La sesión presenta una historia sobre Tuga la tortuga y Tija la lagartija. Tija no entiende por qué Tuga es lenta y se enoja cuando pierden una carrera. Más tarde, cuando un coco se atora en la espalda de Tija, ella aprende a empatizar con la lentitud de Tuga. Tija se disculpa y las dos amigas se reconcilian. La historia busca enseñar a los estudiantes a ponerse en el lugar de los demás para comprender sus emociones y sentimientos.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
77 vistas4 páginas
La sesión presenta una historia sobre Tuga la tortuga y Tija la lagartija. Tija no entiende por qué Tuga es lenta y se enoja cuando pierden una carrera. Más tarde, cuando un coco se atora en la espalda de Tija, ella aprende a empatizar con la lentitud de Tuga. Tija se disculpa y las dos amigas se reconcilian. La historia busca enseñar a los estudiantes a ponerse en el lugar de los demás para comprender sus emociones y sentimientos.
La sesión presenta una historia sobre Tuga la tortuga y Tija la lagartija. Tija no entiende por qué Tuga es lenta y se enoja cuando pierden una carrera. Más tarde, cuando un coco se atora en la espalda de Tija, ella aprende a empatizar con la lentitud de Tuga. Tija se disculpa y las dos amigas se reconcilian. La historia busca enseñar a los estudiantes a ponerse en el lugar de los demás para comprender sus emociones y sentimientos.
La sesión presenta una historia sobre Tuga la tortuga y Tija la lagartija. Tija no entiende por qué Tuga es lenta y se enoja cuando pierden una carrera. Más tarde, cuando un coco se atora en la espalda de Tija, ella aprende a empatizar con la lentitud de Tuga. Tija se disculpa y las dos amigas se reconcilian. La historia busca enseñar a los estudiantes a ponerse en el lugar de los demás para comprender sus emociones y sentimientos.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4
Sesión número 12
Tuja y tija
OBJETIVO: Que las y los estudiantes se pongan en el lugar de los
demás e imaginen lo que pueden estar sintiendo.
El tutor comenta con el grupo: “A veces, otras personas se sienten
felices, tristes, enojadas o sorprendidas. ¿Alguna vez han visto a alguien muy sorprendido? Por ejemplo, ¿por qué le organizaron una fiesta sorpresa? Entonces pónganse de pie. Todas y todos vamos a hacer una expresión de sorpresa, como si nos acabaran de dar el mejor regalo del mundo y no lo hubiéramos esperado”. Añadimos: “Lo que que la gente hace, nos ayuda a darnos cuenta de lo que están sintiendo, y si nos damos cuenta de lo que están sintiendo, podremos entenderlas mejor y quizás podremos ayudarlas a sentirse mejor”.
Les leemos una historia, presten mucha atención: Desarrollo: 30
minutos Tuga y Tija3 Tuga, la tortuga, y Tija, la lagartija, eran muy amigas. A Tija le encantaba escuchar las viejas historias de piratas y marineros que Tuga sabía y que muy pacientemente le contaba. Pero, cuando se trataba de caminar o correr, Tija no le tenía paciencia a su amiga. — “¡Vamos, Tuga! ¡Apúrate!” Tija era pequeña, veloz y muy graciosa. Le encantaba correr lo más rápido que podía, pero Tuga, en cambio, era grande, pesada y lenta, y a Tija le desesperaba tener que esperar a Tuga, pues todo lo hacía muy despacio. —“Yo no puedo ir tan rápido como tú”— le decía Tuga a Tija. —“¡Sí que puedes!— decía Tija — Lo que pasa es que eres floja y te da pereza moverte más rápido. ¡Apúrate!” Tija no entendía que Tuga era lenta porque la naturaleza la había hecho así. Tuga, en cambio, era tolerante y le tenía mucha paciencia a Tija, que era atolondrada y alocada. Una mañana, los animales de la isla se juntaron para participar en la “Gran gimkana”. Tuga y Tija, muy emocionadas, se inscribieron en la carrera de parejas. A Tuga le gustaba competir y a Tija le gustaba ganar, tanto, que ya tenía preparados sintió ganas de contestarle a Tija, pero antes de decir nada que pudiera ofenderla, prefirió meterse dentro de su caparazón para pensar bien las cosas antes de hablar. así. Tuga, en cambio, era tolerante y le tenía mucha paciencia a Tija, que era atolondrada y alocada. Una mañana, los animales de la isla se juntaron para participar en la “Gran gimkana”. Tuga y Tija, muy emocionadas, se inscribieron en la carrera de parejas. A Tuga le gustaba competir y a Tija le gustaba ganar, tanto, que ya tenía preparados globos, serpentinas de colores y matracas para celebrar la victoria de su equipo. Pero, ¡Oh-Oh! Durante la carrera de parejas, Tuga tuvo muchos problemas para saltar, estuvo muy lenta… Tuga y Tija llegaron últimas a la meta. —“¡Todo esto es por tu culpa!”