Capitulo 9 Prejuicios
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PSICOLOGÍA SOCIAL
Prejuicio es un juicio previo negativo sobre un grupo y sus miembros. Los prejuicios
nos sigan contra las personas basándose únicamente en que las identificamos con
algún grupo en particular; los prejuicios son una actitud, una actitud es una
combinación definida de sentimientos, inclinaciones a actuar y creencias. Esta
combinación comprende afectos, tendencias conductuales y cogniciones. Una
persona puede sentir desagrado por personas que son diferentes, se comporta de
manera discriminatoria y los cree ignorantes y peligrosos.
Prejuicios Raciales.
Las actitudes raciales pueden cambiar muy rápidamente. Las actitudes de los
afroamericanos también han cambiado desde la década de 1940 demostraron que
muchos tenían prejuicios en contra de los negros. Amitai Etzioni observa que ahora
personas de diferentes razas comparten las mismas actitudes y aspiraciones.
Aproximadamente dos de tres en cada grupo están de acuerdo en que las normas
morales y éticas se han relajado.
Prejuicios Automáticos
Prejuicios de Genero.
Que tan difundidos están los prejuicios contra las mujeres? ; Las normas de los roles
de género o sea las ideas de las personas sobre cómo debe comportarse hombres
y mujeres. Vamos a considerar los estereotipos de género que son las creencias
que tienen las personas sobre cómo se comportan hombres y mujeres. Las normas
son prescriptivas; los estereotipos describen.
Las actitudes hacia la mujer han cambiado tan rápidamente como las actitudes
raciales. Como con los prejuicios raciales, los prejuicios de género descarados
merecen pero los sutiles perduran.
Los prejuicios abiertos para las personas de color y de las mujeres son mucho
menos comunes hoy que hace 40 años. Algo similar sucede con los prejuicios contra
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los homosexuales. Con todo, las técnicas sensibles a los prejuicios sutiles todavía
detectan que están bien difundidos. En diversas regiones del mundo, los prejuicios
de género prácticamente desaparecieron. Por consiguiente debemos examinar con
cuidado y detalle las fuentes sociales, emocionales y cognoscitivas de los prejuicios.
Los prejuicios vienen de varias fuentes. Surgen de las diferencias en posición social
y de los deseos de las personas para justificar y mantener estas diferencias.
También se aprenden sobre las rodillas de nuestros padres cuando nos inculcan
que diferencias importan entre las personas. Por ultimo nuestras instituciones
sociales sirven para mantener y sostener los prejuicios.
El estatus desigual genera prejuicios. Los amos piensan que los esclavos son flojos,
irresponsables y sin ambiciones; es decir, que tienen las características que
justifican la esclavitud. Los historiadores debaten que fuerzas crean el estatus
desigual. Pero ya que existen esas desigualdades, los prejuicios ayudan a justificar
la superioridad económica y social de quienes tiene la riqueza y el poder. Incluso
los cambios temporales de estatus repercuten en los prejuicios.
Los estereotipos de género también sirven para racionalizar los roles de género.
Algunas personas notan y justifican las diferencias de posición. Quienes tienen
orientación de dominio social elevada tiende a ver a las personas en términos de
jerarquías. Quieren que sus grupos sociales sean de posición elevada; les gusta
estar en la parte alta de la jerarquía. Ocupar una posición elevada también fomenta
esta orientación.
SOCIALIZACIÓN.
Los prejuicios surgen de una posición desigual y de otras fuentes sociales, como
nuestros valores y actitudes.
Personalidad autoritaria.
Los prejuicios parecían menos un actitud específica contra un grupo y más una
manera de pensar en quienes eran diferentes. Además, estas personas
quisquillosas y etnocentristas compartían tendencias autoritarias: una intolerancia
por la debilidad, actitud punitiva y un respeto servil por las autoridades de sus
grupos.
Religión y prejuicio.
Saber la correlación entre dos variables (religión y prejuicios) no nos dice nada
sobre su conexión causal. Quizá las personas con menos educación son al mismo
tiempo más fundamentalistas y más prejuiciosas. Quizá los prejuicios son causa de
la religión, porque llevan a la gente a concebir ideas religiosas para apoyar sus
prejuicios. O quizá la religión es la cusa de los prejuicios por que lleva a la gente a
creer que como todos los individuos poseen un libre albedrío, las minorías pobres
tienen la culpa de su situación.
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La religión es causa de los prejuicios, entonces cuanto más religiosos sean los
creyentes, mas prejuiciosos deben ser.
Conformidad.
APOYOS INSTITUCIONALES.
Los prejuicios surgen de las situaciones sociales, pero l motivación subyace tanto
en las hostilidades de los prejuicios y en el deseo de no tenerlos. La frustración
genera prejuicios, lo mismo que el deseo de pensar que nuestro grupo es superior.
Pero a veces las personas tienen motivos para evitar los prejuicios.
Las pasiones generan prejuicios. Cuando dos grupos compiten por los trabajos, el
alojamiento o el prestigio social, la satisfacción de las meta de un grupo puede ser
la frustracion del otro. Así, la teoría realista del conflicto grupal indica que los
prejuicios surgen cuando los grupos compiten por recursos escasos. Cuando los
intereses chocan, los prejuicios –para algunas personas- pagan.
