Seito
Seito
Seito
Treball de Fi de Grau
Curso 2015-2016
TUTOR
BLAI GUARNÉ
Título: Estudio de género en Japón a través de las figuras de Itô Noe y Hiratsuka Raichô
y la revista Seitô.
Estudi de gènere al Japó a través de les figures d'Itô Noe i Hiratsuka Raichô i la revista
Seitô.
Gender study in Japan through Itô Noe and Hiratsuka Raichô and the Seitô journal.
Palabras clave: Género, Feminismo, Japón, Itô Noe, Hiratsuka Raichô, Seitô, Seitôsha,
Meiji, Taishô.
Paraules clau: Gènere, feminisme, Japó, Itô Noe, Hiratsuka Raichô, Seitô, Seitôsha,
Meiji, Taishô.
Keywords: Gender, feminism, Japan, Itô Noe, Hiratsuka Raichô, Seitô, Seitôsha, Meiji,
Taishô.
Este trabajo busca establecer un recorrido histórico a lo largo de los años 1890-1930
(finales de las eras Meiji y principios de Taishô) en torno a la cuestión de género y
feminismo de la mano de las pensadoras y activistas Hiratsuka Raichô e Itô Noe a través
de su revista Seitô. Siguiendo las publicaciones de la revista estableceremos contacto con
la realidad del momento para así entender las políticas existentes alrededor de la figura
de la mujer. Mediante esta aproximación histórica del feminismo en el Japón de Meji-
Taishô entenderemos la posición a la que se veía sometida la mujer, sin derechos como
ciudadano, a cumplir unas labores predeterminadas para con la nación y el estado. En este
2
sentido veremos como Seitô ofreció un espacio de discusión para estas mujeres las cuales
se veían oprimidas por las leyes y la moral estatal donde su individualidad se veía coartada
por la voluntad del hombre.
Aquest treball busca establir un recorregut històric al llarg dels anys 1890-1930 (finals de
l'era Meiji i principis de Taishô) entorn de la qüestió de gènere i feminisme de la mà de
les pensadores i activistes Hiratsuka Raichô i Itô Noe a través de la seva revista Seitô.
Seguint les publicacions de la revista establirem contacte amb la realitat del moment per
així entendre les polítiques existents al voltant de la figura de la dona. Mitjançant aquesta
aproximació històrica del feminisme en el Japó de Meji-Taishô entendrem la posició a la
qual es veia sotmesa la dona, sense drets com a ciutadà, a complir unes labors
predeterminades envers la nació i l'estat. En aquest sentit veurem com Seitô va oferir un
espai de discussió per a aquestes dones les quals es veien oprimides per les lleis i la moral
estatal on la seva individualitat es veia coartada per la voluntat de l'home.
This work aims to establish a historical view along the years 1890-1930 (the late Meiji
and early Taisho era) around gender and feminism through the works of the activists
Hiratsuka Raichô and Itô Noe through its magazine Seitô. Following publications of the
magazine we can comprehend the actual context with the aim to explore the existing
policies around the social role of the woman. Through this historical approach of
feminism in Meiji-Taisho Japan we can understand the subaltern position of women in
the society. In this sense we will see how Seitô offered a space for discussion for these
women which were oppressed by the laws and moral of the state, where individuality was
constrained by the will of man.
Aviso legal
© Isaac Olmedo Martínez, Barcelona, 2016. Todos los derechos reservados. Ningún
contenido de este trabajo puede ser objeto de reproducción, comunicación pública,
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and/or transformed, either in whole or in part, without the express permission or
authorization of the author.
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Índice
1. Introducción
2. Pensamiento feminista en el Japón del periodo Meji – Taishô
3. Figuras representativas del movimiento a través de la revista Seitô: Hiratsuka
Raichô e Itô Noe
4. Debate social: situación de la mujer y el feminismo tras la desaparición de
Seitosha
5. Conclusión
Bibliografía
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1. Introducción
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1890 no dejaba lugar alguno para el reconocimiento de los valores individuales de la
mujer, pues a la sujeción de sus derechos individuales a la figura del Emperador se unía
su posición subalterna en el régimen patriarcal. De tal forma se promovieron valores que
ensalzaban el orgullo nacional al mismo tiempo que éste socaba la figura de la mujer en
un papel secundario, institucionalizando el ya mencionado valor de “buenas esposas y
madres sabias.”
