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Antoni Puig Luca

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DEL DIFUNTO COROAEL

DOIV MTONIO PUIG Y U C A


viirea iuosr*ra cznnnai. Q U E sue os s. m., 'rEnisw.ri os nnr í*ciu-

OA»ZL* oe isr* PLnznuoLTi.rmears .aasioanire os ia roiurn oa SE-


D B Z A ACADBIIIA DE
NOllES OEiBP W I L I T A R n S OB C U A I T B L > ~ O C ~ O

BUENAS L B r I I I LTC.

POR E L SOCIO

IMPRESO CON PERMISO DE L A ACbOEhll'Li

BARCELONA :
IMPRENTA DE JOSÉ T A E L ~ , CALLE Dn LA T A P I R ~ ? U ~ A .
eBaz-
28k9.
. .
H n c s dos &os que ¡a Academia está pagando un copioso
trihuto'd6 lágrimas por la muerte de tantos socios ilustres á
quienes ha visto desaparecer uno á uno, como se despren-
den las flores de una corona que han brillado lozanas hasta
su último dia. Si hay .consuelo poiiblt. en tan sentidas des-
gracias cuyo peso han de comprender bien los que fueron
nuestros compañeros reunidos ahora cn torno del Altísimo,
¡o hallar6mos Seüorcs en esa juventud distinguida llena de
fuego y rica de mbcrque en su primavera arrogante ha
venido á reemplazarlas hojas caidas y arrancadas por cl bu-
racan , ocupando dignamente las sillas de tan esclarecidos
varones.
(41 o
Honrado yo en el duelo de hoy para haaer el elógio de
i o y Lucd , por
nuestro apreciable io.mpaiiero ~ . . ~ n t ' m tPuig
las Cntimas relaciones de amistad y trolo qua mediaban entre
ambos, he aceptado esta confianza que me proporciona la
omsion de publicarla vida de un hombre eminente á quien
han estimado cuantos luvieron la suerte de conocerle bien.
La Acadcmia habrá de dispensarme si en mi tarea, aunque
siempre con la verdad en los labios, atiendo nias al lenguage
quc inspira la aicccion que al alifio y esmero de una bio-
grafia solecla de que tan merecedora sería la ilustracion de
csie cuerpo respetable , siendo de otra parte un deber mio
hacerlo así, toda rez que al distinguirme se ha tenido en
cuenta lazos estrechadosdesde tantos a ñ o s Para elogiar á
una persona no son cn verdad necesarias las noticias de s u
nacimiento y de su juventud, pero yo no puedo omitir estas
particularidades porque en esa edad de las impresiones y
entre las caricias de una madre que sc gozaba en el porve-
iiir de su hijo, hubo de resolverse el destino del socio
que lloramos. D. Antonio Puíg nació en esta ciudad en Enero
de 1779. Su padre corrcdor real de cambios no pudo por s o
profesion personal cuidar de la educaeion de s u hijo y se en-
cargó de ella su madrc muger de alma elevada que eono-
cia el mundo y tenía comprension y otros dotes poco comu-
nes. Esta señora sin que necesitasc como las esparíanas man-
dar en su marido para formar de su hijo u n hombre, llen6
~ o r ' s isola e s h misiondificil , porque sabia con el prover-
bio que educando con cuidado d nuestros hijos, contribuimos
mucho d nuestra propia felicidad. Su primer paso Iub elegir
u n eclesiástico discreto, de saber y de virtudes, confiindole
en la misma casa paterna'ln instruccion del; jóven , cuyo ta-
lento y aplicacion hubieron d e cautivará su digno maestro el
doctor Pablo Galceran catedrático en el colegio episcopal.
Estudi6 Puig en aquel seminario latinidad, ret6ricx. y 'filoso-
fía, habiendo tenido á s u cargo el elúgio Qpico de santo To-
más en Monte Casino que dijo en el púlpito del templo do
Relen en Mayo de 1793. Habiendo salido de las aulas com-
pletamente instruido en la lengua do la oracion y de la Igle-
(b)
sia y en la ciencia de la naturaleza, agregó á estos cstudios
e l dibujo, las matemáticas ,'la historia, geografía y los idio-
mas franc6s 6 inglbs. Se comprondcrá fácilmente que en los
desvelos de un sacerdote ilnstrüdo y dc una madre cristiaiia,
el conocimiento y práctica dc la religiou del Redentor scrian
la base de la doctrina de ambos directores: así' es que escul-
pidas habilmente en el alma del hijo y del discipulo las vcr-
dndes eternas del Evangelio, fuó un hombre:dc conciencici g
de fO y que en la cscuela de la moral y de la Ley divina
que couocia bien, habia aprendido, segun iseguraba varias
veces á scr superior á los iiiforlunios y perdonar las in-
gratitudes6 injusticias. Puig fu6 virtuoso en todos los actos
d e su vida y en eso comprendió bien á Pascal en su pcnsa-
rniouto.de que 1a.airtud del hombre no debe graduarse por los
esfuerzos. Hizo tomo el mancebode la paráhola que segun
tomó su camino, aun cuantlo envejeció, no se aparld dc dl.
