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CAPITULO I.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1. El Problema y su Importancia

La educación entendida como un hecho y una práctica social, no puede ser comprendida
sino es en un marco complejo que la contextualiza y que, al ser histórico, político y
económico, la ubica en un lugar que no es precisamente una forma cristalizada de un
espacio físico -el aula-, sino que abarca un conjunto de relaciones de poder, de
concepciones ideológicas confrontados y enfrentados y de procesos ininterrumpidos de
cambios profundos que se dan como producto de la dinámica sociocultural histórica.

Partiendo de estos supuestos y siguiendo a Furlán 1999), se sostiene que “…..el estudio
de las estrategias de enseñanza docente remiten necesariamente a la búsqueda de una
clave significativa para comprender los grandes modos de transmisión que se hacen a
través de la escuela y la universidad. Los modos de transmisión se caracterizan por tener
un conjunto de dispositivos, que en conjunto forman un gran dispositivo característico de
cada época histórica”1.

Una reflexión sistemática de la acción educativa, necesariamente nos conduce a una


referencia obligada de las metodologías de enseñanza docente, la adquisición de saberes
en los estudiantes; refiriéndonos con ello por un lado, a los contenidos específicos de las
diversas áreas del conocimiento y, por otro, a las destrezas, valores, normas,
motivaciones e intereses. Tales elementos presentes en todo acto educativo, quedan
articulados en el enseñar con el aprender –la función propiamente pedagógica- y, en
consecuencia, las demás funciones son solamente instrumentales y de apoyo a dicha
función pedagógica.

La metodología de enseñanza, bien puede ser definida como “los modos de acción
cotidiana ya sean intelectuales o materiales, prácticas en plural que responden a una

1 FURLAN, A. Seminario “Visión histórica de las estrategias docentes”. Maestría en Docencia Superior. Facultad de Filosofía y Letras.
Universidad Nacional de Tucumán. Citado por NAZUL, en “Los modos educativos de transmisión en una cátedra de pregrado universitario”.
Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales Nº 22 Universidad Nacional de Jujuy (UNJU). San Salvador de Jujuy –
Argentina. 2004.p119

1
lógica táctica mediante las cuales el docente configura su existencia como individuo y
como comunidad aportando para desarrollar cultura en el contexto educativo”2.

Pero la metodología de enseñanza del docente no se centra únicamente en la técnica de


educar; toda vez que no se limita sólo a la relación académica que se genera en el aula de
clase, sino que abarca fundamentalmente la interacción cotidiana en el aula con los
estudiantes, entendida como una acción donde está presente el docente en sus
dimensiones personales y profesionales; es decir -siguiendo a Max Weber-, como
individuo actuante que le asigna un significado subjetivo a su conducta. Esta dimensión
individual subjetiva es central; puesto que las conductas que el docente –en su faceta
individual- asume en una determinada situación, responden a una especie de ajuste
cultural, pues como miembro de ella conoce las normas, las reglas y los significados que
en ella rigen y, a través de ello, adecua su conducta en relación al contexto que transforma
ese comportamiento en acción.

De esta forma, hay un reconocimiento tácito de qué es lo que hace un profesor: enseñar,
la cual está determinada socialmente y con ello, históricamente, tanto en el sentido del
proceso de internalización de las estructuras sociales, como en el sentido de cómo esas
estructuras han sido recreadas por las generaciones anteriores (habitus).

Ahora bien, siguiendo a Bourdieu, señalar que el habitus, hace referencia al conjunto de
disposiciones que se manifiestan en forma de esquemas de percepción, pensamiento y
acción; que está condicionado socioestructuralmente, en el sentido de que en el individuo
se va formando mediante la internalización de las condiciones sociales externas de su
existencia, a través de la posición específica que éste, y la clase social a la cual se
adscribe, posee dentro de la estructura de relaciones sociales (trayectoria social, capital
económico, cultural o social). Por lo que resulta acertado pensar que los estudiantes
desde la niñez han asimilado una imagen cultural de la práctica docente (desempeño
docente como tal) y, en ese mismo sentido, los docentes saben y se reconocen en ese
colectivo social.

2RESTREPO, Mario. “La docencia como práctica: Un concepto un estilo y un modelo”. (Facultad de Educación. Universidad Javeriana). Ed.
CIUP. Revista Colombiana de Educación. Nº 15. Bogotá – Colombia. 2002. p. 89.

2
Así, la metodología de enseñanza desplegada por el docente en el aula, se enmarca en el
desarrollo de procesos de construcción de saberes y conocimientos en el espacio social,
académico y cultural, que mediados por la reflexión permanente deberían conducir a un
profundo análisis en torno al rol docente en el aula y fortalecer su formación disciplinar e
investigativa, en la medida en que interactúa con las necesidades concretas de los
estudiantes en relación con el lenguaje comunicativo, la convivencia y las formas de
acceder al conocimiento que lo sitúen en contextos donde la discusión, el análisis, la
reflexión, la confrontación, lo hagan propositivo frente a su rol como educador.

Sin embargo, a nuestro entender, tales dimensiones de las metodologías de enseñanza


docente (modelos, creencias, estilos), deberían ser analizadas y reflexionadas desde la
perspectiva de los estudiantes y los significados que éstos le atribuyen, en un esfuerzo por
evitar reduccionismos en su explicación comprensión e interpretación que por lo general,
siempre han sido realizadas desde los modelos pedagógicos. Dicho de otra forma, se trata
de comprender (Verstehen) las metodologías de enseñanza docente -entendida como
fenómeno social-, desde la perspectiva de los estudiantes, quienes guiados por su
intuición, su percepción identificarán el sentido de la acción, según la intención del actor
(docente) y reconocer el contexto al que la acción pertenece y desde donde obtiene
significado.

Desde la lógica presentada en el párrafo precedente, es posible develar nuevas


dimensiones en la comprensión del ejercicio docente entendido como el cúmulo de
experiencias y la forma como han aprendido a concebir el hecho educativo. A esta
postura, se suma también la interacción comunicativa establecida entre el docente y el
estudiante en el aula; interacción en el que se imparten relatos sociales, mediante la
discursividad. Esto es corroborado por Bernstein y Díaz (1985)3, los cuales plantean que el
discurso es el resultado de una producción; considerada como una red compleja de
relaciones sociales, que obedece a unas reglas y transformaciones que se originan en un
contexto específico.

3BERNSTEÍN, B.; DÍAZ, M. “Hacia una teoría del discurso pedagógico”. Ed. CIUP Revista Colombiana de Educación Nº 15. Bogotá
Colombia. 2005. p. 96.

3
Así, la necesidad de comprender el significado que le otorgan los estudiantes de la
Carrera de Psicología de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), a las metodologías
de enseñanza desarrolladas por los docentes, deja abierta la posibilidad de profundizar en
las pedagogías visibles e invisibles que hacen referencia a la estructura del control y a la
forma de comunicación entre transmisor (docente) y el receptor (estudiante).

Además, esta mirada –desde la perspectiva de los estudiantes- posee muchas


implicancias en el entendimiento interpretativo que, a decir de Max Weber, es un medio
para llegar a un entendimiento y explicación causal de la acción social, el cual puede ser
observacional directo -entender qué hace el individuo-, o explicativo que conlleva mayor
profundidad, en razón a que además de entender, incluye el porqué lo hace y qué motivos
tiene para hacerlo; esto se logra cuando se coloca una acción racional en un contexto de
significado inteligible e inclusivo, que posibilite la interpretación de la subjetividad con un
alto grado de verificación.

En tal virtud, se espera comprender e interpretar el significado que le atribuyen los


estudiantes a las metodologías de enseñanza docente; siguiendo inicialmente a Peter
Berger (introducción a la Sociología), quién plantea la necesidad del abordaje integral del
objeto de estudio que desde ya, denota un gran complejo de relaciones humanas, modos
de actuación cotidiana docente, desempeño y rol docente, construcción de saberes,
desarrollo de acciones de enseñanza, niveles de interacción con los estudiantes y los
profesores; además de las orientaciones que guían el proceso comunicacional (calidad de
la interacción, de la interrelación y de la reciprocidad).

1.2. Justificación

Las instituciones educativas en general, entre las que se encuentra la Universidad Mayor
de San Simón de la ciudad de Cochabamba, República de Bolivia, se constituyen en
centros generadores de conocimientos y formadores de nuevas generaciones, capaces de
producir conocimiento y ejercer idóneamente su papel en el desarrollo económico, político,
cultural y social en el medio en el que se hallan insertos.

4
Ahora bien, en lo referente a la formación de profesionales en el área de Psicología, la
Universidad Mayor de San Simón, ha delegado esta responsabilidad y tuición a la Facultad
de Humanidades y Ciencias de la Educación, como la máxima instancia universitaria
encargada de la administración y evaluación de su funcionamiento. La licenciatura en
Psicología4 posee la mayor cantidad de estudiantes matriculados en la facultad, que
asciende a un total de 615 estudiantes distribuidos en los distintos semestres académicos
previstos en el Plan de Estudios vigente (10 semestres).

El objetivo principal de la Carrera, es la formación de profesionales psicólogos capaces de


integrar sus conocimientos, habilidades y actitudes en una conceptualización científica,
epistemológica y crítica del sujeto psicológico, desde las perspectivas teóricas que
propone el Plan de Estudios, para aportar en la investigación, evaluación, prevención e
intervención de los problemas de salud mental, psicoeducativos y psicosociales que se
presentan en la realidad regional y nacional, atendiendo las necesidades y demandas
individuales, grupales o comunitarias propias del quehacer psicológico.

Por la importancia del mismo, el Plan de Estudios ofrece a los futuros profesionales en el
área de Psicología no sólo conocimientos sólidos sobre la problemática psicológica, sino
también el dominio de las habilidades que caractericen su actividad profesional. Tal
aspiración exige sin duda, analizar y reflexionar críticamente los lineamientos
pedagógicos, con los cuales se encuentra operando los procesos académicos la Carrera
de Psicología; pero principalmente, los aspectos pedagógicos relacionados con el proceso
educativo (enseñanza-aprendizaje) y el rol docente (práctica docente) en el aula; que
guían el desempeño académico universitario y su importancia capital en la transmisión de
conocimientos significativos impartidos en la formación del profesional en Psicología.

Por lo tanto, es fundamental que la universidad otorgue especial interés y preocupación a


las metodologías de enseñanza docente que representan por sobre muchas otras
consideraciones, la responsabilidad que tiene cada institución, de asegurar la calidad
educativa y la actualización profesional. Pero esta apreciación se dificulta si nos

4Documento. “Informe de Seguimiento a la matrícula universitaria de la Carrera de Psicología”. Carrera de Psicología. Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad Mayor de San Simón. 2009. p. 9.

5
adentramos en la comprensión e interpretación del significado que tiene para los
estudiantes esa metodología de enseñanza desarrollada por los docentes, al ser un
arquetipo tan perfectamente delineado y que conlleva a la interpretación del sentido
subjetivo de la acción que se da en la conducta de los actores en determinadas
situaciones.

A esto se suma también el hecho de que la investigación, por lo general, ha privilegiado el


papel que juega el docente como principal mediador del proceso educativo, en tanto que el
papel del estudiante no ha sido suficientemente atendido. Así observamos estudios
diversos referidos al pensamiento del docente; investigaciones que recogen sus creencias,
expectativas, teorías implícitas y en general, sus concepciones relacionadas sobre la
práctica pedagógica apoyándose en metodologías de enseñanza.

Sin embargo, consideramos que las concepciones y significados de los estudiantes son
también insoslayables para comprender las formas y/o maneras en que las metodologías
de enseñanza desarrolladas por el docente, les permiten acercarse al conocimiento, su
actuación en el aula a la vez que se constituye como punto de partida de su propio
proceso de aprendizaje. Por ello, nos adscribimos al reconocimiento de que como proceso
interactivo, las valoraciones y significados que atribuyen los estudiantes a las
metodologías de enseñanza docente y, por ende a su aprendizaje, constituyen
importantes mediadores en la comprensión de la influencia que ésta ejerce en su
formación profesional.

De ahí la importancia de comprender el significado que le atribuyen los estudiantes a las


metodologías de enseñanza docente, en tanto significado factual subjetivo en el accionar
individual que constituye un accionar social específico del docente, donde convergen
saberes disciplinares, pedagógicos, didácticos e investigativos alrededor del trabajo que
desempeña en el aula. En esa orientación, creemos que el presente estudio posee
relevancia, social, teórica y metodológica por las siguientes razones:

En primer lugar, se espera que los resultados obtenidos en la investigación, contribuyan a


orientar las políticas educativas institucionales de la Universidad Mayor de San Simón

6
referidas a las metodologías de enseñanza docente que se desarrollan en la Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación y, concretamente en la Carrera de Psicología,
que representan por sobre muchas otras consideraciones, la responsabilidad que tiene
cada institución, de asegurar la calidad educativa y la actualización profesional.

En segundo lugar, la investigación por lo general, ha privilegiado el papel que juega el


docente como principal mediador del proceso educativo, en tanto que el papel del
estudiante no ha sido suficientemente atendido.

Por lo mismo, conlleva realizar un esfuerzo metodológico en torno a contar con otra
mirada, otra perspectiva -desde los estudiantes-, sobre el hecho educativo que se
desarrolla en la Carrera de Psicología. Precisamente ahí radica la relevancia teórica y
metodológica del presente estudio, en tanto busca recoger discursos, significados que
otorgan los estudiantes a las metodologías de enseñanza docentes, conocer sus
creencias, expectativas, teorías implícitas y en general, las concepciones relacionadas
sobre la práctica docente.

En tercer lugar, consideramos que las concepciones y significados de los estudiantes son
insoslayables a la hora de comprender las motivaciones que guían el accionar del docente
en el aula, las metodologías de enseñanza que utiliza; y en general, su actuación en el
aula. De ahí que nos adscribimos al reconocimiento de que como proceso interactivo, las
valoraciones y significados que atribuyen los estudiantes a las metodologías de
enseñanza docente y, por ende a su aprendizaje, constituyen importantes mediadores en
la comprensión de la influencia que ésta ejerce en su formación profesional.

Finalmente, indicar que el solo hecho de realizar un estudio sistemático sobre el


significado que le atribuyen los estudiantes a las metodologías de enseñanza docente, en
tanto significado factual subjetivo en el accionar individual que constituye un accionar
social específico del docente, donde convergen saberes disciplinares, pedagógicos,
didácticos e investigativos alrededor del trabajo que desempeña en el aula; denota
ampliamente la relevancia teórica y metodológica del presente estudio y contribuye
significativamente a la mejora de la calidad de la enseñanza desarrollada en la institución;

7
logrando un conocimiento mucho más riguroso y objetivo del proceso educativo desde la
perspectiva de los estudiantes quienes se constituyen en sujetos centrales de la acción
educativa.

1.3. Enunciado del Problema

Con las consideraciones descritas anteriormente, se formula el problema del presente


estudio en los siguientes términos:

¿Cuál es el significado que otorgan los estudiantes a las metodologías de


enseñanza desarrolladas por los docentes de la Carrera de Psicología de
la Universidad Mayor de San Simón de la ciudad de Cochabamba-Bolivia
en el año 2009?

1.4. Objetivos de la Investigación

1.4.1. Objetivo General

• Conocer y comprender el significado que le atribuyen los estudiantes a las


metodologías de enseñanza aplicadas por los docentes de la Carrera de
Psicología.

1.4.2. Objetivos Específicos.

• Analizar las principales características de las metodologías de enseñanza


desarrolladas por los docentes de la Carrera de Psicología, desde la perspectiva de
los estudiantes.

• Identificar las fortalezas y debilidades de las metodologías de enseñanza docente,


desde la perspectiva de los estudiantes

• Develar el significado que ejercen las metodologías de enseñanza docente en el


aprendizaje, desde la perspectiva de los estudiantes.

8
CAPITULO II. ANTECEDENTES EMPÍRICOS Y TEÓRICOS

2.1. ANTECEDENTES EMPÍRICOS

2.1.1. La Universidad Mayor de San Simón

2.1.1.1. Breve Reseña Histórica

Durante el gobierno del Mariscal de Zepita, Andrés de Santa Cruz, mediante Ley de 5 de
noviembre de 18305 tuvo lugar la fundación de la Universidad Mayor de San Simón
(UMSS) en la ciudad de Cochabamba. Asimismo, esta Ley dispuso la creación y
funcionamiento de la Academia de Practicantes Juristas, constituyéndose la Facultad de
Derecho, en lo que hoy corresponde al edificio del Colegio Nacional de Sucre. Es a partir
de 1834 donde se empiezan a otorgar los primeros títulos de Doctor en Derecho.
Posteriormente, en el año de 1976 tuvo lugar la creación de la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación.

A 179 años de su fundación, la UMSS es una de las instituciones universitarias de


vanguardia y de permanente servicio al país. Su prestigio e importancia en el ámbito
nacional es avalado a través de la formación de sus recursos humanos que han contribuido
con sus aportes intelectuales en el desarrollo social, político, educativo, artístico y científico
de Bolivia.

"La UMSS es la única institución de educación superior pública del Departamento de


Cochabamba, es componente del Sistema de la Universidad Boliviana, constituyéndose por
su población estudiantil en la segunda en el país. Desarrolla 45 programas académicos de
Pre-grado (carreras) a nivel de licenciatura, Técnico Superior y Técnico Medio; y Cursos de
Postgrado, a nivel de Especialidad, Diplomado y de Maestría"6.

5 Documento. “Estatuto Orgánico de la Universidad Mayor de San Simón”. Dirección de Planificación Académica DPA-UMSS. Cochabamba –

Bolivia. 2004. p. 4.
6 Documento "Plan Quinquenal de Desarrollo 1997-2001". (Aprobado por resolución del Honorable Consejo Universitario). U.M.S.S.

Cochabamba – Bolivia. 1996. p.16.

9
La actividad académica se desarrolla básicamente en nueve facultades, dos Escuelas, un
Instituto y tres centros multidisciplinarios. Las crecientes actividades creadoras de
conocimientos, producción y servicios cuentan con el reconocimiento local, nacional e
internacional y se desarrollan a través de programas y proyectos en las diversas unidades de
investigación científica y tecnológica y de interacción

Para la consolidación de sus fines y objetivos, la Universidad Mayor de San Simón puede
clasificarse como una institución de educación superior de modelo clásico multifuncional.

En lo que respecta a su estructura de funcionamiento institucional plasmado en su Estatuto


Orgánico, la Docencia es una de las actividades que presentan mayor predominancia con
relación a las tareas de desarrollo en la Investigación Científica y Tecnológica, que a su
vez, aborda temas de interés y candente actualidad regional y nacional; los mismos que se
vinculan con la pobreza, desarrollo sostenible población y vivienda. Como un tercer pilar
fundamental de la UMSS está el ámbito de la Interacción Social que es expresado en una
serie de actividades y tareas de Extensión que son desarrollados en bien de la región
cochabambina.

Los grandes adelantos en materia de ciencia y técnica han llegado a la UMSS,


proporcionando nuevas y más eficientes herramientas para el cumplimiento de las tareas
académicas; estos adelantos científicos y tecnológicos, asociados a otras características
de los tiempos de cambio de siglo que hoy vivimos, como la Globalización del
conocimiento y de la economía, de la profundización de las diferencias entre países y
regiones pobres y ricos impactan definitivamente a todos los procesos académicos,
planteando un sin fin de exigencias y de necesidades de cambio y actualización que se
encuentra obligada a afrontar con la integridad y solvencia que históricamente la han
caracterizado.

“Los deberes y funciones de la universidad han ido evolucionando históricamente, de


acuerdo a las demandas del medio externo y a la autorreflexión de sus componentes
respecto al rol que como institución le ha tocado desempeñar"7.

7 Documento "Plan Quinquenal de Desarrollo 1997-2001". op. cit. p. 17.

10
Los cambios en los paradigmas teórico prácticos de la universidad significan la necesidad de
repensar, redefinir y readecuar su situación actual y futura respecto a sus valores, sus
funciones, sus medios y equipos operativos. Este proceso habrá de determinar un nuevo
modelo de organización propio y adecuado a la realidad universitaria, aunque sin sustraerse
totalmente de las tendencias y condicionantes que influyen en su entorno más próximo,
agrandado por las realidades globalizantes que caracterizan a nuestro mundo moderno

2.1.1.2. Principios Institucionales

De acuerdo al Estatuto Orgánico de la Universidad Mayor de San Simón8 los principios


institucionales que rigen el funcionamiento de la universidad Mayor de San Simón son
establecidos en los siguientes artículos.

Artículo 7º. La autonomía, respeto del poder estatal y de cualesquiera formas de poder
económico y/o social y la libertad académica de cátedra, es el fundamento básico en el
que la Universidad sustenta toda su actividad, constituyéndose para el efecto, en un
contexto eminentemente democrático, libre de toda interferencia que menoscaba el
cumplimiento de sus finalidades específicas de formación, investigación e interacción
social.

Artículo 8ª. Los principios de autonomía universitaria y co-gobierno, son de carácter


irrenunciable e imponen obligaciones y reconocen derechos a las autoridades, profesores,
estudiantes y dependientes administrativos. La vulneración de estos principios,
cualesquiera sean los procedimientos, implica atentado contra la existencia e integridad de
la Universidad y hace, a sus autores, indignos de toda condición universitaria.

Artículo 9º. El co-gobierno paritario docente-estudiantil, consiste en la participación


democrática de profesores y estudiantes en todos los niveles de gobierno y decisión de la
Universidad, expresando los intereses y aspiraciones del pueblo boliviano. La participación
estudiantil, en el gobierno paritario, no supone el ejercicio de las competencias ejecutivas
de los órganos de gobierno universitario.

8 Documento. “Estatuto Orgánico de la Universidad Mayor de San Simón”. op. cit. pp. 4.5.6.

11
Artículo 10º. Siendo la Universidad una Institución de enseñanza superior, rigen para ella
principios pedagógicos, que orientan el proceso Enseñanza-Aprendizaje, los de
investigación Científica y Tecnológica, así como los de Interacción Social Universitaria.

Artículo 15º. La tuición del Estado sobre las Universidades consiste en la obligación de los
Poderes Públicos de respetar, defender y dignificar la Autonomía Universitaria y en
sostener y fortificar sus economías, mediante recursos y subsidios.

2.1.2. La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad


Mayor de San Simón

2.1.2.1. Antecedentes Históricos

En 1972, como resultado de la “Reforma Académica”, se funda la Facultad de Ciencias


Puras y Naturales, compuesta por los departamentos de Matemáticas, Física, Biología y
Humanidades. El 11 de diciembre de 1976, la Conferencia Nacional de Universidades
emite la Resolución Nº 63/76 que autoriza la creación y funcionamiento de la Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación con las carreras de Psicología, Lingüística e
Idiomas y Ciencias de la Educación.

En 1980 egresa la primera promoción en Ciencias de la Educación; posteriormente, en


1981 la de Psicología y en 1982 la de lingüística e idiomas. El año 2004 se crea el
Programa de Trabajo Social y, finalmente el 2006 la Carrera de Comunicación Social pasa
a depender de la Facultad de Humanidades.

2.1.2.2. Misión Institucional

La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación es una unidad de la Universidad


Mayor de San Simón, comprometida con el desarrollo cultural, social y productivo del país,
a través de la generación de conocimiento crítico, autónomo y pluricultural, desarrollando
integradamente en procesos interculturales y multidisciplinarios de formación profesional e
interacción social.

12
2.1.2.3. Visión Institucional

La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, forma Licenciados en


Psicología, en Ciencias de la Educación, en Lingüística Aplicada a la Enseñanza de
Lenguas, en Comunicación Social y en Trabajo Social, capaces de investigar y contribuir
creativamente a las demandas y problemáticas sociales actuales y emergentes en las
comunidades, la región, el país y el mundo.

2.1.3. La Carrera de Psicología de la Universidad Mayor de San Simón

La Licenciatura en Psicología es una unidad académica dependiente de la Facultad de


Humanidades y Ciencias de la Educación que posee un plan de estudios debidamente
aprobado por la Dirección de Planificación Académica (DPA), el Honorable Concejo
Universitario (HCU) y por el Honorable Consejo Facultativo (HCF); que establece que el
periodo de formación académica abarca un total de 10 semestres distribuidos en cinco
años de formación universitaria. Con relación a las modalidades de Admisión a la Carrera,
éstas son a través de exámenes de ingreso, cursos preparatorios presenciales para el
examen de admisión, basado en pruebas de personalidad, aptitud académica;
conocimientos generales en lenguaje, literatura, historia, filosofía y psicología, desarrollo
del pensamiento, teorías básicas en el área de psicología.

Con relación a la modalidad de graduación al igual que en todas las Carreras de la


Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y en general de la UMSS, se
accede a través del Proyecto de Grado, Internado, Examen de Grado, Excelencia
Académica, Adscripción y Tesis de Grado. El estudiante, una vez cumplido todos los
requisitos académicos accede al Diploma Académico de Licenciado en Psicología y al
Título en Provisión Nacional de Psicólogo.

2.1.3.1. Propuesta Formativa

2.1.3.1.1. Objetivo Formativo

Formar profesionales psicólogos capaces de integrar sus conocimientos, habilidades y


actitudes en una conceptualización científica, epistemológica y crítica del sujeto

13
psicológico, desde las perspectivas teóricas que proponen el Plan de Estudios, para
aportar en la investigación, evaluación, prevención e intervención de los problemas de
salud mental, psicoeducativos y psicosociales que se presentan en la realidad nacional y
regional, atendiendo las necesidades y demandas individuales, grupales o comunitarias en
por lo menos, un campo de acción del quehacer psicológico.

2.1.3.1.2. Objeto de Estudio

La conducta humana, en atención a la diversidad de fases de la Psicología, se puede


orientar a tres áreas de intervención: Clínica, Social y Educativa.

2.1.3.2. Plan de Estudios

El Plan de Estudios de la Carrera de Psicología se encuentra organizado en diez


semestres, debidamente distribuidos en cinco años. A continuación presentamos el Plan
organizado por semestres con sus respectivas materias electivas a las que el estudiante
puede optar de acuerdo a las áreas de especialización a la que decida adscribirse a partir
del séptimo semestre.

CUADRO Nº 1
ORGANIZACIÓN DEL PLAN DE ESTUDIOS VIGENTE DE LA CARRERA
DE PSICOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON
PRIMER SEMESTRE SEGUNDO SEMESTRE TERCER SEMESTRE
Fundamentos de Psicología Análisis del comportamiento I Psicoanálisis I
Psicofisiología Psicofisologia II Análisis del comportamiento II
Fundamentos filosóficos de la Psicología Fenomenológica I Psicología Fenomenológica II
psicología Antropología Social Boliviana Psicología de la Gestalt
Formación social boliviana Métodos y Técnicas de Investigación Psicología Cognitiva
Psicoestadística Cuantitativa
CUARTO SEMESTRE QUINTO SEMESTRE SEXTO SEMESTRE
Psicoanálisis II Psicolinguistica Técnicas Proyectivas II
ETNOPSICOLOGÍA Psicología social Psicopatología II
PSICOLOGIA Cognitiva II Psicología de la Comunicación Psicología del Aprendizaje
Psicología Genética Psicopatología Entrevista Psicológica
Psicología Sistémica Psicometría I Psicometría II
SEPTIMO SEMESTRE OCTAVO SEMESTRE NOVENO SEMESTRE
Psicología institucional AREA CLINICA AREA CLINICA
Psicología Educativa I Clínica Cognitivo comportamental Técnicas Proyectivas III
Técnicas Proyectivas II Clínica psicoanalítica I Clínica Psicoanalítica II
Dinámica de Grupos I Clínica sistémica Modalidad de Titulación I
Métodos y Técnicas de Psicología Preventiva
Investigación Cualitativa Psicodiagnostico AREA EDUCATIVA
AREA EDUCATIVA Orientación Vocacional
Psicología Educativa II Psicopedagogía
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Psicodiagnóstico Modalidad de titulación I
Educación Especial
Interculturalidad y bilingüismo AREA SOCIAL
Dinámica de grupos II Psicología Organizacional II
AREA SOCIAL Psicología Comunitaria II
Psicología Ambiental Modalidad de titulación I
Psicología Comunitaria I
Psicología Organizacional I
Dinámica de Grupos II
Técnicas e instrumentos de intervención
psicosocial
DECIMO SEMESTRE ASIGNATURAS ELECTIVAS*
Modalidad de titulación II Psicología social II Francés
Práctica institucional no para los Psicología de la sexualidad Ingles
de internado Psicoterapia Quechua II
Psicofarmacologia Francés II
Quechua Ingles II
Fuente: Documento Plan de Estudios de la Carrera de Psicología. Aprobado por el Departamento de Desarrollo Curricular (DDC),
dependiente de la Dirección de Planificación Académica (DPA). UMSS. Cochabamba – Bolivia. 2008. pp. 108.109.
(*) Con relación a las materias electivas, los estudiantes deberán elegir un total de 2 materias optativas como mínimo de acuerdo al área de
especialización profesional que ofrece la licenciatura.

2.1.4. Estado del Arte Sobre la Temática a Investigarse

Con relación al estado del arte, señalar que se realizó una revisión documental a nivel
nacional e internacional de Tesis de Grado relacionados con la temática de estudio,
evidenciándose la existencia de cuatro investigaciones, de las cuales dos poseen un
explicativo causal y los otros dos se adscriben al enfoque comprensivo interpretativo. A
continuación presentamos algunas características y alcances de los estudios que se
constituyen en antecedentes importantes del presente trabajo de investigación.

En la gestión 2005 en el marco del programa de Maestría de Educación con


Mención en Educación Superior de la Universidad Militar de las Fuerzas Armadas
Mariscal Andrés de Santa Cruz de la ciudad de Cochabamba - Bolivia, En la
gestión 2006, se presentó la tesis de grado titulada “El proceso de Evaluación
de la Práctica Pedagógica Docente en la Carrera de Contabilidad del
Instituto Comercial Álvarez Plata – INCOS 2, de la ciudad de Cochabamba”,
elaborada por María Antonieta Méndez de Baldivieso; quién desarrolla esta
investigación con la finalidad de desarrollar un análisis sistemático sobre la
práctica pedagógica docente y su importancia en el proceso de aprendizaje
alcanzado por los estudiantes que asisten a este importante centro de formación
profesional del país.

15
El objetivo general de la investigación estuvo centrado en evaluar la práctica
pedagógica docente de la Carrera de Contabilidad del Instituto Comercial Álvarez
Plata de la Ciudad de Cochabamba. Los objetivos específicos para el logro del
objetivo general, plantean inicialmente caracterizar la situación del proceso de
evaluación de la práctica docente; la comparación de esta práctica pedagógica
con relación a la teoría pedagógica constructivista propuesto por la Ley 1565 de
Reforma Educativa; el establecimiento de indicadores de evaluación de la
práctica pedagógica y su puesta en práctica por la dirección académica del
Instituto Comercial Álvarez Plata.

Entre las principales conclusiones arribadas en el citado estudio, sobresalen los


siguientes: la práctica pedagógica desarrollada por los docentes, se fundamentan
en el modelo pedagógico conductista tradicional, caracterizado por la escasa
creatividad de innovación y utilización de métodos de enseñanza innovadores. La
práctica docente basada en este modelo pedagógico no toma en cuenta los
intereses y necesidades de los educandos y mucho menos el contexto
sociocultural; además tiende a fomentar la memorización de conceptos lejos de
cuestionarlos y construirlos críticamente.

En la gestión 2006 se presenta a la Carrera de Ciencias de la Educación de la


Universidad Americana, de la ciudad de Cochabamba, la Tesis de grado titulada
“La metodología de Enseñanza Docente y su Influencia en el Aprendizaje de
los Alumnos del Tercer Grado de Secundaria de la Unidad Educativa 14 de
Septiembre de la Provincia Chapare del Departamento de Cochabamba”,
elaborado por Jorge Mamani Acevedo, quién se propone realizar un análisis
crítico sobre la labor de enseñanza docente y su importancia en la construcción
de aprendizajes logrados por los alumnos del tercer grado de secundaria.

El objetivo general que guía el estudio plantea la necesidad de determinar cómo


la metodología de enseñanza docente favorece la construcción de aprendizajes
significativos en la asignatura de Estudios Sociales, logrados por los alumnos del

16
tercer grado de secundaria de la Unidad Educativa 14 de septiembre de la
provincia Chapare del Departamento de Cochabamba.

Los objetivos específicos expresan la realización de un análisis de la metodología


de enseñanza desarrollada por los maestros del tercer grado de secundaria; la
identificación de las fortalezas y debilidades de la metodología de enseñanza
desarrolladas por el maestro en el proceso educativo de aula y la determinación
de la importancia de la metodología de enseñanza docente en el desarrollo de
contenidos educativos y la construcción de aprendizajes significativos logrados
por los alumnos del tercer grado de secundaria.

La Hipótesis de trabajo expresa que “los contenidos educativos desarrollados en


la asignatura de Estudios Sociales priorizan la adquisición de competencias
memorísticas y repetitivas en los alumnos. Una solución a los problemas
planteados, podría ser la aplicación de una metodología de enseñanza docente
que favorezca la construcción de aprendizajes significativos, a partir de los
conocimientos y experiencias familiares, sociales y culturales de los alumnos del
tercer grado de secundaria de la Unidad Educativa 14 de septiembre de la
provincia Chapare del Departamento de Cochabamba”.

Entre los aspectos centrales del estudio realizado se encuentra el hecho de que
el autor deja por establecido que la tarea de enseñar del profesor en el aula no se
reduce a la mera actividad de transmitir conocimientos, sino que ésta abarca
acciones mucho más complejas y trascendentales como ser la capacidad docente
de constituirse en facilitador del pensamiento crítico de los alumnos; por lo que el
proceso de enseñar es mucho más complejo y profundo que implica
necesariamente un compromiso personal y profesional por parte del maestro.

Para tal efecto, señala la necesidad de efectuar una revisión general de los
aspectos básicos implicados en el hecho educativo; en este caso, del proceso
enseñanza-aprendizaje, así como los métodos y técnicas utilizadas para tal fin.
Asimismo plantea que la educación debe apuntar al desarrollo y su contenido

17
debe ser innovador; tales elementos que le son propios definen su sentido
axiológico y teleológico en función al mejoramiento social y a la calidad de vida de
las personas.

Las principales conclusiones de la investigación señalan que la metodología de


enseñanza docente centra su atención en el avance de contenidos temáticos
establecidos en la asignatura de Estudios Sociales; la reproducción de un sistema
de principios didácticos, donde la evaluación de los aprendizajes logrados por los
alumnos se reduce a preguntas y respuestas que refuerzan competencias
memorísticas y repetitivas que inhiben la creatividad, imaginación, criticidad
reflexiva de los alumnos al momento de interpretar y aplicar los aprendizajes
logrados a su realidad sociocultural.

Las relaciones alumno–docente establecidas en el aula, se sustentan en los


principios del tradicionalismo pedagógico; donde se fomenta la interacción
vertical, autoritario y unidireccional, que inhibe la participación crítica y
contestataria del alumno; establecimiento de normas de conducta, revisión y
evaluación de las actividades educativas inherentes al ámbito pedagógico
(enseñanza-aprendizaje), que limitan a cualquier iniciativa y sugerencia de los
alumnos acerca de los contenidos educativos establecidos para la asignatura de
Estudios Sociales.

La labor pedagógica desarrollada por los maestros de la Unidad educativa 14 de


Septiembre, se sustentan en los principios del tradicionalismo y
convencionalismo, que utiliza como método básico de aprendizaje el teoricismo y
el verbalismo alejados de las experiencias pragmáticas, desarrollando las clases
bajo un régimen de disciplina, donde los estudiantes son verdaderos recipientes
del conocimiento transmitidos por el maestro; siendo su rol, la enseñanza a través
de exposiciones magistrales, que no dan lugar a actitudes contestatarias de los
alumnos.

18
En el año 2006, en la Facultad de Humanidades – Instituto de Ciencias de la
Educación de la Universidad Nacional del Nordeste, Región del Chaco –
Argentina, se presentó la tesis de grado titulada “La Función Docente del
Profesor Universitario: Imágenes del Enseñar y del Aprender”, cuyo autor
Fernando Flores, deja establecido la necesidad de construir procesos de
resignificación de la función pedagógica de los profesores universitarios de la
Carrera de Ciencias de la Educación y su vocación profesional con la enseñanza
académica; esto en razón a que señala que el profesorado de educación superior,
no han logrado redimensionar plenamente su rol y vocación de querer ser
educadores y de ahí que a lo largo de su trayectoria profesional vayan
manifestando apatía por el discurso pedagógico.

La pregunta central que guía su investigación señala: ¿Cómo la función docente


del profesor universitario se constituye en una experiencia investigativa que
cualifica el ejercicio pedagógico del enseñar y el aprender en la Carrera de
Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Nordeste en el año
2006?. El objetivo general alude a reconstruir el proceso de la práctica docente de
los profesores universitarios de la Carrera de Ciencias de la Educación, orientado
a la construcción de una propuesta pedagógica que cualifique el ejercicio
profesional de los profesores universitarios de la Carrera de Ciencias de la
Educación de la Universidad Nacional del Nordeste.

Entre los objetivos específicos podemos mencionar los siguientes: Reconocer y


analizar los procesos de observación y acercamiento que los profesores hacen
sobre la enseñanza y el aprendizaje en el aula; descubrir el tejido de relaciones
de convivencia que van construyendo en el aula de clase y su incidencia en los
procesos de formación; reconocer las transformaciones pedagógicas que inciden
en el desarrollo de su práctica docente, sus dificultades y las formas como las
abordan

Algunas precisiones que realiza el autor sobre el estudio abordado, están


enmarcados en el hecho de resaltar la Práctica Docente como un espacio de

19
desempeño profesional del rol del maestro, donde converjan saberes
disciplinares, pedagógicos, didácticos e investigativos. En este sentido, es
fundamental construir una nueva propuesta de Práctica Docente que resignifique
y reconstruya la práctica profesional del profesorado universitario en general.

En el año 2004, en el marco del Programa de Maestrías en Docencia


Universitaria de la Universidad del Zulia – Maracaibo, república de Venezuela, se
presentó la tesis titulada: “La construcción social del docente universitario:
Una reflexión sobre la práctica”, cuyas autoras Marié González y Cinthya
Martínez, muestran como resultados sobresalientes una construcción social del
docente universitario cargado de categorías que oscilan entre lo admirable,
maravilloso, respetable, como modelo a seguir en las vidas de los estudiantes,
pero también como una persona indiferente, incomunicable, donde predomina la
imagen profesional, la concepción academicista y postura vertical del profesorado
universitario en general.

La importancia del estudio radica en el hecho de que la investigación como tal,


considera las construcciones sociales que hacen los estudiantes acerca de los
docentes universitarios de la Universidad del Zulia de la ciudad de Maracaibo -
Venezuela.

Entre las principales conclusiones a las que arriba la investigación resalta el


hecho de que los estudiantes deducen con claridad el sentido y significado que le
atribuyen al docente en el contexto de la educación universitaria como un sujeto
que en momentos ejerce una función ejemplarizante, pero que muchas veces se
convierte en una persona fría, insensible y que ejerce una violencia simbólica.

Asimismo, las autoras consideran esencial prestar especial preocupación sobre la


necesidad de evaluación del personal docente universitario partiendo de su
cotidianidad; es decir, conocer sus rasgos y comportamientos de los docentes
como sujetos inmersos en un contexto universitario.

20
2.2. ANTECEDENTES TEÓRICOS

2.2.1. La Metodología de Enseñanza Docente en la Educación Superior

2.2.1.1. Aspectos generales

El acelerado desarrollo científico, tecnológico, la aparición de nuevas formas de


organización social entre otros, exige con extremada urgencia, un nuevo protagonismo de
la universidad como instancia comprometida con la producción y distribución del
conocimiento, variable relevante en la reorganización sociocultural.

Se aspira que la universidad despliegue nuevos roles y asuma con mayor grado científico
y pertinencia social, la formación de los profesionales. En especial las comprometidas con
la formación de docentes, por cuanto deben dar pautas para interpretar y asumir las
exigencias de los procesos complejos inherentes a la enseñanza. Por lo que no es
equívoco señalar que en la actualidad, la función docente ha tomado un papel de
vanguardia.

