Mirarcuadro Eblanco
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NOMBRE DE LA ACTIVIDAD
MIRAR UN CUADRO
AUTOR/A
ESTHER BLANCO IGLESIAS
NIVEL
C1 DOMINIO
TIPO DE ACTIVIDAD
Repaso / Otras
OBJETIVOS
- Conocer al pintor barroco español Diego Velázquez y su cuadro más emblemático, “Las meninas”.
- Describir objetivamente un cuadro
- Valorar sus cualidades
- Discutir y argumentar
- Escribir un texto descriptivo y valorativo sobre un cuadro
- Resumir y trasladar a la lengua coloquial la información obtenida en textos formales.
- Usar estructuras intensificadoras coloquiales, del tipo: Hay que ver lo + adjetivo / fíjate la de + sustantivo., etc.
CONTENIDO GRAMATICAL
- Uso de marcadores espaciales: en un primer plano, al fondo, en la parte inferior derecha, etc.
- Estructuras de intensificación: ”hay que ver lo complejo que es este cuadro”
CONTENIDO FUNCIONAL
- Valorar intensificándolas características o cualidades de algo.
- Describir espacialmente un cuadro.
- Discutir y argumentar con los compañeros las distintas formas de ver el cuadro.
- Valorar hechos, características, etc.
CONTENIDO LÉXICO
- Verbos para describir postura, gesto, posición física: inclinarse, arrodillarse, etc.
- Vocabulario relacionado con la ropa, el mobiliario, los utensilios del pintor, etc.
DESTINATARIOS
- Estudiantes adultos de E/LE.
DINÁMICA
La clase se organiza en grupos de cuatro personas.
MATERIAL NECESARIO
- Fotografía de “Las meninas”
- Material fotocopiado (fichas 1, 2, 3 y 4)
DURACIÓN
De una hora y media a dos horas
FUENTE DE INSPIRACIÓN
El propio libro de texto
1. Se divide la clase en grupos de cuatro personas. Cada grupo trabaja en dos parejas, cada una de las cuales recibirá
una ficha (1) con una parte de la biografía de Velázquez. Deben leerla, averiguar lo más interesante y empezar a
completar los datos de una ficha. Les faltarán algunas cosas que deberán completar hablando con la otra pareja y
comprobando lo que saben los otros, intercambiando información hasta entender cómo fue la trayectoria del pintor.
Puesta en común.
2. Cada grupo mira los cuadros del pintor reproducidos en la ficha 2 y discute lo que se ven en ellos, intentando
ponerse de acuerdo sobre el vocabulario y expresiones adecuadas para describir postura, gesto, situación en el cuadro,
etc. Esta parte es interesante para que el profesor atienda posibles lagunas y dificultades expresivas, pues no les
resulta fácil encontrar la mejor manera de describir una postura física. Esta fases sirve de calentamiento para la tarea
propiamente dicha.
3. Cada grupo recibe una fotografía de “Las meninas” (ficha 3) y una ficha donde están listados los nombres de los
principales protagonistas del cuadro y algunos objetos que aparecen en él. Deben discutir hasta ponerse de acuerdo
sobre quién es quién, elaborando una hipótesis interpretativa del cuadro. Y finalmente poner por escrito su descripción
del cuadro.
4. Se ponen en común todas las interpretaciones y finalmente se comprueba el grado de acierto con un comentario
escrito del cuadro (ficha 4) que les entrega el profesor y se comentan todas las diferencias.
5. Si hay tiempo o si la actividad interesa a los alumnos lo suficiente se puede hacer un epílogo dándoles más
información sobre el cuadro (ficha 5). Cada alumno, o pareja, según la cantidad de estudiantes que tenga el grupo,
recibe una ficha con otros detalles sobre “Las meninas”, la lee y se lo cuenta a sus compañeros, valorando lo que más
le llama la atención, por ejemplo “Hay qué ver lo amigo que era el rey de Velázquez”.
