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Del Ambiente A La Selección de Contextos

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MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE NEUQUÉN

CONSEJO PROVINCIAL DE EDUCACIÓN DE NEUQUÉN 1

PROGRAMA FORMACIÓN SITUADA

ÁREAS DE CONOCIMIENTO: CIENCIAS NATURALES Y CIENCIAS SOCIALES

NIVEL INICIAL

COORDINADOR GENERAL: Sergio Espósito

INTEGRANTES: Susana Abrego y Nora Furlan

TÍTULO DEL DOCUMENTO:

“Del ambiente a la selección de contextos: una propuesta que


articula las áreas de ciencias naturales y sociales”

AÑO: 2018
Del ambiente a la selección de contextos: una propuesta que articula las
áreas de ciencias naturales y sociales

Las ciencias naturales y sociales en el Nivel Inicial


La enseñanza de las ciencias naturales y sociales en el Nivel Inicial, específicamente
2
en el jardín de infantes tiene como propósito ofrecer a niñas y niños herramientas para
indagar el ambiente. Desde muy pequeños niñas y niños, en sus experiencias cotidianas
interactúan con elementos y fenómenos del ambiente, los cuales suscitan en ellas/os
preguntas y dudas que demandan saberes vinculados con las ciencias naturales y sociales.
Dar respuesta a estas preguntas es garantizar el derecho que tiene todo niño al
conocimiento.

En palabras de Miguel Zabalza Beraza (2016) “Los niños y las niñas están en el
ambiente, lo viven desde que nacen. Sin embargo, sus relaciones espontáneas con el
ambiente […] se viven pero no se analizan; ahí estriba el auténtico sentido de abordar el
ambiente como objeto de estudio y campo de experiencias […]” (p.82).

Desde este enfoque, Verónica Kaufmann y Adriana Serulnicoff (2000) expresan que
“La tarea del docente es proporcionar claves de lectura para interpretar el ambiente”
(p.32). Para que ello sea posible el/la docente debe previamente indagarlo y conocerlo.

¿Qué es el ambiente y cómo convertirlo en objeto de conocimiento para


niñas y niños del Jardín de Infantes?
Laura Grisovsky y Cecilia Bernardi (2008) definen el ambiente como “un complejo
conjunto de componentes, factores, relaciones y sucesos de diversa índole en el cual se
desenvuelve la vida de las personas y se construye cotidianamente la cultura” (p.10).

Este complejo conjunto de componentes incluye elementos culturales, sociales,


históricos, políticos, económicos, y también físicos, químicos, biológicos, entre otros,
además de las interacciones y relaciones, que se desarrollan en un espacio y tiempo
determinado.

Según Verónica Kaufmann y Adriana Serulnicoff (2000) el ambiente es “un


entramado socionatural”, en el cual lo social y natural están en permanente interacción,
modelándose mutuamente. El ambiente así definido se caracteriza por su complejidad.
El/la docente busca ofrecer instrumentos para que niñas y niños puedan interpretar ese
ambiente complejo, para ello es necesario convertirlo en objeto de conocimiento.
Dado que el ambiente es inabarcable en su totalidad, es preciso seleccionar un
recorte del ambiente o contexto, siempre que conserve la complejidad del mismo, para
ser abordado como objeto de estudio con niñas y niños pequeños. Las ciencias naturales y
sociales deben ofrecer herramientas para que enriquezcan, amplíen y organicen sus
saberes sobre el ambiente a través de un contexto específico, favoreciendo una mirada
integral del mismo, sin perder vista su complejidad. 3

Desde esta perspectiva las referidas áreas de conocimiento, cobran sentido en la


medida que sean capaces de ofrecer los instrumentos que permitan dar respuesta a los
interrogantes o problemas que el conocimiento del contexto puedan plantear.

De esta manera, superando visiones fragmentadas que responden a lógicas


disciplinares, las áreas convergen o abordan distintos aspectos de un determinado
contexto, propiciando un enfoque que respeta la percepción infantil global y totalizadora.

La selección del contexto es la primera decisión didáctica que toma el/la docente
para diseñar su propuesta de trabajo en la sala. Por tanto, retomaremos a continuación
algunos de los criterios para su selección que destacan Kaufmann y Serulnicoff (2000).

El primer criterio para seleccionar un contexto es que conserve la complejidad del


ambiente, esto implica que el contexto elegido habilite diferentes miradas sobre los
componentes y relaciones que lo constituyen. Algunas de estas relaciones pueden generar
conflictos y tensiones, que muchas veces no son tan obvios, sino que requieren un trabajo
de indagación. Por otra parte, para recuperar la complejidad del ambiente, es necesario
problematizarlo e interrogarlo. En ese sentido, su abordaje desde las ideas organizadoras
constituye una posibilidad desde el área de las ciencias naturales y ciencias sociales.

Otra cuestión a considerar es que permita a niñas/os enriquecer, ampliar y


organizar sus saberes sobre un contexto cotidiano y conocido, y a la vez acercarse a
otros contextos poco conocidos o desconocidos.

