Jose G. Artigas
Jose G. Artigas
Jose G. Artigas
ARTIGAS
SALVO TRES VECES
LA INDEPENDENCIA AMERICANA
BARREIRO Y RAMOS S. A.
MONTEVIDEO, 1969
Dedico este, mi primer libro, a mi
profesor de la Escuela Naval, el ilus-
tre poeta, historiador y orador, el
General don Edgardo Ubaldo Genta
que, haciendo gala de gran patriotis-
mo, no sólo plantó muchos árboles,
escribió muchos libros y formó una
dignísima familia, sino que, además,
hizo conocer al Procer de la Platania,
en su verdadera magnitud, por Amé-
rica y Europa.
JUAN VERZI
Estimado lector:
No soy literato. Pero la grandeza de Artigas, que
se agiganta en cada uno de sus numerosos documen-
tos, al punto de adelantarse a su tiempo en muchos
órdenes de la vida, me ha incitado a escribir, para
poner de relieve la tremenda injusticia de los histo-
riadores del siglo pasado y para dar a conocer las vir-
tudes del hombre más extraordinario de la Historia
Universal.
No exageramos: Muchos se han destacado como mi-
litares, como políticos, corno filósofos, como historia-
dores, como sociólogos, como educacionistas, como va-
lientes, como filántropos... Pero Artigas se destacó
en todo, y en el máximo grado.
Como dice Edgardo Tibaldo Genta: "No olvidemos
la Historia, y menos la de Artigas. Es experiencia
fundamental, perspectiva de normas, módulo de con-
ducta".
Por todo eso, creo que debemos educarnos con la
palabra y el ejemplo del Procer. No hay mejor maes-
tro. Nuestra querida Patria sufrió mucho en el siglo
pasado porque Artigas había sido vencido... y "se-
pultado en la Historia" (palabras de Mitre).
• Ya han aparecido miles de documentos reivindica-
torios. Ahora podrá Artigas inspirar a nuestros gober-
nantes y podrá educar a nuestro pueblo, para que
subsistan los ideales democráticos que heredamos. Por
tales motivos hice publicar varios artículos periodísti-
cos, de los cuales destacamos los que se intitulan:
"Aprendamos de Artigas" e "Importancia del voto se-
creto, en toda asamblea".
6 JUAN VERZI
J. V.
IMPORTANCIA DE LA HISTORIA
En nuestros días hay mucha gente que pretende
quitar importancia a la historia.
Para ello dicen simplemente: "Son cosas del pa-
sado".
A ellos les decimos:
Hay que vivir el presente con dignidad y con miras
al futuro.
Para ello, es necesario recorrer el pasado, buscando
la verdad, imponiendo la justicia, deduciendo ense-
ñanzas. .., para no equivocarnos en épocas cada vez
más difíciles.
La filosofía, la sociología y la política deben concu-
rrir hacia la felicidad y seguridad de todos. Las tres
ciencias se basan en la historia.
Pero, además, debe hacerse justicia. Justo es que
toda persona que se preocupe por la pública felicidad
(máxime si, para ello, sacrifica la suya en la cumbre
del ideal) se le reconozca como mérito, perdurando
en el corazón de todos. Es lo menos que merece. Por
otra parte, eso es lo único que ansian los proceres.
Ellos luchan por aquel ideal... el más puro y noble;
se sacrifican a veces hasta el martirio, soportando
enormes injusticias. Pero confían en la justicia de la
historia; confían en nosotros; en el destino de la hu-
manidad.
La ambición excesiva, la envidia y el egoísmo, son
sus peores enemigos; ellos todo lo soportan con abne-
gación, con la esperanza en la justicia de la historia.
En cada época, los que triunfan en las batallas, es-
criben la historia a su gusto. Corresponde a otras ge-
8 JUAN VERZI
í
A principios de setiembre de 1820, al entrar Artigas
en el Paraguay, el olvido y las tinieblas lo rodearon.
El tiempo caminó tan lento, que pasaron ¡treinta años!
Un día pidió su caballo y (jinete incansable), entró
en la Historia, cabalgando hacia la inmortalidad.
Un silencio de abismo, que floreció en "leyenda
negra", envolvió al "Moisés del Nuevo Mundo".
Y la Justicia dijo: "Sea la luz". Y una claridad de
aurora, empezó a vislumbrarse. Pero las tinieblas te-
nían la oscuridad del Cosmos. ¡Eran hombres y no
dioses quienes realizaban la obra!
