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Impactos Ambientales de La Agricultura Moderna

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Impactos ambientales de la agricultura moderna

La agricultura siempre ha supuesto un impacto ambiental fuerte. Hay que talar bosques para
tener suelo apto para el cultivo, hacer embalses de agua para regar, canalizar ríos, etc. La
agricultura moderna ha multiplicado los impactos negativos sobre el ambiente. La destrucción
y salinización del suelo, la contaminación por plaguicidas y fertilizantes, la deforestación o la
pérdida de biodiversidad genética, son problemas muy importantes a los que hay que hacer
frente para poder seguir disfrutando de las ventajas que la revolución verde nos ha
traído.Subir al comienzo de la página

Los principales impactos negativos son:

a) Erosión del suelo

La destrucción del suelo y su pérdida al ser arrastrado por las aguas o los vientos suponen la
pérdida, en todo el mundo, de entre cinco y siete millones de hectáreas de tierra cultivable
cada año, según datos de la FAO de 1996. El mal uso de la tierra, la tala de bosques, los cultivos
en laderas muy pronunciadas, la escasa utilización de técnicas de conservación del suelo y de
fertilizantes orgánicos, facilitan la erosión. En la península Ibérica la degradación de los suelos
es un problema de primera importancia.

En los lugares con clima seco el viento levanta de los suelos no cubiertos de vegetación o de
los pastizales sobreexplotados, grandes cantidades de polvo que son la principal fuente de
contaminación del aire por partículas en estos lugares. Subir al comienzo de la página

b) Salinización y anegamiento de suelos muy irrigados

Cuando los suelos regados no tienen un drenaje suficientemente bueno se encharcan con el
agua y cuando el agua se evapora, las sales que contiene el suelo son arrastradas a la
superficie. Según datos de la FAO casi la mitad de las tierras de regadío del mundo han bajado
su productividad por este motivo y alrededor de 1,5 millones de hectáreas se pierden cada
año.Subir al comienzo de la página

c) Uso excesivo de fertilizantes y plaguicidas

Los fertilizantes y pesticidas deben ser usados en las cantidades adecuadas para que no causen
problemas. En muchos lugares del mundo su excesivo uso provoca contaminación de las aguas
cuando estos productos son arrastrados por la lluvia. Esta contaminación provoca
eutrofización de las aguas, mortandad en los peces y otros seres vivos y daños en la salud
humana.

Especialmente difícil de solucionar es la contaminación de las aguas subterráneas con este tipo
de productos. Muchos acuíferos de las zonas agrícolas se han contaminado con nitratos hasta
un nivel peligroso para la salud humana, especialmente para los niños.

Un ejemplo especialmente dramático ha sido el del mar de Aral.

Al mismo tiempo, en otros países, el uso de cantidades demasiado pequeñas de fertilizantes


disminuye los nutrientes del suelo, con lo que contribuye a su degradación.Subir al comienzo
de la página

d) Agotamiento de acuíferos

En las zonas secas y soleadas se obtienen excelentes rendimientos agrícolas con el riego y en
muchos lugares, pro ejemplo en los conocidos invernaderos de Almería, se acude a las aguas
subterráneas para regar. Pero los acuíferos han tardado en formarse decenas de años y
cuando se les quita agua en mayor cantidad que la que les llega se van vaciando. Por este
motivo las fuentes que surgían se secan, desaparecen humedales tradicionales en esa zona, y
si están cerca del mar el agua salada va penetrando en la bolsa de agua, salinizándola, hasta
hacerla inútil para sus usos agrícolas o para el consumo humano.Subir al comienzo de la página

e) Pérdida de diversidad genética

En la agricultura y ganadería tradicionales había un gran aislamiento geográfico entre los


agricultores y ganaderos de unas regiones y otras y por eso, a lo largo de los siglos, fueron
surgiendo miles de variedades de cada planta o animal domesticado.

Esto supone una gran riqueza genética que aprovechaban los que hacían la selección de
nuevas variedades. Su trabajo consiste, en gran parte en cruzar unas variedades con otras para
obtener combinaciones genéticas que unan ventajas de todas ellas. Si se quiere conseguir una
planta de trigo apta para un clima frío, que tenga el tallo corto y sea resistente a unas
determinadas enfermedades, los genetistas buscaban las variedades que poseían alguna de
esas características y las iban entrecruzando entre sí hasta obtener la que reunía todas.

En la actualidad cuando una variedad es muy ventajosa, la adoptan los grandes cultivadores de
todo el mundo, porque así pueden competir económicamente en el mercado mundial. El
resultado es que muchas variedades tradicionales dejan de cultivarse y se pierden si no son
recogidas en bancos de semillas o instituciones especiales.

Por otra parte, la destrucción de bosques, pantanos, etc. para dedicar esos terrenos a la
agricultura provoca la desaparición de un gran número de ecosistemas.

También la agricultura moderna ha introducido el monocultivo, práctica en la que enormes


extensiones de terreno se cultivan con una sola variedad de planta. Esto supone un
empobrecimiento radical del ecosistema, con la consiguiente pérdida de habitats y de
especies.Subir al comienzo de la página

f) Deforestación

Alrededor de 14 millones de hectáreas de bosques tropicales se pierden cada año. Se calcula


que la quema de bosques para dedicarlos a la agricultura es reponsable del 80% al 85% de esta
destrucción.

La agricultura moderna no es la principal responsable de esta deforestación, porque sus


aumentos de producción se han basado mucho más en obtener mejores rendimientos por
hectárea cultivada que en poner nuevas tierras en cultivo. De hecho, en España, por ejemplo,
todos los años disminuye la extensión de las tierras cultivadas cuando muchas de ellas son
abandonadas por su baja productividad.

La principal causa de destrucción del bosque es la agricultura de subsistencia de muchas


poblaciones pobres de los países tropicales. Estos agricultores queman los bosques y la
superficie así conseguida, gracias al abono de las cenizas, les permite obtener unas pocas
cosechas, hasta que el terreno se empobrece tanto en nutrientes que se hace improductivo y
deben acudir a otro lugar para quemar de nuevo otra porción de selva y repetir el
proceso.Subir al comienzo de la página

g) Consumo de combustibles fósiles y liberación de gases invernadero

La agricultura moderna gasta una gran cantidad de energía, como comentamos en las páginas
anteriores, para producir los alimentos. Esto significa un elevado consumo de petróleo y otros
combustibles y la emisión a la atmósfera de gran cantidad de CO2, con el consiguiente efecto
invernadero. A la vez la quema de bosques y de pastizales es responsable muy principal del
aumento de CO2 y de óxidos de nitrógeno en la atmósfera. Subir al comienzo de la página
Desde 1960 la Revolución Verde supuso un gran esfuerzo en el incremento y diversificación de
los rendimientos agrícolas en los países más pobres, y un cambio de paradigma en las prácticas
agrícolas de numerosas zonas del mundo, basado en enfoques genéticos y nuevas prácticas
agrícolas. Se sustentó sobre todo en la mejora de tres cereales clave en la alimentación
humana: trigo, arroz y maíz.

revolucion verde

El rápido crecimiento de la población en los países en desarrollo influyó para que los gobiernos
de algunos de ellos comenzaran a implementar políticas tendientes a mejorar la productividad
y responder así a la mayor demanda de alimentos.

Las primeras investigaciones sobre la selección de nuevas variedades de cereales de alto


rendimiento se iniciaron después de la Segunda Guerra Mundial, con semillas de trigo en
México y de arroz en Filipinas.

Esas variedades se difundieron por el mundo durante el decenio 1960-1970 y lograron un


incremento en el rendimiento agrícola. Además, se hicieron estudios sobre otras variedades de
cereales como el maíz, el mijo y el sorgo.

A partir de esos años, la expresión Revolución Verde designó al conjunto de los esfuerzos para
acrecentar la producción agrícola de los países en desarrollo gracias al cultivo de las nuevas
variedades de cereales, en particular del trigo y del arroz. Su cultivo requería el empleo de
abonos químicos, utilización de riego y métodos intensivos de trabajo. De esta manera se
redujo en alrededor de un 30% costo de producción de una tonelada de arroz o de trigo.

Norman E. Borlaug, “Padre de la Revolución Verde”: Agrónomo norteamericano. Sus trabajos


referentes a nuevas variedades de trigo y otros cereales, aplicados a la agricultura de
determinados países subdesarrollados, tuvieron como resultado un considerable incremento
de la producción agrícola los mismos. Por medio de híbridos y cruces logró, por ejemplo, un
incremento en las cosechas de trigo mexicano de hasta un 50%, haciendo que este país pasara
de importador a exportador de este cereal. En 1970 le fue concedido el premio Nobel de la
Paz. Murió a los 95 años de edad en septiembre de 2009.-

Uno de los científicos más destacados en este proceso fue el investigador Gurdey Sing Khush ,
fue director de la sección “Selección creadora, genética y bioquímica” del Instituto de
Investigación de Manila (Filipinas). Logró nuevas variedades de arroz que permitieron duplicar
su producción mundial veinticinco años. De acuerdo con las proyecciones de las Naciones
Unidas, en el 2020 habrá rededor de 8.000 millones de individuos en la Tierra, de los cuales
5.000 millones serán consumidores de arroz. Para satisfacer esa demanda, la cosecha mundial
de arroz, que actualmente es de alrededor de 562 millones de toneladas anuales, deberá
pasar a 840 millones.

En la actualidad, Gurdev Sing Khush lucha por una “revolución aún más verde” que enfrente la
falta de alimentos de este milenio. Para ello, el próximo cultivo es producir más arroz con
menos requerimientos de tierra, de riego, sin insecticidas ni herbicidas químicos. Este
investigador afirma que para alcanzar la meta de las 840 millones de toneladas habría que
revisar el sistema de producción, invertir más en riego y capacitar a los agricultores para el
empleo de las nuevas tecnologías. Sostiene que los estudios sobre el cultivo del arroz van a
orientarse mayor medida hacia una agricultura ecológica. En los 30 a 50 años venidero habrá
que disponer también de variedades capaces de soportar temperaturas mas elevadas,
causadas por el calentamiento del planeta.

