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Antecedentes Metoodlogia

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1.1.

TRABAJOS PREVIOS

INTERNACIONAL

Un primer trabajo corresponde a Hernandez (2012), de la Universidad de Zaragoza en


España, a través de su trabajo titulado: “La Empatía y su Relación con el Acoso Escolar”,
para ello tuvieron una muestra que fue seleccionada a través de un proceso aleatorio
simple y escogieron a 196 alumnos y alumnas de Educación Secundaria Obligatoria–
ESO del Instituto de Enseñanza Secundaria–IES Guadiana de Villarrubia de los Ojos,
para realizar este estudio utilizaron los instrumentos de: IECA: Index of Empaty for
Children and Adolescents: (1982), donde se utilizó valores medios por sexo, de (14,10)
para el grupo de varones y de (17,93) para el grupo de mujeres, considerándose que las
diferencias entre ambos es significativa al obtener valores igual o más altos que estos y
el Cuestionario de Acoso Escolar (CAME). Se obtiene como resultado un coeficiente de
R de Pearson es negativo, exactamente <-0.427>, lo cual evidencia que existe una
relación negativa entre empatía y acoso escolar, es decir, cuanto menor es la empatía del
sujeto mayor puntúan en acoso y viceversa, el valor absoluto de R es <0.427> sugiere
una correlación moderada. Se concluyó, que un bajo nivel de empatía puede ser factor de
riesgo para la participación en conductas de acoso escolar.
Un segundo trabajo de investigación de Oñederra y Garaigordobil1 (2010), lleva por
título, “Inteligencia emocional en las víctimas de acoso escolar y en los agresores”,
realizada en España; con el propósito de analizar las conductas sociales entre ser víctima
de acoso escolar y ser agresor con parámetros asociados a la inteligencia emocional, para
ello utilizaron una muestra que estaba constituida por 248 alumnos de edades entre 12 a
16 años, pertenecientes en 3 institutos de la ciudad de Donostia-San Sebastián, donde se
aplicaron instrumentos como: el Inventario de pensamiento constructivo. Una medida de
la inteligencia emocional (2001), la Lista de chequeo: mi vida en la escuela (1987) y el
Cuestionario de conductas antisociales-delictivas (1995); donde obtuvieron resultados
que evidenciaban, que la emotividad no está relacionada con la recepción de conductas
sociales positivas con los iguales. Sin embargo, obtuvieron como resultado un coeficiente
de R negativo, exactamente <-0.23>, lo cual evidencia que existe una correlación
significativa negativa entre conductas sociales delictivas y emotividad, es decir, cuanto
mayor es la conducta delictiva del sujeto menor puntuación obtiene en emotividad. Para
concluir, los resultados obtenidos confirmaron que los adolescentes que habían sufrido
muchas conductas de bullying, tuvieron bajo nivel de inteligencia emocional, baja
emotividad; y os adolescentes que tenían un nivel alto de conductas antisociales-
delictivas mostraban bajo nivel de inteligencia emocional, de tolerancia.

Un tercer trabajo realizado por Álvarez, Dobarro, Núñez y Rodríguez (2014), en la cual
fue titulada “La violencia escolar en los centros de educación secundaria de Asturias desde
la perspectiva del alumnado”, donde utilizaron una muestra constituida por 2597
estudiantes de 1º a 4º año de secundaria pertenecientes a 18 centros educativos, para ello
se aplicó el cuestionario CUVE3-ESO, donde los resultados obtenidos muestran un
predominio de interrupciones en el aula, con una media <3.15> y la violencia verbal, con
una media <2.76>; entre estudiantes son uno de los tipos más frecuentes de violencia, es
por ello que existen diferencias significativas en el nivel percibido de violencia en función
de las dos variables analizadas. Se concluyó que el estudio permitió matizar resultados de
estudios previos realizados en Asturias, sin embargo se pretende complementar estos
resultados en el futuro con la visión de profesorado y familias a fin de obtener una
panorámica de violencia escolar en los centros y una base encaminada a la mejora de la
convivencia en los centros educativos.