Entendida a comienzos de siglo como “misión social” antes que como profesión,
transitando hacia mediados y fines de la década de los sesenta al papel de tecnólogo y
transmisor del saber escolar. Actualmente, los “cambios experimentados en los diversos
ámbitos de nuestras sociedades, ponen el acento en la necesidad de que el docente
universitario, desempeñe un rol protagónico en la construcción de conocimientos y
aptitudes, así como el desarrollo del juicio y la acción personal de los estudiantes”9.

Tales desafíos remiten a revisar el aula de clase y las ciencias que les sirven de marco
teórico como la didáctica universitaria, con el propósito central de superar la condición de
profesores intuitivos e informadores por la de científicos, formadores y responsables de la
calidad de los aprendizajes, en virtud de que “cada enseñanza es un desciframiento y una
interpretación muy personal que realiza cada profesor con su grupo particular de

9CHINCHE C., Saúl Marcelo. “La Didáctica educativa y su importancia en el proceso enseñanza - aprendizaje”. Ensayo realizado en el
Marco del Programa de “Orientación Vocacional a los estudiantes de secundaria del Municipio de Capinota”. Publicado por la ONG Proyecto
de Desarrollo de Área PDA-LOS VECINOS – VISION MUNDIAL. Cochabamba – Bolivia. 2006. p.1.

21
estudiantes, enmarcado por la organización escolar de la institución, el currículo y su
propio modelo pedagógico-didáctico”10.

Es decir, la enseñanza universitaria debe ser considerada como un campo de estudio que
demanda mayor investigación, redefiniciones, validaciones y reconstrucciones teóricas,
para que como práctica pueda estar a tono con las exigencias de las transformaciones
sociales, políticas, científicas y técnicas del nuevo siglo y, fundamentalmente, incidir en la
calidad de profesionales y en la calidad de vida.

Como tarea profesional, esta enseñanza más que en ningún otro nivel educativo, se
encuentra precedida por un conjunto de conceptos, reflexiones e interpretaciones de las
teorías que la fundamentan; por cuanto, “además de estar inserta en una trama de
aspectos ideológicos, conceptuales, metodológicos y operativos, abarca un conjunto de
elementos y procesos que inciden en el desarrollo integral de la futura población
profesional y en la construcción de la ciencia y la tecnología, y en consecuencia, apunta
hacia las reconstrucciones sociales”11.

Por lo mismo, no debemos dejar de lado que la “contextualización del proceso educativo
implica reconocer que lo social, lo político y lo económico actúan como factores
condicionantes de las prácticas pedagógicas; y que el proceso de enseñanza-aprendizaje
no se da en un vacío social, sino que entraña una situación de interacción enmarcada por
una multiplicidad de factores que involucran….. a la universidad y …a la sociedad civil”12.

Continuando con esta reflexión, señalar que el escenario de la didáctica exige a cada
docente el desarrollo de su pensamiento crítico, autocrítico y reflexivo y asumirse como
científico que fundamentándose en bases teóricas amplias e interdisciplinares, asuma la
hermenéutica y la investigación-acción, para superar la informalidad, lo intuitivo, lo
informativo y lo exclusivamente tecnológico.

10 FLORES OCHOA, Rafael. “Evaluación Pedagógica y Cognición”. Ed. McGRAW-HILL. Bogotá – Colombia. 1999. p. 156.
11 DIAZ, Damaris. “La didáctica Universitaria: Referencia imprescindible para una enseñanza de calidad”. IX Congreso de Formación del
Profesorado. Asociación Universitaria de Formación del Profesorado (AUFOP). Universidad de los Andes. Caracas – Venezuela. 1999. p.
108.
12 ANTON, Luis Facundo. “Fundamentos del Aprendizaje Significativo”. Ed. SAN MARCOS. Lima Perú. 1999. p. 9

22
Finalmente, señalar que la enseñanza universitaria es la más comprometida con la
producción, divulgación y aplicación de los conocimientos que hoy por hoy, se ha
constituido en la variable más importante para el desarrollo científico y tecnológico. Por lo
mismo, la universidad demostrará su vigencia histórica en tanto sea capaz de apropiarse
de métodos, medios y espacios para trabajar el conocimiento y su capacidad para
reorientar sus opciones didácticas de trabajo en el aula en función del desarrollo de la
ciencia y de las reconstrucciones socioculturales del presente.

2.2.1.2. Metodología de Enseñanza y Aprendizaje: Un Análisis Sobre el Hecho


Educativo

La realización de las distintas tareas educativas exige que el estudiante “atienda las
explicaciones del maestro; otras reposan sobre el principio de que el educando debe
ejecutar una serie de instrucciones precisas; otras otorgan una importancia crucial al
hecho de que el estudiante elija lo que quiere hacer; otras, finalmente, se limitan a marcar
una meta o un objetivo y el estudiante es invitado a buscar los instrumentos necesarios
para alcanzarlo”13. En todos los casos citados, se pretende que el estudiante sea activo,
pero es indudable que no lo es de la misma manera, por existir un carácter individual y
diferencias en el ritmo de aprendizajes e intereses, al momento de abordar determinados
contenidos programáticos.

Esta situación se expresa no sólo en la personalidad del estudiante, sino también del
docente, quién define objetivos y metas educativas acerca de los contenidos temáticos, los
cuales, sin duda, marcan su labor pedagógica. Tal es así que en el aula, mientras el
estudiante realiza la tarea, el docente interviene y actúa de diferentes formas, según el
caso amerite. Es él quién establece directrices para su realización, proporciona ideas,
corrige, hace sugerencias, aporta nuevos materiales, impone orden, etc. De igual manera,
por lo general, es precisamente él quien define la actividad y la tarea en el aula, y quién la
propone al estudiante; y en algunos casos, sin considerar las sugerencias y elección de
las actividades para satisfacer el avance del tema previsto según cronograma.

13 COLL, Cesar, MARTIN, Elena. “El Constructivismo en el Aula”. Ed. GRAO de Servéis Pedagógics. Barcelona – España. 1995. p. 68.

23
Sin duda, hay pues toda una serie de decisiones y de actuaciones del educador que, junto
con lo que hace el estudiante, es imprescindible tener en cuenta para analizar el desarrollo
de una tarea educativa. En definitiva, lo que estamos sugiriendo, es la imposibilidad de
profundizar en la comprensión de lo que hace el estudiante sino se toma en consideración
simultáneamente lo que hace el docente. Dicho de otra forma, el análisis de la actividad
del estudiante, nos conduce lógicamente al análisis de la interactividad profesor-estudiante
y, en general, a la observación de la metodología de enseñanza, su valoración e
importancia en la labor educativa.

Por lo mismo, se requiere un amplio compromiso del educador al momento de revisar


algunas concepciones educativas preconcebidas, la puesta en práctica de nuevas
estrategias de enseñanza y una revaloración de su práctica profesional14, que considere al
menos tres preceptos fundamentales: enseñar, aprender y evaluar. De igual forma,
conviene tener presente que los docentes tienen un saber práctico acumulado acerca de
cómo se debe enseñar; por lo que, cualquier perfeccionamiento debe ser entendido como
una actividad que requiere plantearse en los procesos de aprendizaje de los docentes
como un fenómeno específico.

Dicho de otra forma, la formación permanente e integral del docente universitario debe ser
un modo natural de ser y de asumirse como tal; especialmente cuando cada docente y sus
estudiantes necesitan descubrir la riqueza profunda que emana de cada aula, por cuanto
constituyen los marcos naturales de interiorización de cultura y de modos de cuestionarse
y, puedan encontrar en la interacción y diálogo profundo con el otro, un espacio de
reflexión producción y construcción de saberes.

Podríamos afirmar entonces, que el rasgo fundamental de la actividad de


perfeccionamiento docente es el aprender. De ahí que es necesario tener presente que los
procesos de aprendizaje son situaciones altamente complejas y diversas, si se enfocan
desde la perspectiva de las particulares, necesidades de aprendizaje de los estudiantes, a
las que toda metodología de enseñanza debe satisfacer.

14 ANTON, Luis Facundo. op. cit. p. 82.

24
La metodología de enseñanza supone una propuesta didáctica, la cual va referida a la
manera cómo se organiza la relación de la enseñanza y el aprendizaje. En ese sentido,
podríamos señalar que la metodología de enseñanza “supone la organización de la
propuesta de enseñanza y, fundamentalmente la intervención didáctica; es decir recurrir a
métodos y técnicas capaces de incentivar la construcción de conocimientos sólidos en los
estudiantes. Este es uno de los espacios más críticos para el análisis de la calidad, porque
allí se juega la transmisión y la generación del conocimiento”15

De igual manera la metodología de enseñanza docente abarca decisiones sobre los


aspectos pedagógicos a nivel institucional como por ejemplo, las características de la
convivencia y las disciplinas y los modelos de evaluación y promoción de la labor
educativa.

2.2.1.3. Lo Metodológico: Una Reflexión Sobre la Labor de Enseñanza Docente

Uno de los aspectos donde las propuestas didácticas depositan su confianza en el


mejoramiento de la práctica educativa, es en lo metodológico. La renovación
metodológica aparece como la llave mágica que por sí busca mejorar la enseñanza y el
aprendizaje.

Esto ha generado la producción de gran cantidad de estudios sobre el problema del


método, que constituyen únicamente aproximaciones, donde se refleja la excesiva
confianza que se tiene en el método como “solución”, pero que resultan conceptualmente
objetables por el tratamiento reduccionista y mecanicista que hacen de la problemática. En
realidad, abordan el problema con un enfoque instrumentalista.

Al darle ese tratamiento, se pierde la dimensión conceptual del problema del método, con
lo cual, en vez de realizar un debate epistémico sobre el aspecto metodológico, se lleva a
cabo la definición etimológica de la palabra, o sencillamente se omite su tratamiento.
Entendemos por tratamiento instrumental de los problemas metodológicos aquella manera

15 Documento “Guía Didáctica del Maestro para la implementación de las transversales”. Programa de Apoyo a la Estrategia de Desarrollo
Alternativo en el Chapare (PRAEDAC). Cochabamba- Villa Tunari. 2005. p.6

25
de abordar las características de la enseñanza como un conjunto de pasos técnicos, que
norman el proceso del docente en la realización de su labor de aula.

Esta normatividad se apoya en diversos planteamientos conceptuales que parten de


supuestos totalmente pragmáticos, como es la propuesta de modelos de instrucción, que
se presentan como una alternativa científica. Esta visión instrumental de la cuestión
metodológica se caracteriza16 por reproducir tres tipos de problemática:

• Primero: La negación de una discusión sobre los problemas del conocimiento (o


en ocasiones, la deformación de este aspecto)

• Segundo: La formulación de una propuesta técnica que se abstrae de las


condiciones específicas en las que se realiza el proceso de aprendizaje
(abstracción que se hace tanto de la realidad objetiva de docentes y estudiantes,
como de los elementos internos de una disciplina en particular, o de su constitución
epistemológica), lo cual lleva a realizar la propuesta técnica como una propuesta
universal (todo es factible de ser enseñado y aprendido a través de ella).

• Tercero: La manera simplista y reduccionista de percibir el aspecto didáctico,


desde posiciones conceptuales muy diversas, lo cual constituye una manifestación
del conocimiento específico del debate didáctico (en este caso del conocimiento
didáctico, como conocimiento disciplinar específico).

El saber del texto, el saber del docente, no logran rebasar la esfera de la subjetividad, no
pueden objetivarse ni validarse en la contrastación con las múltiples dimensiones que
hacen del ser humano un sujeto social. Poco se ha comprendido cómo la escuela, o la
universidad son sólo unos espacios más, unos entornos más cuyos toques especiales
estriban en sus poderes potenciadores de las actitudes de los docentes y los estudiantes
que deben comprometer a unos y a otros con procesos de comprensión cada vez más
elaborados acerca del doble conflicto que les significa ser-en-el mundo-humanizándose.

16 DIAZ BARRIGA, Ángel “Didáctica y Curriculum”. Ed. TRILLAS. México. 1984. p. 80

26
Por lo mismo, el aspecto metodológico, “constituye a la vez, una articulación entre formas
de aprendizaje y teorías del aprendizaje, desde las cuales se efectúa una explicación de
los tipos de procesos que acompañan el aprender, aspecto que cuando se considera
como elemento definitorio del problema, se procura buscar el modelo desde el que
cualquier contenido pueda ser enseñado”17.

El método es traducido en actividades concretas que realizan tanto los docentes como los
estudiantes, y en el que se requiere efectuar un debate sobre aquellos que realmente
hacen docentes y estudiantes, que marca el retorno a lo cotidiano, como elemento desde
el cual se puede iniciar la problematización didáctica. Este debería constituirse el punto de
partida de cualquier análisis epistemológico sobre el problema metodológico.

La enseñanza y el aprendizaje si bien, son interdependientes, constituyen un solo proceso,


donde los docentes y los estudiantes cumplen funciones diferentes e integradas. El
educando es el eje del proceso educativo, interactúa en forma dinámica y constante en las
situaciones del aprendizaje planeadas y apoyadas por el docente o por sí mismo.

La enseñanza es la función del docente; operativamente "consiste en la dirección de


actividades y la utilización de elementos para facilitar el aprendizaje de los estudiantes en
grupos de trabajo; es decir propiciar situaciones de aprendizaje”18.

El proceso de enseñanza, además de organizar y seleccionar el conjunto de


procedimientos, métodos, técnicas, medios y contenidos, orientados a cristalizar y afianzar
los objetivos y competencias, constituye ante todo, un proceso de organización y
aplicación de proyectos. A esto podríamos denominar estrategias de enseñanza que
aluden a la “planificación de la enseñanza y del aprendizaje a base de principios y
concede más importancia al juicio o al saber del profesor”19. Las estrategias de enseñanza
constituyen el conjunto de intencionalidades, metodologías, procesos, recursos,
secuencias que se utilizan para promover distintos tipos de aprendizaje.

17 DIAZ BARRIGA, Ángel op. cit. p. 83


18 GUTIERREZ, Feliciano. “Cómo evaluar el aprendizaje”. Ed. G.G. La Paz Bolivia. 2001. p. 18.
19 STENHOUSE, L. “La investigación como base de la enseñanza”. Ed. MORATA. Madrid – España. 1993. p. 53.

27
Si bien cada carrera o disciplina, requiere de estrategias de enseñanza particulares, no
debe perderse de vista que todo esfuerzo en esta línea, es lograr la formación del
profesional, del ciudadano que habrá de exhibir un título universitario. De lo que se trata
entonces, es que las estrategias de enseñanza conduzcan a construir cada aula en un
taller o laboratorio donde cada estudiante en proceso de formación integral, logre
desarrollarse como persona.

Ahora bien, el hilo de la relación: universidad–conocimiento–cultura se entreteje en las


respuestas teórico-prácticas a preguntas relativas a las conexiones entre los procesos
cognitivos, la práctica social y la vida psíquica individual; pues los procesos del
conocimiento no son ajenos a los tipos reales de cultura ni a las formas fundamentales de
actividad práctica de los hombres.

Las respuestas que intentemos, ineludiblemente dependen de nuestras concepciones


sobre el desarrollo humano en todos sus aspectos y, sólo en el marco de ellas cabe
abordar los principios metodológicos que orientan nuestras acciones pedagógicas.

2.2.2. La Fenomenología del Mundo Social

2.2.2.1. Algunas Aproximaciones Teórico-Conceptuales

Desde una perspectiva ampliamente divulgada, la ciencia ha aceptado la teoría causal de


la percepción; la cual por lo general, nunca es espontánea ni causal “sino que están
producidas según leyes por objetos extraperceptuales, situadas dentro o fuera de nuestro
cuerpo…..”. Dicha teoría “presupone a su vez, la hipótesis filosófica (ontológica) de que
hay hechos objetivos, de que estos son ontológicamente previos a los hechos
experienciales y de que todo fenómeno es un hecho que aparece a un sujeto”20; por lo que
se parte del criterio de que en todo proceso de observación, el objeto es un hecho actual o
pasado.

20 BUNGE, Mario. “La Investigación Científica”. Ed, ARIEL. Barcelona – España. 1983. pp. 733. 734

28
Esto también sucede así, si nos adscribimos al principio convencional de que las ciencias
sociales tratan de hechos que son objetos concretos que pertenecen a la realidad fáctica,
tales como acontecimientos, fenómenos, procesos o sistemas.

En esta lógica, la tesis realista postula que la ciencia posee una gnoseología ambiciosa,
cual es la de pensar que la realidad es cognoscible en su totalidad, aunque sea mediante
parcialidades y de modo indirecto las más de las veces. Tal observación realista, es
intencionada (porque se hace con algún objetivo) e ilustrada (porque va guiada por un
campo de conocimiento). Por otro lado, supone también la “adopción de estrategias anti-
inductivistas y, por ende, rechaza a los empiristas, como Bacon y Comte y los
intuicionistas, como Bergson y Husserl (que) ha postulado la recolección de datos sin
previa formulación de hipótesis o supuestos…”21.

Sin embargo, debemos señalar que no hay observación pura; es decir, observación sin
objeto observado, del mismo modo, que tampoco hay observación sin observador
humano. Por lo cual, la observación posee la propiedad de ser objetivada sólo si se
sanciona o establece la distinción entre sujeto observador (o sistema de observación) y
realidad (o sistema de referencia); entre los cuales hay cierta transacción llamada
experiencia o experimentación.

Ahora bien, en el caso de la Sociología –así como en las Ciencias Sociales en general-, se
presentan dos indicaciones problemáticas. La primera relacionada al hecho de que su
“objeto” de estudio no es claramente situable dentro de nuestro cuerpo o fuera de él. Dicho
de otra forma22, la aceptación de la proposición “el objeto está situado fuera” (enfoque
objetivista), excluye del análisis al observador; mientras que la aceptación de la
proposición “el objeto está situado dentro” (enfoque subjetivista) no permite o imposibilita
la objetivación de la observación.

21BUNGE, Mario. op. cit. p. 744.


22GIBERT G, Jorge. “Los presupuestos de la explicación en Ciencias Sociales: Alfred Schutz”. Revista de Ciencias Sociales Nº 17.
Universidad Arturo Pratt. Iquique – Chile. 2006. p.6. (Soporte Electrónico). Se puede encontrar en: http://redalyc.uaemex.mx (Red de
Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal – Universidad Autónoma del Estado de México).

29
La segunda hace referencia al hecho de que el “objeto” reporta desde ya, un desempeño
contingente no trivial –sea éste como entidad psicológica o sociológica-; es decir, se le
atribuye la propiedad de volición que incluye la paradoja de tener voluntad así como de no
tener voluntad, pero que no implica a priori, rechazar la existencia de un modo de ser legal
o determinado del objeto psicológico o sociológico.

Frente a tales dilemas, Alfred Schutz propone que el mejor enfoque para el estudio de lo
social, es posible sólo a través de una fenomenología de la actitud natural en la
comprensión de que el mundo de la vida cotidiana posee una estructura provista de
sentido. Esto, en razón a que la “definición del mundo del individuo surge de su
subjetividad, sedimentada y estructurada de manera exclusiva…Pero….. aunque el
individuo define su mundo desde su propia perspectiva, es, no obstante, un ser social,
enraizado en una realidad intersubjetiva” 23. Es decir, Schutz parte del principio de que el
“mundo de la vida diaria en el cual nacemos es, desde el primer momento, un mundo
intersubjetivo……La vida no considera el problema de cómo accedo a la mente del otro. El
mundo de la vida “presupone la intersubjetividad como una realidad obvia de nuestro
mundo”24.

Por lo tanto, el objetivo de las Ciencias Sociales debe ser el estudio de las
presuposiciones, estructuras y significaciones del mundo de la realidad, de ese ejecutar
diario de la realidad concreta. Tomando en consideración los preceptos formulados,
intentaremos abordar los fundamentos centrales de la fenomenología.

La Fenomenología es un movimiento filosófico del siglo XX que tiene como finalidad


describir las estructuras de la experiencia tal y como se presentan en la conciencia, sin
recurrir a teorías, deducciones o suposiciones procedentes de otras disciplinas.

Al respecto el fenomenólogo norteamericano Lester Embree, menciona que la


fenomenología “….tiende a oponerse a la aceptación de cosas inobservables, por ejemplo,
el llamado mundo exterior más allá del alcance de la conciencia sensorial y también lo

23 SCHUTZ, Alfred. “El Problema de la Realidad Social”. Ed. AMORRORTU. Buenos Aires – Argentina. 1974. p.19.
24 ibid. p. 19.

30
inconsciente en algunas concepciones psicológicas -y por lo tanto, converge con el
empirismo, pero no con el positivismo-, porque la vida consciente (pero no los objetos
ideales), es considerada como observable al menos en el empirismo clásico”25.

Es importante acotar que no debe identificarse sin más, el punto de vista positivista con la
ciencia positiva, toda vez que existe un tipo de ciencia positiva afín a la fenomenología; el
cual se asienta en el terreno empírico para estudiar las situaciones concretas y cotidianas
en que se desenvuelve la cultura y la sociedad pero no es positivista, en cuanto no adhiere
al enfoque cognoscitivo del naturalismo y tampoco asume el método característico de las
ciencias naturales.

Al contrario, toma en cuenta decisivamente la cultura y la vida consciente así como los
enfoques necesarios para investigarlos, por eso, no se detiene en los elementos fácticos
sino que prolonga la indagación más allá de lo empíricamente evidente, siguiendo la
intención fenomenológica de comprender el significado que tienen tales hechos en la vida
humana, tanto colectiva como individual y, al mismo tiempo, busca elucidar los métodos
que emplean los actores sociales para construir las objetividades del mundo social.

Así, la fenomenología es un método que precede a partir del análisis intuitivo de los
objetos tal y como son dados a la conciencia, a partir de lo cual busca inferir los rasgos
esenciales de la experiencia y de lo experimentado por los sujetos. Dicho de otra forma, su
finalidad última es la comprensión del ser humano en toda su complejidad.

Esta corriente filosófica abre un camino para la “comprensión y análisis del conocimiento
del mundo que tienen los sujetos y su punto de partida es que no se pueden comprender
al hombre y al mundo, sino es a partir de la facticidad, es decir, de los hechos”26. En
términos estrictamente metodológicos, la fenomenología es una filosofía trascendental que
pone en suspenso -para comprenderlas-, las afirmaciones de la actitud natural; pero es
también una filosofía para la cual el mundo está “ya ahí”, antes de cualquier reflexión.

25 EMBREE, Lester. “La continuación de la Fenomenología: ¿Un quinto periodo?”. En Revista FRANCISCANUM. Número Especial
Fenomenología en América Latina. Nº 122-123. Universidad de Buenaventura. Colombia. 1999. p. 13. Citado por TOLEDO N. Ulises.
“Fenomenología del Mundo Social”. Ed. NORMA. Bogotá Colombia. 2001. p. 34.
26 RIZO G., Marta. “Intersubjetividad, Vida Cotidiana y Comunicación”. Revista Científica de Comunicología, Indicios y Conjeturas Nº 5.

Departamento de Comunicación. Universidad Iberoamericana Ciudad de México. México D.F. 2006. p. 1

31
Por otro lado, su inusitado interés por realizar descripciones directas de la experiencia de
los sujetos en el mundo, tal como se dan o suceden, la convierten en una propuesta
interesante que contribuye en gran manera, a la comprensión de la interacción en la vida
cotidiana.

El filósofo alemán Edmund Husserl, considerado el fundador de la fenomenología,


introdujo este término en su libro “Ideas. Introducción General a la Fenomenología Pura”
(1913). Con el tiempo Husserl, consideró que sólo las esencias de ciertas estructuras
conscientes constituyen el objeto propio de la fenomenología. Se adscribe a esta postura,
cuando analiza los contenidos de la mente, descubriendo que una serie de actos a los que
llamó “significados”; los cuales permitían a un acto ser dirigido hacia un objeto, bajo una
apariencia concreta, proceso que denominó “intencionalidad” y al que consideró como
esencia de todo conocimiento.

De esta forma, a decir de Husserl, la fenomenología trascendental consistiría en el estudio


de los componentes básicos de los significados que hacen posible la intencionalidad de
los sujetos.

Ahora bien, con relación a la sociología fenomenológica, señalar que ésta se desarrolla a
partir de premisas un tanto alejadas de las propuestas filosóficas de Husserl, aunque en
alguna medida las retoma. El debate general se concentra en torno a cómo se puede
lograr conocimiento, y su aparición se sustenta en la comprensión de la fenomenología
como instancia de aproximación metodológica a lo cotidiano.

Desde un punto de vista epistemológico, la fenomenología implica una ruptura con las
formas de pensamiento de la sociología tradicional, ya que enfatiza la necesidad de
comprender la realidad, más que de explicarla, sugiriendo que es en él durante, en el aquí
y en el ahora, donde es posible identificar elementos de significación que describen y
construyen lo real.

32
Alfred Schutz27, es considerado el principal exponente de la sociología fenomenológica. La
teoría social fenomenológica es una “ciencia de los fenómenos de la intersubjetividad
mundana, por lo que un análisis de las estructuras del mundo de la vida puede
interpretarse como una sociología general de la vida cotidiana”28

Nació en Viena el 13 de abril de 1899, en el seno de una familia de origen judío. A partir
de 1925 se autoimpone la tarea de fundamentar epistemológicamente los aportes previos
de Husserl y los conceptos enunciados por Max Weber en su teoría de la sociedad y
empleados en su metodología comprensiva (verstehen); mostrando especial preocupación
por hallar una síntesis entre la ciencia social y la filosofía que, a decir de Arvid Brodersen,
“Schutz aprendió pronto una lección que luego continuó enseñando hasta el final de sus
días: la de que es necesario que toda teoría social tenga un fundamento filosófico”29.

En principio, la filosofía de Bergson será su fuente principal y, aunque el curso posterior de


su indagación tomará otro derrotero, aquí se forma la intuición fundamental de todo su
pensamiento filosófico y sociológico; esta es, siguiendo a Cipriane Thorne, “…la idea
genial de haber penetrado el núcleo del tema sociológico: ¿dónde y cómo se forman los
significados de la acción social?. A cuya respuesta, así como a su articulación con el
correspondiente tratamiento científico, dedicará Schutz toda su investigación”30.

Schutz, transforma la fenomenología trascendental de Husserl en fenomenología


mundana mediante una “epojé” de segundo grado que denomina: “epojé de la epojé
original”. La “fenomenología nos ha enseñado el concepto de epojé fenomenológica, o
sea, la suspensión de nuestra creencia en la realidad del mundo como recurso para
superar la actitud natural radicalizando el método cartesiano de la duda filosófica. Puede

27 Sus principales aportaciones al pensamiento sobre lo social son por un lado, la incorporación del mundo cotidiano a la investigación
sociológica a partir de la reivindicación como objeto de estudio de la sociología el ámbito de la sociabilidad. Es decir, el conjunto de las
relaciones interpersonales y de las actitudes de la gente que son pragmáticamente reproducidas o modificadas en la vida cotidiana, y por el
otro, la definición propia de las características del mundo de la vida, a saber: que sus significados son construcciones sociales; que es
intersubjetivo; que está conformado por personas que viven en él con una actitud “natural”. Es decir, que se toman las cosas de manera
arcaica, irreflexiva y práctica, tal y como aparecen; que es un ámbito familiar en el que los sujetos se mueven con un acervo de conocimiento
a mano
28 GRATHOFF, Richard. Milieu und Lebenswelt. Einführung in die phänomenologische Soziologie und die sozialphänomenologische

Forschung. 1989. Citado por TOLEDO N. Ulises. op. cit. p. 107.


29 BRODERSEN, Arvid. En Prólogo a SCHUTZ, Alfred. “Estudios Sobre Teoría Social”. Ed. AMORRORTU. Buenos Aires – Argentina. 1974.

p. 8.
30 THORNE B, Cipriane. “Acción Social y Mundo de la Vida”. Ed. EUNSA. Pamplona – España. 1991. p. 26.

33
aventurarse la sugerencia de que el hombre en la actitud natural utiliza también una epojé
específica; por supuesto, muy distinta de la que emplea el fenomenólogo. No suspende la
creencia en el mundo externo y sus objetos, sino que, por el contrario, suspende la duda
de su existencia. Lo que coloca entre paréntesis, es la duda de que el mundo y sus
objetos puedan ser diferentes de lo que se le aparecen. Proponemos denominar a esta
epojé, la epojé de la actitud natural”31. Lo que surge de aquí como unidad de análisis es la
doxa, la cotidianeidad y el sentido común, y lo que se pone entre paréntesis es la actitud
dubitativa en torno de la actitud natural.

Esta epojé de segundo grado planteado por Schutz, proporcionaría una vía de acceso a
las estructuras del mundo de la vida que se convierte en objeto legítimo de la indagación
científica.

De tal forma, que mientras Husserl pone el paréntesis sobre el ámbito del sentido común
para aproximarse a la conciencia pura y a la subjetividad trascendental, Schutz por el
contrario, orienta su investigación sobre la vida cotidiana y pone entre paréntesis la duda
del filósofo. Así, el interés principal de la sociología fenomenológica –del cual es su
máximo exponente- está enfocado a la cuestión de la sociabilidad como forma superior de
intersubjetividad.

Esto conlleva desde ya, una fuerte apuesta por la explicación del verstehen, de la
experiencia del sentido común del mundo intersubjetivo de la vida cotidiana, definido como
“la región de la realidad en que el hombre puede intervenir y que puede modificar mientras
opera en ella mediante su organismo animado… sólo dentro de este ámbito podemos ser
comprendidos por nuestros semejantes, y sólo en él podemos actuar junto con ellos”32.

Tal preocupación parte de varias ideas importantes: el estudio de la vida social no puede
excluir al sujeto, que está implicado en la construcción de la realidad objetiva que estudia
la ciencia social; el elemento central es, entonces, el fenómeno-sujeto; un sujeto que sólo
existe en tanto se comunica con sus semejantes. Por lo tanto, el énfasis no se encuentra

31 SCHUTZ, Alfred. “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. p. 214.


32 SCHÜTZ, Alfred, LUCKMAN Thomas. “La Estructura del Mundo de la Vida”. Ed. AMORRORTU. Buenos Aires – Argentina. 1977. p. 25

34
ni en el sistema social ni en las relaciones funcionales que se dan en la vida social, sino en
la interpretación de los significados del mundo33 (lebenswelt) y las acciones e
interacciones de los sujetos sociales.

Del mundo conocido y de las experiencias intersubjetivas34 compartidas por los sujetos, se
obtienen las señales, las indicaciones para interpretar la diversidad de símbolos. O lo que
es lo mismo, de la comunicación entre sujetos, surge un marco interpretativo en el cual,
dichos sujetos se sitúan y desde el cual, significan a su entorno, así mismos y a los otros

De ahí que el interés fenomenológico de Schutz, está puesto en el significado que el ser
humano que mira al mundo desde una actitud natural atribuye a los fenómenos. “Todos los
fenómenos sociales concretos debieran remontarse a los modos de conducta individual, y
que la forma social particular de tales modos, debería comprenderse mediante descripción
detallada”35. Dicho de otra forma, la realidad es un mundo en el que los fenómenos están
dados, sin importar si éstos son reales, ideales o imaginarios.

El mundo de la vida cotidiana es “…. Un mundo intersubjetivo… porque vivimos en él


como hombres entre otros hombres, ligados a ellos por influencias y trabajos comunes,
comprendiendo a otros y siendo un objeto de comprensión para otros” 36. Pero también es
un mundo de cultura porque desde el comienzo, el mundo de la vida es “un universo de
significación para nosotros, es decir una estructura de sentido que debemos interpretar y

33 Antes de proseguir, conviene clarificar los conceptos de mundo de la vida y mundo de la vida cotidiana. A decir de Schutz, el mundo de la
vida cotidiana es el ámbito de la realidad en el cual el hombre participa continuamente en formas que son, al mismo tiempo inevitables y
pautadas. Es la región de la realidad en el que el hombre puede intervenir y que puede modificar mientras opera en ella mediante su
organismo animado (sólo aquí el hombre es comprendido por sus semejantes y en el que puede actuar junto con los demás); pero que es un
conocimiento no sistemático, poco ordenado. La intersubjetividad es la que delinea el campo de la cotidianidad, por un lado y es el
fundamento que posibilita la existencia del mundo de la vida. Con esta postura, Schutz abandona la perspectiva trascendental de Edmund
Husserl, quién plantea que el “mundo de la vida” es el extenso horizonte de sentido que abarca a todas las regiones finitas del sentido. La
vida cotidiana es una región particular de sentido. Dicho de otra forma, el mundo de la vida es el horizonte último de sentido, nunca agotable
ni trascendible, mientras que la vida cotidiana es sólo una región del mundo de la vida, mundanamente intersubjetiva. Las relaciones
fenomenológicas que se dan entre ambos mundos son a partir de las relaciones sociales cotidianas, de la conciencia social cotidiana, del
entramado social de sentido cotidiano y, por último, de la comunicación social.
34 El centro de la propuesta de Schutz, se encuentra en la intersubjetividad, que le sirve para delinear el campo de la cotidianidad y que es

considerado como un fundamento de la existencia del mundo de vida. A su vez, es fundamental tomar en cuenta que el problema de la vida
cotidiana se expresa en las relaciones de los actores sociales entre sí y en cómo comprenden y construyen la realidad social.
35 SCHÜTZ, Alfred. “Fenomenología del Mundo Social. Introducción a la Sociología Comprensiva”. Ed. PAIDOS. Barcelona – España. 1993.

p. 34.
36 SCHUTZ, Alfred, “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. p. 137.

35
de interrelaciones de sentido que instituimos solo mediante nuestra acción en este mundo
de la vida”37

Es precisamente en este mundo de la vida cotidiana, en el que los sujetos viven en una
actitud natural, cuya materia prima es el sentido común de manera irreflexiva, porque
“comparto experiencias con mis semejantes y actúo sobre ellos impulsado por motivos
pragmáticos comunes, encuentro listas las construcciones y presupongo que puedo captar
las motivos de mis semejantes y comprender adecuadamente sus acciones para todos los
fines prácticos”38. Esta actitud frente a la realidad, permite a los sujetos suponer un mundo
social externo en el que cada sujeto vive experiencias significativas y asume que otros
también las viven. Por lo que “desde esta actitud natural el sujeto asume que la realidad es
comprensible desde los conceptos del sentido común que maneja, y que esa comprensión
es correcta”39.

El sujeto que vive en el mundo social40 está determinado por su biografía –es decir, el
cómo el sujeto se sitúa de una forma particular y específica en el mundo- y por su
experiencia inmediata –que es única e irrepetible-, y es precisamente esta experiencia
personal, desde donde el sujeto capta y aprehende la realidad, la significa y, desde ese
lugar que ocupa, se significa a sí mismo y a sus semejantes. “Mi situación biográfica
define mi modo de ubicar el escenario de la acción, interpretar sus posibilidades y
enfrentar sus desafíos”41.

A su vez, Schutz plantea la existencia de un “repositorio de conocimiento disponible”42,


generado desde la biografía y posición de cada individuo en el espacio y en el tiempo.
Este repositorio es una especie de “almacenamiento pasivo de experiencias”43, que bien,
podrían ser recuperadas en el aquí y el ahora para constituir una nueva experiencia
personal inmediata y que gracias a esto, el sujeto puede comprender nuevos fenómenos

37 SCHUTZ, Alfred, “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. pp. 137.138.
38 SCHUTZ, Alfred. “Estudios Sobre Teoría Social”. op.cit. p. 33.
39 SCHUTZ, Alfred. “La Construcción Significativa del Mundo Social. Introducción a la Sociología Comprensiva”. Ed. PAIDOS. Barcelona –

España. (1º reimpresión 1932). 1993. p. 39.


40 SCHUTZ, Alfred, “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. p. 17.
41 ibid. p. 17.
42 SCHUTZ, Alfred. “La Construcción Significativa del Mundo Social. Introducción a la Sociología Comprensiva”. op.cit. p. 107
43 ibid. p.107.

36
sin necesidad de iniciar un proceso reflexivo para ordenar cada una de las vivencias que
transcurren y que va experimentando.

2.2.2.2. Intersubjetividad, Mundo de la Vida y Mundo de la Vida Cotidiana

Tal como señalamos anteriormente, el mundo social es esencialmente intersubjetivo. El


aquí se define porque se reconoce un allí, donde está el otro. El sujeto puede percibir la
realidad poniéndose en el lugar del otro, y este proceso permite al sentido común
reconocer a otros como análogos al “YO”. Por ello, conviene mencionar que además de la
intersubjetividad como concepto central de la reflexión fenomenológica en torno a la
interacción, es también importante la percepción comprendida como “un proceso de
interacción entre el individuo y la sociedad a la que pertenece”44; por lo que interactuar y
percibir, constituyen dos actividades que van estrechamente ligadas.

Continuando con este análisis, señalar que es precisamente en la intersubjetividad donde


se pueden percibir ciertos fenómenos que escapan al conocimiento del “yo”, pues el sujeto
no puede percibir su experiencia inmediata pero sí percibe las de los otros, en tanto le son
dadas como aspectos del mundo social. Dicho de otra forma, el sujeto sólo puede percibir
sus actos, pero puede percibir los actos y las acciones de los otros con quienes comparte
el mundo, a quienes percibe como semejantes.

La intersubjetividad aparece en situaciones de simultaneidad, y esto es posible porque el


mundo del sentido común, el “mundo de la vida”45 permite anticipar ciertas conductas para
que el sujeto se desarrolle en su entorno; es decir, cuando un sujeto46 se dirige a otro,
presupone que comparte con él ciertos códigos. En tal virtud, la intersubjetividad implica el
poder ponerse en el lugar del otro, a partir de lo que se conoce de ese otro, de lo que
puede ver en él. En este ámbito de relaciones, y siguiendo a Schutz47, se pueden
reconocer relaciones intersubjetivas tanto espaciales como temporales.

44 HERNANDEZ R. Daniel. “Cultura y Vida Cotidiana. Apuntes Teóricos Sobre la Realidad como Construcción Social”. Revista Científica
SOCIOLÓGICA. Nº 43. Año Nº 15. Universidad Autónoma de la Ciudad de México. México. D.F. 2000. p.92.
45 Tal como señalamos anteriormente, el mundo de la vida constituye el extenso horizonte de sentido que abarca a todas las regiones finitas

del sentido; es el horizonte último de sentido, nunca agotable ni trascendible.


46 El sujeto tiene conocimiento de las diversas dimensiones del mundo social en que vive; aún cuando este conocimiento sea fragmentario,

parcelado y se encuentre obviamente limitado a ciertos sectores o aspectos de este mundo.


47 SCHUTZ, Alfred. “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. pp. 45.46.

37
Así por ejemplo, en las relaciones espaciales, se sitúa el “nosotros”, el reconocimiento de
relaciones con otros de los que formamos parte; con otros que se reconocen mutuamente
como parte de algo común. También se encuentran las relaciones “ustedes”, donde se
observa a otros sin la presencia de uno mismo; y por último, están las relaciones entre
“terceros”, las relaciones con ellos.

En el caso de las relaciones temporales, Schutz48, reconoce a los “contemporáneos”, otros


con los que se puede interactuar, compartir acciones y reacciones; los “predecesores”,
aquellos otros con los que ya no se puede interactuar, pero de los cuales sí tenemos algún
tipo de información sobre sus actos y, por último, los “sucesores”, aquellos otros con los
que no es posible interactuar, pero que hacia los cuales los sujetos pueden orientar sus
acciones.

El sujeto realiza acciones que están cargadas de significados. Todas sus acciones tienen
sentido, aunque el actor haya tenido intención de significar algo, su acción puede ser
interpretada por otro. Toda acción, por tanto comunica. Sin embargo, no existe una única
interpretación de las vivencias y experiencias; éstas varían según la perspectiva desde la
que sean interpretadas, esto es, según el aquí y ahora que experimenta el sujeto y desde
donde significa su entorno. Así aunque los sujetos no puedan conocer todo el mundo, el
hecho de que estén dotados de conocimiento, de sentido común, les permite moverse en
este mundo, es decir, les permite compartirlo con otros.

