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EL MOTETE,
DE PRINCIPIO A FIN
6 Introducción
El motete o la pervivencia de una forma musical
De la música pura a la palabra puesta en música
Evolución hacia otros estilos y épocas
La edad de oro del estilo y el contexto de su interpretación
18 Miércoles, 4 de octubre
Medieval. Ars Antiqua & Ars Nova
Anónimos de los siglos XIII y XIV y obras de PÉROTIN,
P. de VITRY, G. de MACHAUT, M. de PADUA, J. da BOLOGNA,
J. CICONIA, A. de CIVIDALE y G. DU FAY
por laReverdie
28 Miércoles, 11 de octubre
Renacimiento. De Du Fay a Guerrero
Obras de J. DUNSTABLE, J. PLUMMER, G. DU FAY, J. OCKEGHEM,
L. COMPÈRE J. DES PRES, F. de PEÑALOSA, F. GUERRERO, C. non PAPA
y N. GOMBERT
por Orlando Consort
38 Miércoles, 18 de octubre
Barroco y romántico
Obras de J. P. SWEELINCK, S. SCHEIDT, A. LOTTI, J. S. BACH,
C. P. E. BACH, W. A. MOZART, T. ATTWOOD, C. E. F. WEYSE,
R. L. de PEARSALL, F. MENDELSSOHN, A. BRUCKNER
y J. RHEINBERGER
por Musica Ficta; Bo Holten, director
46 Miércoles, 25 de octubre
Moderno
Obras de J. S. BACH, F. MENDELSSOHN, C. FRANK,
J.-N. LEMMENS, J. BRAHMS, J. RHEINBERGER, E. TINEL,
A. De BOECK, J. RYELANDT, M. REGER, J. JONGEN,
J. Van NUFFEL y J.-M. PLUM
por el Coro de la Comunidad de Madrid;
Johan Duijck, director
7
sus formas responsoriales, es decir graduales y alleluias para la
misa y responsorios “prolijos” y Benedicamus Domino para el
oficio divino o liturgia de las horas−.
El éxito de las cláusulas fue tal que los compositores las com-
pusieron autónomamente y así figuran en los manuscritos que
conservamos, agrupadas en secciones siguiendo un orden litúr-
gico y de número de voces en un caos perfectamente ordenado.
Pues bien, con el paso del tiempo, la voz superior de una de esas
cláusulas a dos voces recibió el procedimiento del tropo meló-
geno (es decir, a aquello que era un melisma, pasó a adaptársele
un texto) que dio lugar al motete primitivo, que no es ni más
ni menos que la verbalización de una cláusula de un organum.
Como características principales, por un lado, la textura muy
diferente entre el tenor y la voz –denominada muy pronto mote-
tus− o voces superiores y, sobre todo, de manera más llamativa,
la presencia de textos diferentes en cada voz: la politextualidad.
8
cedían. Así, si el organum procedía de un gradual de una fiesta
de la Virgen, el texto añadido a la voz superior de la cláusula
para generar el motete estaría dedicado también a ella, aunque
no faltan casos de motetes de primera época en los que podrían
darse temáticas algo más libres, pero siempre litúrgicamente
justificables. Conservamos motetes con textos a la Virgen sobre
tenores, por ejemplo, de un Alleluia de Pascua. Una vez asenta-
dos los motetes, el nuevo recurso consistió en sustituir el texto
latino del motetus –recordemos, la voz superior− por otro en
lengua vernácula –en francés fundamentalmente− desacrali-
zando el contenido y la función original, a pesar de conservar
el tenor litúrgico… simplemente un pretexto. Y no solamente
la politextualidad. La textura de las voces ordenadas de abajo
a arriba iba adquiriendo un movimiento más acelerado como se
puede comprobar comparando cualquier fuente tanto antigua
como en transcripción moderna.