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2. Pensamiento feminista en el Japón del periodo Meji – Taishô
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1988). Aun así, más allá de los deseos de estas mujeres que pertenecían al movimiento
“Libertad y derechos populares,” la realidad política se mostraba reticente a la aceptación
de estas políticas igualitarias. Si tenemos en cuenta el estado del sufragio como ejemplo
de esta situación desfavorable, éste era una actividad únicamente dirigida a la población
masculina y el gobierno de Meiji no tenía la intención de cambiarlo. De hecho, la
administración Meiji prohibió en 1882 la realización de discursos políticos por mujeres.
En 1890 cualquier actividad en relación con la política sería ilegal. (Hane, 1988).
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definiendo a la mujer como esposa y madre con el fin de ser un buen súbdito (Ueno, 2005).
Tal y como Mackie (2003) expone en su obra, bajo la Constitución Meiji no se definían
ciudadanos sino sujetos cuyos limitados derechos eran garantizados por el Emperador.
Ser identificado como sujeto del Emperador iba en consonancia con ser identificado bajo
un género determinado: “Subjecthood was explicitly genered under this system. Women
were not included in the very limited franchise of 1890, and, even after the removal of
property qualifications for voting for adult males in 1925, women continued to be
excluded for on the grounds of sex alone.” (Mackie, 2003: 5).
En este sentido el papel de la mujer se veía limitado a dos ámbitos muy definidos:
o buenas madres o prostitutas. Esta doble vertiente estatificaba el rol de la mujer y la
condenaba a un papel fijo, estableciendo los límites entre un ámbito público restringido
y otro privado. En consecuencia, bajo un sistema educativo cuyo objetivo era relegar a la
mujer al ámbito doméstico encontramos las declaraciones reveladoras del Ministro de
educación Mori Arinori: “If I summarise the point regarding the chief aim of female
education, it is that the person will become a good wife (ryôsai) and a wise mother
(kenbo); it is to nurture a disposition and train talents adequate for [the task] of rearing
children and managing a household… The encouragement or discouragement of female
education, we must remember, has a bearing on national tranquility or its absence.”
(Mackie, 2003: 25). De esta forma vemos cómo en torno a una estructura familiar
presentada como exclusivamente japonesa y tradicional, existe un énfasis que buscaba
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encajar a los individuos en los roles de esposa y madre reforzando los valores del amor
romántico. Se disfrazó el pasado con un vocabulario culturalista de tradición que
solamente puede entenderse desde una concepción capitalista de las relaciones humanas.
La falta de derecho políticos dentro de la esfera política encuentra su origen, tal y como
afirma Mackie (1988), en el nuevo énfasis en torno a la monogamia reforzada por las
ideas del amor romántico. Este hincapié en el amor romántico por parte de la
administración Meiji forma parte de la intención de adecuar a los individuales a roles bien
definidos, en este caso: esposa y madre.
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hogar, costura y artesanía con el fin de “to foster characteristics that will make them
develop into wise mothers and good wives. For this reason elegant and refined manners,
and docility and modesty are qualities that must be fostered.” (Hane, 1988: 12). En este
sentido, no se esperaba que las mujeres de familias distinguidas realizasen trabajos que
no fueran dentro del hogar, mientras que aquellas pertenecientes a un estatus social
inferior eran empleadas a gran escala en trabajos considerados de ínfima importancia,
especialmente en plantas textiles. Estas mujeres, menores de veinte años y de origen rural,
eran cedidas por los padres en apuros económicos y contratadas bajo una suma
insignificante de dinero por el cual trabajarían durante largas jornadas. Las pobres
condiciones de trabajo contribuyeron al deterioro de la salud de muchas de las
trabajadoras, lo cual derivó en protestas y huelgas que sin embargo fueron en vano. Estas
mujeres, las cuales sirvieron como motor de la primera fase de industrialización de Japón,
representaban más del sesenta por ciento de la fuerza de trabajo industrial hasta los años
1920. (Mackie, 1988).
