Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento en Vuelo
Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento en Vuelo
Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento en Vuelo
E
L DESEO DEL gobierno de Obama de reequilibrar el enfoque global de Estados Uni-
dos en las regiones del Pacífico Occidental y de Asia Oriental tiene serias ramificaciones
para la comunidad de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) en vuelo con ope-
radores humanos.1 Dicha fuerza, históricamente versada en recopilación de inteligencia
a nivel estratégico, se ha convertido—debido a las exigencias de los conflictos de la contrainsur-
gencia de principios del siglo XXI—en el primer proveedor mundial de inteligencia a nivel tác-
tico. El arsenal de haberes de ISR en vuelo con operadores humanos de la Fuerza Aérea de
EE.UU. es una institución en los campos de batalla de Afganistán, y los combatientes terrestres
se basan en estas plataformas para la inteligencia táctica.2 La inteligencia que la fuerza de ISR en
vuelo con operadores humanos de Estados Unidos comunica significa a menudo la diferencia
entre la vida y la muerte de las fuerzas terrestres enfrentadas en combate. Sin embargo, no fue
siempre así. Antes de la Guerra del Golfo Pérsico, estas plataformas dominaban el programa de
reconocimiento aéreo en tiempos de paz. Pasaron la Guerra Fría volando cerca de la periferia de
la Unión Soviética—y de muchas otras naciones—recopilando inteligencia diseñada para infor-
mar a los encargados de tomar decisiones a nivel nacional. La ISR en vuelo con operadores hu-
manos se transformó a partir de la Guerra del Golfo Pérsico y se desarrolló por completo en la
Operación Libertad Duradera. La nueva fuerza, primero dando indicaciones y advirtiendo a las
tripulaciones aéreas que patrullaban Irak y desarrollando la capacidad de advertir de las amena-
zas en tiempo casi real a las fuerzas terrestres de Afganistán, es ahora un proveedor de inteligen-
cia táctica de clase mundial. No obstante, el futuro reequilibrio de Asia y la casi simultánea re-
ducción de tropas en Afganistán anuncian un cambio en la misión. La pregunta es ahora, ¿qué
va a ocurrir a continuación al ISR en vuelo con operadores humanos?
Si se produce un cambio de misión para la ISR en vuelo con operadores humanos, la fuerza
requerirá cambios fundamentales de su capacidad. Una comunidad que ahora depende en gran
medida de la misión de soporte táctico necesita tiempo para reorientarse a una mentalidad es-
tratégica. Dos décadas de vuelos en Irak y Afganistán sin duda han mermado la capacidad de la
comunidad de llevar a cabo misiones sostenidas en el teatro de operaciones del Pacífico; la ma-
yoría de los aviadores que volarán estas misiones se educaron en el entorno táctico. Además, la
comunidad de ISR en vuelo con operadores humanos se enfrenta a la posibilidad de mantener
ambas capacidades—estratégica y táctica. Como indica la siguiente explicación, a las fuerzas de
ISR en vuelo con operadores humanos se les ha pedido históricamente que fluctuaran entre re-
copilar inteligencia estratégica y táctica. No obstante, tradicionalmente, al final de la termina-
21
22 AIR & SPACE POWER JOURNAL
ción del requisito táctico (Corea, Vietnam), la fuerza de ISR volvió a su enfoque estratégico.
¿Será diferente esta vez? ¿Tratará la Fuerza Aérea de mantener cierto nivel de capacidad de so-
porte táctico o lo abandonará, como lo ha hecho muchas otras veces? Si decide retener una ca-
pacidad táctica, se enfrenta al reto inenvidiable de adiestrar y mantener una recopilación, un
procesamiento y una explotación diferentes; análisis y producción; y tácticas, técnicas y procedi-
mientos de diseminación.
Por último, la Fuerza Aérea también se enfrenta a la tarea intimidadora de conservar la flota
de ISR en vuelo con operadores humanos en tiempos de austeridad fiscal. Según se ha resaltado
en la explicación subsiguiente, después de períodos importantes de combate, Estados Unidos
tradicionalmente ha tratado de disminuir la fuerza; las fuerzas de ISR no han sido siempre inmu-
nes a estos cortes. Afortunadamente, la historia ofrece muchos ejemplos de cambios en la misión
de ISR en vuelo con operadores humanos y su capacidad de perseverar, a pesar a veces de las
restricciones de presupuesto draconianas. Desde el establecimiento de unas funciones de ISR
estratégicas uniformes en vuelo con operadores humanos contra la Unión de Repúblicas Socia-
listas Soviéticas (URSS) hasta la misión táctica de hoy en Afganistán, se ha pedido a la fuerza de
ISR en vuelo con operadores humanos que altere su dirección muchas veces. Al examinar el
desarrollo inicial de dicha fuerza y hacer el seguimiento de sus cambios de misión históricos, este
artículo muestra que las fuerzas de ISR en vuelo con operadores humanos se han adaptado antes
y pueden volver a hacerlo nuevamente. Los factores limitadores—tanto ahora como en el pa-
sado—incluyen tiempo, personal y recursos.
frente, ni tampoco estaba ligado a los combatientes de tierra; las nuevas capacidades permitieron
a los aviones ver en el interior del territorio enemigo y los aviadores pudieron predecir el curso
de acción de un enemigo. Al ver los movimientos del enemigo muy por detrás de las líneas del
frente, los aviadores de ISR podían pronosticar sus intenciones con tiempo suficiente para que
las fuerzas amigas repelieran los asaltos y frustraran sus planes. Debido a estas nuevas capacida-
des, los aviadores validaron rápidamente su significado.