Los cstudios preliminaros no habian determinado aun el áni-
mo del jóven que solo pensaba en adquirir ideas al impulso
de su natural curiosidad y talento, sin fijar todavía la esfera .
de aplicacion y sin irazar'la 6rbita que s i g e n i o debia re-
c o r r e r , cuando la muerte de su 'padre y el matrimonio de
su madre con D. Andrés Perez de Herrasti biigadier en la
guardia real española le introdujeron en un circulo donde
recibió impresiones. do heroismo que enardecieron su cora-
zon y dispusieron de su suerte. La casa'de Pui'g en esta ciu-
dad fu6 el punto de reunion de los generales, gefes y per-
sonas de la primera gerarquia militar. E n esta sociedad la
mas escogida de aquella época se recordaban' las acciones
gloriosas, los hcchos y desastres de que acababa de ser tes-
tigo nucslro Pirineo orientil en la guerra c'on la Francia,
y enagcnado' el jóven con emociones t a n seductoras en que
l a caballerosidad y el lucimiento tuvieron ~ n a ' ~ a r muy
t c in-
fluente, bebió en aquel manantial de scntimientosclc~ados
en la precisa ocaoion dc tener que elcgir carrcrn. E l trato
dulce y razonado del scñor de Hcrrasti hubo de dirigir cl
pensamiento del antcnado y acrecer cl ardor que sc hacia ya
conocer en su pecho. S i os parece dijo Bayardo á su
(61
empapado como estoy ,de las co>aversoÓionesfw110s ha6eCsrex
petidpcadadia sobre las 'hazifkw de la nobleza antiguo, segui-
ré la carrera mildar. Lo mismo dijo. P u i g y catusiasmado
tomó los cordones en un regimicnto de caballería, lanzán-.
dose a l torbellino de un mundo que n o conocia, sin mas.
guia que un fondo purisi&o do religioo, el recuerdo'de sus
padres y las oraciones de su maestro , para caminar siempre-
por la senda del bien y del honor. Se complacia con el. Co-
riolano de Plutarco en que pagarla una deuda, filial coi1 afa-.
narse por adquirir gloria: Aquí os pido. in&ulgenci'a Sesores
porquc tendrk quo baccr narraciones que aun atenuadas y
omitidos lo8 episodios sangrientos, se avicnen mal con las
pacificas tareas de una cor~oraciouliteraria : la vida de un
militar es siempre estrepitosa y en: sus bismos elógios se.
suelen ver por desgracia lástimas y -miserias, Iágrimasy
horrbrds.cn que esti envuelta la pobre humanidad. La Ba-
cion so empeñben aquella tristísima guerra llamada d e la.
independencia, guerra de glorias y desastres, e n que ,todos
'

nos ecsaltamos , todos cumplimos como buenos y todos nos


engañamos. 'La Europa subyugada y la que temia-serlo vi-,
nieron á pagar una contribucion de sangro, que corrib 5
torrentes con' la sangre española y la Europa vengada por.
nosolros 'olvidó luego un scrVicio tan colosal. Puig era ya
teniente y heri&o.'como todos los. españoles en el orgullo na-
cional . y en e l ultraje hecho á su Rey 'se fnfb de Madri&
luego ae 'ocupada por los franceses. Habia .estudiado ya- las
grandes conquistas y espedicion'es militares antiguas y moder-
nas ,' sabia bien la teoría de la guerra y couocia los regla-.
men:os orgánicos de los ejercitos de Europa. Con tanfa?*
rables diaposicioues fu6 destinado al cuerpo cienti6co de la
enerra y en Noviembre dc 1812 pasó al E. M. de Calaluña ,
6 .donde le trajo un navio ingl6s. Desembarcado en Yiiianue-.
va se vi6 repentinamente en los brazos &e su qnerido maestro,
que babia emigrado de Barcelona. Puig bcndijo este encueu-
tro pue,le presagiabu lo dicha al volver á pisar su país. P r e
sentadoen el Cuartel general di6 luego muestras de su capa-
cidad y espcdicion y hasta. l,os oficiales jóvcn,es creimos que
.. eq
(7.1
aquella cabeza habia mas que ordenanza y e d n o c i o n mili-
tar. Poco tard6 mi amigo en satisfacer las esperanzas y con-.
wpln del ejército, coniribuiendo. poderosamente á la bri-.
Ila'ntez >y.elevacion del E. M. , que reconocieron losmismos
g6nera!cs.fra~ceses, no dccdeñándose de confesar. que pna'ia
wmpetir~conel m a s bien organizadodc los cuerpos del .Im.
perio; A poco de firmada l a paz fu6 nombrado segundo ayu-
dante general del. cj6rcito de la derecha, que se,formó con
motivo del desembarco de Napoleon procedente de la isla de
Elba. Vino. el (grando acontecimiento del afio de 1820, que
la historia sensata n o se alreve aun d. cali6cAr. Puig era sar-
grnto mayor de la ciudadela 'de. esta plaza cuando juró con
todas' las clases la Coiistitucion d e órdcn de S. M. En. Junio
de 1822 fuó nombrado tcnienlede.Rey de la misma fortale-
za.y i. las vivas instancias de las personas notables deBar-
celona;y delas autoridades q u e l e consideraban como una ga-
rantia del órdeu publico, hubo de 'resignarse á admitir. el
mando del cuarto batallon de milicia que tomó el nombre
del Espolin , p o r frmurse asá azc e&andonte en los eruditos y
amenos articulas .con que. promovib los adelantos y verdader
progreso de esia capital en una Llpoca en que parecian.de1 todo
olvidados. Son cspresiones literales de un libro histbrieo de
los sucesos do 1840 impreso en esta ciudad. Mas, como .la
politica . y : la. revolucion .hacen de la gloria de ayer un cri-
men, Puig fuk deportado á Mallorca en el mes de Setiem-
bro con varios generales y otras personas respetables. Vivia
tranquilo en uu pueblo del centro de la isla, cuya conquista
estaba escribikudo cuando le nombró el Rey primer ayudau-
te general de E. 81. con destino al 2." ejercito de operacio -
nos y de este pasó á un cuerpo de reserva. E n la deliciosa
Granada, en la ciudad de los placeres, de los encantos y de
los recuerdos her6icos debía empezar para Puig una cadena
d e acontecimientos que habian de poner á prueba su lealtad.
.su pundonor y,6rmeza de cac'áctcr llevados al estremo. En 26
d o Julio de 1823 salió de. Granada el General en gefe y Puig
hubo de dejar rcpeutinauiente el ,Genil., sin. tener tiempo de
postrarse ante el 'sepulcro venerando de los Reyes calblicos
(8)
cuyas glorias y grandeza recordaba siempre con entusiasma.