Una cuarta investigación por Pajuelo y Grijalva (2017), titulada “Acoso Escolar y
Autoestima en Estudiantes de Secundaria”, de una institución educativa pública del
distrito de Nuevo Chimbote, donde la muestra estuvo conformado por 355 estudiantes
entre hombres y mujeres del 1 ero al 4to grado de educación secundaria, donde se
aplicaron el cuestionario multimodal de interacción escolar (CMIE – IV) (2014), el
inventario de autoestima de Coopersmith (2015). Se obtiene como resultado un coeficiente
de R de Pearson es negativo, exactamente <-0.312>, lo cual evidencia que existe una
relación negativa entre autoestima y acoso escolar, es decir, cuanto menor es la autoestima
del sujeto mayor puntúan en acoso y viceversa. Concluyendo que entre los factores del
acoso escolar y la autoestima existe una relación negativa baja, y altamente significativa,
esto indica la existencia de la fuerza entre las variables aunque mínima pero se determina
una vinculación significativa, que a mayor acoso escolar menor será la autoestima en los
adolescentes.

Una investigación realizada por Cáceres y Salazar (2013), habiéndolo titulado “El
Bullying homofóbico en instituciones públicas de Chile, Guatemala y Perú”. Para esta
investigación utilizaron un componente cualitativo realizado en dos escuelas públicas de
las ciudades capitales de Chile, Guatemala y Perú; donde utilizaron una muestra
representativa de varones entre 18 y 24 años en la ciudad de Lima, Perú, para la
investigación utilizaron metodología cualitativa y cuantitativa donde se realizaron
entrevistas escolares varones y mujeres entre 15 y 25 años, profesores, directores y
padres/madres de familia victimas de bullying; para esta investigación solo utilizaron
instrumentos de encuestas y el programa Atlas/ti de procesamiento cualitativo para el
análisis, donde los resultados obtenidos muestran un significativa prevalencia de bullying,
la cual es reportado con un 50% teniendo un nivel significativo Z<1.96>. por ultimo se
concluyó que a pesar de existir una ley contra el bullying, las escuelas no adoptan medidas
para combatir cualquier tipo de maltrato entre pares, donde a través de las prácticas
institucionales de las escuelas públicas se está construyendo una sociedad que justifica la
violencia y la tolera, frecuentemente culpando a la víctima, legitimando la violencia como
forma de interacción, así como la agresión y maltrato a quienes son diferentes,
impidiéndoles la pertenencia al grupo.

Un trabajo realizado por Garaigordobil, Martínez y Aliri (2013); el cual, títularon,


“Autoestima, Empatía y Conducta Agresiva en Adolescentes Víctimas de Bullying
Presencial”, y se realizó en la Universidad del País Vasco en España. Donde se utilizó una
muestra de 178 participantes entre edades de 13 a 15 años que cursan Educación
Secundaria Obligatoria (ESO); para ello, se administraron 3 instrumentos de evaluación
con garantías psicométricas de fiabilidad y validez AVE. Acoso y Violencia Escolar
(Piñuel y Oñate, 2006), RSE. Escala de autoestima (Rosenberg, 1965), IECA. Índice de
Empatía para niños y adolescentes (Bryant, 1982) y el CAPI-A. Cuestionario de
agresividad premeditada e impulsiva en adolescentes (Andreu, 2010); los resultados
confirmaron que aunque las mujeres tuvieron puntuaciones superiores en victimización,
obteniendo una media <4.93> en comparación con los varones <3.41>, por tanto las
diferencias no fueron estadísticamente significativas <0.103>, asimismo el nivel de
victimización en varones y mujeres fue similar. Se concluyó que el nivel de victimización
en los distintos niveles socioeconómicos y culturales fue similar.

