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Camelidos

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Hugo Vilcanqui Mamani

MVZ Mg. Sc. UNALM, investigador de vicuñas en el POCA (Programa de Ovinos


y Camélidos Americanos)

de la UNALM. Lima – Perú.

Resumen

La vicuña (Vicugna vicugna) es una especie silvestre que pertenece al orden de


los tylopodos, actualmente el Perú posee el 65 % de la población mundial, y la
característica mas importante de esta especie es la fibra, o el vellón que se
extrae, sin necesidad de sacrificar al ejemplar. La extracción se hace mediante
la esquila. Entre las características mas importantes de la fibra de vicuña se
encuentran: la composición química esta basada en los cuatro elementos
básicos como el CHON, y algunos aminoácidos que forman la queratina,
estructuralmente se puede diferenciar tres capas; la cutícula, corteza y medula.
Presentando una densidad folicular de 78.65 folículos por milímetro cuadrado
de piel, con un diámetro de fibra de 13 a 14 micras, con una longitud de fibra
de 2 – 4 cm .; o un promedio 1.29 -+ 0.49 pulgadas , con un rendimiento al
lavado 87%, y con un peso a la esquila de 200 a 250 gr por vicuña esquilada.
Chaccu, milenaria tradición
andina para obtener la fibra
más fina del mundo
En la última semana de junio de todos los años, en la Reserva Nacional Pampa Galeras-
Bárbara d'Achille, en el departamento peruano de Ayacucho, se lleva a cabo el chaccu, que
consiste en tranquilar a las vicuñas para obtener y aprovechar su lana. El chaccu consiste en la
caza tradicional de la vicuña que data de tiempos prehispánicos y que se realiza una vez al año
en el otoño, entre abril y junio. A la voz de “¡Chacutay jayaycusa!” (¡Empecemos el chaccu!),
seguido de la respuesta “¡Chaccu!”, empieza esta actividad anual que el sitio web turismoi.pe
describe: Chaccu es una palabra quechua que es utilizada para una práctica específica, la cual
consiste en la persecución, captura y esquila de las vicuñas. Para este proceso se rodea al
grupo de animales dentro de una amplia extensión que poco a poco se va cerrando hasta
poder obtener a cada uno de estos para ser esquilados. La vicuña es una de cuatro
especies de camélidos andinos: Existen cuatro especies de camélidos sudamericanos, de las
cuales dos (llama y alpaca) son domésticas y dos (vicuña y guanaco) silvestres. La vicuña es el
animal que tiene la fibra natural más fina del mundo –un kilogramo de fibra de vicuña tiene un
precio superior a los cuatrocientos dólares. Vive en grupos encabezados por un macho adulto y
se reproduce una vez al año. La captura de la vicuña demanda gran esfuerzo físico, no solo por
su velocidad, sino principalmente porque vive en las partes altas de los Andes, en la puna o
páramo, una zona de alta montaña caracterizada por su clima hostil. El objetivo es obtener la
fibra de la vicuña, sin herir al animal ni dañar la propia fibra. Una vez producida la esquila, el
resultado obtenido pasa por otro proceso: Un grupo de personas, principalmente mujeres, se
encargan de recibir el vellón y lo doblan con especial técnica como si fuera una camisa que se
empaca para un viaje. Doblan las mangas y el cuerpo del vellón hasta obtener un paquete de
15 por 15 cm que se introduce en una bolsa de polietileno, etiquetando el origen de la fibra y si
es de macho o hembra. Luego de terminar la esquila, se cuenta el número de animales
esquilados y se libera a todas las vicuñas hasta el próximo año. En 2012, el Ministerio de
Agricultura del Perú inició un plan de evaluación para determinar la cantidad de vicuñas que se
encuentran en el país. De acuerdo con sus hallazgos, la población de estos camélidos
sudamericanos a nivel nacional era de 208.895, lo que significó un aumento de 76% con
respecto al año 2000. El departamento de Ayacucho es el que tiene una mayor cantidad de
vicuñas, con 62.133 ejemplares, que representan el 29% del total. El blog Alpacas y
alpaquerospublicó los resultados del Censo Nacional de Vicuñas del año 2012: Los resultados
arrojan que la población total de vicuñas en el Perú es de 208.889 animales de los cuales el
70% está en condición silvestre y el 30% en condición de semicautiverio.
Fuente: http://es.globalvoicesonline.org/2015/06/26/chaccu-milenaria-tradicion-andina-para-
obtener-la-fibra-mas-fina-del-mundo/ Foto: El
Comercio http://elcomercio.pe/peru/ayacucho/chaccu-milenaria-tradicion-trasquilar-vicunas-
fotos-noticia-1820933

