En 3 oraciones:
El documento resume las 6 meditaciones metafísicas de Descartes, donde en la primera duda de todo lo que conoce a través de los sentidos y el sueño. En la segunda meditación, Descartes concluye que aunque todo puede ser falso, él existe porque piensa. En la tercera meditación, Descartes busca probar la existencia de Dios y que Dios no es un engañador.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
1K vistas8 páginas
En 3 oraciones:
El documento resume las 6 meditaciones metafísicas de Descartes, donde en la primera duda de todo lo que conoce a través de los sentidos y el sueño. En la segunda meditación, Descartes concluye que aunque todo puede ser falso, él existe porque piensa. En la tercera meditación, Descartes busca probar la existencia de Dios y que Dios no es un engañador.
Descripción original:
Resumen del libro meditaciones metafisicas de Descartes
En 3 oraciones:
El documento resume las 6 meditaciones metafísicas de Descartes, donde en la primera duda de todo lo que conoce a través de los sentidos y el sueño. En la segunda meditación, Descartes concluye que aunque todo puede ser falso, él existe porque piensa. En la tercera meditación, Descartes busca probar la existencia de Dios y que Dios no es un engañador.
En 3 oraciones:
El documento resume las 6 meditaciones metafísicas de Descartes, donde en la primera duda de todo lo que conoce a través de los sentidos y el sueño. En la segunda meditación, Descartes concluye que aunque todo puede ser falso, él existe porque piensa. En la tercera meditación, Descartes busca probar la existencia de Dios y que Dios no es un engañador.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8
RESUMEN DESCARTES – MEDITACIONES METAFISICAS.
Resumen de las seis meditaciones siguientes.
o En la primera se proponen razones por las cuales podemos dudar en general de todas las cosas, y en particular de las cosas materiales. Esta duda general nos libera de toda suerte de prejuicios, y nos prepara un camino muy fácil para acostumbrar a nuestro espíritu a separarse de los sentidos. Nos lleva a que no podamos tener duda alguna sobre aquello que descubramos como verdadero. o En la segunda el espíritu supone que ninguna cosa de cuya existencia tenga la más mínima duda existe, reconoce ser absolutamente imposible que el mismo sin embargo no existe. Así llega a distinguir aquello que pertenece a él (naturaleza intelectual) de aquello que pertenece al cuerpo o En la tercera meditación trata en extenso los argumentos de los que se sirve para probar la existencia de Dios. o En la cuarta queda probado que todas las cosas que conocemos muy clara y distintamente son verdaderas, y a la vez se explica en que consiste la naturaleza del error y la falsedad, lo que debe saberse, tanto para confirmar las verdades precedentes como para mejor entender las que siguen. o En la quinta meditación demás de explicarse la naturaleza corpórea en general, se vuelve a demostrar la existencia de Dios con nuevas razones. o En la sexta meditación se distinguen el acto del entendimiento del de la imaginación, describiendo las señales de esa distinción. Meditación primera – de las cosas que pueden ponerse en duda. o “era preciso emprender seriamente, una vez en la vida, la tarea de deshacerme de todas las opiniones a las que hasta entonces había dado crédito, y empezar todo de nuevo desde los fundamentos, si quería establecer algo firme y constante en las ciencias.8 o Al ser imposible refutar dudando todas las opiniones “me dirigiré en principio contra los fundamentos mismos en que se apoyaban todas mis opiniones antiguas”8 o Todo lo que he admitido hasta el presente como más seguro y verdadero, lo he aprendido de los sentidos o por los sentidos; ahora bien, he experimentado a veces que tales sentidos me engañaban, y es prudente no fiarse nunca por entero de quienes nos han engañado una vez.8 De todas formas es posible encontremos cosas de las que no podemos razonablemente dudar, aunque las conozcamos por su medio; como, por ejemplo, que estoy aquí, sentado junto al fuego… 8 o Ante el dilema de distinguir lo vivido despierto de lo vivido en sueño Descartes dice ”veo de un modo tan manifiesto que no hay indicios concluyentes ni señales que basten a