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Robine Jean Marie - Ansiedad y Construccion de Gestalts

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DOCUMENTO 4 1

ANSIEDAD Y CONSTRUCCIÓN DE GESTALTS

Jean-Marie ROBINE

S i consideramos la psicología como el estudio de la experiencia del Hombre, la


 psicopatología designará
designará el estudio de las disfunc
disfunciones
iones de experiencia1.
de su experiencia
Si consideramos la experiencia del Hombre como fundamentalmente concreta puesto
que abarca el conjunto de las operaciones de contacto que asocian al Hombre con su mundo,mundo, el
estudio de las disfunciones de su experiencia pondrá en evidencia cómo esta experiencia puede
de flexiones que van a modificar o
dejar de ser concreta y presentar una cierta cantidad de flexiones
interrumpir
interrumpir el continuum de un contacto autorregulado.
!as formas en que la experiencia " y sus flexiones " puede ser entendida, explicada,
comprendida, clasificada, etc., están sujetas a las condiciones de observación y, entre ellas, a
las premisas que determinan el punto de vista del observador. #l observador clínico tiene una
 perspectiva conformada
conformada por el aparato teórico y metodológico que utili$a
utili$a como
como base y como
como
instrumento, permitiendo así la reorgani$ación de la experiencia concreta de %lo observado&.
'n modo de pensar psicoterap(utico, elegido por estar organi$ado en torno al
concepto de experiencia,
experiencia, se relaciona por tanto con una psicopatología que describe las
flexiones de la experiencia por medio de conceptos forjados para permitir la reorgani$ación de
esta experiencia donde y cuando quedó inmovili$ada.
)tro modo de pensar organi$ado en torno al concepto de síntoma como %lo que se ve&
y su referencia a una entidad designada como enfermedad conducirá a una acción terap(utica
orientada *acia lo que se ve +a saber, el comportamiento, su reducción y la disolución de la
enfermedad o simplemente de sus signos.
'n modo de pensar enrai$ado en lo biológico actuará de lleno dentro de un sistema
causalista lineal, *eteronómico, y constituirá así el índice de una desresponsabili$ación del
sujeto ante su experiencia. #n mi opinión, implica moverse dentro del ajuste conservador.
'n enfoque psicopatológico permite acercarse al *ec*o psicopatológico pero no
implica, ipso facto, la elaboración de una nosografía.
-uesto que la psicopatología gestáltica debe, en mi opinión, permitir la comprensión de
la experiencia
experiencia concreta del cliente y en base a esto proporcionar al terapeuta un aparato
conceptual y metodológico específico, así como una capacidad de dialecti$ar, de confrontar su
enfoque con los conocimientos clínicos desarrollados por el conjunto del campo, desde una
 postura co*erente +que no excluye
excluye algunas
algunas paradojas, me parecería totalmente inco*erente
inco*erente y
suicida para la erapia /estalt lo siguiente0
• dotarse de una nosografía propia

1
 2o sería a3n más apropiado,seg3n los 3ltimos trabajos de 4luma 5eigarnic, *ablar de pato"psicología, para
designar una rama de la psicología que se interesa por la patología de la experiencia, más que de
 psicopatología, que designaría una rama de la medicina +patología y psiquiatría que se interesa por la
 patología desde un ángulo psicológico 6

 omo prestado este concepto de “flexión”  de la experiencia de 4ins7anger. #ste t(rmino, polis(mico, designa
un tipo de deformación. #s utili$ado tambi(n en ling8ística para designar la modificación de una palabra con la
ayuda de elementos que expresan determinadas relaciones gramaticales +desinencia0 declinaciones,
conjugaciones, sufijos, etc
DOCUMENTO 4 2

• adoptar una psicopatología9nosografía exterior y %traducirla& vagamente a un lenguaje


gestáltico
• ignorar el avance de los conocimientos en materia clínica
• reducir la experiencia concreta de cada paciente a una entidad +el borderline, el psicótico, el
delirante...

!a erapia /estalt abunda en conceptos que nos permiten abordar el *ec*o


 psicopatológico0 constitución del campo, identificación9alienación, excitación, situación de
urgencia, interrupciones de la secuencia del ajuste creativo, perturbaciones y p(rdidas de las
funciones del self, disfunciones en la experiencia de frontera"contacto,
orientación9manipulación, insuficiencia o exceso de carácter deliberado, repetición, fijación,
situación inacabada, a7areness, dominancia, construcción9destrucción de /estalts, pacificación
 prematura de los conflictos, autoconquista, etc. 2os toca a nosotros desarrollar estos
conceptos y utili$arlos tanto en la práctica como en la teori$ación en que desembocan, en ve$
de creer y *acer creer en la insuficiencia de nuestros medios.
#ste es el camino que deseo emprender aquí con algunos de nuestros conceptos
familiares como los de ansiedad, excitación, situación de urgencia. Habría que emprender una
 profundi$ación del mismo orden con respecto a todos los conceptos mencionados más arriba,
utili$ados aquí y allá por -erls y /oodman sin *aber recibido siempre la atención necesaria por
 parte de las generaciones de sus sucesores.

La ansiedad en la erapia /estalt


a.- ansiedad y exciaci!n"
#n el n3cleo de la declaración gestáltica, el t(rmino %excitación& es incluso una parte
integrante del subtítulo de la obra fundadora0 %#xcitación y crecimiento de la personalidad
*umana&:. ;efinida como %la evidencia de la realidad&<, puesto que %no existe realidad
indiferente, neutra&, acompa=a al contacto y a la formación figura9fondo. 2ace con la
emergencia de toda figura y tiende a confundirse con el %objeto& de contacto, *asta el punto de
que sería tan vano locali$arla en el organismo como locali$arla en el entorno. #s %la evidencia
inmediata del campo organismo9entorno&.
!a excitación se mantiene y se acrecienta a lo largo de la secuencia de contacto. -ero
 por diferentes ra$ones, esta excitación puede ser in*ibida, es decir, bloqueada, y aparece la
angustia. !a angustia es la manifestación de una excitación bloqueada, resultado de la
interrupción de la excitación del crecimiento creativo. #ste enfoque de la angustia +o ansiedad,
 pues en el contexto propuesto, podemos integrar los dos conceptos, limitándonos a
diferenciarlos 3nicamente sobre una base cuantitativa coincide además bastante bien con el
que aparece en los trabajos de >reud. Se sabe que >reud elaboró sucesivamente tres teorías de
la angustia, la de 1?@:"1?@A, sobre la neurosis de angustia, la de 1@B@"1@1C en la que examinó
las relaciones entre angustia y libido reprimida, y la 3ltima en 1@D"1@: donde retoma sus
teorías anteriores a la lu$ de su concepto de aparato psíquico. !a concepción gestáltica se
 parece sobre todo a las dos primeras, por supuesto con las reservas que se imponen al tener en
cuenta las diferencias entre los sistemas teóricos.