Etiquetas

Mueller, J. P., Rigalt, F., Lamas, H., Sacchero, D., Cancino, A. y Wurzinger,
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Quispe, E.C., Ramosa, H., Mayhua P. y Alfonso L. (2010) Fibre


characteristics of vicuña (Vicugna vicugna mensalis). Small Ruminant
Research. Vol 93. 64–66

INTROOOO
Entre los camélidos sudamericanos la Vicuña (Vicugna vicugna), como especie silvestre es la
que posee la fibra de origen animal mas fina del mundo y la de mayor valor económico, con
unos 12,5 micrones de diámetro frente a su mas cercano competidor en finura la cabra
cashmere con 15,1 micrones de promedio. La Vicuña se distribuye actualmente en 5 países
sudamericanos (Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Ecuador) siendo el Perú el país con mayor
población (con el 52% del total mundial) y potencial de desarrollo a quien sigue Bolivia,
Argentina y Chile. Desde 1964, la vicuña ha estado sometida a un riguroso proceso de
conservación debido a su reducida y frágil población ante el acoso constante de la caza furtiva
en demanda de su preciada fibra para abastecer un mercado ilegal asentado en países
desarrollados con arraigo en el uso de productos finos de origen animal, lo cual en la década
de los años 60 estuvo, a punto de extinguir la especie. Esfuerzos nacionales peruanos como el
Programa de la Vicuña, así como los Convenios Internacionales a nivel Sub Regional Andino, la
Convención CITES y la participación directa y activa de las organizaciones campesinas en cuyas
tierras habita la especie, han permitido salvarla de la extinción, incrementándose
significativamente su población e ingresando su valiosa fibra a partir de 1994 al mercado legal
internacional. El interés por salvar la especie de la depredación, motivó un lento y cuidadoso
proceso de determinación de la transformación industrial mas conveniente así como del canal
adecuado de comercialización de sus productos que aseguraran por un lado el beneficio
directo y de mayor valor agregado hacia las poblaciones rurales y por otro la preservación de la
especie, de manera que la Convención CITES desde 1987 autorizó el comercio de fibra
esquilada de vicuñas vivas, solo en forma de telas industrializadas y procedentes de las áreas y
poblaciones del Apéndice II de la CITES bajo la marca oficial “VICUÑANDES” establecido por el
Convenio Andino. A partir de 1991 el gobierno Peruano mediante el Decreto Legislativo 653
establece una política de uso y aprovechamiento de la especie entregándola en custodia y
usufructo a las comunidades campesinas con vicuñas en sus tierras, 224 V.- LEGISLACION Y
MERCADO promoviéndola la organización de las mismas que concluyo con la formación de la
Sociedad Nacional de la Vicuña. De esta manera se llega a la determinación de aperturar el
mercado legal de sus productos que combata y elimine el mercado ilegal preservando la vicuña
para beneficio permanente de las comunidades campesinas. En este orden en Julio de 1994 se
firma el primer Convenio bajo la modalidad de Asociación en Participación entre la Sociedad
Nacional de la Vicuña con el “International Vicuña Consortium” para transformar y
comercializar los primeros 2.000 kg de fibra acopiados por las organizaciones campesinas
cotizándose este producto (que 10 años atrás se estimaba en US$165 /Kg) en US$500 /Kg,
elevándose luego en 1995 hasta aproximadamente US$700 /Kg y estimándose hasta fines de
1997 en US$ 928 /Kg. Sin embargo, se hacia necesario culminar el proceso de participación
campesina y el beneficio máximo en la utilidad y conservación de la especie por lo que en
Noviembre de 1994 el Perú logra ante la Convención CITES, pasar toda su población de vicuñas
al Apéndice II y en Julio de 1995 el Gobierno expide la Ley N°26496 que determina el Régimen
de Propiedad, Comercialización y Sanciones por la Caza de las Especies Vicuña, Guanaco y sus
Híbridos, que otorga las poblaciones de vicuña en propiedad a las comunidades campesinas,
asegurando el mayor y justo beneficio en su favor y establece severas penas y sanciones a la
caza furtiva, que garantizan la preservación de la especie en favor de su uso sustentable.
Finalmente en 1997, cuando la población peruana de vicuñas ha pasado de 67.000 ejemplares
(en 1994) a mas de 102.000, en la X Conferencia de las Partes de la Convención CITES se logra
con el aval del Convenio de la Vicuña, el conveniente cambio de la marca “VICUÑANDES” por
“VICUÑA” y la apertura del mercado internacional a productos artesanales suntuarios y de
tejidos de punto hechos con fibra de vicuña procedentes de animales vivos