9
Evolución hacia otros estilos y épocas
Transcurridos los dos primeros tercios del siglo xiii, finaliza-
da –y casi agotada− la composición de otros géneros como el
organum y el conductus1, las fuentes nos muestran colecciones
particularmente interesantes de motetes, en algunas ordenados
de manera alfabética –una práctica ya presente en la fuente más
tardía de Notre-Dame−. En ellas encontramos motetes a cuatro
voces con diferentes combinaciones de textos latinos y france-
ses, conservando el tenor latino litúrgico tradicional, el motetus
en latín, y el triplum en francés. Incluso si la composición era
a cuatro voces la combinación podía ser más variada: de abajo
a arriba, latín-latín-latín-francés, latín-latín-francés-francés, o
latín-francés-francés-francés…
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ciar e incluso difícil de encontrar un término en castellano, la
“isomelodicidad” consistiría en repetir en las voces superiores
determinadas secciones melódicas, siguiendo las repeticiones
del tenor/pes, lo que era propicio incluso por la versificación del
texto. Mientras tanto, los motetes llamados periódicos estarían
constituidos por el resto de los motetes que utilizarían cantus
firmus en el tenor, empleándose incluso la palabra “isoperiodici-
dad” para calificar la longitud igual de los períodos en las voces.
Según Johannes de Grocheo, un teórico de finales del siglo xiii,
los motetes estaban destinados a los grupos de profesionales
que se deleitaban en su difícil escucha en una especie de juego
intelectual de los mejor preparados del momento. Geómetras,
oradores, expertos en leyes y artes eran sus destinatarios.
12
dos− serán quienes logren unas texturas que progresivamente se
irán independizando de la “tiranía” del tenor. Seguirá existien-
do, y muchos compositores lo utilizarán como vínculo temático
y unificador, tanto musical como litúrgico, pero cada vez será
más común encontrar motetes libres de cantus firmus. La nue-
va técnica obligaba a componer de manera distinta, surgiendo
así lo que llamamos el motete politemático: diversas secciones
músico-textuales se ensamblaban en un conjunto perfectamen-
te engranado en el que el final de una sección se solapaba con el
comienzo de la sección siguiente en un eficaz conjunto.
13
Y es que el momento propio era tras el Sanctus, durante la ele-
vación. Si tenemos en cuenta las características de la antigua li-
turgia en la que el papel del celebrante era silente o casi, salvo en
momentos puntuales, era responsabilidad del grupo de cantores
–incluyendo a los instrumentistas− contextualizar el momento
litúrgico con particular mención a la fiesta que se celebraba. Ahí
entraba el juego el motete. Y muchos de ellos sirvieron de ins-
piración de una nueva técnica compositiva que intentaba aunar
los motetes con lo propiamente entendido como una misa pues-
ta en música –recordemos, Kyrie, Gloria, etc.−, naciendo así la
misa parodia: el motete utilizado como inspiración temática y
unitaria para el resto de las partes del ordinario de la misa. Así
han llegado hasta nosotros ciclos de misas en los que los com-
positores se homenajeaban unos a otros utilizando motetes de
aquellos a los que les unía una especial relación –a menudo dis-
cípulo-maestro; recordemos el caso de Lobo y Guerrero− para
componer misas basadas en motetes ajenos o propios. Cuán
frecuente es encontrar los términos Missa “O quam gloriosum”,
Missa “Maria Magdalene”, lo que significa que Kyrie, Gloria,
Credo, Sanctus y Agnus Dei están compuestos basándose en di-
versas secciones de los motetes homónimos.
