La Cuba de Reinaldo Arenas
La Cuba de Reinaldo Arenas
La Cuba de Reinaldo Arenas
Magisteruppsats, 15 hp
Primavera de 2015
Autor: Benjamin Nydius
RESUMEN: El enfoque de esta tesina se basa en revisar, resumir y analizar los aspectos
políticos de Cuba en las novelas Antes que anochezca y Viaje a La Habana del poeta/escritor
cubano, Reinaldo Arenas, que tras ser declarado disidente por sus ideas contrarrevolucionarias y
su orientación sexual fue oprimido, perseguido y finalmente exiliado de Cuba cuando viajó
contra su voluntad a los EEUU donde pasó los últimos años de su vida en un exilio acompañado
por la enfermedad terminal de SIDA que consumió mucha de su energía y ganas de luchar por
una Cuba libre. La tesina analiza las opiniones y críticas de Arenas para poder ver de cerca la
imagen que describe el autor sobre Cuba. El punto principal de la obra gira alrededor de la
anomalía que existe al estudiar los textos de Arenas: la validez de su crítica sobre Cuba y Fidel
Castro en general. Para poder afrontar dicho problema la tesina analiza la escritura de Arenas y
además toma como apoyo trabajos de otros escritores y académicos a la hora de analizar la crítica
del autor y mira de cerca sus razones. Las opiniones de Arenas y la imagen de Cuba dada en
dichas obras, aunque en muchos aspectos muy válidas, carecen a veces de la sustancia sólida y
los argumentos objetivos que se necesitan para describir la situación política de un país. Arenas
temas que, según analizados en esta tesina, han afectado su texto y sus opiniones sobre Cuba.
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ABSTRACT: The focus of this thesis is to revise, summarize and analyze the political aspects of
Cuba in Antes que anochezca and Viaje a La Habana by the Cuban poet/writer, Reinaldo Arenas,
who upon being declared a dissident due to his counter revolutionary ideas and his sexual
orientation, suffered oppression, persecution and, finally, exile from Cuba when he, much against
his will, travelled to the United States of America where he spent his final years in an exile
accompanied by the terminal disease of Aids that consumed much of his energy and will to fight
for a free Cuba. The thesis analyzes Arenas’s opinions and criticism in order to closely observe
the image that he tries to portray of Cuba. The pivotal point of this work revolves around the
problem that comes to one’s attention when revising the texts of Arenas: the validity of his
criticism on Cuba and Fidel Castro in general. In order to be able to confront the above
mentioned problem, this thesis sets out to analyze the writings of Arenas and, additionally, use
works done by other writers and academics when analyzing the criticism and the reasoning of the
author. Arenas’s opinions and the image of Cuba given by him in the above mentioned novels,
even though valid in many aspects, still seem to lack a solid substance and the objective
arguments that are necessary to describe the political situation of a country. Arenas seems to
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suffer a prejudice caused by his exile, his sexual orientation and his illness, matters that,
according to the analysis of this essay, have affected his writing and his opinions of Cuba.
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ÍNDICE
1. Introducción…………………………………………………………………………………7
1.1 Trasfondo………………………………………………………………………………..9
1.2 Problematización………………………………………………………………………..10
1.4 Método…………………………………………………………………………………13
2. Desarrollo…………………………………………………………………………………..14
b) Viaje a La Habana…………………………………………………………………..16
2.3 Teoría………………………………………………………………………………..…18
3. Análisis……………………………………………………………………………………..19
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3.2.2 Análisis de Viaje a La Habana…………………………………………………...33
4. Conclusión………………………………………………………………………………….47
5. Bibliografía…………………………………………………………………………………50
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1.
INTRODUCCIÓN
“Quiero irme de esta isla maldita”… (Fragmento de Viaje a La Habana, Arenas 1990)
El gran disgusto del ciudadano normal y corriente que por razones diferentes se ha encontrado, o
se encuentra, bajo presión política, en cualquier país o cualquier lugar en el mundo se manifiesta
de formas distintas. La forma de expresar su malestar emotivo suele depender del castigo que le
impone la autoridad a la que critica. En un país uno puede muy bien enfrentarse a un tiempo
largo encarcelado por una mera frase contra el régimen actual; en otro ese castigo puede ser el
exilio o la muerte. Al ser consciente del peligro que conlleva una declaración de desacuerdo con
el estado autoritario, por mínima que sea, el oprimido tiene que reservar su contrariedad, y, como
una consecuencia, este disgusto muchas veces solamente se expresa entre la confianza de los
conocidos que comparten las mismas ideas y, preferiblemente, tras puertas cerradas. Luego hay
otros que manifiestan abiertamente su crítica a través de declaraciones públicas o de forma escrita
en una carta, un artículo o simplemente en un diario, con el simple fin de rebeldía y tendrán que
sufrir las consecuencias que pueden extenderse desde una multa, a la cárcel, al exilio o a la
muerte. Sin embargo, este disgusto u odio, a la hora de opinar sobre una dictadura o un sistema
autoritario que impone miedo al ciudadano, puede afectar el juicio del que lo critica y de tal
En los momentos de la vida cuando la voluntad parece fallar, los seres humanos se refugian en
los deseos. Los cubanos oprimidos por la dictadura de Castro no eran una
deseando alivio y libertad. “Quiero irme de esta isla maldita”... La palabra ‘isla’ se refiere, sin
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duda alguna, a Cuba; un país que sufrió un tumulto postrevolucionario tras la caída del general
Fulgencio Batista por las fuerzas de Fidel Castro, quien tomó el poder en 1959. La cita es
de Viaje a La Habana, escrita por Reinaldo Arenas, autor y poeta cubano, homosexual, disidente
y exiliado de su país y fallecido tras suicidio provocado por la desesperanza y el malestar físico
causados por las últimas fases de SIDA. La cita no sirve solamente como referencia a una
muestra de pesadumbre política de una mujer vieja –madre y suegra de los protagonistas de
la primera parte de la novela– que no desea nada más que salir de su propio país, sino que
también exhibe el mismo roce del propio autor; amargamente obligado a huir de su tierra por
haber sido considerado contrarrevolucionario. No hace falta un análisis muy profundo para llegar
Arenas, Viaje a La Habana y Antes que anochezca, con la intención de analizar los aspectos
políticos que demuestra el texto de Arenas, la narración de un autor exiliado que describe a su
Lo más llamativo e interesante de las dos obras bajo investigación es el hecho de que como un
conjunto, estas dos novelas, resumen la comprensión subjetiva y la crítica del autor de su propio
país siendo éste, entre todo, no solamente un exiliado y disidente de Cuba que lleva bastante
tiempo fuera de su país, sino que a la hora de desarrollar y terminarlas sufre la agonía de la
enfermedad terminal de SIDA, lo cual muy bien podría haber afectado su modo e intención de
narrar (Riley 1999: 492). Es imprescindible para este ensayo saber hasta qué punto están siendo
escribiendo con tiempo limitado –por estar enfermo de SIDA– y esta lucha contra el tiempo
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resulta en una alterada manera de producción de su obra (Riley 1999: 493). A esta enfermedad
estar obligado a vivir en exilio por su orientación sexual. Estas realidades forman las
circunstancias bajo las cuales Arenas escribe y critica a su país. En esta tesina se pretende
investigar esta crítica y comparar la imagen de Cuba que Arenas propone con otros trabajos
semejantes para poder comparar y, de tal forma, averiguar la validez de sus opiniones. En Antes
que anochezca uno se puede enfrentar con una Cuba más objetiva ya que esa obra es un mero
resumen de la vida del autor. Sin embargo, allí también nos encontramos con descripciones del
país que muy bien podrían haber sido una producción subjetiva de Arenas, más desde cuando éste
empieza a hablar de la revolución, su propia impresión de ella y del régimen que le encarcela
otra obra, Viaje a La Habana, nos deja más margen para ser críticos sobre cómo describe a Cuba
que pueden haber sido extraídos desde la propia vida de Arenas– y muchos de los
acontecimientos son productos de la ficción del autor, con un claro toque de la realidad.