Sólo dentro del ámbito de la vida cotidiana, los sujetos pueden ser comprendidos por sus
semejantes, por los otros con los que comparte este mundo de la vida; y sólo junto con
ellos los sujetos pueden actuar en el mundo, moverse en él. Desde una actitud natural, el
sujeto siempre se encontrará con un mundo que presupone y considera real: nació en él y
presupone que existió antes de él y que seguirá existiendo después de él. De ahí que el
mundo de la vida se defina como la realidad fundamental y eminente del ser humano,
como el fundamento de todo lo recibido por experiencia. El mundo de la vida es así, el
marco común de interpretación en el que los sujetos interactúan.

48SCHUTZ, Alfred. “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. pp. 47.48

38
El conocimiento de sentido común49 es el conocimiento del mundo de la vida. Dicho
conocimiento, no es privado sino intersubjetivo y socializado, compartido por los sujetos
que en ese mundo interactúan y se vinculan. Es por medio del lenguaje cotidiano, del
sentido común, que el sujeto transmite sus conocimientos a sus semejantes y de alguna
manera “deja” estos conocimientos a sus predecesores. Por ello, el lenguaje es
considerado como el medio tipificador o significador por excelencia; dando lugar de esta
manera, al surgimiento de un nuevo concepto: la comunicación y su rol relevante en la
construcción social de los contextos de sentido.

La intersubjetividad requiere de interacción y en toda situación de interacción se produce


un contacto intersubjetivo; deduciéndose por tanto, que ambos conceptos son
interdependientes entre sí. Si partimos del supuesto de que cualquier forma de interacción
social tiene su origen en las construcciones en torno a la comprensión del otro; entonces,
bien podríamos aceptar la proposición de que cualquier interacción que se suscite entre
dos o más sujetos, presupone el desarrollo de una serie de construcciones de sentido
común; es decir, se construye la conducta que un sujeto prevé de otro y viceversa. Por lo
que los significados sociales no se hallan en los objetos físicos, sino en las relaciones de
los sujetos entre ellos mismos y entre ellos y los objetos del mundo de la vida cotidiana.

2.2.2.3. La Tipificación Como Elemento Explicativo del Mundo de la Vida Cotidiana

La indagación sobre la realidad, ya sea ejecutada por un hombre común o un filósofo,


descuida el hecho de que “…la característica central y más sutil del mundo de la vida es la
de ser presupuesto….-característica que denotaría-, las diversas expresiones que indican
del mundo intersubjetivo experimentado por el hombre dentro de los que Husserl
denomina actitud natural”50.

A diferencia de Husserl que postuló que la intersubjetividad se deriva del ego


trascendental, para Schutz, la intersubjetividad es “...una especie de facticidad
promordial”51, no susceptible de reducción fenomenológica.

49 SCHUTZ, Alfred. “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. pp. 41.42
50 ibid. pp. 15.16.
51 VAN-BREDA, H.L. Prólogo a SCHUTZ, Alfred. “El Problema de la Realidad Social”. op.cit. p. 9.

39
Lo que está en juego aquí es la sociedad en su forma o modelo mínimo. La sociología52 ha
definido esta forma o modelo mínimo como doble contingencia, inherente a la interacción;
por un lado, las gratificaciones del ego son contingentes en su selección de alternativas.
Pero por otro lado, la reacción del alter será contingente en la selección del ego y resultará
de una selección complementaria por parte del alter. A consecuencia de ello, la
comunicación no podría existir sin la generalización de lo particular de situaciones
específicas -que desde ya, nunca son idénticas tanto para el ego como para el alter-, y la
estabilidad del significado que sólo puede asegurarse por convenciones respetadas y
aceptadas por ambas partes.

Esta doble contingencia es definida por Schutz, en el sentido que tanto el “hablar del otro y
nuestro escuchar son experimentados como una simultaneidad vivida. Esta simultaneidad
es la esencia de la intersubjetividad, pues significa que capto la subjetividad del alterego53
al mismo tiempo que vivo en mi propio flujo de conciencia”54. La modalidad bajo la cual es
posible esta captación es la tipificación.

A decir del autor, el “enfoque de la índole de la intersubjetividad es algo así como un


análisis descriptivo de las tipificaciones del mundo del sentido común”55. Por lo tanto, las
tipificaciones bien podrían ser descritas como estructuras o formas de la vida cotidiana y,
por lo mismo, son múltiples y familiares; siendo lo típico que estas tipificaciones se
presupongan. A su vez, también se postula que tales estructuras o formas subyacen como
especies de parámetros o marcos de regulación al fenómeno del comprender y del
vivenciar. Las tipificaciones están determinadas por factores generales concurrentes a
saber: la situación biográfica; el stock of knowledge at hand y las coordenadas de la
matriz social.

52 GIBERT G, Jorge. op.cit. pp. 6.7.8.


53 Al alterego es algo dado al ser como una demostración práctica de un ser idéntico con quien comparte un mundo intersubjetivo conocido
como “mundo del yo” en el que conviven tanto sus antecesores, contemporáneos y predecesores. Dicho de otra forma, el “otro” es como “yo”,
capaz de actuar y de pensar; que su capacidad de pensamiento es igual a la mía en su totalidad; que análogamente a mi vida, la de él
muestra la misma forma estructural-temporal con todas las experiencias que ello conlleva.
54 SCHUTZ, Alfred. “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. p.21.
55 ibid. p. 18.

40
Schutz, señala que es el acervo de conocimiento a mano56 (stock of knowledge at hand),
el conjunto que está compuesto de tipificaciones del mundo del sentido común.

Este conjunto, cumpliría entre otras funciones la de situar e interpretar cada relación social
o el procesamiento de la doble contingencia (ego - alter); de acuerdo a la situación
biográfica del individuo y los elementos complementarios específicos57, derivadas de las
coordenadas de la matriz social que básicamente son espaciales o geográficos,
temporales y/o históricos. Es decir, al igual que existen coordenadas en la física, la
matemática y la ciencia natural, existen las “coordenadas de la experiencia personal
inmediata, y estas coordenadas personales tienen importancia fundamental para la
realidad del sentido común”58.

De ahí que todo acervo de conocimiento pertenece a un continuo59 que va desde un


acervo de conocimiento genérico (básico-on hand) a un acervo de conocimiento operante
(específico-at hand), con un conocimiento rutinario, en medio de ambos. Desde un punto
de vista fenomenológico, el acervo de conocimiento en sentido estricto, es el que
corresponde al acervo de conocimiento “at hand”, porque es el operante, el cual a su vez,
se articula biográficamente, por lo que es singular.

En resumen60 la secuencia, la cercanía y profundidad vivencial y la duración de la


experiencia (aún con respecto a experiencias de contenido similar), determinan la
articulación biográfica singular del acervo de conocimiento. Esto es válido hasta para las
experiencias altamente socializadas, y sobre todo para las experiencias esencialmente
privadas de rutina. Por otro lado, debe subrayarse que la secuencia y la adquisición de
conocimiento están socialmente objetivadas y determinadas (categorías sociales de
articulación biográfica).

56 SCHUTZ, Alfred. “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. p 20.21


57 Los elementos complementarios específicos hacen referencia al hecho de que todo tiempo y espacio especifican determinadas
tipificaciones y, consecuentemente agregan determinados elementos complementarios a la tipificación genérica. Es decir, la estructura social
generaría tal acervo de conocimiento a mano, imprimiendo una fisonomía determinada al modelo esbozado.
58 SCHUTZ, Alfred. “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. p.19
59 GIBERT G, Jorge. op.cit. p. 9
60 SCHUTZ, Alfred. “Las Estructuras del Mundo de la Vida”. Ed. AMORRORTU. Buenos Aires – Argentina. 1973. pp. 121. 122

41
Dicho de otra forma, el acervo de conocimiento a mano, está formado por las tipificaciones
compartidas por el mundo social. Los actores son capaces de coordinar sus acciones
porque están equipadas con este conocimiento del mundo de la vida cotidiana, el cual
incluye un amplio repertorio de tipos de cursos de acción y tipos personales y porque ese
conocimiento de sentido común es presupuesto y posee un origen y aprobación sociales.

Por otro lado, cabe señalar también que la vida humana es una serie de situaciones
concretas; por lo que el acervo de conocimiento operante (específico-at hand), está
determinado por el dominio de la situación concreta pues, “en principio, hay en toda una
situación posibilidades ilimitadas para la determinación, que no son adoptadas por ser
ajenas al dominio de la situación actual”61.

Ahora bien, en toda situación concreta, el acervo de conocimiento opera ilustrado por
determinadas características que lo constituyen en tanto son expresiones de la estructura
ontológica del mundo (situación limitada); en tanto expresión de las estructuras espaciales,
temporales y sociales de cada experiencia (coordenadas de la matriz social); y en tanto
expresión articulada con la propia biografía, inalterable en el sentido.

Esto, en razón a que las “categorías de la articulación biográfica no son realmente


categorías de la duración interior como tal, sino más bien categorías que se forman
intersubjetivamente y se establecen dentro de la concepción natural relativa del mundo.
Básicamente se imponen al individuo, y éste las interioriza”62.

Con relación al problema de si el acervo de conocimiento es o no acumulativo, Schutz63 lo


analiza desde la descripción de adquisición de conocimiento, que no es otra cosa que
experiencias actuales sedimentadas en estructuras de sentido, de acuerdo con su
significatividad y tipificidad, las que son respectivamente, expresiones asociadas al interés
que causa una determinación (determinaciones explicitadas sobre la base de las
estructuras de significatividades y a la familiaridad de esa misma determinación), ambas
en un contexto de sentido.

61 SCHUTZ, Alfred. “Las Estructuras del Mundo de la Vida”. op. cit. p.122.
62 ibid. p.72.
63 ibid.pp.127. 128.

42
La adquisición de conocimiento es un proceso en la duración interior, por lo que se articula
con las estructuras del tiempo subjetivo; esto en razón de que las experiencias se
constituyen por el enfoque atento dentro de unidades de tiempo que están determinadas
mediante la tensión de conciencia y su ritmo; por ende, en los tramos y lugares de
descanso del flujo de la conciencia que abarca retenciones protecciones de fases
próximas, así como recuerdos y expectativas, cuyo alcance está determinado a través del
interés relacionado con la situación. Sólo su sentido típicamente significativo,
monotéticamente captado, se incorpora al acervo de conocimiento como definidamente
digno de atención.

Por lo tanto, dejamos por sentado que el acervo de conocimiento está constituido por
tipos. Pero, con relación al hecho de que si éste acervo de conocimiento sea acumulativo,
también debería incrementarse el número de tipos disponibles, esto no puede ser así,
puesto que “todo tipo es, en términos estrictos, sólo una variación de tipificaciones ya
disponibles, por simples y poco definidos que sean (p.ej.: comestible/desagradable,
penoso/placentero, etc.,). Tales variaciones pueden ser triviales, y pueden conducir
solamente a un tipo superior de determinación para el tipo ya presente. También puede
conducir a una división del tipo en subtipos”64.

De allí que el acervo de conocimiento pueda ser concebido como una forma dúctil que
permite reclasificar y retipificar experiencias, especialmente aquellas problemáticas. Así en
las situaciones problemáticas, toda vez que se “soluciona” un problema, algo nuevo pasa
a ser en consecuencia, algo viejo. De esto se “desprende que no puede haber tipos como
tales, sino sólo tipos orientados hacia problemas”65.

De la afirmación de Schutz, conviene también mencionar que no puede haber ningún tipo
definitivo en el acervo de conocimiento del mundo de la vida, esto en razón de que todo
tipo está formado en un estado de problema “originario” y es utilizado en posteriores
situaciones rutinarias y estados problemáticos. Si continúa mostrándose adecuado para el

64 SCHUTZ, Alfred. “Las Estructuras del Mundo de la Vida”. op. cit. p.128.
65 ibid. p.225

43
dominio de las situaciones, puede ser relativamente “definitivo”, ya que se traslada al
ámbito del conocimiento habitual y su aplicación puede volverse totalmente automática.

Esto en razón a que por lo general, las nuevas experiencias están determinadas por un
tipo constituido en experiencias anteriores y ese tipo es suficiente para el dominio de
cualquier situación actual en la vida cotidiana. Analíticamente hablando, un tipo surge por
las determinaciones explícitas “actuales” y las posibilidades en principio ilimitadas para las
determinaciones de la experiencia futura.

En resumen, en el contexto de la duración anterior, el continuo (conocimiento genérico-


conocimiento rutinario-conocimiento específico), se transforma y adquiere una dinámica
recursiva. El actor problematiza una situación en que el conocimiento rutinario y el acervo
de conocimiento operante no disponen de elementos suficientes para su dominio; y acude
al acervo de conocimiento genérico, en busca de tipificaciones disponibles que, junto a las
posibilidades de determinación de la experiencia presente, constituyen un nuevo tipo.

2.2.3. La Fenomenología Social de Berger y Luckmann

2.2.3.1. La Realidad de la Vida Cotidiana

Una de las obras de mayor impacto en la tradición sociológica es sin duda, la obra de
Peter L. Berger y Thomas Luckmann “La construcción Social de la Realidad”, en la que los
autores intentan conectar directamente con la pregunta por las instituciones y los roles;
conceptos multidimensionales y amplios a casi todos los planteamientos sociológicos.

Los autores dejan por establecido que el propósito central de la obra no es precisamente
el abordaje de la realidad cotidiana desde la filosofía, sino más bien sociológico. En ese
sentido, afirman que la “vida cotidiana se presenta como una realidad interpretada por los
hombres y que para ellos tiene un significado subjetivo de un mundo coherente”66; realidad
que es objeto de estudio de la sociología en cuanto ciencia empírica que aborda tal
realidad como algo dado; aceptando como datos válidos, fenómenos particulares que se
producen en su seno sin investigar mayormente sus fundamentos, ya que éste es tarea
66 BERGER, Peter L. y LUCKMANN, Thomas. “La Construcción de la Realidad”. Ed. AMORRORTU. Buenos Aires – Argentina.1993. p.36.

44
que concierne a la filosofía, lo cual tampoco significa que sea aislada del todo dentro ese
análisis.

Esto es así, en razón a que el mundo de la “vida cotidiana no solo se da por establecido
como realidad por los miembros ordinarios de la sociedad en el comportamiento
subjetivamente significativo de sus vidas. Es un mundo que se origina en sus
pensamientos y acciones, y que está sustentado como real por éstos”67. Esta afirmación
hace referencia directa a los fundamentos de la vida cotidiana como las objetivaciones de
los procesos (y significados) subjetivos a través de los cuales se constituye el mundo
intersubjetivo del sentido común.

Por ello, no puede descartarse del todo a la filosofía en tanto constituye punto de partida
para el análisis sociológico; es decir recurrir a los prolegómenos de la filosofía (rasgos
principales) en la comprensión sociológica del conocimiento de la vida cotidiana. Por lo
que ambos autores coinciden con Schutz, en el sentido de que el “método más
conveniente para clarificar los fundamentos de la vida cotidiana es el del análisis
fenomenológico, método puramente descriptivo y como tal, empírico, pero no científico
que así consideramos la naturaleza de las ciencias empíricas”68

El sentido común encierra innumerables69 interpretaciones sean éstas precientíficas o


cuasicientíficas, sobre la realidad cotidiana que da por sentado que se encuentra
establecida; por lo que si pretendemos describir la realidad del sentido común,
necesariamente debemos referirnos a tales interpretaciones, así como también tomar en
consideración su carácter de presupuesto y por lo mismo, su abordaje debe ser realizado
desde la perspectiva fenomenológica.

A decir de Berger y Luckmann, la conciencia es siempre intencional, siempre apunta o se


dirige a objetos; por lo mismo, es poco menos imposible aprehender tal o cual substrato
supuesto de conciencia en cuanto tal, sino solo la conciencia de esto o aquello. Esto
ocurre de esta forma, porque el objeto de la conciencia puede ser experimentado como

67 BERGER, Peter L. y LUCKMANN, Thomas. op.cit p.37


68 ibid p.37
69 ibid. pp. 37.38.

45
parte de un mundo físico exterior o como elemento o parte constitutiva de una realidad
subjetiva interior.

Dicho de otra forma, lo que nos interesa dejar establecido aquí “es el carácter intencional
común de toda conciencia“70. Esto es así, en razón a que diferentes objetos aparecen
como constitutivos de las diferentes esferas de la realidad, y es precisamente allí donde
reconocemos a los semejantes con quienes tenemos que vincularnos en el curso de la
vida cotidiana, como pertenecientes a una realidad muy diferente de las figuras
desencarnadas que aparecen en los sueños. Estos dos grupos de objetos introducen
tensiones muy diferentes en nuestra conciencia y, por lo mismo les prestamos diferentes
maneras de atención.

Por lo mismo, la conciencia hace que las personas se movilicen en diferentes esferas de la
realidad; partiendo del supuesto de que el mundo consiste o se constituye de realidades
múltiples. Así pasar de una realidad a otra, hace que las personas experimenten
transiciones que causan un cierto impacto, debido al desplazamiento de la atención
prestada de un objeto hacia otro.

Ahora bien, entre las múltiples realidades que vamos experimentando, existe una realidad
por excelencia, cual es la realidad de la vida cotidiana, que al ser privilegiada es
denominada también como suprema realidad, que en última instancia se impone a la
conciencia.

Las personas aprehendemos la realidad de la vida cotidiana como una realidad ordenada,
en razón a que sus fenómenos se nos presentan dispuestos previamente como pautas
que parecen independientes de nuestra aprehensión, puesto que se nos impone. “La
realidad de la vida cotidiana se presenta ya objetivada, o sea, constituida por un orden de
objetos que han sido designados como objetos antes de que yo apareciese en escena. El
lenguaje usado en la vida cotidiana me proporciona continuamente las objetivaciones
indispensables y dispone el orden dentro del cual éstas adquieren sentido y dentro del

70 BERGER, Peter L. y LUCKMANN, Thomas. op.cit p.38.

46
cual la vida cotidiana tiene significado para mí”71. Por lo mismo, el lenguaje es fundamental
en la comprensión de la realidad cotidiana, porque otorga sentido a la existencia de las
personas en la sociedad y permite asignarle significados a los objetos presentes en esa
realidad.

La realidad se organiza alrededor del tiempo y el espacio. La temporalidad es una


propiedad intrínseca de la conciencia. En la vida cotidiana se organiza alrededor del “aquí”
de mi cuerpo y del ahora de mi presente, pero no se agota en este “aquí” y “ahora”, hay
otros fenómenos que no están dentro de esto. Esto significa que yo experimento la vida
cotidiana en grados diferentes de proximidad y alejamiento, tanto espacial como temporal.
Lo más próximo a mi es la zona de vida cotidiana directamente más accesible a mi
manipulación corporal, en el actúo y en el que trabajo (motivo pragmático); por lo mismo
es mi mundo por excelencia.

Pero la realidad de la vida cotidiana no se agota ahí, en virtud de que incluyen zonas que
no me resultan accesibles de esta manera y típicamente son menos intensas y urgentes,
puesto que nos mostramos más interesados por el grupo de objetos que intervienen en
nuestra tarea diaria; aunque estamos conscientes de que tales zonas menos intensas y
poco urgentes afectarán eventualmente nuestra vida cotidiana

No podemos existir en la vida cotidiana sin interactuar, sin comunicarnos continuamente


con los otros; somos conscientes de que nuestras actitudes naturales para con este
mundo corresponde a la actitud natural de otros, que también aceptan las objetivaciones
por las cuales este mundo se ordena, que también ellos organizan este mundo en torno de
“aquí y ahora” de su ser estar en él y se proponen actuar en él. “También sé, por
supuesto, que los otros tienen de este mundo una perspectiva que no es idéntica a la mía.
Mi "aquí" es su "allí". Mi "ahora" no se superpone del todo con el de ellos. Mis proyectos
difieren y hasta pueden entrar en conflicto con los de ellos. A pesar de eso, sé que vivo
con ellos en un mundo que nos es común. Y, lo que es de suma importancia, sé que hay

71 BERGER, Peter L. y LUCKMANN, Thomas. op. cit. p. 39

47
una correspondencia continua entre mis significados y sus significados en este mundo,
que compartimos un sentido común de la realidad de éste”72.

A decir de los autores, la actitud natural es la conciencia del sentido común, precisamente
porque este se refiere a un mundo que es común a todos. Dicho conocimiento del sentido
común es el que compartimos con los demás en las rutinas normales y autoevidentes de
la vida cotidiana.

2.2.3.2. Interacción Social, Lenguaje y Conocimiento en la Vida Cotidiana

Tal como señalamos anteriormente, la realidad de la vida cotidiana es compartida con los
otros. “La experiencia más importante que tengo de los otros se produce en la situación
"cara a cara", que es el prototipo de la interacción social y del que se derivan todos los
demás casos”73; el otro se manifiesta en su totalidad frente a mí.

De ahí que cuanto más próximos estemos, más signos recibimos del otro; es decir, se va
suscitando un continuo intercambio entre la propia expresividad y la expresividad del otro,
que es subjetivo y al cual es posible acceder mediante algunos síntomas (sonrisas, ceños
fruncidos, expresiones dirigidas del uno hacia el otro y viceversa). Sólo en la situación
“cara a cara” la subjetividad del otro se encuentra decididamente próxima, y por lo mismo,
el otro es completamente real.

Si bien, esta dentro las posibilidades interpretar erróneamente los significados del otro,
aún en la situación "cara a cara"; en virtud de que el otro oculte sus significados. Aun así,
la interpretación errónea es más difícil de mantener en la interacción "cara a cara" que en
las formas menos "cercanas" de las relaciones sociales. “Por otra parte, yo aprendo al otro
por medio de esquemas tipificadores aun en la situación "cara a cara", si bien estos
esquemas son más vulnerables a su interferencias que otras formas más remotas e
interacción”74. Es decir, aunque resulte difícil imponer pautas rígidas a la interacción “cara

72 BERGER, Peter L. y LUCKMANN, Thomas. op. cit. p. 41.


73 ibid. p. 46
74 ibid. p. 48

48
a cara”, ésta ya se aparece pautada desde el principio si se presenta dentro de las rutinas
de la vida cotidiana.

La realidad de la vida cotidiana “contiene esquemas tipificadores en cuyos términos los


otros son aprehendidos y "tratados" en encuentros cara a cara”75. Tales tipificaciones
afectan continuamente las interacciones del uno con el otro, en tanto no se vuelvan
problemáticas debido a una interferencia que pueda suscitarse ya sea de uno mismo o del
otro.

Por lo mismo, las tipificaciones serán validas hasta nuevo aviso (es decir, hasta que surjan
interferencias o cambios), y determinen los propios actos en cada situación y que por sus
mismas características tienden a ser recíprocas (el otro también me aprehende de manera
tipificada, que son tan susceptibles a la propia interferencia como las del otro);
produciéndose una negociación continua de ambos esquemas tipificadores en una
situación cara a cara. En la vida cotidiana es probable que esta clase de
negociación pueda de por sí disponerse de antemano de manera típica. “De tal modo, la
mayoría de las veces mis encuentros con los otros en la vida cotidiana son típicos en un
sentido doble: yo aprehendo al otro como tipo y ambos interactuamos en una situación
que de por sí es típica”76

A decir de los autores, es precisamente la situación cara a cara, que representa el


prototipo de la interacción social, puesto que posibilita el continuo intercambio de
expresividades entre uno y otro; al punto de que los esquemas tipificadores que
intervienen en las situaciones cara a cara son recíprocos, y en la medida que se van
alejando de la situación cara a cara se vuelve anónimas; en razón a que toda tipificación
entraña desde ya, un anonimato incipiente.

Con relación a la expresividad humana, señalar que ésta por lo general, se manifiesta en
productos humanos que están al alcance tanto de sus productores como de los otros
hombres, por ser elementos de un mundo común. Tales objetivaciones “sirven como

75 BERGER, Peter L. y LUCKMANN, Thomas. op.cit p.49


76 ibid. p 49

49
índices más o menos duraderos de los procesos subjetivos de quienes los producen, lo
que permite que su disponibilidad se extienda más allá de la situación "cara a cara" en la
que pueden aprehenderse directamente”77

La realidad de la vida cotidiana no solo está llena de objetivaciones, sino que sólo es
posible únicamente por ellas; siendo un caso especial de objetivación por su importancia
crucial la significación; es decir, la producción humana de signos. “Un signo puede
distinguirse de otras objetivaciones por su intención explícita de servir como indicio de
significados subjetivos. Por cierto que todas las objetivaciones son susceptibles de usarse
como signos, aun cuando no se hubieran producido con tal intención originariamente”78.

Dicho de otra forma, un signo, que no tiene más propósito que el de indicar el significado
subjetivo de quien lo hizo, se da también en la realidad común que tanto el uno como el
otro comparten, así como también con los demás hombres: es decir, reconocemos su
significado al igual que otros hombres, y que por lo mismo, está al alcance de quién lo
produce como “recordación” objetiva de su intención originaria.

Los signos se agrupan en una cantidad de sistemas (sistemas de signos gesticulatorios,


de movimientos corporales pautados, de grupos de artefactos materiales, etc.). Por lo
mismo, los “signos y los sistemas de signos son objetivaciones en el sentido de que son
accesibles objetivamente más allá de la expresión de intenciones subjetivas aquí y
ahora"79; a su vez, también se caracterizan por su separatividad, aunque pueden
diferenciarse según el grado en que pueda separárselos de las situaciones "cara a cara".

Este es el caso del lenguaje, que se constituye en un verdadero sistema de signos vocales
–que es una capacidad intrínseca-, más importante de la sociedad humana. Constituye
otro ordenador de la vida cotidiana, al igual que el tiempo y el espacio. La vida cotidiana
por sobre todo, es vida con el lenguaje que comparto con mis semejantes y por medio de
él y, por lo mismo, la comprensión del lenguaje, es esencial para la comprensión de la
realidad de la vida cotidiana.

77. BERGER, Peter L. y LUCKMANN, Thomas. op. cit p 52


78 Ibid. p. 54
79 ibid. p. 55.

50
El lenguaje es “capaz de transformarse en depósito objetivo de vastas acumulaciones de
significado y experiencia, que puede preservar a través del tiempo y transmitir a las
generaciones futuras"80. Es un objetivador por excelencia, puesto que nos permite
objetivar la realidad, significar, tipificar, como también alejarnos en tiempo y espacio;
posibilita a las personas expresar subjetividades, acumulación de experiencias y
conocimiento entre otros. Es precisamente el lenguaje que nos obliga adaptarnos a
determinadas pautas que rigen la realidad de la vida cotidiana, puesto que tiene ya
prescrito ciertas reglas sintácticas socialmente aceptadas que tiene un carácter coercitivo.

En la situación "cara a cara", el lenguaje posee una cualidad inherente de reciprocidad que
se distingue de cualquier otro sistema de signos, en tanto que la continua producción de
signos vocales en la conversación puede sincronizarse sensiblemente con las continuas
intenciones subjetivas de los que conversan. Cada uno oye lo que dice el otro virtualmente
en el mismo momento en el que lo dice; lo cual “posibilita el acceso continuo, sincronizado
y recíproco a nuestras dos subjetividades en la cercanía intersubjetiva de la situación "cara
a cara" de manera tal que ningún otro sistema de signos puede repetir”81. Más aún
todavía, es posible oírse uno mismo en tanto conversa: sus propios significados subjetivos
se hacen accesibles objetiva y continuamente, e ipso facto se vuelven más reales para
uno mismo.

De esta forma, el lenguaje construye representaciones simbólicas que aparentemente


parecen dominar la realidad de la vida cotidiana; ejemplos claros de ellos son la religión, la
filosofía, el arte y la ciencia, como los de mayor trascendencia histórica. Por lo mismo, el
lenguaje no solo construye símbolos sumamente abstraídos de la experiencia cotidiana,
sino también recupera estos símbolos y los presenta como elementos objetivamente
reales en la vida cotidiana.

Cabe señalar a su vez, que el lenguaje va constituyendo campos semánticos o zonas de


significado lingüísticamente circunscritos que posibilitan la objetivación, retención y
acumulación de la experiencia biográfica e histórica; la cual es selectiva, ya que los

80 BERGER, Peter L. y LUCKMANN, Thomas. op. cit p 56


81 ibid.p.56

51
campos semánticos determinan qué deben retenerse y qué hay que olvidar de la
experiencia total tanto del individuo como de la sociedad.

En virtud de esta acumulación, se forma un acopio social de conocimiento, que se


transmite de generación en generación y está al alcance del individuo en la vida cotidiana.
“Vivo en el mundo del sentido común de la vida cotidiana equipado con cuerpos
específicos de conocimiento. Más aún: sé que los otros comparten al menos parcialmente
ese conocimiento, y ellos saben que yo lo sé. Mi interacción con los otros en la vida
cotidiana resulta, pues, afectada constantemente por nuestra participación común en ese
acopio social de conocimiento que está a nuestro alcance”82. Este acopio social abarca el
conocimiento de la situación de cada uno; es decir la ubicación del individuo en la
sociedad.

2.2.4. La Reproducción, Campo, Habitus y Capital Cultural en la Teoría de Pierre


Bourdieu

2.2.4.1. Algunas Reflexiones Críticas en Torno a la Teoría de Bourdieu

Ha sido constantemente recordada la condición de outsider de Bourdieu –caso similar al


de Veblen o Goffman-, de provinciano que hace “su carrera desde la periferia hasta el
centro del centro del campo académico, dotado de todas las características de este grupo
social extraño pero ascendente: capacidad de observación, perspicacia, ambición,
narcisismo, voluntad férrea”83.

Nacido en la localidad de Denguin Béarn (Hautes-Pyrénées), Francia (1930 - 2002); su


entereza, voluntad y convicción hace que prosiga su formación84 en la École Normale
Superior y a los veinticinco años es nombrado agregado del instituto de Filosofía siendo
profesor de la Facultad de Letras de Argel (1958-1960) y más tarde en Lille (1961-1964),
donde a finales de 1964 consigue el rango de director de estudios en la École Pratique de
Hautes Études, siendo considerado uno de los más brillantes profesores de su generación.

82 BERGER, Peter L. y LUCKMANN, Thomas. op. cit p. 60.


83 ALONSO, Luis Enrique. “Pierre Bourdieu In Memorian (1930-2002). Entre la Bourdieumania y la Reconstrucción de la Sociología Europea”.
Universidad Autónoma de Madrid. Revista Española de Investigaciones Sociológicas. REIS – Centro de Investigaciones Sociológicas - CIS
Nº 103. Madrid –España. 2003. p. 13. Soporte Electrónico. Se puede encontrar en: www.reis.cis.es.
84 ibid. p.13.

52
Su actividad investigadora en los siguientes años es prácticamente espectacular, en razón
a que sus obras progresivamente fueron integrándose a la cultura sociológica europea
como auténticos clásicos que fueron recomendándose tanto como manuales de
introducción –es el caso de la obra el oficio del sociólogo (1976)85-, como investigaciones
aplicadas sobre mecanismos de selección y diferenciación de los sistemas institucionales.

Pero el entretelón de fondo social e histórico que de alguna manera contextualiza los
estudios e investigaciones principales de Bourdieu se sitúa entre la “construcción de un
Estado de bienestar, formalmente universalista, parcialmente desmercantilizador e
igualitaria –aunque transmisor y reproductor de la desigualdad formada en los procesos de
producción material simbólica- y la siguiente fragmentación y deconstrucción de estos
treinta años gloriosos en forma de todo tipo de remercantilizaciones realizadas a todas las
escalas económicas y geográficas, así como también, todo tipo de resistencias”86.

Al respecto, señalar que si bien en las sociedades occidentales se ha producido un


proceso de convergencia en diversos aspectos de la vida social que aspira alcanzar la
igualdad social (desarrollo de las capas medias, segmentación y terciarización del trabajo,
pacificación del conflicto de clases, mejora del nivel de vida, desarrollo del estado social,
igualdad de oportunidades en el sistema educativo y ocupacional, sistemas y medios de
comunicación de redes de interdependencia económica y progresiva equiparación de
estilos de vida de los miembros de la sociedad). Pero paradójicamente, a pesar de este
creciente proceso de igualación, aparecen nuevas diferencias, nuevos modos de privilegio,
de poder y de discriminación.

Es precisamente en este escenario, en el desvelamiento de esta contradicción donde se


sitúan los estudios de Bourdieu: la apropiación cultural y la reproducción de la desigualdad
social en un contexto de modernidad. Dicho de otra forma, en la perspectiva del autor,
asistimos a crecientes procesos de división y exclusión social en culturas que exaltan y
toman como bandera de su desarrollo, la igualdad, la equidad y la justicia como valores
sociales.

85 En esta obra, es importante destacar que Bourdieu realiza toda una defensa de la construcción del objeto de conocimiento de la sociología,
contra el sentido común y contra el positivismo convencional.
86 ALONSO, Luis Enrique op. cit. p.14.

53
Bourdieu en sus diversas investigaciones, observa indicios de que la exclusión cultural es
inseparable al desarrollo de la sociedad; es decir, se concibe como algo intrínseco a la
sociedad de nuestros días y es en ese contexto en que sitúa su planteamiento, cuando
habla de un “espacio social de diferenciación en el que la identificación con ciertas
posiciones sociales tiene mucho que ver con el estilo de vida y el consumo cultural”87; por
lo que, a decir de Bourdieu, las diferencias y los procesos de exclusión no son
exclusivamente económicas sino también culturales; de aquí nace su interés en mostrar la
relación existente entre cultura, dominación y desigualdad social.

Su esfuerzo intelectual va encaminado a “construir una teoría social capaz de comprender


los modos contemporáneos de estructura y reproducción de clase a través del tiempo”88
en la sociedad actual y, como sociólogo de la cultura “ésta constituye un medio decisivo
para la reproducción de la desigualdad y el privilegio en las sociedades modernas”89. Esto
es precisamente lo que Bourdieu intenta clarificar en el análisis de la sociedad actual, a
través del uso de conceptos básicos como reproducción cultural, legitimación, clase social,
habitus, campo y espacio social entre otros.

En sus obras claramente es perceptible su fuerte voluntad de debate, al punto tal de


apreciar que siempre está en contra de alguien o algo, sumados a su innegable vocación y
visión etnográfica que lo llevan a enfrentarse a las versiones más agresivas del
individualismo metodológico, al relativismo extremo postmoderno o al neofuncionalismo.

Esta voluntad de debate hizo que su trabajo fuese catalogado en la década de los noventa
como un paradigma en sí mismo y su propia sociología se sitúa en el terreno estratégico
que se ha movido en la teoría social tanto postmarxista como postliberal, tratando de
extender puentes entre el sujeto y la estructura; entre los hechos y la historia, entre la
acción y la historia, que sin duda, han marcado profundamente la teoría social
contemporánea.

87 AYERDI, Pablo. “Cultura y dominación en Pierre Bourdieu”. Huarte de San Juan, Revista Científica de la Facultad de Ciencias Humanas y
Sociales. Universidad Pública de Navarra. Nº 1/94. Navarra-España. 1994. p. 273.
88 ibid. p. 274
89 ibid.p. 274

54
Lo que queda claro es que Bourdieu muestra su alejamiento –aunque éste es relativo-, de
la filosofía para recalar primero en la antropología y luego en la sociología; porque, “por
primera vez, se encuentra ante el hecho descarnado de la dominación cultural y la
violencia simbólica que supone la imposición, objetivación y legitimación de los códigos
poderosos en su situación colonial crítica”90.

Finalmente, resaltar el esfuerzo intelectual de Bourdieu cuando se ocupa del mundo


social, ya que “su apuesta es la construcción de una concepción que permita
comprenderlo prácticamente haciendo uso de los instrumentos de la ciencia”91; pero en
particular de una ciencia, la sociología que no se contenta con el lugar que se la ha
otorgado y, por lo mismo, ejerce su tarea combatiendo los obstáculos que impiden ver que
la “construcción del espacio de las posiciones de los hombres y de las mujeres que lo
construyen, al mismo tiempo que son construidos por él”92.

Sin duda, la postura de Bourdieu demuestra una fuerte resistencia no solo teórica sino
sobre todo de orden práctico en el sentido de comprender el mundo social en una nueva
concepción en el que “nosotros mismos estamos en él, como agentes que lo construyen.
En comprender el mundo percibiéndolo y haciéndolo al mismo tiempo”93; para lo cual es
sumamente esencial sumergirse en la particularidad de la realidad empírica situada y
fechada; es decir, tratar de construirla como un caso particular de lo posible.

2.2.4.2. La Reproducción Cultural

Con relación a la reproducción cultural, Bourdieu inicia su reflexión en torno al “saber”


como tal, que para la filosofía racionalista de la ilustración era por sí sola un factor potente
de emancipación y de promoción del género humano. En esa línea, la escuela como
principal institución encargada de proporcionar ese saber a todos sin discriminación y
distinción de clase, origen, credo o color, debería por lo tanto, promover la desaparición de
toda forma de inequidad y desigualdad social en un claro esfuerzo por destruir privilegios

90 AYERDI, Pablo. op. cit. p.15.


91 JIMENEZ, Isabel. En Presentación a BOURDIEU, Pierre. “Capital Cultural, Escuela y Espacio Social”. Ed. SIGLO XXI. México DF. 1998.
p.7
92 ibid. p. 7.
93 ibid. p. 8

55
sociales de clase; posibilitando que el individuo ascienda –de acuerdo a sus meritos y
esfuerzos- en la jerarquía social. Ideal que a decir de Bourdieu, la escuela no ha
conseguido.

Esto queda demostrado en una investigación conjunta realizada en 1964 entre Bourdieu y
J.C. Passeron sobre el sistema de enseñanza francés94 (Les héritiers, les étudiants et la
culture), donde demuestran que el sistema escolar y universitario funciona como instancia
de selección, de segregación social que va en beneficio de las clases superiores en
detrimento de las clases medias y más aún todavía, de las clases populares. Esta realidad
selectiva es confirmada aún todavía en la escuela donde los estudiantes más brillantes,
aquellos quienes obtienen los diplomas más prestigiosos, por lo general recalan en los
centros más cualificados y los que, en última instancia acceden a los puestos de poder
son en proporción mayoritaria los hijos de las diferentes fracciones de la burguesía.

Al respecto Bourdieu señala que la “reproducción de la estructura de la distribución del


capital cultural se opera en la relación entre las estrategias de las familias y la lógica
específica de la institución escolar. Ésta tiende a proporcionar el capital escolar, que
otorga bajo la forma de títulos (credenciales), al capital cultural detentado por la familia y
transmitido por una educación difusa o explícita en el curso de la primera educación”95.

Esta fracción de la burguesía, a decir de Bourdieu y Passeron96 es beneficiada por lo


mismo, con privilegios relacionados con la cuna; es decir, por el hecho de haber nacido en
ambientes sociales favorecidos. En definitiva, son los herederos, cuya herencia no es sólo
económica sino también, y quizás cultural; aunque esta herencia social por lo general
queda oculta, tanto para los interesados como para los excluidos del sistema social, por el
hecho estructural de que la escuela transforma, habla de ventajas y desventajas
específicamente escolares que en realidad son ventajas extraescolares, debida en gran
manera, al origen y a la pertenencia social.

94 BOURDIEU, P., y PASSERON, J.-C. “Los estudiantes y la cultura”. Ed. LABOR. Madrid – España. 1973. pp. 25.27.
95 BOURDIEU, Pierre. “Capital Cultural, Escuela y Espacio Social”. op.cit. p.108
96 BOURDIEU, P., y PASSERON, J.-C. op. cit. pp. 33.44.

56
“El título escolar credencial, contribuye eficazmente, allí y donde quiera, a asegurar la
reproducción social, logrando la perpetuación de la estructura de la distribución
permanente que, aunque tenga todas las apariencias de la igualdad, está marcado por un
sesgo sistemático a favor de los detentores de un capital cultural heredado”97.

Bajo esta cortina oculta y una aparente neutralidad social, que prefiere hablar de méritos –
y no así de herencia en las diferencias-, la escuela de forma sutil, promueve la
reproducción de las relaciones sociales de dominación, al punto tal que “la ceguera ante
las desigualdades sociales obliga y autoriza a explicar todas las desigualdades,
especialmente en materia de éxito escolar, como desigualdades naturales, desigualdades
de dotes. Semejante actitud está implícita en la lógica de un sistema que, por reposar en
el postulado de la igualdad formal de todos los alumnos…. Está incapacitado para
reconocer otras desigualdades que las provienen de las dotes individuales”98.