6. Se puede terminar la actividad preguntándoles a los estudiantes si les ha gustado Velázquez y qué cuadro es su
preferido.
A)
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, pintor barroco español, nació en Sevilla en
1599. A los once años inicia su aprendizaje en el taller de Francisco Pacheco donde
permanecerá hasta 1617, cuando ya es pintor independiente. Al año siguiente, con
19 años, se casa con Juana Pacheco, hija de su maestro, hecho habitual en aquella
época, con quien tendrá dos hijas. Entre 1617 y 1623 se desarrolla la etapa
sevillana, caracterizada por el estilo tenebrista, influenciado por Caravaggio,
destacando como obras El Aguador de Sevilla o La Adoración de los Magos. En
1623 se traslada a Madrid donde obtiene el título de Pintor del Rey Felipe IV, gran
amante de la pintura. A partir de ese momento, empieza su ascenso en la Corte
española, realizando interesantes retratos del rey y su famoso cuadro Los Borrachos.
En 1629 viaja a Italia, donde realizará su segundo aprendizaje al estudiar las obras
de Tiziano, Tintoretto, Miguel Ángel, Rafael y Leonardo. En Italia pinta La Fragua de
Vulcano y La Túnica de José, y regresa a Madrid dos años después.
(…)
TEXTOS EXTRAÍDOS DE http://www.artehistoria.jcyl.es
NACIMIENTO –
FORMACIÓN –
PROFESIÓN –
LUGAR DE RESIDENCIA –
EXPERIENCIAS DE INTERÉS –
EVOLUCIÓN DE SU ESTILO -
OBSESIONES –
B)
(…)
Su pintura se hace más colorista destacando sus excelentes retratos, el de Martínez
Montañés o La Dama del Abanico, obras mitológicas como La Venus del Espejo o
escenas religiosas como el Cristo Crucificado. En 1649 hace su segundo viaje a Italia,
donde demuestra sus excelentes cualidades pictóricas, triunfando ante el papa
Inocencio X, al que hace un excelente retrato, y toda la Corte romana. Regresa en
1651 a Madrid con obras de arte compradas para Felipe IV. Estos últimos años de la
vida del pintor estarán marcados por su obsesión de conseguir el hábito de la Orden
de Santiago, que suponía el ennoblecimiento de su familia, por lo que pinta muy
poco, destacando Las Hilanderas y Las Meninas. La famosa cruz que exhibe en este
cuadro la obtendrá en 1659.
TEXTOS EXTRAÍDOS DE http://www.artehistoria.jcyl.es
NACIMIENTO –
FORMACIÓN –
PROFESIÓN –
LUGAR DE RESIDENCIA –
EXPERIENCIAS DE INTERÉS –
EVOLUCIÓN DE SU ESTILO -
OBSESIONES –
A) Ahora mira este cuadro de Velázquez y coméntalo con tu compañero. Se titula “Los
borrachos”. Poneos de acuerdo sobre:
- Significado del título
- Descripción del cuadro
- Opinión
B) Ahora mira este cuadro de Velázquez y coméntalo con tu compañero. Se titula “La
Venus del Espejo”. Poneos de acuerdo sobre:
- Significado del título
- Descripción del cuadro
- Opinión
MARIANA DE AUSTRIA
VELÁZQUEZ
MARIBÁRBOLA
INFANTA MARGARITA
ISABEL DE VELASCO
NICOLASILLO PERTUSATO
BANDEJA PLATEADA
SUAVE REVERENCIA
ENANA
ESCALERA
ESPEJO
CABALLETE
El tema del cuadro parece trivial, la infanta y sus damitas de compañía (meninas en
portugués) irrumpen en el estudio de Velázquez, pintor de cámara del rey Felipe IV, que se
encuentra pensativo y observa los modelos que se dispone a pintar. Nosotros podemos ser
esos modelos ya que somos contemplados por Velázquez. Sin embargo, los reyes Felipe IV y
Mariana de Austria, a quienes vemos reflejados en el espejo del fondo, son las personas que
el pintor retrata.
