Envases de Alimentos
Envases de Alimentos
Envases de Alimentos
INTRODUCCIÓN
El mundo del envase metálico es como un árbol tupido, que según crece va
desarrollando ramas, cada una de estas ramas serían los diferentes tipos de envases y
sus tecnologías de fabricación. Con el tiempo algunas de ellas se van haciendo viejas y
se secan, representarían los modelos que se van quedando obsoletos y dejan de ser
demandados.
Con su imagen un tanto proverbial, parece que las “latas” son siempre iguales, que no
cambian con el tiempo. Es muy común pensar que el típico bote de tomate o la
tradicional lata de sardinas no han cambiado con los años y la que compramos ahora
en el supermercado es la misma que la que adquirieron nuestros abuelos en la tienda
de “ultramarinos”. Pero no es verdad, el envase evoluciona y los actuales poco se
parecen a los que empezaron a fabricarse hace ya casi dos siglos.
El presente trabajo trata del fundamento que se debe seguir en el control de calidad
para los tipos de envases metálicos que desde su invención han ido modificando la
historia del enlatado.
● Así, con el objetivo de conservar y proteger el paso del tiempo, en conjunto con
la evolución de la tecnología, se han creado envases innovadores con base a un
consumidor más exigente cada día, dándoles diferentes usos, siempre sin
olvidar su principal función: conservar.
● Lata para aceite de oliva (inicios del siglo XX), con litografiado.
Al hablar de envases metálicos hay que distinguir entre envases ligeros y envases
pesados. Los envases metálicos ligeros son aquellos cuyo espesor es inferior a 0.49
mm y tienen una capacidad inferior a 40 litros.
Los envases pesados hacen referencia a los envases metálicos con un espesor
superior o igual a 0.50 mm y una capacidad que oscila entre 30 y 220 litros.
Esta distinción no es arbitraria, sino que corresponde a las diferentes materias primas y
técnicas utilizadas en la obtención de los diferentes tipos de envases.
- Envases alimentarios
- Envases de bebidas
- Envases industriales (bidones)
- Aerosoles
Los envases metálicos se construyen principalmente a partir de dos metales: acero y
aluminio, siendo el primero más común por razones de costo principalmente. Se puede
distinguir además entre los materiales ferrosos: hojalata, chapa cromada y chapa
negra, y los materiales no ferrosos: aluminio. Para cualquiera de las tres formas de los
materiales ferrosos la composición típica del acero es prácticamente la misma, se trata
de un acero dulce (bajo contenido en carbono).
IMAGEN N°2:
Esquema de
envase de hojalata
Las fichas de
especificaciones técnicas de
los envases metálicos son
de las más complejas, incluyendo numerosas especificaciones, tanto del envase en
conjunto como de los materiales que conforman las diferentes partes del mismo.
A estos compuestos se les puede dar una capa de color para mejorar la apariencia
externa, pudiendo adquirir colores dorados, plateados o blancos (denominado también
cerámico y formado a partir de óxido de titanio. El coloreado es simplemente un
elemento decorativo, no afecta a sus propiedades.
- Tipo de barniz.
- Color.
Otro aspecto importante que debe incluirse en la ficha técnica de un envase metálico
es el cierre. Los parámetros más importantes que deben aparecer para la
determinación de la calidad del cierre metálico son:
● Profundidad de cubeta.
● Altura/longitud del cierre.
● Espesor del cierre.
● Longitud gancho cuerpo.
● Longitud gancho fondo o tapa.
● Solape o Traslape: Es la magnitud de la superposición generada en el cierre
entre el gancho del cuerpo y el gancho del fondo. Expresada como longitud.
Debe ser en general superior a 1 mm.
● Superposición: Es la magnitud de la superposición generada en el cierre entre el
gancho del cuerpo y el gancho del fondo. Expresada como porcentaje. Los
valores óptimos para este parámetro son cercanos al 90% aunque el límite de
aceptación es de 45%.
● Compacidad: Relación entre los cinco espesores de metal del cierre y el espesor
real del mismo expresada en porcentaje. Los valores óptimos para este
parámetro
son superiores al
85% aunque el
límite de
aceptación
es de 75%.
IMAGEN N°3: Denominación de las distintas partes del cierre en
envases metálicos
IV.4.1. Corrosión
La corrosión puede definirse como el deterioro de un material como consecuencia de
un ataque químico en su entorno, principalmente por ataque eletroquímico ya que los
metales poseen electrones libres capaces de establecer pilas electroquímicas entre los
microcristales de una aleación metálico o entre metales distintos. Además, los metales
pueden reaccionar con el oxígeno produciéndose una capa de óxido en superficie.
