ejemplo, estamos
fabricando la cantidad de prendas previstas, si los lectores de la Biblioteca se
corresponden a los originalmente consignados, si mejoró la calidad de la satis-
facción de los usuarios atendidos, si los tiempos en los trámites de los contri-
buyentes disminuyó tal lo propuesto, si se logró diversificar las actividades en
un centro cultural, etcétera. En otras palabras, si el Proyecto provocó el cambio
propuesto.
De ser posible, en toda evaluación debemos delimitar las causas internas
como las externas, tanto las positivas como las negativas, que pueden haber in-
fluido en la ejecución del proyecto. Cabe destacar que algunas de las antedichas
se pueden haber previsto y otras no. En esta etapa lo que nos interesa es poder
evaluar su incidencia.
Existen básicamente tres etapas de evaluación:
• ex ante
• monitoreo
• ex post
1) Ex ante: son las mediciones que se realizan antes de iniciar las acciones
a los efectos de poder luego compararlas con las que se efectúan al finalizar la
ejecución del Proyecto. Por ejemplo, se consulta a los que serán beneficiarios
de un Proyecto de fabricación de baldosas sobre el nivel de ingresos económi-
cos que, por caso, obtienen realizando trabajos esporádicos. Si con el Proyecto
se buscan otros objetivos como podrían ser los asociados, también se debe
recabar información específica en ese sentido.
En esta instancia también se pueden evaluar las distintas alternativas de
Proyecto, a los efectos de determinar cual opción es la más acorde a la capa-
cidad de gestión y a la estrategia general de desarrollo. En otras palabras, el
Proyecto debe ser:
· 106 ·
• posible de ejecutar
• coherente, en lo particular y en lo general, con quienes lo ejecutan.
· 107 ·
la población comprometida, muchos siguieron con sistemas de dependencia y
gran parte fueron acogidos a través de métodos segregados que reforzaron la
discriminación y obraron perversamente contra los esfuerzos de vida indepen-
diente; a partir de 1990 las inversiones en capacitación laboral a desempleados
en riesgo social han sido multimillonarias y relativamente muy pocos obtuvie-
ron trabajo.
No obstante lo antedicho, es muy interesante la experiencia de evaluación de
proyectos, programas e iniciativas espontáneas referidas al desarrollo individual y a
la solución de problemas sociales, de reinserción laboral de personas con discapa-
cidad, etcétera. Veamos un ejemplo alentador sobre un análisis de rehabilitación y
reducción de pensiones, efectuado en Australia a inicios de la década del ‘70.
“Teniendo en cuenta el coste cada vez mayor del mantenimiento de los
sistemas de seguridad social y de servicios sociales, no es extraño que los in-
vestigadores hayan demostrado gran interés en estudiar cómo la rehabilitación
de los discapacitados no sólo puede contribuir a reducir el número de miembros
no productivos, sino también a reducir los gastos realizados en concepto de
pensiones de discapacidad y de asistencia pública. (...)
Casi la mitad de las personas que obtuvieron colocación estaban entre las
que se podrían definir como incapacitados permanentemente para trabajar, de
quienes se podría esperar con toda probabilidad que recibirían de forma per-
manente subsidios de pensiones de invalidez, en el caso de que no recibieran
formación o tratamiento de rehabilitación. En relación con la medida de los
rehabilitados, se calculaba que la vuelta al trabajo se había adelantado un pe-
ríodo de tres años o menos. Según los resultados del estudio, dieciocho meses
después de obtener colocación, el 69 por 100 de los rehabilitados varones y
el 60 por 100 de las rehabilitadas seguían con empleo. El 16 por 100 de los
varones y el 19 por 100 de las mujeres habían vuelto a recibir alguna forma de
subsidio del Servicio.