15
Desde el Romanticismo hasta nuestros días, el motete continuó
siendo el pretexto de los compositores para seguir componien-
do música sacra con textos venerables por su antigüedad y tra-
dición. Evidentemente, la función y el contexto no cambiaron,
pero sí las maneras y los dispositivos vocales e instrumentales
que se añadieron en función de la potencia de cada institución,
del tiempo litúrgico y de otras consideraciones. No solo el órga-
no sino otros instrumentos que formaban parte de las plantillas
musicales de catedrales, colegiatas o monasterios se pusieron a
su servicio. Con todo, el motete continuó siendo en gran parte
una forma puramente vocal, muchas veces con el soporte del
órgano o simplemente a cappella cuando el tiempo litúrgico
prohibía la inclusión del órgano. Los motetes de Mendelssohn,
Bruckner o Brahms forman parte de la tradición musical y li-
túrgica del siglo xix, lo mismo que lo son para la historia sus
sonatas, conciertos, sinfonías o la música de cámara.
- Dolores Pesce (ed.), Hearing the Motet: Essays on the Motet of the
Middle Ages and Renaissance, Óxford, Oxford University Press,
1998.
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PRIMER CONCIERTO
Miércoles, 4 de octubre de 2017. 19:30 horas
laReverdie
Claudia Caffagni, laúd y voz
Livia Caffagni, fídula, flauta y voz
Elisabetta de Mircovich, fídula y voz
Matteo Zenatti, arpa y voz
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1
II
Inglaterra
Anónimo (siglo XIV)
Salve mater gracie / Do way Robin
Caligo terrae scinditur / Virgo Maria
Solaris ardor / Gregorius sol seculi / Petre tua navicula /
Marionette douche
Salve cleri speculum / Sospitati dedit egros
Orto sole serene / Origo viri / Virga Iesse
Mors & vita duello. Pieza instrumental sobre la Secuencia Victimae
Paschali laudes
Italia
Anónimo (siglo XIii)
Sequentia Victimae Paschali laudes
Ortorum verentium / Virga Yesse, flos virginum / Victime paschali
20
Los manuscritos inmediatamente posteriores –Montpellier,
Bamberg, Ivrea…− van a copiar fundamental y casi exclusi-
vamente motetes. Así, el Manuscrito hoy en la Biblioteca de la
Facultad de Medicina de Montpellier (H 196) es una inmensa
colección de estas piezas de distintas épocas, lenguas y estilos.
Desde el primitivo, basado en la cláusula “Mors” −que podre-
mos escuchar en primer lugar−, perteneciente al Alleluia del
tiempo pascual Christus resurgens, de origen francés, con textos
exclusivamente latinos, hasta otros con mezcla de lenguas ver-
náculas. En realidad, el presente concierto es el recorrido por el
motete medieval del Ars Antiqua, del Ars Nova y de los albores
del Renacimiento.
21
las principales figuras de la teoría musical del momento desig-
nadas en el motetus: Philippus de Vitriaco, Johannes de Muris,
Henricus de Helene, Egidius de Murino… mostrándolos en el
panteón de los ilustres y con un contratenor –aquí ya el tenor ha
perdido su función original− en el que se alude al posible com-
positor (Bernardo de Cluny) y en el que se compara el arte de
la música con el zodiaco. El motete termina con las reveladoras
palabras musicorum tripli material notitiam dat de nominibus
(“en el texto del Triplum da una lista de nombres de músicos”)
aludiendo a los nombres de los músicos citados en el duplum.
Vemos aquí cómo incluso el motete se convierte en una fuen-
te de información musical. Este motete ha inspirado a algunos
compositores de nuestros días.
22
músicos que iban a París a completar su formación, sigue de al-
guna manera los patrones franceses. Sin embargo, incorporan
de manera regular algunos tenores de canciones profanas de
tipo popular −así ocurre en Salve mater gracie/Do way Robin,
cuyo nombre nos evoca la leyenda− sin olvidar los orígenes fran-
ceses de la forma mediante la utilización de los tenores de or-
den litúrgico, como podremos escuchar en la selección hecha
por laReverdie. Al contrario que en Francia, en Inglaterra no se
conservan grandes colecciones de motetes. Sin duda las hubo,
pero nos han llegado de manera fragmentaria. Y curiosamente
se observa una gran devoción a la Virgen en la elección de sus
temáticas, como también podremos escuchar hoy en los tenores
Virgo Maria o Virga Iesse que sirven de apoyo a composiciones
que glosan esos mismos temas en las voces superiores. Su poli-
textualidad y temática se aferran al latín y a la liturgia, aunque
no faltan los ejemplos paralitúrgicos.