En la Primera Batalla del Marne, las funciones de ISR en vuelo de gran penetración detecta-
ron un error fatal cometido por el General Alexander von Kluck de Alemania. En un movi-
miento diseñado para cortar el acceso a París de las fuerzas francesas principales, von Kluck di-
rigió sus unidades al este. Al hacer esto, expuso todo el flanco derecho del Primer y Segundo
Ejércitos alemanes.7 Los haberes de ISR en vuelo con operadores humanos detectaron la debili-
dad, permitiendo a dos ejércitos franceses y a la Fuerza Expedicionaria Británica aprovecharse
de ellos y derrotar a los alemanes, forzándoles a retirarse a 65 kilómetros hasta el río Aisne,
donde empezaron a fortificar sus posiciones para lo que se convertiría en la infame guerra de las
trincheras.8 La Primera Batalla del Marne cambió el curso de la guerra. Las funciones de ISR en
vuelo con operadores humanos proporcionaron la información de inteligencia que permitía a
los comandantes aliados actuar de forma decisiva y salvar lo que parecía una probable derrota
francesa y la pérdida de París.
En este ejemplo, los aviones de ISR tenían tiempo suficiente para regresar de sus salidas e in-
formar sobre lo que habían visto, al igual que los franceses y británicos tenían tiempo de diseñar
un contraataque. La recopilación estratégica estaba empezando a cobrar forma. No obstante,
seguía habiendo problemas en la comunicación directa aire a tierra. La incapacidad de la avia-
ción de enviar información de inteligencia de forma precisa y rápida, ya pronosticada en 1907
por Benjamin Foulois, futuro jefe del Cuerpo Aéreo, fue la ruina de las funciones tácticas de
ISR.9 Durante las primeras etapas de la guerra, el método principal de comunicar la inteligencia
obtenida de las salidas de ISR pedía al piloto aterrizar su avión cerca de la batería de artillería y
simplemente indicaba a los artilleros lo que había averiguado.10 Cuando era posible, los observa-
dores anotarían las ubicaciones de las baterías de artillería hostiles en mapas para completar sus
descripciones.11 Estos informes a menudo demostraron ser imprecisos porque en la emoción del
primer fragor del combate, el adiestramiento anterior inadecuado de los observadores les con-
ducía frecuentemente a la identificación equivocada de las nacionalidades y actividades de las
tropas.12 El uso de fotografías aéreas ayudó a eliminar algunos de estos problemas, pero la fuerza
de ISR en vuelo nunca superó las dificultades con la comunicación táctica. Aunque esta situación
selló fundamentalmente el destino de la recopilación de inteligencia táctica del momento, abrió
la puerta del nivel estratégico de ISR en vuelo con operadores humanos que tipificaría la mayor
parte del esfuerzo de las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos (USAAF) durante la SGM
y después.
El poder aéreo emergió de la PGM como un complemento valioso a las capacidades del Ejér-
cito, pero siguió siendo vulnerable a las reducciones importantes de fuerzas y a la vuelta al aisla-
cionismo que caracterizó el período. Aunque la Ley de Defensa Nacional de 1920 reconoció el
éxito del poder aéreo estableciendo el Servicio Aéreo como una rama independiente del Ejér-
cito, hacia finales de 1920, el Ejército había instituido cortes drásticos en la aviación en un in-
tento de modernizar las fuerzas terrestres.13 Los aviadores no habían ascendido a los escalafones
más altos de liderazgo del Ejército y por lo tanto no tenían poder para impedir los cortes en
aviación pedidos por los Generales terrestres estrechos de miras. Este alejamiento del aire y acer-
camiento a tierra dejó al Cuerpo Aéreo, particularmente a las incipientes fuerzas de ISR, con
poco dinero para adquirir nuevos aviones y con pocas personas para hacer avanzar la doctrina
del poder aéreo en la era moderna.