Los beneficios económicos del estado se podían concretar en dos elementos
principales: ahorros como consecuencias de las pensiones y subsidios no pagados,
y un aumento en las cotizaciones por el impuesto sobre la renta personal”. 40
Por otro lado, es conveniente evaluar específicamente aspectos relaciona-
dos con el impacto ambiental, las consecuencias de incorporar nuevas tecnolo-
gías cuando éstas dependen de insumos importados o de costosa reparación, si
el Proyecto provocará desempleo en otros sectores, si afectará valores cultura-
les, hábitos de conducta, etcétera.
Como se puede observar una adecuada evaluación nos proporciona muy
valiosos elementos de juicio a los efectos de, por un lado, justipreciar el esfuer-
40 UNESCO. Aspectos económicos de la educación especial. Páginas 65 y 66. París, Francia,
1.978.
· 108 ·
zo realizado sobre todo en el mejoramiento de la calidad de vida, el impacto
económico de la inversión, etcétera y, por el otro, datos fehacientes que funda-
menten nuevos proyectos sustentables.
Y una pequeña disgreción. Evaluar no significa expresar que después del Pro-
yecto la gente está más feliz, sino demostrar como han incrementado sus ingresos
económicos, si obtuvieron trabajo, si ejercen una nueva habilidad profesional, en
cuánto se incrementó la afluencia de lectores a una Biblioteca, si aumentó la efecti-
vidad en la negociación de conflictos laborales, si se cualificó la participación de la
ciudadanía, si se daña menos el ambiente, si se incrementó la diversidad de ofertas
al acceso a expresiones culturales, etcétera. Además, cuando en la evaluación ex-
clusivamente se focaliza las dificultades y fracasos en responsabilidades ajenas es
un buen indicador de un, posiblemente, muy malo análisis.
Sobre todo en los proyectos de poco monto es conveniente, aunque sea, que el
evaluador realice entrevistas personales con los beneficiarios, informantes claves,
ejecutores del Proyecto, etcétera, a los efectos de recabar una primera información.
También, cuando corresponda, se podrá constatar directamente si el emprendimiento
está en funcionamiento, su desenvolvimiento, la opinión de los beneficiarios indirec-
tos como pueden ser los clientes, etcétera. Desde luego que es importante destacar
cuando haya impactos no previstos y la posible influencia de algún factor externo.
Todo esto implica, al menos, un adecuado registro y la confección de un Informe que
corresponda, de alguna manera, al documento oportunamente aprobado.
En toda evaluación debe quedar claro, al menos, que:
Cuadro N° 12
Insistir en la
gestión.
Compra de 15
No llegó Iniciar acciones
palas, 20 picos, XXXXXXXX
el dinero. legales.
10 carretillas
Buscar otros
financiadores.
· 109 ·
Cuadro N° 13
MATRIZ DE EVALUACIÓN
SIN
DIAGNÓSTICO ACCIONES CAMBIOS CAUSAS PROPUESTAS
CAMBIOS
Incremento Diversificar
de la y aumentar la
Capacitación Dos nuevos
autoestima. capacitación.
Desempleo laboral en cuenta
Adquisición Sumar un
electricidad. propistas.
de nuevas préstamo para
habilidades. herramientas.
Diez
personas
trabajando.
En la
Buscar otra
Fábrica de localidad,
alternativa
pan. nueva
equivalente.
alternativa
para la
compra de
pan.
Dependencia Tender a
Subsidios Siguen sin económica. disminuir
personales. empleo. Falta de este tipo de
capacitación. alternativas.
Casi siempre las causas de los hechos no son únicas pues, por lo general
convergen varias al mismo tiempo o en forma sucesiva. También, muy frecuen-
temente, a los fracasos les atribuimos razones externas e incontrolables y a los
éxitos los fundamos en nuestra propia intervención. De ahí la importancia de
contar con una metodología objetiva y, de ser posible, con colaboración exter-
na. Recordemos que es conveniente que el espejo esté a cierta distancia para
poder observarnos mejor.