23
Nacido en Lieja, Ciconia estuvo al servicio de los Visconti en
Pavía, más tarde en Lucca y en Padua tras haber recibido algu-
nos beneficios del papa Bonifacio IX. Conservamos gran parte
de sus obras en el manuscrito Bologna Q15. El motete que es-
cucharemos, Venecie, Mundi splendor/Michael, qui Stena domus,
muestra un estilo de composición completamente distinto, tan-
to por arquitectura como por sonoridad. La mayoría de los mo-
tetes de Ciconia se relacionan con Padua o con Venecia, como
podemos ver en el título del motete, compuesto para Albane
Michele, obispo de Padua pero de origen veneciano. Su tenor
no isorrítmico figura con el texto O Italie mundicie. Los carac-
terísticos ritmos sincopados de la música de Ciconia se recrean
claramente en las voces superiores ante un más estático tenor.
24
Le Franc, Le champion des dames, c. 1440. Miniatura que representa a los compositores
Guillaume Du Fay y Gilles Binchois.
25
laReverdie
26
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SEGUNDO CONCIERTO
Miércoles, 11 de octubre de 2017. 19:30 horas
28
2
II
Josquin Des Prés (1440-1521)
Vultum tuum deprecabantur
Vultum tuum deprecabantur
Ave Maria
Sancta Dei Genitrix
O intemerata
O Maria
Mente tota
Ora pro nobis
Orlando Consort
David Gould, alto
Mark Dobell, tenor
Angus Smith, tenor
Donald Greig, barítono
29
La consolidación de un estilo
Como si de una cadena se tratase, los estilos musicales de acuer-
do a sus épocas se van ensamblando unos con otros, con peque-
ñas dosis de tradición y continuidad junto a innovaciones que
van creando escuela poco a poco. Por eso, en algunos progra-
mas de concierto podemos establecer un recorrido, no solo por
distintos estilos y países sino también por evoluciones, enri-
quecimientos y derivaciones que nos permiten conocer tanto a
los compositores como a la influencia que estos ejercieron en
su entorno. El recorrido que nos propone el Orlando Consort
–grupo masculino que se asemeja a las originales agrupaciones
del Renacimiento− intenta conjugar las grandes figuras de los
inicios del Renacimiento con otras que, aunque son de primera
línea, no pasan por ser las referencias del estilo en los manuales,
pero que sí son los que con su día a día contribuyeron a conso-
lidar un estilo. Y temáticamente será la Virgen María su prota-
gonista. Quizás extrañe no ver en la segunda parte los nombres
de Palestrina, Lasso o Victoria… y en su lugar, al final, un tal
Peñalosa, un Gombert o un Clement (sic)… Y es de agradecer,
pues los grandes –y en este caso aún escucharemos a Francisco
Guerrero, aunque en un motete de infrecuente audición− tienen
sobradas oportunidades de hacerse oír.
30
en la que la segunda de las voces parafrasea un texto que completa
el sentido de las piezas preexistentes.
31
Sus motetes destilan una delicada suavidad como podemos
escuchar en el texto mariano por excelencia, Ave Maria, cuya
transparencia es mayor que en la de su contemporáneo Loysset
Compère, bien conocido en España gracias al Cancionero de la
catedral de Segovia y a la tablatura de Gonzalo de Baena (Lisboa,
German Galharde, 1540). En esta obra, el compositor −de cuya
vida ignoramos detalles como su lugar de nacimiento y aspectos
de una gran parte de su carrera− utiliza en el tenor un ostinato
melódico (es decir repite el texto sobre la misma nota) al menos
en la primera parte, hasta que este se interrumpe con las pa-
labras “Kyrie eleison”, continuando el texto del Ave Maria con
unas palabras algo diferentes a las que utilizamos en la actuali-
dad.