Cuando existen dos piezas metálicas de distinta naturaleza unidas (como es el caso del
hierro y el estaño) y existe una conductividad iónica (en este caso debido a la humedad
del alimento envasado), se forman micropilas en los lugares donde el estaño presenta
poros que permiten el contacto directo con el hierro. Este problema no suele afectar
directamente al alimento, sino únicamente al envase.
Las distintas capas que constituyen la hojalata presentan siempre una estructura
discontinua en mayor o menor grado, como consecuencia de la porosidad propia del
material (porosidad primaria) y de los daños o efectos mecánicos (porosidad
secundaria), derivados de las manipulaciones a que se ve sometido el material.
Dados los valores de los potenciales electroquímicos del hierro y el estaño, cabría
esperar que el hierro actuara como ánodo, mientras que el Sn debería constituir el
cátodo de la pila electrolítica. Sin embargo, al considerar la corrosión de la hojalata por
elementos ácidos (alimento) se observa que, en la mayoría de los casos, es el Sn el
que actúa como cátodo, y por tanto disolviéndose, mientras que sobre el hierro tienen
lugar las reacciones de deposición catódica, de la que la más común es la formación de
hidrógeno.
IV.4.2. Sulfuración
Se produce por la reacción de los iones sulfuros de alimentos cárnicos, pescados y
muchos vegetales, con el Fe y Sn de la hojalata, dando lugar a la formación de
sulfura de Sn y Fe. No resulta tóxica, aunque si ennegrece la chapa.
UNE 125102:1994 Envases metálicos ligeros. Envases metálicos para Conservas de productos
conservas de pescado y otros productos de la pesca. de la pesca. Envases
Dimensiones y capacidades de los envases redondos. redondos
UNE 125200:1992 Envases metálicos ligeros. Envases metálicos para conservas Conservas de productos
y semiconservas de pescado. Dimensiones y capacidades de de la pesca. Envases no
los envases rectangulares, ovales y redondos
oblongos.
UNE 125600:1995 Envases metálicos ligeros. Envases metálicos redondos Envases para leche
para leche. Capacidades y diámetros.
UNE 125300-1:1994 Envases metálicos ligeros. Envases metálicos redondos para Envases para pinturas,
pinturas, barnices y disolventes. Características barnices, etc.
dimensionales.
UNE 125100:1992 Envases metálicos ligeros. Recipientes metálicos herméticos Conservas en general
para alimentos y bebidas. Dimensiones y capacidades de los
botes redondos para conservas
surtidos de uso general.
UNE-EN 13028:2002 Envases y embalajes. Envases metálicos ligeros. Envases Productos líquidos con gas
redondos a agrafar para productos líquidos con gas añadido,
definidos por su volumen nominal de
llenado.
UNE-EN 13027:2004 Envases y embalajes. Envases metálicos ligeros. Envases Envases metálicos
redondos a agrafar definidos por su capacidad redondos
nominal total.
UNE-EN 13029:2001 Envases y embalajes. Envases metálicos ligeros. Envases con tapón de
Orificio de anclaje para tapones de plástico a presión. plástico
UNE 49312:1982 Recipientes metálicos herméticos para alimentos y Envases para aceite
bebidas. Botes para aceites comestibles.
UNE 49310:1982 Recipientes metálicos herméticos para alimentos y bebidas. Conservas cárnicas
Botes para conservas cárnicas y otras con
ingredientes cárnicos destinadas al consumo humano.
UNE 49308:1983 Recipientes metálicos herméticos para alimentos y Alimentos y bebidas
bebidas. Diámetros interiores de los botes redondos.
Existe una clasificación de los compuestos sellantes de acuerdo con la norma del fondo
en que se aplican.
Los compuestos sellantes para garantizar calidad sanitaria, físico químicas, deben
presentar unos requisitos mínimos que se refiere a:
Con algunos alimentos se utilizan las latas sin recubrimiento interior, es decir, donde el
alimento se encuentra en contacto directo con la hojalata. Esto se permite cuando la
interacción lata-alimento es despreciable o cuando se logran mejores calidades del
contenido en estas condiciones.
Los diferentes tipos de lacas sanitarias son elaboradas en el país a partir de materias
primas importadas. En el mercado nacional se pueden obtener lacas de los siguientes
tipos:
✓ Oleorresinosas
Este tipo de lacas se produce a partir de resinas producto de polimerización de aceites
de secado rápido con resinas generalmente naturales.