LA ESPECIE Y SUS TECNICAS DE MANEJO La vicuña además de ser un animal silvestre


ecológicamente muy importante y socialmente trascendente, económicamente siempre ha
sido objeto de interés del hombre altoandino, ya sea por medio de la cacería o a través de los
antiguos y tradicionales chakus de la época incaica, con el fin de obtener su valiosa fibra. En los
últimos 20 años el interés por aprovechar racionalmente la especie condujo al estudio de una
serie de técnicas de manejo, entre ellas la que llevó al sistema de corral trampa de captura y
esquila que actualmente se emplea. La técnica de captura de vicuñas ha ido mejorándose con
el incremento de las experiencias dentro del Perú y con el intercambio de experiencias con los
países signatarios del Convenio de la Vicuña. 225 V.- LEGISLACION Y MERCADO Los programas
de estos países han desarrollado sus propias técnicas de captura y esquila, encontrándose, por
ejemplo, diferencias en el criterio de selección del área de vellón a esquilar. El acopio de la
fibra, la clasificación y el descerdado se realizan manualmente y ocupa el trabajo y la destreza
de la población femenina de las comunidades campesinas productoras de fibra, las que son
previamente capacitadas por personal técnico especializado del Consejo Nacional de
Camélidos sudamericanos CONACS.

EL PROCESO DE TRANSFORMACION INDUSTRIAL DE LA FIBRA El proceso industrial de


fabricación de telas se realizó primero en el Perú, en los años 1986 y 1990, de manera
experimental, como parte de un plan piloto destinado a demostrar las bondades textiles de la
calidad y finura de la fibra en la confección de tejidos planos y luego probar el uso de la trama,
marca y tipos de confección. A partir de 1994 el proceso industrial y comercial es llevado a
cabo por un consorcio internacional, conformado por una empresa peruana y dos italianas,
seleccionado por concurso público de méritos. La primera etapa del procesamiento industrial
del tejido, en este caso, se realiza en el Perú y el acabado final de la tela en Italia. El propósito
es tener acceso al uso de la tecnología mas avanzada para alcanzar la mayor calidad del
producto y con ello el mejor precio en el mercado internacional.

LA PARTICIPACIÓN DE LA POBLACION LOCAL En este proceso, la participación da la población


local ha tenido un empuje importante, especialmente a partir de 1994 y por 2 razones
principales: la primera por el cambio en la estructura del aparato estatal peruano que permitió
la promoción intensiva de la organización y participación comunal en el manejo y
aprovechamiento de la especie, y la segunda porque la vicuña como especie endémica de la
puna se ha convertido en una alternativa económica inmediata para las comunidades
campesinas marginales de esta parte del país, donde por la ecología del medio no es posible el
desarrollo de la agricultura ni de la ganadería tradicionales en base a especies exóticas. LA
POBLACION DE VICUÑAS Y SU TENENCIA A 1997, el Perú tiene censadas 103.161 vicuñas con
una proyección de unas 120.000 para fines de 1998, distribuidas mayoritariamente (80%) en el
sur y centro del país. La población total de Sudamérica es de unas 191.000 vicuñas, según
datos del Convenio de la Vicuña a 1997. La participación comunal ha reducido
significativamente la caza furtiva, principalmente por la apertura de mercado legal 226 V.-
LEGISLACION Y MERCADO para la fibra, que permite la presencia y trabajo de comuneros en el
hábitat de la vicuña, y por la posibilidad de entregar actualmente y bajo ley la propiedad de los
hatos de vicuñas a las comunidades campesinas en cuyas tierras habita . Se trata de una
propiedad restringida, para facilitar y respaldar una mejor gestión en favor de la especie por
parte de las comunidades campesinas, porque la vicuña como especie silvestre continúa
siendo patrimonio nacional, no estando por tanto permitido el comercio de animales en pie.