Miniatura del siglo xv que re-
presenta a los cantores de la ca-
pilla real francesa en torno a un
facistol. El personaje con gafas
que dirige el coro es Johannes
Ockeghem. París, Biblioteca
Nacional (Ms. Fr. 1537).
32
menciones a Jesucristo quien, a través de la intercesión de su
madre, concede la salvación. Se ha sugerido una reordenación
del ciclo en ocasiones para hacerlo coincidir con las secciones
propias de la misa. Por ejemplo, la primera parte es el introito
de la Virgen, “Vultum tuum”, con el mismo texto, “Sancta Dei
genitrix”, en lugar del “Gloria, Intemerata virgo” para el Credo;
Ave María como ofertorio… y así algunas de las otras secciones.
33
“Tota pulchra es”−, con su entrada perfecta y ordenadamente
escalonada, concluye el sentido de la primera, aprovechando los
detalles de la retórica en las exclamaciones, con ritmos con pun-
tillo –“O amica mea”− o en las insistencias verbo-musicales en
los repetidos “veni”. Sin duda, Guerrero es el cantor de María.
34
Francisco Pacheco, Retrato de Francisco Guerrero, en Descripción de verdaderos retratos de
ilustres y memorables varones. Sevilla, 1599.
35
Orlando Consort
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TERCER CONCIERTO
Miércoles, 18 de octubre de 2017. 19:30 horas
Barroco y romántico
I
Jan Pieterszoon Sweelinck (1562-1621)
Ainsi qu'on oit le cerf bruire, Salmo 42 SwWV
Musica Ficta
Ann-Christin Wesser Ingels, soprano
Christine Nonbo, soprano
Eva Wöllinger-Bengtsson, alto
Rebecca Forsberg Svendsen, alto
Josef Hamber, tenor
Tobias Aabye Dam, tenor
Lauritz Jakob Thomsen, barítono
Rasmus Kure Thomsen, bajo
Bo Holten, director
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3
II
Thomas Attwood (1765-1838)
Teach me, O Lord, Salmo 119
39
Pervivencia y diversificación
El siglo de oro del motete no terminó en la decimosexta centu-
ria. En el mundo católico, convulsionado por la Reforma lute-
rana –en 2017 estamos viviendo el quinto centenario de la pro-
clamación de las 95 tesis clavadas por Lutero en la puerta de la
iglesia del palacio de Wittenberg− parece que la Contrarreforma
llevada a cabo desde el punto de vista doctrinal tuvo también
su secuela musical. Quizás los católicos se quedaron muy atrás
del luteranismo al tardar aún muchos siglos en admitir la lengua
vernácula en los cantos del culto –su inclusión desordenada en
la segunda mitad del siglo xx, con otra mentalidad, ha llevado a
la casi desaparición de los cantos latinos de tradición− y el mo-
tete, tanto en latín como en lengua vernácula –sobre todo en ale-
mán−, tuvo su lugar en una liturgia que privilegiaba la música.
40
parte y el motete anglicano y el católico protagonizarán parte
de la segunda.
41
para terminar todos juntos al unísono, buscando el equilibrio
siempre magistral en Bach), con partes fugadas –“… der saure
Weg”− en un contrapunto a ocho voces resuelto como siempre
de manera satisfactoria, o los cambios de estilo propiciados por
la estética diferente de cada uno de los coros no exentos de una
extrema dificultad. El motete termina con un “Aria” –en reali-
dad un coral− a cuatro partes con los dos coros fundiéndose en
uno solo.
