Simulación Acoso. SCL 90 PDF
Simulación Acoso. SCL 90 PDF
Simulación Acoso. SCL 90 PDF
La evaluación forense del daño psicológico precisa del diagnóstico del daño válido para el con-
texto forense y del diagnóstico diferencial de simulación, lo que requiere una evaluación multi-
método: entrevista clínica-forense e instrumentación psicométrica. Para el acoso escolar, no se ha
contrastado la eficacia de ningún instrumento psicométrico. Por ello, mediante un diseño experi-
mental de simulación se planeó un estudio para contrastar la capacidad de simulación en el SCL-
90-R (Derogatis, 1977, 2002), así como la eficacia de los índices de validez en la detección de ésta.
Ciento diez adolescentes respondieron al SCL-90-R bajo condiciones de respuesta estándar y de
respuesta de simulación de daño. Los resultados mostraron una capacidad de simulación del 100%,
al tiempo que simulaban otros trastornos no relacionados. En relación al diagnóstico diferencial
de simulación, los índices de validez discriminaron significativamente entre protocolos honestos
y simulados. La exactitud de clasificación de los índices resultó muy satisfactoria. No obstante,
el 9.1% de los protocolos simulados no fue clasificado correctamente como tales (falsos positi-
vos); el 5.4% lo fue por un criterio; el 7.3% por dos; y el 78.2% por 3. En conclusión, la evalua-
ción en el SCL-90-R no es prueba forense suficiente, pero puede resultar complementaria de la
entrevista clínica-forense.
Palabras clave: Acoso escolar, evaluación forense, diagnóstico diferencial, simulación, daño psi-
cológico.
Malingering forensic evaluation in bullying cases. Psychological injury forensic evaluation requi-
res the diagnostic of the psychological injury and a differential diagnosis of simulation. This dou-
ble objective demands the assumption of a multimethod approach: psychometric instruments and
clinical-forensic interview. As for the bullying, none psychometric instrument was submitted to
proof. Thus, a simulation experimental design was planned to contrast the aptitudes of malinge-
rers to fake in the SCL-90-R (Derogatis, 1977, 2002), as well as efficacy of the validity indexes
to detect malingering. One hundred ten adolescents responded to the SCL-90-R under standard
instructions and, a week later, under instructions to malinger the psychological injury. Results sho-
wed that participants were able to malinger effectively the psychological injury on the SCL-90-
R. Nevertheless, malingerers also self-reported non-expected disorders. For the simulation diffe-
rential diagnosis, GSI, PST and PSDI validity indexes discriminated significantly between honest
and malingered responses. Classification accuracy of malingering indexes was satisfactory. In the
case classification, all criteria failed to classify 9.1% of the malingered protocols; 5.4% was clas-
sified for one; 7.3% for two; and 78.2% for three. In conclusion, the SCL-90-R is not a sufficient
proof for the psychological injury evaluation and differential diagnosis of simulation, but it may
be useful as a complement of the clinical-forensic interview.
Keywords: Bullying, forensic assessment, differential diagnosis, malingering, psychological
injury.
reda, Jarne-Esparcia, Andrés, y Guárdia-Ol- mente y dado que el instrumento tiene un ob-
mos, 2010), siendo uno de los campos más des- jetivo clínico, Derogatis (1977) propuso su in-
tacados la evaluación forense del daño (Que- terpretación como una tendencia inconscien-
vedo-Blasco, Ariza, y Raya, 2012). La evalua- te o estilo de respuesta “aumentador” y “re-
ción forense del daño no es una extensión de ductor”, según se detectara, respectivamente,
la evaluación clínica ya que, en el contexto fo- una sobreinformación o negación de síntomas
rense, se requiere previamente un diagnósti- o de severidad. Sin embargo, en el contexto
co diferencial de simulación, en tanto que en de evaluación forense, dichos estilos han de
el clínico se ha diagnosticar cualquier otro tras- interpretarse como intentos conscientes de ma-
torno si el paciente reúne los criterios de otro nipulación de las respuestas (American
trastorno mental. Aproximadamente, el 80% Psychiatric Association, 2002).