Pero vayamos por partes, en primer término y de izquierda a derecha tenemos a María
Agustina Sarmiento que está haciendo una reverencia y ofreciendo en una bandeja plateada
un jarrito o búcaro rojo a la infanta Margarita de Austria que se encuentra en el centro de la
composición y resulta ser una deliciosa y encantadora niña de seis añitos de edad. Margarita
acepta con su mano el jarrito y nos observa con su candorosa mirada infantil. Un poco más a
la derecha vemos a otra menina, Isabel de Velasco, que también muestra sus respetos
mediante una suave reverencia. La siguiente es Maribárbola, enana macrocéfala de origen
alemán, que también nos mira y, finalizando este plano, Nicolasillo Pertusato, que parece un
niño pero también era un enano, bastante travieso por cierto, pues ya ves que le está dando
una patada a un gran mastín tumbado en el suelo.
Un poco más atrás, a la izquierda, está el pintor Velázquez sujetando un pincel en la mano
derecha y la paleta con los demás pinceles en la izquierda. Se está inspirando para pintar a los
reyes y se ha representado a sí mismo muy elegante y como de cuarenta años cuando ya
rondaba los cincuenta y siete. Delante de él está la parte posterior del lienzo sobre un
caballete.
Ahora pasas a la zona derecha y, en un segundo plano, ves dos personajes: la dama Marcela
Ulloa, “guarda menor de damas” y un caballero sin identificar que sería un sirviente de la
corte y que tiene las manos juntas mientras escucha la conversación de la dama. Para marcar
la distancia y el espacio, Velázquez los sitúa a ambos en penumbra y más abocetados que las
meninas.
Al fondo, una puerta de madera con cuarterones se abre a una estancia posterior muy
iluminada y José Nieto, aposentador de la corte, está en las escaleras, no sabemos si viene o
se va. Lleva un sombrero en la mano y viste una elegante capa negra. La luz es de tal
intensidad que hace brillar la escalera, la puerta y la persona de José Nieto.
Colgado en la pared ves un espejo que refleja la luz y donde el rey y la reina aparecen con un
cortinaje rojo. No sabemos si están quietos posando para Velázquez o si entran en ese
momento en la habitación.
La estancia es amplia y de techo alto, sería el estudio del pintor y por eso hay grandes cuadros
por las paredes (identificados en la actualidad). Existen ventanas en la pared derecha y están
alternativamente abiertas y cerradas lo que nos acentúa la sensación de profundidad y de
atmósfera real. El gran tamaño de las figuras, casi natural, subraya aún más su presencia en
un espacio muy creíble.
LA TÉCNICA.
LO QUE NO SE VE
Por otra parte, el espejo es la burla espacial por antonomasia, nos engaña y confunde,
crea espacios ilusorios y, si te colocas de espaldas y miras el cuadro con un espejito, te
llevarás una sorpresa por el efecto fuertemente realista que produce. Cuando
contemplas el cuadro directamente, tu vista es dirigida hacia el fondo y el espejo te
devuelve la imagen. Así se crea una interrelación tan estrecha entre lo pintado y lo real
que resulta difícil distinguirlos.
La aparente trivialidad del tema es también engañosa ya que Velázquez estuvo toda
su vida reivindicando la superioridad de la pintura por encima de las actividades
puramente artesanales entre las que estaba incluida; él consideraba la pintura como
una actividad intelectual superior, cuyo momento importante no era el acto de pintar
sino la idea, el concepto y el pensamiento previos al hecho mecánico de aplicar el óleo
sobre el lienzo. En resumen, la superioridad del artista sobre el artesano.
Hay que señalar que la obsesión del pintor por demostrar la superioridad de la pintura
sobre otras artes perseguía, entre otras cosas, la exención de impuestos.
Interesante es también el espejo iluminado (de bronce muy bruñido) y las ventanas
laterales, una abierta en primer término, las tres siguientes cerradas y la última
abierta.
LA LEYENDA