Resumen Capítulo 5
Resumen Capítulo 5
Resumen Capítulo 5
Referencia bibliográfica:
Cáceres, J. A. (1997). Sociología y educación. Sexta edición. San Juan, PR:
Editorial de la Universidad de Puerto Rico.
Para poder sobrevivir, la sociedad necesita que los miembros que la componen
compartan unas maneras comunes de hacer las cosas, al igual que otras maneras
particulares de algunos grupos especiales. Es a través de la educación que se transmiten
y se comparten esos modos de conducta comunes y particulares. Toda sociedad transmite
su cultura a las nuevas generaciones. La transmisión de cultura puede hacerse de una
manera informal, por medio de la relación continua con niños y jóvenes. También la
transmisión cultural puede asignarse a personas especiales, que vienen a ser los maestros,
encargándose éstos de la enseñanza formal.
Funciones de la educación
El desarrollo de nuevos patrones sociales. La segunda función tiene que ver con el
desarrollo de los nuevos patrones sociales que ayuden a la persona a ajustarse a este
mundo de cambios. Son tantos los cambios sociales que la educación no puede limitarse
a la transmisión de la cultura del pasado y de las tradiciones. El progreso de los pueblos
no solo depende de la transmisión de la vieja cultura, sino también de la modificación de
la herencia cultural.
El gran reto de las agencias educativas es conservar un balance entre las tres
funciones. Esto incluye el retener lo suficiente de nuestra herencia cultural para asegurar
estabilidad social, el continuo ajuste a los nuevos patrones sociales que son el producto
del cambio, y continuar alentando mayores transformaciones en todos aquellos campos
donde éstas sean necesarias para asegurar un mejor mundo a la humanidad. Sólo de esta
manera es que puede cumplirse con las tres funciones educativas.
Los museos. Los museos educan por medio de sus colecciones y exhibiciones de
cuadros, pinturas, reliquias, armas y otros objetos de valor relacionados con las artes y las
ciencias.
La familia es una institución social universal. Ejerce más funciones sociales que
ninguna otra institución, entre ellas las funciones económica, recreativa, religiosa,
educativa y protectora. Debido a los cambios que están ocurriendo en las sociedades
complejas, la familia de hoy comparte con otras instituciones muchas de sus funciones.
Los grupos de juego. Estos grupos son de gran importancia en la educación de niños y
jóvenes, debido, principalmente a la relación de intimidad que se establece entre sus
miembros. En el juego, el niño aprende a desenvolverse en grupos fuera de su familia y a
participar con otros compañeros de su misma edad.
El origen de la escuela
La escuela, como se conoce hoy día, surgió por una necesidad de la comunidad de
transmitir la cultura necesaria para la existencia del grupo.
El currículo. Las materias que se enseñan, las actividades que se efectúan, la forma en
que se desarrolla el aprendizaje y cómo se evalúa, constituyen el currículo de la escuela.
El currículo, al igual que los objetivos educativos, también se toma de la cultura. El
currículo consistirá en aquellas ideas, destrezas, conocimientos y habilidades más
significativos de la cultura, comunes a los miembros de la sociedad. El fin de la
educación es preparar a los niños y jóvenes para la cultura. El currículo es quizás el
medio más importante que utiliza la escuela para ayudar a realizar este propósito.
Los métodos. Tanto los métodos de enseñanza como los métodos de control en el salón
de clases se toman de la cultura.
El quehacer diario del maestro requiere que este tenga un conocimiento claro de
la cultura. Examinemos algunos aspectos relacionados con la cultura que influyen en su
labor pedagógica.
El estilo cultural de la escuela. Todas las escuelas tienen unas funciones sociales que
desempeñar, entre ellas, la socialización del niño, la transmisión de la cultura, y la
selección y clasificación de los estudiantes para ocupar puestos en la sociedad. No todas
las escuelas realizan estas funciones de igual manera: hay variaciones en la forma de
socializar a los estudiantes, en los valores que se transmiten y en las bases para la
selección y clasificación de los estudiantes. La forma en que la escuela ejecuta estas
funciones depende de su estilo cultural, término utilizado por Brembeck (1971). El estilo
cultural es el estilo particular que toma una escuela, dependiendo del tipo de vida que se
efectúa en la comunidad a la cual sirve. Ese estilo está presente en todas las actividades
que se celebran en la escuela.
La motivación para aprender. Lo que la persona aprende, cómo lo aprende y por qué lo
aprende – su interés y motivación – dependen mayormente de las influencias culturales a
que esté expuesta; su familia, sus compañeros, su grupo. Si estos grupos reconocen y
aprecian el trabajo que la escuela trata de realizar, el estudiante tendrá una mejor actitud
hacia la escuela y un mayor interés en ella. Lo contrario ocurrirá si estos grupos son
antagónicos o neutrales.
La cultura de la escuela
La escuela no es otra cosa que una sociedad que persigue unos propósitos
específicos. Todos – los maestros, los discípulos, la comunidad – son conscientes de la
función que se espera que la escuela realice. “A la escuela se viene a aprender”, dicen
corrientemente los maestros a sus estudiantes, implicando que el fin primordial de la
escuela es impartir una educación formal. Una población definida (niños o adolescentes)
utiliza los servicios de la escuela. La escuela tiene una organización definida y tiene
relaciones con otras unidades sociales, como, por ejemplo, la familia y el grupo de juego.
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La educación y el cambio social
Un detalle muy importante que afecta la educación moderna es que la cultura está
en continuo cambio. El cambio es mayor en las sociedades complejas y dinámicas como
la nuestra.
El educador necesita entender que cuando las fuerzas que contrarrestan el cambio
son menores que las fuerzas que lo estimulan, se acelera el ritmo del cambio. Es
imposible detener esas poderosas fuerzas del cambio; el educador tiene que prepararse
para éste.