Problemas con la revolución verde: Los beneficios traídos por la mejora agrícola de la llamada
Revolución Verde son indiscutibles, pero han surgido algunos problemas. Los dos más
importantes son los daños ambientales, de los que trataremos con más detalle a continuación,
y la gran cantidad de energía que hay que emplear en este tipo de agricultura. Para mover los
tractores y otras máquinas agrícolas se necesita combustible; para construir presas, canales y
sistemas de irrigación hay que gastar energía; para fabricar fertilizantes y pesticidas se emplea
petróleo; para transportar y comerciar por todo el mundo con los productos agrícolas se
consumen combustibles fósiles. Se suele decir que la agricultura moderna es un gigantesco
sistema de conversión de energía, petróleo fundamentalmente, en alimentos.

Como es fácil de entender la agricultura actual exige fuertes inversiones de capital y un


planteamiento empresarial muy alejado del de la agricultura tradicional. De hecho de aquí
surgen algunos de los principales problemas de la distribución de alimentos. El problema del
hambre es un problema de pobreza. No es que no haya capacidad de producir alimentos
suficientes, sino que las personas más pobres del planeta no tienen recursos para adquirirlos.

En la agricultura tradicional, también llamada de subsistencia, la población se alimentaba de lo


que se producía en la zona próxima a la que vivía. En el momento actual el mercado es global y
enormes cantidades de alimentos se exportan e importan por todo el mundo.

Para los próximos decenios se prevé que si bien la producción agrícola aumentará más
rápidamente que la población mundial, este aumento será más lento que el actual. Esta
disminución refleja algunas tendencias positivas. En muchos países la gente come hoy todo lo
que desea, por lo que ya no hace falta aumentar la producción. Pero también refleja la triste
realidad de centenares de millones de personas que necesitan desesperadamente más
alimentos pero que no pueden comprarlos a los precios que animarían a los agricultores a
producir más.

Nuevas alternativas: Dando por supuesto que no se puede (ni es conveniente) ampliar la
superficie cultivada, el problema de la escasez cada vez mayor de agua, y dado que las
variedades de esta revolución están llegando al límite de su productividad, será necesario
seguir aumentando la productividad de los cultivos por otros medios.

La innovación tecnológica será clave en esta tarea, y dentro de ella habría que lograr nuevas
maneras de aprovechar el potencial de los genomas vegetales (y de otros organismos) para
aumentar la producción de alimentos sin dañar el ambiente. Lo que se propone es elaborar
propuestas que hagan compatible el desarrollo con la conservación del ambiente, una idea a la
que se llama “desarrollo sustentable”.

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Algunas alternativas que harían posible este tipo de desarrollo serían:

– técnicas de cultivo más eficientes en el uso de agua y de insumos externos,

– desarrollo de plantas capaces de crecer en suelos ácidos y con metales,

– plantas resistentes a sequía, a salinidad, etc.

– plantas resistentes a plagas,

– plantas menos dependientes de aplicación de productos agroquímicos,

– plantas con cualidades nutritivas mejoradas.

PARA SABER MAS…

LA REVOLUCIÓN VERDE
A medida que crece la población mundial aumenta el número de personas que se encuentran
al borde de la inanición. Según cálculos moderados, 460 millones de personas en 44 países
padecen tal subalimentación que una mala cosecha puede desencadenar una catástrofe
alimenticia. Fuentes menos moderadas calculan que existen 2.000 millones de personas
desnutridas o prácticamente muriendo de inanición. Desde que en 1943 el doctor Norman
Borlaug, agrónomo estadounidense que trabajaba en México, comenzó a perfeccionar una
nueva variedad de trigo de alto rendimiento, han surgido esperanzas de que la llamada
Revolución Verde evite el hambre en el mundo.

Sin embargo, aunque los fitogenetistas han producido variedades de alto rendimiento de maíz,
arroz, sorgo y otros cereales, los «supercereales» por sí solos no resolverán la crisis
alimenticia. Muchos de estos cereales son más vulnerables a las enfermedades y plagas que las
cosechas convencionales y necesitan mucha más agua y fertilizantes. Por desgracia, la mayoría
de los países pobres carecen de los medios técnicos necesarios para construir modernos
sistemas de regadío, y la prolongada crisis energética ha reducido la producción y encarecido
los fertilizantes.

Resulta por tanto cada vez más evidente que el problema del hambre en el mundo no se
resolverá hasta que se apliquen con igual ímpetu remedios políticos y técnicos. Para quienes
ya padecen hambre el peligro radica en que tales remedios lleguen a ser reputados más como
armas políticas que como instrumentos de humanitaria solidaridad.

Requerimiento para un futuro posible

Los seis requerimientos básicos para alcanzar el desarrollo sustentable son:

• Un sistema político que asegure la participación de todos los sectores de la sociedad en la


toma de decisiones.

• Un sistema económico capaz de generar excedentes monetarios y conocimiento tecnológico


sobre la base de la sustentabilidad.

• Un sistema social que prevea soluciones para los conflictos surgidos del desarrollo no
armonioso con la naturaleza.

• Un sistema productivo respetuoso de la base ecológica necesaria para el desarrollo.

• Un sistema tecnológico capaz de buscar nuevas situaciones, siempre sobre bases


sustentables.

• Un sistema internacional capaz de promover patrones comerciales y financieros sustentables


IMPACTO ECOLOGICO SOBRE USO AGROQUIMICOS

1.- INTRODUCCION

El presente siglo ha observado un crecimiento extraordinario de la producción agropecuaria


mundial debido al efecto combinado de la incorporación de nuevas tierras al cultivo, el
incremento de la producción bajo riego y la introducción de innovaciones que acrecientan los
rendimientos unitarios, como es el uso de agroquímicos en la producción de alimentos
primariamente planteado a través de la Revolución Verde.

En la actualidad parece cierto que la disponibilidad de los dos primeros agentes del aumento
de la producción se muestra relativamente inelástica y que la generación de alimentos, deberá
apoyarse cada vez más en el progreso tecnológico, es decir, en la capacidad de producir
riqueza descubriendo usos nuevos y mejores para los recursos disponibles. Esto ha forzado al
uso cada vez mayor de agroquímicos con el consecuente resultado del problema planteado
mas abajo.

Decía Marx en una de las diez tesis filosóficas en su obra CRITICA A LUDWIG FEUARBACH Y EL
FIN DE LA FILOSOFIA CLASICA ALEMANAS, ¨ No es solo la identificación del problema sino, que
también es igual de importante, el planteamiento de las posibles soluciones.

De lo antes planteado surge la necesidad, de estudiar e identificar todas las implicaciones e


interacciones de los factores, que inciden en la producción de alimentos con el uso de los
agroquímicos. Con el fin principal de plantear soluciones viables y contribuir, al desarrollo de
nuestra sociedad y de las generaciones venideras.

2.- PLANTEMIENTO DEL PROBLEMA

El problema Económico, social, Ecológico y la crisis ambiental surgen del hecho de que los
seres humanos pueden intervenir activamente el medio para satisfacer sus necesidades, y a
través de ello, están causando mucho daño al medio y a todos los seres vivos que dependen de
ese medio.

La intervención de la humanidad sobre la naturaleza se ha ampliado en la era moderna como


consecuencia del desarrollo científico y tecnológico. Algunas personas han sometido a la
naturaleza a una sobreproducción, explotando recursos naturales renovables y no renovables
de manera incontrolada, poniendo, de este modo, en peligro la vida sobre el planeta.

Al mismo tiempo, el crecimiento de la población provocó un incremento en la producción de


alimentos, lo que dio origen al desarrollo de actividades como la agricultura y la ganadería.

Las actividades agrícolas y las de ganadería, contribuyen también a la contaminación del


ambiente. El desequilibrio ecológico que se genera al introducir labores agrícolas en un
ambiente, produce tal desajuste, que da lugar a que se desarrollen plagas que atacan las
cosechas. Para poder combatir las plagas, se desarrolló la producción de biocida (plaguicidas,
herbicidas, insecticidas, bactericidas), sustancias capaces también de acabar con la vida de
cualquier especie vegetal y animal.

Desafortunadamente, los biocida matan la plaga pero ocasionan los siguientes problemas:

Interfieren en el equilibrio ecológico porque dañan especies que no tienen nada que ver con el
cultivo o cría.
Entran en la cadena alimentaría a través de los consumidores de primer orden como son los
herbívoros, y luego causan daños a las personas.

Ocasionan daños en la salud de los seres humanos como intoxicaciones o dermatitis, cuando
se consumen vegetales que han sido irrigados por biocida.

Contribuyen a la contaminación del agua, cuando se infiltran hacia aguas subterráneas que
surten a ríos y lagos.

Por su parte los fertilizantes, son sustancias químicas producidas por la industria con el fin de
suministrar nutrientes al suelo como sales nitrogenadas, fosfatadas o de potasio, calcio,
magnesio y azufre, para favorecer las cosechas para aumentar la productividad vegetal. La
contaminación del suelo, aire y agua por la utilización de fertilizantes se debe principalmente
a:

La utilización indiscriminada del fertilizante por parte de los agricultores en los cultivos.

La forma de distribución del fertilizante sobre grandes extensiones agrícolas.

Los nitritos presentes en los fertilizantes pueden provocar enfermedades graves como el
cáncer.

Por su parte, la tala de árboles crea un desequilibrio ecológico, y la quema para renovar los
pastos, destruye la materia orgánica que enriquece los suelos y promueve la extinción de
animales y plantas.

Las especies desarrollan resistencia al biocida cuando es utilizado con mucha frecuencia, por lo
que se aumentan las concentraciones de estas sustancias para que sean efectivas contra la
plaga.

Las actividades de ganadería empobrecen los suelos y además pueden contaminarlos junto
con las aguas. Sin embargo, las actividades agropecuarias son muy importantes porque
generan parte de la alimentación y a la vez constituyen fuentes de trabajo. Pero también
generan una carga elevada de contaminación debido al arrastre y dispersión de biocida,
fertilizantes y sedimentos, los cuales al caer a los ríos, lagos y mares, contaminándolos.