— dijo Tija, muy enojada a la tortuga. —“Eres lenta, floja y ya no quiero ser tu amiga”. Tuga sintió ganas de contestarle a Tija, pero antes de decir nada que pudiera ofenderla, prefirió meterse dentro
En cambio, la lagartija hizo una pataleta, dejó a la tortuga sola y se
fue corriendo lo más rápido que pudo, molesta por haber perdido. Corrió y corrió hasta que llegó a una zona llena de cocoteros. Llena de cólera, Tija le dio una patada a un coco partido que estaba tirado en el piso. Con la patada, el coco voló y… ¡justo cayó sobre su lomo y ahí se quedó atracado! Tija intentó quitarse el coco de encima, pero fue imposible. El coco pesaba demasiado y aquel peso sobre su espalda la hacía cansarse mucho. A la lagartija no le quedó más remedio que caminar con el coco atascado sobre su lomo, y empezó a moverse con lentitud y dificultad. ¡Ahora tenía un caparazón! — “¡Oh! ¡Qué difícil es caminar con un caparazón! ¡Parezco una tortuga!— exclamó Tija. En ese momento se acordó de Tuga y se dio cuenta de que ella no era floja, sino muy trabajadora, pues a pesar de llevar un peso sobre su lomo, nunca se quejaba. Tija empezó a sentir admiración por su querida amiga Tuga. A Tija le tomó mucho tiempo y esfuerzo llegar hasta donde su amiga vivía. Llegó resoplando y con la lengua afuera. Cuando Tuga la vio, se sorprendió de ver a su amiga con un caparazón de coco y la ayudó a quitárselo. Aliviada, sin el peso sobre su lomo, Tija abrazó a Tuga y le pidió disculpas por no haber sido tolerante con ella. Al ponerse en el lugar de la tortuga al fin había sido capaz de comprenderla. Tuga y Tija fueron amigas nuevamente. Tija aprendió algo que le serviría para toda la vida: a ponerse en el lugar de los demás para entenderlos y así ser más tolerante. Más tarde, las dos amigas se prepararon un batido de coco para celebrar su amistad.
Después de la lectura se realizan las siguientes preguntas: (máximo
dos intervenciones por pregunta): ¿Por qué Tija no entendía a Tuga? ¿qué pensaba Tija?
Si ustedes estuvieran participando en esa carrera, ¿Cómo se
sentirían, siendo Tuga? ¿Por qué Tija está enojada? ¿Están de acuerdo con ella? ¿Qué personaje necesita un consejo?¿qué consejo le darían? Registramos las respuestas en el papelote. Cierre: Luego, añadimos lo siguiente: “Entender y sentir las emociones de las y los demás nos ayuda a comprenderlos mejor y, en ocasiones, buscar posibles formas de ayudarles a sentirse mejor. Es importante que nos preguntemos cómo se sienten las personas cuando les ocurren cosas, así podremos ayudarles”. Reflexionamos a través de las siguientes preguntas: (máximo dos respuestas por pregunta): ¿Para qué nos sirve entender y sentir, nosotros mismos, emociones parecidas a las de los demás? ¿Qué pasaría si no sintiéramos nada cuando le ocurre algo a alguien más? 10 minutos Después de la hora de tutoría: Entregamos el cuaderno para ser llevado a casa y les decimos que recordando la historia de estos personajes deben comentar con su familia sobre la ilustración de Tuga y Tija, luego en la siguiente hoja deben escribir como continuó la historia de Tuga y Tija después que se amistaron. Estas historias deben ser socializadas en una próxima sesión con todo el grupo del aula.
Cuentos de hadas para niños Una gran colección de fantásticos cuentos de hadas. (Vol. 5): Cuentos únicos, divertidos y relajantes antes de dormir que transmiten muchos valores y hacen que los niños se apasionen por la lectura.