El nacimiento de las primeras revistas dirigidas a la mujer a finales del siglo XIX
se basaba en la perspectiva ofrecida por el concepto de Ryôsai kenbo (Buena esposa,
madre sabia), el cual hacía énfasis en la educación de las mujeres en tanto que a amas de
casa y madres. Es en esta década cuando el movimiento socialista y este tipo de revistas
comenzaron a surgir, como es el caso de Katei Zasshi (La revista del hogar), establecida
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por Tokutomi Soho y editada por Sakai Toshihiko, periodista simpatizante de la causa de
la emancipación de la mujer. A pesar de la tendencia de temas de índole nacional-familiar
basados en el amor romántico como vehículo del matrimonio monógamo, como en la
revista Katei Zasshi o, de influencias de la religión cristiana, Jogaku Zasshi (Revista sobre
la educación de la mujer), existieron revistas que ofrecían un espacio de discusión en
torno a las ideas políticas a favor de los derechos de la mujer. Pese a que en las ya
mencionadas revistas existía al mismo tiempo una causa reivindicativa en torno a los
derechos de la mujer, sus autores argumentaban a favor del matrimonio basado en el amor
romántico y enfatizaban la educación de la mujer con el propósito de criar a sus hijos
(Mackie, 1988). A partir de 1904 comienzan a surgir las primeras revistas editadas por
mujeres socialistas, como Sweet Home (Dulce hogar) y Nijuseiki no Fujin (Las mujeres
del siglo XX). En ellas se promovían ideas como el pacifismo y socialismo. Más tarde, en
1920, aparecieron Sekirankai y Yokakai, grupos independientes formados por mujeres
socialistas que servían de motor de denuncia social en torno a los problemas de las
mujeres explotadas en fábricas, las cuales habían cargado con el cambio industrial en los
periodos de modernización de Japón (Mackie, 1988: 56).
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Del inglés: maternalist philosophy.
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radicalismo decidió ceder la dirección a Itô Noe (1895-1923) en 1915. Creada como
vehículo de expresión literaria con el fin de promover el desarrollo individual de la mujer
y, más tarde, derivando hacia tendencias más centradas en los ámbitos activistas y
políticos, Hane (1988) afirma que la naturaleza de la revista es controvertida.
Hasta la fecha Itô Noe había participado en diferentes incidentes políticos junto a
otras figuras pertenecientes a los círculos anárquicos como Kanno Suga y Kaneko Fumiko
los cuales actuaban bajo la filosofía de “acción directa,” tal y como apunta Mackie (1988).
Tanto en la época Meiji como Taishô, se dio un contexto de desigualdad social donde las
revistas para la mujer, distinguidas en dos vertientes bien definidas, ofrecían una clara
imagen de la realidad del momento. Unas, de índole nacionalista, buscaban la
retransmisión de los valores que fortificaban la idea de buenas esposas y madres sabias
de los que ya hemos hecho mención anteriormente; mientras que al mismo tiempo
también existieron aquellas que rompían con la corriente promovida por los valores de la
administración Meji y servían de correa de trasmisión de ideas a favor de la emancipación
de la mujer, la proclamación de su individualidad y la búsqueda de derechos igualitarios
frente a los hombres. Esta última corriente, pese a haberse ido gestando poco a poco en
los años previos, emanó de los movimientos pacifistas y reformistas que nacieron en
Japón a raíz de la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905). Ésta supuso un punto de inflexión
en el movimiento reformista, pues las duras medidas que la administración Meiji tomó
con el fin de acallar las voces de protesta de los sectores reformistas provocaron el efecto
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contrario. Dando a luz a movimientos más radicales como el anarquismo, sindicalismo y
eventualmente el bolchevismo (Hane, 1988). En este movimiento de reforma
encontramos a una de las figura a analizar: Itô Noe (1895-1923), de la cual hablaremos
más adelante.