de los pacientes con un Trastorno por Estrés Se cuenta con escasa evidencia científica
Postraumático (huella o daño psicológico) pre- de la validez del SCL-90-R en el contexto fo-
sentan, al menos, un trastorno psiquiátrico co- rense, la cual lo valida como herramienta útil
mórbido (Grinage, 2003). Adicionalmente, los en la evaluación de la salud mental y del diag-
criterios clínicos diagnósticos de la simulación nóstico diferencial de simulación. Así, se ha
resultan en una tasa de error en la clasificación encontrado, tanto en adultos como en meno-
de la simulación superior al 80% (Rogers y Vi- res, que discriminaba la huella psicológica de
tacco, 2002). víctimas genuinas y simuladas y los índices de
A este respecto, la evaluación forense ne- validez clasificaban correctamente a víctimas
cesita de medidas combinadas: entrevista clí- simuladas y genuinas de dolor crónico
nica y evaluación psicométrica (Graham, (McGuire y Shores, 2001), de trastorno por es-
2006). El instrumento psicométrico de referen- trés postraumático (Carmody y Grossman,
cia en la evaluación forense es el MMPI y, en 2005), de violencia de género (Vilariño, Fa-
poblaciones adolescentes, el MMPI-A. No obs- riña, y Arce, 2009) o de fibromialgia (Torres
tante, prácticamente no hay evidencia cientí- et al., 2010).
fica de su validez en muestras forenses de ado- Como consecuencia de este estado de la
lescentes, generalizándose los resultados de cuestión, nos hemos planteado un estudio con
adultos, lo que no es válido (Salekin, Kubak, el SCL-90-R como instrumento de medida, con
y Lee, 2008); no existen criterios de decisión un diseño de simulación, para conocer la ha-
contrastados (Rogers, Sewell, Martin, y Vitac- bilidad de simulación de menores de las secue-
co, 2003); no es aplicable a menores de 14 las del acoso escolar, la discriminación en res-
años; requiere una formación y capacidades puestas honestas y simuladas de daño, y la efi-
para su cumplimentación; es demasiado lar- cacia de los índices de validez en la detección
go en su aplicación; y tiene una amplia fija- de la simulación.
ción en los contenidos internalizantes de la sa-
lud, cuando en niños y adolescentes tienen un Método
alto peso los externalizantes. Todo ello acon-
seja avanzar en el estudio de éste y otros ins- Participantes
trumentos. Aunque el SCL-90-R (Derogatis, Participaron en el estudio 110 estudiantes
1977) es un instrumento puramente clínico, sin de 3º y 4º de la ESO que cursaban sus estu-
pretensiones forenses, hay evidencia científi- dios en la comarca de Santiago de Compos-
ca de que su uso en el contexto forense tam- tela (España). La muestra estaba compuesta por
bién es viable. De hecho, las dimensiones clí- 55 chicas y 55 chicos, todos mayores de 13
nicas incluyen categorías diagnósticas de re- años y con una edad media de 14.85 años (DE
levancia forense (e.g., psicoticismo, para- = 0.89, rango: 14-16 años); 64 (58.2%) cur-
noia, depresión, ansiedad), al tiempo que de saban 3º de la ESO y 46 (41.8%) 4º de la ESO,
los síntomas se pueden extraer otros trastor- χ2(1) = 2.95, ns; 59 (53.6%) estudiaban en cen-
nos; e índices globales que pueden ser inter- tros públicos/concertados y 51(46.4%) en
pretados como índices de validez. Originaria- colegios privados, χ2(1) = 0.58, ns.
Tabla 1. Fiabilidad de las escalas del SCL-90 con una muestra del estudio.
Somatización .857
Obsesivo-Compulsivo .796
Susceptibilidad Interpersonal .883
Depresión .902
Ansiedad .777
Hostilidad .784
Ansiedad Fóbica .836
Ideación Paranoide .866
Psicoticismo .764
u otro, lo que no es admisible. En todo caso, guieron todos los cánones establecidos por la
en términos clínicos ha de tenerse presente que Ley Orgánica 15/99 de Protección de Datos
la aplicación del instrumentos se limita a im- de Carácter Personal.
presiones diagnósticas.