3.-OBJETIVOS

Objetivo general.

El objetivo primordial de este estudio es comprender la dinámica real de la interacción, entre


el uso de agroquímicos en la producción de alimentos y las consecuencias ambientales,
económicas y sociales, con el fin de proponer soluciones.

Objetivos específicos.

- Rol del uso de agroquímicos en el costo de producción de alimentos y la economía nacional.

- Consecuencias sociales del uso de agroquímicos en producción de alimentos.

- Consecuencias ambientales del uso de agroquímicos.

- Identificación de posibles propuestas de soluciones.

4.- DESARROLLO.
4.1.- CONCEPTOS GENERALES:

Antes de comentar los aspectos específicos de esta presentación es preciso analizar algunos
conceptos, como por ejemplo: qué se entiende por Medio Ambiente? Para (Bru 1988) es la
totalidad del entorno material de la vida humana, tanto natural como no. Así mismo, el
deterioro ambiental se origina por la acción del hombre como ser social y es la materialización
de un proceso histórico de explotación abusiva del medio, basado en premisas ideológicas y
formas de organización social. Para Folch (1978) la ciencia ecologista es aquella cuya finalidad
es la integración de los aspectos sociales, políticos e ideológicos implicados en el uso humano
de los ecosistemas. Se entiende por plaguicidas, las sustancias o ingredientes activos, así como
las formulaciones o preparados que contengan una o varias de dichas sustancias o
ingredientes activos cuya finalidad sea la de actuar como raticida, desinfectante, insecticida,
fungicida, repelente, atrayente, etc.

Desde tiempos inmemoriales el hombre siempre ha causado efectos sobre el ecosistema del
cual forma parte. Con el correr del tiempo y el desarrollo de la ciencia y la tecnología esas se
han profundizado; es decir que el hombre al aumentar su comodidad y su seguridad, amenaza
con trastornar los ecosistemas naturales a un grado casi irreversible.

La primera modificación significativa sobre el ecosistema comenzó con el desarrollo de la


agricultura Cuando el hombre era simplemente un recolector de alimentos, su efecto sobre el
medio ambiente era mínimo y reducido únicamente a la vecindad inmediata del fuego que
mantenía, para el calor y cocinar los alimentos.

Con el advenimiento de la agricultura los efectos aumentaron, hubo necesidad de clarear los
bosques de su vegetación natural, para la plantación de los cultivos. La cantidad creciente de
alimentos disponibles debido a las plantaciones, estimuló el rápido crecimiento de la población
humana, más personas, significó más ocupación de tierras y por lo tanto, aumento a los
efectos sobre el medio ambiente.

Con la expansión de la agricultura floreció el comercio que llevo al movimiento entre las
poblaciones. Al aumenta la población hubo necesidad de cambiar el estilo de vida, volviéndose
cada vez más compleja. Aparecieron entonces, otras actividades tales como la industria el
transporte, la construcción urbana y otros caracteres de la vida moderna, señaladas como
actividades humanas ecológicamente alteradoras, ya que han tenido consecuencias negativas
en le medio ambiente.

4.2.- LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA MODERNA Y SU IMPACTO AMBIENTAL

La producción tradicional, hizo crisis ante un factor considerado primario como lo es el


"Mercado". La sociedad ejerció una demanda creciente de productos agropecuarios y así
mismo cualificados sobre ciertos productos (carnes). Este efecto no pudo ser correspondido
por esa producción tradicional, por lo cual se produjo un desajuste entre oferta y demanda de
productos. De esta forma y para dar respuesta parcial a ello, el productor recurrió a la compra
masiva de insumos y venta de productos, ingresando en la economía monetaria.

Se produjo entonces el llamado "primer impacto ambiental", en donde el productor recurre a:

- Mecanización

- Empleo de productos químicos (fertilizantes, plaguicidas, conservantes, etc).

- Roturaciones (labranzas) improcedentes.


Todos estos factores llevaron a la alteración del paisaje y al inicio de la contaminación
ambiental.

Por otra parte, como consecuencia de este aumento en el consumo, los precios tendieron a
elevarse y ser recurrió a la importación de productos. Todo ello atrajo las inversiones de
capital extra agrario, conformándose finalmente las características de la agricultura y la
ganadería "modernas" que provocaron el "segundo impacto ambiental".

Dichas características son:

- Concentración de la producción, generalmente próxima a los centros de consumo y en


unidades de gran magnitud.

- Especialización de la producción, creando núcleos. Todo esto trajo aparejado la disminución


en el número de explotaciones, con sus implicancias.

Intensificación de la producción, independizándose del factor tierra para ser independiente.

En el caso de la agricultura, estas características trajeron aparejado:

- Un excesivo uso de fertilizantes, deyecciones animales y plaguicidas, que provocaron en


muchos casos contaminación del agua, suelo y aire, además de inconvenientes en la salud de
las personas y dudosa calidad de los productos.

- Problemas ambientales, a través de alteración del paisaje, pérdida de la biodiversidad, como


también trastornos en la salud.

En el caso de las explotaciones ganaderas, la cronología de este modelo intensivo comenzó con
la producción de huevos, seguida por la de pollos, luego los cerdos, para llegar también a los
vacunos para carne y leche y otras especies de menor importancia, siendo algunas de sus
consecuencias:

- Elevados volúmenes de excrementos y su eliminación, con los problemas de filtración de


nitrógeno y fósforo (eutrofización), emisión de metano, dióxido de carbono, amoníaco,
sulfídrico. Metales pesados, problemas sanitarios (microorganismos, zoonósis).

- La calidad biológica de las carnes es muy cuestionada, debido al importante uso de


antibióticos, pigmentantes, anabólicos y promotores del crecimiento que se utiliza en estos
sistemas.

Este modelo intensivo basado en la inversión de capitales, tiene como único objetivo de
producción la maximización del beneficio y la producción masal, siendo semejante a

Cualquier proceso de tipo industrial.

4.3.- CAUSAS PRINCIPALES DE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES

Como ya dijimos las actividades humanas siempre han producido cambios en el medio
ambiente, sin embargo no es sino hasta las ultimas décadas que el impacto de las actividades
humanas sobre el medio ambiente se acelero y se hizo mas profundo. Las presiones de vida al
rápido crecimiento de la población, el consumo prodigo y descontrolado, la urbanización, la
expansión industrial y los avances de la ciencia y tecnología han causado estos cambios
acelerados en el medio ambiente.

Entre las causas principales del deterioro ambiental podemos mencionar:


- El rápido crecimiento de la población

- Nuevos problemas a través de la ciencia y la tecnología

- El desarrollo y la industrialización

- Concentración de la población humana.

Estas actividades humanas tienen como consecuencia la contaminación de los medios básicos
para la vida tales como: aire, agua y suelo.

4.4.- PROBLEMAS AMBIENTALES DE LA REPUBLICA DOMINICANA

En RD. los problemas ambientales son incontables debido en gran medida a la falta de una
conciencia ambiental tanto de autoridades como de pueblo en general, aunado a esto el
acelerado crecimiento demográfico con una deficiente infraestructura para atenderlo y los
cambios sociales y económicos que experimenta el país.

Sin embargo resulta difícil hacer un estudio profundo de la contaminación ambiental en


nuestro país. ya que la información científica con que se cuenta es deficiente, es así que nos
hemos visto en serias dificultades para identificar los principales productos agroquímicos
contaminantes.

El agua es uno de los elementos que en mayor proporción esta presente en la vida del hombre.
Es utilizada para el abastecimiento humano, en la agricultura y en la industria lo que provoca la
contaminación de la misma. La contaminación de las aguas digna de tenerse en cuenta es la
producida por residuos agrícolas: plaguicidas y fertilizantes, y que llegan a las corrientes
superficiales y a las aguas subterráneas.

Hace varios años el uso de plaguicidas en el país se limitaba principalmente en las fincas de
hortalizas y algodoneras. Desde entonces los productores y distribuidores de insumos agrícolas
intensificaron la promoción comercial de plaguicidas y fertilizantes. Sin embargo, no se
hicieron esfuerzos por educar a los usuarios de plaguicidas sobre los peligros asociados con las
sustancias químicas ni sobre la ciencia de su manejo.

Las diluciones y medidas no son exactas y los productos se mezclan sin precaución. Este
problema no solo afecta la salud pública, sino también tiene efectos negativos sobre los
suelos.

Los plaguicidas mas usados antes de 1981 eran casi exclusivamente Órgano clorados y hay
evidencia de que estos productos persisten en los suelos de la Rep. Dominicana.

El uso actual de plaguicidas a base de Piretroides, Carbamatos y productos Órgano fosforados


es muy intenso y aunque la biodegradación de estas sustancias en los suelos tropicales es
relativamente rápida, su manejo inapropiado sobrecarga los suelos con productos químicos
tóxicos y sus metabolitos.

Aunque en R.D. no se han hecho estudios exhaustivos en todo el país, si se sabe que en las
zonas donde se practican cultivos intensivos hay problemas serios de contaminación como es
el caso de Constanza.

A medida que se manipulan los plaguicidas, se corre un alto riesgo de entrar en contacto con
estos; este riesgo depende de la atención en el tiempo de manipuleo y del uso de la
indumentaria adecuada para trabajar con estos. El mayor riesgo lo llevan las personas que
trabajan con los productos y concentrados técnicos como manufactura, reformulación o
reenvase de concentrados sin equipo apropiado.

Debido a que la principal forma de de exposición a los plaguicidas, es la dérmica, causada por
el manejo en la mezcla y aplicación de estos, existe la alternativa de elegir dentro de las
formulaciones de los productos para usar la que menos se exponga a la piel; a continuación se
presentan las características de ciertas formulaciones:

1.- Los concentrados de aceites y los concentrados emulsificables de la mayoría de los


productos químicos penetran muy fácilmente por la piel.

2.- Las formulaciones sólidas, permiten menor penetración cutánea debido a la absorción del
producto por el portador que es la arcilla u otro material.

Los granulados son mucho más confiables para trabajar y evitar la exposición dérmica, y si son
recubiertos es mucho mejor.