distinguir con claridad el sueño de la vigilia, que acabo atónito, y mi estupor es tal que casi puede persuadirme de que estoy durmiendo”.9 o Hay qye confesar al menos que las ocsas que nos representamos en sueños son como cuadros y pinturas que deben formarse a semejanza de algo real y verdadero; de manera que por lo menos esas cosas generales no son imaginarias, sino que en verdad existen … aun pudiendo ser imaginarias esas cosas generales es preciso confesar, de todos modos, que hay cosas aun mas simples y universales realmente existentes, por cuya mezcla, ni mas ni menos que por la de algunos colores verdaderos, se forman todas las imágenes de las cosas que residen en nuestro pensamiento, ya sean verdaderas y reales, ya fingidas y fantásticas.9 De ese genero es la naturaleza corpórea en general, y su extensión, asi como la figura de las cosas extensas, su cantidad o magnitud, su numero, y también el lugar en que están, el tiempo que mide su duración y otras por el estilo.9 Toda ciencia que depende de las cosas compuestas entonces es dudosa. No asi la matemática y la aritmética que tratan de cosas simples y generales. o Para evitar el engaño será presiso “emplear todas mis fuerzas en engañarme a mi mismo, fingiendo que todas esas opiniones son falsas e imaginarias; hasta que, habiendo equilibrado el peso de mis prejuicios de suerte que no puedan inclinar mi opinión de un lado ni de otro, ya no sean dueños de mi juicio los malos habitos que lo desvían del camino recto que puede conducirlo al conocimiento de la verdad. Pues esto seguro de que, entretanto, no puede haber peligro ni error en ese modo de proceder, y de que nunca será demasiada mi presente desconfianza, puesto que ahora no se trata de obrar, sino solo de meditarr y conocer” 11 Por esto supondrá que en vez de Dios hay un genio maligno el cual ha usado toda su industria para engañarlo o Tres grados de duda: Primero duda de lo aprendido por los sentidos. Segundo duda de que las cosas puedan ser un sueño. Tercera duda es que un genio maligno (igual a Dios) intente en todo engañarlo. Meditación segunda – de la naturaleza del espíritu humano; y que es mas fácil de conocer que el cuerpo. o Continua “alejándome de todo aquello en que pueda imaginar la mas minima duda, del mismo modo que si supiera que es completamente falso; y seguire siempre por ese camino, hasta haber encontrado algo cierto, o al menos, si otra cosa no puedo, hasta saber de cierto que nada cierto hay en el mundo” 12 o “Supongo que todo lo que veo es falso; estoy persuadido de que nada de cuanto mi mendaz memoria me representa ha existido jamas; pienso que carezco de sentidos; creo que cuerpo, figura, extensión, movimiento, lugar, no son sino quimeras de mi espírito.” 12. Lo único que se puede tener porverdadero es que nada cierto hay en el mundo. o Si yo estoy persuadido de algo, o meramente si pienso algo, es porque yo soy. 12. Y si el engañador me engaña, entonces no cabe duda de que soy. Resulta que es preciso concluir y dar como cosa cierta que esta proposición “yo soy”, “yo existo”, es necesariamente verdadera. 12 o El pensamiento es un atributo que me pertenece, siendo el único que no puede sapararse de mi.13-14 Yo soy, yo existo; eso es cierto, pero ¿Cuánto tiempo? Todo el tiempo que estoy pensando: pues quizá ocurriese que, si yo cesara de pensar, cesaría al mismo tiempo de existir.14 Soy una cosa que piensa. 14 o Sé con certeza que nada de lo que puedo comprender por medio de la imaginación pertenece al conocimiento que tengo de mi mismo, y que es preciso apartar el espíritu de esa manera de concebir, para que pueda conocer con distinción su propia naturaleza.14 o ¿Qué soy entonces? Una cosa que piensa. Y ¿Qué es una cosa que piensa? Es una cosa que duda, que entiende, que afirma, que niega, que quiere, que no quiere, que imagina también, y que siente. 