#.- ansiedad y a$%y%"


:
 -erls, Hefferline E /oodman +1@A10 /estalt *erapy, #xcitement and /ro7t* in t*e Human -ersonality,
Fulian -ress, 2.G. +#n lo sucesivo, citado0 -H/, volumen, capítulo, párrafo
<
 -H/, , 1, @
DOCUMENTO 4 3

Hay otras teori$aciones de la ansiedad en los escritos gestálticos. Iamos a basarnos, al


*ilo de este estudio y como complemento al enfoque de -erls y /oodman, la perspectiva
abierta por !aura -erlsA que articula angustia y ausencia de apoyo esencial en la experiencia de
contacto. Juando en la secuencia del contacto llega a faltar un soporte esencial al despliegue
*acia la etapa siguiente sobreviene la angustia. ;e la misma manera, cuando se produce una
interrupción +Kaquí se trata de una interrupción no"a7are y no"deliberadaL ligada a una
 patologi$ación de los envites de la etapa en curso o de la etapa siguiente, sobreviene la
angustia e impide al sujeto extraer, tanto de sí mismo como del entorno, los recursos
necesarios para el apoyo. -or lo tanto, lo que es necesario apoyar por parte del terapeuta no es
la persona +en el sentido en que se *a podido *ablar a veces de %terapia de apoyo&, sino la
construcción de la /estalt. #n esta dinámica, una tarea, y no de las más fáciles, consiste en
 permitir la mutación de la excitación fijada en la ansiedad en excitación activa y por lo tanto en
 permitir el análisis de esta inmovili$ación. #ste tipo de ansiedad es el objeto este estudio, y su
límite, evidentemente sin pretender en ning3n caso agotar la problemática de la ansiedad y de
la angustia dentro de dic*os límites.

c.- &a ansiedad en &a c%nsr'cci!n de &a Gesa&"

E(er)encia de 'na *i)'ra +s. c%n*&'encia


;urante la primera fase, llamada de precontacto, el cuerpo, la fisiología primaria y la
secundaria constituyen el fondo. +Mecordemos brevemente que la terapia /estalt designa por
%fisiología primaria& lo biológico del animal"*umano, y por %fisiología secundaria& su
constitución progresiva, ligada al desarrollo, a la *istoria y al contexto, en inscripciones
corporalesD. #n la situación en curso, sea una situación de reposo de donde nada emerge como
figura o sea cualquier actividad en la que el sujeto está comprometido y de la que puede, más o
menos conscientemente, aceptar dejarse distraer, %algo& surge. #ste algo, este %ello& de la
situación, puede revestir diversas formas0 propiocepción de una sensación corporal, percepción
de un estímulo ambiental, necesidad, deseo, apetito, atracción, pulsión, situación inacabada que
cru$a el presente... #l concepto de %ello& designa a título exacto este acceso y el a7areness de
este acceso, sin especulación alguna sobre su posible origen. ndisociable del a7areness C, la
función"ello es una modalidad del self que, a partir de percepciones y sensaciones corporales,
convierte en emergencia de una figura %la inmediate$& +next de la situación.
#s cierto que en esta fase de la secuencia, el self es sobre todo una función de la
fisiología y casi forma parte del organismo. #n otros momentos, como veremos, el self
aparecerá muc*o más claramente como función del campo, o más exactamente como %el modo
en que el campo incluye al organismo& ?. !o que se constituye en figura en esta fase, es por
tanto el apetito, o la estimulación ambiental que despierta un apetito.

Flexiones

A
 !aura -erls, %Iivre N la >rontiOre&. Hay versión espa=ola0 Iivir en los límites, #d. -romolibro, Ialencia,
1@@<
D
 -ara un acercamiento más profundo a estos conceptos y a su relación con la confluencia, ver 4. !apeyronnie y
F.P. Mobine, %!a confluence, exp(rience li(e et exp(rience ali(n(e&. Hay versión espa=ola, ;ocumentos del
Jentro de erapia y -sicología
C
 Mecordemos que el concepto de a7areness no abarca todo el de consciencia, en el sentido en que se entiende
*abitualmente, sino uno de sus componentes0 el conocimiento inmediato e implícito del campo. Ier sobre este
tema FP. Mobine, %!Qa7areness, connaissance imm(diate et implicite du c*amp&.
?
 -H/, , 1, 1.
DOCUMENTO 4 4

-ero incluso la simple emergencia de una figura de contacto, aunque sea poco clara,
 poco definida, se revela a veces ansiógena. #l reconocimiento de un apetito o de un deseo, el
conocimiento inmediato de una sensación corporal índice de una necesidad, la irrupción de un
tema, de un recuerdo, de una asociación, la constitución de una primera representación, todos
ellos fenómenos que esbo$an una dirección de significado, van acompa=ados de excitación.
Rsí, pueden generar una ansiedad que tendrá como efecto impedir esta emergencia. #sta
interrupción de la secuencia, si se le puede llamar interrupción sabiendo que se trata
fenomenológicamente más bien de una ausencia de comien$o, se produce por medio de la
confluencia. !a emergencia de una figura es ruptura de la confluencia. 2o permitir esta
construcción supone mantenimiento de la confluencia, o demanda de confluencia @.
-ara mantener esta confluencia, las modalidades disponibles se parecen a la represión e
invitamos al lector a remitirse al importante estudio que /oodman y -erls le dedicaron en el
capítulo I. !a verg8en$a preco$ de los afectos constituye el origen muy frecuente de este
tipo de fenómenos.
'na de las funciones del mantenimiento de esta confluencia enla$a con la ansiedad de la
individuación y de la diferenciación0 *acerse consciente de su deseo es comprometerse en una
expresión en primera persona. !a confluencia, al mantener una indiferenciación
organismo9entorno, elimina cualquier asunción de un riesgo a este nivel. !a desensibili$ación
 permite no tener conciencia de nada y no tener nada que decir, la experiencia es la de la niebla
o la oscuridad, a veces expresada como sensación de vacío.
Juando una figura emerge, está llamada a convertirse en figura de contacto . !a
creación de una /estalt constituye tambi(n ese delicado paso de lo fisiológico a lo psicológico.
Pantener la confluencia permite no mutar la experiencia desde el plano fisiológico al plano
 psicológico, del cuerpo al contacto y por tanto *acerla quedarse dentro de lo fisiológico no"
consciente. !a excitación reprimida permanece entonces como exclusivamente corporal, la
sensación no puede volverse afecto y a3n menos el afecto volverse sentimiento o emoción. !a
 patología que puede constituirse entonces tomará fácilmente al cuerpo como objeto, puesto
que, *ablando metafóricamente, la /estalt se constituirá aquí sin contacto con el entorno. !a
excitación se inmovili$ará, pues, en esta fase en forma de patologías calificadas con frecuencia
de psicosomáticas, o de *ipocondría, y la ansiedad quedará fijada en el cuerpo. #n un grado
menor, podrán ponerse en evidencia rigideces musculares, tensiones crónicas,
insensibili$aciones o anestesias locales.
;esórdenes menos severos ligados a una interrupción cronificada en esta fase podrán
manifestarse igualmente bajo diversas formas de inmadure$ "o regresión" ya que la reducción o
la ausencia de toma de contacto con el entorno priva al organismo del contacto con la novedad
e interrumpe así el crecimiento. 2aturalmente, propongo tambi(n la *ipótesis de que la
sobreimplicación del cuerpo en las prácticas intensivas de tipo deportivo, paradeportivo +body"
 building, gimnasias diversas, artes marciales... o artístico +diversas artes corporales, tatuajes,
ornamentaciones corporales o en la vestimenta... podrían relacionarse con una cierta flexión
de esta fase, en el mejor de los casos investida de sublimación.