Aquel ejercito presentó desde luego el Lristc cuadro de.la
desolacion, porque estaba escrito quc debia sucumbir tam-
bien bajo las terribles .palabras del Evangelio: Todo reeno
dividido sera desolado. Espanta aun la memoria de aquella
nueva Babel instrumento d e la fulmiuacion del Cielo en la
tremenda crisis de la guerra civil. P u i g ~ s e m a n t u v osiem-
pre sereno, ardiente y fiel y tanto pudo su reputacion entre
aquellos cuerpos valientes y desgraciados, que considerán-
dolo como el númen tutelar quc les habia d e . conducir á
salvacion, se trató' de ponerlo al frente de las tropas, d e s
tino quc reusó con la firmeza inalterable de .un bbroe , si-
guiendo en el E. M. hasta que fuB hecho prisionero por los
franceses. T'uelto á Granada , el General enemigo le d i 6 li-
bertad por la ciudad y arrabales, teniendole muchísimas con.
sideraciones de que se aprovechó Puig para socorrer hasta
con su propio dinero A los .demás oficiales prisioneros. La
oficialidad francesa reconoció luego en el un gefe ilistingui-
do; y denunciado. de ser el.cofone1 que e n la junta de ge-
nerales del 6 de Agosto habia sido el primero qüe no quiso
convenir con el -ej&rcito francés, celebró su bizarría e n
aquel trance y apreciando la dignidad y orgullo español que
inostrabaeu su infortunio, le dispensb todaclase de obsequios.
Sin duda recordarian aquellos invasores quc en la. guerra pa-
sada se acreditára Puig de inuy humano y aun generoso con
los franceses vencidos. Hubiera sido leido con gusto e l Diario
de los sucesos del tercer ejercito dc reserva en aquella selva
enmarañada 'de tribulaciones, que su autor nuestro modcste
consocio no publicar, aun en aquellos dias en quc
pudoreportarle un bien. A principios'de 1824 se restituió
.á esta ciudad y á poco rccibió la real brdcn para ser re-
puesto en la sargentía mayor de la ciudadela luego de veri-
ficada s u purificacion. Imporificado' por la ceguedad de una
nueva intolerancia, le purific6 despues el Rey. Sin embar-
g o , se queria que pasasepor desafecto al Rey y autoridades
vehementes lo confinaron seguidamente á no pueblo del Pa-
nad8s. Los dominadoresdc 1 8 2 2 le habiao creido adicto s!
'19)
-Bey y '$oreso le deportaron: desvario irascible que solamente
bodia prevalecer entre las oleadas, las miserias y .delirios de
nuestros tiempos. Todos se habian equivocado: Puig era esen-
hiilmente monárquico. Caminaba con o1 siglo ; pero sin de-
jarse dominar de la irritacion y fanatismo de los partidos,
buscaba firvorusamente iqueilas vias razonabies y bien em-
prendidas, que aunque lentas algunas veces, garantizan el
t6rmino feliz de los pensamientos y de los proyectos. Estaba
por las instituciones~enlazadascon el Tpono y era amigo de
la libertad, pero de una libertad prudente, mesurada y bien
kntendida por la cual s e afana tantas años 'hace una gran
parte del mundo civilizado, haciendo casi temer. que sea el
puro idealismo del siglo. En 1834 obtuvo nuevamontc la te-
oencia de Rey dc la ciudadela\ de la que fu6 luego Goberna-
'dor interino., desempeiiando á un tiempo el cargo de segun-
d o gefe de E. M. del ejkrcilo , habicndo tambien sido direc-
'ior de las escnelaBde instruccion de los cuerpos de esta plaza
t o n arreglo á un decreto de Certes. Con sobrada pena Seño-
res be de remover aquí, aunque tan ligeramente como sepa, .
-
una' de las mas negras páginas de nuestros dias, la noche
del A de Enero de 1836. Puig hubo do devorar grandes
besares que se a.creceniaro a l verse romplicado accidental-
mente en un proceso, bien que la angosta Gobernadora mn-
'fofoymecon el Supremo tribunal de guerra y marina se sir-
vi6 declarar que no le parase perjuicio en su honor, carrera
y sueldos. Mi amigo no habia sido acusado ni aun de aque-
'Ilas personjs mas vivamente conmovidas por aquel infausto
:suceso y su opinion y honor siguieron tan puros como su
conciencia. Despues de esto contino6 en su destino hasta 3840,
en que embrabecidas de nuevo las pasiones fue separado á
.consecuencia de unos informes reservados que algun tiempo
des.pues tuvo Puig en su poder por conducto oficial. Pudo
persegiiir á sus autores, pero no les hizo daño y aun les
perdonh de corazon. Voy á leer uno de esos informes por no
dcsvinrme de mi propósito, sin ánimo empero de ofender al
autor. Dice así : Si bien el sr. Puig y LucQ me merece ihnn
m u y pnrticular atencion por su talento é ideas filan~rúpicasque
2
(10
cun tan feliz écsito ha sabido desplegar en distintap dpocas , sin
embargo por lo.que respecta d opinima ( q u c en mi concepto de-
biera ser respetada) la tiene m u y fatal con respecto d las ten-
dencias progresistas que e n la actualidad forman una linea di-
yisoria entre ellas y las equivocadamente llamadas moderadas.