A medida que se desarrollaba una nueva guerra en Europa y el Pacífico, las funciones de ISR
en vuelo de EE.UU. se encontraron muy poco preparadas. La doctrina de ISR no había avan-
24 AIR & SPACE POWER JOURNAL
zado, y aun cuando la PGM había establecido el valor de la recopilación de inteligencia estraté-
gica, las funciones de ISR en vuelo siguieron ligadas, desde el punto de vista de la doctrina, a las
fuerzas terrestres e inherentemente tenían un corto alcance por naturaleza. Además de una
doctrina estancada, las capacidades de la aviación de ISR no habían mantenido el ritmo con las
fuerzas armadas rápidamente modernizadoras. Los aviadores habían abogado enérgicamente
por una aviación de reconocimiento adicional, pero cuando empezó la participación de EE.UU
en la guerra, en 1941, el Cuerpo Aéreo poseía pocas estructuras de aviones modernas.14
Las funciones de ISR en vuelo, a pesar de un entorno que no fomentaba la innovación, esta-
ban al borde de una evolución grande. A medida que avanzaba la SGM, sus mejores capacidades
de aviación, junto con una gran determinación, permitieron a las fuerzas de ISR en vuelo de
EE.UU. hacer contribuciones significativas al éxito de los aliados. Además de la increíble expan-
sión de la misión de inteligencia de imágenes (IMINT) que habían validado durante la PGM, las
fuerzas de ISR en vuelo de la SGM crearon una capacidad de primera clase para recopilar inteli-
gencia de comunicaciones (COMINT) e inteligencia electrónica (ELINT). En el verano de 1942,
durante vuelos para determinar la extensión de cobertura de los radares alemanes en las áreas
de Cerdeña-Taranto-Trípoli, los británicos experimentaron con la introducción de lingüistas en
aviones del escuadrón Wellington ELINT 162.15 Su capacidad de avisar a los pilotos por adelan-
tado de la actividad de combate alemana se hizo muy valiosa. Como en el caso de muchos otros
desarrollos, los estadounidenses adoptaron el procedimiento británico, y en octubre de 1943
volaban con lingüistas en sus aviones mediterráneos de investigación de irradiación electromag-
nética ELINT.16 Además de proteger las formaciones de aviones y bombarderos, los lingüistas
podían llamar a combatientes amigos para atacar a los aviones alemanes. Según el Teniente Ro-
ger Ihle, uno de los primeros oficiales de combate electrónico en vuelo de EE.UU., “Teníamos a
estos muchachos que hablaban alemán y que estaban vigilando todas las frecuencias de aviación
de los alemanes, de modo que cuando oyeron a los alemanes empezar a hacer despegues de
urgencia, comunicaron a los combatientes [estadounidenses] lo que estaba pasando”.17 La pre-
sencia de lingüistas mejoró la situación, por lo que a fines de 1944, las tripulaciones de los bom-
barderos volaban comúnmente con un número de ellos abordo.18
Estos avances—IMINT, COMINT y ELINT mejorados—solidificaron la función de la inteli-
gencia estratégica aérea. De hecho, debido al desarrollo de estas nuevas capacidades, los térmi-
nos reconocimiento aéreo estratégico y reconocimiento aéreo táctico habían pasado a formar parte ya del
vocabulario de la USAAF antes de que acabara la guerra. En el apéndice de inteligencia del in-
forme de la USAAF sobre las contribuciones del poder aéreo a la derrota de Alemania, las Fuer-
zas Aéreas de EE.UU. en Europa/A-2 definieron reconocimiento aéreo estratégico como “el programa
de adquirir inteligencia aérea como base para llevar a cabo una guerra aérea estratégica contra
el enemigo” y un reconocimiento aéreo táctico como algo que se ocupaba de la “cobertura diaria a
gran escala de las áreas avanzadas del enemigo, fotografía de evaluación de daños para ataques
de cazabombarderos, y defensas enemigas, campos de aviación y otros objetivos especiales hasta
240 kilómetros del frente”.19 Además, el estudio de bombardeo estratégico de Estados Unidos
concluyó que “EE.UU. debe tener una organización de inteligencia capaz de conocer las vulne-
rabilidades, capacidades e intenciones estratégicas de cualquier enemigo potencial”.20 Esta des-
cripción clara solidificó las necesidades de la USAAF de una capacidad de recopilación estraté-
gica indígena en vuelo a largo plazo después de la guerra y armó la futura Fuerza Aérea con la
justificación de sostener el crecimiento de funciones de ISR en vuelo.
Después de la PGM, las fuerzas militares de EE.UU. experimentaron una reducción impor-
tante ya que la vuelta al aislacionismo se había convertido en la nueva filosofía. No obstante,
después de la SGM, Estados Unidos se enfrentó a una amenaza que no podía evitar con un sim-
ple repliegue. A medida que se intensificó la Guerra Fría con la URSS, se evidenció que los so-
viéticos serían un adversario importante en el futuro previsible. En una época anterior a los mi-
siles balísticos intercontinentales, los bombarderos de largo alcance de la Fuerza Aérea
FUNCIONES DE INTELIGENCIA, VIGILANCIA Y RECONOCIMIENTO . . . 25
representaban la única opción de ataque viable de Estados Unidos. Cuando los planificadores de
la Fuerza Aérea empezaron a reunir información de objetivos para la guerra aérea estratégica,
reconocieron rápidamente la escasez de inteligencia sobre la URSS. Si se les llamaba, los bom-
barderos de la Fuerza Aérea necesitaban conocer los objetivos soviéticos críticos; a fines de los
años 40, la información derivada de EE.UU. simplemente no existía.21 Cuando los soviéticos se
incorporaron a la era nuclear en 1949, la necesidad se hizo suprema.