EL SISTEMA COMERCIAL DE LA FIBRA DE VICUÑA Por estrategia y por la naturaleza silvestre de


la especie, el aspecto comercial de la vicuña de ha manejado por separado y de manera
distinta del sistema de comercialización de la fibra de ovino o de alpaca, ya que esta última
tiene muchos niveles de intermediación de difícil de controlar por ser abierto, además que la
vicuña por ser silvestre tiene otro marco jurídico y técnico en su tratamiento. Por lo tanto al
ser distinto el sistema, se evita en lo posible la injerencia del marcado negro que fomenta la
caza furtiva. Acopiada la fibra procedente de las distintas comunidades campesinas durante la
campaña anual de captura y esquila, se procede a su clasificación y descerdado con mano de
obra campesina femenina. La fibra limpia no es objeto de venta sino que valorizada en US$ por
Kg. forma parte del aporte que la Sociedad Nacional de la Vicuña del Perú (que representa a
las comunidades productoras de producen fibra ) realiza como socio ó contraparte de un
Convenio de Asocialción en Participación (una especie de Joint Venture) con el consorcio
internacional de transformación y comercio de la fibra elegido por concurso público y con
supervisión 227 V.- LEGISLACION Y MERCADO oficial. El aporte el otro socio (el consorcio) será
el costeo del procesamiento industrial y mercadeo de los productos resultantes . Realizada la
venta final de las telas y/o confecciones se distribuyen los beneficios económicos resultantes
entre la Sociedad Nacional de la Vicuña y el consorcio internacional, según las cláusulas del
convenio. Cada comunidad aportante de fibra recibirá los beneficios económicos a través de la
Sociedad Nacional de la Vicuña en proporción a la cantidad de fibra suministrada. Este sistema
permite que al precio base fijado para cada Kg de fibra de vicuña, se le pueda agregar montos
adicionales en US$ por el grado de rendimiento en la pureza de la fibra, según promedio
determinado y un porcentaje del precio final alcanzado en la venta de la tela ó prenda. De esta
manera el precio definitivo de un Kg. de fibra contenido en las telas ó prendas puede
incrementarse hasta cerca del 80 % del precio nominal pactado en el convenio. Los concursos
públicos de mérito para determinar el consorcio ganador así como los convenios de Asociación
en Participación con éstos son específicos para cada lote de fibra ofertado. La marca de uso
comercial para las telas y /o prendas es de propiedad del estado y es concedido por un tiempo
determinado mediante convenio, en este caso a la Sociedad Nacional de la Vicuña. El acopio
de la fibra y el comercio de las telas y/o confecciones, en el momento, es cerrado para
controlar del mercado ilegal.

Sólo se realiza a través de la Sociedad Nacional de la Vicuña y el consorcio bajo convenio,