Siento haber demanifestar d Y. E. que el sr. Puig y Lucd
pertenece al partido de estas hltimas, siendo este el molivo por-
que ,este. caballero merezca un fatal concepto entre los buenos
liberales. Y si bien no puedo seiialar hechos marcados:yue abier-
tamente lo acrediten de relrdgrado, no dudo que habiendo sido
ndeptode la sociedad del anillo , es de temer pertenezca ahora
d la~jovelldnica.En medio de todo quisiera encontrar u n medio
como jusliFcar d mi respetable sr. Puig , pero d p e s w de. mi
tolerancia, s u opinion estd en pugna con mis particulares sen-
limientos. V. E. cm s u superior criterio podrd estimar esta ca-
lificacion , que aunque destituida de datos ,' el dedo publico los
secala y este es un terrdle$uez. Este escritt? es el mejor en-
comio d e nuestro consocio pintado por sus mismos enemigos,
quienes por mas que se esforzárau en afearle , hubicron de
imprimir no obstante en su retrato las bcllczas del original
y las buenascalidades del bombrc y del ciudadano. En 18U
fub nombrado por l a Reina gefe militar dc uno dc los cuar-
teles do esta ciudad habiendo sido.lucgo presidcnte de la Junla
de señores gefes militares de cuartel, conclnsion dc su larga
y distinguida carrera, en la cual subordinó siempre su con-
ducta á los rígidos preceptos del honor y de la virtud. Habia
militado contra los enemigos del Rey y del Est:ido en las
guerras sostenidas dcsdc los últimos años del otro siglo y
halládosc en todas las batallas, sitios y hechos de armas de
los ej8rcitos á que perteneció ; y á mas de las demoslraciones
honorlGeas y de gratitud que obtuvo particularmente por
acciones distinguidas y por su valor y pericia militar, lle-
vaba en su pecho todas las condecoraciones concedidas á los
mismos cj6rcitos. Últimamente obtuvo la placa de S. Hermc-
negildo prémio á la constancia en el servicio y fn6 dccla-
rado benembrito de la patria por haberse negado á transigir
con cl mariscal Molitor. Su larga hoja de servicios está ador-
Ii i
nada con las caliiicaciones mas brillantes de los ge~icralesy
gefes, á cuyas inmediatas órdenes le mantuvicrou veiitajosa-
meute su subordiuacion respetuosa, su inteligencia J bizar-
rla, el tino con que sabia desempeñar las comisiones masde-
delicadas y otro conjunto de prendas superiores de que le
habia dutado el Cielo. Asi que, Puig fu8 idolatrado de todos,
generales g gefes, compañeros y subalternos y señalada-
ruente del erudito general de artilleria D. Antonio Ruiz de
Porras, quien en prueba de cariño l e regaló su retrato dc
medio cuerpo, habiándole hecho igual regalo el general
Perez de Herrasti, cuadros que la Academia Posee en el dia
como última memoria legada por nuestro consocio. Esta es
en resúmeh la vida militar del eoroucl D. Antonio Puig y
Lucá, la cual ofrece otros rasgos no menos interesantes que
he debido de pasar en silencio para dar cabida á una serie
de méritos de muy distinta condicion , pero mas recomenda-
bles si cabe, como contraidos precisamente en bien de la
humanidad, del Estado y do1 país sin dejar la espada, n i
en cicscubierio. un solo
. -
oiomenlo
. . las complicadas obligaciones
de sus empleos.
Napoleon habia sufrido el último rcvds en Water100 y el
sosiego nuevamente conmovido quedaba ya asegurado con
aquel acontecimiento. Disuelto el ejército, Puig vino á esta
ciudad en donde le estaba preparado un campo inmenso con
un horizonte brillante y seductor, en el que le convidaba la
gloria. Desplegó pues'con fervor todo su patriotismo, su
filantropia ,sus sentimientos nobles y elevados , su imagina-
cion fecunda de ideas, su genio emprendedor y esa voluntad
incontrastable con que supo llevar á cabo todos los pensa-
mientos de sn vida y todos los encargos confiados á su ilu'k-
traciou y eficacia. Sus oseritos enérgicos y floridos llenos de
conceptos sorprendentis, nuevos los unos y aun no esplana-
dos los otros eonquistarori en-su favor el afecto de todos los
hbmbres que en l i s siete aiios de una guerra.de invasion so-
lo habiau tenido tienipo de pcnsar en la libertsd de su Rcy
y de su pais y leian con afnn los proyectos y niedios de rce-
lizarlos como una novedad prodigiosa debida al ingenio dc
(@l'
nuestro consocio.Todos los que le tratarori de cerca s a k
bien que la mayor parte de las obras públicas dc cmbelleci-
miento 7 utilidad y de mejoras de las casas de correccion p
beneGcencia que los barceloneses vemea desde. algunos años
y otras muchas que M: hacen esperar a u n , fueron pensadas y
propuestas por e l mismo Puig con esplicaciones acertadas
para la mas perfecla y económica ejecucion , de modo que.
no sabiendo hablar de otra cosa hasta en sus conversacioue~
amistosas y cartas particulares , se puede bien. asegurar que.
esos eran los únicos elementos de su ecsistencia ,de su bieip
estar y alegría; sus únicas ilusiones. Conocido. ya por el
hombre Glantrópico, intrgro y eotendido, fu4 nombrado su-.
cesivamentc vocal contador de la Junta del cementerio rural;,
individuo de la Junta consultiva para la empresa y mejoras
del teatro; de. la Comision que babia de establecer la Sociedad,
económica de amigos do1 pais ; socio de esta Academia ; de,
la Comision encargada de formar el proyecto para desviar.
del puerto las aguas de laacequia condal y de la ciudadela-
y SUS fosos; de la Junta municipal de. beneGccncia ; de la an-
siliar del paseo de Gracia ; de Ea Comision de propietarios.
urbanos pnra formar. el reglamento de seguros mútuosr de
la encargada de instalar el lnslituto barcelones; de la que.
debia informar mbre el proyecto de regularizacion y her-.
rnoseo de la plaza mercado de san José; de la Junta de en-
sanche de la plaza de palacio y de la encargada d e poner.
en ejecuciou el proyecto;. de 18 dc utilidad y ornato estable-
cida para aliviar á los pobres que habian venido á rcfngiar-
se en esta plaza en 1837 ; de la Cnmision de telhgrafos; de la
encargada de Cormar el proyecto de gobierno interior de. la,
cárcel ; de la Junta protectora de la misma. etc.. En todas.
esas juntas y comisiones ocupó su puesto con dignidad, sin
que se pernlitiese faltar un solo dia j. los actos personales,
n i aun en los últimos meses en que sa salud sensibkementn
decaida hacia temer su próximo Go. Pnig que no ccnocia
diGciilladcs ni sabia parar ante las cosas, obraba siempre,
con esa fuerza de intencion y perseverancia que. son la mas
poderosa garantia del triunfo y era muy frecuente que 'se.