Por otra parte, tiene que tratarse de un contexto actualizado y no estereotipado.


Esto demanda del/la docente un trabajo previo de investigación y estudio, que puede
incluir entre otras, la visita al contexto seleccionado, la entrevista a diferentes
especialistas, la búsqueda de información en distintos medios gráficos y digitales.

Otro criterio a tener en cuenta es la variedad en la selección de contextos a lo largo


del año, por ejemplo un museo, una plaza, un comercio, una reserva natural.

Por último que el contexto elegido sea significativo para niñas y niños es un criterio
esencial a tener en cuenta, esto es, que sea atractivo, que sea adecuado a la edad, que
pueda despertar su interés y que pueda relacionarlos con saberes previos, no
necesariamente relativos a ese contexto.

De la selección de contextos a la propuesta didáctica


Una vez seleccionado un contexto específico o recorte del ambiente, tendremos que
decidir cómo organizaremos su enseñanza, qué contenidos seleccionaremos para ello, qué 4

estrategias y actividades ofreceremos a niñas y niños.

Nos focalizaremos en dos modos de organizar la propuesta de enseñanza: Unidad


didáctica y Proyecto.1

Tanto la Unidad didáctica como el Proyecto brindan la posibilidad de organizar los


contenidos desde una perspectiva globalizadora, en sintonía con el pensamiento de la/el
niña/o y con el criterio de conservar la complejidad del ambiente. Desde este enfoque se
hace necesaria la convergencia y articulación de los aportes de las distintas áreas de
conocimiento.

En la Unidad didáctica los contenidos se organizan en función de un contexto


específico, y permiten conocer e interpretar diversos aspectos de un recorte del
ambiente, o contexto significativo para niñas y niños, que no conocían o conocían
parcialmente. (Ejemplo: “La plaza cercana al Jardín”). Los interrogantes que se plantean
desde el recorte didáctico son los que orientan la indagación.

En cambio en el Proyecto los contenidos se organizan en función del diseño,


organización y ejecución de un plan concreto para arribar a un producto que da sentido
a la tarea (ejemplo: “Hacemos una huerta de especies aromáticas”).

Es posible optar por uno u otro formato, o por los dos formatos en simultáneo.

Una vez seleccionado el contexto, el docente debe interrogarlo, observarlo, analizarlo,


para luego proyectar la enseñanza, seleccionando aquellos contenidos que puede ser
interesantes y significativos para niñas y niños.

1
No nos ocuparemos de la secuencia de actividades en este documento, dado que nuestra propuesta
intenta articular áreas de conocimiento.
¿Cómo interrogar al contexto para convertirlo en objeto de conocimiento?
Las ideas organizadoras son aquellas ideas que se pretende construir en los
diferentes niveles educativos. Las mismas pueden ayudar a analizar e interrogar el
contexto para que pueda constituirse en objeto de conocimiento, orientando la selección
de contenidos.
5

En el área de ciencias naturales, estas ideas organizadoras, son denominadas


también por diferentes autores, como Metaconceptos o Conceptos Estructurantes y son
los siguientes:

Sistema
Unidad
Cambio Interacciones
Diversidad
Permanencia

Como puede observarse, el metaconcepto de Sistema es el más inclusivo, pues


integra a los demás conceptos.

Sistema: Se refiere al conjunto de elementos organizados que tienen una dinámica


particular, resultado de las interacciones entre esos elementos. Algunas preguntas que
nos remiten a este concepto cuando problematizamos un contexto serían: ¿Qué
elementos forman parte de ese contexto? ¿Qué características tienen? ¿Qué relaciones
hay entre esos elementos?

Unidad/diversidad: Se refiere a las propiedades comunes y diferentes de los


elementos de un sistema. Algunas preguntas posibles para pensar el contexto podrían ser
¿Qué características y propiedades comunes poseen los elementos de ese contexto?
¿Qué características y propiedades diferentes tienen los elementos de ese contexto?

Cambio /permanencia: En todo sistema hay elementos que cambian y otros que
permanecen constantes. Nos referimos al cambio como al conjunto de transformaciones
de los elementos de un sistema que se produce durante un tiempo y con un cierto orden
y una organización. Podríamos preguntarnos entonces: ¿Qué cambios y permanencias se
reconocen en el contexto? ¿Cómo los reconocemos?

Interacción: se refiere a la Influencia mutua entre los elementos del sistema, que
modifica de alguna manera su propia naturaleza y provoca la aparición de propiedades
nuevas en ellos y en el sistema que conforman. Algunas preguntas que nos remiten al
6
contexto serían: ¿Qué interacciones existen entre los diferentes elementos del
contexto? ¿Cómo las reconocemos?