Gérard aborda una fase sensible de la terapia pero nada


emerge . Viene puntualmente a las sesiones para decir, sin
animosidad aparente, que no tiene nada que decir. Busca su
comodidad: desde entonces se coloca de lado, medio tumbado,
utilizando los brazos del sillón como respaldo y sostén de las rodillas,
 tirado y tan tranquilo, y mantendrá esta postura durante varias
sesiones. odas mis solicitudes, invitaciones, focalizaciones, caen en
saco roto: no capta nada, nada moviliza la menor ansiedad ni la
@
 Ier %!a confluence, exp(rience li(e et exp(rience alien(e& de 4rigitte !apeyronnie y del autor. Hay versión
espa=ola, ;ocumentos del Jentro de erapia y -sicología.
DOCUMENTO 4 5

menor e!citación. "arece decir: #$%é&ame, por favor, no me 'agas


consciente de lo que sea(). %emanda de confluencia, y sin embargo
viene con regularidad y su mirada a veces de&a escapar furtivamente
una especie de llamada. *asta el d+a en que desde el principio de la
sesión, le propongo una e!perimentación. e propongo que 'oy
e!perimentemos vivir la sesión sentados en otro tipo de asientos, e
introduzco dos sillas basta nte rectas, sin brazos. -asi
inmediatamente, e!citación y ansiedad retornan: 'ay muc'o que
decir, la agresividad llega.

uzanne 'a venido por problemas de somatizaciones


m/ltiples. "ractica danza y dep orte de forma intensiva y con
frecuencia está accidentada e imposibilitada para participar en
competiciones o espectácul os. u vida es gris, se que&a. 0s muy
pasiva y dependiente, inteligente pero muy silenciosa, no e!presa
ning/n sentimiento. 1uc'as veces tengo la impresión de que espera
que yo tome todas las iniciativas, que pregunte, que ponga tema a la
sesión. -uando algo emerge muy sucintamente y podr+a anunciar la
construcción de una figura, se pone ro&a, le aparecen placas ro&as en
 la part e alta del pec'o, evoca ten siones en diversas part es de su
cuerpo, acorta la respiración, y dice qu e todo se nubla, que se siente
envuelta por una niebla 2por supuesto sin que esto genere ansiedad
alguna3. i le invito a ello, acepta describir sus sensaciones pero no
pued e ir más allá: no les asocia ning/n sentido, ninguna dirección. 4
menudo me puede el aburrimiento y tengo la tentación de luc'ar
contra este aburrimiento con alg/n #encarnizamiento terapéutico)...

1ic'5le tiene alrededor de 67 a8os, más o menos la edad de


mi 'i&a, lo que 'a sabido por un tercero. Vivió su adole sce ncia, sola
con su padre, en una relación incestuosa. 9nviste con muc'a fuerza y
rapidez nuestra relación 'asta tal punto qu e, tras algunas sesiones y
para declararme su dese o de entrar en una relación amorosa
conmigo, utiliza la fórmula: #uisiera ser para t+ más que tu 'i&a.)
-onfluencia con la e!periencia vivida, 'asta el punto que la relación
padre;'i&a se plantea como evidencia y como esquem a fundador de
 la relación amorosa.

Exciaci!n de& dese% $r%$i% +s. inr%yecci!n.


Juando una figura *a podido emerger del fondo, extraída y energeti$ada por los
elementos del fondo que se *an constituido en segundo plano para el %ello& de la situación,
llega el primer momento de la secuencia de contacto en que aparece una relación dinámica
entre la figura y el fondo. %!a sensación de la formación figura9fondo en las situaciones de
contacto es la excitación&1B, recordábamos más arriba. ;esde luego, cada uno de los momentos
de la secuencia requiere una excitación específica, pero lo que tiene de particular la de esta fase
es que *ace pasar al organismo del estado de %nada&, de reposo, de silencio, a un despertar del
deseo. Se trata exactamente de %mi& deseo, y este %mi& da acceso a todos los fenómenos de
identificación que van a caracteri$ar la fase de toma de contacto0 convertirse plenamente en su

1B
 -H/, , 1B, 
DOCUMENTO 4 6

deseo, proceder a las identificaciones y alienaciones de las posibilidades del entorno


susceptibles de ser contactadas, volverse acto...
#ste apetito naciente precisa un %objeto&. Tuien dice %ob"jeto& dice %puesto delante&,
es decir, algo del mundo a contactar, a tomar en cuenta en base a una apropiación, a una
asimilación, a un encuentro. radicionalmente y, sin duda de forma un poco apresurada, la
erapia /estalt *a conservado una indiferenciación relativa de los conceptos que sirven para
designar el conjunto de los procesos de internali$ación, usando "y abusando" del concepto de
introyección. !os trabajos posteriores, Uleinianos y post"ferenc$ianos en concreto, incitarían a
una mayor discriminación y diferenciación11. !a ruptura personal del fundador con >reud,
articulada sobre un desacuerdo a propósito de la importancia que convenía conceder a la
introyección, sin duda contribuyó masivamente al apego inmoderado de la comunidad
gestáltica a la palabra %introyección& más que a su concepto.
;esde su primer libro1, -erls limitaba el uso de la palabra introyección a un proceso
%patológico& cuyo equivalente sano era calificado entonces como %asimilación&. Hoy se tiende
a calificar como introyección al fenómeno, sano y no"sano, de tomar del entorno y de
apropiarse que dan paso a la asimilación +proceso sano, y por tanto a la construcción de
sentido, o a la constitución de un introyecto +proceso disfuncional. #l introyecto designa el
resultado de la interrupción y de la fijación en forma de %cuerpo extra=o& de la experiencia en
 proceso de internali$ación.
Subrayemos de paso la distinción indispensable entre %introyección& e %introyecto& que
acabamos de esbo$ar y que desgraciadamente no conservan todos los gestaltistas. #sto lleva a
una confusión entre proceso y contenido0 la introyección es un proceso, una modalidad de
contacto, el introyecto es un contenido que se manifiesta a lo largo de otras modalidades tales
como la confluencia +indistinción entre uno mismo y el introyecto, la proyección +de la que el
introyecto constituye con facilidad el contenido, la retroflexión +que extraerá de (l sus
 justificaciones. 2o es en esta fase de la secuencia de construcción de la /estalt donde
intervienen los famosos %tienes que"no tienes que&, residuos normativos y comportamentales
de introyecciones inacabadas. Rquí es donde se construyen, para ser proyectados o para
alimentar retroflexiones ulteriormente.
!a introyección sana +conservemos provisionalmente este concepto, aunque
cuestionemos su uso en otra parte se produce fuera de todo contexto coercitivo0 adopción de
convenciones, de reglas socioculturales, del lenguaje, etc. #sta apropiación, producida en tales
condiciones, sin p(rdida del funcionamiento del modo yo del self, puede ser %una reali$ación
espectacularmente creativa&1:.

