Nueve Semanas y Media
Nueve Semanas y Media
Nueve Semanas y Media
Tras el debate me pregunto qué película podría tener Enrique Peña Nieto en su cabeza
Hace unos días afirmé en este espacio que el presidente y su candidato parecían ser los
únicos que no se percataban de que su causa estaba perdida. Supongo que aún
De allí la pregunta que todos nos hacemos: ¿qué va a pasar con los enormes recursos
faltan votos , pero le sobra todo lo demás: ministros en los tribunales electorales,
cámaras legislativas y un larguísimo etcétera. ¿Qué va a hacer con eso Peña Nieto en las
Parecería que no hay más que de dos sopas. Utilizar sus recursos para suicidarse en una
problema de esta opción es que uno de ellos será el próximo presidente. Y en tal caso
La segunda opción, pactar con uno de los dos punteros, significa tragarse su orgullo y
escoger al adversario al que se le rendirá la plaza. Y si tal fuera el caso, ¿a cuál de los
dos rivales? La respuesta parecería obvia: Ricardo Anaya, candidato del PAN. La
tradición del llamado PRIAN da para eso y más. Y puentes no faltarían; allí están los
Diego Fernández de Cevallos, Vicente Fox, Jorge Castañeda, Santiago Creel y muchos
otros como ellos. Y sobra decir que el más fuerte de estos puentes sería el sector
empresarial.
Pero la otra opción (permitir, si no es que facilitar, el triunfo de Morena) aunque menos
puede ganarle a Ricardo Anaya a pesar del apoyo de Peña Nieto, con lo cual el
tabasqueño.
Segundo, hoy por hoy López Obrador parece estar más dispuesto al borrón y cuenta
nueva que Ricardo Anaya. Ciertamente entre PRI y PAN de los últimos años existen
tantos rasgos en común que parecerían pertenecer a una misma familia; pero en
ocasiones esos parentescos dan lugar a los más apasionados fratricidios. Véase si no el
odio visceral que se profesan anayistas y calderonistas, hermanos panistas hasta hace
particular su vocación para aceptar en su arca a todas las especies, expriístas incluidos.
No así el carácter del niño maravilla, duro y afilado, con tan poca experiencia en el
poder que nadie puede descartar una sorpresa una vez sentado en la silla presidencial.
Por lo pronto, Anaya es el que más ha hablado de castigar a los miembros del actual
gobierno, y motivos no le faltan luego de la cacería de la que ha sido objeto por parte de
las autoridades.
Y tercero, si bien los "técnicos" vinculados al PRI, empezando por el propio Meade,
están simbióticamente vinculados al los del PAN (han gobernado juntos los últimos 20
años); muchos de los "políticos" del propio PRI no verían con malos ojos a sus
contrapartes de Morena. Después de todo, la mayor parte de sus ahora rivales fueron
Peña Nieto arrancó este sexenio con dos grandes alfiles a su lado, el operador político
Miguel Ángel Osorio Chong y el operador económico Luis Videgaray. Este último sería
tomaría una comida, pero haría lo mismo con Morena. Peña Nieto tiene nueve semanas
y media para armar su idilio o inmolarse con música de violines de la mano de Meade.
@jorgezepedap