Esta transformación de las desigualdades sociales en desigualdades naturales de


inteligencia, de cultura permite a la escuela cumplir la función de legitimación,
transformando de esta forma, los privilegios aristocráticos en derechos meritocráticos que
casualmente resultan ser los únicos privilegios compatibles con los principios de la
democracia. En este marco de sociedad democrática, esta legitimación se convierte en
“instrumento privilegiado de la sociedad burguesa que confiere a los privilegiados el
privilegio supremo de no aparecer como privilegiados…”, en un intento por convencer a los
desheredados de la cultura “….que deben su destino escolar y social a su falta de dones o
de méritos…”99.

Este privilegio por excelencia, a decir de Bourdieu, está constituido por la herencia cultural,
que no podría ser compensado ni con becas, menos por una mejor calidad de la
enseñanza por parte de los centros educativos y los profesores.

97 BOURDIEU, Pierre. “Capital Cultural, Escuela y Espacio Social”. op.cit. p.128.


98 BOURDIEU, P., y PASSERON, J.-C. op. cit. p. 101.
99 BOURDIEU. Pierre. “La Reproducción. Elementos para una Teoría del Sistema de Enseñanza”. Ed. LAIA. Barcelona - España. 1977. p.

269.

57
Por esta razón “la mejor forma de servir al sistema creyendo combatirlo es la de atribuir
exclusivamente a las desigualdades económicas o a una determinada política todos los
defectos de que adolece la escuela….. es tal la eficacia de los factores sociales de
diferenciación, que, aun cuando se consiguiera la igualdad en el aspecto económico, el
sistema universitario seguiría consagrando las desigualdades mediante la transformación
de los sociales en dotes o méritos individuales”100.

De esta manera, el sistema de enseñanza, cumple un excelente papel de instrumento de


reproducción capaz de camuflar su propia función, cobrando de esta manera, mayor
importancia y por otro lado, el mercado de títulos sociales que otorga legitimación para
acceder a las posiciones más codiciadas, tiende a unificarse.

2.2.4.3. Legitimación

Acerca de la legitimación Pierre Bourdieu se apoya por un lado en Marx, ya que entiende
que la realidad social es un conjunto de relaciones de fuerza entre dos clases antagónicas
e históricamente en lucha una contra la otra y, por otro lado, recurre a los planteamientos
de Max Weber para plantear que la realidad social es también un conjunto de relaciones
de sentido y que toda dominación social –sea éste de un individuo hacia otro, de un grupo,
de una clase o de una nación-, debe ser reconocida y aceptada como legítima; cobrando
de esta forma, un sentido de preferencia positivo.

Este sentido de preferencia positivo, queda objetivado cuando los mismos dominados se
adhieren al principio de su propia dominación, pero que además se sienten solidarios de
los que dominan, consensuando el orden social establecido. Dicho de otra forma, lo que
se consolida con esta actitud, es legitimar un tipo de dominación otorgándole toda la
fuerza de la razón a la razón (al interés) del más fuerte; lo cual desde ya, supone poner en
marcha una violencia simbólica, violencia eufemizada que la hace socialmente aceptada.

Esta violencia simbólica consiste en el poder de imponer significaciones; es decir,


definiciones de la realidad para la acción.

100 BOURDIEU, P., y PASSERON, J.-C. op. cit. p. 54.

58
Al respecto Bourdieu, en un artículo titulado “Sur le pouvoir symbolique”, señala que como
el “poder de constituir el dato por la enunciación (de construir la realidad por el solo hecho
de formularla), de hacer ver y de hacer creer, de confirmar o de transformar la visión del
mundo y, por consiguiente, la acción sobre el mundo y al mundo mismo; es un poder casi
mágico que permite obtener lo equivalente de lo que es obtenido por la fuerza (física o
económica), gracias al efecto específico de movilización, y que sólo ejerce cuando es
reconocido, es decir, desconocido en cuanto arbitrario”101.

Este ejercicio del poder simbólico por un grupo, una clase o una nación tiene el objetivo de
imponer algo como verdad universal cuando en realidad se trata sólo de un arbitrario
cultural102. De esta forma, las relaciones sociales se convierten también en relaciones de
competencia entre arbitrarios culturales, ya sean dominantes o dominados que cobran su
significación en la relación que los une al oponerse entre sí.

Ahora bien, los significados seleccionados para definir la cultura de un grupo o de una
clase como sistema simbólico “es arbitraria en tanto que la estructura y las funciones de
esta cultura no pueden deducirse de ningún principio universal, físico, biológico o espiritual
puesto que no están unidas por ningún tipo de relación interna a la naturaleza de las cosas
o a una naturaleza humana”103. La existencia de una cultura dominante que legitima los
intereses de los grupos o clases dominantes tiene por finalidad mostrar que la cultura
dominada aparezca como ilegítima y, consecuentemente condena los agentes dominados
y a las clases populares, en una especie de conciencia vergonzosa de su situación cultural
y el descrédito de sus actos impuestos en la praxis dominante.

Así este poder simbólico en tanto instrumentos estructurados y estructurantes de


comunicación y conocimiento “cumplen su función política de instrumentos de imposición o
de legitimación de la dominación, que contribuyen a asegurar la dominación de una clase
sobre otra (violencia simbólica) suministrando el refuerzo de su propia fuerza a las
relaciones de fuerza que los fundan y contribuyendo así a la domesticación de los

101 BOURDIEU, Pierre. “Sur le pouvoir symbolique”. ANNALES ESC Nº. 3. mayo-junio, París - Francia. 1977. pp. 405-411. Traducido por
ALONSO, Luis Enrique. op. cit. p. 16
102 El término “arbitraire”, hace referencia a algo que tiene una existencia de hecho pero no de derecho; es algo impuesto, por lo que nadie lo

justifica ni manda admitirlo. Por lo mismo, es arbitrario todo acto que no sea aceptado y acatado por voluntad por las personas.
103 BOURDIEU, Pierre. “La Reproducción”. op. cit. p. 48

59
dominados”104. Dicho de otra forma, lo que se espera es que las maneras de pensar y las
prácticas dominantes se opongan frontalmente a las maneras de pensar y a las prácticas
de los dominados, excluyéndolos del universo de la cultura reconocida, al extremo de
degradarlos con definiciones que los propios dominados perciben como prácticas indignas.

Por lo mismo, la dominación de los arbitrarios culturales asumidos por la cultura dominante
es calificada por Bourdieu como racismo de la inteligencia, que es aquel por medio del
cual la clase dominante busca producir una teodicea de su propio privilegio; siendo su afán
“imponer la definición del mundo social más conforme a sus intereses, el campo de las
tomas de posición ideológicas que reproduce bajo una forma transfigurada el campo de
las posiciones sociales”105. Es decir, legitimar una justificación del orden social que ellos
dominan y que hace que se sientan de una esencia superior con relación a la cultura
dominada.

2.2.4.4. El Habitus, la Cultura Hecha Cuerpo

En la teoría sociológica de Bourdieu, el concepto de “habitus”106 es clave en sus estudios


y, desde ya, recorre toda su obra. Es clave en el sentido de que a partir del habitus, es
posible articular lo individual y lo social; es decir, las estructuras internas de la subjetividad
y las estructuras sociales externas objetivas. Así, a través del habitus intenta explicar que
tanto las estructuras subjetivas y objetivas no están alejadas ni contrapuestas una de la
otra; por el contrario, son dos caras de una misma realidad, de una misma historia
colectiva que se sitúa y se inscribe al tiempo; por lo mismo son indisolubles en los cuerpos
y en las cosas. Es precisamente el habitus que “permite designar el conjunto de
disposiciones de los agentes en el que las prácticas se convierten en principio generador
de nuevas prácticas”107.

De esta forma, Bourdieu plantea una especie de ontología determinada, según lo cual, lo
social existe bajo dos formas inseparables: en las cosas y en los cuerpos.

104 BOURDIEU, Pierre. “Poder, Derecho y Clases Sociales”. Ed. DESCLÉE DE BROUWER. Bilbao – España. 2000. p. 94
105 ibid. p. 94.
106 El habitus es un término latino muy utilizado por los filósofos y especialmente por los escolásticos, que comúnmente traducido hace

referencia a costumbre.
107 BOURDIEU, Pierre. “Poder, Derecho y Clases Sociales”. op. cit p 24

60
Es decir, por un lado, se tienen a las instituciones (estructuras sociales objetivas), que
revisten la forma de cosas físicas, monumentos, aparatos, artefactos, etc.; y por el otro, las
disposiciones adquiridas, las maneras duraderas de ser o de hacer que se encarnan en
los cuerpos; además de la cultura incorporada que es concebida como un espacio de
reproducción de reproducción social y, a la vez, como un espacio privilegiado para la
innovación y la resistencia. Siendo por ello, indispensable realizar un esfuerzo intelectual
en miras a lograr una comprensión relacional de la sociedad, que enfatice en los vínculos
que se establecen entre los agentes que forman los campos de lo social.

Tomando en cuenta la postura Bourdieu al respecto, el poder es siempre constitutivo de la


sociedad y existe en las cosas y en los cuerpos; en los habitus, en las instituciones y en
los cerebros; por lo mismo, el poder tiene doble dimensión: es objetiva y a la vez es
simbólica.

Bajo esta mirada, el autor busca superar la dicotomía surgida entre las perspectivas
objetivistas y subjetivistas108 de lo social, porque entiende que ambos son métodos
parciales pero no irreconciliables. Es precisamente el concepto de “habitus”, el que le
permite la superación de la dicotomía existente entre las cosas y los cuerpos; entre lo
objetivo y subjetivo; por lo mismo, el habitus es considerado como categoría puente para
vincular los momentos objetivos de la cultura, materializados en discursos e instituciones y
los momentos subjetivos, incorporados y hechos movimiento a través de las prácticas. De
esta manera, las experiencias de los sujetos se incorporan como disposiciones duraderas
de las prácticas y experiencias futuras.

Si tomamos en cuenta lo señalado anteriormente, el habitus representaría un principio


generador de las prácticas culturales y, por lo mismo, se constituiría en el lugar ideal de
incorporación de lo social en el sujeto. De esta manera, la subjetividad aparece
configurada por un conjunto de estructuras sociales objetivas e históricas que el sujeto

108 Pierre Bourdieu, critica al objetivismo por centrar su estudio en las estructuras objetivas, visibles o concretas, ignorando de esta manera,
los procesos mediante los cuales los actores perciben, piensan y van construyendo esas estructuras para luego actuar sobre ellas. Con
relación al subjetivisimo, critica el hecho de que éstas ignoren o no consideren las estructuras objetivas en las que se suscitan estos
procesos. Por esta pretensión de superar esta dicotomía, la perspectiva de Bordieu, es denominada como constructivismo estructuralista o
estructuralismo constructivista, puesto que muestra especial preocupación por vincular la acción y la estructura; lo subjetivo y lo objetivo.

61
como agente social109, incorpora de una u otra forma, dependiendo fundamentalmente del
lugar que ocupa dentro la estructura social.

Esta apreciación del habitus, como sistema de disposiciones para actuar, sentir y pensar
de una determinada manera, interiorizadas e incorporadas por los individuos en el
transcurso de su historia y por lo mismo, perdurables, sustenta por un lado, la tensión
entre sujeto-sujetado propio del estructuralismo; y por otro el de sujeto libre, reflexivo y
resistente propio de la corriente comprensiva de la sociología110.

Llama la atención el hecho de que en la construcción del concepto de habitus resalta un


término: “disposiciones” que es a su vez, producto111 de la práctica y principio, esquema o
matriz generadora de prácticas, de las percepciones, apreciaciones y acciones de los
agentes. Un principio que impone un orden a la acción. Pero hablar de disposición es
también ambiguo, porque bien puede referirse a una capacidad, una actitud o un estado.

Es precisamente esa ambigüedad lo que hace que el término le parezca a Bourdieu


suficiente pero particularmente apropiado para expresar lo que reviste el concepto de
habitus. Ya que cuando utilizamos el término disposición expresamos “el resultado de una
acción organizadora que presenta además un sentido muy próximo a palabras tales como
estructura; designa por otra parte una manera de ser, un estado habitual (en particular del
cuerpo), y en particular, una predisposición o una inclinación”112.

El habitus es la “estructura estructurante, que organiza las prácticas y la percepción de las


prácticas, el habitus es también estructura estructurada: el principio de división en clases
lógicas que organiza la percepción del mundo social es a su vez producto de la
incorporación de la división de clases sociales”113. Tomando en consideración esta

109 Bourdieu, prefiere hablar más que de actor social de agente social. Realiza esta diferenciación conceptual en el entendido de que el
sujeto concebido como agente social puede con facilidad combinar tanto la influencia que recibe interiormente como la influencia que realiza
hacia el exterior.
110 Es en torno a estas tensiones sobre las que se construye la teoría sociológica de Pierre Bourdieu y que se expresan en torno a la

búsqueda de respuestas a las interrogantes ¿Cómo se interioriza lo objetivo, la estructura?; ¿Cómo se exterioriza lo subjetivo?. Sin duda,
gran parte de las respuestas a estas interrogantes se encuentran en los conceptos de habitus y de prácticas de Pierre Bourdieu.
111 BOURDIEU, Pierre. “Poder, Derecho y Clases Sociales”. op. cit. pp 25.26.
112 BOURDIEU, Pierre. “Esquisse d’une Théorie de la Pratique précédé de trois études d’ethnologie kabile”. Ed. DROZ. Géneve.1972.p. 247.

Citado por BOURDIEU, Pierre. “Poder, Derecho y Clases Sociales”. op. cit. pp 25.26
113 PIERRE, Bourdieu. “La Distinción. Criterio y Bases Sociales del Gusto”. Ed. DE MINUIT. París - Francia. 1979. p. 170.

62
definición, se deduce que el habitus es un sistema de disposiciones, producto de la
incorporación de la estructura social a través de la posición ocupada en esta estructura (es
por tanto, una estructura estructurada), pero al mismo tiempo estructura las prácticas y las
representaciones, actuando como estructura estructurante; es decir, como un sistema o
esquema práctico que estructura las percepciones, las apreciaciones y las acciones de los
agentes.

Dicho de otra forma, el habitus además de ser una estructura estructurada –es decir, una
historia hecha cuerpo-, es a la vez, una estructura estructurante, principio bajo el cual, el
agente social es capaz de construir sus prácticas y sus representaciones del mundo,
discernir lo que está bien y lo que está mal; de lo pensable y lo no pensable, de lo posible
y lo imposible. Pero, ¿cómo se manifiesta el habitus?, a decir de Bourdieu, éste se
manifiesta fundamentalmente en el sentido práctico del agente social, cual es la aptitud
que tienen las personas para moverse, para actuar y para orientarse según la posición que
ocupan en el espacio social y esta acción lo realiza sin recurrir a una reflexión consciente,
gracias a las disposiciones adquiridas que funcionan automáticamente.

El habitus como sistema de “esquemas de percepción y de apreciación, como estructuras


cognitivas y evaluativos que adquieren (los agentes) a través de la experiencia durable de
una posición en el mundo social. El habitus es a la vez un sistema de esquemas de
producción de prácticas y un sistema de esquemas de percepción y de apreciación de las
prácticas. Y en los dos casos, estas operaciones expresan la posición social en la que el
habitus se ha construido”114.

Bourdieu plantea una inscripción del habitus no mecánica y menos repetitiva de lo social
en lo individual; esto en razón de que los esquemas provistos por el habitus son
aprendidos de manera no consciente, organiza nuestra visión del mundo y dialécticamente
convierten nuestro cuerpo en cuerpo habituado.

Así resultado del habitus como interiorización de las relaciones de poder, las
representaciones que éste genera, constituyen mediaciones de poder simbólico, puesto

114 BOURDIEU, Pierre. “Choses dites”. Ed. MINUIT. París – Francia. 1987. p. 156.

63
que “existe una correspondencia entre las estructuras sociales y las estructuras mentales,
entre las divisiones objetivas del mundo –especialmente entre dominantes y dominados en
los diferentes campos- y los principios de visión que los agentes aplican”115. Por otro lado,
Bourdieu señala también que los sistemas simbólicos son instrumentos de conocimiento y
de comunicación; es decir, pueden ejercer un poder estructurante, porque son
estructurados.

De ahí que la “correspondencia entre las estructuras sociales y las estructuras mentales
cumplen funciones políticas. Con ello, los sistemas simbólicos no son simplemente
instrumentos de conocimiento, sino también instrumentos de dominación”116. Esta última
idea, pone de manifiesto que el habitus es generado y a la vez es generador de
desigualdades. Entonces será precisamente el concepto de poder simbólico que permita
establecer cómo es que se dan las diferencias sociales, cómo es que éstas se incorporan
en forma de habitus y se expresan en el espacio social, en los campos en forma de
prácticas específicas.

Cabe indicar que el concepto de habitus de Bourdieu evoluciona; aunque la palabra no


cambia, encierra contenidos distintos, pero siempre hay elementos que continúan. Al
parecer el concepto de habitus pareciera haber pasado de las formulaciones deterministas
de “la reproducción” (1970), centradas en el problema de la reproducción de las
estructuras sociales hacia otras más abiertas que toma en consideración la invención en el
sentido de que el habitus “está constituido por un conjunto sistemático de principios
simples y parcialmente sustituibles, a partir de los cuales pueden inventarse infinidad de
soluciones que no se deducen directamente de sus condiciones de producción”117.

La propuesta de Bourdieu ofrece un panorama relacional y complejo del mundo social, una
economía general de las prácticas culturales de los agentes y una forma integral de
aprehender la acción social, superando las dicotomías existentes entre individuo y
sociedad.

115 BOURDIEU, Pierre. “La Noblesse d’État. Grandes écoles et espirit de corps”. Ed. MINUIT. París – Francia. 1989. p. 7.
116 GUTIERREZ, Alicia. “Poder y representaciones: elementos para la construcción del campo político en la teoría de Bourdieu”. Revista
Complutense de Educación. Vol. Nº 16 Nº 2. Universidad Complutense de Madrid – UCM. Madrid – España. 2005. p.377. Soporte
electrónico. Se puede encontrar en: http://www.ucm.es/bucm/revistas/edu/11302496/artículos/rced0505220373a.pdf.
117 BOURDIEU, Pierre. “Questions de sociologie”. Ed. MINUIT. París – Francia. 1984. p. 135.

64
2.2.4.5. Campo y Capital Económico, Cultural, Social y Simbólico

Los conceptos de Campo y Capital no son menos importantes que el habitus. Al respecto
Pierre Bourdieu, utiliza el concepto de campo para designar el carácter específico de las
determinaciones que en un espacio dado concurren produciendo una determinada gama
de interacciones. Dicho de otra forma, el campo no es otra cosa que el espacio social que
se construye en torno a algo que es valorado socialmente; es decir, según las
características que la definen objetivamente éstas pueden ser campos de tipo económico,
político, religioso o cultural.

El campo al ser un sistema específico de relaciones objetivas, que pueden ser de alianza
o de conflicto, de competencia o de cooperación, según las distintas posiciones ocupadas
–que a decir de Bourdieu, son independientes de los sujetos que las ocupan en cada
momento- por los agentes sociales y, por lo mismo, todas las interacciones, siempre se
desarrollan dentro de un campo específico, además de encontrarse determinadas por la
posición que ocupan los distintos agentes sociales en el sistema de relaciones específicas.
Los campos se “presentan para la aprehensión sincrónica como espacios estructurados de
posiciones (o de puestos) cuyas propiedades dependen de su posición en dichos espacios
y pueden analizarse en forma independiente de las características de sus ocupantes (en
parte determinadas por ellas)”118.

Ahora bien, en cada campo existen diferentes bienes que están permanentemente en
juego: económicos, culturales, simbólicos y sociales. Tales bienes o recursos –Bourdieu
utilizará luego el término capital- son pretendidos por los agentes sociales, puesto que
tratan de apropiarse de los mismos. Aunque estos tres tipos de bienes o capital son por
naturaleza distintos, en la realidad mantienen relaciones muy estrechas.

Un determinado bien -sea éste económico, cultural o social, simbólico-, se convierte en un


capital cuando existe un mercado en el cual se le asigna un valor, un precio a ese bien
tomando en consideración las relaciones objetivas de fuerza establecidas entre los
agentes del campo -en este caso, productores y consumidores-, por lo que en ese sentido,

118 BOURDIEU, Pierre. “Sociología y Cultura”. Ed. GRIJALBO. México D.F. 1990. p. 135.

65
podemos señalar que todo campo es un mercado119 donde se produce y se negocia un
capital específico; lo cual explica el hecho de que el valor de un capital no está fijado de
antemano, en razón a que fluctúa constantemente según la relación de fuerzas de cada
campo.

Cada campo tiene sus dominantes y dominados, sus luchas de usurpación o exclusión y
sus mecanismos de usurpación. “Un campo se vuelve un aparato cuando los dominantes
tienen los medios para anular la resistencia y las reacciones de los dominados”120. En todo
campo siempre existirá una pugna o lucha, cuyas formas específicas “habrá que buscar
cada vez, entre el recién llegado que trata de romper los cerrojos de los derechos de
entrada, y el dominante que trata de defender su monopolio y de excluir a la
competencia”121.

El “grado de autonomía de un campo radica en su poder de definir sus normas de


producción y los criterios de evaluación de sus productos”122. A su vez, un campo se
define también por sus objetivos e intereses específicos que le son propios y que son
irreductibles a las estrategias e intereses de los otros campos y que no percibirá a alguien
que no haya sido construido para entrar en ese campo.

De esta forma, para que un campo funcione, hace falta que haya determinadas estrategias
y personas dispuestas a jugar el juego dotadas del habitus que las familiariza con el
conocimiento de leyes y estrategias propias del juego que se desarrolla en cada campo.
“Para que un campo funcione, es necesario que haya unos objetivos y una gente
dispuesta a hacer juego, dotados de habitus que implica el conocimiento y el
reconocimiento de las leyes inmanentes del juego de los objetivos”123. Partiendo de esta
apreciación, podemos señalar que el campo y el habitus constituyen dos modos o
maneras de existencia de lo social; en razón de que al campo pertenecen las instituciones

119 Un intento de analogía básica del campo es igual a la de un mercado. Un mercado que no es horizontal y de competencia perfecta, sino
un mercado vertical jerarquizado, donde diferentes proporciones de cualquier tipo de capital garantizan posiciones distintas. Pero sin duda, la
gran aportación de Bourdieu, estriba en el hecho de que capital no sólo se deriva de la razón económica, puesto que no sólo son productos
materiales sino también de todo tipo de bienes simbólicos.
120BOURDIEU, Pierre. “Sociología y Cultura”. op. cit. p. 45
121 ibid. p. 135
122 AYERDI, Pablo. op. cit. p.286.
123 BOURDIEU, Pierre. “Questions de Sociologie”. Ed. MINUIT. París Francia. 1984. p. 114.

66
y al habitus la acción individual; por lo mismo, ambas están siempre presentes en la
acción social y no se excluyen mutuamente.

Bourdieu define la relación entre el habitus y el campo como “una relación de


condicionamiento: el campo estructura el habitus, que es el producto de la incorporación
de la necesidad inmanente de ese campo o de un conjunto de campos más o menos
concordantes. Pero es también una relación de conocimiento o de construcción cognitiva:
el habitus contribuye a constituir el campo como mundo significativo, dotado de sentido y
de valor y en el cual vale la pena invertir su energía”124.

Por lo tanto, la relación de conocimiento depende de la relación de condicionamiento que


la precede y que da forma a las estructuras del habitus. La existencia humana, el habitus
como lo social hecho cuerpo, es esa cosa del mundo por la cual hay un mundo. La
realidad social existe, por decirlo de algún modo, dos veces, en las cosas y en los
cerebros, en los campos y en los habitus, en el exterior y en el interior de los agentes. Y,
cuando el habitus entra en relación con un mundo social del que es producto, el mundo se
le aparece como obvio.

Conviene señalar –aunque no es nuestra intención profundizar en ello-, que el campo


social es un espacio social, un conjunto de relaciones o un sistema de posiciones sociales
que se definen las unas en relación a las otras. En este sentido, Bourdieu, define el campo
social como “un espacio social específico en el que las relaciones se definen de acuerdo a
un tipo especial de poder o capital específico, detentado por los agentes que entran en
lucha o en competencia, que juegan en ese espacio social”125.

En el caso del campo escolar –que es el que más nos interesa-, lo que cuenta es el
capital cultural126. Pero ¿cómo se construye este capital?; a decir de Bourdieu, las
diferencias del éxito escolar, del aprendizaje y en general del rendimiento académico, se

124 GUTIERREZ, Alicia. “Pierre Bourdieu: las prácticas sociales”. Ed. C.E.A.L. Buenos Aires – Argentina. 1994. p.24
125 BOURDIEU, Pierre. “Poder, Derecho y Clases Sociales”. op. cit. p 14.
126 Una apreciación inequívoca acerca del capital cultural podría ser traducido como aquel conjunto de cualificaciones relevantes producidas

por los sistemas de enseñanza.

67
deben en gran manera a las diferencias de capital cultural que los alumnos traen consigo
cuando llegan a la escuela.

Esto sucede así, porque los hijos de la burguesía poseen mayor capital cultural que
aquellos hijos provenientes de otras clases sociales. A mayor semejanza entre la cultura
de su clase social y la cultura escolar mayores son sus posibilidades de aprendizaje y de
éxito escolar.

Bourdieu arriba a esta conclusión a partir de un estudio que realiza sobre el sistema
escolar francés donde observa que los mejores estudiantes son hijos de las diferentes
fracciones de la burguesía y que a futuro, son los que ocupan los puestos de poder más
importantes; porque la “dominación fundada en el capital cultural es mucho más estable,
mucho más fuerte que una dominación fundada solamente en el capital económico”127.
Dicho de otra forma, resultan ser los herederos de una herencia que no sólo es de tipo
económica sino sobre todo cultural. “Pienso que la variable educativa, el capital cultural, es
un principio de diferenciación casi tan poderoso como el capital económico”128.

Con relación al capital social -a diferencia del capital cultural o el capital económico que
son específicas-, es común a todos los campos, puesto que en todos ellos, los agentes
pueden movilizar este tipo de capital.

El capital social129 bien podría ser considerado como aquel conjunto de recursos actuales
o potenciales relacionados con la posesión de una red duradera de conocimientos más o
menos institucionalizados; es decir, el hecho de pertenecer a un grupo conlleva no sólo un
conjunto de caracteres comunes, sino la unión por toda una serie de relaciones
permanentes y útiles. Así el capital total que “poseen los miembros individuales del grupo
les sirve a todos, conjuntamente como respaldo, amén de hacerlos –en el sentido más
amplio del término- merecedores de crédito”130.

127 BOURDIEU, Pierre. “Capital Cultural, Escuela y Espacio Social”. op.cit. p.173
128 ibid. p.78.
129 BOURDIEU, Pierre. “Poder, Derecho y Clases Sociales”. op. cit. pp 148. 149
130 ibid. pp. 148.149.

68
El volumen del capital social que cada agente posee, depende de la cantidad de
conocimiento que pueda movilizar en un momento determinado y de la cantidad de otros
capitales –sean éstos económicos, culturales o simbólicos131-, movilizados en beneficio de
los que están con él.

Por lo mismo, el capital social “jamás es completamente independiente de ellos, por el


hecho de que los intercambios que institucionalizan el reconocimiento mutuo suponen el
reconocimiento de un mínimo de homogeneidad objetiva, y porque ejerce un efecto
multiplicador sobre el capital poseído como propio”132. De ahí que el capital social, aunque
independiente y distinto, ejerce un papel potenciador sobre todos los otros capitales que
cada agente social posee en los posibles campos en los que se encuentre ubicado.

Finalmente, debemos señalar que todo capital -sea cual fuere éste-, siempre tiende a
acapararse y toda dominación a ocultarse generando violencia simbólica, esto es –como
señalamos anteriormente-, reprochando y autorresponsabilizando a los sujetos dominados
de su condición.

2.2.5. Campo, Habitus, Capital Cultural, Intersubjetividad y Significado: Un Intento de


Articulación Teórico Conceptual

En razón a la orientación investigativa del presente trabajo, conviene contar con un bagaje
teórico lógico que sirva de soporte y fundamento al proceso de análisis y reflexión de los
resultados obtenidos a través de las técnicas aplicadas; dado el interés del estudio de
comprender e interpretar el significado que le atribuyen los estudiantes a las metodologías
de enseñanza docente, en tanto significado factual subjetivo en el accionar individual que
constituye un accionar social específico del docente, donde convergen saberes
disciplinares, pedagógicos, didácticos e investigativos alrededor del trabajo que
desempeña en el aula.

131 Al respecto, señalar que el capital simbólico, bien puede ser definido como el conjunto de rituales, bienes intangibles, lógicas de honor, de
reconocimiento que tienden a otorgar a los agentes sociales autoridad y prestigio que, por lo mismo, generan ventajas sociales y de
apreciación positiva. Así, en tanto que la lógica del capital económico es el beneficio; en el capital simbólico es la distinción
132 BOURDIEU, Pierre. “Le capital social, notes provisoires”. Actes de la Recherche en Sciences Sociales. Nº 31. París – Francia. 1980. pp.

2.3.

69
Tal pretensión, exige la realización de un abordaje integral del objeto de estudio que,
desde ya, denota un gran complejo de relaciones sociales, modos de actuación cotidiana
docente, desempeño y rol docente, construcción de saberes, desarrollo de acciones de
enseñanza, niveles de interacción con los estudiantes; además de las orientaciones que
guían dicho proceso (calidad de la interacción, de la interrelación y de la reciprocidad).

Supone, entonces, formularnos interrogantes que vayan mucho más allá de lo meramente
aparente, que ponga en evidencia nuestro interés y atención a mirar un poco más delante
de las metas comúnmente aceptadas u oficialmente definidas como acciones concretas y
que conduzcan a arribar a un conocimiento profundo de que tales acciones (metodología
de enseñanza docente), tienen diferentes significados para los estudiantes, algunos de los
cuales se ocultan o no son perceptibles a primera vista por la conciencia de la vida diaria.

Por ello, nos adscribimos al reconocimiento de que como proceso interactivo, las
valoraciones y significados que atribuyen los estudiantes a la metodología de enseñanza
docente y, por ende, a su aprendizaje, constituyen importantes mediadores en la
comprensión de la influencia que esta enseñanza ejerce en su formación profesional.

Bajo esa lógica, planteamos una vía de comprensión e interpretación teórica sistemática
del objeto de estudio a partir de los conceptos de Campo, Habitus, Capital Cultural,
Intersubjetividad y Significado.

De lo que se trata, es de utilizar estos conceptos, provenientes de diversas teorías, en


situaciones concretas de comprensión del objeto de estudio; es decir, en situaciones
donde los sujetos –los estudiantes del séptimo semestre de la Carrera de Psicología- en
interacción, despliegan e intercambian sus significados acerca de la realidad –en este
caso, su percepción sobre la metodología de enseñanza docente-, sin soslayar en ningún
caso el contexto –la Universidad Mayor de San Simón-, donde tiene lugar la historia y la
experiencia de vida de los sujetos que participan en ella.

Este es un esfuerzo que sin duda, requiere de la puesta en marcha de actitudes


cooperativas y disposiciones que permitan a los interactuantes compartir saberes,

70
acciones, representaciones simbólicas y, en definitiva, urdimbres de significados (que van
desde el intercambio de significaciones y la resignificación de los significados
intercambiados); los que operan bajo reglas de interpretación que rigen todos y cada uno
de los intercambios de sentido gestados al calor de una situación concreta de
pronunciación de la percepción, del discurso o la opinión expresada. Por lo mismo, es
considerada como espacio vital de intercambio de representaciones del mundo, de uno
mismo, de los otros y como espacios generadores de encuentros pero también de
conflictos.

Ahora bien, nos parece pertinente generar algunos puentes conceptuales entre las
propuestas de Alfred Schutz y Pierre Bourdieu, al igual que las de Berger y Luckman,
aunque estos dos últimos se encuentran de alguna manera, subsumidos en los
planteamientos de Schutz.

Al respecto debemos señalar que Alfred Schütz, reivindica fuertemente como objeto de
estudio de la sociología el ámbito de la sociabilidad; es decir, el conjunto de relaciones
interpersonales y actitudes de la gente que, aunque dependen de patrones aprendidos,
son pragmáticamente reproducidos o modificados en la vida cotidiana. Enfatiza en la
interpretación de los significados del mundo (lebenswelt) y las acciones e interacciones de
los sujetos sociales. A decir del autor, es precisamente en este mundo conocido y de las
experiencias compartidas por los sujetos –a través de situaciones de interacción y
comunicación-, donde se obtienen los símbolos, las indicaciones y las señales necesarias
para interpretar la diversidad de símbolos y comprender la realidad en la que se encuentra
inmerso.

Por su parte, Pierre Bourdieu, concibe a la sociedad en términos relacionales a partir de la


comprensión de las relaciones entre la cultura objetivada, los campos y la cultura
incorporada, los habitus.

En el planteamiento de Bourdieu, es perceptible un entretelón de fondo social e histórico


que de alguna manera contextualiza su orientación sociológica. Claramente percibe una

71
sociedad que aspira construir un estado de bienestar formalmente universalista133,
parcialmente desmercantilizadora e igualitaria; aunque al mismo tiempo, transmisor y
reproductor de la desigualdad en todos los niveles de la vida social. Bourdieu muestra
especial preocupación por este escenario de contradicción de apropiación cultural y la
reproducción de la desigualdad social en un contexto de modernidad; en el que todos
asistimos a crecientes procesos de división y exclusión social en culturas que exaltan y
toman como bandera de su desarrollo, la igualdad, la equidad y la justicia como valores
sociales.

Considera también que la exclusión sociocultural es inseparable al desarrollo de la


sociedad. Es decir, se concibe como algo intrínseco a la sociedad de nuestros días, donde
es ampliamente perceptible las diferencias y los procesos de exclusión que no son
exclusivamente económicas sino también culturales. De aquí nace su interés en mostrar la
relación existente entre cultura, dominación y desigualdad social. Para lo cual realiza un
abordaje de la sociedad a través del uso de conceptos como reproducción cultural,
legitimación, clase social, habitus, campo, capital cultural, espacio social entre otros.

De alguna manera, ambos autores enfatizan en la dimensión subjetiva de la vida cotidiana.

No obstante a esta coincidencia, es posible hallar también una cierta diferencia acerca de
la forma como los sujetos actúan en la vida cotidiana. Así, por ejemplo, Bourdieu
fundamenta su teoría del habitus a partir de la consideración de que los agentes sociales
interiorizan esquemas y disposiciones para la acción a lo largo de su vida.

Bourdieu considera que a partir del habitus, es posible articular lo individual y lo social; es
decir, las estructuras internas de la subjetividad y las estructuras sociales externas
objetivas.

133Bourdieu denota claramente una fuerte preocupación por aspirar alcanzar la igualdad social desarrollo de las capas medias, segmentación
y terciarización del trabajo, pacificación del conflicto de clases, mejora del nivel de vida, desarrollo del estado social, igualdad de
oportunidades en el sistema educativo y ocupacional, sistemas y medios de comunicación de redes de interdependencia económica y
progresiva equiparación de estilos de vida de los miembros de la sociedad; pero que paradójicamente pese a tales esfuerzos van surgiendo
más y nuevas formas y modelos de privilegio, de poder y de discriminación. Esta percepción es notable en Bourdieu que desde ya, marca su
orientación sociológica y desde ya, su vida, la cual siempre fue recordada por su detractores, su condición de outsider, de provinciano, y
promisorio intelectual ascendente.

72
A través del habitus intenta explicar que tanto las estructuras subjetivas y objetivas no
están alejadas ni contrapuestas unas de la otras; por el contrario, son dos caras de una
misma realidad, de una misma historia colectiva que se sitúa y se inscribe en el tiempo;
por lo mismo son indisolubles en los cuerpos y en las cosas.

Plantea una especie de ontología determinada, según lo cual, lo social existe bajo dos
formas inseparables: en las cosas y en los cuerpos. Por un lado, se tienen a las
instituciones (estructuras sociales objetivas), que revisten la forma de cosas físicas,
monumentos, aparatos, artefactos, etc.; y por el otro, las disposiciones adquiridas, las
maneras duraderas de ser o de hacer que se encarnan en los cuerpos; además de la
cultura incorporada que es concebida como un espacio de reproducción, de reproducción
social y, a la vez, como un espacio privilegiado para la innovación y la resistencia.

Por su lado, Schutz no acepta el teorema fundamental de la internalización de valores y


normas y la posterior conformidad, sino que más bien, sienta las bases para una visión
más pragmática y negociada de las normas sociales a partir de lo que él define como
situación biográfica que define el modo de ubicación del sujeto en el escenario de la
acción; pero que a su vez, le permite interpretar sus posibilidades y enfrentar al mismo
tiempos los desafíos que se le presentan.

Schutz considera que el sujeto que vive en el mundo social está determinado por su
situación biográfica que permite responder al cómo el sujeto se sitúa de una forma
particular y específica en el mundo a partir de su propia experiencia inmediata que, por lo
mismo, es única e irrepetible. Es precisamente esta experiencia personal, desde donde el
sujeto capta y aprehende la realidad, la significa y, desde ese lugar que ocupa, se significa
a sí mismo y a sus semejantes.

Pese a esta diferencia de apreciación, es ampliamente posible establecer un paralelismo


entre el concepto de habitus de Bourdieu y el de situación biográfica de Schutz, puesto
que en ambos casos, los conceptos se refieren al “desde donde” el sujeto actúa y
también está el hecho de que ambos autores ponen especial énfasis en que tanto el

73
habitus, así como la situación biográfica, tienen un carácter relativamente determinantes
de las acciones de los sujetos.

Bourdieu hace hincapié en el hecho de que los distintos habitus son resultado de las
distintas posiciones que ocupan en el espacio social, mientras que Schutz simplemente
explica que los sujetos tienen biografías distintas sin determinar el porqué de esas
diferencias que conllevan a prácticas y formas de pensar distintas. Dicho de otra forma,
Bourdieu otorga un papel importante al poder y a las relaciones desiguales en el espacio
social, mientras que Schutz obvia o simplemente no toma en consideración esta variable
del poder a la hora de determinar que los sujetos poseen formas de vida distintas.

Tales aproximaciones de enfoque, nos llevan a afirmar la complementariedad entre ambas


posturas para abordar el fenómeno de estudio propuesto; puesto que los sujetos, son
sujetos sociales por naturaleza que interactúan por medio del lenguaje, y dicha interacción
presupone una práctica comunicativa e interpretativa necesariamente intersubjetiva, tanto
en su organización estructural –como afirma Bourdieu-, como en su organización
experiencial y biográfica de cada sujeto –como dijera Schutz-, pues interpretar los
significados del mundo y la acción de los sujetos sociales precisa de un marco de
referencia intersubjetivo que a la manera de prácticas y representaciones conforman el
sistema simbólico que constituye justamente el marco referencial de la vida de los sujetos.
Es decir, su sentido común (construido mediante la praxis e instaurada como un sistema
sociocognitivo).

De esta manera, la intersubjetividad134 queda anclada a través de los sistemas simbólicos


que, a su vez –siguiendo a Bourdieu-, se conforman a partir de las relaciones de poder
real y simbólico que se gestan entre los diferentes agentes en el campo de lo social; toda
vez que dichas posiciones en el campo son inequitativas y desiguales.

134 Al respecto, señalar también que en esa misma dirección son ampliamente coherentes, los planteamientos de Berger y Luckman, quienes

se propusieron la reconstrucción de las construcciones sociales de la realidad. En esa orientación, parten del hecho de que los sujetos crean
la sociedad y de que ésta se convierte en una realidad objetiva que, a la vez, crea a los sujetos; por lo mismo, conciben a la vida cotidiana
como una realidad intersubjetiva compartida con otros, resaltando que la interacción cara a cara es esencial en todas las experiencias de
interacción social puesto que de ella se derivan todas las demás situaciones de interacción.

74
Al respecto, señalar que a partir del campo, Bourdieu designa de forma específica las
determinaciones que en un espacio dado concurren produciendo una determinada gama
de interacciones. Dicho de otra forma, el campo no es otra cosa que el espacio social que
se construye en torno a algo que es valorado socialmente; es decir, según las
características que la definen objetivamente éstas pueden ser campos de tipo económico,
político, religioso o cultural.