Desde el área de ciencias sociales “las ideas organizadoras” habilitan múltiples


miradas desde las cuales el/la docente puede interrogar el recorte elegido a fin de trazar
un determinado recorrido para su enseñanza.2 Dentro de éstas nos referiremos a la idea
de complejidad abordada desde distintas dimensiones analíticas.3 Estas dimensiones son
definidas como “instrumentos de análisis para el docente, las mismas remiten a un
organizador que facilita el diseño de propuestas acotadas y la selección de contenidos, a la
vez que favorecen las intervenciones docentes a la hora de problematizar.” (Goris, 2006,
p.39)

Si bien los interrogantes que formule el/la docente cobrarán sentido en un contexto
especifico, consideramos que a título ilustrativo es posible plantear algunas preguntas
orientadoras para cada una de las dimensiones de análisis.

Dimensión relativa a la función social: podríamos preguntarnos en relación al


contexto ¿Qué función cumple para la comunidad? ¿Por qué y para qué fue
creado/construido?

Dimensión social: algunas preguntas relativas al contexto en relación a esta


dimensión, serían: ¿Qué trabajos se realizan para su funcionamiento? ¿Quiénes los
realizan? ¿Qué actividades se organizan? ¿Quiénes son los destinatarios-usuarios?
¿Existen situaciones de conflicto? ¿Cuáles?

Dimensión política: ¿De quién depende?, si se trata de una institución. ¿Es estatal o
privada? ¿Quién toma decisiones sobre su uso? ¿Existen normas para su uso? ¿Quién las
dicta? ¿Se pueden cambiar? ¿Cómo? ¿Se presentan situaciones de conflicto? ¿Entre
quiénes? ¿Por qué?

2
En el Diseño Curricular del Nivel Inicial de la Provincia de Neuquén (1995) se mencionan las ideas
organizadoras del mundo social. Estas son retomadas por Beatriz Goris (2006) en Las Ciencias Sociales en el
Jardín de Infantes. Unidades didácticas y proyectos. También puede consultarse el Documento de Desarrollo
Curricular El ambiente social y natural en el Nivel Inicial Rs. CPE N° 760/15.
3
Al problematizar la mirada del contexto desde las distintas dimensiones de análisis el/la docente debe
tener presente que estará trabajando con las primeras aproximaciones a los conceptos de sujetos sociales,
espacio social/geográfico y tiempo histórico.
Dimensión económica: ¿Quién proporciona los recursos para su funcionamiento?
¿Cómo se sustenta?

Dimensión tecnológica: ¿Qué objetos, herramientas o máquinas usan las


personasen este espacio? ¿Con qué finalidad? ¿Cómo funcionan?

Dimensión espacial ¿Dónde se localiza? ¿Cómo está organizado? ¿Qué relación 7


existe entre la organización del espacio y la función que cumple?

Dimensión temporal: ¿Cuándo fue creado/construido? ¿Qué cambios se


produjeron a través del tiempo? (Función/construcción/otros).

Dimensión Cultural: ¿Qué actividades se ofrecen? ¿Qué aportes realiza a la


comunidad? ¿Cómo participa la comunidad?

Por último, en función del contexto elegido, podremos seleccionar aquellas


dimensiones que sean más relevantes y significativas para el grupo de niñas y niños.

Hemos expuesto hasta aquí algunas ideas, conceptualizaciones y reflexiones, que


consideramos esenciales de tener en cuenta a la hora de seleccionar un recorte del
ambiente o contexto para trabajar con niñas y niños de Nivel Inicial, desde el área de
ciencias sociales y naturales. A continuación intentaremos tensionar dichas ideas con la
selección y tratamiento de un contexto específico para ser abordado como objeto de
conocimiento en el Jardín de Infantes (más precisamente para niñas y niños de 5 años).
Para ello hemos seleccionado como recorte del ambiente, “Mirar el cielo”, refiriéndonos
con ello, a ese cielo de noche y ese cielo de día con el cual la niña y el niño están en
permanente interacción, y que les suscita muchos interrogantes. Nuestro desafío
consistirá en poder convertir ese cielo en objeto de conocimiento, en el que las áreas de
conocimiento se articulen, de manera de poder desplegarlo en toda su complejidad.

En el desarrollo de la propuesta brindamos algunas orientaciones e ideas para el


diseño de una unidad didáctica y para un posible proyecto que podría derivarse de la
misma.
Mirar el cielo: algunas ideas para diseñar una unidad didáctica

Consideraciones previas
El cielo fue motivo de contemplación, atracción y curiosidad para la humanidad, 8
desde tiempos remotos. Vinculado al designio de los dioses -hace miles de años- las
observaciones constantes de los astros y sus movimientos en el firmamento, permitieron
realizar predicciones prácticas para la supervivencia de las antiguas sociedades agrícolas.4

Estudios sobre el desplazamiento aparente del Sol y de la Luna; registros de las fases
de la Luna; descripciones de constelaciones a las que dieron nombres; identificación de
estrellas, de planetas y sus posiciones; predicciones sobre eclipses tanto lunares como
solares; elaboración de calendarios y mapas celestes, entre otros, son sólo parte de un
vasto legado que se remonta a miles de años antes de la invención del telescopio por
Galileo Galilei.5