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cuales publicaban entradas literarias con fragmentos de poemas y fantasía. En los inicios,
la revista Seitô contó con el apoyo de algunas mujeres literarias pertenecientes a escuelas
de renombre como Kenyûsha, los románticos y los naturalistas. A través de la analogía
del Sol y la Luna, por la cual la mujer, representada como una pálida y enfermiza luna,
únicamente brilla gracias a la luz que el Sol le proyecta, Hiratsuka anunció la primera
publicación de Seitô con la siguiente entrada:
La poeta Yosano Akiko también colaboró con la primera entrada de la revista, esta vez
mediante la simbología del volcán dormido cuyo potencial está apunto de despertar:
Mientras que un gran número de revistas abordaban temas de índole nacional en relación
a la figura de la mujer y su papel fundamental en la familia, Seitô, tras dos años de su
aparición, ofreció un espacio en sus publicaciones por el cual comenzaría a tratar temas
que afectaban directamente a la mujer y eran evitados por el resto de revistas: véase la
sexualidad, la castidad, la monogamia, el amor libre, la anticoncepción y el aborto. En
este momento es cuando Hiratsuka decide plasmar la filosofía por la cual la revista se
regiría en la edición de enero de 1913: “The time has come when women can no longer
continue to slumber idly. We must wake up and make full use of the talents given us by
heaven. Seitôsha will be an instrument for women’s thought, literature, and moral
perfection.” En esta edición, además, dejó patente la filosofía de la “Nueva Mujer” con
el siguiente poema:
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“I am a New Woman.
I yearn each day to become a truly New Woman.
Each day I work to become a New Woman.
The sun is truly and forever new.
I am the sun.” (Hane, 1988: 21).
El concepto de “The New Woman” del cual Hiratsuka hace mención en su publicación
encuentra sus orígenes en la conferencia que el profesor de literatura de la Universidad
Waseda Tsubouchi Shôyô dio en torno a “The New Woman in Western Theatre” y su
posterior difusión. El debate centrado en el término en sí obtuvo popularidad en Japón
debido a la ansiedad existente acerca de la mujer en la esfera pública. (Mackie, 2003). La
transgresión de la esfera pública por parte de las autoproclamadas “Nuevas Mujeres”
pertenecientes a Seitô a través de su visita al barrio de Yoshiwara supuso la ruptura
espacial entre las mujeres respetables y aquellas que se dedicaban a la industria del
entretenimiento. Este hecho fue relatado en los diarios estableciendo una clara etiqueta
que definiría a estas mujeres como: “the scandalous women of the Bluestocking society.”
(Mackie, 2003: 47). Hiratsuka, enorgullecida de declararse una Nueva Mujer, en su
manifiesto de 1913 titulado “A las mujeres del mundo” defendía la libertad individual de
la mujer que decidía no contraer matrimonio y acentuaba la importancia de la
emancipación económica de la mujer, atacando por ende al sistema familiar que existía
en la época. (Mackie, 2003). Estas declaraciones de expresión de la propia personalidad
en el contexto de una sociedad donde los valores individuales se ven subyugados, en
primer lugar a la familia patriarcal, y en segundo lugar al estado, eran concebidas de
manera radical por la moral pública. En palabras de Mackie (2003), la afirmación de
Hiratsuka “I am the New Woman” responde al debate en torno a la “Nueva Mujer”
surgida en la década de 1920, una mujer que fue el epicentro de los escándalos en los
círculos intelectuales. Esta ansiedad por parte del gobierno Meiji encuentra su origen en
el creciente número de mujeres graduadas de escuelas privadas y universidades que
pasaban a formar parte del mercado de trabajo. Este hecho suponía la emancipación de la
mujer y la ruptura del sistema tradicional familiar en el cual se basaba la sociedad
japonesa y su política.
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debía ser redefinido basándose en una inventada tradición mediante la inculcación de los
valores de “madres y esposas.” Estos discursos nacionales cargaban a las mujeres con la
responsabilidad de desempeñar trabajos en las fábricas, y, además, posicionaban a la
figura de la madre en potencia como la encargada de dar a luz a futura mano de obra,
soldados y ciudadanos.
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consideradas peligrosas además de ser entendidas como una amenaza para la civilización.
Esta edición relata la historia ficticia de una mujer en prisión acusada de haber abortado.
“De una mujer encarcelada a un hombre” refleja la difícil toma de decisión existente en
torno al aborto, opción más sensata y responsable teniendo en cuenta la difícil situación
de empobrecimiento de la mujer, reflejando la realidad social del momento: “decisions
are made to save a mother at the expense of the child’s life, or to save a child at the
expense of a mother’s life.” (Mackie, 2003: 51). Esta historia sirve de reflejo del código
moral existente en Japón en los años 1900-1920 y de la dura situación de la mujer. En
respuesta a este articulo y su censura, Hiratsuka argumenta la necesidad de políticas
institucionales que aseguren el bienestar del recién nacido en una sociedad donde la
práctica del aborto se considera ilegal. Yamakawa Kikue, también redactora en Seitô y a
favor de la capacidad de libre decisión de la mujer en cuestiones reproductivas, “points
out that women’s reproductive capacity has been controlled by other people, or the state.”