NACIONALES

En la siguiente investigación realizado por García, L., Orellana O., Pomalaya, R., Yanac,
E., Orellana, D., Sotelo, L., Herrera, E., Chávez, H. & Fernandito, P. (2011). Titulada
“Intimidación entre iguales (Bullying): empatía e inadaptación social en participantes de
Bullying". Teniendo el objetivo de establecer relación entre empatía e inadaptación
escolar y comparar las variables de empatía, por ello utilizaron una muestra de 820
estudiantes de cuatro centros educativos de educación secundaria pública, de Lima
Metropolitana, para el estudio los instrumentos que utilizaron fueron: el índice de
reactividad personal (IRI), el cuestionario inadaptación escolar adaptado al cuestionario
de intimidación y maltrato entre iguales de Insebull y el auto denominación sobre la
posición de los propios sujetos como agresores, victimas y espectadores. Ante esto, los
resultados que obtuvieron; establecen que existe diferencias significativas en todas las
escalas de empatía con una media de <3.607> y obtiene diferencia sig. <0.010*> de grado
escolar en las escalas correspondientes a la dimensión cognitiva de empatía, asimismo
respecto a la empatía según la posición del agresor, víctima y espectador se encontraron
diferencia sig. <0.002*> en la escala de toma de perspectiva y <0.003*> en malestar
personal, lo que concluyo de esta investigación que no existe relación entre las dos
variables de empatía e inadaptación escolar.

En el posterior estudio realizado por Quintana, A., Montgomery W., Malaver C. & Ruiz
G. (2010). Titulado “Capacidad de disfrute y percepción de apoyo comunitario en
adolescentes espectadores de episodio de violencia entre pares (Bullying)”. En esta
investigación que se realizó en los distritos de San Juan de Lurigancho y Cercado de Lima,
utilizaron una muestra conformada por 400 estudiantes adolescentes de género masculino
como femenino entre edades de 14 – 18 años, para ello aplicaron instrumentos como: la
escala de Guadibilidad Padrós, ficha demográfica y el cuestionario de Apoyo Comunitario
Percibido adaptada al ambiente escolar. Ante ello, los resultados obtenidos muestran
diferencias estadísticas significativas <al 0.05> de la capacidad de disfrute, si comparamos
al tipo de espectador de violencia entre pares pro social con el tipo indiferente-culpadizo.
Los resultados de los coeficientes de correlación de Pearson obtenidos muestran
diferencias significativas al <0.01> y <0.05> encuentran correlaciones positivas
significativas con la integración a la comunidad escolar (0.148), con la participación en la
comunidad escolar (0.198), con el apoyo de las organizaciones de la comunidad escolar
(0.178) y con la percepción subjetiva de apoyo comunitario en general (0.236). Por tanto,
se concluyó que estas situaciones negativas se encuentran en la base del sentimiento que
expresa el espectador pro social acerca de su capacidad de evitar conflictos interpersonales
o de intervenir de alguna manera para disminuirlos, y que estas situaciones negativas
subyacen a la tolerancia que manifiestan otros tipos de espectadores hacia el acoso.

Bibliografía

Pajuelo, J. y Grijalva, M. (2017). ACOSO ESCOLAR Y AUTOESTIMA EN ESTUDIANTES DE SECUNDARIA.


Revista de Investigación de estudiantes de Psicología “JANG” Vol. 6, pp. 86-100. Disponible:
file:///C:/Users/Lucia/Downloads/1142-Texto%20del%20art%C3%ADculo-3828-2-10-
20171123.pdf

Cáceres, C. y Salazar, X. (2013. “Era como ir todos los días al matadero el bullying
homofóbico en instituciones educativas públicas de Chile, Guatemala y Perú”. Ministerio de
Educación MINEDU. Disponible: http://repositorio.minedu.gob.pe/handle/123456789/4424

Garaigordobil, M., Martínez, V. y Aliri, J. (2013). Autoestima, empatía y conducta agresiva


en adolescentes víctimas de bullying presencial. Vol. 3, Nº. 1, p. 29-40. Disponible:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4518675

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