Para satisfacer las demandas de inteligencia de la Guerra Fría, la Fuerza Aérea empezó a llevar
a cabo misiones de inteligencia estratégicas en vuelo a lo largo de la periferia del territorio en
manos soviéticas. Inicialmente, los aviones de ISR—normalmente, los C-47, B-17 o B-24 modifi-
cados—basados en Gran Bretaña y en la Alemania ocupada produjeron mapas fotográficos de
grandes áreas bajo control soviético.22 Según un proyecto conocido como “Casey Jones”, los
aviones de la Fuerza Aérea fotografiaron más de 5.000.000 de kilómetros cuadrados de Europa y
África del Norte.23 En el Ártico, los B-29 modificados de la primera unidad operacional del Co-
mando Aéreo Estratégico (SAC)—el 46 escuadrón de reconocimiento—hizo fotografías de luga-
res potenciales de diversión para bombarderos SAC.24 Las IMINT demostraron ser útiles, pero la
incapacidad de obtener fotografías de largo alcance, junto con el mayor peligro planteado por
las defensas aéreas soviéticas, obligó a los planificadores a buscar otras soluciones. En septiembre
de 1946, SAC empezó a volar misiones de recopilación de ELINT especiales junto con potencia-
les rutas de bombardeo árticas con el fin de caracterizar las posiciones de radar soviéticas.25
Aunque con éxito, las salidas describían solamente una pequeña imagen de las defensas aéreas
de la URSS. Para entender verdaderamente la amenaza, Estados Unidos tendría que ordenar
vuelos de incursión del territorio soviético.
Frustrado por la falta de información de las ubicaciones de los radares soviéticos y sus capaci-
dades, y con unos datos de mapa imprecisos del litoral soviético, el 5 de abril de 1948, el Secre-
tario de la Fuerza Aérea, Stuart Symington envió una carta al General Carl Spaatz, jefe de estado
mayor de la Fuerza Aérea, expresando su preocupación por la falta de detalles e instando a
Spaatz a autorizar los vuelos de incursión directos en la URSS.26 Spaatz estuvo de acuerdo, y el 5
de agosto de 1948, el escuadrón de reconocimiento 46 llevó a cabo la primera misión autorizada
para sobrevolar la URSS.27 Estas salidas tan exitosas generaron imágenes sin precedentes de po-
siciones de radar soviéticos así como una fotografía detallada del litoral ruso. No obstante, las
defensas aéreas soviéticas evolucionaron rápidamente y a principios de los años 50, cuando el
riesgo de perder un avión sobre territorio soviético se hizo demasiado grande, el Presidente
Dwight Eisenhower ordenó el desarrollo del U-2. Dicho avión gozó de un éxito temprano al so-
brevolar la URSS, pero el incidente de Francis Gary Powers de mayo de 1960 relegó nuevamente
la recopilación de inteligencia estratégica aérea a la periferia de la URSS.28
Durante la Guerra Fría, el uso de aviones de ISR para recopilar inteligencia estratégica se
convirtió en un requisito clave para entender a las fuerzas armadas soviéticas. Las misiones de
sobrevuelo periféricas y directas proporcionaron la inteligencia que Estados Unidos necesitaba
estar un paso por delante de los soviéticos. La recopilación de inteligencia estratégica, aunque a
menudo peligrosa, no da típicamente una sensación de urgencia.29 Aunque normalmente no es
sensible con respecto al tiempo, contribuye a un entendimiento general del enemigo.30 Pero en
ocasiones la Fuerza Aérea usó sus plataformas de funciones de ISR estratégicas en vuelo para
apoyar a comandantes tácticos directamente. Estas situaciones retaron a la comunidad de ISR
porque la información recogida a menudo significaba la vida o la muerte para las tropas en tierra
y otros aviadores en los cielos. En Corea y Vietnam, los aviadores de ISR en vuelo desarrollaron
formas innovadoras de asegurarse de que su inteligencia alcanzara al combatiente. Sus esfuerzos
demostraron que los haberes de ISR en vuelo podían satisfacer ambas funciones—estratégica y
táctica—pero la transición completa requirió tiempo e inventiva.
26 AIR & SPACE POWER JOURNAL
batientes, unos aviadores ingeniosos idearon un sistema por el que el avión lanzaría sus grabacio-
nes de cinta magnética a miembros esperando en la unidad terrestre del Destacamento 153 del
USAFSS en la Isla Cho Do, Corea. En un procedimiento que presagió el mecanismo de suminis-
tro de satélite de imágenes de CORONA, la tripulación del RC-47 adaptó paracaídas a las cintas
grabadas y después las lanzó en un área designada de la playa en la isla.42 Las cintas pasaron rá-
pidamente al Destacamento 153, que subsiguientemente transmitieron cualquier inteligencia
pertinente directamente a los combatientes. Aunque no son tan oportunas como llegó con el
tiempo a convertirse la advertencia directa de amenazas, este método proporcionó una inteli-
gencia valiosa. Como prueba de su valor, cuando uno de los RC-47 del escuadrón se estrelló du-
rante un despegue de Yokota AB, el General Otto Weyland, el comandante de FEAF, ofreció su
propio VIP C-47 como reemplazo del avión dañado.43
Cuando empezó la guerra, las funciones de ISR en vuelo no tenían capacidad táctica signifi-
cativa. No obstante, como se había hecho en la SGM, la Fuerza Aérea construyó una fuerza de
COMINT en vuelo competente. Abandonadas en su mayor parte en las primeras etapas de la
guerra, la COMINT en vuelo se convirtió en un gran contribuyente al éxito del poder terrestre y
aéreo. Y lo que es importante, la capacidad de los aviadores de cambiar su enfoque rápidamente
de la URSS a Corea no mostró solamente su flexibilidad sino también el poder de la innovación.
Cuando están debidamente dotados con equipos adecuados—en este caso el C-47—las tripula-
ciones aéreas improvisaron y encontraron nuevas formas de contribuir a la lucha. Sus experien-
cias en Corea ayudaron a los aviadores que les sucedieron a que repitieran muchos de sus logros
en la Guerra de Vietnam.