Asimismo es oportuno tener presente que las conductas demagógicas ape-
lan casi siempre a respuestas unicausales y a un simplismo absurdo, propio de
quienes no respetan a sus interlocutores.
· 110 ·
Las dos matrices que anteceden estas líneas son sólo a título de ejemplo y
están simplificadas a los efectos expositivos. La construcción de instrumentos
de evaluación es un aspecto principal para juzgar adecuadamente y, sobre todo,
para que sea de utilidad para los destinatarios de la misma.
Aún a fuerza de reiterar, insistimos en que debemos contribuir en mucho a
fortalecer las bases culturales donde la evaluación sea un bien preciado y casi
inexcusable sobre todo en la búsqueda de un desarrollo equitativo y sustenta-
ble.
Por lo expuesto consideramos muy importante que todo Proyecto incluya
un apartado donde expresamente se detalle la metodología a emplear para su
evaluación. A los efectos de contribuir a que esta cuestión se lleve adelante
siempre es conveniente que en los costes se tenga en cuenta el financiamiento
para ejecutar la correspondiente evaluación.
También es altamente recomendable que las agencias financiadoras difun-
dan las metodologías y los resultados de las evaluaciones a los efectos de in-
crementar los antecedentes en este sentido y favorecer la cualificación de los
elementos de juicio que se tienen en cuenta en la elaboración de proyectos de
desarrollo sustentable.
En definitiva, el evaluar lo realizado nos permite, entre otras, evitar futuros
errores y mejorar en mucho la capacidad de gestión.
Al comenzar el libro hicimos una breve mención a este asunto que aquí
desarrollamos -aunque sucintamente- con mayor extensión.
El referirnos a los organismos que están en condiciones de financiar pro-
yectos, además de responder al tema propuesto inicialmente aprovechemos la
oportunidad para difundir su existencia. Son muchas las asociaciones y orga-
nismos que nunca han intentado tomar contacto con tales entidades, desperdi-
ciando así valiosas oportunidades de obtener recursos económicos y experien-
cias que hubieran gravitado positivamente en la consolidación de los objetivos
propuestos.
· 111 ·
Las denominadas, genéricamente, agencias financieras son personas de
recursos o instituciones privadas y públicas que tienen como fin específico o
concurrente a otros, el cooperar, con o sin fin de lucro, en el financiamiento
parcial o total de proyectos de desarrollo.
En este sentido, la experta de Nicaragua Irene Horesjs sugiere tener en
cuenta que “los organismos de cooperación externa tienen algunos criterios
comunes para aprobar el financiamiento de un proyecto.
Muchos de los organismos que brindan cooperación financiera, ya sea en
forma de préstamo o de donación, por lo general toman en cuenta algunos cri-
terios claves para la aprobación de proyectos.
· 112 ·
• Que el proyecto estimule la participación de la comunidad y de los bene-
ficiarios”. 41
Debe tenerse en cuenta que existe una enorme variedad y cantidad de ti-
pos de instituciones que pueden financiar proyectos de desarrollo cuando se
demuestra, entre otras, la responsabilidad para su ejecución y la capacidad,
aunque sea incipiente, de mantener la iniciativa.
Para una mayor claridad al respecto, a continuación presentamos un cuadro
síntesis.
Cuadro Nº 14
Objetivos
Específicos Concurrentes
Institucionales
Régimen Público Privado Público Privado
Reintegro SI NO SI NO SI NO SI NO
Origen
Local
(Municipalidad)
Provincial
Nacional
Extranjero
Regional
Continental
Mundial
· 113 ·
un Ministerio (Vivienda) puede participar en un programa de desarrollo pero
poniendo como condición que los beneficiarios reintegren el capital invertido
(posiblemente subsidiado o préstamos con plazos extensos).
Cuando se prepara un proyecto de desarrollo se debe efectuar un estudio de
mercado de lo que podríamos denominar plaza financiera, para luego presentar
las correspondientes solicitudes.