14 o Da el ejemplo de un pedaso de cera de abeja con sus características, pero que al acercarse al fuego todas esas características desaparecen, pero la cera de abeja sigue siendo cera de abeja. Y eso lo explica porque la cera era “un cuerpo que un poco antes de me aparecia bajo esas formas, y ahora otras distintas”15 No puedo concebir lo que es la cera por medio de la imaginación, sino solamente por medio del entendimiento. Se comprende por la capacidad de juzgar que recide en el espíritu lo que se ve con los ojos. o Si por tocar la cera juzgo que existe, se seguirá lo mismo, a saber, que existo yo; y si lo juzgo porque me persuade de ello mi imaginación, o por cualquier otra causa, resultara la misma conclusión. Y lo que he notado aquí de la cera es licito aplicarlo a todas las demás cosas que están fuera de mi.17 Meditación tercera – de Dios; que existe. o Soy una cosa que piensa, es decir, que duda, afirma, niega, conoce unas pocas cosas, ignora otras muchas, ama, odia, quiere, no quiere, y que también imagina y siente, pues, como he observado mas arriba, aunque lo que siento e imagino acaso no sea nada fuera de mi y en si mismo, con todo estoy seguro de que esos modos de pensar residen y se hallan en mi, sin duda. Y con lo poco que acabo de decir, creo haber enumerado todo lo que se de cierto, o, al menos, todo lo que he advertido saber hasta aquí.18 o Debo examinar si hay Dios, en cuanto se me presente la ocacion, y, si resulta haberlo, debo también examinar si puede ser engañador; pues, sin conocer esas dos verdades, no veo como voy a poder alcanzar certeza de cosa alguna. 19 o De entre mis pensmientos, unos son como imágenes de cosas, y a estos solos conviene con propiedad el nombre de idea: como cuando me represento un hombre, una quimera,… .otros, además, tienen otras formas: como cuando quiero, temo, afirmo o niego; pues, si bien concibo entonces alguna cosa de la que trata la acción de mi espíritu, añado asi mismo algo, mediante esa acción, a la idea que tenfo de aquella cosa; y de este genero de pensamientos, unos son llamados voluntades o afecciones, y otros, juicios. Por lo que toca a las ideas, si se las considera solo en si mismas, sin relación a ninguna otra cosa, o pueden ser llamadas con propiedad falsas.19 No es tampoco de temer que pueda hallarse falsedad en las afecciones o voluntades; pues aunque yo pueda desear cosas malas, o que nunca hayan existido, no es menos cierto por ello que yo las deseo.19 Solo en los juicios debo tener mucho cuidado de no erraar… el principal y mas frecuente error que puede encontrarse en ellos consiste en juzgar que las ideas que están en mi son semejante so conformes a cosas que están fuera de mi. 19 o Hasta el momento no ha sido un juicio cierto y bien pensado, sino solo un ciego y temerario impulso, lo que me ha hecho creer que existían cosas fuera de mi, diferentes de mi, y que, por medio de los órganos de mis sentidos, o por algún otro, me enviaban sus ideas o imágenes, e imprimían en i sus semejanzas. 21 o Aunque pueda ocurrir que de una idea nazca otra idea, ese proceso no puede ser infinito, sino que hay que llegar finalmente a una idea primera, cuya causa sea como un arquetipo, en el que este formal y efectivamente contenida toda la realidad o perfeccion que en la idea esta solo de modo objetivo o por representación. De manera que la luz natural me hace saber con certeza que las ideas son en mi como cuadros o imágenes, que pueden con facilidad ser copias defectuosas de las cosas, pero que en ningún caso pueden contener nada mayor o mas perfecto que estas. 22 o Si la realidad objetiva de alguna de mis ideas es tal que yo pueda saber con claridad que esa realidad no esta en mi firmal ni eminentemente (y, por consiguiente, que yo no puedo ser causa de tal idea), se sigue entonces necesariamente de ello que no estoy solo en el mundo, y que existe otra cosa, que es causa de esa idea; si por el contrariom no hallo en mi una idea asi, entonces careceré de argumentos que puedan darme certeza de la existencia de algo que no sea yo.22 o Aunque mas arriba haya yo notado que solo en los jucios puede encontrarse falsedad propiamente dicha, en sentido formal, con todo, puede hallarse en lkas ideas cierta falsedad material. A saber: cuando representan lo que no es nada como si fuera algo. Por ejemplo, las ideas que tengo de frio y de calor son tan poco claras y distintas. Que mediante ellas no puedo discernir si el frio es solo una privación de calor, o el calir una pricacion de frio, o bien si ambas son o no cualidades reales; y por cuanto, siendo las ideas como imágenes, no puede haber ninguna que no parezca representarnos algo, si es cierto que el frio es solo privación de calor, la idea que me lo representa como algo real y positivo podrá, no sin razón, llamarse falsa, y lo mismo sucederá con ideas semejantes. 