Para obviar este problema, se han formulado las siguientes mezclas oleorresinosas:
Laca “R”:
Laca “F”:
Esta laca se recomienda para productos de baja acidez y ligeramente colorados, y
legumbres que no aporten sulfuros. Esta laca también se emplea como recubrimiento
exterior del envase.
Laca “C”:
Se elabora mezclando laca oleorresinosa “R” o lacas epoxifenolicas “A” con oxido de
zinc. Con esta laca se evita la formación de puntos negros en el envase, generados por
el ataque de los sulfuros a los metales de la hojalata, por esta razón la laca “C” se
utiliza especialmente para productos que generen sulfuros en altas concentraciones
tales como carnes, arvejas, pescado, legumbres y mariscos.
Fenólicas:
Las películas logradas con lacas fenólicas, son de color dorado, presentan buenas
resistencias a las altas temperaturas a los solventes orgánicos y a las grasas y aceites
de origen animal.
Epóxicas
Se caracterizan por la retención del color, durante los procesos de fabricación del
envase y por una e9celente estabilidad térmica. Presentan muy buena flexibilidad y no
comunican olores ni sabores apreciables. En este último aspecto se obtienen mejores
resultados si se recubren adicionalmente con una capa vinílica.
Las lacas epóxicas se pueden mezclar con las fenólicas para lograr las lacas
epoxifenolicas o tipo “A” las cuales presentan gran resistencia química, buena
flexibilidad dureza y excelente adherencia, es decir, pueden reemplazar a las lacas
oleorresinosas tipo “R”.
Las lacas epoxifenolicas son recomendadas para carnes, pescados, queso salados,
frutas acidas y verduras en general. Otras resinas epóxicas modificadas son las Ester-
Epóxicas, empleadas para recubrimientos exteriores, como protección de la impresión.
Las lacas “M” son sistemas de dos capas una primera o base dela laca epoxifenolica
tipo “A” y la segunda con laca “C”
Vinílicas:
Constituidas por mezclas de soluciones de copolimeros de vinilo (policlorusos y
poliacetatos), con resinas termoplástica (fenólicas o epóxicas) y pigmentos cuando se
desee.
Las lacas vinílicas se emplean usualmente, como segunda capa en envases para
gaseosa, cervezas, alimentos muy ácidos y extremadamente corrosivos. Estas lacas se
emplean también para interiores y exteriores de latas que contendrán productos secos
como galletas, bizcochos, dulces, para interiores de envases embutidos, destinados a
conservar langostinos, atún y producto de mar. También se emplean en tapas coronas
y cierres de aluminio.
Laca “H”:
Para obtener este tipo de combinación, primero se aplica una capa oleorresinosa tipo
“R” y luego, después del curado, una laca vinílica, Esta combinación se recomienda
para productos muy ácidos.
Laca “K”:
En esta la primera capa corresponde a una capa epoxifenólica o laca “A” y luego una
vinílica. Presenta mejores características que la laca “H” una mayor resistencia química
y una mayor flexibilidad.
Organosoles:
Lacas acrílicas:
Estas lacas presentan buena resistencia al calor # e9celenteretención del color. Son
empleadas como lacas modificadoras de las vinílicas y epóxicas, tanto en
recubrimiento interiores como exteriores
Lacas alquídicas:
Las lacas que van a estar en contacto directo con alimentos deben presentar las
siguientes características:
- Atoxicidad.
- No deben afectar ni el olor ni el sabor de los alimentos enlatados.
- Deben comportarse como una barrera efectiva entre el alimento y el envase.
- Su aplicación sobre la hojalata debe ser fácil.
- Deben ser resistentes y no desprenderse durante los procesos de esterilización
ni durante el almacenamiento.
- Deben presentar adecuada resistencia mecánica para que no se rompan
durante los procesos de formación del envase.
✓ Características
✓ Beneficios
● Ahorra Tiempo:
● Múltiples Pruebas en una sola unidad – De fácil interface en el
intercambio de pruebas al presionar un solo botón
● Utiliza Llenado Rápido: El equipo incrementa rápidamente la presión
hasta alcanzar el parámetro requerido, una vez alcanzado, el equipo
reduce la presión hasta alcanzar la máxima precisión.
BHF-3000 - Bead/Height/Flange Gauge
VI. RECOMENDACIONES
VII. BIBLIOGRAFIA
● http://www.academia.edu/26374146/ENVASES_METALICOS
● http://ahgcontrol.es/control-envases-food/