Si el Proyecto en cuestión es productivo y rentable (similar al de nuestro
ejemplo), indudablemente la gama de posibilidades de agencias financieras es
mayor. No deberá buscarse necesariamente un aporte sin reintegro aunque sí
puede aspirarse a que éste se otorgue en condiciones relativamente ventajosas
(años iniciales de gracia, tasas reducidas, etcétera); en casi todos los casos por
lo menos se exige una contrapartida local.
Insistimos en que se efectúe una profunda y extensa investigación de po-
sibilidades institucionales pues, a veces, muy cerca podemos encontrar quien
esté dispuesto a financiar o por lo menos a servir de enlace para obtener los
recursos requeridos.
Es muy posible que la mayoría de los evaluadores de agencias financiado-
ras también observen de quienes solicitan un financiamiento:
· 114 ·
Cuadro N° 15
OTRAS OTRAS
INSTITUCIONALES PROYECTO
ESTRATEGIAS CUESTIONES
Adecuada
Regularización
presentación. Es Asociarse a otros
(personería jurídica,
muy conveniente grupos con mayor
directiva formalizada, Perseverancia.
entregar la versión capacidad como, por
balances contables,
en el idioma del ejemplo, federaciones.
etcétera).
posible financiador.
Consultas con Revisar el Proyecto
otros grupos que ya y las estrategias
Archivos confiables Completo y verás. tramitaron recursos a medida que se
para informarse de sus adquiere experiencia
experiencias. de la gestión.
Presentación a Informar el Proyecto Diversificar las
una sola agencia a quienes se pueden acciones buscando
Contabilidad al día
financiadora por interesar aunque sea en forma horizontal
vez. indirectamente. otras alternativas.
Capacidad de recibir
dinero (cuenta
bancaria, emitir
recibos como facturas,
etcétera).
Capacidad de emitir
facturas.
· 115 ·
La mayoría de las agencias financieras trabajan en base a presupuestos
aprobados con bastante anterioridad según las acciones previamente incluidas.
Esto significa que, en definitiva, lo que se debe intentar es la incorporación del
proyecto en el próximo ejercicio al vigente en el momento de la presentación.
Recuérdese que gran parte de los países del hemisferio norte tienen estruc-
turados los presupuestos no por año calendario (enero - diciembre) sino, por
ejemplo, desde julio de un año a junio del siguiente año.
Los objetivos de las agencias financieras pueden ser concordantes con el
del grupo (cultural, deportivo, religioso, etcétera) o con los del Proyecto (fo-
mento de talleres productivos en áreas subdesarrolladas, cualificación de pro-
cesos democráticos, etcétera) y en este caso hablaremos de objetivos específi-
cos o pueden tener objetivos más amplios, por ejemplo (mejoramiento de las
economías regionales, cooperativismo, etcétera) en el que pueda insertarse el
Proyecto y entonces se tratará de organismos con objetivos concurrentes.
También existen organismos con fines tan globales que, aparentemente,
siempre podrán abarcar el financiamiento: en estos casos la coincidencia ope-
rativa se resuelve casi siempre por la concordancia de la política institucional
con el proyecto presentado (tipo de acciones que implica, localización, benefi-
ciarios, dinero requerido, etcétera).
Asimismo encontramos agencias cuyos objetivos -implícitos o explícitos-
determinan la inviabilidad de una solicitud. Nos referimos a grupos confesiona-
les, políticos, étnicos, etcétera, o que propugnan métodos o técnicas disímiles a
las sustentadas en el Proyecto.
Al iniciar la correspondiente tramitación se deben tener en cuenta las pe-
culiaridades apuntadas en este apartado, fundamentalmente para no realizar
gestiones innecesarias.