(Mackie, 2003: 51). Es decir, la capacidad de autodecisión de la mujer siempre ha estado
en entredicho por las autoridades, llegando al extremo de coartar la libertad a la hora de
decidir en situaciones donde la propia vida de la madre peligra, todo con el fin de
desempeñar una función la cual le ha sido socialmente asignada. Ser mujer, bajo el
sistema moral japonés de ese momento, equivalía a ser madre. Una madre cuya
responsabilidad para con la nación era alumbrar hijos los cuales sirvieran en el futuro de
mano de obra o soldados. Itô Noe, sin embargo, tomó una posición humanista en torno al
asunto, oponiéndose así a la práctica del aborto en la publicación de Seitô de junio de
1915: “to kill this life for one’s own convenience is an insult to nature, regardless of the
excuses that are presented. It is not an action that belittles “life”?” (Hane, 2003: 268).
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Yosano Akiko, ferviente individualista y crítica con las opiniones sobre la maternidad
expuestas por Hiratsuka, la única forma de conseguir tal propósito era mediante la
independencia financiera. Esta visión estaba completamente en desacuerdo con la de
Hiratsuka, que confería al estado con toda la responsabilidad de proveer ayuda en una
sociedad donde la mujer estaba situada en una posición secundaria, siéndole claramente
dificultosa conseguir la independencia económica debido a los bajos salarios y las pocas
oportunidades de trabajo existentes. Yamada Waka, también redactora de la revista, por
otro lado, se posiciona en la defensa del sistema familiar como la unidad básica por la
cual la sociedad puede ser establecida además de defender la división de trabajo de
acuerdo con el género, visión antitética conforme a la de Hiratsuka, la cual rechazaba la
dependencia económica de la “nueva mujer” dentro del matrimonio convencional.
Tras la renuncia de Hiratsuka a seguir con la redacción de Seitô, ésta pasaría a las
manos de la previamente mencionada Itô Noe. Desde bien joven, Itô se caracterizó por la
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clara reivindicación de su individualidad, además de distinguirse completamente de la
figura de Hiratsuka en cuanto a sus orígenes: “Itô Noe was born into an impoverished
working-class family in a village near Fukuoka city in Kyushu. After finishing elementary
school, she moved to Tokyo in 1909 to live with her uncle and attend a girls high school.
In August, 1911, Itô’s parents arranged her engagement to the son of a family friend.
Compelled to wed against her will, eight days after the marriage she left her husband and
fled to Tokyo. She became intimate with Tsuji Jun, a teacher at her school, and lived with
him for several years. Itô Noe’s first overt act as a rebel against the prevailing social
mores was her rejection of an arranged marriage. This experience is discussed in her letter
to her cousin, which she published in Seitô journal in March, 1914.” (Hane, M. 2003).
En esta carta, titulada “A mi primo,” Itô culpa al código moral japonés como
causante de la “inimical weakness of most people is the inability to make a clear
distinction between themselves and others.” (“To My Cousin,” I. Noe, citado en Hane,
2003: 248). Tal y como Itô expresa en la carta, los principios en los que se basa el gobierno
Meiji no encuentran su fundamento en la verdad sino en mentiras coercitivas. Debido a
este hecho, el resto de la gente no logra percibir la diferencia entre el individualismo y el
egoísmo por un lado, y el egoísmo autoindulgente o el comportamiento arbitrario y
arrogante por otro lado. Itô manifiesta su disconformidad frente a tal creencia moral la
cual le obliga a someterse (en este caso, en referencia a su matrimonio concertado) a pesar
de todas las consideraciones.
