Ética Profesional - Clase - 1
Ética Profesional - Clase - 1
Ética Profesional - Clase - 1
Escuela de Ingeniería
Informática Gerencial
Participante:
Jean Carlos Rodríguez
Matricula:
16-5001
Tema:
Breve historia de la Moral y la ética a nivel profesional.
Practica:
No. 1
Facilitador/a
Arismendy Rodríguez
Asignatura
Ética Profesional
Todo hombre se hace a sí mismo en el trascurrir de su vida, provocando esto que cada
persona sea diferente en muchos aspectos personales; esto se conoce como moral vivida,
esta no se basa en teoría sino en la praxis de hacerse a sí mismo a través de la práctica de
cosas.
El Fenómeno Moral
Este explica que en general se designa a la ética como la ciencia que se ocupa de las
acciones morales. Esta opinión es tomada por toda persona, ya que se puede comprender
al menos una idea de en consiste la moralidad de un acto. También esto es fundamentado
en el hecho de que toda persona lleva en sí mismo una conciencia que le indica lo que es
bueno y lo que no lo es. Provocando así que toda persona al realizar una acción no debida,
sienta en su interior el sentimiento de culpa. Aunque no se descarta que toda persona nace
libre de hacer lo que le plazca, es innegable que el sentimiento de hacer lo bueno siempre
va a prevalecer en nuestro interior.
Esta realidad es confirmada por Arthur Fridolin UTZ, con las siguientes palabras “La
libertad por su mismo concepto, no impone obligaciones, sino que más bien está obligada.
Esto queriendo decir que la conciencia de responsabilidad está por encima de la libertad
como “dirección a seguir”.
La ética tiene que tener en cuenta los datos de la experiencia interna. Ya que la experiencia
externa no es suficiente para explicar satisfactoriamente la moral en cuanto fenómeno. Ya
sea comprobado que toda persona actúa en base a reglas que su propia conciencia le dicta
que debe de hacer, entendiendo a si mismo lo que está bien y lo que está mal, siendo el
mismo su propio juez.
La ética surge, como una disciplina filosófica, con la escuela socrática, donde lo que más
importaba era la obtención de sabiduría, entendida esta como conducta en el mundo y no
como simple saber acerca de él.
Sócrates pretendía inculcar en sus oyentes las normas de una vida recta. La disciplina
filosófica que tratamos se conoce con dos nombres: Ética y Moral. Procedente del griego
ethos, significa “Carácter”, “Modo de ser” y, a su vez, el suelo firme, el fundamento de la
praxis, la raíz de la que brotan todo los actos humanos. La expresión “Moral” deriva del
latín Mos, Moris, que significa costumbre, comportamiento.
Lo ético comprende ante todo, las disposiciones del hombre en la vida, su carácter, sus
costumbres y, naturalmente, también lo moral. En realidad se podría traducir por “Modo o
forma de vida”. Este modo de ser o forma de vida se va adquiriendo, apropiando,
incorporando a lo largo de la existencia. Aristóteles menciona que este carácter se adopta
mediante los hábitos.
Aquiles Menéndez define la ética como la parte de la filosofía que trata de la moral y de las
obligaciones del hombre. De aquí se infiere que una de las características fundamentales
de la ética es su obligatoriedad, la cual encierra el concepto del deber de dar cumplimiento
a los principios rectores del bien.
Se entiende que el hombre adquiere, a través de su existencia, una serie de deberes a los
cuales no debe renunciar jamás. Estos deberes son mayores o menores dependiendo de su
preparación. La sociedad, por justicia, exige más al que puede dar más.
Quillet presenta la ética como “la parte de la filosofía que trata de las obligaciones del
hombre y analiza el problema del bien y del mal.
R. Simón define la ética como una ciencia practica cuyo objeto formal está constituido por
la conformidad o disconformidad con los valores morales. Por otro lado, la define como
“Una ciencia normativa de la conducta a la luz de la razón”.
José Luis Aranguaren, asegura que la ética no es, en rigor, una ciencia especulativa pura,
sino una ciencia “especulativamente práctica”. Practica porque busca el conocimiento para
poder dirigir.
En esta parte se intenta plantear cual es el objeto, tanto material como formal, de la ética y
al mismo tiempo, la importancia que tiene tanto en el orden especulativo como en el orden
práctico. Se entiende que hay una gran diferencia entre los “actos del hombre” y los “actos
humanos “actos humanos”.
José Luis Aranguren, explica que somos, a la vez, “agentes, autores de nuestros actos.
Agentes, en cuanto que emergen de nuestra naturaleza; autores, en cuanto que definimos
nuestra propia figura aun en aquello – naturaleza – de que no somos dueños”.
La Ética Escolástica también admite los hábitos como objeto material de la ética, en cuanto
que los considera como “Principio intrínseco de los actos”.
La ética analiza los problemas fundamentales de la moral individual y social, y los pone de
relieve en el estudio de los deberes profesionales. Debemos tener presente que el trato
social es más exigente para el profesional que para el hombre común, pues mientras a este
se le perdonan faltas quizás por su ignorancia frente a las normas ética, se presume que el
profesional sea, por el contrario, una persona preparada, con una buena formación moral
y con principios relevantes en el terreno del bien.