También es conveniente tener la precaución de adecuar el Proyecto a las
características de la institución a la que le estamos requiriendo su concurso
financiero. Esto último no implica una distorsión de los objetivos y métodos
sustentados por cada asociación, pero sí significa la suficiente plasticidad in-
telectual para adaptarse. Pongamos por caso a un grupo teatral que se contacta
con una Fundación que sólo financia propuestas referidas a la dramaturgia con-
temporánea y de un determinado origen nacional por lo que, si se quiere presen-
tarles un Proyecto tendrán que encuadrarse en la antedicha característica; desde
luego que si buscan representar obras del Siglo de Oro Español otros serán los
caminos a recorrer.
Además, muy especialmente, en lo que respecta a la elección de la agencia
financiera se deberá considerar, fundamentalmente, las condiciones impuestas
por ésta, en el sentido que sean coherentes con el grupo ejecutor (objetivos,
· 116 ·
métodos, etcétera) y que sean posibles de cumplirlas (plazos, administración,
mantenimiento, etcétera).
Por último sugerimos que se recurra a las oficinas diplomáticas acredita-
das en cada país con el fin de solicitar información específica (instituciones,
direcciones, modalidades, prioridades, etcétera) que, por lo general, es correc-
tamente brindada. Por Internet es posible acceder a toda la información necesa-
ria. También se la puede requerir en los organismos internacionales como, por
ejemplo, Organización Internacional del Trabajo (OIT),Organización Paname-
ricana de la Salud (OPS), Instituto Interamericano del Niño (IIN/OEA), Fondo
de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PUND), UNESCO, FAO, etcétera.
Desde luego que el financiamiento también lo podemos gestionar en el
propio organismo donde nos desempeñamos como, por ejemplo, crear una Bi-
blioteca dentro de la Municipalidad, realizar un encuentro de teatro regional
organizado por una Secretaría de Cultura, desarrollar un programa de capacita-
ción en una Cooperativa, encarar un plan de microemprendimientos producti-
vos en una Provincia, proponer acciones de revisión de métodos de trabajo en
una fábrica, desarrollar un Centro de Investigación Histórica en un sindicato,
etcétera.
Y reiteramos, debemos tener en cuenta los períodos presupuestarios y las
modalidades específicas de cada ámbito. También podemos buscar alternativas
mixtas donde una parte, por ejemplo, es aportada por un club de servicios y el
resto es financiado con recursos propios.
Sobre todo en los proyectos que impliquen un beneficio económico para
los involucrados como es la creación de puestos de trabajo, casi siempre se bus-
ca un aporte personal que se lo denomina cuota parte. A veces es el equivalente
al 50% de lo previsto invertir.
En algunas oportunidades la cuota parte puede ser aportada a través del
trabajo personal como, por ejemplo, entre los beneficiarios construyen un taller
y los fondos recibidos se emplean solamente para la compra de materiales. En
estos casos, en el Proyecto hay que valorizar las horas/hombre empleadas a los
efectos de detallar el aporte del grupo.
· 117 ·
Cuadro N° 16
Por último, en todo Proyecto y en las gestiones debe quedar siempre muy
claro:
La asistencia técnica
· 118 ·
especialistas deben encuadrarse, muy particularmente, en la situación donde se
desenvolverán las acciones y quienes integran el grupo que será responsable
directo de su ejecución.
En ese sentido recordemos lo señalado por Michel Foucault: “es muy im-
portante saber, cuando se quiere llevar a cabo una transformación y una reno-
vación, no sólo qué son las instituciones y cuáles son sus efectos reales, sino
también cuál es el tipo de pensamiento que las sustenta: ¿qué es lo que se puede
admitir todavía de ese sistema y cuáles son, por el contrario, las dimensiones
que deben ser relegadas, abandonadas, transformadas? (...)