1.1 Trasfondo
De manera inmediata, tiene lugar en el trasfondo político de este trabajo un conciso comentario
sobre la Cuba de Fulgencio Batista, pocos años antes de su derrumbe por Fidel Castro. Es
Castro. Desde un punto de vista político, y observando tras más de medio siglo, es tentador
concluir que el cambio realmente no ha sido muy radical y que fue simplemente reemplazado un
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Sin embargo, el término dictador se utiliza de manera despectiva por los oponentes a un régimen
no democrático. Los jóvenes universitarios del grupo Directorio Revolucionario, que en 1957 no
solamente realizaron dos intentos de asesinato contra Batista – ambos en vano– sino que también
se permitieron anunciar falsamente la muerte del general en la radio, ya suponían que aquél era
justicia (Bronfman 2012: 38). Precisamente en este sentido es necesario poder distinguir
los diferentes aspectos políticos de ambos líderes para hacer un análisis objetivo de la crítica de
Reinaldo Arenas. Batista se mostraba más como un tirano que actuaba solo y no dudaba en
decidir sobre la vida y la muerte de sus subyugados. El presidente Kennedy llamó al mandato de
Batista como uno de los más sangrientos y represivos de toda la historia política de
Latinoamérica (Bethell 1993: 33). La dictadura de Castro, aunque igual de autoritaria que la de
Batista, reflejaba una actitud más socialista y se empeñaba en pertenecer a la gente cotidiana y no
separada de sus subyugados, como la de Batista. Esta dictadura se presentó en 1959 inicialmente
con nada más que tres llamativos aspectos de los que la introdujeron en Cuba: “sus barbas, sus
uniformes verde olivo y sus fusiles” (Sader 2010: 99); y esta imagen iba a estar presente durante
todo el tiempo que le quedaba a Arenas en Cuba, desde que la vivió como joven de 16 años hasta
1.2 Problematización
El objetivo principal de este trabajo es un estudio profundo del texto descriptivo de Arenas en las
dos obras mencionadas con el fin de observar cómo pinta el autor la imagen de un país que
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padece injusticias por parte de una dictadura omnipresente que monitoriza cada movimiento de
los ciudadanos bajo su control. Claro está que Arenas escribe desde lejos y aunque tuvo la
oportunidad de vivir los cambios políticos durante más de 20 años, las dos obras que se analizan
en esta tesina fueron terminadas en exilio (Antes que anochezca llevaba ya en producción 20
años; sin embargo, fue terminada en los EEUU). El problema hipotético que se intenta resolver
con la intención principal de analizar la narración crítica del autor, se ubica en averiguar la
certeza de su evaluación subjetiva. En Viaje a La Habana, por ejemplo, el autor empieza muy
suavemente y de manera sutil a criticar la Cuba de Castro con referencias a “largas colas” que se
formaban en las calles para comprar productos tan insignificantes como el hilo de coser (Arenas
hace notar el actual deseo general de muchos cubanos que quieren salir de aquel país
mencionando la “larga lista para el avión” en el aeropuerto (Arenas 1990: 17). Antes que
anochezca, en el mismo sentido, se ve menos afectada por la posible existencia del problema de
reflejar una imagen equivocada de Cuba meramente por la razón de ser mucho más
Cuba en esta autobiografía y ellas mismas apoyarán el análisis de esta tesina sobre la anomalía
que representa la subjetividad de Arenas. Sin embargo, el problema que surge en el análisis por
puede afrontar con un estudio auxiliar y comparativo de textos de otros intelectuales cubanos
contemporáneos para contrastar con la descripción de Reinaldo. Como parte del proyecto se
intenta delinear el trasfondo político de la Cuba de Castro antes de examinar los textos de
Arenas.
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Lo relevante de esta tesina es la importancia de poder ubicar lo que quiere decir el autor –y aún
más importante, las circunstancias bajo las cuales lo dice– porque, hecho de manera correcta, esto
permite al lector aumentar o desarrollar su conocimiento sobre Cuba en general, desde un punto
de vista diferente, teniendo en cuenta que dicha intención surge de la experiencia personal de un
intelectual cubano que por razones distintas fue obligado a recorrer todo el largo cambio de un
punto político a otro: de un ingenuo joven comunista y aficionado de Fidel Castro a un adulto
Hay diferentes temas que componen la obra de Arenas. Entre ellos se puede mencionar los que
suelen aparecer más a menudo, especialmente en las dos obras objeto de esta investigación: el
primero es su crítica del estado autoritario de Fidel Castro que se desarrolla en un terreno literario
cotidiano bajo lo cual vivía y escribía desde la llegada de Castro al poder en 1959 hasta el exilio
de Arenas en 1980 (Lewis 2009: 104). El segundo es el tema de la homosexualidad que desde un
principio –aquellos días de su niñez cuando se iba dando cuenta de su atracción hacia los
esta tesina. En el sentido sociológico se observa la crisis de identidad que sufre Arenas y muchos
otros que por razones diferentes, por ejemplo su orientación sexual, están obligados a ocultar su
verdadero “yo”. Referencia a esta identidad oculta reaparece bastante en las dos obras del autor.
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Estos tres temas y correspondientes observaciones que los apoyan van a construir la parte
principal del marco teórico de esta tesina. Hay que mencionar, sin embargo, que el punto de vista
tesina en una manera directa; la orientación sexual del autor se hace notar solamente hasta el
punto que apoya sugerencias que intentan demostrar la anomalía de esta tesina que es la certeza
del análisis mismo de Cuba que proponen dichas obras según un punto de vista del contexto
1.4 Método
En primer lugar el autor de la tesina da un breve resumen de las dos novelas bajo
análisis enfocándose principalmente en estos dos textos de Arenas, donde éste se ocupa de
régimen castrista. Utiliza tanto citas de los protagonistas como momentos narrativos del mismo
autor en que la situación política de Cuba está siendo criticada o simplemente descrita de forma
subjetiva. Para ello toma su apoyo teórico, no solamente en el texto mismo de las novelas, sino
también en fuentes secundarias de otros textos escritos sobre el autor o sobre la revolución
cubana. El objetivo del método elegido gravita fundamentalmente alrededor de una investigación
analítica de diferentes textos que comparten un mismo concepto: una Cuba postrevolucionaria.
Como segunda parte del método se aplica un sistema de contraste donde se comparan las
descripciones de Arenas con otras reseñas sobre Cuba dadas por otros autores e investigadores.
En esta sección cae precisamente una refutación por parte de los críticos que utilizo como
referencia que señalan fallos obvios en algunas partes analíticas de las obras del autor y que
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2. Desarrollo
El aspecto más distintivo de las dos administraciones de Castro y Batista fue su posición hacia
el comunismo, y aún más la de Fidel Castro. Según Paterson, al llegar Castro al poder éste no
había puesto tácitamente contra el propio partido comunista por haber tenido éste, durante un
período muy corto, una sórdida alianza con Batista (Paterson 1995: 16). Sin embargo, Arenas
revolución era comunista desde su comienzo (Arenas 1992: 88). La confirmación pública del
propio Castro llegó a los cubanos dos años después de la revolución cuando el comandante
declaró en un discurso televisado que ellos habían hecho una revolución socialista, lo cual, según
Arenas, en aquél Cuba de entonces no se distinguía mucho del comunismo marxista (Arenas
1992: 90). Es importante esta declaración del autor porque éste mismo empezó a moverse en
círculos comunistas mientras era estudiante universitario y desde un principio apoyaba la causa
encontraba Arenas como joven estudiante empezaba poco a poco a mostrar aspectos
inconsecuentes con lo que Castro había prometido desde un comienzo. Según el propio Arenas,
la promesa de una elección pública donde Castro iba a ser elegido de manera democrática se
mostraba cada vez más farsa, lo cual fue señal de lo que iba venir en el futuro (Arenas 1992: 88),
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2.2 Resúmenes de las novelas
El análisis de los textos de Arenas asume un aceptable entendimiento por parte del lector de los
argumentos de las dos novelas objeto de este ensayo. Ellas sirven como fuentes de referencia
importantes de su vida personal –desde su nacimiento hasta la huida a EEUU– dentro de lo cual
abre una ventana amplia por donde permite al lector atestiguar el desarrollo político cronológico
extremadamente totalitario castrista. En Viaje a la Habana, por otro lado, existe un fuerte toque
de subjetividad y crítica que se encuentra en el cuerpo entero del texto, donde Arenas enjuicia el
de las novelas:
En esta autobiografía testimonial Arenas describe un viaje moral e ideológico personal que
empieza con un corto relato de su nacimiento en Cuba y termina con una carta de despedida que
él escribió en su lecho de muerte, enfermo de SIDA, a sus conocidos cercanos un día antes de
suicidarse. Los primeros capítulos, de pocas palabras, cuentan de su vida de hijo único que vive
con una madre joven, abandonada por su marido y amargada por una existencia pobre y sin
pasión. Más adelante, de chico mayor empieza Arenas a descubrir su sexualidad dejándose
orientar por los otros chicos de su pueblo con quien comparte un río como una escena privada
donde embarca un aprendizaje sexual observando cuerpos desnudos de los demás niños. Con el
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paso de tiempo aprende a ocultar su atracción hacia los chicos y empieza compartir la actitud
machista de los amigos que se juntan para luchar y poner en prueba su masculinidad. Es en esta
época cuando tiene relaciones con chicas. De joven universitario, y tras la instalación de Fidel
Castro como nuevo líder del país, ya viviendo en La Habana, expresa su afición por el
comunismo y apoya la causa del gobierno. Sin embargo, su homosexualidad por fin lo lleva a ser
detenido y encarcelado. Huye de la cárcel solamente para ser otra vez detenido. En 1976 es
liberado de la cárcel. Durante los cuatro años que le quedarían desde su liberación hasta su exilio
se siente perseguido y vigilado por la policía de seguridad (ésta le había ordenado a Norberto
Fuentes, otro intelectual también perseguido y vigilado por el régimen de Castro, hospedar a
Arenas en su casa para poder vigilarlo de cerca). En 1980 huye a EEUU donde se entera de que
se ha contagiado con el SIDA. La parte final del libro es la carta de despedida del autor,
b) Viaje a la Habana