Poco vamos a añadir a estas alturas del Ave verum, motete euca-
rístico –en su origen medieval un tropo de Sanctus, es decir para
el momento de la Elevación− de Wolfgang Amadeus Mozart,
uno de los hits corales de nuestro tiempo –y tan frecuentemente
interpretado litúrgicamente fuera de contexto− de sencilla fac-
tura, originalmente pensado con acompañamiento de pequeña
orquesta de cuerda y órgano. La eficaz división mozartiana en
cuatro partes presenta una textura homogénea y unas intere-
santes armonías de todos conocidas, como igualmente es cono-
cido el coro a quien fue destinado: el de Baden, dirigido por su
amigo Anton Stoll.
42
El breve Teach me, O Lord de Thomas Attwood abre la segunda
parte. Se trata de una breve composición a cuatro voces que en-
seguida evocará en nosotros la sonoridad de la liturgia anglicana
por su propia lengua vernácula, con sus giros melódicos y ar-
mónicos propios del himnario inglés. Al igual que sucede en las
oraciones –cantadas− de la tarde –para la hora de Vísperas− de
Christopher Ernest Friedrich Weyse compositor danés, orga-
nista de la iglesia reformada de Copenhague, cuyas dos piezas
para el oficio de la tarde son deudoras de las sonoridades pro-
torrománticas, sin olvidar la influencia del coral luterano por su
pertenencia a la iglesia reformada.
43
en 1869, es un ejemplo de homofonía, como si el compositor, a
través de sonoridades verticales apoyadas en notas extremada-
mente graves, quisiera transmitirnos la solidez del lugar dedi-
cado a Dios.
Franz Antoine, Retrato de Anton Bruckner, c. 1896. Linz Anton Bruckner Institute.
45
CUARTO CONCIERTO
Miércoles, 25 de octubre de 2017. 19:30 horas
Moderno
I
Johann Sebastian Bach (1685-1750)
Magnificat en Mi bemol mayor BWV 243a
Vom Himmel hoch
Freut euch und jubiliert
Gloria in excelsis Deo
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4
II
August De Boeck (1865-1937)
Allegretto, de Trois pièces pour orgue
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A modo de resumen: de Bach a Plum
De amplio –y ambicioso− recorrido podemos clasificar el pre-
sente concierto que sirve para cerrar este ciclo dedicado al mo-
tete con autores que van desde la época barroca –y que hemos
escuchado en programas anteriores− hasta la primera mitad del
siglo xx. Salvo Edgar Tinel, quien sobrevivió nueve años a los
dictados del motu proprio de Pío X (y en parte inspiró este do-
cumento), todos los compositores de la primera parte son here-
deros de una tradición y por lo tanto compelidos a la creación al
pertenecer a un mundo que solicitaba de ellos estas obras. Sea
en el ambiente luterano (Bach, Mendelssohn, Brahms…), sea en
el católico (Franck, Lemmens…), todos ellos tienen en común la
herencia recibida y como punto de partida unos textos ya prepa-
rados para su musicalización. Entre muchos de ellos podremos
establecer la conexión profesor-alumno y en la segunda parte,
además, la procedencia belga de casi todos los compositores.
48
go William Bartholomew, parafraseando el Salmo 55: “Señor, escucha
mi oración”. Como curiosidad, esta pieza fue interpretada por pri-
mera vez al año siguiente de su composición en Londres e interpre-
tada por la mujer del poeta, Ann Sheppard Mounsy. Ese mismo año,
el compositor hizo una versión en alemán –la que escucharemos−,
para soprano y cuatro voces con acompañamiento de órgano, y más
tarde el propio Mendelssohn realizaría una versión para orquesta. Es
muy reconocible la estructura del anthem inglés precisamente en los
intercambios entre la soprano y el coro. Inspirándose en el texto, el
compositor construyó interesantes y expresivas frases melódicas que
contrastan con algunas de sus obras corales de carácter más alemán.
Uno de los pilares de la música francesa del siglo xix es César Franck.
Y no solo en la música religiosa, pero en esta destaca de manera par-
ticular. Nacido en Lieja, desarrolló su carrera en París tras realizar sus
estudios elementales en su
ciudad natal y trasladarse la
familia a la ciudad del Sena.