También hemos comprobado los efectos perversos, en ocasiones desastro-
sos, que pueden ser producidos por los proyectos más generosos en sus inten-
siones. Por mi parte he intentado con firmeza no jugar el papel de intelectual
profeta que indica por adelantado a las gentes lo que debe hacer y les impone
marcos de pensamiento, objetivos y medios extraídos de su propio cerebro tra-
bajando en su despacho rodeado de libros. Me ha parecido que el trabajo de
un intelectual, de lo que llamo ‘un intelectual específico’, consiste en intentar
desasirse del poder de imposición y desaires también, en la contingencia de su
formación histórica, de los sistemas de pensamiento que nos resultan familiares
en la actualidad, que nos parecen evidentes y que forman parte de nuestras per-
cepciones, actitudes y comportamientos. Después es preciso trabajar en común
con personas implicadas en la práctica, no sólo para modificar las instituciones
y sus prácticas, sino también para reelaborar las formas de pensar”. 42
Un líder no es quien sabe hacer de todo, sino aquel que incentiva y favore-
ce la conducción de los que hacen.
Siendo Disraeli muy joven, el Primer Ministro Derby le ofreció la res-
ponsabilidad del Ministro de Economía de Inglaterra. Ante tal ofrecimiento,
quien tiempo después fue uno de los más importantes dirigentes de su época,
contestó que no podía aceptar porque no entendía nada de economía, a lo que
el experimentado político le replicó: “no se preocupe que el Ministerio cuenta
con técnicos”.
Desde luego que se deberán buscar aquellos especialistas que compartan
los objetivos y métodos sustentados por quienes elaboran el Proyecto. Nuestra
insistencia en reiterar lo antedicho está motivada en frecuentes actitudes de se-
gregación inversa (aislamiento) que llevan a rechazar la colaboración técnica.
Buscar la colaboración externa es un rasgo de inteligencia; el emplearla ade-
cuadamente demanda aún más perspicacia.
Teniendo en cuenta las enormes necesidades, desdeñar la asistencia técnica,
por razones de dudosa fundamentación es, por lo menos, un error estratégico.
42 Foucault, Michel. La vida de los hombres infames. Editorial Altamira. Páginas 146 y 147.
La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Abril de 1996.
· 119 ·
También deseamos destacar que, además de los muchos técnicos indepen-
dientes, dispuestos a colaborar, existe una serie de importante de organismos
públicos y privados que tienen como fines específicos o concurrentes el brindar
asistencia técnica. (Vale la misma desagregación que efectuamos en el apartado
anterior referido a las agencias financieras).
Nuestra experiencia nos indica que es relativamente sencillo obtener la
colaboración de especialistas, sobre todo de organismos públicos municipales,
provinciales, nacionales e internacionales, sin ningún tipo de costes para las
asociaciones y organismos estatales, aunque debe tenerse la precaución de so-
licitarla con suficiente antelación. 43
Mencionamos algunas de tales instituciones, por ejemplo, el Instituto Interame-
ricano del Niño (IIN/OEA), la Organización Internacional del Trabajo (OIT/N.U.)
y la Agence Canadienne de Développement Intenational (S.C.D.I.). Cabe destacar
que muchas agencias financieras presentan como requisito el aporte local.
También deseamos señalar la importancia de que las confederaciones na-
cionales, las asambleas regionales y las organizaciones mundiales instrumenten
las medidas necesarias para lograr la creación de sistemas de intercambio de
información que incluyan la nómina de agencias financieras, requisitos, meto-
dologías, evaluaciones, experiencias, etcétera; de mecanismos de asistencia y
que brinden ellas mismas la ayuda para la contratación de especialistas, etcétera
o que soliciten la colaboración de organismos públicos y privados de distintos
niveles capacitados y dispuestos a responder a dichos requerimientos.
Palabras finales
· 120 ·
piración es solo para elegidos. Como nosotros no somos genios, solo tratamos
de dar una respuesta adecuada a un problema”. 44
Elaborar proyectos no es una tarea fácil pero tampoco es un imposible.
Llevar adelante la formulación significa una cuota de creatividad y mucho em-
peño.