Lejos de aquellas experiencias en la actualidad hemos perdido “la hermosa y útil


costumbre de levantar nuestros ojos al cielo.”. (Galperin, 2014, p.11)

El acceso a numerosos sitios web nos acerca distintas informaciones relacionada


con la astronomía, que nos alejan de la observación a simple vista del cielo. En efecto, si
disponemos de una computadora y conexión a internet podemos adentrarnos en el
espacio e incluso ver fotografías captadas con telescopios espaciales o imágenes y videos
tomadas desde la Estación Espacial Internacional (EEI-ISS).6 A estos sitios debemos agregar
las numerosas revistas de divulgación científica a las que es posible acceder incluso en
formato digital. Asimismo, a través de las noticias -en diarios y televisión- descubrimos
con interés la existencia de una serie de fenómenos astronómicos observables como las
Superlunas, las Lunas rojas y azules o la lluvia de estelas luminosas.

Sin desconocer la importancia de los medios masivos de comunicación,


compartimos la de necesidad de recuperar el interés por observar el cielo como lo
hicieron hace miles de años nuestros antepasados.

4
Aunque son pocos los registros, estas observaciones debieron ser de vital importancia para cazadores que
debían conocer las migraciones estacionales de sus presas.
5
En la actualidad, la arqueoastronomía estudia los conocimientos astronómicos que tenían las sociedades
antiguas
6
Entre los numerosísimos satélites artificiales que orbitan nuestro planeta la EEI es visible desde la Tierra a
simple vista.
Como docentes sabemos que para las niñas y los niños, la contemplación del cielo
despierta curiosidad y fascinación. En forma espontánea se detienen a mirar el cielo y
construyen progresivamente diversas ideas sobre los fenómenos que descubren. Esto,
más allá de la diferencia entre la visión del cielo que es posible tener en contextos
9
urbanos o rurales.

Quienes las/los acompañamos como exploradores del cielo podemos constatar que
en sus conversaciones “expresan sus ideas e incluso manifiestan explicaciones sobre
algunos de los eventos astronómicos más cotidianos, como la sucesión del día y la noche o
las fases lunares.” (Galperin, 2014, Guía para el Docente, p.5)

Teniendo en cuenta estas consideraciones, nos proponemos trabajar alrededor de


una propuesta que tiene como objetivo volver la mirada hacia el cielo, como parte del
ambiente.

Para ello el “recorte didáctico” a trabajar será “Mirar el cielo”, situando dicho
recorte en el lugar donde se encuentra la institución educativa.7

Sabemos que en este contexto existen diversidad de elementos y fenómenos


naturales, pero también podemos encontrar otros objetos construidos por el hombre
como satélites artificiales8, telescopios espaciales, entre otros, incluso existe basura
espacial9. Es decir, podemos afirmar que el cielo está intervenido por el hombre.

Desde esta perspectiva es posible su abordaje desde la articulación de las áreas de


conocimiento de ciencias naturales y ciencias sociales.

Entonces recuperando los formatos didácticos desarrollados oportunamente,


brindaremos algunas orientaciones para diseñar una Unidad didáctica, dado que este
contexto puede ser abordado como objeto de conocimiento, ya que promueve la

7
El cielo es la apariencia que presenta el espacio exterior de la Tierra visto desde su superficie.
“El cielo no es un elemento material, es parte de nuestra mirada del paisaje y puede señalarse como la zona
que comienza donde parece terminar la superficie del planeta”.(Cuadernos para el aula, primer ciclo EGB ,
2006, p.121)
8
Dentro de los satélites artificiales se distinguen aquellos dedicados a la comunicación, los meteorológicos,
los de navegación como el Sistema de Posición Global (GPS) que funciona a partir de una red de satélites, los
empleados por organizaciones de inteligencia y los astronómicos. Como sucede con otros satélites
artificiales, la Estación Espacial Internacional (EEI-ISS) se puede ver a simple vista en el cielo nocturno.
9
Se calcula que unas 7.000 toneladas de desperdicios rodean nuestro planeta. Entre ellos satélites inactivos,
fragmentos de explosiones y choques de satélites, piezas de cohetes. Se puede ver en el cielo nocturno (así
como ocurre con otros satélites artificiales).
indagación y aprendizaje de nuevos saberes, en cuyo tratamiento es posible la articulación
de estas dos áreas.

Por último a modo de ejemplo, proponemos un posible Proyecto didáctico, que


podría derivarse del tratamiento de la unidad.

Para iniciar este camino debemos tener en cuenta tanto los saberes previos del 10
grupo de niñas/os como de la comunidad donde está situado el jardín de infantes o la
escuela. Los saberes sobre este tema pueden ser diferentes, dependiendo de las
experiencias personales de observación del cielo, de los conocimientos y creencias
familiares, como también del acceso a los medios masivos de comunicación.

¿Qué ideas son posibles de construir en relación al contexto seleccionado?