(t3)
encargase de despachar los negocios graves y urgentes que
devolvia luego coucluidos g redactados. Para no abusar Se-
ñores de. vueilra atencioncitar6 unicamente un .caso. El pro-
yecto de gobierno interior de la cárcel que sirvió con e l
presentado por los Seiiores comisionados de la Sociedad eco-
nómica para. formular el reglamonto aprobado por el esmo.
Ayuntamiento fu6 produccion esclusiva de nuestro consocio ,
sin que los dos asociados á este por el Cjefe politico, individuos
tambien de esta Academia pusieran una sola letra , un solo
concepto .en una obra tan importante y de tanta habilidad
wnio nueva. sin una pauta á que acudir. Con todo eso, cuan-
do se le atribuia particularmente el merito de sus tral~ajos.
lo reusaba w n modestia para tributarlo á sus compañeros.
6 á las comisiones mismas. Puig ha dejado. muchos ,escritos
y con ellos .un tesoro de varias materias. En e l libro titula-
do M e h w i a s para ayudar d formar un d k c i m r i o critico de.
los escritores catalanes por el Plmo. si-. D. Feliz T o r r e s
Amat obispo dc Astorga imprcso cn esta ciudad en 1836 se
dice dc nuestro consocio lo siguicntc : L a Baledrica. Poema
d imita& del de la Aratccana de Ercilla. M. S. Cmpusole el
a u t w durnnle s u conFnachn e n Mallorca e n 1823. Son mucl~i-
simas y muy titiles losai-tículos sobre varios ramos de economáa
polática ya e n prosa ya w¿ verso que publicó e n los diarios. de
Barcelona desde 1814 hasta 1823 ,Frmando con el epiteto Es-
polin y muchas weces con la inicial de s u apellido y algunas con
s u n d r e y apel&do entwo. E s suya la fdbuh del perro y .$el
gato del diario de 18 Julio de 1814. La marip0s.a de 21 de J u -
lio de 1816 y otras muchos de buena poesia y escelente m o r e
lidad ;asé como varios artQculos de policda urbana de Barcelo-
n a , como el del diario de i S de Setiembre .de 1816 e n que se
Frm6 el padrino de la fuente fea y los.pise siguieron e n los
dios. inmediatos. En uiro se firma el .;un r u n r6. En la her-
mosa odo al restablecimiento de Anlimia se firma Anlino. Es-
td en el d<oi-io del 13 de Febrero de.1817. Recogidas en uno 6
dos volúmenes las porsias y artZculos que imprimd el sr. PuPg
en los aáos desde I81&d 23., creo que serian leidas con-gus-.
60 por los amantes d e la felicidad d e la patria, único objelo qua
(14)
se propuso el autor. E s m u y digno de leerse el himno mar-
cial puesto en el d k r M de Agosto de 1814 : el articulo mejo-
ras de Barcelona, de 1." de E n e r o de 1817 : Canales del
Ebro del 25 de Octubre de 1819 : Aceras altas, del de 4 de
Enero de 1820: Agua del ll'ospilal de 26 de Setiembre del
mismo a6o. Jornaieros indigentes del de 17 de Agosto de 1821.
Conira mis acusadoras del 25 de Agosto de 3822, que 6 ~ l u d l a
á que todos sus escritor se dirigen d 'escitar el celo de las au-
toridades y d e los particulares al fomento de l a prosperidad
pública. Mas que estas producciones de s u pluma le dieron un
justo derecho 6 la istimacion phblica sus desvelos y singular
acierto e n el arreglo del presidio de Barcelona que convirt<6
en una casa de educacion y de verdadera eorreccion. Jóvenes y
viejos todos trakjaban de manos : muchos ajrendion d leer
escribir y contar. S e veia alli palpablrmenle la converswn de
todos d la buena vida y al a m w al trabajo. F d destruido este
precioso establecimiento despues del año 1823 y parece que se
estd cstableciendo. El sr. Torres pudo cilar otras produccio-
nes que ya debieron de serle conociias antes de imprimir
su libro. Estas son : un Tratado de táctica de cahalleria que
fu8 publicado ; una Memoria militar que mereció el aprecio
de la Regencia del reino ; otra sobre cruceros maritimos y
otra 'sobre establecimientos de bibliótecas militares, por la
cual h le diereou las gracias de órdeu de la augustu,Gober-
nadora J. una Carta razonada sobre la verdadera situacion de
la antigua ciudad de Olérdula en el PauidQs que escribió
cuando estaba confinado en ese pais, probando bien que
aquel sitio f u 8 precisamente la Cartago vetns de Plolomeo
que aigunos pretendian haberlo sido la Cantavieja de Ara-
gou y otros la Villafranca de Cataluña; Carts que unida á
otra del célabre anticuario D. Jaime Pascual cauonigopre-,
mostrateuse copiada por Puig del original que eesistia en la
r e c t o r s de S. Miguel de la misma Olérdula envio á nuestro
estimablepresidente el sr. D. Próspero de Bofarull para que
la custodia&' en el archivo de I;i corona de Aragon que tan
acertadameole dirige. Pasados estos. documentos a la Corte y
oida la Academia de la bisloria, se sirvió resolver el Rey
(18)
qiie D.Antonio Pnig y D. Alberto Pujol otro de nuestros
malogrados consocios procediesen & las escavaciones y demas
diligencias propuestas en la Carta razonada y que el resulta-
do se remitiese despues para su publicaciou en que i u t e r e
saban los progresos de nuestra historia antigna. Desgraciada-
mente brotaron á poco nuevas calamidades en el pais y que-
d6 abandonado el proyecto as$ como defraudadas las esperan-
zas d e las personas que habian intervenido guiadas d e una
ambicion laudable. En los postreros años de su vida compu-
so un libro de mil charadas impreso en esta ciudad en 1844,
trabajo engorroso á que solamente podia dedicarse el hom-
b r e q u e aun en los poeos momentos que le quedaban libres
no sabia estar en casa sino con un libro 6 con la pluma.en
la mano. En el discurso de introduecion de esa obra se ve
que su objeto preferente fué el afianzamiento de la moral,
de las buenas costumbres, de la instruccioii de la juventud
y de la pureza de nuestro idioma, conlra la cual no podia
tolerar el autor ni una sola falta. Barcelona no habrá olvi-
dado el beneficio que hizo, nuestro consocio á las infelices
hijas de padres. desconocidos, libertándolas de asistir á la
procesion del Corpus del santo hospital, en la que ridicula-
mcnte vestidas pasaban por toda la congoja de la humilla-
ciou heredada, de que se lamentaba Pnig en un celoso y.