23 o Cuando pienso que existo ahora, y me acuerdo además de haber existido antes, y concibo varios pensamientos cuyo numero conozco, entonces adquiero las ideas de duración y numero, las cuales puedo luego transferir a cualesquiea otras cosas. 23 o Por Dios entiendo una substancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente, omnipotente, que me ha creado a mi mismo y a todas las demás cosas que existen (si es que existe alguna). Pues bien, eso que entiendo por Dios es tan grande y eminente, que cuanto mas atentamente lo consedero menos convencido estoy de que una idea asi pueda proceder solo de mi. Y, por consiguiente, hay que concluir necesariamente, según lo antedicho, que Dios existe. Pues, aunque yo tenga la idea de substancia en virtud de ser yo una substancia, no podría tener la idea de una substancia infinita, siendo yo fifnio, si no la hubiera puesto en mi una substancia que verdaderamente fuese infinita. 24 Veo manifiestamente que hay mas realidad en la substancia infinita que en la finita y, por ende, que, en cierto modo, tengo antes en mi la nocion de lo infinito que la de lo finito: antes la de Dios que la de mi mismo. No hay idea alguna que sea por si misma mas verdadera, ni menos sospechosa de error y falsedad 24 (que la idea de Dios) o En la causa debe haber por lo menos tanta realidad como en el efecto. Y entonces, puesto que soy una cosa que piensa, y que tengo en mi una idea de Dios, sea cualquiera la causa que se la atribuya a mi naturaleza, deberá ser en cualquier caso, asimismo, una cosa que piensa, y poseer en si la idea de todas las perfecciones que atribuyo a la naturaleza divina.26 Si (esta causa – habalndo de la toma de existencia-) la toma de si misma, se sigue, por las razones antedichas, que ella misma ha de ser Dios, pues teniendo el poder de existir por si , debe tener también, sin duda, el poder de poseer actualmente todas las perfecciones cuyas ideas concibe, es decir, todas las que yo concibo como dadas en Dios. Y si toma su existencia de alguna otra causa distinta de ella, nos preguntaremos de nuevo, y por igual razón, si esta segunda causa existe por si o por otra cosa, hasta que de grado en grado lleguemos por ultimo a una causa que resultara ser Dios. 26 o Toda la fuerza que he usado para probar la existencia de Dios consiste en que reconozco que seria imposible que mi naturaleza fuera tal cual es, o sea, que yo tuviera la idea de Dios, si Dios no existiera realmente: ese mismo Dios, digo, cuya idea esta en mi, es decir, que posee todas esas altas perfecciones, de las que nuestro espíritu puede alcanzar alguna nocion, aunque no las comprneda por entero, y que no tiene ningún defecto ni nada que sea señal de imperfección. Por lo que es evidente que no puede ser engañador, puesto que la luz natural nos enseña que el engaño depende de algún defecto. 27 Meditación cuarta – de lo verdadero y lo falso. o LA IDEA QUE TENGO DEL ESPIRITU HUMANO, SEGÚN LA CUAL ESTE ES UNA COSA pensante, y no una extensa con longuitud, anchura, ni profundidad, ni participa de nada de lo que pertenece al cuerpo, es incomparablemente mas distinta que la idea de una cosa corpórea. Y se presenta a mi espíritu con tanta claridad la idea de un ser completo e independiente (Dios) al considerar que dudo, o sea, que soy incompleto y dependiente, e igualmente con tanta evidencia concluyo la existencia de Dios y la completa dependencia en que la mia esta respecto de El, partiendo de que aquella idea esta en mi, o bien de que yo, poseedor de dicha idea, existe, que no creo que el espíritu humano pueda conocer mejor ninguna otra cosa. 30. o Es imposible que Dios me engañe nunca, puesto que en todo fraude y engaño hay una especie de imperfección. Y aunque parezca que tener el poder de engañar es señal de sutileza o potencia, sin embargo, pretender engañar es indicio cierto de debilidad o malicia y, por tanto, es algo que no puede darse en Dios. 30 o Cuando no pienso mas que en Dios, no descubro en mi causa alguna de error o falsedad; mas volviendo luego sobre