Otro aspecto a tomar en cuenta al momento de la aplicación, para disminuir la exposición al


plaguicida, es manejar el tamaño adecuado de la gota, para evitar deriva y toxicidad; al
utilizarse polvos deben de tomarse las medidas necesarias para evitar problemas de
dispersión.

La contaminación por evaporación del producto puede ser considerada si se entra en contacto
cercano al área de aplicación, estos producto volátiles pueden ser aplicados en bajas
concentraciones para disminuir el riesgo.

Dedicar atención a la formulación apropiada, entonces, puede resultar no solamente en un


control de plagas más eficaz y seguro, sino también evitar la exposición humana y
contaminación ambiental. La formulación puede ser un producto comercial o el resultado de
una mezcla en tanque con aditivos apropiados para lograr las propiedades deseadas.

En muchos casos se ha visto que el agricultor no considera mucho el desecho adecuado de los
envases. Para evitar que él siga contaminando, el se debe de asegurar de que cuando vacíe un
envase de plaguicidas, que enjuague completamente el envase antes de desecharlo. Esto se
hace con la finalidad de reducir la cantidad de plaguicida de desperdicio que permanece en el
envase y si enjuaga varias veces el envase y utiliza esa agua para aplicarla, estaría dando un
mejor uso a su inversión.

Por lo general el agricultor utiliza el suelo para desechar los desperdicios, si se hace de esta
manera, se debe de seleccionar un sitio que este lejos de la casa o donde los animales no
tengan acceso al sitio y principalmente lejos de cualquier fuente de agua.

Con el fin dar solución a la problemática planteada, se han desarrollado una serie de
tecnologías, agrupadas básicamente en lo que se conoce como Técnicas MIP, unidas a la vuelta
a técnicas tradicionales de producción, como es la Producción Orgánica.
La sociedad ha desarrollado instrumentos legales para obligar a la restauración de los espacios
degradados. En este sentido, una de las normas más directamente implicadas en la regulación
de la restauración ambiental es la relativa a los procedimientos de evaluación de impacto
ambiental de las actividades humanas.

La restauración ambiental tiene un carácter multidisciplinar ya que, en función del problema


que se aborde, puede requerir soluciones o análisis muy distintos y complementarios. En este
terreno confluyen profesionales como biólogos, ingenieros de montes, ingenieros de caminos
o químicos.

3.4 Sucesión Ecológica.

Es el conjunto de cambios que se producen en un ecosistema a lo largo del tiempo. Estos


cambios son la consecuencia de las interacciones entre los organismos y los factores abióticos
del ecosistema, y producen la sustitución de unos seres vivos por otros.

La sucesión es una tendencia hacia el equilibrio entre los componentes del ecosistema y se
producen durante periodos muy largos de tiempo. Así, un ecosistema se va transformando,
durante décadas, siglos o milenios, en otro, más complejo y más estable. El estado de madurez
máxima recibe el nombre de clímax.

3.5 Recuperación.

Es la utilización y mejora de los suelos y los recursos hídricos, con fines agrícolas o no, por
medio de la irrigación, el drenaje de marismas, la restauración de minas a cielo descubierto, y
otras actividades de construcción.

También es posible recuperar áreas costeras allá donde existen marismas o aguas poco
profundas frente a la costa. La construcción de diques, seguida del drenaje artificial de la tierra
comprendida entre éstos y la costa se ha utilizado en muchos países para recuperar tierras
para su uso agrícola.

Los proyectos de recuperación tienen efectos potencialmente negativos sobre el medio


ambiente. La aplicación de fertilizantes y otros productos químicos en las zonas de regadío
incrementa el contenido en sales del suelo y del agua que regresa a la fuente de irrigación, por
ejemplo, un río. Si el agua de un río se usa extensivamente para la irrigación, su contenido en
sales aumentará corriente abajo.
Un término que merece la atención sistemática es el impacto ambiental antes tratado definido
como el efecto que produce una determinada acción humana sobre el medio ambiente.

Los efectos pueden ser positivos o negativos y se pueden clasificar en: efectos sociales, efectos
económicos, efectos tecnológico-culturales y efectos ecológicos.

Dentro de los impactos sociales se suele poner como ejemplo el efecto del ruido generado por
el tráfico en una autovía. El ruido causa un impacto negativo sobre la calidad de vida o sobre el
confort de las personas que habitan junto a la infraestructura en cuestión. Por el contrario, el
recrecimiento de una presa existente puede tener un efecto positivo, asegurando el
abastecimiento de agua durante las épocas de sequía prolongada.

Los efectos culturales suelen caracterizarse por su impacto negativo ya que, en ocasiones, las
actividades humanas pueden llegar a alterar o destruir yacimientos u otros bienes culturales.
Por el contrario, un efecto positivo sería el hallazgo de restos arqueológicos o paleontológicos
durante las excavaciones y los movimientos de tierra que se realizan en determinadas obras.

El impacto ecológico generalmente es de carácter negativo, ya que puede suponer el


desplazamiento de poblaciones o la destrucción de hábitat o de especies. En algunas
ocasiones, sin embargo, se generan efectos positivos; por ejemplo en las explotaciones de
áridos en graveras se pueden crear nuevos hábitat cuando, al abandonarse o agotarse la
explotación, la cubeta queda inundada convirtiéndose en una zona húmeda.

El término impacto ambiental se utiliza en dos campos diferenciados, aunque relacionados


entre sí: el ámbito científico-técnico y el jurídico-administrativo. El primero ha dado lugar al
desarrollo de metodologías para la identificación y la valoración de los impactos ambientales,
incluidas en el proceso que se conoce como Evaluación de Impacto Ambiental (EIA); el segundo
ha producido toda una serie de normas y leyes que garantizan que un determinado proyecto
pueda ser modificado o rechazado debido a sus consecuencias ambientales.

En una industria, por ejemplo, la gestión ambiental implica tanto aquellas acciones
encaminadas a hacer el medio ambiente laboral más sano y seguro para los trabajadores,
mediante la prevención por ejemplo de riesgos laborales, como las que tienen por objeto la
reducción del consumo de energía y de materias primas haciéndolo óptimo en relación con la
producción. Así, el ahorro de energía que se puede obtener por el empleo de maquinaria más
eficiente, o el ahorro de agua que se conseguiría por el reciclado de la misma en los procesos
productivos, deben considerarse como objetivos de la gestión ambiental de la empresa.
La introducción del concepto de gestión ambiental, en su acepción más conservacionista, ha
afectado a todo tipo de actividades humanas. Así, la misma agricultura está dando un giro
hacia sistemas de producción más respetuosos con el medio (lo que se ha dado en llamar
agricultura biológica o ecológica) reduciendo el empleo de sustancias agresivas y
potencialmente contaminantes, como ciertos tipos de abonos y pesticidas.

3.6 Energía renovable.

Es también llamada energía alternativa o blanda, este término engloba una serie de fuentes
energéticas que en teoría no se agotarían con el paso del tiempo. Estas fuentes serían una
alternativa a otras tradicionales y producirían un impacto ambiental mínimo, pero que en
sentido estricto ni son renovables, como es el caso de la geotermia, ni se utilizan de forma
blanda. Las energías renovables comprenden: la energía solar, la hidroeléctrica (se genera
haciendo pasar una corriente de agua a través de una turbina), la eólica (derivada de la solar,
ya que se produce por un calentamiento diferencial del aire y de las irregularidades del relieve
terrestre), la geotérmica (producida por el gradiente térmico entre la temperatura del centro
de la Tierra y la de la superficie), la hidráulica (derivada de la evaporación del agua) y la
procedente de la biomasa (se genera a partir del tratamiento de la materia orgánica).

Tema 4:

La Implicación de un Proyecto Técnico Sostenible

4.1 Proyecto Técnico es la documentación que se elabora para la ejecución de una iniciativa de
envergadura, con previsión de todos los detalles necesarios para su logro. Resultan necesarios
en diversos campos profesionales, como en la ejecución de obras públicas o edificaciones, el
diseño y la organización industrial, o la planificación económica, ambiental y territorial
(ordenación del territorio).

El primer paso para la elaboración de un proyecto técnico es la presentación de un "pliego de


condiciones técnicas", en el que se detalla lo que se quiere hacer y sus características
generales. Dependerá de la ordenación legal de cada país que este documento lo elabore la
Administración, o bien los posibles contratistas a indicación de la misma.

El resto de documentos se puede presentar de una sola vez o en sucesivas aproximaciones,


según las dimensiones del mismo. Estos documentos son la memoria, los planos, el
presupuesto, el estudio de impacto ambiental y el documento de síntesis.

La memoria contiene la descripción y justificación de los elementos adoptados . Los planos


contienen la representación gráfica necesaria para la ejecución, e incluyen cartografía con la
proyección de la obra, así como alzados y plantas de la misma. El presupuesto incluye todas las
partidas de gasto previstas en la memoria, estableciendo el importe total que supondrá la
ejecución de la obra. El estudio de impacto ambiental, determina las acciones agresivas al
medio ambiente que la obra pudiera producir, evalúa su incidencia y propone elementos de
corrección.

Control medioambiental se auxilia de medios específicos para minimizar el impacto ambiental


que provocan los residuos y salvaguardar los sistemas naturales antes de que hayan sido
degradados.

El control medioambiental se puede realizar en diferentes fases del proceso industrial. El


control de las materias primas que se consumen en el proceso permite sustituir los materiales
tóxicos y peligrosos por otros alternativos que sean inocuos. Por ejemplo, la sustitución de
combustibles con alto contenido en azufre por gas natural evita la emisión a la atmósfera de
dióxido de azufre, uno de los contaminantes más frecuentes del aire y el principal responsable
de la lluvia ácida. Esta medida también ayuda a la disminución de las emisiones de dióxido de
carbono, una de las sustancias gaseosas responsables del recalentamiento de la atmósfera o
efecto invernadero.

La introducción de mejoras en el mantenimiento de los equipos evita la pérdida de materiales


por goteo en fisuras, y en conexiones y válvulas al efectuar trasvases. También la puesta a
punto de los aparatos en los que se efectúan combustiones evita la emisión a la atmósfera de
monóxido de carbono e hidrocarburos.