aplicando como sistema de control y seguimiento de los productos el Registro Unico de la
Vicuña que permite llevar un registro secuencial y continuo de la procedencia y volúmenes de
fibra desde su esquila en el campo hasta la venta final de la tela ó la prenda. Desde 1994 la
fibra de vicuña ha ingresado al mercado legal de las fibras finas del mundo para competir
comercialmente con las cabras finas (Cashmere, Mohair, Angora,) camellos del viejo mundo,
yak ,conejo angora etc., completándose el ciclo del aprovechamiento sostenible de la especie.
Actualmente se comercializa solamente tejidos industriales planos, sin embargo desde junio de
1997 según propuesta aprobada por la X Conferencia de las Partes de la Convención CITES,
está abierto el mercado para las artesanías suntuarias y los tejidos de punto con fibra de
vicuña, también con el uso de la marca “VICUÑA - país de origen” que ha sustituido a la marca
“VICUÑANDES - país de origen”. POTENCIAL Y PERSPECTIVAS Considerando la población total
de vicuñas en Sudamérica (191.000), la población capturable y esquilable de acuerdo a los
estándares alcanzados en el Perú estaría cerca al 25% del total. Esto podría generar cerca de
10 toneladas de fibra por año, las mismas que a un precio promedio de valorización de US$
400 - 500 Kg generaría unos US$ 5.000.000 /año. Este es un aproximado del potencial actual
del aprovechamiento de la fibra de la vicuña en su ámbito de distribución. Sin embargo de
acuerdo a las estructuras de edades en una población de vicuñas se puede esquilar hasta
alrededor del 40% por año lo cual generaría unas 16 228 V.- LEGISLACION Y MERCADO
toneladas de fibra y un ingreso de aproximadamente US$ 8.000.000 por año. Sin embargo no
hay que considerar solamente las posibilidades de producción de fibra en base a la actual
población, ya que el rango de incremento poblacional está entre 16 % y 22% por año y aún
quedan muchas áreas para la expansión de la especie ya sea por ocupación de tierras libres ó
en reemplazo de especies domésticas menos rentables para el poblador altoandino.

REFERENCIAS
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6 pág

file:///C:/Users/AGUILAR/Downloads/Gonzlez_ManejoSustentabledeVic
uayGuanaco_2000.pdf

CHACCU: Extracción sostenible de fibra de vicuña

El chaccu es un vocablo quechua que significa captura de vicuñas. Es un


método antiguo que consiste en el apresamiento de vicuñas con el objetivo
de mantenerlas unas horas en cautiverio para poder esquilarlas. Así se
aprovecha la fibra de vicuña sin alterar su población, comportamiento y
capacidad de reproducción. Este artículo narra con detalle el proceso,
desde la planificación del chaccu hasta la esquila, traslado, pesado y
comercialización de la fibra, teniendo en cuenta los ritos de la cosmovisión
andina. Estas experiencias están basadas principalmente en los chaccus
realizados en Huancavelica, Perú.

Existen cuatro especies de camélidos sudamericanos, de las cuales dos (llama y alpaca)
son domésticas y dos (vicuña y guanaco) silvestres. La vicuña es el animal que tiene la
fibra natural más fina del mundo –un kilogramo de fibra de vicuña tiene un precio superior
a los cuatrocientos dólares. Vive en grupos encabezados por un macho adulto y se
reproduce una vez al año. La captura de la vicuña demanda gran esfuerzo físico, no solo
por su velocidad, sino principalmente porque vive en las partes altas de los Andes, en la
puna o páramo, una zona de alta montaña caracterizada por su clima hostil. Para capturar
ejemplares de esta especie es necesario utilizar técnicas que no dañen a la vicuña ni a la
fibra esquilada.

El chaccu de vicuñas es un legado de los antiguos habitantes de estas tierras, que las
ocupaban en tiempos anteriores a los incas. Según los cronistas de la colonia, durante el
incanato era el mismo Inca quien ordenaba la realización anual de los chaccus. Para
hacerlos se reunían varios ayllus con el fin de coordinar dicha actividad. Posteriormente
realizaban una ceremonia religiosa en la que hacían pagos a la tierra y, finalmente,
ejecutaban el arreo de vicuñas para poder capturarlas, evitando al máximo los daños al
animal. Estos animales Salqas, Kumpis, eran sagrados, y las prendas confeccionadas de
su fibra solamente las usaban el Inca y su corte.

Esta forma ancestral de manejo se sigue realizando en los Andes del Perú, especialmente
en los departamentos de Huancavelica, Ayacucho, Puno, Apurímac, Cusco y Arequipa,
en los que las comunidades campesinas tienen un comité de la vicuña integrado por los
propios comuneros, quienes cada año realizan la captura de vicuñas –generalmente en los
meses de abril a noviembre– en coordinación con el CONACS (Consejo Nacional de
Camélidos Sudamericanos).