El tiempo siguió con paso lento, hacia la luz..., pero
aún quedan sombras sobre los pueblos. El día que
éstos sean educados en la verdad histórica, surgirá la
luz total reivindicadora, sobre una de las injusticias
más grande de la Historia, y entonces, "despertarán
las tumbas a sus muertos, a escuchar el honor de las
canciones". ...Y un perdón evangélico envolverá a
los enemigos del Héroe, en olvido y silencio. "¡Cle-
mencia para los vencidos!"
ARTIGAS SALVO TRES VECES LA INDEPENDENCIA
AMERICANA
*
Siempre que se habla de los libertadores de Amé-
rica, todos se refieren a Bolívar y San Martín. Sin
embargo, lo del epígrafe es muy cierto:
En 1811, Belgrano había sido derrotado en el Para-
guay; Balcarce se encontraba en serias dificultades
en el Alto Perú, con 6.000 hombres, frente a 8.000
veteranos de Goyeneche; la escuadrilla patriota de
Azopardo, destruida en San Nicolás; y la escuadra
española bloqueando el puerto de Buenos Aires. Ante
tal crítica situación, Artigas subleva la Banda Orien-
tal y la mesopotamia argentina; gana la batalla de
Las Piedras y pone sitio a Montevideo, obligando a
la escuadra española a levantar el sitio de Buenos
Aires, para proteger a los españoles de Montevideo.
Evidentemente, Artigas había salvado la Patria.
En 1812, la situación de los patriotas era peor aún,
porque ya se había producido el desastre de Huaquí,
y porque los portugueses habían invadido en apoyo
de los españoles. En tales circunstancias, Artigas es-
colta a su pueblo hasta el Ayuí (Éxodo del pueblo
oriental) y, con escasos recursos, derrota a los portu-
gueses en ambas bandas del río Uruguay (Mercedes,
Belén, Gualeguaychú, Mandisoví, Curuzú Cuatiá y
otros puntos) obligando a los invasores a volver a sus
fronteras y a firmar un armisticio con Buenos Aires.
Los portugueses pretendían llegar hasta Buenos Aires,
para coronar allí a la princesa Carlota. Artigas había
salvado la situación, por.segunda vez.
Desde 1813 hasta 1820, Artigas, aunque no disponía
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ARTIGAS, EL MILITAR
Creemos que no se ha estudiado a Artigas lo sufi-
ciente, desde el punto de vista militar. Intentaremos
demostrar que en ese sentido también exhibió virtu-
des excepcionales:
En la batalla de Las Piedras, a Artigas le mataron
el caballo, y él continuó a pie su avance hacia el ene-
migo, aumentando el coraje de sus compañeros. Eran
1.000 hombres mal armados, frente a 1.230 veteranos,
bien pertrechados, y sin embargo los patriotas vencie-
ron holgadamente.
Al año siguiente, en ocasión del Éxodo del Pueblo
Oriental, Artigas improvisó un ejército de 3.000 hom-
bres, y derrotó a los portugueses, que, en número de
4.000 veteranos, bien armados, habían invadido la
Banda Oriental y la Mesopotania argentina, obligan-
do a la Corte del Brasil a pactar con Buenos Aires.
En 1816, los portugueses volvieron a invadir, invi-
tados por los lautarinos. Lo hicieron en número de
16.000 veteranos, acostumbrados a luchar en Europa
contra los ejércitos de Napoleón, a los cuales habían
vencido en varias oportunidades.
Ese ejército venía bien armado, y protegido por
una fuerte escuadra.
Artigas lo enfrentó con sólo 8.000 gauchos, y se dio
el lujo de prescindir de un ejército de correntinos,
porque éste avanzaba hacia el frente con demasiada
lentitud.
Nuestro procer fijó su cuartel general, en el mejor
lugar estratégico: Cerca del salto del río Uruguay;
sobre una meseta, desde donde se podían divisar los
barcos y los chasques que llegaban hasta su campa-
mento; donde se podía poner en contacto con las de-
más provincias que lo aclamaban como Protector.
18 JUAN VERZI
ARTIGAS, EL GOBERNANTE
Demostraremos que nuestro procer fue también un
político y gobernante excepcional. Para ello basta re-
cordar las circunstancias en que expresó lo siguiente:
"Mirar por los infelices y no desampararlos".
"Todo hombre es igual en presencia de la ley".
"Que no se moleste ni persiga a nadie por sus opi-
niones".
"Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por
vuestra presencia soberana".
"Todo extremo envuelve fatalidad".
"Es muy veleidosa la probidad de k>s hombres; sólo
el freno de la constitución puede afirmarla".
"El hecho de ser útil a mi país, es bastante premio".