Cuando las/os niñas/os levantan la mirada hacia el cielo, pueden identificar y
diferenciar algunos elementos y fenómenos que en él ocurren. Entre ellos, los fenómenos
meteorológicos (las nubes, la lluvia, la nieve, el granizo, entre otros), seres vivos, objetos
fabricados por el hombre (aviones, helicópteros, parapentes, drones, satélites artificiales
etc.), y los astros (el Sol y otras estrellas, la Luna, entre otros). Todo lo cual genera gran
curiosidad y suscita en niñas/os muchos interrogantes.

En función del enfoque que asumimos en la enseñanza del ambiente en el Nivel


Inicial, es necesario realizar un “recorte de ese ambiente” posible de ser abordado con
niñas y niños pequeños. A partir de ello podría reconocerse al menos, tres formas posibles
de abordar el recorte del cielo: uno centrado en los elementos y fenómenos
meteorológicos, otro centrado en los elementos artificiales, su funcionamiento e impacto,
y otro centrado en los astros y fenómenos astronómicos.

Es decisión del docente dónde focalizar la mirada, sin perder de vista las posibles
relaciones que puedan establecerse con los otros aspectos. En este caso centraremos la
mirada en los astros (el Sol y otras estrellas y la Luna) y algunas interacciones con nuestro
planeta Tierra. También incluiremos en este recorte, las personas e instituciones que
desarrollan tareas relacionadas con la indagación y producción de conocimiento sobre los
astros, los instrumentos que permiten observar el cielo y los satélites creados por el
hombre que cumplen funciones de investigación y desarrollo sobre el conocimiento del
cielo. (Estación Espacial internacional y observatorios espaciales).

Teniendo en cuenta dicho recorte y retomando las ideas organizadoras del área de
las ciencias naturales, desarrolladas anteriormente, es factible en este nivel de la
escolaridad realizar algunas aproximaciones.
Así en relación a la idea de sistema, es posible que niñas y niños, puedan comenzar
a reconocer algunas características, cambios e interacciones en el sistema de astros
Tierra- Sol- Luna.

En relación a la idea de cambio, es posible que niñas y niños se aproximen a la idea


de que en el cielo ocurren cambios: el cielo cambia según sea de noche o de día, el Sol
11
cambia de posición en diferentes momentos del día, la Luna cambia de apariencia a lo
largo del mes.

En relación a la idea de interacción, se espera que niñas y niños puedan construir la


idea de que el día y la noche terrestre, son el resultado de la presencia o ausencia del Sol
en el cielo visible.

Como explicitamos anteriormente, en este ejercicio de complejizar la mirada sobre el


contexto seleccionado, nos proponemos abordarlo también como espacio intervenido por
la acción del hombre. Para ello recuperamos, desde el campo de las ciencias sociales, las
siguientes dimensiones de análisis: social, tecnológica y cultural.

En relación a la dimensión social, es posible que niñas y niños puedan aproximarse


a la idea de la existencia de personas e instituciones que se ocupan de observar, estudiar
e investigar los astros y los fenómenos astronómicos.

En relación a la dimensión tecnológica, niñas y niños pueden comenzar a construir la


idea de que el cielo está intervenido por aparatos construidos por el hombre con el fin de
observar, registrar e investigar los astros y fenómenos astronómicos. Otros instrumentos
fabricados por el hombre le permiten investigar y observar los astros con mayor detalle y
precisión desde la superficie terrestre.

En relación a la dimensión cultural es posible que niñas y niños puedan aproximarse


a la idea de que las sociedades construyeron distintos relatos para explicar la presencia
de los astros y los fenómenos astronómicos, que fueron transmitidos de generación en
generación a través del tiempo.

¿Qué posibles actividades podemos desarrollar en relación al contexto


elegido?
A continuación exponemos algunas orientaciones para formular posibles recorridos
didácticos que el/la docente diseñará de acuerdo a su grupo particular de niñas/os, la
ubicación del Jardín y las características de la comunidad.
Un posible punto de partida es la observación del cielo desde el patio del jardín 10, o
de alguna plaza cercana, si es que las construcciones obstaculizan la visión. Podemos
partir de interrogantes tales como: ¿Cómo se verá el cielo desde el patio del jardín (o
plaza)? ¿Qué podremos ver en el cielo? ¿De qué color se verá el cielo? ¿Veremos alguna
estrella?
12
Las niñas y los niños podrán ubicarse en distintos sectores para observar el cielo y
tener un registro más completo que incluya diferentes puntos de observación. Se sugiere
que el registro se realice a través de un dibujo. Luego podrán compararlos para descubrir
similitudes y diferencias.

En esta actividad se pretende que niñas y niños identifiquen elementos naturales


(las nubes, las aves, el Sol, etc.) y los diferencien de los artificiales o construidos por el
hombre (avión, helicóptero, etc.). A partir de ello puede preguntarse qué más se puede
ver en el cielo, haciendo referencia a otros elementos que no pudieron observar en esa
oportunidad pero que pueden verse en el cielo. La observación puede ser enriquecida con
fotografías aportadas por el/la docente, en las que aparezcan elementos que no hayan
podido ser vistos (puede proponerse la elaboración de un cuadro comparativo). Con esta
actividad se pretende que niñas y niños comiencen a construir la idea de que el cielo está
intervenido por la acción del hombre.