El chaccu se inicia con la reunión de todos los miembros de la comunidad campesina,


dirigidos por sus autoridades, el presidente de la comunidad y el presidente del comité de
vicuñas. En una asamblea comunal se fija el día para realizar el chaccu. Posteriormente,
este acuerdo se informa al CO-NACS para que otorgue la autorización correspondiente y
disponga el envío de personal técnico para supervisar este evento.

En cumplimiento de los ritos de la cosmovisión andina, se prepara un grupo especial de


ancianos de la comunidad (yatiris) encargados de realizar el pago a la tierra. Antes de
empezar cualquier faena, se pide permiso a la tierra para poder hacer uso de los animales
o de la tierra. Si no se cumple con pedir permiso, en el futuro la tierra podría dar pocos
frutos o las vicuñas podrían producir poca fibra.

El día del chaccu, muy de madrugada, se reúnen todos los participantes en un lugar
previamente determinado. Cuando está reunido el grupo, se inicia rápidamente el ascenso.
Normalmente las vicuñas están en las partes más altas y de difícil acceso. Después de
varias horas de caminata por entre los chillihuares o suelos pedregosos, se llega a un punto
cercano a las vicuñas, donde se realiza la concentración de todos los participantes del
chaccu.

En los Andes peruanos a esta hora de la madrugada es cuando más se siente el frío de los
nevados y de la altura, por lo cual se improvisan pequeñas fogatas utilizando ichu o paja
brava con el objetivo de buscar calor. Luego, se realiza la reunión final para coordinar
cuidadosamente cuál será la manera de hacer el arreo, por qué frentes se tendrá que rodear,
a qué velocidad, cuántos grupos irán en los diferentes frentes, etc. Se forman rápidamente
grupos de 10 personas, cada uno con un jefe, los cuales se ubican en los lugares indicados.
A cada grupo se le asignan cuerdas de 40 a 50 metros de longitud con banderolas
multicolores (pequeñas tiras de plástico de aproximadamente seis centímetros de ancho
por 30 cm de largo) para provocar el alerta y la posterior huida de las vicuñas.

El comité multicomunal y las comunidades que se encargan del manejo sostenible de la


vicuña deben tener cercos permanentes en determinadas zonas, con el objeto de facilitar
la captura de esta especie silvestre. Además, se debe implementar en un punto estratégico
unas redes configurando cercos con forma de embudo para que las vicuñas ingresen y no
puedan salir. Este cerco transportable debe tener una altura igual o mayor a dos metros,
puesto que si los cercos son de poca altura, las vicuñas podrían saltarlos.

Luego, los grupos se ubican en una posición determinada en el perímetro del hábitat de
la vicuña, se extienden las sogas de 50 metros con sus respectivas banderolas o cintas y
se inicia la caminata a paso ligero, tratando de arrear a las vicuñas al punto donde se
encuentra la manga de captura. Es importante avanzar de forma ordenada, teniendo una
distancia entre cada uno de los individuos de más o menos cinco metros, siendo necesario
silbar o hacer ruido con sonajas para asustar a las vicuñas y lograr que avancen. También
es muy importante reconocer en el campo qué grupo de vicuñas se está arreando, si es un
grupo de hembras y un jaiñachu, se debe tener especial cuidado con este jefe de la manada,
ya que si salta sobre la soga con banderolas y escapa, todas las hembras le seguirán y
tratarán de escapar sin importar el riesgo.

Luego de arrear a las vicuñas caminando y corriendo por tres a cinco horas, recorriendo
aproximadamente de cinco a ocho kilómetros, los participantes en el chaccu han
acorralado a las vicuñas en el punto fijado y toman un descanso. Luego se forman grupos
para ingresar al cerco donde están apresadas las vicuñas y seleccionar aquellas que tengan
una adecuada longitud de fibra. Esto es muy importante, ya que la industria textil exige
que solamente se comercialicen fibras con longitud mayor a una pulgada.