mi, la experiencia me enseña que estoy sujeto a infinidad de errores; y, al buscar la causa de ellos, noto que no se presenta solo a i espíritu una real y positiva idea de Dios, o sea, de un ser sumamente perfecto, sino también, por decirlo asi, cierta idea negativa de la nada, o sea, de lo que esta infinitamente alejado de toda perfeccion; y advierto que soy como un termino medio entre Dios y la nada, es decir, colocado de tal suerte entre el supremo ser y el no ser que, en cuanto el supremo ser me ha creado, nada hallo en mi que pueda llevarme a error, pero, si me considero como participe, en cierto modo, de la nada o el no ser (es decir, en cuento que yo no soy el ser supremo), me veo expuesto a muchísimos defectos, y asi no es de extrañar que yerre. 30-31 o Cuado se indaga si las obras de Dios son perfectas, no debe considerarse una sola criatura por separado, sino el conjunto de todas ellas; pues una cosa que no sin raonz podría parecer muy imperfecta, si estuviera aislada en el mundo, resulta ser muy perceta cuando se la considera como una parte del universo. Y aunque yo no he conocido con certeza, desde que me porpuse dudar de todo, mas que mi existencia y la de Dios, sin embargo, como también he reconocido el infinito poder de Dios, me seria imposible negar que ha producido muchas otras cosas de tal manera que yo existe y este situado en el mundo como una parte de la totalidad de los seres.31 o El error depende del entendimiento y de la voluntad. El libre albitrio es la única facultad de tal magnitud que hace pensar tenemos una relación de imagen y semejanza con Dios. o No son causa de mis errores, ni el poder de querer por si mismo, que he recibido de Dios y es ampisimo y perfectísimo en su genero, ni tampoco el poder de entender, pues como lo concibo todo medianta esta potencia que Dios me ha dado para entender, sin duda todo cuanto concibo lo concibo rectamente, y no es posible que esto me engañe. 33 Los errores entonces nacen de que “siendo la voluntad mas amplia que el entendimiento, no la contengo dentro de los mismos limites que este, sino que la extiendo también a las cosas que no entiendo, y, siendo indiferente a estas, se extravia con facilidad, y escoge el mal en vez del bien, o lo falso en vez de lo verdadero. Y ello hace que me engañe y peque. 33 o No hay imperfección en Dios por haberme otorgado la libertad de dar o no dar mi juicio acerca de cosas de las que no tengo conocimiento claro en mi entendimiento; pero si la hay en mi por no usar bien esa libertad, y dar emerariamente mi juicio acerca de cosas que solo concibo como oscuras y confusas.34 o Para alcanzar la verdad “detengo lo bastante mi atencio en todas las cosas que conciba perfectamente, y las separo de todas aquellas que solo conciba de un modo confuso y oscuro” 35 Meditación quinta - De la esencia de las cosas maeriales; y otra vez de la existencia de Dios. o Hallo en mi infinidd de idas de ciertas cosas, cuyas cosas no pueden ser estimadas como una pura nada, aunque tal vez no tengan exitencia fuera de mi pensamiento, y que no son fingidas por mi, aunque yo sea libre de pensarlas o no; sino que tiene naturaleza verdadera e inmutable. Asi, por ejemplo, cuando imagino un triangulo, aun no existiendo acaso una tal figura en ningún lugar, fuera de mi pensamiento, y aun cuando jamas la haya habido, no deja por ello de haber cierta naturaleza, o forma, o esencia de esa figura, la cual es inmutable y eterna, no ha sido inventada por mi y o depende en modo alguno de mi espíritu. 37 o Aunque nada de lo que he concluido en las meditacones precedente fuese verdadero, yo debería tener la existencia de Dios por algo tan cierto, como hasta aquí he considerado las verdades de la matemática, que no atañen sino a números y figuras. 37 La existencia y la esencia de Dios son tan separables como la esencia de un triangulo rectilíneo y el hecho de que sus tres angulos valgan dos rectos, o la idea de montaña y la de valla; de suerte que no repugna menos concebir un Dios al que le falte la existencia, de lo que repugna concebir una montaña a la que le falte el valle. 