Las ideas deben estar volcadas en un papel; las demás no sirven para este
cometido. Permítasenos insistir, todo ha de ser organizado y planteado por es-
crito pues, nos permitirá observar atentamente el Proyecto en forma integral y
en cada uno de sus componentes. También, llegado el caso, será el instrumento
que considerará el evaluador. Asimismo será uno de los elementos principales
para monitorear su desarrollo en todas sus partes.
Al redactar un Proyecto, sobre todo las primeras veces, es conveniente ir
avanzando a través de sucesivos borradores. Quizá una de las más perjudiciales
actitudes es cuando prima en la etapa creativa la auto censura. Es conveniente
anotar todas las ideas, ya habrá tiempo para ir desechándolas si es preciso.
Y permítasenos insistir, cada vez que sea posible, la consulta contribuye en
mucho a enriquecernos.
También, trabajar por proyectos significa un cierto nivel de desenvolvi-
miento. En este sentido es oportuno insistir en que parte de las condiciones
culturales para el desarrollo sustentable está dada por la previsibilidad, es decir,
por caso, respetar lo acordado previamente desde la hora y temario fijado para
una reunión hasta cumplir con lo establecido en el documento oportunamente
presentado. El alarde de la impuntualidad o de la constante improvisación es
una claro ejemplo de falta de condiciones culturales para el desarrollo susten-
table.
El trabajar por proyectos nos permite, entre otras, ampliar la propia pers-
pectiva, pues deberemos interactuar con otros, sobre todo cuando el financia-
miento es externo. En este sentido es dable agregar que, es bastante frecuente
una generalizada opinión que se circunscribe a que es asiduo el robo de ideas.
Es posible que en algunas oportunidades muy valiosas pueda suceder, pero en
los casos que aquí nos ocupamos es más probable que nuestros proyectos ten-
gan bastantes aportes de otros.
El trabajo mancomunado es una muy buena estrategia, sobre todo entre
las poblaciones que más necesitan. Los proyectos solitarios son de corta data
y, casi siempre, de muy baja calidad en el impacto. Los proyectos tienen que
sustentarse más allá de los primeros impulsores. En este sentido recordemos a
lo expresado por John Rawls: “la sociedad es una empresa cooperativa para ob-
tener ventajas comunes, se caracteriza típicamente tanto por un conflicto como
44 Pfeifer, Juan. Arquitectura anda. Página 11. Suplemento “Arquitectura, ingeniería, planea-
miento y diseño”. Clarín. Buenos Aires, Argentina. 24 de junio de 1996.
· 121 ·
por una identidad de intereses. (...) La conducta de los individuos guiados por
sus planes racionales debiera ser coordinada en todo lo posible, de modo tal que
obtenga resultados que, aun cuando no sean los buscados o quizá ni siquiera
previstos por ellos, sean no obstante los mejores desde el punto de vista de la
justicia social”. 45
Las alianzas son puentes entre distintos individuos o sectores que contri-
buyen en mucho a superar escollos y, en definitiva, a crear vínculos duraderos
como forma íntima de desenvolvimiento personal y comunitario. Los involu-
crados se asocian intercambiando perspectivas, experiencias, capacidades, et-
cétera dando forma a una nueva e inédita posibilidad que, sin duda, es mucho
más rica y con mayor impacto que los hechos aislados por valiosos que éstos
sean.
Las oportunidades se acrecientan exponencialmente a través de consolida-
ción de vínculos. La diversidad es un valor de la condición humana que favore-
ce la multiplicidad de alternativas, acrecienta las alternativas posibles, es decir,
contribuye decididamente a la libertad.
La libertad plena de los seres humanos trasladada a la vida en comunidad
es la vía regia de una democracia de alta calidad.