Al ser un sistema específico de relaciones objetivas que pueden ser de alianza o de


conflicto, de competencia o de cooperación, según las distintas posiciones ocupadas, son
independientes de los sujetos que las ocupan en cada momento, y por lo mismo, todas las
interacciones siempre se desarrollan dentro de un campo específico, además de
encontrarse determinadas por la posición que ocupan los distintos agentes sociales en el
sistema de relaciones específicas. En cada campo existen diferentes bienes que están
permanentemente en juego: económicos, culturales, simbólicos y sociales. Tales bienes o
recursos siempre son pretendidos por los agentes sociales que tratan de apropiarse de los
mismos que si bien son por naturaleza distintos, en la realidad mantienen relaciones muy
estrechas.

Al respecto conviene señalar que Schutz, plantea un concepto con cierta similitud al de
campo presentada por Bourdieu. Este es el de tipificación, que a decir de Schutz, a
propósito de la doble contingencia inherente a la interacción en el sentido de que las
gratificaciones del ego son contingentes en su selección de alternativas; pero también por
otro lado, la reacción del alter será contingente en la selección del ego y resultará de una
selección complementaria por parte del alter.

A consecuencia de ello, la comunicación no podría existir sin la generalización de lo


particular de situaciones específicas -que desde ya, nunca son idénticas tanto para el ego
como para el alter-, y la estabilidad del significado que sólo puede asegurarse por
convenciones respetadas y aceptadas por ambas partes.

Dicho de otra forma, tanto el hablar del otro y nuestro escuchar son experimentados como
una simultaneidad vivida; la cual es la esencia de la intersubjetividad, pues significa que

75
captamos la subjetividad del alterego al mismo tiempo que vivimos en nuestro propio flujo
de conciencia.

A esto Schutz, llama tipificaciones. Las tipificaciones bien podrían ser descritas como
estructuras o formas de la vida cotidiana, y por lo mismo son múltiples y familiares; siendo
lo típico que estas tipificaciones se presupongan. Estas estructuras subyacen como
especies de parámetros o marcos de regulación al fenómeno del comprender y del
vivenciar y están determinadas por la situación biográfica; el stock of knowledge at hand
(acervo de conocimiento a mano) y las coordenadas de la matriz social.

Continuando con nuestro análisis podemos señalar que de tales planteamientos –


principalmente en el caso Bourdieu-, se desprende el hecho de que todo sistema simbólico
es un instrumento de conocimiento y comunicación que permite visualizar la conclusión de
los procesos de internalización de lo social en el cuerpo (habitus), generando a su vez, la
instancia de legitimación de dichos sistemas, a modo de relación entre las creencias del
dominante y las creencias periféricas del grupo minoritario.

Con el paso del tiempo, y en dependencia de la naturaleza de las relaciones entre grupos
y agentes sociales diferentes, se construyen de una manera más o menos sólida, los
sistemas simbólicos que sirven de marco referencial a la construcción de los sentidos
intersubjetivos sobre el uno y el otro, mismos que a su vez, van a incidir indudablemente
en el comportamiento de los sujetos, ya sean pertenecientes al mismo grupo social o no.

Esto se clarifica fuertemente a partir de lo que Bourdieu denomina capital cultural o lo


que Schutz, denominaría acervo de conocimiento a mano (stock of knowledge at hand),
conjunto de conocimiento al alcance de la mano y que está compuesto de tipificaciones
del mundo del sentido común.

En el caso de Schutz, el acervo de conocimiento a mano cumple entre otras funciones,


situar e interpretar cada relación social o el procesamiento de la doble contingencia (ego -
alter); de acuerdo a la situación biográfica del individuo y los elementos complementarios
específicos, derivadas de las coordenadas de la matriz social que básicamente son

76
espaciales o geográficos y temporales o históricos que tienen importancia fundamental
para la realidad del sentido común.

Este acervo de conocimiento a mano, está formado por las tipificaciones compartidas por
el mundo social; que posibilita que todos los actores se encuentren en la capacidad de
coordinar sus acciones porque están equipadas con este conocimiento del mundo de la
vida cotidiana que incluye un amplio repertorio de tipos de cursos de acción y tipos
personales y porque ese conocimiento de sentido común es presupuesto y posee un
origen y aprobación sociales.

Ahora bien, en el caso del capital cultural, Bourdieu le otorga especial interés al punto tal
que señala que la dominación fundada en el capital cultural es mucho más fuerte y estable
que una dominación fundada solo en el capital económico. Arriba a esta conclusión,
porque considera que es precisamente en el campo escolar donde es ampliamente
perceptible una mayor semejanza entre la cultura de una clase social (burguesía) y la
cultura escolar que desde ya, condiciona las posibilidades de aprendizaje y éxito escolar.

Dicho de otra forma, quienes provienen de una determinada clase social, resultan ser los
herederos de una herencia que no sólo es de tipo económica sino sobre todo cultural, esto
en razón de que la variable educativa -capital cultural., representa un poderoso y fuerte
principio de diferenciación similar al que ejerce el capital económico.

Es de destacar en ese sentido, que los sistemas simbólicos de los que hablamos sirven de
marco condicionante de las representaciones y prácticas sociales de los sujetos.

Sin embargo, en la medida en que la solidez y la legitimación de una representación


aparezca en entredicho –sea por ser ésta vulnerable, dispersa o poco definida- las
posibilidades de negociación de significados aumentarán. Es decir, la escasa solidez
representacional del significado aceptado genera comunicaciones (interpretaciones y
comprensiones) conflictivas en términos de reconocimiento de ese significado, provocando
el incremento de las posibilidades de negociación de los mismos, es decir, la posibilidad
de resignificación. Pero cuando la representación es sólida, los significados resultan

77
fácilmente entendibles, se reducen las posibilidades de negociación, puesto que todo
aparece dicho.

Conviene clarificar la diferenciación entre entendimiento y comprensión. El entendimiento


es una manera de identificación y/o reconocimiento de los sentidos en tanto proceso
social. Es decir, es una resultante del posicionamiento en la esfera de los significados
intersubjetivos que tienen de marco un sistema simbólico común, pero no necesariamente
aceptado, sino impuesto por la larga trayectoria de lucha y legitimación de los mismos
entre los grupos y agentes sociales diferentes.

Por su parte, la comprensión supone la fusión e intercambio reflexivo de los significados y


no su simple reconocimiento. Es decir, supone un esfuerzo extra, una toma de postura
crítica y reflexiva que va estrechamente ligado a esa larga trayectoria por la lucha y
legitimación de los significados. Tal lucha, obedece a las relaciones históricas de
dominación entre los grupos y los agentes sociales; lo que implica que los sujetos
despliegan no sólo su experiencia biográfica, sino también su experiencia histórica
mediante la proyección de sus representaciones y creencias (significados), gestadas
también en colectividad y siempre en relación con el otro.

Tanto Bourdieu, con sus conceptos de estrategia y sentido del juego, como Schutz desde
su concepto de experiencia de vida del sujeto (o situación biográfica), permiten afirmar el
peso de la subjetividad en estos procesos, otorgándole al sujeto cierta libertad de decisión,
pero al mismo tiempo clarifica las dimensiones de límite, toda vez que se comprende –a
decir de Schutz-, que el repositorio de conocimientos y experiencias pasivas del sujeto
puede servir de base natural a una práctica y a una creencia que, en tanto habitual, el
sujeto tiende a considerar correcta, legítima e incuestionable antes, durante y después de
la interacción.

A ello va estrechamente vinculado el proceso de incorporación de lo social (el cuerpo


habituado de Bourdieu), que el sujeto viva como experiencia en la construcción de su sí
mismo en tanto sujeto perteneciente a un grupo social determinado que ocupa a su vez,
un espacio específico en el campo social. Esta ubicación le confiere al sujeto un sentido

78
de pertenencia real y simbólico, que lo coloca en disposición a pensar y actuar de manera
concreta, una vez que dicho sentido de pertenencia se active mediante el sistema
simbólico que le sirve de referencia para definirse como sujeto y como miembro de un
grupo social determinado, distinto, diferente de otros

Finalmente, después de haber realizado un recorrido teórico conceptual de las teorías


desarrolladas, conviene esbozar algunas ideas básicas acerca del significado que, desde
ya, es un concepto polisémico. Siguiendo a Berger y Luckman, el significado tiene que
ver con la construcción de éste a través de un acto de comparación entre objetos, eventos
o palabras.

Esto tiene que ver con el proceso de dar sentido a algo y se logra al relacionar ese algo
con otras cosas ya conocidas producto de la experiencia (vivencia) en un mundo
significativo, que incluye las contingencias sociales y naturales que definen el contexto
particular, donde operan los procesos conductuales, dentro de los cuales está la
construcción del significado, la cual no es estática, por el contrario, es dinámica y capaz de
producir cambios en ese significado a consecuencias de un reencuentro o un reenmarque
mediante el cual, el significado se reubica y se relaciona con cosas diferentes.

Por lo mismo, el significado es interpretativo en tanto que el sujeto desarrolla su propia


comprensión de los objetos, fenómenos, eventos y situaciones en el mundo desde la
perspectiva de sus experiencias. El proceso de construcción del significado se da
precisamente en la interacción/interrelación con (es decir, se acepta la existencia “de”, con
el o los cuales interactúa).

Cada persona como ser interpretativo de su mundo, de su realidad cotidiana, en cierta


medida, se adapta a las contingencias presentes en éste; es decir, se suscita un proceso
de interacción y afectación mutua entre el individuo y su mundo, puesto que el significado
como tal está en el encuentro –en un tiempo y una memoria histórica o no- con el otro el
cual es siempre relativo y dialéctico, en la interacción entre el individuo y el mundo y el
grado de profundidad se va dando en el curso del tiempo, a través de la experiencia
directa

79
CAPITULO III. ASPECTOS METODOLÓGICOS

3.1. Diseño de la Investigación

El presente estudio, corresponde a una investigación con enfoque comprensivo-


interpretativo. Es decir, un estudio de corte CUALITATIVO.

La investigación cualitativa es utilizada principalmente en el ámbito de las Ciencias


Sociales, fundamentalmente por la especificidad de su opción epistemológica –es decir, su
inscripción en el paradigma comprensivo interpretativo-, y por considerar “una sucesión de
operaciones y de manipulaciones técnicas intelectuales que un investigador hace
experimentar a un objeto o fenómeno humano para hacer que surjan de él las
significaciones tanto para él como para los demás”135.

Precisamente, por las características del presente estudio, se ha elegido la investigación


cualitativa por ser inductiva, holística, interactiva, reflexiva, naturalista, humanista,
rigurosa, abierta y, principalmente, porque permite llegar a las estructuras profundas de
sentido, afín de arribar a una comprensión integral del fenómeno estudiado que, en el caso
concreto, está orientado a conocer el significado que le atribuyen los estudiantes a las
metodologías de enseñanza desarrolladas por los docentes de la Carrera de Psicología de
la Universidad Mayor de San Simón de la ciudad de Cochabamba – República de Bolivia.

Por lo mismo, conviene también dejar establecido que lejos de buscar muestras
representativas de un universo específico, lo que se busca, es privilegiar una adecuada
elección de los informantes claves, con base en el conocimiento, las percepciones y
experiencias vivenciales que poseen, para de esta manera saturar el espacio simbólico
del área o tema a abordarse.

Ahora bien, con relación a la elección del diseño que ha orientado la investigación,
corresponde al ESTUDIO DE CASOS, el cual es definido como “una técnica particular de
recogida de datos, de configuración y de tratamiento de la información que trata de

135 MUCCHIELLI, Alex. “Diccionario de Métodos Cualitativos en Ciencias Humanas y Sociales”. Ed. SINTESIS. España. 2001. p.67.

80
explicar el carácter evolutivo y complejo de los fenómenos que conciernen a un sistema
social que tiene sus propias dinámicas”136.

Se espera que el estudio de casos abarque la complejidad de un caso particular, en virtud


de que estudiamos ese caso por tener un interés muy especial en sí mismo y porque
interesa el detalle de las interacciones que se suscitan en sus contextos reales.

Dicho de otra forma, el estudio de casos es “un examen completo o intenso de una faceta,
cuestión, o quizá los acontecimientos que tienen lugar en un marco geográfico a lo largo
del tiempo”137.

Por lo mismo, el estudio de casos se adecua efectivamente a nuestra investigación en


razón de que posibilita el abordaje del estudio, procurando analizar las estructuras
profundas de sentido presentes en el caso de esta investigación, en el mundo simbólico
capturado mediante discursos sociales (significados) de los participantes (estudiantes de
la Carrera de Psicología), recopilados en las técnicas elegidas para esta finalidad (grupo
focal y entrevistas en profundidad). Es decir, comprender el significado que le atribuyen los
estudiantes a las metodologías de enseñanza aplicadas por los docentes de la Carrera de
Psicología de la Universidad Mayor de San Simón de la ciudad de Cochabamba,
República de Bolivia.

3.2. Sujetos de la Investigación

Acerca de la elección y conformación de la muestra y los sujetos del presente estudio,


estos fueron elegidos de la siguiente manera:

Para el caso de la elección de la muestra se tomó en consideración criterios de


conocimiento, comprensión y pertinencia que hacen referencia a la estructura particular y
a la génesis del objeto de estudio que posibiliten la efectiva selección y focalización

MUCCHIELLI, Alex. op. cit. p. 102.


136
137RODRIGUEZ, Gregorio, GIL, Javier, GARCIA, Eduardo. “Metodología de la Investigación Cualitativa”. Ed. ALJIBE. Bogotá – Colombia.
1999.p.91

81
precisa de los participantes-actuantes que reproduzcan mediante sus discursos,
información significativa sobre la investigación realizada (muestra estructural).

Tal es así que la muestra aplicada en el presente estudio corresponde a una muestra
estructural, mediante el cual, se busca “localizar y saturar el espacio simbólico, el espacio
discursivo sobre el tema a investigar”138; con base en el conocimiento que poseen los
informantes claves sobre el tema y del campo de estudio.

Cabe señalar que este “proceso no se basa –como en otros enfoques de investigación-,
en el supuesto de que todos los miembros de una población dada tienen el mismo valor
como fuentes de información y, por tanto, la elección de uno de ellos es mera cuestión de
azar. Los informantes considerados en una investigación cualitativa se eligen porque
cumplen con ciertos requisitos que, en el mismo contexto educativo o en la misma
población, no cumplen otros miembros del grupo o comunidad”139.

Precisamente, la “muestra estructural se centra en los huecos (silencios o límites en el


espacio y en las fronteras o límites en el tiempo): en el espacio, las zonas polarizadas y en
el tiempo las fases transicionales”140. De ahí que no es relevante la cantidad sino la
composición adecuada de los grupos, dado que un mayor número de los mismos, no
supone más información, sino que puede implicar mayor redundancia; es decir, repetición
de las claves de los discursos ya obtenidos.

Ahora bien, con relación a las personas, señalar que las mismas fueron elegidas en
función de los objetivos de la investigación y en concordancia con las características de la
muestra elegida (muestra estructural). Tal es así que los sujetos que participaron del
estudio, ascienden a un total de catorce estudiantes de séptimo semestre de la Carrera de
Psicología de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS). De los cuales, ocho
estudiantes participaron del grupo focal y seis de las entrevistas en profundidad.

138 DELGADO, Juan M y GUTIERREZ, Juan. “Métodos y Técnicas Cualitativas de Investigación en Ciencias Sociales”. Ed. SINTESIS. Madrid
– España. 1999. p.77.
139 RODRIGUEZ, Gregorio, GIL, Javier, GARCIA, Eduardo. op. cit. p. 135.
140 IBAÑEZ, Jesús. “Nuevos Avances en la Investigación Social. La Investigación Social de Segundo Orden”. Revista. SUPLEMENTOS. Nº

22. – Ed. ANTHROPOS. Barcelona - España. 1990. Citado por DELGADO, Juan M y GUTIERREZ, Juan. op. cit. p. 78.

82
Las razones por las que se decidió trabajar con este nivel están dadas principalmente por
el hecho de que estos estudiantes, han cursado el 75% de las asignaturas, restándoles
sólo el 25% (tres semestres de los diez previstos), para la culminación del Plan de
Estudios de la Carrera de Psicología. Además mencionar que a partir de este nivel, se da
por finalizado la aprobación de asignaturas troncales del ciclo común y el ingreso a la
etapa de Talleres; tal como establece el reglamento de Titulación Académica aprobado por
el Reglamento de Funcionamiento de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación de la Universidad Mayor de San Simón.

Por lo mismo, consideramos que los estudiantes de este nivel cuentan con un amplio
bagaje de conocimientos que lo habilitan al ingreso a talleres, la elección de las áreas de
especialización profesional, representando a una población estudiantil -dada su vivencia
académica transcurrida a lo largo de tres años y medio-, que perfectamente pueden
reflexionar desde su propia óptica -guiados por su experiencia vivida-; identificar el sentido
de la acción del docente en el aula –con esto nos referimos a las metodologías de
enseñanza-, según la intención del actor (docente) y reconocer el contexto al que la acción
pertenece y desde donde obtiene sentido (significado).

3.3. Técnicas Aplicadas Para la Obtención de Información

Las técnicas de recolección de información aplicadas en el presente estudio fueron la


entrevista en profundidad, la observación y el grupo focal; las cuales permitieron
abordar el objeto de estudio desde una perspectiva más amplia y global, con la finalidad
de adentrarnos en las estructuras profundas de sentido presentes -en el caso de esta
investigación-, en el mundo simbólico capturado mediante discursos sociales (significados)
de los participantes.

Con relación al Grupo focal, señalar que es una técnica de reunión con modalidad de
entrevista grupal abierta y estructurada, en donde se procura que un grupo de individuos
seleccionados por los investigadores discutan y elaboren, desde la experiencia personal,
una temática o hecho social que es objeto de investigación. Cuando se logra generar un
ambiente adecuado y se controlan las variables necesarias, se obtiene información valiosa

83
tanto del contexto, relaciones y actores directamente involucrados en la temática en
estudio.

El grupo focal -también denominada “focus group”-, es considerada una “técnica de


recolección de información, es una de las que en los últimos tiempos ha recibido más
atención en su uso….principalmente en la discusión de problemáticas importantes que
afectan a conglomerados humanos específicos”141. Por lo mismo, conlleva una interacción
intensa entre los participantes acerca de un tema específico, resultando ser una
interesante estrategia si lo que se busca, es generar una amplia gama de información
dentro de un equipo o grupo de trabajo representativos que vive o enfrenta un mismo
problema, de quienes es posible obtener información rápida y fidedigna que permite
ahorrar muchos recursos de tiempo y de orden financieros entre otros.

Mencionar también que para la ejecución de esta técnica, se tomó en consideración


algunos criterios como ser:

• Constitución del grupo focal ideal, en el cual se tomó en cuenta su estructuración,


en tanto constituye una unidad de análisis en sí mismo, que comparten ciertas
características comunes (aula, asignaturas, docentes).

• El tamaño del grupo focal, el cual estuvo conformado por un total de ocho
participantes que es considerado un número ideal y apropiado para realizar esta
técnica.

• La selección de los participantes del grupo focal tuvo como requisito básico, la
existencia de predisposición, interés y motivación a participar del mismo.

Con relación a este último, señalar que fue importante en razón a que las personas que
formaron parte del grupo focal mostraron en todo momento su compromiso, predisposición
y voluntad a participar del grupo focal; lo cual posibilitó –para efectos de nuestro estudio-,

141SANDOVAL CASILIMAS, Carlos A. “Investigación Cualitativa”. Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior - ICFES.
Universidad de Antioquía. Ed. ARFO. Bogotá – Colombia. 2002. p. 145.

84
cubrir un máximo de tópicos relevantes; la generación de datos muy específicos sobre el
tema de estudio; la adecuada interacción participantes – moderador-participantes, diálogo
conversacional logrado en el grupo focal, que en determinados momentos posibilitó llegar
a una especie de “catarsis”; es decir, a una verdadera exploración a profundidad de las
emociones y sentimientos de los participantes del grupo focal.

Con relación a la entrevista en profundidad, señalar que ésta técnica fue aplicada a seis
estudiantes tomando en consideración criterios de polaridad con la finalidad de realizar
comparaciones en un contexto similar (aula, asignatura, docente); para lo cual, se
procedió a elegir tres estudiantes con promedios altos y tres estudiantes con promedios
bajos obtenidos en base a su historial académico.

La entrevista es ampliamente ideal para rastrear las estructuras profundas de sentido, a


las cuales el análisis cuantitativo difícilmente podría acceder. Por lo mismo,
necesariamente se encuentra “basado en la empatía del entrevistador para con el actor
entrevistado, que se emplea para recoger informaciones ligadas a la subjetividad de los
actores (descripción, puntos de vista, análisis sentimientos..)”142.

Es considerada la técnica más ideal para “obtener informaciones de carácter pragmático,


es decir, de cómo los sujetos diversos actúan y reconstruyen el sistema de
representaciones sociales en sus prácticas individuales”143; posibilitando además, que los
participantes expresen con espontaneidad, sinceridad y amplitud sus percepciones y
puntos de vista sobre la temática planteada en un “claro afán de localizar discursos que
cristalizan no tanto los metalenguajes de colectivos centralmente estructurados, sino las
situaciones de descentramiento y diferencia expresa”144.

Con la entrevista mostramos especial interés por la función emotiva o expresiva de los
sujetos (estudiantes) entrevistados, en la intención de conseguir expresiones directas de
sus actitudes, ante aquello que constituye su mensaje, su discurso, que sin duda, es

142 MUCCHIELLI, Alex. op. cit. p. 89.


143 DELGADO, Juan M y GUTIERREZ, Juan. op. cit. p. 226
144 ibid. p. 226

85
reflejo pleno de su propia subjetividad; apreciándose en los entrevistados un Yo de la
comunicación que expresa emociones, actitudes ante aquello que es su mensaje.

Un “yo especular o directamente social que aparece como un proceso en el que el


individuo se experimenta a sí mismo como tal, no directamente, sino indirectamente en
función del otro generalizado, esto es, desde el conjunto de puntos de vista particulares de
otros individuos miembros del mismo grupo, o desde el punto de vista generalizado del
grupo social al que pertenece”145.Lo que se aspira lograr con esta técnica es que el
entrevistado, lejos de expresar un yo individualista y racionalizado, exprese más bien, un
“yo narrativo, un yo que cuenta historias en las que se incluye un bosquejo del yo como
parte de la historia”146.

Asimismo, conviene señalar que la entrevista es ampliamente propicia para el presente


estudio, en virtud de que establece una “conversación entre dos personas, un
entrevistador y un informante, dirigida y registrada por el entrevistador con el propósito de
favorecer la producción de un discurso conversacional, continuo y con una cierta línea
argumental del entrevistado”147. Si bien no existen reglas preestablecidas, acerca de la
forma de llevar adelante la entrevista, menos sobre la manera de conducirse del
entrevistado, el cual –al igual que el grupo focal-, necesariamente se aprende en la acción
en el desarrollo y ejecución plena de la técnica.

En el caso de la observación señalar que fue una técnica complementaria que posibilitó
participar realmente en la vida y actividades de los objetos observados. Es decir, el aula
comprendida como el espacio académico universitario donde tiene lugar la producción de
significados en ámbitos formales por parte de los estudiantes sobre las metodologías de
enseñanza desarrolladas por los docentes de la Carrera de Psicología.

La observación “implica la idea de una atención sostenida dedicada a una realidad social
y, antes de comenzar ese proceso, el investigador debe tener en mente la problemática

145 DELGADO, Juan M y GUTIERREZ, Juan. op. cit. p. 226


146 ibid. p. 226
147 ibid. p.228

86
que se ha fijado, pues se trata de concentrarse en un objeto preciso”148. Por lo mismo, la
observación permitió –en el caso de nuestro trabajo-, realizar separaciones evidentes que
se manifiestan ampliamente entre lo que se dice que se hace y lo que se hace realmente
en el aula.

Las sesiones de observación fueron llevadas a cabo en las horas académicas asignadas a
las asignaturas de Métodos y Técnicas de Investigación Cualitativa, Técnicas
Proyectivas II y Dinámica de Grupos, registrándose la información a través de notas de
campo, en un tiempo promedio de observación de 25 a 30 minutos y por un período de
seis sesiones (1 mes), en una condición de docente invitado, facilitador y guía de los
aprendizajes, que favoreció penetrar en la cotidianeidad del aula, las interacciones de los
estudiantes con los docentes durante el proceso educativo de aula; el desempeño
pedagógico docente, el clima de aula y su cotidianeidad natural sin modificaciones o
transformaciones notables, las características de las estrategias de enseñanza, los gestos,
las actitudes y cambios de conducta –tanto de docentes y estudiantes- que fueron
surgiendo como producto de la acción pedagógica desplegada.

3.4. Criterios de Credibilidad

Al ser la investigación cualitativa un proceso empírico de producción y, por lo mismo, un


proceso concreto, socialmente condicionado, multidimensional, abierto, contingente, y en
ese sentido, nunca controlable de forma absoluta. De ahí que su orientación posee una
“totalización ex-post del sentido real del proceso (y la valoración ad-hoc de sus incidencias
y elementos concretos) debe ser igualmente asumida y definida por la subjetividad en
situación del propio sujeto (personal o colectivo) investigador”149.

Las prácticas cualitativas constituyen una forma más o menos simulada y controlada de
reproducir las formas de intercambio simbólico de la praxis social real, libre de
comprensiones totalizadoras, respondiendo así a la lógica del sentido concreto; cual es
una característica básica de la lógica situacional de la práctica social misma en el que se

148 MUCCHIELLI, Alex. op. cit. p. 226.


149 ibid. p. 90.

87
sitúan diversos fenómenos simbólicos (significaciones de los discursos/sentidos de un
proceso motivacional), los cuales no pueden ser absolutizados, menos reducidos en su
complejidad.

Ahora bien, en la investigación cualitativa –a diferencia de la investigación cuantitativa-,


tanto la validez y la confiabilidad que se relacionan de forma directa con la calidad del
estudio, son analizados y tratados a la luz de criterios de credibilidad, Para lo cual, con
fines de asegurar la credibilidad, se ha optado por la realización de un proceso de
triangulación de la información obtenida, la cual por un lado, tuvo un carácter teórico y
también metodológica. La triangulación en el ámbito de la investigación cualitativa “supone
que cuanto más datos diferentes obtenga el investigador a propósito de un mismo
problema, más rica será su interpretación y mejor podrá confiar en ella”150.

Así la triangulación metodológica de validación es “una estrategia de investigación a lo


largo de la cual el investigador superpone y combina diversas técnicas de recogida de
datos con el fin de compensar el sesgo inherente a cada una de ellas…..permite
igualmente verificar la justeza y estabilidad de los resultados producidos”; dicho de otra
forma, con la triangulación metodológica se describe un estado mental del investigador
que intenta activa y conscientemente sostener y corroborar los resultados de su estudio.

Recurrimos a la triangulación por dos razones: la primera hace referencia a la naturaleza


de los fenómenos estudiados, que al ser dinámicos y evolutivos, es poco improbable hallar
técnicas de recogida de datos capaces de capturar toda la riqueza de estos fenómenos; y
segundo porque tiene que ver directamente con la posición que como investigadores
ocupamos en la investigación del objeto de estudio; puesto que el investigador como
sujeto en ningún momento actúa ajeno al margen o distante del estudio, sino que existe y
está presente en todo momento, en tanto es sujeto, ser pensante y constructor de
significados a partir de los datos de su investigación.

150 MUCCHIELLI, Alex. op. cit. p. 347.

88
“La estrategia de triangulación permitirá entonces al investigador objetivar sus pistas de
interpretación animándole a recorrer fuentes diversas de verificación, de corroboración”151.

De esta forma, con la finalidad de verificar la justeza y estabilidad de los resultados


producidos se procedió a combinar técnicas diversas de recogida de datos como son la
entrevista en profundidad y el grupo focal; las cuales fueron complementadas con la
observación directa reiterada (es cuando el investigador se pone en contacto
personalmente con el hecho o fenómeno que trata de estudiar), que si bien, no tuvo la
misma relevancia e importancia que las dos anteriores, desempeñó un papel de apoyo y
complementación preponderante, principalmente en lo concerniente a la recogida de
imágenes de la gestualidad expresiva de los sujetos durante las sesiones de diálogo
conversacional tanto en el grupo focal y en la entrevista en profundidad.

Finalmente, con relación a la triangulación teórica, señalar que tiene que ver con el
soporte de las teorías que sustentan nuestra investigación y que giran en torno a tres
posturas teóricas:

• Pierre Bourdieu con los planteamientos de Campo, Habitus y Capital Cultural

• Berger y Luckman con la fenomenología social, concretamente con el conocimiento


de la vida cotidiana

• Alfred Schutz con la fenomenología del mundo social, y concretamente con la


intersubjetividad del mundo de la vida y el mundo de la vida cotidiana

Tomando en consideración tales planteamientos teóricos, se construyó una articulación


teórica conceptual básica que contribuya en la comprensión del presente estudio y que
gira en torno al Campo, Habitus, Capital Cultural, Intersubjetividad y Significado.

151 MUCCHIELLI, Alex. op. cit. p. 347.

89
CAPITULO IV. PRESENTACION DE RESULTADOS

4.1. Aspectos Generales

En este capítulo se presenta el proceso de análisis e interpretación de los discursos


emanados por los sujetos que fueron parte del estudio (estudiantes del séptimo semestre
de la Carrera de Psicología).

El sistema empleado para el mismo, se basa en la propuesta de Alex Mucchielli


denominada análisis de contenido, la cual está “orientado a generar inductivamente una
teorización respecto de un fenómeno cultural, social o psicológico, procediendo la
conceptualización y a la relación progresiva y válida de datos empíricos cualitativos”152.
Partiendo de tal supuesto, se procedió a realizar un profundo análisis del corpus de datos
(discursos) obtenidos mediante las técnicas de recolección de información aplicada
(entrevista en profundidad, grupo focal, observación).

“…La técnica del trabajo cualitativo sobre un corpus y en el algoritmo de construcción de


un edificio conceptual, reposa en un examen sistemático previo de datos, al que vuelve
constantemente a lo largo del análisis, al mismo tiempo que levanta a un nivel cada vez
mayor las categorías más significativas del fenómeno que se estudia”153.

Con los datos recogidos en las grabaciones, se realizó la transcripción en su totalidad de


los discursos obtenidos a través de las entrevistas en profundidad así como del grupo
focal. La siguiente etapa consistió en la realización de lecturas reiteradas y continuadas
del corpus de datos que posibilitaron la codificación o enumeración de temas emergentes
organizados en una matriz explicativa.

Posteriormente, se procedió a la construcción de categorías con el apoyo de teorías


fundamentales para la comprensión del fenómeno de estudio. Al respecto Mucchielli
señala que lo “importante en el análisis cualitativo es ver que esta categorización se hace
sin rejilla teórica y conceptual a priori y que puede también lograr la invención de un

152 MUCCHIELLI, Alex. op. cit. p. 69


153 ibid. p. 69.

90
concepto nuevo o interdisciplinar”154. De ahí que la construcción de categorías representa
un nivel relativamente alto de abstracción. Finalmente, se procedió a establecer relaciones
entre las categorías construidas a partir de los discursos obtenidos.

El resultado del razonamiento inductivo aplicado a los datos, la relación e interrelación de


las teorías que sustentan el presente estudio, orientaron la construcción de las siguientes
categorías que a continuación se detallan:

• Categoría Estrategias de Enseñanza Docente

• Categoría Caracterización del Acompañamiento Docente

• Categoría Atención a las Necesidades de Aprendizaje de los Estudiantes

• Categoría Interacción Profesor - Estudiante

Por último, señalar que los resultados obtenidos se dividieron en dos niveles de análisis:
en un primer nivel se describen e interpretan los datos obtenidos (corpus) a través de las
técnicas aplicadas (observaciones reiteradas, entrevistas en profundidad y grupo focal).

En un segundo nivel de análisis se presenta algunas tipificaciones construidas desde la


fenomenología que dan cuenta de las metodologías de enseñanza docente destacables
ideales que ejercen influencia favorable en el aprendizaje de los estudiantes.

Tales tipificaciones fueron posibles gracias al análisis estructural de los discursos, cuyos
alcances bien pueden ser descritos en dos fases: “una primera fase, describir y construir
las unidades elementales que organizan tales significados para comprender, en una
segunda fase, sus relaciones y dinámica de una situación de interacción comunicativa”155.
Dicho de otra forma, el punto de partida del análisis estructural no es otra cosa que la
“comprensión del sentido que tiene para los actores un discurso determinado. En este

MUCCHIELLI, Alex. op. cit. p. 30


154
155
MARTINIC Sergio V. (1992). “Análisis Estructural: Presentación de un Método para el Estudio de Lógicas Culturales. Investigación para la
Acción”. Estrategias de Capacitación. Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE). Agosto. Santiago de Chile. 1992. p. 7

91
sentido alude a los significados profundos que un sujeto produce de acuerdo a su contexto
y modelo cultural”156. En este sentido, se aplicó dicha técnica para extraer y analizar los
ejes profundos de significado a través del análisis de cruce semántico.

4.2. Análisis de los Datos de Primer Nivel

La construcción de categorías, resultado del análisis e interpretación de los discursos


(corpus) de los estudiantes seleccionados como sujetos de estudio, reflejan su
pensamiento en relación al significado que le atribuyen a las metodologías de enseñanza
desarrolladas por los docentes de la Carrera de Psicología y que se deriva de la práctica
desplegada en las aulas. Ello permitió diferenciar dos dimensiones ampliamente
interrelacionadas e inherentes al proceso educativo (enseñanza y aprendizaje). La
primera, referida a la visión holística del trabajo docente en el aula, donde las categorías
“estrategias de enseñanza” y la “caracterización del acompañamiento docente”,
pueden enmarcarse en la consideración de elementos de base para el análisis y reflexión
objetiva del sentido de las metodologías de enseñanza desarrolladas por los docentes
desde la perspectiva de los estudiantes.

La segunda dimensión, estrechamente vinculada con la primera, en tanto que posibilitan la


consideración de los actos del discurso –desde los estudiantes-, que se inscriben en la
acción –proceso socioactivo-, las nociones de poder, distancia o posicionamiento social
que están mediados por las expresiones, afirmaciones que reflejan la construcción de
significados por parte de los actores sociales (estudiantes). Estas categorías son la
“atención a las necesidades de aprendizaje” y la “interacción profesor-estudiante”;
los cuales son considerados elementos de base que se involucran como parte constitutiva
de puesta en acción de las estrategias de enseñanza y el acompañamiento desplegado
por los docentes en el aula.

Así, las categorías mencionadas (estrategias de enseñanza, acompañamiento docente,


atención a necesidades de aprendizaje de los estudiantes e interacción profesor-

156ERRAZURIS, Margarita; GONZALES, Roberto y otros. “Demandas Sociales a la Educación Media”. Programa de Mejoramiento de la
Calidad y Equidad de la Educación. Ministerio de Educación. Santiago – Chile. 1994. p. 100.

92
estudiante), constituyen importantes referentes o dispositivos teóricos para el análisis e
interpretación de los discursos de los actores sociales (estudiantes de la Carrera de
Psicología), seleccionados como sujetos de estudio, reflejando su pensamiento en relación
a un fenómeno concreto que se enmarca en el conocimiento y comprensión del significado
que le atribuyen a las metodologías de enseñanza aplicadas por los docentes de la
Carrera de Psicología de la Universidad Mayor de San Simón de la ciudad de
Cochabamba, República de Bolivia.

Con base en lo expuesto y asumiendo como fundamento las expresiones, afirmaciones y


reflexiones de los actores sociales entrevistados (estudiantes), se procedió a la definición
de las categorías mencionadas.

• Estrategias de Enseñanza Docente: Proceso a través del cual el docente va


adquiriendo las habilidades en la construcción de acciones concretas que le
permiten atender las necesidades de aprendizaje de los estudiantes; pero
fundamentalmente la posibilidad o disposición de pensar y de repensar su trabajo
con los estudiantes en el aula.

• Caracterización del Acompañamiento Docente: Proceso a partir del cual se guía


y orienta al estudiante en la consecución de las metas educativas y donde el aula
se constituye en un verdadero espacio para la convivencia cotidiana.

• Necesidades de Aprendizaje de los Estudiantes: Se refiere a la necesidad de


tener en cuenta la individualidad del estudiante al momento de ejercer la acción
educativa. Tal comprensión de las necesidades de aprendizaje por parte del
docente, conlleva desde ya, enseñar a los estudiantes no sólo a conocer su propio
proceso cognitivo, sino también a concebir sus propias estrategias y estilos de
aprendizaje sobre la base de sus necesidades; los cuales contribuirán
significativamente a la autorregulación de su aprendizaje y, por ende, al desarrollo
de la independencia cognoscitiva.

93
• Interacción Profesor – Estudiante: Relación interpersonal bajo el cual se
desarrolla el proceso educativo (enseñanza-aprendizaje) de aula y que además se
encuentra mediada por una serie de elementos como ser las características de los
actores (profesor-estudiante), hasta sus experiencias de vida y creencias, lo cual
configura un espacio de relaciones que sólo son posibles entre ese grupo de
personas. Asimismo, implica la construcción de un ambiente de aprendizaje donde
se reconozcan las aptitudes, valores e intereses de los sujetos aprendices,
tomando en consideración la diversidad que ahí se encuentra, sin perder de vista el
hecho de que el ser humano es sujeto y objeto de su propio conocimiento

4.2.1. Descripción e Interpretación de los Datos Obtenidos a Través de las


Observaciones Reiteradas

La observación reiterada fue realizada por el tesista, en una condición de docente invitado,
facilitador y guía de los aprendizajes, lo que favoreció penetrar en la cotidianeidad del
aula, las interacciones de los estudiantes con los docentes durante el proceso educativo
de aula; observar el desempeño docente, las características de las estrategias de
enseñanza, los gestos, las actitudes que fueron surgiendo como producto de la acción
pedagógica desplegada por el docente.

Esta información fue importante en tanto posibilitó contar con mayores elementos de
apoyo complementarios a los datos obtenidos con la aplicación de las entrevistas y el
grupo focal, así como una adecuada familiarización con el entorno universitario de la
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San
Simón.

Dada la condición de expositor invitado para presentar ponencias sobre Métodos y


Técnicas de Investigación Cualitativa, Técnicas Proyectivas II y Dinámica de Grupos,
posibilitó por un lado participar activamente del trabajo de aula desarrollado por el docente
titular de la asignatura; por otro lado permitió adquirir la plena confianza y aceptación de
los estudiantes a la participación del sujeto externo (docente expositor investigador),
evitando de esta forma, que se genere distorsiones o cambios notorios al normal
desarrollo pedagógico cotidiano desplegado en las horas de clase establecidas.
94
Por lo mismo, las sesiones de observación fueron llevadas a cabo en las horas
académicas asignadas a las asignaturas descritas, registrándose la información a través
de notas de campo, en un tiempo promedio de observación de 25 a 30 minutos y por un
período de seis sesiones (mes).

Entre los rasgos sobresalientes registrados en las notas de campo, resaltan las referidas
al clima de aula caracterizado por una marcada formalidad y solemnidad de la acción
pedagógica desplegada por el docente, quien toma la palabra, procede a iniciar las
sesiones de clase realizando un breve recordatorio de los contenidos abordados en la
sesión anterior. Sin mayor preámbulo a la interpelación que pudiese surgir respecto a la
comprensión de la unidad avanzada, procede a continuar la clase utilizando el data
display, proyectando algunos puntos centrales de la unidad a desarrollarse.

Llama la atención que durante la exposición, el docente muestre especial interés y


preocupación a la proyección de las láminas expositivas, que por dirigir la mirada visual
hacia los estudiantes. Tal actitud denota su interés y preocupación por el avance de la
unidad temática, dejando en segundo plano si tales contenidos realmente están siendo
comprendidos por los estudiantes.

En determinados momentos de la presentación expositiva del docente, cuando surgen las


interrogantes e inquietudes se observan actitudes, gestos (inquietud, manos levantadas),
que buscan llamar la atención del profesor con el objeto de que realice un alto y proceda a
repetir o aclarar lo expuesto. Ante tales gestos el docente responde: “Un momento…ya
finalizo con esto y luego aclaramos sus dudas….les parece?...” (Notas etnográficas).