Es importante observar que muchos niñas/os dibujan el cielo arriba de las personas.
Es posible entonces mostrar imágenes de diferentes paisajes urbanos y rurales en los
cuales los niños puedan reconocer hasta dónde llega el cielo. En fotografías de zonas
rurales es importante señalar que el cielo llega hasta el horizonte (línea donde termina la
Tierra y comienza el cielo), e identificar ésta línea, ya que se hace de noche cuando
dejamos de ver el sol en el horizonte. En zonas rurales, esto es sencillo de observar a
simple vista.

La observación de fotografías, como también de obras de artistas plásticos que


pintan paisajes con cielos que llegan hasta el horizonte o que rodean las viviendas en
paisajes urbanos, puede ayudar a niñas y niños a comprender la idea de que el cielo nos
rodea e incorporarlo en sus registros. Esta actividad contribuirá a problematizar la idea de
que el cielo sólo está arriba.

10
Es importante señalar que para realizar varias de las actividades que se proponen, es necesario
aprovechar los días despejados.
Entre los cuerpos observados en el cielo, nos detendremos a trabajar con el Sol,
dado que es el responsable de los días y noches terrestres. En este Nivel de la escolaridad,
nos centraremos en el movimiento aparente del Sol. Sabemos que los días y las noches se
producen como consecuencia de la rotación de la Tierra y la luz del Sol, pero ello requiere
para su comprensión, un importante nivel de abstracción, al que nos referiremos más
adelante. Por ahora, que niñas y niños comiencen a relacionar el día con la presencia del 13
Sol y la noche con su ocultamiento detrás del horizonte, constituye una aproximación
importante, para la comprensión del fenómeno en niveles superiores.

Para ello podemos iniciar la jornada escolar preguntando dónde está el Sol a esa
hora, si en el transcurso del día lo veremos en el mismo lugar, qué sucede con el Sol
durante la noche. A partir de la explicitación de las ideas de niñas y niños, podemos
invitarlas/os a salir al patio y observar dónde está el Sol (es importante tomar un punto de
referencia, por ejemplo, el techo de alguna casa, un árbol, un poste, etc.). Dicha
observación podrá realizarse al comienzo de la jornada (mañana o tarde) y al final de la
misma (en esta última es importante que el/la docente haga referencia a cuál era la
posición del Sol, en la primer observación). Se sugiere realizar registros fotográficos.

Se debe recomendar a niñas/os no mirar directamente al Sol pues puede causar


lesiones oculares.

Estas actividades de observación del movimiento aparente del Sol, pueden


acompañarse con otras que vinculen la posición del Sol con las longitudes de las sombras
que se proyectan. Así se puede proponer dibujar la sombra de una niña o un niño, en una
posición determinada, marcando, por ejemplo con tiza en el piso, el lugar donde
mediremos las distintas longitudes de las sombras. Tanto en el turno mañana como en el
turno tarde, el intervalo entre uno y otro registro debe ser suficientemente significativo,
como para observar cambios en la posición del Sol y en la dirección y longitud de las
sombras. Al finalizar la última medición de las sombras, se puede acompañar la reflexión
sobre lo observado con preguntas: ¿Dónde estaba el Sol cuando llegamos al Jardín?
¿Cómo eran las sombras? y antes de irnos ¿Dónde estaba el Sol? ¿Cómo eran las
sombras?

Dado que niñas y niños que concurren a la mañana no podrán observar la posición
del Sol ni la longitud de las sombras en horas del atardecer, el/la docente puede
completar entonces la sombra y contarles dónde estaba el Sol y dónde lo vio ocultarse. Lo
mismo puede hacerse con el grupo que concurre a la tarde (el/la docente puede
completar el registro de la mañana).
Para concluir podemos preguntar a ambos grupos (tarde y mañana): ¿En el día se ve
el Sol siempre en el mismo lugar? ¿Dónde lo vimos a la mañana? ¿Dónde al mediodía?
¿Dónde a la tarde? ¿Dónde se ocultó?

De la observación y comparación de las sombras se espera que puedan relacionar el


sentido y longitud de la sombra con la altura y posición del sol en su movimiento
14
aparente (a lo largo del día encontraremos sombras con distintas direcciones debido a las
posiciones diferentes del Sol)11

Por último, para ambos turnos es posible preguntar: ¿Dónde estará el Sol a la
noche? ¿Cómo se verá el cielo a la noche? ¿Qué podremos ver en el cielo? a partir de ello
se invitará a observar el cielo de noche.