Resultados
Consideraciones éticas
Todos ellos prestaron consentimiento Estado clínico de los participantes en condicio-
por escrito. Como, de acuerdo a la política le- nes de respuesta bajo instrucciones estándar
gislativa del Código Civil, Código Penal y Los resultados del análisis del contraste de
Ley de Protección Jurídica del Menor, los me- medias de los participantes en este estudio con
nores de 13 años están impedidos para pres- los valores normativos el Manual del SCL-90-
tar consentimiento a la evaluación psicoló- R para adolescentes (ver Tabla 2), evidencian
gica que se le requiere para participar en esta que la población de participantes es mental-
investigación, se excluyeron aquellos con 13 mente sana de modo que o bien la media de
o menos años. Además, dado que hasta la esta población es igual, o es inferior en las 9
edad de 16 años, los menores no están capa- nueve dimensiones a la de la población nor-
citados legalmente para emanciparse, solici- mativa para adolescentes. En consecuencia, la
tamos un consentimiento paterno por escri- población del estudio es mentalmente sana por
to para la evaluación. Adicionalmente, se si- lo que los efectos observados en la evaluación
Tabla 2. Escalas Básicas de Evaluación clínica del SCL-90. Valores “t” para una muestra con valor de
contraste la media de grupo normativo de adolescentes.
Nota. gl(109); Mie = Media de la condición respuestas bajo instrucciones estándar; MPG = Valor de prueba o contraste
tomado de la Media de la Población Adolescente no clínica del Manual del SCL-90-R (Derogatis, 1977).
Tabla 3. Efectos univariados en las escalas clínicas básicas del SCL-90-R por el factor instrucciones de
respuesta (estándar vs. simuladas). Efectos intra-sujetos.
Nota. gl(1, 108); Mie = Media de la condición respuestas bajo instrucciones estándar; Mis = Media de la condición res-
puestas bajo instrucciones de simulación.
psicopatológica bajo condiciones de simula- medida indirecta por excelencia del daño psí-
ción no estarán contaminados por la salud men- quico producido por el acoso, la depresión, y
tal original de la población del estudio. en la otra patología comórbida, ansiedad, so-
matización y sensibilidad interpersonal (proble-
Estudio del efecto de las instrucciones de si- mas en las relaciones interpersonales). Ahora
mulación en la psicopatología informada bien, otras patologías como el psicoticismo, in-
Los resultados mostraron un efecto signifi- formado en niveles de caso clínico (T > 63) no
cativo para el factor instrucciones (estándar vs. es propia de acoso, sino más bien de puntua-
simulación) en victimización psicológica, F(9, ciones moderadas, propias de sentimientos de
100) = 112.66, p < .001, ηp2 = .910, 1-β = 1.00. alienación. Tampoco la hostilidad manifiesta (T
En suma, las instrucciones median diferencias en > 63) es característica de la victimización de
la salud mental informada, explicando dicho fac- acoso. Muy por el contrario, la victimización
tor el 91% de la varianza, un tamaño del efecto de acoso se asocia a la apatía, indolencia y au-
más que grande (f > 1.75), casi perfecto, f = 3.18. toagresión, pero no a la agresión externa. Asi-
Los efectos univariados, que pueden ver- mismo, cierta sintomatología paranoide puede
se en la Tabla 3, muestran diferencias signifi- relacionarse con la victimización de acoso, pero
cativas en las 9 escalas clínicas básicas del SCL- no hasta niveles de ideación delirante, como es
90-R. Sucintamente, las respuestas bajo instruc- informada por los participantes bajo instruccio-
ciones de simulación de acoso informan todos nes de repuestas simuladas. Finalmente, el tras-
los trastornos clínicos evaluados (i.e., somati- torno obsesivo-compulsivo del que se registra
zación, obsesivo compulsivo, susceptibilidad un nivel propio de un trastorno grave tampo-
interpersonal, depresión, ansiedad, hostilidad, co está asociado al acoso. En concreto, los si-
ansiedad fóbica, ideación paranoide y psicoti- muladores asocian pensamientos, impulsos,
cismo) de caso clínico (en todas las escalas, la imágenes e ideas obsesivas con el acoso,
media bajo instrucciones de simulación supe- cuando en el trastorno raramente es así de modo
ra una puntuación T de 63, esto es, de caso clí- que no se han hallado compulsiones asociadas
nico, en los baremos de población adolescen- a la victimización de acoso.