El control medioambiental que se realiza al final del proceso industrial está dirigido,
generalmente, hacia la reducción de volumen y la recuperación de los residuos para su
posterior reutilización. Éste es el caso, por ejemplo, de la recuperación de metales de baños
electrolíticos o de la reutilización de disolventes.

Los procedimientos industriales que tienen en cuenta la minimización de residuos,


modificando el proceso industrial, ahorrando materias primas y aprovechando los residuos
que se generan, se denominan tecnologías limpias.

Todo Proyecto debe asumir como garantía el cumplimiento de las leyes ambientales, que
especifican en la legislación nacional, regional e internacional, los fundamentos jurídicos
orientados a la protección del medio ambiente. Hay ejemplos de legislación sobre el medio
ambiente que se remontan a los tiempos de los romanos y de la edad media que hoy figuran
en las leyes nacionales de casi cualquier país, aunque su alcance y grado de detalle varían
considerablemente. Constituye uno de los campos legislativos de más rápido crecimiento a
nivel mundial.
Se emplean varios tipos de enfoque legal que incluyen la prohibición o restricción del uso de
ciertas sustancias y la determinación de estándares para los productos. Probablemente, el
método más utilizado de regulación ambiental sea la exigencia de licencias u otras formas de
autorización para llevar a cabo ciertas actividades, La implantación eficaz de las leyes
ambientales sigue siendo un problema en muchas jurisdicciones, y hoy en día, se presta mayor
atención al uso de mecanismos económicos, por ejemplo impuestos especiales, como medio
para reforzar o reemplazar sistemas más convencionales de regulación ambiental.

A pesar de la gran variedad de leyes que existen relacionadas con la conservación del medio
ambiente, en muchas jurisdicciones están surgiendo una serie de principios y tendencias
comunes, reforzados por la creciente cooperación internacional surgida en la década de 1970.
La necesidad de prevenir los daños al medio ambiente en origen se ve a menudo reforzada por
el requisito de la Evaluación de Impacto Ambiental de las nuevas propuestas y proyectos. El
llamado principio de precaución surgió en la década de 1980 como justificación de la
regulación medioambiental, incluso en caso de que existieran dudas científicas acerca de las
causas exactas del daño al medio ambiente, y fue ratificado en la Cumbre sobre la Tierra
celebrada en 1992.

La ecoauditoría se trata de un instrumento de gestión utilizado por las empresas que tiene los
siguientes objetivos principales: 1) Conocimiento de la empresa de su situación y de los efectos
que tiene la actividad que desarrolla sobre el medio ambiente; 2) Identificar las soluciones
técnicas y económicamente viables que permitan la adecuación a la normativa vigente; 3)
Establecer las medidas correctoras pertinentes; 4) Evitar sanciones penales y aumentar la
rentabilidad económico-financiera.

El origen de las auditorías ambientales se sitúa en Estados Unidos a finales de la década de


1970; surgió como consecuencia del aumento en número y complejidad de la normativa
medioambiental, así como de las sanciones económicas impuestas debido a su
incumplimiento. La Unión Europea introdujo las auditorias medioambientales en 1984 y, en
marzo de 2001, estableció un sistema de gestión ambiental, de carácter voluntario, que se
regula mediante el Reglamento 761/2001/CEE. Este sistema comunitario permite evaluar y
mejorar el comportamiento medioambiental en las empresas y asegurar el cumplimiento de
todos los requisitos normativos ambientales.

Por último, los procedimientos para llevar a cabo las auditorías ambientales se encuentran
normalizados, en el ámbito internacional por la ISO 14000 (véase Normas ISO 9000 y 14000),
en la Unión Europea por el Reglamento 761/2001/CEE, y en España por la Norma UNE 77-802
por la que se establecen las Reglas Generales para Auditorías Ambientales y por la norma UNE
77-801 sobre Sistemas de Gestión Ambiental.

El objetivo actual de tales reglamentaciones en su sentido más amplio consiste en logara el


Desarrollo Sostenible.
4.2 Proyecto de la Maquinaria Agrícola.

La Maquinaria Agrícola, se utiliza para labrar la tierra, plantar, cultivar y recolectar la cosecha.
Desde la antigüedad, cuando las civilizaciones comenzaron a cultivar plantas, el ser humano ha
empleado herramientas que le facilitaban las labores agrícolas. Utilizaba herramientas
puntiagudas para cavar y mantener la tierra aireada, y objetos afilados para cortar la cosecha.
Estos útiles primitivos, modificados y desarrollados, son las herramientas manuales que
todavía se utilizan en cultivos a pequeña escala, como la pala, la azada, el rastrillo y la guadaña.
También se han modificado instrumentos más grandes como el arado y grandes rastrillos
tirados por personas, animales o máquinas sencillas.

Gran parte de la tierra cultivable del mundo se labra todavía con métodos tradicionales ya que
la maquinaria moderna es cara. Los países ricos sí la utilizan extensivamente.

Las grandes máquinas agrícolas modernas, preparadas para los métodos de cultivo a gran
escala, se mueven mediante motores de combustión interna de gasolina o diesel. La máquina
principal de la agricultura moderna es el tractor. Proporciona fuerza motriz a otras muchas
herramientas que se pueden conectar a él, como moledoras, bombas y generadores eléctricos.
Es importante señalar que en la actualizada cobra fuerza para en particular los países
desarrollados la aplicación de la agricultura de precisión disminuyendo el efecto del exceso de
fuerzas externas sobre el suelo , la planificación de las siembras y las diferentes atenciones a la
siembra y su control se realizan de manera más eficiente.

4.3 Herramientas para cultivar.

Se han desarrollado muchos tipos de herramientas para las labores de cultivo, como arar la
tierra, sembrar, fertilizar y eliminar insectos y parásitos.

La tierra se abre con el arado para preparar los semilleros. Éste consta de una pieza con forma
de cuchilla, llamada reja, que corta el suelo, levanta, gira y orea la tierra. Los tractores llevan
dos o más arados para hacer varios surcos a la vez y así preparar más tierra de una pasada. Las
gradas se utilizan para allanar la tierra arada, y a veces para cubrir las semillas y los fertilizantes
con tierra. La grada de disco, que tiene discos afilados de acero, se utiliza para eliminar
residuos antes de arar y para enterrar las malas hierbas durante la preparación de los
semilleros. También se emplean rodillos con ruedas en forma de U que rompen los terrones de
suelo y mejoran la aireación de la tierra para que absorba más agua.

Algunos cereales todavía se siembran a voleo, es decir, tirando las semillas al aire, aunque
existen máquinas sembradoras, que consisten en general en un gran depósito, que contiene
las semillas, montado sobre unas ruedas y equipado con un agitador que las distribuye. Pero
las semillas distribuidas de esta manera no caen con frecuencia en el lugar adecuado para su
germinación, por lo que se suele sembrar con perforadoras que producen surcos continuos de
profundidad uniforme. Otras herramientas especializadas son las plantadoras, utilizadas en los
cultivos que han de hacerse en hileras, como el maíz. Las plantadoras de maíz y otras
máquinas similares tienen una rueda distribuidora que recoge pequeñas cantidades de grano o
separa las semillas para colocarlas en la tierra.

Los fertilizantes comerciales se suelen distribuir, junto con las semillas, mediante perforadoras
y plantadoras. El estiércol se distribuye mejor con un propagador, que es un contenedor con
una cinta transportadora en el fondo que arrastra el abono a un batidor que lo desintegra y lo
dispersa por el suelo.

Cuando la cosecha ha empezado a crecer, se utilizan los cultivadores para eliminar las malas
hierbas y orear la tierra. Los quemadores producen chorros de aire caliente que destruyen las
malas hierbas que crecen alrededor de la cosecha, y se pueden utilizar en cultivos en los que la
planta tenga tallos fuertes que resistan el calor, como el algodonero.

Otra manera de destruir las malas hierbas es con herbicidas químicos, que se aplican
pulverizados o en grano.Los insecticidas se aplican a las plantas y al suelo en grano, en polvo o
en forma de líquido atomizado. Se utilizan muchos tipos de máquinas para distribuir estos
compuestos químicos por los cultivos. Estas máquinas pueden ser independientes o accesorias
del tractor. En los cultivos muy extensos, los pesticidas se esparcen pulverizados con
avionetas.

Los pesticidas químicos se han utilizado en casi todos los cultivos. Sin embargo, los estudios
acerca de los efectos perjudiciales que producen en el entorno han obligado a buscar otras
formas alternativas de control de las plagas. Por ejemplo, la rotación de cultivos previene que
los parásitos de cierta planta se establezcan en la tierra. Otra manera es introducir un
organismo que aniquile los parásitos pero deje intactas las plantas. También se está avanzando
en la ingeniería genética para crear plantas que resistan más o sean inmunes a ciertos
parásitos

Casi todos los cereales se cosechan con la trilladora segadora o cosechadora. Es una máquina
que arranca el fruto, separa las semillas y limpia el grano según se va moviendo por el campo.
El grano limpio se acumula en un depósito.

En el caso del trigo, la trilladora segadora corta las espigas de los tallos y las descascarilla; las
espigas pasan a un pelador que separa la piel del grano y éste pasa al depósito.
Las Trilladoras de trigo con una acción mecánica de golpeado, las trilladoras separan las
semillas del trigo (grano) de la cascarilla y los tallos (paja).

Para recolectar grandes raíces y tubérculos como las patatas o la remolacha azucarera se
utiliza maquinaria especializada. Otras máquinas especializadas son las desmotadoras, que se
utilizan para recolectar el algodón. Tienen unos pinchos que giran, retuercen las fibras de
algodón y las arrancan de las cápsulas; después se deshacen las hojas por procedimientos
químicos. Hay variedades de esta planta que se recolectan con unas máquinas que cardan las
fibras y las almacenan en un depósito. Cada vez más se van desarrollando máquinas
recolectoras más eficaces.