Lo seres humanos somos una especie de grupos. Nuestra antigua historia nos
prepara para alimentarnos y protegernos (para vivir en un grupo. Los seres
humanos no alegramos por nuestros grupos, matamos por nuestros grupos,
morimos por nuestros grupos. No es de sorprender que también nos definamos por
nuestros grupos. El concepto que tenemos contiene no solo una identidad personal,
sino también una identidad social.
Nos evaluamos en parte por los grupos a los que pertenecemos. No solamente
buscamos el respeto de nosotros sino también el orgullo de nuestros grupos. A falta
de una identidad positiva, las personas cultivan su autoestima identificándose con
un grupo. Muchas personas desordenadas encuentran una identidad asociándose
con nuevos movimientos religiosos, grupos de autoayuda o club fraternales.
Sesgo de Endogrupo
Ahora bien, el sesgo de endogrupo es tanto o más el resultado de percibir que ese
grupo nuestro es bueno, que de la idea de que los otros grupos son malos. La
devoción por nuestra raza, religión y grupo social a veces nos predispone a devaluar
otras razas, religiones y grupos sociales; pero la secuencia no es automática. De
hecho, una perspectiva multirracial más que una miope no conduce a una
percepción más nítida de las diferencias entre los grupos.
Hay motivos para que la gente sienta prejuicios, pero también para que los evite.
Aunque la mayoría no queremos sentir prejuicios, los hábitos prejuiciosos son
duraderos.
Por mucho que intentemos suprimir pensamientos indeseados (sobre comida, una
aventura con la pareja de un amigo, las cualidades de otro grupo), a veces se niegan
a desaparecer. Esto ocurre sobre todo con los ancianos, quienes pierden parte de
su capacidad de inhibir aquellos pensamientos y por consiguiente de eliminar viejos
estereotipos. El resultado, para todos nosotros es: los pensamientos y sentimientos
indeseados (disonantes) persisten. No es fácil romper el hábito de los prejuicios.
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Categorización espontánea
Hay una fuerte tendencia a ver los objetos de un grupo como más uniformes de lo
que realmente son. La simple división en grupos crea un efecto de homogeneidad
de los exogrupos: una sensación de que ellos son "todos iguales" y diferentes de
"nosotros" y "nuestro" grupo. Como en general nos gustan las personas que
consideramos semejantes a nosotros y no nos gustan las que percibimos como
distintas, el resultado natural es el favoritismo por los endogrupos.
Otras maneras en que vemos nuestro mundo también generan estereotipos. Las
personas con características distintivas y los sucesos vívidos o extremosos captan
nuestra atención y distorsionan nuestros juicios.
Casos vívidos
Nuestra mente también usa casos vívidos como atajo para juzgar a los grupos.
Generalizar a partir de casos aislados puede causar problemas. Los casos vívidos,
aunque al alcance de la memoria, casi nunca son representativos del grupo en
general. Cuanto menos sabemos de un grupo, más nos influyen pocos casos
vívidos.
Acontecimientos distintivos
Tendencia de las personas a creer que el mundo es justo y que, por tanto, los
individuos se ganan lo que se merecen y se merecen lo que se ganan.
Los prejuicios son juicios hechos de antemano. Los juicios de antemano son
inevitables. Nuestros juicios previos son una guía para nuestra atención, nuestras
interpretaciones y nuestros recuerdos.
MARIA DE JESÚS GODINEZ ÁVILA
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Esta subtipificación (poner a las personas que se apartan de la norma en otra clase)
ayuda a mantener el estereotipo de que los policías son poco amigables y
peligrosos. Una manera diferente de asimilar la información incongruente consiste
en reconocer que un estereotipo no se aplica a todos los miembros de una
categoría.
Las actitudes coinciden con la jerarquía social no sólo como una racionalización, de
ésta, sino también porque la discriminación afecta a las víctimas. Si los resultados
netos son negativos (digamos, aumenta la tasa de delincuencia), las personas
pueden usarlos para justificar la discriminación que los mantiene. Las diferencias
culturales no tienen que implicar deficiencias sociales. No obstante, las ideas
sociales pueden confirmarse solas.
Colocados en una situación en la que otros esperan que nuestro desempeño sea
malo, nuestro nerviosismo puede hacer que se confirme esa opinión. Fenómeno la
amenaza de los estereotipos, una aprehensión que se confirma sola de que uno
será evaluado de acuerdo con un estereotipo negativo.
Los estereotipos imponen sesgos en los juicios. Sabemos que los estereotipos
sexuales 1) son fuertes y, sin embargo, 2) tienen poco efecto en los juicios de las
personas sobre el trabajo atribuido a hombres o mujeres. Ahora vemos por qué. Las
personas pueden tener estereotipos de género fuertes, pero los ignoran cuando
juzgan a un individuo en particular.
Sin embargo, los estereotipos fuertes y que parecen relevantes matizan nuestros
juicios de los individuos. Se sabe que un estereotipo de género fuerte es irrelevante,
posee una fuerza irresistible.
A veces hacemos juicios o nos relacionamos con alguien sin mucho más que un
estereotipo para orientarnos. En estos casos los estereotipos inclinan notablemente
nuestras interpretaciones y recuerdos de las personas.