Tal respuesta genera por un lado, un desencanto y desmotivación en los estudiantes por
seguir la exposición del docente, mostrando gestos que van desde la resignación, la
molestia o la incomodidad que genera la actitud asumida por el docente. Pero por otro
lado, no hace otra cosa que ratificar la percepción de imagen que tiene el estudiante sobre
el docente como aquel que tiene el conocimiento, una persona distante y preocupada por
su profesión que poco o nada se esfuerza por contribuir en la construcción de un ambiente
de confianza y de motivación que propicien el aprendizaje de los estudiantes.

95
A esto, se suma la forma o manera como emite la instrucción referida al hecho de que una
vez finalizada su exposición, recién procederá a aclarar las dudas, observándose una
supremacía y firmeza a cumplir la instrucción que bien puede ser entendido como el libreto
o formato de clase bajo el cual está dispuesto a trabajar. Es decir, que, a criterio del
docente, este es el mejor escenario que posibilita la construcción de aprendizajes en los
estudiantes, mostrando con ello una concepción pedagógica tradicionalista y falta de
predisposición a modificar o transformar su desempeño en el aula.

Por su parte, frente a tales acciones asumidas por los docentes, los estudiantes asumen
diversas actitudes que van desde la resignación a la monotonía del trabajo de aula; el
desinterés a la exposición del docente expresado en la conversación y diálogo en voz baja
que entablan con sus compañeros de banca; otros prefieren utilizar el audífono de su MP3
para escuchar música, toman notas de aspectos sobresalientes de la exposición. Gracias
a la ubicación que ocupamos en la parte posterior del aula, pudimos escuchar y tomar
nota de algunos comentarios y calificativos acerca del trabajo docente como ser:

“…..uuufff.. que termine la clase…quiero irmeeeee…!!!...” (Notas etnográficas)

“Si no,…esta aburrido…. Después que clase tenemos?.......¿Hiciste la práctica


de Dinámicas de Grupos?” (Notas etnográficas)

“Vámonos…vámonos…Hoy hay fiesta en Derecho… se animan?...” (Notas


etnográficas)

“Nooo…todavía…al parecer éste va a llamar lista al final de la clase…vahhh..”


(Notas etnográficas)

“Mañana es sábado…vamos de compras?...” (Notas etnográficas)


“Listo… pero quedémonos… un ratito mas para contestar
presente…jajaajajaaa…” (Notas etnográficas)

96
Tales reacciones muestran el desinterés y la falta de motivación hacia el trabajo
desplegado por el docente, dejando en segundo plano la exposición e importancia de los
contenidos desarrollados, debido a la falta de creatividad e incorporación de dinámicas
innovadores en el aula, que superen la rutinización y la monotonía del ambiente de aula.

Llama la atención un comentario emitido por un estudiante en el aula que textualmente


señala: “Este docente es tan mecánico, repite lo mismo, lo mismo como
grabadora…”.... “creo que no tiene ganas de trabajar…” (Notas etnográficas).

Siguiendo Schutz, podríamos señalar que los estudiantes realizan tipificaciones en tanto el
“hablar del otro y nuestro escuchar son experimentados como una simultaneidad vivida”157.
Esta simultaneidad es la esencia de la intersubjetividad, pues significa que el estudiante
capta la subjetividad del “otro” (docente), con quién comparte una realidad (en este caso el
aula como espacio universitario). A partir de las tipificaciones, el estudiante elabora formas
o especies de parámetros o marcos de regulación al fenómeno del comprender y del
vivenciar que experimenta en el aula; observando a un docente que cumple un rol de
enseñanza tradicional, exposición magistral, desmotivado, sumido en la monotonía de su
labor académica. Tales tipificaciones son válidas y aceptadas hasta que surjan
interferencias o cambios que den lugar a la modificación o transformación de las mismas.

A este hecho se suma la falta de comunicación e interacción docente–estudiante, la cual


se reduce a lo estrictamente pedagógico evitando involucrarse en ámbitos de
relacionamiento más personalizado e individualizado con los estudiantes, quienes asumen
también una postura de distanciamiento hacia la postura del docente en el aula. “Mira,
parece que está de mal humor…, nos está gritando pues…” (Notas etnográficas).

Las características de la relación profesor-estudiante desarrollada al interior de las aulas,


corresponde a un tipo de interacción, que siguiendo a Mead correspondería a aquella
donde el ser humano interpreta los gestos recíprocos que recibe o percibe del medio y
actúa basándose en el significado que extrae de dicha interpretación. De tal manera, se
van generando significados en los estudiantes, que pueden ser descubiertos por medio de

157 SCHUTZ, Alfred. “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. p.21.

97
la interpretación y, estos significados son necesariamente producto de todas aquellas
acciones y/o dinámicas que se desarrollan en el interior de las aulas. “Quienes participan
en un proceso de interacción simbólica, deben elaborar sus respectivas líneas de
conducta mediante la constante interpretación de las incesantes líneas de acción
ajenas”158.

Esta realidad da cuenta de la manera como los estudiantes van otorgando significado a las
metodologías de enseñanza aplicadas por los docentes en el aula del cual son partícipes,
y que influyen significativamente en su aprendizaje y, en general en su proceso de
formación.

Dicho de otra forma, definen la situación vivenciada en la cotidianeidad en relación a las


pautas observadas (gestos, actitudes, acciones) en el docente, que bien puede ser
entendido como el “ministerio de enseñar” que les ha sido otorgado, con sus
particularidades de rol específico de la profesión (docencia universitaria), que se legitima
principalmente en su labor pedagógica del aula, la relación y el trato cotidiano que
establece con los estudiantes en el aula, acciones tales que indiscutiblemente influyen en
el proceso de aprendizaje y formación profesional de los estudiantes.

A este hecho también conviene mencionar las actitudes asumidas por el docente frente al
surgimiento de algunas inquietudes y acerca de los contenidos temáticos desarrollados en
el aula. Cuando ocurre esta situación, el docente prefiere finalizar la presentación de su
exposición alegando que puede dar lugar a “perder el hilo de la explicación” (notas
etnográficas); “Miren….si ustedes me dejan continuar, volveré a repetir….creo que
esas dudas han sido claramente explicadas anteriormente…así que pongan un poco
más de atención…”(notas etnográficas); respuestas que poseen un tono de firmeza,
molestia y hasta cierto punto irónica por la forma como interpela con el tono de voz el
docente a los estudiantes, quienes se sienten aún mas cohibidos a siquiera inmutarse por
intentar preguntar otra vez, por la forma poco asertiva, irrespetuosa, no empática, y hasta
reprochable que reciben del docente.

158 BLUMER, H. “El Interaccionismo Simbólico”. ED. HORA. Barcelona – España. 1982.p. 49

98
En términos de Pierre Bourdieu, a esto podríamos denominar como “violencia simbólica”,
entendido como el “poder de constituir el dato por la enunciación (de construir la realidad
por el solo hecho de formularla), de hacer ver y de hacer creer, de confirmar o de
transformar la visión del mundo”159, Dicho de otra forma, es esa violencia que arranca
sumisiones que ni siquiera se perciben como tales, apoyándose en unas expectativas
colectivas, en unas creencias socialmente inculcadas que es reconocida como algo
legítimo, en virtud de que presupone cierta complicidad activa por parte de quienes están
sometidos a él –en este caso los estudiantes-; pero que requiere como condición de su
éxito que éstos crean en su legitimidad y en la de quién lo ejerce, en este caso el docente.

De esta forma, lo que se consolida con esta actitud, es legitimar un tipo de dominación
otorgándole toda la fuerza de la razón a la razón (al interés) del más fuerte; lo cual desde
ya, supone poner en marcha una violencia simbólica, violencia eufemizada que la hace
socialmente aceptada y expresada en el poder de imponer significaciones y definiciones
de la realidad para la acción.

Lo que pretendemos dejar establecido es que tales actitudes asumidas por el docente en
el aula, muestran una falta de conocimiento y comprensión en el sentido de que no sólo se
educa a los estudiantes desde los contenidos específicos que desarrolla en la asignatura
sino que también lo hace desde el terreno de la interacción, de las relaciones humanas en
el que están presentes –quiérase o no-, diversos contenidos éticos, valoricos y morales;
en todo lo que el docente hace o no hace en el aula y en todo lo que ocurre en ella.

Por lo mismo, es evidente que la satisfacción de las necesidades de aprendizaje de los


estudiantes no está siendo debidamente tomada en consideración por el docente quién se
encuentra más preocupado por cumplir el cronograma de avance de contenidos de su
asignatura que bien puede ser mucho más importante dada la postura o construcción de
modelo de docente que posee, su experiencia profesional o bien puede deberse a la
necesidad de cumplir con las normas institucionales propias de la institución universitaria
para efectos de la evaluación académica docente.

BOURDIEU, Pierre. “Sur le pouvoir symbolique”. ANNALES ESC Nº. 3. mayo-junio, París - Francia. 1977. pp. 405-411. Traducido por
159

ALONSO, Luis Enrique. op. cit. p. 16

99
Retomando el sentido de las normas o exigencias institucionales que de alguna manera
inciden en las acciones asumidas por el docente en el aula. Siguiendo a Goffman,
podríamos señalar que en todas las instituciones existen normas establecidas, donde el
individuo se ve sometido al cumplimiento de indicaciones otorgadas por las autoridades
que dirigen la institución.

En las instituciones se “manejan muchas necesidades humanas, mediante la organización


burocrática de conglomerados humanos. Los sujetos se ven obligados a estar bajo una
supervisión constante por parte del personal”160. Sin dejar de lado el planteamiento que
realiza Goffman al respecto de la institución como espacio social donde se producen las
interacciones entre docentes y estudiantes y en el cual se desarrolla la tarea educativa;
puede dar lugar a asumir en los docentes acciones y sentidos de superioridad, de
marcado distanciamiento hacia el estudiante, de autoridad y relación vertical ejercido por
parte del docente hacia los estudiantes.

4.2.2. Descripción e Interpretación de los Datos Obtenidos a Través del Grupo Focal
y las Entrevistas en Profundidad

4.2.2.1. Categoría Estrategias de Enseñanza Docente

La tarea de enseñar no se reduce a la mera actividad de transmitir conocimientos, sino


que ésta abarca acciones mucho más complejas y trascendentales como ser la capacidad
docente de constituirse en facilitador del pensamiento crítico de los estudiantes. En tanto
práctica social la enseñanza responde a necesidades, funciones y determinaciones que
están más allá de las intenciones y previsiones individuales de los actores que intervienen
en la misma. Por ello excede lo individual y sólo puede entenderse en el marco del
contexto social e institucional del que forma parte (espacio universitario).

La enseñanza es la función del docente que operativamente "consiste en la dirección de


actividades y la utilización de elementos para facilitar el aprendizaje de los alumnos”161.
Sostenida sobre procesos interactivos múltiples, las prácticas de la enseñanza cobran

160 GOFFMAN, Erving. “Internados, ensayos sobre la situación social de los enfermos mentales”. Ed. AMORRORTU. Buenos Aires –
Argentina. 1961. p. 20
161 GUTIERREZ, Feliciano. “Cómo evaluar el aprendizaje”. Ed. G.G. La Paz Bolivia. 2001. p. 18.

100
forma de propuesta singular a partir de las definiciones y decisiones que el docente
concreta en torno a una dimensión central y constitutiva de su trabajo: el problema del
conocimiento, cómo se comparte y construye el conocimiento en el aula.

Precisamente, las estrategias de enseñanza que aplica el docente en el aula, son las que
orientan el desarrollo y ejecución de tareas concretas que ponen al alcance del estudiante
conocimientos propios de una determinada disciplina; medios y contenidos orientados a
cristalizar y afianzar habilidades y competencias que satisfagan sus necesidades de
aprendizaje.

Ahora bien, conviene precisar algunas percepciones emitidas por los estudiantes sobre el
mismo.

“Hace falta docentes que aprendan a enseñar” (Grupo focal)

“Hay docentes que han ganado la titularidad y se sienten inamovibles en el


cargo, nadie les va a quitar ese titulo de ser docentes…..” (Entrevista
estudiante)

Las aseveraciones formuladas muestran algunos reproches de los estudiantes hacia las
exposiciones realizadas por los docentes en el aula, o el que repitan lo mismo la clase
anterior o en semestres anteriores “Vienen repitiendo las mismas cosas que
avanzaban hace 10 años 15 años atrás…” (Entrevista estudiante).

Tales acciones pedagógicas no hacen otra cosa que propiciar un ambiente monótono en
el aula y un desinterés por los contenidos de las asignaturas, en tanto los estudiantes
pasan a cumplir una función de simples receptores del conocimiento. Cuando los docentes
se limitan a transmitir la información, a dictar o a repetir textualmente lo que dice el libro
(lectura y dictado), no promueven procesos de razonamiento, reflexión y análisis de los
fenómenos que se estudian, en donde el estudiante interiorice los conocimientos, realice la
síntesis necesaria y sea capaz posteriormente de aplicarlos a situaciones concretas.

101
De acuerdo a los discursos recopilados, podemos señalar que los estudiantes perciben la
presencia de una imagen social posicionada del docente ante la profesión académica, a
partir de una institucionalización del “ministerio de enseñar” -que les ha sido otorgado-,
con sus particularidades de rol específico generado de una visión particular del mundo;
que se legitima principalmente en la conformación de una profesión cuyos determinantes
principales, se encuentran en su trabajo con estudiantes y en su trato cotidiano con los
otros integrantes de la comunidad académica (pares académicos, directores, Consejo de
Carrera, federación universitaria docente).

También se legitima por la no problematización de dicha comunidad académica hacia su


labor profesional, perpetuando sus modos de desempeño por la tarea desplegada.

A esto podríamos denominar –siguiendo a Bourdieu- como la construcción de un Campo


(lo social hecho cosa) que se expresa en las estructuras objetivas (estructuras
independientes de la conciencia y de la voluntad de los agentes individuales), que tienen
la capacidad de orientar y coaccionar las prácticas sociales y las representaciones que de
las mismas se hacen los individuos o agentes sociales; además de que posee sus reglas
de juego particulares, mundos de autonomía desigual que ejercen condicionamientos o
limitaciones unos sobre otros y que están entre ellos en relaciones muy complejas.

Dicho campo se caracteriza por su autonomía, en virtud de que es un sistema regido por
sus propias leyes, que se mantienen o se transforman por los enfrentamientos entre las
fuerzas que la constituyen. Tales enfrentamientos se producen con el objeto de alcanzar la
autoridad, el poder y que se logra habiendo acumulado un gran capital cultural.

Así, vemos que la profesión docente se encuentra regido por una institucionalización del
“ministerio de enseñar” (Espacio Universitario, titularidad e inamovilidad docente) y que se
legitima en la conformación de una profesión, determinado por su trabajo con estudiantes
(desempeño profesional de aula). Precisamente, a este complejo de relaciones e
interacciones que se suscitan entorno a la labor docente se construye un espacio sobre
algo que es valorado y reconocido socialmente.

102
Con relación a las características del trabajo pedagógico de aula, los estudiantes
consideran que existe un predominio de la clase magistral, con estrategias metodológicas
clásicas como el uso de la pizarra, el dictado, la revisión de lectura de un texto.

“Predominantemente es la clase magistral, el docente viene dicta su clase,


dicta los contenidos con algunos ejemplos, anota algo en la pizarra…y
ya…listo” (Entrevista estudiante)

“Los docentes tienen que ya meterse una idea de cambiar métodos y ya no


mas hacer uso del método antiguo solo dicto, dicto, dicto….” (Grupo focal)

“Hay profesores que parecen unos muertos en vida que entran y charlan te
dan un texto y se van…nadie les puede decir nada…..” (Grupo focal)

En base a los discursos expresados por los estudiantes, se tiene que aparentemente, los
docentes asignan para sí un significado especial a su función dentro del aula, al considerar
que su papel es central y se sitúa por encima de los estudiantes y frente a la comunidad.
Por lo mismo, podemos señalar que el docente despliega su trabajo en un ámbito
particular también de circulación de poder.

Tal es así que en el interior de la red de relaciones que establece -con los estudiantes- y
que para mantenerse, supone mutuos reconocimientos; se construyen espacios de
micropoder, manejos sutiles en muchos casos, donde el nexo saber-poder (conocimiento)
cobra significativa relevancia.

Dicho de otra forma, guardan para sí un círculo de autoprotección contra la posible


problematización de los procesos pedagógicos que les toca desarrollar en el aula;
reproduciéndose de esta manera, los patrones relativos a la institucionalización
(titularidad), legitimación de su desempeño profesional a través de la construcción de
círculos de autodefensa que es validado por las autoridades (inamovilidad).

103
Esta acción es ampliamente clara y comprensible desde el concepto de campo, en razón a
que a partir de ello, se legitima el trabajo profesional del docente, perpetuando sus modos
de desempeño; ya que en ellos se produce una cierta complicidad basada en la defensa
de los intereses comunes –en este caso del sector docente- para que pueda seguir
existiendo el campo (a esto Bourdieu denomina estrategias de Subversión). Por lo mismo,
por más conflicto que pueda suscitarse; éstas estarían limitadas por esta complicidad que
haría que no vayan más allá de aquello que implique el peligro de desaparición o
destrucción del campo.

Por otro lado, al legitimarse las características de tal desempeño profesional en el aula, les
conceden a los estudiantes una imagen de objetos para ser educados; los clasifican de
una vez y para siempre, como gente de menor estatura, pero capaz de manipular y en
esencia opuesta a ellos, los profesores; surgiendo de esta manera, algunos rasgos
autoritarios, que desvalorizan sus capacidades crítica-reflexivas y de aporte al trabajo
pedagógico de aula.

A esto –siguiendo a Bourdieu-, podríamos denominar “violencia simbólica”, que es esa


“violencia que arranca sumisiones que ni siquiera se perciben como tales, apoyándose en
unas expectativas colectivas, en unas creencias socialmente inculcadas”162 que
transforman las relaciones de dominación y de sumisión en relaciones afectivas; es decir,
el poder en carisma. Así el docente ejerce una especie de poder simbólico que se
despliega rutinariamente en el aula y que rara vez –o casi nunca- se manifiestan
abiertamente como fuerza física.

Por lo tanto, este poder simbólico es un poder “invisible” que no es reconocido como tal,
sino como algo legítimo, en virtud de que presupone cierta complicidad activa por parte de
quienes están sometidos a él –en este caso los estudiantes-; pero que requiere como
condición de su éxito que éstos crean en su legitimidad y en la de quienes lo ejercen.

Dicho de otra forma, la acción pedagógica desplegada por los docentes en el aula,
representan una forma sutil de violencia simbólica persistente orientada a producir un

162 BOURDIEU, Pierre. “Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción”. Ed. ANAGRAMA. Barcelona – España. (2º Edición). 1999. p. 173

104
habitus (lo subjetivo; es decir lo social inscripto en el cuerpo) mediante la interiorización de
un arbitrario cultural “capaz de perpetuarse y perpetuar en las prácticas, los principios de
la arbitrariedad cultural interiorizada”163.

Así, en la medida en que asegura la perpetuación de los efectos de la violencia simbólica,


el trabajo pedagógico desplegado por el docente en el aula “tiende a producir una
disposición permanente, a suministrar en toda situación la respuesta adecuada a los
estímulos simbólicos que emanan de las instancias investidas de la autoridad pedagógica
que ha hecho posible el trabajo pedagógico productor del habitus”164. Es decir, confiere a
los docentes autoridad legítima de la que se deriva el poder de nombrar (actividades,
conformación de grupos), de representar el sentido común, la posibilidad de construir
consensos lógicos y morales, de crear la versión oficial del mundo social (conocimiento) y
sobre todo, la reproducción del orden social establecido.

De esta forma, las estrategias de enseñanza –al ser un trabajo pedagógico desplegado
por el docente en el aula-, tienden a reproducir las condiciones sociales de producción del
arbitrario cultural; es decir, las estructuras objetivas de las que es producto, por mediación
del habitus como principio generador de prácticas reproductoras de las estructuras
objetivas. La violencia simbólica no es otra cosa que esa coerción que se instituye por
mediación de una adhesión que los dominados –en este caso los estudiantes-, no pueden
dejar de otorgarle al dominante cuando sólo disponen para pensar su relación con él de
instrumentos de conocimiento compartidos, que al no ser más que la forma incorporada de
la estructura de la relación de dominación, hacen que ésta aparezca como natural.

Con relación a la categoría descrita, creemos que debería ser precisamente en el trabajo
diario de aula, donde los docentes se apropien de los saberes que necesitan en la
enseñanza, reconociendo de esta forma, la importancia de la experiencia diaria
(cotidianeidad) con los estudiantes en la construcción de estrategias que le permitan el
diseño de la acción pedagógica.

163 BOURDIEU, Pierre, y PASSERON, J.C. “La reproducción, Elementos para una teoría del sistema de enseñanza”. Ed. POPULAR. Madrid -
España. 2002. p. 47.
164 ibid. p. 53.

105
Por otro lado, esta experiencia diaria y cotidiana conduce al docente a remitirse a un
proceso en el que a través del ejercicio diario y el trabajo constante tenga acceso a
nuevos aprendizajes. Sin embargo, la sola práctica no basta, si de por medio no hay
reflexión sobre aquello que ha sido vivenciado; ello es lo que realmente se convierte en
experiencia, en la medida en que se reflexiona sobre qué fue lo que estuvo bien, qué se
puede mejorar, cuáles aspectos pueden ser reforzados, cómo se debe o puede hacer para
mejorar las estrategias de enseñanza aplicadas en el aula.

Dicho de otra forma, la importancia de la experiencia en el quehacer docente es algo que


se desarrolla cuando se tiene la predisposición para pensar y repensar su trabajo con los
estudiantes. El valor de la experiencia, entonces, viene dado por la capacidad reflexiva de
mejorar continuamente las estrategias de enseñanza a la luz del ejercicio diario de la
interacción suscitada en el aula con los estudiantes.

Finalmente, señalar que la enseñanza debe ser construida entre profesores y estudiantes;
los ajustes y negociaciones que ocurren entre ellos durante esa relación, implican
construcción colectiva que enriquece el proceso pedagógico; otorgándole a la enseñanza
una dimensión social, donde el contacto con el otro, con sus experiencias, percepciones y
orientaciones posibilitan llegar a la construcción de un aprendizaje mutuo a través de la
coordinación de acciones que es posible gracias a la comunicación que proporciona el
lenguaje.

4.2.2.2. Categoría Caracterización del Acompañamiento Docente

Previo al análisis de la categoría, conviene precisar algunos rasgos que expresan las
tareas propias de la actividad docente en el aula (impartición de clases, asesoría
académica, investigación, gestor, profesor de aula), además de la orientación y la
coordinación académica.

Sin embargo, por encima de tales roles desempeñados por los docentes en el aula
(actividad docente, orientación y coordinación académica) -a nuestro modo de ver-, la
mayor implicación recae en la acción del acompañamiento, en tanto plantea al docente

106
cambios substanciales con relación a las prácticas tradicionales desplegadas, situándolos
en otra posición: la de ser acompañante del estudiante en su proceso de formación, que
desde ya, conlleva la adopción de nuevas habilidades y estrategias, nuevos
conocimientos; un acercamiento, permanencia y disposición.

Dicho de otra forma, la tarea de aula no puede darse en la distancia; por el contrario, la
proximidad compromete en múltiples dimensiones a los sujetos que se acercan entre sí
(profesor - estudiante).

Esta proximidad exige a que el docente se prepare para el encuentro y la interacción con
otro ser humano (estudiante), para participar en una relación que lo impactará y puede
ocasionar en él una transformación profunda. A la vez que recorre su propio camino, el
docente transita juntamente con el estudiante por el camino de la formación de este último,
en el contexto académico y ambos son sujetos en movimiento que se transforman uno al
otro. Renovación constante es la palabra que define el impacto positivo en los sujetos que
intervienen en esta relación de acompañamiento.

Ahora bien, una vez realizado tales precisiones, conviene referirnos a los discursos
emitidos por los estudiantes al respecto.

“Hay docentes que ni nos miran lo que estamos haciendo, solo ven la pizarra,
el libro…la pizarra, el libro….” (Entrevista estudiante)

“Algunas veces no se entiende y pedimos que vuelva a repetir y lo hace con


molestia” (Entrevista estudiante)

Los docentes dejan claramente establecido el lugar que ocupan frente a los estudiantes y
las acciones que deben cumplir en el, reflejándose una articulación indisoluble entre lo
individual y lo social que lo constituyen (Habitus). Es decir, se desempeñan como se
espera de ellos: su imagen y autoimagen, confesada a través de su actuación en aula, el
cómo es visto por los estudiantes como persona y como profesional que desempeña un
trabajo (rol). Por lo tanto, la persona y el rol son inseparables, en tanto piensan como

107
profesores, viven como profesores y responden como profesores. Los autores Berger y
Luckmann tienen razón cuando señalan que el rol determina una peculiar forma de
comprender y enfrentar el mundo.

“Umm…. los que son así, son muy secos…queremos que sean más
abiertos…. que tomen en cuenta la opinión del estudiante como te dije,
algunos vienen por venir….tienen que firmar entrada y salida y ya” (Entrevista
estudiante)

“No tienen esa dinámica de retroalimentaciones, ….son quizás más


memorísticos digamos, te dicen todo de memoria, no hay algo planificado
digamos, algo innovador,…….…. te dicen lo mismo, este semestre llega el
mismo chiste y al siguiente es el mismo chiste, no hay cambio, no se
preparan,………. te dicen lo mismo, me parece que es mejor ir a estudiar a
casa lees el libro y luego igual das tu examen, entonces hay muchos
estudiantes que no vienen a clases... porque es lo mismo, lees el texto en tu
casa, averiguas la fecha del examen preguntas que día es, y ya…no tanto
digamos venir porque es interesante la clase”. (Entrevista estudiante)

Estas acciones observadas representan un habitus, que a decir de Bourdieu, es un


“Sistema de disposiciones en vista de la práctica, constituye el fundamento objetivo de
conductas regulares y, por lo mismo, de la regularidad de las conductas. Y podemos
prever las prácticas…….precisamente porque el habitus es aquello que hace que los
agentes dotados del mismo se comporten de cierta manera en ciertas circunstancias”165

Dicho de otra forma, el habitus como sistema de disposiciones, permite analizar tanto la
interiorización de la exterioridad (en la medida en que es el producto de los
condicionamientos objetivos) como la exteriorización de la interioridad (en la medida en
que organiza las prácticas y contribuye así a la reproducción de las estructuras).

165 BOURDIEU, Pierre. ”Habitus, code, codification”. Ed. Actes de la Recherche en Sciences Sociales. Paris – Francia. 1987. p. 40.

108
Es decir, a partir del habitus es posible articular lo individual y lo social del trabajo docente,
en virtud de que las estructuras internas de la subjetividad y las estructuras objetivas que
constituyen su ámbito profesional, esto es, las llamadas “condiciones materiales de la
existencia (...) que pueden ser aprehendidas empíricamente bajo la forma de
regularidades asociadas a un ambiente socialmente estructurado”166. El habitus (lo
subjetivo), representa el principio generador de las estrategias que permite al docente
enfrentar situaciones muy diversas y, por lo mismo, actúa como operador de una
racionalidad práctica, inmanente a un sistema histórico de relaciones sociales y por ende,
trascendente al individuo. Por lo mismo, el habitus representa el conjunto de disposiciones
duraderas que determinan la forma de actuar, sentir o pensar del docente en el aula.

El concepto de habitus permite explicar los procesos de reproducción social de las


estructuras objetivas y analizar cómo, mediante el trabajo de inculcación y de apropiación
del arbitrario cultural, que penetran en los agentes individuales, toman la forma de
disposiciones duraderas.

La inculcación como tal, supone una acción pedagógica efectuada dentro de un


determinado espacio institucional (en este caso, la universidad) por agentes
especializados –los docentes de la Carrera de Psicología-, dotados de autoridad de
delegación, que imponen normas arbitrarias valiéndose de técnicas disciplinarias. De los
datos recogidos, se aprecia que los docentes han adquirido determinados modos,
disposiciones y acciones pedagógicas bajo las cuales desarrollan su labor de enseñanza,
priorizando el avance de contenidos establecidos en el plan global de la asignatura, en
desmedro de actividades reflexivas y de retroalimentación de contenidos.

Más aún -tal como señalan los estudiantes en las entrevistas y grupo focal-, los docentes
fijan su atención en la pizarra y los libros, dejando en segundo plano la necesidad de
introducir innovaciones didácticas en el aula, la actualización de contenidos y las opiniones
de los estudiantes, generando en los mismos, un desencanto hacia su trabajo por la
rutinización y la monotonía; lo cual queda plasmado en situaciones que van desde el

166 BOURDIEU, Pierre. ”Razones Prácticas. Sobre la Teoría de la Acción”. Ed. ANAGRAMA. Barcelona – España. 1997. p. 75

109
desinterés por las clases, la ausencia de los salones de clases, llegando incluso a señalar
que resulta mucho mejor estudiar en sus hogares, leer los libros y textos de lectura
asignados y asistir a clases sólo el día del examen (prueba evaluativa).

La incorporación, en cambio, remite a la idea de una interiorización por los sujetos de las
regularidades inscritas en sus condiciones de existencia. Por lo tanto, podría decirse que a
la “domesticación instituida” se opone una teoría del condicionamiento por estímulos
asociados a las diversas situaciones encontradas en el curso de la experiencia.

Tanto la inculcación como la incorporación a decir de Bourdieu, son ampliamente


recíprocas y en cierta medida complementarias. Esto es así en razón a que toda
institución ejerce su poder de inculcación a través de la mediación de condiciones de
existencia específicas. “La acción pedagógica de la familia y de la escuela [...] se ejerce
por lo menos en igual medida a través de condiciones económicas y sociales que son la
condición de su ejercicio, que a través de los contenidos que inculca”167

Dicho de otra forma, el efecto de inculcación actual de la acción educativa, integra también
el de las condiciones precedentes de existencia que fueron incorporadas en el curso de la
trayectoria de los sujetos y a la inversa, la experiencia se adquiere en la confrontación con
condiciones de existencia ya informadas por un sistema de significaciones objetivadas e
institucionalizadas. “El mundo práctico que se constituye en la relación con el habitus
como sistema de estructuras cognitivas y motivadoras es un mundo de fines ya realizados,
de recetas o de senderos que deben seguirse y de objetos dotados de carácter teleológico
permanente,…….trátese de herramientas o de instituciones”168. De esta afirmación, se
deduce una articulación dialéctica entre inculcación e incorporación, entre lo institucional y
la experiencia del mundo social.

Debemos señalar también que toda acción pedagógica planificada, se define por su
función objetiva de imponer significaciones e imponerlas como legítimas. Con esta
imposición, los condicionamientos objetivos se perpetúan mediante la conformación de

167 BOURDIEU, Pierre. “La Distinction”. Ed. MINUIT. París Francia. 1979. p. 57.
168 BOURDIEU, Pierre. “Le sens pratique”. Ed. MINUIT. París Francia. 1980. p. 90.

110
esquemas y disposiciones en el interior de los organismos individuales. Al respecto,
conviene recurrir a las siguientes expresiones de los estudiantes.

“Tú ves... tu percibes entonces que no hay un compromiso con el trabajo de


aula en el trabajo profesional del docente…. no hay digamos un compromiso
sino una obligatoriedad de trabajo” (Entrevista estudiante)

“Necesitamos un docente que tenga una continua participación con el


estudiante y no rígida…. una posición que sea más horizontal, mas dialógico”
(Grupo focal)

Tales actitudes asumidas por los docentes en el aula, bien podrían ser explicadas a partir
de dos vertientes: la primera hace referencia a una visión de imagen de sí mismo como
docente circunscrito al interior del aula, relacionándose hasta cierto límite con sus
estudiantes, con sus pares y con las autoridades académicas. Estos límites dibujan un
entorno de autoprotección contra la posibilidad de cambios demasiado drásticos
(innovaciones pedagógicas) que podrían afectar su labor cotidiana. Es decir, prefieren
mantener una formalidad que los preserva y mantiene en secreto sus propios límites de
conocimiento y de formas de asumir el proceso educativo.

La segunda vertiente hace alusión directa a la libertad de cátedra que persiste en el


espacio universitario la cual representa el elemento conservador de su práctica, y eso es
parte de lo que lo mantiene en la universidad por mucho tiempo y, lo que es más
importante, satisfecho. Si bien, los mecanismos de control, seguimiento y evaluación
docente pueden sacar a relucir múltiples situaciones de orden académico y profesional,
dejan a salvo o a buen resguardo, su imagen personal de exclusividad en cuanto persona.

“Un docente que se ponga en la posición en algunos casos del estudiante


que te sepa entender y saber cómo llamarnos la atención” (Grupo focal)

De los discursos emitidos por los sujetos, claramente es perceptible la consolidación de un


campo y un habitus. Un campo entendido como un verdadero sistema estructurado de

111
fuerzas objetivas, una configuración relacional capaz de imponerse a todos los objetos y
agentes que penetran en él; no es una estructura muerta o un sistema de “lugares vacíos”
sino un espacio de juego que sólo existe como tal en la medida en que existan igualmente
jugadores que participan en él. Esta construcción del imaginario social del docente, es
ampliamente cuestionado por los estudiantes, por la distancia que toma éste con relación
al estudiante, donde prima su rol profesional y su razón de ser en el aula, enfatizando en
su accionar pedagógico, cual es la enseñanza formal de la disciplina, sin el menor ánimo
de aproximarse al estudiante, de llamar su atención, motivarlo e incentivarlo y hacerle
entender los trascendente y relevante que es su activa participación en el proceso
educativo (enseñanza-aprendizaje)

“Como los contenidos casi son los mismos en los libros, si no la comprendo
en el aula me acostumbrado a comprender en los libros, incluso cuando yo
entre al primer semestre iba a todas las clases no me perdía así, y me di
cuenta que todo se repetía en los libros y ahora creo que por la misma forma
de dar la clase del docente prefiero ir a algunas clases que son principales
donde va dar algún trabajo practico, donde tenga que exponer y en otras
clases donde son entre comillas teóricas no voy porque sé que va a ser lo
mismo que en los libros” (Entrevista estudiante)

La posición asumida por los estudiantes frente al surgimiento de dudas en la comprensión


de los contenidos educativos de la asignatura, da lugar a recurrir por cuenta propia a la
consulta de la bibliografía sugerida (libros, textos), dando a entender que lo que hace el
docente en las aulas es repetir lo mismo, sumados a las características de las formas o
maneras de dar la clase (exposición magistral, clases teóricas). Acciones tales que da
lugar a que los estudiantes asuman posturas de asistir sólo a algunas clases que a juicio
de ellos son “principales” porque en ellas se asignaran trabajos, conformación de grupos
de trabajo, exposiciones individuales y grupales y las demás clases “teóricas” no asisten
porque consideran que es lo mismo en los libros justificando de esta manera su
inasistencia a las clases.

112
De los discursos emitidos por los estudiantes se deduce que las formas expositivas o
discursivas continúan siendo las metodologías de enseñanza clásicas puestas en práctica
por los docentes. No se utilizan técnicas y procedimientos variados para presentar los
contenidos, y la enseñanza es siempre conducida mediante la exposición oral de los
contenidos del libro texto y/o el uso del pizarrón para el desarrollo de las unidades
temáticas propias de la asignatura. Independientemente de la naturaleza del contenido o
del tipo de objetivo a lograr, las clases siguen un patrón preestablecido por el docente, el
cual conserva durante todo el lapso académico.

Esta manera de llevar adelante la labor pedagógica de aula del docente dificulta el
seguimiento y oportuna evaluación del progreso alcanzado por los estudiantes en cada
clase; es decir, se imposibilita grandemente la detección oportuna de fallas o debilidades
en el aprendizaje para, con base en ellas, reorientar su proceso instruccional de manera
asertiva, eficiente y eficaz.

“Me acostumbrado a leer por mi cuenta, a leer los libros y,….


particularmente he obtenido un buen rendimiento, eso con solo leer los
libros, es algo lamentable decir eso que no voy a las clases, que si es tan
terrible, entonces ya pues, que sea educación a distancia no mas pues…”
(Entrevista estudiante)

Tal afirmación, hace referencia directa a una actuación individual del sujeto (estudiante),
que al no hallar satisfacción en el trabajo docente opta por asumir una posición activa y
motivadora personal para profundizar sus conocimientos por cuenta propia.

A esto, siguiendo a Schutz, podríamos denominar como la situación biográfica a través del
cual el sujeto (estudiante) se sitúa de una forma particular y específica en el mundo social
que está determinado por su biografía (es decir, el cómo se sitúa de una forma particular y
específica en el mundo) y por su experiencia inmediata que es única e irrepetible. Es
precisamente esta experiencia personal, desde donde el sujeto capta y aprehende la
realidad, la significa y, desde ese lugar que ocupa, se significa a sí mismo y a sus

113
semejantes. “Mi situación biográfica define mi modo de ubicar el escenario de la acción,
interpretar sus posibilidades y enfrentar sus desafíos”169.

Cabe señalar también que el sujeto posee un repositorio de conocimiento disponible,


generado desde la situación biografía, que es una especie de “almacenamiento pasivo de
experiencias”, que bien, podrían ser recuperadas en el aquí y el ahora para constituir una
nueva experiencia personal inmediata y que gracias a esto, el estudiante puede
comprender nuevos fenómenos sin necesidad de iniciar un proceso reflexivo para ordenar
cada una de las vivencias que transcurren y que va experimentando.

Dicho de otra forma, la situación biográfica entendida como experiencia personal desde
donde capta y aprehende la realidad el estudiante que de acuerdo a su percepción no es
estimulante a sus aspiraciones de aprendizaje, da lugar a que utilice el repositorio de
conocimientos disponibles para comprender los contenidos temáticos de la asignatura,
prescindiendo en cierta forma del apoyo docente y en algunos casos, dando a entender
que no es necesario asistir a clases y que lo más propicio es promover una educación a
distancia y no así presencial.

“Yo siempre he pensado de que un docente que sabe, que sabe su materia
que en realidad conoce bien, es que siempre está investigando, es decir,
todas las cosas sobre los avances es decir, sobre lo que ya conoce….”
(Grupo focal)

“Nadie les va a quitar ese titulo de ser docentes…. es digamos como un


empleo seguro, y ven supongo también que…., una cosa es la experiencia y
otra cosa es que conforme van pasando los años ellos se aburren de repetir
sus mismas clases y piensa que el estudiante supone los contenidos, supone
que ellos saben….. Puede ser una causa muy principal el que se sientan así
inamovibles en el cargo” (Entrevista estudiante)

169 SCHUTZ, Alfred, “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. p. 17.

114
De los discursos emitidos por los estudiantes es ampliamente perceptible la formulación
de una especie de economía política generalizada –siguiendo a Bourdieu- en los docentes
que refuerza su actuación en aula; algo así como un capital que no se deriva de la razón
económica, sino de todo tipo de bienes simbólicos.

A esto podríamos denominar como capital cultural que poseen los docentes, que bien
puede ser entendido como aquel conjunto de cualificaciones producidas por los sistemas
de enseñanza, que sumados al capital simbólico otorgan al docente una fuerte imagen de
prestigio, honorabilidad y reconocimiento, confiriéndole por un lado autoridad y por otro le
generan ventajas sociales y de apreciación positiva por parte de los estudiantes, la
comunidad educativa y la sociedad en su conjunto.

“Creo que han hecho estudios más superiores en cuanto a su ámbito de


profesión… eso…. y entonces tienen una manera de explicar que es bien
buena no…. Tengo un docente por ejemplo que hasta ahora nadie se
queja….dicen que es buenísimo y hasta a mi me pareció cuando llegue a su
materia explicaba bien y me pareció re interesante porque sabe explicar bien
su materia…..mi ideal de un buen docente es que conozca bien su materia
también que sepa explicar su tema ósea de una forma bien clara bueno.. eso”
(Grupo focal)

“El docente también nos cuenta sus experiencias, nos cuente también de
cómo fue de estudiante sus aciertos sus derrotas, las caídas que ha tenido
pero como ha sabido levantarse y como está ahora donde esta no… como ha
luchado para llegar donde esta para llegar a la universidad y también …….ser
como es él es como un modelo para nosotros” (Grupo focal)

De las afirmaciones obtenidas, se tiene que los estudiantes esperan que los docentes
transmitan su experiencia y les ejemplifiquen los temas tratados en clase, les proporcionen
pautas orientadoras o comentarios sobre las unidades temáticas abordadas. Por lo que
resulta provechoso para los estudiantes que el docente, al momento de impartir su clase,
proporcione conocimientos y experiencias en tanto que éstos ilustran y guían lo que

115
explica en el transcurso de la clase y a su vez, facilita su comprensión por parte del
estudiante.