En 1912, a la edad de diecisiete años, Itô comenzó a redactar para la revista Seitô
un año después de que ésta fuera fundada por Hiratsuka. En un primer momento, Itô fue
responsable de llevar a cabo las traducciones de los textos que la anarquista Emma
Goldmann ofrecía en torno a las relaciones entre hombre y mujer y las ideas sobre
realización personal. De entre estos textos Hane (2003) destaca las siguientes obras: “La
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tragedia de la emancipación de la mujer” y “Minorias vs. mayorías,” así como los textos
de Ellen Key “Amor y matrimonio.” Tras serle concedido el control de la revista por
Hiratsuka en 1915, Itô declaró la política en torno a la dirección que ésta tomaría en la
edición de enero de 1916: “no rules, no fixed policies, no principles, no advocacy for any
causes.” (Hane, 1988: 22). En esta edición, titulada “A los lectores,” Itô declara que no
intenta instilar en la revista ningún tipo de valor, sino utilizarla como criadero de ideas:
“The meaning of the magazine’s existence should become clear to those who remain
curious about where the seedling that grows from the magazine will be transplanted and
how it will grow.” (“To the Readers,” I. Noe, citado en Hane, 2003: 262).
De esta forma, al mismo tiempo que Hiratsuka expresó sus ideas acerca de la
Nueva Mujer, tras el traspaso del control de la revista hacia las manos de Itô Noe, ésta
realizó la misma operación en su ensayo titulado “La senda de la nueva mujer.” En él
habla del camino que ha de seguir la Nueva Mujer, la cual se transformará en líder cuyo
sino será aventurarse en lo que dicho camino le depara. Itô no habla del concepto de New
Woman como una idea representativa de conjunto generalizado de mujeres, sino de
individuos autónomos los cuales deberán recorrer su propio camino haciendo apogeo de
su propio individualismo: “[…] there will be followers who, recognizing the leader’s
strenght, trace the fresh footsteps made by her. And for the first time praise the leader.
However, the road that was new to the leader, and the footsteps marked by her as she
walked opening up new areas, were only new to the leader. For the followers it is only an
old road without any meaning. The new leader who takes the place of the leader who
collapsed will walk along and will open up her new own road, undergoing painful
experiences as she walks along. […] To become a leader, an individual must be a strong
person who lives by relying only on herself. The New Woman’s road as a leader can be
nothing more than a succession of painful efforts.” (“The New Woman’s Road,” I. Noe,
citado en Hane, 2003: 252).
Tanto esta nueva definición del concepto de “nueva mujer” como aquel difundido
por Hiratsuka fueron, como previamente vimos, explotadas con fines sensacionalistas a
través de las revistas y periódicos de la época (“la visita de las Nuevas Mujeres al barrio
de Yoshiwara”), y más tarde desmentidas para así acallar las voces de protesta que
existían en contra de la realidad social donde el papel de la mujer se veía en una posición
subalterna. Hiratsuka (1992) considera en su autobiografía que Seitô era el objetivo
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principal por parte de las autoridades a la hora de ser censurado, encontrando siguientes
las declaraciones del jefe de seguridad pública del Ministerio del Interior Oka en torno a
la figura de la Nueva Mujer: “I am hard put to ascertain whether the proliferation of
newspaper articles on New Woman is a reflection of the changing times or the
consequence of Japanese women being unduly swayed by distorted Western ideas about
women. I am also at a loss as to whether the assertions are justified or not, though I myself
find, to my extreme regret, that some of the articles and novels by these women are
indecent and often brazenly employ in the most offensive language. I also find regrettable
their criticism of women’s deference to men and their call for the destruction of traditional
morality. Japanese women have always taken pride in their virtuous ways, but if these
ideas are disseminated, who is to say what immeasurable harm will wreak on family and
society?” (Hiratsuka, 2010: 157).
De todos modos, Itô seguiría con sus publicaciones abogando a favor del despertar
de la consciencia del individuo para evitar la opresión sufrida por las tradiciones y
morales que no tienen legitimidad alguna. La misma Itô escribió sobre el despertar de su
propia consciencia y el de las demás mujeres en su artículo “Pensamientos recientes.” En
éste afirma que todas las mujeres actúan al son de los deseos de los hombres, declarando
que no existe en un sentido estricto una “mujer autentica.” Al mismo tiempo puntualiza
sobre la situación en la que se encuentran los hombres, los cuales pese a verse en otra
tesitura, también carecen de auto-consciencia como las mismas mujeres. Pero el único
factor que separa a ambos es que “men are freer in every respect than women who are
completely constricted.” (“Recent Thoughts,” I. Noe, citado en Hane, 2003: 257). Itô
afirma que tras logar la autoconsciencia completa, la mujer será capaz de romper con la
injustificable opresión que sufre.