Flexiones
;esde el momento en que interviene una coerción cualquiera por parte del entorno, en
que %la coerción es incompatible con la excitación&, y en que el self ya no está en condiciones
de funcionar en modo yo en el contacto en curso, la excitación ligada a la insurgencia del
deseo se inmovili$a. #l a7areness de esta excitación es generador de ansiedad. #l deseo propio
no puede ser reconocido, asumido, desplegado. !a introyección consiste en %despla$ar el
deseo o el apetito potenciales&1< y en adoptar el deseo del otro, dotando a la experiencia del
sentido dado por ese otro en sustitución de la construcción del propio. #l afecto es trastocado
incluso antes de ser reconocido y, por tanto, experimentado. !a introyección producida
entonces no podrá proseguirse *asta la asimilación. -ara utili$ar conceptos propuestos por
11
 R propósito de esto ver la 3ltima parte de %!Qinsu port( dans la relation&. Hay versión espa=ola, ;ocumentos
del Jentro de erapia y -sicología.
1
 !e moi, la faim et lVagressivit(. Hay versión espa=ola %Go, *ambre y agresión&, #d. >.;.J.#., P(jico, 1@CA
1:
 -H/, , 1A, A
1<
 -H/, , 1A, A
DOCUMENTO 4 7

-iaget, se podría decir que el sujeto utili$a la acomodación allí donde la situación requeriría la
asimilación.
!a adopción por el ni=o del deseo del padre es semejante a la adopción por el cliente
del deseo del terapeuta. !a ausencia de vigilancia por parte del terapeuta, incluyendo aquí los
niveles contratransferenciales, abre las puertas de par en par a una posible introyección sin que
 pueda restaurarse nada parecido a un funcionamiento yo apoyado sobre el ello.
!as flexiones de la experiencia ligadas a la interrupción de la construcción de la /estalt
 por una introyección pueden ser de varios tipos.
!a aparición más frecuente en la psicoterapia contemporánea concierne probablemente
a los pacientes con perturbaciones de su experiencia narcisista. !a coerción a sustituir su
 propio deseo por el del progenitor significativo para poder sobrevivir afectivamente, situación
en la que se encontraron preco$mente, les llevó a un %*ábito& de ignorar su propio deseo
+*asta el punto de confundirlo a veces con un vacío en ese tema y de estar en demanda
repetida de introyección. Se *aga referencia al famoso concepto de %falsa identidad& en
Winnicott, o de %personalidad como si& citado por Helena ;eutsc*, el fenómeno es id(ntico, al
menos en determinadas fases del proceso terap(utico0 los introyectos toman el lugar de la
identidad y se contin3a buscando la introyección en los contactos en curso. #stas
 personalidades tienen por lo demás un indudable talento, intuición y empatía, para identificar el
deseo del otro incluso sin necesidad de que (ste lo manifieste abiertamente y para ajustarse a (l
con mayor o menor pertinencia.
Habría lugar tambi(n para examinar, a la lu$ de la idea de introyección, toda la
 problemática de las perversiones. Jómo puede tomarse y retorcerse el deseo del otro para
disfrutar del placer... y por tanto, en otro nivel, la experiencia masoquista +masoquismo
secundario o mortífero y otras sumisiones que encuentran su reali$ación en el aniquilamiento
de las necesidades propias con la aprobación de las falsas identificaciones&1A.
G por supuesto, deberíamos prestar una atención especial a los síndromes cuya
expresión se da por medio de las perturbaciones de la conducta alimentaria. #sta equivalencia
física de la introyección será, evidentemente, una modalidad prioritaria de un estar"en"el"
mundo fijado seg3n esas modalidades.

Bruno viene a psicoterapia des de 'ace varios mese s. 1e pide


con regularidad qu e le diga lo que pienso de tal o cual situación
evocada. 4l cabo de alg/n tiempo, toma conciencia de que los
conse&os de sus amigos ya no le parecen tan fiables teniendo en
cuenta su evolución. <n poco después, se da cuenta de que 'ab+a
 buscad o ree mplazar a sus padres por sus amigos, lueg o a sus
amigos por m+, como figuras que le permit+an saber lo que deb+a
sentir, pensar, 'acer, en cada situación. #-uando voy a una fiesta,
por e&emplo, e!plica, me muestro alegre y sociable, porque as+ es
como son mis amigos. "ero yo, =qué siento yo> $?ada( o que creo
sentir no me pertenece, no es m+o, no soy yo... ólo produzco lo que
se espera de m+ en la situación.) e abre entonces una fase
depresiva severa, ligada a un sentimiento de vac+o emocional, y un
inicio de consciencia y de identificación de afectos con los qu e poco a
poco podrá construir sentimientos.

a evolución de las modalidades de introyección de @ulien se


puede seguir a lo largo de los meses a través de la referencia a sus
elecciones en el campo del automóvil.
1A
 ibid.
DOCUMENTO 4 8