El 26 de julio de 1972, entró en vigor el proyecto.47 Después de sufrir las dificultades del co-
mienzo marcadas por los problemas de las comunicaciones, el proyecto acabó teniendo un éxito
enorme.48 Como en Corea, los pilotos de EE.UU. ahora tenían la información necesaria para
evitar emboscadas aéreas y tender las suyas. En unas semanas, los pilotos estaban poniéndose en
contacto con el Centro de Control de Armas Teaball antes de sus salidas para asegurarse de que
pudieran recibir inteligencia derivada de Teaball.49 La relación de aniquilamiento aire a aire
aumentó de 1:2 (antes de Teaball) a más de 4:1.50 Si nos fijamos en las operaciones Teaball, el
General Vogt declaró que “con el advenimiento de Teaball, invertimos dramáticamente esto
[relación pérdida a victoria]. . . . Durante Linebacker derribábamos al enemigo a un ritmo de
cuatro a uno . . . mismo avión, mismo entorno, mismas tácticas; en gran medida [la] diferencia
[era] Teaball.”51
Teaball había demostrado de forma inequívoca que las fuerzas de ISR en vuelo podrían sumi-
nistrar inteligencia directamente al combatiente. Como era el caso en Corea, la inventiva de los
aviadores marcó la diferencia. Dados el tiempo y los recursos, alteraron la mentalidad de la inte-
ligencia estratégica basada en los soviéticos a una altamente capaz de suministrar inteligencia
directamente a los que la necesitaban. No todo fue perfecto: las complicaciones de las comuni-
caciones, la confusión de los lingüistas y el hecho de que hubo que convencer a los pilotos com-
plicaron el sistema, pero al final, la inteligencia suministrada por las fuerzas de ISR en vuelo
salvaron vidas.52
Después de Vietnam, las fuerzas de ISR con operadores humanos descartaron nuevamente las
lecciones aprendidas de la guerra y volvieron a la recopilación de inteligencia estratégica contra
los soviéticos. Esta reorientación en la URSS continuó hasta que la Operación Furia Urgente en
Granada destacó nuevamente el suministro de inteligencia táctica a clientes terrestres conjun-
tos.53 Después, los ingenieros de aviación trabajaron incansablemente para automatizar el flujo
de datos y suministrar radios compatibles que permitieran a las tripulaciones hablar directa-
mente con las fuerzas terrestres y otros haberes aéreos. En el momento en que empezaron las
Operaciones Escudo del Desierto y Tormenta del Desierto, estas capacidades estaban disponi-
bles. Durante los conflictos de la contrainsurgencia de principios del siglo XXI, las tripulaciones
de ISR en vuelo con operadores humanos afinaron estas capacidades de modo que ahora pode-
mos ofrecer advertencia de amenazas e información del enemigo en tiempo casi real a una mul-
titud de combatientes.
Conclusión
Por supuesto, la habilidad táctica de las fuerzas actuales de ISR en vuelo con operadores hu-
manos sigue siendo crítica para la ejecución con éxito de las operaciones terrestres y ha salvado
innumerables vidas, pero sin un liderazgo firme, el futuro reequilibrio en el Pacífico podría
anunciar la desaparición de dicha suficiencia. El debate anterior ha demostrado que, al volver a
sus incursiones de recopilación táctica, las fuerzas de ISR en vuelo con operadores humanos de
la Fuerza Aérea han abandonado históricamente su misión de recopilación táctica. No obstante,
el futuro desplazamiento a Asia-Pacífico después de la reducción de tropas en Afganistán, difiere
de los estudios prácticos aquí mencionados. Al ir a Corea y Vietnam, la Fuerza Aérea tenía que
crear nuevas capacidades de aviación y métodos de diseminación para suministrar inteligencia
táctica a los combatientes. Este no será el caso al salir de Afganistán. Las fuerzas de ISR en vuelo
han integrado estas capacidades tácticas en las referencias de la aviación. Tanto si usamos estas
plataformas para recopilar inteligencia táctica como estratégica, seguirán sus radios y avances en
la distribución de datos, permitiendo a los haberes volar sin dificultades del entorno táctico al
estratégico según sea necesario y tomar la decisión de mantener la aptitud en la recopilación
táctica más sencilla. Desertamos la misión táctica después de la Guerra de Corea, y la reconstruc-
ción para Vietnam requirió un tiempo y un esfuerzo considerables. Ahora tenemos una capaci-
FUNCIONES DE INTELIGENCIA, VIGILANCIA Y RECONOCIMIENTO . . . 29
dad de soporte táctico ganada con esfuerzo que no debemos abandonar cuando nuestras mira-
das se dirigen al Pacífico.