A esto, siguiendo a Schutz podríamos denominar como acervo de conocimiento a mano


que es el conjunto compuesto de tipificaciones del mundo del sentido común; que permite
situar e interpretar cada relación social de acuerdo a la situación biográfica del individuo y
los elementos complementarios específicos, derivadas de las coordenadas de la matriz
social que básicamente son espaciales o geográficos, temporales y/o históricos. Las
coordenadas de la matriz social son “coordenadas de la experiencia personal inmediata, y
estas coordenadas personales tienen importancia fundamental para la realidad del sentido
común”170.

Al respecto debemos señalar que una de las funciones esenciales del docente
universitario es precisamente poner a disposición de los estudiantes sus conocimientos y
su experiencia; además de darles a entender que en cualquier momento que lo requieran
podrán contar con él.

Ahora bien, tal como señalamos anteriormente, el acompañamiento constituye el proceso


por el cual docente guía al estudiante en la consecución de las metas educativas y donde
el aula se constituye en un espacio para la convivencia, para las interacciones que se
llevan a cabo en los espacios académicos (aula), configurando a su vez, un proceso de
coordinación de acciones para el logro de las metas educativas; es decir, un hacer en la
convivencia.

Esta comprensión pedagógica del sentido del acompañamiento docente, implica el


otorgamiento de un nuevo sentido de desarrollo humano al proceso educativo (enseñanza
y aprendizaje), ya que se guía al estudiante en el desarrollo no sólo de sus capacidades
cognoscitivas, sino también en su desarrollo emocional. De ahí que el docente debe
propiciar el trabajo individualizado en el cual el estudiante sea llevado a competir consigo
mismo, empeñándose en la solución de tareas que exijan planeamiento y acción

170 SCHUTZ, Alfred. “El Problema de la Realidad Social”. op. cit. p.19

116
individualizada, dando libertad al estudiante para la creación de sus trabajos y la
manifestación de su propio pensamiento.

No obstante, creemos que la principal responsabilidad de los docentes universitarios está


orientada a desarrollar su trabajo con la finalidad que el estudiante, interactuando con el
medio y las personas de su entorno más próximo, consiga alcanzar los objetivos de
aprendizaje establecidos y a partir de ello, detectar necesidades académicas de
aprendizaje, sociales y/o personales.

Bajo esta perspectiva, el proceso de acompañamiento conlleva necesariamente una


interacción de personas (estudiante-docente-estudiante), en el proceso de enseñanza y
aprendizaje; la cual se encuentra mediada por una serie de elementos que es imposible
desconocer, e incluyen desde las características de los actores hasta sus experiencias de
vida y creencias, lo cual configura un espacio de relaciones que sólo son posibles entre
ese grupo de personas.

Ello implica, la construcción de un ambiente de aprendizaje donde se reconozcan las


aptitudes, valores e intereses de los sujetos aprendices atendiendo su diversidad; puesto
que al mismo tiempo es Ser Humano, es Sujeto y Objeto de su propio conocimiento. Por lo
que corresponde al docente, sentar las bases para que esta diversidad pueda
desarrollarse y convivir en armonía, donde el estudiante es el protagonista y constructor
de su aprendizaje.

Asimismo, mencionar que las expectativas que tienen los estudiantes acerca del
acompañamiento docente parecen tener una relevancia importante, pues de ella depende
la percepción y apreciación que tengan de la calidad de la enseñanza recibida y las
atribuciones que hacen sobre su propio aprendizaje.

Llama la atención que en ninguno de sus argumentos los estudiantes hicieran alusión a la
necesidad de que los docentes hagan explícitas las pautas orientadores (objetivos y
alcances de las unidades temáticas) de los contenidos desarrollados en el aula, función
que a nuestro modo de ver, propiciaría que el estudiante se sienta más orientado hacia los

117
fines y tareas que contiene el proceso educativo y a su vez, le permita tener mayor
claridad sobre sus propias funciones y la de sus profesores.

4.2.2.3. Categoría Atención a las Necesidades de Aprendizaje de los Estudiantes

Con relación a esta categoría, la valoración que hacen los estudiantes tiene que ver con la
forma en cómo ellos perciben que fue, ha sido o es su aprendizaje en el tiempo de
permanencia en la universidad.

En esa orientación, otorgan especial valoración a la motivación personal hacia el


aprendizaje, a su crecimiento personal en tanto éste les ha propiciado un desarrollo
individual, subjetivo o intrínseco al sentirse diferentes de cómo eran antes de ingresar a la
carrera y cómo los conocimientos adquiridos han influido particularmente en su vida
cotidiana. Sin embargo –a decir de los discursos recopilados-, este crecimiento personal
alcanzado se debe en gran manera a su interés, esfuerzo y preocupación por la
autosuperación y no así por la acción pedagógica desplegada por los docentes en el aula,
que en muchos casos da lugar a que los estudiantes se sientan en alguna medida
obligados a asistir a las sesiones de clase.

“Nos explican como sea…. no les importa si aprendemos bien o mal” (Grupo
focal)

Con relación a esta afirmación claramente es perceptible que los estudiantes realizan
tipificaciones al desempeño docente en el aula, las cuales afectan continuamente las
interacciones que se establecen entre ambos (profesor-estudiante).

Al respecto Berger y Luckman señalan que la realidad de la vida cotidiana “contiene


esquemas tipificadores en cuyos términos los otros son aprehendidos y "tratados" en
encuentros cara a cara”171. Tales tipificaciones son válidas hasta que se produzcan
cambios o transformaciones en los modos de actuación rutinaria del “otro” (docente), pero
que también es recíproco (el “otro” también me aprehende de manera tipificada, que son

171 BERGER, Peter L. y LUCKMANN, Thomas. op. cit. p. 49

118
tan susceptibles a la propia interferencia como las del otro), produciéndose una
negociación continua de ambos esquemas tipificadores en una situación cara a cara.

Por lo mismo, las mayoría de las veces estos encuentros continuos y permanentes entre el
uno con el otro, son típicos en un sentido doble: el uno aprehende al otro como tipo y
ambos interactúan en una situación que de por sí es típica a ambos.

Los estudiantes también hacen referencia a la incidencia del aspecto motivacional que
reciben del docente como un factor que incide en su aprendizaje.

“Mas es tu motivación propia que la motivación que te puede dar el docente”


(Entrevista estudiante)

“Tiene que haber una motivación de parte de ellos para que tu también vayas
a clases” (Entrevista estudiante)

Esta falta de motivación docente percibida por los estudiantes, da lugar a que éstos
reaccionen de forma pasiva y desinteresada hacia la asignatura, mostrando desgano y
desatención a las explicaciones del docente –tal como fueron apreciándose en las
observaciones realizadas-; o bien, puede dar lugar a impulsar en ellos la motivación –tal
como lo señalan en los discursos- y el interés por la profundización por cuenta propia, de
tales contenidos, guiados por su curiosidad e inquietud, dada la incertidumbre que genera
la no comprensión y/o claridad de los contenidos temáticos desarrollados por el docente
en el aula, induciéndolos a buscar respuestas mediante la revisión bibliográfica
complementaria, información digitalizada (internet) y hasta las discusiones grupales con
sus pares fuera de las aulas.

“A veces lo bueno de esa materia es rescatar el material y no tanto a él como


docente” (Entrevista estudiante).

“Hay alumnos que prefieren callarse y saben mucho” (Grupo focal)

119
En estos casos, las dudas juegan para los estudiantes un papel importante dentro de su
aprendizaje, toda vez que éstas al no ser resueltas oportunamente por los docentes, ellos
mismos sienten la curiosidad y hasta la necesidad de resolverlos. Esto sucede así, en
tanto que las explicaciones y aclaraciones formuladas por los docentes no satisfacen sus
expectativas e inquietudes, exploran o consultan libros por su propia cuenta porque se
sienten motivados en profundizar sus conocimientos y al mismo tiempo por satisfacer su
curiosidad sobre el particular.

Los relatos descritos develan la capacidad de los estudiantes para reflexionar sobre sus
propias necesidades de aprendizaje y la responsabilidad que asumen en el aprendizaje;
así como perciben la influencia que tienen las condiciones externas que inciden en su
aprendizaje como el currículo y la actuación o acción pedagógica de los docentes. Por lo
mismo, corresponde tomar en consideración tales aspectos en virtud de que éstas influyen
significativamente en la representación y el significado que le asignan al proceso de
aprendizaje en el que se sienten partícipes, con amplias repercusiones en la forma en que
juzgan su propio desempeño académico.

Si tomamos en cuenta que las actitudes se refieren al modo como se siente una persona
acerca de un objeto o concepto determinado, pudiendo tener ese mismo objeto o
concepto, una connotación de agrado o desagrado para diferentes personas; el significado
de la actividad escolar puede resultar motivante para algunos estudiantes y desmotivante
para otros.

Esto es así porque los contenidos temáticos desarrollados en las materias de la Carrera, el
modo en que son presentados, las tareas y los mensajes que proporciona el docente,
algunas veces motivan a los estudiantes y otras veces no. Por lo mismo, el desarrollo de
actitudes positivas ante los contenidos de las materias dependerá en gran medida en que
los docentes los hagan interesantes y satisfagan las necesidades de aprendizaje de los
estudiantes.

120
Cabe mencionar también que de los discursos emitidos por los estudiantes, resaltan
algunas actitudes de selectividad, preferencia y/o discriminación que realizan los docentes
en el aula. Así por ejemplo se tienen las siguientes aseveraciones:

“El docente a principio comienza a mirar a nivel general el curso, luego de a


poco va dando la clase para un grupo de estudiantes” (Entrevista estudiante)

“En los docentes hay mucha discriminación en las clases con los estudiantes
y lo hace público delante de todos” (Grupo focal)

“Hay estudiantes que quisieran aportar que quisiera hablar pero no, el
docente ya tiene un grupo a quienes va a tomar en cuenta” (Grupo focal)

“Hay discriminación mucho sobre todo para estudiantes de las áreas rurales”
(Entrevista estudiante)

Al respecto debemos señalar que los docentes se muestran definitivamente por encima de
los estudiantes en cuanto a conocimiento, experiencia, sabiduría y posición al interior del
aula y en el espacio universitario.

Tal postura asumida, da cuenta de que su trabajo es idóneo y cumple con las exigencias y
requerimientos académicos exigidos por la Universidad, no existiendo ninguna debilidad o
falencia que dé cuenta de la necesidad de reflexionar y/o repensar su labor pedagógica;
considerando por lo tanto, que más bien enseñan mucho y cualquier dificultad o problema
que se presente en el proceso de aprendizaje de los estudiantes es de entera
responsabilidad de éstos que no han sabido tomar apuntes, leer la bibliografía
recomendada; o resalta también el hecho de que han llegado a la universidad con una
preparación escolar deficiente, son propensos a la indisciplina y a no trabajar.

De esta forma, los docentes clasifican a los estudiantes de una vez y para siempre. Una
vez que se ha obtenido experiencia como docente, las cosificaciones de estudiantes
forman desde ya, una imagen que difícilmente se modificará. Al respecto conviene señalar

121
que el proceso educativo implica una relación epistemológica (de conocimiento) y una más
de tipo comunicativo (entendimiento) con los estudiantes, que dan como resultado
procesos distintos desde la posición que asumen los actores que participan del hecho
educativo (docente - estudiante).

Así, cuando en el aula se confunde la relación epistemológica con la comunicativa, suele


dominar la primera y el profesor se enfrenta a sus alumnos como si fueran “cosas”; de la
otra parte sucede algo similar, en respuesta los estudiantes ya no perciben al maestro,
sino a una “cosa” a través de él. Es éste el origen de la imagen cosificadora que tiene el
docente acerca de sus estudiantes a quienes debe moldearlos y llenarles de conocimiento.

Las actitudes de los docentes ante el proceso educativo, los contenidos de la enseñanza y
ante los propios estudiantes, es otra condición que los estudiantes describen como
importante para la apropiación significativa de los conocimientos desarrollados en las
asignaturas:

“A algunos docentes les interesa su materia les interesa que nosotros


aprendamos, valoran tu propio punto de vista, tus aportes” (Grupo focal)

Al respecto siguiendo a Schütz, podemos señalar que el sujeto percibe la realidad


poniéndose en el lugar del otro, y este proceso permite al sentido común reconocer a otros
como análogos al “YO” (interacción); pero que también construye sus propias
percepciones de los fenómenos o acciones que ocurren a su alrededor; es decir se
reconoce un allí donde está el otro. Por lo que interactuar y percibir, constituyen dos
actividades que van estrechamente ligadas. Así al ser el mundo social esencialmente
intersubjetivo, desde el cual se pueden percibir ciertos fenómenos que escapan al
conocimiento del “YO”, pues el sujeto no puede percibir su experiencia inmediata pero sí
percibe las de los otros, en tanto le son dadas como aspectos del mundo social.

Dicho de otra forma, el sujeto sólo puede percibir sus actos, pero puede percibir los actos
y las acciones de los otros con quienes comparte el mundo, a quienes percibe como
semejantes.

122
De los planteos formulados por Alfred Schutz se tiene que el estudiante en su relación
establecida con el docente en el aula (interacción), al margen de las características que
posee realiza percepciones sobre la realidad vivenciada, poniéndose en el lugar del otro,
reconociendo y seleccionando a algunos docentes que a su modo de ver, les interesa su
materia, muestran especial preocupación por su aprendizaje; además de valorar sus
opiniones y aportes en clases.

“Lo mejor que algunos docentes tienen es que a veces te hablan de sus
consultas, de sus trabajos, de sus experiencias profesionales” (Entrevista
estudiante)

De las actitudes mayormente mencionadas que parecen tener un impacto favorable entre
los estudiantes están las que tienen que ver con el interés que muestran por su materia;
las experiencias adquiridas en su desempeño profesional, además de la valoración de los
puntos de vista de los estudiantes. A criterio de los estudiantes, el profesor inspira
confianza si se da a conocer como un miembro común y corriente, natural y sencillo de la
comunidad universitaria, desde el principio y de forma permanente, puesto que cuando se
le tiene confianza logra que el estudiante se sienta más a gusto. “Te hablan bien de la
materia te hacen gustar, toman al estudiante como estudiante” (Grupo focal).

Los estudiantes parecen aprender mejor cuando los docentes no anteponen una figura de
autoridad, lo que les da confianza suficiente para preguntarles sobre cualquier problema
que se les presente, al no sentirse supeditados a lo que dice el profesor, por lo que la
accesibilidad y disponibilidad de éste es otro factor que incide en la forma en que los
estudiantes se acercan y construyen el conocimiento.

Otra actitud de los profesores que valoran algunos estudiantes es la de “mostrar interés”
por las materias que enseñan para favorecer el aprendizaje de los mismos. “Saben cómo
van a llamar la atención del estudiante y nos van a dar ganas de seguir aprendiendo
de que nos interese la materia” (Grupo focal). Tal representación denota la apreciación
de los estudiantes por los profesores que están actualizados y tienen el suficiente

123
conocimiento para hacerlos sentirse seguros como para exponer sus dudas, o lo que se
les enseña y aprenden.

Consideramos ante todo que el docente debe ser promotor de interés y a su vez, debe
estar interesado en lo que hace, ya que así contagia a los estudiantes sobre las tareas
desarrolladas en clases, debe encontrarse motivado y ser capaz de promover la suficiente
motivación a los estudiantes para que éstos sean partícipes activos de su propio
aprendizaje.

Tal como señalamos anteriormente, la categoría “Necesidades de aprendizaje”, hace


referencia al hecho de tomar en cuenta la individualidad del estudiante al momento de
ejercer la acción educativa. En tal sentido, el docente debe tomar en consideración las
diferencias individuales atendiendo a ciertos criterios, tales como el aspecto cognitivo,
motivacional, afectivo, relacional y a las condiciones de capacidad que hacen referencia a
ciertas dificultades y/o ventajas asociadas a diferencias sensoriales, físicas o de otra
índole; al igual que la variedad de intereses, motivos, capacidad de autorregulación y
necesidad de logro, relacionados con el aspecto motivacional del estudiante.

Dicho de otra forma, el docente deberá enseñar a los estudiantes no sólo a conocer su
propio proceso cognitivo, sino también a concebir sus propias estrategias y estilos de
aprendizaje sobre la base de sus necesidades; los cuales contribuirán significativamente a
la autorregulación de su aprendizaje y, por ende, al desarrollo de la independencia
cognoscitiva.

Asimismo, conviene dejar establecido que en el trabajo de aula es importante enseñar a


los estudiantes no sólo a conocer su propio proceso cognitivo, sino también a concebir sus
propias estrategias y estilos de aprendizaje sobre la base de sus necesidades, lo cual
contribuye a la autorregulación del aprendizaje, y por ende, al desarrollo de la
independencia cognoscitiva.

Parece evidente que en las experiencias pedagógicas de aula que les ha tocado vivir a los
estudiantes, se entremezclan elementos de innovación, de novedad y cuestionamiento de

124
las funciones del docente con relación a la satisfacción de necesidades de aprendizaje
que tienen y se pone en la mesa de discusión el hecho de atender y formar a los
estudiantes desde una perspectiva integral, y de hacer más flexible y próximo el vínculo
docente-estudiante.

4.2.2.4. Categoría Interacción Profesor - Estudiante

Con relación a esta categoría, debemos señalar que todo aprendizaje tiene que ver con un
encuentro, el cual sólo es posible en un marco de relaciones entre diversas subjetividades
de actores que en ella intervienen (profesor-estudiante). Tal es así que la educación y el
aprendizaje son resultados dinámicos de procesos comunicativos entre personas y, por
ello, el carácter del aprendizaje y sus contenidos están definidos por la naturaleza de
estos.

Es decir, las interacciones atraviesan todo proceso de enseñanza-aprendizaje y ocupan un


rol significativo en el mismo, puesto que éste se encuentra mediada por una serie de
elementos como ser las características de los actores (profesor-estudiante), hasta sus
experiencias de vida y creencias, lo cual configura un espacio de relaciones que sólo son
posibles entre ese grupo de personas.

Dicho de otra forma, el sujeto se descubre en su corporeidad, la cual relaciona con su


conciencia para descubrir su singularidad. Es alguien que se reconoce como un ser con
conciencia de su deseo de ser actor de su vida en interacción con otros sujetos como él.
La sola consideración de esta condición para los ambientes educativos, nos está poniendo
como premisa básica, el reconocimiento del otro, de los otros y sus condiciones, pero
sobre todo de su papel protagónico en todos los procesos que les atañen.

Ahora bien, de los discursos recopilados se tiene una percepción del docente universitario
construido como un ser social respetable, admirable, pero también como una persona
incomunicable, muchas veces inalcanzable, según testimonios de los estudiantes.

125
“Los docentes deberían tratar de interactuar más, darse cuenta que somos
estudiantes y que queremos aprender, tenemos ganas de aprender” (Grupo
focal)

“El docente representa mucho para los estudiantes porque es una persona
que si dicta tal materia sabe sobre esa materia sabe sobre esa temática,
debería saber bien….” (Entrevista estudiante)

“Que nos traten como amigos pero con un cierto respeto mutuo” (Entrevista
estudiante)

“Algunos licenciados nos dan más confianza y nosotros aprendemos mas y


nos relacionamos nos podemos comunicar pero con los otros más respeto o
sea solo saludarles” (Grupo focal)

En toda situación educativa, puede construirse diversos ambientes en los cuales las
interacciones tendrán posibilidad de desarrollarse en cualquier sentido. En el caso
concreto, se aprecia una interacción que permanece en el plano de la “función”, del
encuentro formal profesor-estudiante sin ningún interés por ser escuchados y mucho
menos por ser contestados. Un ambiente de aula caracterizado por la emisión de palabras
vacías, relaciones frías basadas en preguntas y respuestas; sin el menor interés y
esfuerzo del docente de construir interacciones con sentido, en las que se refleje la
historia de los sujetos interactuantes, la conciencia de la mutua construcción en virtud de
ese encuentro y, en fin, el reconocimiento del otro como alguien importante para la
estructuración de redes de sentido.

No cabe duda alguna de que el espacio propicio donde se desarrolla la relación profesor-
estudiante es en clase, toda vez que es ahí donde se desenvuelve el mayor índice de
interacción entre ambos (situación cara a cara) y donde se halla la médula del proceso
educativo (enseñanza-aprendizaje) en sus aspectos interpersonales.

126
Siguiendo a Berger y Luckman, podríamos señalar que es precisamente la situación cara
a cara que representa el prototipo de la interacción social, puesto que posibilita el continuo
intercambio de expresividades entre uno y otro (docente - estudiante); al punto de que los
esquemas tipificadores que intervienen en las situaciones cara a cara son recíprocos, y en
la medida que se van alejando de la situación cara a cara se vuelve anónimas; en razón a
que toda tipificación entraña desde ya, un anonimato incipiente. “La experiencia más
importante que tengo de los otros se produce en la situación "cara a cara", que es el
prototipo de la interacción social y del que se derivan todos los demás casos”172.

De ahí que cuanto más próximos estemos, más signos recibimos del otro; es decir, se va
suscitando un continuo intercambio entre la propia expresividad y la expresividad del otro,
que es subjetivo y al cual es posible acceder mediante algunos síntomas (sonrisas, ceños
fruncidos, expresiones dirigidas del uno hacia el otro y viceversa). Sólo en la situación
“cara a cara” la subjetividad del otro se encuentra decididamente próxima, y por lo mismo,
el otro es completamente real.

Por las características descritas por los estudiantes, el contexto relacional establecido en
el aula corresponde a una dimensión de orden más didáctico que de tipo personal. “Con
algunos docentes no hay comunicación porque piensan dicto mi clase hagan
grupos y ya listo.. ya me tengo que ir…” (Grupo focal). Claramente es perceptible una
intención marcada de enseñanza que ocupa la atención consciente de los docentes en
razón a que enfatiza en los conocimientos de la asignatura a su cargo.

De ahí que la relación profesor – estudiante establecida en el aula es de orden didáctico


puesto que el docente se encuentra preocupado por la orientación del estudio, la creación
y comunicación de una estructura de aprendizaje; en desmedro de promover una relación
de tipo personal (comunicación más interpersonal), donde se reconozcan y valoren los
éxitos, se refuerce la autoconfianza de los estudiantes (valores, actitudes y motivaciones.);
además de mantener una actitud de cordialidad, respeto y consideración a los ritmos de
aprendizaje de los estudiantes.

172 BERGER, Peter L. y LUCKMANN, Thomas. op. cit. p. 46

127
Considerar el aula como un lugar de relación nos remite al hecho de que un docente
enseña aspectos importantes con lo que es y con su modo de relacionarse. Por lo mismo,
no es un mero enseñante de su disciplina pues es innegable que transmite más de lo que
enseña formalmente y, en ocasiones, puede que eso sea lo más valioso y lo más
duradero. Su influencia entre los estudiantes va más allá de la transmisión de
conocimientos y en esta relación cumple un papel indispensable. Ello nos lleva a realzar
no solo su competencia profesional sino también su calidad como personas; es decir, nos
relacionamos desde lo que somos.

Por ello, la forma de ser del docente o bien puede facilitar el crecimiento de los estudiantes
en el proceso educativo o por el contrario, puede ser un obstáculo a dicho propósito.

“Yo generalmente les hablo pero la mayoría de ellos no me contesta, cuando


tu le saludas….. Quizás te podría decir algo….. Pero no, como si se creyeran
algo más alto” (Grupo focal)

“El estudiante que está un poco distante del docente, con el trato más
distante que recibe, se aleja más…” (Entrevista estudiante)

“A mí me molesta me da una bronca porque me han enseñado que un saludo


no quita nada y él siendo docente, tendría que responder al estudiante”
(Grupo focal)

Tal como señalamos anteriormente, la relación que el profesor establece con los
estudiantes en el aula queda circunscrita a aspectos más formales de la acción educativa
(desarrollo de contenidos, metodología y evaluación), mostrando una forma de ser
(personal), inmutable y distante a generar una comunicación más interpersonal con los
estudiantes, actitudes menos formales que refuercen la autoconfianza, la cordialidad, el
respeto y la empatía hacia los estudiantes. Por el contrario, pareciera que tienden más
bien a profundizan el distanciamiento, la falta de comunicación fluida y horizontal en el
trabajo pedagógico de aula.

128
Es tal la influencia que ejerce la calidad de esta interacción que no sólo repercute en el
proceso de aprendizaje de los contenidos pretendidos por la asignatura, sino que también
posee una fuerte influencia en la calidad de la comunicación y la relación interpersonal
establecida entre profesores y estudiantes.

De ahí que el vínculo del profesor con los estudiantes, constituye una importante relación
profesional que debería potenciar su formación integral; por lo que no puede dejársela de
lado, ya que afecta directamente a la eficacia de lo que se hace o persigue en la
asignatura y en el aula. Por lo mismo, todo lo que se aprende y cómo se aprende está
definido por la calidad de la interacción entre docentes y estudiantes, tanto desde sus
efectos pretendidos como desde los no pretendidos.

En función a los relatos obtenidos, los estudiantes consideran que la imagen del docente
en aula, les genera cierto temor, distanciamiento y un clima de desconfianza a la hora de
interpelar algunos contenidos temáticos desarrollados en la asignatura.

“Te da miedo el docente te ha tratado mal, si que te ha cortado tan


directamente” (Grupo focal)

“Es un temor personal antiguo el no preguntar lo que dudo” (Entrevista


estudiante)

Este temor y desconfianza que sienten los estudiantes hacia la función pedagógica que
desempeña el docente en el aula, se acrecienta aún más cuando surgen las dudas e
inquietudes acerca de los contenidos educativos desarrollados en la asignatura, que por
un lado, dan lugar a la adopción de actitudes de silencio ante las dudas o los vacíos que el
docente no supo clarificar; o dan lugar a la formulación de preguntas en el afán de que las
mismas sean oportunamente aclaradas por el docente.

De los discursos emitidos se tiene que los estudiantes más bien optan por evitar formular
preguntas a los docentes por considerar que las respuestas que obtienen son poco

129
asertivas, tajantes y en muchos casos, son consideradas por éstos como obvias,
irrelevantes y hasta reprochables.

“Muchos docentes dicen: Cómo.. que eso no viene al caso”, “Cómo, de que
estás hablando”, como que “no es así”, totalmente tajantes….” (Entrevista
estudiante)

“Ahora han entendidoooo…. ósea ….como una burla también” (Entrevista


estudiante)

“Te miran como al decir pusha.. esta cosa me estas preguntando que es
obvio digamos…eso está pasando muchas veces cuando preguntas y te
están poniendo su cara de burla ..me estas preguntado esto? …(y eso…),
obviamente afecta o tú volverías a preguntar cuando te ponen su cara
deee…mofa.. (su gesto)…entonces ya noooooo pues...(eso es notorio,
perceptible)..claro te hace sentir mal…”(Entrevista estudiante)

“Eso hace que uno tenga miedo preguntar cosas porque si sabes que
contesta así, te tienes que manejar muy bien los contenidos” (Entrevista
estudiante)

Estas actitudes que asume el docente frente a las interrogantes formuladas por los
estudiantes, repercuten negativamente en la construcción de un clima de aula propicio que
asegure la calidad de los aprendizajes logrados, la comunicación y la relación horizontal.
Desde esa mirada, si bien los estudiantes construyen una imagen profesional de buen
didacta, éste se encuentra ajeno y distante a las actitudes afectivas y/o motivacionales que
dificultan en gran manera la construcción de un ambiente óptimo de aprendizaje.

A decir de los estudiantes, las actitudes y mensajes implícitos y explícitos que emiten los
docentes en su labor de enseñanza entendida como función didáctica (sus gustos y
disgustos hacia ella, sus diversas motivaciones para enseñar), en la forma como conocen
y preparan los contenidos de la asignatura (si los dominan o los desconocen, si los

130
planifican o los improvisan), en la relación que tienen con estos (interés, indiferencia o
aburrimiento), en la forma como plantean la metodología (si promueven la participación
activa o se dedican a exponer, si motivan el trabajo en equipo o dejan trabajos individuales
en clase, si plantean preguntas o no, si dan atención individualizada o no, si se preocupan
por la formación general de los estudiantes o solo de la materia, si relacionan los
contenidos con problemas reales o se quedan en abstracciones, si usan diversos medios y
materiales o no, etc.) y en la forma como evalúan a los estudiantes (si exigen transferir lo
aprendido o solo memorizar, si establecen o no criterios de evaluación, si consideran o no
la participación dentro de ella, si dan retroalimentación continuamente o no, si la
evaluación es permanente o esporádica); los estudiantes expresan y sienten que la
relación que el profesor establece con ellos es poco responsable, irrespetuosa, poco
asertiva, no empatica, desconfiable, intolerante y poco transparente.

Más aún si analizamos el ámbito personal de los docentes expresados en sus actitudes,
desde cómo se ven a sí mismos y a la asignatura que enseñan; puesto que enseñan
siempre a partir de su forma de pensar y de ser (personalidad, estados de ánimo, valores,
actitudes, auto percepción, etc.); la cual se expresa de diversas maneras en el aula: a
través de su lenguaje verbal y no verbal, a través de su presencia física, a través de su
forma de tratar a los estudiantes (si los respeta o los ridiculiza), de dirigirse hacia ellos
(valora o no sus opiniones), de escucharlos (si es empático o no) y mirarlos, a través de la
forma como plantea la metodología y la evaluación. Todos estos aspectos repercuten
significativamente en el aprendizaje y la formación integral de los estudiantes.

De lo que se trata, es de entender que los docentes educan no solo desde los contenidos
específicos que desarrollan en la asignatura que regentan, sino que también lo hacen
desde el terreno de la interacción de las relaciones humanas en el que están presentes
permanentemente diversos contenidos éticos; es decir, en todo lo que el docente hace o
no hace en el aula y en todo lo que ocurre en ella.

Así, la interacción profesor-estudiante se presenta como un espacio que puede trascender


la enseñanza-aprendizaje de la asignatura y llegar a constituir pieza importante de la
formación ética e integral de los estudiantes.

131
4.2.3. Relación de Categorías: Un análisis crítico-reflexivo acerca de los Discursos
Obtenidos

Una vez realizado el análisis e interpretación de los discursos obtenidos a través de las
técnicas aplicadas (Observación, grupo focal y entrevistas), corresponde establecer la
relación de categorías definidas con el objeto contar con mayores elementos teórico-
conceptuales que den cuenta del significado que otorgan los estudiantes a las
metodologías de enseñanza desarrolladas por los docentes de la Carrera de Psicología de
la Universidad Mayor de San Simón de la ciudad de Cochabamba – Bolivia.

Esta relación de categorías establecidas (Estrategias de Enseñanza Docente;


Caracterización del Acompañamiento Docente; Atención a las Necesidades de
Aprendizaje de los Estudiantes e Interacción Profesor – Estudiante), analizadas y
reflexionadas a la luz del marco teórico nos permiten develar con mayor amplitud aquellos
significados de los actores que participan en él, sus necesidades intenciones y estrategias;
proporcionándonos la posibilidad de interpretar su intención sus motivos y entenderlos
como sujetos actuantes en un espacio universitario que tiene una cultura propia, en la que
existen tanto significados compartidos como heterogéneos en torno al conocimiento que
se debe transmitir y a las formas de acercase a él.

Para alcanzar tal finalidad, inicialmente se recurrió a teorías específicas como las de
Pierre Bourdieu con los planteamientos de Campo, Habitus y Capital Cultural; Berger y
Luckman con la fenomenología social, concretamente con el conocimiento de la vida
cotidiana y Alfred Schutz con la fenomenología del mundo social, y concretamente, con la
intersubjetividad del mundo de la vida y el mundo de la vida cotidiana.

A partir de tales teorías se construyó una articulación teórica conceptual básica en la


comprensión del fenómeno objeto de estudio y que gira en torno al Campo, Habitus,
Capital Cultural, Intersubjetividad y Significado; tal como se expresa en la siguiente
gráfica.

132
GRAFICA Nº 1
ESQUEMA GENERAL DE ANALISIS DEL OBJETO DE ESTUDIO CON BASE EN LAS CATEGORIAS
IDENTIFICADAS Y LA ARTICULACION TEORICO CONCEPTUAL

PRACTICA DIMENSIONES DE SUPUESTOS


LAS TAREAS

Contenidos Sociológicos
Tarea Desempeño de la profesión Epistemológicos
Tarea Actuación en el aula Filosóficos
Relaciones de comunicación Psicológicos
Tarea Uso de medios y recursos Pedagógicos
Criterios de evaluación Didácticos
Organización

SIGNIFICADO DE LAS METODOLOGIAS DE ENSEÑANZA


CATEGORIA
MACRO

PRODUCCION DE SIGNIFICADOS DE LOS ESTUDIANTES EN AMBITOS FORMALES


(Espacio académico universitario)

CATEGORIAS
ESTRATEGIAS DE DE ANALISIS ATENCIÓN A LAS NECESIDADES
ENSEÑANZA DOCENTE DE APRENDIZAJE DE LOS
ESTUDIANTES

CARACTERIZACIÓN DEL
INTERACCIÓN PROFESOR-
ACOMPAÑAMIENTO
ESTUDIANTE
DOCENTE

DEDUCCIÓN LÓGICA ORIENTADORA DEDUCCIÓN LÓGICA ORIENTADORA


Ambas categorías ofrecen un panorama general Ambas categorías, son elementos de base que se involucran como
sobre la objetivación de las características que parte constitutiva y puesta en acción de las dos anteriores. Si bien
guían el trabajo del docente en el aula el cual es van estrechamente ligadas a éstas permiten la consideración de
los actos del discurso que se inscriben en la acción objetivada, las
concretado en la tarea educativa del cual es uno
nociones de poder, distancia o posicionamiento social que están
de los actores juntamente con el estudiante mediados por la discursividad, expresiones, afirmaciones que
reflejan la construcción de significados por parte de los actores
sociales (estudiantes).

ARTICULACION TEORICA – CONCEPTUAL

CAMPO - HABITUS CAPITAL CULTURAL- INTERSUBJETIVIDAD


SITUACIÓN BIOGRÁFICA ACERVO DE SITUACION CARA A SIGNIFICADO
CONOCIMIENTO A MANO CARA

133
GRAFICA Nº 2
ESQUEMA GENERAL DE LA RELACION DE CATEGORIAS ESTABLECIDAS
PRODUCCION DE SIGNIFICADOS DE
LOS ESTUDIANTES
EN AMBITOS FORMALES
(Espacio académico universitario)

PLAN DE
ESTUDIOS CURRICULUM
DIMENSIONES DE FORMADOR
LAS TAREAS

SIGNIFICADO DE LAS METODOLOGIAS


DE ENSEÑANZA DOCENTE

ESTRATEGIAS DE ATENCIÓN A LAS NECESIDADES


ENSEÑANZA DE APRENDIZAJE DE LOS
DOCENTE ESTUDIANTES

CARACTERIZACIÓN DEL INTERACCIÓN


ACOMPAÑAMIENTO PROFESOR ESTUDIANTE
DOCENTE

AMBIVALENCIA

LO IDEAL LO REAL

El esquema presentado pretende demostrar lo trascendental que representan las


construcciones subjetivas (significados) que realizan los actores sociales (estudiantes) en
un contexto preestablecido (espacio universitario) claramente delimitado (Carrera de
Psicología), donde tiene lugar el proceso educativo (enseñanza-aprendizaje). Es
precisamente en este contexto donde se producen significados de los actores que
participan en él, los cuales se encuentran mediatizados por la percepción que realizan
sobre ellos.

De esta forma, el significado que realizan los estudiantes sobre las metodologías de
enseñanza docente constituyen una apreciación singular de la realidad pero derivada de

134
una construcción interiorizada de representaciones interindividuales en un marco cultural
concreto, pero que son siempre polisémicos entre los referentes reales y los significados
subjetivos.

En los significados hay elementos comunes y compartidos que permiten el entendimiento


y la comunicación; elementos singulares, matices irrepetibles que connotan la experiencia,
los sentimientos, las ideas de cada sujeto en virtud de su peculiar biografía que son
considerados como marcos de percepción e interpretación de la realidad; es decir, algo así
como un conjunto de informaciones, creencias, opiniones y actitudes a propósito de un
objeto determinado que orientan los comportamientos y prácticas de los sujetos.

Así el significado que le otorgan los estudiantes a las metodologías de enseñanza


desarrolladas por los docentes de la Carrera de Psicología, está influenciado por un
sinnúmero de factores entre los cuales se encuentran aquellos relacionados con el
currículo formador, el Plan de Estudios, la caracterización de las dimensiones de las
tareas del docente (metodologías de enseñanza), expresados en el desempeño de la
profesión, la actuación en el aula, el uso de medios y recursos; la organización y los
criterios de evaluación de los aprendizajes; la interacción profesor-estudiante en el aula, la
planificación de las actividades educativas entre otros.

Los estudiantes ingresan a la universidad con una preconcepción ideal definida del rol
docente como mediador y facilitador de procesos de aprendizaje, que aplica metodologías
de enseñanza orientadas a la construcción de conocimientos disciplinarios significativos
que le serán de gran utilidad en su futura formación profesional. Es decir, el estudiante
construye un imaginario ideal sobre las metodologías de enseñanza aplicadas por el
docente que aportan significativamente a sus aprendizajes y a la comprensión de los
conocimientos concretos de las áreas disciplinarias consignadas en el currículo formador
de la Carrera de Psicología.

Con esta imagen mental, llegan los estudiantes a las aulas universitarias, donde son
testigos de una realidad que difiere significativamente de las preconcepciones ideales

135
construidas; puesto que viven experiencias que les resultan impactantes y decepcionantes
en relación a las metodologías de enseñanza desarrolladas por los docentes.

Tales experiencias dan lugar a la caracterización por un lado, de las acciones


pedagógicas desplegadas en el aula, donde las formas expositivas o discursivas continúan
siendo las metodologías de enseñanza clásicas (tradicional) puestas en práctica por los
docentes; donde es evidente la ausencia de técnicas y procedimientos variados para
presentar los contenidos, donde la enseñanza es siempre conducida mediante la
exposición oral de los contenidos del libro texto y/o el uso del pizarrón para el desarrollo
de las unidades temáticas propias de la asignatura. Es decir, las clases siguen el curso de
patrones preestablecidos por el docente, el cual conserva durante todo el lapso
académico.

Por otro lado, construyen una imagen del docente universitario como un ser social
respetable, admirable, pero también como una persona incomunicable, muchas veces
inalcanzable y distante al estudiante.

Las pocas oportunidades que tienen de interactuar con el docente, lo sitúan en un rol
completamente alejado del estudiante, preocupado por desempeñar a cabalidad el
“ministerio de enseñar” que les ha sido otorgado, con sus particularidades de rol específico
de la profesión (docencia universitaria) y que se legitima principalmente en su labor
pedagógica de aula. Imagen y autoimagen del docente confesada a través de su actuación
en aula, el cómo es visto por los estudiantes como persona y como profesional que
desempeña un trabajo (rol).

Tales características percibidas sobre el docente, obliga a los estudiantes a interactuar lo


menos posible con éste, generando de esta forma, actitudes de desgano y frustración
hacia la asignatura. De acuerdo a esta realidad, comienzan a surgir en ellos, procesos de
cuestionamiento e inquietud, resistiéndose a repetir las mismas acciones y/o actitudes de
los docentes que han tenido oportunidad de ver.

136
El resultado de esta realidad, desencadena en un profundo análisis y reflexión en torno a
la coherencia entre lo ideal y lo real que les ha tocado vivir en las aulas; produciéndose
por consiguiente en los estudiantes una ambivalencia entre todos aquellos aspectos
ideales y la realidad de las metodologías de enseñanza desplegadas por los docentes de
la Carrera de Psicología, del cual son testigos durante la asistencia a las aulas de clase.

4.3. Análisis de Segundo Nivel

En relación a las categorías construidas y analizadas, se procedió a realizar un segundo


nivel a partir del análisis estructural del discurso para la comprensión del sentido que
tiene para los actores un discurso determinado, el cual hace alusión directa a los
significados profundos que los sujetos producen de acuerdo a su contexto y modelo
cultural.