La democracia generalizada, donde la participación activa de la ciudadanía
sea una constante, es la base sólida para la equidad entre todos sus miembros y
el respeto de los derechos de las generaciones venideras. El desarrollo sustenta-
ble abarca el presente y el futuro dado que cada acción u omisión influye en un
largo proceso de estrechas y dispares interrelaciones.
Por otro lado, llegado el caso en que un grupo o una persona redacten un
Proyecto que otros ejecutarán es muy conveniente involucrar a estos últimos en
la etapa de elaboración. Gran parte de los proyectos que no han tenido en cuenta
esta situación han fracasado en alguna de sus instancias.
Desde 1.979 estamos directamente involucrados en la formulación y eva-
luación de Proyectos, tanto de pequeña envergadura como con importantes fi-
nanciamientos, en situaciones tan diversas como países o regiones nos tocó
actuar. 46 Algunas lecciones hemos aprendido en este tiempo; varias nos han
quedado profundamente gravadas.
45 Rawls, Jhon. Teoría de la justicia. Fondo de Cultura Económica. Segunda edición, segunda
reimpresión. Páginas 18 y 64. México, México. 2000.
46 Ministerio de Educación. Programa de Expansión y Mejoramiento de la Educación Rural
(EMER) y Programa de Expansión y Mejoramiento de la Educación Técnica Agropecuaria
(EMETA). 20 Proyectos integrales financiados por la Nación Argentina y el Banco In-
teramericano de Desarrollo (BID), por un total de U$S100.000.000 y U$S 120.000.000,
respectivamente. Argentina. 1979-1992.
· 122 ·
Lo principal es el grupo humano que lo lleva adelante. Y esto no es una
falsa expresión laudatoria pues, sin los hombros que sustenten el santo la proce-
sión no se puede realizar, salvo que ocurra un milagro. Y en palabras de Paulo
Freire “es como seres transformadores y creadores que los hombres, en sus
relaciones permanentes con la realidad, producen, no solamente los bienes ma-
teriales, las cosas sensibles, los objetos, sino también las instituciones sociales,
sus ideas, sus concepciones.
A través de su permanente quehacer transformador de la realidad objeti-
va, los hombres simultáneamente crean la historia y se hacen seres históricos-
sociales”. 47
Es el hombre de carne, huesos y sangre que le da energía a las ideas; las
alianzas estratégicas y los esfuerzos mancomunados son fuerzas poderosas que
hasta los más débiles pueden acceder.
El trabajar por proyectos alienta a confluir, favorece la participación e in-
crementa la sustentabilidad de las iniciativas.
El progreso de cada individuo, de cada grupo, de cada comunidad es el
resultado del desarrollo armónico; y no es posible otra alternativa.
Por supuesto que no se trata de voluntarismo, sino de voluntad perseve-
rante.
Permítasenos sintetizar en un solo concepto: sin pasión es dificilísimo que
un proyecto se desarrolle.
47 Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Siglo Veintiuno. Quinceaba edición. Página 123.
Madrid, España. Febrero de 2000.
· 123 ·
NOTA
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· 131 ·
ÍNDICE
PRIMERA PARTE
Introducción 11
Qué es un proyecto de desarrollo 19
La alternativa como método 24
Prioridades 26
Recapitulando 35
SEGUNDA PARTE
Introducción 41
Como se formula un Proyecto 46
1. Los ejecutores 50
2. Objetivos 51
3. Metas 52
4. Localización 53
5. Diagnóstico y justificación 55
6. Beneficiarios 60
7. El Proyecto 64
8. Cronogramas 69
9. Presupuesto 71
10. Impacto 82
11. Factibilidad 86
En síntesis 89
· 133 ·
TERCERA PARTE
Introducción 97
Evaluación 100
Las agencias financieras 111
La asistencia técnica 118
Palabras finales 120
Nota 125
Bibliografía 127
Índice 133
Índice de cuadros 135
· 134 ·
ÍNDICE DE CUADROS
· 135 ·
dinco S.A.
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