Si los equipos de comunicaciones son adaptables, la cuestión se desplaza a la habilidad de
nuestras tripulaciones de ser flexibles entre las dos misiones. ¿Han atrofiado nuestras habilida-
des estratégicas nuestra concentración en la contrainsurgencia durante los últimos 11 años? Sin
duda, la Fuerza Aérea no ha abandonado completamente la misión estratégica, pero durante
más de 20 años, la preponderancia de sus esfuerzos se ha basado en Oriente Próximo y Afganis-
tán. Como en Corea y Vietnam, la necesidad de suministrar inteligencia a tiempo directamente
al combatiente ha impulsado las tácticas, las técnicas y los procedimientos de la tripulación de
hoy. Los aviadores jóvenes de hoy de ISR en vuelo han llevado a cabo siempre la misión táctica;
para ellos, cambiar a la estratégica exigirá un considerable readiestramiento. Nuestros aviadores
son muy inteligentes, pero el combate actual requiere un nivel de análisis muy fino. El suminis-
tro de una inteligencia oportuna ha reproducido una fuerza de lingüistas con pocas habilidades
analíticas. La recopilación estratégica precipitará una vuelta a los días de análisis e informes
metódicos más lentos—el reaprendizaje de esa habilidad también llevará tiempo.
La historia ha mostrado que los aviadores de ISR en vuelo son más que capaces de efectuar la
transición de recopilación estratégica. A medida que las misiones vacilaban entre la recopilación
estratégica de la Guerra Fría y las incursiones tácticas (Corea y Vietnam), nuestros antepasados
de ISR en vuelo con operadores humanos tuvieron el lujo de deshacerse del conjunto de habili-
dades tácticas cuando volvieron a una recopilación estratégica. Las tripulaciones de ISR moder-
nas no tendrán tanta suerte. Debido a la incertidumbre del entorno medioambiental, la Fuerza
Aérea debe mantener sus capacidades tácticas. Nuestra fuerza incluye parte de los mejores talen-
tos de esta nación; como sus predecesores, sin duda tienen la aptitud de efectuar la transición.
Pero no podemos compensar un vacío de 11 años de la misión de recopilación estratégica de un
día para otro. La lucha táctica de hoy exige una diseminación rápida de la inteligencia con poco
enfoque analítico profundo. Las misiones estratégicas de mañana serán diferentes. Como en el
caso de la Guerra Fría, los encargados de las decisiones a nivel nacional necesitan una inteligen-
cia desarrollada de forma completa. En consecuencia, las fuerzas de ISR con operadores huma-
nos deben cambiar su mentalidad para adaptarlas. Estos aviadores tendrán que aprender y volver
a aprender habilidades lingüísticas, analíticas e informativas enfocadas estratégicamente. El paso
del tipo de inteligencia rápido de un vistazo que es característico de las misiones actuales al que
requiere paciencia y desarrollo de objetivos no será fácil. No obstante, no podemos efectuar un
cambio absoluto a la estratégica. Según se mencionó arriba, debemos poder volver a la misión
táctica como lo demandan las exigencias del entorno dinámico de hoy. Hacer esto requiere mu-
cho de nuestros aviadores de ISR. Como siempre, tendrán éxito, pero es esencial que nuestros
líderes les den el tiempo, el personal y los recursos que necesitan. q
Notas
1. Departamento de Defensa, Sustaining U.S. Global Leadership: Priorities for 21st Century Defense (Sostenimiento de la prio-
ridades de liderazgo global de EE.UU. para la defensa del siglo XXI) (Washington, DC: Departmento de Defensa, enero de
2012), 2, http://permanent.access.gpo.gov/gpo18079/DefenseStrategicGuidance.pdf.
2. Marcus Weisgerber, “21st Century Rivet Joint” (Rivet Joint del siglo XXI), Revista de la Fuerza Aérea 94, no. 1 (enero
de 2011): 52–54, http://www.airforce-magazine.com/MagazineArchive/Documents/2011/January%202011/0111rivet
.pdf.
3. John H. Morrow Jr., The Great War in the Air: Military Aviation from 1909 to 1921 (La Gran Guerra en el aire: la aviación
militar de 1909 a 1921) (Washington, DC: Smithsonian Institute Press, 1993), 60.
4. Lee Kennett, The First Air War: 1914–1918 (La primera guerra aérea; 1914-1918) (New York: Free Press, 1991), 30.
5. Eric Lawson y Jane Lawson, The First Air Campaign: August 1914–November 1918 (La primera campaña aérea: agosto de
1914 a noviembre de 1918) (Conshohocken, PA: Combined Books, 1996), 11.
6. Ibid.
7. Ibid., 40.
8. Earle Rice Jr., The First Battle of the Marne (La Primera Batalla del Marne) (Filadelfia: Chelsea House, 2002), 93.
30 AIR & SPACE POWER JOURNAL
9. Benjamin D. Foulois, “The Tactical and Strategical Value of Dirigible Balloons and Dynamical Flying Machines”
(El valor táctico y estratégico de los dirigibles y las máquinas de vuelo dinámico) (tesis, United States Army Signal Corps
School, 1º de diciembre 1907), 3, 168.68-14, Agencia de Investigaciones Históricas de la Fuerza Aérea (AFHRA), Maxwell
AFB, AL.
10. Kennett, First Air War (La primera guerra aérea), 33.
11. Peter Mead, The Eye in the Air: History of Air Observation and Reconnaissance for the Army, 1785–1945 (El ojo en el aire:
historia de la observación y el reconocimiento aéreos para el ejército, 1785-1945) (Londres: Her Majesty’s Stationery Office, 1983), 66.