Aquí se puede proponer a niñas y niños, que con la ayuda de las familias observen y
registren el cielo de una noche, preferentemente en Luna Nueva (dado que en general, los
niños asocian la noche con la Luna, y aquí es importante que reconozcan que la noche se
debe a la ausencia del Sol). Comparando los registros con los del cielo de día, podrán
encontrar similitudes y diferencias (en el color del cielo, la presencia y ausencia del Sol, las
estrellas, etc.). El/la docente podrá problematizar la observación a través de preguntas
tales como: ¿Por qué creen qué se hace de día? ¿Por qué se hace de noche? ¿Se veía la
Luna en el cielo a la noche? Las niñas y los niños podrán llegar a la conclusión que es de
día cuando hay Sol, y es de noche cuando no hay Sol, aunque no se vea la Luna.

Retomando los registros nuevamente, y a la vez presentando fotografías de cielos


nocturnos estrellados puede plantearse algunos interrogantes: ¿En el día vieron estrellas?
¿Todas las estrellas se veían iguales? ¿Serán iguales? ¿A quién le podemos preguntar?

En este momento puede realizarse una entrevista a un/a astrónomo/a o a otra


personas de la comunidad que nos pueda brindar información acerca de las estrellas y de
algunas de sus características. La ocasión será oportuna para aproximarlas/los a la idea de
que el Sol es una estrella, la estrella más cercana a la Tierra.

11
Es posible realizar juegos en el patio con las sombras de sus cuerpos, por ejemplo “mancha sombra” en
diferentes momentos de la jornada (juego en el cual un o una compañera/o “mancha” a los otras/os cuando
pisa su sombra). El/la docente podrá preguntar por qué resulta más difícil “manchar” a las/os
compañeras/os cerca del mediodía y más fácil al principio de la mañana o al fin de la jornada de la tarde
(guiando la reflexión para que niñas y niños relacionen la longitud de la sombra con la posición del Sol).
Es importante que además de abordar el trabajo del astrónomo/a, puedan conocer
el telescopio, como herramienta que posibilita actividades de observación e indagación de
los astros con mayor precisión.

También ésta será una oportunidad propicia para conocer algunos lugares donde
desarrollan sus actividades, tales como los observatorios terrestres (se podrán utilizar
15
imágenes, videos, visitas a algún observatorio).

En el caso de no ser factible realizar la entrevista a algún especialista en el tema,


el/la docente podrá acercar información al respecto a través de bibliografía o videos.

Aquí para enriquecer la observación del cielo nocturno, se puede introducir a través
de fotografías, videos, o programas especiales (Stellarium por ejemplo)12, imágenes de
cielos estrellados. Se les preguntará a niñas y niños si identifican alguna estrella, si
observan la Cruz del Sur o las Tres Marías. El/la docente podrá señalar en las imágenes
dichas constelaciones13, explicando que se trata de agrupaciones imaginarias de estrellas.
Les podrá contar que los hombres hace muchísimo tiempo, al mirar el cielo unieron
imaginariamente algunas estrellas formando figuras, les pusieron nombre y las
relacionaron con relatos (leyendas, mitos). Asimismo que distintas culturas les dieron
nombres diferentes a la misma constelación.

El/la docente puede acompañar la actividad con relatos de pueblos originarios sobre
alguna constelación y/o invitar a personas de la comunidad para que cuenten historias,
mitos o leyendas sobre las estrellas u otros astros.

Puede proponerse a las niñas y los niños crear sus propias constelaciones a partir de
diferentes recursos y elegirle un nombre. Luego el/la docente podrá distribuir en las
paredes y el techo de la sala, las constelaciones creadas. Allí podrán disfrutar de sus
producciones, identificar la suya y presentarlas al grupo.

Es posible también abordar los cambios que se producen en otro astro que es
significativo para niñas y las niños: La Luna. En este nivel de la escolaridad, es factible
empezar a reconocer algunos cambios en la apariencia de la Luna a lo largo del mes, a
través de registros de la misma en sus diferentes fases. Aquí seguramente tendremos que
contar con el acompañamiento de las familias. También es oportuno poder observar a la

12
Stellarium es un simulador del cielo que puede guiarnos en las observaciones, dado que permite anticipar
qué estrellas, constelaciones, planetas, y hasta satélites, pueden verse en un determinado momento y lugar.
Además es atractivo para los niños. Este programa es de descarga gratuita en la web, en el sitio
www.stellarium.org.
13
En la actualidad la Unión Astronómica Internacional reconoce 88 constelaciones con sus nombres.
Luna en el jardín, en horas del día14 de manera de relativizar la idea que la Luna solo se ve
de noche.

Otra posibilidad sería realizar un pernocte, y si es factible podría aprovecharse la


ocasión para observar el cielo con un telescopio, en este caso sería conveniente que se
elija una noche en que se vea la Luna para poder observarla.
16
Las preguntas del docente retomarán los registros y generarán la necesidad de saber
más: ¿Vieron la Luna? ¿Cómo era? ¿La vieron siempre con la misma forma o la vieron con
formas diferentes? ¿La Luna siempre se ve de noche? ¿Vieron la Luna durante el día?
¿Qué forma tenía?