"rimer periodo, tras un a8o o dos de terapia: #-reo que voy a


cambiar de coc'e. 0l que tengo a'ora es para vacilar. o 'ab+a
escogido para impresionar a mi entorno. *oy no corresponde a lo
que soy ni a lo que quiero... pero, por cierto, =qué coc'e tienes
 t/>...)
egundo periodo, unos seis meses más tarde: #-ambié el
coc'e 'ace unos meses por un 6A diessel. 0s fuerte, no llama la
atención, es fiable, r/stico, simpleC $supongo que debe ser el tipo de
cac'arro qu e tienes t/(... pero, por cierto, =qué coc'e tienes t/>...)
ercer periodo, algunos meses más tarde: #*e tenido un
sue8o, estaba con mi mecánico y ve+a al fondo del gara&e mi antiguo
G9 que a/n no 'ab+a vendido, y me invad+a una especie de
nostalgia. abes, me arrepiento un poco, porque el que tengo no va
conmigo en absoluto. Voy a cambiarlo. "or cierto, =qué coc'e tienes
 t/>...)
<ltima fase, a/n unos mese s más tarde, trae un sue8o a la
sesión. 0ntre otros elementos, cuenta que estaba en las calles de
Burdeos 2que es la ciudad de su terapia, pues vive a DA Em.3,
metido en un atasco o parado ante un semáforo ro&o, y se da cuenta
de que conduce un peque8o coc'e infantil a pedales. "onemos en
evidencia en el traba&o con este sue8o que tiene la sensación de un
asomo de tener en cuenta su propio deseo, como si retomara la
construcción all+ donde 'ab+a sido interrumpida, volviend o as+
metafóricamente a su primer #automóvil) verdaderamente personal.

abine está en psicoterapia conmigo 'ace algunas semanas.


4ntes 'a b+a 'ec'o psicoanálisis clásico durante F a8os. a atmósfera
es distendida, a veces alegre.
<n d+a, al final de la sesión, me comunica su desconcierto: #?o
comprendo muy bien tuH terapia. en+a una imagen de la terapia
como algo serio, triste, penoso y doloroso... y nosotros nos
divertimos, nos re+mos, etc. =0stamos traba&ando> =0sto pued e
ayudarme a cambiar>).

,erce$ci! de& en%rn% +s. $r%yecci!n


Si la excitación del deseo no *a sido interrumpida con una introyección pasiva que
implique un abandono del funcionamiento en modo yo, el deseo podrá pasar a un segundo
 plano, excitar el fondo en tanto que detentador de recursos para la construcción de la /estalt
en curso.
Sobre todo en este momento de la secuencia, la formación de la figura requiere ser
investida de energía por los dos polos del campo0 el organismo y el entorno. !a excitación del
deseo que era figura en la fase precedente cede el sitio al %objeto&, o a la serie de posibles
objetos. #s un momento especialmente sensible ya que la figura permuta de un polo del campo
+el organismo al otro +el entorno, se despla$a del %interior& al %exterior&.
%;espla$arse al exterior& evoca inmediatamente el equivalente latino0 ex"movere,
emoción. #ste momento es efectivamente la fase especial de la emoción. !a erapia /estalt
aborda la emoción como una especie de c*oque producido por el encuentro del estado del
organismo con el estado del entorno0 %#s el conocimiento inmediato e integrador de una
relación entre el organismo y el entorno. #s la figura en primer plano de las diferentes
DOCUMENTO 4 9

combinaciones de las propriocepciones y de las percepciones. Jomo tal, es una función del
campo&1D.
#n otros t(rminos, para que *aya emoción, es necesario que %la excitación sea aceptada
y el entorno afrontado&, es decir, que *aya %unión del apetito u otro deseo al objeto
vagamente percibido& 1C.
#n esta operación de encuentro y ajuste al entorno, los tanteos, las acomodaciones
sucesivas *acen uso *abitualmente de la proyección como instrumento ordinario de orientación
en el campo.
#ste factor %alucinatorio& normal, de intuición, de presentimiento, o sencillamente esta
capacidad de imputar a la experiencia en curso determinados conocimientos ligados a la
experiencia adquirida con anterioridad, revelan, en efecto, una proyección entendida en sentido
amplio.

Flexiones
-ero el uso ampliado y generali$ado de tal concepto, como en el caso de muc*os otros,
lo vacía de su especificidad y de su substancia. Si proyección se convierte en sinónimo de toda
forma de exteriori$ación o designa el proceso por el cual un sujeto se *ace una idea del campo,
del otro o del entorno, a partir de su subjetividad, nos veremos obligados a convenir que la
 proyección es permanente. !a perspectiva constructivista contemporánea no cubriría más que
un %principio de proyección generali$ada&. -ara conservar la faceta operativa de este concepto
me parece 3til definirlo de manera más restringida.
#n la proyección, tal y como se define en erapia /estalt, se trata muc*o más de un
rec*a$o no"consciente +denegado, imposibilitado... a apropiarse del afecto, de la emoción, del
sentimiento y de las representaciones que les acompa=an.

 En el ejemplo banal del paciente que expresa a su terapeuta algo como:
“Usted me hace pensar en mi madre”, no es en la irrupción de la madre plenamente
consciente donde reside la pro!ección, sino en la atribución al terapeuta de aquello
que en realidad le pertenece a "l: el “Usted me hace pensar###” que sustitu!e al “$o
 pienso###”#
 %sadore &rom, miembro del grupo fundador de la 'erapia (estalt, estaba
extremadamente atento al manejo del lenguaje en su cliente, espec)ficamente para
hacerle notar los indicios de pro!ecciones de la experiencia: no es cuestión, por
ejemplo, de dejar al paciente subra!ar sus frases con peque*os giros rituali+ados del
tipo: “$a sabe###”, “i quieres##”, sin marcarlas con un “-.o, no lo s"/”, “01u" cree
que querr)a2” u otras interpelaciones a posibles pro!ecciones # 3ichael 4# 3ill er 56
recuerda una an"cdota acaecida en el transcurso de un grupo de formación ! !o mismo
he sido testigo de m7ltiples intervenciones similares de %sadore &rom: “01u" prefer)s
que os digan: 8'e quiero9 o 8'e quiero de verdad9 2 a segunda proposición debe
incitaros a estar un poco en guardia, pues el que habla puede estar pro!ectando que no
 será cre)do, lo cual hace pensar que hasta "l mismo duda”

-or la proyección, el sujeto se construye una pantalla al mirar el campo. !os afectos no
apropiados se imputan al otro, las características del entorno no son percibidas puesto que el
entorno está restringido a imágenes virtuales cuyo fabricante es el mismo sujeto.
!a paranoia y sus derivaciones *acia formas sensitivas o interpretativas constituyen
claramente un modo de contacto que *ace referencia de manera privilegiada a la proyección
 persecutoria, pero otros estilos psicopatológicos tambi(n utili$an abiertamente la proyección.
1D
 -H/, , 1,D
1C
 -H/,, 1A, D
1?
 P.I. Piller0 %M(flexions (l(giaques sur sadore >rom&, /estalt nX@, nvierno @A. Hay versión espa=ola,
;ocumentos del Jentro de erapia y -sicología.
DOCUMENTO 4 10

oda forma de negación va acompa=ada de proyección, por ejemplo la negación de la


diferencia sexual en las perversionesY las posturas generali$adoras +sexismo, racismo,
*omofobia, fascismos..., las certe$as rígidas, la constitución del objeto fóbico, la contribución
a la elaboración de rituales compulsivos y formaciones reactivas, la culpabilidad neurótica, las
supersticiones y creencias, mitologías y mitomanías, los celos, los delirios... ambi(n se podría
aventurar la *ipótesis de que el proceso de la conversión *ist(rica se parecería muc*o más a la
 proyección que a la retroflexión, aunque el sujeto se tome a sí mismo como %entorno& para
expulsar sus afectos.