12. Kennett, First Air War (La primera guerra aérea), 30.
13. I. B. Holley Jr., Ideas and Weapons: Exploitation of the Aerial Weapon by the United States during World War I (Ideas y ar-
mas: explotación del arma aérea por Estados Unidos durante la PGM) (New Haven, CT: Yale University Press, 1953), 149; y el
Dr. Robert F. Futrell, Command of Observation Aviation: A Study in Control of Tactical Airpower (Comando de aviación de observa-
ción: un estudio de control del poder aéreo táctico), Estudios Históricos de la Fuerza Aérea de EE.UU., no. 24 (Maxwell AFB,
AL: Instituto de Estudios de Investigación, División Histórica de la Fuerza Aérea de EE.UU., Air University, 1956), 2,
http://www.dtic.mil/cgi-bin/GetTRDoc?AD=ADA529959&Location=U2&doc=GetTRDoc.pdf.
14. I. B. Holley Jr., Evolution of the Liaison-Type Airplane, 1917–1944 (Evolución del avión tipo enlace, 1917-1944), Estudios
Históricos de la Fuerzas Aéreas del Ejército, no. 44 (Washington, DC: Oficina Histórica de las Fuerzas Aéreas del Ejército,
1946), 8, http://www.dtic.mil/cgi-bin/GetTRDoc?AD=ADA529945&Location=U2&doc=GetTRDoc.pdf.
15. Aileen Clayton, The Enemy Is Listening (El enemigo está escuchando) (New York: Ballantine Books, 1980), 212.
16. Alexander S. Cochran Jr., Robert C. Ehrhart y John F. Kreis, “The Tools of Air Intelligence: Ultra, Magic, Photo-
graphic Assessment, and the Y-Service” (Las herramientas de la inteligencia aérea: ULTRA, MAGIC, evaluación fotográfica
y el servicio Y), en Piercing the Fog: Intelligence and Army Air Forces Operations in World War II (Perforación de la niebla: operaciones
de las fuerzas aéreas de inteligencia y del Ejército en la Segunda Guerra Mundial), ed. John F. Kreis (Bolling AFB, Washington, DC:
Programa de Historia de Museos de la Fuerza Aérea, 1996), 97, http://www.dtic.mil/cgi-bin/GetTRDoc?AD=ADA442835
&Location=U2&doc=GetTRDoc.pdf.
17. Cita en William E. Burrows, By Any Means Necessary: America’s Secret Air War in the Cold War (Por cualquier medio nece-
sario: la guerra aérea secreta en la Guerra Fría) (New York: Farrar, Straus y Giroux, 2001), 85–86.
18. Para obtener información adicional sobre lingüistas en vuelo, vea James C. McNaughton, Nisei Linguists: Japanese
Americans in the Military Intelligence Service during World War II (Lingüistas nisei: estadounidenses de origen japonés en el servicio
de inteligencia miliar durante la Segunda Guerra Mundial) (Washington, DC: Departamento del Ejército, 2006), 371.
19. “The Contribution of Air Power to the Defeat of Germany” (La contribución del poder aéreo a la derrota de
Alemania), apéndice M, Diversos aspectos del poder aéreo, 1, Jefe de Estado Mayor Asistente, A-2, Comandancia de las
Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa, n.d., Carl Spaatz Papers, Box 274, Biblioteca del Congreso.
20. John T. Greenwood, “The Atomic Bomb—Early Air Force Thinking and the Strategic Air Force, August 1945–
March 1946” (La bomba atómica-Primeros pensamientos de la Fuerza Aérea y la Fuerza Aérea estratégica, agosto de 1945
a marzo de 1946), Aerospace Historian 34, no. 3 (septiembre de 1987): 161.
21. Al principio de la Guerra Fría, los buscadores de objetivos estadounidenses y británicos se basaban en carpetas
de objetivos capturados a la Luftwaffe y fotos de reconocimiento de áreas industriales rusas.
22. Robert J. Boyd, “Project Casey Jones, Post-Hostilities Aerial Mapping” (Proyecto Casey Jones, mapas aéreos pos-
teriores a las hostilidades), informe del Mando de Aire Estratégico, 30 de septiembre de 1988, 1, K416.04-38, AFHRA.
23. Ibid.
24. Teniente Coronel George H. Peck, jefe, Relación de Medios y Civiles, Oficina de Asuntos Públicos, Mando de
Aire Estratégico, Comandancia de USAFHRC y Comandancia SAC/HO, carta, “Asunto: Envío de manuscrito para el
registro histórico”, 20 de octubre de 1988, K-SQ-PHOTO-72-SU-PE, AFHRA.
25. Norman Polmar, Spyplane: The U-2 History Declassified (El avión espía: historia del U-2 desclasificado) (Osceola, WI: MBI
Publishing, 2001), 6.
26. Alwyn T. Lloyd, The Cold War Legacy: A Tribute to Strategic Air Command, 1946–1992 (Un tributo al comando de aire es-
tratégico, 1946-1992) (Missoula, MT: Pictorial Histories, 1999), 68.
27. Ibid.
28. Había excepciones, por supuesto; el SR-71 fue famoso por su sobrevuelo de territorio denegado.
29. Durante la Guerra Fría, los soviéticos derribaron al menos 13 aviones de reconocimiento de EE.UU. Para obtener
información adicional, vea Michael L. Peterson, “Maybe You Had to Be There: The SIGINT on Thirteen Soviet
Shootdowns of U.S. Reconnaissance Aircraft” (Tal vez usted tuvo que estar allí: la SIGINT en trece derribos soviéticos de
la aviación de reconocimiento de EE.UU.) Cryptologic Quarterly, verano de 1993, 1, http://www.fas.org/irp/nsa/maybe
_declass.pdf.