Dicho análisis fue realizado mediante la elaboración de la matriz de cruce semántico que
conlleva la exploración profunda de relaciones entre distintos códigos (estructura mínima
de significado que permite reconstruir el texto a partir de los principios implícitos que le
dan sentido), que posibiliten construir relaciones cruzadas entre ejes cuando éstos no
siguen una lógica paralela.

“El cruce de dos ejes produce la posibilidad teórica de cuatro o más realidades nuevas
pero que, efectivamente, en el material sólo se manifiestan en la práctica algunas de ellas.
La comparación entre las realidades teóricas y las realidades manifiestas permite
identificar las realidades prácticamente excluidas”173.

Dicho de otra forma, el cruce de dos ejes semánticos o totalidades da origen a cuatro
nuevas realidades que reciben las calificaciones de los términos de las oposiciones
consideradas; de las cuales, dos adquieren un valor ambivalente ya que ellas integran el
término positivo de un código y el término negativo de otro, la tercera es totalmente
positiva y la cuarta totalmente negativa.

173
ERRAZURIS, Margarita; GONZALES, Roberto y otros. op. cit. p. 105.

137
La matriz de cruce semántico permitió descubrir o develar aquello que no está explícito en
el discurso estudiado, para luego producto de este análisis y con el apoyo de teorías
sociológicas, construir una tipificación acerca de las metodologías de enseñanza docente
ideales que, a criterio de los estudiantes contribuye al aprendizaje y en general, incide
favorablemente en su formación profesional.

Para ello se procedió a realizar una lectura reiterada sobre los discursos emitidos por los
actores educativos obtenidos por las técnicas aplicadas, posibilitando la construcción de
los ejes de análisis.

En tal sentido, habiendo concluido el análisis de los datos, y de acuerdo a los testimonios
de los sujetos sociales (estudiantes) se presenta a modo de conclusión, una
caracterización del significado del “deber ser” (ideal) de las metodologías de enseñanza a
ser desarrolladas por los docentes de la Carrera de Psicología.

A continuación se presenta la siguiente gráfica que ha permitido extrapolar lo real y lo ideal


de las metodologías de enseñanza docente en base a los discursos implícitos y explícitos
de los estudiantes.
.

138
GRAFICA Nº 3
MATRIZ DE ANALISIS DEL SIGNIFICADO IDEAL DESTACABLE Y EL REAL NO DESTACABLE QUE
ASIGNAN LOS ESTUDIANTES LAS METODOLOGÍAS DE ENSEÑANZA DESARROLLADAS POR LOS
DOCENTES DE LA CARRERA DE PSICOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON

METODOLOGIAS DE ENSEÑANZA DOCENTE


IDEAL DESTACABLE DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS ESTUDIANTES

A Docente que conoce bien su materia que sabe explicar B


su tema de forma clara y precisa
+- Docente que muestra interés, motivación y dedicación ++
por su materia
Docente que muestra capacidad por relacionar la teoría
con la práctica, la experiencia
“Tiene que ver con la organización de la Docente predispuesto a comunicarse e interactuar con
propuesta de enseñanza, la aplicación de los estudiantes en el aula
métodos y técnicas capaces de incentivar la Docente innovador, preocupado por incorporar nuevas
construcción de aprendizajes y metodologías de enseñanza en el aula
conocimientos sólidos en los estudiantes” Docente que incentiva la participación del estudiante a
través de un diálogo horizontal
Docente que realiza retroalimentación de los
contenidos, que promueve la reflexión crítica de los
estudiantes
Docente titular comprometido con el trabajo pedagógico
de aula y predispuesto a la actualización profesional

Desfavorable Favorable al
al aprendizaje Docente que no explica bien, no le importa si aprendizaje
aprenden los estudiantes
Docente desinteresado, desmotivado por su
materia

( ...………………………….)
Docente que muestra incapacidad por relacionar
la teoría con la práctica y la experiencia
Docente que muestra falta de predisposición por
comunicarse e interactuar con los estudiantes
Docente tradicional, mecánico, repite lo mismo y
no incorpora nuevas metodologías de enseñanza
Docente que no promueve la participación del
estudiante y establece una relación vertical
Docente que no promueve procesos de
retroalimentación, priorizan lo memorístico por
encima de la reflexión crítica del estudiante
Docente titular sin compromiso con el trabajo
pedagógico del aula y no se encuentra
predispuesto a la actualización profesional

C D
METODOLOGIAS DE ENSEÑANZA DOCENTE
-- REAL NO DESTACABLE DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS ESTUDIANTES
+-

El análisis de cruce semántico ha constituido cuatro espacios de estudio generados a


través de la información (A, B, C y D). Así el espacio (A) y el espacio (D), son resultados
que se manifiestan como tensiones originadas en los estudiantes como producto de la
aplicación de metodologías de enseñanza por parte del docente en el aula.

139
Tales tensiones se originan en la profesión docente que se encuentra regido por una
institucionalización del “ministerio de enseñar” que les ha sido otorgado (Espacio
Universitario, titularidad e inamovilidad docente) y que se legitima en la conformación de
una profesión, cuyos determinantes se encuentran en su trabajo con estudiantes
(desempeño profesional de aula); la cual es percibida por la comunidad universitaria como
la viva presencia de una imagen social posicionada del docente ante la profesión
académica y el trato cotidiano con los otros integrantes de la comunidad académica (pares
académicos, directores, Consejo de Carrera, federación); quienes a su vez lo legitiman en
tanto no problematizan su labor docente, por el contrario perpetúan sus modos de
desempeño profesional.

A estas tensiones, también se suman otras relacionadas con la construcción de


significados que producen los estudiantes acerca de las metodologías de enseñanza
desplegadas por los docentes en las aulas, mediatizados por un complejo de relaciones e
interacciones que se suscitan entorno a dicha labor docente. La construcción por parte de
los estudiantes de una imagen del docente universitario como un ser social respetable,
admirable, pero también como una persona incomunicable, muchas veces inalcanzable y
distante a ellos.

También surgen tensiones relacionadas con la caracterización de las acciones


pedagógicas desplegadas por el docente en el aula, donde las formas expositivas o
discursivas continúan siendo las metodologías de enseñanza tradicionales puestas en
práctica; evidenciando la ausencia de técnicas y procedimientos variados para presentar
los contenidos específicos de las asignaturas; tensiones relacionadas con la enseñanza
docente que es siempre conducida mediante la exposición oral de los contenidos del libro
texto y/o el uso del pizarrón para el desarrollo de las unidades temáticas propias de la
asignatura, en desmedro de métodos y técnicas innovadoras centradas en los estudiantes;
además de clases magistrales que siguen el curso de patrones preestablecidos por el
docente, quién no está preocupado por modificar o incorporar innovaciones que rompan la
rutinización de la acción pedagógica desplegada.

140
Con relación a la construcción de los espacios (B) y (C), son resultados generados
tácitamente por el discurso y no discurso, por la reflexión y no reflexión. Tal es así que el
espacio (B) es generado por el discurso mismo de los actores sociales (estudiantes de la
Carrera de Psicología), construido a partir de realidades educativas suscitadas en las
aulas; no así, el espacio (C) que surge como producto inmediato de lo dicho, de lo
expresado, de lo pensado; lo que vendría a ser como lo no dicho, lo no expresado, lo no
pensado pero que esta implícitamente presente en los discursos recopilados.

En este caso, la suma de la categoría desfavorable, de lo “real” no destacable de las


metodologías de enseñanza docente y de todos los factores que en ella se menciona, dan
cuenta de la insatisfacción, desinterés, falta de motivación e inasistencia a las aulas de
clase por parte de los estudiantes, que inciden en su aprendizaje y formación profesional.
Desde esa mirada, si bien los estudiantes construyen una imagen profesional de buen
didacta, éste se encuentra ajeno y distante a las actitudes afectivas y/o motivacionales que
dificultan en gran manera la construcción de un ambiente óptimo de aprendizaje.

Sumado a esto se tiene un docente que establece una relación con el estudiante centrado
en aspectos más formales de la acción educativa (desarrollo de contenidos, metodología y
evaluación), mostrando una forma de ser (personal), inmutable y distante a generar una
comunicación más interpersonal con los estudiantes, actitudes menos formales que
refuercen la autoconfianza, la cordialidad, el respeto y la empatía hacia los estudiantes;
profundizando el distanciamiento, la falta de comunicación fluida y horizontal en el trabajo
pedagógico de aula.

En el caso de la categoría favorable de las metodologías de enseñanza ideal destacable,


los estudiantes esperan que el docente conozca y prepare bien la materia, que sepa
explicar su tema de forma clara y precisa; que en todo momento muestre interés,
motivación y dedicación a su labor profesional; que relacione la teoría con la práctica, que
se encuentre predispuesto a incorporar nuevas e innovadoras metodologías de enseñanza
que promuevan la construcción de aprendizajes en los estudiantes.

141
Se otorga especial interés a la relación profesor-estudiante en el aula, la cual debe
trasponer a los aspectos más formales de la acción educativa, profundizando más bien en
ámbitos de orden personal del docente (forma de ser) que refuercen la autoconfianza
(valores, actitudes y motivaciones.), la cordialidad, el respeto y la empatía hacia los
estudiantes; además de la comunicación fluida y horizontal en el trabajo pedagógico de
aula. Por lo tanto, el docente enseña aspectos importantes con lo que es y con su modo
de relacionarse; deduciéndose por tanto, que no es sólo un transmisor de información
(conocimiento) de una disciplina, ya que transmite más de lo que enseña formalmente y,
en ocasiones, puede que eso sea lo más valioso y lo más duradero.

Para finalizar este segundo nivel de análisis, interesa mostrar la significación que ha tenido
el abordaje teórico-conceptual en la comprensión del objeto de estudio, desde un abordaje
integral holístico y a la luz de conceptos específicos como ser: Campo, Habitus, Capital
Cultural, Intersubjetividad y Significado.

Antes de adentrarnos en las posibilidades heurísticas de los conceptos presentados,


conviene señalar que ha sido ampliamente desafiante el haber extendido algunos puentes
conceptuales entre las propuestas de Bourdieu y Schütz, dos autores que en pocas
ocasiones aparecen vinculados, sin desmerecer –claro está- los planteamientos teóricos
de Berger y Luckman.

Tales conceptos fueron fundamentales en la comprensión del objeto de estudio en virtud


de que, por un lado, los planteamientos de Bourdieu permiten visualizar el aula --entendida
como espacio académico universitario-, a partir de la comprensión de las relaciones que
en ella se generan y que van desde las referidas a la cultura objetivada, los campos, la
cultura incorporada, los habitus y el capital cultural que en ese espacio académico se
producen.

Estos elementos se expresan notoriamente en la construcción de un campo (lo social


hecho cosa), que orienta las prácticas sociales y las representaciones que hacen los
docentes sobre sí mismos, estableciendo claramente el lugar que ocupan frente a los
estudiantes y las acciones que deben cumplir en el aula; además de reflejar una

142
articulación indisoluble entre lo individual y lo social que lo constituyen (Habitus),
mostrando una imagen y autoimagen, confesada a través de su actuación en el aula, el
cómo es visto por los estudiantes como persona y como profesional que desempeña un
rol, que le otorga una fuerte imagen de prestigio, honorabilidad y reconocimiento,
confiriéndole autoridad, además de generarle ventajas sociales (capital cultural). “…Ni
nos miran lo que estamos haciendo, solo ven la pizarra, el libro…la pizarra, el
libro….” (Entrevista estudiante)

Por su lado, los planteamientos de Schutz, permitieron resaltar la sociabilidad que en ella
tiene lugar, que es entendida como aquel conjunto de relaciones interpersonales y
actitudes de los actores que intervienen (docentes y estudiantes), que si bien dependen de
patrones aprendidos, son pragmáticamente reproducidos o modificados en la vida
cotidiana y, por lo mismo, se pueden volver subjetivas.

Con relación a ello, señalar que si bien, las interacciones tienen la posibilidad de
desarrollarse en cualquier sentido, es ampliamente perceptible que éste permanece en el
plano de la “función” del encuentro formal profesor-estudiante, sin el menor interés y
esfuerzo de construir interacciones con “sentido”, en las que se refleje la historia de los
sujetos interactuantes, la conciencia de la mutua construcción en virtud de ese encuentro y
el reconocimiento del “otro” como alguien importante para la estructuración de redes de
sentido, que repercuten en el proceso de aprendizaje, la calidad de la comunicación y la
relación interpersonal (docente – estudiante). “Necesitamos un docente que tenga una
continua participación con el estudiante y no rígida…. una posición que sea más
horizontal, mas dialógico” (Grupo focal)

Es precisamente, en este proceso de interacción donde es posible apreciar la


autopercepción y hetero-percepción. Es decir, la puesta en escena del “sí mismo” y
también de procesos de reconocimiento de lo distinto a este “sí mismo”, lo que podríamos
llamar el “otro generalizado”. “Un docente que se ponga en la posición en algunos
casos del estudiante que te sepa entender y saber cómo llamarnos la atención”
(Grupo focal).

143
Partiendo de tales experiencias, los estudiantes se sitúan de una forma muy particular y
específica en el aula (escenario social concreto), determinado por su biografía (el cómo se
sitúa en dicho escenario) y por su experiencia inmediata que es única e irrepetible y a
partir de ella –es decir, desde dónde-, capta y aprehende la realidad, la significa y, desde
ese lugar que ocupa, se significa y produce significados a sí mismo y a sus semejantes.

Los sujetos interactúan por medio del lenguaje que presupone una práctica comunicativa e
interpretativa necesariamente intersubjetiva, tanto en su organización estructural –como
afirma Bourdieu– como en su organización experiencial y biográfica de cada sujeto –como
señala Schütz–, pues interpretar los significados del mundo y la acción de los sujetos
sociales, precisa de un marco de referencia intersubjetivo, que a la manera de prácticas y
representaciones, conforman el sistema simbólico que constituye justamente –aunque
quizá también a un nivel mínimo–, el marco de la vida de los sujetos, es decir, su sentido
común.

Este marco de referencia intersubjetivo se construye en la praxis, y se instaura como un


sistema sociocognitivo desde donde la comunicación y la relación interpersonal profesor-
estudiante son posibles. De esa manera, la intersubjetividad queda anclada a través de los
sistemas simbólicos que, a decir de Bourdieu, se conforman a partir de las relaciones de
poder real y simbólico que se gestan entre los diferentes agentes en el campo de lo social
(docente - estudiante); toda vez que dichas posiciones son inequitativas y desiguales.

144
CAPÍTULO V. REFLEXIONES FINALES ACERCA DE LA REALIDAD ESTUDIADA

En la investigación cualitativa el escenario y las personas se aprecian desde una


perspectiva holística: el investigador es sensible a los efectos que causa sobre las
personas en estudio y trata de comprenderlas dentro del marco de referencia de ellas
mismas, suspende o aparta sus propias creencias, perspectivas y predisposiciones;
considera que todas las perspectivas son valiosas y todos los escenarios son dignos de
estudio y da énfasis a la validez en su investigación.

Así, la investigación cualitativa posee un carácter ontológico relativista (en el sentido de


las explicaciones colectivistas), puesto que se producen múltiples versiones de la realidad,
que son socialmente construidas; donde el conocimiento y la subjetividad surgen de la
interpretación de las construcciones que los sujetos hacen de un determinado fenómeno.

Dentro de este marco, se realizó el estudio de los significados que otorgan los estudiantes
a las metodologías de enseñanza desarrolladas por los docentes de la Carrera de
Psicología de la Universidad Mayor de San Simón de la Ciudad de Cochabamba – Bolivia
y de cómo tales metodologías se derivan en su práctica profesional entendida como
acción pedagógica desplegada en el aula (acompañamiento), su interacción con los
estudiantes, su incidencia que ejerce en el proceso de aprendizaje (necesidades de
aprendizaje) y, en general, la formación profesional de los estudiantes.

La búsqueda de los significados que los estudiantes atribuyen a las metodologías de


enseñanza desarrolladas por los docentes, el cual es enunciado no sólo en los discursos
recopilados (entrevistas, grupo focal), sino también en el registro de las observaciones
expresadas a través de gestos, actitudes, modos de conducta (encuentros cara a cara);
así como la expresión de sus acciones concretas en el aula, permitieron develar una
aproximación para el conocimiento de la realidad en estudio, dentro de un contexto
particular y referido a unos actores específicos (docentes y estudiantes del séptimo
semestre), que es posible presentar de manera resumida a partir del procedimiento de
análisis de contenido propuesto por Mucchielli, la cual se orienta a generar inductivamente
una teorización respecto de un fenómeno específico –en este caso las metodologías de

145
enseñanza docente-; para luego proceder a la conceptualización y a la relación progresiva
y válida de datos empíricos cualitativos.

Este procedimiento de análisis de la información obtenida, permitió la generación de un


tipo de conocimiento para llegar a la aproximación de la comprensión de la realidad en
estudio, a partir de la construcción de categorías como resultado del razonamiento
inductivo aplicado a los datos; la comprensión e interpretación del significado de los datos
en el contexto de la acción según los propios actores y, la derivación interpretativa de los
discursos realizados por el investigador.

De conformidad con el análisis e interpretación del discurso de los actores sociales dentro
de la realidad en estudio y desde la perspectiva de los objetivos planteados, es factible
derivar las siguientes aproximaciones explicativas a manera de conclusión:

Si bien los datos presentados no pretenden ser concluyentes, nos alertan sobre la
necesidad de considerar a los estudiantes tanto en la planificación de las tareas educativa,
la elección y selección de tareas, y en general, en toda la práctica pedagógica que tiene
lugar en aula. Ciertamente, en la configuración de la acción pedagógica, si bien los
docentes tienen un papel fundamental al ser los responsables en otorgar significado
concreto a los contenidos del currículo, también los estudiantes tienen un papel
protagónico en ella y son de hecho los depositarios de todas sus inconsistencias y
contradicciones. En ese sentido, indagar la forma en que piensan la realidad curricular, las
metodologías de enseñanza que en ella tienen lugar, nos aportan datos valiosos para
ajustar el proceso educativo (enseñanza y aprendizaje) a las necesidades y expectativas
de los estudiantes.

La actividad docente y en particular la enseñanza en la universidad, vienen siendo objeto


de múltiples estudios y análisis en el campo de lo socio-educativo, obligando a reflexionar
acerca de los propios fines y las formas de trabajo docente al interior de la cultura
universitaria, el sentido de la docencia y el protagonismo que este ejerce en dicho
proceso.

146
En tal sentido, tomando en cuenta los discursos de los estudiantes expresan cosas como
que tal profesor “sabe mucho pero no lo sabe transmitir “ o que tal otro “dice una cosa pero
hace otra” o que “raras veces” ven claro “el sentido o utilidad de lo que tienen que
aprender”, etc.; expresiones que refieren a un estado de cosas, que puede no estar
generalizado pero sí presente con más vigencia y trascendencia. Razón por la cual es
fundamental tomar en cuenta la necesidad expresada enfáticamente de mejorar las
metodologías de enseñanza desarrolladas por los docentes, de articular cada vez más la
docencia con la investigación o de volcar los beneficios de la formación de posgrado en el
nivel del pregrado universitario.

Pareciera ser que tales significaciones asignadas por los estudiantes a las metodologías
de enseñanza desarrolladas por el docente, estarían alejadas de los intereses prácticos
del profesor cuya preocupación ineludible de hacer más efectiva la enseñanza, se
encuentra vinculada a “dar todos los contenidos previstos en el tiempo disponible”,
dejando en manos casi exclusivamente del estudiante la generación de acciones
pertinentes para su aprendizaje.

Al respecto conviene señalar que la enseñanza implica de uno u otro modo, tener que
revisar y re-construir conceptos y teorías del campo disciplinar para entender los modos
de producción y validación del saber y del hacer de la ciencia. Los profesores
universitarios reproducen aquellos modelos internalizados durante la experiencia como
estudiantes y pese a defender la participación activa de los estudiantes, siguen asentando
sus clases en la exposición verbal monologal.

No se trata de desvalorizar la explicación verbal que no sólo es útil, necesaria y exigente


tanto para el que expone como para el que escucha, sino que ante todo creemos que es
pertinente reflexionar acerca de la necesidad de recrear e implementar diferentes
estrategias y metodologías de enseñanza las cuales se encuentren ajustadas a las
condiciones del contexto que se enseña y centradas no tanto en los contenidos sino más
bien en el estudiante.

147
Frente a tales metodologías de enseñanza aplicadas por el docente en el aula, se pudo
evidenciar actitudes desmotivadoras, falta de interés mostrada por los estudiantes durante
el desarrollo de la clase; donde algunos reflejaban aburrimiento en sus rostros, dirigían su
vista constante o permanentemente hacia fuera del aula, haciendo caso omiso al discurso
del profesor, o bien, otros escribían en sus cuadernos símbolos o conceptos no
relacionados con la clase.

Tales actitudes deben llevarnos a repensar la profesión docente, la cual debe asentarse
en la reflexión e indagación de la propia práctica; proceso en el que debe incidirse
necesariamente en la formación profesional como una acción de apropiación,
conocimiento y uso de saberes que provienen de aquellas disciplinas que se ocupan de
estudiar los procesos educativos y que son muy útiles para iluminar la tarea docente y
mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Dadas las características de la labor pedagógica desplegada por el docente en el aula, se


deduce que los estudiantes no son aprovechados en su potencial de aprendizaje debido a
las metodologías de enseñanza y aprendizaje tradicionales puestas en práctica; teniendo
como resultado un estudiante pasivo en su propio proceso de aprendizaje, que no hace
conjeturas ni ensaya acciones o actitudes tendientes a explicar, analizar y cuestionar un
tema o tópico desarrollado en la asignatura; y que espera que el docente inicie el discurso
para limitarse a escuchar los planteamientos teóricos que se encuentran en los textos o en
la experiencia del docente.

Al ser las formas expositivas o discursivas las metodologías de enseñanza tradicionales


puestas en práctica por los docentes, no se utilizan técnicas y procedimientos variados e
innovadores para presentar los contenidos, y la enseñanza es siempre conducida
mediante la exposición oral de los contenidos del libro texto, llegándose en ocasiones, a
ignorar por completo el uso del pizarrón o de otro recurso para el aprendizaje.
Independientemente de la naturaleza del contenido o del tipo de objetivo a lograr, las
clases siguen un patrón preestablecido por el docente, el cual conserva durante todo el
lapso académico.

148
Por otro lado, los estudiantes deducen también con claridad, el sentido y significado que le
atribuyen a la imagen del docente universitario como un sujeto que en momentos ejerce
una función pedagógica de “transmisión de conocimientos”, pero que muchas veces se
convierte en una persona fría, insensible, incomunicable y hasta maltratador, mostrándose
definitivamente por encima de los estudiantes en cuanto a conocimiento, experiencia,
sabiduría y posición al interior del aula y en el espacio universitario.

Tal postura asumida, da cuenta de que su trabajo es idóneo y cumple con las exigencias y
requerimientos académicos exigidos por la Universidad, no existiendo ninguna debilidad o
falencia que oriente la necesidad de reflexionar y/o repensar su labor pedagógica;
considerando que más bien enseñan mucho y cualquier dificultad o problema que se
presente en el proceso de aprendizaje es de entera responsabilidad de los estudiantes
que no han sabido tomar apuntes, leer la bibliografía recomendada, dando lugar –producto
de su vivencia y experiencias profesional en las aulas- a la construcción de imágenes o
cosificaciones de los estudiantes de una vez y para siempre.

Esto explica el sentido de la acción pedagógica en el aula donde el profesor se enfrenta a


los estudiantes como si fueran “cosas”; de la otra parte sucede algo similar, en respuesta
los estudiantes ya no perciben al profesor, sino a una “cosa” a través de él. Es éste el
origen de la imagen cosificadora que tiene el docente acerca de sus estudiantes a quienes
debe moldearlos y llenarles de conocimiento.

A este hecho conviene mencionar la relación que el profesor establece con los estudiantes
en el aula, la cual queda circunscrita a aspectos más formales de la acción educativa
(desarrollo de contenidos, metodología y evaluación), mostrando una forma de ser
(personal), inmutable y distante a generar una comunicación más interpersonal con los
estudiantes; actitudes menos formales que refuercen la autoconfianza, la cordialidad, el
respeto y la empatía hacia los estudiantes. Por el contrario, pareciera que tienden más
bien a profundizar el distanciamiento, la falta de comunicación fluida y horizontal en el
trabajo pedagógico de aula.

149
Es tal la influencia que ejerce la calidad de esta interacción que no sólo repercute en el
proceso de aprendizaje de los contenidos pretendidos por la asignatura, sino que también
posee una fuerte influencia en la calidad de la comunicación y la relación interpersonal
establecida entre profesores y estudiantes. Por lo mismo creemos que todo lo que se
aprende y cómo se aprende está definido por la calidad de la interacción entre docentes y
estudiantes, tanto desde sus efectos pretendidos como desde los no pretendidos.

La construcción de tales imaginarios sobre el docente universitario por parte de los


estudiantes, da cuenta de representaciones que oscilan entre la admiración, lo
maravilloso, lo respetable, lo espléndido y la indiferencia, frialdad, insolencia, la
incomunicación, predominando como elemento común la profesionalización y la
concepción academicista que asume, dentro y fuera del aula.

Tales testimonios de los estudiantes arrojan una preocupación en el sentido que imponen
la necesidad de una revisión, evaluación del personal docente universitario partiendo de
su cotidianidad y sentir, para conocer así los rasgos y comportamientos de los profesores
como sujetos inmersos en un determinado contexto, en este caso el ámbito universitario.

Dicho de otra forma, implícitamente se nos impone la necesidad de un cambio de la


cultura docente dominante hasta ahora, donde él es el que sabe y el estudiante es el que
aprende. Es decir, la relación de poder y dominación, de uno sobre otro, en este caso, el
docente sobre el estudiante debe cambiar, y entender que otra forma de trabajo y de
relacionamiento es posible, donde el respeto al otro son elementos que deben predominar
en todo el proceso educativo, entendiendo que el conocimiento, los nuevos saberes
también deben ser compartidos y democratizados. En todo caso, resulta de suma
importancia abandonar viejas prácticas y reiniciar un proceso de transformación desde la
acción y la reflexión compartida por quienes hoy tienen la responsabilidad de la formación
docente.

Finalmente señalar que los resultados que arroja la presente investigación, serán de
beneficio para la Carrera de Psicología de la Universidad Mayor de San Simón, al
contribuir en la toma asertiva de decisiones respecto a reflexionar acerca de las

150
metodologías de enseñanza así como de los contenidos impartidos, los cuales se hallan
regidos por el Plan Curricular de la Carrera; en la intención de fomentar una práctica
profesional de calidad que permita la instrumentación de conocimientos, habilidades y
actitudes adquiridos para atender las diversas necesidades de los estudiantes; además de
propiciar espacios de auto reflexión del docente ante su práctica misma, influyendo en el
mejoramiento de sus metodologías y por consiguiente en la calidad del proceso de
aprendizaje y formación profesional de los estudiantes de Psicología.

151
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155
ANEXOS

156
INDICE
CAPITULO I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ------------------------------------------------------------------------ 1
1.1. El Problema y su Importancia -------------------------------------------------------------------------------------------- 1
1.2. Justificación ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 4
1.3. Enunciado del Problema --------------------------------------------------------------------------------------------------- 8
1.4. Objetivos de la Investigación --------------------------------------------------------------------------------------------- 8
1.4.1. Objetivo General ------------------------------------------------------------------------------------------------------- 8
1.4.2. Objetivos Específicos. ------------------------------------------------------------------------------------------------ 8
CAPITULO II. ANTECEDENTES EMPÍRICOS Y TEÓRICOS ----------------------------------------------------------- 9
2.1. ANTECEDENTES EMPÍRICOS -------------------------------------------------------------------------------------------- 9
2.1.1. La Universidad Mayor de San Simón -------------------------------------------------------------------------------- 9
2.1.1.1. Breve Reseña Histórica -------------------------------------------------------------------------------------------- 9
2.1.1.2. Principios Institucionales ---------------------------------------------------------------------------------------- 11
2.1.2. La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Simón
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 12
2.1.2.1. Antecedentes Históricos ----------------------------------------------------------------------------------------- 12
2.1.2.2. Misión Institucional ------------------------------------------------------------------------------------------------ 12
2.1.2.3. Visión Institucional------------------------------------------------------------------------------------------------- 13
2.1.3. La Carrera de Psicología de la Universidad Mayor de San Simón ---------------------------------------- 13
2.1.3.1. Propuesta Formativa---------------------------------------------------------------------------------------------- 13
2.1.3.1.1. Objetivo Formativo ------------------------------------------------------------------------------------------ 13
2.1.3.1.2. Objeto de Estudio -------------------------------------------------------------------------------------------- 14
2.1.3.2. Plan de Estudios --------------------------------------------------------------------------------------------------- 14
2.1.4. Estado del Arte Sobre la Temática a Investigarse ------------------------------------------------------------- 15
2.2. ANTECEDENTES TEÓRICOS -------------------------------------------------------------------------------------------- 21
2.2.1. La Metodología de Enseñanza Docente en la Educación Superior --------------------------------------- 21
2.2.1.1. Aspectos generales ----------------------------------------------------------------------------------------------- 21
2.2.1.2. Metodología de Enseñanza y Aprendizaje: Un Análisis Sobre el Hecho Educativo ------------- 23
2.2.1.3. Lo Metodológico: Una Reflexión Sobre la Labor de Enseñanza Docente ------------------------- 25
2.2.2. La Fenomenología del Mundo Social ------------------------------------------------------------------------------ 28
2.2.2.1. Algunas Aproximaciones Teórico-Conceptuales ---------------------------------------------------------- 28
2.2.2.2. Intersubjetividad, Mundo de la Vida y Mundo de la Vida Cotidiana ---------------------------------- 37
2.2.2.3. La Tipificación Como Elemento Explicativo del Mundo de la Vida Cotidiana --------------------- 39
2.2.3. La Fenomenología Social de Berger y Luckmann ------------------------------------------------------------- 44
2.2.3.1. La Realidad de la Vida Cotidiana------------------------------------------------------------------------------ 44
2.2.3.2. Interacción Social, Lenguaje y Conocimiento en la Vida Cotidiana ---------------------------------- 48
2.2.4. La Reproducción, Campo, Habitus y Capital Cultural en la Teoría de Pierre Bourdieu -------------- 52

157
2.2.4.1. Algunas Reflexiones Críticas en Torno a la Teoría de Bourdieu ------------------------------------- 52
2.2.4.2. La Reproducción Cultural --------------------------------------------------------------------------------------- 55
2.2.4.3. Legitimación --------------------------------------------------------------------------------------------------------- 58
2.2.4.4. El Habitus, la Cultura Hecha Cuerpo ------------------------------------------------------------------------- 60
2.2.4.5. Campo y Capital Económico, Cultural, Social y Simbólico --------------------------------------------- 65
2.2.5. Campo, Habitus, Capital Cultural, Intersubjetividad y Significado: Un Intento de Articulación
Teórico Conceptual ------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 69
CAPITULO III. ASPECTOS METODOLÓGICOS -------------------------------------------------------------------------- 80
3.1. Diseño de la Investigación ---------------------------------------------------------------------------------------------- 80
3.2. Sujetos de la Investigación ---------------------------------------------------------------------------------------------- 81
3.3. Técnicas Aplicadas Para la Obtención de Información---------------------------------------------------------- 83
3.4. Criterios de Credibilidad ------------------------------------------------------------------------------------------------- 87
CAPITULO IV. PRESENTACION DE RESULTADOS -------------------------------------------------------------------- 90
4.1. Aspectos Generales------------------------------------------------------------------------------------------------------- 90
4.2. Análisis de los Datos de Primer Nivel -------------------------------------------------------------------------------- 92
4.2.1. Descripción e Interpretación de los Datos Obtenidos a Través de las Observaciones Reiteradas
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 94
4.2.2. Descripción e Interpretación de los Datos Obtenidos a Través del Grupo Focal y las Entrevistas
en Profundidad -------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 100
4.2.2.1. Categoría Estrategias de Enseñanza Docente ------------------------------------------------------- 100
4.2.2.2. Categoría Caracterización del Acompañamiento Docente ---------------------------------------- 106
4.2.2.3. Categoría Atención a las Necesidades de Aprendizaje de los Estudiantes ------------------ 118
4.2.2.4. Categoría Interacción Profesor - Estudiante ---------------------------------------------------------- 125
4.2.3. Relación de Categorías: Un análisis crítico-reflexivo acerca de los Discursos Obtenidos ----- 132
4.3. Análisis de Segundo Nivel--------------------------------------------------------------------------------------------- 137
CAPÍTULO V. REFLEXIONES FINALES ACERCA DE LA REALIDAD ESTUDIADA ------------------------- 145
BIBLIOGRAFIA DE REFERENCIA ------------------------------------------------------------------------------------------ 152
ANEXOS ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 156

158
INTRODUCCION

Una reflexión sistemática de la acción educativa, necesariamente nos conduce a indagar


acerca de lo que sucede en el aula, la cual debe ser estudiada en su estado natural, sin
interferencias externas a esa cultura, para poder captar su esencia en su exacta
dimensión. Interesa por lo tanto, la descripción de lo que allí acontece tal cual se presenta
y, no así el descubrimiento de leyes universales.

Es decir, se busca la exploración de la vida natural del aula del trabajo pedagógico que en
ella tiene lugar, las acciones que desempeña el docente, las metodologías de enseñanza
aplicadas, los modos de relación e interacción que establece con los estudiantes, las
características de la planificación y organización pedagógica establecidas para el
desarrollo de contenidos previstos en la asignatura el cual responde a un Plan Curricular.

Ahora bien, al situarnos en el aula como espacio social donde tiene lugar acciones
pedagógicas planificadas para el desarrollo del proceso educativo (enseñanza-
aprendizaje) -y por la orientación del presente estudio-, interesa abordar el análisis y
reflexión sobre las metodologías de enseñanza docente que en ella tienen lugar; en un
esfuerzo por comprender no sólo las acciones y orientaciones pedagógicas que dirigen la
enseñanza docente (estilos, estrategias, creencias); los contenidos específicos de las
áreas del conocimiento; las destrezas, valores, normas, motivaciones e intereses,
presentes en todo acto educativo que buscan asegurar estilos de aprendizaje y la
adquisición de saberes en los estudiantes

Dicho de otra forma, las metodologías de enseñanza desarrolladas por el docente, no se


centran únicamente en la acción pedagógica de educar o la relación académica que se
genera en el aula de clase; sino que abarca fundamentalmente la interacción cotidiana en
el aula con los estudiantes (en virtud a que el docente de una otra forma, interactúa con
las necesidades concretas de los estudiantes a través del lenguaje comunicativo, la
convivencia y las formas de acceder al conocimiento), entendida como una acción donde
está presente el docente en sus dimensiones personales y profesionales como individuo
actuante que le asigna un significado subjetivo a su conducta y que se enmarca en el

159
desarrollo de procesos de construcción de saberes y conocimientos en el espacio social,
académico y cultural.

Sin embargo, tales dimensiones, a nuestro parecer, deben ser analizadas y reflexionadas
desde la perspectiva de los estudiantes y los significados que éstos le atribuyen, en un
esfuerzo por evitar reduccionismos en su explicación comprensión e interpretación, en
virtud de que la investigación ha privilegiado siempre el papel que juega el profesor como
principal mediador entre las especificaciones formales del currículo y la práctica
pedagógica, en tanto que el papel del estudiante no ha sido suficientemente atendido.

Por lo que resulta insoslayable tomar en cuenta las concepciones y significados de los
estudiantes en la comprensión de las formas y/o maneras en que las metodologías de
enseñanza desarrolladas por el docente, les permiten acercarse al conocimiento y su
actuación en el aula; a la vez que se constituye como punto de partida de su propio
proceso de aprendizaje y de formación profesional. Por ello, nos adscribimos al
reconocimiento de que como proceso interactivo, las valoraciones y significados que
atribuyen los estudiantes a las metodologías de enseñanza docente y, por ende a su
aprendizaje, constituyen importantes mediadores en la comprensión de la influencia que
ésta ejerce en su formación profesional.

Por ello, la investigación que presentamos se interesa por los aspectos más subjetivos de
los estudiantes para comprender el sentido de sus acciones sociales a partir de sus
motivos y los fines que imprime sus acciones y como componentes ideológicos
socioculturales que condicionan la construcción de conocimiento en el aula. En tal sentido,
y con la intención de aportar información que conduzca al planteamiento de alternativas
que mejoren las condiciones de enseñanza en las aulas universitarias, reportamos los
resultados de una investigación, como un caso particular, que con el empleo de una
metodología cualitativa permitió conocer y analizar las representaciones, valoraciones y
significaciones de los estudiantes acerca de las metodologías de enseñanza aplicadas por
los docentes de la Carrera de Psicología de la Universidad Mayor de San Simón de la
ciudad de Cochabamba, así como develar como éstas influyen en su apreciación sobre su
propio aprendizaje.

160
UNIVERSIDAD DE CHILE
Facultad de Ciencias Sociales
Departamento de Educación
Programa Magíster en Educación
Mención Curriculum y Comunidad Educativa

“SIGNIFICADO QUE OTORGAN LOS ESTUDIANTES A LAS


METODOLOGIAS DE ENSEÑANZA DESARROLLADAS POR
LOS DOCENTES DE LA CARRERA DE PSICOLOGÍA DE LA
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN, DE LA CIUDAD DE
COCHABAMBA - BOLIVIA”

TESIS PARA OPTAR AL GRADO ACADÉMICO DE MAGÍSTER EN EDUCACIÓN,


MENCIÓN CURRÍCULUM Y COMUNIDAD EDUCATIVA

ALUMNO: SAÚL MARCELO CHINCHE CALIZAYA

DIRECTORA DE TESIS: MÓNICA LLAÑA MENA

SANTIAGO - CHILE
2009

161
Agradecimiento

• Gracias a Dios primeramente por la vida y las oportunidades que siempre me


brindo para seguir aprendiendo y superarme profesionalmente

• Mi profundo agradecimiento a una gran académica e intelectual de primer nivel,


Prof. Mónica LLaña Mena, por la revisión y conducción de la tesis. Muchas
gracias por animarme e impulsarme a culminar satisfactoriamente este trabajo.

• Al Prof. Manuel Silva, Prof. Jorge Vergara Estévez, Prof. María Angélica San
Martín, Prof. Pablo López, Prof. Germán Rozas y demás profesores, por su
excelente labor académica. La culminación de este informe es compartido, en
razón que es producto del trabajo en las aulas.

• A la Universidad de Chile, del cual me siento un privilegiado y honrado de ser un


estudiante más formado en sus aulas.

• A la Agencia de Cooperación Internacional del Gobierno de Chile – AGCI, por la


oportunidad de proseguir mis estudios a nivel del posgrado
académico.....Muchas Gracias....

• A mi familia por su paciencia, comprensión y apoyo incondicional por mis


ausencias continuadas dentro y fuera de mi país...La culminación de este
trabajo fue posible gracias a su apoyo moral incalculable.

• Al Prof. Rodrigo Larraín Contador por su invalorable apoyo moral, espiritual y


académico que siempre me ha brindado. Gracias amigo y hermano
latinoamericano

• Al Prof. Orlando Silva Castro y su señora esposa Dra. Angélica Galleguillos, por
su invalorable apoyo moral, espiritual y confianza depositada en mi persona.
Gracias, porque nunca me hicieron sentir un extraño en este hermoso país y
porque los considero mi familia chilena.

• A los Docentes y estudiantes de la Carrera de Psicología de la Universidad


Mayor de San Simón (UMSS), mi Casa Superior de Estudios, por haberme
permitido realizar esta investigación.

• A los amigos entrañables chilenos y extranjeros, que es, sin duda, la lista más
larga...No tengo palabras para expresarles mi agradecimiento por su amistad,
apoyo y compañía.... espero volver a verlos en otra oportunidad...Hasta siempre
queridos amigos

162
Dedicatoria

A la memoria de mi padre..... Gracias por guiar siempre mis pasos

A los seres maravillosos que Dios puso en mi vida....... Paula mi


esposa.... y mis tesoros invalorables, Nataly Alejandra y Sergio
Marcelo.

163

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