atinado articulo. Las gentes sensibles se complacieron viendo
cesar una costumbre arraigada desde tantísimos años contra
el recato de las desgraciadas doncellas y bendijeron la mano
que habia sabido hacer oir los clamores d e la pública compa-
sion.: Y no se crea que Puig se contentaso con esos cuidados,
con esas demostraciones y triunfos de su pluma elegante y
de su noble ardimiento : en, todas las suscripciones que se
ofrecian para obras de beneficencia y de pública utilidad su
firma era siempre de las primeras. La Academia recordará
m u gusto los ratos que pas6 oiendo de la boca de Pnig su
largo canto de la Baleárica ; el romance á la montaña de
Monjuí; la poesia áD.Bamon Berenguer pc>r su reto en de-
fensa de la emperatriz Matilde y la otra en elogio de la in-
teresante a l i o p e catalana la cenorita de Masan6s iruestra so-,
(I6)
6ía de honor ; y paro aquí de citar otras composicio~iesdi&
Pnig, así como he omitido hablar de su puntual asistencia
4 las sesiones de la Academia y del acierto con que desem-
peñó las comisiones de este cuerpo literario , porque no quir
siera pasar por abusivamenta apasionado de mi amigo. Falta
ocuparnos Señores de los servicios de D. Antonio Puig en el
ramo de presidios y de su grande obra del correccional de la
ciudadela y así mismo de su. preciosa DiIemoria acerca las p6-
sesiooec españolas de la Oceánia, dos cosas de tan reconocido
mérito que el hombre mas encnmbtado escribiría con orgu-
llo en su libro de oro. Dotado Puig do una alma sensible y
de un genio invesligador habia observado los vicios de nuess
tro sistema carcelario y á cada momento se presentaban á su
imaginacion los seres desgraciados que gimen en las cárceles
y presidios. Condolido de sus penas y miserias se dedicó 6
trabajar para mejorai.las, tanto en lo físico como en lo mo-
r a l , contando con el apoyo de sus luces y energia y de una
voluntad santa á que nada podia rrsistir. Froto de su tareri
fué un proyecto que en 1820 presenió al esmo. sr. capi-
tan general D. Pedro Villacarnpa que esta autoridad celosa
mandó llevar á efecto quedando desde luego establecido el
presidio correccional de la ciudadela. Puig tuvo que dejar
su direccion por primera vez cuando fu6 deportado á las
Baleares, pero el Gobierno superior:á quien no podia ocul-
tarse lo que valía este hombre, lo llamó de real órden para
que con su asistencia y conocimientos ausiliase 6 la Comisiori
que entendia en el establecimiento y arreglo de presidios,
casas de correccion y cárceles, no habiondo podido acudir á
estc llamamiento porque su espada era llamada tambien al
ejército y estc servicio es sagrado para iin ailitar. Vino á la
Capitanía general de Cataluña el virtuoso Marqués de Campo-
sagrado. Uno de sus primeros actos fue comisionar i Puig
para que le entorase del -estado y diaposicion del presidio ;
encargo á que correspondió con habilidad en una Memoria
llena de filaotropía y de ideas sublimes que mereció el e16-
gio de la Autoridad siipcrior celosamente empeñada tambicu
en la mejora de aquella casa de correccion. Pero al benbfi-
(18 )
de la ciudadela, bajo la .inmediata vigilancia de nuestro con-
socio quien no habia olvidado una sola circunalancia que
pudiese. suavizar y mejorar Ja condiciou de los penados.Allá
Puig como el. profesor sabio y sollcito desde su cátedra es-
plicaba matemáticas, geografía , gramática y otras materiasi
ii~culcaudolas mácsimas y. deberes religiosos y sociales bajo
la letra y sentido. de su Cartilla liberal para .los horirados
artesanos que di6 á luz e n su ultima permanencia. en - Ma-
drid y del Diálogo:que escribi6 espresamente para los jóve-
nes. EII.una.palabra ,. cl Presidio correccional. cra.una casa
de familia ,dirigida por u n ' padre celoso .esperimentado
con: unos hijos que aprendian á ser buenos en el amor 6
incliuacion 'que Puig sabia inspirarles. Por eso fue siempre
la admiraciou de cuantos lo. visitaron, mereciendo pasar por
el modelo de los denuestra Naclou y que fuese celebradoaun
en paises eslrangeros. Vease á continnacion lo que.sobre esto
dice el libro hist6rico arriba citado : El sr. Puig es tambien
literato distinguido y & sus sobresalientes méritos como militar
y mudadano ,..reune el de haber creado y elevado el presidno
correccional de Ea ncisma ciudadela d una altura de perfecciorz
y adelantos que puede compelir con loa primeros de Europa.