30. Hay excepciones: se debe informar sobre algunos tipos de inteligencia a los 10 minutos como máximo de una
intercepción.
31. Historia, primer escuadrón de radio móvil, 1º de agosto de 1949–30 abril de 1950, 160.032-76, AFHRA.
32. Thomas L. Burns, The Origins of the National Security Agency: 1940–1952 (Los orígenes de la Agencia de Seguridad Nacio-
nal, 1940-1952), Historia Criptológica de Estados Unidos, serie 5, vol. 1 (Fort Meade, MD: Centro para la Historia Crip-
tológica, Agencia de Seguridad Nacional, 1990), 85, http://www.nsa.gov/public_info/_files/cryptologic_histories/origins
_of_nsa.pdf.
FUNCIONES DE INTELIGENCIA, VIGILANCIA Y RECONOCIMIENTO . . . 31
33. Comandancia del USAFSS, A Special Study: Securing Air Force Communications, 1948-1958 (Un estudio especial: cómo
asegurar las comunicaciones de la fuerza aérea, 1948–1958), vol. 1, 1º de april de 1966, 37.
34. Warren A. Trest, Air Commando One: Heinie Aderholt and America’s Secret Air Wars (Comando aéreo uno: Heinie Aderholt
y las guerras aéreas secretas de EE.UU.); (Washington, DC: Smithsonian Institute Press, 2000), 34.
35. Michael E. Haas, Apollo’s Warriors: US Air Force Special Operations during the Cold War (Los guerreros de Apolo: operacio-
nes especiales de la Fuerza Aérea de EE.UU. durante la Guerra Fría) (Maxwell AFB, AL: Air University Press, 1997), 26, http://
aupress.au.af.mil/digital/pdf/book/b_0037_haas_apollos_warriors.pdf.
36. Trest, Air Commando One (Comando aéreo uno), 42–43.
37. Historia, Grupo de contol táctico 6147, 1º de enero–30 de junio de 1953, K-GP-TACT-6147-HI, AFHRA.
38. Robert Frank Futrell, The United States Air Force in Korea, 1950–1953 (La Fuerza Aérea de Estados Unidos en Corea,
1950-1953) (Washington, DC: Office of Air Force History, 1983), 343.
39. J. Farmer y M. J. Strumwasser, The Evolution of the Airborne Forward Air Controller: An Analysis of Mosquito Operations
in Korea (La evolución del controlador aéreo avanzado en vuelo: un análisis de las operaciones Mosquito en Corea) (Santa Monica,
CA: RAND Corporation, 1967), 39, http://www.rand.org/pubs/research_memoranda/2005/RM5430.pdf.
40. El grupo de seguridad 6920, una organización del USAFSS, supervisó las operaciones del primer escuadró móvil
de radio en Corea.
41. Larry Tart y Robert Keefe, The Price of Vigilance: Attacks on American Surveillance Flights (El precio de la vigilancia;
ataques a los vuelos de vigilancia de EE.UU.) (New York: Ballantine Books, 2001), 196.
42. Ibid., 198.
43. Ibid., 197.
44. General de División Doyle E. Larson, “Proyecto Teaball”, notas sin publicar, n.d., 1 (obtenido mediante solicitud
de la Ley de Libertad e Información).
45. General de División Doyle E. Larson, “Direct Intelligence Combat Support in Vietnam: Project Teaball” (So-
porte de combate de inteligencia directa en Vietnam: Proyecto Teaball), American Intelligence Journal 15, no. 1 (Prima-
vera/Verano de 1994): 57.
46. Robert J. Hanyok, Spartans in Darkness: American SIGINT and the Indochina War, 1945–1975 (Espartanos en la oscuri-
dad: la SIGINT de EE.UU. y la Guerra de Indochina), Historia Criptológica de Estados Unidos, Serie 6, Período NSA: 1952–
presente, vol. 7 (Fort Meade, MD: Centro para la Historia Criptológica, Agencia de Seguridad Nacional, 2002), 273,
http://handle.dtic.mil/100.2/ADA483675.
47. Larson, “Direct Intelligence Combat Support” (Soporte de combate de inteligencia directa), 57.
48. Hanyok, Spartans in Darkness (Espartanos en la oscuridad), 274.
49. Larson, “Direct Intelligence Combat Support” (Soporte de combate de inteligencia directa),58.
50. Ibid.
51. Cita en Marshall L. Michel III, Clashes: Air Combat over North Vietnam, 1965–1972 (Confrontaciones: combate aéreo sobre
Viernam del Norte, 1965-1972), (Annapolis, MD: Naval Institute Press, 1997), 283.
52. Hanyok, Spartans in Darkness (Espartanos en la oscuridad), 274.
53. Richard W. Stewart, Operation Urgent Fury: The Invasion of Grenada, October 1983 (Operación Furia Urgente; la invasión
de Granada, octubre de 1983), (Washington, DC: Centro de Historia Militar del Ejército de EE.UU., 2010), 10, http://www
.history.army.mil/html/books/grenada/urgent_fury.pdf.