Este libro, al contrario de Antes que anochezca, es una ficción donde Arenas, en tres partes, junta
sus propias experiencias de pre-exilio y vida infeliz en EEUU con la fantasía y el deseo de volver
a su país. El primer cuento, Que trine Eva, se trata principalmente de recuerdos que se van
ropas y de moda. Según Valcárcel Rivera, el tejer de la protagonista representa el escribir del
autor (Valcárcel Rivera 1992: 577) y después de crear tanta ropa excéntrica que Eva, junto con el
marido, Ricardo, llevaba en la calle solamente para llamar la atención de la gente (referencia a
una identidad escondida detrás otra) en el recorrido del cuento entero, la mujer protagonista teje
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un traje negro por la ocasión de la muerte de su amado (aludiendo aquí Arenas a su propio
suicidio tras haber terminado de escribir para siempre). La homosexualidad está representada en
el travestismo del hombre protagonista que junto con Eva y la ropa crea varias situaciones donde
los dos llaman la atención de gente que les mira con curiosidad. El dejarse ser
visto deliberadamente era una manera para los homosexuales de Cuba de expresar el deseo de
libertad (Valcárcel Rivera 1992: 578). Arenas termina el cuento con el toque triste de la voz
dejando a Eva por un hombre. El segundo cuento, Mona, empieza con la presentación del
fallecido autor Ramón Fernández por Daniel Sakuntala en la que resume las noticias sobre cómo
el señor Fernández fue acusado por haber intentado estropear la Gioconda de Leonardo da
Vinci. Éste fue detenido, llevado a la cárcel y, antes de presentarse al tribunal, se suicidó
estrangulándose a si mismo. Según comenta Daniel en la presentación, una semana después del
Fernández para ver su reacción y así decidir si el señor Sakuntala tenía algo que ver con el
fallecido criminal. Al intentar publicar el testimonio, Sakuntala se da cuenta que nadie lo quiere
publicar, porque todos opinan que su autor es un demente, y así lo lleva al mismo Arenas que
también lo rechaza (según Sakuntala Arenas conocía a Ramón en Cuba y que éste no lo hizo caso
ya que su pasión verdadera eran las mujeres). Al final es Sakuntala quien tendrá que publicar el
testimonio. Sin embargo, en “Nota de los editores” se destapa la verdad: Sakuntala nunca
consiguió publicar el testimonio por razones económicas, sino que desaparece misteriosamente,
igual que los publicadores de la primera edición del testimonio junto con todos los ejemplares de
extranjero que escribe mientras espera la muerte. Su texto representa un mundo de imaginación y
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verdad que refleja el del mundo castrista. El tercer, y último relato, Viaje a la Habana, se trata
del viaje de un cubano homosexual que tras haber huido a los EEUU vuelve a su país con el fin
de reencontrarse con su familia -su mujer e hijo- a la que había abandonado 15 años atrás para
escapar de Cuba. El cuento es una narración mezcla del relato propio del autor, contado en voz
de primera persona, con los recuerdos del protagonista que salen, interrumpiendo, o, más bien,
colaborando con la narración general, contados también en voz de primera persona, como una
especie de recuerdos íntimos del protagonista donde revela sus secretos como en un diario. La
historia es de un homosexual cubano, Ismael, que se casa con una mujer para ocultar su
sexualidad. Los dos tienen un hijo juntos, Ismaelito (en ocasiones Carlos), que será abandonado
por su padre, lo cual es la razón principal porque Ismael vuelve a su país. El relato destapa el
secreto de la huida de Ismael a los EEUU: tras casarse con Elvia, Ismael tiene relaciones sexuales
con Sergio, un joven que tras acostarse con Ismael lo denuncia. Éste, siendo detenido, contempla
EEUU recibe una carta de Elvia, su mujer, y vuelve para verle a ella y a su hijo; otro viaje que
2.3 Teoría
Según mencionado antes, la lupa analítica de este ensayo cae sobre el marco histórico en lo cual
se encuentra la descripción de Arenas sobre Cuba. La teoría es mostrar un problema que surge en
el análisis del texto de Arenas: ¿Cómo de válida es la opinión del autor sobre su propio país?,
teniendo en cuenta el tiempo largo que éste lleva fuera de Cuba y también su inherente odio
contra el régimen de Castro que por razones políticas y sexuales declaró contrarrevolucionario a
Arenas y, prácticamente, lo echó del país. Esta teoría se basa principalmente en el análisis de
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otros trabajos que también tienen como un objeto principal el hecho de describir a una Cuba
3. Análisis
Para empezar, lo más obvio del análisis de estos textos es categorizar el género literario de
ambos. Después, se debe observar el contexto histórico bajo lo cual escribe Arenas. Segundo, el
punto de partida de su crítica no es solamente la dictadura de Castro, aunque esa sirve como un
punto de referencia fuerte ya que el autor es, sin embargo, cubano y fue exiliado por Castro.
Arenas critica “todas las formas de autoritarismo” en la historia actual donde vive (Siegrist 2010:
2), y en su caso tanto el capitalismo como el comunismo, y opina que ambas dictaduras limitan la
libertad y la expresión individual pero que “en una sociedad capitalista uno se puede quejar
abiertamente cuando en una sociedad comunista uno está obligado a aceptar la represión en
silencio” (Siegrist 2010: 2). Esta crítica forma gran parte de las obras de Arenas en general
porque el hecho de estar obligado a callarse es el eje principal alrededor del cual gira su vida y,
tras discutir el género y analizar los textos, esta tesina se dirige a señalar la posibilidad de la
existencia del problema que propone dicha crítica del autor. ¿Es correcta su descripción de todo?
¿Está siendo Arenas objetivo a la hora de dibujar la imagen de Cuba que fluye abiertamente por
las páginas de sus obras? ¿Existen razones para dudar su opinión? La magnitud a la que se
apropian las obras de Arenas lo hacen principalmente a partir del movimiento revolucionario
cubano, su exilio –como consecuencia de ello– y la enfermedad de Sida, con la cual luchaba en
los últimos años de su vida, la época cuando escribió las obras. Estos tres temas tan decisivos
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forman el panorama literario de la crítica del escritor y de allí surge la realidad del problema
autobiográfico donde el autor se ocupa por contar experiencias personales y se introduce desde el
principio a sí mismo como un “yo” “extraordinario y único”, esta obra también se puede
considerar testimonio por el hecho de lo que cuenta Arenas sobre los que están en la margen de la
Arenas de Cuba y su política. Viaje a La Habana, por otro lado, es una novela de pura ficción
que refleja la experiencia, la crítica y la aspiración del autor a través de protagonistas que cada
uno por su parte cumple con el requisito de describir al pasado y el presente de Cuba. Las dos
erotismo, por ser, definitivamente –considerando la orientación sexual del autor– textos también
inscritos en la discusión de los estudios de género sexual. Y aunque es necesario revisar dichas
Arenas en su texto, éstas solo servirán de apoyo para el objeto principal de esta tesina que es
Cuba. El género literario guía el trabajo de poder partir de un punto fijo donde Arenas surge
como un intelectual que utiliza su texto como una herramienta de crítica contra el régimen de
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Castro. Desde allí vemos cómo se desarrolla esta crítica y si en su totalidad es válida como punto
El análisis se divide en dos partes principales. La primera es el estudio del texto descriptivo de
Arenas sobre Cuba –básicamente una Cuba en los ojos críticos de Arenas– lo cual, en su turno, se
subjetiva de Viaje a la Habana. En estas dos partes se emplea una técnica explicativa de la
narración de Arenas, donde se utilizan las propias frases, palabras y explicaciones del autor,
símbolos, metáforas y semejantes herramientas literarias para analizar la imagen de Cuba que nos
propone Arenas según un punto de vista principalmente histórico. Aquí también se hace notar, a
lo largo del análisis del texto mismo, un énfasis sobre el problema –cuando surge– para poder
utilizarla como punto de referencia en la segunda parte del análisis. La segunda parte del análisis
se ocupa de demostrar, o, más bien, probar hasta qué punto es, en realidad, válida esa imagen;
aquí se investiga la posibilidad de la existencia de una anomalía (problema) que propone el texto
descriptivo de Arenas. Ciertos temas que vuelven a presentarse de una manera continua en
ambas obras serán estudiados de cerca para apoyar la teoría de la anomalía que proponen las
contemporáneos a los de Arenas, literatura de otros que han escrito sobre temas parecidos; otros
ensayos y trabajos de autores cubanos o de otras nacionalidades que han opinado sobre Cuba
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Los temas principales ligados con el texto de Arenas –temas que han tenido un papel principal en
la producción literaria de Arenas– son: el espacio –el cuerpo, la casa, la calle, la playa y
principalmente los sitios íntimos y públicos; el tiempo del presente tal como del pasado; las
Parte 1.
El tono narrativo de Arenas desde el principio de esta obra no exhibe alegría ninguna, sino una
simple y perenne melancolía –arreglado cuidadosamente a veces con un toque suave de ironía– y
este mismo tono domina el texto entero de la novela. De hecho, la presencia de la muerte (ya que
sufría el autor de varias enfermedades provocadas por el virus de Sida a la hora de continuar con
esta obra que empezó a escribir varios años antes en Cuba) se hace notar de manera inmediata ya
en la primera frase de la apertura del libro: “Yo pensaba morirme en la primavera de 1987”
(Arenas 1992, 7). Como asunto aparte, pero no necesariamente exclusivo al tema de la muerte,
también se hace notar la ‘identificación melancólica’ de Judith Butler que se basa en el género,
explicando la melancolía del autor como una pérdida que siente primero por su orientación sexual
y relaciona aquello con el amor homosexual que “nunca ha sido” y segundo con la pérdida de
muchos hombres gay por el virus de Sida (Butler 1997, 138). Y en esa misma introducción
también es cuando, por primera vez, Arenas critica abiertamente la dictadura de Castro,
comparándola con la de Pinochet (Arenas 1992, 12). La crítica de Cuba no empieza a verse
desde el principio de esta obra. Sin embargo, hay obvias señales que marcan el camino por el
que se dirige esta obra desde el principio. Según Riley, el efecto psicológico que tiene la
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enfermedad de Sida estigmatiza el modo de producción del texto de Arenas (Riley 1999: 492).