Para recolectar frutas y hortalizas se utilizan otras máquinas especiales. Además, los
agricultores hacen uso de la ingeniería genética para crear nuevas variedades de frutos y
hortalizas más resistentes que permitan recolectarlos con máquinas sin dañarlos. Por ejemplo,
se ha creado una nueva variedad de tomate con la piel más dura y, por lo tanto, más difícil de
magullar.

Además de poder utilizar todas estas modernas máquinas en el campo, la electrónica


proporciona a los agricultores la posibilidad de automatizar muchas labores. Sigue
aumentando el número de agricultores que emplean ordenadores o computadoras personales
para almacenar datos, llevar la contabilidad de sus negocios y conectar con centros de
información que ayudan a solventar todo tipo de problemas que se presentan.

La Rotación de cultivos es la alternancia entre los cultivos plantados de un año a otro como
medio de conservación del suelo. Es necesaria para evitar el empobrecimiento del suelo que
produce el monocultivo. Existen algunas normas básicas para realizarla, como es la de turnar
cereales con leguminosas y plantas de raíces superficiales con plantas de raíces profundas;
también es importante que los cultivos de un año requieran nutrientes diferentes que los del
anterior. La rotación evita la persistencia de los parásitos asociados a una determinada especie
vegetal. Las técnicas agrícolas modernas, así como el uso de abonos y productos fitosanitarios,
han logrado que la rotación resulte menos necesaria. Ver Acondicionamiento del suelo.

El Acondicionamiento del suelo es la técnica agrícola que permite mantener o mejorar la


productividad de los suelos. Es la base de la agricultura científica, e implica seis prácticas
esenciales: labranza adecuada, mantenimiento de un aporte apropiado de materia orgánica en
el suelo, mantenimiento de un aporte conveniente de nutrientes, control de la contaminación
del suelo, mantenimiento de una acidez correcta del suelo y control de la erosión.

El suelo se prepara para el cultivo por medio de un proceso llamado labranza. Los arados
roturan la superficie del suelo para que circulen el aire y la humedad, preparando un buen
lecho para las semillas y eliminando las malas hierbas y el exceso de vegetación. La roturación
suele hacerse siguiendo los contornos del terreno, de forma perpendicular a su pendiente.
Esos trazados y líneas, notables hasta muy avanzado el crecimiento de la cosecha, permiten
minimizar las escorrentías. Cuando se utiliza de forma conjunta con la construcción de diques y
terrazas, este tipo de labranza puede ser un método muy efectivo para la conservación del
suelo y el control de la erosión.

El propósito de la labranza es preparar el suelo para el cultivo. Tradicionalmente esta


preparación se realiza empleando un arado, que penetra en el suelo y voltea la tierra,
arrancando o eliminando las malas hierbas que crecen en el terreno, removiendo y aflojando
las capas superficiales del suelo y dejando un lecho con la humedad suficiente para que
germinen las semillas sembradas. La labranza tradicional puede perjudicar al suelo si se
practica continuamente durante muchos años, sobre todo si la capa fértil de la superficie es
delgada. Hoy, muchos agricultores siguen un programa de labranza mínima o reducida para
conservar el suelo. En este tipo de labranza la materia vegetal muerta que queda en el suelo
tras la cosecha se deja encima, o bien bajo tierra, a poca profundidad, en vez de ser
introducida profundamente con el arado, como ocurre en la labranza tradicional; ello
contribuye a mantener la humedad en el interior y a proteger el suelo de la erosión

La agricultura moderna depende en gran medida de la ingeniería, la tecnología y las ciencias


biológicas y físicas. El riego, el drenaje, la conservación y la canalización, campos todos
importantes para garantizar el éxito en la agricultura, requieren los conocimientos
especializados de los ingenieros agrícolas.

La química agrícola se ocupa de otros problemas vitales para la agricultura, tales como el
empleo de fertilizantes, insecticidas y fungicidas, la estructura del suelo, el análisis de los
productos agrícolas y las necesidades nutricionales de los animales de granja.

4.4 La Agricultura Científica

De los siglos XV al XIX el comercio de esclavos se encargó de aportar la mano de obra


necesaria. Los esclavos procedentes de África, por ejemplo, trabajaban en el Caribe en
plantaciones de azúcar, y en Norteamérica en plantaciones de índigo y algodón. La primera
sociedad colonial se sustentó en la explotación de la mano de obra indígena, entonces
abundante, asegurada por la esclavitud y la encomienda, que transformó la estructura social
del mundo indígena. Los prisioneros procedentes de Europa, sobre todo de las cárceles
inglesas, aportaron tanto mano de obra cualificada como no cualificada en muchas colonias
americanas. En última instancia, no obstante, tanto la esclavitud como la servidumbre fueron
erradicadas en el siglo XIX.
Cuando fueron descubiertos por los conquistadores españoles, las civilizaciones más
avanzadas del Nuevo Mundo disfrutaban de economías agrícolas desarrolladas, pero carecían
de animales de tiro y desconocían la rueda.

A lo largo del siglo XX el entorno rural ha sufrido transformaciones en la mayor parte del
mundo. Los gobiernos han incentivado la adopción de variedades modernas para las cosechas
y de razas modernas de ganado, junto con recursos externos (como fertilizantes, pesticidas,
antibióticos, crédito, maquinaria), necesarios para que las primeras sean productivas. Han
respaldado la creación de nuevas infraestructuras, como programas de irrigación, carreteras y
mercados, y han garantizado los precios y el mercado para la producción agrícola.

El proceso de modernización agrícola ha producido tres tipos distintos de agricultura:

1) La industrializada.

2) La llamada revolución verde.

3) Todos los demás tipos: la de baja aportación exterior, la tradicional y la no mejorada.

Los primeros dos tipos han conseguido responder ante los recursos tecnológicos, dando lugar
a sistemas de alto rendimiento en la producción de alimentos. Están dotados de acceso a
carreteras, mercados urbanos, puertos y, a través suyo, a aportaciones externas, maquinaria,
infraestructuras de comercialización, transporte, instalaciones de procesado agrícola y crédito.
Tienen buenos suelos, un suministro adecuado de agua (bien por una pluviosidad regular o por
medio de sistemas de irrigación), acceso a variedades modernas de cultivos y razas de ganado
y a productos derivados del petróleo y maquinaria.

En los países del Tercer Mundo, estos sistemas, que exigen grandes aportaciones del exterior,
se emplean en las grandes llanuras y deltas irrigados del sur, sureste y este de Asia, así como
en partes de Latinoamérica y el norte de África, y en otras zonas aisladas. Tienden a ser
explotaciones de monocultivos, orientadas a la venta, y comprenden los cultivos irrigados de
arroz en las tierras bajas, el trigo y el algodón; las plantaciones de plataneros, piñas, palma de
aceite y caña de azúcar; las hortalizas en las inmediaciones de los centros urbanos.

Estas son las tierras de la llamada revolución verde. Los científicos desarrollaron nuevas
variedades de cereales básicos, consiguiendo que maduraran antes, lo que permitía recoger
dos cosechas al año, que fueran insensibles a la duración del día, lo que facilitaba su cultivo en
un gran abanico de latitudes, y que produjeran una mayor proporción de grano en relación con
la paja. Estas variedades modernas fueron entregadas a los agricultores junto con
aportaciones, o entradas, de elevado coste, que incluían fertilizantes inorgánicos, pesticidas,
maquinaria, créditos y agua.

En los países industrializados se produjo una revolución similar. Los agricultores se


modernizaron, adoptando el uso de maquinaria, reduciendo la mano de obra, especializando
los cultivos y cambiando sus prácticas para obtener mayores beneficios. La presión en favor de
incrementar el rendimiento y el tamaño de las explotaciones ha hecho que las granjas mixtas
tradicionales, un sistema muy integrado en el que se generaban pocos impactos exteriores,
hayan desaparecido casi por completo.

El tercer tipo de agricultura comprende todos los demás sistemas agrícolas y de subsistencia.
Se trata de sistemas de baja aportación externa y situados en tierras secas, tierras pantanosas,
tierras altas, sabanas, pantanos, zonas semidesérticas, montañas y colinas y bosques. En estas
áreas los sistemas de cultivo son complejos y diversos, el rendimiento de las cosechas bajo, y la
vida de sus habitantes a menudo depende de los recursos silvestres, además de la producción
agrícola propia. Las explotaciones están muy alejadas de los mercados, se encuentran en
suelos frágiles o problemáticos, y es poco probable que los visiten los científicos agrícolas o
que sean estudiadas en los centros de investigación.

La revolución científica producto del renacimiento y el Siglo de las Luces en Europa favoreció la
experimentación en la agricultura así como en otros campos. La experimentación y el error en
el cultivo de plantas condujo a la mejora de las cosechas, y se desarrollaron algunas variedades
nuevas de ganado vacuno y ovino.

Los avances en el transporte influyeron también a la agricultura. Las carreteras, canales y


ferrocarriles permitieron a los agricultores obtener los suministros necesarios y comercializar
sus productos en un mercado más amplio. Los alimentos podían protegerse durante el
transporte y era posible trasladarlos a menor coste gracias a los trenes, los barcos y la
refrigeración, avances producidos a finales del siglo XIX y principios del XX. El uso eficaz de
estos adelantos llevó a una creciente especialización y, en ocasiones, a cambios en la
localización de los proveedores agrícolas. En el último cuarto del siglo XIX, por ejemplo, los
proveedores de grano australiano y norteamericano desplazaron a los europeos en el mercado
del viejo continente. Cuando la producción de grano dejaba de ser rentable para los
agricultores europeos, o un área era urbanizada, se potenciaban las industrias lácteas, la
producción de queso y otros productos.

Agricultura biológica, sistema de producción que rechaza o excluye en gran medida el uso de
los fertilizantes sintéticos, los pesticidas, los reguladores del crecimiento y los aditivos para el
pienso (alimento) del ganado. En la medida de lo posible, recurre a la rotación de los cultivos,
los residuos de las cosechas, el estiércol animal, las leguminosas, el estiércol verde, los
residuos orgánicos y el control de plagas por medios biológicos para mantener la productividad
y labrar el suelo, aportar nutrientes para las plantas y controlar los insectos, las malas hierbas y
otras plagas.

