Parasitos RB
Parasitos RB
Parasitos RB
Un animal saludable es aquel que presenta un óptimo estado de producción y que expresa
todo su potencial en carne, leche o lana. Para que esto se cumpla el animal debe estar en
óptima condición nutricional y libre de estrés. Por lo tanto, el rol del productor es asegurar
alimento y bienestar al animal, con lo cual se previenen un gran número de enfermedades,
y por consiguiente, la mortalidad, traducido en una mayor rentabilidad para el sistema
productivo. Para reconocer un animal sano basta sólo con observarlo, se presenta alerta y
consciente a su entorno, activo, con su cabeza erguida mirando lo que pasa a su alrededor.
Por el contrario, cuando un animal no presenta las características antes mencionadas y se
separa de su grupo, a menudo indica que tiene problemas de salud.
Dentro de las enfermedades que provocan mayores pérdidas económicas en los sistemas
productivos ovinos encontramos las parasitarias, afecciones podales, diarrea, neumonía e
hipotermia en corderos. Sin embargo, al guiarse por un calendario sanitario y realizar los
manejos rutinarios se pueden prevenir gran parte de las enfermedades antes mencionadas
Esta enfermedad se presenta en brotes, siendo caracterizada por la rapidez con que mata
a los animales afectados, por lo que prácticamente no se alcanzan a evidenciar signos
clínicos antes de morir, haciendo que los tratamientos sean poco frecuentes o inútiles.
(Christian Lüer)
El contacto entre animales, con otro tipo de especies y entre rumiantes enfermos y sanos,
son algunas de las alternativas para que un rebaño se contagie de nematodos. Una buena
rotación de praderas evita esas dificultades.
Una de las principales dificultades que tiene los ovinos y caprinos es su sensibilidad a sufrir
enfermedades producto de los parásitos gastrointestinales, lo que ocasiona millonarias
pérdidas, efectos sobre el bienestar de las especies y por ende gastos considerables en
atención médica y tratamientos. En algunos casos los ejemplares mueren producto de esa
situación.
El contagio de los endoparásitos parece sencillo, pero implica mucha atención por parte de
los criadores especialmente en la rotación de potreros, ya que los animales dejan allí sus
heces y eso favorece que las larvas se desarrollen y puedan ser ingeridas por ellos mismos
con los inconvenientes que ello genera.
Para evitar la ingesta de dicho animal, los productores deben ser muy estrictos con la
rotación de las praderas. A su juicio es necesario que haya un periodo de descanso que
sea de 30 o 35 días luego de cada pastoreo, y que la ocupación en dicho potrero sea de no
más de 2 días. Agregó que la excreta al caer al suelo y permanecer varios días ahí, permite
que se desarrolle la larva que posteriormente será ingerida por el ovino o caprino durante
su alimentación, situación que genera graves problemas como úlceras, bajas en el
consumo de comida y agua, diarrea o edema submandibular que conlleva a la
deshidratación.
(Raúl Velásquez)
Es autor también Indicó que otro parásito muy dañino es el conocido como Haemonchus
contortus, que es de tipo hematófago y se aloja en el abomaso, pero que en edad adulta
puede llegar a medir hasta 2 centímetros de longitud y consumir cerca de 0.05 ml de sangre
al día. En el caso de la hembra, tiene la capacidad de poner 10 mil huevos, por lo que su
reproducción es muy alta.
Hay otros parásitos externos como son las garrapatas que están en el ambiente y afectan
a algunos ovinos, no todos porque algunas razas son muy resistentes a ese ectoparásito.
Mientras que los piojos, que son transmitidos por las aves, sí generan más dificultades por
lo que es necesario usar baños con venenos y combatir esa situación
(Velásquez 2017)
Las parasitosis de los ovinos y caprinos son causadas generalmente por 2 importantes
grupos de parásitos, los helmintos y los protozoarios, con sus respectivos géneros y
especies. La coccidiosis, es la principal parasitosis causada por protozoarios, que son
parásitos unicelulares y microscópicos, del género coccidia spp, y que es de suma
importancia y cuidado por afectar principalmente a corderos y cabritos, y generalmente
combatida con medicamentos veterinarios coccidicidas y coccidiostatos.
– para disminuir la carga o número de ciertos gusanos intestinales en una misma pradera,
cortando así el ciclo de infestación y evitar el uso irracional de medicamentos veterinarios
antiparasitarios.
Pastorear una pradera con ovinos por una temporada, y la siguiente temporada pastorear
con bovinos, pues no comparten las mismas especies de gusanos intestinales, con lo que
se evita su elevada carga o número, evitando así la utilización irracional de medicamentos
veterinarios antiparasitarios.
(Jorge castro 2 0 1 5 )
BIBLIOGRAFIA