Endometritis Puerperal
Endometritis Puerperal
Endometritis Puerperal
Etiología
Cesárea
Hemorragia posparto
Vaginosis bacteriana
Las infecciones tienden a ser polimicrobianas; los patógenos más comunes son
Rara vez pueden aparecer peritonitis, abscesos pelvianos o tromboflebitis pelviana (con
riesgo de embolia pulmonar). Muy rara vez, puede producirse un shock séptico y sus
consecuencias, incluida la muerte.
Signos y síntomas
En general, los primeros síntomas son dolor abdominal bajo y dolor uterino a la
palpación, seguidos de fiebre (dentro de las primeras 24 a 72 h posparto). Los
escalofríos, las cefaleas, el malestar general y la anorexia son comunes. A veces, el
único síntoma es fiebre leve.
Diagnóstico
Evaluación clínica
En general, estudios para excluir otras causas (p. ej., análisis y cultivo de orina)
El diagnóstico dentro de las 24 h del parto se basa en los hallazgos clínicos de dolor
espontáneo y a la palpación, y de una temperatura > 38°C. Después de las primeras 24
h, debe presumirse una endometritis si no hay otras causas evidentes en pacientes con
una temperatura ≥ 38°C en 2 días sucesivos. Otras causas de fiebre y síntomas
abdominales bajos incluyen infecciones uterinarias, una infección de la herida, una
tromboflebitis séptica pelviana y una infección perineal. A menudo, el dolor uterino es
difícil de distinguir del dolor de la cicatriz en pacientes con una cesárea.
Los pacientes con fiebre leve y sin dolor abdominal deben ser evaluadas en busca de
otras causas ocultas, como atelectasias, ingurgitación o infección mamaria, infección
urinaria o tromboflebitis en las piernas. La fiebre por ingurgitación mamaria tiende a
permanecer ≤ 39°C. Si la temperatura se eleva abruptamente después de 2 o 3 días de
una fiebre leve, es probable que la causa sea una infección en lugar de una ingurgitación
mamaria.
Rara vez se indican cultivos endometriales, porque las muestras recogidas a través del
cuello uterino casi siempre están contaminadas por la flora vaginal y cervical. Sólo
deben realizarse cultivos endometriales cuando la endometritis es refractaria a los
regímenes antibióticos de rutina y no hay otra causa evidente de infección; se usan
técnicas estériles con un espéculo para evitar la contaminación vaginal, y la muestra se
envía para cultivos de aerobios y anaerobios.
Los cultivos de sangre rara vez están indicados y sólo deben realizarse cuando la
endometritis es refractaria a los regímenes antibióticos de rutina o si los hallazgos
clínicos sugieren septicemia.
Tratamiento
MANEJO GENERAL
• Reposo en cama.
• Asegurar una hidratación adecuada vía oral o IV.
• Ambiente ventilado, fresco. • Si es necesario, utilizar medios físicos (ej. esponja
empapada en agua), para ayudar a bajar la temperatura.
• Si se sospecha choque, iniciar el tratamiento correspondiente inmediatamente. Aún si
no hay signos de choque presentes, tenerlo en mente mientras se evalúa a la mujer,
puesto que su estado general puede empeorar rápidamente si se desarrolla el mismo.
• Transfundir según la necesidad. Utilizar concentrado de eritrocitos, si los hay
disponibles.
• El tratamiento médico debe preceder y acompañar al tratamiento quirúrgico. Tener
siempre en cuenta que la movilización del foco por maniobras manuales o
instrumentales puede desencadenar la propagación de la infección.
Tratamiento específico
• Antitérmicos según necesidad.
• Administrar antibióticos hasta que la mujer esté sin fiebre por 48 horas.
• Administrar la siguiente combinación de antibióticos:
– Ampicilina, 2 g, IV, cada 6 horas, más gentamicina, 5 mg/kg de peso corporal, IV,
cada 24 horas.
– Más metronidazol, 500 mg, IV, cada 8 horas; o penicilina G, 6 millones de unidades,
IV, cada 6 horas, o vancomicina, 1 g, IV, cada 12 horas.
– Más gentamicina, 5 mg/kg de peso corporal, IV, cada 24 horas.
– Más clindamicina, 900 mg, IV, cada 8 horas, o cloranfenicol, 50 mg/kg de peso, en 24
horas. Si no los hay disponibles, administrar otros antibióticos también aceptables. Si
todavía hay fiebre 72 horas después de comenzar los antibióticos, reevaluar a la paciente
y revisar el diagnóstico.
• Los antibióticos orales no son necesarios después de suspender los antibióticos IV.
Si se sospecha retención de fragmentos placentarios, realizar una exploración digital del
útero para extraer los coágulos y los pedazos grandes. Utilizar fórceps oval o una cureta
grande, si se requiere.
• Si no hay mejoría con estas medidas moderadas y hay signos de peritonitis general
(fiebre, sensibilidad al rebote, dolor abdominal), realizar una laparotomía, para drenar el
contenido purulento del abdomen.
• Si el útero se presenta necrótico y séptico, realizar una histerectomía.
Ingurgitación mamaria