te del Manual del SCL-90-R). Dado que la di- El estudio de casos (TGSI ≥ 63 o T2DIM ≥
rección de los efectos se produce en la direc- 63) clasifica todos los protocolos bajo instruc-
ción esperada; esto es, un aumento de las pun- ciones de simulación como casos clínicos (fal-
tuaciones en la condición de simulación, los re- sos positivos), pero ninguno bajo condiciones
sultados apoyan una aptitud general para la si- de respuesta estándar. En resumen, la capaci-
mulación en una tarea de respuesta psicomé- dad de simulación en el SCL-90-R de trastor-
trica. Dicha aptitud es, además, efectiva en la nos (falsos positivos) es del 100%.
Tabla 4. Efectos univariados en los índices de la control de validez del SCL-90-R por el factor instruc-
ciones de respuesta (estándar vs. simuladas). Efectos intra-sujetos.
Nota. gl(1, 108); Mie = Media de la condición respuestas bajo instrucciones estándar; Mis = Media de la condición res-
puestas bajo instrucciones de simulación.
Estudio de la validez de los protocolos (> 85), valor predictivo positivo (> 85) y va-
Los resultados mostraron que las escalas lor predictivo negativo (> 84). Complemen-
de validez fueron sensibles al factor instruc- tariamente, la probabilidad negativa post-
ciones (estándar vs. simulación), F (3, 106) = test (falsos negativos), es decir, la probabili-
259.74, p < .001, ηp2 = .880, 1-β = 1.00. En dad de clasificación de un protocolo de res-
suma, las instrucciones median diferencias en puestas simuladas como honestas, es ≠ 0 en
la salud mental informada, explicando dicho todos los indicadores.
factor el 88% de la varianza, un tamaño del En la práctica forense, el criterio de deci-
efecto grande (f > .40), f = 2.71. sión es estricto, no admitiéndose los falsos ne-
Los efectos univariados (ver Tabla 4) pu- gativos, esto es, la clasificación de un proto-
sieron de manifiesto un incremento significa- colo simulado como honesto por las conse-
tivo en el Índice de Severidad Global (GSI), cuencias que puede tener para la condena del
en el Total de Síntomas Positivos (PST) y en encausado. Por ello, procedimos a estudiar los
el Índice de malestar Referido a Síntomas Po- efectos acumulativos de estos indicadores, ha-
sitivos (PSDI). Además, dicho incremento es llando, en las respuestas simuladas, que 10
de tal magnitud que entra en la región, cuan- (9.1%) de los simuladores no fueron informa-
do estamos en un contexto de evaluación fo- dos como tales por criterio alguno (perfectos
rense de simulación (diagnóstico diferen- falsos negativos); 6 (5.4%) por 1 criterio (fal-
cial), de impresión de “intento consciente de sos negativos, pues 1 criterio es insuficiente
simulación” (PdPST > 71 y > 75; PdGSI > 1.59 para invalidar el protocolo por falta de persis-
y 1.64; y PdPSDI > 2.15 y 2.35, para chicos y tencia/consistencia de la medida); 8 (7.3%) por
chicas, respectivamente). 2 criterios y 86 (78.2%) por los 3 criterios (ver-
En relación a la exactitud de clasificación daderos positivos, indicio razonable).
de los indicadores de “intento consciente de
simulación”, los resultados, que pueden ver- Discusión
se en la Tabla 5, informan de una gran exac-
titud en todos las medidas: tasa global de exac- La generalización de los resultados de este
titud (> 87), sensibilidad (> 86), especificidad estudio está sujeta a unas limitaciones que es
Nota. A = Tasa global de aciertos; S = Sensibilidad; E= Especificidad; VP+ = Valor predictivo positivo; VP- = Valor pre-
dictivo negativo; ORPT-= Probabilidad negativa post-test.