En el análisis de Antes que anochezca es imprescindible entonces tener en cuenta los siguientes
temas: la libertad sexual y literaria, la relación cercana que mantiene el autor con la muerte
entre el autor y la política cubana lo cual termina en su exilio que también afecta su escritura.
histórico, desde el nacimiento y la niñez de Arenas hasta su tiempo post-exilio en EEUU, lo cual
termina en su carta de despedida, justo antes de suicidarse. El tema del suicidio es curiosamente
presentado, también en el principio de la obra, no por el propio Arenas sino por la madre que al
estar desolada plantea quitarse la vida pero se detiene al ver la reacción de su hijo frente a la
pregunta (Arenas 1992, 17). La presencia del tema de la muerte desde el principio no es, en el
caso de esta obra, solamente por el hecho de que Arenas se está muriendo a la hora de escribirla,
sino que también forma parte del doble exilio que vive en los Estados Unidos. Riley expresa la
metáfora que utiliza el título de la obra “Antes que anochezca” no solamente como referencia al
refugio de Arenas en Cuba, cuando tenía que escribir durante el día ya que estaba siendo
perseguido por la policía y vivía en el bosque (Arenas 1992: 10) sino también como alegoría a la
muerte que le estaba esperando a Arenas poco después de terminar la obra (Riley 1999: 493). Su
exilio de tal forma tiene dos partes: la parte física –su huida a EEUU– y la parte psicológica
donde él se siente como otro por estar sufriendo una enfermedad que le va a acabar la vida.
Como lector, es imprescindible estar consciente tanto del malestar espiritual, como del malestar
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Los primeros capítulos de Antes que anochezca presentan más una imagen del pueblo nativo del
autor y los recuerdos infantiles que la de una Cuba política en general. Sin embargo, desde el
comienzo hay referencias en su texto que insinúan una vida mucho más libre que la que le
esperaba al llegar al poder Castro, lo cual es importante notar por la mera razón que Arenas se
verá robado de esta libertad cuando las fuerzas de la autoridad cubana se pondrán a perseguirle
por diferentes razones políticas y otras más íntimas y personales. En el capítulo tres, “El
bosquecillo”, habla Arenas sobre la “pobreza absoluta” de su niñez pero también habla de “la
libertad total” que sentía a la vez cuando estaba rodeado de la naturaleza con sus árboles, los
animales, el ruido del bosquecillo y gente que no le hacía caso (Arenas 1992: 21). Aquí vemos la
conexión de dicha gente en comparación con los otros más adelante que se presentan en los días
de su juventud, la guardia del régimen de castro, que sí le hacían caso mas de forma distinta a la
que preferiría Arenas. Más adelante en la novela cuando por primera vez se ve detenido y
llevado a la cárcel (Arenas 1992: 204) –como resultado de un giro totalmente cambiador que les
vuelve a él y Coco Salá, su amigo, de ser acusadores de dos ladrones (con quienes acababan de
tener sexo) a ser acusados por ser homosexuales, curiosamente por los mismos chicos, también
homosexuales,– y de una noche a otra parece el asunto complicarse aún más cuando por dos
realidades bastante importantes que juegan en contra de Arenas éste se transforma a ser sujeto
perseguido por la policía de manera habitual hasta su salida de Cuba. Estas dos realidades eran
segundo el hecho de que uno de los chicos acusados tenía un tío que era policía de otra provincia,
con quien tenía lazos personales, lo cual jugaba al favor del ladrón. Así que dicha libertad de la
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La política de Cuba, en general, se menciona directamente por primera vez a través del abuelo de
Arenas que según el propio autor “tenía ambiciones políticas” (Arenas 1992: 54). Aquí mismo
vemos una crítica bastante fuerte de Arenas sobre ambas dictaduras que vivió éste en Cuba:
Utilizando los atributos personales y los conocimientos de su abuelo que según él era un hombre
“antirreligioso, liberal y anticomunista” y bastante intelectual (lo cual, según Arenas mismo, no
era común para un campesino de aquélla época), hace el autor una firme alusión a la
incompetencia del comunismo en frente a los problemas que sufría Cuba como país en general, lo
cual parecía bastante interesante ya que el abuelo realmente no había “sufrido” el sistema
comunista sino que solamente había llegado a conocer las dificultades que le había ofrecido el
capitalismo de Fulgencio Batista (Arenas 1992: 54). Aquí abre Arenas la segunda parte de su
crítica –más resumida– de la dictadura batista, siguiendo aún a usar las opiniones de su abuelo
cual habían sufrido los cubanos (Arenas 1992: 55), porque él consideraba criminales a todos los
su texto se abren más al lector cuando éste empieza a describir el mundo macho de Holguín, su
pueblo natal, donde crece a ser un joven más consciente de su propia sexualidad. En principio,
además de su atracción hacia los hombres, lo cual Arenas percibía como normal para su estado
(sabiendo desde muy temprano que no se sentía sexualmente atraído a las mujeres), se nota la
presencia de un afecto que le impresionaba al ver a chicos que le llamaban la atención. Él cuenta
que a los 13 años de edad ya notaba que realmente deseaba a los hombres, aunque por regla
general se hacía novias también, solamente para poder guardar esa imagen del machismo que
24
reinaba en Holguín y que se esperaba reflejarse en la vida social de los chicos: “también tenía
novias, probablemente porque los demás lo esperaban” (Arenas 1992: 61). Sin embargo, ese
afecto no lo sentía con las mujeres. Su primer amor real se presenta a Arenas en Carlos, un chico
que trabajaba en una fábrica en Holguín, con quien Arenas tuvo mucho en común, como, por
ejemplo, el hecho de padecer la ausencia de sus padres (el padre de Carlos, igual que el de
Arenas, lo había dejado cuando éste era muy chico) lo cual fortalecía la relación que compartían
(Arenas 1992: 61). Ese afecto entre los hombres gay es evidente en su forma de estar juntos,
escondidos del resto del mundo y dejando que sus cuerpos lo perciban. Era imprescindible
guardar la orientación sexual de uno como un secreto si éste era un homosexual para evitar las
duras circunstancias. Arenas mismo cuenta de esta relación muda de la que ambos él y Carlos
disfrutaban en el cine, por ejemplo, sentados los dos juntos, sin decir nada, y dejar solamente que
sus rodillas se rozaran como si fuera por casualidad (Arenas 1992: 61). Así lo explica Dowling:
Affect denotes the attempt to articulate the intensities that are sensed and perceived by the
body. Affect draws attention to a substratum of nonverbal, noncognitive communication
between bodies, as one of the dimensions or registers of human relationships. It is an
attention to the inter – or better trans – actions that occur between and among bodies.
(Dowling 2012: 115)
escondidas, al contrario de ese afecto que sentía en sus relaciones sexuales con los chicos, ya le
iban formando un poco la personalidad rebelde. En el capítulo 22 vemos cómo la pobreza que
sufría el pueblo de Holguín se aumenta tanto en el año 1958, precisamente un año antes de que
Fidel Castro llegara al poder en Cuba, que Arenas lo ve no solamente difícil y aburrido vivir en
aquel pueblo sino casi imposible y decide dejar su casa y juntarse con los rebeldes(Arenas 1992:
69). Una de las consecuencias de encontrarse así en la margen de la sociedad cubana tenía sus
25
raíces en la invisibilidad que sufría por su orientación sexual. El exilio psicológico empezó
mucho antes que el físico. Sedgwick comenta que esta marginalidad, el silencio que padecían los
homosexuales, la represión y el exilio social y psicológico han marcado la vida de ese grupo a
cuya tendencia sexual se refería como “patología social” (Sedgwick 1990: 61). Marcado de tal
manera, Arenas sigue escribiendo de la misma forma que llevará viviendo, a escondidas,
abrazando las tres pasiones de su vida: la literatura, el sexo pasivo y la política activa (Cabrera
Hasta estas alturas en la obra no ha llegado Arenas a empezar a contar en detalle sobre los
impactos de la revolución –tanto sociales como personales– que tuvo la llegada de Fidel Castro
sino que solamente ha construido una base para de su manera informar al lector sobre la
orientación social de Cuba (tanto como la orientación sexual del propio Arenas) antes de la
revolución. La situación real de la política actual de Cuba se muestra por primera vez como
centro de la narración de Arenas en el capítulo de “La revolución”, en la página 75. Aquí se nota
la crítica de Arenas en su modo acusador de contar los primeros días de la revolución donde
“…muchos fueron asesinados sin juicio alguno” (Arenas 1992, 75). Con esta frase el autor se
refiere a la injusticia del mundo en general, lo cual es importante de entender porque en su texto
Arenas propone una realidad universal que es alcanzable solamente por medio de “fantasías,
mentiras, distorsiones, exageraciones, e hipérbolas” (Siegrist 2010: 2). El hecho de que uno
puede morirse, sin tener la oportunidad de defenderse, por las manos autoritarias de un régimen
que decide como dios sobre los individuos le parece irrazonable. Esta realidad sirve dos
finalidades: una es ver cómo se extiende la formación de la imagen que Arenas da de Cuba y la
segunda es cómo eso afecta el juicio del autor. Geirola opina que el texto de Arenas por esa
26
misma razón es uno que hace ecos sugestivos (Geirola 2014: 190) y esta manera de sugerir se
nota claramente, también en la apertura de la obra, por lo que Arenas sugiere sobre el régimen de
Fidel castro insinuando ingenuamente –porque la historia nos lo ha demostrado de otra forma–
que como un claro hecho la gente de Cuba derrumbará a Castro algún día (Arenas 1992: 13).