Puig fué arrebatado por tercera vez de aquel estableci-
miento paternal del cual era el Angel bueno enviado por
la divina Providencia para coger tan copiosos frutos, sin a s
pirar á otra recompensa que convertir una juventud estra-
viada en plantel de ciudadanos laboriosos y restituir á la so-
ciedad hombresque fueron criminales, ya útiles y corregidos.
Es para mi absolutamente cierto por mas que la delicadeza
de mi amigo no daba lugar á poner en parangou sus penas
y vicisitudes, que el mayor tormento de su vida fueron aque-
llas separaciones del presidio que solo podian tener lugar á
merced de sacudirnientos polilicos 6 de la mano de hierro de
autoridades desalentadas sin que se quisiese ver en Puig lo
.6nico que tiene de visible el hombre, sus actos y su con-
ducta, afectando siempre haber llegado á la regio11 i m p e n ~
Frable del pensamiento, para tampoco respetar el cjcrcicio
de este inestiniablc don del Cielo. La humanidad y solamente
' ,( 19)
la humanidad es la que ha debido llorar tal estravío de la
razon , mientras que nuestro consocio no lleg6 á quejarse .de
tratamientos tan desmerecidos. Pasemos á la Qceánia. Angosto
fu4 ya el ámbito de nuestra peiiínsula para contener la ima-
ginacion de Puig en sus vuelos filantrópicos. La hizo salvar
los mares .y trnnsportóla á la - W n i a , B. ese laberinto dc
atrevidos picschos quc son tal vez el recuerdo dc un vasta
continente sepultado por las aguas y quizás con él una civi-
lizacion mas adelantada que la que cnsoberbecida ostenta la
Europa.actnak.Como en e1 prcsidio de la ciudadela endere-
zaba practieamentc P u i g l o s pasos errados de una juventud
que:habia pisado ya la casrera del crimen, en la Memoria.
de que voy á hacer mérito quiso utilizar los criminales in-
corregibles'en bien.dcl Estado y de sí propios, .bacl8ndolos
troncos de generaciones ,civilizadas y 'buenas, q u e cual las
plantas mas sanas.^ los Brboles mas.robustos debieran su lo-
zanía a la podre de su abono. Tituló cste trabajo,. Memoria
werca la. consideracion y fomento de las posesiones espaEohs en
Ocednia y utilidades que puede? sacarse. en ellas ddelos delin-
chentes depwtados á aguetlolos remolos ,paises y llenó complc-.
tamente su objeto, demostrando.hasta un grado de eviden-
~ia..irresistible.~ue~lasbuenas costumbres de.niiestra penin-
sula, la economía en los.gasto< peiiilencia"ios, .el florecimiento
de nuestro comercio, la estension de-nuestros dominios y la
civilizacion de los salvages fucran la consecuencia de su be-
llísimo proyecto. Empezando por buscar en el proceder de
otras naciones un apoyo á s u ilustrada opinion de que el su-
premopoder de ,las leyes y de las iaistituciunes sobre el ca<
rácter dc los individuos .y de. los pueblos. no hay resultado.
Útil que. no alcance, sc fija en el ejemplo yue ofrece la
Inglaterra con respecto á sus colonias'de la misma Occá,
nia , [ a s que. busco con afan sin mas objeto que.deportar
sus criminales taii luego como perdi6 las que poseia en la
ArnBrica del norte. Profundas 4 instruclivas son las noticias
quc Puig revela acerca los mágicos adelantos que la civili-.
zacion británica ha conseguido en aquella lejana region. Yoi
lrnslnd~iríaaquí con gusto si lo permitiesen la índoic 3
( 20 ) . .
csrensioi de un e ~ d g i ofúnebre, Ereiendo que serían oidns
con gusto y c o n mucho~ruasinterés despues queacabamos dc
vcr cn n u e i t i a ~ c i u d a d a lilustre misionero, alcelo& após-
iol d e Jesucristo -el esmo.' .sr. f r . D. .Josi?' Seira obispo
de la Nueva Victoria ;,que 'tomando una partc principal en
cs'a grande obra, ha llevado consigo la admiracion, las sim-
patías y generosos socorros de nuestros conciudadanos. Diré
sola~ncnte.en resúmcn que la idea políticay humanitariado
aquella'nación previsora ,ha logrado en poco mas de medio
siglo foriiiar e n é l serio d e ' l 3 mas agreste barbarie una so-
éiednd.cornpleta, con sus Leyes, s u s tribunales, sus autori-
dades, s u s -sociedadrs d e fomento, s ú comercio interior y
eitcrior, SUS bancos, su agricultura j hasta su belleza ma-
terial en diferentes edificios. S i la Irqlaterra logr6 formar de
sus malvados y prostirulas 'una 'generacion de artistas, la-
bradores, uirluoras 'naadres-de fahilia y Felee esposas, preser-
nnndo d la joblacion'naciente del feroz contagio de sus padres
i p , w i z c é , esclama - P u i g , no ha de 'obtener igtiales 6éneficios
nuestra Espáia,' pue en vez de tener gue buscár: cual aquellos
un terreno mas bien Sstéril que fértil, pose$ los m a s feraces d e
las Fil+inas y Marianas, e n donde hace ya muchos años que
.