preciso que tengamos presentes. Primera, los indicadores, con un 10% como perfectos fal-
resultados del SCL-90-R no son propios de sos negativos. Como quiera que el criterio de
diagnósticos, sino de impresiones diagnósti- decisión forense es estricto en relación a la no
cas por lo que requieren indefectiblemente de admisión de falsos negativos, estos indicado-
una aproximación multimétodo complemen- res de simulación no cumplen por sí mismos
taria del diagnóstico (Polusny y Arbisi, 2006). el estándar de prueba suficiente para la clasi-
Segunda, la interpretación de la clasificación ficación forense, habiendo de combinarse
de simulación en función de los indicadores con otros métodos que la literatura preceden-
psicométricos es una hipótesis compatible con te ha concretado en que ha de ser la entrevis-
otras hipótesis alternativas que han de ser con- ta clínica forense (Novo, Fariña, Seijo y
sideradas en cada caso, tal como en casos ge- Arce, 2013; Vilariño, Arce, y Fariña, 2013).
nuinos que son indicativos de daño severo (fal- En relación al perfil del simulador, los simu-
sos positivos). Tercera, el diseño de investi- ladores, en línea con la literatura precedente
gación utilizado sólo incluye casos simulados para adultos (Sullivan y King, 2010; Vilariño
por lo que no es generalizable a falsos nega- et al., 2009), presentan unos perfiles de daño
tivos (casos genuinos clasificados como simu- superiores a lo esperado en poblaciones genui-
lados), los cuales, por otra parte, son inadmi- nas y honestas. Los sujetos en condiciones de
sibles en el campo forense. Esta limitación es simulación recurren a la estrategias de simu-
especialmente aplicable en los diseños de si- lación “agrupación indiscriminada de sínto-
mulación (Rogers, 2008a), como es el caso. mas” que implica que el sujeto asume sínto-
Por el contrario, este tipo de diseño tiene una mas clínicos de forma indiscriminada, unos
excelente validez interna. Cuarta, la discrimi- asociados al daño psicológico y otros no; y se-
nación o clasificación exacta de la simulación veridad de síntomas o exageración del daño,
no es un reto asumible ni factible. tal y como advierten los índices GSI y PSDI.
Teniendo en cuenta las limitaciones seña- Si bien el tratamiento y la respuesta judi-
ladas, los resultados permiten realizar las si- cial a estos casos han de ser subsidiaria de otras
guientes consideraciones. En relación a la ca- perspectivas de actuación, especialmente la
pacidad de simulación, los participantes mos- prevención y corrección en el contexto esco-
traron una capacidad de simulación del 100%. lar de conductas contrarias a la convivencia
No obstante, no fueron capaces de discrimi- precursoras del acoso, sólo de la prueba judi-
nar entre secuelas esperadas y no esperadas, cial se puede partir como medio de demostra-
de modo que también simularon trastornos no ción objetiva de la problemática a fin de do-
relacionados con la huella psicológica del aco- tar de amparo a estas actuaciones.
so. De facto, simularon todos los trastornos.
En relación al diagnóstico diferencial de si- Agradecimientos
mulación, los índices de validez del SCL-90-
R (GSI, PST y PSDI) discriminaron signifi- Esta investigación fue financiada por la
cativamente y con un tamaño del efecto casi Consellería de Economía e Industria, Direc-
perfecto entre protocolos honestos y simula- ción Xeral de Investigación, Desenvolve-
dos. La exactitud de clasificación (tasa de mento e Innovación (Xunta de Galicia) en los
aciertos, sensibilidad, especificidad, valor Programas Sectoriais de Investigación Apli-
predictivo positivo y negativo) de los índices cada, PEME I+D+I e I+D Suma. Sociedade
resultó muy satisfactoria. Sin embargo, la pro- e Cultura (SEC). Proyecto referencia:
babilidad de falsos negativos no es cero en nin- 10SEC211002PR.
guno de los indicadores. A este respecto, el es- Irene Quinteiro es becaria del Programa
tudio acumulativo pone cifras a este error en de Formación de Profesorado Universitario
que alrededor del 15% de los simuladores no (FPU) del Ministerio de Educación, Cultura
podrían ser clasificados como tales por estos y Deporte.
Referencias