"Para que triunfe la justicia, se ha de castigar el
vicio y premiar la virtud".
"Sólo se vea entre nosotros una sola grande familia
de hermanos".
"Contemporizar algunos defectillos con los que pe-
can por ignorancia".
"La pureza de mi conducta debe ser la norma de los
demás subalternos".
"Al tenor de las cabezas se mueven los demás miem-
bros del cuerpo político".
"Tan malo es condenar al inocente como absolver
al culpable".
"No es regular que una provincia sea privilegiada".
"La introducción de sus efectos al interior, debe ser
privativa de los americanos".
"Los magistrados deben ser enérgicos, garantidos
en sus virtudes".
"Los ingleses deben someterse a las leyes territo-
riales".
ARTIGAS 21
ARTIGAS, EL EDUCACIONISTA
Demostraremos que también en esta materia, Arti-
gas fue excepcional.
Por su inteligencia; por su cultura; por su moral;
y por su enorme actividad. Artigas civilizó a los gau-
chos, educó a sus soldados y a todos los que lo rodea-
22 JUAN VERZI
ARTIGAS, EL PROFETA
Hemos leído este libro de nuestro, compatriota
Juan Edmundo Miller, y destacamos lo siguiente:
Con gran criterio, el autor afirma "que hay un Ar-
tigas antes de Acevedo; un Artigas después del "Ale-
gato Histórico" de Acevedo; y un Artigas después
del "Archivo Artigas" creado por Acevedo". (Pág. 7).
"¡Maravillosa revelación! Ansina resultó el cronista
de las diversas jornadas de nuestro Artigas...
"...Tuvimos, entonces, ante nuestros ojos, los se-
senta poemas descubiertos, en Paraguay. (Pág. 13).
"Ansina" era el apodo. Su verdadero nombre Joa-
quín Lenzina, hijo de esclavos africanos, nacido en
24 JUAN VERZ1
ASCENDIENTES DE ARTIGAS
El abuelo de don José Gervasio Artigas era Juan
Antonio Artigas, oriundo de Puebla de Albortón, po-
blación cercana a Zaragoza (España).
Residía en Buenos Aires, como soldado y colono,
cuando se presentó como voluntario, para venir con
los primeros pobladores de Montevideo, en 1726, junto
con su esposa Ignacia Xaviera Carrasco y varios hijos
nacidos en Buenos Aires.
En Montevideo, este abuelo de Artigas fue Alcalde
del primer Cabildo, y luego, Capitán de coraceros. A"
los ocho años de residencia en la Banda Oriental, nace
don Martín José, padre de nuestro Procer, quien ha
de merecer los mismos cargos de su progenitor, para
dedicarse más tarde a faenas de campo, en su chacra
32 JUAN VERZI
ANTECEDENTES DE ARTIGAS
El General don José Gervasio Artigas nació en Mon-
tevideoel 19 de junio de 1764.
Se educó en el Colegio de los Padres Franciscanos
de la misma ciudad, junto a Larrañaga, Rondeau, Ni-
colás de Vedia y otros. Este último escribió en sus
apuntes (que luego pasaron a su yerno, Bartolomé
Mitre, sin haberlos publicado ninguno de los dos) que
Artigas era siempre el primero en todo, dentro de una
clase numerosa. (Y en su clase se encontraba el futu-
ro sabio Larrañaga).
También escribió Vedia que en su juventud lo ha-
bía visto en una estancia, a orillas del Bacacay, rodea-
do de jóvenes alucinados.
Dentro de los muros de Montevideo, solía conversar
con los negros esclavos; concurría a las fiestas (sa-
raos) donde siempre era muy bien recibido.
Trabajó en la chacra de su padre y se dedicó a
faenar ganado.
En 1797 ingresó al regimiento de Blandengues, y, a
los cinco meses lo nombraron Jefe de la Partida Cela-
dora de la Campaña.
En cierta ocasión le dieron orden de perseguir a un
delincuente y de ejecutarlo, por tratarse de un hom-
bre muy peligroso. Pues Artigas lo alcanzó, lo dominó
y lo remitió a Montevideo, para que lo juzgaran.
34 JUAN VERZI
INTRIGAS DE SARRATEA
INTRIGAS DE ALVEAR
TRAICIONES DE RONDEAU
Es muy lamentable que tengamos a Rondeau como
héroe nacional uruguayo, y hayamos puesto su nom-
bre a una de nuestras principales avenidas.