iempre me 'a impresionado la postura de -at'erine: todav+a


no tiene 6 a8os y está encorvada, la cabeza 'undida entre los
 'ombros. ras alg/n tiempo de terapia pued e e! presar un
sentimiento de amenaza cuando se trata de arriesgarse en una
interacción directa conmigo: la postura se cierra, la cabeza se 'unde
un poco más y la espalda amplifica su curvatura. a seguridad
progresiva encontrada en la terapia le permite abordar las violencias
f+sicas sufridas en su familia cuando pretend+a decir algo de ella.
oma conciencia poco a poco de que el miedo que se 'ab+a
instaurado en la relación con su padre se 'a gen eralizado y
cronificado en su relación con los demás. #$-omo si el mundo entero
fuera mi padre..., y tuviera qu e protegerm e de él(), dirá un d+a.
"onerse a traba&ar con este mapa del mundo, inclu+do en la
elucidación de la transferencia constru+da sobre esta proyección,
 tendrá como consecu encia el enderez amiento f+sico 2...$y no sólo
f+sico(3 progresivo de -at'erine, 'asta tal punto que al final de la
 terapia, su postura corporal será radicalm ente diferente, por
supuesto sin 'aber recurrido a ning/n tipo de manipulaciones
corporales ni posturales.

0tienne y op'ie están en terapia de pare&a 'ace algunas


sesiones. 0l diálogo se reanuda y op'ie, que manten+a una gran
distancia con 0tienne 'asta el punto de plantearse abandonarle
2después de veinte a8os de vida en com/n3, vuelve a intimar un
poco con él. -onmovido por este acercamiento, 0tienne le conf+a
algo que siempre 'ab+a tenido en secreto, a saber, que siendo ni8o
 'ab+a sufrido abu sos se!uales por parte de su padre. ?o 'a lugar
comentar qué &uegos de poder y de control utiliza al 'acer esta
revelación, puesto que la consecuencia inmediata es que, 'umillada,
op'ie se pone a reconstruir, a partir de este 'ec'o, su 'istoria
conyugal pasada con muc'a violencia: #$e casaste con una
enfermera( $1e elegiste sólo para que te sacara de tu familia( $@amás
 'as tenido confianza en m+( 0tc.) 0l contacto se 'a interrumpido
momentáneamente
.
Ir acia +s rer%*&exi!n
R partir del momento en que el entorno *a podido ser percibido y construído, la
excitación se podrá comprometer plenamente con la situación0 ir *acia y contactar plenamente.
!as identificaciones y alienaciones restringen progresivamente el campo de las posibilidades,
DOCUMENTO 4 11

 pero este ir *acia puede despertar ansiedad o angustia y esta función %inicialmente orientada
*acia el mundo por el individuo, modifica su dirección y vuelve *acia su creador& 1@.
#l ir *acia, en latín ad gressere, corresponde a la concepción gestáltica de la
agresividad0 %-oder ben(fico de expresión personal y de creación del que dispone el ser
*umano para *acer algo o *acer que se produ$ca algo, para estar dispuesto a reubicar su
 persona en el mundo tanto como a recibir de (ste& B. #sta concepción de la agresividad se
distingue pues de %el ejercicio *ostil del poder combativo contra los otros, concepto que se
tiene generalmente *oy en día sobre la agresión& 1.
!a retroflexión es, en este estadio, la modalidad del contacto que permite evitar la
ansiedad de la agresión. !a acción revierte entonces sobre %los 3nicos objetos disponibles e
inofensivos0 la personalidad y el cuerpo propios& . #n el enfoque *abitual, la retroflexión
 permite retrasar el compromiso, permitiendo el reajuste de la emoción, la corrección de los
fondos y por tanto la reconsideración de la emoción. #s lo que se llama el control de sí mismo,
ligado a la intervención de la voluntad. 'nas veces los miedos pueden engendrar esta
retroflexión, otras tambi(n estos miedos resultan ser ellos mismos proyecciones. -uede
revelarse pertinente para el sujeto retrasar o no emprender la acción agresiva, teniendo en
cuenta el contexto y el ajuste que (ste requiere. 'na retroflexión podrá entonces ser
considerada, a título exacto, como ajuste creador.
-ensar +re"flexionar es una forma de retroflexión, es *ablarse a sí mismo. #s uno mismo
el interlocutor apropiado6 %Pe pregunto...& se suele decir. #s acaso uno mismo la persona
apropiada a quien dirigir esta pregunta6 -ensar para preparar el ponerse en relación no
equivale a pensar en ve$ de actuar.

Flexiones
Jomo para los fenómenos que *emos citado más arriba, la retroflexión puede intervenir
como modalidad de interrupción de la /estalt en curso, con o sin intervención de la función
ego, con o sin consciencia inmediata, y esto es lo que constituirá la diferencia. Juando la
agresión, en el sentido en que la citábamos más arriba, no *a podido ser manifestada, puede
convertirse en *ostilidad o ser dirigida sobre uno mismo. #l miedo a destruir *a despertado la
angustia, y la destrucción va a volverse entonces sobre los 3nicos objetos disponibles0 el
cuerpo y la personalidad propios. #sta retroflexión se manifestará a lo largo de las conductas
de autoagresión, desde la automutilación *asta la masturbación, desde las obsesiones *asta las
enfermedades calificadas como psicosomáticas, desde el suicidio *asta ciertas formas de
masoquismo, desde la compulsión al fracaso *asta los remordimientos, desde la resignación
*asta la autoconquista.
Ga en su primer libro, -erls subraya bien la diferencia entre la represión y la
retroflexión. #n (sta 3ltima %se pierde muy poco material +y sólo se tra ta de reorientación,
 puesto que los conflictos que *an provocado la retroflexión están cerca de la superficie&:.
He esbo$ado en otra parte< algunas pistas mostrando cómo el destinatario
supuestamente abstraído del contacto generalmente no estaba totalmente excluido y cómo la
retroflexión podía alcan$arle por efecto indirecto. !a tentativa de suicidio de alguien, por
ejemplo, afectará fácilmente al entorno que no podía ser agredido directamente.

%urante una sesión d e psicoterapia de grupo surge un traba&o


con %aniel. 0stamos los dos sentados en el suelo, cara a cara.