Los sistemas de agricultura biológica son muy utilizados en los países subdesarrollados y en
vías de desarrollo, en gran medida debido a problemas económicos y a la falta de productos
químicos. No obstante, cada vez son más ampliamente aceptados en los países desarrollados
como reacción a los sistemas de explotación intensiva o industrial.

La agricultura biológica es conocida con diferentes nombres en diferentes países, y los


aproximadamente 16 términos que se emplean para hacer referencia a ella incluyen
agricultura biológica, agricultura regenerativa y agricultura sostenible.

Agricultura biológica es el término más utilizado en Europa, mientras que Estados Unidos y el
Reino Unido prefieren el de agricultura orgánica. También recibe el nombre de agricultura
biodinámica aunque, en sentido estricto, ésta forma parte de toda una filosofía que abarca la
educación, el arte, la nutrición y la religión, además de la agricultura. Rudolf Steiner, el filósofo
austriaco fundador de la antroposofía, fue también el fundador de la agricultura biodinámica.

Buena parte del crédito del movimiento a favor de la agricultura orgánica o biológica se le
atribuye a lady Eve Balfour, nacida a finales del siglo XIX en el seno de una acaudalada familia
británica que, además de mostrar su talento como trombón de jazz y piloto, manifestó gran
interés por la agricultura. Sus trabajos de investigación en las décadas de 1920 y 1930 tuvieron
gran importancia en el desarrollo de nuevas técnicas agrícolas que buscan promover
relaciones sostenibles entre el suelo, las plantas, los animales, las personas y la biosfera, con el
fin de producir alimentos sanos y otros productos, que protegen y potencian a la vez el medio
ambiente.

Aunque se emplea en la mayoría de los países del mundo, los métodos de la agricultura
biológica donde más se han desarrollado ha sido en el norte de Europa; sin embargo, Austria
dedica cerca del 6% de sus tierras productivas a los cultivos biológicos, y la siguen Alemania,
Países Bajos y Dinamarca.

Los problemas fundamentales de este sistema de cultivo se deben a la cantidad de normas y


legislaciones diferentes y a la vez exigentes sobre los mismos.

4.5 Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).


La Evaluación de Impacto Ambiental se introdujo por primera vez en Estados Unidos en 1969
.Desde entonces, un creciente número de países (incluida la Unión Europea) han adoptado la
EIA, aprobando leyes y creando organismos para garantizar su implantación.

La Evaluación de Impacto Ambiental se ha aplicado sobre todo a proyectos individuales y ha


dado lugar a la aparición de diversas técnicas nuevas, como los estudios de impacto sanitario y
los de impacto social. Los avances más recientes incluyen el estudio de los efectos
acumulativos y el estudio estratégico del medio ambiente, conocido como Evaluación
Estratégica Ambiental (EEA), que se ocupa de los estudios medioambientales a nivel de
políticas, programas y planes.

El término Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) se usa a veces a modo de paraguas que abarca
todos estos enfoques diferentes, pero se emplea también como nombre alternativo de la EIA.
En ciertos casos, se evalúan los impactos social y económico como parte del proceso. En otros,
las cuestiones sociales y económicas se evalúan por separado.

Una Evaluación de Impacto Ambiental suele comprender una serie de pasos:

1) Un examen previo, para decidir si un proyecto requiere un estudio de impacto y hasta qué
nivel de detalle.

2) Un estudio preliminar, que sirve para identificar los impactos clave y su magnitud,
significado e importancia.

3) Una determinación de su alcance, para garantizar que la EIA se centre en cuestiones clave y
determinar dónde es necesaria una información más detallada.

4) El estudio en sí, consistente en meticulosas investigaciones para predecir y/o evaluar el


impacto, y la propuesta de medidas preventivas, protectoras y correctoras necesarias para
eliminar o disminuir los efectos de la actividad en cuestión.

El proceso suele implicar la contraposición de opciones, la propuesta de medidas paliativas, la


preparación de un informe y el subsiguiente seguimiento y evaluación.

Una vez finalizado un Proyecto Técnico o de implementación de una maquinara nueva en


experimentación, se realiza un examen a posteriori, o auditoria sobre el terreno, para
determinar hasta qué punto las predicciones de la EIA se ajustan a la realidad; es en esencia el
seguimiento o control ambiental de las obras.
En la comunidad empresarial existe un creciente interés en la inspección previa de las prácticas
orientadas a la determinación de objetivos productivos, en especial en lo que se refiere a la
eliminación de residuos y al uso de la energía. El término auditoria medioambiental se aplica a
la regulación voluntaria de las prácticas empresariales en función de valores predeterminados
de su impacto ambiental. Para tales fines se establecen las Leyes ambientales.

Las Leyes ambientales ocupan un lugar importante con un alcance nacional, regional e
internacional, orientadas a la protección del medio ambiente. Los elementos claves de la
legislación sobre el medio ambiente incluyen el control de la contaminación producida por el
ser humano y la protección de recursos naturales como la fauna, flora y el paisaje, pero las
fronteras exactas del problema son difíciles de delimitar y otras muchas áreas de la legislación,
como las referentes a la salud y a la seguridad en el trabajo, la planificación del uso del suelo y
la protección de la herencia cultural, tienen implicaciones ambientales no despreciables.

Un área de la legislación medioambiental aborda los principios según los cuales quien daña el
medio ambiente queda sometido al pago de compensaciones, así como sobre quién puede
solicitar una acción legal ante los tribunales. Aunque importantes, tales principios pueden
contribuir poco a impedir los daños al medio ambiente, y la mayor parte de la legislación al
respecto consiste, en la actualidad, en diversos tipos de regulación por parte del gobierno.

Se emplean varios tipos de enfoques legales que incluyen la prohibición o restricción del uso
de ciertas sustancias y la determinación de estándares para los productos. Probablemente, el
método más utilizado de regulación ambiental sea la exigencia de licencias u otras formas de
autorización para llevar a cabo ciertas actividades, como el vertido de efluentes en el agua o la
eliminación de residuos. La implantación eficaz de las leyes ambientales sigue siendo un
problema en muchas jurisdicciones, y hoy en día, se presta mayor atención al uso de
mecanismos económicos, por ejemplo impuestos especiales, como medio para reforzar o
reemplazar sistemas más convencionales de regulación ambiental.

A pesar de la gran variedad de leyes que existen relacionadas con la conservación del medio
ambiente, en muchas jurisdicciones están surgiendo una serie de principios y tendencias
comunes, reforzados por la creciente cooperación internacional surgida en la década de 1970.
La necesidad de prevenir los daños al medio ambiente en origen se ve a menudo reforzada por
el requisito de la Evaluación de Impacto Ambiental de las nuevas propuestas y proyectos.

El llamado principio de precaución surgió en la década de 1980 como justificación de la


regulación medioambiental, incluso en caso de que existieran dudas científicas acerca de las
causas exactas del daño al medio ambiente, y fue ratificado en la Cumbre sobre la Tierra
celebrada en 1992. Hoy en día, en muchos países existen leyes que otorgan al público el
derecho a acceder a la información relacionada con el medio ambiente y a participar en la
toma de decisiones respecto a cuestiones que afecten a éste y, cada vez más, las
constituciones contienen ciertos principios relacionados con el mismo.

En los últimos 50 años, las políticas de desarrollo agrícola han tenido "un éxito notable" en
potenciar las aportaciones o entradas externas como medio para aumentar la producción de
alimentos, lo que ha producido un crecimiento llamativo en el consumo global de pesticidas,
fertilizantes inorgánicos, piensos animales, tractores y otras maquinarias. Estas aportaciones
externas, no obstante, han reemplazado los recursos y procesos naturales de control,
haciéndolos más vulnerables.

Los pesticidas han reemplazado a los medios biológicos, mecánicos y de cultivo para controlar
las plagas, las malas hierbas y las enfermedades; los agricultores han sustituido el estiércol, el
abono vegetal y las cosechas fijadoras de nitrógeno por fertilizantes inorgánicos; la
información para tomar decisiones de gestión procede de los proveedores comerciales y de los
científicos, no de fuentes locales; y los combustibles fósiles han reemplazado a las fuentes de
energía generadas localmente. La especialización de la producción agrícola y el declive
asociado de la granja mixta también han contribuido a esta situación. Los que antaño fueron
valiosos productos interiores se han convertido hoy en productos de desecho.

El principal desafío al que se enfrenta la agricultura sostenible es mejorar el uso que se hace de
estos recursos interiores. Esto puede hacerse minimizando las aportaciones desde el exterior,
regenerando los recursos interiores más rápidamente o combinaciones de ambos. La
agricultura sostenible es, por lo tanto, un sistema de producción de alimentos o fibras que
persigue los siguientes objetivos de forma sistemática:

1) una incorporación mayor de los procesos naturales, como el ciclo de los nutrientes, la
fijación del nitrógeno y las relaciones plaga-depredador a los procesos de producción
industrial.

2) una reducción del uso de las aportaciones externas no renovables que más daño pueden
causar al medio ambiente o a la salud de los agricultores y consumidores, y un uso más
metódico de las demás aportaciones, de cara a minimizar los costes variables.

3) un acceso más equitativo a los recursos y oportunidades productivo y la transición a formas


de agricultura más justas desde el punto de vista social.

4) un mayor uso productivo del potencial biológico y genético de las especies vegetales y
animales.
5) un mayor uso productivo de los conocimientos y prácticas locales, incluyendo enfoques
innovadores aún no del todo comprendidos por los científicos ni adoptados por los
agricultores.

6) un incremento de la autosuficiencia de los agricultores y los pueblos rurales.

7) una mejora del equilibrio entre los patrones de pastoreo o explotación, la capacidad
productiva y las limitaciones ambientales impuestas por el clima y el paisaje para garantizar
que los niveles actuales de producción sean sostenibles a largo plazo.

8) una producción rentable y eficiente que haga hincapié en la gestión agrícola integrada y la
conservación del suelo, el agua, la energía y los recursos biológicos.