Puede ser que los sentimientos fuertes que tuvo Arenas a la hora de escribir estas palabras
dominaran su juicio pero está claro que su propuesta nunca tuvo lugar en toda la época de Castro.
Desde la llegada del movimiento revolucionario cubano hasta su exilio, Arenas pasa por varias
fases decisivas de su vida que están directamente relacionadas con su desarrollo intelectual
político que le lleva desde ser un joven y estudiante corriente a favor del socialismo a ser un
disidente perseguido por el mismo gobierno que apoyaba como estudiante. La primera fase es
cuando Arenas empieza a estudiar en la escuela politécnica de La Pantoja, una base militar
antigua de Batista; la crítica que propone el autor aquí es de los prejuicios, provocados por la
revolución, que sufría en una sociedad, una institución “machista” (Arenas 1992: 77). Según
Arenas no había lugar en esta escuela para los homosexuales y el homosexual solía ser
fuertemente castigado con reglamentos diferentes y hasta encarcelamiento (Arenas 1992: 77). La
situación del “maricón”, denominación ofensiva usada por los demás para insultar a los
homosexuales, se iba empeorando cada día. Según el autor, una de las cosas más desafortunadas
que le podía pasar a uno en Cuba de aquella época era ser marcado como un maricón (Arenas
1992: 78). Así fue aún más insoportable la realidad que padecían los homosexuales cuando
Arenas fue aceptado a estudiar en la Universidad de la Habana para seguir sus estudios de
agricultura (Arenas 1992: 100). La vergüenza que sufría el estudiante homosexual, provocada
27
por el régimen de Castro, llegaba a veces ser tan fuerte que algunos de los estudiantes expuestos
se suicidaban. Según Almendros y Jiménez, los estudiantes que fueron homosexuales fueron
sujetos a humillaciones públicas y hasta tenían que admitir su pecado delante de los demás,
aguantando el juicio casi intolerable de los que les acusaban (Almendros y Jiménez 1984: 30):
There were many people who left the university because of that; they got busy
and went away. Others, however, couldn't do that, for one reason or another,
and then they had to stay put, and they had to stand up and answer when people
asked, "What do you think about John Doe?" Later John Doe was there, poor
fellow, and somebody would come and accuse him, "Yes, because John looked
at me with a suspicious glance the other day," or "The other day when I shook
hands with him, he held my hand longer than necessary.
revolucionario que apoyaba al gobierno con sus canciones e himnos políticos junto a sus
camaradas comunistas ya no se molesta mucho por “la causa”, porque notaba que su generación –
la de los 40– estaba siendo destrozada por el régimen comunista e iba desapareciendo de la
historia como una generación perdida (Arenas 1992: 127). Aquí, la crítica de Arenas se dirige al
hecho de la pérdida de los talentudos de su generación también y pregunta por Nelson Rodríguez,
el autor de El Regalo, asesinado, e Hiram Pratt, uno de los mejores poetas cubanos, gradualmente
y profundamente alcoholizado (Arenas 1992: 128). Esta crítica compone una realidad grotesca
donde, según Arenas, la humanidad esta siendo “deshumanizada” bajo un sistema hipócrita e
implacable que hace burla de cualquier ideología y promesa que pretendía alcanzar desde un
principio (Grace 2009: 309). La propuesta del autor en cuanto a la libertad de los cubanos es que
Castro les había obligado a soñar con una libertad de otra forma que la de antes: ya no querían los
cubanos ser libres en Cuba porque lo veían inalcanzable; ellos deseaban poder dejar el país que se
había vuelto a ser una prisión para ellos (Grace 2009: 310).
28
Las críticas de Arenas y la imagen de Cuba post-revolucionaria que propone al autor en esta obra
se van formando de una forma más fuerte en cada capítulo por la mera razón de que Arenas está
sintiendo la presión política y social de una manera más profunda. El colmo de esta presión se
manifiesta en el capítulo de “El detenimiento”, donde el autor por primera vez choca
directamente con la autoridad cubana (mencionado más arriba). Este procedimiento es el primer
paso de muchos más incidentes desafortunados que gradualmente llevarán a Arenas al borde de
soledad en su país y después al exilio. Tras su fuga inmediata de la cárcel, facilitada por un
guarda distraído (Arenas 1992: 206), Arenas se encuentra perseguido por la policía y empieza
vivir en refugios del bosques y casas de los amigos cercanos y de confianza. Es cuando empieza
a escribir Antes que anochezca mientras vive a escondidas en el bosque, intentando escribir en la
luz del día porque al llegar en anochecer tenía que dejarlo ya que no podía ver nada en el bosque
por la oscuridad. Su primer intento de fuga de la isla no resulta bien y tras una noche de flotar
donde le llevaba la moción del mar, encima de una rueda de coche, la abandona y nada durante
tres horas para volver a las orillas de Jaimanitas, solo y casi muerto de frío (Arenas 1992: 208).
Eso fue su primer intento a alcanzar la libertad de la cual escribirá más tarde en su libro
haber podido, finalmente, huir de Cuba. Es allí donde Arenas por primera vez critica al régimen
de Castro de una manera artística e intenta añadir otro aspecto negativo a la falta de libertad en
Cuba: ““no puede haber creación donde no hay libertad…toda obra de arte es una manifestación
de rebeldía” (Arenas 2001:29). Esta crítica a la ausencia de libertad se extiende aún más allá que
Cuba. Arenas critica intensamente y de manera muy personal también a Gabriel García Márquez
por el apoyo (evidentemente fingido, según Arenas) que le ofrece al poder totalitario de Fidel
29
Castro. No dudando ni un momento en repetir el nombre del autor colombiano sin cesar le critica
por haberse olvidado señor Márquez que “el oficio de escritor es un privilegio de hombres libres”
(Arenas 2001: 87). Otra imagen que se pinta de tal manera de Cuba por el lector de Arenas es
esta comparación de los dos tipos de libertad que él sugiere: la libertad social de poder
simplemente vivir en un país sin el miedo de ser encarcelado y la libertad de poder expresar ideas
y crear sin correr el riesgo de perder la vida en el camino o, un riesgo aún más lastimoso, de
conformarse y adaptarse a las normas del régimen autoritario y de tal manera dejar de estar libre
en su forma de crear.
Tras haber huido de la cárcel, viviendo de un momento al otro en el bosque, en casa de amigos y
por las calles y con una copia de La Ilíada y otra de su autobiografía en fabricación en la mano,
trasferido a la prisión de El Morro en el puerto de la Habana (Arenas 1992: 223). Por primera
vez intenta suicidarse tomando varias pastillas pero se recupera, después de tres días, en la
enfermería de la cárcel y el médico, sorprendido por su recuperación, comenta que eso ha sido un
milagro y que todos pensaban que se iba morir seguramente de un infarto de corazón (Arenas
1992: 226). A partir de ese momento Arenas empieza a escribir con un estilo de “venganza
literaria” que demuestra una furia absoluta a la situación que reina en Cuba (Riley 1999: 493). El
odio es exclusivo a los cubanos, reclama el autor a la hora de contar del negro preso, en la misma
cárcel que él, cuando ése andaba por el jardín de la cárcel insultando directamente a Castro
gritando ofensas como “Abajo con Fidel Castro” o “Fidel Castro, asesino, traidor” (Arenas 1992:
258). Así plantea el propio Arenas contextualizar su trabajo en cuanto a esta ira vivida por
30
Nos alimenta la furia, la indignación, el coraje, el desarraigo, la desesperación
para aferrarnos a un mundo que tan solo existe en nuestra esperanza. Nos
alimenta el recuerdo de un mar al atardecer, un libro único leído en un parque
donde había un árbol cómplice, el olor que transpiraban las plantas al entrar a
nuestra casa que ya no existe, una calle por la que nunca volveremos a cruzar, un
alto cielo estrellado que difumina y nosotros con el (Arenas 1992: 134).