1@
 >.S.-erls +1@A, #go, Hunger and Rgression, Iintage 4ooUs, 2.G., 1@D@ +Z parte, cap. :. Hay versión
espa=ola, %Go, *ambre y agresión&, #d. >.;.J.#., P(jico, 1@CA
B
 P.I. Piller0 op.cit.
1
 ibid

 -H/, , 1A, C
:
 -erls, #go, Hunger and Rgression, , ?
<
 Ier %!Qinsu port( dans la relation&.
DOCUMENTO 4 12

4borda diferentes cosas que, progresivamente, se re/nen en una


figura que construye en la relación conmigo. e anuncian
sentimientos ambivalentes, 'ec'os de demanda de reconocimiento y
de afecto por una parte, y de resentimiento y miedo por otra. 0n un
momento dado de nuestra interacción, en el momento en que se
dispone a dirigirme lo que acaba de actualizar, se instaura un
silencio. ?oto una sutil modificación de su respiración: antes de
e!pirar, un breve instante de bloqueo, de apnea obstru+da por un
pequ e8o ruido que introduzco en su campo de consciencia. 4
propósito de esta respiración se abre una especie de paréntesis en la
construcción de la Gestalt en curso, 'asta el punto d e proponerle
una e!p erimentación. e propongo una e!p eriencia, en silencio, de
#dar y recibir). %irigir su e!piración 'acia m+, enviármela mientras yo
inspiro, acoger la e!piración que yo le env+e cuando él esté en fase
de inspiración. Iespiraciones alternas. ras alguno s #intercambios ),
e!plota en sollozos, invadido de emociones, invadido de recuerdos,
invadido de imágenes. Iecupera recuerdos muy escondidos: cuando
 ten+a F; J a8os, su madre se volvió a casar y su padrastro le
aterrorizaba. 0l mensa&e que recib+a permanente men te, tanto verbal
como no verbalmente, lo pone en palabras de la manera siguiente:
#odo lo que sale de tu boca es malo, es veneno, es tó!ico. 0n t+ no
 'ay más qu e mierda y venen o). 0n el marco de un enfoque unitario
como la terapia Gestalt, no puede e!tra8arme que su respiración
e!prese la misma dinámica: antes de e!pirar 2e!;presar, e!;
pulsar...3, bloqu ea, retiene por miedo a las represalias o a la
 'umillación.

%esde 'ace alg/n tiempo, 1onique pasa la mayor parte de las


sesiones con la mano sobre los o&os. raba&amos este gesto de
diversas maneras, pero el tema que se 'abla a partir de aqu+
permanece centrado en la visión: =qué es lo que no quiere #ver), no
quiere ver que es mirada, etc.> 4unque se puedan traba&ar varias
cosas a partir de aqu+, el gesto se mantiene, lo que me indica que
a/n lo necesita y que todo lo que 'ayamos podido evocar a partir de
este gesto no 'a tenido auténtico sentido para ella. <n d+a, después
de 7 ó K sesiones as+, me aparece una evidencia: #=-ómo tienes los
o&os deb a&o de la mano>) #0stán cerrados). $-laro( $i no puedo ver,
 basta con cerrar los o&os( #9ma gin em os qué podr+as 'acer con la
mano si no te la pusieras delante de los o&os) e quita la mano de
delante de los o&os 2que mantiene cerrados3 y me contesta: #$?o
veo() 2sic3, acariciándose tiernamente el brazo con la mano
disponible de a'ora en adelante. %emanda retrofle!ionada.
4 partir de aqu+ se abrió una nueva fase de la terapia, a lo
 largo de la cual se podrán empe zar a traba&ar dem an da,
 transferencia y relación, en directo.

A#and%narse +s e)%is(%
ntroducido por /oodman en la erapia /estalt, el concepto de egotismo no *a tenido
fortuna entre los terapeutas gestálticos. )lvidado en la mayoría de los textos teóricos y
DOCUMENTO 4 13

clínicos, a veces solamente esbo$ado, sólo *a tenido derec*o, que yo sepa, a dos estudios, uno
de M. 4urn*amA, el otro de ;. ;avidoveD.
#n /oodman este concepto puede parecer un poco paradójico, ya que lo evoca al
abordar las p(rdidas de la función"ego, mientras que, como bien indica la misma palabra,
designa %exceso& de ego. #xceso o p(rdida6
-ara alcan$ar el contacto final, la espontaneidad debe poder suceder al carácter
deliberado +deliberateness que suele prevalecer en la fase de toma de contactoY perder el
control, abandonarse, tener el valor de terminar la acción emprendida, abrir las fronteras al
encuentro del objeto contactado, permitir al Go"3 volverse momentáneamente un 2osotros.
#l problema de este control, que convierte la frontera en algo impermeable y cerrado a un
verdadero contacto pleno, es que (l mismo no es controlado. #xceso de ego comprometido en
esta fase del self, ciertamente, pero sin que el ego est( en condiciones de elegir abandonar su
control. #l control está fuera de control. #xceso G p(rdida de la función ego.
Rsimilo a propósito el egotismo a una forma concreta de retroflexión, en la medida en
que aqu(l responde plenamente a una de las definiciones de retroflexión dadas por -erls y
/oodman cuando dicen0 %odo acto de autocontrol deliberado a raí$ de un compromiso difícil
es una retroflexión&C.
Juando el sujeto encuentra una ansiedad de amplitud ra$onable en ese momento de su
experiencia, el egotismo se limita a un enlentecimiento %para asegurarse de que las
 posibilidades del fondo están verdaderamente agotadas " de que no *ay peligro o sorpresa"
antes de emprender algo&?. Se manifiesta como falta de seguridad, escepticismo, lentitud.

Flexiones
-ero en ciertas situaciones, la cercanía del contacto final es tan ansiógena que se utili$a
el egotismo como 3ltimo freno para evitarlo. !o encontraremos más fácilmente al final de la
terapia cuando %la introspección& se *aya convertido en una especie de segunda naturale$a en
el cliente. Se *ará muy manifiesto y de gran amplitud en los individuos con perturbaciones
narcisistas de su experiencia. Rnsiosos frente al abandonarse, ansiosos ante la p(rdida de
control, ansiosos ante la apertura al otro, ansiosos ante un posible engullimiento en el 2osotros
del encuentro, o ansiosos ante un posible abandono ulterior, se aíslan del entorno y reducen
(ste a conocimientos aptos para ampliar su control y su poder.