Que claro que la ética nos concierne a todo el mundo. Todo nos enfrentamos con
problemas morales. Problemas sobre los que, después de mayor o menor reflexión, hay
que decidir
Puesto que si se nos presenta una situación en la cual tengamos que decidir, entre nuestro
beneficio personal y la moralidad. Si tenemos una buena conciencia es claro que vamos a
decir por el aspecto moral.
Un ejemplo:
La respuesta si somos una persona consiente, seria no. Pero cada persona debe actuar de
acuerdo a la ética personal que tiene cada individuo.
San Pablo afirma que nadie tiene derecho a sacrificar su conciencia y su dignidad por el
mero hecho de subsistir.
Todos estamos expuestos a las tentaciones, pero no todos nos enfrentamos a ellas con una
actitud de rechazo. Todo profesional contrae, una vez adquirido el título universitario, dos
compromisos ineludibles: velar por el bien común y por su propia dignidad.
Por otro, el sistema socio-político imperante constituye un peligro mortal para el sano
ejercicio de la profesión. Además, es un peligro inminente para la salud moral el hecho de
que el profesional esté con el problema de la cesantía en su cabeza.
Principios Éticos Fundamentales
Explica que toda profesión lleva sobre sus hombros el peso de graves deberes y de hondas
responsabilidades, que el profesional sólo podrá vencer si pone todos sus conocimientos al
servicio de una conciencia fina y delicada.
Cada profesión plantea problemas morales específicos, porque indica peculiares derechos
y obligaciones, tomemos por ejemplo el médico frente a un enfermo o una enferma que
pude estupefaciente o la aniquilación de un ser inocente, cuya única culpabilidad es
delatar la honra de la madre. Es por ello que toda profesión requiere preparación,
consagración, aplomo, precisión e incluso una sólida personalidad. El primer deber del
profesional debe ser ponerse en condición de serlo, cultivando su mente con el estudio de
lo que debe saber y pertrechando su voluntad con todos los motivos del bien obrar.
La Ética profesional no es más que una aplicación especial de la Ética general. La ética
general subraya ciertas guías por cuyo medio el individuo puede gobernar su conducta. La
misma se divide en varios deberes:
Honradez:
Es donde el profesional asume que en todas las actuaciones de su vida, tiene una bandera
blanca que levantar para el éxito de su ejercicio profesional.
Honestidad:
Se entiende como el atributo que refleja el recto proceder del hombre. Implica un buen
comportamiento, modestia y moderación. Siempre teniendo la confianza y el respecto de
sus semejantes.
Estudio:
El profesional debe luchar continuamente por su superación. Para lograr en toda plenitud
los objetivos que persigue la empresa y mantenerse al día con los avances de su área
profesional o de trabajo.
Independencia:
Todo profesional tiene el deber ineludible de actuar por cuenta propia en el ejercicio de
sus actividades. Ser independiente es ser dueño de su propio destino.
Carácter:
El profesional debe habituarse a hacer el bien y a evitar el mal. Debe afrontar con decoro
las contingencias de la vida y con altura moral decir lo que debe hacerse rectamente.
Cortesía:
Investigación:
Las tarifas profesionales son una guía para el cobro de los honorarios y éstas son hechas
conforme al criterio de quienes han tenido la oportunidad de juzgar el trabajo profesional
desapasionadamente.
Cuidado de la cultura:
El buen profesional aprende las reglas vigentes y usos modernos de su carrera, tanto en
libros como en conferencias, mesas redondas, etc.
Prestigio de la profesión:
Una natural sensibilidad nos hace comprender que la profesión, frito del sacrificio, la
dedicación al estudio y el perfeccionamiento, también nos obliga a rodearla de una aureola
de prestancia y respeto frente a las distintas clases que forman el orden social.
Probidad:
Esta cualidad humana implica, hombría de bien, personalidad distinguida, etc. Esta es la
antesala del carácter; mientras mas alto sea el grado de probidad en el profesional, más
fecundo y perdurable será el recuerdo de moralidad dejado en sus relaciones.
Puntualidad:
Todas nuestras acciones, y hasta la vida misma, están regidas por un árbitro inflexible,
denominado tiempo.
Discreción:
La discreción, más que una simple aptitud es una virtud que se caracteriza por la
prudencia y se distingue por la generosidad del sosegado silencio.
El profesional esté obligado en justicia a adquirir una preparación que le capacite para
llevar a cabo la labor que tiene encomendada.
Conclusión / Valoración Personal
Rene Le Senne. Tratado de Moral General. Ed. Gredos, S.A., Madrid, 1973.
Johannes Messner. Ética General y Aplicada. Ed. Rialp, S.A., Madrid – México,
Buenos Aires, Pamplona, 1969.
Sánchez, Gil. Deontologia para Ingenieros y Directivos de Empresa. Ed. Aguilar, 1914.