Arenas es liberado en 1976 y en los cuatro años que le quedan, desde su libertad hasta su exilio a
los EEUU, sigue estando perseguido por la policía cubana. Esto solo añade a su deseo de dejar el
país. No había una manera fácil de hacerlo. Uno de sus mejores amigos, Virgilio Piñera, fue
asesinado por el gobierno al intentar dejar el país (Arenas 1992: 325). Él tenía que encontrar una
manera segura. El hecho de que Fidel al final abriera el Puerto de Mariel para que todos los “no
deseados” pudieran dejar Cuba, sucedió por la pata que metió el propio Castro al quitarle la
los cubanos que habían entrado en la embajada pidiendo asilo (Arenas 1992: 325). Según
Arenas, Fidel Castro no abrió el puerto para que todos los que no querían estar en Cuba pudieran
salir sino que solamente podían dejar el país los que no tenían los medios de estropear la imagen
que intentaba mostrar Castro al resto del mundo. Entre ellos no encajaban intelectuales como
Arenas que tenían estudios y habían publicado obras en el extranjero (Arenas 1992: 329). Sin
embargo, el hecho de que Arenas fue homosexual jugaba a su favor porque los homosexuales
pasivos recibieron permiso para dejar el país; los activos fuero considerados por le gobierno
como “no realmente homosexuales” (Arenas 1992: 329). Al final, se reparte un permiso a Arenas
para dejar el país y a finales del año 1980 está realizado su sueño de libertad al llegar a Key West,
Florida, EEUU.
Arenas cuenta que aún en exilio no dejó nunca de extrañar a su país y que viajó mucho a muchos
países diferentes para atender a seminarios y dejar oír su grito, su “tesoro” (Arenas 1992: 339).
31
Al final de la obra, en su carta de despedida, justo antes de quitarse la vida, declara el autor dos
puntos muy importantes. El primero es que aunque en exilio y sufriendo la enfermedad terminal
de Sida está efectivamente viviendo en libertad, lo cual sin duda lleva al lector a pensar en dicha
venganza literaria para la que luchaban tantos literatos e intelectuales latinoamericanos contra
distintas dictaduras. El segundo es cómo Arenas forma su crítica final y la dirige hacia el mismo
Fidel Castro, quien según Arenas es la única persona que tiene la culpa de la muerte del autor
(Arenas 1992: 373). A continuación, anima Arenas a los cubanos no dejar de luchar para su país.
Esta obra es un conjunto de tres relatos separados e independientes pero que a la vez reflejan
partes distintas de la crítica del autor contra el gobierno cubano. La diferencia entre esta obra y
Antes que anochezca es el género. La segunda, como mencionado antes, es una bibliografía con
claros toques de testimonio y de ficción de Arenas que fue compuesta durante 30 años y que
relata simplemente sobre la vida entera del autor y las críticas destacadas son declaraciones
directas del propio Arenas. Viaje a La Habana, en turno, es de pura ficción. Los
acontecimientos de esta obra manifiestan las opiniones del autor de manera indirecta a través de
los protagonistas que cada uno interpreta características diferentes del mismo autor o de otros
personajes que existían en la vida de él. Ismael, el protagonista del tercer relato, por ejemplo,
tiene muchas cosas en común con Arenas: la homosexualidad, el engaño vivido por otro que le
denuncia tras haberse acostado con él primero y la soledad del exilio en los EEUU. La crítica
que sí tienen en común las dos obras es, sin embargo, la añoranza de una libertad perdida y no
alcanzada (Zalacaín 1992: 105). La manifestación de dicha falta de libertad, en turno, se muestra
32
en otro aspecto que tienen en común no las dos obras sino los tres relatos de Viaje a La Habana,
una pareja destituida y un hombre llevado a la tempestad de su ciudad querida (Polise 2006: 31).
crítica de Arenas en este relato (Zalacaín 1992: 104). La protagonista, Eva, es la que nos guía
durante todo el cuento, hablando de las memorias que ha tenido con su marido, Ricardo. La
mayor parte del relato es un discurso íntimo de Eva, que en su soledad habla con el fallecido
evidente en el monólogo de Eva cuando ésta alude a la manera de Ricardo de “[tener] no sé qué
toque para ganar[se] la amistad de los muchachos.” (Arenas 1990: 36). Se nota también aquí el
intercalado tema de la expresión de esa libertad deseada, parte principal de la crítica de Arenas al
régimen castrista, cuando al encontrar aquél joven, ese hombre presentido por el propio Ricardo –
por, supuestamente, haber ignorado la pareja y su manera excéntrica de vestirse durante casi todo
el relato– muestra interés hacia ellos solamente cuando estos se quitan la ropa y se encuentran
Otro aspecto de la crítica de Arenas en este primer relato gira alrededor de la uniformidad de la
sociedad castrista que en su totalidad afecta profundamente la vida personal de los ciudadanos,
intentado “aplastar la diversidad” (Polise 2006: 34). Desde el punto de vista de un contexto
histórico, la falta de diversidad a la que se refiere el autor es tanto sexual como social que se
33
ropas extrañas de ambos Ricardo y Eva, que renuncian la monotonía de los uniformes verde olivo
de los revolucionarios y muestran una “subversión consciente del tiempo histórico desde la que
Con la metáfora que utiliza Arenas mediante la ropa de los protagonistas y la manera de
disfrazarse, critica también la obligación que siente por ocultar su identidad. Según Polise, esta
transformación (física y sexual) es una forma de esconder los deseos íntimos de los personajes
(Polise 2006: 34). Sarudy opina que esta transfiguración física alude a la recuperación, por parte
del marginalizado, de otra imagen de si mismo que precisamente en una sociedad donde está
obligado a reflejar la personalidad que les propone la autoridad es la verdadera(Sarudy 1969: 44).
El deseo homo-erótico está por primera vez en la obra abiertamente manifestado por Arenas en
este relato. Sin embargo, la homosexualidad no está directamente reflectada por el autor, sino
que aparece escondida en el travestismo del hombre que desea Ramón, el protagonista del cuento.
Aquí también nos encontramos a Arenas criticando el sufrimiento del homosexual al estar
adecuado para presentar a su objeto de deseo, Elisa, llamándolo de “él”, “ella” y finalmente de
“esa cosa” (Arenas 1990: 69). El tema principal del cuento es la incertidumbre que está
relacionada con esta pérdida de identificación, y según Polise Arenas lo introduce desde el muy
principio del cuento a través la presentación de Daniel Sakuntala “donde Sakuntala subraya las
circunstancias misteriosas de la muerte (o suicidio) de Ramón (Polise 2006: 35). Durante todo el
cuento hay referencias a esta incertidumbre que se manifiestan en la forma que utiliza Ramón
34
para describir a Elisa, por ejemplo su tono de hablar, su voz y su aspecto. Estos ejemplos sirven
para poner en duda al lector el sexo de Elisa que, según Polise, es otra crítica de Arenas a la
intentando a negar su orientación sexual por la presión que siente por la sociedad (Polise 2006:
35). Esta crítica a la incertidumbre que manifiesta Arenas a través de Ramón es el intento que
aplican muchos homosexuales reprimidos para justificar sus tendencias homosexuales en Cuba.
Polise lo explica de la siguiente manera: “…su necesidad de justificar los acontecimientos fuera
Arenas no alude solamente a una identidad oculta o escondida por el propio personaje sino que
también señala una crisis más profundo de la identidad que él mismo presentía y veía en la Cuba
Vinci) escondido detrás de la persona de Mona Lisa, escondida detrás de la persona de Elisa
(Arenas 1990: 85). Y es cuando ese hombre es por fin relevado que vemos cómo Ramón
realmente siente pasión y ternura en el acto de sexo que tienen entonces como dos hombres:
“…un acto apasionado e intenso de sodomía” (Polise 2006: 36). Arenas opina que en la Habana
reflejan una fuerte incertidumbre a la hora de aceptar sus inclinaciones sexuales (Polise 2006:
37). Por esta misma razón existe una ambigüedad y vergüenza universal entre los homosexuales
persona real y su orientación, lo cual está demuestrado por Arenas en su manera de poner a
35
Ramón detrás de la ventana del “drive-thru” de Wendy´s igual que a Elisa/Mona Lisa/Leonardo
en el cuadro (los dos tienen la misma forma) y son casi igual de grandes, o igual de peqeños) para
demostrar al lector lo que sufre el marginalizado por estar obligado a ver el mundo desde su
espacio tan pequeño (Polise 2006: 37). Esto es otro ejemplo del eco sugestivo de Arenas
salió el propio Arenas, y sale por el puerto de El Mariel, igual que Arenas. El punto de ironía que
deja expuesto al lector es que, al contrario de los otro relatos de la obra, involucra a si mismo en
Mona, como un intelectual heterosexual, declarando que Arenas “conoció a Ramoncito en Cuba y
que éste, a quien sólo le apasionaban las mujeres de verdad, no le hizo el menor caso” (Arenas:
1990: 63).
La crítica principal de Arenas en este relato tiene que ver con la obligación social de una cultura
machista cubana que le encargaba al hombre cubano el cumplir con ciertas responsabilidades, de
las cuales se puede mencionar el matrimonio, otra referencia del autor a esa crisis de identidad.