37 La necesidad de la cosa misma ( la existencia de Dios) determina a mi pensamiento para que piense eso (la existencia de Dios) o Vengo a concocer de muchas maneras que esta idea (la existencia de Dios) no es algo fingido o inventado, dependiente solo de mi pensamiento, sino la imagen de una naturaleza verdadera e inmutable. En primer lugar, porque, aparte de Dios, ninguna otra cosa puedo concebir a cuya esencia pertenezca necesariemnte la existencia. En segundo lugar, porque me es imposible concebir dos o mas dioses de la misma naturaleza, y, dado que hay uno que exista ahora, veo con claridad que es necesario que haya existido antes desde toda la eternidad, y que exista eternamente en el futuro. Y, por ultimo, porque conozco en Dios muchas otras cosas que no puede disminuir ni cambiar en anda. 38-39. Meditación sexta: de la existencia de las cosas materiales, y de la distinción real entre el alma y el cuerpo. o Necesito para imaginar una peculiar tensión del animo, de la que no hago uso para entender o concebir; y esa peculiar tensión del animo muestra claramente la diferencia entre la imginacion y la pura intelección o concepción. 42 o Si existe algin cuerpo al que mi espíritu este tan estrechamente unido que pueda, digamoslo asi, mirarlo en su interior siempre que quiera, es posible que por medio de el imagine las cosas corpóreas. De suerte que esta menra de pensar difiere de la pura intelección en que el espíritu, cuando entiende o concibe, se vuelve hacia el cuerpo y considera en este algo que es conforme, o a una idea que el espíritu ha concebido por si mismo, o a una idea que ha percibido por los sentidos. 43 El haber cuerpos es solo una posibilidad. o Ya que se que todas las cosas que concibo clara y distintamente pueden ser producidad por Dios tal y como las concibo, me basta con poder concebir clara y distintamente una cosa sin otra, para estar seguro de que la una es diferente de la otra, ya que, al menos en virtud de la omnipotencia de Dios, puede darse separadamente, y entonces ya no importa cual sea la potencia que produzca esa separación, para que me sea forzoso estimarlas como diferentes. 45 Como sé de cierto que xisto, y, sin embargo, no advierto que convenga necesariamente a mi naturaleza o esencia otra cosa que ser cosa pensante, concluyo rectamente que mi esencia consiste solo en ser una cosa que piensa, o na substancia cuya esencia o naturaleza toda consiste solo en pensar … es cierto entonces que ese yo (es decir, mi alma, por la cual yo soy lo que soy), es eternamente distinto de mi cuerpo, y que puede existir sin el. 45 o Al final de cuenta debe reconocerse que existen cosas corpóreas. o No es dudoso que algo de verdad hay en todo lo que la anturalza me enseña, pues por naturaleza, considerada en general, no entiendo ahora otra cosa que Dios mismo, o el orden dispuesto por Dios en las cosas creadas, y por mi naturaleza, en aprticular, no entiendo otra cosa que la ordenada trabazón que en mi guardan todas las cosas que Dios me ha otorgado.47 Lo que esa naturaleza me enseña mas expresamente es que tengo un cuerpo … Y, por tanto, no debo dudar de que hay en ello algo de verdad. 47. Están íntimamente unidos el espíritu y el cuerpo. No como un piloto con su nave. (el yo mismo es el compuesto de cuerpo y alma) Además la naturaleza me enseña que existen otros cuerpos en torno al mio, de los que debe perseguir algunos, y evitar otros. 47 o Hay cierta diferencia entre el espíritu y el cuerpo; pues el cuerpo es siempre divisible por naturaleza, y el espíritu es enteramente indivisible. 50 El espíritu no recibe inmediatamente la impresión de todas las partes de cuerpo, son solo del cerebro, o acaso mejor, de una de sus partes mas pequeñas, a saber, de aquella en que se ejercita esa facultad llamada sentido común. 50 Puesto que cada uno de los movimientos ocurridos en la parte del cerebro de la que recibe la impresión el espíritu de un modo inmediato, causa una sola sensación, nada mejor puede entonces imaginarse ni desearse sino que al movimiento haga sentir al espíritu, de entre todas las sensaciones que es capaz de causar, auqella que sea mas propia y ordinariamente útil para la conservación del cuerpo humano en perfecta salud. 50-51 o Hay que reconocer que la vida humana esta frecuentemente sujeta al error en las cosas particualres; en suma, hay que confesar la endeblez de nuestra naturaleza.