Es posible aquí mostrar fotografías de la Luna15 en las que puedan distinguirse con
claridad sus cráteres y mares, pudiendo ofrecerse lupas para una mejor observación.

Seguramente la observación de fotos generará nuevos interrogantes. Aquí es


pertinente que la/el docente acerque información sobre la constitución de la Luna, de sus
mares (que no contienen agua sino roca proveniente de erupciones), los orígenes de los
cráteres, entre otras.

Nuevamente aquí será necesario aproximar a niñas y niños a la tecnología creada


por el hombre ¿Cómo creen que se sacaron estas fotos? ¿Quiénes las habrán sacado?

A esta altura podemos introducir la idea de que existen personas que viajan al
espacio (astronautas) en naves espaciales y toman estas fotos desde allí, con cámaras
especiales. ¿Cómo se imaginan que será esa nave? ¿Cómo vivirán allí? ¿Cuánto tiempo
estarán en el espacio? ¿Qué comerán? ¿Cómo dormirán? ¿Qué otras actividades harán?
Es interesante y atractivo para niñas y niños la observación de cómo es la vida de
astronautas en el interior de estas naves, a través de un video sobre la Estación Espacial
Internacional.16

A partir de la indagación acerca de la Estación Espacial Internacional, se puede


generar el espacio para construir un escenario lúdico. Por ejemplo se podría proponer a
las niñas y los niños construir una nave como la que vieron, para jugar. Ello posibilita
recuperar lo indagado en una actividad atractiva.

14
En el hemisferio sur se puede observar la Luna a la tarde en cuarto creciente y a la mañana en cuarto
menguante.
15
Al seleccionar imágenes de la Luna, tener en cuenta que deben ser del hemisferio sur.
16
Las siguientes organizaciones participan en el proyecto de la Estación Espacial Internacional: la Agencia
Espacial estadounidense (NASA), la Agencia Espacial Federal Rusa, la Agencia Espacial Canadiense, la Agencia
Espacial Europea (ESA) y la Agencia Japonesa de Exploración Espacial. En los sitios web correspondientes se
puede acceder a mayor información como también videos y fotografías.
También es interesante hacer referencia a las distintas misiones Apolo, y en
particular a la primera que alunizó (1969). Además, es posible acercar a niñas y niños a
otros aparatos creados por el hombre que brindan información del espacio, tal es el caso
de los telescopios espaciales (Hubble) y el robot explorador chino Yutu (Conejo de Jade),
que en el año 2013, alunizó. En internet hay imágenes y videos sobre los mismos, a los
cuales es posible recurrir. 17

A partir de la actividad anterior, se puede proponer que niñas y niños construyan sus
propios robots y los incorporen a sus juegos.

Para seguir pensando:


De acuerdo a las características y saberes del grupo, la/el docente podrá considerar
avanzar o no, en explicaciones más complejas, acerca de cómo se producen los días y las
noches. El uso de modelos conocidos como el del globo terráqueo y la fuente de luz, para
representar el día y la noche, puede ayudar en esta tarea, pero es necesario tener en
cuenta ciertas ideas y abstracciones que la niña y el niño deben construir previamente.
Algunas de ellas son:

-La idea de que el planeta Tierra observado desde el espacio es parecido a una esfera
(achatada en los polos). Las imágenes y videos tomadas desde los satélites como la
Estación Espacial Internacional, pueden colaborar en la construcción de esta idea.

-La idea de que el globo terráqueo es una representación del planeta Tierra (en este caso
de utilizarse, debe recurrirse a un globo terráqueo físico).

-La idea de que el planeta Tierra rota sobre un eje (este eje es imaginario).

Además antes de presentar el modelo, es importante que se familiaricen con el


globo terráqueo, identificado los mares, continentes y ubicando el lugar aproximado
donde viven, en el que se puede colocar una referencia. Por último la fuente de luz
utilizada como el Sol, debería ser esférica.

Un posible proyecto: Creamos un libro de relatos sobre los astros.


Este proyecto puede desprenderse y articularse con la unidad didáctica presentada y
pretende recuperar y poner en valor, muchos relatos presentes en la memoria colectiva
de las familias de niñas y niños del jardín. Para ello tiene como meta concreta, la
producción de un libro.

En toda comunidad circulan historias, leyendas que se han transmitido oralmente de


generación en generación, muchas de ellas en relación a los astros (la Luna, el Sol, las
estrellas, la Tierra, las constelaciones, etc.), las mismas forman parte del acervo cultural de
cada lugar, por lo que resulta oportuno favorecer espacios para que las familias puedan
comunicar esos relatos y compartirlos con niñas y niños. La sistematización de los mismos
a través de la producción de un libro, permitirá también socializarlo en la comunidad. Este
posible proyecto puede trabajarse en forma paralela a la unidad didáctica presentada, y
puede ser abordado desde las áreas de ciencias sociales, literatura y alfabetización, entre 18
otras.
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www.cielosur.com

www.surastronomico.com

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