A partir de 1858 desempeña
el cargo de organista en la
iglesia de santa Clotilde ante
un magnifico instrumento
construido por Cavaillé-Coll.
Sus tres ofertorios Quae esi
ista, Domine Deus in simplici-
tate y Dextera Domini datan
de 1871. Escucharemos el se-
gundo, Domine Deus in sim-
plicitate, −interpretado en la
liturgia neogalicana francesa
como ofertorio para los pri-
meros domingos del mes−
original para soprano, tenor,
bajo, órgano y contrabajo.
Escuchando este ofertorio
uno se imagina sus melodías
de órgano adaptadas a la voz.
Uno de los motetes más im- Primera página del manuscrito original del
presionantes de Brahms es Magníficat en Mi bemol mayor de Johann
Warum ist das Licht gegeben, Sebastian Bach. Archivo Bach de Leipzig.
49
perteneciente a su ciclo de Dos motetes Op. 74, publicados en 1878
fueron dedicados a Philipp Spitta, el biógrafo de Bach (sin duda
por la gran influencia que el músico de Leipzig ejerció en estas ob-
ras). Compuesto once años antes, durante el verano, comienza con
una severa pregunta a cuatro voces en Re menor que continúa con
una sección canónica a seis voces reflejando claramente el sentido
del texto. La siguiente sección, dividida en dos partes, utiliza ma-
terial motívico de la parte canónica anterior, para terminar con el
coral “Mit Fried un Freud”. Todo el genio de Brahms condensado
en unos minutos y estrenado en Viena el 8 de diciembre de 1878.
50
religioso), escucharemos Panem de caelo del compositor de Brujas
Joseph Ryelandt. La vocación de Ryelandt, alumno de Tinel, por
la música religiosa queda patente en su catálogo, que se distingue
por un estilo muy personal, aunque entroncado en la tradición de
sus maestros y muy influido por la música de César Franck, Gabriel
Fauré o Claude Debussy.
51
Coro de Comunidad de Madrid
52
Johan Duijck
53
54
El autor de la introducción y notas al programa, Juan Carlos
Asensio Se formó en canto gregoriano y música litúrgica
en la Escolanía de Santa Cruz del Valle de los Caídos, en el
Conservatorio Superior de Madrid (donde también estudió pia-
no, flauta travesera, dirección de coros y musicología) y en la
Abadía de Solesmes. Colaborador del Répértoire International
des Sources Musicales (RISM) y del Atêlier de Paléographie
Musicale de la Abadía de Solesmes, hasta 2009 fue profesor
de Musicología en el Conservatorio Superior de Música de
Salamanca. En la actualidad es profesor de los Departamentos
de Musicología de la ESMuC (Escuela Superior de Música
de Cataluña) y del RCSMM (Real Conservatorio Superior de
Música de Madrid).
55
La Fundación Juan March es una institución
familiar, patrimonial y operativa creada en 1955
por el financiero Juan March Ordinas con el
propósito de promover la cultura humanística
y científica en España. Tanto su historia y su
modelo institucional –garantía de la autonomía
de su funcionamiento– contribuyen a definir
un plan de actividades destinado a atender las
necesidades cambiantes de una sociedad en
permanente transformación. En la actualidad,
organiza programas propios para sus tres sedes,
con tendencia al largo plazo, de acceso siempre
gratuito y sin otro compromiso que la calidad de la
oferta cultural y el beneficio de la comunidad a la
que sirve.
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PRÓXIMOS CONCIERTOS
CONCIERTO EXTRAORDINARIO
Inauguración de la exposición "Willian Morris y
compañía: el movimiento Arts and Crafts en Gran
Bretaña"
6 de octubre Gustav Holst y William Morris: cantos para la comunidad
Obras de G. Holst, C. H. H. Parry y G. Finzi
por el Coro de cámara Caritas Canterbury,
Benedict Preece, director
Temporada
2017 - 18