Ismael, el protagonista del cuento, que igual a Ramón de Mona y a Arenas mismo es homosexual,
en cierto punto de su vida en Cuba se ve obligado a casarse para ocultar sus tendencias
homosexuales y “para cumplir todas las reglas” (Arenas 1990: 103) y hasta tiene un hijo con su
mujer. Los discursos internos que tiene la protagonista, contados en voz de primera persona, por
el mismo Ismael, están situados paralelamente con la narración de tercera persona que nos cuenta
propia homosexualidad como tema principal llegan a su colmo en este relato porque aquí vemos
36
la confesión propia del mismo protagonista en dicho discurso interno (Polise 2006: 38). Como
voz narrativa, de tercera persona, expresa esta intolerancia que ha tenido que sufrir Ismael al
rendirse a los modelos sociales e ignorar el apetito homosexual que le consume por dentro:
Y él bien sabía que sólo con la unción a uno de aquellos cuerpos varoniles y
jóvenes encontrarían sus furias algún sosiego, pero su voluntad, aún más fuerte que
su tragedia o su posible felicidad, le permitió controlarse ante los gestos
promisorios. Y así fue como Ismael se hizo novio (la palabra en sí misma le
resultaba ridículo) de Elvia y, al cabo de unos meses, esposo (y esta palabra sí que
le era realmente intolerable) de aquella mujer que parecía idolatrarlo (Arenas 1990:
102).
En este relato también vemos una clara relación entre el protagonista y el autor. Ismael conoce a
Sergio en la playa (igual que Arenas y Coco Salá conocieron a dos amantes en la playa), e igual
que esos Sergio, después de haber hecho al amor con Ismael, le denuncia a la policía (Arenas
1990: 105). Y, finalmente, igual que Arenas, Ismael está condenado y metido en la cárcel. La
crítica de Arenas aquí se dirige también a la soledad del exilio. Igual que Arenas, Ismael, al
encontrarse obligado a dejar el país, y atormentado por los malos recuerdos que le habían
…no vivir para nadie más que no sea para él mismo, y sobre todo no tratar de
expulsar la soledad, sino, todo lo contrario, buscarla, perseguirla, defenderla como
un tesoro. Porque de lo que se trata no es de renunciar al amor, sino de darlo por
descartado, comprender que no existe esa posibilidad, y luego ese conocimiento
(Arenas 1990: 113).
Un tema bastante fuerte aquí, lo cual no ha mencionado Arenas, tan directamente, ni en los dos
relatos anteriores ni en Antes que anochezca –salvo, tal vez, la mención del tío que le llevaba al
37
pueblo de niño en su caballo y se rozaba contra él joven hasta eyacular dentro de los pantalones–
es el tema del incesto. Ismael, al volver de los EEUU, antes de visitar a su mujer e hijo, se
encuentra con Carlos en la playa (Arenas 1990: 126) y tras conocerse y charlar Ismael lo invita a
su cuarto donde los dos comparten un rato apasionado haciendo el amor (Arenas 1990: 127).
Más tarde Arenas toca el tema del tabú del incesto aún más allá y admite que Ismael y Carlos
sabían quién era el otro antes de acostarse juntos (Arenas 1990: 152). El despertar del sujeto
los pecados más profundos de la historia: el incesto. Arenas alude aquí a las consecuencias que
puede tener la existencia de esa crisis sexual en Cuba que pone a los marginalizados en un rumbo
de la perdición. Sin embargo, ni el padre ni el hijo se sienten culpables porque ese encuentro con
la identidad verdadera a lo cual ha Ismael a través hacer el amor con su propio hijo es más
importante que el obedecimiento religioso: “¿No te das cuenta que yo estaba muerto y tú me has
Resumiendo la primera parte del análisis se observa la firme presencia de algunos temas que una
vez y otra vuelven a aparecer en el texto de Arenas y que tienen un papel muy importante en
formar sus obras y sus críticas. Cuatro temas bastante importantes y profundos que se
manifiestan continuamente a lo largo de las obras recién analizadas y que forman las opiniones
críticas del autor sobre Cuba son la ausencia de la libertad, la crisis de la identidad, el exilio y la
presencia de Sida. Estos temas serán investigados mediante documentos que sirven como apoyo
para poder demostrar el problema que propone la crítica subjetiva de Arenas. Hay que tener en
cuenta que Arenas lleva muchos años viviendo fuera de Cuba a la hora de terminar y publicar las
dos obras objeto de esta tesina y que padecía ya de una elevada condición de malestar bastante
38
grave provocada por el Sida. Estas dos realidades más el hecho de encontrarse exiliado en un
país desconocido podrían muy bien haber hecho un efecto bastante profundo en sus textos.
críticas de Arenas sobre Cuba. Según Palaversich, en Antes que anochezca, por ejemplo, Arenas
general– político-sexual que padecían, según él mismo, las mismas injusticias. Sin embargo,
sufrimiento con la posición izquierdista y pre-revolucionaria del gobierno y de tal manera toma la
autoridad de confirmar que todos eran del mismo grupo al darle “voz” a los que no la están
Parte 2.
Hay que tener en cuenta dos aspectos que hacen realidad la existencia del problema que surge en
analizar los textos de Arenas. El primero tiene que ver con la revolución cubana en si y las
consecuencias sociales y políticas que tuvo el país desde la llegada de Fidel Castro al poder. El
objeto será analizar los efectos positivos de la revolución en cuanto a los progresos que vivió
relacionado con el estado físico y mental de Arenas. Aquí se debe observar el efecto del exilio y
la enfermedad terminal que sufría el autor a la hora de escribir las dos obras. No cabe duda que
Arenas escribe para una Cuba, en su opinión, oprimida, y hasta su último día intenta animar a los
39
cubanos salirse de las manos de la dictadura de Castro, pero hasta qué punto tiene razón sobre las
Desde un punto de vista objetivo, la revolución cubana no trajo solamente miseria al país. El
aparecer de un nuevo orden social: el socialismo. El objetivo del socialismo que trajo Castro a
exclusivo en el país. El apoyo grande que tuvo Castro en principio tenía mucho que ver con su
promesa de liquidar el sistema capitalista de Cuba (Betancourt Roa 1970: 541). Betancourt opina
que el hecho de que Castro realizó un cambio social fundamental en Cuba tenía esencialmente
que ver con el cambio que tuvo lugar en el panorama económico por haber quitado el control
privado del modo de la producción en el país y de tal forma contribuye a la desaparición del
Esta manera de confrontar el capitalismo hizo realidad, por lo menos hasta un punto notable, la
desaparición de la desigualdad social en Cuba. Lehmann opina en 1971, un poco más de diez
años después de la revolución cubana que aquella, en solamente en diez años, ha llegado a
alcanzar niveles de igualdad mucho más altos que el gobierno anterior (Lehmann 1971: 203).
Lehmann sigue con el argumento que los éxitos políticos del movimiento cubano han creado una
base fuerte para un futuro desarrollo económico de Cuba (Lehmann 1971: 204). Siguiende la
misma línea de argumento, Palaversich hace notar la manera en que critica Arenas a Cuba.
Según ella, Arenas mide en Antes que anochezca el éxito y el fracaso del gobierno solamente con
el nivel que impone Castro a dos libertades: la del deseo y la de la escritura y declara “incapaz” a
40
Arenas de “los indiscutibles logros de la revolución” precisamente por las limitaciones que pone
Claro está que la ni la revolución cubana ni el gobierno que vino después estaban favorecidos por
todos los cubanos y que muchos, incluso Arenas, fueron aclarados contrarrevolucionarios,
disidentes y exiliados. Sin embargo, como se observa aquí, también hubo un lado positivo dentro
de la revolución cubana:
En este sentido se puede observar que Arenas, en las dos obras que hemos discutido en esta
tesina, no hace mucha mención sobre las reformas sociales del país. Su enfoque está más en lo
filosófico y lo intelectual.
La libertad:
Los aspectos sociopolíticos de la huida de Arenas de Cuba y su protesta sobre los sentimientos de
persona ajena en los EEUU, todos fueron resultados directos de la falta de libertad que vivía en
su país por ser homosexual. La homofobia que reinaba en Cuba postrevolucionaria resultaba en
el aislamiento social de los homosexuales (Riley 1999: 491). Riley cuestiona la creatividad de
41
There are many examples of this 'creativity on the edge', a creativity of the utmost
urgency when producing a text such as Antes que anochezca. Nevertheless, such
urgency or prolific production does not signify that the creative process is in any
respect a straightforward one (Riley 1999: 421).
Riley opina que la falta de libertad, impuesta por el mismo gobierno al que critica Arenas, afecta
el modo de producción del autor y de tal forma implica una subjetividad que altera la realidad que
éste describe, encontrando en su escritura de esta manera un proceso terapéutico que sirve otra
función de apoyar las quejas de Arenas que solamente informar al lector (Riley 1999: 492). Otro
punto muy decisivo a la hora de analizar la descripción subjetiva de Arenas es que él solamente
habla de los homosexuales como opositores políticos y de tal forma propone al lector la
impresión de que todos los homosexuales fueron objetos de la brutal discriminación del gobierno.
Palaversich no está de acuerdo con este “mundo polarizado” del que describe y critica Arenas.