Cuando estos componentes se unen, la agricultura se transforma en agricultura integrada, y


sus recursos se usan con más eficiencia.

La agricultura sostenible, por lo tanto, aspira al uso integrado de una gran variedad de
tecnologías de gestión de las plagas, los nutrientes, el suelo y el agua. Aspira a una mayor
diversidad de explotaciones en el seno de las granjas, combinada con mayores vínculos y flujos
entre ellas. Los productos secundarios o desechos de un componente se convierten en
aportaciones a otro. Al ir reemplazando las aportaciones exteriores por los procesos naturales,
el impacto sobre el medio ambiente disminuye.

Los grandes desafíos a los que se enfrenta la agricultura sostenible en cada una de las tres
áreas agrícolas son muy diferentes. En la agricultura industrializada de Europa y América del
Norte, se trata de reducir sustancialmente el uso de aportaciones exteriores y los costes
variables con el fin de mantener la rentabilidad. Se podrían aceptar pequeñas reducciones en
el rendimiento, dado el actual nivel de sobreproducción. En las áreas de la llamada revolución
verde, el desafío es mantener el rendimiento y el nivel actual de sobreproducción reduciendo
a la vez los daños al medio ambiente. En las tierras diversas y complejas se trata de aumentar
el rendimiento por hectárea sin dañar los recursos naturales.

Todos estos éxitos tienen tres elementos en común. Han hecho uso de tecnologías que
conservan los recursos, como la gestión integrada de las plagas, la conservación del suelo y el
agua, el reciclado de nutrientes, los cultivos múltiples, la captación de agua, el reciclado de
desechos, y así sucesivamente. En términos generales, ha habido iniciativas por parte de
grupos y comunidades a nivel local, así como cierto apoyo por parte de instituciones
gubernamentales y/o no gubernamentales.
A pesar de la viabilidad de una agricultura más sostenible, que beneficiaría a los agricultores,
las comunidades rurales, el medio ambiente y la economía nacional, siguen existiendo muchos
obstáculos y amenazas. Muchas de las estructuras de poder existentes se ven amenazadas por
el cambio, y puede resultar imposible que todo el mundo se beneficie de ella a corto plazo. Las
amenazas surgen desde el nivel internacional hasta el local.

A nivel internacional, los mercados y las políticas comerciales han tendido a reducir el precio
de las mercancías, disminuyendo los beneficios de los agricultores y las economías. Sólo en los
últimos 10 años los precios habían descendido, por término medio, un 50 por ciento. Las
empresas agroquímicas, por su parte, intentarán proteger sus mercados de toda opción que
implique una reducción en el uso de sus productos.

A nivel nacional, hay que determinar cuáles son las políticas macro y microeconómicas que
siguen dificultando el desarrollo de una agricultura más sostenible, y cambiarlas. En algunos
casos esto resultará políticamente muy difícil, en especial cuando se trate de poner en práctica
unas reformas que deberían dar a los agricultores garantías para invertir en prácticas
sostenibles.

Por último, los propios agricultores se enfrentan a los costos que supone la transición a
prácticas y tecnologías agrícolas sostenibles y a su aprendizaje.

Todos los medios y ecosistemas naturales se enfrentan ahora a una dificultad sin precedentes:
la humanidad. El ser humano ha comprimido en unos pocos siglos cambios que en su ausencia
hubiesen exigido miles o millones de años. Las consecuencias de estos cambios están todavía
por ver. A continuación se describen los impactos más importantes de la actividad de los seres
humanos sobre los ecosistemas.

Destrucción y fragmentación de hábitat

La influencia más directa del hombre sobre los ecosistemas es su destrucción o


transformación. La tala a matarrasa (el corte de todos los árboles de una extensión de bosque)
destruye, como es lógico, el ecosistema forestal. También la explotación selectiva de madera
altera el ecosistema. Lo mismo ocurre con la desecación de humedales que se ha llevado a
cabo de forma sistemática (para ganar tierras de cultivo o eliminar la fuente de enfermedades)
y cuyo mayor exponente es la desecación del mar de Aral por el aprovechamiento de las aguas
de sus tributarios. La fragmentación o división en pequeñas manchas de lo que era un
ecosistema continuo puede alterar fenómenos ecológicos e impedir que las parcelas
supervivientes continúen funcionando como antes de la fragmentación.

Cambio climático
Ahora se acepta de forma generalizada que las actividades de la humanidad están
contribuyendo al calentamiento global del planeta, sobre todo por acumulación en la
atmósfera de gases de efecto invernadero. Las repercusiones de este fenómeno
probablemente se acentuarán en el futuro. Como ya se ha señalado, el cambio climático es
una característica natural de la Tierra. Pero antes sus efectos se podían asimilar, porque los
ecosistemas "emigraban" desplazándose en latitud o altitud a medida que cambiaba el clima.
Como ahora el ser humano se ha apropiado de gran parte del suelo, en muchos casos los
ecosistemas naturales o seminaturales no tienen ningún sitio al que emigrar.

Conclusiones

La protección de los ecosistemas naturales que quedan en parques nacionales y otras áreas
protegidas es decisiva. Pero esto no evitará la influencia de factores como el cambio climático
o la contaminación arrastrada por el aire y el agua. Además, la continua pérdida de terreno
que experimentan las áreas naturales significa que probablemente exigirán una gestión más
activa para mantener sus funciones ecológicas: control de especies exóticas, manipulación de
los niveles de agua en los humedales, incendios periódicos controlados en hábitat forestales,
entre otros. Esta clase de intervenciones son siempre peligrosas, pues todavía desconocemos
el funcionamiento de la mayor parte de los ecosistemas. IMPACTOS DE LA REVOLUCIÓN
VERDE, AGRICULTURA CONVENCIONAL

por Ing. Fernando Queirós

La humanidad se enfrenta a importantes desafíos que se focalizan en: un incremento de la


población mundial sin precedentes, la cual pone en tensión la producción de alimentos; el
agotamiento de la energía fósil, sobre la cual se han desarrollado las tecnologías de todo tipo
de la sociedad moderna; la necesidad de un desarrollo social conjuntamente con el económico
que permita a millones de personas garantizar sus necesidades alimentarias, de viviendas,
creativas, asistenciales y espirituales y a un fuerte deterioro del ambiente provocado por la
actividad del hombre, su expansión y los métodos tecnológicos desarrollados en los últimos
150 años.

La agricultura moderna implica la simplificación de la estructura ambiental de vastas áreas,


reemplazando la biodiversidad natural por un pequeño número de plantas cultivadas y
animales domésticos.

La tendencia al monocultivo crea ecosistemas simplificados y por lo tanto muy inestables que
están sujetos especialmente a las enfermedades y a las plagas.
Cursos, Talleres, Pasantías

Emprendimientos Juveniles Cooperativos

Visitas guiadas a ECOSUR: Servicio de Educación Ambiental, Granja Ecológica en Montevideo

Notas y artículos

Biblioteca en casa

Enlaces

El resultado neto de la simplificación de la biodiversidad para propósitos agrícolas es un


ecosistema artificial que requiere de una constante intervención humana. En la mayoría de los
casos, ésta intervención ocurre en la forma de insumos (agrotóxicos, fertilizantes químicos,
etc), los cuales, además de aumentar los rendimientos (en el corto plazo), resultan en una
cantidad de costos ambientales y sociales indeseables.

Con el progreso de la modernización los principios agroecológicos son continuamente


desestimados. Como consecuencia, los agroecosistemas modernos son inestables y sus
quiebres se manifiestan como rebrotes de plagas recurrentes de plagas en muchos sistemas de
cultivo y también en forma de salinización, erosión de suelos, contaminación de aguas y
suelos, pérdida de la biodiversidad, residuos de agrotóxicos en los alimentos de origen
agropecuario, etc. A su vez la falta de rotación y diversificación eliminó mecanismos
autorreguladores, convirtiendo el monocultivo en el agroecosistema más vulnerables por su
fuerte dependencia en insumos químicos.

Según el paradigma dominante, la diversidad atenta contra la productividad, que crea la


necesidad imperiosa de uniformidad y monocultivos . Esto ha generado la paradójica situación
en la cual el mejoramiento de las plantas termina provocando la destrucción de la diversidad
biológica que se emplea como materia prima.

Las consecuencias de la reducción de la biodiversidad son particularmente evidentes en el


campo del manejo de plagas agrícolas . La inestabilidad de los agroecosistemas se manifiesta a
través del empeoramiento de la mayoría de los problemas de plagas y está ligada con la
expansión de los monocultivos a expensas de la vegetación natural.

Lamentablemente y desde la llamada revolución verde, la dependencia a los agroquímicos ha


puesto en riesgo los recursos genéticos de nuestro país a partir de la introducción de pesticidas
y asimismo de semillas foráneas, híbridas, etc. que no han resuelto la problemática de
producción de alimentos, sino que han agudizado creando resistencia en las plagas y
contaminando la salud y el medio ambiente.

En general tanto técnicos como productores adoptaron las premisas de la Revolución Verde (o
agricultura moderna, convencional o industrial) en forma acrítica. Este modelo, que se puede
caracterizar como basado en la gran escala, el monocultivo, uso intensivo de insumos
(fertilizantes químicos sintéticos, agrotóxicos, alto grado de mecanización, alta dependencia
con el mercado) comienza a implementarse con fuerza en el país a partir de los setenta. En
muchos sectores productivos estas propuestas no se adoptaron en su totalidad. La granja
como en otros sectores intensivos, incorporó algunas características como uso intensivo de
insumos y especialización en aquellos sectores más capitalizados. Se pasó a caracterizar a esta
tecnología como mejorada y se explicaba la no adopción como una deficiencia de los
productores que podía ser superada con créditos y más y mejor extensión.

Los efectos sociales de la adopción de éste paquete fueron el de marginar a gran parte de la
población rural, incrementar la diferencia entre los campesinos pobres y los ricos y aumentar
la dependencia de los predios agrícolas. Debido a la degradación de los recursos naturales, en
especial la erosión de los suelos, se observa que la productividad agrícola comenzó a declinar
en algunos granos para los últimos años, denotando cierto agotamiento del modelo.

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