Rondeau ganó la batalla del Cerrito. Pero dicho
mérito quedó luego muy anulado, por dos actos de
extrema traición, cometidos contra Artigas y contra
la causa de los americanos, como veremos enseguida:
En diciembre de 1813, obedeciendo a órdenes secre-
tas de la Logia Lautaro, Rondeau traicionó al Procer
de la siguiente manera:
Los orientales habían nombrado a Artigas goberna-
dor de la Banda Oriental. Rondeau se puso de acuerdo
con él para convocar nuevo congreso de orientales, los
cuales debían reunirse en el alojamiento de Artigas,
ARTIGAS 43
APOGEO DE ARTIGAS
IDEARIO DE ARTIGAS
He aquí algunas de sus frases, que harían honor a
cualquier filósofo, a cualquier abogado o político de
nuestros tiempos:
"Clemencia para los vencidos".
"Odio eterno a toda clase de tiranía".
"Todo lo cedí por no ensangrentarnos entre herma-
nos". - -
"La libertad de América forma mi sistema y plan-
tearlo es mi único anhelo".
"Un lance funesto podrá arrancarme la vida, pero
no envilecerme".
"Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por
vuestra presencia soberana".
"Todo extremo envuelve fatalidad".
"Es muy veleidosa la probidad de los hombres; sólo
el freno de la CONSTITUCIÓN puede afirmarla".
"Yo no soy vendible".
"El hecho de ser útil a mi país, es bastante premio".
"Para que triunfe la justicia, se ha de castigar el
vicio y premiar la virtud".
"Yo no tengo enemigos, sino los que se oponen a
la pública felicidad".
"Desde el carro de la victoria, yo convidaba a mis
adversarios a la paz".
"La pureza de mi conducta debe ser la norma de
los demás subalternos".
"Mirar por los infelices y no desampararlos".
"Todo hombre es igual en presencia de la ley".
ARTIGAS 49
CONGRESO DE TUCUMAN
Las sesiones empezaron con laJmayor urgencia, sin
esperar la concurrencia de Santa Fe, Entre Ríos, Co-
rrientes, Misiones ni Banda Oriental, que eran arti-
guistás. Por el armisticio de Santo Tomé, concertado
entre Artigas y Díaz Vélez, tuvieron que renunciar
Alvarez Thomas y Belgrano, como Director Supremo
y como Jefe del Ejército, respectivamente. Entonces
Belgrano se fue a Tucumán, para influir sobre las
decisiones del Congreso. El ejército portugués se ha-
llaba en la frontera de la Banda Oriental, desde hacía
meses. Había urgencia en declarar la independencia.
Esto se produjo el 9 de julio de 1816. A fin de mes
los portugueses invadían la Banda Oriental, al mismo
tiempo que las fuerzas de Díaz Vélez atacaban por la
provincia de Santa Fe, sin previa declaración de
guerra.
SEGUNDA INVASIÓN PORTUGUESA
LA GRAN TRAICIÓN
Sarratea, Alvear y Carrera ya estaban al lado de
Ramírez. Los tres eran lautarinos. Sarratea es el nue-
vo gobernante porteño. Firma con Ramírez y López
el Tratado del Pilar. Disuelven el Congreso de Tucu-
mán; imponen el federalismo y, en vez de pedir la
aprobación de Artigas, le mandan una copia, para que
se entere; lo tratan de 'simple Capitán de la Banda
Oriental y no declaran la guerra a Portugal (el prin-
cipal objetivo de la guerra contra Pueyrredón y con-
tra Rondeau era la complotación con Portugal). Arti-
gas le recrimina. Aquéllos entusiasman a Ramírez
para que traicione al Procer; le dicen que él debiera
ser el Protector de los Pueblos Libres; Ramírez le
dice a Artigas que deje de actuar en la provincia de
ARTIGAS 69
CARTAS DE ARTIGAS
(Hemos seleccionado doce, entre miles de su
correspondencia)
Hemos demostrado que Artigas fue el mejor histo-
riador del Río de la Plata en su tiempo. Corroborando
72 JUAN VERZI
AL GOBERNADOR DE CORRIENTES
En. 1815, Artigas se hallaba al frente de la Liga
Federal, integrada por las provincias de Córdoba,
Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y Banda
Oriental. Ellas lo habían proclamado "Protector de
los Pueblos Libres". En algunos de sus oficios podre-
80 JUAN VERZI
El 2 de julio de 1815:
"Tan malo es condenar al inocente como absolver
al culpable".
OFICIOS DE ARTIGAS
AL CACIQUE "ANDRESITO", COM. GRAL.
DE MISIONES
los virtuosos. ... Que mire por los miserables, que los
trate con amor"...