Iobert utiliza cada vez más e!presiones como: #lanzarse,


 tomar una decisión, atre verse, arriesgars e, saltar al vac+o) para
 'abl ar de él. ?o siem pre es fácil saber si 'abla de lo qu e vive o de lo
que querr+a vivir. 4 lo largo d e una sesión donde vuelven a su boca
 las mismas e!presione s en el preciso momen to en que la ge st alt en
curso podr+a alcanzar el contacto final, bloqu ea todo y no 'ay más
que palabras, balabras #acerca de), como 'abr+a dic'o "erls. e
invito a que e!perimente poniendo a actuar las e!presiones
metafóricas que utiliza. 0n mi despac'o tengo un taburete de quince
cent+metros d e alto. e propongo subirse al borde y, cuando sienta
que es el momento, saltar al suelo. Iobert es deportista y sabe 'acer
el salto mortal, pero desde lo alto de estos quince cent+metros,
 bloquea todo, le da vérti go, no pued e saltar, $es pantado, declara, por
el abandonarse que ello implicar+a mientras dura su #ca+da)(

A
 4urn*am, F.Mandolf +1@?0 #gotism in /estalt *erapy0 *e next boundary, Ioices 1? +
D
 ;ouglas ;avidove+1@@B0 )n #gotism and #t*ics in /estalt *erapy +umpublis*ed. trad. nstitut de /estalt"
t*(rapie, 4ordeaux. Hay versión espa=ola, ;ocumentos del Jentro de erapia y -sicología.
C
 -H/, , 1A, C
?
 -H/, , 1A, ?
DOCUMENTO 4 14

9sadore Lrom insist+a en la ansiedad que podr+a ser movilizada


por una forma cualquiera del #nosotros), incluyendo el simple nivel
del lengua&e, en las personalidades que presentan perturbaciones
serias de su e! periencia narcisista. "'ilippe no sólo no pod+a 'acer
uso del #?osotros) cuando me 'ablaba de su pare&a, no sólo no pod+a
decir #19 mu&er) o #19 esposa) para nombrarla, sino qu e llegaba a
utilizar sistemáticamente per+frasis como: #la mu&er con la qu e vivo
en este momento), #Bernardette, que es la mu&er con la que me casé
 'ac e diez a8os) ...

uce, en todas sus relaciones, incluso conmigo, s e retira


manifiestamente antes del contacto final: en la sesión es el momento
en que todo se nubla, en que se pone a pensar en otra cosa, etc. 0n
sus relaciones amorosas, m/ltiples y sin futuro, en los mome ntos de
encuentro se!ual, sue8a despierta con todos los 'ombres que le
gustar+a conquistar.

;onclusión
La $sic%era$ia como situación de urgencia
Rnte una situación nueva de desequilibrio, de peligro, de amena$a, de supervivencia,
circunstancia que los autores del %enfoque unitario& designan bajo el t(rmino gen(rico de
%situación de urgencia& +emergency, el organismo elabora una repuesta global y adaptada0
global, porque pone en juego las percepciones, las propriocepciones, las r epresentaciones y el
 pensamiento, la actividad motora, etc.Y adaptada porque la posibilidad en la frontera"contacto
que se actuali$a así permite la gestión del acontecimiento de manera espontánea y creativa.
!as capacidades de orientación y de manipulación en el campo se despliegan al máximo y
resisten a la desorgani$ación del campo.
-ero como resultado de las repeticiones y del fracaso en restablecer el equilibrio, o del
%refugio en la represión o la alucinación&@, se va a producir una cronificación en baja
intensidad del desequilibrio y de la /estalt adaptativa. !a tensión será entonces doble0 peligro
G frustración, que se potencian mutuamente *asta la neurosis. #s lo que -erls y /oodman
llaman %situación de urgencia crónica de baja intensidad&, propuesta como una de las
definiciones de la neurosis.
#n esta situación, la frontera"contacto tiende a simplificar el campo gracias a la puesta
en juego de dos funciones de urgencia0 la represión :B deliberada y la *iperactividad no
deliberada. %#n una reacción diferente de la que se produce en la situación de urgencia aguda,
se retira la atención de las demandas proprioceptivas y disminuye la sensación del cuerpo"en"
tanto"que"parte" del"self. G esto es así porque las excitaciones proprioceptivas son las
amena$as más controlables de los dos desórdenes que se ag<ravan recíprocamente. +... !a
 propriocepción se pone en cuarentena +.... G si el proceso se prolonga, el estado de alerta
deliberada ante el peligro se convierte más en un estado de preparación muscular que de
aceptación sensorial +.... Se está crónicamente preparado para *uir, pero sin *uir jamás
realmente, ni aflojar la tensión muscular. +... #s el cuadro típico de la neurosisY

@
 -H/, , :, @
:B
 #l t(rmino utili$ado por los autores es %blotting#out &, es decir %borradura&
DOCUMENTO 4 15

 subconsciencia de la propriocepción ! de la percepción, e hiperton)a de la actividad


deliberada ! muscular &:1.
#sta perturbación corresponde igualmente a lo que, en otro lugar, los autores llaman
una perturbación de %la orientación& +percepción y propiocepción, y que conlleva una
 perturbación de la %manipulación& +actividad psicomotora.
%Si el estado neurótico es la respuesta a una situación de urgencia crónica de intensidad
d(bil que no existe, caracteri$ada por un tono muscular medio, vigilancia imprecisa y fija, en
ve$ de relajación o tonicidad elevada y vigilancia flexible y aguda, entonces la meta terap(utica
consiste en concentrarse en una situación de urgencia existente, de fuerte intensidad, a la que el
 paciente pueda *acer frente y así desarrollarse&:.
#s en la utili$ación de la situación de urgencia actual, por ejemplo en la creación in situ
de una situación de urgencia experimental de alta intensidad, donde adquiere sentido
 plenamente el concepto de experimentación, n3cleo del m(todo gestáltico. 2o susceptible de
ser reducida a un ejercicio comportamental, la experimentación gestáltica, inteligentemente
 propuesta, es la metonimia de la experiencia del sujeto, tal y como la situación de urgencia
experimental de alta intensidad estará metonímicamente articulada con la situación de urgencia
crónica de baja intensidad0 identidad en la estructura, identidad en la /estalt, identidad en la
función. %-ero el problema es que el paciente viva su comportamiento en su verdadera función
de urgencia y que al mismo tiempo se sienta seguro porque puede *acer frente a la situación& ::.
!a erapia /estalt, por la misma ra$ón que los otros enfoques psicoterap(uticos, no
sabría disociar su instrumento diagnóstico de su instrumento de intervención, igual que el
diagnóstico mismo tampoco es disociable de la relación terap(utica específica y del campo en
general.

#ste artículo *a sido traducido en el Jentro de erapia y -sicología de Padrid por Rlicia
!ópe$ 4ermejo en 1@@D, del original %Rnxi(t( et construction des /estalts& extraído de %!e
contact,pli et d(pli du self&. G corregido por el nuevo original del autor en 1@@C.

:1
 ibid
:
 -H/, , :, @
::
 -H/, , <, 1

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