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together. In this manner, they each maintain their rights as individuals and respect each
other’s rights. In this relationship, there must be mutual sympathy and understanding.”
(“Recent Thoughts,” I. Noe, citado en Hane, 2003: 259). Itô ataca al sistema educativo el
cual, bajo la premisa “buena esposa, madre sabia,” ha creado mujeres incapaces de
entender su individualidad y cuyo único papel social es el matrimonio el cual le
proporcionará estabilidad a cambio de la renuncia de su idiosincrasia: “I regret that
women do not try to fully understand their own selfhood. Why do they fear themselves?
Women thus far have all been without courage. They are cowards who do not know the
essence of suffering. They are slothful. They are like wooden figurines that have forsaken
all their selfhood in order to gain immediate comforts and happiness without meaning.
And those who educate these women are the same kind of people.” (“Recent Thoughts,”
I. Noe, citado en Hane, 2003: 260).
Itô vivía bajo los mismos principios que ella misma promovía. Habiéndose
enamorado de su profesor de inglés del instituto, Tsuji Jun, comenzó a vivir con él. Más
tarde, conoció al líder anarquista Ôsugi Sakae (1885-1923) con el cual comenzaría a vivir
tras dejar a su anterior pareja. En febrero de 1916 Seitô ofreció su última publicación pues
Itô abandonó la edición de la revista con el fin de empezar una nueva vida en su ciudad
natal junto a su pareja Ôsugi y su hijo.
24
Terremoto que sacudió el área de Kantô, el 16 de septiembre de 1923, Itô y Sakae fueron
arrestados y asesinados por la policía militar.
Hane (1988) reconoce a la figura de Itô como uno de los personajes más
excepcionales de la época definiéndola como “independent-minded, individualistic, and
iconoclastic,” cumpliendo todas las características que definían a la “nueva mujer.”
25
anarquistas Axandra Kollontai (1872-1952) y Emma Goldman (1869-1940). (Hane, M.
1988).
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equitativo y a abolición del sistema de jefaturas familiares. Pese a que dichas
modificaciones del Artículo 5 fueron revisadas por ambas Cámaras en 1922, la mujer sólo
podía atender a encuentros políticos, lejos de poder unirse a partidos políticos, votar o
representar un cargo público.
27
Los años previos a la II Guerra Mundial ofrecieron un panorama donde el
alzamiento del fascismo sometía de nuevo a la figura de la mujer, bajo su reconocida
capacidad de reproducción, a un rol muy definido en torno a la maternidad. Pese a la
defensa por parte de Hiratsuka y otros miembros de Seitô por la maternidad, este mismo
concepto también se veía vinculado al estado y servía de base para la justificación de la
opresión y explotación de la mujer. Tal y como comenta Mackie (1988) en su obra, los
valores que defendia Hiratsuka sobre la filosofia maternalisista “may be associated easily
with fascism as with pacifism, as is shown by the experiences of Nazi Germany and Italy
under Mussolini.” (Mackie, 1988: 58).
5. Conclusión
28
de la mujer. La revista Seitô ofreció un espacio donde la producción literaria de sus
editoras ponía en tela de juicio el sistema moral y político por el cual la sociedad japonesa
se regía.
A través del imaginario de la “nueva mujer,” Seitô rompió con esta división
establecida por la administración, irrumpiendo en la esfera pública mediante los debates
llevados a cabo en las publicaciones. Éstos promovieron toda una serie de cambios
sociales: un claro ejemplo es el debate alrededor de la contracepción el cual pasó a formar
parte de la actividad política en los años 1920 y 1930 a través de la posterior formación
de la Liga de reforma de la ley del aborto a manos de la creadora de Seitô Hiratsuka
Raichô, entre otras personas (Mackie, 2003: 52). A través de los discursos expuestos en
la revista se debatió en torno a las políticas sociales por las cuales las mujeres y la
sociedad debían luchar con el fin de ser considerados ciudadanos de facto (Mackie, 2003:
233).
29
Bibliografía
Hane, M. (1982). Peasants, Rebels & Outcasts: The Underside of Modern Japan
(2nd ed.). London: Scolar Press.
Hane, M. (1988). Reflections on the way to the gallows: Rebel women in prewar
Japan. Berkeley: University of California Press.
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