Manada de vicuñas en su hábitat natural

Foto: Archivo HEIFER

Una vez seleccionadas las vicuñas, se les transporta hasta el lugar de esquila, para la cual
se usan técnicas mecánica y manual. La esquila mecánica permite un corte uniforme y sin
traumatismos en el animal; su desventaja es que la esquiladora mecánica es costosa y
requiere de un operador especialista y un generador eléctrico a diesel o gasolina. En los
Andes es difícil transportar el generador, el combustible y el equipo de esquila mecánica
a lomo de bestia y por largos caminos pedregosos en suelo accidentado, con curvas y
riachuelos. En cambio, la esquila manual solo requiere de una tijera especial, pero su
desventaja es que es difícil cortar al ras de la piel, por lo cual se puede obtener fibra muy
corta o no uniforme, o incluso causar heridas al animal. Actualmente, la mayoría de las
multicomunales está optando por usar la esquila mecánica, a pesar de la gran dificultad
para transportar el equipo.

Un grupo de personas, principalmente mujeres, se encargan de recibir el vellón y lo


doblan con especial técnica como si fuera una camisa que se empaca para un viaje. Doblan
las mangas y el cuerpo del vellón hasta obtener un paquete de 15 por 15 cm que se
introduce en una bolsa de polietileno, etiquetando el origen de la fibra y si es de macho o
hembra. Luego de terminar la esquila, se cuenta el número de animales esquilados y se
libera a todas las vicuñas hasta el próximo año.

Finalmente, una comisión de la multicomunal se encarga de trasladar el vellón de la


vicuña hacia el caserío. Otro grupo se encarga de desarmar el cerco o manga, y entre todos
se reinicia la caminata rumbo a la comunidad o el caserío. Durante todo el proceso debe
estar presente un representante del Ministerio de Agricultura. Al día siguiente, se realiza
en la comunidad el pesado de la fibra obtenida. El pesado debe ser individual, y al final
se pesan los mechones provenientes de la cola de las vicuñas, que se guardan en otra bolsa
denominada bolsa de colas. Por último, se hace la sumatoria de toda la fibra y se realiza
un acta indicando todo el proceso y la cantidad de fibra esquilada.

El proceso de la captura y esquila de vicuñas es una acción que beneficia a las familias
campesinas y a las mismas vicuñas. Las familias pueden beneficiarse de un ingreso
adicional, que se suele usar en inversiones de beneficio común (equipamiento de escuelas
comunales, compra de equipos y bienes, etc.). Las vicuñas son protegidas de los cazadores
furtivos, tanto por la vigilancia que las comunidades organizan como porque una vez
esquiladas carecen de interés comercial. Para garantizar la supervivencia de la vicuña es
importante conservar los suelos, los pastos naturales y, en general, los ecosistemas de la
punas en los Andes peruanos. Sin embargo, la política peruana sobre inversiones en la
minería y la coyuntura del mercado de los metales hacen que muchas grandes empresas
exploten yacimientos en zonas altoandinas, impactando significativamente en el hábitat
de las vicuñas. La construcción de vías de comunicación (carreteras, autopistas) también
pone en riesgo la supervivencia de este recurso, como sucede en la carretera Arequipa-
Puno, donde cada año mueren vicuñas atropelladas por vehículos. Las vicuñas son un
recurso valioso que forma parte del sistema biocultural altoandino y que beneficia
directamente la economía de las comunidades que lo manejan; por eso, urge la definición
de políticas que protejan los derechos de dichas comunidades a mantener su cultura, dado
que garantiza el manejo sostenible de la biodiversidad en el inhóspito espacio andino.

Este trabajo está basado en las experiencias de diferentes chaccus, principalmente en


Huancavelica. Los autores agradecen a las comunidades de Castrovirreyna en
Huancavelica, al técnico del CONACS Ignacio Huamaní, al Ing. Wilder Trejo Cadillo.
Un especial reconocimiento y agradecimiento al Dr. Jorge Luis Aliaga Gutiérrez,
Vicerrector de la Universidad Nacional Agraria La Molina, quien como gran maestro
mostró su apoyo incondicional en los momentos más críticos.

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