Ella habla de los otros homosexuales que de hecho no fueron tratados nada mal solamente por la
relación favorecida que tenían con el gobierno, en otras palabras homosexuales revolucionarios,
La identidad:
El hecho de que los homosexuales en Cuba tenían que esconderse a si mismos literal y
metafóricamente era una realidad vivido por Arenas y reflejado en su obra. No solamente tenía el
homosexual que limitar su círculo de socialización sino que no se podía expresar libremente
tampoco así que sufría dos modos de aislamiento: el físico, que se limitaba en simplemente
país. Esta crisis de identidad surge de la obligación de no poder expresarse según sus propios
principios en la sociedad, un hecho que afectaba mucho a Arenas y que claramente se observa en
42
su texto. Según Maccioni, una identidad real tiene una “función productiva” que cuenta las cosas
tal como realmente son (Maccioni 2014: 492). Ella sigue hablando de esta identidad y, por lo
tanto, la falta de ella en los cubanos marginalizados de los sesenta y elude a una “traición” por
parte de Arenas que está luchando contra esa crisis de identificación, porque según su propia
definición de la palabra traición, lo cual es “dar una cosa haciéndola pasar por otra”, Arenas está
El exilio:
El exilio metafórico del que arenas ya empezó sufrir desde el principio en la propia Cuba le
desenredó de la sensación familiar del sentid de pertenecer a una casa en su País. En la obra de
Arenas hay muchas veces mención de un hogar que representa ambos un sentido familiar y
también un sitio donde uno se siente oprimido –referencia a la Cuba post-revolucionaria (Riley
1999: 422). El significado de esta casa ya no es para Arenas lo mismo que antes; ahora esta casa,
donde no puede uno ser si mismo, es un lugar de muerte de donde hay que huir, como muchos
personajes de las obras de Arenas que siempre están huyendo, dejando esta casa, dejando Cuba
(Maccioni 2014: 483). Como dice él mismo: “Había una casa. Y en la casa, alguien se moría.
Siempre alguien se está muriendo en las casas miserables.” (Arenas 2001: 29). Según Maccioni,
Arenas está bajo la impresión de que esta casa ahora simplemente sirve de refugio, pero no del
tipo de refugio que le salva a uno de los peligros del mundo sino que uno donde Arenas
solamente puede formar una comunidad “fundada en la opresión.” (Maccioni 2014: 483). Como
se puede observar, Arenas ya sentía un inevitable exilio socio-psicológico en Cuba, un exilio que
le pasaba a diario, y al huir de su país tenía que revivir este exilio ahora en un plan físico
43
también. Según Ortiz-Díaz, el propio Arenas consideraba imposible la escritura realizada en un
ámbito que padece de libertad (Ortiz-Díaz 2003: 112). Estando siempre perseguido por la
policía, temiendo constantemente que le van a quitar una libertad que realmente no tenía
oportunidad de disfrutar, Arenas reflexionaba de manera muy subjetiva sobre el régimen que le
obligaba sentirse exiliado en su propio casa. Y teniendo en cuenta también que Arenas sufría de
SIDA en la hora de escribir estas obras, él ya vivía ese exilio en cuatro diferentes planos: social,
político, personal y físico (Riley 1999: 421), lo cual le perjudicaba la escritura por “una rabia
El Sida:
Arenas, en su carta de despedida, le echa la culpa de todo lo que sufre, incluso su enfermedad, a
Fidel Castro:
Claro está que mucho de lo que tenían que sufrir los disidentes , los homosexuales y los no
deseados cubanos, en general, fue causado por el régimen de Castro. Pero ir hasta un punto
donde considerarle responsable a Castro por una enfermedad que se contagiaba, especialmente en
el caso de Arenas, por vías sexuales, a lo mejor es un poco injusto. Es conocimiento común que
el Sida se contagia principalmente por la sangre a través relaciones sexuales sin protección y
también mediante agujas sucias, en los casos de los que sufren una adicción a drogas. Palaversich
no ve la obra de Arenas, Antes que anochezca en específico, como una evaluación objetiva de
44
Cuba y el régimen de Castro. Ella considera una “venganza” a esta obra y opina que los
país en que viven, el contagioso y terminal virus que padece Arenas etc.– “perjudican seriamente
A parte del sentido emotivo y psicológico que conlleva el malestar que impone una enfermedad
mortal como Sida, también hay que considerar los aspectos físico-biológicos que tiene y que
pueden perjudicar el juicio del que los sufre. Palaversich acusa la obra de Arenas como una que
que la escribe, por estar perseguida por una muerte “inminente”, y por esta misma razón y el
hecho de un deterioro físico que sufre el autor no tiene mucha validez crítica (Palaversich 2003:
113).
Finalmente, tenemos la posición reductiva y comprimida con la que asigna Arenas, cegado por su
humillación toda la maldad que sufre el homosexual cubano, echando la culpa de la aparición en
resultado directo producido por la rabia que siente Arenas por su enfermedad agonizante
(Palaversich 2003:113). Palaversich opina que dicha ceguera metafórica que sufre Arenas le
hace ignorar el hecho de que esta exposición del homosexual como pecador, un enfermo o una
45
4. Conclusión
sintieron engañadas y decepcionadas por las promesas de una dictadura que antes, o a la misma
hora, de llegar al poder, hicieron promesas promocionales para ganarse el apoyo de gente y de tal
forma abrir el camino al poder. Abundan semejantes ejemplos históricos donde esta gente
oprimida tenía que intentar utilizar cualquier forma de escapamiento para quitarse de encima esa
mano dictadura que les había robado la libertad: los iraníes huían del país, tras la llegada de
Khomeini, encima de burros pasando fronteras con hambre y con niños esperando poder salir del
país sin perder la vida; los judíos de Alemania, Polonia y Francia, por ejemplo, pasaron meses
escondidos en condiciones terribles en sitios pequeños y sucios que les ofrecían los refugios
subterráneos para huir de una muerte segura que les esperaba en los campos de Auschwitz.
Todos con la esperanza de poder libremente vivir en algún lugar lejos de la tiranía que les
Reinaldo Arenas vivió muchos sufrimientos por el régimen castrista que abiertamente se oponía
contra cualquier forma de práctica sexual que no estaba de acorde con las que le proponía su
gobierno y también castigaba a los que de forma escrita criticaban su política. Arenas fue uno de
ellos que desafortunadamente sufría los dos criterios. Sin embargo, él nunca se conformó y al
darse cuenta de que el gobierno castrista no tenía ninguna intención de mostrar un lado más
tolerante en cuanto a los marginalizados de la sociedad cubana, y tras haber sufrido la agonía de
estar encarcelado por su orientación sexual y por sus obras, decidió huir de Cuba y seguir su
lucha contra Castro publicando obras críticas desde el extranjero, en su caso desde los EEUU,
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Las dos obras objeto analizadas en esta tesina han mostrado esa crítica de Arenas contra su
propio país. Él ha demostrado temas decisivos y muy importantes que tuvieron un papel grande
en explicar sus propios motivos contra el régimen de Castro. Arenas habla de su homosexualidad
y como la tenía que ocultar temiendo su vida. También cuenta cómo esa manera secreta de vivir
oprimido bajo una dictadura extremadamente autoritaria le obliga a uno perder su verdadera
identidad, tema bastante tocado en sus novelas. Esta crisis de identidad fue vivida por muchos
Finalmente, en la soledad ofrecida por un país donde Arenas consideraba como nada más que un
refugio político tiene Arenas el desdicho de contagiarse con el virus de Sida y al ver ninguna otra
salida que solamente esperar a marchitarse poco a poco decide quitar su propia vida. Atrás deja,
entre muchas otras, estas dos obras testimonio-ficcionales donde uno puede ver cómo critica
La crítica de Arenas, en muchos sentidos es muy válida. Sin embargo, en otros, padece, en cierto
punto, de una analítica que le ha impedido contar algunas cosas desde un punto de vista objetiva.
El problema que surge de los textos analizados de Arenas es el hecho de que el autor los
considera más como una venganza literaria contra el régimen socialista/comunista de Castro que
como literatura informativa. Muchos temas sufridos por Arenas parecen afectar su juicio en la
crítica que propone a Cuba. Sus diez años fuera del país, la humillación que tenía que sufrir a
diferentes niveles desde estar en Cuba, encarcelado, la opresión y la vergüenza sufridas por su
orientación sexual, su humilde huida de Cuba como exiliado y disidente, todos se reviven en su
47
escritura. Esta tesina ha revelado la crítica política y social en Antes que anochezca y Viaje a La
Habana utilizando las propias experiencias del autor junto con sus opiniones subjetivas para
poder llevar a cabo dos fines: primero hemos visto a Cuba desde el punto de vista política y
literaria de Arenas desde los días de su infancia hasta sus días finales de enfermo de Sida y su
suicidio. Segundo, hemos analizado el problema con el que nos encontramos al estudiar de más
cerca la imagen de Cuba que nos pinta Arenas. Hemos revisado obras de otros autores que han
escrito sobre Arenas y/o sobre la revolución cubana quienes no están totalmente de acuerdo con
esa imagen entera y demuestran razones que debilita a esa crítica areniana sobre Cuba. El
resultado del análisis ha sido muy obvia: la Cuba de Arenas no parece ser la Cuba de todos los
cubanos. Los homosexuales, por ejemplo, no fueron un grupo exclusivo en Cuba, totalmente
separados de los heterosexuales; igual que todos los “straights” no eran revolucionarios, no todos
los “pájaros” eran contrarrevolucionarios. Arenas provoca un ligero malentendido cuando habla
de los dos grupos como si fueran totalmente separados en un sentido político. Y por ser
perjudicado su razonamiento por las razones discutidas antes, como su orientación sexual y su
enfermedad, Arenas no llega a criticar a Castro y a Cuba de manera objetiva, sino que deja sus
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