fecundiza el gérmen de las creencias-religiosas , que es el mas
poderoio uehlculo de la civil'izacion? He aquí Seiiores c l o b j e
to de la Dlemoria que me ocupa y Pnig deja completa su
abia vewiendo en el campo del raciocinio Euantas objecio-
nes pncdan hachrsele, d m d o eonsqos y formulando regla-
mentos para la direccion central de las colonias y Su .fomen-
tb; y basando todos sus raciocinios en las copiosas noticias
históricas ,.estadísticas y geográGcas de aquellos iuGoitos ar-
cbipiélagcs, convence plenamente de que con dispendios:tal
vez menores de los que causan en el dia nuestros presidios,
se lográra elevar nuestras colonias á un grado de eslilendor
infinitamente mayor en bien de las costumbres, del Estado
y de la religion. Para que nada faltára á su vasto proyecto
escribió nuestro consocio el mCtodo con que debian darselos
primeros pasos para su realizacion sin gravámen'de ningun
gknero. Estos trabajos quc la augusta Gobernadora recibir5
(21)
con so natural bohdad de las rnanos de Puig, asegurándole
que los estiniaba en mucho como encaminados al engrande-
cimienlo y prosperidad de España, llamaron la alencion del
Gobierno que para su ecsámen cre6 una Comision que debia
'presidir el teniente general D. Pascual Enrilc. Pero desgra-
ciadamente fuben época en que la revolucion volpia B con-
mover, la Espaüa con sus hnrrihlcs bramidos y el fruto de
las vigilias de nuestro consocio quedaría entre el polvo de
)os archivos dc 1s.Cbrte. Puig sintió los trastornos que ame-
nazaban tan de cerca á la Nacion y .al r e r arrinconada su
obra se olvidBba.de si .mismo para compadecerse de su pa-
lria y de ilos desventurados cuya suerte queda mejorar,
porque Puig reunía á su celo ; h su prudencia y desinter&-
y á , s u amor cívico entusiasta, entusiasta aun cuando le asal-
iabau ia debilidad y los achaques de :nuestra pobre ecsisten-
cia . e l decidido rmpeüo de bacer ei bien , que dispensaba
ocoltindo cuidadosamente la mano. De costumbies severas
pcro compasivo,.no sabia .mentir ni adular y nunca. sc hizo
sordo á los gemidos de la desgracia. Fué tolerante, generoso,
fino y caballero, escelcnte hijo y buen-amigo ; el hombre en
fin que am6 sinceramente á Dios y á los hombres, que es
la suma perhcciou a que pncde llegarse sobre la tierra. .El
Señor en sus.altosdesignios tenia señalada ya lapostrer hora
de nuestro consocio. La ciudadela habia sido. su paraíso. en
aquellos tiempos en que podía esplaiar bien á .su placer 12
impulsos de su alma bondadosa ;p e r o cl r.ecuerdo perenne
de su destitucion.fn4 una llaga que le penetr& en el corazon
y estas llagas son inenrablcs y matan. Apresuróse. por d e s
gracia la crisis temida de esa dolencia , pero crisis sosegada
y,.sinremordimientos y Puig fortalecido con los ausilios es-
pirituales falleció con cristiana resignacion en la mañana del
15 de Abril de 1848, dejando .para el mundo una celebridad
adquirida cou,medio siglo ,de virtudes y acciones eselarec.¡-
das, de lauros y popularidad. Su testamento cs la espresion
fiel de un fil6sofo.cristiano y d e l hombre bienhechor y agra-
decido, babi8ndome tocado .por. una. cordialpredileccion'.c1
triste cargo de ilbacea: La amistad consternada ni aun tuvo
- i
[ 2a
<i eonbuelo de poder llorar: el dolor s e d su Ilaiito anie io8
restos vene~ablesde ese hombre justo y por único alivio al
restituirlos á la tierra pudo darles el úliimo á Dios sobre la
tninba. Puig era soltero; la muger , esta creucidn bella
kcabada que es la cadena , el orkculo y la .dicha del hombre
no c6nsiguL5 establecer su imperio en nuestro consocio : l a ?
s@ducci'ones,los encantos y el poder mágico de ese secso
que son no pocas veces el resorte que mueve al hombre há-
cii el heroismo , la generosidad y la virtud no habian de
ejercer su influjo en el carazon de mi amigo, porque una
madre nacida para servir de modelo ; ayasolicita y amorosa
habia sabido fijar en 61 sentimientos magnánimos que M ins:
piraban ase amor á la kirtud ,esa voluntad inherente, es8
afan de obrar siempre bien y generosamente por su ptopid
instiirto., habiendo confirmado Puig en todos los pasos de so
Vida que la infiumcia materna ecsiste en todas partes, en todas
partes demile de nuestros sentimientos, de nwitras opiniones y
de nuestros gwstos y en todas $artes fija nuestra szcerte.
Despues de haber relatado una vida por tantos litulos me-
morable , podrá estrañarse Señores que el español noble p
sin, mancha que supo brillar- asi traspasando ópocas lerri-
bles y entre el vértigo de las pasiones en que nos tuvo con-
fundidos e l Genio del mal. acabase sus dias cnn el mismo em-
pleo de coronel cuya efectividad contaba desde 1812. Senta-
da en el solio una Reina q. D. g.,"cuyo coraeon angelical es
una fuente inagotable de gracias, beneficios y recompensas;
solamente se concibe esta rara escepcion' pensando que nues-
tro consocio no llegaria á ser ,bien conocido allá en las el&
vadas regiones del Poder. Los amigos de Puig nos condolia-
mos ya en su vida de esa cruda obstinacion de la suerte y
admirábamos mas bu tranquila conformidad cuando no se
manifestaba rosentido n i menos hablaba con enojo del olvido
en que se le tenia en sus ascensos. Loor eteruo pues al bom-
bre ilustre que habiendo sido la imágen viva de todo lo
bueno que hay en la tierra, No tuuo otra innbicion que la fe-
licidad del género humano. Tal es el epitafio que dehiera es- .
culpirse en la losa de s u sepulcro.
BE DICHO.

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